origen político del movimiento afroperuano
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Los afroperuanos constituyen una realidad especial en latinoamérica, son afrodescendientes que han desarrollado una cultura en integración plena a su entorno y privilegiando más éste que las referencias directas al origen africano (sin perder esas referencias tampoco). Constituyen, de todos modos una expresión cultural y un movimiento político.TRANSCRIPT
Origen político del movimiento afroperuano
Carlos Velarde Reyes
Qué es y cómo se entiende el movimiento afroperuano. La existencia del movimiento
afroperuano en si es un tema polémico ligado al tema de la existencia misma de un pueblo
afroperuano. No es un problema simple ni intrascendente ya que la naturaleza de existencia
en identidad de la población afroperuana determina la situación frente al Estado, por tanto
su dinámica política.
Las ciencias sociales nos presentan los movimientos sociales como previos a los políticos1,
es decir surgen de las necesidades sociales de la población, en especial por temas de
propiedad y trabajo, que se generan en confrontación, las que al organizarse con sus
liderazgos generan los movimientos políticos y los mismos partidos políticos (en cierta
manera).
Si se tratara de un pueblo constituido, de un solo pueblo, construido por la tradición y con
una estructura política el centro de atención estará en la participación política en el Estado
de este pueblo, de la forma como las estructuras políticas del pueblo se incluyen en la
estructura política de la nación. Respeto de sus estructuras organizativo políticas, de su
sistema de derecho interno, de la propiedad y el usufructo de su territorio.
1“The main criterion of a social movement, then, is that it aims to bring about fundamental changes in the social order, especially in the basic institutions of property and labor relationships” :Rudolf Heberle, “Social Movements: An Introduction to Political Sociology” Appleton Century Crofts, New York 1951, p6.Cfr.FancescoAlberoniI, Movimiento e institución. Teoría General,Madrid, Editora Nacional, 1984 (Colección Cultura y Sociedad). Ferdinand Tönnies, “Comunitat i associació”, Barcelona, Edicions 62, 1984 (Colección Clissics del Pensament Modern)
No es esto lo que encontramos ya sea por la dispersión misma de la población afroperuana,
por las diversas expresiones culturales desarrolladas en sus comunidades, por el diverso
origen que tuvo su ingreso en modalidades, tiempos y condiciones. La población
afroperuana que es parte de la diversidad cultural de la nación peruana es también diversa,
en forma sui generis, en su interior.
Con esto no se niega la existencia en sí del pueblo afroperuano, lo que se necesita es
identificar los elementos constitutivos que lo determinan, y que son un paso para entender
la esencia de lo que constituye el movimiento afroperuano. Es decir es necesario identificar
esas necesidades sociales que genera al movimiento.
1. Las relaciones de Poder
En un trabajo previo, hemos apuntado que la relación sociedad con los afrodescendientes
peruanos está marcada desde su origen por tres características:
Invisibilidad y exclusión,
Explotación y reducción a trabajos serviles y
Conculcación de sus libertades o derechos.2
Estas tres características aparecen como constante a lo largo del tiempo de presencia
afrodescendiente en el país. Es probable que desde la orilla académica se acepte, a veces a
regañadientes, las dos primeras, pero la tercera es una conclusión formal de las dos
primeras, es la que ocasiona la justificación de la discriminación, la permanente situación
2http://cvelrey.blogspot.com/2014/07/africanos-negros-en-el-peru-los-catorce.html
de pobreza de la mayoría de la población, el hecho de tener una población carcelaria
afrodescendiente mayor al promedio.
