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Oszlak, O. “La formación del Estado Argentino” Capítulo 1. Lineamientos conceptuales e históricos Estado, nación, estado nacional: algunas precisiones No se trata solamente de preguntarse cuando una nación (o un mercado, o un estado) se convierte en tal, sino además qué otra cosa va siendo a lo largo de su proceso constitutivo. Dentro de este proceso de construcción social, la formación del estado nacional supone a la vez la conformación de la instancia política que articula la dominación en la sociedad, y la materialización de esa instancia en un conjunto interdependiente de instituciones que permiten su ejercicio. La existencia del estado se verificaría entonces a partir del desarrollo de un conjunto de atributos que definen la “estatidad” (la condición de ser “estado”) es decir, el surgimiento de una instancia de organización del poder y de ejercicio de la dominación política. El estado es, de este modo, relación social y aparato institucional. La estatidad supone la adquisición por parte de esta entidad en formación, de una serie de propiedades: Capacidad de externalizar su poder, obteniendo reconocimiento como unidad soberana dentro de un sistema de relaciones interestatales; Capacidad de institucionalizar su autoridad, imponiendo una estructura de relaciones de poder que garantice su monopolio sobre los medios organizados de dominación; Capacidad de diferenciar su control, a través de la creación de un conjunto diferenciado de instituciones públicas con reconocida legitimidad para extraer recursos de la sociedad civil, con cierto grado de profesionalización de sus funcionarios y cierta medida de control centralizado sobre sus variadas actividades; Capacidad de internalizar una identidad colectiva, mediante símbolos que refuerzan sentimientos de pertenencia y solidaridad social y permiten el control ideológico como mecanismo de dominación. Estos atributos no definen a cualquier tipo de estado sino a un estado nacional . El surgimiento del estado nacional es el resultado de un proceso de lucha por la redefinición del marco institucional considerado apropiado para el desarrollo de la vida social organizada. Esto implica que el estado nacional surge en relación a una sociedad civil que tampoco ha adquirido el carácter de sociedad nacional. El tema de la estatidad no puede entonces desvincularse del tema del surgimiento de la nación, como otro de los aspectos del proceso de construcción social. En este sentido, el doble carácter del estado (abstracto y material) encuentra un cierto paralelismo en el concepto de nación. En efecto, en la idea de nación también se conjugan elementos materiales e ideales.

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Oszlak, O. “La formación del Estado Argentino” Capítulo 1. Lineamientos conceptuales e históricos Estado, nación, estado nacional: algunas precisionesNo se trata solamente de preguntarse cuando una nación (o un mercado, o un estado) se convierte en tal, sino además qué otra cosa va siendo a lo largo de su proceso constitutivo.Dentro de este proceso de construcción social, la formación del estado nacional supone a la vez la conformación de la instancia política que articula la dominación en la sociedad, y la materialización de esa instancia en un conjunto interdependiente de instituciones que permiten su ejercicio. La existencia del estado se verificaría entonces a partir del desarrollo de un conjunto de atributos que definen la “estatidad” (la condición de ser “estado”) es decir, el surgimiento de una instancia de organización del poder y de ejercicio de la dominación política.  El estado es, de este modo, relación social y aparato institucional.La estatidad supone la adquisición por parte de esta entidad en formación, de una serie de propiedades:Capacidad de externalizar su poder, obteniendo reconocimiento como unidad soberana dentro de un sistema de relaciones interestatales;Capacidad de institucionalizar su autoridad, imponiendo una estructura de relaciones de poder que garantice su monopolio sobre los medios organizados de dominación;Capacidad de diferenciar su control, a través de la creación de un conjunto diferenciado de instituciones públicas con reconocida legitimidad para extraer recursos de la sociedad civil, con cierto grado de profesionalización de sus funcionarios y cierta medida de control centralizado sobre sus variadas actividades;Capacidad de internalizar una identidad colectiva, mediante símbolos que refuerzan sentimientos de pertenencia y solidaridad social y permiten el control ideológico como mecanismo de dominación. Estos atributos no definen a cualquier tipo de estado sino a un estado nacional. El surgimiento del estado nacional es el resultado de un proceso de lucha por la redefinición del marco institucional considerado apropiado para el desarrollo de la vida social organizada. Esto implica que el estado nacional surge en relación a una sociedad civil que tampoco ha adquirido el carácter de sociedad nacional.El tema de la estatidad no puede entonces desvincularse del tema del surgimiento de la nación, como otro de los aspectos del proceso de construcción social. En este sentido, el doble carácter del estado (abstracto y material) encuentra un cierto paralelismo en el concepto de nación. En efecto, en la idea de nación también se conjugan elementos materiales e ideales.La existencia del estado presupone la presencia de condiciones materiales que posibiliten la expansión e integración del espacio económico (mercado) y la movilización de representantes sociales para instituir relaciones de producción e intercambio mediante el control y empleo de recursos de dominación. Esto significa que la formación de una economía capitalista y de un estado nacional son aspectos de un proceso único, aunque cronológica y espacialmente desigual. Pero además implica que esa economía en formación va definiendo un ámbito territorial, diferenciando estructuras productivas y homogeneizando intereses de clase que contribuyen a otorgar al estado un carácter nacional.El surgimiento de condiciones materiales que hacen posible la conformación de un mercado nacional es condición necesaria para la constitución de un estado nacional.La formación del estado nacional es el resultado de un proceso convergente, aunque no unívoco, de constitución de una nación y un sistema de dominación. La constitución de la nación supone el surgimiento y desarrollo, dentro de un ámbito territorialmente delimitado, de intereses diferenciados generadores de relaciones sociales capitalistas; y en un plano ideal, la creación de símbolos y valores generadores de sentimientos de pertenencia que tienden un arco de solidaridades por encima de los variados y antagónicos intereses de la sociedad civil enmarcada por la nación.La existencia del estado deviene de un proceso formativo a través del cual aquél va adquiriendo un complejo de atributos que en cada momento histórico presenta distinto nivel de desarrollo.El ámbito de competencia y acción del estado puede observarse como un campo de negociación y conflicto, donde se solucionan cuestiones que integran los problemas socialmente vigentes. De esta forma el origen, expansión, diferenciación y especialización de las instituciones estatales resultarían de intentos por resolver la creciente cantidad de cuestiones que va planteando el contradictorio desarrollo de la sociedad.La expansión de aparato estatal deriva del creciente involucramiento de sus instituciones en áreas problemáticas (o “cuestiones”) de la sociedad, frente a las que adoptan posiciones respaldadas por recursos de dominación.

