ordenes y espacio arquitectónicos
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EJERCICIO 1:
Imagen 1:
Claustro barroco de Santa María della Pace,
(Roma) encargo a Bramante del cardenal Carafa 1500-
1504. Trabajó sobre la estructura de un monasterio
dominicano, racionalizando los espacios con el
intercolumnio y la superposición de los órdenes y su
combinatoria.
Entre 1492 y 1498, hubo la invasión de Carlos VIII, la
revolución de Savonarola, la quiebra de los Médicis y el
hundimiento de la política italiana, creando inseguridad y
crisis incluso en el arte.
En esta época Bramante deja la Lombardía y busca en
sus obras la universalidad, interesándose por el espacio
abierto y delimitado con posibilidades urbanísticas, tendiendo a no limitarse al edificio. Seguidamente
viajará a Roma para reflexionar y profundizar en la totalidad del método.
De esta reflexión surgirá el claustro de Santa Maria della Pace, donde Bramante concreta sus
descubrimientos. Es de planta cuadrada y usa como medida un módulo que corresponde al ancho del
pórtico, tuvo que adaptar la forma de planta cuadrada a la forma de trapecio irregular del terreno.
La superposición de los órdenes y su combinatoria se aplicaron anteriormente al Palazzo Rucellai y al
patio del Palazzo Venezia (Alberti) y a este claustro de Bramante con su estructura de arquerías, y será el
programa del clasicismo.
La entrada al claustro contradice la
perspectiva central de la época, porque Bramante
optó por situarla en una esquina para que
participara lo menos posible de la organización
del espacio del claustro. De esta manera, quien
entra ve primero el orden toscano; y sólo en un
segundo momento, después de haberse vuelto
hacia el espacio descubierto, descubre el jónico.
Si hay algo que caracterice a este edificio es
la proporción y la simetría de su arquitectura, el
patio interior corresponde a la repetición de un
módulo cuadrado 16 veces (4x4), con 16 pilastras
alrededor suyo. Este número, era el número
perfecto, según Vitrubio, ya que representaba la armonía, la simetría y la proporción. El patio central está
atravesado en diagonal por una cruz que corresponde a los pilares que forman las esquinas. Así convirtió el
vacío en una entidad tridimensional haciendo coincidir los ejes de simetría del espacio central del claustro
con los ejes principales de la perspectiva. La mirada se dirige a los puntos de fuga de forma que la cruz
guía hacia los ejes que corresponden a los pilares. Este espacio cuadrado, fijará la posición de los pilares y
de las columnas de los dos niveles. El ancho de los arcos se redujo y simplificó, para quitarles peso visual,
además solucionó la disposición de las esquinas del nivel superior, sustituyendo las delgadas columnas por
pilares robustos en forma de “L”.
La arquitectura de Bramante no tiene límites, creará una nueva y única tipología del espacio con la
superposición de órdenes, Bramante superpuso los dos sistemas diferentes de órdenes, utilizando arcos
encuadrados con pilares, de capitel toscano, y con pilastras adosadas, de orden jónico, en el nivel inferior.
En el nivel superior, empleó un dintel con pilares de capitel compuesto alternando columnas corintias. El
pórtico es continuo y en el nivel inferior es de bóveda de crucería.
El alzado sigue las proporciones vitruvianas como Alberti y Serlio. Las pilastras están separadas por
una serie de arcos continuos que tienen la misma medida del módulo primario. Las pilastras del nivel
superior corresponden al del nivel inferior, pero las columnas de arriba coinciden con el centro de los arcos
de abajo, con un arquitrabe y cubierta a un agua.
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Bramante utilizó el orden matronal jónico por estar dedicado Maria Madre della Pace, según la
simbología de la teoría modal de los órdenes de Vitrubio. La consecuencia fue el surgimiento de un nuevo
ideal de espacio arquitectónico: un espacio con capacidad representativa sujeto a las leyes de la simetría,
entendida como el resultado de la perfecta integración de las partes y el todo. Esta fue la aspiración de
muchos arquitectos del Renacimiento. El punto culminante de la aplicación de este sistema de
proporciones y de teoría de los órdenes, se
conseguía en obras como ésta que venimos
comentando. Por tanto, podemos decir que el
claustro de Santa María della Pace supone una
auténtica proclama de la arquitectura del
Renacimiento Clásico, es decir, es una obra que
refleja el ideal del espacio arquitectónico como
manifiesto del Clasicismo.