Esta relación no niega la existencia y desarrollo de otras manifestaciones culturales que se
incorporen a la identidad. Estas manifestaciones culturales se dan en un proceso de rechazo
de la misma cultura, en una situación de negación de la misma, lo que ha hecho que se
impida que se den de manera homogénea. Es muy diferente la tradición cultural de las
comunidades afroperuanas de Piura o Chiclayo que de las de Ica, y ambas difieren de las de
Tacna. Pero este contexto han hecho de estas manifestaciones una expresión contestataria
que encara al sistema. Por ello la expresión del arte afroperuano encierra la respuesta
contestataria a los tres componentes básicos de invisibilidad, explotación y conculcación de
derechos. Es la conquista de la libertad y la ciudadanía desde una expresión cultural que
puede ser vista a veces como una simple danza pero representa mucho más, representa la
reivindicación de un pueblo haciendo justamente lo contrario a lo que se le destina: se
manifiesta visiblemente, se expresa en libertad y lo hace como ciudadano con plenos
derechos. En un trabajo previo decíamos “El espacio de libertad está en la alegría del
grupo, en la felicidad de poder ser plenamente personas en la ejecución de la danza. Es una
alegría interna… pero que en lo esencial es la alegría de que ese grupo que se encuentra…
asumen que tienen una historia, que viven un presente y que pueden alcanzar un futuro
mejor, que su esperanza de libertad plena es válida”3
3 En “El Juicio Social”, Carlos Velarde Reyes, “Presencia y Persistencia, Paradigmas culturales de los afrodescendientes”. Centro de Desarrollo Étnico. Serie Caja Negra Negra Nº5. P. 103. Aunque el tema que trata es el Alcatraz, un tipo de danza más bien de la costa central sur del Perú, se puede aplicar a las diversas expresiones culturales que realizaron los afrodescendientes. Lo mismo puede aplicarse a las cumananasYapaternas, a los cantos del Undero de Zaña, a la ejecución particular del festejo, etc.
La relación con el poder, es esencialmente de negación, pues la definición misma de la
existencia es la de la negación de ese poder. No hay real presencia de esta identidad, porque
es justamente su sentido la negación de la misma.
Para que sea considerado pueblo, o comunidad, se le exige tener una estructura organizativa
política, es decir organizaciones representativas de acuerdo a sus usos y costumbres. Pero
es precisamente la imposibilidad de poder llegar a establecer esas organizaciones
representativas lo que genera la definición histórica. Por ello en la definición del Indepa
(Instituto Nacional de Pueblos Amazónicos Andinos y Afroperuanos) la definición de
pueblo afroperuano es “se entiende así a los peruanos descendientes de africanos cuya
identidad ha formado una cultura propia en el Perú y que se declaran como tales”4 Es decir
mientras que los pueblos andinos y amazónicos tienen organización propia, el pueblo
afroperuano es único y se les identifica por la cultura propia y el declararse como tales.
2. Acción política de los afroperuanos
El principal cambio político dado en el Perú luego de la conquista es la independencia
proclamada en 1821 pero luchada desde antes y hasta la batalla de Ayacucho. En la
proclamación de la Independencia se decreta la libertad de vientres aunque el objetivo fue
la manumisión. Este objetivo de abolición de la esclavitud es parte del programa de la
campaña. La historiografía tradicional explica este contenido como producto de la
influencia ideológica de la independencia de los Estados Unidos y de las revoluciones
burguesas (en especial la revolución francesa y la proclamación de los derechos del
hombre). Esta posición no visibiliza de hecho la presión que ejercía la misma población
víctima de la esclavitud.De hecho se suele ver el protagonismo en la historia personalizado
4 Normas Legales de El Peruano. Reglamento de Ley del Instituto Nacional de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuano. 12 de Agosto de 2005. Pag 298399.
en ciertos “tipos heroicos”5 que no solo ocultan el protagonismo de la sociedad en general
sino de otros protagonistas a quienes se les atribuye un rol menor o se les ignora. Esta
ignorancia no es simplemente por una necesidad de presentar los acontecimientos de
manera sintética sino que encierran una intención al resaltar ciertos aspectos contra otros,
minimizando de esta manera lo que consciente o inconscientemente se quiere minimizar. Es
decir, la poca presencia en la historia oficial de las insurrecciones y luchas de las
comunidades indígenas contra el poder de la colonia no es casual, pese a que muchos
trabajos académicos en la historia y las ciencias sociales las han tratado, para la población
la independencia llega como producto de la campaña libertadora del sur con don José de
San Martín, complementada con la del Norte con Simón Bolívar6. La acción de los
afrodescendientes, esclavos o no, no ha sido registrada mayormente en las fuentes oficiales
y no oficiales, no es producto de interés mayor de investigadores, ahora justificados por la
ausencia de fuentes, pero la ausencia de fuentes es también responsabilidad de los
registradores de la historia, en conjunto, que de alguna manera la han mantenido oculta.
