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LA RELIGIN DE LOS YORUBA UNA RELACIN DE LAS CREENCIAS Y PRCTICAS RELIGIOSAS DE LOS PUEBLOS YORUBA DEL SUR D E NIGERIA, RELACIONADOS ESPECIALMENTE CON LA RELIGIN DEL ANTIGUO EGIPTO. POR EL VENERABLE ARCHIDICONO OLUMIDE J. LUCAS

INTRODUCCIN A menudo, se realiza la pregunta de si las religiones de los pueblos primitivos, deben su carcter a una evolucin detenida o a una degeneracin progresiva . Existe una gran divergencia de opiniones entre los antroplogos en cuanto a la r espuesta de esta pregunta. Algunos estaran de acuerdo con el Dr. Menzies, de que: La teora de que el hombre fue originalmente civilizado y humano, y que el estado de salvajismo hizo aparicin a causa de una degeneracin de esa primera condicin civi lizada, es ahora generalmente abandonada, o con el Dr. Estlin Carpenter quien afi rma que: cualquier cosa puede ser tomada como ejemplo de degeneracin o decadencia; la tendencia general de las cosas es avanzar de la ms vulgar y menos compleja, a la ms refinada y desarrollada. Otros estaran de acuerdo con el Dr. Nassan en que: e l origen de nuestro conocimiento de Dios no est en nosotros, pero nuestra vida es piritual si que tiene su origen en nosotros mismos. El conocimiento de Dios vino ad extra, nos fue donado de fuera, pasando a ser una parte componente de nosotros. Para poder decidirse por una de esas dos teoras alternativas, existe una coleccin de datos de los lugares primitivos del mundo que son de una inestimable ayuda. Desgraciadamente, sin embargo, como observ recientemente Sir J.G. Frazer, las fro nteras del salvajismo existente se estn reduciendo rpidamente, debido a la fuerza i rresistible con que la corriente de la civilizacin occidental crece dentro de la esfera del salvajismo. La tarea de reunir tal evidencia se convierte en tema de urgente necesidad, ya que, dentro de unas pocas dcadas, muchos materiales valioso s pueden perderse o transformarse hasta perder su valor evidencial como religin c omparativa. En su prlogo para el libro del Dr. Farrow Fe, Fantasas y Fetiches, el Dr . Marett eleva el tema con recuerdos hacia el Paganismo Yoruba con las siguiente s significativas palabras: El Dr. Farrow dice a veces degradado y, tomando este trmi no estrictamente, implicara que ha habido autntica apostasa (abandono de la gracia) . Verdaderamente, este es un supuesto razonable, mientras sea tratado como tal; y si seguimos verificndolo con una investigacin ms profunda, no tengo duda de que l as creencias Yoruba sern motivo de confusin y muchos elementos sern encontrados culp ables de la venida a menos en el mundo en el curso de su historia. Especialmente in teresante es el tema de que si Olorun, la Suprema Deidad, que en el presente