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El grado de consenso o coerción implícito en estos actos de apropiación depende de la particular combinación de fuerzas sociales que los enmarcan. Pero en todo caso, siempre se hallan respaldados por alguna forma de legitimidad, derivada del papel que el estado cumple como articulador de relaciones sociales, garante de un orden social que su actividad tiende a reproducir. Emancipación, organización y estados nacionales en América Latina.El acto de ruptura con el poder imperial no significó la automática suplantación del estado colonial por unestado nacional. Ello se debió a que en su origen, la mayoría de los movimientos emancipadores tuvieron un carácter municipal, limitados generalmente a la localidad de residencia de las autoridades coloniales. Los débiles aparatos estatales del período independentista estaban formados por un reducido conjunto de instituciones. A este primitivo aparato se fueron superponiendo órganos políticos, con los que se intento sustituir el sistema de dominación colonial y establecer un polo de poder alrededor del cual formar un estado nacional, en muchos casos confluyeron en largos períodos de enfrentamientos regionales y lucha entre facciones políticas, en los que la existencia del estado nacional se fundaba, de hecho, en solo uno de sus atributos: el reconocimiento externo de su soberanía política.La integración política de las colonias con la metrópoli, que el proceso emancipador interrumpió, había sido una condición necesaria de su explotación económica. Con la independencia, las tendencias hacia la autonomización regional se vieron reforzadas por el debilitamiento de los antiguos ejes dinámicos de la economía colonial y el creciente aislamiento, que dificultó el desarrollo e integración de nuevos circuitos económicos. El período independentista se caracterizó así por tendencias secesionistas que desmembraron los virreinatos y modificaron drásticamente el mapa político de América Latina.Sin duda, la concreta posibilidad de constitución de un estado dependió fundamentalmente del grado de articulación logrado entre los intereses rurales y urbanos.Como gruesa generalización, podríamos aceptar que la efectiva posibilidad de creación de una economía más integrada y compleja, sumada a la preservación de ciertas instituciones coloniales como instrumentos de control político, suministraron la base que fusionaría a la sociedad territorialmente asentada y al incipiente sistema de dominación, en un estado nacional. En la experiencia latinoamericana los largos períodos de guerras civiles, que se extendieron entre la independencia y la definitiva organización nacional, pueden visualizarse como aquella etapa en la que se fueron superando las contradicciones subyacentes en la articulación de los tres componentes (economía, nación y sistema de dominación) que conformarían el estado nacional. Cuestiones centrales en la etapa formativa del estadoLa propia existencia de los estados estuvo ligada a la aparición de condiciones en el ámbito internacional que modificaron profundamente la extensión y calidad del abanico de oportunidades de actividad económica desarrollables en la región. Aún cuando las nuevas oportunidades de desarrollo capitalista movilizaron a los agentes económicos y produjeron ajustes y desplazamientos en las actividades productivas tradicionales, tal movilización encontraba prontamente límites objetivos: mercados muy localizados, población escasa, rutas intransitables, anarquía monetaria, inexistencia de un mercado financiero y vastos territorios bajo control indígena o de caudillos locales. Las iniciativas veían comprometidas sus posibilidades de realización.Ante los sectores dominantes de la época, el estado nacional aparecía como la única instancia capaz de movilizar los recursos y crear las condiciones que permitieran superar el desorden y el atraso. Resolver estas cuestiones exigía, necesariamente, consolidar el “pacto de dominación” de la incipiente burguesía y reforzar el precario aparato institucional del estado nacional.En consecuencia, durante la primera etapa del periodo independentista los esfuerzos de los incipientes estados estuvieron dirigidos a eliminar todo resabio de poder contestatario, extendiendo su autoridad a la totalidad de los territorios sobre los que reivindicaban soberanía. La reiterada y manifiesta capacidad de ejercer el control e imponer mando efectivo y legítimo sobre territorio y personas, en nombre de un interés superior material e ideológicamente fundado en el nuevo patrón de relaciones sociales, es lo que definía justamente el carácter nacional de estos estados. Esa capacidad se veía jaqueada por el enfrentamiento con intereses regionales, con tradiciones de administración localista, con formas caudillistas de ejercicio del poder local y con variables proyectos federativos y tendencias disolventes que amenazaban la integridad de los territorios pretendidamente acotados por la nación. De aquí que en esta primera etapa los nuevos estados exteriorizaran su presencia fundamentalmente como aparatos de represión y control social, lo cual se reflejaba en el mayor peso relativo de aquellas instituciones destinadas a la consolidación y legitimación del poder central (milicias, vías de comunicación, instituciones y mecanismos jurídicos

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de regulación social). El “orden” representaba para el estado una condición básica de su supervivencia y consolidación. Orden y progreso, pero primero orden, luego progreso.Un estado capaz de imponer el orden y promover el progreso era, casi por definición, un estado que había adquirido como atributos la capacidad de institucionalizar su autoridad, diferenciar su control e internalizar una identidad colectiva. Asignar sus escasos recursos al “orden” restaba posibilidades de facilitar el “progreso”, con lo cual su legitimación tendía a fundarse en la coacción, resintiéndose su viabilidad institucional. Pero por otra parte, imponer “orden”, efectivizarlo, creaba condiciones materiales para impulsar el progreso, libraba recursos para su promoción, aumentaba la capacidad extractiva y viabilidad del estado y tendía a fundar su legitimación en su condición de agente fundamental del desarrollo de relaciones sociales capitalistas.En general, los estados que emergieron del proceso de internacionalización de la economía mostraron una débil capacidad extractiva y una fuerte dependencia del financiamiento externo, lo cual sumado a su papel en la formación de un mercado interno, la consolidación y ordenamiento jurídico de la propiedad de la tierra, el aliento a la producción de materias primas y manufacturas con escasos requerimientos tecnológicos y la canalización de recursos hacia sectores primario-exportadores, mercantiles y financieros, reforzaron las características de un sistema productivo y un orden social subordinado frente a los centros del capitalismo mundial. Dependiendo principalmente de la naturaleza de los bienes primarios exportables que constituyeron la base de la inserción en el mercado internacional. Su actividad y recursos se dirigieron hacia la creación de condiciones que favorecieran la expansión de la economía exportadora y mercantil.Las observaciones efectuadas sugieren que los estados latinoamericanos, en su etapa formativa, fueron desarrollando sucesivamente sus aparatos de represión, de regulación y de acumulación de capital social básico. El estado debía, para consolidad su poder, legitimarse y luego continuar sosteniendo las condiciones de expansión económica. RecapitulaciónLa identificación con la lucha emancipadora, precario componente idealista de la nacionalidad, fue insuficiente para producir condiciones estables de integración nacional. La base material de la nación recién comenzó a conformarse con el surgimiento de oportunidades para la incorporación de las economías locales al sistema capitalista mundial y el consecuente desarrollo de intereses diferenciados e interdependientes generados por tales oportunidades.La consolidación del poder de aquella clase, o alianza de clases, que controlaba los nuevos circuitos de producción y circulación de bienes en que se basó la expansión de la economía exportadora.Este sistema de dominación (el estado nacional) fue a la vez determinante y consecuencia del proceso de expansión del capitalismo iniciado con la internacionalización de las economías de la región. Determinante en tanto creo las condiciones, facilito los recursos y hasta promovió la constitución de los agentes sociales, que favorecerían el proceso de acumulación. Consecuencia, en tanto a través de múltiples formas de intervención se fueron diferenciando su control, afirmando su autoridad y, en última instancia, conformando sus atributos.

