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Zona Próxima ISSN: 1657-2416 [email protected] Universidad del Norte Colombia Amar Amar, José Formación integral: Una reflexión a partir de la sociología de la cultura Zona Próxima, núm. 3, noviembre, 2002, pp. 74-93 Universidad del Norte Barranquilla, Colombia Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=85300305 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Zona Próxima

ISSN: 1657-2416

[email protected]

Universidad del Norte

Colombia

Amar Amar, José

Formación integral: Una reflexión a partir de la sociología de la cultura

Zona Próxima, núm. 3, noviembre, 2002, pp. 74-93

Universidad del Norte

Barranquilla, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=85300305

Cómo citar el artículo

Número completo

Más información del artículo

Página de la revista en redalyc.org

Sistema de Información Científica

Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

Formaciónintegral: Una

reflexión apartir de la

sociología dela culturaJosé Amar Amar

JOSÉ AMAR AMARPSICÓLOGO, UNIVERSIDAD DE CIiILL SOCIÓtOGO; PH.D. CON GRADO MAYOA EN

PSICDLOOIASOCIAl,COlUMBIAPACIFICUNIVf.RSIlY; OOCTOR IN fHllOSOPliY IN

COUNSHING PSYCliOLOGY, UNMASIOAO DE NEWPORT.ACTUA.LDECANOOE LA

DIVISiÓN DE liUMANIDAOE5 y CIENCIA.S SOC1AlES DE LA UNIVERSIDAD DEL NORTE.

([email protected],CO)

Este articulo es una reflexión acerca deIla formación integral a partir de la'"generación de la conciencia de las

implicaciones éticas que la universidadtiene en la formación profesional-

personal de sus estudiantes, y de suscondicionamientos y efectos

sociopolíticos.En la primera parte se analizan

algunos factores sociales esenciales paraelaborar una nueva visión de la

universidad; en la segunda profundizaen la universidad como clave en la

formación de personas profesionales,haciendo énfasis en las humanidades

como expresión de lo más humano y loque le da identidad al ser humano

como tal.

Palabras clave: Formación integral,formación profesional - humanidades.

Existe consenso en considerarque para afrontar los retos delsiglo XXI es imprescindible para

nuestra sociedad una educaciónsuperior renovada, con el fin deampliar nuestra autonomía intelectual,para producir conocimientos y, espe-cialmente, para educar y formar«ciudadanos responsables y conscien-tes, y especialistas cualificados sin loscuales ninguna nación puede progre-sar en el plano económico, social,culturol y polltico)) (UNESCO, 1998).

Liderar el futuro, según planteaJesús Ferro Bayona, «es construir/o, esantiCiparse a él con propuestasinnovativas, es abrir el comino denuevas construcciones espiritualesparo que el ser humano seo sujetode la historia que viene, y (la el objetode los agentes externos que trotan depensar por él y de vender/e productosparo consumir vida))(Ferro, 2000:38).Por ello, para este autor, la universi-dad: «Ese mundo de saberes, deciencias, de disciplinas, de profesoresy alumnos que comparten y discuten,desde hace varios siglos en Occiden-te, no estó nunca terminado, no hallegado a ser definitivo. Uno debepensar/o, y volver/o a pensar, parocomprender su incesante marcha, suinagotable energía))(xi).

En consecuencia, la universidaddebe ser permanentemente repensa-da, y hoy más que muchas otrasveces. No es posible para la sociedadcolombiana asumir el veloz cambioque hoy enfrenta la humanidad,sumado al conjunto de conflictos ycontradicciones inherentes a su actualorden social, sin instituciones donde

sea posible «articularla reflexión conla acción; donde se integren culturo,educación y técnica, y donde conflu-yan la techné, es decir, la habilidad, eloficio por el cual se tronsforma algonaturoren artificial,con el lagos, elpensamiento, la inteligencia, la rozóny también, naturolmente, con la ética»(Lavados).

Por esto, la visión actual de launiversidad debe ser repensada deacuerdo con la visión del mundocontemporáneo, que incorpora losnuevos saberes que estánremodelando el mundo. Pero quetambién se preocupe de teorizar loirreductiblemente humano, aquelloque define al ser humano como tal:su lenguaje, su pensamiento, suvivencia del tiempo y del espacio, suvocación de trascendencia y debelleza, sus creencias y su libertad.

Por lo tanto, hablar hoy de forma-ción integral es mucho más complejo.Se hace necesario, aunque sea breve-mente, referirse a algunos factores delcontexto en el que la universidad estáinmersa, a partir del análisis que sepuede hacer desde la sociología de lacultura.

• Sociedad del conocimiento

Taichi Sakaiya (1995, citado porBoisier, 2001) popularizó el término«sociedad del conocimiento» paradescribir una visión de lo que sería laestructura de la sociedad venidera.Introduce el concepto de (<valordelconocimiento» para referirse al hechode que hacia el futuro la verdaderariqueza estará en el «proceso del

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saben>como en el «valor creado por elsaben>;en otraspalabras, el precio o el valor que unasociedad otorga a aquello que elgrupo reconoce como saber creativo.

Pero el concepto' de sociedad delI

conocimiento no se limitaexclusivamente al mundo materialcomo lo utilizan los ortodoxosneoliberales, que lo reducen a unavisión estrecha del concepto deciencia y tecnología, sino que tambiénimplica un reconocimiento valórico.Los seres humanos no sólo tenemosnecesidades de objetos materiales;también existe una alta demanda denecesidades no materiales, como lapaz, la seguridad, la justicia, lasolidaridad, etc. Poniendo énfasis eneste aspecto, la Canadian InternationalDevelopment Agency (Normadin,1977, 124) hace la siguiente reflexión:«Con el tiempo, se ha producido unacreciente aceptación de que los sereshumanos no son simplementeagentes económicos en búsquedaracional y unilateral de un mayorconsumo de bienes y servicios. Losseres humanos también quieren viviren un entorno físico agradable, enarmonía social, en lugares tranquilosy seguros y en una comunidad queles permita vivirun estilo de vidacompatible con sus aspiracionessociales y culturoles. Igualmenteimportante, desean ejercer sucapacidad para hacer opciones parael/os e influiren las opciones de sucomunidad» (Boisier, 2001: 8, traduc-ción libre).