Como fuente documental me parece apropiado
recurrir a Vitrubio y su libro “Los diez libros de
arquitectura”, libro IV donde se describen los tres
órdenes: el dórico, el jónico y el corintio y se da
alguna pauta sobre el toscano. Vitrubio en esta obra
hace corresponder los distintos tipos de orden con un carácter: varonil, delicado y con distintos dioses y
diosas. Esta teoría fue llamada la “teoría modal de los órdenes”, y ejercerá una gran influencia sobre los
tratadistas y arquitectos de los siglos XV al XVIII.
También me parece que el texto de Bruschi La arquitectura de Bramante plasma como el artista se
nutre de los principios y espacios de Alberti y de qué manera representará el modelo clásico:
Y ningún edificio o elemento léxico del Bramante romano, ni siquiera aquellos que aparentemente más
se aproximan a la antigüedad, será en realidad parecido a ningún monumento antiguo específico. …… Y
justamente Vasari podrá subrayar que «si bien los griegos fueron creadores de arquitectura y los romanos
sólo imitadores», Bramante los imitó «con una creación nueva». (...)
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Imagen 2
Ciudad de Torino de finales del siglo
XVII y pertenece a un atlas urbanístico de los
dominios de los Saboyas, impreso en Amsterdam
representando la segunda ampliación de la ciudad
en el último tercio del siglo XVII.
Al ser una región de transito devastada
con frecuencia por los ejércitos franceses y
españoles, el duque de Saboya trasladó la capital
desde Chambery a Torino ampliándola y
mejorando las fortificaciones.
Con la renovación del castillo existente,
construyendo una Cittadela, de típica planta estelar de estilo renacentista y reforzando las murallas,
creando así una fuerte estructura defensiva y, cortando la muralla romana para abrir la Via Nuova, hoy
llamada Via Roma.
Es el momento en el que nace la necesidad de superar las murallas, según L.Benevolo, y crear una
ampliación hacia el sur en lo que se conocerá como la Cittá Nuova formada por una decena de manzanas
organizadas alrededor de lo que será la rectangular Piazza San Carlo, articulada con el centro antiguo por
la Vía Nuova, luego se trazó la “contrada del Po”, que unía el centro con el “Ponte del Po”, para terminar
con la transformación de las estrechas calles y el viejo caserío, siguiendo la dirección de los ejes del castro
romano.
Ascanio Vitozzi, concibió todos estos nuevos espacios de enlace urbano de una manera uniforme,
en la primera ampliación, como las ya ensayadas en Francia, en la Rue Rivoli y las tradicionales plazas
reales parisinas como la Place Vendôme. La orma urbana y unitaria adquiere así un papel esencial para el
establecimiento de un carácter representativo de la ciudad como sede del poder del Duque. La idea
cartesiana de continuidad urbana espacial y el clasicismo se entienden como cualidades superiores de los
nuevos tiempos, relacionados con el racionalismo y la belleza ordenada, frente a la imagen caótica de la
anterior ciudad medieval.
La segunda ampliación hacia el este, fue impulsada en 1663 por Carlos Manuel II, ejecutada por
A. Castellamonte. El recinto amurallado siguió un
itinerario obligado, ya que debería cortar las islas
cuadrangulares por razones de condicionamientos
topográficos. La calzada militar fue trazada en línea
recta, cubriendo la distancia entre el castillo y la
muralla. Adopta como eje la Via Po y arteria que une
los polos esenciales del castillo y el puente sobre el
río. En esta segunda ampliación fue fundamental la
fortificación por la parte del río, Castellamonte
propuso la realización de un perímetro labrado que
se reenganchase al bastión Sur de Santa Cristina,
luego llamado de San Lazzaro. Construyó también
un arco elíptico hacia el puente sobre el río Po para
lograr, en línea oblicua, llegar a soldarse con el
bastión noroeste de la ciudad cuadrada.
La Piazza San Carlo es un espacio
rectangular alargado que presenta pórticos en arcada, en sus lados más grandes. Al levantar las nuevas
murallas se fueron demoliendo las antiguas y se construyeron hermosos palacios construyéndose
previamente bastiones defensivos más hacia fuera y cerca del río Po. En la embocadura exterior, se sitúan
dos iglesias gemelas, San Carlo y Santa Cristina, cuyas fachadas definen el carácter general del lugar, el
uso novedoso del espacio y que se diseñarían posteriormente en la tercera ampliación, por otro arquitecto
fundamental en Turín, Filippo Juvara. En el centro del conjunto de manzanas añadidas se instaura un
nuevo espacio abierto octogonal de mayor dimensión, la Piazza Carlina. Se trata de mantener en estos
nuevos espacios la unidad de estilo y formal preexistente.