No pretendemos cuestionar el papel de los académicos que seguirán bregando en la
documentación por reconstruir esta acción de la población, especialmente de la esclavizada.
La presencia de movimientos como el cimarronaje es tomado en cuenta en la mayoría de
trabajos, lo que no aparece es la trascendencia que esas y otras acciones de los
afrodescendientes realizaran con respecto a la independencia.
5 Usando el término latino typusque significa figura. El héroe es alguien que se sacrifica, total o parcialmente en bien de un grupo. Nos llenamos de héroes en las páginas de la historia pero perdemos el punto de vista de la acción misma de la sociedad como tal que es protagonista y autora de los acontecimientos históricos.6 La importancia de las insurrecciones campesinas se destaca a partir de las experiencias asumidas desde el gobierno revolucionario de la fuerza armada de 1968, quienes propiciaron un mayor trabajo de investigación y difusión del papel de Túpac Amaru, cuya trascendencia ya había sido resaltada por autores. Podríamos notar que hoy en día esa efusividad en el papel del revolucionario del Cuzco se ha perdido, y recién este año se publica un trabajo del estadounidense Charles Walker “La rebelión de Túpac Amaru”, y uno de los aspectos que destaca es el mantenimiento de la rebelión luego de la muerte del líder, es decir, el pueblo es el que hace la historia, y los héroes son los tipos referenciales de lo que hacían muchos más.
Y es que hay una intencionalidad real al leer o dejar de leer algo, al presentar o dejar de
presentar algo, al afirmar algo sobre lo que sucedió. La incorporación de la abolición de la
esclavitud tiene más razón precedente en las luchas directas o indirectas de los mismos
esclavos, como la abolición del tributo en las acciones de los mismos indígenas, que en las
ideas liberales burguesas que muy bien se acomodaron al uso y explotación de los
indígenas y esclavos hasta mucho después de la independencia. Aunque se negara por
ausencia de registro histórico las acciones de insurrección de esclavos de forma directa y
con los palenques y el cimarronaje, las propuestas o plan de cambios que presenta la
campaña independentista incluye la abolición de la esclavitud, que al lado de las otras
propuestas es como una propaganda política para alcanzar la integración de un sector de
población a la que se le ofrece un beneficio esperado.
El solo hecho de ser sujeto de interés de los propagandistas de la campaña demuestra que
era una población importante en lo numérico (esto es evidente), trascendente en lo social (el
papel de los esclavos en la economía nada más era fundamental) y, con una capacidad
insurreccional. Esto último es fundamental para desentrañar el perfil organizacional de los
afrodescendientes en la colonia. Si no hubiesen tenido esa capacidad insurreccional, no
hubiese sido necesaria la incorporación de la abolición de la esclavitud en la propuesta de
plan de independencia. El que sean un buen número no era importante si no eran parte del
enemigo, y de hecho en condición de esclavos poco podían aportar a un ejército al que
había que capacitarlo para el manejo de armas y caballería. Tampoco era cuestión de lanzar
un mensaje que llegase boca a boca a cada uno de los esclavos. No tenían los recursos
comunicacionales masivos de hoy en día, y precisamente los esclavos vivían en la hacienda
del enemigo. Ni siquiera por mensajes escritos, que además de las dificultades para
alcanzarlos, también habría dificultades para leerlos dado que los patrones no brindaban
alfabetización a sus esclavos7.
Tenía que existir un mecanismo de comunicación entre los afrodescendientes, esclavos o
no, que permitía compartir informaciones. Ese mecanismo de comunicación es producto de
una organización, probablemente iniciada por pequeños grupos, tal vez los que organizaron
los primeros palenques, pero que era una vía para que la información, que les interesaba, se
transmitiera en ese grupo. Y es interesante destacar que dada la composición poblacional
afrodescendiente, los llamados privilegiados de la ciudad, los organizados en las cofradías,
usasen esas estructuras para brindar la información, generando una identidad étnica en
torno a la lucha por derechos, es decir eran en conjunto un movimiento.
