palo negro desde siempre

PALO NEGRO DESDE SIEMPRE

Iginio J. Rivero Morero / Adda Dalila Rodríguez M.

PALO NEGRO DESDE SIEMPRE

Sistema Nacional de Imprentas, Lara, 2014©Iginio J. Rivero Morero / Adda Dalila Rodríguez M.

PALO NEGRO DESDE SIEMPRE© Fundación Editorial el perro y la rana, 2014

Centro Nacional Simón Bolívar, Torre Norte, Piso 21, El SilencioCaracas-Venezuela 1010

Telfs.: (58-0212) 5642469 - 8084492 / 4986 / 4165Telefax: 5641411

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ISBN: 978-980-14-2826-8

El Sistema Nacional de Imprentas es un proyecto editorial impulsado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través de la Fundación Editorial El Perro y la Rana, con el apoyo y participación de la Red Nacional de Escritores de Venezuela. Tiene como objetivo fundamental brindar una herramienta esencial en la construcción de las ideas: el libro. El sistema de imprentas funciona en todo el país y cuenta con tecnología de punta, cada módulo está compuesto por una serie de equipos que facilitan la elaboración rápida y eficaz de textos. Además, cuenta con un Consejo Editorial conformado por un representante de la Red Nacional de Escritores de Venezuela Capítulo Estadal, el Coordinador regional de la Plataforma del Libro y la Lectura, un miembro activo de la Misión Cultura, más cuatro representantes de los Consejos Comunales, atendiendo al principio de que El pueblo es la cultura.

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Sistema Nacional de ImprentaLARA

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Iginio J. Rivero Morero / Adda Dalila Rodríguez M.PALO NEGRO DESDE SIEMPRE

.- Dedicamos este trabajo a la comunidad del caserío Palo Negro, Municipio Jiménez del Estado Lara.

.- Agradecemos la colaboración del Prof. Manuel Herrera ocupado en mantener viva la memória historica - cultural de nuestro pueblo.

.- Al Museo Antropológico de Quíbor “Francisco Tamayo Yepez” y sus investigadores.

.- Al amigo Balmore Roas. Artesano.

.- Y a la necesidad de luchar por una vida Humana, distinta a la cosificación que hoy nos pretenden.

Adda Dalila Rodríguez M.

Iginio J. Rivero Moreno.

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A manera de prólogo

Haber vivido la experiencia de estudiar en la modalidad de aprendizaje por Proyectos del programa académico Misión Cultura, en convenio con la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez - Ministerio del Poder Popular para la Cultura, nos conllevó a realizar una serie de trabajos sobre la base de una investigación coparticipante con la comunidad de Palo Negro, donde la reconstrucción de la memória colectiva significó el centro. Experiencia grata que nos ha movido en lo sensible a recopilar en este libro lo más escencial de la vivencia con la intención de compartirla, y a su vez, hacer visible a quienes han sido -y continuan siendo-, ignorados.

Aportes, sin mayores pretenciones que confrontar al olvido.

Ahora bien, este registro historiográfico –como toda historiografía- quedará sujeto al tiempo en que fue realizado; más, como lo afirma Erich Kahler en su obra ¿Qué es la Historia? :

“...La historia –replicaría yo- no es de ninguna manera idéntica a la historiografía o investigación histórica; de otra manera estos términos, establecidos desde hace mucho, no tendrían sentido alguno

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(…) la historia ha de entenderse como el acontecimiento mismo, no como la descripción o investigación de él. De seguro que los conceptos y representaciones de la historia se funden con la historia misma; ellos por su parte se vuelven acontecimientos que influyen sobre la historia, que engendran historia nueva. Pero solo en esta capacidad activa y activadora constituye historia la historiografía, y no como una función separada, teórica.

La historia es acontecer, un tipo particular de acontecer, y el torbellino que genera. Donde no hay acontecer no hay historia. (…) Y lo opuesto, es decir el puro acontecer, (…) tampoco constituye historia. Para volverse historia los acontecimientos deben estar ante todo relacionados entre sí, (…) Todo acontecimiento está ligado a otros, los que lo generaron y los que él produce. (…) (pág. 14-15, 1966)...”

Creemos con firmeza –desde la sencillez de nuestro esfuerzo-, que ha sido y es éste, un aporte al fortalecimiento del acervo cultural palonegrense, y por ende a su desarrollo cultural; inclusive, que con su difusión pudiese ir mucho más allá, al desarrollo cultural del entorno local y nacional. Que este trabajo constituye un acontecimiento histórico para la comunidad, que ha generado nuevos aconteceres coherentes al desenvolvimiento de su existencia, destacando que en este caso, la participación de ellos y ellas en el desarrollo de la investigación, como hecho historiográfico, es lo que convirtió la misma en un acontecimiento donde ellos se incorporan protagónicamente.

Fundamentados en esta experiencia, consideramos que la tarea posterior que asuma el movimiento popular, debe ser el impulso de la reconstrucción de la memoria histórica de las comunidades, como estrategia sociopolítica para el proceso transformador urgente, como política estratégica de seguridad nacional, desde una metodología dinámica, integradora, amplia

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y profunda, de participación revolucionaria, comprometida con la vida, humanista y a la altura de las exigencias de nuestro momento histórico. No podemos vacilar, postergando en divagaciones ideológicas. La raíz de los cambios está en la memoria silenciada de los Pueblos, en esa conciencia sepultada más no exterminada, que se rebela contra esa amnesia colectiva inducida con el golpe inclemente de la dominación cultural, que nos ha mantenido acéfalos e idiotizados por largo tiempo pero que no logró matarnos.

En las siguientes líneas ofrecemos aportes, que lejos de pretender autoridad académica y metodológica, intentan brindar una visión, una propuesta modesta para el “hacer político” que nos urge, una alternativa para impulsar la necesaria construcción del Poder Popular desde el Pueblo. Y esto no será posible si no hay toma de Conciencia crítica, siendo imprescindible para esta empresa emancipadora la memoria colectiva, histórica, como instrumento fundamental, estratégico, directo, sin vacilaciones ni entrampamientos ideológicos, sin “velamientos de la realidad” con los métodos tradicionales de la dominación hegemónica vigente, sino con un develamiento profundo, consciente, orientado en los saberes, en los poderes creadores del Pueblo, que lo hagan sentir sujeto histórico colectivo constructor de su destino, donde la ciencia actúe como instrumento de liberación, y no como dogma castrador.

Los Autores

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CAPITULO I

PALO NEGRO HOY(2007)

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“La incapacidad de comprender el presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado. Pero tal vez no sea menos vano empeñarse en comprender el pasado si no se sabe nada del presente…”

Marc Blooch.

“Nuestro análisis de términos ha mostrado que la historia presupone un concepto de identidad comunal, de nacionalidad o humanidad… la identidad implica continuidad, coherencia, forma… El desarrollo del concepto de historia refleja el desenvolvimiento de la conciencia humana…”

Erich Kahler

Es vital para nuestro tiempo en la Venezuela del Proceso Bolivariano, reconocer la importancia del conocimiento histórico de la realidad comunitaria y sus implicaciones en la conciencia colectiva para la construcción de la identidad cultural.

La memoria viva, sólo conocida por las personas de mayor edad, fue uno de los efectos relevantes de la investigación, el progresivo interés de los adultos y algunos jóvenes por conocer sobre sus orígenes y su trayectoria en el tiempo. Los registros memorísticos alcanzaban vagamente el último tercio del siglo XIX. El origen de la existencia

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del poblado, se sostenia en la creencia colectiva que era un reducto marginal del caserío Guadalupe, cuestión negada en la exposición de las páginas sucesivas.

Hemos encontrado en esta experiencia, un sinfín de vivencias que nos han involucrado -sin predeterminarlo- con lo más humano de estas personas, en sus carencias, necesidades, esperanzas y sueños, abordados sin hipótesis alguna, nos encontramos con tanta pobreza material producto de la exclusión social, económica y política, de la desidentíficación cultural, pero con una pureza espiritual capaz de dar un rico caudal de afectos, sepultado en lo más profundo del pecho como medida de autoconservación, pero que aflora ante un evidente trato dignificante, que no restó seriedad al conocimiento, de la historia como ciencia social. Ciencia para la transformación humana, espiritual, y no sólo material, que trasciende las anecdóticas crónicas, y la reconstrucción pragmática positivista, para convertirse en un instrumento de transformación .

El conocimiento de la historia estimula el nacimiento colectivo de una identidad. Tomando en consideración las variantes antropológicas, sociológicas y psicológicas de la diversidad cultural de los pueblos.

Es importante destacar que este trabajo se enmarca en el esquema de la historia comunal, que trasciende lo anecdótico, para abordar la inclusión de lo cotidiano, como generador de acontecimientos, sin limitaciones locales, incluida como territorialidad interactuante en un contexto nacional, continental y mundial.

Desde una visión retrospectiva intencionada de define las relaciones vinculantes espacios-temporales que dan sentido y explican la complejidad del devenir existencial de la comunidad.

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La Comunidad en el Presente(Año 2007)

La comunidad de Palo Negro tiene acentuadas

características rurales. Encontramos en ella, prácticas propias de la vida del campo venezolano. A pesar de la exclusión social y la marginalización a la que le ha sido sometida por la expansión territorial de las haciendas que la han cercado y la han atravesado Palo Negro se niega a morir.

Cuando se emprende viaje desde la población de Quíbor en la búsqueda de Guadalupe, la famosa villa de los artesanos que transforma con la talla las duras maderas de vera, quiebra-hacho (ébano criollo), curarí, miguelito, zapatero, entre otros, difícilmente nos percatamos de Palo Negro. Algunos de nosotros y nosotras, tal vez podamos pensar que comenzamos a llegar a nuestro destino, por las improvisadas tiendas que exponen las piezas artesanales que esperamos ver. Raramente preguntaremos cómo se llama este sector, cómo es la vida de quienes viven aquí, y menos imaginar que el camino por el que nos desplazamos, puede tener más de dos mil años de tránsito humano. Otros ni nos damos cuenta que esas casas estaban allí.

Es triste el abandono que hoy nos continúa mostrando la comunidad. Aunque cuando nos detenemos, y miramos con calma en esta imagen desoladora, que se muestra ante

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nuestros ojos, al comenzar el trato con lo humano que se oculta en esas miradas tímidas y cohibidas por los abusos y la manipulación de latifundistas, de las y los burócratas tahúres del poder político local, empieza a mermar la visión claroscura y se comienza a matizar con colores vivos, un mundo resguardado en anécdotas, creencias, recuerdos de un tiempo donde los palonegrenses tenían la libertad de pasearse por los pozos que formaban las nacientes, por las faldas de los cerros, comiendo cotoperíes, datos, lefarias, cazando conejos y perdices para complementar con la auyama, la yuca, el maíz y el quinchoncho, la dieta alimenticia, que además, contaba con leche de vacas y cabras, y sus respectivos quesos. Donde la convivencia se confundía entre las realidades con los encantos (duendes), los aparecidos y las antiguas leyendas de cuando los indígenas poblaban estas tierras.

Hoy, esto comienza a perderse. Las y los jóvenes interesados más en ponerse a tono con las nuevas tendencias de la música y la moda –para “superar” la vergüenza étnica– desconocen en gran escala esta memoria.

El presente nos muestra una comunidad llena de necesidades, fuertes amenazas, pero con las oportunidades que brindan los sueños y las esperanzas de una población mayoritariamente joven.

¿Por qué Palo Negro?

La toponimia de Palo Negro tiene en la memoria presente de sus habitantes un origen más con sabor a leyenda. Cuando preguntamos por qué se llama Palo Negro nos hablan de un cují muy grande, que ellos llamaban “Cují Gordo”, y que éste recibió una centella que lo calcinó, y los restos carbonizados, negros, dieron origen al nombre. Este dato nos lleva al año

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1.959, cuando este cují desapareció, pero no por una centella –que probablemente pudo haber impactado alguna vez sobre el árbol-, sino por una máquina de orugas que deforestó estos terrenos para fundar “La Guadalupana S.A”.

Luego dimos con unos documentos del año 1.597, y otros posteriores que registran un sitio llamado Palo Negro, ubicado en las mismas coordenadas geográficas de la comunidad que estudiamos. También, por entrevistas al Prof. Manuel Herrera, hemos sabido que a orillas de la Quebrada Quipa - Palo Negro, se desarrolló un bosque de galerías, donde abundaba una variedad de “Ébano”, llamado “Ébano Criollo” o “Quiebra Hacho”, árbol de madera negra, que el mismo Prof. Herrera alcanzó a ver, antes de su extinción. Datos que nos llevan a inferir que este topónimo tiene su origen por la abundancia de este árbol en la zona.

Dimensiones Geográficas y Condiciones Ambientales Es de mucha importancia destacar que para la

reconstrucción de la memoria histórica, es relevante la ubicación del contexto geográfico y las condiciones ambientales del presente, tanto ecológicas como culturales, y encontrar datos de este contexto en el pasado, ya que esto nos permite observar los cambios sucedidos a través del tiempo, estableciendo cuadros comparativos temporales, para poder determinar los actores sociales responsables de estas transformaciones y a las características coyunturales que incidieron sobre los acontecimientos, pudiendo llegar así, a un acercamiento más próximo a lo real.

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Ubicación en Venezuela:

Ubicación en el Estado Lara:

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Ubicación en el Municipio Jiménez

En el MunicipioJiménez Al caserío Palo Negro lo encontramos ubicado al

Norte de la Parroquia Juan Bautista Rodríguez, del Municipio Jiménez, en el Estado Lara, Venezuela. Cuando se emprende viaje hacia la comunidad artesanal de Guadalupe, a la altura de unos 7 kilómetros de la carretera que sale desde la población de Quíbor nos topamos al pasar la curva con la entrada al caserío Los Torres, importante sector de la comunidad palonegrense; seguimos por la carretera y observamos la secuencia de casas, los puestos de artesanía en madera, la cancha deportiva, los pastizales, hasta que finalmente llegamos a la bajada de la Quebrada Palo Negro punto límite de la comunidad, de allí en adelante comienza el caserío Pueblo Nuevo antesala de Guadalupe.

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Límites

Palo Negro, a medida que ha transcurrido el tiempo ha presentado variaciones en sus límites. Podemos decir que históricamente éste contaba por límites por el norte con la Quebrada Quipa - Palo Negro, por el sur con el caserío San Jacinto de Quíbor, por el este los caseríos Ojo de Agua y El Viray y por el oeste con la Quebrada Quipa. En la actualidad estas fronteras han cambiado. Al referir los límites vigentes decimos entonces, por el norte sigue estando la Quebrada Quipa-Palo Negro, pero por el sur nos encontramos con la hacienda La Guadalupana, al este las haciendas de Juan Hernández y Jacinto Lara, y al oeste la hacienda de Carlos Camacaro.

