orígenes del concepto de infierno y algunos dilemas.pdf

15
Hernán R. Mora Calvo Orígenes: Del concepto de infierno y algunos dilemas "Todos quienes vienen a Él y se esfuerzan por participar de la imagen son, por sus progresos, renovados diariamente en el hombre interior a imagen de Aquel que los ha hecho". Orígenes: Hom, in Gen. I, 15 Resumen: El Infierno en Orígenes es una realidad física, la cual debe ser aceptada como materia de fe. El poder de Cristo, que descan- sa en la redención, permite liberar a toda la Creación, estén las criaturas en el estado y la situación en que estén. Sin embargo, ambas, la libertad de la criatura y el amor exagerado de Dios contrastan y condicionan la supervivencia del Infierno. Palabras claves: Orígenes. 1nfierno. Consti- tución del hombre. Creación. Pecado. Libertad. Demonios. Apocatástasis. Razón y fe. Abstraet: Origen consideres Hell as a phs- yical reality which most be accepted as a matter offaith. The power of Chhist, based on Redemp- tion, allows the freedom of Creation, no matter the state of situation of each creatura. Both, creature's freedom and endless God's love con- ditionate Hell's survival. Key words: Origen. Hell. Human constitu- tion. Creation. Sin. Freedom. Demons. Apoca- tastasis. Escatology. Reason andfaith. Este trabajo intenta ilustrar con claridad la posición de uno de los padres de la Iglesia sobre su concepto de infierno. Para hacerlo recurrimos primero a la definición probable del concepto; posteriormente a la persecución pormenorizada de las situaciones en que el mismo se ofrece y a partir de ello a las con- secuencias contextuales que se nos ofrecen. Siempre que sea necesario se ofrecerán las comparaciones que se estimen pertinentes con otros sistemas o autores. Las fuentes utilizadas para el estudio siempre parten del mismo Orí- genes, cosa que a pesar de parecer obvia, no lo ha sido usualmente. Orígenes Adimanto ("el hombre de acero"), nació en la Alejandría griega de finales del siglo segundo después de Cristo, quizá en el año 185 y murió en Tiro entre el 253 y 254, probablemente a consecuencia de las torturas infligidas por la persecución de Decio a los cristianos. Sus restos se enterraron detrás del altar mayor de la Catedral de Tiro. Su nombre ha sido injustamente asociado al origenismo, movimiento de los siglos V Y VI que, por sus posiciones radicales, fue declarado herético por varios concilios cristianos. El interés por Orígenes despertó en el Renacimiento, por ejemplo en las manos de Pico de la Mirandolla, Erasmo de Rotterdarn, Cusa, Lutero, Calvino y luego en el siglo XIX, donde parece induda- ble su presencia en las obras de Kierkegaard, Ibsen, Goethe, Schelling y Unamuno. Los estudios sobre patrclogía, teología e historia oriental de ese siglo lo consideran el mejor autor oriental y los estudios sobre su posible ortodoxia empiezan a florecer precisamente en ese siglo. Llamativo y controvertido, infamado cuando no se le lee desde sus propios escritos. Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIX (126), 9-23, Enero-Abril 2011 / ISSN: 0034-8252

Upload: lamhanh

Post on 08-Feb-2017

217 views

Category:

Documents


2 download

TRANSCRIPT

Hernán R. Mora Calvo

Orígenes: Del concepto de infierno y algunos dilemas

"Todos quienes vienen a Él y se esfuerzan por participar dela imagen son, por sus progresos, renovados diariamente

en el hombre interior a imagen de Aquel que los ha hecho".Orígenes: Hom, in Gen. I, 15

Resumen: El Infierno en Orígenes es unarealidad física, la cual debe ser aceptada comomateria de fe. El poder de Cristo, que descan-sa en la redención, permite liberar a toda laCreación, estén las criaturas en el estado y lasituación en que estén. Sin embargo, ambas, lalibertad de la criatura y el amor exagerado deDios contrastan y condicionan la supervivenciadel Infierno.

Palabras claves: Orígenes. 1nfierno. Consti-tución del hombre. Creación. Pecado. Libertad.Demonios. Apocatástasis. Razón y fe.

Abstraet: Origen consideres Hell as a phs-yical reality which most be accepted as a matterof faith. The power of Chhist, based on Redemp-tion, allows the freedom of Creation, no matterthe state of situation of each creatura. Both,creature's freedom and endless God's love con-ditionate Hell's survival.

Key words: Origen. Hell. Human constitu-tion. Creation. Sin. Freedom. Demons. Apoca-tastasis. Escatology. Reason andfaith.

Este trabajo intenta ilustrar con claridad laposición de uno de los padres de la Iglesiasobre su concepto de infierno. Para hacerlorecurrimos primero a la definición probabledel concepto; posteriormente a la persecuciónpormenorizada de las situaciones en que el

mismo se ofrece y a partir de ello a las con-secuencias contextuales que se nos ofrecen.Siempre que sea necesario se ofrecerán lascomparaciones que se estimen pertinentes conotros sistemas o autores. Las fuentes utilizadaspara el estudio siempre parten del mismo Orí-genes, cosa que a pesar de parecer obvia, no loha sido usualmente.

Orígenes Adimanto ("el hombre de acero"),nació en la Alejandría griega de finales delsiglo segundo después de Cristo, quizá en elaño 185 y murió en Tiro entre el 253 y 254,probablemente a consecuencia de las torturasinfligidas por la persecución de Decio a loscristianos. Sus restos se enterraron detrás delaltar mayor de la Catedral de Tiro. Su nombreha sido injustamente asociado al origenismo,movimiento de los siglos V Y VI que, por susposiciones radicales, fue declarado heréticopor varios concilios cristianos. El interés porOrígenes despertó en el Renacimiento, porejemplo en las manos de Pico de la Mirandolla,Erasmo de Rotterdarn, Cusa, Lutero, Calvinoy luego en el siglo XIX, donde parece induda-ble su presencia en las obras de Kierkegaard,Ibsen, Goethe, Schelling y Unamuno. Losestudios sobre patrclogía, teología e historiaoriental de ese siglo lo consideran el mejorautor oriental y los estudios sobre su posibleortodoxia empiezan a florecer precisamente enese siglo. Llamativo y controvertido, infamadocuando no se le lee desde sus propios escritos.

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIX (126), 9-23, Enero-Abril 2011 / ISSN: 0034-8252

10 HERNÁN R. MORA CALVO

l. Definiciones como punto de partida

En latín se habla de infierus, infernus o infer-num para referirse a lo que los griegos antiguosdenominaban el Hades y los hebreos nominabancomo el Sheol. En este sentido el "infierno"Hades o Sheol, sería un lugar ubicado en las pro-fundidades de la Tierra (Homero), donde para lastres culturas citadas vienen a descansar los justosy a sufrir los injustos una vez que han muerto.En castellano, como en otras lenguas, el términopuede ser generalizado a situaciones difícilesdurante la vida, así se dice: "vivo un infierno","fulano es un infierno", "esto es infernal".

En el padre griego para representar esa reali-dad que se denomina "el infierno", --en sentido decondenación eterna, quiere decir, como lugar decastigos para el diablo, sus demonios y los huma-nos condenados--, se recurre al empleo del térmi-no griego "Gehenna" (castellano, la Gehena)'. Portanto, no se le debe confundir "la ghenna" con"los infiernos", el lugar al que Cristo baja despuésde la crucifixión para salvar a los hombres quehan muerto antes que él 2.

"La Gehenna del fuego" o "el fuego eterno","el fuego inextinguible" o incluso "las tinieblasexteriores" son términos utilizados por Orígenespara identificar la parte negativa de una realidad.¿Cuál realidad? Aquella que se afirma implícita-mente en el prefacio del Tratado de los principioscomo parte de la regla de lafe: "[al alma] al dejareste mundo, se le dispensará según sus méritos: opodría obtener la herencia de la vida eterna y dela beatitud, si sus esfuerzos en sus acciones se lomerecen; o podría obtener que sea entregada alfuego eterno y a los suplicios respectivos, todavez que el alma sea arrastrada hasta allí por laculpa de sus delitos" (Orígenes:1857: 11, 118 A).

De este breve texto podemos extraer variosconsiderandos: 1) Orígenes está delimitando elcontenido de la regla de fe; 2) uno de esos con-tenidos señala la existencia de la retribuciónfinal, por parte de la justicia divina de las obrasefectuadas durante la vida mortal; por tanto,que a los ojos de Dios no pasan desapercibidaslas acciones de los vivientes; y que en justiciasólo a Dios corresponde el establecimiento dedichas sanciones; 3) que tal acción divina es una

retribución, o sea, una manera de correspondercon equidad al esfuerzo por cada quien realizado:4) que para quienes obraron el bien, habrá vidaeterna y bienaventuranza; y para quienes obraroncon iniquidad, habrá fuego eterno y suplicios;5) que en este último caso, las propias accionesconducen hasta ese estado y lugar; y, 6) queefectivamente, y fundamentándose desde la fe,ciertamente después de la muerte algunas almas,debido a sus acciones, habrán de llegar a ese sitioo a ese estado.