A pesar de estas buenasintenciones, no se puede desconocer

que esta sociedad del conocimientoen el mundo globalizado se hace cadavez más compleja; los bienes yservicios transables exigen cada vezmás progreso técnico (másinformación, más conocimiento, másinnovación) y las reglas denegociación se complejizan, porque'los actores también deben incorporardía a día nuevos saberes.

Lo que la sociedad delconocimiento le exige a launiversidad es la misma condiciónque se le exige a una empresa o auna persona: «ser exitoso». Y para ello,las instituciones universitarias debenaceptar que no se puede ganar unjuego complejo con jugadores yestrategias simples, sino tambiénlograr un desarrollo humanocompatible con las nuevas exigenciasrequeridas por esta nueva sociedad. Alrespecto, en la introducción de sulibro Economie Globale et Réinventiondu Local Savy y Veltz (1995) afirmanque «Elprogreso técnico, a la inversa[del capital], aparece coda vez menosy menos como un bien públicoaccesible a todos. Es transmitidomediante las competenciasinmateriales (las personas y las redesde personas) mucho más que pormedio de las máquinas o mecanis-mos estandarizados. Circularápida-mente, pero en esferas restrictas, yaque las técnicas nuevas requieren deun entorno de producción perotambién de un uso cada vez más ymás sofisticado» (Boisier, 2001).

Las sociedades de hoy deben casipermanentemente reconstruir

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estructuras obsoletas, revisar recursosagotables, recuperar instituciones,pero por encima de todo, las crisisdan oportunidades reales para teneracceso al conocimiento. Por esto, latarea fundamental de lasuniversidades del país es luchar paraque el conocimiento y la preparacióntécnica sean un bien común accesible -.a todos, pues ya hay demasiadaevidencia de la creciente relaciónentre desarrollo humano, por un lado,y la posición exitosa por otra. Teneréxito no puede ser sino el resultadode más conocimientos, de máscomplejidad y de más velocidad, yéstas son virtudes que en la mayorparte dependen de los seres humanosmás que de máquinas o bienesmateriales.

Si se revisan los modelos exitososque han seguido los postulados de lasociedad del conocimiento, veremosque éstos han implicado profundoscambios en los sistemas educativosde estos países. El éxito o fracaso delas personas, instituciones y naciones,así como la prosperidad, dependendel nivel del conocimiento de supoblación. La creatividad científico-tecnológica es la que en definitiva dalas ventajas competitivas. Si se mira labalanza comercial de Estados Unidos,uno puede darse cuenta que esdeficitaria; sin embargo, gracias a laventa de conocimientos vuelve favora-ble su balanza comercial. Esta naciónno sólo está vendiendo objetos, sinotambién conocimientos básicos,conocimientos aplicados, diseñostecnológicos, patentes, franquicias,que son el producto de su desarrollo

científico-tecnológico.Un ejemplo más llamativo sobre

sociedades exitosas desde el punto devista del conocimiento es el de laRepública de Corea, que no disponede recursos naturales ni de capitalsuficiente; sin embargo, el pueblocoreano ha creado una inmensa basede conocimientos. Este pais tiene elíndice más alto de ingreso a la educa-ción superior del mundo (68%); tieneuna autopista de información queatraviesa todo el país; el 28% de lapoblación tiene acceso a Internet ensus hogares, y cada cinco años forma200.000 especialistas en informacióny tecnología con capacidad de generarinnovación en el sistema productivo.

Hoy, los países no deben sólosuperar su brecha entre pobres y ricos,sino también entre los que no tienenacceso al mundo digital y los que sítienen.

Pero la sociedad del conocimientono implica sólo cambios económicos,científicos y tecnológicos, sinotambién un profundo cambio devalores. En varios paises de AméricaLatina, muchas personas se sientenagobiadas por los esfuerzoscompetitivos, ausentes de bienestaremocional, de seguridad y desolidaridad. Muchos aspiran a unasociedad más igualitaria donde sefortalezca lo común y se abranespacios de existencia en la vidacotidiana con un rostro más humano;donde los cambios de paradigmascientíficos, productivos,organizacionales o de otro origentengan como finalidad última laconstrucción de una sociedad más

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digna para todos los seres quepoblamos el planeta.

Si miramos la situación deColombia, el Plan de DesarrolloEducativo 1998-2001 muestra cifrasalarmantes sobre la realidad educativanacional. No podemos hablar desociedad del conocimiento en un paísdonde dos millones y medio dejóvenes en edad escolar no tienencabida en el bachillerato; donde elgasto de educación no llega siquiera al5% del Producto Interno Bruto; dondeel gasto por alumno ha ido bajando;donde el 60% de los niños queingresan a la primaria llegan sólo hasta5°, y donde el promedio de resultadosen matemáticas (TIMss)en 8° fue de385 y el máximo de 495, cuando elmínimo promedio mundial es de 515puntos (COLCIENClAS,1999).

Así que las universidades debentener claro que reciben en su seno auna élite intelectual, perodeficientemente formada alcompararla con los estándaresinternacionales. Todo esto nos mues-tra el abismo que nos separa de estapropuesta de sociedad delconocimiento. Por esto, el sentido decalidad de la educación superior debecambiar cualitativamente. Porque senecesita una nueva visión y un nuevomodelo de educación superior que nose concrete en el mero dominiocognoscitivo de las disciplinas, sinoque, además, debe situar a losestudiantes y sus necesidades en elcentro de las preocupaciones, paraque éstos se conviertan enciudadanos bien informados, provistosde sentido crítico, capaces de

comprender y dar solución a losproblemas que se plantean a lasociedad, y ser capaces de asumirresponsabilidades sociales. Pero, almismo tiempo, debe considerar losprocesos de formación, educación einvestigación, e incorporar plenamenteel potencial de las nuevas tecnologíasde la información y la comunicación, afin de ampliar y diversificar latransmisión del saber, para poner elconocimiento y la información adisposición de públicos masivos.