Características Geográficas

Si observamos el ambiente geográfico de la comunidad palonegrense podemos notar que está ubicada sobre una planicie, que comienza en la serranía al sur del municipio Jiménez y que termina en la quebrada Quipa – Palo Negro, en el lugar donde la comunidad tiene su límite norte, allí da origen a una pequeña serranía que se extiende hasta el vecino municipio Torres.

El clima de la región es catalogado Semi árido, es decir, caracterizado por altas temperaturas todo el año. Su suelo tiene en sus características una estructura de débil a moderada, su textura es arcillosa limosa con presencia de arena en un 10,6%, de limo en un 28,4% y de arcilla un 61% tomado este de una muestra a una profundidad entre 0 y 64 cms. Su altitud es aproximadamente de 600 metros sobre el nivel del mar,

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es por eso que su temperatura oscila entre los 26ºC y 29ºC, manteniéndose más alto en los meses de agosto, septiembre y octubre, pero en los meses de diciembre, enero y febrero tiene una temperatura promedio a los 24ºC. Las precipitaciones son escasas pero intensas. Los meses con mayor promedio de precipitación son abril, mayo, junio, septiembre, octubre y noviembre. La evaporación es alta con valores que oscilan entre 2452mm3 y 3301mm3. Agregamos a esto, que en consecuencia la vegetación presente en esta zona es la que se adapta a las características anteriormente descritas, siendo entonces una vegetación xerófita en su mayoría, con presencia de algunas especies vegetales a orillas de la Quebrada Quipa –Palo Negro que dan muestras de lo que fue un bosque de galerías hasta la primera mitad del siglo XX, teniendo notables variaciones por el impacto ambiental de las perforaciones y extracciones de los acuíferos del sub suelo, que modificaron radicalmente la humedad necesaria para la permanencia de este bosque. Su fauna, también ha sufrido modificaciones quedando las especies que se han adaptado a las nuevas condiciones.

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Estas son algunas de las especies vegetales que aun mantienen presencia:

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Y estas son algunas especies animales que permanecen en la zona:

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*Datos tomados del libro Quíbor Información Geográfica e Histórica. Manuel Herrera(1999).[en la actualidad -2010- es muy probable que ya muchas de estas especies –sobre todo las aves- ya no estén presentes]

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Condiciones Ambientales

La modificación sufrida en el ecosistema palonegrense por las perforaciones del sub suelo para la extracción de agua, realizadas por los hacendados, evidencian una alteración ecológica grave, la desaparición de grandes árboles y de otras especies vegetales trajo como consecuencia las emigraciones y la desaparición de animales –aves, mamíferos, entre otros- que ayudaban a mantener el equilibrio ambiental, agregando a esto, las grandes extensiones de desarrollo agrícola fueron creciendo sobre un terreno víctima de una deforestación indiscriminada agregando un uso irracional de agroquímicos, que contribuyeron de manera conjunta al impacto ecológico descrito.

Esta comunidad que antes gozaba de manantiales para dar de beber a sus animales, conseguir agua potable y espacios para la recreación y el esparcimiento, ahora sólo ve correr agua por esta quebrada cuando llueve y esta se estanca contribuyendo a la cría de insectos –entre ellos con más abundancia los mosquitos zancudos-, que ya tienen su cultivo en los pastizales que rodean la comunidad. Esto produce constantes epidemias transmitidas por estos insectos, sumado que el uso de agroquímicos influye de gran manera para el desarrollo de enfermedades respiratorias y otras asociadas.

Características de la Población Condiciones Socioeconómicas

Existen en Palo Negro tres empresas agrícolas productoras de pasto, Así como también, cebolla, pimentón o maíz, de manera ocasional, ubicadas en las haciendas antes descritas. Pero es importante resaltar que dichas empresas no tienen un

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impacto socioeconómico en la comunidad, si bien es cierto, que la mayoría de su población son obreros agrícolas, no son directamente estas empresas las fuentes principales de empleo.

En las ocupaciones de los palonegrenses podemos notar, además de los obreros agrícolas, la presencia de artesanos talladores de madera, manipuladores de arcilla, choferes, operadores de maquinarias agrícolas, domésticas, secretarias y pequeños comerciantes, oficios estos que nos dan un perfil socioeconómico más real de esta comunidad. Podemos enumerar 2 bodegas, 8 puestos de artesanía y un bar, como centros de la actividad económica en Palo Negro.

Condiciones Sociales

Las condiciones de tipo social presente en Palo Negro son propias de la exclusión a la que han sido sometidas las comunidades rurales como ésta. En cuanto a salud, no existe ambulatorio, ni centro de emergencias, los habitantes deben acudir a los centros de salud en la población de Quíbor, al igual que al uso de la medicina alternativa para hacerle frente a cualquier necesidad. Es de gran ayuda el señor Amado Hernández y su camioneta a la hora de trasladar enfermos, también hay que acotar la ausencia de casas de alimentación y comercios de la cadena Mercal.

En cuanto a vivienda, en su mayoría se encuentran en estado de abandono ocasionando una preocupación constante en quien la habita por el riesgo que representan, las características de estas viviendas son en su mayoría construcciones de bahareque y zinc, otras tienen sus paredes construidas con adobe y algunas tienen presencia de bloques de cemento. Gran parte de las viviendas no tienen baños ni letrinas, lo que contribuye a mantener a la comunidad bajo

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riesgos de epidemias por insalubridad, junto a los otros factores antes mencionados. Es importante destacar la sustitución de estas viviendas por casas con condiciones más humanas, aunque en poca cantidad considerando el alto porcentaje de necesitados.

En cuanto a educación, Palo Negro no cuenta con escuela de ningún nivel, haciendo que la población estudiantil se desplace a los centros educativos de Guadalupe, Ojo de Agua y de la población de Quíbor. Hay presencia de la Misión Ribas, aunque su impacto sobre la necesidad de educación secundaria de la población es relativamente bajo. La Misión Robinson, aunque estuvo presente en la comunidad por un lapso aproximado de seis meses, no logró su objetivo total, ya que, el nivel de analfabetismo continua siendo relativamente alto, evidenciado en 26 personas en un universo de 187 habitantes, tomando en cuenta que ésta es una población joven. Además, debemos agregar que la matrícula para la escolaridad primaria es suficiente para establecer un centro educativo en este sitio, con una matrícula superior a los 60 niños, desde preescolar hasta sexto grado.

En cuanto a servicios públicos y medios de comunicación, son deficientes, hay carencia de alumbrado público, aceras, cloacas, aseo urbano, teléfonos públicos, vigilancia policial, entre los más relevantes, acotando el recién instalado acueducto y el tendido eléctrico que le permite gozar de este tipo de energía en las viviendas. La vialidad se encuentra en buen estado, desde la población de Quíbor hasta el caserío Guadalupe, lo que beneficia a la comunidad por encontrarse intermedia. La telefonía que utilizan es la móvil, ya que en su mayoría las personas poseen celulares, cuentan con aparatos de radio y televisión y equipos reproductores de películas DVD y VCD. El servicio de transporte público es deficiente y costoso,

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siendo el medio de transporte popular las motos y bicicletas.En cuanto a seguridad, carecen de vigilancia policial, la

condición de caserío de paso, hace que el riesgo e inseguridad sea alto, por el tránsito de elementos antisociales que utilizan esta carretera como aliviadero y también como zona de asaltos, sobre todo a motorizados.

Condiciones Sociopolíticas

La comunidad se encuentra organizada, con la presencia de un Consejo Comunal, organización que en un principio fue formada a dedo por funcionarios del gobierno municipal que manipulan la conciencia de quienes se inclinan por el trabajo socio comunitario para ponerlos al servicio de las élites políticas, y estos a su vez se aprovechan del desconocimiento de los habitantes de la comunidad para satisfacer a quienes los manipulan y no a los intereses comunitarios. Pero que luego de haber realizado el trabajo de la Historia Local y el Diagnóstico Participativo Comunitario surgió como una de las incidencias generadas la reestructuración de la organización comunitaria a través del Consejo Comunal “Palonegro”, apegado a la Constitución Nacional y a las leyes pertinentes.

Condiciones Culturales

Hemos encontrado una comunidad rica en elementos de identidad cultural, pero sin una identificación clara con estos, es decir, el pensamiento de los palonegrenses más jóvenes se encuentra divorciado de su memoria histórica, manteniéndose vinculada solo a los mayores, pero sin ser transferida a las nuevas generaciones, producto del desinterés causado por la transculturización, lo que les ha traído como

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consecuencia de su desmemoria, y en gran medida, todo el sinfín de calamidades antes descritas. Sus manifestaciones socioculturales giran entorno a la iglesia evangélica presente en el lugar, aunque se mantiene en la memoria de los de mayor edad algunas etnotradiciones, así como también, la necesidad ha obligado a mantener viva la conciencia del uso de hierbas medicinales y el cultivo de algunas especies como el quinchoncho, la auyama y la cría de gallinas, chivos, ovejos y puercos para equilibrar la dieta alimenticia, manteniendo algunas tradiciones gastronómicas, sobre todo en épocas decembrinas. Existe gran influencia de las modas marginales urbanas, en cuanto al vestir, la música y los bailes, suplantando lo tradicional en éste sentido.

Así Nombra y Habla Palo Negro

El dialecto es más singular y variante según sea el lugar, y Palo Negro no escapa de tener uno propio, por pequeña que sea la comunidad y al escuchar el habla de sus habitantes notamos una fuerza que aumenta según la emoción que tenga lo que hablan y cada frase deja brotar una energía al salir de los labios de quienes las pronuncian.

Es el dialecto cotidiano palonegrense es enriquecido según la experiencia de vida de cada quien, pero es mantenido en cada uno de ellos, aquí nadie habla mejor que nadie, no tiene nada que ver con el nivel de educación del que la habla, sino con la estructura de un lenguaje que tiene su derecho y su utilidad, que sirve de vehículo de comunicación para la riqueza cultural de sus hablantes.

Se hace notorio en su forma de hablar el subir del tono, los apodos y la particularidad de mantener los nombres y las palabras aprendidas de sus antepasados y la acentuada huella

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que dejó el indígena que habitó esta tierra, de allí hemos realizado un resumen de algunos términos de su dialecto que presentamos aquí:

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CAPITULO II

UNA MIRADA AL PASADO

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La investigación, nos lleva en una visión restropectiva por caminos que al inicio no sospechábamos transitar. Teníamos conocimiento de la riqueza antropológica que representa toda la dimensión geográfica del municipio Jiménez, ya que en el Museo Antropológico de Quíbor “Francisco Tamayo Yépez”, encontramos la fuente principal en este tema entre otras que existen en el municipio, como las investigaciones del profesor Manuel Herrera, del Doctor Tarquino Barreto y los antecedentes que nos legaron las investigaciones de “Los Hermanos de La Salle”, El Hermano Nectario María, Antropólogos como Cruxens, Lucena, Sanoja, entre otros con igual importancia. Pero, específicamente que este sitio de Palo Negro, nos entregara tantos aportes en este sentido, fue un sorpresa.

Legado Antropológico

Es la comunidad de Palo Negro un territorio inmensamente rico en yacimientos arqueológicos, como lo es todo el municipio Jiménez, que da muestra de un invaluable legado antropológico, formando parte de una serie de importantes cementerios indígenas que suman más de 300, y que en la mencionada comunidad y sus alrededores se encuentran varios de estos. Según el antropólogo Félix Gil, los yacimientos más cercanos datan de por lo menos seis mil

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años de antigüedad con respecto a hoy. Estos, además, dan constancia de una civilización integrada por varias culturas o naciones aborígenes, inmersas en un desarrollo, con muestras de avanzada organización social, política y económica. Es por eso, que podemos observar rasgos relevantes en las costumbres, en algunas palabras usadas para dar nombres a cosas, plantas o animales, algunas expresiones y hasta características fisionómicas en los habitantes de hoy, es decir, la estatura, los rostros, el color de la piel, muy relacionados con los que la ciencia ha determinado en los pueblos aborígenes que aquí habitaron. La depresión de Quíbor, sirvió de asentamiento a muchos pueblos indígenas agrupados en comunidades llamadas “Comunarios” – En referencia a informe de Nicolás Ferderman, 1530- (Salazar 2003), que se encontraban integradas a la región geohistórica Caquetía. Es decir, la nación Caquetía, en función de lograr un sistema de alianzas entre las naciones o pueblos aborígenes ubicados en los territorios Nor-occidentales venezolanos, principalmente, conformaron una confederación con dichos pueblos como élite en la dirección y coordinación de esta estructura. Es así que, estando esta zona de la depresión de Quíbor dentro de la citada región, encontraremos características culturales vinculantes entre los pueblos aquí asentados, por eso, se puede determinar que los yacimientos encontrados en la zona de Palo Negro y sus alrededores, destaca una muestra de las culturas Ajaguas y Gayones, y no da referencias esclarecedoras de la forma y las relaciones de vida que se desarrollaron en este espacio geográfico e histórico.