11. La doctrina de la gehenna

¿Qué suerte espera a las almas que conentera libertad se deciden a pecar, persisten en elpecado, incitan a pecar y confinan sus vidas en elpecado? En un fuerte pasaje de su Contra Celso,Orígenes afirma el destino de quienes rechazancon plena voluntad la guía divina y se adhieren alpecado. "Alrededor de Jerusalén serán castigadoslos que serán abrasados [fundidos] por el fuego,pues ellos consintieron la maldad en la realidadfundamental [sustancia] misma de su alma" (Orí-genes: 1857: 11, 1332 B).

Al contextualizar la situación de ese momen-to que se narra, podemos decir: es el últimodía, el Día del juicio, se da en la Ciudad Santade Jerusalén, el juicio se aplica, es posible queen presencia de todas las criaturas o que en laradical individualidad de la conciencia ante Dios.Será empleado el último castigo, el cual consisteen la aplicación de un fuego abrasador. Es claroque se trata de una situación extraordinaria, sepuede colegir que la aplicación de ese "fuegodevorador" (de tal "fundición) es también urgentey extraordinaria. Las condiciones de ese castigoson expresadas con claridad severa: se aplicaráa todos los que, guardando rastros de la vida delpecado en su conciencia, admitieron desde sufuero interior, desde su voluntad y concienciaplena, el nacimiento y el ejercicio de la vida prác-tica en el pecado.

No se mencionan más datos al respecto. Nose dice si será un juicio público o privado. Sepueden presumir ambas cosas. Lo importante esque Dios mismo es quien efectúa el juicio y que

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIX (126), 9-23, Enero-Abril 2011 / ISSN: 0034-8252

ORÍGENES: DEL CONCEPTO DE INFIERNO Y ALGUNOS DILEMAS

el mismo se establece considerando el peso delas acciones elegidas y la vida en consecuenciallevada.

Finalmente nos queda la consideración delfuego. El fuego será el instrumento utilizado porla justicia divina para purificar a quienes han pre-varicado con toda su personalidad, pues han pre-varicado desde el fondo de su propia interioridad.

Será ese castigo un día; significa por lo tanto:el mal cometido y las conciencias que adredelo busquen y permanezcan en él, serán tarde otemprano sentenciadas. Con otras palabras: elmal y su ejecutor no son desapercibidos a losojos de la justicia de Dios. El día de la justiciallegará. Quizás los justos contemplen frente aellos a los injustos siendo abrasados por el fuego;siendo consumidos por éste en su propio ser, ensu propia realidad fundamental, en su sustancia.Ese castigo será en los alrededores de la Jerusaléneterna. La ciudad hace referencia a la superaciónde la ciudad terrenal, ha pasado el mundo mortal,pero también la ciudad de Dios, la Jerusalén eter-na, empieza a surgir y lo hace a partir del juiciouniversal. Es incuestionable que los que seandeclarados injustos verán en su propio cuerpo(cuerpo posterior a la muerte, entonces cuerpoo realidad espiritual) el castigo de sus pecados;quiere decir, de su vida asumida como rebeldía ypor eso de vida en el pecado. Es obvio, entoncesque el injusto verá que pese a todos sus esfuerzosno ha podido salir impune.

y dentro del contexto en que se sitúa el pasa-je aparece el celo evangélico por quienes pecandesde su fuero interno. ¿Puede hacerse algo porinstruir y prevenir de manera radical para quenadie más viva atado al pecado y autoconstruyén-dose como una personalidad pecadora?

Orígenes argumenta que nada se logra ense-ñando abiertamente "la doctrina sobre la gehen-na", la doctrina sobre el infierno, sobre el castigocon fuego eterno e inextinguible. La educaciónno es un elemento preventivo ni posible: en pri-mer lugar, no todos la pueden entender, es unalección que se presta para dudosas creencias eincluso para justificar una vida de fe por interéso temor; o incluso para protestar más empederni-damente contra la divinidad. Y, en segundo lugary definitivamente, peca quien quiere pecar y amala vida de virtud quien quiere amar a Dios. Con

11

otras palabras, todo nace del querer y el quereres voluntad y así volvemos al punto de inicio. Yconcluye el padre griego:

"Por lo tanto, para el vulgo debe bastarla enseñanza de la fórmula: 'un díaserán castigados los que pecan' [... ] Explicarmás allá de esa enseñanza no es ni n g u n acosa provechosa, porque hay quienes seresisten a pecar pues les da miedo el castigoeterno y verse precipitados en el torrentede la maldad y de los pecados que de ellamisma nacen" (Orígenes: 1857: 11, 1332 B).

Por lo tanto, no se puede esperar mucho deuna vida espiritual encaminada solamente por laenseñanza. Además se ha de considerar la inten-ción de quien quiere o no creer. Sin eso no hayvida espiritual efectiva y lo que se dé sólo a partirde la enseñanza no pasaría de la intimidación o dela creencia bajo interés.

Otro de los problemas implícitos en la feúnicamente, desde la educación, es que la fe seaconsiderada como suma de enseñanzas, acciones,gestos y rituales. Queda claro que para Orígenesla fe es algo más que aprender y reproducir ense-ñanzas, actos y doctrinas. El caso de la doctrinadel infierno no es una excepción. En efecto, asítermina en el mismo contexto, por referir queesta no es una doctrina ni "una cosa de pinturasy figuraciones artísticas" (tradiciones popularesjudías y griegas), ni es "cosa de diagramas, cartasy misterios" (religiones y filosofías gnósticas ymistéricas). La doctrina del infierno, del fuegodevorador o de la gehenna, no es explicable demodo tan vulgar. Quiere decir, según el padregriego, que tal doctrina se debe empezar a enten-der interpretando más allá del sentido literal delas Escrituras Sagradas. Con otras palabras, ladoctrina de la Gehenna exige un recorrido devida en el espíritu, luego no es para todos.

III. El fuego inextinguible

En algunas porciones de su obra Orígenes serefiere al fuego eterno e inextinguible. ¿Qué eseste fuego y qué relación guarda con el concepto

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIX (126), 9-23, Enero-Abril 2011 IISSN: 0034-8252

12 HERNÁN R. MORA CALVO

de la gehenna o del infierno tal y como lo enten-demos frecuentemente?

El fuego inextinguible conlleva una purifi-cación inextinguible. Se trata de un fuego sólofigurativamente igual al terrestre. Se trata deun fuego invisible, que no puede acabarse y quequema realidades invisibles. Tal tipo de fuegoestá aplicado, entonces, con la finalidad de elimi-nar del alma la huella de la pérdida de la graciadivina ocasionada por la rebeldía (orgullo dela criatura pecadora) hacia su Creador. Destinosimilar espera a los hombres que mueren en con-diciones de pecado y sin arrepentimiento, éstosserán devorados por este tipo de fuego. De estadoctrina se pueden extraer dos consecuencias:1) el pecado es una rebeldía, --como tal y ante lapresencia del pecado y sobre todo de la condiciónde vida en pecado--, exige por lo tanto la purifica-ción espiritual; 2) esta purificación suele ser leídacomo castigo y es infligida por la sabiduría divinaa partir del fuego; y 3) si se aplica a los mortalesdespués de la muerte debe de ser un sufrimientoen el alma, tanto o más vivo que el que se experi-menta en el cuerpo mortal.

En el Tratado sobre los principios', Oríge-nes intenta referirse a la naturaleza de este tipode fuego. Así menciona que el fuego se enciendedesde la misma situación del alma del pecador, esel pecador mismo el que produce el fuego espiri-tual que le ha de castigar de manera inextingui-ble; paradójicamente, el fuego se alimenta tantodel mismo desprecio que el pecador sintió por suCreador al momento de pecar, así como del propiopecado cometido. La explicación origeniana setorna más espiritual y directamente proporcionala la vida y decisión de cada sujeto. En todo casopodemos afirmar que, contextualmente hablandoy de acuerdo a esos planteamientos, el recursodel fuego denota un castigo y una situación tantoespiritual como personal: los actos humanosdejan su huella en el alma de cada quien y seráhasta el Día del Juicio, día último del mundo,en que esas señales serán develadas y se podránleer. Algunas veces pareciera que tal lectura seríapública, en otras tantas parece ser privada. Ahorabien, sea tal lectura pública (cada quien frente atodas criaturas) o sea individual (testimonio de lapropia conciencia ante Dios), es siempre resaltadoel hecho de que la huella de los pecados hiere a

la conciencia y que desde sus remordimientos seconstruye el fuego de su castigo.

En una segunda consideración se puedeentender que el fuego inextinguible es "un abrasa-miento" por parte del mal y de las consecuenciasque éste produce sobre la vida del ser humano, yasea que este fuego se experimente desde la vidaen la tierra, sea particularmente en su estado des-pués del momento de morir, o ambos. De maneraparticular, los pecadores impenitentes y rebeldesa las gracias y a las oportunidades del Creadorserán abrasados por sus pecados y, apresados enlas redes que el pecado teje, no podrán escapar adolores muy agudos.