• El papel de la Ciencia y laTecnología

Una de las características de lasociedad del conocimiento es el papelque tiene la investigación científica. Unhecho significativo de la ciencia actuales que el paradigma predominante apartir del siglo XIXy gran parte delsiglo XX se derivaba de la física clásica,donde el mundo era entendido como«cuerpos que se movían, chocaban oreaccionaban a las fuerzas descritaspor las leyes de NewtonJ) (Fischer,2001). Incluso la tecnología imperantese basaba en la física clásica.

Este paradigma tuvo grandesconsecuencias en el quehacercientífico de la época, incluso en lasciencias humanas y sociales. El casomás claro es el psicoanálisis,desarrollado por Sigmund Freud, quedescribió todo su sistema sobre unametáfora hidráulica con conceptoscomo psicología dinámica, presiones,tendencias y contratendencias, y otrossimilares. De la misma manera, elmaterialismo dialéctico de Marx, que

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explica las estructuras sociales enrelación con los medios deproducción, no se escapa delparadigma de la física clásica.

Por su parte, unidas aídescubrimiento del ADN por Watson yCrick, la teoría de la relatividad deEinstein y la mecánica cuántica dePlanck, que produjeron unatransformación radical de laconcepción clásica del universo,permitieron un viraje en el foco deatención de la física hacia la biología.La perspectiva central del ser humanodeja de ser el control del espacio parainteresarse por el control del tiempo.

Pero la esencia de la ciencia y latecnología en esta sociedad delconocimiento no es sólo aumentar eldominio sobre la naturaleza externa,sino también sobre la naturaleza delos vínculos interhumanos, y sobre laconstitución interna de la especie.Estos nuevos hábitos de la cienciahacen impredecible anticipar losestados futuros acerca de la vida delser humano y su entorno. Es unaciencia, como diría Prigogine, que nonos da seguridades ni certidumbre. Unsolo invento tecnológico puede hacerdesaparecer cientos de miles deempleos. Un día nos despertamos ynos enteramos de que esta nuevaciencia había logrado la c1onación.Cualquier otro día podremos sersorprendidos por inventos másespectaculares.

Modificando a través de la cienciasu adaptabilidad al medio, el serhumano está aumentando no sólo lacapacidad de subsistir, sino que alteratambién el modo como sobrevive en

relación con sus semejantes, al tiem-po que modifica, de una maneradramática, los vínculos sociales y elvínculo que cada cual mantieneconsigo mismo.

La sociedad del conocimiento nosha presentado a la ciencia y latecnología como panaceas capaces desolucionar todos los problemas de lavida humana y de la Tíerra; sin embar-go, no se debe olvidar que quienestienen el dominio científico-tecnológi-co en sus manos vuelven inevitable-mente dependientes a los otros. Elque posee el dominio científicotecnológico puede afectar la vida demillones de personas, puede obtenertodo tipo de ventajas en los grandesmercados, y puede lograr inmensosespacios de dominio de la vida huma-na, en especial el de los valores.

La tarea de la educación no es sólopreservar un pasado, sino tambiénpreparar a las nuevas generacionespara anticiparse al futuro. Lasuniversidades deben tener capacidadpara asimilar los impresionantescambios en el ámbito científico, nosólo los nuevos paradigmas que seestán vinculando en este tercermilenio, sino también susimplicaciones éticas. Por esto, debeeducar a los jóvenes para una nuevaforma de vivir, y también para seractores de este nuevo mundo delconocimiento.

Las instituciones universitariastienen hoy, junto a sus tareas deformación y educación, el ineludiblecompromiso de hacer investigacióncientífica para generar, adaptar ydifundir conocimientos y tecnología. Si

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medimos la capacidad científica de laregión de América Latina y el Caribe,ésta no llega todavía al 2% del totalmundial. y en términos absolutos,Brasil, Chile, Argentina y Méxicoproducen más del, 80% de las publi-caciones científicas de la región,

La productividad científica per cápitapara 105 países desarrollados es enpromedio 24 veces superior a la deLatinoamérica, En el caso específicode Colombia, su producción es muybaja y el número de científicos alcanza105 6.200, lo que, comparado con 105

países industrializados como EstadosUnidos, que tiene 962,700 científicos,Alemania 389,000, Japón 787.402,demuestra la profunda brecha quenos separa de la sociedad delconocimiento,

Como señala Neira (2001), «elproblema de la ciencia y la tecnologíaes mós grove que el accidente nu-cfear o lo revolución computacionol.Elproblema concierne tanto a suvínculo con la naturoleza como con elser humano)), La técnica o 105 mediospara producirla son, a la vez, el medioy el fin de la lucha política internacio-nal, corno bien lo percibe Lyotard enla condición postmoderna, No envano algunos países hacen todo loposible para que otros seanpermanentemente dependientes enmateria científico-técnica, De allí quepudiérarnos afirrnar que la ciencia y latecnología han estado reforzando laidea hegernónica de un supuestoúnico modo de vida humana quetransforma 105 valores, la sociedad, lacultura, 105 afectos y la naturalezarnlsrna,

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La ciencia y la tecnología nos hanperrnitido conocer una extraordinariariqueza de formas de vida hurnana,cada cual adaptada a una grandiversidad de arnbientes; sinembargo, este pensamientohegemónico está contribuyendo adisrninuir de rnodo radical una grancantidad de culturas del mundo, yaque el mayor esfuerzo de hoy consisteen dominar la naturaleza humana almismo tiempo que se domina lanaturaleza externa, No se puede negarel inmenso aporte que la ciencia y latecnología han hecho al mejoramientode la calidad de vida de 105 sereshumanos sobre el planeta, Tampocopodemos olvidar que casi todos 105

modelos utópicos de sociedad hanresultado opresivos, La utopía de lasociedad del conocimiento no puedehacernos olvidar que ésta puede llevara hacer desaparecer la libertad, ya quelo que no tuviere «sanción científica»carecería de validez.