Las cofradías de negros creadas con el objetivo de evangelizar a esta población8. Ocupados
en rezos, cantos y procesiones, formados por un catecismo que aprendían de memoria,
también iban adquiriendo el conocimiento de la lectura, y la capacidad de comunicar. Es
evidente que las cofradías hacían algo más que rezar, que la organización cofrade
intercambiaría opinión sobre la situación de los familiares, de los hermanos que padecían
7 El control de la educación es la base del sometimiento, muchos afrodescendientes todavía eran analfabetos en las comunidades peruanas, y eso es herencia de un régimen colonial esclavista. A pesar de ello una parte tuvo acceso a la educación y su papel fue importante en la capacidad insurreccional. Cfr. JOUVE MARTIN, José ESCLAVOS DE LA CIUDAD LETRADA. ESCLAVITUD, ESCRITURA Y COLONIALISMO EN LIMA (1650-1700) IEP 2005.
8 Las cofradías eran formadas principalmente en las ciudades importantes, por supuesto en torno a las Iglesias y bajo la dirección espiritual de la autoridad eclesiástica. Probablemente no pensaran que la población esclava al servicio de patrones, a quienes se les trataba de una mejor manera que a los del campo, como en la forma de vestir, el espacio de habitación, la comida. Pero estos mismos, en particular las mujeres, tenían hijos que eran de todos modos comercializados, muchos iban al campo y su situación generaba una necesaria solidaridad que es parte importante para esa actitud insurreccional. Es decir, la esclava ama de la casa de un patrón podría considerar buena persona a sus amos, y no les haría daño, pero se sentía comprometido con el hijo, sobrino, hermano, u otra afinidad que sufría la explotación en el campo, y veía la mejor manera de apoyar a la familia.
las consecuencias de las cadenas de la esclavitud9. El evangelio propuesto como
instrumento de pasividad es en manos del oprimido un instrumento de liberación, y eso es
lo que pasa con las cofradías. Manteniendo el espíritu de la cofradía van agrupando también
los intereses liberadores, la actitud subversiva.
Por ello esa capacidad y estrategia comunicacional que funcionaba entre los afroperuanos
era la señal de una institucionalidad, de un real movimiento que trabajaba con el interés de
alcanzar la libertad. La lucha por la libertad, asimismo, no es inmediata a la condición de
esclavo. Requiere una reflexión, un segundo momento en el que el esclavo descubre que su
condición es naturalmente injusta, asume una racionalidad de hombre libre al que se le
impide serlo, por tanto asume la conciencia de poder reclamar ese derecho que le
corresponde.
La ideología de la libertad, la presencia de las cadenas como símbolo de la opresión, fueron
construidas con la experiencia misma de la esclavitud. Ideológicamente no es tanto la
ideología de las revoluciones burguesas las que le dan contenido a la ideología libertadora,
si le dan el objetivo real, que no es parte del tema, pero el contenido ideológico, el símbolo
es tomado de la experiencia de la esclavitud. No había reivindicación más justa que la de
personas a quienes se les negaba el derecho a ser personas sin condición previa.
Si bien numerosos autores condenaron la esclavitud, sin la demanda real de los esclavos no
hubiera tenido ese impacto como contenido ideológico.
También es de destacar que el controversial himno nacional del Perú fuese compuesto por
un afrodescendiente: José Bernardo Alcedo Retuerto, y que la estrofa que más se cante sea
9 El papel de la familia como elemento de organización supera el limitado concepto de la familia nuclear o ampliada, la familia se transforma para la comunidad afro en el denominador común que los identifica. Aun ahora es común que los afrodescendientes peruanos se saluden con el término familia. Podemos imaginarnos lo que siente el mayordomo de una casa de Lima vestido con los finos trajes para cuidar la casa y servir como prueba de status del amo cuando pasa el esclavo del campo trajeado con la simple bayeta, quizá llevando una gran carga encargada por el amo del campo cuando lo ve y lo saluda diciendo familia.
precisamente procedente de las letras que cantaran los esclavos. Por supuesto que cuando se
determinó la letra determina, Alcedo Retuerto aprobó esta letra probablemente creada o
inspirada por la lucha de los esclavos por la liberación.