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Capítulo 1 - LINEAMIENTOS CONCEPTUALES E HISTÓRICOSEstado, Nación E nacional. Algunas precisionesFormación del E aspecto constitutivo del proceso de construcción social tiene un cierto orden no es el reflejo o el resultado de una simple yuxtaposición de elementos el patrón resultante depende de los problemas y desafíos que el propio proceso de construcción social encuentra en su desarrollo histórico, así como de las posiciones adoptadas y recursos movilizados por los diferentes actores - incluido el E - para resolverlos.Conformación del E nacional supone a la vez la conformación de la instancia política que articula la dominación en la sociedad y la materialización de esta instancia en un conjunto interdependiente de Instituciones que permiten su ejercicio.Existencia del E se verifica a partir del desarrollo de un conjunto de atributos que definen la “ESTATIDAD” (el surgimiento de una instancia de organización del poder y de ejercicio de dominación política). El E es relación social y aparato institucional.La ESTATIDAD supone la adquisición por parte de la entidad en formación de una serie de propiedades: capacidad de externalizar su poder, obteniendo reconocimiento como unidad soberana dentro de un sistema de relaciones inestables capacidad de institucionalizar su autoridad, imponiendo una estructura de relaciones de poder que garantice su monopolio sobre los medios organizados de coerción capacidad de diferenciar su control, a través de la creación de un conjunto funcionalmente diferenciado de instituciones publicas con reconocida legitimidad para extraer establemente recursos de la sociedad civil, con cierto grado de profesionalización de sus funcionarios y cierta medida de control centralizado sobre sus variadas actividades capacidad de internalizar una identidad colectiva, mediante la emisión de símbolos que refuerzan sentimientos de pertenencia y solidaridad social y permiten, en consecuencia, el control ideologico como mecanismo de dominación.Estos atributos no definen a cualquier estado sino al E nacional surge en relación con una sociedad civil que todavía no ha adquirido el carácter de sociedad nacional este carácter es el resultado de un proceso de mutuas determinaciones entre ambas esferas.El tema de la estatidad no puede desvincularse del de surgimiento de la nación en la idea de nación se conjugan elementos:- materiales: se vinculan con el desarrollo de intereses resultantes de la diferenciación e integración de la actividad económica dentro de un espacio territorial delimitado- e ideales: difusión de símbolos, valores y sentimientos de pertenencia a una comunidad diferenciada por tradiciones, etnias, lenguaje y otros factores de integración que configuran una identidad colectiva.La existencia del E presupone entonces la presencia de CONDICIONES MATERIALES que posibiliten la expansión e integración del espacio económico (mercado) y la movilización de agentes sociales en el sentido de instituir relaciones de producción e intercambio mediante el control y empleo de recursos de dominación esto significa que LA FORMACIÓN DE UNA ECONOMÍA CAPITALISTA Y DE UN E NACIONAL SON ASPECTOS DE UN PROCESO UNICO pero además, el surgimiento de condiciones materiales que hacen posible la conformación de un mercado nacional es condición necesaria para la constitución de un E nacional En este punto la experiencia latinoamericana no se aparta del clásico patrón europeo.

Ampliación del aparato estatal:Implica la apropiación y conversión de intereses “civiles”, “comunes” en objeto de su actividad, pero revestidos entonces de la legitimidad que le otorga su contraposición a la sociedad como interés generalDeriva del creciente involucramiento de sus instituciones en áreas problemáticas de la sociedad, frente a las que adoptan posiciones respaldadas por recursos de dominación.El grado de consenso o coerción implícitos en estos actos de apropiación depende de la particular combinación de fuerzas sociales que los enmarcan siempre se hallan respaldados por alguna forma de legitimidad, derivada del papel que el Estado cumple como articulador de relaciones sociales, como garante de un orden social que su actividad tiende a reproducir.

Emancipación, organización y estados nacionales en América LatinaEl acto de ruptura con el poder imperial no significó la automática suplantación del E colonial por un E nacional, ello se debió a que en su origen la mayoría de los movimientos emancipadores tuvieron un carácter municipal.Al primitivo aparato colonial se fueron superponiendo órganos políticos con los que se intentó sustituir el sistema de dominación y establecer un polo de poder alrededor del cual constituir un E nacional. Estos intentos no siempre

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fueron exitosos no pocas veces el fracaso se debió a la escasa integración territorial, derivada de la precariedad de los mercados y agravada por la interrupción de los vínculos con la vieja metrópoli. La integración política de las colonias con la metrópoli había sido una condición necesaria de su explotación económica.Periodo independentistas e caracterizó por tendencias secesionistas que desmembraron los virreinatos y modificaron drásticamente el mapa político de América Latina.La estructuración de los nuevos Estados se vio condicionada por dos factores: la inexistencia de interdependencia real entre señores de la tierra y la acción de la burguesía urbana este grupo tendería a consolidarse al mismo tiempo que se integraba con algún sub-grupo rural, creándose de este modo condiciones para la estructuración de un efectivo sistema de poder.La concreta posibilidad de constitución de un E dependió del grado de articulación logrado entre los intereses rurales y urbanos, lo cual a su vez estuvo relacionado con las condiciones existentes para la integración económica del espacio territorial.La efectiva posibilidad de creación de una economía más integrada y compleja, sumada a la preservación de ciertas instituciones coloniales como instrumento de control político, suministraron el cemento que amalgamaría a la sociedad territorialmente asentada y al incipiente sistema de dominación, en un E nacional.Experiencia latinoamericana largos períodos de guerras civiles etapa en que se fueron superando las contradicciones subyacentes en la articulación de tres componentes (economía, nación y sistema de dominación) que conformarían el E nacional.