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Tierra de los Indios. La Quebrada de Quipa – Palo Negro, Afluente de Vida

La zona de Guadalupe presenta una tradición indiscutible en cuanto a la artesanía, la riqueza arqueológica y antropológica, por sus muchos yacimientos y talleres artesanales, destacándose la talla en maderas duras y las réplicas de cerámicas precolombinas. Pero cuando nos adentramos en estos territorios encontramos que Guadalupe es más que una referencia, y los sitios que rodean esta localidad están contenidos en una memoria histórica que les da particularidad y personalidad independiente, aunque el espacio geográfico y el desarrollo socio – histórico los vincule. Tal es el caso de Palo Negro, un caserío con mucho más de quinientos años de historia – como lo referimos al comienzo de este trabajo - , con un pasado mayor que Guadalupe como poblado, e inclusive, que el mismo poblado de la ciudad de Quíbor. Estando este caserío enclavado en el espacio geográfico que el periodo de colonización española en su modo de distribución de la tierra denominó “Posesiones”, y que en este caso especifico se refiere a la posesión Quipa o Palo Negro y parte de la posesión Hernandera, ya que su desenvolvimiento histórico lo interrelacionan directamente con los caseríos que se encuentran en la segunda posesión mencionada, como Las Raíces - y más recientes - Ojo de Agua y El Viray. Hemos encontrado, que el papel importante de este poblamiento lo representó “la caudalosa” quebrada de Quipa – que en la actualidad solo quedan rastros cuando las lluvias humedecen sus causes – pero que en el pasado permitió la organización de una comunidad humana que tenía en ésta una rica fuente de vida, permitía la pesca, la cría de animales, la siembra de conucos y hasta la recreación con los encantadores paseos

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a sus pozos, formados por la acumulación del agua de sus manantiales. No es extraño entonces, que sea esta mencionada quebrada la que al llegar al tramo que toca el caserío, le sirve de límite con la posesión Bonillera donde se ubica Guadalupe, y toma el nombre de Quebrada Palo Negro, y el más rico documento, testimonio de un pasado real y fuente de una variedad ecosistémica que puede dar – si es rescatada – mas que una información antropológica y convertirse en un espacio para la producción de riquezas comunitarias para estos pobladores y sus alrededores. Existe en ella una variada flora, con muestras de lo que una vez fue un frondoso bosque de Galerías con una riqueza botánica mucho mayor a la que hoy persiste. Jebes, semerucos, sisales, agaves de cocuy, cardones de datos y de lefarias, cujíes, yabos, bejucos, guasábaras, nopales, buches, pringamozas, cotoperíes, escoba amarga, entre otras variedades. La fauna, que hace tiempo contó con araguatos, lapas, cachicamos, cunaguaros, hoy solo le queda algunas variedades de aves, entre ellas, loros, lechuzas, gavilanes, perdices, gonzalitos, cardenalitos, paraulatas, carpinteros y zamuros. También, serpientes como la mapanare y la sabanera, conejos, iguanas, lagartijas, galápagos, y muchos insectos como el mosquito zancudo, las moscas, el chipo, las garrapatas, las pulgas, entre otros. La quebrada ha sido también sitio de hallazgo arqueológico de restos fósiles animales del periodo Paleoindio, y de restos humanos de indígenas, resaltando el sitio llamado “los muerticos” donde se han encontrado restos cerámicos, collares y ornamentos. Además, algunos sectores del caserío que no han sido modificados por la acción de la agricultura industrializada, ofrecen pequeños reservorios ecológicos e históricos. Sin dejar

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de nombrar el legado indígena presente en las costumbres y en los caracteres fenotípicos o físicos de la humanidad de sus habitantes. Vida Prehispánica

La vida aborigen anterior al contacto español, está signada por un desarrollo civilizatorio en evolución coartado por la barbarie de los invasores. Los pueblos pisatarios, de lo que hoy es Venezuela, presentaban, para el momento del impacto cultural, una dinámica de organización política y económica estructurada en una “confederación de naciones,” que se coordinaban en dos grandes grupos a su vez. Los Caribes al Centro-oriente y los Caquetios al nor-occidente y al occidente. Ambas estructuras confederadas daban muestra de avance civilizatorio significativo. En el caso especifico del espacio geográfico e histórico Palonegrense nos corresponde ubicarnos en la región geohistórica Caquetía. Esta congregación de pueblos, llamados Caquetios, donde se mezclaban varias etnias o pueblos indígenas, tenía características comunes, en virtud de aceptar la alianza, aceptaban también la forma de producir. La economía de estos, estaba fundamentada en la agricultura y la artesanía. Con respecto a esta forma de vida de los Caquetios, Salazar (2003), destaca características poblacionales que orientan la comprensió; en este sentido tomamos lo siguiente:- Una población numerosa- Vida sedentaria en aldea- Una agricultura excedentaria variada, es decir, producían más de lo que consumían.- Diversas técnicas agrícolas.

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- Caza y pesca excedentaria.- Producción de sal con técnicas variadas.- Artesanía con fines económicos.- Abstracción simbólica en la cerámica, es decir, daban muestras de un conocimiento artístico de alto nivel. En cuanto a la división social del trabajo, éste era jerárquico y con pago de tributos, organizado en los cacicazgos Caquetios. Ahora bien, en relación al nivel de los pobladores del norte de Quíbor ubicación de la comunidad de Palo Negro, son las investigaciones del antropólogo Luis Molina, en el sitio de “El Botiquín” y el antropólogo Mario Sanoja en el sitio de “El Tiestal”, dos referencias fundamentales, en el momento de evidenciar los avances técnicos y tecnológicos en el desarrollo de la agricultura en esta zona, más o menos de los 1100 años D.C, en adelante. Así también, encontramos que “Sanoja y Vargas presentan evidencias directas de cultivos de maíz… en el Valle de Quíbor, asociadas a las cerámica caracterizada como tradición tierra de los indios” o “Fase Guadalupe”. Las muestras de mazorcas de maíz dieron fecha de Radio Carbón de 45 años D.C y 46 años D.C (Salazar 2003). Sobre la base de esto, podemos imaginar que quienes habitaban al norte de Quíbor mantenían una vida con una relación estrecha a las costumbres Caquetias. Los pueblos Gayones y Ajaguas, -principalmente-, que habitaban el norte quiboreño muestran un alto nivel cultural con una relación económica fundamentada en la agricultura, pero no era solamente ésta, la única fuente económica, sino que la artesanía tenía también un alto uso en las relaciones comerciales con otros pueblos. A esto sumamos un bien definido sistema de caminos que servían como vías de comunicación para impulsar las rutas del comercio. Según el Antropólogo Félix Gil, el “conuco” no era

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exactamente lo que hoy se entiende por este término. No era en aquel entonces esta forma de cultivo, solo un huerto familiar, sino que además de satisfacer las necesidades tribales con la variedad, producían principalmente granos como el maíz, el quinchoncho, entre otros, usando el esquema solidario, ecológico, y colectivo – Cayapa -, se autoabastecían con grandes excedentes, al unir la producción de varios conucos en acopios, que eran comercializados para abastecerse de otros rubros que no tenían aquí, como pescado, sal y conchas marinas traídas de las de las costas de Falcón que formaban parte importante de la industria artesanal. La gran nación confederada de los Caquetios, contaba con un sistema propio financiero, representado en objetos en forma de cuentas o collares – los indígenas ecuatorianos les llaman “quipas”-, y según su longitud determinan su valor, también podemos acotar que en la relación geográfica de El Tocuyo, enviada al Rey de España a finales del siglo XVI, se hace mención a una moneda de concha marina que era usada por los aborígenes y que llamaban “QUITEROS”, y con esto perfectamente se desarrollaba la dinámica comercial, que a su vez, pudiésemos decir, era una práctica común en todos los pueblos del continente. Ahora bien, el otro gran grupo que eran los “Caribes”, compartía vínculos culturales con los Caquetios, llegando ya a los últimos tiempos antes del “Contacto Europeo” a un mayor acercamiento. No es vano entonces al reflexionar sobre el gran desarrollo civilizatorio de los pueblos aborígenes que ocupaban lo que hoy es Venezuela, por ejemplo preguntarnos: ¿Por qué el gran “Mar Caribe” tiene este nombre y no Mar Azteca, o Mar Maya, o Chibcha? El gran desarrollo político y económico de las confederaciones Caquetio y Caribes, les permitió controlar todo el espacio comercial, hasta los territorios en donde esta actualmente el

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estado de la Florida en los Estados Unidos de Norteamérica, llegando a cobrar tributos y a realizar intercambio comercial. Estos grandes pueblos, por demás, eran excelentes navegantes. Aunque la organización social era jerárquica, es decir, que estaba dividida en una incipiente sociedad de clases, donde los caciques tenían un puesto mayor y luego venía una escala de acuerdo a las funciones que se desempeñaban, las necesidades básicas de alimentación y salud estaban aseguradas por un sistema que obligaba a los individuos a desarrollar conocimientos integrales que les permitieran superar cualquier situación cotidiana y cuando la necesidad se hacia mayor, entonces se activaban mecanismos de autodefensa colectiva, como a la hora de una guerra, por ejemplo. La producción de sales vegetales y minerales era otro rubro fuerte en la producción prehispánica. En el informe de Galeoto Cey (1545-1546) sobre la expedición de Juan de Carvajal, fundador de El Tocuyo, se hace referencia a la producción de sal que los aborígenes del Valle de Quíbor tomaban de los manantiales, en el sitio que hoy se conoce como “El Salinero”, muy cerca de Palo Negro. También eran extraídas de los gamelotales de “Eneas” y de las tierras salitrosas; junto a las técnicas de riego, demuestran un ingenioso dominio tecnológico, en la extracción de sales y en los sistemas hidráulicos. Además, de la caza y la pesca, practicaban la recolección. Es importante destacar la importancia del cultivo de yuca, y la preparación del casabe – especie de pan simple a base de yuca - . Sobre el orden jerárquico de la sociedad podemos nombrar en primer lugar, al Diao, que era un jefe que coordinaba y mandaba varios cacicazgos, es decir, como especie de gobernador. Luego venían los Boratios, caciques principales de menor escala que el Diao. Para tratar de entenderlo con mayor

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claridad pudiésemos compararlo con una especie de alcalde. Después venían los Chamanes o Sacerdotes, los Guerreros, los Artesanos especializados, la gente común, que realizaban actividades de servicios a los grandes señores y la labranza de los cultivos junto a los esclavos – prisioneros de guerra o cumplidores de alguna pena por delitos (según comentarios del Antropólogo Félix Gil). Como podemos observar no eran un conglomerado de seres semihumanos, salvajes y primitivos, las gentes que los españoles encontraron al momento del contacto, hace más de quinientos años, sino naciones en una notable evolución civilizatoria, truncada por el salvajismo de los invasores.

Vivienda y Hábitat Indígena

Según refiere Mario Sanoja, en su trabajo sobre espacio domèstico y habitat (recogido su aporte del Boletín MAQ,1994). Ya quisiéramos nosotros tener una vivienda como la de un Diao o un Boratio de aquellos tiempos. Por la diversidad de pueblos varían las características culturales, que podemos observar en la forma de hacer sus viviendas y de construir los espacios para la convivencia colectiva. Los pueblos Caquetios en el llano utilizaban la palma moriche para el techo y el bahareque – entramado de varas cubierto con barro y paja, para hacer las paredes de las casas- para hacer sus viviendas, mientras acá en la depresión de Quíbor, algunas etnias usaban el hacho – listillas de madera de cardón - y bahareque para la construcción de sus viviendas que eran rectangulares con techos a dos aguas, mientras los Gayones construían viviendas de base circular con forma cónica, con un tejido de eneas para las paredes que iban entramando sobre una estructura hecha con varas enterradas en el suelo y prensadas

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con bejucos en la punta. Ésta tenía una sola puerta de entrada y salida. En el centro tenía un gran poste o pilar de sostén. Las viviendas indígenas eran construcciones ecológicas, que guardaban armonía con el medio ambiente, diseñadas sobre la base de la visión cosmogónica de estos pueblos.

Huellas del Genocidio Europeo

La barbarie y el salvajismo, propio del invasor, no fueron excluidos del sangriento contacto europeo con lo que hoy se llama América. Una masacre desmedida contra millones de seres humanos, tan sanguinaria, que logró arrodillar de tal manera, la ingenuidad de la hospitalidad, la dignidad y la evolución de aquellos pueblos, por desconocimiento de éstos, de la existencia de tamaña crueldad y odio, contenidos que descargaron sobre ellos. Aunque pueda ser lógico entender el comportamiento invasor desde la mirada de quien lo estudia como un acontecimiento orientado por el pensamiento imperial europeo, desde la mirada humana jamás podrá ser aceptable. Es claro que, no se trata de ver el hecho con una posición de odio nostálgico, sino de una justa identificación de lo que realmente pasó y las consecuencias que produjo. Hoy, los campesinos descendientes de aquellos pueblos originarios no han logrado despertar de aquella pesadilla que los acostumbró a la opresión, la humillación y la sumisión a los poderes económicos y políticos, siendo la única opción que les quedó a los sobrevivientes de aquella atrocidad.

Conquista Hispana

Realmente no podía esperarse menos de un proceso de conquista. La acción es eminentemente cultural, es

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la conquista del pensamiento. Los europeos – españoles, franceses, portugueses e ingleses, se impusieron a sangre y fuego. En el caso venezolano fue la española, que logró la dominación de la mayor parte del territorio continental, desde el norte hasta el sur, comprendiendo más de lo que hoy es Latinoamérica. No por esto fue menos cruel y desbastadora. Los millones de habitantes aborígenes fueron reducidos a miles. Pero no sólo fue disminuida su humanidad, sino que les fue impuesta una nueva forma de pensar, de creer, de ver el mundo. Al ser esclavizados los que ya no podían dar la guerra, eran obligadas y obligados a ser cristianos, bajo la dirección de la iglesia católica romana que compartía el poder político y económico con los reinos europeos. Ésta, la iglesia, ayudó al proceso de dominación cultural o transculturización, a través del dogma de la fe, cambiando la creencia en los dioses de la naturaleza que tenían los aborígenes, por el Dios supremo y omnipotente que protegía a los invasores. Pero esta condición de nuevos creyentes cristianos, solo les permitía convertirse en indígenas “Ladinos”, sirvientes y vasallos para apoyar el abuso y la explotación sobre sus propios pueblos. Al buscar rastros de la conquista española en Palo Negro, encontramos que cuando los conquistadores iniciaron la fundación de “ El Pueblo de Doctrina de Nuestra Señora de Altagracia de Quíbor” -Como lo comenta el hermano Neptario María-, tomaron desde la serranía del sur el dominio del territorio, desplazando a ”los naturales” o indígenas hacia los bordes de la depresión geográfica, que ellos – los españoles- llamaron “Valle de Quíbor” y en algunos casos “Llanos de Quíbor” en cuyo centro formaron el poblado, desplazando a los naturales que allí estaban a una distancia de siete (7) kilómetros hacia el norte, y de ahí en adelante, distancia aproximada en la que se encuentra el caserío Palo Negro

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hoy en día. Vemos entonces, como la ya existente presencia aborigen en esta zona, es reforzada ahora con los desplazados de la zona sur y suroeste, dirección de la avanzada española en estas tierras. Esto produjo una mayor variedad étnica, dando crecimiento al asentamiento indígena que allí existía, y que fue luego disminuyendo. Palo Negro ya como aldea campesina, años después, continuó disminuyendo a causa de los desalojos hasta 1959, año en que un 60% de sus casas desaparece.

