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Oración de marzo 2018
CURSO:_________
I n t e n c i on e s d e l a I g l e s ia p ar a e l me s de ma r zo
Por la formación en el discernimiento espiritual, “para que toda la
Iglesia reconozca la urgencia de la formación en el discernimien-
to espiritual, en el plano personal y comunitario.
PRESENTACIÓN
Querido profesor (a):
Iniciando un nuevo año escolar queremos renovar nuestro compromiso de
colaborar con su institución mediante la oración de la mañana. Comparti-
mos este documento que contiene las oraciones diarias del mes de marzo.
Es un insumo que puede administrar de acuerdo a la realidad de su comu-
nidad educativa. Contiene 4 elementos claves: Evangelio diario, comenta-
rio, preguntas de reflexión y oración final.
Este año, hemos querido estar en sintonía con la campaña de Cuaresma
de Fraternidad. Es por esto que los queremos invitar a sumarse y vivir este
tiempo de preparación.
Conozcamos un poco de su historia:
Cuaresma de Fraternidad es una iniciativa que la Iglesia Católica desarrolla
desde el año 1982 a través del Área de Pastoral Social - CARITAS de la
Conferencia Episcopal de Chile, con el objetivo de incentivar una vivencia
más profunda de este tiempo litúrgico, preparándonos para el encuentro
con el Señor por medio de la oración, la austeridad y el compartir.
No se trata simplemente de una campaña para reunir dinero. Es una invita-
ción a encontrarnos con Cristo, un llamado a prepararnos para vivir su Pa-
sión, poniendo nuestra mirada y nuestro corazón junto a quienes más lo ne-
cesitan, orando y haciendo gestos de austeridad que nos permitan practi-
car la solidaridad, con acciones concretas que nos lleven al encuentro
con los demás.
Oremos por las intenciones de nuestra Iglesia chilena en este tiempo post
visita Papal y en comunidad sigamos trabajando por la construcción del
reino.
Evangelio de San Lucas 16, 19 - 31
Jueves 01 marzo
Saludo
Buen día, estamos iniciando un nuevo año escolar, en este mes de marzo ya nos
encontramos en el tiempo de Cuaresma que nos prepara a vivir la Semana Santa. En el
Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
San Rosendo
Ciclo: B
Tiempo: Cuaresma
La parábola del hombre rico y el pobre Lázaro
Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino finísimo y cada día hacía espléndidos banquetes. A
su puerta, cubierto de llagas, yacía un pobre llamado Lázaro, que ansiaba saciarse con lo que caía de la
mesa del rico; y hasta los perros iban a lamer sus llagas. El pobre murió y fue llevado por los ángeles al
seno de Abraham. El rico también murió y fue sepultado.
En la morada de los muertos, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a
Lázaro junto a él. Entonces exclamó: “Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje
la punta de su dedo en el agua y refresque mi lengua, porque estas llamas me atormentan”. “Hijo mío, res-
pondió Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio, recibió males; ahora
él encuentra aquí su consuelo, y tú, el tormento. Además, entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo.
De manera que los que quieren pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede pasar de
allí hasta aquí”. El rico contestó: “Te ruego entonces, padre, que envíes a Lázaro a la casa de mi pa-
dre, porque tengo cinco hermanos: que él los prevenga, no sea que ellos también caigan en este lugar de
tormento.
Palabra de Dios.
Jesús, Tú me conoces bien. Dame fuerzas y una mirada espiritual para descubrirte en mis familiares, en mi vecino, en mis compañeros, en to-das las personas que me rodean; tanto con las que me llevo bien, co-mo con las que me caen mal. Que te vea tanto en el mendigo como en el patrón, y que pueda transmitir-te a ellos. Que mi gran ilusión sea servir y ayudar a mi hermano en to-das sus necesidades que me sea posible, para hacer su yugo más li-viano.
Amén.
Oración
Iluminación
Es interesante ver en este Evangelio cómo el rico sólo se acuerda de Lázaro cuando necesita de él.
En su vida, nunca le tuvo presente para ayudarle a tener una vida más digna. Asimismo, en nuestra
vida, muchas veces pasa lo mismo. Sólo nos acordamos de los demás cuando se trata de nuestro
propio provecho y bienestar.
El rico se fue para el infierno no por sus bienes, sino porque dedicó toda su vida a satisfacer su pro-
pio gusto, en vez de haberla empleado en hacer obras de misericordia.
Todos los bienes y talentos que recibimos de Dios son para servir a los demás. Muchas veces no po-
dremos ayudar materialmente, pero podemos dedicar nuestro tiempo, dar una sonrisa, unas pala-
bras amorosas. La mejor forma de transmitir a Cristo, de evangelizar el mundo, es con nuestro ejem-
plo, con la donación de nuestro tiempo a los demás, tiempo que es la mayor riqueza que tenemos.
¿Eres un buen amigo ? ¿Te ocupas de las necesidades de los demás? ¿Cómo reaccionas cuando
no recibes ayuda? ¿Qué se siente ayudar a otras personas?
EVANGELIO DE SAN MATEO 21, 33 - 46
Viernes 02 marzo
Saludo
Buen día, preparemos el corazón para iniciar esta jornada de trabajo. En el Nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
San Lucio
Ciclo: B
Tiempo: Cuaresma
La parábola de los viñadores homicidas
Escuchen otra parábola: Un hombre poseía una tierra y allí plantó
una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia.
Después la arrendó a unos viñadores y se fue al extranjero. Cuando
llegó el tiempo de la vendimia, envió a sus servidores para percibir
los frutos. Pero los viñadores se apoderaron de ellos, y a uno lo gol-
pearon, a otro lo mataron y al tercero lo apedrearon. El propietario
volvió a enviar a otros servidores, en mayor número que los prime-
ros, pero los trataron de la misma manera. Finalmente, les envió a
su propio hijo, pensando: “Respetarán a mi hijo”. Pero, al verlo, los
viñadores se dijeron: “Este es el heredero: vamos a matarlo para quedarnos con su herencia”. Y apoderán-
dose de él, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando vuelva el dueño, ¿qué les parece que hará con
aquellos viñadores?» Le respondieron: «Acabará con esos miserables y arrendará la viña a otros, que le en-
tregarán el fruto a su debido tiempo».
Jesús agregó: «¿No han leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores rechazaron
ha llegado a ser la piedra angular: esta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos?
Por eso les digo que el Reino de Dios les será quitado a ustedes, para ser entregado a un pueblo que le hará
producir sus frutos». Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír estas parábolas, comprendieron que se refe-
ría a ellos. Entonces buscaron el modo de detenerlo, pero temían a la multitud, que lo consideraba un pro-
feta.
Palabra de Dios.
Señor, gracias por tu amor, porque a pesar de mis debilidades, envías a mi corazón a tu Hijo Jesucristo. Dame tu luz y el fuego de tu paz para que lo sepa recibir en esta oración. Amén
Oración
Iluminación
¿Te has sentido alguna vez controlado/a, indebidamente, en casa, en el trabajo,
en la iglesia? ¿Cuál ha sido tu reacción? ¿Cómo la de Jesús?
Si Jesús hoy volviera y contara la misma parábola, ¿cómo reaccionaría yo?
El Evangelio del día de hoy nos presenta a una multitud de gente simple, que seguía a Jesús, porque
lo que Jesús decía les hacía bien al corazón, les calentaba el corazón. Esta gente no se había equivo-
cado, no usaba la palabra de Dios para hacer su conveniencia, sentía y buscaba ser más buena.
¿Qué podemos hacer para no asesinar la palabra de Dios?, para ser dóciles y no enjaular el Espíritu
Santo?