Y si la canción que más sonara en la época estuviera inspirada en la liberación de la
esclavitud es producto de una presencia real y organizada de una comunidad que exigía el
cambio. El movimiento afroperuano es forjador ideológico del espíritu liberador del país, le
da contenido, le otorga justificación ética. En la trastienda de la historia fue formando el
espíritu transformador que lo expresó en arte, en culinaria, en expresiones lingüísticas. El
movimiento afroperuano es tan importante que sin él no habría Perú. No hay sustento
ideológico, no hay reconstrucción del espíritu criollo, no hay nueva forma de ver a un país
diverso.
Pero a pesar de ello, el poder económico presionó para que la real utopía propuesta no se
realizara. Primero Don José de San Martín reduce la eliminación de la esclavitud a la
“libertad de vientres”. Fue demasiado grande la influencia e interés económico que revirtió
la iniciativa original, y los esclavos tuvieron que esperar la manumisión hasta 1854, son 33
años sin una respuesta contundente.
Sin embargo este acontecimiento da origen a otro testimonio de la capacidad organizativa
de los afroperuanos. El decreto de manumisión fue celebrado en todo el Perú por la
población afrodescendiente, con eventos públicos en los que los mismos aportaron
económicamente. Esta respuesta al mismo tiempo que comprueba la expectativa que tenía
la población, es decir que era parte de sus aspiraciones reivindicacionales, demuestra la
receptividad comunicacional que implican tener una organización y unas demandas que los
unen.
La organización afroperuana no es de los moldes clásicos organizativos, ni políticos. Hay
que tomar en cuenta que parten de una situación en la que su propuesta es subversiva. No
hay mayor información de pensadores de la colonia cuya propuesta incluyera la libertad
para los esclavos. Si bien la esclavitud como modelo de apropiación del trabajo humano es
el nivel más degradante al apropiarse de la propia persona, al excluir la libertad no solo del
trabajador sino de toda su prole, va en contra de toda concepción ética de manera que solo
podría estar justificada por una negación de la calidad humana del trabajador o sea de una
animalización, y por tanto no hay una manera de realizar una propuesta ética que acepte la
esclavitud en sí, el programa mismo de la liberación no necesitaba tenerlo ni como fuente
de inspiración ni como contenido programático. Tiene que haber existido una presión muy
fuerte por esa libertad para los esclavos, surgida de la misma actitud de los sujetos de
explotación10.
Pero como dijimos, no es un reclamo que se hace desde la exclusividad de la experiencia
del esclavo, es una incorporación de lucha solidaria en la cual los no esclavos, las
cocineras, amas, los mayordomos, etc. que trabajaban en mejores condiciones, gozando
inclusive de los beneficios de generosidad del amo, sin embargo asumen como suya la
situación de los que no son favorecidos sino que por el contrario sufren la condena de la
10 La importancia y trascendencia de la participación de la comunidad negra peruana en la liberación está trabajada por Carlos Aguirre, quien en el título de su libro sintetiza el papel de la comunidad: agentes de su propia libertad. Es importante como destaca las diversas acciones realizadas que a simple vista aparecen como actos sueltos de bandolerismo u otros “crímenes” de esclavos, pero que entendidos en forma estructural nos muestra una estrategia política real. Carlos Aguirre. Agentes de su propia libertad: los esclavos de Lima y la desintegración de la esclavitud 1821 – 1854. Fondo editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 1993. “Hacer de los esclavos sujetos históricos activos implica de otro lado superar dos imágenes frecuentes y erróneas: por un lado aquella que les atribuyó durante mucho tiempo la condición de víctimas pasivas (y hasta conformes) del sistema de dominación; y por otro lado, la imagen romántica de quienes han visto en el esclavo un rebelde permanente, siempre dispuesto a enfrentarse al amo y luchar por su libertad: el esclavo indomable. Pretendemos acercarnos al estudio de la conducta social de los esclavos limeños que tenga en cuenta la compleja dialéctica de resistencia/adaptación como posibles respuestas frente a la dominación” p. 20.