Cuestiones centrales en la etapa formativa del EAnte los sectores dominantes de la época el E nacional aparecía como la UNICA INSTANCIA capaz de movilizar los recursos y crear las condiciones que permitieran superar el desorden y el atraso resolver estas cuestiones exigía consolidar el “pacto de dominación” de la incipiente burguesía y reforzar el precario aparato institucional del E nacional.Diversidad y simultaneidad de manifestaciones de desorden que el E debía afrontar: enfrentamiento armado (levantamiento de caudillos locales, rebeliones campesinas, incursiones indígenas, etc.) la tradición conspiraba contra la centralización en el E de ciertos instrumentos de control social: registro de personas, aparato educacional, practicas comerciales uniformes, etc.Imponer el orden implicaba regularizar el funcionamiento de la sociedad, hacer previsibles las transacciones, regular los comportamientos el orden aparecía entonces, paradójicamente, como una drástica modificación del marco habitual de relaciones sociales implicaba la imposición de un patrón diferente de convivencia.En consecuencia durante la 1º etapa del periodo independentista los esfuerzos de los incipientes estados estuvieron dirigidos a eliminar todo resabio de poder contestatario, extendiendo su autoridad a la totalidad de los territorios sobre los que reivindicaban soberanía en esta primera etapa los nuevos E exteriorizarán su presencia fundamentalmente como aparatos de represión y control social.La cuestión del orden acaparo la atención y recursos del E nacional desde el momento de su constitución resolverla representaba para el E una condición básica de supervivencia y consolidación, además constituía una premisa elemental para el establecimiento de formas estables de relación social, compatibles con las oportunidades y expectativas que surgían con la integración de las economías latinoamericanas al por eso la cuestión del progreso surgió como contratara del orden, como su natural corolario orden y progreso, pero primero orden y después progreso.Asignar sus escasos recursos al “orden” restaba posibilidades de facilitar el “progreso” con lo cual su legitimación tendía a fundarse en la coacción, resintiéndose su viabilidad institucional. Pero por otra parte imponer orden, efectivizarlo, creaba condiciones materiales para impulsar el progreso resolver estas cuestiones representó para el E un medio para adquirir estatidad.Los E latinoamericanos, en su etapa formativa, fueron desarrollando sucesivamente sus aparatos de represión, de regulación y de acumulación de capital social básico. Sus cristalizaciones institucionales - en forma de legislación, organismos públicos, mecanismos administrativos y pautas de asignación de recursos - reflejaron las diversas combinaciones a través de las cuales el E procuró resolver los problemas del “orden” y el “progreso” pero todo esto exigía RECURSOS los recursos genuinos, derivados de rentas ordinarias, resultaban insuficientes para superar los apremios creados por la fuerte vulnerabilidad de una economía dependiente, y por lo tanto, inestable como fuente regular de recursos la inversión directa en obras de infraestructura y actividades productivas garantizadas por el E, así como los empréstitos contraídos por el mismo suministraron los recursos adicionales necesarios para asegurar el

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funcionamiento del aparato institucional dinamizó los circuitos económicos y contribuyó a aumentar el excedente social.

Cuestiones dominantes en la etapa de consolidación del ENi los problemas del “orden” ni los del “progreso” acabaron por resolverse nunca.Rasgos comunes observables en la evolución histórica del aparato estatal en América Latina: correspondencia entre el tipo de cuestión social y el tipo de mecanismo institucional apropiado para resolverla: organismos de seguridad social para resolver la “cuestión social”, de expropiación de tierras para la reforma agraria y los mecanismos de regulación cambiaria, tributaria arancelaria y crediticia para paliar los efectos de la crisis mundial. Crecimiento del aparato estatal a través de tandas de organismos y recursos funcionalmente especializados. Carácter conflictivo que adquiere el proceso de expansión estatal, como consecuencia de la constitución de su aparato en arena de negociación y enfrentamiento.

RecapitulaciónLa base material de la nación recién comenzó a conformarse con el surgimiento de oportunidades para la incorporación de las economías locales al sistema capitalista mundial.A lo anterior lo acompañó la consolidación en el poder de la alianza de clases que controlaba los nuevos circuitos de producción y circulación de bienes en que se basó la expansión de la economía exportadora.El ESTADO NACIONAL fue a la vez determinante y consecuencia del proceso de expansión del capitalismo iniciado con la internacionalización de las economías de la región.Determinante: en tanto creo las condiciones, facilitó los recursos y hasta promovió la constitución de los agentes sociales que favorecerían el proceso de acumulación.Consecuencia: en tanto a través de estas múltiples formas de intervención se fueron diferenciando su control, afirmando su autoridad y, en ultima instancia, conformando sus atributos.Las modalidades que históricamente asumió la resolución de los problemas relativos al “orden” y al “progreso” fueron definiendo la naturaleza y significación de los sectores sociales y de las instituciones estatales.

Capítulo 3 LA CONQUISTA DEL ORDEN Y LA INSTITUCIONALIZACIÓN DEL ESTADOIntroducciónPavón derrumbe de la Confederación Argentina la confirmación de la hegemonía porteña no significó la resolución del viejo problema de la institucionalización del poder.El triunfo de Pavón creaba una situación sin precedentes en la historia institucional del país la lucha política se entabló desde posiciones diferentes de un conflicto “horizontal”, entre pares se pasó a una confrontación “vertical” entre desigual esto da movilización de fuerzas contraria al orden establecido por los vencedores sería calificada, de ahí en mas, como levantamiento o rebelión interior.El centro de la escena política fue ocupado por una coalición de fracciones de una burguesía en formación sus actividades eran mercantiles y agroexportadoras y ellas se vinculaban: Por origen social los intelectuales y guerreros eran una clase política Por lazos comerciales fracciones burguesas del litoral fluvial y el interior.Por su diversidad no eran una coalición fuerte y confiable diferencias internas por eso el liderazgo inicial de BSAS pronto se diluyó pasaron 18 años hasta que se consolidó nuevamente un “pacto de dominación” relativamente estable.

Ámbitos de actuación y formas de penetración del ELa existencia y desarrollo de instituciones estatales puede observarse como un verdadero proceso de “expropiación” social en el sentido de que su creación y expansión implica la conversión de intereses “comunes” de la sociedad civil en objeto de interés general a medida que esto ocurre la sociedad va perdiendo competencias, ámbitos de actuación, etc.Al disolverse la Confederación Argentina se retornó de hecho al arreglo institucional vigente antes de su creación la desagregación y la implementación de la Constitución Nacional estaban todavía pendientes ello suponía materializar en la acción lo que hasta ese entonces era una formal declaración de intenciones. Se trataba de:adquirir el monopolio de ciertas formas de intervención social reservadas a la jurisdicción de las provinciasde una invasión por el E nacional de ámbitos de acción propios “particulares”de la delimitación de nuevos ámbitos operativos que ningún otro sector de la sociedad estaba en condiciones de atender.