Finalmente, una tercera postura origenianaes la consideración del fuego como una especiede "descuartizamiento espiritual". El alma esdespués de la muerte plenamente consciente delo que ha perdido y de lo que ha significado viviren pos del pecado. El fuego, entonces, constituyeun elemento que delata al interior humano ladestrucción y la pérdida de la armonía interiordel alma.

Ahora bien, en cada caso es manifiesto que,según Orígenes, el fuego (o el infierno) se admi-nistra en los sentidos espirituales mismos de lacriatura encontrada "impura", "digna de castigo",eso es lo que se entiende por "una criatura con-denada" 4.

IV. El fuego de purificación

Paralelamente al concepto del fuego inextin-guible, surge en Orígenes el concepto del fuegode purificación. Los textos del libro de Deutero-nomio y Números vienen a señalar una imagensimilar, excepto que en esos libros el individuoexperimenta penas de fuego y de consumaciónen su propio ser ya causa de la ira divina y de unfuego devorador que lo abrasa todo 5.

Asociada al fuego de purificación está laimagen del fuego como castigo en el Día delJuicio", Esto nos conduce a la temporalidad delinfierno, estrechamente unida entonces a la apa-rición escatológica del Día del Juicio. Ese día apa-rece interpretado en los escritos del padre griegode diversas maneras: puede ser entendido como

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIX (126), 9-23, Enero-Abril 2011 IISSN: 0034-8252

ORÍGENES: DEL CONCEPTO DE INFIERNO Y ALGUNOS DILEMAS 13

la consumación de los siglos y de este mundonatural en que se ha vivido o puede ser el términode la vida de cada quien. El fuego asociado a estedía, le permite al padre griego hilvanar comenta-rios que integran ambas realidades escatológicas.

Ahora bien, en la mayoría de ocasiones enque se asocia el Día del Juicio con el fuego depurificación (treinta y ocho), los textos origenia-nos reconocen la división entre dos tipos de cre-yentes (los fieles verdaderos y los regularmentefieles); para ambos tipos señala al fuego comocastigo necesario que se aplica a fin de consumirel mal que sigue anidando en el fondo del alma;la expresión de "fuego devorador" refleja la radi-cal necesidad de regeneración final ("pulimentofinal") que requieren las almas, incluso dada laposibilidad de su ingreso a la vida bienaventura-da. El fuego devorador debe consumir y devorarlos defectos presentes en las realidades espiritua-les: la culpa, los pecados, la inclinación a pecar.En algunos pasajes origenianos se destaca queeste fuego debe ser Cristo mismo; y a veces puedeser el alma del mismo creyente, al percatarse dela dimensión del pecado y de la ofensa a Diosimplícita en el mismo.

Si se acepta como posibilidad que el fuegopurificador de la Gehenna sea Cristo mismo,según algunos pasajes origenianos, él sería el"fuego que arde quemando, pero no del todo, aquienes no tienen materia que necesite ser por élconsumida, sin embargo, quema y abrasa a losque, en el edificio de sus acciones, palabras ypensamientos, emplearon como material de cons-trucción materia, hierba y paja (1 Cor. 3, 12)"(Orígenes: 1857: ll, 120lD-1204 A).

Por lo tanto, el fuego se aplica ante la cons-trucción defectuosa de la personalidad espiritual;nada defectuoso podrá lograr se con remiendos defalsa compostura en la edificación del espíritu.Este fuego, en consecuencia, no es un fuego mate-rial, sino un fuego espiritual y para el espíritu."El Señor viene a purificar a los que vienen dela mezcla con materia que procede de la maldad.y contrario a los chistes de los paganos e incré-dulos, Dios hace su juicio de fuego con justicia ybondad, por eso, "Dios trae el fuego sí, pero nocomo cocinero sino como quien desea hacer unbeneficio: 'carbones de fuego ... serán tu ayuda'

(Isaías 47, 14)" (Orígenes: 1857: 11, 1204 A,siguiendo a la variante griega basilense).

En efecto, si no se trata de un fuego materialni es aplicado a objetos materiales sino a almaspresas en algún sentido del pecado, se trata deuna purificación espiritual.

En consonancia con lo anterior y seguida-mente a lo expuesto, en ese mismo apartado,Orígenes llega a sostener la posibilidad de queincluso se puede reafirmar que la presencia espi-ritual de ese fuego en la conciencia, es la voz delLógos Hijo de Dios en esa conciencia pecadora.Otra posibilidad es admitir que ese fuego es lavoz misma de la conciencia que ante la bondad deDios se reconoce pecadora y transgresora. Así, elinfierno podría ser también la voz de la concien-cia que se recrimina a sí misma las rebeldías; porconsecuencia lógica y espiritual, será ella mismaquien vea cuánta debe ser la medida de la expia-ción (fuego) para obtener la liberación de la culpay la consumación de la purificación.

v. Los condenados y el infierno

Dentro de la obra origeniana persiste el cri-terio de que el pecado conduce a la muerte, seafísica o sea espiritual. La muerte y la resurrecciónde Jesús, el Cristo e Hijo de Dios, obtiene que aquienes deseen seguirle les será establecido quepueden resucitar pues han creído que Él es elHijo de Dios y a su vez habrán creído en Dios, suPadre. Lo que significa que el hecho de estar vivoes una fluctuación (devenir) en la vida espiritual:se puede aceptar voluntariamente o no la vidaespiritual según Dios. En consecuencia, el Adi-manto expresa lo que desde esta perspectiva élllama la primera y la segunda resurrección. Cris-to aparece como la Resurrección, ciertamente,desde la vida mortal para los que viven la primeraresurrección (la que da el bautismo y la prácticade la vida cristiana); resurrección ésta que si bienno convierte a la criatura en un ser inmortal, síle recuerda que puede vencer el pecado. Conse-cuentemente, la inmortalidad parcial o primera esaquella que se logra con la primera resurrección.Consecuentemente, la segunda resurrección o "degracia" o total, se desencadena cuando por deseo

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIX (126),9-23, Enero-Abril 2011/ ISSN: 0034-8252

14 HERNÁN R. MORA CALVO

del creyente éste declara en él la muerte del peca-do y la crucifixión de su ser en la pasión y resu-rrección de Cristo. Si estas dos inmortalidades nose desarrollan, y esa vida suprema no florece enalgunos, no se debe a la indiferencia o la necedadde Dios y de su Hijo Lógos, al contrario, se debeal libre albedrío de las criaturas que deciden porotros fines distintos a Dios. A partir de ello, elfuego se aplica en proporción a la conciencia quese tenía en tanto criatura racional y a la acepta-ción o rechazo desde el ejercicio de la voluntadparticular.

Desde esta perspectiva de la voluntad quedeviene sea a favor o en contra de la vida espi-ritual, o unas veces a favor y otras en contra,continúa siempre es la presencia del fuego, elfactor común para todas esas posibilidades. Siel castigo de fuego tiene un propósito purgativo,purificador, y puede darse sea después de lamuerte personal, o sea en el Día del Juicio Final,es porque este castigo no sólo es necesario yposible, sino porque, en la sabiduría de Dios, esecastigo es aplicado a las criaturas que, pecandopor voluntad y libre decisión, se han alejado delSeñor; y mucho más todavía, se aplica de modonecesario y "pedagógico" a las que, pudiendolograr transformaciones en su realidad espiritual,no se esforzaron en intentarlo con más empeño.Con otras palabras, mientras las criaturas tienenvida y tienen voluntad pueden hacer con sus vidasel edificio (imagen origeniana de la elaboraciónpersonal del propio espíritu); sin embargo, enaquellas personalidades donde la gracia no sedesarrolló de modo abundante, el mismo espíritureconocerá la necesidad de que ser fundido por elfuego espiritual (que puede ser también la repro-bación de la propia conciencia =fuego espiritual=infierno). Otra posibilidad, según el padre griegoes que el mismo espíritu logré experimentar elardor de Cristo, fuego que consume a las almaspara revocar en ella su frialdad y encender lallama del amor 7.