Enorme tarea la de la universidadpara superar la tensión entre sueminente necesidad de participaciónen el acrecentamiento del sabercientífico, y evitar 105 peligros de queel saber científico dominante arrasecon otras formas de vida y con lalibertad de conciencia, Por esto, lasuniversidades, junto con ser centrosde producción de conocimiento,tienen también la inmensaresponsabilidad de fomentar el debateético-político sobre el papel de laciencia y la tecnología en la sociedad.

• El mundo virtual

Un tercer factor del entorno que esnecesario destacar es el fenómeno dela virtualización, que se manifiesta devarias maneras en una amplia gamade procesos. Es una fuerza que marcatodos los fenómenoscontemporáneos.

De acuerdo con Pierre Lévy(1999), «lo virtual, en un sentidoestricto, tiene poca afinidad con lofalso, lo ilusorio o lo imaginario. Lovirtual no es, en modo alguno, loopuesto o lo real, sino uno formo deser fecundo y potente que favorecelos procesos de creación, obrehorizontes, cavo pozos llenos desentido boja lo superficialidad de lopresencio física inmediato».

Un «mundo virtual» es definidocomo «uno base de dotas gráficosinteroctivos, exploroble y visualizableen tiempo real en formo de imágenestridimensionales de síntesis capacesde provocar uno sensación deinmersión en la imagen. En susformas más complejos, el entornovirtual es un verdadero 'espacio desíntesis; en el que uno tiene losensación de moverse 'físicamente'»,según Quéau (1995: 15), para quienlos mundos virtuales equivalen a unarevolución copemicana, en el sentidode que antes se giraba alrededor delas imágenes y ahora se gira dentro deellas. Según este mismo autor, con lo

1 Como es característico de la época contemporánea,la virtualidad no podía estar exenta de paradojas. Ensu obra, Philippe Quéau alerta que junto a lofascinante del fenómeno y su capacidad paraconfigurar y reconfigurar el mundo, también podría

ivirtual no se trata de sustituir lo real,sino de representarlo de una mejormanera.' Por ello, para algunos lovirtual significa fundamentalmente unintento de hacer más accesible,comprensible y más manejable lacreciente complejidad de los sistemas(Cuesta, 1998).

Sin embargo, parece ser que elmundo virtual rebasa la simplesimulación de los fenómenos. Lasimágenes virtuales van siendo capacescada vez más de borrar las fronterasentre lo real y lo falso, pues «lo virtual[ ..] no es ni irreal ni potencial: lovirtual está en el orden de lo real»(Quéau, 1995: 27). En concordancia,Manuel Castells (1996: 372) enfatizaque lo que es históricamenteespecífico al nuevo sistema decomunicaciones organizado alrededorde la integración electrónica de todoslos modos de comunicación, desde eltipográfico hasta el multisensorial, noes la inducción de la realidad virtual,sino la construcción de la virtualidadreal.

El mundo virtual ha generado unaserie de nuevas estructuras, siendo,según Wong', las más conocidas lassiguientes: <d) realidad virtual; 2)

desfigurarlo, pudiéndose convertir en un nuevo «opiodel pueblo». Por ello sugiere seguir con atención sudesarrollo e intentar contener sus empleoséticamente cuestionables., WONG-GONZALEZ, Pablo. «Globalización yvirtualización de la economía: Impactos territoriales».Este trabajo es una versión ampliada de la ponenciapresentada en el V Seminario de la Red Ibero-americano de Investigadores sobre Clobalización yTerritorio,convocada por la Red Iberoamericana deInvestigadores sobre Globalización y Territorio y laUniversidad Autónoma del Estado de México; Toluca,Estado de México, septiembre 21-24,1999.

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producto virtual; 3) corporación oempresa virtual; 4) departamentovirtual; 5) moneda virtual; 6)universidad virtual: 7) comunidadvirtual; 8) región virtual. Esta última seencuentra en la parte más alta de lapirámide que representa la nuevamodalidad de configuración territorial(Boisier, 1996), una modalidad queresponde a la lógica territorial delactual capitalismo tecnológico propiode la globalización y ya no más alvoluntarismo político del Estado, ex-cartógrafo de mapas regionales.Naturalmente, la virtualidad esclaramente un sub-producto de lastecnologías de la información y de lascomunicaciones, cuyo uso requieretanto del hardware como delsoftware, es decir, de conocimiento».

La educación superior, por primeravez en muchos años, se enfrenta a laposibilidad de cambios radicales en lamedida que las nuevas tecnologíasvan diseminándose por el mundo.Muchos académicos se han declaradocontrarios a la presencia de estasnuevas tecnologías en el mundo de laeducación. Nos guste o no, lavirtualización está creando una nuevasociedad con nuevos paradigmas,rompiendo esquemas que laspersonas tenían, y provocandoinseguridad y temor en quienes creíantener su ambiente bajo control.

Hoyes posible imaginaruniversidades donde los profesores yalumnos trabajan desde sus casas,automóviles, o incluso en la calle, amiles de kilómetros entre sí, en paísesdiferentes, utilizando avanzadastecnologías de comunicación y

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computación, accediendo a una nuevacomunidad internacional en la que esposible desplazarse virtualmente entiempos reales a través delciberespacio, sin limitaciones dedistancias o fronteras físicas o políticas.En efecto, la tecnología, llámesecomputador, acceso a Internet,protocolos de conversación, base dedatos, está dando lugar a nuevasmaneras de enseñar, de informar y,probablemente, de educar a laspersonas, rnás rápidas, menoscostosas y más efectivas.

La educación universitaria de laregión debe preocuparse seriamentepor la virtualización, para no quedarsedemasiado atrás, haciendo másprofunda la brecha digital. Es probableque no tener acceso a las nuevastecnologías en educaciónprácticamente significará seranalfabeto en el futuro cercano. Laimplementación de la virtualización enla educación es una condición si sequiere preparar a las nuevasgeneraciones para participaradecuadamente en los procesossociales, económicos y culturales.