Dos cosas simples. La actitud de quien quiere escuchar la palabra de Dios es primero, la humildad; se-
gundo la oración. Esta gente no rezaba. No sentía necesidad de rezar. Se sentían seguros, se sentían
fuertes, se sentían dioses. Humildad y oración: con la humildad y la oración vamos adelante para escu-
char la palabra de Dios y obedecerle. (Cf Homilía de S.S. Francisco, 21 de marzo de 2014, en Santa Mar-
ta).
EVANGELIO DE SAN LUCAS 4, 24-30
Lunes 05 marzo
Saludo
Buen día, en ocasiones no nos sentimos valorados, por quienes realmente nos conocen,
allí radica la oportunidad de saber escuchar a Dios. En el Nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
Sta. Olivia
Ciclo: B
Tiempo: Cuaresma
Después agregó: «Les aseguro que ningún profeta es bien recibido
en su tierra. Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el
tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo llu-
via del cielo y el hambre azotó a todo el país. Sin embargo, a ningu-
na de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país
de Sidón. También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo
del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado, sino Naamán,
el sirio». Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se
enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta
un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. Pero
Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino.
Palabra de Dios.
Iluminación
El Señor nos muestra en el Evangelio la necedad de los hombres al escuchar la pala-
bra de Dios. Jesús habla, en primer lugar, de dos extranjeros que recibieron la gracia
de Dios: un leproso y una viuda. En ellos, están representados todos los leprosos, es
decir, los pecadores, los que están infectados con la lepra del egoísmo, y por otra
parte, nos muestra a la viuda, la figura del necesitado. A ambos, Dios presta su soco-
rro, a ambos, los abraza con su inmenso amor.
¿Nos sentimos valorados por los demás? ¿Dónde habla Dios en la actualidad? ¿En mi
curso? ¿Mi familia? ¿Mis amigos? ¿Quiénes son los extranjeros del presente?
Señor, gracias por tu amor, porque a pesar de mis debilidades, envías a mi corazón a tu Hijo Jesucristo. Dame tu luz y el fuego de tu paz para que lo sepa recibir en esta oración. Amén
Oración
EVANGELIO DE SAN MATEO 18, 21-35
Martes 06 marzo
Saludo
En este día que comienza, queremos orar para dejar de lado nuestro orgullo y aprender a
disculpar a los demás. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
San Olegario
Santa Elcira
Ciclo: B
Tiempo: Cuaresma
El perdón de las ofensas
Entonces se adelantó Pedro y le dijo: «Señor, ¿cuántas veces tendré
que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete
veces?». Jesús le respondió: «No te digo hasta siete veces, sino hasta
setenta veces siete.
La parábola del servidor despiadado
Por eso, el Reino de los Cielos se parece a un rey que quiso arreglar
las cuentas con sus servidores. Comenzada la tarea, le presentaron a
uno que debía diez mil talentos. Como no podía pagar, el rey mandó
que fuera vendido junto con su mujer, sus hijos y todo lo que tenía,
para saldar la deuda. El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole:
“Señor, dame un plazo y te pagaré todo”. El rey se compadeció, lo
dejó ir y, además, le perdonó la deuda.
Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, tomándolo del cuello
hasta ahogarlo, le dijo: “Págame lo que me debes”. El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: “Dame un plazo y
te pagaré la deuda”. Pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Los
demás servidores, al ver lo que había sucedido, se apenaron mucho y fueron a contarlo a su señor. Este lo
mandó llamar y le dijo: “¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda. ¿No debías también tú tener com-
pasión de tu compañero, como yo me compadecí de ti?”. E indignado, el rey lo entregó en manos de los
verdugos hasta que pagara todo lo que debía. Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no
perdonan de corazón a sus hermanos».
Palabra de Dios.
Jesús, hoy te ofrezco mis pecados y mi debilidad, porque soy débil. Sé que me quieres perdonar. Por eso vengo con una gran confian-za. Yo sé que perdonar es la solu-ción de muchos de mis problemas. Ayúdame a ser humilde y a acep-tar mis propios defectos y los de las personas a mi lado. Amén
Oración
Iluminación
Dios nos muestra su amor perdonándonos nuestros pecados, deudas infinitas que tene-
mos con Él. Nos ofrece su misericordia para que también nosotros podamos ser miseri-
cordiosos con los demás. El perdón es una característica del amor perfecto de Dios a
los hombres. Pero Él necesita de nosotros para que su misericordia llegue a la gente.
Cuando nos invita a amar como Él mismo nos ama, también se refiere al perdón. El per-
dón es la perfección de la caridad. Nos cuesta mucho porque requiere que venzamos
nuestro orgullo y que seamos humildes. Pero solamente así podemos ser sus apóstoles y
llevar su amor al mundo. Dios nos necesita y nos llama a esta misión maravillosa: ser ins-
trumentos de su amor y de su perdón.
¿Has experimentado el perdón de otra persona? ¿Cuándo? ¿Te ha tocado perdonar a
otros? ¿Qué sensación te ha dejado? ¿Por qué es dañino sentir rencor o no perdonar?
EVANGELIO DE SAN LUCAS 16, 17.
Miércoles 07 marzo
Saludo
A mitad de semana y en este tiempo de Cuaresma, Jesús nos hace una invitación a
cumplir los mandamientos, pero lo hace de una manera especial. En el Nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
Stas. Perpetua y Felicidad
Ciclo: B
Tiempo: Cuaresma
Jesús y la Ley
No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a
abolir, sino a dar cumplimiento. Les aseguro que no desaparecerá ni una i
ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que
todo se realice. El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y
enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino
de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado
grande en el Reino de los Cielos.
Palabra de Dios.
Iluminación
Jesús no quiere cancelar los mandamientos que el Señor dio por medio de Moisés,
sino que quiere llevarlos a su plenitud. Jesús añade que este "cumplimiento" de la Ley
requiere una justicia superior, una observancia más auténtica. Y de hecho dice a sus
discípulos:
"Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos,
no entrarán en el Reino de los Cielos"
¿Cuál es la regla que más te cuesta obedecer? ¿Por qué? ¿Por qué crees que son im-
portantes la leyes? ¿Qué hace diferente a una ley impuesta a otra que nace desde la
coherencia humana? ¿Por qué Jesús da un paso más en el cumplimiento de las le-
yes?
Señor mío, habiendo descu-bierto tus caminos en mi vida, me dispongo a alabarte por todas las opciones que me condujeron a Ti, porque me has ofrecido una nueva opor-tunidad de hacer las cosas mejor. Amén
Oración
EVANGELIO DE SAN LUCAS 11,14-23
Jueves 08 marzo
Saludo
En este día especial en el cual reivindicamos los derechos de la mujer, oremos para que
día a día disminuyan las brechas injustas y se reconozca su dignidad en plenitud. En el
Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
San Juan de Dios
Ciclo: B
Tiempo: Cuaresma
El Reino de Dios y Belzebul
Jesús estaba expulsando a un demonio que era mudo. Apenas salió
el demonio, el mudo empezó a hablar. La muchedumbre quedó
admirada, pero algunos de ellos decían: «Este expulsa a los demo-
nios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios». Otros,
para ponerlo a prueba, exigían de él un signo que viniera del cie-
lo. Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: «Un reino donde
hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra. Si
Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino?
Porque –como ustedes dicen– yo expulso a los demonios con el
poder de Belzebul. Si yo expulso a los demonios con el poder de
Belzebul, ¿con qué poder los expulsan los discípulos de ustedes?
Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces. Pero si yo expul-
so a los demonios con la fuerza del dedo de Dios, quiere decir que
el Reino de Dios ha llegado a ustedes.