Esta última consideración es de un pesoparticular y tal vez de consecuencias sorprenden-tes. En primer lugar, se establece que el fuegose aplica al alma, mejor aún, al ser espiritual.Se expresa con claridad que el fuego se aplicadirectamente con la intención de una "purifica-ción" o una motivación ferviente en el interior de

la personalidad espiritual. En segundo lugar, seafirma que el fuego tiene como misión una reali-zación: la purificación de un ser espiritual. Estoconduce implícitamente a un tercer punto: apli-cada la dosis del fuego proporcional al deterioroespiritual propio de cada personalidad espiritual,se llega a una disyuntiva: si el fuego es purifi-cación y la criatura queda purificada (limpia),entonces, ¿para qué queda limpia? ¿Acaso queda-rá limpia y la justicia divina la declarará aún asícondenada? ¿Queda limpia y entonces la justiciadivina podrá ser que la admita en la vida defini-tiva de la bienaventuranza, al lado de Dios? Esimplícito al discurso de la purificación que si haypurificación es que hay un objetivo en la mismay que cumplido éste la criatura puede pasar a unnuevo estado de vida espiritual (la bienaventu-ranza). Pero también parece implícito al discursoque el fuego (entiéndase como se entienda), dadala purificación final de la última persona espiri-tual en el Día del Juicio, habrá finalmente de serrevocado. En consecuencia, que el fuego inextin-guible, de purificación o devorador cumplido suobjetivo con la persona espiritual deja de teneresa función. Dicho de otra manera, no hay fuegopurificativo ni abrasador por toda una eternidad.Entendámonos: el proceso de purificación y abra-samiento tiene un límite y en consecuencia nosólo la criatura no sufrirá eternamente el castigodel fuego sino que, muy posiblemente, también"el infierno" tiene una vida limitada". Y estosimplícitos son de los que parte Orígenes paracontinuar sus razonamientos sobre la vida eternay la realidad del infierno y los castigos; peroparte de ellos y no los expresa literalmente, sinoque devienen como consecuencia implícita en susargumentos.

Se llega, entonces, a la probabilidad de queefectivamente "el infierno" es una realidad espi-ritual, de carácter doble: en un primer carácter,que es "infierno", "fuego" o "castigo" aquelloque se aplica a cada ser espiritual y personal enproporción a sus faltas y grados ontológicos y deconocimiento; y, como segundo carácter, que --yasea "el infierno" o "el fuego" o "el castigo" laconciencia que se auto examina y recrimina o unfuego devorador o Cristo-- si se entiende la puri-ficación como una purificación efectiva (que loimpuro devenga en puro) entonces la purificación

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIX (126),9-23, Enero-Abril 2011/ ISSN: 0034-8252

ORÍGENES: DEL CONCEPTO DE INFIERNO Y ALGUNOS DILEMAS 15

debe ir cesando en quienes van siendo progresivae instantáneamente purificados (en este últimocaso se trataría de un proceso de purificaciónsumamente espiritual y extraordinario: el mar-tirio cristiano). Consecuentemente, desde todopunto de vista, siempre aparece implícito que el"castigo" cesa cuando los "purificando s" logrensu estado de total purificación".

A todo esto se agrega la probabilidad, segúnel padre griego, de que el castigo de purificacióndel infierno puede que cese, que se detenga defi-nitivamente, como consecuente resultado de lapurificación efectuada en el Ultimo Día graciasa la manifestación visible y portentosa del Lógosde Dios. Ante esta consecuencia que deviene dedilemas en cascada, surge una nueva preguntaincómoda: ¿y entonces qué sucede con el diabloy sus ángeles? ¿Entonces el infierno llegará adesaparecer y vendrá a ser un lugar vacío o unlugar que desaparecerá dado que la bondad divinahabrá purificado de modo cabal y convincente atodas las criaturas sin excepción, incluso a aque-llas que esparcían entre todas las demás criaturasde la Creación las tentaciones para pecar?

VI. Golpes al diablo, a los demoniosy al infierno

Un pasaje de las Homilias sobre Josuédenota cómo la redención operada por el Lógosencarnado en Jesús ha contribuido al acceso haciael Padre y la vida divina a favor de las criaturasracionales. Dice el padre de la Iglesia:

"La Cruz de Nuestro Señor Jesucristo fuedoble: el Hijo de Dios fue crucificado visi-blemente en una cruz; pero este mismoHijo también fue crucificado invisiblementesobre esa misma cruz, y así con ello tambiénel diablo junto con las potestades y princi-pados de éste [... ] 'Despojó los principadosy las potestades y sin dudarlo en ningúnmomento las expuso a los ojos del mundoentero triunfando sobre ellas por medio dela cruz', como dice Pablo. En consecuencia,hay un doble aspecto en la cruz del Señor.Uno es conforme a lo que dice el apóstolPedro, que Cristo crucificado nos ha otor-gado un ejemplo. Y, en segundo término, el

sentido según el cual la cruz resulta haberseconstituido en el trofeo de la victoria deJesucristo sobre el diablo, a causa de lo cualfue a su vez Cristo crucificado y glorificado"(Orígenes: 1857: 12,865 8-0).

La victoria que se desarrolla en la cruztiene, según Orígenes, diversos frentes vencidos:sobre el pecado, luego aparece la liberación parael hombre que vivía en el pecado y la derrota omuerte del pecado; sobre el dominio del diabloy sus potestades y en especial sobre el dominiode éstas sobre las demás criaturas racionales, enparticular sobre el hombre. La ley del pecado hasido invertida: los que antes sojuzgaban y opri-mían a las criaturas ahora son los sojuzgados. Lacrucifixión es todo un discurso edificado desde eltestimonio de una vida ejemplar y personal. Vidaque puede ser percibida por las criaturas libera-das y también por las criaturas que oprimían a lasdemás. Por tanto, la redención efectuada por elLógos Hijo Unigénito de Dios, acto en sí mismosolemne, universal y amoroso, ha transformado elritmo cotidiano que llevaba la creación despuésde la caída primigenia de los espíritus en el Paraí-so. Más aún, la realidad de la vida y de la muerteha experimentado un cambio fundamental:

"'¡Oh muerte, ¿en dónde se encuentra tuvictoria'?! [... ] ¿A quién dio Él su alma comorescate de muchos? No fue a Dios. ¿Fueentonces al Maligno? Éste, en efecto, nosconservó en su poder, hasta que el alma deJesús le fue entregada como rescate nuestroy el diablo hasta se dejó engañar y llegó acreer que podría tener dominio sobre talalma, sin haber advertido que no podríaconcretar ningún esfuerzo por retenerla.De ahí que la muerte, después de creer quedominaba sobre Cristo ya no puede dominar,porque Cristo es libre entre los muertos yes también más fuerte que el poderío de lamuerte, fuerte hasta el punto que aquellosque estando bajo el poder de la muerte yquieran seguir a Cristo pueden seguirle efec-tivamente, pues la muerte ya no ejerce fuerza[dinámica] sobre ellos" (Orígenes: 1862: 13,1393-1400, in Vetus interpretativo 8) 10.

Orígenes acostumbra considerar la redencióncomo una transacción comercial operada entre

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIX (126),9-23, Enero-Abril 2011 /ISS : 0034-8252

16 HERNÁN R. MORA CALVO

Dios Padre y el demonio bajo la intermediciacióndel Hijo de Dios. Se efectuó un rescate a cambiode la liberación de las almas y en el rescate eldiablo salió defraudado por "presumir de sabi-duría" y "de su poder" y "por subestimar a suSeñor". La crucifixión de Cristo Lógos, redime,libera del poder del pecado y restituye a todos.Sin embargo, el paso de la restitución particularde cada quien hacia la casa del Padre comienzacon el deseo (apetencia voluntaria y de plenocorazón) de la criatura por alistarse en las filasdel seguimiento de Cristo. El nuevo orden naturalse escribe desde la libertad de adhesión a la vidaespiritual: los hombres son libres del pecado, sóloles queda firmemente decidirse desde su interio-ridad por una vida conforme al mejor desarrollode su ser espiritual. Por lo tanto, "cada uno de losque son crucificados con Cristo también despojaa los principados y a las potestades y los exponea los ojos del mundo, triunfando sobre ellas enla cruz; o mejor dicho, es Cristo quien hace talescosas en ellos" (Orígenes: 1862: 13, 1040 B-C)J J.Los que siguen a Cristo y llevan una vida espi-ritual, esto es, una vida que no se detiene en losensible pueden alcanzar esa liberación que seencuentra ya en la cruz de Cristo.

Ahora bien, el martirio es una de las manerasmás efectivas de seguir a Cristo y de responder ala vida espiritual. El martirio continúa la victoriade Cristo sobre la muerte y consecuentementesobre el demonio. Luego el martirio redunda enla liberación del pecado sobre los hombres. "Elmartirio [de los cristianos] despoja los principa-dos y las potestades y triunfa junto con Cristopues participa con Él en sus sufrimientos y en lasvictorias que de esto resultan" (Orígenes: 1857:11,613 A). Y así, el martirio deviene valioso y laspotestades mismas y el diablo mismo le temen yse alejan de los mártires y procuran que no se denpersecuciones ni martirios'j.

En consecuencia, desde estos planteamien-tos, la crucifixión de Cristo, las vidas de virtudy espiritualidad y los martirios son realidadesque, al concretarse, no sólo disminuyen el poderdel demonio y de las potestades sino que tambiéncontribuyen a disminuir el número de las almasque ingresan al estado del infierno. Como añadi-dura postrera, todo eso atenta contra la existenciadel infierno como lugar de castigo.