Producción Colonial

Manuel Herrera comenta en su libro. ...”Estando ya consolidada la conquista, se procedió progresivamente a la colonización. Este proceso se caracterizó principalmente por el sistema de “Las Composiciones”, estas eran formas jurídicas a través de las cuales la corona española –Rey de España-, organizó administrativamente la estructura legal y política de los nuevos territorios dominados, en conjunto con la fundación de ciudades y sus respectivos sistemas de administración, para sacar el provecho económico esperado, entregando el derecho a explotar las tierras a aquellos colonos que lograban desalojar a los “naturales...”, quienes eran considerados seres salvajes, que debían ser civilizados y convertidos con la fe cristiana, en seres humanos, acto de fuerza que era respaldado en las leyes de la “Inquisición” - El Padre (Sacerdote) Bartolomé de las Casas, en su “Breve Descripción de la Destrucción de las Indias”, refiere una serie de acontecimientos que dan testimonio de estos hechos -. Estas “Composiciones” eran Títulos de Propiedad, que permitían el derecho a explotar las tierras y los recursos que en ella estaban, y les era repartido, una cantidad proporcional de “naturales” para ejecutar las tareas de trabajo en el campo,

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quienes eran recibidos en calidad de “Encomiendas” para ser educados en la fe cristiana, inclusive hasta dándoles apellido. Al conformar los “Pueblos de Doctrina”, como es el caso de Quíbor, los encomendados debían vivir en el poblado – para los efectos del pago de tributos – e ir a las Estancias (hoy haciendas) de sus “encomenderos” un número determinado de días a la semana – 4 ó 5 aproximadamente – por mandato de Ley, y el resto lo trabajaban en el conuco de su vivienda, esto los convertía en semiesclavos, ya que, luego se importaron del África, esclavizados negros que estaban al servicio de sus “Amos” las veinticuatro (24) horas del día. Las Composiciones, pronto tomaron una nueva figura jurídica, al ir creciendo las descendencias de sus dueños, para pasar a llamarse “Posesiones” y dar legalidad por “Derechos” a sus herederos. Así tenemos en esa zona, La Posesión Hernandera, Quipa-Palo Negro, Raíces y Cañadas ó Rodriguera.. “Sobre la base de esta circunstancia se desarrolló el sistema de producción colonial”. Estas estancias desarrollaron la explotación agrícola y la ganadería, comenzando así, la deforestación de los terrenos para fundar los potreros y las tareas de cultivo. Fueron tomados muy en cuenta los conocimientos de los pueblos originarios para adaptarse a las condiciones del ambiente, y en algunos casos, como el de la producción de sal, vegetal y mineral, y la extracción del aguardiente de agave cocuy, fueron copiados sus procesos tecnológicos - en el caso del cocuy, lo adaptaron a la tecnología española de alambiques-, resaltando que a los indígenas de las zonas llamadas Salinas ó Salinero – con registros en varios documentos de la época – que estaba, ó está, ubicada en las cercanías a Palo Negro, por decisión del gobierno español fueron dejados en su espacio, con la libertad de producir según sus costumbres, ya que los colonizadores entendieron el alto nivel técnico que manejaban, lo que

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les facilitaba obtener la sal sin mayor inversión. En cuanto a la artesanía, también fue adoptada por el sistema social de la colonia, utilizando los tejidos, las cestas, las lozas, incorporándole nuevos elementos para adaptarlos a las nuevas necesidades, aplicando esto también en las construcciones de edificios, y hasta en las manifestaciones artísticas. Ahora bien, consideramos importante colocar en este trabajo la visión de los originarios, para tener una perspectiva un poco más amplia. Llegaron a sus tierras unos invasores, acribillándolos a fuego de cañones, derramando su sangre, disminuyendo sus pueblos, acabando con la evolución civilizatoria que les había costado miles de años, sirviéndose de su tecnología agrícola e hidráulica (manejo del agua), de su red de caminos que servían de ruta para la comunicación y el comercio, rompiendo con sus creencias, imponiendo una extraña religión por la fuerza y sometiéndolos a servidumbre y esclavitud. Los que no aceptaban, y lograron sobrevivir, quedaron aislados en los bosques de las serranías. …”Muchos pueblos indígenas como los Coyones, los Gayones, entre otros, que no se doblegaron y se establecieron en la serranía alta, donde hoy es la posesión Bonillera y sus alrededores, de allí, que existan apellidos que no son de origen español, como el Aréjula y el Yajure”… (Entrevista al Prof. Manuel Herrera, 2007).

Vestigios de la Guerra de Independencia El proceso independentista no tuvo un mayor impacto en el caserío Palo Negro, en cuanto al cambio en su forma de vivir. Los hechos más resaltantes fueron los de ser testigos de los movimientos de tropas, tanto Realistas como Patriotas, además de tal vez ser objeto de reclutamiento forzoso por

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ambos ejércitos, ya que el camino del caserío era el Camino Real entre Carora, Quíbor y Barquisimeto, lo que lo convertía en la vía de desplazamiento tanto de salida como de entrada de ambos bandos. Según informa el profesor Manuel Herrera, por ese camino, en el año 1.812, el español Domingo Monteverde en su travesía desde la ciudad de Coro, toma los pueblos de Siquisique, luego Carora, para el primero de mayo tomar Quíbor, y finalmente tomar Barquisimeto, travesía que al transitar entre Carora y Quíbor, lo obligó a pasar por Palo Negro. En el año 1.814, huyó el militar realista Inchauspe, que tenía el control de Quíbor, perseguido por tropas patriotas, que eran comandadas por el General Ramón García de Sena, en la que participó Florencio Jiménez – como soldado - , dándole alcance los patriotas unos kilómetros más adelante de Palo Negro, en el camino hacia Carora, en el sitio que dio nombre a la histórica “Batalla del Yabito”. Estos datos se encuentran registrados en las memorias del General Rafael Urdaneta y en la declaración jurada del General Florencio Jiménez, esta última registrada en el libro: Florencio Jiménez del autor J. M. Jiménez Rojas. Además de ésta información, no hemos encontrado otros documentos que soporten este periodo en la comunidad de Palo Negro.

La República

Luego de la consolidación de la independencia de la corona española, política y económica, se instaló el sistema republicano. Este comenzó a organizar el nuevo modelo de administración, se realizaron censos poblacionales y económicos, se dictaron decretos –como el de la abolición de la esclavitud-, y leyes para garantizar el nuevo orden social,

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dándoles el rango de ciudadanos a todos los habitantes de la nación. Claro está, esto no fue inmediato, cada una de estas leyes y decretos se fueron cumpliendo en la medida que fue pasando el tiempo y la dinámica del nuevo proceso histórico, que se debatía entre guerras intestinas de los grupos opositores que se enfrentaban por controlar el poder nacional. Tenemos un censo poblacional del Cantón de Quíbor del año 1833, que muestra la cantidad de habitantes -hombres y mujeres-, su procedencia, ocupación, natalidad, mortalidad, matrimonios, industrias, viviendas, ganado, población indígena - que en la fecha eran todavía una presencia viva de la población originaria-, lo que demuestra que hasta el siglo XIX, cercano al siglo XX, se mantuvo la población indígena, en su estructura cultural reconocida, que luego se fue diluyendo para quedar camuflada en las etnotradiciones de manera subconciente. Pero lo más curioso de este censo es que para 1833, a más de una década de la independencia y siendo la abolición de la esclavitud uno de los primeros y más célebres decretos de Bolívar, en el Cantón de Quíbor existía una población de esclavos en un número de 115, de los cuales en Palo Negro se registraron 4.

Influencia de la Guerra Federal

La Guerra Federal fue un acontecimiento importante en la vida nacional, que tuvo más significado teórico que práctico, esta sirvió para llevar al poder a un grupo político que realizó cambios más a nivel estético, es decir, en construcciones de edificios, plazas y parques, y algunas leyes que abrieron paso a reformas posteriores –como la de la educación-, pero los cambios económicos, la reforma agraria y la repartición justa

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de la tierra no se hicieron como lo planteaba Ezequiel Zamora, el General del Pueblo, -y por lo que dio su vida-. Debido a esto, en éste periodo de la segunda mitad del siglo XIX, en el caserío Palo Negro no se notaron cambios, ya que éste no era una ciudad principal, sino un sitio apartado de Quíbor, y éste a su vez, un Cantón de Provincia apartado de Barquisimeto que si era ciudad principal.

El Gomecismo

La Revolución Restauradora de Cipriano Castro y los Andinos, comienza a tener un eco en la memoria viva del caserío Palo Negro. El señor Pablo Torres, Patrimonio Vivo de la comunidad, nos cuenta que…”Cuando yo estaba chiquitico, po allá en aquellos cerritos, decían los viejos que se enfrentaban los amarillos y los azules, en despuesito, vino a mandar el General Gómez en el país y Don Eustoquio Gómez era el Gobernador de Barquisimeto”… El periodo gomecista marca una nueva etapa en Palo Negro. Una nueva clase política, se erige también como poder económico y logra sus representantes locales quiboreños y éstos a su vez marcan su presencia en” las tierras de los indios”, en las cuales se encuentra entre otras la comunidad palonegrense. En tierra de las antiguas posesiones que hasta esta época estaban pobladas por campesinos descendientes indígenas agrupados en caseríos, fueron ejecutados progresivamente por el nuevo orden gomecista una serie de atropellos entre los que se notaban los desalojos. La población de Palo Negro y las vecinas, entre las cosas que más recuerdan sus pobladores más viejos, son las persecuciones del reclutamiento forzado para servir en el ejército, y el trato a los delincuentes con severidad, por lo que ellos afirman que

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entre todo lo malo vivían bien porque no habían ladrones. Podían sobrevivir gracias a su condición campesina, que les permitía la armonía ecológica para obtener en convivencia con el ambiente lo que necesitaban para vivir. Entre los trabajos que desempeñaban estaba la cría de ganado caprino, ovino, porcino y bovino, además criaban gallinas y sembraban en conucos, donde destacaba en mayor escala la siembra del maíz. Otra de las actividades económicas que desempeñaban era la venta de leña que transportaban en burro hasta la población de Quíbor donde era comercializada. La actividad artesanal también estaba presente con la hechura de cestas, sombreros tejidos con eneas, y las capelladas para alpargatas. También se fabricaban quesos tanto de cabra como de vaca, que eran para el consumo familiar y los excedentes eran vendidos en la población de Quíbor. Aparte de estas ocupaciones, las personas no tenían otro tipo de trabajo, salvo Calasan Rodríguez que era el Comisario del caserío Palo Negro, así como Santos Rodríguez era el Comisario de Guadalupe.

El Perejimenismo

A raíz de la muerte de Gómez, se suceden varios gobiernos en el país, tratando de dar un giro hacia la democracia. Se cuentan los Generales López Contreras y Medina Angarita , entre los dos presidentes que sucedieron al dictador, el segundo fue derrocado por un Golpe de Estado encabezado por el grupo de la generación del 28, luego fue electo presidente el escritor Rómulo Gallegos que fue derrocado por un golpe militar encabezado por el Teniente Marcos Pérez Jiménez, quien a la toma del poder se ascendió a General y dominó al país durante diez años a partir de 1948. Este periodo de administración política ganó sus adeptos

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locales, estos a su vez, ejercían el control favoreciendo sus intereses personales. Una época parecida al Gomecismo, donde la autoridad forzada, impuesta por ley, era lo más notable, sin mostrar en la comunidad palonegrense grandes cambios, en un país donde la ruralidad es sinónimo de atraso, fue esta imposición lo que más ha calado en la memoria colectiva, donde el estar libre de ladrones era el mismo significado que calidad de vida. Acotamos también, que en este periodo se iniciaron compras masivas de terrenos, que el próximo periodo nos dirá el fin de estas adquisiciones.

La Democracia Representativa

Llegó la “Democracia”, luego de periodos de golpes de Estado, –como el que le ejecutaron al General Medina Angarita-,como el que derrocó a Rómulo Gallegos-, la llamada generación del 28 encabezada por Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba y Rafael Caldera logra el objetivo, sellando con un pacto de alternancia de poder en la Quinta “Punto Fijo” de Caldera, el destino de la nación en los siguientes 40 años. Las transformaciones no se hicieron esperar, quienes eran afectos al gobierno caído, pronto lograron su militancia en los partidos de la alianza AD, COPEI, URD, y así, la continuidad de sus privilegios. Es en esta época, donde tal vez, quienes manejan el término “Progreso” como algo extraordinario, podrán decir que la comunidad palonegrense conoció ésta bendición. Pero, quienes conocen su justa dimensión, sabrán que el llamado “Progreso”, históricamente solo ha beneficiado a pequeños grupos elitescos en perjuicio de las mayorías. En Palo Negro no hubo excepción.

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Pronto la desgracia se anidó en estas tierras. La segunda mitad de la década de 1.950 fue el tiempo en que comenzó a disminuir Palo Negro su extensión, ya en 1.959 habían emigrado a la población de Quíbor más de la mitad de sus pobladores, toda la parte sur de la comunidad quedó desalojada cuando sus habitantes fueron vendiendo (como se evidencia en el Registro Catrastal levantado por Juan Francisco Jiménez) para dar paso a la creación de “La Guadalupana”, empresa del Central Tocuyo C. A. Esta razón explica porque, tres (3) años después construyen una escuela y ésta deja de funcionar por falta de matrícula escolar, para ser ocupada como vivienda familiar en 1.966, por la Señora Maura Díaz, por orden y permiso del presidente del Concejo Municipal de ese momento. La empresa azucarera al realizar estudios al subsuelo y comprobar la cercanía de los acuíferos con la superficie del terreno despertó su interés, al tener la propiedad y conformar la hacienda cañicultora, procedieron a realizar perforaciones, 36 en total, de las que actualmente están activas 5. En 1.983, esta empresa produjo 1.500 toneladas de caña. La Guadalupana S. A, estaba integrada por accionistas, éstas acciones en su mayoría estaban en manos del Central Azucarero Tocuyo C.A, y el resto minoritario lo tenían personajes quiboreños vinculados al poder político local y que representaban la élite económica del Distrito Jiménez para la época, tal vez fueron premiadas sus diligentes gestiones para la adquisición de los terrenos. Las perforaciones realizadas en los terrenos de “La Guadalupana” S. A, pronto tuvieron eco en las haciendas vecinas, quienes también realizaban perforaciones, causando la muerte a los manantiales de la Quebrada Quipa-Palo Negro, secando sus pozos y modificando la flora y la fauna, convirtiéndose esto en un impacto ambiental nefasto y

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degenerativo. El Camino Real que se convirtió en la carretera de Guadalupe, fue modificado por la extensión de “La Guadalupana” dando una curva hacia el camino que Jacinto Lara había construido para llegar hasta su hacienda, y que luego fue asfaltada manteniéndose como la nueva vía que conocemos hoy. A mediados de la década de 1.980, es colocado el tendido eléctrico hasta el caserío Guadalupe, saliendo beneficiada la comunidad palonegrense por estar en un punto intermedio, acotando que aún en la actualidad carecen de alumbrado público. No fue la comunidad, en este periodo, precisamente beneficiaria de los avances que puedan reconocerse a la Democracia Representativa, por el contrario, salvo la electricidad y el asfaltado de la vía, esta época marcó la involución y casi desaparición de Palo Negro. El llamado “Progreso”, solo benefició a los hacendados. La comunidad fue arrinconada, deteriorado su medio ambiente y sometida a los efectos negativos en la salud por los venenos agrícolas y los ataques de la proliferación de plagas. Esta situación se ve acentuada aun más cuando en 1.993, es vendido un considerable número de acciones de la Guadalupana S.A., a la empresa Tunal, quienes diversifican los cultivos, extienden la deforestación, eliminan el cauce de la Quebradita y construyen una represa de agua junto al caserío, colindando con la cerca del patio trasero de más de diez viviendas en el centro más poblado de la comunidad. La siembra de cebollas, entre otros rubros, en la práctica agrícola quiboreña ha requerido progresivamente el uso de agroquímicos cada vez más fuertes, al sembrarse en las haciendas vecinas crean un efecto espiral, llevando al centro sus desechos y es precisamente en el centro donde

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están los palonegrenses, los abonos no procesados como la “gallinaza”-estiércol de gallina y puerco-, también son focos de insalubridad que se incrementaron al final de éste periodo, junto al estancamiento de agua en los pastizales. No hubo muestras de acción política gubernamental, para solventar las necesidades en salud, educación y vivienda, entre otros. Las personas recuerdan que era el Señor Amado Hernández –vecino de la comunidad-, quien en su camioneta los auxiliaba a cualquier hora para llevarlos al hospital con un dolor, heridos o llevar a las mujeres dando a luz. Los militantes partidistas solo se acercaban a Palo Negro en época de elecciones para buscar los ansiados votos. En la memoria colectiva como algo positivo, queda el recuerdo de “Los Terribles”, un equipo de beisbol del que los palonegrenses se sienten orgullosos, junto al recuerdo de cuando la Quebrada Palo Negro les brindaba un espacio de convivencia ecológica para sus vidas, su cría de animales, su fuente de agua potable y su lugar de esparcimiento.