En América Latina tenemos unaantigua tradición de fetichizar losobjetos y las ideas. Algunosacríticamente asumen este mundovirtual sin discutir sus implicacioneséticas, poííticas y, especialmente,psicológicas. Así como sería un errorque la universidad diera la espalda a lavirtualización, también sería unaequivocación asumir este nuevo retosin una conciencia crítica sobre susventajas y desventajas.

• La exclusión social: El mundodel trabajo humano

Mientras los documentos de la UNESCO

y otros organismos internacionalespropugnan por una profundización dela democratización y un reforzamientodel Estado de derecho, un elementoclave es conocer la función quecumple la educación en general y lasuperior en particular «en el principio ypreservación de lo democracia y en loformación de jóvenes y los adultos enciudadanía democrático)) (UNESCO,

/998) ..No se puede desconocer que la .

evolución de la economía y laestructura del empleo tienen una granimportancia en la vida de nuestrasuniversidades. En Colombia son cadavez más numerosos los sectores depoblación que enfrentan la exclusiónsocial. La gran mayoría no tieneacceso a las universidades, y losjóvenes que cursan con éxito susestudios universitarios al recibir sutítulo son también víctimas deldesempleo, que, por desgracia, cadadía se agudiza.

Esta exclusión social de losjóvenes, tanto aquellos que nopueden ingresar por limitacioneseconómicas a estudios superiorescomo los desempleados con títulosuniversitarios,afecta todos losesfuerzos de democratización y laconstrucción de democ"racia.

Un aspecto delicado de estaexclusión social es el éxodo deprofesionales, que constituye un serioproblema. Aunque es convenientemantener cierta movilidad de

profesionales para el enriquecimientointelectual del país, resulta muy gravecuando miles de estos jóvenes, queson los más altamente preparados,migran desesperados a otros paísesporque la sociedad colombiana no lesofrece los medios institucionalizadospara poder aportar al bienestar de lasociedad y la cultura. Según laUnesco, cada profesional le cuesta anuestros países el equivalente aUS$25.000. ¿Puede el lector calcularla pérdida en desarrollo humano queestá experimentando el país con estafuga masiva de jóvenes profesionalesy su impacto en el desarrolloeconómico, social y culturalcolombiano?

La universidad latinoamericana hamostrado un conservadurismoperverso con respecto a la tensiónentre formación y empleo, como si elfuturo de sus egresados y de los milesde desempleados no tuviera que vercon su responsabilidad. Muy pocasinstituciones de educación superiorreflexionan acerca de la relación entreeste mundo que cambia y los perfilesque deben tener los profesionales queegresan.

Aproximémonos a tantos temasque deberían desvelar a loseducadores universitarios: ¿Habrá enel futuro suficientes puestos de trabajopara sus egresados? ¿Qué clases detrabajos habrá? ¿Cuáles son lasprioridades nacionales y quéprogramas académicos debendesarrollarse? ¿Qué pasaría si el paísse quedara sin industrias? ¿Cómogenerar en nuestros estudiantes unespíritu emprendedor para que se

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adapten a los nuevos tiempos? Estos ymuchos interrogantes más deben serpreocupación de la formación integralen la universidad.

En el caso concreto de Colombia yotros países de la región, todavia setiene la concepción de que lospuestos de trabajo pertenecen a laeconomía formal y oficial; sinembargo, los estudios del tejidolaboral muestran el crecimientosignificativo de la economía informal.Hace 30 años, trabajar para unapersona implicaba trabajar con unaempresa. El empleo era de tiempocompleto y tradicionalmente, comoproducto de la lucha economicista delos sindicatos de trabajadores, sedisponía de una serie de prestacionessociales que, además, dabanestabilidad laboral.

Este cuadro, especialmente a partirde 1990, ha cambiadodramáticamente en Colombia. Lospuestos de trabajo se han idoreduciendo, y con la incorporacióncreciente de la mujer a la vidaeconómica, éstos se hacen másescasos y más competidos. Hoy, antela escasez de puestos de trabajo,crece vertiginosamente la economíainformal, que es una actividad que semueve en toda la economía sincontabilidad. No hay registro de caja,regularmente no tributa, no aporta a laseguridad social, y con algunafrecuencia conduce a algunos aactividades ilícitas como elcontrabando, la prostitución, la ventade drogas. En la mayoría de los casosse trata de personas sumidas en lomás profundo de la pobreza en una

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sociedad que no le ofrece la másremota posibilidad de empleo. Elmédico que maneja taxi ya no es larealidad más dramática. Muchosprofesionales se ven obligados adesempeñar actividades económicasmenos reconocidas como la ventapuerta a puerta de productos, ventade perros calientes en puestoscallejeros, negocios caseros, y los quelogran emplearse lo hacen consueldos indignos al esfuerzo personaly a la inversión económica de suformación profesional.

La exclusión social es tema crucialde los sistemas universitarios. No sepuede seguir aceptando un sistemaque, con puros fines mercantiles,termina deformando personas aquienes se les otorga un títuloprofesional, al mismo tiempo que seles incapacita para enfrentar estemundo absurdo, excesivamentecentrado en el utilitarismo inmediatistay de espalda a la realidad de losjóvenes, de sus necesidades y de susintereses.

No se puede negar que nuestropaís tiene una profunda deuda socialcon los jóvenes; no sólo en lo queconcierne al respeto de sus derechoshumanos fundamentales. Tambiéndebido a la ausencia de voluntadpolítica de aportar a un desarrollohumano para generar un profundosentido de solidaridad y unamovilización de todos los agentesinstitucionales y financieros, públicos yprivados, que permitan el acceso a losbienes públicos necesarios para unaexistencia digna, que déoportunidades reales y justas para su

ingreso al mundo laboral. Debemostener la certeza de que usando losmedios institucionalizados es posiblelograr las metas culturales.