esclavitud11. Esta solidaridad de origen es aglutinadora del grupo que asume un carácter
étnico, que constituye el movimiento ya existente, sin organización aparente pero con gran
capacidad de coordinación y transmisión de información.
Este movimiento no desaparece con la manumisión de 1854. El acontecimiento del decreto
de Huancayo12 que como dice el antropólogo Humberto Rodríguez Pastor no fue una
manumisión sino una compra, por parte del Estado, benefició a los propietarios de
esclavos13. Aunque la historiografía no lo destaque, las acciones previas, reconocidas como
bandolerismo, o las posteriores (compras de su propia libertad), e inclusive las mismas
celebraciones y fiestas por la manumisión fueron obra de un movimiento afrodescendiente
de organización sui generis.
Humberto Rodríguez Pastor nos muestra en síntesis cómo fue el comportamiento real de los
afrodescendientes post manumisión:
“Algunos abandonaron las haciendas; se les veía por los caminos sin destino
preciso
11 Testimonios de las luchas de este período las encontramos en el libro replanteando la esclavitud de Maribel Arrelucea Barrantes, en el que incide en la etnicidad y el tema de género. Maribel Arrelucea Barrantes, Repnatenado la esclavitud: estudios de etnicidad y género en Lima borbónica. Centro de Desarrollo Étnico, Mano Negra 2. Lima, Julio 2009.12 El 3 de Diciembre de 1854 el general Ramón Castilla, Presidente del Perú, firma en Huancayo el decreto que declara “enteramente libres a todos los varones y mujeres tenidos por esclavos y por siervos libertos”. Ya existía la prohibición de la trata que fue levantada por Felipe Santiago Salaverry en 1835 en una medida aplaudida porque favorecía los intereses del progreso económico del país. Carlos Augusto Núñez Ramos afirma que “No se debe concluir… que hubo en el Perú un vigoroso movimiento abolicionista ni tampoco una victoria del liberalismo” y que más bien “los esclavos habían dado pasos efectivos hacia la emancipación a través de diversos mecanismos (legales e ilegales) para anticipar su libertad y para contrarrestar las posturas de los propietarios”. Nuñez Ramos Carlos Augusto, Historia del derecho civil peruano: siglos XIX y XX, La manumisión de los esclavos, el oportunismo de la filantropía. Fondo Editorial de la Pontificia Univer4sidad Católica del Perú, 2006, T 5, V2. P 29. 13 También comparte la posición de que los esclavos fueron agentes de su propia libertad (Carlos Aguirre op. Cit.). Con respecto a la manumisión afirma “Con Castilla no hubo en realidad liberación de esclavos sino una compra masiva de afrodescendientes por parte del Estado peruano, que en esos momentos gozaba de una bonanza económica como consecuencia de los ingresos del guano”. Humberto Rodríguez Pastor, Negritud: afroperuanos resistencia y Existencia. Centro de Desarrollo Étnico, serie Mano Negra 1. Setiembre 2008. Abolición de la esclavitud y su continuidad P. 53
Otros se replegaron dentro de las haciendas; se refugiaron en los
bosquecillos de guarangos y en otros lugares de difícil acceso..
Por las necesidades inmediatas en la producción agrícola, los hacendados
tuvieron que aceptar las exigencias de pago que hacían los manumitidos.
Grupos de negras y negros ya libres exigieron a los patrones que les
entregaran a sus hijos, a quienes tenían retenidos como <<criados>>
En su cumpleaños, los libertos dieron muestras públicas de agradecimiento a
Ramón Castilla y a Manuel Toribio Ureta (ministro de gobierno provisorio).