El Proceso Bolivariano

Al finalizar la década de 1.980 la nación venezolana se vio envuelta en convulsiones sociales que tuvieron repercusión durante toda la década de los 90. El caracazo, las intentonas golpistas, la renuncia del presidente Pérez, -su enjuiciamiento por corrupción-, las aspiraciones populares de un cambio político representadas en el presidente Caldera –que no fueron cumplidas-, la salida del Teniente Hugo Chávez de la cárcel junto a sus compañeros sublevados y su posterior cruzada nacional, sustentada en el pensamiento de Simón Bolívar, elemento importante de la identidad nacional y cultural en nuestro país, y de algunos países vecinos, junto a la imagen

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de respeto que proyecta la figura militar, unida al recuerdo de la seguridad pública y social que simbólicamente quedó en la memoria colectiva, sobre el General Marcos Pérez Jiménez, quien gobernó al país en la década del 50 en el siglo pasado, y quien fue desplazado por un Golpe de Estado dado por quienes ahora eran despreciados por el pueblo como símbolos de corrupción. Estas circunstancias dan a Hugo Chávez y su proyecto bolivariano la victoria en las elecciones de 1.988, dándole a Venezuela un nuevo rostro para el siglo XXI y el tercer milenio. Han transcurrido ocho años. El proceso de cambio ha experimentado – como era de esperarse- reacciones de los sectores dominantes, en tal magnitud, que hasta ha tenido que superar un golpe de estado (carmonazo). La debilidad en cuanto a una orientación clara, le ha conducido hacia graves consecuencias. Ha quedado demostrado que este es un proceso en construcción, en el tiempo transcurrido lo único claro es la inclinación hacia la búsqueda de un sistema incluyente en lo social, que permita la práctica de lo que se ha proclamado desde la campaña electoral de 1998, “La Democracia Participativa y Protagónica”. En función a este plan, se han orientado en este segundo periodo de mandato, legítimo por demás, unas línea de acción para sustentar el proceso ideológico con una especie de collage de pensamientos progresista llamado” Socialismo del Siglo XXI”. Ahora bien, todo esto a proyectado a Venezuela en el continente y en el mundo como un modelo revolucionario, teniendo ya repercusiones importantes en el ordenamiento de los países del sur del planeta, escuchándose por lo menos voces que estaban mantenidas en un silencio sepulcral. Pero internamente, en el país, la realidad es otra. Nos enfrentamos

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a un conflicto entre Estado y Gobierno. Mientras el Gobierno Nacional hace esfuerzos sobre humanos por construir un modelo de Estado símbolo de los nuevos tiempos, los gobiernos regionales y locales desarrollan políticas contrarias, plagadas de corrupción administrativa y populismo, entorpeciendo la construcción del Poder Popular, con manipulaciones al Pueblo, que cree que quien se viste de rojo y grita ¡vivas! al presidente Chávez, es un revolucionario ganado para el proceso de cambio. Los viejos actores políticos de menor renombre sólo cambiaron el color de su vestimenta, aplicando las mismas prácticas políticas llenas de corrupción, al ser admitidos en el gobierno, mientras que los nuevos actores políticos en ejercicio gubernamental carecen de formación, y más que eso, de una ética, que les permita la suficiente claridad de pensamiento para ejecutar políticas que impulsen el nuevo proyecto nacional de manera eficaz, quedándose en la imitación de la viejas politiquerías que sólo hacen publicidad sin contenidos sustentables y serios, aumentando los niveles de ineficiencia y corrupción en las gestiones públicas. Ante este panorama, se nota la voluntad de personajes existentes que demuestra creer en los cambios, que quieren, y hacen esfuerzos por impulsar las políticas de Estado que el gobierno nacional está desarrollando. En el caserío Palo Negro la realidad de las viejas políticas se mantiene. Los politiqueros se acercan con sus discursos demagógicos y vacíos en búsqueda de votos, o para manipular en beneficio de sus intereses. Tal es el caso de la conformación del Consejo Comunal, de manera ilegítima – inclusive antes de que fuese aprobada la ley-, violando la Ley de los Consejos Comunales y la Constitución Nacional, por parte de personeros del gobierno municipal – como lo han hecho en la mayoría de las comunidades, según afirman sus habitantes-.

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De las misiones sólo han conocido la Misión Robinson I de manera fugaz y la Misión Ribas, de las demás solo las noticias en televisión y la Misión Barrio Adentro cuando se dirigen enfermos a Quíbor. Solo a finales del año 2006, por sugerencia de Mayra Rodríguez, una habitante palonegrense que nos invito. …. “Muchachos vayan a conocer la comunidad…… Allá si hace falta que la gente nos ayude a hacer proyectos…… hay muchas necesidades“. Como activadores culturales de la Misión Cultura, llevamos la presencia de esta Misión del Proceso Bolivariano, con la que hasta la presente fecha hemos logrado un vínculo humano, de solidaridad y cooperación con esta comunidad. Convirtiéndonos así, en la presencia política del Estado venezolano –para ese momento-, creando nuevas perspectivas a unas personas excluidas y victimas del abandono. Nos sentimos gratificados el saber que hemos sido y estamos siendo útiles a la nación, cambiando la visión negativa que los gobernantes locales le han dado al Proceso Bolivariano, contribuyendo en la construcción de un Poder Popular verdadero , que solo puede ser alcanzado con el conocimiento consciente de la realidad colectiva, de la construcción de identidad , de conciencia cultural.

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CAPITULO III

LA TERROFAGIA

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Se conoce este fenómeno económico y político, como la inclinación por acumular lotes de territorios, asociado al control del poder. En Europa, el sistema feudal fue el que dio un mayor ejemplo de intensión de poseer tierras para demostrar dominio y grandeza. A partir del siglo XV, los viajes de exploración de los europeos les permitieron no sólo apropiarse de tierras en su continente, sino que emprendieron una competencia que los llevó a adueñarse de continentes enteros, como África, América, Australia y gran parte de Asia. En el Continente Americano la terrofagia española fue la más imponente, estando el territorio venezolano dentro de los perímetros del dominio español.

Los Indígenas y la Tierra

Para los habitantes originarios de este continente, llamado “ABYA YALA” en lengua Karibe, América por los españoles, la tierra tenía un significado sagrado, el vínculo ecológico los conectaba con respeto y armonía, de tal manera que la consideraban una gran Madre, como: La Pacha Mama. El sentido colectivo y comunitario de posesión de los territorios no estaba asociado al control del poder en forma personal. Los territorios eran de pertenencia de las naciones aborígenes donde todos tenían el derecho de uso. El poder aunque era jerárquico no obstruía la condición de uso colectivo

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de la tierra. Todos tenían derecho al goce de las bondades que la Madre Tierra les brindaba, tomaban lo necesario para vivir, sin alterar el equilibrio ecológico y la convivencia con los demás seres vivos era fundamentada por la necesidad y no por el placer, es decir, cuando cazaban, pescaban, o recolectaban, lo hacían con equidad y respeto, no como “deporte” para satisfacer instintos asesinos, como suele suceder actualmente.

Los Españoles y su Concepción de la Propiedad

Para los españoles el sentido de la tenencia de la tierra era radicalmente opuesto al de los aborígenes. Al llegar los colonos a fundar pueblos en los territorios conquistados, la corona española estableció el sistema de “Composiciones” para fortalecer el proceso de colonización, este derivó luego en las “Posesiones”, ambos fueron Títulos de Propiedad sobre la Tierra, que fue arrebatada con impunidad a los verdaderos dueños, los indígenas, de los cuales, el último, todavía está vigente. Los indígenas fueron objetos de desalojos, y de ubicaciones arbitrarias siempre en función de los intereses españoles. Los Pueblos de Indios, eran una especie de reservaciones – comparando con el modelo inglés en Estados Unidos -, donde se ubicaban a los indígenas en casas para que pudiesen pagar tributos, ya que en principio, estaban en Las Estancias al servicio solo de sus encomenderos y no daban aportes a las arcas de la corona. Se fundan entonces los pueblos de doctrina, con un cura doctrinero, tal es el caso de Quíbor, pero bajo la jurisdicción de una ciudad española, en nuestro caso, la jurisdicción era la de El Tocuyo. Así, la justicia y la administración pública también residía en la mencionada ciudad, estando sujetos a esta toda tramitación de documentos, principalmente de propiedad de la tierra.

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Las Composiciones, al irse paulatinamente, con el paso del tiempo produciendo el mestizaje, se fueron multiplicando los herederos directos de los colonos, y al ir teniendo descendencia aquellos “naturales” reconocidos con el apellido de sus encomenderos que les permitían establecer vivienda en sus predios, fueron desarrollando aldeas en estas posesiones – donde sus antepasados estuvieron asentados - sumados a los herederos directos, lo que generó los Derechos de Posesiones, que aún se mantienen para establecer la legalidad de las transacciones de ventas en las zonas rurales , hay que acotar que no incluían la tierra sino las bienhechurías construidas. Estos “Derechos” se asocian a una forma de acciones que se tiene sobre la tierra, que poseían solo aquellos descendientes de los dueños de composiciones, que podían ser vendidas (como se puede notar en el trabajo de informe catastral, que realizó el señor Juan Francisco Jiménez en el año 1.959 – tomado del archivo personal del señor Juan F. Jiménez -) y que hoy en día para establecer de legalidad de un terreno con ubicación en una posesión se debe recurrir a solicitar la autorización de un derechante.

La Independencia y la Terrofagia Criolla

Las ideas libertarias de Miranda, Bolívar y sus generación, incluidos los movimientos anteriores de indígenas y negros, no fueron realmente, las causas que motivaron a participar a la oligarquía criolla. El deseo de controlar el poder político y económico fue lo que realmente los impulsó a sumarse a este proceso de independencia, argumentos que la historia comprobó posteriormente. Los criollos oligarcas, establecieron un control autoritario, reclamando los territorios y repartiéndoselos como botín de guerra, y en algunos casos,

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para preservar las posesiones que ya eran suyas por tradición. La “Independencia” significó una gran estafa para el pueblo que luchó con la esperanza de un cambio, cambio que solo fue de fachada. Palo Negro es un ejemplo vivo de esta realidad histórica.

La Guerra Federal. Zamora “Tierras y Hombres Libres”

Las ideas que fueron vendidas al pueblo por los libertadores, luego de la Independencia, se convirtieron en una gran falacia. Es así que Ezequiel Zamora, “El General del Pueblo”, en reivindicación de esas ideas emprende una guerra contra los terratenientes, en virtud de hacer justicia al pueblo. Murió asesinado vilmente por los traidores que lo acompañaban y no logró ver, que sus esfuerzos no alcanzaron el objetivo, solo sirvieron para dar paso al poder a una clase política que se convirtió en una nueva oligarquía, utilizando su nombre y su consigna, como bandera. “Viva Zamora,” “Tierra y Hombres Libres”.

La Terrofagia en Palo Negro

Esta comienza con la masacre de la conquista española sobre los indígenas, sigue en la Colonización, luego en la Independencia y en la Federación; en todos estos periodos la terrofagia es guiada por acontecimientos basados en rasgos comunes de atropello como los que sucedían en todo el país, e inclusive en el continente. A partir de la Revolución Restauradora de Cipriano Castro y los andinos y el posterior gobierno Gomecista que toma el control del país, se observa una nueva manera de desalojo de las tierras, acudiendo ahora a argucias legales más sutiles pero

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no menos viles. En esta época gomera el Gobernador del Estado Lara, Eustoquio Gómez, primo hermano de Juan Vicente Gómez, adquirió en el sitio de Palo Negro, por medio de testaferros, algunos terrenos con la creencia de que había gas natural en el subsuelo para venderlos a empresas extranjeras, pero estas dieron un viraje hacia el Zulia, dejando sin valor para el mencionado gobernador estas tierras, que luego le sirvieron de regalo para su pequeña ahijada quiboreña. Años más tarde, una compañía azucarera de la región, el CENTRAL TOCUYO C.A, realiza un estudio de factibilidad para la extracción de agua del subsuelo en los márgenes de la quebrada Quipa, ya que, en esta existía una gran cantidad de manantiales. La posibilidad cierta de extracción y la condición de los suelos, encienden el apetito terrófago y depredador más intenso que ha experimentado el sitio de Palo Negro. Pronto, testaferros locales pondrían en práctica las más bajas argucias que darían pié al despojo. En la segunda mitad de la década de los años cincuenta, en el siglo veinte, durante el gobierno Perejimenista, personeros locales y algunos habitantes del caserío, que tenían influencia en los lugareños, se dieron a la tarea de manipular el temor y la ignorancia, para comprar las viviendas de estos y sus derechos en la posesión en un precio paupérrimo, es decir, muy por debajo de lo que realmente podían valer, con el fin de renegociarlos a la empresa tocuyana. Estos argumentos tenían su base en el miedo a la represión que ejercía ese gobierno, planteándosele a la gente que estos – el gobierno – tenían proyectos para desarrollar en esta zona, que era mejor vender ahora que perder la tierra después, sin obtener nada por ella. Luego, cuando llegó “La Democracia”, estos ilustres personajes mutaron su condición política, y pronto estuvieron de nuevo

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en la jugada para terminar de consolidar, a partir de 1.959, la creación de la empresa “La Guadalupana”, propiedad del grupo de empresas Tunal, desde 1.993. Actualmente se extiende sobre todo lo que fue la parte sur del caserío Palo Negro. Por otra parte, las tierras de Pedro Rodríguez, fueron hipotecadas por su yerno Joel Álvarez al Central El Turbio para sembrar caña de azúcar, perdiéndolas por quedar en quiebra con las malas cosechas. Estas fueron adquiridas por el señor Juan Hernández mediante la compra de la hipoteca, actualmente divide con un gran terreno desforestado los dos sectores que quedan en la comunidad de Palo Negro, los Torres y la Carretera (que antes se llamó Cují Gordo). Mientras que el sector los Torres perdió por unas ventas realizadas al señor Abdón Vegas, por miembros de la familia propietaria, una extensión de casi sesenta hectáreas aproximadamente. Hoy están, las restantes hectáreas de este sector en peligro latente de un nuevo posible desalojo, ya que, el gobierno municipal desarrolló un plan de vivienda en los márgenes de estos terrenos con la intención de sacar las familias de la zona que frecuentemente son inundadas por las lluvias, trasladándolas a viviendas que no corresponden al hábitat natural de estas personas. Construyendo las viviendas en un formato urbano que niega las posibilidades de convivencia campesina (cría de animales y conucos), por lo cual muchas de éstas familias se han negado a salir y algunos argumentan, que detrás hay una intención de quitarles las pocas “tierritas” que aún les quedan. Por el lado de la Quebrada Quipa – Palo Negro, se extienden “La Guadalupana” y las tierras de Carlos Camacaro, mientras al Norte se extiende la hacienda “La Caimana”. En el centro del caserío observamos los pastizales de la finca “Mochetero”, de menor tamaño que todas las anteriores. Lo que queda del caserío es un reducto arrinconado que se niega a desaparecer.