Cuando un hombre fuerte y bien armado hace guardia en su palacio, todas sus posesiones están segu-
ras, pero si viene otro más fuerte que él y lo domina, le quita el arma en la que confiaba y reparte sus bie-
nes. El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.
Palabra de Dios.
Señor, tomo conciencia del gran valor de mi vida. ¡Qué honor y dignidad tengo al ser hijo e hija de Dios! Señor Jesús, concédeme la gracia de valorar y proteger nues-tra amistad, Bendice en este día a todas las mujeres que me rodean.
Amén
Oración
En el Evangelio de hoy se nos invita a estar consientes que tenemos un gran regalo
que debemos aprovechar: la presencia de Dios. Él nos acompaña a todas partes y su
presencia nos da paz y fuerzas para seguir luchando para que el bien venza.
Sin embargo, ante el mal que vemos a nuestro alrededor se nos presenta una tenta-
ción: que supuestamente el mal es fuerte y puede vencer a Dios. Pero no es así. En el
Evangelio de hoy, Cristo nos demuestra que Él ha vencido al demonio y al pecado.
De esta misma manera y en sintonía con este día la sociedad nos muestra una mirada
en que la mujer es un bien de consumo o está relegada a trabajos menores. Esto re-
presenta un pensamiento que solo responde a una mirada machista e intolerante,
Dios nos acompaña y ama a todos en la misma medida, es por esto que debemos
estar más atentos (as) de tratarnos con amor,
¿Cuáles son las tentaciones más frecuentes en tu vida? ¿Cuál es tu opinión sobre la
forma en que se trata a las mujeres en esta sociedad? ¿Cuales serían los pasos que
debemos seguir como comunidad de curso para dignificar la presencia femenina?
Iluminación
EVANGELIO DE SAN MARCOS 12, 28-34
Viernes 09 marzo
Saludo
Finalizando esta semana, dedicamos la oración al amor, ese amor sincero y fecundo que
de alguna u otra forma encontramos a lo largo de la vida. En el Nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
Sta. Francisca Romana
Ciclo: B
Tiempo: Cuaresma
El mandamiento principal
Un escriba que los oyó discutir, al ver que les había respondido
bien, se acercó y le preguntó: «¿Cuál es el primero de los man-
damientos?». Jesús respondió: «El primero es: Escucha, Israel: el
Señor nuestro Dios es el único Señor; y tú amarás al Señor, tu
Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíri-
tu y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo. No hay otro mandamiento más grande que
estos». El escriba le dijo: «Muy bien, Maestro, tienes razón al
decir que hay un solo Dios y no hay otro más que él, y que
amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas
las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrifi-
cios». Jesús, al ver que había respondido tan acertadamente, le dijo: «Tú no estás lejos del Reino de Dios».
Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Palabra de Dios.
Señor Jesús,
después de meditar a tu lado cómo puedo amarte a través de mi prójimo,
te doy gracias por enseñarme a amar,
sabiendo que no sólo necesito amar a aquella persona que menos quiero,
sino que también puedo amar al que lo necesita.
Amén
Oración
Para conocer a Dios nuestro intelecto, la razón es insuficiente. Dios se conoce to-
talmente en el encuentro con Él, y para el encuentro la razón no basta. Hace falta algo más:
¡Dios es amor! Y sólo por el camino del amor puedes conocer a Dios. Amor razo-nable, acompañado de la razón. ¡Pero amor! ¿Pero cómo puedo amar lo que no
conozco?; “Ama a los que tienes cerca”. Y esta es la doctrina de los dos manda-mientos: El más importante es amar a Dios, porque Él es amor; Pero el segundo
es amar al prójimo, pero para llegar al primero debemos subir los escalones del
segundo: es decir, a través del amor al prójimo llegamos a conocer a Dios, que es amor. Sólo amando razonablemente, pero amando, podemos llegar a este amor.
Es por eso que debemos amarnos los unos a los otros, porque el amor es de Dios y quien ama ha sido engendrado por Dios. Para conocer a Dios hay que amar.
(Cf Homilía de S.S. Francisco, 8 de enero de 2015, en Santa Marta).
¿Es posible amar intensamente? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿En que cosas pode-mos descubrir el amor de los demás? ¿Cómo expresas tu amor hacia los
otros?
Iluminación
EVANGELIO DE SAN JUAN 4, 43-54
Lunes 12 marzo
Saludo
En este tiempo de cuaresma, es sano recordar que muchas veces acudimos a Dios solo
en momentos de preocupación, es por esto que te invitamos orar para reconocer el amor
de Dios en todo momento. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
Sta. Norma
Ciclo: B
Tiempo: Cuaresma
Regreso de Jesús a Galilea
Transcurridos los dos días, Jesús partió hacia Galilea. Él mismo había declarado que un profeta no goza de
prestigio en su propio pueblo. Pero cuando llegó, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo
que había hecho en Jerusalén durante la Pascua; ellos también, en efecto, habían ido a la fiesta.
Curación del hijo de un funcionario real
Y fue otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había allí un funcionario real, que
tenía su hijo enfermo en Cafarnaún. Cuando supo que Jesús había llegado de Judea y se encontraba en Gali-
lea, fue a verlo y le suplicó que bajara a curar a su hijo moribundo. Jesús le dijo: «Si no ven signos y prodigios,
ustedes no creen». El funcionario le respondió: «Señor, baja antes que mi hijo se muera». «Vuelve a tu casa, tu
hijo vive», le dijo Jesús.
El hombre creyó en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino. Mientras descendía, le salieron
al encuentro sus servidores y le anunciaron que su hijo vivía. Él les preguntó a qué hora se había sentido me-
jor. «Ayer, a la una de la tarde, se le fue la fiebre», le respondieron. El padre recordó que era la misma hora
en que Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Y entonces creyó él y toda su familia. Este fue el segundo signo
que hizo Jesús cuando volvió de Judea a Galilea.
Palabra de Dios
Jesús nos quiere devolver la salud, como al hijo del funcionario real, y
quiere liberarnos de toda esclavitud y tristeza perdonando todas nues-
tras faltas. Si tenemos fe, si queremos que de verdad nos cure, debe-
mos acercarnos confiadamente para que nos llene de su gracia. Por
esto, cada vez que nos disponemos a recibirle en la Eucaristía le deci-
mos una breve oración que nos hace más humildes, "Señor, no soy
digno que entres a mi casa, pero sé que basta una palabra tuya para
sanarme".
¿Dónde está puesta tu confianza? ¿Qué hechos te convierten en una
persona de confianza? ¿Por qué sigue siendo tan importante la fe ante las tristezas de la vida?
Iluminación
Señor, ayúdame a tener más confianza. Yo quiero madurar y crecer en mi amor a Ti, para que no sólo te busque en la nece-sidad, en la soledad o en el sufrimiento. Con tu gracia sé que lo podré lograr. ¡Gracias por tu amor eterno y por estar siempre conmigo!
Amén
Oración
EVANGELIO DE SAN JUAN 5, 1-3, 5-18
Martes 13 marzo
Saludo
Una nueva mañana, un nuevo milagro, una nueva oportunidad, demos gracias a Dios por
sus maravillas. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
SANTORAL
San Rodrigo y Salomón
Ciclo: B
Tiempo: Cuaresma
Después de esto, se celebraba una fiesta de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Junto a la puerta de las Ovejas,
en Jerusalén, hay una piscina llamada en hebreo Betsata, que tiene cinco pórticos. Bajo estos pórticos yacía una
multitud de enfermos, ciegos, lisiados y paralíticos, que esperaban la agitación del agua.