es reverenciado pero apenas adorado, es la reliquia de una fe ms pura, un hermoso rbol que ha llegado a extinguirse por una maleza de supersticiones animistas. El Dr. Menzies tambin, despus de advertir que destacados antropologistas declaran que tribus degradadas de Australia y del Oeste de frica muestran signos de haber per tenecido a una civilizacin ms alta y que ahora han perdido, y contina diciendo que: l as razas entre las que encontramos el fetichismo, dan muestra de una conocida ca racterstica de la decadencia de la religin. Estas citas aumentan las preguntas que requieren una investigacin ms profunda, una tarea a la cual el que esto escribe se ha dirigido. El propsito de esta tesis es dar una relacin del trabajo de investig acin conducido en las lneas indicadas arriba por el Dr. Marett, para mostrar que e lementos en el paganismo Yoruba se han degradado en el mundo en el curso de su hi storia y, para identificar que la ms pura fe ha degenerado ahora en el ms vulgar feti chismo. La tesis quiere tambin contener crticas existentes sobre el tema, junto co n detalles adicionales que la investigacin ha descubierto. No es necesario decir aqu que las crticas de palabras existentes sobre el tema que sern encontradas en mu chas partes de la tesis, no estn hechas con espritu crtico. El escritor se da cuent a del agradecimiento a anteriores escritores y mantiene un profundo sentimiento de gratitud hacia ellos. Todos estos escritores, sin embargo, tienen que haber r econocido las dificultades bajo las cuales tenan que trabajar. Ellos deben darse cuenta de que la medida del xito debe ser proporcional a la extensin de las dificu ltades superadas. La primera dificultad es el frecuente fracaso al que se enfren ta el no nativo para poder obtener una completa comprensin de la mentalidad nativ a. Esta dificultad hace casi imposible la completa comprensin de las formas de pe nsar nativas as como de sus puntos de vista. La mentalidad africana es extremadam ente compleja y, esta complejidad, que siempre desafa a hacer un anlisis superfici al, ha conducido a la errnea opinin de que es igualmente variable, no slo entre dif erentes individuos sino, a menudo, en una misma persona. Se aade a esto el natural resentimiento de los nativos a la interferencia de los no nativos con los miste rios de su religin, especialmente cuando stos son los dogmas de una sociedad secre ta. El castigo aplicado a la divulgacin de secretos era, antes del establecimient o de la Paz Britnica, la muerte inevitable. La tarea de obtener informacin se hace de esta manera, difcil y confusa. La seorita Mary Kingsley dice exactamente: El se guir los pasos de la idea del frica Occidental es una de las ms encantadoras perse cuciones en el mundo... como acosar con dificultad en la caza del oso pardo.

Otra dificultad es la del lenguaje. La ignorancia del lenguaje o un conocimiento parcial del mismo explica un gran nmero de errores. Por ejemplo, el coronel Elli s y Mr. R. E. Denet (cuyos trabajos contienen una abundancia de valiosa informac in y a los que se deben muchos elogios por el valor, trabajo y perseverancia nece sitados en el trabajo de investigacin hecho en aquellos primeros das) tenan conocim iento parcial del lenguaje Yoruba. Algunos de sus errores han sido corregidos po r el Dr. Farrow y no necesitan ser repetidos aqu. Miss Kingsley, no conoca el leng uaje en absoluto. Los trabajos de los Bishops, Crowther y Johnson no estn muy afe ctados por errores debidos al lenguaje. Ambos Bishops hablaban el idioma con ace ptable fluidez, a pesar de que ellos eran africanos que venan de Sierra Leona don de se haba perdido el conocimiento del lenguaje. Por desgracia el pas no estaba co mpletamente abierto en sus das como lo est ahora, y por lo tanto su campo de inves tigacin estaba confinado dentro de los lmites de las ciudades y pueblos de las poc as tribus a las que ellos podan llegar con seguridad. Adems, ninguno de ellos trat el tema desde el punto de vista de la religin comparativa. El libro del Dr. Farro w Fe, Fantasas y Fetiches es probablemente el mejor tratado sobre el tema que haya sido publicado. El vivi en el pas durante un perodo de alrededor de cinco aos y adqu iri un suficiente conocimiento del lenguaje. Todo esto le capacit para obtener inf ormacin, de otra manera inalcanzable por el no nativo medio. No obstante, su trab ajo adolece de algunas de las dificultades referidas arriba. Por ejemplo, a pesa r de su estudio del lenguaje, traducciones mal hechas y expresiones errneas se en cuentran en su libro, que anulan el valor de las explicaciones o teoras basadas e n ellas. Se pueden dar aqu dos ejemplos: el Dr. Farrow habla de Orun-Afefe (el ciel o de brisas frescas). No hay tal expresin en Yoruba. La correcta expresin es Afefere-re (viento favorable). Otra vez, despus de criticar a Ellis por confundir la pa labra duru con duro, l dice que duru (siempre y solamente) significa duro o difcil. tico significado de la palabra es importante, grande, distinguido; ej. Nkan duru, alg o importante o lleno de grandes consecuencias. Otros errores sern sealados ms tarde. Es suficiente aqu el ofrecer una disculpa, una vez por todas, para aquellas crtic as que se han hecho necesarias por un deseo de dar un fiel informe sobre el tema . El que esto escribe es un Yoruba, nacido y criado en el pas Yoruba. No solament e habla su lenguaje nativo con fluidez, sino que ha tenido el privilegio de estu diarlo desde el punto de vista de la filologa. l ha dado clases sobre el lenguaje y el paganismo Yoruba durante muchos aos. Su conocimiento de las creencias y prcti cas de su pas es muy completo, como haba compartido algunas de las creencias duran te algunos perodos de su