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Todos estos señalamientos surgieron de las entrevistas a las personas mayores de la comunidad palonegrense, quienes recuerdan con lucidez los acontecimientos que disgregaron la población. Quedando soportados en documentos existentes en el Registro Subalterno Municipal, y señalados claramente en el trabajo de informe catastral, que realizó el señor Juan Francisco Jiménez en el año 1.959 – tomado del archivo personal del Señor Juan F. Jiménez -, donde se observa una secuencia de ventas, con el valor y la fecha en que se efectuaron, y las personas que intervienen en las negociaciones. Basta recorrer Palo Negro, detenidamente, para constatar a primera vista como este fenómeno – la terrofagia – se muestra por todos los costados, que el relato que aquí hemos plasmado, tiene una evidente constatación a simple vista, fuentes orales, vivas y lúcidas, y documentales de probada seriedad.

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CAPITULO IV

MEMORIA E IMAGINARIO POPULAR

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María Custodia de la Cruz Rodríguez RodríguezY el Lucero de la Palma

María Custodia bella anciana de 115 años, que conocimos al realizar esa expedición al pasado, impresión que nos causó la primera visita al caserío Los Torres. Maína, como le llaman sus descendientes, es la matrona fuente de sabiduría que guía el destino de los suyos. El mes de octubre de este año 2006, en su día 28 a las tres de la tarde, tuvimos la grata experiencia de conocerla. Escuchar a María Custodia, es toda una vivencia, en ella se encuentra condensada toda la memoria colectiva que da fe de una forma de vida que nos recrea la imagen de un espacio encantado en medio de aquellas extensiones deforestadas. Sus recuerdos, nos trasladan en un viaje temporal que nos enseña a descubrir en el pensamiento y vida de aquellos personajes que ella nos relata, todo un mundo inmerso en un realismo mágico que nos hace sentir en cualquier punto geográfico campesino de nuestra Latinoamérica a finales del siglo XIX y durante el siglo XX, como lo hace la lectura de Cien Años de Soledad del escritor colombiano Gabriel García Márquez, pero que al pestañear un poco y darle una mirada al entorno, las imágenes que aparecen se asemejan a la obra del escritor venezolano Miguel Otero Silva, Casas Muertas. Entre tantas virtudes, la más destacada en Maína, para

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nosotros en ese momento, fue la excelente narración oral, la magia de sus palabras produce un encantamiento que te aísla de la miserable vista en que la exclusión política, económica y social ha sumergido a su aldea. Por eso, realizamos el intento de transcribir de la manera más honesta uno de sus relatos más hermosos…El Lucero de la Palma.

El Lucero de la Palma

Todo se puso oscuro, los animales se escondieron como asustaos, el gallo cantaba y las gallinas se acomodaban en los ni’os, y la gente mayor estaban como asustaos, algunos rezaban… Por donde nace el sol, apareció el lucerito, una lucecita brillante que venía caminando hasta donde el sol se duerme, en la medida que andaba iba dejando una palmita, una palmita brillante… a los más chiquiticos los acostaron en los cuartos a dormir porque como el mundo se iba acabá, la muerte se los llevaba así, sin que ellos sintieran…Todos tenían cara de espanto. Yo, no entendía porque tenían mie’o, si el lucerito era tan bonito, y yo que tenía apenas ocho años, que iba está pensando en esas cosas. Mi mama Francisca me agarró por un bracito, y me llevó a dormí junto con mis otros hermanitos y nos abrazaba con los ojos agua’o, y nos decía; no tengan mie’o mis hijitos, que aquí está su mama… Cuando todo aclaró y salimos pa’l patio, vimo que todo estaba bien, a buena alegría, tenían toiticos. Yo siempre supe, que como iba a sé tan malo un lucerito con esa palma tan bonita.María Custodia, dos semanas después de nuestra visita, se marchó de su cuerpo, el 17 de Noviembre del año 2006. Se fue con las ganas de que le construyeran una vivienda en el lugar donde la inundación le derrumbó su casa esperando a las

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autoridades municipales que solo supieron tomarse fotos con ella para sus actos de proselitismo, desde los blancos hasta los rojos de la actualidad.

Froilán RodríguezCrónicas de mi Tierra

Con una marcada herencia indígena presente en la fisionomía y en su manera de pensar, cuando escuchamos las anécdotas de Froilán Rodríguez, podemos entender con facilidad el amor que siente por el espacio que habita, sus conocimientos en medicina alternativa, contenidos en las recetas que guarda celosamente en su cuaderno, y estas, según cuenta Froilán, están hechas a base de hierbas que se conseguían en este lugar. También nos dice que aprendió de su padre el arte de la casería con arco y flecha. Cuando se refiere a su padre, deja notar una admiración nostálgica y lo describe con orgullo como una persona autosuficiente, que tomaba lo que necesitaba de su entorno, que era independiente, que no necesitaba trabajarle a nadie para vivir, tenia su conuco y la habilidad para sacar del monte lo que le hiciera falta, tanto para curarse como para construir su vivienda, sus corrales y sus herramientas para el jornaleo. Cuando muere su padre, su madre lo lleva junto con sus hermanos a vivir con su abuela Petra Rodríguez. Deja su casa del Viray para irse a Palo Negro, cuando tenía más o menos ocho años de edad. Su abuela Petra, se convierte en el modelo a seguir en cuanto al respeto y la convivencia con sus semejantes. Cuenta Froilán, que era una mujer de carácter fuerte, pero de

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un gran sentido humanitario, no le negaba un plato de comida ni favor a quien lo necesitaba. Recuerda con mucho orgullo que fue la templanza y la voluntad de su abuela, la que freno la fauces feroces de la terrofagia que devoró más de medio caserío, por allá en los años cincuenta. Su mamá se casó con Calasán Rodríguez, quien la ayudó a terminar de levantar la familia, y construyeron su casa cerquita de la casa de la abuela Petra. Así transcurrió su infancia. Fue testigo vivencial de la desaparición de la aldea, cuando gente importante venía de Quíbor a engatusar a los habitantes del caserío para que les vendieran sus casitas, y entonces, se cogían un terrenal que no debían, ya que, lo que compraban era la bienhechuría, porque los terrenos eran comuneros, además le daban era cuatro lochas, por eso cuando le llegaron a su abuela, ella les dijo:”…de aquí me sacaran con los pies pa’lante”. Presenció de esa manera, el crecimiento de los cañaverales que se tragaron las casas de tantas familias que él conocía, y que tuvieron que marcharse para Quíbor y para los llanos de Portuguesa. Vio también, como desaparecieron los cañaverales. Recuerda los pozos que se formaban por los manantiales que brotaban en la quebrada Quipa- Palo Negro, y como se secaron cuando las haciendas perforaron la tierra, y sacaron el agua para regar las cañas. De esta manera fueron desapareciendo los arboles grandes, y la mayoría de los animales que se podían cazar. La construcción de lagunas y la siembra de pasto trajeron los zancudos, y las siembras que se hicieron después de la caña, la hediondez de la mierda de gallina y los venenos. Conocer a Froilán Rodríguez fue una grata experiencia , él representa una fuente oral, muy importante para los registros historiográficos que realizamos en esta comunidad, ya que, en su gran mayoría, pudimos constatar en documentos sus relatos.

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Maura DíazPara Vivir Hay que Luchar

Estando en Palo Negro, Mayra nos dijo: “Muchachos, vamos para que conozcan a mi tía Maura, como ustedes andan investigando a la comunidad y proponiendo a los patrimonios de aquí, ella es una de las que más sabe, ella recuerda muchas cosas que a ustedes les puede servir..” Llegamos a la casa de la señora Maura Díaz, y nos encontramos con una india de cabellos plateados, su figura transmitía vigor y una agradable energía, fue amable desde el primer momento. Durante nueve meses, la “tía Maura”, como aprendimos a decirle por cariño, esta señora patrimonio vivo de Palo Negro, ha rebuscado en su memoria los recuerdos más guardados para entregarlos gustosa, a la vez, que ha cedido el corredor de su vivienda para desarrollar nuestras actividades comunitarias, espacio que sirve también para las sesiones de la Misión Ribas y sirvió durante mucho tiempo para las reuniones religiosas de la iglesia evangélica a la que pertenece. En sus relatos, Maura nos ha contado sobre los días felices de su niñez en el frondoso bosque y los bellos manantiales de la Quebrada Quipa – Palo Negro. Nos cuenta que estos lugares mágicos paradójicamente fueron desapareciendo en la medida que la magia de ser niña desaparecía de ella por el tiempo. La tía Maura nos cuenta al recordar con nostalgia….”Cuando yo tenía 10 años, eso fue como en el año 45, 47, nosotros salíamos de la escuela y yo llegaba a que mi mamá, y le pedía permiso para ir a la quebrada, con los otros compañeros, Leocadia, María Nieves, y entonces nos íbamos

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y no bañábamos habían varios pozos hondos, pero nosotros peleábamos con las otras personas por el pozo que llamaban la pajita, porque nosotros nos impulsábamos de un lado llegando hasta la otra orilla y nos agarrábamos de aquella paja… y de ahí pasábamos hasta 2 horas. Esa quebrada mantenía esos pozos, se disminuía un poco si es verdad, pero de secarse, no se secaba, siempre mantenían agua…Si era aquí cerca, era “La Quebraita”, también mantenía agua, esa quebraita que está llegando a la quebraita grande. Yo tenía una madrina que se llamaba Inés Medina, ella siempre limpiaba en dos partes, y allí agarrábamos el agua que se consumía, ella hacía dos casimbas y las hacía seguidas una de la otra, entonces, por encima la tapaba con una madera, con palos para que los animales no se metieran, y no la fueran a estropear…allí se mantenía el agua se iba llenando y cuando esto ocurría ella iba sacando el agua, pero habían varios pozos, cruzando la carretera; toda la gente que pasaba decía: “Vamos a seguir hacia abajo que allí está un pozo que es bueno pa’ bañase”, entonces se tenían que ir a bañarse a los otros pozos, porque nosotros llegábamos primero y ocupábamos el pozo que nos gustaba pa’ bañarnos, ese pozo era hondo ocupaba más de una parada de un hombre, muchas veces le tumbaban palos y tunas, nosotros veíamos cuando lo ensuciaban, pues nosotros lo volvíamos a limpiar pa’ poder seguir bañándonos. Siempre, siempre esa quebrada tenía agua, ahora después que dijeron a perforar esos pozos pa’ sacar el agua pal riego pa’a la caña que sembraban por ahí, ¡ahí si fue verdad!, se secó la quebraita y en la quebrada el agua dejó de correr...no corrió más agua, eso era agua vertiente, nosotros le llamábamos vertiente, siempre estaba el agua, el agua corría. No tengo la seguridad cuantos pozos abrieron en ese tiempo, allí en la Guadalupana, no recuerdo si fueron 27 pozos o creo

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yo, que algo más, creo que todos esos pozos que abrieron, no todos le mantuvieron el agua, se les secaban algunos pozos, creo que últimamente le quedarían unos 5 pozos si acaso”. Maura creció, como todos lo hacemos, se casó, tuvo hijos, enviudó. Actualmente comparte su vida con sus hijos y todos los nietos que le han traído, llena de recuerdos de toda una vida, Maura continúa su lucha, no deja de aprender y mantiene ese espíritu entusiasta que la ha llevado a conquistar el periodo de la vejez con una vitalidad y una lucidez extraordinaria. Así, en la medida que la tía Maura se hacía mujer, la vida se fue poniendo más dura, y a la lucha para enfrentar las exigencias naturales de la existencia, se le sumó la adversidad de los cambios violentos que se generaron en el caserío por la acción depredadora del progreso, pero esto, jamás doblegó sus ganas de vivir.

Melquiades Díaz (Quía) La Vida es un Cuento

Hablar de Quía, es hablar del humor campesino. Este personaje palonegrense, ocurrente por demás, ha hecho reír a más de uno. Antes de nuestra llegada muchos le decían: “Ah, este Quía lo que es, es un embusteroso”. Luego de que fuera registrado como Patrimonio Viviente, la comunidad, sobre todo los más pequeños, le demuestran mayor respeto. Melquiades Díaz, es un hombre de apariencia indiada, de

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contextura fuerte, estatura mediana, sencillo, amable, nacido y criado en Palo Negro, cuenta con 61 años de edad. Desde niño ha transitado por todos los rincones de las quebradas y los cerros, y a conocido los personajes y acontecimientos históricos palonegrenses y de sus alrededores, de la segunda mitad del siglo XX, época muy significativa en el destino del caserío, que se encuentra recreada en su repertorio de cuentos anecdóticos. Es el papá de Maira y abuelo de Crismar y de Abrahán Quinchoncho. Convive con sus hermanas Azorena y Ramona, y con su sobrina María, y sus hijos, Ninoska y Cristian. Pero no podemos dejar de nombrar a su gran amigo, Juan Reyes, compañero que le alivia las cargas, este es un burro blanco, muy parecido según Quía, al del Llanero Solitario – Personaje de una serie televisiva famosa en los años sesenta del siglo XX -, claro un poquito más pequeño.