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La existencia del E nacional exigía replantear los arreglos institucionales preexistentes, desplazando el marco de referencia de la actividad social de un ámbito local-privado a un ámbito nacional-publico.La transferencia de funciones ejercidas de hecho por las provincias, concentró los mayores esfuerzos del gobierno nacional, que fueron dirigidos especialmente a la formación de un ejército y un aparato recaudados verdaderamente nacionales.Disuelta la Confederación las fuerzas militares de BSAS pasaron a constituirse en el núcleo del nuevo ejército nacional.La reorganización del sistema rentístico y su aparato recaudador se llevó a cabo a partir de los recursos y organismos correspondientes de la provincia de BSAS.El problema ya no se reducía a montar, sobre la base de instituciones de BSAS, organismos con proyección nacional, sino a apropiar y concentrar atribuciones ejerciéndolas a través de mecanismos generalmente creados ex novo.El gobierno nacional tenia que apropiarse de ciertos instrumentos de regulación social hasta entonces impuestos por la tradición, legalizados por la colonia o asumidos por instituciones como la iglesia no había en estos casos una clara lógica de sustitución se resolvía de forma pragmática.Las heterogéneas disposiciones, costumbres, instituciones y practicas socialmente aceptadas desde la colonia pasando por la vida independiente habían conformado un cuerpo jurídico amorfo e inconsistente-fueron sustituidos por modernos códigos anticiparon y regularon minuciosamente los más diversos aspectos de la vida civil y la actividad económica.A veces la apropiación funcional implicó una invasión de fueros ancestrales Ej. Registro de personas, casamiento y cementerios.Otras veces supuso la incursión en ciertos campos combinando su acción con la de los gobiernos provinciales y la de los particulares Ej. Educación, FFCC, áreas de colonización, negocios bancarios, construcción de obras, etc.En general el E se apropió de las actividades hasta ahora mencionadas sustituyendo en su ejecución a otros agentes sociales esta sustitución, casi siempre imperativa, implicaba una transferencia y concentración de ámbitos funcionales cuyo control representaría, a la vez, una fuente de legitimación y poder el E comenzaba a hallar espacio institucional y a reforzar los atributos que lo definían como sistema de dominación esto sacudió las raíces las formas tradicionales de organización social y ejercicio del poder político por eso después de la instauración del gobierno de Mitre las reacciones no tardaron en producirse.A pesar de que el movimiento indiciado en BSAS contaba con aliados de causa en el interior, fue la rápida movilización de su ejercito el argumento más contundente para “ganar la adhesión” de las provincias la centralización del poder y los recursos resultaba insuficiente sin embargo esta presencia no podía ser solo coactiva - los largos años de guerra civil habían demostrado la inviabilidad de varios experimentos de creación del E fundado en las fuerzas de las armas o en efímeros pactos cambiantes - si la represión aparecía como condición necesaria para lograr el monopolio de la violencia y el control territorial la creación de bases consensuales de dominación aparecía también como atributo de estatidad, ello suponía no solamente la constitución de una alianza política estable, sino además una presencia articuladora - material e ideológica - que soldara relaciones sociales y afianzara los vínculos de la nacionalidad de aquí el carácter multifacético que debía asumir la presencia estatal y la variedad de formas de penetración que la harían posible.

Penetración represivaEsta modalidad implica la aplicación de la violencia física o amenaza de coerción, tendientes a lograr el acatamiento a la voluntad de quien la ejerce y a suprimir toda eventual resistencia a la autoridad instrumento clave empleado por el E para imponer esta forma de control coercitivo fue la institucionalización de un EJÉRCITO NACIONAL.Hasta 1862 la conducción del aparato represivo fue un atributo compartido por el gobierno nacional y las provincias.La renuencia de las provincias a ceder el privilegio de la conducción de las fuerzas militares radicadas en su territorio, base de la defensa de su autonomía pero a la vez escollo para la formación de un ejército nacional.Correspondió a Mitre la organización de un ejercito regularAl comienzo los problemas a resolver fueron: la simultaneidad o alternancia sucesiva de los frentes de lucha y la falta de profesionalización (no había una ley de conscripción obligatoria) Homogeneización de los cuadros militares ya que No se contaba con una fuerza integrada con el aporte de todas las provincias No existía una adecuada distribución jerárquica entre los diversos rangos.

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La creación de ejercito nacional no eliminó automáticamente a las guardias nacionales mantenidas por las provincias Mitre y Sarmiento debieron enfrentar rebeliones interiores tenían una motivación común: la defensa de las autonomías provinciales, amenazadas por la creciente centralización del poder en un E nacional que, a los ojos del interior, encarnaba el proyecto hegemónico de BSAS.La organización del ejército nacional se planteo en términos de una disminución de los efectivos movilizados en la campaña militar y una concentración de esfuerzos en custodiar las fronteras, especialmente las “internas”, peligrosamente acechadas y violadas por incursiones indígenas.La presidencia de Mitre fue un periodo de dura prueba para el nuevo ejército nacionalHasta 1876 (se decreta su licenciamiento) la Guardia Nacional sirvió de importante refuerzo del ejército regular. Al constituirse como una institución permanente su existencia posibilitó y aceleró la capacidad de penetración del E nacional en todo el ámbito territorial todas las provincias se hallaban “representadas” en el ejército nacionalesto demostraba que el EN había conseguido ganar o imponer el apoyo de las provincias pero que aun no había podido establecer una fuerza diferenciada de su origen provincial y continuaba dependiendo del apoyo de los gobiernos locales para mantener el aparato represivo nacional.Ejército nacional hacia 1880 había adquirido un perfil institucional diferenteformaba sus cuadros con tropas enganchadas voluntariamentese había desarrollado su profesionalismo e institucionalización.tenía una estricta subordinación al poder civil lo que acentuó su espíritu de cuerpo evitando las divisiones interna y el fraccionamiento partidario.Se normalizó su aprovisionamiento, vestuario, armamento y puesta al día de los sueldosNuevos institutos militares formaban y perfeccionaban los cuadros.Los avances tecnológicos multiplicaban la capacidad ofensiva del poder militar nacional.Los gastos del gobierno nacional destinados al Ministerio de Guerra y Marina insumieron, hasta 1880, la porción más significativa del presupuesto el presupuesto bélico superó casi siempre la mitad de los gastos totales de gobierno las cifras ponen de manifiesto el abrumador peso que tuvo el componente represivo en la configuración inicial del aparato estatal su contrapeso fue el aumento de los recursos sobre todo provenientes del uso del crédito.