vida, y haba tenido ocasin de tomar parte en algunas de las prcticas cuya luz y con ocimientos ganados en sucesivos aos, le haban mostrado ser supersticioso. Su conta cto con los sencillos nativos es directo, facilitando as la tarea de obtener info rmacin de primera mano y fidedigna cuando sea necesario. EL PAIS DE YORUBA Y SUS GENTES Yoruba est al Sudoeste de Nigeria, entre el tercer o y sexto grado de latitud Norte. Linda por el Norte y el Este, aproximadamente, por el ro Nger, por el Sur con la ensenada de Benin, y por el Oeste por el protec torado francs de Dahomey. Es una frtil y muy poblada regin de Oeste de frica, rica e n vegetacin tropical, y productor de abundantes y econmicas cosechas. Ha sido clas ificado por Sir A. D. Burns como una de las comunidades avanzadas de Nigeria, y por otros escritores como la comunidad ms avanzada. Segn el ltimo censo, la poblacin de Yoruba es aproximadamente de 4.000.000 (censo de 1.931), y comprende las sig uientes tribus: la propia Yoruba (Gadan, Egba, Ijebu, Ekiti, Ondo, Ijesa, Ife, K etu, Bini, Jekri e Igara). Algunos escritores excluyen los nombres de Bini, Jekr i e Igara de la lista, porque estas tribus son culturalmente inferiores a la may ora de las otras tribus. La exclusin encuentra apoyo en la actitud de las restante s tribus hacia ellos. Es un hecho que hay algunas tribus que son tan ignorantes de su parentesco con los Igaras, como para usar este nombre como sinnimo de ladro nes o atracadores. Un estudio de los lenguajes hablados por las tres tribus, sin embargo, muestra que ellos son ms o menos dialectos remotos del lenguaje Yoruba, mientras que un estudio de sus creencias y prcticas muestran que la diferencia d e cultura es una clara ilustracin del grado de degeneracin. Los Yoruba son sin dud a uno de los pases ms progresivos y de vanguardia del frica Occidental. Antes de la llegada de los britnicos eran famosos por sus trabajos en cuero, esculturas, fun dicin de minerales, manufactura de herramientas de acero, hilado y otras artes. E ran tambin agricultores entusiastas, aunque en algunas partes del pas los deterior antes efectos del mercado de esclavos condujo a la sustitucin del comercio de esc lavos por la agricultura. Su reino era lo suficientemente poderoso para resistir , con reveses ocasionales, las sucesivas oleadas de incursiones realizadas por s us vecinos del Norte. Hay evidencia de que su reino se extendi una vez hasta Daho mey y Costa de Oro, donde dioses originarios de Yoruba son todava adorados. En