La Posada de Caseteja Esta era una carretera que pasaba por el frente de” Caseteja “ esa por ahí pasaban to los arrieros en sus mulas, y venían las gentes con arreos de burros cargado de salones de chivo y otras bromas, ellos pasaban derecho por ese camino y a veces lo agarraban la noche y llegaban a la Caseteja para que lo dejaran quedarse ahí, hospedaje pa’ dormir, el dueño tenia a dos más ahí este se llamaba Rangel y tenía dos indios que trabajaban pa’ el. Rangel dejaba que se quedase…. Pero cuando los arrieros se dormían (la gente) los sirvientes entraban con una masa de pilón, entonces ellos agarraban los burros y le amarraban el cabreto a la nuca y lo soltaban pa’ que se fueran…. Al día siguiente andaban los burros suelto comiendo por ahí hasta que llegaban a la casa del amo (muerto). Al muerto lo enterraban en los terrenos lejos de la casa, hacían los huecos y los tiraban, los

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enterraban ahí mismo, las personas, las familias pues, cuando veían llegar los burros solo, sin su dueño, estos se asustaban y mandaban a buscarlo a caballo, pero que los iban a estar encontrando si ya estaban muerto y enterra’o

Buscando Botijas

Quia y unos señores que se llamaban Miguel y Julián nos íbamos ese tiempo de semana santa decíamos vamos a buscar “botijas”, eso era plata enterrada por muertos. Nos fuimos después de las diez, casi a la media noche pal cerro que llamaban” Chelía” estaba la luna clarita, llegamos a un sitio donde estaba un cardón donde los chivos hicieron como una cuevita… en eso Julian me dice quedate y buscá ahí, y Miguel se quedo más adelante con una escopeta, yo me puse a escarbar ahí mismo y el se fue mas pa’ ya a ver si le salía el muerto mientras yo voy por aquí a ve si me sale el muerto, Miguel se quedo con una escopeta que el cargaba, se durmió y yo ca’ratico iba y le preguntaba : Miguel estas dormío? El me decía :no, no estoy dormido…Saca la botija, escarba más, pasó casi dos horas y yo ahí escarbando ya me dolían las piernas, y seguía escarbando, escarbando y nada y yo estoy así agachao entonces el viene y me mete la mano por detrás y me agarró … yo pegue ese grito : ¡Mamaita! Yo me agarre del cardón y me raspe toda la cara , yo creía que era el muerto que me había agarrao… y me di cuenta que era Miguel me puse muy bravo que no quería seguir ahí ,pero bueno así seguimos y caminamos más adelante, encontramos a un señor que se llamaba Andrés, el tenia un corral de chivos y andaba con otro que era el que lo protegía… yo seguía bravo y Julián le dice a Miguel, yo voy a llorar como la llorona y tú me haces la segunda y lloras como el chiquito que llora… Bueno yo acepte, en eso comienza

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Julián a gritar y llora: Ay, mijito, mi muchachito… llorando Ay, Ay…Entonces empieza Miguel: Gua- Gua llorando como el muchachito…. El viejo se asusto y empezó a decir palabras groseras pues…to’asusta’o: coge, coge pa’ ya que por perdía es que estas así; maldiciéndola, es que ella se corre así a ella hay que decirle así; yo parao escuchando escondío y el Sr. Andrés comenzó a dispara y me asuste tanto que Salí corriendo y yo me llevo por delante a Julián cuando corrí, lo tire pa’ un guasabaral fue sin culpa yo no lo vi, el decía que fue adré pero no yo no lo vi.. na’ guará lo que costo pa’ sacalo tenia tunas por to’s la’o , lloraba por las tunas que se le había enterrao, le tuvimos que quitar los pantalones pa’ sacarle todo el tunero, se tuvo que quedar en puro choresito. Ya era casi la media noche entonces dijimos Miguel y yo: Vamonó pa’la casa que ya es muy tarde, en eso dice Julián, no todavía no, vamos pa’ caseteja. Llegamos entonces pa’ la caseteja, ahí había un portón muy demasia’o grande uno lo jalaba así y esa sonaba muy tenebrosa…Chiuuuuuuu….rechinaba de lo viejo, eso daba mucho mie’o. El cuñaito, como yo le decía, me dice: ¡Epa¡Quía, yo voy a entrá pa’ entro, y yo le digo rápido: no, no yo no me voy a quedá solo aquí…Quedate afuera Quía, quedate solo pa’ vé si te sale el muerto y le preguntáis por la botija, por la plata. Yo le dije, no cuñaito, vámonos mejor, mire todo los que nos ha pasa’o. En eso dentró a la casa y empezó a gritarle al muerto: “Sálgame, sálgame, si hay una poquedad yo pago la promesa…yo cargaba unas botas que me pesaban mucho, y de repente escucho que él dice: “si no quiere salirme a mi, sálgale al que está afuera”…cuando yo escuché, aquello me dio mucho mieo y salí corriendo y me pegué duro con la puerta, eso me partió la boca, na’guará, eso me puso la bemba así, to’ hinchá y botando mucha sangre, eso si jiede, la sangre de uno jiede

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mucho, en los que yo entré pa’ entro, Julián pegó un grito: “el diablo, el diablo”.. y se tiró por la ventana y se quedó engarza’o en el tunero, yo le hablaba, y él más gritaba…yo le dije que le pasó cuñaito, y él me dijo: “el diablo me sonó la puerta”.. y yo le dije, que cuenta e’ diablo, fui yo, mire como me quedó la bemba, to llena e’ sangre…. Quía representa para Palo Negro, un invaluable patrimonio vivo, portador de una genuina narrativa, lo que hace que este cultor popular sea para los palonegrenses un símbolo del humor, y ahora ha dejado de ser el embustero para convertirse en el “Cuenta Cuentos” que la gente de afuera viene a escuchar, es decir, que Quía ahora es un personaje importante para su comunidad.

Pablo TorresEntre los Tiempos

Al hablar de la familia Torres en Palo Negro, es inevitable hablar de Pablo Torres. Hoy en día es la persona de mayor edad en la comunidad, cuenta con ochenta y tres años de edad, de profesión agricultor, y con una lucidez única, nos cuenta con mucha nostalgia como fue testigo de la transformación de Palo Negro a partir de 1959, con el llamado “progreso”, que acabó con los bosques madereros, bosques donde según él abundaban los duendes y los encantos, también recuerda las diversidad de la fauna y los acuíferos subterráneos que afloraban como nacientes en la Quebrada de Quipa. Nos cuenta como si fuera ayer; que el nació en el Viray,

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pero por cuestión de trabajo de su papá se lo llevan para Duaca, para un sitio que se llama Paso de Tacarigua, donde se termina de criar en la finca de Eustoquio Gómez , después de cumplir los diez años muere su mamá , y su abuela se lo trae a Palo Negro en donde vive con su papá, hasta que este muere por causa de la fiebre amarilla, quedando bajo el amparo de su tío Martin Torres quién estaba casado con la Sra. María Custodia. Después, al estar bajo la tutela del tío Martín, sale a trabajar fuera de Palo Negro, es cuando comienza a trabajar la agricultura en Guarico, Guanare y luego trabaja en la casa del Gobernador de Guanare. Tiempo después se va a trabajar con el Sr. Agapito Torres, quien para ayudarlo a que no pague el servicio militar le arregla sus papeles, quedando libre de ésta preocupación, eran los tiempos ya, en que gobernaba a Venezuela el General López Contreras. Después de esto recuerda que, en el sitio que llamaban Cují Gordo había una bodega y un juego de bolos y habían muchas casas donde vivían los Medinas, los Duim, los Hernández, los Valenzuela, todos ellos le vendieron a la Guadalupana y desaparecieron todas esas casas. Antes de eso, dice:” Hubo otro gobierno tan malo como el del General Gómez, era el de Pérez Jiménez, fue en este gobierno cuando comenzaron a vender las casas, porque y que el gobierno necesitaba las tierras y venían unos vivos diciendo eso y compraban las bienhechurías, no compraban derechos, pero se cogían los terrenos hasta la otra bienhechuría y así se adueñaron de todas las casas, y habían muchas casas. Después si le vendieron a la Guadalupana directamente. Por estos tiempos todos se pusieron a sembrar caña, la Guadalupana sembró desde Quíbo, hasta aquí mismito, donde estaba Cují Gordo, que eso también lo borraron cuando le pasaron máquina a todo eso. Después vino Joel Álvarez y sembró aquí mismo, los terrenos esos que están antes del

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caserío los Torres, pa’ sembrá empeñó las tierras y se puso a meté motores eléctricos entonces los pozos no le dieron más agua y se perdió la cosecha, así perdió la tierra con el central Turbio, entonces hicieron una subasta y fue cuando Juan Hernández le compró las tierras al Turbio. Yo también trabajé con el Sr, Abdón Vega, allí se sembraba mucho, yo cuidaba en un galponcito, después ya me fui poniendo viejo y no trabajé más, me quedé aquí en la casa con las muchachas, después de que se me murió mi esposa, tengo dos hijos mayores, esos viven allá en Los Torres. Y así es que yo he vivió y estoy aquí donde ustedes me ven”. El Sr. Pablo Torres es otro valor patrimonial, con que cuenta Palo Negro, testigo vivo de los tiempos, cuyos cambios, han sido los que más han impactado la vida de esta comunidad, lo que lo convierte en parte de la memoria histórica activa, producto de lo que han guardado sus ojos.

Henry GuédezPaciencia Creadora

Cuando uno llega a Palo Negro después de pasar la entrada hacia Los Torres, se encuentra con un puesto de venta hecho de palma donde exhiben hermosas tallas de las duras maderas de la zona, allí destacan entre las frutas y las flores unas graciosas siluetas de bailarinas. Cuando preguntamos por el artesano que las confecciona nos señalan una casita de adobes a unos escasos 20 metros, nos dirigimos hacia allá y encontramos

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sentado en un pequeño corredor a Henry Guédez, un joven con acentuados rasgos de los indígenas Ayamanes, tanto físicos como por el dominio del trabajo artesanal. Este artesano de 33 años de edad, delgado, de estatura mediana, ojos oscuros y cabellos largo color castaño, paciente, poco conversador pero de trato agradable. Nos demuestra sus destrezas manuales y nos cuenta que es conocedor de la cerámica Precolombina, de la preparación de óxidos, que aprendió desde niño en Guadalupe, desde donde se vino hace 7 años para vivir aquí en Palo Negro junto a la familia materna de su pequeño hijo. A pesar de su poca conversación, Henry no deja de mostrar su amabilidad, su condición humana para el trato con sus semejantes y su respeto y pasión por el trabajo que ejecuta, mostrando ante todo ser una imagen de la paciencia creadora del artesano.

Amado HernándezLa Caridad Anda sobre Ruedas

Los palonegrenses reconocen en el Sr. Amado Hernández la condición de ángel de la guarda. Este hombre nacido aquí en Palo Negro es amable, cooperador y solidario que cuenta con 55 años de edad, es agricultor, callado, apacible, de una estatura mediana, piel morena y sonrisa tenue, cuenta que hace más de 30 años obtuvo una camioneta de segunda mano, su camioneta Ford Mercury, tipo Pick-Up, modelo 1960 de color

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azul cielo. Desde que llegó su camioneta a Palo Negro ha estado al servicio de comunitario, “ad honorem”. Además de servirle para su trabajo de sembrador ha estado siempre dispuesto a socorrer a sus semejantes. Amado Hernández y su camioneta, al escuchar uno a la gente de Palo Negro hablar de él se recrea una imagen que pareciera dibujar una especie de centauro mecánico con alas angélicas que llega en el momento justo. Cuenta que dos jóvenes palonegrenses nacieron en el trayecto de la casa al hospital, estos recuerdan ésa anécdota contada por sus padres con mucho agradecimiento. Además, son innumerables los casos de enfermos, heridos y accidentados que han sido socorridos por Amado y su camioneta.

Marcos RodríguezY el Amo de las Aguas

Cuando visitamos la casa de Amado Hernández conocimos un personaje especial. Marcos emergió entre los árboles como un “Encanto” - Duende -, como le llaman en Palo Negro a esos personajes mágicos protectores de la naturaleza. Después de conversar con él un rato, nos dimos cuenta que nuestra impresión no fue del todo errada, sus relatos sobre el amo de las aguas, un personaje de la mitología criolla que resguarda los espíritus que viven en el agua y controla el curso de éstas, nos dieron constancia de la imagen mágica que percibimos al llegar . De repente se queda callado, se aparta de

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nosotros, y al momento regresa con una horqueta que trozó a la rama de un mamón, comienza a caminar con la horqueta tomada con sus manos por ambos extremos, camina por el patio y misteriosamente la rama comienza a dar vueltas entre sus dedos sin que él ejecute ningún movimiento. Ante tal asombro, es un truco pensamos, y uno de nosotros le toma los brazos y comprueba que realmente no había truco alguno, no movía los brazo para nada. Nos cuenta que aprendió este arte de un señor de Maraquita, un caserío ubicado en la vecina posesión Bonillera. Cuando nos relata su experiencia de aprendizaje nos lleva hasta un pozo artesanal que tienen en el patio, éste tiene unos 30 metros de profundidad, del cual extraen el agua para regar la siembra de los cultivos que trabaja junto a Amado, que es el tío de su esposa Neila. Este pozo lo encontró su maestro y fue excavado por Amado, un concuñado y él. Las indicaciones que el maestro le dejó, fue que agarrara una horqueta de una rama verde de cualquier árbol, pero que era preferible el cují, el mamón, el guayabo o la vera, y que caminara concentrado con ésta en las manos hasta que sintiera la corriente y la horqueta se moviera, sencilla explicación para tan sorpresivo oficio. Marcos caminó con la horqueta en la mano como poseído por una extraña magia que lo hizo andar durante muchas horas sin parar en una distancia de 20 kilómetros a la redonda, subió cerros, atravesó quebradas, concentrado en unas palabras secretas que su maestro le había dado y que él jamás debería revelar. Cuando llego al punto de partida la horqueta se movió, de eso hace un poco más de siete años. De ese tiempo hasta hoy, Marcos ha encontrado muchísimos pozos, lo que le ha ganado la fama del Buscador de Agua de Palo Negro.

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Amílcar Rafael DíazLa Perseverancia

El Sr. Amílcar Díaz se ha ganado nuestro respeto y admiración, como se nota que se lo ha ganado en su comunidad. Proyecta una imagen de padre y hombre responsable. Cuando uno llega a su casa se encuentra a primera vista con una exposición de su trabajo de talla en madera, trabajo excelente prueba de experiencia y dedicación, pero después uno percata una familia producto de un proceso parecido al que se nota en sus piezas. Además de artesano, Amílcar maneja un camión en las zafras de cosechas de granos en los llanos de Portuguesa, para darles sustento a su esposa e hijos, lo cual no le impide que al llegar de cada viaje se siente a tallar la madera que luego venderán su esposa e hijos en el mesón que tiene a las puertas de su casa. Nos muestra el apego al trabajo artesanal, pero a su vez su responsabilidad como padre y esposo. No hemos hallado otra palabra que lo describa mejor, que la perseverancia.

