ontiveros llamas, fernando - virus emergentes. ficcion y realidad

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30 julio-septiembre 1998 51 CIENCIAS U n grave problema en nuestra socie- dad es la falta de información, par- ticularmente en cuanto a ciencia. Más allá de la simple ignorancia, los conocimien- tos falsos o severamente tergiversados to- man carácter de verdad conforme pasan de boca en boca o son difundidos en pu- blicaciones de alcances pseudocientíficos. Como es de suponerse, el tema de los vi- rus emergentes no es la excepción, lo que dificulta el efectivo combate de las enfer- medades producidas por éstos. Decimos que una enfermedad es emer- gente si ha sido identificada en fechas re- cientes —últimos 20 años—, o bien si su incidencia en seres humanos se ha incre- mentado significativamente en el mismo periodo. Estas enfermedades pueden ser causadas por diferentes agentes como bac- terias (cólera), protistas (malaria) o virus (sida). En particular, los virus han sido objeto de interés y controversia. La emergencia del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y otros potencialmente letales, como los de las fiebres hemorrágicas, han in- crementado la inquietud entre virólogos VIRUS EMERGENTES: FICCIÓN Y REALIDAD Fernando Ontiveros Llamás

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Page 1: Ontiveros Llamas, Fernando - Virus Emergentes. Ficcion Y Realidad

30 julio-septiembre 1998 51CIENCIAS

Un grave problema en nuestra socie-dad es la falta de información, par-

ticularmente en cuanto a ciencia. Más alláde la simple ignorancia, los conocimien-tos falsos o severamente tergiversados to-man carácter de verdad conforme pasande boca en boca o son difundidos en pu-blicaciones de alcances pseudocientíficos.Como es de suponerse, el tema de los vi-

rus emergentes no es la excepción, lo quedificulta el efectivo combate de las enfer-medades producidas por éstos.

Decimos que una enfermedad es emer-gente si ha sido identificada en fechas re-cientes —últimos 20 años—, o bien si suincidencia en seres humanos se ha incre-mentado significativamente en el mismoperiodo. Estas enfermedades pueden ser

causadas por diferentes agentes como bac-terias (cólera), protistas (malaria) o virus(sida).

En particular, los virus han sido objetode interés y controversia. La emergenciadel Virus de Inmunodeficiencia Humana(VIH) y otros potencialmente letales, comolos de las fiebres hemorrágicas, han in-crementado la inquietud entre virólogos

VIRUS EMERGENTES:

FICCIÓN Y REALIDAD

F e r n a n d o O n t i v e r o s L l a m á s

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y expertos en enfermedades infecciosas,dando lugar a versiones falsas y en oca-siones alarmistas. ¿Cuál es la realidad?

LOS VIRUS “NUEVOS”

Llamar “nuevos” a los virus emergenteses un error; éstos no aparecen de repenteo de la nada para infectarnos. La mayoríaya existe en la naturaleza y durante mu-cho tiempo permaneció “escondida” ensus hospederos naturales (roedores, aves,insectos...), hasta que una persona, por al-guna razón, entró en contacto con ellos.Con frecuencia las actividades humanasson causantes del desequilibrio ambien-tal en las zonas más apartadas del globo,lo que implica un importante factor so-cial en la aparición de las enfermedadesemergentes.

Sabemos que la expansión de la po-blación así como la explotación intensivay a gran escala de recursos naturales an-tes no usados, perturbanecosistemas que fueron es-tables hasta décadas atrás.Las grandes migraciones, laurbanización desenfrenada,las prácticas agrícolas inade-cuadas y las deficentes me-didas higiénicas favorecenel contacto humano conagentes patógenos descono-cidos, que ocupaban áreas limitadas o dedifícil acceso. El caso particular de viruscomo el Guanarito, Machupo y Junin —surgidos en Sudamérica en las décadasmás recientes, cuando la gente modificóel ambiente con prácticas agrícolas inva-sivas— es un buen ejemplo de lo que su-cede cuando la relación dinámica y fluc-tuante entre la gente y su medio se ve rota.

Incluso pequeños cambios en el climapuede afectar esta relación. Durante el in-vierno de 1992-93, la humedad y las fuer-tes nevadas registradas en Nuevo Méxicoprovocaron un exceso de alimento para roe-dores, lo que se reflejó en el aumento delnúmero de ratones reservorios del “sinnombre”, hantavirus de fiebre hemorrági-ca, que contagiaron a 114 personas, cau-sando la muerte de 58 de ellas.