La universidad colombiana y la dela región deben ser conscientes deque tienen una responsabilidadcreciente para adecuar su quehacer ala vida económica, cultural, social ypolítica donde se hallen inmersas. Lacreación de mayor riqueza y mayorbienestar para la sociedad está estre-chamente ligada a la pertinencia delquehacer universitario. Hay compromi-sos ineludibles, como la creación deun sistema científico-tecnológicosólido que estimule la investigación yflexibilice su sistema, para que losjóvenes talentos se forjen, noexclusivamente como profesionales,sino para que también tengan laopción de formarse desde el pregradopara la investigación. Es necesariogenerar el espíritu emprendedor enlos estudiantes mediante el desarrollode nuevas habilidades y capacidadespersonales y profesionales paraenfrentar con éxito el mundocambiante que les tocará vivir. Debedarse la posibilidad a ingenieros,economistas, administradores y otrosprofesionales para obtener un títuloparalelo en educación, para quecuando egresen puedan ayudar aeducar y alormar a nivel medio amiles de jóvenes que hoy no tienenoportunidad de estudios universitarios.Formarlos para que puedan, en sustiempos libres, hacer cosas útiles yplacenteras. En fin, es la educaciónuniversitaria la que no sólo debe velarpor preparar adecuadamente a sus

jóvenes para el mundo del empleo,sino que también debe tener laconciencia de que el sistema universi-tario, con su inteligencia, es uno de losque más empleos pueden generar, yllegar a ser el factor clave para dismi-nuir la exclusión social.

La formación integral

Existen muchos otros factores delentorno que inciden en la formaciónuniversitaria. La sociedad colombianaestá atravesando por numerososconflictos, de los cuales los másgraves son el conflicto armado, elnarcotráfico y el crecimiento dramáticodel número de personas que viven encondiciones de pobreza. Sin embargo,a partir de este apretado análisis decontexto, y enmarcado en la sociologíade la cultura, reflexionaremos sobreuna concepción de formación integralque pueda ser coherente con elentorno en que la universidad estáinmersa.

Humboldt, citado por Carlos DaríoOrozco (1999), en su aparte «Teoríade la formación del hombre» declaraque el objetivo de la educación es eldesarrollo y la formación omnilateralesdel ser humano, es decir, la personali-dad.

Humboldt concebía la educacióncomo el desarrollo de todas laspotencias del individuo, y esperaba deella una reforma de la sociedad.Goethe le asignaba a la educación unpropósito formativo que «consiste enla auto formación del individuo en elcontexto histórico-vital, como aperturade quien se forma hacia la sociedad y

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cultura sin renunciar a su naturalezahumana!!.

Según Humboldt la formación deque se ocupa la universidad «ha decentrarse exclusivamente en el desa-rrollo armónico de todas las capaci-dades de los alumnos; en ejercitarsus fuerzas sobre el número máspequeño posible de objetos y, en lamedida de la posible también, abar-cándolos en todos sus aspectos yhaciendo que todos los conocimien-tos arraiguen en su espíritu de talmodo que la comprensión, el saber, yla creación espiritual no cobrenencanto, sino por su precisión, suarmonía y su belleza interiores!!.

La esencia de la universidadconsiste «en tender directamente aelevar la cultura moral de la nación;ello descansa en el hecho de queestos centros están destinados acultivar la ciencia en el más profundoy en el más amplio sentido de lapalabra, suministrando la materia dela cultura espiritual y moralpreparada, no de un modointencionado, pero sí con arreglo a sufin, para su elaboraciómJ.

El sociólogo Marcel Pariat (1995)enfoca el problema de la formaciónintegral más relacionado con la fun-ción reproductiva que la educaciónejerce para la adaptación del estudian-te al mundo económico, al mundosocial y al mundo de la cultura. For-mar, dice Pariat, «es en alguna formanormatizar. Así, al enseñar, altransmitir, al tutoriar, lo que seambiciona al fin y al cabo es buscarla integración que permita que losjóvenes puedan construir una

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identidad personal, social yprofesional!!.

Tomando esta definición de pariat,quisiera ahora,referirme, en primerlugar, a la identidad profesional. Parala sociología de la cultura, lo que unjoven viene a buscar a las institucionesde educación superior es unaformación profesional. Sobre estetema quisiera detenerme unmomento para demostrar laimportancia de este aspecto de laformación integral.

El análisis comparado de lasestructuras sociales de lascivilizaciones muestra que lasprofesiones. ocupan en nuestrasociedad una posición de inmensaimportancia. Muchos de los aspectosclaves del funcionamiento socialdependen en un grado significativo desu nivel de desarrollo, ya que granparte de la adquisición y aplicación delconocimiento científico se dapreferentemente en el contextoprofesional.

El valor de las profesiones se iniciaa partir del momento histórico en que'el ser humano hace una ruptura conla fundamentación trascendente yreivindica la realidad social como unorden determinado por los asociados.Es el momento en que la humanidadhace una afirmación de su autonomíay los individuos se hacenirremediablemente cargo de organizarsu convivencia.

Este hecho social, que algunosautores han denominado modernidad,es principalmente un proceso desecularización. «Esel lento camino deun orden recibido a un orden

producido)) (Lechner, 1998). Larealidad deja de ser considerada comoun orden predeterminado al cualdebemos someternos y pasa adepender de la voluntad humana, lacual se hace responsable de laorganización del mundo y de supropia autolimitación.

De esta manera, se fueproduciendo una sustitución delfundamento divino por el principio dela soberanía en manos del pueblo,representado en la organización delEstado democrático. Así, la funciónintegradora que cumplíaanteriormente la religión pasa a lapolítica, al atribuirle a ésta un lugar depreponderancia en la dirección delorden social.

Al ubicarnos en la situación deAmérica Latina, aun reconociendo quela modernidad no es un modelo realde vida, existe consenso en que lamodernización es una condiciónnecesaria de cualquier tipo dedesarrollo que busque superar losdesequilibrios económicos, políticos ysociales y que al mismo tiemposatisfaga las necesidadesfundamentales del ser humano para ellogro de una existencia digna.