Había allí un hombre que estaba enfermo desde hacía treinta y ocho años. Al verlo tendido, y sabiendo que
hacía tanto tiempo que estaba así, Jesús le preguntó: «¿Quieres curarte?». Él respondió: «Señor, no tengo a na-
die que me sumerja en la piscina cuando el agua comienza a agitarse; mientras yo voy, otro desciende an-
tes». Jesús le dijo: «Levántate, toma tu camilla y camina». En seguida el hombre se curó, tomó su camilla y em-
pezó a caminar. Era un sábado, y los judíos dijeron entonces al que acababa de ser curado: «Es sábado. No te
está permitido llevar tu camilla». Él les respondió: «El que me curó me dijo: “Toma tu camilla y cami-
na”». Ellos le preguntaron: «¿Quién es ese hombre que te dijo: “Toma tu camilla y camina”?». Pero el enfer-
mo lo ignoraba, porque Jesús había desaparecido entre la multitud que estaba allí. Después, Jesús lo encontró
en el Templo y le dijo: «Has sido curado; no vuelvas a pecar, de lo contrario te ocurrirán peores cosas toda-
vía». El hombre fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado. Ellos atacaban a Jesús, porque
hacía esas cosas en sábado. Él les respondió: «Mi Padre trabaja siempre, y yo también trabajo». Pero para los
judíos esta era una razón más para matarlo, porque no sólo violaba el sábado, sino que se hacía igual a Dios,
llamándolo su propio Padre.
Palabra de Dios
Señor, gracias por tu amor y tu presencia que verdaderamente hace que nos sintamos como hijos tuyos. Sé que hoy me has escuchado y te pido la gracia de ser pa-ciente para esperar que Tú actúes en mí.
Amén
Oración
El milagro del paralítico de la piscina es conmovedor. Cristo se acerca a aquel hombre y sa-
biendo que ya llevaba mucho tiempo decide curarle.
Aquel enfermo era ciertamente un hombre de gran corazón. De ésos que no se desaniman
a pesar de los problemas. No sabemos, pero tal vez no era de Jerusalén, y se había hecho
traer hasta la ciudad en busca de curación.
Quizá muchas veces habría querido que todo terminase pronto para él. Quizá pensó que su
vida ya no tenía sentido; que vivía sólo para sufrir, aceptando las burlas y las muecas de la
gente que acertaba a pasar por ahí. Cuántos amaneceres y atardeceres habrían pasado
por encima de aquel pobre hombre, y él no perdía la esperanza de que el buen Dios de Is-
rael le auxiliaría.
¿Cuáles son tus sueños? ¿Qué ideales tienes? ¿Te apoyas en Dios? ¿Estas consciente del los
milagros que vives día a día? ¿Cuáles?
Iluminación
EVANGELIO DE SAN JUAN 5, 17-30
Miércoles 14 marzo
Saludo
Detengamos nuestro caminar , pensemos en el futuro y cuanto podemos aportar a las
nuevas generaciones. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
Sta. Matilde
Ciclo: B
Tiempo: Cuaresma
Discurso sobre la obra del Hijo: el juicio y la resurrección Entonces
Jesús tomó la palabra diciendo: «Les aseguro que el Hijo no puede
hacer nada por sí mismo sino solamente lo que ve hacer al Padre; lo
que hace el Padre, lo hace igualmente el Hijo. Porque el Padre ama al
Hijo y le muestra todo lo que hace. Y le mostrará obras más grandes
aún, para que ustedes queden maravillados. Así como el Padre resuci-
ta a los muertos y les da vida, del mismo modo el Hijo da vida al que
él quiere. Porque el Padre no juzga a nadie: él ha puesto todo juicio
en manos de su Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al
Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió. Les
aseguro que el que escucha mi palabra y cree en aquel que me ha en-
viado, tiene Vida eterna y no está sometido al juicio, sino que ya ha
pasado de la muerte a la Vida. Les aseguro que la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los muertos oirán la
voz del Hijo de Dios; y los que la oigan, vivirán. Así como el Padre dispone de la Vida, del mismo modo ha
concedido a su Hijo disponer de ella, y le dio autoridad para juzgar porque él es el Hijo del hombre. No se
asombren: se acerca la hora en que todos los que están en las tumbas oirán su voz y saldrán de ellas: los que
hayan hecho el bien, resucitarán para la Vida; los que hayan hecho el mal, resucitarán para el juicio. Nada
puedo hacer por mí mismo. Yo juzgo de acuerdo con lo que oigo, y mi juicio es justo, porque lo que yo busco
no es hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió. El testimonio del Padre en favor de Jesús.
Palabra de Dios
Señor Jesús, gracias por el don de mi bautismo que me hizo miembro de tu Iglesia. Me llamas a ser una gran persona y eso no lo podré lograr en solitario. Te necesito primeramente a Ti, y luego a to-dos los que me rodean.
Amén
Oración
Iluminación
En el Evangelio de hoy Jesús no hace si no hablarnos. Nos muestra uno de sus más
hermosos pensamientos: el obrar siempre en dependencia de lo que su Padre quie-
ra. Manifiesta, además, esa espléndida relación que sólo Él puede tener con Dios,
como su Hijo único y a la que nos ha llamado por el don de su gracia misericordiosa:
"el que escucha mi palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna."
¡Cuántos hombres grandes ha tenido la humanidad! Pensadores, literatos, científicos,
conquistadores, políticos, aventureros... Pero todos hombres. Magníficos, pero siem-
pre simples hombres. Sólo Cristo se proclamó Dios. Y lo es de hecho, probado por sus
milagros, las profecías que hablaban de Él y la Iglesia que fundó.
¿Por qué cosas te gustaría que te recordarán las siguientes generaciones? ¿Qué
aporte estás entregando a los que te rodean? ¿De qué manera Dios se hace presen-
te en tu vida?
EVANGELIO DE SAN JUAN 5, 31-47
Jueves 15 marzo
Saludo
En este tiempo de Cuaresma, Dios nos invita a salir al encuentro con los demás, a pesar
de lo que piensen u opinen los otros. Oremos por aquellos que dan su vida defendiendo
su fe. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
Sta. Luisa Merillac
Ciclo: B
Tiempo: Cuaresma
El testimonio del Padre en favor de Jesús Si yo diera testimonio de mí mis-mo, mi testimonio no valdría. Pero hay otro que da testimonio de mí, y yo sé que ese testimonio es verdadero. Ustedes mismos mandaron preguntar a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que yo dependa del testi-monio de un hombre; si digo esto es para la salvación de ustedes. Juan era la lámpara que arde y resplandece, y ustedes han querido gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: son las obras que el Padre me encargó llevar a cabo. Estas obras que yo realizo atestiguan que mi Padre me ha enviado. Y el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Ustedes nunca han escuchado su voz ni han visto su ros-tro, y su palabra no permanece en ustedes, porque no creen al que él envió.
Ustedes examinan las Escrituras, porque en ellas piensan encontrar Vida eterna: ellas dan testimonio de mí, y sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener Vida. Mi gloria no viene de los hombres. Ade-más, yo los conozco: el amor de Dios no está en ustedes. He venido en nombre de mi Padre y ustedes no me reciben, pero si otro viene en su propio nombre, a ese sí lo van a recibir. ¿Cómo es posible que crean, ustedes que se glorifican unos a otros y no se preocupan por la gloria que viene sólo de Dios? No piensen que soy yo el que los acusaré ante el Padre; el que los acusará será Moisés, en el que ustedes han puesto su esperanza. Si creyeran en Moisés, también creerían en mí, porque él ha escrito acerca de mí. Pero si no creen lo que él ha escrito, ¿cómo creerán lo que yo les digo?».