Penetración cooptativaSe refiere a la captación de apoyos entre los sectores dominantes locales y gobiernos provinciales a través de alianzas y coaliciones basadas en compromisos y prestaciones recíprocas tendientes a preservar y consolidar el sistema de dominación impuesto en el orden nacional.Para ser viable el E nacional debía contar con una clase social capaz de articular la economía a nivel nacional y desequilibrar la correlación de fuerzas políticas a nivel regional.Durante el interregno entre Pavón y la asunción de Mitre BSAS asumió de hecho el gobierno nacional. A partir de allí el Gob. nacional debió enfrentarse una vez mas al mismo dilema: diferenciarse de su matriz porteña sin traicionar los intereses asociados al Puerto; pero a la vez, lograrlo sin convertirse en una mera excrecencia del autonomismo provincial la “idea federal” era un enorme obstáculo a las posibilidades expansivas de un E nacional.Las provincias no podían ser ignoradas ganar su “adhesión” implicaba la creación de mecanismos que contrabalancearan esta importante fuente de poder que era el SENADO (creado con la Constitución del 53)Se trataba de incorporar a los sectores dominantes del interior, no tanto como representantes de intereses regionales o locales sino mas bien como componentes de un nuevo pacto de dominación a nivel nacional.El E nacional jugo sus cartas a 2 puntas:usando la fuerza y recursos de BSAS para someter a las provincias interiores yvaliéndose de pactos y coaliciones con las burguesías provinciales, para contrarrestar la influencia ejercida sobre el gobierno nacional por la burguesía porteña.Además de la represión abierta el E fue afirmando sus bases sociales de apoyo a través del empleo relativamente discrecional de ciertos mecanismos de cooptación: subvenciones a las provincias: la suspensión súbita de subvenciones a provincias cuyas situaciones no eran favorables o el refuerzo de partidas a aquellas otras en que los sectores dominantes eran adictos al gobierno nacional, constituía un instrumento de acción política que, hábilmente manejado, permitía consolidar las posiciones de sus aliados en el interior. Utilización de cargos públicos como mecanismo de cooptación: convirtió al empleo público en un importante factor compensador pero a la vez en un preciado instrumento para la captación de apoyos al gobierno nacional.

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Intervención federal: la vaguedad del texto constitucional sobre este asunto hizo posible que su aplicación no tuviera una modalidad precisa. Era un poderoso instrumento de control sobre los poderes locales. La utilización selectiva de este recurso apuntó mas bien a la conformación de un sistema político en el que los “partidos” provinciales dominantes se sometieran a las orientaciones fijadas desde el gobierno nacional.Aclaración: Sería erróneo calificar de partidos a la inmensa variedad de tendencias, facciones y agrupamientos escasamente orgánicos a través de los que se expresó la actividad política desde la independencia hasta las ultimas décadas del siglo 19. El término partido se utilizó en un sentido de “parcialidad”, de corriente aglutinadora de intereses relativamente inmediatos y coyuntura de un segmento de la sociedad, antes que en su moderno sentido corporativo. Existía una sucesiva creación y disolución de clubes políticos y con frecuencia los integrantes de la “clase política” cambiaban de partido esto demuestra la flexibilidad y el pragmatismo total que se producía por los intereses cambiantes y no por principios ideológicos contradictorios. Esta misma fluidez permitía al presidente de turno combinar y manipular sus variados recursos a fin de mantener y afianzar las situaciones provinciales que le eran favorables y volcar en su favor las contrarias pero el gobierno nacional no siempre las tendría todas consigo ni Mitre ni Sarmiento pudieron imponer sucesor. Correspondía a Avellaneda sentar las bases de un nuevo pacto de dominación.

Penetración materialFormas de avance del E nacional sobre el interior, expresadas en obras, servicios, regulaciones y recompensas destinados fundamentalmente a incorporar las actividades productivas desarrolladas a lo largo del territorio nacional al circuito dinámico de la economía pampeana esta incorporación producía dos tipos de consecuencias: Ampliaba el mercado nacional y Extendía la base social de la alianza que sustentaba el nuevo E.Hay que analizar primero la dimensión geográfica de nuestro país: este se reducía a un ramillete de viejas ciudades coloniales, esparcidas sobre un vasto territorio. Estos núcleos urbanos reunían la población y la economía de un espacio geográfico cuyos contornos políticos eran una reivindicación originada en un localismo exacerbado por los fracasos de los sucesivos intentos de organización nacional. Esa extensa geografía contenía una gradación de espacios diferenciados la provincia y el desierto constituían en esencia dos países. Su frontera era objeto de constante lucha y negociación y los límites provinciales se expandían o estrechaban en función de los resultados de esa lucha. Entre ambos comenzaron a surgir E intermedios, los “territorios” según la constitución, por coincidir con espacios prácticamente inexplorados e inhabitados, no sujetos a dominio de gobierno local alguno que quedaron subordinados a la jurisdicción nacional.Esta particular conformación del espacio había debilitado el desarrollo de vínculos nacionales, sentimientos de pertenencia y comunidad de destino y había impedido la formación de un mercado nacional.La organización nacional no podía apelar únicamente a argumentos ideológicos ni tampoco era posible construir la unidad nacional mediante el solo recurso de las armas había que formar un mercado nacionalaunque el país era prodigo en tierras su ocupación efectiva y puesta en producción exigía trabajo y capitales (gobernar es poblar)pero además de población se necesitaba inversiones en capital fijo y tecnología que articularan la producción y la circulación.Cuando en el plano institucional parecían allanados gran parte de los obstáculos que se oponían a la definitiva organización nacional, las barreras de la naturaleza y la inmovilidad o inexistencia de recursos seguían erigiendo formidables escollos. Ej. La necesidad de construcción de caminos, la libre navegación de los ríos originaba necesidades de canalización, obras portuarias, etc.,¿En que sentido fue el E argentino un factor de articulación social? A partir de 1862 el E nacional tuvo un papel preponderante en la creación de oportunidades, la generación de intereses y la satisfacción de necesidades que beneficiaron a regiones, sectores y grupos sociales cada vez mas amplios. Pero el hecho saliente es que estas formas de intervención penetraban efectivamente en la sociedad convirtiendo al E en un factor constituyente de la misma y a su acción en un prerrequisito de su mutua reproducción.No olvidemos que la penetración material fue solo una de las formas en que el E intentó extender su control sobre la sociedad la penetración material comparte con la cooptativa y la ideológica un común fundamento consensual, aun cuando este consenso tiene en cada caso referentes distintos: el interés material, el afán de poder o la convicción ideológica. En cambio la penetración represiva implica la aplicación de violencia física o amenaza de coerción tendientes a lograr el acatamiento a la voluntad de quien la ejerce y a suprimir toda eventual resistencia a su autoridad. La represión y las formas más consensuales de penetración son procesos simultáneos.