VII. Infierno y propósito

¿Es posible ser creyente y ser pecador a lavez? ¿Es posible vivir con el deseo de ser unhombre espiritual y sin embargo caer víctimatransitoria o total de la muerte en el alma? ¿Quéocurre cuando se pudo avanzar más en la vidaespiritual y no se logró avanzar tanto como sepodía? ¿Es posible morir en tales estados de vida?¿Y qué sucede con el alma del ser racional entales estados, sea en vida o después de la muerte?Parece que desde el punto de vista del creyente esnecesario ofrecer una respuesta a estas preguntas.

Una de las posibles respuesta a los inte-rrogantes arriba citados se puede descubrir alexaminar el tema del pecado y de su realización.El pecado se comete por voluntad propia, pordecisión consentida y por obtención del placer.Luego en el pecado hay un orgullo que priva en lacriatura ante la posibilidad del amor espontáneo ygenuino a Dios. Parece contradictorio, sin embar-go, que el buen Dios tenga que aplicar un castigoante una acción libremente querida y planificadapor sus criaturas. ¿Castigar a sus propias criaturaspese a que actúan conforme a como él las capa-citó que podían actuar? Es también paradójicoque el buen Dios, desde formas diferentes, insteen llamar a su amor a quien da pruebas claras deque no desea amar a Dios. Sin embargo, ante talparadoja de amor-desamor, he aquí la respuestadel alejandrino:

"Si no tuviera un efecto útil para la conver-sión de los pecadores el tratarlos con penas,el Dios bueno y misericordioso jamás pena-ría los pecados con castigos; pero así comoel Padre muy bondadoso corrige a su hijopara alcanzar su educación y así como elmaestro muy previsor corrige a su estudianteque aparece culpable mostrándole un rostrosevero, no sea que se pierda como personaal sentirse mimado [... ] Así también todasesas cosas de Dios que nos parecen comodesagradables redundan, al fin de cuentas,en educación y en remedio" (Orígenes:1862: 13,668 A-B) 13.

La comparación y el contrapeso al castigoproporcionado por Dios a la criatura resulta clara

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIX (126),9-23, Enero-Abril 2011/ ISSN: 0034-8252

ORÍGENES: DEL CONCEPTO DE INFIERNO Y ALGUNOS DILEMAS

y suavizada: Dios actúa como padre, como maes-tro y como médico. La imagen será reiterada a lolargo de su obra, sea al hablar de la redención odel castigo o de la advertencia de Dios a su pue-blo. Se trata de Dios en tanto corrector amorosoque corrige por amor y por bien de la criatura enformación. De esto se desprende el amor paternalde Dios y su estilo de pedagogía a partir del cas-tigo. Igualmente, y en sentido negativo y desdela criatura, se desprende la posibilidad de que elcamino de la santificación cristiana (vida cristia-na) se decore imperfectamente con caídas ocasio-nales a lo largo de la vida. El padre griego añade:

"Dios es médico, Dios es Padre y no es unmaestro cruel, sino dulce. Así, en el diluvio,en Sodoma y Gomorra, Dios declaró suvenganza sobre seiscientos mil israelitas.No creas tú, oh creyente, que tal venganzafue tan sólo un castigo para los pecadores,de manera que a continuación de la muertey el suplicio, hubiesen de ser nuevamentecastigados. De ninguna manera. Fueron cas-tigados en el presente para no ser castigadosen el futuro" (Orígenes: 1862: 13,669 A-B).

Queda señalado el proceder de Dios: siempresus medios implican la justicia correctiva; es talsu justicia que antepone el castigo en el presentey elimina con eso castigos que se pueden dar enel futuro, siendo éstos más profundos y dolorosospor estar en estado de vida francamente espiritualy posterior a la muerte. Sin embargo, este últimoaspecto guarda particular relación con el infier-no. En efecto, ¿si el castigo se administra paracorrección, qué sucede con el tiempo de admi-nistración de la pena? Más aún, ¿hay tiemposproporcionales al tipo de pecado que se sancionao todos los pecados se sancionan por igual? ¿Ycuánto es el tiempo adecuado del castigo y cuálesson los parámetros divinos para administrarlos?Y, un dilema pocas veces considerado, inclusopor los contemporáneos de Orígenes: ¿el castigodesaparece o permanece por toda una eternidad?Y finalmente, ¿cuál es el propósito del castigo ycuál es la finalidad de la eternidad y ambas cosascómo se asocian con la esencia de Dios? ¿Esconciliable la realidad y la duración del castigocon la característica eminente de Dios que es subondad?

17

VIII. El castigo, el infierno y lapedagogía

Dios en su justicia administra el castigo.El castigo es correctivo. No se trata sólo de unaacción practicada sobre un individuo. El castigoimpartido por Dios tiene una repercusión social:"Con el castigo verdaderamente bien administra-do, Dios cuida no solamente del individuo sinotambién que cuida de la comunidad" (Orígenes:1862: 13, 384 D). Por eso, dentro del mismo con-texto, señala en otro lugar:

"cuando la divina providencia interviene enlos asuntos humanos, adopta las maneras depensar y de hablar humanos. [... ] Del mismomodo creemos que actúa Dios cuando admi-nistra a la raza de los hombres y principal-mente cuando hace administración de losque todavía son niños [... ] Pues bien, es quepara Dios todos somos niños y por eso nece-sitamos una educación para niños. Así, Dios,con suma misericordia hacia nosotros, nosseduce [engaña, atrae, engatusa] aunque notengamos conciencia del engaño sino hastaque hayamos crecido, a fin de que cuandoseamos personas adultas no suceda que noshayan educado las mentiras [las seduccio-nes de Dios], sino las acciones mismas"(Orígenes: 1862: 13,476 A-O) 14.

Resalta la figurativa "mentira de Dios", "laseducción" que Dios hace de la criatura. Efectiva-mente, el engañado es el niño, quien cree que supadre está enfadado con él y que por eso le casti-ga; engañado también es el enfermo que cree queel médico es perverso y por eso le da un remedioamargo y le amputa una pierna amada. El castigorepresentado en el "engaño" ("seducción") deDios, ciertamente representa algo más de lo quevisiblemente se ve, es también la garantía delamor del Padre por la vida de la criatura, a fin deque la criatura aunque sea por el castigo "entre enrazón" y así cambie de actitudes, de procederes yse salve. Del castigo ("de la seducción") la lecciónse aprende y se hace vida, y de la vida compuestade acciones mejoradas se forma una mejor per-sona. Esto es lo que se puede resumir diciendoque, el castigo en Orígenes tiene una carga psi-cológica: se aplica desde la persona del Padre

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIX (126), 9-23, Enero-Abril 2011 / ISSN: 0034-8252

18 HERNÁN R. MORA CALVO

y en tanto Padre, Maestro y Médico; se aplicaen el cuerpo o en el alma de la criatura, paracorrección y porque hay esperanza de nuevavida, de regeneración, de restauración de lapersonalidad caída. El castigo en Orígenes, porlo tanto, es algo propiamente psicológico, seaque por psicológico entendamos que se aplicapara capacitar las facultades latentes en el almadel sujeto (sentido griego); sea que se entiendaen sentido cristiano, como disciplina ejemplar ypara perfección del alma y en beneficio del serespiritual. De esta manera, todo castigo repre-sentado con la imagen del fuego, -v. gr., seapara apl icarse en la vida mortal o después dela muerte-, es expresión más que, de un hechoconcreto, de una realidad espiritual. La conse-cuente experiencia espiritual altera a la criaturay purifica la realidad de su alma (psique), enuna proporción y sentido que le son propios yen consonancia con su constitución ontológicay su realidad jerárquica de ser. El castigo, asíentendido, adecua al alma y se fundamenta enel alma y es para la mejoría de la vida del almay redunda en la edificación final de la persona-lidad definitiva de la criatura.

¿Y entonces, un castigo puede ser asumidoy recibido bajo complacencia del sancionado?Parece evidente que, dentro del pensamiento ori-geniano, es así.

"Dios no ejerce su señorío como un déspo-ta, sino como un rey, y al reinar no lo hacecausando violencia a nadie, sino que másbien persuade y desea que quienes son sussúbditos se sometan a sí mismos de maneravoluntaria para los efectos de su economía,para que el bien de cada quien no sea causa-do por la necesidad [del momento], sino porla libertad de cada quien" (Orígenes: 1862:13,501 C-D).

El castigo, por tanto, puede ser recibido contoda la disposición voluntaria (libertad y acepta-ción particulares) si la criatura así lo desea. Talaceptación es por sí una prueba de madurez en lacriatura en cuestión y, evidentemente, el castigoaceptado en esas condiciones se convierte enun paso más para avanzar en la vida espiritual.

Recuérdese que, según lo visto más arriba, elcastigo muchas veces es dictado por la mismaconciencia de la criatura racional y que en eso vasu mayor pesadumbre y que, cuando se acepta, lamayor gracia de Dios encamina a la misma en unproceso de mayor virtud 15.