Palabra de Dios
Oración
Iluminación
Jesús en este evangelio nos hace un reproche. Cristo intenta defender su nombre, no
porque le interesara en sí, sino para que mayor número de personas creyeran en Él.
Hace un esfuerzo por presentarse ante los judíos, siguiendo su mentalidad de confiar
en el testimonio de otros.
Hace y dice todo cuanto puede. Sin embargo, parece que sus palabras chocan y
resbalan, ante la incredulidad de los corazones soberbios.
¿Qué cosas te interesa defender en la actualidad? ¿Cómo lo estas haciendo? ¿Por
qué Jesús defendía tanto su llamado? ¿Qué sientes cuando la gente duda de ti?
Señor, Tú que lo puedes todo, aumenta
mi confianza para que pueda creer
con una fe más desinteresada. Ayúda-
me a olvidarme de mí mismo y hacer
tu voluntad.
Amén
EVANGELIO DE SAN JUAN 7, 1-2, 10.14.25 -30
Viernes 16 marzo
Saludo Al finalizar otra semana de la Cuaresma, hagamos oración por nuestra comunidad y los desafíos que juntos
debemos afrontar. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
San Heriberto
Ciclo: B
Tiempo: Cuaresma
Viaje de Jesús a Jerusalén
Después de esto, Jesús recorría la Galilea; no quería transitar por Judea porque los ju-díos intentaban matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las Chozas, Sin embargo, cuando sus hermanos subieron para la fiesta, también él subió, pero en secreto, sin hacerse ver. Promediaba ya la celebración de la fiesta, cuando Jesús subió al Templo y comenzó a enseñar. Discusiones sobre el origen del Mesías Algunos de Jerusalén decían: «¿No es este aquel a quien querían matar? ¡Y miren cómo habla abiertamente y nadie le dice na-da! ¿Habrán reconocido las autoridades que es verdaderamente el Mesías? Pero noso-tros sabemos de dónde es este; en cambio, cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dón-de es». Entonces Jesús, que enseñaba en el Templo, exclamó: «¿Así que ustedes me co-nocen y saben de dónde soy? Sin embargo, yo no vine por mi propia cuenta; pero el que
me envió dice la verdad, y ustedes no lo conocen. Yo sí lo conozco, porque vengo de él y es él el que me en-vió». Entonces quisieron detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él, porque todavía no había llegado su hora. Muchos de la multitud creyeron en él y decían: «Cuando venga el Mesías, ¿podrá hacer más signos de los que hace este hombre?». Llegó a oídos de los fariseos lo que la gente comentaba de él, y enviaron guar-dias para detenerlo.
Palabra de Dios
En el Evangelio de Juan va aconteciendo la progresiva revelación que Jesús ha-
ce de sí mismo a los discípulos y a la gente. Al mismo tiempo y en la misma pro-
porción, va creciendo la oposición de las autoridades contra Jesús hasta el punto
de decidir la condena y la muerte.
¿Cómo vivo mi relación con los otros? ¿He descubierto alguna vez un poco de
intolerancia dentro de mí? ¿He conseguido eliminarla?
Iluminación
Oración
Señor, tú que en nuestra fragilidad nos
ayudas , regálanos recibir con alegría la
salvación que nos otorgas y manifestar-
la en nuestra propia vida. Amén
EVANGELIO DE SAN MATEO 1, 16. 18-121.24
Lunes 19 marzo
Saludo En esta mañana recordamos la figura de San José, Padre de Jesús y hombre comprometido con el
llamado de Dios, en su humildad encontramos un ejemplo a seguir. En el Nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
San José, esposo de María
San Clemente
Ciclo: B
Tiempo: Cuaresma
Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es lla-
mado Cristo.
El total de las generaciones es, por lo tanto: desde Abraham hasta David, cator-
ce generaciones; desde David hasta el destierro en Babilonia, catorce genera-
ciones; desde el destierro en Babilonia hasta Cristo, catorce generaciones.
La concepción virginal y el nacimiento de Jesús
Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían
vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no
quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Ángel del
Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo
que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nom-
bre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebi-
rá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros».
Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa, y sin que hubie-
ran hecho vida en común, ella dio a luz un hijo, y él le puso el nombre de Jesús.
Palabra de Dios
Oración
Gracias, Señor, por dar a tu Iglesia la figura
de San José, el santo de la vida ordinaria.
Gracias porque me enseñas que la fe, la
obediencia, el silencio y el trabajo, no son
virtudes difíciles de conseguir, o sólo destina-
das a los sacerdotes, sino que son virtudes
que todos podemos alcanzar, con tu gracia
y con nuestro esfuerzo.
Amén
Este pasaje es uno de los pocos que nos habla de San José. Su vida, como la de
tantos cristianos, se llevará a cabo en medio de la sencillez, del trabajo diario, de
las relaciones familiares… Una vida humilde, lejos de los faros de luz… De esta for-
ma, con esta Solemnidad, la Iglesia quiere recordarnos que todos estamos llama-
dos a la santidad, en medio de la vida ordinaria. La santidad no es sólo para los
sacerdotes, religiosos, consagrados… ¡la santidad es para todos!
¿Cuál es la característica que más destacas de San José? ¿Cuáles son los desa-
fíos que la vida te plantea el día de hoy? ¿Qué responsabilidad tenemos como
cristianos?
Iluminación
EVANGELIO DE SAN JUAN 8, 21-30
Martes 20 marzo
Saludo Buen día, en esta mañana de Cuaresma nos preguntamos ¿Dónde se encuentra la verdadera felicidad?
Oremos como comunidad de curso en torno a esta pregunta. En el Nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
Sta. Alejandra
Ciclo: B
Tiempo: Cuaresma
Advertencia a los incrédulos
Jesús les dijo también: «Yo me voy, y ustedes me buscarán y mori-
rán en su pecado. A donde yo voy, ustedes no pueden ir». Los ju-
díos se preguntaban: «¿Pensará matarse para decir: “A donde yo
voy, ustedes no pueden ir”?». Jesús continuó: «Ustedes son de aquí
abajo, yo soy de lo alto. Ustedes son de este mundo, yo no soy de
este mundo. Por eso les he dicho: “Ustedes morirán en sus peca-
dos”. Porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados».
Los judíos le preguntaron: «¿Quién eres tú?». Jesús les respondió:
«Esto es precisamente lo que les estoy diciendo desde el comienzo.
De ustedes, tengo mucho que decir, mucho que juzgar. Pero aquel
que me envió es veraz, y lo que aprendí de él es lo que digo al mundo». Ellos no comprendieron que Jesús
se refería al Padre. Después les dijo: «Cuando ustedes hayan levantado en alto al Hijo del hombre, entonces
sabrán que Yo Soy y que no hago nada por mí mismo, sino que digo lo que el Padre me enseñó. El que me
envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada». Mientras hablaba
así, muchos creyeron en él.
Cristo nos desvela el secreto de su éxito. Es sencillo, basta cumplir la voluntad de
Dios. Eso es todo. Nos lo dice clarísimo: "Yo hago siempre lo que a Él le agrada". Esto
p o d r í a s e r e l r e s u m e n d e l a v i d a d e J e s ú s .
No hay que ser ingenuos y creer que ya todo está resuelto. El camino de la voluntad
de Dios, en algunos momentos, es duro. No todo es bailar y cantar. Pero en nuestro
peregrinar por la voluntad de Dios no vamos solos. Podrá haber situaciones oscuras,
ásperas, pero Dios no nos faltará. El secreto es no desviarse del camino, ni a derecha
ni a izquierda. Aparecerán atajos tentadores, guías espontáneos que intentarán lle-
varnos por otros senderos. Pero el camino ya está decidido.