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El desorden era también visto como producto de la miseria y, si el progreso requería orden, también el orden requería progreso el progreso era un factor legitimante del orden, por lo que la acción del E debía anticiparse a resolver un amplio espectro de necesidades insatisfechas que “agitaban los espíritus” y amenazaban destruir una unidad tan duramente conseguida lo 1º era tomar conciencia de la real envergadura de los problemas enfrentados, de las oportunidades desaprovechadas, de las aspiraciones, necesidades e intereses despertados a partir de las nuevas circunstancias que dominaban la escena político-institucional de la sociedad argentina los gobiernos provinciales asumieron inicialmente el papel de voceros de los intereses económicos de sus respectivas localidades los informes de gobernadores y la correspondencia mostraban un cuadro elemental de la situación pero gran parte del papel articular del E se efectivizó a partir de una compleja red de interacciones entre “empresarios” estatales o individuos o sectores interesados desde este punto de vista la acción estatal uso diversos mecanismos: la provisión de medios financieros y técnicos para la ejecución de obras o el suministro de servicios el dictado de reglamentos que introdujeran la regularidad y la previsibilidad en las relaciones de producción e intercambio la concesión de beneficios y privilegios para el desarrollo de actividades lucrativas por parte de los empresarios privados (Ej. FFCC, Ej. Pág. 144: Ferrocarril Central Argentino. Conclusión: El impacto del FFCC fue desigual, jugando en el Litoral un rol articulador que contrasta con el disímil papel cumplido en el interior. Los FFCC crearon un MI nacional, pero sobre todo posibilitaron la explotación de la pampa húmeda, generaron un alza inédita en el precio de la tierra y contribuyeron, de este modo, a la consolidación de los terratenientes pampeanos como clase hegemónica.) y el acuerdo de garantías sobre la rentabilidad de los negocios emprendidos con el patrocinio estatal, la ejecución de las obras y la efectiva prestación de los servicios multiplicidad de los compromisos asumidos por el Ese garantizaban los capitales en su rendimiento, la fuerza de trabajo en su reproducción y la tierra en su posesión. Lucro, energía y propiedad: tres fuerzas de cuya debida articulación dependía el progreso.Otra cuestión importante: Importante papel que cumplió el E como empleador de fuerza de trabajo y formador de un extenso sector de contratistas e intermediarios capacidad del E de generar socialmente nuevas oportunidades de trabajo asalariado, extendiendo así las relaciones de producción capitalistas.

Penetración ideológicaA diferencia de las otras modalidades la penetración ideológica apelo a mecanismos mucho más sutiles, a veces subliminales mecanismos que tendieran a legitimar el nuevo patrón de relaciones sociales que se venían conformando.Este tipo de penetración con las otras contribuyeron a crear la base consensual sobre la cual podía construirse un sistema de dominación.La penetración ideológica del E implicaba lograr que en la conciencia ordinaria de los miembros de una sociedad se instalen ciertas creencias y valores hasta convertirlos en componentes propios de una conciencia colectiva hay que diferenciar dos aspectos de este proceso: por una parte la creación de una conciencia nacional (procura crear una mediación entre E y sociedad basada en el sentido de pertenencia a una nación) y por otra la internalización de sentimientos que entrañan una adhesión “natural” al orden social vigente y que, al legitimarlo, permiten que la dominación se convierta en hegemonía (promueve el consenso social en torno a un orden capitalista, un modo de convivencia, de producción y organización social que aparece adornado de ciertos atributos y valores deseables)En ambos casos lo que esta en juego es la capacidad de producción simbólica del E.Casos de penetración:EDUCACIÓN: vehiculo privilegiado. Los grupos dirigentes le asignaron una función política vinculada a la formación de recursos humanos. Se concebía mas como una garantía del orden que como condición de progreso. Se privilegiaba la preparación de sujetos aptos para el manejo de funciones burocráticas. Esta concepción tendió, en el marco de un régimen político oligárquico al elitismo y el enciclopedismo. Se privilegiaba la educación media sobre la primaria esto confirma el carácter elitista de la política oficial.CONTROL SOBRE EL CULTO: El estado nacional busco controlarla. La relación con la Iglesia tenia, para los sectores dominantes un carácter eminentemente instrumental: si la Iglesia controlaba conciencias, el E controlaba a la Iglesia.

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MATRIMONIO CIVIL: la ley de matrimonio civil fue aprobada en 1888. La ley presentaba limitaciones: por ejemplo no se apartaba en lo sustancial de las concepciones tradicionales sobre la familia. El matrimonio civil era considerado una institución cuya función básica era “darle hijos al E”.SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO: era un poderoso mecanismo de socialización y adoctrinamiento. Sus fundamentos no fueron puramente represivos. La faz coercitiva del aparato militar se complementaba, por la vía de la conscripción obligatoria, con un poderoso mecanismo de penetración ideológica y control social. Era un rito de pasaje, complementaba a la educación por sus fines similares. El pasaje por las filas del ejército podría constituirse también en un elemento de homogeneización étnica. La carga simbólica internalizada durante el pasaje por las filas completaba un proceso de socialización que se deseaba uniforme, de modo de “argentinizar” o nacionalizar más velozmente a los hijos de la población de orígenes, lenguas y tradiciones heterogéneas.