El avance de la biotecnología tambiénha favorecido la percepción de que lasenfermedades virales hoy son más fre-cuentes, pues las nuevas técnicas permi-ten reconocer agentes que podrían haberpasado inadvertidos utilizando métodosanteriores. Así, hace poco más de una dé-cada no se tenía una prueba para diag-nosticar el Hanta; ni qué decir de la totalignorancia acerca de la existencia del VIH

a principios de los años 80. Actualmentese han puesto a punto diferentes técni-cas (ELISA, Blot) que facilitan enorme-mente el diagnóstico temprano y colabo-ran para reconocer el origen de distintospadecimientos.

Por otro lado está la publicidad. Viruscomo los de las fiebres hemorrágicas fo-calizan la atención, pues son considera-dos entre los más peligrosos agentes bio-lógicos conocidos, debido a la alta tasade mortandad que pueden provocar. En-tre ellos, los miembros de la familia Filo-

viridae (filovirus) son los mejores ejem-plos de patógenos emergentes, y tambiénde los que menos se sabe.

Aquí es conveniente hacer un alto pararesponder puntualmente a una preguntaque flota en el aire. Además de los avan-ces en las técnicas de diagnóstico, delimpacto de la publicidad y del encuentrocon virus hasta hace poco desconocidos—producto del desequilibrio ecológicocausado por la raza humana— ¿es posi-ble que aparezcan virus totalmente nue-vos?

LOS VIRUS PUEDEN CAMBIAR...

Hablamos de entidades altamente desa-rrolladas, económicas y eficientes, quepueden cambiar a través del tiempo. Es-

tos cambios no implican necesariamenteel surgimiento de nuevas especies, sinovariaciones dentro de éstas, que puedendar lugar a cambios en el comportamien-to del virus.

La continua generación de variantes esla que da lugar a las cuasiespecies víri-cas. Según Manfred Eigen —premioNobel de Química 1967—, por cuasies-pecie entendemos la distribución de ge-nomas relacionados no idénticos, queconstituyen un espectro dinámico de mu-tantes para una población de virus.

Esto significa que en una poblaciónde un mismo virus constantemente sur-gen variantes, debido a mecanismos queexplicaremos adelante. Todas estas va-riantes, diferentes unas de otras, existenen una “nube” alrededor del genoma ori-ginal, que es el dominante. Normalmen-te la mayoría de las variantes será man-tenida en bajas frecuencias (o eliminadacompletamente), por selección negativa.

Esto pasará mientras el am-biente permanezca sin cam-bios. Pero si el virus se repro-duce en un ambiente diferen-te al que sus genomas “pa-dres” usaban para replicarse,la probabilidad de que nue-vas variantes surjan paraser dominantes será mayor.El mutante que responda

mejor al cambio se convertirá en domi-nante y la “nube” de mutantes alrede-dor del genoma original se desplazará,tomando como centro al nuevo genomadominante.

Es así como se explica el cambio o“evolución” viral en nuestros días.

Ahora bien, los cambios en el genomaviral se pueden dar de diferentes formas.Los virus, especialmente aquellos cuyomaterial genético es ácido ribonucléico(retrovirus, entre otros), tienen tasas demutación muy altas. A esto se suma quelos virus “viven” a través de muchas ge-neraciones en poco tiempo (hasta 17 enuna sola infección). Las pequeñas muta-ciones causadas por los errores en la re-plicación pueden acumularse a través deltiempo y producir nuevos genomas. La

El profundo miedo del ser humano a lasenfermedades desconocidas y

mortales ha sido explotado por gobiernosen conflicto, grupos terroristas y por la

industria del entretenimiento,colaborando a la psicosis general.

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mayoría de las veces los errores introdu-cidos a la secuencia serán neutrales o le-tales para los virus mutados, en cuyo casoson rápidamente borrados del competiti-vo entorno de la reproducción viral.

Así tenemos un catálogo de genomasalterados que capacita a la población de

virus —cuasiespecies— para responderrápidamente a las situaciones cambiantesdel ambiente.