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Según el documento de Ester Alegre “La Villa Ducal española y su relación con las ciudades
ducales italianas”, Italia marcará la tendencia e
influirá en Europa, incluso en España, alejándose
de las teorías y liberando espacios y soluciones
novedosas y originales. En el ‘400 se da paso a la
ciudad ideal, que representa la sociedad perfecta,
con trazado regular y el palacio presidiendo la
plaza, la ciudad se convierte en centro de
renovación artística, es el triunfo del
Renacimiento.
Las dos tendencias contrarias de Brunelleschi
(/tabula rasa) y Alberti adaptarse a lo existente), se
unen en líneas generales y optan por las mismas
soluciones. En este momento se producen grandes
transformaciones en las ciudades italianas, Turín
será la ciudad que se transformará desde dentro
para crecer, y se construirán los edificios más
emblemáticos.
Según Chueca Goitia en su texto “Breve historia del Humanismo”: el Barroco logró crear una
ciudad como obra de arte utilizando la perspectiva que valorice el trazado y la composición. En el siglo
XVIII se alcanzará la madurez de la música y del urbanismo, según los tres principios de Lavedan que son
la línea recta, la perspectiva monumental y el programa o, con otras palabras, la uniformidad.
La arquitectura de esta época era el arte de la representación. En esta época, se convierte el espacio
urbano en un lugar de propaganda del poder, en un escenario teatral cuyo eje era la plaza, de gran valor
simbólico, que se buscaba identificar con el Estado. Durante el Medievo y Renacimiento, el poder del rey
no estaba vinculado a ninguna ciudad. Con la formación del Estado moderno, toma un espacio permanente
para sí, la capital, que debe reflejar de manera visible su poder.
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EJERCICIO 2: Elije uno de los siguientes temas propuestos. Desarrolla una reflexión crítica sobre el mismo,
establece su mapa conceptual e ilústralo adecuadamente.
Tema 1. La teoría de los Órdenes fuera de Italia. Interpretaciones y codificación de la
gramática clasicista.
Con la difusión de la obra de Vitruvio, se recuperó su doctrina arquitectónica y con ello un ideal
arquitectónico basado en la proporción del cuerpo humano, en la Naturaleza. Se recupera así el lenguaje
propio de la Antigüedad Clásica, que se considera el modelo a seguir. Siendo Alberti el precursor, le
sucederán numerosos tratadistas que plasmarán sus ideas en diversas obras tomando como referencia la
obra de Vitruvio, las ruinas de la Antigüedad y los edificios antiguos; la Antigüedad se convierte así en una
especie de anhelo a revivir en el arte del momento. Si bien este movimiento empezó en Italia, donde
Brunelleschi o Bramante fueron sus primeros representantes a finales del siglo XV y principios del XVI, se
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extendió por toda Europa gracias a la difusión de la obra de Vitruvio al ser traducida a varios idiomas a
partir del siglo XVI, siendo el culmen del clasicismo en los siglos XVIII y XIX, con la eclosión del
Neoclasicismo.
El debate en torno a las proporciones arquitectónicas se va a ver influido por:
- Los teóricos italianos del Quattrocento.
- Los viajes realizados a Italia por los arquitectos franceses del siglo XVI.
- Las guerras emprendidas desde 1448 para conquistar el Milanesado por parte de los franceses,
que va a permitir conocer los estados italianos.
- La presencia de artistas italianos en Francia en la corte de Francisco I (ej. Da Vinci, Serlio).
Los arquitectos franceses se dieron cuenta de que las reglas de Vitruvio no eran exactas y el
objetivo fue crear unas normas fijas.
De entre los autores que prestaron atención al tema en el siglo XVI fueron:
En Francia, las obras traducidas de Vitruvio Alberti y Serlio no llegarán hasta mediados del siglo
XVI, lo que desencadenaría un interés general por la arquitectura ligado al desarrollo del Absolutismo de
Luis XIV. Uno de los autores más importante fue Philibert de l’Orme y su obra Nouvelles Inventions en la
que relaciona las leyes de la arquitectura con la Naturaleza y propone la creación de un nuevo orden, el
“orden francés”.