Cristalizaciones institucionalesLa descentralización del control, condición indispensable de la centralización del poder, implicaba diferenciar organismos, especializar funciones, desagregar y operacionalizar definiciones normativas abstractas, sin perder de vista la necesidad de coordinar e integrar la actividad desplegada por un sistema institucional crecientemente complejo estas cristalizaciones de la penetración estatal eran momentos en el proceso de adquisición de uno de los atributos de estatidad: la emergencia de un conjunto funcionalmente diferenciado de instituciones publicas relativamente autónomas respecto de la sociedad civil, con cierto grado de profesionalización de sus funcionarios y de control centralizado sobre sus actividades.El aparato institucional que surgió en esos primeros años era esencialmente un aparato militar. La burocracia estaba constituida principalmente por organismos castrenses.El gobierno nacional era un huésped poco grato no solo en BSAS sino también en las poblaciones donde la actividad de sus organismos tenía por objeto consolidar su capacidad extractiva de recursos y control social la inserción de estas instituciones en los medios locales estuvo signada por lealtades contradictorias una integración poco conflictiva exigía por lo general una alta dosis de flexibilidad en la aplicación de las disposiciones legales y reglamentarias establecidas por las autoridades centrales Ej. En las aduanas y receptorias el contrabando aparece como un mal inevitable.La incompleta institucionalización de las unidades administrativas nacionales en el interior también se manifestaba en su escasa especialización y reducida legitimidad.En estas circunstancias, resulta destacable el carácter “explorador” y “empresario” del funcionario destacado del interior los funcionarios nacionales revelaban un atento sentido de oportunidad frente a la apertura o cierre de posibilidades de expansión y mejoramiento de los servicios. En este aspecto asumían un claro papel intermediador entre los intereses del gobierno nacional y los de la comunidad de su jurisdicción, sin olvidar la promoción de sus propios intereses.1862el gobierno nacional al reconstituirse debió afrontar una situación inédita: continuar atendiendo el funcionamiento de organismos cuya responsabilidad asumía, tratando de crear al mismo tiempo un andamiaje institucional sin cuya existencia resultaba poco menos que imposible asegurar su gestión.No había un modelo que se aplicara existía una gran influencia de modas y modelos extranjeros en la organización y procedimientos burocráticos la imitación influyó en el pensamiento y la acción de la época la clase dirigente argentina miró hacia Europa y los EEUU, adoptando sus modelos de organización social y funcionamiento institucional esto no siempre se ajustó a las reales necesidades de la gestión estatal.El aparato burocrático que intenta desarrollar en la 1º etapa de la organización nacional definitiva constituye un armazón formal que solo muy gradualmente irá adquiriendo contenido.Desde el punto de vista de la diferenciación estructural y funcional del aparato burocrático Mitre mantuvo el esquema previsto en la constitución Nacional5 ministerios: de Guerra y Marina, del Interior, Justicia, culto e instrucción pública, el de Relaciones Exteriores y el de Hacienda.

Nueva división social del trabajoLos gobiernos provinciales pronto perderían a manos del E nacional el poder de reunir ejércitos, emitir moneda, decretar el E de sitio, administrar justicia o recaudar impuestos. Su intervención se concentraría en asegurar el normal desenvolvimiento de las relaciones sociales en el ámbito local de la producción y el intercambio, fundamentalmente mediante el disciplinamiento de la fuerza de trabajo y la provisión de algunos servicios. Quedaría reservado al gobierno nacional un abanico de funciones: los aspectos vinculados con el orden y el progreso cuya resolución no podía quedar librada a la iniciativa o los recursos de algún sector de la sociedad civilde todas formas la acción del E

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en esta primera etapa donde no tenia muchos recursos se concentraban en aquellas actividades que demandaban mas de su iniciativa y capacidad que de sus recursos: Ej. Promoción de la inmigración, la adquisición y concesión de créditos, el desarrollo de obras publicas.Primera ola económica expansiva durante el gobierno de Sarmiento afecto de forma diferencial a diversas regiones del país:aquellas que consiguieron incorporarse a la economía agroexportadora vieron aumentada la capacidad contributiva de su población ello aumento en consecuencia las posibilidades financieras de los gobiernos provinciales localizados en esos territorios.Las provincias marginadas del proceso de expansión “hacia fuera” o aquellas que no consiguieron generar un mercado nacional para sus productos hallaron mayores dificultades para reponer sus ya débiles finanzas. Y cayeron en la dependencia de los subsidios y el empleo que proporcionaba el gobierno nacional.El cuadro resultante podría resumirse así: Un Estado Nacional que crecía espasmódicamente Buenos Aires y, en menor medida, los demás E provinciales de la pampa húmeda, prácticamente relevados de aquellas actividades altamente riesgosas pero con capacidad de generar ingresos tributarios suficientes para asegurar la reproducción del nuevo patrón de relaciones sociales Las restantes provincias, con economías declinantes debido a su desvinculación con los mercados externos y al auge del comercio importador de BSAS que gradualmente sustituía a la producción local cuya precaria situación financiera se vio agravada por alzamientos armados contra el gobierno nacional o sus propios gobiernos.De esta forma se configuró una situación que tendía a reforzar la hegemonía de las provincias pampeanas y sus clases dominantes.La burguesía porteña se creo una doble base de sustentación: a través del control de las instituciones y recursos provinciales aseguró las condiciones contextuales y las garantías de coerción indispensables para organizar y promover una actividad productiva y mercantil en rápida expansión y frecuente transformación a través de su privilegiado acceso al gobierno nacional movilizó los recursos e instituciones que suprimirían los diversos focos de cuestionamiento al nuevo sistema de dominación y acercarían al puerto unidades productivas y mercados interiores creados a impulso de una vasta actividad de promoción, garantía de la inversión y construcción de grandes obras de infraestructura.

Relación nación-provinciasEl proceso de formación del E implicó la gradual sustitución del marco institucional provincial como principal articulador de relaciones sociales. Parte de este mismo proceso fue la transformación de diversos sectores dominantes del interior en integrantes de una coalición dominante a nivel nacional. La provincia continuo siendo, al menos hasta 1880 el otro termino de la contradicción que planteaba la existencia de un E nacional.El carácter que asumió la relación entre el E y los diversos sectores de la incipiente burguesía no puede desconocer el papel mediador de la instancia provincial.Diferente relación entre el EN y las provincias y entre el EN y BSAS. Si bien el E nació con el decidido auspicio de los sectores dominantes porteños, también nació expuesto a sus tensiones y contradicciones BSAS apoyo toda iniciativa dirigida a penetrar el territorio nacional y afianzar la hegemonía porteña. Pero resistió todo intento del gobierno nacional de coartar su autonomía y atribuciones por más decisiva que fuera la influencia que ejercieran en el gobierno nacional, el suyo era un poder que en esta instancia compartían con las burguesías del interior. Y aunque estas encontraban creciente terreno de convergencia en sus intereses de largo plazo con los sectores dominantes de BSAS, no estaban dispuestas a aceptar que el E nacional se constituyera en un mero epítome institucional de la burguesía porteña por eso es importante sustraerse a la visión maniquea que considera al sistema de dominación surgido con Pavón como una simple prolongación de la burguesía porteña en el E. simétricamente tampoco debe caerse en el otro extremo de atribuirle total autonomía.El E nacional interiorizó en su seno el conflicto que durante décadas había dividido a Buenos Aires y el interior. Esta mediatización del conflicto convirtió al estado en una arena de negociación y enfrentamiento, pero al mismo tiempo contribuyó a constituirlo en un actor diferenciado de las partes en pugna. Solo cuando este “tercer personaje” entro en escena, cuando el E pudo definir su propia personalidad y convertirse en árbitro de la situación nacional, fue posible resolver el secular conflicto definitivamente.