¿Dónde encuentras tu felicidad? ¿En qué medida los problemas y las dificultades
aportan en la vida? ¿Qué se necesita para ser pleno en la vida?
Iluminación
Oración
Señor quiero tener un encuentro perso-
nal contigo y hacer siempre lo que te
agrada. Dame tu gracia para que este
momento de oración, y todo mi día, gire
en torno al amor a los demás, entiendo
que es lo más importante.
Amén
EVANGELIO DE SAN JUAN 8, 31-42
Miércoles 21 marzo
Saludo Buen día, en este tiempo de conversión iniciemos el día orando para alejar los malos hábitos o actitudes
de nuestra vida. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
Sta. Clemencia
Ciclo: B
Tiempo: Cuaresma
Los verdaderos descendientes de Abraham
Jesús dijo a aquellos judíos que habían creído en él: «Si ustedes permanecen
fieles a mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos: conocerán la verdad y
la verdad los hará libres». Ellos le respondieron: «Somos descendientes de
Abraham y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo puedes decir entonces:
“Ustedes serán libres”?». Jesús les respondió: «Les aseguro que todo el que pe-
ca es esclavo del pecado. El esclavo no permanece para siempre en la casa; el
hijo, en cambio, permanece para siempre. Por eso, si el Hijo los libera, ustedes
serán realmente libres. Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham, pero
tratan de matarme porque mi palabra no penetra en ustedes. Yo digo lo que he
visto junto a mi Padre, y ustedes hacen lo que han aprendido de su padre». El
demonio, padre de la mentira Ellos le replicaron: «Nuestro padre es
Abraham». Y Jesús les dijo: «Si ustedes fueran hijos de Abraham, obrarían como él. Pero ahora quieren ma-
tarme a mí, al hombre que les dice la verdad que ha oído de Dios. Abraham no hizo eso. Pero ustedes
obran como su padre». Ellos le dijeron: «Nosotros no hemos nacido de la prostitución; tenemos un solo Pa-
dre, que es Dios». Jesús prosiguió: «Si Dios fuera su Padre, ustedes me amarían, porque yo he salido de
Dios y vengo de él. No he venido por mí mismo, sino que él me envió.
Palabra de Dios
El Evangelio de hoy nos muestra que el pecado nos hace esclavos; el pecado llama a otro pecado
y así hasta que se hace imposible salir. Así sucede en la vida del cristiano que no está atento.
Jesús nos lo advierte para que no nos hagamos esclavos del pecado, sino que como la Virgen sea-
mos fieles a Dios, que en cada momento nos pide nuestra libre y generosa disponibilidad para cum-
plir su Voluntad.
¿Qué actitudes no me permiten hacer el bien? ¿Estoy atento a cuidar el bien común? ¿Quiénes co-
laboran en mi vida para ser una persona de bien? ¿Qué cosas, actitudes o comportamiento me es-
clavizan?
Iluminación
Oración
Señor Jesús, desgraciadamente lo que opi-
nan otros tiene demasiada influencia en mi
toma de decisiones, cuando mi norma de
vida debería ser únicamente seguir siempre
tu verdad. Ayúdame a orar con humildad y
sencillez para que pueda acoger y apreciar
los innumerables regalos con los que enri-
queces mi vida, para que, con tu gracia,
sea un testigo coherente de mi fe.
Amén
EVANGELIO DE SAN JUAN 8, 51 - 59
Jueves 22 marzo
Saludo Buen día, en esta mañana oremos por tantas personas alejadas de la Iglesia o que no conocen a Dios,
pidamos por ellos y por nosotros para ser coherentes con nuestra fe. En el Nombre del Padre, del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
Sta. Lea
Ciclo: B
Tiempo: Cuaresma
Les aseguro que el que es fiel a mi palabra, no morirá jamás». Los ju-
díos le dijeron: «Ahora sí estamos seguros de que estás endemoniado.
Abraham murió, los profetas también, y tú dices: “El que es fiel a mi
palabra, no morirá jamás”. ¿Acaso eres más grande que nuestro padre
Abraham, el cual murió? Los profetas también murieron. ¿Quién pre-
tendes ser tú?». Jesús respondió: «Si yo me glorificara a mí mismo, mi
gloria no valdría nada. Es mi Padre el que me glorifica, el mismo al
que ustedes llaman “nuestro Dios”, y al que, sin embargo, no cono-
cen. Yo lo conozco y si dijera: “No lo conozco”, sería, como ustedes,
un mentiroso. Pero yo lo conozco y soy fiel a su palabra. Abraham, el padre de ustedes, se estremeció de go-
zo, esperando ver mi Día: lo vio y se llenó de alegría». Los judíos le dijeron: «Todavía no tienes cincuenta
años ¿y has visto a Abraham?». Jesús respondió: «Les aseguro que desde antes que naciera Abraham, «Yo
Soy». Entonces tomaron piedras para apedrearlo, pero Jesús se escondió y salió del Templo.
Palabra de Dios
Jesús nos invita en este Evangelio a proclamar con nuestra vida y nuestras acciones el
amor misericordioso del Padre. Sólo el amor a Dios dará la vida y el sentido al mundo.
Nuestra misión es la de trasmitir el amor de Dios y su misericordia. Hagamos de nuestra
vida una autentica vocación al amor, viviendo para servir a los demás.
¿Existe coherencia entre lo que dices y lo que haces? ¿Qué características debe tener
una persona coherente? ¿Cuánto afecta el doble estándar a la vida comunitaria?
Iluminación
Oración
Señor Jesús ayúdame a trasmitir tu amor.
Ayúdame a ser un mejor hijo tuyo que
viva de la mejor manera mis compromi-
sos. Te pido por todos mis hermanos que
no te conocen y viven alejados de ti.
Dales la gracia de sentirse verdadera-
mente hijos tuyos.
Amén
EVANGELIO DE SAN JUAN 10, 31-42
Viernes 23 marzo
Saludo Finalizando esta semana, preparemos el corazón para vivir este tiempo de conversión. Oremos por las
actividades planificadas para que puedan tocar la vida de todos los estudiantes. En el Nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
San José Oriol
Ciclo: B
Tiempo: Cuaresma
Jesús acusado de blasfemia
Los judíos tomaron piedras para apedrearlo. Entonces Jesús dijo: «Les hice
ver muchas obras buenas que vienen del Padre; ¿por cuál de ellas me quie-
ren apedrear?». Los judíos le respondieron: «No queremos apedrearte por
ninguna obra buena, sino porque blasfemas, ya que, siendo hombre, te ha-
ces Dios». Jesús les respondió: «¿No está escrito en la Ley: Yo dije: Ustedes
son dioses? Si la Ley llama dioses a los que Dios dirigió su Palabra –y la Es-
critura no puede ser anulada– ¿cómo dicen: “Tú blasfemas”, a quien el Pa-
dre santificó y envió al mundo, porque dijo: “Yo soy Hijo de Dios”? Si no
hago las obras de mi Padre, no me crean; pero si las hago, crean en las
obras, aunque no me crean a mí. Así reconocerán y sabrán que el Padre
está en mí y yo en el Padre». Ellos intentaron nuevamente detenerlo, pero él
se les escapó de las manos. Jesús volvió a ir al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había bautizado, y se
quedó allí. Muchos fueron a verlo, y la gente decía: «Juan no ha hecho ningún signo, pero todo lo que dijo
de este hombre era verdad». Y en ese lugar muchos creyeron en él.