Como podemos ver, mientras másimperfecta sea la replicación de un virus,mayor será la cantidad de mutacionesque se puedan acumular. Desde luego,esto tiene un límite, pues los errores nodeben afectar las partes esencia-les del genoma o el resultadoserá simplemente un conjuntode macromoléculas que jamásformarán una copia viable delvirus. Esta imperfección en lareplicación es evidente princi-palmente en los retrovirus, vi-rus de ARN que, con la ayuda de unaenzima (reversa transcriptasa), trans-criben su información genética a ADN

una vez dentro de la célula huésped.Esta enzima no tiene un mecanismo dereparación de los errores cometidos alcopiar, lo cual genera una tasa de mu-tación muy alta.

A las mutaciones se deben sumar loseventos de recombinación. Algunos tipos

de virus pueden portar secuencias genó-micas de dos tipos de “padres”. Otros pue-den recombinar sus genes al momento dela replicación y hasta adquirir genes de lacélula huésped.

Pero el evento quizá más impactantees el rearreglo (reassortment). De un

rearreglo viral resulta una nueva proge-nie de virus, formada por la asociación yenvoltura de segmentos de genoma devirus diferentes durante la infección mix-ta de una célula por virus de ARN (de do-ble cadena).

Esto quiere decir que al infectar al mis-mo tiempo dos virus diferentes una mis-

ma célula, fragmentos del genoma de cadauno forman un nuevo genoma, que a suvez dará lugar a un virus diferente. Enparticular, los genomas de doble cadenade ARN muestran una cierta frecuencia derearreglo. Como es de esperar, muchas ve-ces resultan entidades no viables, que soneliminadas. Pero a veces funciona. Se creeque ésta es la base de los dramáticos cam-bios antigénicos en el virus de la influen-

za, que hace unos 60 años provocara unamortal pandemia.

Estos mecanismos pueden propiciarel surgimiento de poblaciones de viruspotencialmente patógenos. Sin embar-go, debemos señalar que dichos even-tos son, hasta donde sabemos, azarosos

y se dan con baja frecuencia en la natu-raleza.

VIRUS Y FICCIÓN

El profundo miedo del ser humano a lasenfermedades desconocidas y mortales hasido explotado no sólo por gobiernos en

conflicto y grupos terroristas,sino por la industria del entrete-nimiento, colaborando a la psi-cosis general.

Desde novelas como La ame-naza de Andrómeda de M. Cri-chton, La plaga que viene de L.Garret, Zona caliente de Preston,

y la película Epidemia de W. Petersen, eltema de los virus se ha hecho del domi-nio popular. Se habla de manipulacionesgenéticas y creación de virus letales paraser utilizados como armas biológicas quedestruyen al mundo. En los medios de in-formación se maneja que un país pobre yatrasado podría preparar virus capaces dedestruir las cosechas, desatar hambrunasy epidemias.

Los investigadores sabenque el peligro de las armas biológicas

reside en el uso de agentesvirales ya conocidos y no en la

creación de nuevas cepas

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Mientras la influenza mata 20 mil per-sonas al año sólo en Estados Unidos, y enAmérica Latina se dan más de 150 milcasos de hepatitis B al año, algunos úni-camente se preocupan por virus asesinosficticios y desconocen cómo protegersede los reales.

¿Pueden los científicos crear virus mor-tíferos? Algunos investigadores piensanque se pueden hacer “muchas cosas” conlas técnicas y herramientas disponibles.

Es cierto que hay trabajos experimen-tales “secretos”, de los cuales probable-mente nunca llegaremos a saber. Y tambiénes verdad que en diferentes partes del mun-do existen intereses en el desarro-llo de armas biológicas. Sabemosque integrantes de “Verdad Supre-ma” —el grupo responsable delataque con gas sarin al metro deTokio— visitaron instalacionesmédicas en Zaire, donde se aten-dieron casos de ébola en octubrede 1992; se presume que su objetivo eraobtener muestras del virus para utilizarlomás tarde en algún atentado.

Quienes han investigado a fondo eldesarrollo de armas biológicas, saben queel peligro reside en el uso de agentes vi-rales ya conocidos, no en la creación denuevas cepas.