Hasta se escribieron décimas como muestra de gratitud”14
Los afroperuanos asumen como suyo el decreto de la manumisión, por ello su
comportamiento, que puede parecer variado, encierra una actitud por la cual reivindican
como suyo el derecho. Abandonar las haciendas es una actitud de rechazo directo a la
situación anterior, mayor fuerza en los que se refugian dentro de ellas asumiendo el uso de
la propiedad de los que los esclavizaron, además establecer una estrategia de supervivencia
que ya la habrían tenido prevista15. Algunos asumieron que merecían un salario y
negociaron su salario, es decir tenían conciencia de su derecho, lo misma conciencia que
hace que exigen la entrega de sus hijos: reclamo de la dignidad, derecho y conocimiento del
alcance de sus derechos. Por último es importante que diversos eventos públicos mostraran
la alegría por el logro alcanzado. Eventos que implican la organización y una identidad que
se manifiesta en torno a una exigencia. Es decir hay un movimiento afroperuano también
14 Humberto Rodríguez Pastor op. cit p. 67 15 La venta de leña no solo fue estrategia de supervivencia sino que llega a ser una actividad de especialización étnica. Hay una previsión en este caso de forma de incluirse en la sociedad, aunque fuese en tierras privadas (de los hacendados), en las que los bosquecillos de guarango eran una especie de zonas liberadas o territorios en torno a los cuales se formaron ya no solo palenques sino comunidades. Los nombres de las comunidades de El Carmen en Chincha expresan en parte esto: El Refugio, EL Ingenio, etc.
posterior a la manumisión, no se perdieron esos vínculos comunicacionales en la nueva
etapa.
La sociedad política peruana incorpora a los afroperuanos comenzando por este
rompimiento con la estructura de la esclavitud. Las relaciones económico sociales devienen
en nuevos modelos de acumulación en el campo y la ciudad. La mayoría de
afrodescendientes de la capital irán dejando las relaciones de servidumbre directa, para
incorporarse a la estructura social del trabajo asalariado. Es decir, hay una reconstitución de
la familia que se vincula formalmente al tronco común femenino16. La formalidad de la
familia nuclear tradicional occidental y cristiana es asumida, por tanto el hombre pasa a ser
el sostén económico familiar y tiene la responsabilidad de la estrategia de sostenimiento
económico aunque la mujer seguirá siendo el vínculo de unidad y punto referencial de
autoridad moral. Los hombres se integrarán al trabajo obrero, o al agrícola como peón o en
los mejores casos como parcelero. Es en esta relación de dependencia que se integran al
Perú, conjuntamente con indígenas de costa, de sierra, migrantes pobres de otros países. Se
integran desde el denominador común que es la pobreza y la necesidad de trabajar para
conseguir el salario. Algunas actividades son preferidas, como la de construcción civil,
probablemente por cierta experiencia acumulada, pero en general diríamos ingresan a la
fábrica como un proletario más. Por lo menos esto es lo que se asume cuando también
ingresan las ideas sociales en el país. Por ello el tema de los análisis pasa más por la
estructura de clases que por la composición étnica del país17. Pero de diversos modos se
16 La importancia de la mujer como centro referencial en la familia afroperuana está en la experiencia colonial, y permanece de alguna manera, es decir girando la unidad del tronco familiar en torno a la madre mayor, o abuela mientras imponga esa autoridad moral. Esta estructura, que es importante para entender la capacidad comunicativa, es también parte de la estrategia organizativa, que establece unidades por el tronco común materno, y permite identidades mayores, ya que todos se reconocen como familia.17 Un error grave de los analistas pues dejan de lado la necesidad de reivindicación de sectores de población con identidad a los que no se les atiende. Los indígenas de costa sierra y selva, los afrodescendientes, son
mantiene una estructura organizacional de los afrodescendientes peruanos (el movimiento
político) unidos por la necesidad de reivindicar visibilidad, vida digna y ciudadanía plena.
Las relaciones de comunicación que funcionaran en la colonia se mantienen, es decir el
tronco familiar y las actividades de encuentro formal o informal en las relaciones festivas y
religiosas.