En síntesis, como señala Brunner,América está condenada a lamodernidad si quiere superar sucondición de atraso estructural,porque su vida en los últimos siglosha sido impregnada de la experienciacultural de Occidente; pero tambiénpor su historia, sus tradiciones, sulenguaje, su sistema de creencias, yespecialmente por estar ubicada tanpróxima al centro principal de poder

más activo de la modernidad en elpresente, como es Estados Unidos deNorteamérica.

Con esto no se quiere señalar queestamos condenados a ladependencia, al pastiche cultural de lametrópolis imperial; aunque en algunamedida hemos tenido más acceso alos productos negativos de esaexperiencia de vida, como son: ladestrucción del medio ambiente, lacarrera armamentista, lafarmacodependencia, las estrategiasde consumismo, las sectas religiosasque explotan comercialmente apersonas desorientadas, las doctrinasde seguridad nacional, los circuitos detransmisión ideológica que van de lapublicidad a la pedagogía; todo estoen una América Latina ahogada en suspropias contradicciones internas, ensus desigualdades y su pobreza, ensus carencias y potencialidades.

Absurdo sería pretender queAmérica Latina llegara a la modernidadreproduciendo de manera acrítica laforma de vida de los paísesindustrializados. No se trata de revivirel ideario de la Revolución Francesa, nide reconstruir «el sueño americano»,ni -como piensan algunosadministradores ingenuos- copiar elmilagro japonés, para superar nuestrascontradicciones. Lo que caracterizaprecisamente a la modernidad es sucapacidad de cambiar, incluyendo aunsus mismos valores. Por ello, cadacontexto socioeconómico y político enque se asiente tendrá su propiaevolución heterogénea, contradictoriay relativamente autónoma, con suspropios espacios y especificaciones

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que la hacen única en la historia.Aunque el cambio de la estructura

social sólo es posible si secompromete la acción coordinada detodos los miembros, y aunque es lavoluntad del conjunto de las personasel único motor que puede impulsar eldesarrollo, no deja de cobrarimportancia el segmento de aquellosindividuos a quienes, por su posición,la sociedad les ha asignado el rótulode profesionales. Ellos están en lacúspide de la estructura social, encualquier ámbito del sistema que sequiera observar. Si como ejemplodamos una rápida mirada al acontecernacional, vemos que el mayor númerode componentes del CongresoNacional son profesionales. Por otrolado, el presidente y todos susministros ostentan profesiones; elsistema de justicia está controlado porprofesionales del derecho; el aparatoproductivo, en el nivel de toma dedecisiones, es controlado por distintostipos de profesionales asociados a laeconomía y la producción; los mediosde comunicación de masas, losdirigentes de los gremios y casi todaslas esferas de poder en el país estánasociados a las profesiones.

Esto, evidente en casi todas lasnaciones que han recibido lainfluencia de Occidente, es uno de losrasgos más importantes de laorganización social, hasta el grado deque mucha de la eficiencia socialdepende del funcionamiento expeditode las profesiones. No sólo en laadquisición y aplicación de la ciencia,sino que su acción social está tan«estrechamente entretejida en la tela

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de la sociedad moderna», que es difícilimaginar su desenvolvimiento si se leanulara completamente.

Algunas personas no alcanzan adarse cuenta de que muchos rasgostípicos o distintivos de la civilizaciónoccidental están finalmentedependiendo en alta medida deldesarrollo de las profesiones. Cuandohablamos del orden económicomoderno, del desarrollo del aparatoproductivo, de la ciencia y latecnología, del desarrollo social eincluso de ciertas manifestacionesartísticas, las profesiones contribuyenpoderosamente en estas constantessociales.

Es indudable que en nuestrospaíses la proporción de profesionalesconstituye una franja extremadamenteestrecha (menos del 3 por 1.000). Noobstante, su poder para incidir en lavida de los otros es muy significativo, ydesde el punto de vista estructural sonmúltiples los aspectos que se podríanconsiderar para respaldar estainformación. Sin embargo, existe unproblema clave para nuestro tránsitohacia la modernidad, el cual tiene quever con la formación de lasprofesiones: ¿Realmente la sociedadcolombiana está preparandoprofesionales capaces de desempeñarel papel requerido para ayudar asuperar nuestras contradicciones yque nos permita superar este atraso

.estructural?En un ensayo del sociólogo

americano Talcott Parsons (1967)sobre las profesiones y la estructurasocial éste hace interesantes plantea-mientos acerca del papel que debe

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rían desempeñar éstas en el conjuntodel desarrollo de ía sociedad. El autorseñala la composición de treselementos básicos en la formación delas profesiones, cualquiera que sea sunivel.

El primer elemento señalado es laracionalidad, que enfatiza en el hechode que toda profesión en la sociedadmoderna debe desarrollarse sobrebases científicas. Profundizando eneste componente, digamos que unacaracterística básica de la ciencia es su«racionalidad», en el sentido de que seopone al tradicionalismo. Lainvestigación científica, consideradadentro del enfoque de Parsons, esdecir, en términos de marco dereferencia de la acción, se orienta conrespecto a algunos patronesnormativos, siendo uno de losprincipales el de la «verdad objetiva».Esta verdad objetiva es una verdadrelativa y cambiante. Así, unprofesional no sólo debería formarsecomo una persona asimiladora deconocimientos científicos, sinotambién con capacidad para producirnuevos conocimientos. Esto implicaque la formación en las disciplinasbásicas debería ser uno de íosaspectos claves del desarrollo de suprofesión, para que el énfasis de laeducación esté en la capacidad depensar «racionalmente» y no sereduzca a ser un ente instrumental,sólo con capacidad de ejecutar ciertasdestrezas.