Aquí deviene, una vez más, el tema de lalibertad en la criatura racional. Surge, entonces,una interrogante desde los intelectuales griegosy judíos: ¿y si Dios nos hizo libres, por qué noscastiga después si usamos la libertad como consi-derábamos debíamos emplearla? El alejandrino losabe y esparcidas por su obra aparecen respuestascomo estas:

"Ciertamente el Dios del universo hubiesepodido hacer la consideración sobre noso-tros para que hiciéramos necesariamente lobueno y fuésemos temperantes, pero Dios nolo ha querido así [... ] De modo tal que no nosimpone por necesidad las cosas que debemoshacer, sino que, por decirlo así, espera quecada quien haga las cosas por su propiocamino y de buena voluntad y conforme alo que Él desea" (Orígenes: 1862: 13, 501D-504 A).

Concluyendo: la buena conciencia acepta elcastigo y esto mejora significativamente su estadode evolución espiritual. Una vez más el castigose demuestra no como una opresión sino comoel remedio ante "la verdadera opresión" que esel pecado, la vida en el pecado y la insinuacióndemoníaca para caer en tentación. La siguientecuestión es, ¿qué sucede cuando la voluntad esvoluntad terca para decir no a Dios y sí al maloy a lo malo? O mejor aún, ¿se puede ser tercopor toda la eternidad? ¿Y se obtendrá un castigo(corrección final=infierno) a cambio? ¿Y tieneuna duración o una eternidad todo eso?

IX. Una posibilidad posible ...y a modo de conclusión

La vida espiritual es una reactivaciónconstante, un ejercicio, una manera de vivir

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIX (126), 9-23, Enero-Abril 201 1/ ISSN: 0034-8252

ORÍGENES: DEL CO CEPTO DE INFIER O Y ALGUNOS DILEMAS 19

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIX (126),9-23, Enero-Abril 2011/ ISSN: 0034-8252

asemejándose al Lógos de Dios. Por medio delLógos Unigénito de Dios la redención es unaposibilidad concretada. Sin embargo, la trans-formación espiritual posterior de cada criaturadescansa en el asentimiento muy voluntario quecada criatura haga o no hacia ese fin 16.

Por otra parte, la condenación de las almas,así como la existencia del diablo y sus demonios,parecen necesariamente exigir el castigo eterno.Empero, desde el punto de vista argumentativo,repetimos, parece que surgen algunos inconve-nientes a ese destino: 1) la bondad de Dios creóa la criatura con libre albedrío, desde éste estaatentó contra la voluntad del Creador; 2) el Crea-dor ha intentado corregir de diversas manerasla creación primera y caída (todos los espíritusque pecaron); 3) si existen "castigos correctivos"entonces, ¿por qué se dan, siendo que el librealbedrío es creación o don de Dios?; y, 4) si loscastigos son para purificar, la purificación ha detener una conclusión y el lugar de las mismastambién; luego tanto las penas como los conde-nados parece que desaparecerán a fin de cuentas.Pero todo esto, sigue produciendo otra pregunta:¿y todo eso es posible o qué es posible de todoeso y por qué?

El padre de la Iglesia no tiene una respuestaconcluyente. Sin embargo, sus enemigos inte-lectuales de la época sí que tienen la constancianecesaria para mantener esas preguntas. Inclusoen el día de hoy se mantienen. Si algo permanececlaro, en los contextos literarios en que respondeel padre griego, es que todo lo que se puede deciral respecto, y desde la guía de la Escritura, es unarealidad posible debido a que la argumentaciónque sostiene esa hipotética realidad es tambiénposible. Así, las respuestas no son concluyentes niaseverativas. Sólo intentan descubrir las mejoresrespuestas con el fin de explicar el misterio. Esoes lo que podemos advertir antes de señalar lassiguientes posibles soluciones que brinda Oríge-nes a estos problemas:

(1) la salvación o no de los condenados: comose indicó más arriba, habrá una purificaciónen el Día del Juicio. Es enteramente posibleque en esa purgación las criaturas que pudie-ron salvarse, pero eran inconstantes en sufe, puedan experimentar voluntariamente un

giro hacia Dios. Por tanto, el retorno a Diossiempre es posible desde el momento en quela voluntad humana afirme su deseo de vol-ver al Padre y a la beatitud divina 17;

(2) esto implica el cese y desaparición del fuegocomo castigo, por lo menos eso deberá seruna posible realidad en aquellas almas quetornan a Dios después de experimentar elfuego abrasador; por lo tanto, tentativamentehablando, hay almas que serán eximidas dela continua purificación, pues su voluntadha sido depurada y la perfección que podíanlograr ha sido alcanzada;

(3) la salvación final de las almas rebeldes(almas porfiadas en el mal) y del diablo ysus demonios parece ser una posibilidad. Sinembargo, en los casos de terquedad o resis-tencia espiritual parece que ya todo "castigopedagógico" resulta de suyo inútil e insufi-ciente. Conclusión: una vez más se reiteraque para salvarse prevalece la exigencia deque es sólo la voluntad propia la que puedeconvertir en personalmente efectiva la reden-ción lograda en la muerte y resurrección pory desde el Lógos Unigénito de Dios. Por locual sugerirá Orígenes que es posible quetodas las criaturas racionales se salven y quetambién es posible que, colateral mente, eldiablo y sus demonios (todos o alguna can-tidad de ellos) se condenen definitivamenteen un fuego inextinguible dada su terquedad.Omitir esa posibilidad para afirmar otra cosaes un absurdo 18.

(4) La apocatástasis o final reintegración detodas las criaturas en Dios, dado el destelloúltimo del amor del Lógos Hijo para impe-dir la potencial condena y eterno retorno odesaparición en la nada de las criaturas másradicalmente pecadoras (incluido el diablo ysus demonios) es también una posibilidad.Se debería al amor infinito de Dios. Sinembargo, el mismo Orígenes declara que esimposible poner en consenso a tantas criatu-ras y que resulta poco probable que el Lógosdifunda tanto amor porque de hacerla así elpeso del libre albedrío de la criatura seríasubestimado o no existiría. Por lo tanto, lateoría de la apocatástasis como teoría es sólouna posibilidad y según el padre de la Iglesia,

20 HERNÁN R. MORA CALVO

como invento pagano que es, también es muycontradictoria y absurda'".

(5) Finalmente la teoría del eterno retorno delas filosofías estoicas. Esta teoría, según Orí-genes es un disparate desde el punto de vistacristiano: supone la reiteración de todos losacontecimientos realizados; supone tambiénel determinismo y con ello la inexistenciade la libertad o cuando menos una libertadcontradictoria y bastante absurda. Pero sobretodo implica lo más absurdo de todo: laadmisión válida de la suposición implícitasegún la cual la acción redentora del Hijo deDios debería de ser limitada, puesto que lamisma tendría que repetirse infinitamente yasí el Hijo de Dios habría de nacer y moriry resucitar infinitamente. Esta es la másabsurda de todas las teorías, sostiene el padregriego 20.

Siendo estos los considerandos, la solucióndel padre de la Iglesia no parece muy clara.Pero contextualmente hablando sí aparece unacosa clara: no se puede aceptar lo absurdo paraexplicar si el infierno existirá para siempre, nose puede aceptar lo absurdo de una apocatástasissi se considera la posibilidad de la rebeldía per-manente o reactivada no más declarado el triunfofinal de Dios sobre todas las cosas, criaturas ypotestades. No se puede argumentar sino posibili-dades. Ciertamente el amor de Dios puede movera todos a la conversión en el Último Día, pero esuna posibilidad extrañamente posible. De darsesería por el infinito amor de Dios manifestadoy por la moción espiritual al unísono de todaslas criaturas, por la conversión decisiva y radicalen el último instante incluso del diablo y susdemonios. El infierno cesaría y los tormentos ytodas las criaturas que requerirían fuego de puri-ficación serían purgadas y posteriormente ascen-derían entre los ángeles a gozar de la BeatitudDivina una vez purificados sus cuerpos y almasespirituales. Entonces, todos serán transformadosy apetecerán conocer entera y bondadosamentela realidad de Dios. El padre griego lo afirma conclaridad: es deseable y posible, no cognoscible,como nada después de la muerte lo es?'. La fe esla garantía de lo que no se ve, porque es el amora quien no se ve.