En la actualidad es fácil llevar a caborearreglos de virus en el laboratorio; in-

cluso esta técnica se usa frecuentementepara el mapeo de caracteres. Pero de esoa “crear” virus nuevos y letales hay grandiferencia. En palabras de una viróloga:“No se trata sólo de ‘pegar’ genes viru-lentos y tratar de infectar a una célula. Lascombinaciones raras pueden dar lugar a

virus incapaces de replicarse. Los virusson máquinas exquisitamente autorregu-lables y adaptadas a ciertos tipos celula-res. La preocupación actual no debe serla probabilidad de que alguien prepare unbicho que acabe con la especie humana,sino la evolución de virus ya existentes.Que pueden aparecer virus ‘nuevos’, sí;

pero su tipo y momento son totalmenteimpredecibles.”

VIRUS Y SOCIEDAD

El virus más estudiado de la historia, el VIH

—originado probablemente entre 50 y 100años atrás a partir del VIS (Virus de Inmu-nodeficiencia en Simios)— fue conocidohasta 1981. Pero no tardaron mucho en sur-

gir los rumores sobre su “creación”, pormanos de científicos estadunidenses, comoun arma biológica que escapó a su control.

Por desgracia, hay numerosas publica-ciones pseudocientíficas que transmiteninformación equivocada, tergiversada,alarmista y a veces totalmente falsa, in-

fluyendo en grandes capas sociales, mien-tras que el conocimiento científico quedaremitido a pequeños círculos académicos.Tales publicaciones difunden rumores ynoticias alarmistas sobre virus peligrosí-simos que “escapan” de laboratorios paraexterminar a la humanidad.

Así, la ignorancia y el infundado te-mor a la investigación científicaatacan a la sociedad, cuando loque ésta necesita es poseer ymanejar una de las mejores ar-mas contra la diseminación delas enfermedades infecciosas: laeducación.

Volviendo al ejemplo delsida: en África, la miseria provee de con-diciones ideales para la proliferación delVIH, pues al no contar con medidas de pro-tección adecuadas se han generado focosmasivos de infección. Mientras que enpaíses desarrollados hay una disminuciónen el porcentaje de incremento debido enparte a las campañas de prevención, enÁfrica el sida es la principal causa demuerte en adultos citadinos. En algunos

Medios poco serios dan informaciónerrónea y a veces falsa que influye

en la gente, el conocimientocientífico queda remitido a pequeños

círculos académicos

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lugares, de 20 a 30% de las mujeresembarazadas están infectadas.

Hasta las autoridades de saludpueden ser víctimas de la falta de in-formación. Recordemos que ante elbrote de ébola en Zaire en 1995, laincertidumbre de los médicos mexi-canos frente a la probabilidad de queesta enfermedad llegara a México semanifestó en diferentes comunica-dos tanto del ISSSTE como del IMSS.El común denominador fue que nose sabía gran cosa acerca de la en-fermedad. Es preciso estar conscien-tes del peligro que representan losvirus emergentes. Los científicos,entre ellos un premio Nobel, han pre-venido contra la probable apariciónde nuevas plagas; creen que en la na-turaleza puede haber un vasto reser-vorio de virus potencialmente peli-grosos.

SALUD Y EDUCACIÓN

La educación es de fundamental im-portancia para la salud pública. La

información científica básica debe seraccesible a todas las personas; en lamedida que conozcan más y mejor,serán más críticas respecto a lo queleen y confiarán menos en publica-ciones de dudoso rigor científico.Ello representa un compromiso acumplir constantemente por todos losprofesionales, académicos y estu-diantes de ciencias biológicas y de lasalud. Sólo una sociedad bien infor-mada y practicante de medidas higié-nicas adecuadas puede hacer frentede manera eficaz a las enfermedadesemergentes.

Los virus siempre han fascinado alos investigadores; su aparente senci-llez esconde procesos biológicos com-plejos capaces de afectar a la especiehumana. Aquellos responsables de laexplotación inadecuada de nuestrosrecursos deben saber que cuando serompe la armonía en la naturaleza, ha-ciendo caso omiso del orden de lascosas, se obtendrá una respuesta deésta contraria a la sobrevivencia hu-mana.

Fernando Ontiveros LlamásEstudiante de la Licenciatura en Biología. Facultad

de Ciencias. Laboratorio de Inmunología, Instituto

de Investigaciones Biomédicas, Universidad Nacio-

nal Autónoma de México.

Agradecimientos:

A Isabel Novella por su amable colaboración, y al

profesor Ernesto Vega por todo el apoyo y ánimo

brindados durante la realización de esta revisión.

Fotos tomadas de Colors, dic. 95 - feb. 96.

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