En el siglo XVII es Fréat de Chambray el tratadista clasicista por excelencia. En 1650 publicó su
obra Parallèle de l’architecture Antique avec la moderne, en la establecía que los tres órdenes griegos
tenían un carácter autosuficiente para la construcción, encontrándose la arquitectura perfecta en un regreso
a éstos órdenes. Este autor aboga por el respeto a las reglas antiguas de la proporción propuestas por
Vitruvio, siendo un gran admirador de Palladio. Claude Perrault y su obra Ordonnance des cinq éspèces
de colonnes selon la méthode des anciens (1683), critica a Vitruvio y defiende la capacidad de los
arquitectos para reinterpretar y crear a partir de un legado antiguo.
En el siglo XVIII son tres los autores principales: Jean Louis de Cordemoy, quien planteó el uso
ornamental de los órdenes, recuperar el concepto de decor. Sebastien Le Clerc innovó y creó su nuevo
orden francés. Y Marc-Antoine Laugier ofrece planteamientos muy similares a Chambray, con una visión
más filosófica. En la línea clasicista, defendía la inspiración de los órdenes en la Naturaleza y su función
como parte estructural del edificio y no como mero ornamento, introduciendo lo que serán las bases del
Neoclasicismo. Uno de los ejemplos más destacados de esa “recuperación”, de ese anhelo de lo antiguo,
es la construcción de las villas suburbanas, como Versalles, con las que se pretende emular la vida de los
antiguos romanos, aunque muchas de ellas sigan las teorías modernas de construcción. Un ejemplo
característico es el Panteón de París (Germain Soufflot).
Panteón de París
Esta obra, inspirada claramente en los templos de la Antigüedad, como muestra
su entrada formada a base de un pórtico con columnas corintias sobre las que reposa un
frontón decorado con episodios mitológicos. En el interior, sus grandes espacios
abovedados, con una gran cúpula central, dan al espectador una gran sensación de
amplitud. La estructura de la cúpula recuerda a las primeras obras clasicistas, como San
Pietro in Montorio de Bramante.
La teoría arquitectónica centroeuropea estuvo marcada por Serlio. Los más destacados fueron los
tratadistas Hans Vredeman de Vries y Wendel Dietterlin con sus creaciones fantásticas en grabado sobre
cobre.
En Inglaterra, donde destaca la influencia que tuvo el palladianismo, destacan John Shute con un
libro de órdenes al estilo nórdico a la manera de Serlio y añadiendo una variante en forma de cariátide.
Christophe Wren que aportó un nuevo orden: el orden tirio, y el tratado de Robert Morris, quien defendía
la existencia de 3 órdenes griegos y apostaba por el clasicismo. Quizás la obra más destacada del territorio
inglés sea el monumento a Lisícrates de Stuart en el siglo XVIII, en el que reprodujo el monumento
antiguo ateniense.
En España, los tratadistas seguirán la línea Serlio-vitruviana, introduciendo modificaciones en el
valor simbólico del edificio y nuevos órdenes. Los más importantes fueron Francisco de Villalpando,
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Diego de Arfe y Villafañe, Gerónimo de Prado, Fray Juan Ricci, Diego de Sagredo con su obra Medidas
del Romano (1526) y la definición de columnas dichas monstruosas, candeleros y balaustres. En esta época
surgirá el orden español, el orden ático y el orden salomónico.
También se desarrolla el fenómeno de las villas suburbanas; así lo vemos reflejado en el
Monasterio del Escorial (Juan Bautista de Toledo). Tanto este como el de Versalles, se torna de modelos
que imitan el estilo de vida de la Antigüedad, con los palacios rodeados de espacios ajardinados y en
contacto con la naturaleza.
El Escorial
Su arquitectura representa la sobriedad y la austeridad, el uso de los ordenes
superpuestos, predominando el orden dórico en el conjunto, aunque el gran eje
central nos adelanta ya lo que será el barroco. Predomina el orden y la simetría. Su
arquitectura marcó el paso del plateresco renacentista al clasicismo
desornamentado.
Como conclusión podemos decir que a partir de mediados del siglo XVI se produce “un retorno a
la Antigüedad”, es decir, se encuentra en las formas clásicas el ideal arquitectónico, y ya no es una
inspiración como podía ser en el Renacimiento inicial, sino que se toman los modelos de la antigüedad
completos. Los textos de la lección que mejor resumen la pregunta formulada para esta prueba es el de
Battisti: “El clasicismo del siglo XVIII” donde recurrirá a Bellori para sintetizar el programa estilístico del
siglo o el de Summerson: “A la luz de la razón y la arqueología”, en la que trata del debate que empezó en
Francia a propósito de los órdenes.
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Bibliografía
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