Notas

Advertencia: las referencias de las obras deOrígenes corren dentro del texto; en la medidade lo posible, dadas las características clásicas decitación a la obra de Migné, se hace la referenciade la manera más explícita y precisa. El sistemade APA no atiende a esta necesidad, igual que nolo hace para referencias típicas de otras obras,igualmente tan complejas en su ordenamientode tomos, y, tan clásicas como específicas de lafilosofía.

l. Comparativamente, dentro del pensamiento judío,florece el concepto de la gehenna. El término seaplica según la tradición judía al Valle de Hinom(en literalidad antigua, el Valle de Gehebenhin-nam; en griego abreviado, Gehenna). Se trata delvalle situado al sur de Jerusalén y en el cual sesacrificaban víctimas humanas, sobre todo niños,al dios fenicio Molok (cf 2 Reyes 23, 10). Losprofetas maldijeron ese lugar (cf Isaias 31, 9 Y66, 24; Jeremías 7, 32 Y 19, 6) Y desde esos orá-culos los escritores tardíos del judaísmo, durantela edificación del Segundo Templo, convirtieron"el lugar maldito" en lugar de condenación dela vida después de la muerte; por estas razonesdepositaron en este lugar no sólo las maldicio-nes y el destino del condenado, sino también laspenas más horrorosas infligidas al alma humanaa partir del fuego, como el elemento principalpara castigar a los impíos. El castigo en cada unode los casos, --quiere decir, en todos los casos--,se sufre tras la muerte y el condenado experimen-ta con plena conciencia tanto el suplicio como elmotivo de sus pecados y de lo que éstos repre-sentaron (sobre las realidades de estas penas y sufundamento en lo expuesto se puede consultar lafuente judaica misma [Midrash AVal 1, 5 Y 5, 22Y 23 Y del Ermanhot 19]). Por su parte, algunasinterpretaciones cristianas comparan e igualan eltratamiento que el pensamiento judío concede ala Gehenna con el concepto cristiano de infierno.Así, la Gehenna y el infierno cristiano coincidenen tanto "lugar de tormento eterno y consciente".En ocasiones, se recurre a textos de los evange-lios para reafirmar la idea de que se trata de un"lugar" de castigo. A partir del uso de imágenesse califica el sitio y la dimensión del castigo: "elfuego eterno" (cf Mateo 18, 8), "el gusano queno muere" y "el fuego que no cesa" (ej. Marcos9, 47-48. Véanse pasajes similares en: Mateo 3,

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLiX (126),9-23, Enero-Abril 2011 ¡¡SSN: 0034-8252

ORíGENES: DEL CONCEPTO DE INFIERNO Y ALGUNOS DILEMAS 21

12; 5, 29-30; 8, 12; 13, 42; 24, 51; Marcos 9),también se emplean las expresiones "las tinieblasexteriores" (Mat. 8, 12; 22, 13; 25, 30) Y"el llantoy el rechinar de dientes" (Mat. 8, 12; Luc. 13,28). Por extensión se puede afirmar, siguiendo lafigura del valle de la Gehenna, que el "infierno",en tanto sitio, es un lugar donde el fuego consumea la vida sin fruto (vida desdichada), cual si éstafuera basura inútil (el Mal. 5, 27-30). Mejor aúny siguiendo la imagen, existencialmente hablan-do "el infierno" puede ser entendido como unamanera de ser al asumirse como "viviente" devida desdichada, como "basura inútil" que ha deser despojada de una realidad previa para deveniren una experiencia (manera de vida) distinta.

2. En Orígenes, el Hades o infiernos sirve paradesignar el lugar al que van los muertos, sea paraconsolación o castigo. Así es utilizado, p. ej. alcomentar la parábola de Lázaro y el rico epulón(Luc. 16, 19-31); o la evocación de Samuel porparte de Saúl (1 Rey [ISam] 28, 3-25). SegúnOrígenes, después de la muerte de Jesús, éste bajaa "los infiernos" (después de dejar al buen ladrónen el Paraíso); así, mientras su cuerpo yace en elsepulcro y su espíritu fluye entregado en manosdel Padre, su alma visita "los infiernos", libera alas almas ahí cautivas, las cuales con la Ascensióndel Hijo de Dios serán juntamente con él trans-portadas a los cielos (el Orígenes: Libr. II Deresurrectione [PG: 11: 95 A-B]; Contra Celsumlibro I1, 60 y VII, 5; De prineipiis libro 1, cap. 1,num.7).

3. Cf DP I1, 10, 4-5.4. Esos sentidos son descritos y citados por Orí-

genes a lo largo de casi todas sus obras. Sinembargo, los más citados son el oído y el ojoespirituales, p. ej. en su Contra Celso.

5. En estos dos libros del Pentateuco las referenciaal "infierno" señalan a éste como lugar de reunióno de encuentro con las almas de los antepasados(Deuteronomio 31, 16 Y 32, 50); sin embargo, enlos mismos libros aparecen también asociacionesde este lugar con castigos a pecados particulares.El castigo del fuego es entonces referido comofuego que quema y devora a los impíos (Deu-teronomio 32, 12; Números 16,30-34;). En otrasocasiones se sugiere que el fuego se acompaña dela ira divina (Josué 9, 20; Deuteronomio 4, 24;Isaías 66, 15). Estas imágenes del infierno seránlas usuales en la literatura judía posterior.

6. Cf Orígenes: Homilías sobre Lueas XXIII yXXXV. La misma imagen aparece escrita en lasobras de santa Catalina de Génova (Tratado del

purgatorio) y en un proverbio atribuido a Jesús("Los que se acercan a mí se acercan al fuego, losque se alejan de mí se alejan del Reino")

7. Sugerente metáfora empleada con persistenciapor Orígenes en varios de sus escritos y siemprecon igual significado contextual: el frío se asociaa la flojera espiritual, las almas frías se alejande Dios y optan por la vida en el pecado, lo quelas convierte en cada vez más frías; su opuestoes el alma sujeta al fuego purificador, que esrepresentado por Cristo mismo. Para examinar elsignificado de esta metáfora en su contexto y lossignificados de ellas extraíbles, véase: DP Il, 10,4-5; Il, 12, 11; la latina o "versión de Rufino": 1,2,9; IV, 4,1; Y las Homilías sobre Jeremías 1,15.

8. Se trata de un tema que no se define con clari-dad en Orígenes. En el momento histórico quele toca vivir a Orígenes, no se han definido losprincipios teológicos de la fe cristiana. El padregriego intenta argumentar precisamente paraafianzar racionalmente los puntos más esencialesde la fe frente a los ateos, paganos y cismáticos.Si el infierno y sus dolores son permanentes otransitorios, si son eternos o temporales, es unadiscusión que Orígenes ubica dentro de los límitesde la posibilidad, puesto que desde la fe acercade los límites de la vida trascendente, como vidadespués de la muerte, no se puede argumentarcon certeza, sino guiados por la interpretaciónalegórica de las Escrituras (el Orígenes: Comen-tario a los romanos VI, 5; DP II, 10, 8). Repáreseque en el fondo de esta discusión se intenta tratarde explicar lógicamente y desde el punto de vistacristiano (y en consonancia con la realidad delinfierno y la vida bienaventurada) lo que signifi-ca el tiempo. Desde estas perspectivas podemosatrevernos tentativamente a suponer: 1) que eltiempo en Orígenes, si es tiempo eterno (eterni-dad) equivale a tiempo sin comienzo ni fin; 2)si es eternidad --y debido a que el concepto detal debe coincidir con el resto de postulados queintentan definir y defender los principios orige-nianos de la fe--, también es la reintegración (larecapitulación) de todas las cosas en un único yevidente presente. Tal es lo que nos parece quese trata de aclarar cuando en estos contextosel mismo Orígenes deviene oscilante y a vecesparece atribuir tanto"eternidad" (esto es, tiemposin fin y sin inicio) o "duración" (esto es, tiempono tan extenso y que, por eso, tarde o tempranoha de desaparecer). Por otra parte, las considera-ciones son claras en sugerir que no hay elementos

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIX (126),9-23, Enero-Abril 2011/1SSN: 0034-8252

22 HERNÁN R. MORA CALVO

suficientes en las Escrituras para decidirse tajan-temente por un significado u otro.

9. Argumento que se extrae como conclusión de lamanera de venir razonando. Paradójicamente, esaconclusión parece propia de las reflexiones grie-gas, las cuales se empeñan en encontrar claridaden aquello que van a creer. Quizás sin querer,o como recurso pedagógico para entusiasmar ysalvar a los gnósticos y mistéricos, Orígenes llegaen este punto a coincidir con los filósofos paganosgriegos.

10. CI un pensamiento similar al expuesto aquí enComentario a Juan VI, 53.

11. En este mismo lugar, pero más adelante en eltexto, Orígenes afirma que el demonios, sus ánge-les caídos y los principados han sido despojadosde su poder ante el impacto de la presencia de lacruz de Cristo, que ha sido un "espectáculo" suderrota y que todo se debe a la "pasión amorosadel Lógos y a su "resurrección gloriosa".

12. CI Comentario a Juan VI, 54; Contra CelsoVIII, 44.

13. Una idea similar se ofrece en DP Il, 10,6.14. Una idea similar en DP III, 1, 12. Los textos en

paréntesis cuadrados son nuestros e intentan acla-rar el contenido de la frase desde el contexto enque se encuentra el pasaje.

15. El castigo puede estar representado por el fuegointerior en la conciencia y ya con ello se encaminael alma hacia la vida de virtud. Igualmente, desdela conciencia de la criatura racional se puede dic-tar, ya desde la voluntad y la decisión para pecar,el castigo y la condenación de la criatura. Dios,por tanto, en Orígenes no es siempre el responsa-ble de la adjudicación de los castigos. CI DP Il,10, 4-5; Exhortación al martirio XXI, Diálogocon Heráelides, parág. 24-27.