El segundo componente citado porParsons es la especificidad funcional.referida a la necesidad de adecuar elconocimiento científico al

reconocimiento de la naturaleza y a lapeculiaridad de los problemas delcontexto, como a la posibilidad deldesarrollo de habilidades paracontribuir a su solución. Esta segundacondición ha permitido a lasprofesiones tener un papel relevanteen el acontecer social y les ha dado laposibilidad de obtener un poder quepodría denominarse autoridadprofesional. que se basafundamentalmente en unacompetencia técnica. Hablamos de lasórdenes del médico, del consejo delabogado, del diagnóstico delpsicólogo, etc.: la especificidad de lafunción define el campo particular delconocimiento y de la habilidad. Nadieconsultaría con un agrónomo sobre undolor de estómago, ni visitaría a unmédico para que le aconseje sobre laconstrucción de un puente. Sinembargo, esta competencia técnicaespecífica les permite a losprofesionales tener un mayor margende credibilidad, que supera el marcode su disciplina, en las relaciones conlas demás personas.

El tercer componente básico en eldesarrollo de las profesiones, paraParsons, es el de la universalidad, queapunta a la formación integral de laspersonas. tostase puede dar,principalmente, profundizando en elpensamiento social y humanístico, yen el verdadero sentido histórico quecada persona debe tener acerca de símismo, su profesión y el mundo en elque vive.

Con el fin de hacer énfasis en launiversalidad como clave en laformación de las personas

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profesionales, deseo destacarbrevemente el papel que juega laformación en humanidades.

En una sociedad que pretendereducir a bienes negociables toda laactividad humana, es probable que enel análisis ingenuo de la enseñanza delas humanidades, éstas carezcan deimportancia; sin embargo, representanla esencia de la educaciónuniversitaria, porque las humanidadestienen por misión mirar o teorizar loirreductiblemente humano, son laexpresión de lo más humano, lo quele da identidad al ser como tal: «sulenguaje, su pensamiento, su vivenciade la temporalidad, suproyección futura, su vocación detrascendencia, de belleza, suscreencias y su identidad!!(Subercaseaux, 1999). Por esto, en latradición alemana se habla de cienciasdel espiritu, porque idas humanidadesbuscan comprender a la persona ensi misma (antropología y filosofía), ala persona en el tiempo (historia), yala persona imaginada por otraspersonas (literatura)!! (Rojas Sánchez,1999).

Por esto, algunos autores hablande las humanidades como la cienciade la libertad, en oposición a lasciencias de la causalidad natural; yaunque aparentemente no tienen elavance de las ciencias de causalidadnatural, su orientación obedece a laley del permanente retorno a losorígenes como fuente germinal detodo desarrollo humano.

Asi, a diferencia de la ingeniería ola medicina, que son disciplinasperformativas, es decir, que valen en

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la medida que contribuyan a sanarenfermos, a construir puentes, lashumanidades orientan a la persona enrelación con su propio ser en cuanto ahumano, y no en relación a su funciónsocial. Por ello, las humanidades son«preparativos indispensables paratodas las ciencias y para todas lascarreras de la vida!!(Andrés Bello,citado por Subercarseaux, 1999),porque ellas son las bases de laformación como ser humano y permi-ten ensanchar los ámbitos del conoci-miento, ya que, entre otras cosas, sonellas las que nos enseñan a reflexionarya expresamos, a pensar críticamentey con creatividad, y en definitiva,ayudan al estudiante a desarrollarseen su esencial condición humana.

Sin pretender hacer un análisisestructural profundo del desarrollo delas profesiones en Colombia, esconveniente puntualizar que algunascondiciones citadas por Parsons estánlejos de ser una realidad. Aunque lameta sociológica de la universidadcontemporánea es .la produccióncultural, sobre ella también recae laresponsabilidad última de la formaciónde las profesiones. En las últimasdécadas estas instituciones, hanpuesto un marcado énfasis en laespecificidad funcional, llevando elproceso de formación profesional a ungrado instrumental tan extremo queno da cabida a la formaciónhumanística. Al mismo tiempo noalcanzan a darse cuenta de que elmismo desarrollo histórico del conoci-miento científico hace imposible queel alumno, en cinco años, incorpore elacervo de conocimientos

instrumentales disponible, y atiborran105 planes de estudio de una grancantidad de asignaturas que el futuroprofesional debe incorporar de mane-ra acrítica y superficial. Conocimientoinstrumental que, probablemente,cuando salga a su ejercicio profesionalestarárevaluado por el natural desa-rrollo del conocimiento cientifico-tecnológico.

Este profesional formado sólo en ladimensión de la especificidadfuncional, con algunas pinceladas deformación básica y desconocedor desu historia, preparado probablementepara el mundo del trabajo, peroincapaz de interactuar con el mundosocial y de la cultura que lo rodea ycon las otras formas de conocimiento,fue claramente definido por el filósofoespañol Ortega y Gasett como «unbárbaro que sabe mucho de una solacosa».

Profesionales formados de estamanera están condenados aconvertirse en subalternos de lasinrazón de nuestra cultura, incapacesde asumir una actitud de compromisocon 105 problemas que su sociedaddebe afrontar en el presente y hacia elfuturo, inmersos en una economíacomercial donde el título se reduce auna mercancía determinada por lascondiciones del mercado.

Por último, probablemente sihubiésemos mirado la formaciónintegral desde la filosofía, tendriamosque haber explicitado unaantropología de la formación y 105

criterios de orden epistemológico quetienen relación con «lanaturaleza delconocimiento, la ciencia y la técnica, y

el sentido y posible compramiso éticode ésta con el hombre y lasociedad)) COrozco, 1999). Al mismotiempo, el papel de las institucionesuniversitarias con el desarrollo ético delas personas que constituyen lacomunidad universitaria.

Sin embargo, se quiso promover lareflexión sobre la Formación Integral apartir de la generación de laconciencia de las implicaciones éticasque la universidad tiene con laformación profesional-personal denuestros jóvenes. y en torno a 105

condiciona mi entos y efectos socio-políticos de la formación integral, queme parecieron muy pertinentes altener en cuenta las condiciones delcontexto de la sociedad colombianaactual.

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