Faltan pocos días para terminar de acompañar a Cristo en su travesía a Jerusalén. Durante la
Cuaresma hemos caminado junto Él y llega el momento en que se demostrará cómo ha sido
nuestra cercanía a lo largo de estos días. Una vez más Cristo prepara no sólo a sus apóstoles,
sino sobre todo pretende enseñar los preceptos de su Padre a los escribas y fariseos. Enseñan-
zas muy difíciles de aceptar por los eruditos en la ley, por no decir imposible. Sin embargo, Cris-
t o d e b e a c t u a r g u s t e o n o a l o s " e x p e r t o s " e n l a l e y .
Convendría examinar cuál es la única confianza humana de Jesús en sus predicaciones. Y no
es otra que la certeza de predicar y vivir lo que su Padre le enseña. El amor a Dios y al prójimo.
Por este motivo buscan apedrear a Jesús y como no apagarán su odio sólo con unas piedras
buscarán llevarlo a la cruz.
En este tiempo ¿Qué cosas he mejorado? ¿Qué dolor o rabia quiero dejar atrás? ¿Me he podi-
do perdonar o perdonar a otros? ¿Estoy en proceso de reflexión personal?
Iluminación
Oración
Señor, Tú sabes mejor que nadie cuán frágil
soy y cuánta ayuda necesito para obrar co-
mo Tú deseas. Por eso, vengo ante ti este
día, para pedirte perdón por no escucharte
ni ver el gran amor que me tienes. Este día
quiero ser un reflejo de tu amor; que los de-
más vean en mí el gran amor por el cual
Cristo se hizo el más humilde de todos para
salvarnos.
Amén
EVANGELIO DE SAN JUAN 12, 1-11
Lunes 26 marzo
Saludo Comenzamos una semana muy especial, la Semana Santa, acompañemos a Jesús en esta travesía hacia la
cruz, preparemos junto a Él nuestro corazón. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén
SANTORAL
San Braulio
Ciclo: B
Tiempo: Cuaresma
La unción de Jesús en Betania
Seis días antes de la Pascua, Jesús volvió a Betania, donde estaba Lázaro, al
que había resucitado. Allí le prepararon un cena: Marta servía y Lázaro era
uno de los comensales. María, tomando una libra de perfume de nardo puro,
de mucho precio, ungió con él los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. La
casa se impregnó con la fragancia del perfume. Judas Iscariote, uno de sus dis-
cípulos, el que lo iba a entregar, dijo: «¿Por qué no se vendió este perfume en
trescientos denarios para dárselos a los pobres?». Dijo esto, no porque se in-
teresaba por los pobres, sino porque era ladrón y, como estaba encargado de
la bolsa común, robaba lo que se ponía en ella. Jesús le respondió: «Déjala.
Ella tenía reservado este perfume para el día de mi sepultura. A los pobres los
tienen siempre con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre».
Entre tanto, una gran multitud de judíos se enteró de que Jesús estaba allí, y fueron, no sólo por Jesús, sino
también para ver a Lázaro, al que había resucitado. Entonces los sumos sacerdotes resolvieron matar también
a Lázaro, porque muchos judíos se apartaban de ellos y creían en Jesús, a causa de él.
Palabra de Dios
El evangelista resalta que el perfume era de gran valor. Algunos lo consideraron una
exageración, un derroche, un desperdicio... Sin embargo, nos damos cuenta de que
no es una forma de pensar exclusiva de aquellos tiempos, sino algo que se extiende
hasta nuestros días. El perdón viene interpretado como debilidad, la generosidad co-
mo locura, el servicio a los demás como una humillación. Y es que el metro con el que
se juzgan esos actos sigue siendo el egoísmo y no el honor que se nos otorga al tener
la oportunidad de dar gloria a Dios y de amarle en nuestros hermanos.
¿El perdonar te hace más débil? ¿Cómo transforma tu vida? ¿Es posible ser generoso
en este tiempo? ¿En qué actividades de servicio participarás este año? ¿Qué esperas
aportar a tu colegio o comunidad el 2018?
Iluminación
Oración
Jesús, esta Semana Santa es una excelente oportuni-
dad para dedicar más tiempo a fijarme en los demás,
como ha propuesto el Papa. Dame tu luz para iluminar
mi propia familia, en mi propio ambiente, para vivir un
cristianismo más dinámico, más apasionado, que no
mida el esfuerzo o sacrificio. Dame la generosidad de
María, que supo escoger siempre la mejor parte.
Amén
EVANGELIO DE SAN JUAN 13, 21-33. 36-38
Martes 27 marzo
Saludo En este Martes Santo, te invitamos a orar por tantas personas que han sido traicionadas alguna vez en su
vida y también por aquellos que han caído en estas malas prácticas, pidamos al Señor la sabiduría de saber
decir y hablar con la verdad. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
San Ruperto
Ciclo: B
Tiempo: Cuaresma
El anuncio de la traición de Judas
Después de decir esto, Jesús se estremeció y manifestó claramente:
«Les aseguro que uno de ustedes me entregará».
Los discípulos se miraban unos a otros, no sabiendo a quién se refería. Uno de ellos –el discípulo al que
Jesús amaba– estaba reclinado muy cerca de Jesús. Simón Pedro le hizo una seña y le dijo: «Pregúntale a
quién se refiere». Él se reclinó sobre Jesús y le preguntó: «Señor, ¿quién es?». Jesús le respondió: «Es
aquel al que daré el bocado que voy a mojar en el plato». Y mojando un bocado, se lo dio a Judas, hijo de
Simón Iscariote. En cuanto recibió el bocado, Satanás entró en él. Jesús le dijo entonces: «Realiza pronto
lo que tienes que hacer». Pero ninguno de los comensales comprendió por qué le decía esto. Como Judas
estaba encargado de la bolsa común, algunos pensaban que Jesús quería decirle: «Compra lo que hace fal-
ta para la fiesta», o bien que le mandaba dar algo a los pobres. Y en seguida, después de recibir el bocado,
Judas salió. Ya era de noche.
La despedida de Jesús: el anuncio de su glorificación
Después que Judas salió, Jesús dijo: «Ahora el Hijo del hombre ha sido glorificado y Dios ha sido glorifi-
cado en él.
Si Dios ha sido glorificado en él, también lo glorificará en sí mismo, y lo hará muy pronto.
Hijos míos, ya no estaré mucho tiempo con ustedes. Ustedes me buscarán, pero yo les digo ahora lo mis-
mo que dije a los judíos: “A donde yo voy, ustedes no pueden venir”.
El anuncio de las negaciones de Pedro
Simón Pedro le dijo: «Señor, ¿adónde vas?». Jesús le respondió: «A donde yo voy, tú no puedes seguirme
ahora, pero más adelante me seguirás». Pedro le preguntó: «Señor, ¿por qué no puedo seguirte ahora?
Yo daré mi vida por ti». Jesús le respondió: «¿Darás tu vida por mí? Te aseguro que no cantará el gallo
antes que me hayas negado tres veces».
Palabra de Dios
Oración
Jesús, no permitas que abuse de tu misericordia. Que
mi corazón no se endurezca sino que se llene de ese
santo temor que lo encauce a nunca ofenderte cons-
cientemente. Gracias por darme la luz para formar mi
conciencia y la fuerza para luchar siempre contra to-
da forma de egoísmo o doblez. Sé que llegar a santi-
dad es difícil, que no se logra de un día para otro, pe-
ro que nunca deje de esforzarme por conseguirla.