Reinaldo MéndezTallando Futuro

Reinaldo es un hombre joven, trabajador, padre de familia y tallador de madera. Este artesano transmite en sus palabras gran entusiasmo por lo que hace, confiesa que muchas veces se ha desanimado porque la presión económica es mayor que

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su deseo de trabajar, pero a pesar de eso siempre anda en la búsqueda de una alternativa. Cuenta que las ventas se han puesto duras, aquí en la carretera de Palo Negro, y aun así no se da por vencido, cree que si se tiene fe siempre se encuentra una salida, así le vende sus piezas al Sr. Alí que tiene un puesto en el mercado artesanal de Quíbor, y recientemente anda muy entusiasmado porque consiguió la oportunidad de vender él mismo sus piezas en la aldea artesanal de Tintorero. Además, se siente más entusiasmado porque le están construyendo una vivienda a través de un programa social, él dice que siente que va hacia adelante, que cada día, gracias a Dios, siente más seguridad en su trabajo para enfrentar el futuro.

Iraima Medina de ParraFantasías de Arcilla

Apartada, a la salida de Palo Negro, en dirección a Guadalupe, vive Iraima con su familia. Siempre que la visitas está rodeada de su trabajo, entre el quehacer del hogar y la alegría de sus nietos jugando a su alrededor. Ella amasa el barro entre sus manos para crear fantasías que se transforman en diversas piezas decorativas que expone a los visitantes, quienes generalmente transitan por esta vía atraídos por los trabajos artesanales de la zona. Con su trabajo ha encontrado una manera de enfrentar las adversidades que se le presentan, contando siempre con el

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apoyo de su esposo, quien en medio de tanto trabajo no deja de ayudarle a darle forma al barro. Madre, mujer, esposa y artesana, son las características más relevantes de Iraima, quien a través de la arcilla expresa todos sus anhelos y esperanzas.

Douglas Antonio DíazMadera y Trabajo

Douglas Díaz, transmite una pasión por el trabajo, cuando habla de lo que hace se siente orgulloso, se nota un cuidado riguroso en el acabado de sus piezas, cada una de estas muestra una delicada elaboración y dedicación. Entre tallas de piñas, manzanas, uvas, entre otras frutas, Douglas encuentra una manera digna de ganarse la vida para mantener su hogar. Sus hijos se muestran respetuosos y admiradores del trabajo que su padre realiza lo que demuestra que la artesanía tiene un gran valor humanizante que puede lograr vincular una familia a través del esfuerzo colectivo. Vemos aquí otro valor palonegrense en este cultor popular que a través de sus tallas mantiene viva al igual que los demás artesanos de Palo Negro la esencia de nuestros ancestros indígenas.

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CAPITULO V

SABIDURIA POPULAR

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La comunidad de Palo Negro, utiliza la medicina basada en lo que la madre naturaleza les puede ofrecer. Froilán Rodríguez cuenta que cuando alguien tiene dolor en la garganta o necesita algún antibiótico le recomienda Corocillo. Se cocina cada pelotica que sale de la mata y se toma cada seis horas, los días de tratamiento depende de la infección tomando en cuenta que los días a tomar deben ser impares, al igual que el número de peloticas; también nos dice que para el cálculo en los riñones se puede tomar infusiones de Rompe piedra y para la amibiasis podemos tomar Raíz de pujo. Nos habla del Abrojo, según el dice, es igual a la penicilina, es una matica que da unas flores amarillas de las cuales se hace la bebida. Y nuestros animales no pueden quedar por fuera es por eso que cuando algunos de ellos tienen parásitos les damos Tártago, se trituran solamente las semillas, se cuela y se les da a tomar, para la sinusitis nada mejor que colocarse en la nariz el zumo de Quinchoncho, es decir, el cogollo verde se tritura bien, se coloca en un paño y se exprime. Para la culebrilla podemos utilizar el Yoco-yoco morado con el cual escribiremos encima de la ulcera José-María-Jesús. Si nos da un virus de esos que dan fiebre y dolor en el estómago nada mejor que una buena infusión de malojillo. Para cuando tenemos náuseas lo mejor según la nieta del Sr. Froilán, por experiencia propia, es la Hierba buena con leche, y cuando el dolor en el estomago es por parásitos se debe tomar té de

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Hormiguera o Pazote, y si el agotamiento físico nos invade, es bueno tomar Verdolaga con leche, para recuperar las energías, nos aconseja que no es bueno comer mucha lefaria y/o dato, porque es dañino para la visión, y que para las quemaduras lo mejor es colocarse un cristal de Zábila. Y si la tos no nos deja dormir, es bueno tomarse una preparación que consta de Cebolla morada, miel y aceite. Para la hemorragia podemos decir que no hace falta ponerse una ampolla de vitamina k, siempre y cuando tengas telas de arañas en la casa, debes agarrarla y convertirla en pelotica luego la colocas en la nariz si la hemorragia es por las fosas nasales, y si lo que tenemos es un dolor de oído nada mejor que el sudor de arepa caliente como suspensión, entre otros secretos nos comenta, que la Barba de maíz se cocina con la espiga verde sirviendo para dolores menstruales. Nada mejor que el chimó para aliviar las picadas de animales y actúa como antiinflamatorio. Ni hablar del Cardó Santo, que tiene diferentes propiedades y nos brinda múltiples beneficios en cuanto a problemas estomacales, como ulceras, dolores, entre otros, su preparación es muy sencilla, primero se corta verde, luego se pone a secar bajo la sombra y cuando está bien seco se pone a cocinar, después se toma esa preparación. Ahora si lo que nos molesta es alguna enfermedad en la piel como sarna, sabañón, hongo o salpullido podemos usar hojas de auyama verde con azufre, hacemos una pomada y la colocamos en la parte afectada. Luego de esta conversación tan enriquecedora con el Sr. Froilán llegamos a la casa de la Sra. Maura Díaz, parada obligatoria si queremos seguir indagando en las medicinas tradicionales de la localidad y por supuesto conversar sobre su rica cocina, después de un caluroso abrazo la Sra. Maura nos habla y nos cuenta que cuando niña, ella y sus hermanas, sí

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tenían algún síntoma de tener parasito, su mamá les preparaba té de verdolaga o pazote, y si el malestar en el estomago dependía de los gases era muy bueno una infusión de mastuerzo o también masticar unas cuantas semilla de eneldo. Y para las noches de insomnio nada mejor que un vaso de leche tibia con unas semillitas de cilantro. Nos dice también que para los cólicos podemos tomar ajenjo como té. Si el dolor de cabeza no nos deja en paz lo mejor es triturar y macerar en aguardiente una hojitas de romero luego colocarse en la frente, sirve también para la caída del cabello como tónico. También nos dice, que su esposo tenia apiario de abejas y no faltaba algún vecino o familiar que necesitara de las propiedades de la miel para complementar alguna medicina casera o simplemente para endulzar, también era una fuente de ingreso para la familia, este apiario desapareció hace diez años aproximadamente. Seguímos conversando con la Sra. Maura y entre tantas cosas ella recordaba que cuando estaba pequeña se iba a comer datos y lefarias que era la golosina natural que se daba en el caserío, mientras su mamá les preparaba un rico zancocho, que todavía la Sra. María Simona Rodríguez sigue hoy en día elaborando. Ni hablar de las ricas cachapas que se realizan en casa de la Sra. Maura y también en casa de la Sra. María Simona Rodríguez, con jojoto del sector. Como postre podemos degustar los ricos dulces de lechosa con papelón y leche, que elabora las señoras Azorena y Ramona Rodríguez. No podemos olvidar las tradicionales hallacas, hechas en las mayoría de las casas de los palonegrenses en época de Diciembre, las cuales suelen intercambiarse entre familias.

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Artesanía y Agricultura de Palo Negro

Es la artesanía en esta comunidad una manifestación innata que hace visible en el presente las huellas que dejaron los grandes maestros de la cultura aborigen que estuvieron asentados por miles de años en estos lugares, con relevancia importante en este sitio específico de Palo Negro. La talla de la madera es lo que más destaca, siendo un importante potencial para el desarrollo endógeno palonegrense. Es importante resaltar que es una manifestación de la Cultura Popular, con alto contenido histórico, que obliga a potencializarlo a través de estrategias que permitan el empoderamiento, por parte de los habitantes de Palo Negro, para lograr la toma de conciencia que proyecte la reconstrucción de la Identidad Cultural. En cuanto a la agricultura, ésta dejo de ser una manifestación popular. Los hacendados que rodean el centro poblado, son los beneficiarios directos y privados de la agricultura que se produce en este sitio. De las siembras de “conucos”, y la producción comunera aborigen, ya no quedan rastros, solo uno que otro huerto familiar que mantiene viva cierta llama de ese pasado que se niega a morir. En estos patios familiares todavía se cultiva el Quinchoncho, la Auyama, los Cambures, entre los más relevantes rubros que mantienen ese vinculo.Semblanza de los saberes del pueblo, todavía latentes.

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FUENTES CONSULTADAS

BOLETÍN Museo Arqueológico de Quíbor. Edición Especial Homenaje a Erika Wagner. Agosto, 1.994.COMUNIDAD de Palo Negro. Parroquia Juan Bautista Rodríguez, Municipio Jiménez, edo. Lara.FUDECO. Fundación para el Desarrollo de la Región Centrooccidental. Visita y consulta. Marzo, 2007.GIL, Félix. Antropólogo Museo Antropológico de Quíbor “Francisco Tamayo Yépez”. Entrevista directa. 21 de junio de 2007.HERRERA, Manuel. Quíbor. Información Geográfica e Histórica. 1999.HERRERA, Manuel. Profesor en las áreas de Geografía e Historia e Investigador de Historia Local. Entrevista directa. Enero – agosto 2007.JIMÉNEZ, Juan Francisco. Compendio Catastral de Tierras en las Posesiones Hernandera y Raíces y Cañadas o Rodriguera. 1960.KAHLER, Erich. ¿Qué es la Historia?. Traducción de Juan Almela. México, 1.966.HNO. NECTARIO María. Relación Histórica de los Orígenes de Quíbor. INCE, Caracas, 1.978.MEDINA, Rubio Arístides. Lecturas de Historia Regional y Local. Misión Cultura.MUSEO ARQUEOLOGICO DE QUIBOR. El Valle de Quíbor en la Historia. II Congreso Mundial de Arqueología. 1.990SALAZAR, Juan José. Caciques y Jerarquía Social. Sociedades Complejas, Periodo de Contacto en el Noroccidente de Venezuela. Series Estudios Antropológicos. 2.003.SALAZAR, Juan José. Comunidad, Patrimonio Cultural,

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Versus Latifundio. 1.991.SALAZAR, Juan José. La Sabana de Quiboc. Octubre, 2001.PERERA, Ambrosio. Capítulo VII y X. Pueblos de la Jurisdicción de El Tocuyo, Origen del Pueblo de Nuestra Señora de Altagracia de Quíbor. QUIBOREÑA. Revista Científica del Museo Aqueológico de Quíbor. Año 1, Número 1. Quíbor, 1.986.

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CONTENIDO Pag.CAPITULO I. PALO NEGRO HOY 15La Comunidad en el Presente 19¿Por qué Palo Negro? 20Dimensiones Geográficas y Condiciones Ambientales 21Limites 25Características Geográficas 25Condiciones Ambientales 31Características Sociales 31Así Da Nombre y Habla Palo Negro 35CAPITULO II. UNA MIRADA AL PASADO 39Legado Antropológico 41Vida Prehispánica 45Huellas del Genocidio Europeo 50Conquista Hispana 50Producción Colonial 52Vestigios de la Guerra de Independencia 54La República 55Influencia de la Guerra Federal 56El Gomecismo 57El Perejimenismo 58La Democracia Representativa 59El Proceso Bolivariano 62CAPITULO III. LA TERROFAGIA 67Breve Descripción del Fenómeno 69Los Indígenas y la Tierra 69Los Españoles y su Concepción de la Tierra 70La Independencia y la Terrofagia Criolla 71La Guerra Federal. Zamora” Tierra y Hombres Libres” 72La Terrofagia en Palo Negro 72

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CAPITULO IV. MEMORIAS E IMAGINARIO POPULAR 77María Custodia de la Cruz RodríguezY el Lucero de la Palma. 79Froilán Rodríguez. Crónicas de mi Tierra 81Maura Díaz. Para Vivir Hay que Luchar 83Melquiades Díaz. Quía, la Vida es un Cuento 85Pablo Torres. Entre los Tiempos 89Henry Guédez. Paciencia Creadora 91Amado Hernández. La Caridad Anda sobre Ruedas 92Marcos Rodríguez. Y el Amo de las Aguas 93Amílcar Rafael Díaz. La Perseverancia 95Reinaldo Méndez. Tallando Futuro 95Iraima Medina de Parra. Fantasías de Arcilla. 96Douglas Díaz. Madera y Trabajo 97CAPITULO V. SABIDURIA POPULAR 99Gastronomía 103Artesanía y Agricultura 104FUENTES CONSULTADAS 105

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Adda Dalila Rodríguez Mendoza Quiboreña, Artesana-escultora y Chef Intetnacional, residenciada en su ciudad natal desde su nacimiento donde curso sus estudios de primaria y secundaria. Realizó estudios en la Universidad Centrooccidental “Lisandro Alvarado” (UCLA); y en la Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez” (UNESR) de la que egresó, en julio del año 2008, como Licenciada en Educación mención Desarrollo Cultural, a través del convenio marco de formación UNESR- Ministerio del Poder Popular Para la Cultura; en el que entre otros trabajos realizó la reconstrucción de la Historia Local del Caserío Palo Negro (2007). Actualmente se desempeña en su taller artesanal realizando sus obras, en la lucha ecológica cultural, en apoyo voluntario en la coordinación de la Sala de Cine Comunitario “Pedro Jiménez”-convenio de la Casa de la Cultura “Alí Primera” y el Ministerio del Poder Popular para la Cultura - y en proyectos de investigación sobre alternativas alimentarias.

Iginio J. Rivero MorenoPoeta y Artesano. Nació en Barquisimeto un 13 de marzo en el año 1975. Desde 1977 reside en Quíbor, donde realizó sus estudios iniciales. Cursó estudios en el Instituto Universitario Experimental de Tecnología “Andrés Eloy Blanco” (IUETAEB) de Barquisimeto; y en el Núcleo Centrooccidental de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Egresó, en julio del año 2008 como licenciado en Educación Mención Desarrollo Cultural, en la Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez” (UNESR) a través del convenio marco de formación UNESR- Ministerio del Poder Popular Para la Cultura. Actualmente, mantiene

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su hacer en la escritura, en su taller de artesanía, en la lucha sociopolítica desde el movimiento ecológico cultural; y se desempeña como facilitador de la Misión Cultura- Lara en el programa de la Escuela Nacional de Culturas Populares y como Docente de la Universidad Politécnica Territorial de Lara “Andrés Eloy Blanco”

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Corrección: Antonio DunoDiagramación : Armando Aguilar

Diseño de Portada: Antonio Duno y Armando AguilarImpresión: Armando Aguilar

Fotos de Portada: Adda Dalila Rodríguez M.

Los 300 ejemplares de este títulose imprimieron durante el mes de Mayo de 2014

en el Sistema Nacional de Imprentas, LaraBarquisimeto, Venezuela.

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palo negro desde siempre

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