16. La apertura del corazón hacia Dios conduce ala vida espiritual y a los efectos de tal vida: "sialguien reconoce ante sí mismo lo que es, sialguien advierte qué es lo que le falta y si com-prende a quién debe y a quién puede pedir lo quele falta, quienes tales cosas hacen sí obtendránuna gracia" (Orígenes: DP IlI, 1, 12 [PG: 11, 269-274, In Interpretatio nova]). La misma idea, enesencia, en DP 1Il, 1, 17).

17. La conversión efectiva vendría a ser posibleincluso en un proceso terminal de la vida; por lotanto, la opción por alcanzar una vida espiritualdescansa hasta el último momento de la vida en elejercicio individual de la propia voluntad (el CCIll, 64-69). La purificación se asume, entonces,como el proceso y la necesidad de oír la voz moral

durante la vida espiritual. La vida espiritual noes sólo el recorrido de la mente, es también latransformación espiritual de todo lo personal dela razón y de la voluntad.

18. Todo lo que comienza tiene que tener un término,el pecado, el agente del pecado, la inspiraciónpara el pecado, el mal y la causa del mal. El diabloy sus demonios son el origen del mal. Alternativa:o se convierten o no se convierten, entonces, o sesalvan o son condenados (y parece sugerirse enalgunos textos que tal cosa es dejar de ser). Alrespecto, el Orígenes: Comentario de Juan 1, 16.Una posición extrema en esta posibilidad la con-cede Orígenes y es que los condenados dejen sucuerpo y su alma en el fuego eterno y su espíritusea transformado por su voluntad imperfecta yascendidos al Paraíso, pero eso es tratar de justifi-car el absurdo precedente el Orígenes; DP Il, 10,7; Comentario a los romanos Il, 9 y Serm. Mat.57 y 62.

19. En el ambiente alejandrino se daban diferentessignificados a la apokatástasis; cosa similarocurre en diferentes secciones del texto griegodel DP, una veces significa reforma, cambio,paso y otras salvación final; sin embargo, esosmismos pasajes, en los textos "traducidos" al latínpor Rufino ofrecen siempre el mismo significa-do escatológico de "restitución final" (salvaciónfinal). Ese sentido escatológico no es inventadopor Orígenes, sino que es propio de las filosofíasde la época, así como del gnosticismo y de lasreligiones mistéricas. El planteamiento de la apo-catástasis como recapitulación final es sólo unaposibilidad en Orígenes (el sobre todo el Comen-tario a Mateo, XV, lI [PG: 13, 1284 A-1285 AlY el Comentario de Juan 1, 35 [40]). Orígenes loconsideró un absurdo si es que por credo de fe seha de admitir la necesaria conversión de todos lospecadores, incluso de los más acérrimos e inclusola del diablo y sus demonios (el Orígenes: Cartaa los amigos de Alejandría [véanse los textos deesta carta en Rufino: De adulteratione 7 (Cor-pus Chrstianorum XX, 7-17, Manlio Simonetti,ed.; 1983) y en Jerónimo: Contra Rufino Il, 18(Sourees Chrétiennes 303, Pierre Lardet, ed.;1967]). Para la defensa de Orígenes a causa de lastergiversaciones que algunos hacen de sus ideas,el Pánfilo de Cesarea: Apología de Orígenes(en Orígenes PG: 17,521-616). Complementandoestas lecturas y apegado fielmente a la interpreta-ción contextual a lo largo de la obra de Orígenes,cf. H. Crouzel: "A letterfrom Origen to 'Friendsin Alexandria"', en The Heritage of the Early

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIX (126), 9-23, Enero-Abril 2011 / ISSN: 0034-8252

ORÍGENES: DEL CONCEPTO DE INFIERNO Y ALGUNOS DILEMAS

Church, ed. D. Neiman y M. Schatking: Orien-/alia Christiana Analecta, 195 (Roma, 1973),135-170.

20. Cf Orígenes: CC VI, 71 Y VIII, 72. Complemen-tan el criterio: CC 1II, 74, IV, 14Y 68; así como lacitada Carta a los amigos alejandrinos.

21. Todo aconteció y acontece entre el amor de Diosy la libertad de la criatura. ¿Por qué fue así y porqué lo es, sólo Dios lo sabe? Y si sólo él lo sabe,sólo él podrá explicar estas cosas, así como losaconteceres de la vida y de la muerte y de los quesiguen a la muerte (ef Orígenes: DP 1, 8, 3 Y IlI,5,6).

Bibliografía mínima consultada

Orígenes (1857) Origenis opera omnia. Opera etstudio pour Caroli et Caroli Vincentii. Paris:Delarue. Ed. J.P. Migné (Patrologiae eursus eom-pletus. Series graeea), Vol 11.

Orígenes (1857) Origenis opera omnia. Opera etstudio pour Caroli et Caroli Vincentii. Paris:Delarue. Ed. J.P. Migné (Patrologiae eursus eom-pletus. Series graeca), Vol 12.

Orígenes (1862) Origenis opera omnia. Opera etstudio pour Caroli et Caroli Vincentii. Paris:Delarue. Ed. 1.P. Migné (Patrologiae eursus com-pletus. Series graeea), Vol 13.

Orígenes (1857) Origenis opera omnia. Opera etstudio pour Caroli et Caroli Vincentii. Paris:Delarue. Ed. 1.P. Migné (Patrologiae eursus eom-pletus. Series graeca), Vol 14.

Orígenes (1857) Origenis opera omnia. Opera etstudio pour Caroli et Caroli Vincentii. Paris:Delarue. Ed. 1.P. Migné (Patrologiae cursus eom-pie/uso Series graeca), Vol 15.

Orígenes (1857) Origenis opera omnia. Opera etstudio pour Caroli et Caroli Vincentii. Paris:Delarue. Ed. J.P. Migné (Patrologiae eursus eom-pletus. Series graeea), Vol 16 pars 1.

Orígenes (1859) Origenis opera omnia. Opera etstudio pour Caroli et Caroli Vincentii. Paris:Delarue. Ed. J.P. Migné (Patrologiae eursus com-pletus. Series graeca), Vol 16 pars 2.

Orígenes (1860) Origenis opera omnia. Opera etstudio pour Caroli et Caroli Vincentii. Paris:Delarue. Ed. 1.P. Migné (Patrologiae cursus eom-pletus. Series graeca), Vol 16 pars 3.

23

Orígenes (1899-1959) Orígenes Werke. Leipzig/Ber-lin: Akademie Verlag, Ausb. P. von Koetschau,E. Klostermann, E. Preuschen, A. von Baehrens,M. von Rauer, E. von Benz y L. Fruechtel (DieGriechischen Christlichen Schriftsteller); 13vols. (2, 3, 6, 10. 22, 29, 30, 33, 49 (35), 40, 38und 41).

Orígenes (1966/1936) On first principles. BeingKoestschaus Text of the De Prineipiis. Transla-ted into english by G.W. Butterworth. New York:Harper & Row, Publsh ..

Orígenes (1979/1867) Writings (De principiis; A ler-ter to ajrieanus, A letter /0 Gregory and Agains/Celsus). Trad. F. Crombie. Edimburg: WM. B.Eerdmans Publishing. Ed. A1exander Robertsy James Donaldson (The Ante-Nieene Fathers,vol. 4).

Fuentes anexas seleccionadas

Alcain,1. (1973) Cautiverio y redención del hombre enOrígenes. Bilbao: Mensajero.

Blaise, A. (1967) Dietionnaire latin-francais desauteurs chrétiens. Brepopls: Turnhout.

Berchman, R. (1984) From Philo to Origen. Califor-nia: Brown Judaic Studies 69.

Crouzel, H. (1964) "A letter from Origen to 'Friendsin Alexandria'", en The Heritage oj the EarlyChurch, ed.

Daniélou, J. (1958) Orígenes. Buenos Aires:Sudamericana.

Hamman, A.G. (2007) Pour tire les Péres de l 'Eglise.Paris: Les Éditions du Cerf.

Lampe, GW.H. (1961) A Patristic Greek Lexicon.Oxford: University Press.

Lubac, H. (1950) Historie et Esprit. l/intelligencede l Ecriture d: aprés Orige. Aubier: Montaigne.

Margerie, B. De (1980-1990) Introduction 'alhistoire de l exegése. 4 vols. Paris: LesÉditions du Cerf.

Meunier, B. (2000) La Naissanee des dogmes ehré-tiens. Paris: Éd. De l " Atelier.

Neiman, D, y Schatking, M. (1973) Orientatia Chris-tiana Analecta, núm. 195: 135-170.

Rist, 1. M. (1964) Eros and psyche. Studies in Plato,Plotinus and Origen. Toronto: Phoenix.

VY.AA. (1990) Dictionnaire encyclopédique du ehris-tianisme ancien. 2 vols. Paris : Les Éditions duCerf.

Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLIX (126),9-23, Enero-Abril 2011/ ISSN: 0034-8252