Amén
Judas, uno de los doce, amigo íntimo del Señor, que le acompañó por tres años,
que vio muchos milagros, que saboreó sus divinas palabras; que pudo tocarlo, pal-
parlo, mirarlo, conocerlo y, quizás, amarlo. Pero esa ceguera le bajó los ojos a la tie-
rra, a sus propios intereses, tal vez de orden meramente político, inmediato, material
y no trascendente, espiritual como exigía el mandato del amor. Dejó de creer. Y
porque dejó de creer, también dejó de esperar y, sobre todo, de amar, que es el
c o r a z ó n d e l c r i s t i a n i s m o . S a l i ó r e s u e l t o a e n t r e g a r l o .
La traición vino no en un momento. Fue la traición de una conciencia deformada
paulatinamente, poco a poco, comenzando en las cosas pequeñas hasta termi-
nar... ¡en el pecado más grande!
¿Qué se siente ser traicionado? ¿Lo has hecho alguna vez? ¿Cómo poder ser mejor
persona en este tiempo? ¿Por qué la sociedad de hoy se ha convertido en un espa-
cio donde todo vale, la traición, el egoísmo, la intolerancia, etc.?
Iluminación
EVANGELIO DE SAN LUCAS 4, 16-21
Miércoles 28 marzo
Saludo En esta mañana, oremos por los sueños, anhelos y compromisos que tenemos como comunidad de curso.
Pongamos en Jesús nuestra confianza. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén
SANTORAL
San Octavio
Ciclo: B
Tiempo: Cuaresma
Enseñanza de Jesús en Nazaret
Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó pa-
ra hacer la lectura. Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba
escrito:
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena
Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimi-
dos y proclamar un año de gracia del Señor.
Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en
él. Entonces comenzó a decirles: «Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír».
Palabra de Dios
Oración
Padre Santo, ¿por qué tanta dureza de corazón? Tú
siempre dispuesto a darme todo lo que me puede lle-
var a la santidad y yo pretendiendo ser el protagonista
principal en vez de darte el lugar que te corresponde
en mi vida. Gracias, Señor, por el don de mi fe que me
lleva a reconocerte en el amor, en el ejercicio conti-
nuo de la caridad.
Amén
Iluminación
En nuestra vida como cristianos todos tenemos una misión muy concreta que reali-
zar. Cristo desenrolló las escrituras (porque estaban en forma de pergaminos) y en-
contró justamente aquello que Dios Padre deseaba de Él. "Anunciar la Buena Nue-
va, proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, dar la libertad a los
oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor". Todo esto lo cumplió Jesús a lo
largo de su vida terrena y aunque algunos se empeñaban en no abrir su corazón
a las enseñanzas de Cristo, como es el caso de los escribas y fariseos. A pesar de
su obstinada actitud Cristo no desmayó en su esfuerzo por predicarles la ley del
amor.
¿A qué estás llamado? ¿Cuál es la misión de tu curso o tu colegio? ¿Cuáles son
esas buenas noticias que deseas compartir con los demás? ¿Cómo está tu rela-
ción con Cristo? ¿Por qué?
EVANGELIO DE SAN JUAN 18, 1-19,42
Jueves 29 marzo
Saludo
En este jueves Santo, día del amor fraterno, de la despedida de Jesús en la última cena, que aunque
presenta un tinte de tristeza se abre a la esperanza en Cristo que hace nuevas todas las cosas en su
entrega en la cruz. Oremos por tantas personas que en el día de hoy padecen en una cruz. En el Nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
SANTORAL
Sta. Gladys
Ciclo: B
Tiempo: Cuaresma
El arresto de Jesús
Después de haber dicho esto, Jesús fue con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón. Había en ese lugar
una huerta y allí entró con ellos. Judas, el traidor, también conocía el lugar porque Jesús y sus discípulos se
reunían allí con frecuencia. Entonces Judas, al frente de un destacamento de soldados y de los guardias designa-
dos por los sumos sacerdotes y los fariseos, llegó allí con faroles, antorchas y armas. Jesús, sabiendo todo lo que
le iba a suceder, se adelantó y les preguntó: «¿A quién buscan?». Le respondieron: «A Jesús, el Nazareno». Él
les dijo: «Soy yo». Judas, el que lo entregaba, estaba con ellos. Cuando Jesús les dijo: «Soy yo», ellos retrocedie-
ron y cayeron en tierra. Les preguntó nuevamente: «¿A quién buscan?». Le dijeron: «A Jesús, el Naza-
reno». Jesús repitió: «Ya les dije que soy yo. Si es a mí a quien buscan, dejen que estos se vayan». Así debía cum-
plirse la palabra que él había dicho: «No he perdido a ninguno de los que me confiaste».
Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al servidor del Sumo Sacerdote, cortándole la
oreja derecha. El servidor se llamaba Malco. Jesús dijo a Simón Pedro: «Envaina tu espada. ¿Acaso no beberé
el cáliz que me ha dado el Padre?».
Jesús ante Anás
El destacamento de soldados, con el tribuno y los guardias judíos, se apoderaron de Jesús y lo ataron. Lo lleva-
ron primero ante Anás, porque era suegro de Caifás, Sumo Sacerdote aquel año. Caifás era el que había aconse-
jado a los judíos: «Es preferible que un solo hombre muera por el pueblo».
La primera negación de Pedro
Entre tanto, Simón Pedro, acompañado de otro discípulo, seguía a Jesús. Este discípulo, que era conocido del
Sumo Sacerdote, entró con Jesús en el patio del Pontífice, 16mientras Pedro permanecía afuera, en la puerta. El
otro discípulo, el que era conocido del Sumo Sacerdote, salió, habló a la portera e hizo entrar a Pedro. La por-
tera dijo entonces a Pedro: «¿No eres tú también uno de los discípulos de ese hombre?». Él le respondió: «No
lo soy». Los servidores y los guardias se calentaban junto al fuego, que habían encendido porque hacía frío. Pe-
dro también estaba con ellos, junto al fuego.
Jesús ante el Sumo Sacerdote
El Sumo Sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de su enseñanza.
Como era para los judíos un día de Preparación y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.
Oración
Señor Jesús, el ambiente me invita a es-
capar de todo lo que implique sacrificio,
dolor, renuncia. Con tu pasión y muerte
me invitas a lo contrario: a recorrer el ca-
mino áspero y estrecho de la cruz. Y la
verdad es que sé que quiero colaborar
en la obra de la salvación. Así, día a día,
mi desprendimiento será mayor, aunque
no me guste el sacrificio, si vivo la espiri-
tualidad de cruz y entrega, por amor,
aportaré a mi Comunidad Educativa.
Amén
Iluminación
La vida del cristiano es un "vía crucis" si se acepta la invitación de Jesús de llevar la
p r o p i a c r u z d e t r á s d e É l c a d a d í a .
Podemos ser condenados al desprecio, podemos sentir el silencio que hiere y con-
dena nuestra fidelidad cristiana. En nuestro "vía crucis" hay también momentos de
caída, de fragilidad y de cansancio, pero también nosotros tenemos una Madre
(María) que nos acompaña en nuestro caminar como a Jesús.
El camino de la cruz de Cristo y el nuestro son unas vías de salvación y de aposto-
lado.
También existen otros crucificados, por su manera de pensar, de ser o vivir. En ellos
encontramos la gran tarea que nos dejó Jesús, “Dar la vida por el otro”.
¿Cuáles son las personas crucificadas de la actualidad? ¿Qué cosas concretas es-
tamos haciendo para cambiar esa situación? ¿Cuáles son las injusticias de este
tiempo? ¿Qué nos provocan? ¿Cómo las cambiamos?
FUENTES DE INFORMACIÓN
http://www.sobicain.org/shell.asp?p=Biblia
http://www.catholic.net
http://www.iglesia.cl
http://www.vicariaeducacion.cl
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