Algunos acontecimientos políticos fueron ocasionados por esta fuerza de movimiento,
podríamos inferir en las luchas de construcción civil y otros gremios. Pero un testimonio
importante es la sublevación de campesinos negros en Chincha (1879) ocurrida en plena
guerra con Chile y que demuestra que la unión étnica y solidaridad humana es más fuerte
que los nacionalismos creados. En resumen, podríamos decir que la población negra de
Chincha tuvo en sus manos propiedades de la tierra, heredadas de las haciendas
eclesiásticas como San José, pero que les fueron arrebatadas ya sea por saqueos o robos
directos, engaños, o porque por temor a los bandoleros los campesinos se los entregaban en
custodia a los patrones para que estén seguros, y éstos se los apropiaron18. Por ello cuando
llega el ejército chileno los hacendados creen que “sus negros” serían su apoyo, pero no fue
así: “Alrededor de trescientos sublevados asaltaron el 23 de diciembre las tres haciendas
más grandes del valle: San José, Hoja Redonda y Larán. Los rebeldes las atacaron teniendo
cuidado de no participar en la hacienda que era su centro de trabajo; así, por ejemplo, los de
Larán irían a San José y Hoja Redonda, los de éstas a su vez observarían la misma regla”19.
Es decir fue una actividad con conciencia y organizada, en la cual atacaban, al mismo
grupos étnicos cuyos problemas pasan más por una reivindicación cultural que por una identidad de clases amorfa y poco trascendente, ya que muere en el economicismo del logro sindical.18 Carmela Sotomayor Roggero y Ramón Aranda de los Ríos. Sublevación de campesinos negros en Chincha 1979. Universidad Nacional de San Marcos. Lima 1979. 19 Carmela Sotomayor y Ramón Aranda. Op. cit. P. 32s
tiempo que se cuidaban de perder su trabajo. La estrategia era que cada hacendado viera
que eran de las otras haciendas los que atacaban.
El devenir de este acontecimiento termina con una fuerte represión a la población negra,
pero lo importante es constatar que la organización de la población negra existía como tal,
que el movimiento existía, independientemente del mismo país, es decir que tienen un claro
contenido étnico.
3. Las perspectivas políticas del movimiento afroperuano.
No tomamos en cuenta la evolución del presente del movimiento afroperuano, que si bien
continúa sufriendo, como movimiento lo mismo que como población, la invisibilidad, la
reducción de espacios y la limitación en cuanto al acceso pleno al ejerccio de la ciudadanía,
ésta implica un análisis más profundo que lo planificamos hacer en el Centro de Desarrollo
Étnico a partir de un intercambio más amplio de visiones, primordialmente surgidas de la
misma experiencia de existencia del movimiento.
El movimiento político afroperuano se ve desde las dos perspectivas, desde fuera,
asumiendo una probable racionalidad académica que no se compromete en su devenir, y
desde dentro, es decir asumiendo la realidad de sus reivindicaciones. Partiendo que no se
puede ser neutral en ningún análisis, sólo podemos verlo desde la confrontación con esos
tres factores que acompañan la presencia afrodescendiente en el Perú. Y sólo puede ser
válido como medio para eliminar esos factores, es decir como forma de contribuir para la
visibilidad de la cultura, la eliminación del racismo exclusión y discriminación que
ocasionan la condena de la mayoría a los trabajos en peores condiciones e ingresos, y al
ejercicio pleno de ciudadanía.
La pregunta por la existencia del movimiento afroperuano está respondida desde la
perspectiva del accionar organizado de los afroperuanos, la pregunta de ahora es cómo se
manifiesta contemporáneamente este movimiento. A veces se suele decir que en sus
organizaciones, pero esto es una reducción de la realidad. El movimiento afroperuano está
todavía en ese sistema de relaciones que mantienen la identidad de familia, en la forma de
conservar el respeto al tronco familiar materno, y en sus convocatorias que pueden parecer
simplemente eventos de diversión cultural, pero que son momentos de expresión de sus
anhelos y de sus aspiraciones.
Cedet.
Agosto, 2015.