la esfera de la religin, ellos mostraron superioridad destacada sobre sus vecinos . Miss Kingsley da un ejemplo de esto cuando dice lo que en Yoruba es un Dios, se tiene en Dahomey como varios dioses. Los xitos de los Yorubas en otras partes del mundo son tambin dignos de elogio. Algunos de los esclavos llevados a Amrica eran Yorubas. Ello no puede ser considerado de otra manera porque es justo decir que los Yoruba en su patria, deberan tener una participacin del prestigio debido a su s parientes y amigos (los negros de Amrica). Dos ejemplos pueden ser citados aqu. El ltimo Booker T. Washington, el distinguido negro que fund el Instituto Tuskagee en los Estados Unidos de Amrica, fue un hombre de autntico carcter y de brillante x ito. Su carrera fue tal que dara prestigio a cualquier nacin que pudiera reivindic arle como miembro. No hay duda que fue de origen Yoruba, como su nombre religios o indica Ta nifeani, es incuestionablemente un nombre Yoruba que todava est en uso e n el pas Yoruba, especialmente entre los Egbas. De nuevo, los espirituales negros que han emocionado al mundo occidental y que muestran el delicado patetismo del hombre negro, son un desarrollo de la msica negra usada por los Yorubas y otras tr ibus del frica Occidental. Bajo el gobierno britnico, los Yoruba han hecho grandes progresos. Tan grande ha sido el progreso, que ha recibido tanto crticas favorab les como adversas. Mientras algunos observadores se alegran con los rpidos y nota bles cambios que van teniendo lugar, otros los deploran como solamente la producc in de una nueva apariencia de civilizacin, y dando a los nativos la envoltura de la civilizacin occidental ms que el ncleo de la misma. El hecho significativo, sin em bargo, es la facilidad y rapidez con que los Yorubas asimilan las ideas occident ales, los esplndidos resultados conseguidos por ellos en el corto perodo entre la llegada de los britnicos y la hora presente, el nmero de lderes conseguidos y las m anifiestas seales de determinacin de hacer progresos en todos los caminos de la vi da. Por ejemplo, la Sociedad Misionera de la Iglesia, comenz el trabajo evangeliz ador entre los Yoruba en 1845. Durante 88 aos han producido seis Obispos nativos, uno de los cuales fue el reciente Obispo Samuel Ajayi Crowther, que fue rescata do cuando era nio por los britnicos de un barco de esclavos. Como documento no tie ne paralelo en cualquier otro lugar de la moderna frica. Otra vez, hermosos comen tarios han sido hechos sobre su valor militar por varios distinguidos escritores europeos. El siguiente es una muestra: Durante toda esta campaa (contra el Camern alemn, 1914), la conducta de los soldados africanos del Regimiento Nigeria, es ef ectivamente de todas las fuerzas de la frontera de frica Occidental, la que fue ms all de la alabanza... Docenas de ejemplos podran ser dados del valor de las tropa s.

Mr. Mollison, recordando sus experiencias en frica Occidental dijo: El antiguo rei no de Yoruba puede ser tomado como uno de los ms interesantes de esas divisiones tribales, considerando su situacin geogrfica y su carcter nacional. Cuando se conside ra que a distancias de un da de marcha de una a otra, se han encontrado ciudades de entre 20.000 a 60.000 habitantes, adems de la todava ms grande ciudad de Ibadan, y los innumerables pueblos agrcolas que estn desparramados sobre la parte central de Yoruba, formando una poblacin que ha sido variablemente estimada entre 2 a 3 millones, es fcil imaginar cun grande debe ser la actividad agrcola de la gente y c un vasta el rea del pas adecuada para cultivar. No debe ser olvidado que el Yoruba es , por costumbre, un mortal completamente vestido. Se considera estar pasado tota lmente de moda, aparecer en las calles pblicas sin una completa cobertura de dos o tres amplias y bien tintadas ropas, cubriendo todo el cuerpo con pliegues no f altos de gracia. Debera ser notado aqu que la poblacin de las ciudades y pueblos ha crecido desde entonces considerablemente, la poblacin de Ibadan ahora es de 300.0 00 habitantes. Despus de una visita al frica Occidental con propsitos lingsticos, el Prof. D. Westerman describe as al pueblo Yoruba: El pueblo Yoruba es notable por s us conocimientos. Ellos viven en grandes comunidades, tienen una religin y mitolo ga muy altamente desarrolladas y conocen algo de su propia historia. Han sido sie mpre gente emprendedora, y como comerciantes y colonizadores ejercitan una consi derable influencia ms all de las fronteras de su pas. Pueden citarse otros ejemplos, pero los que se han dado arriba y los hechos ya manifestados dan la conclusin ca si irresistible de que los Yoruba tienen que haber estado en contacto con una ms alta civilizacin, que ellos han perdido. Una investigacin hacia su origen se hace por lo tanto imperativa. EL LENGUAJE YORUBA Antes de intentar seguir la pista del origen de los Yoruba, v amos a hacer algunas observaciones acerca del carcter de su lenguaje. El lenguaje pertenece a la clase aglutinante y a la familia conocida como Sudans. Sus slabas son todas abiertas, excepto cuando la consonante final es n. Es un lenguaje tonal, y tiene tres distintos acentos, el alto ( ), el medio (no se usa ningn signo par a indicar el medio tono), y el bajo ( ). Un ligero cambio de

acento puede cambiar el significado de la palabra hacia lo contrario de lo que s e pretende. El circunflejo (^) se usa para indicar una doble vocal o una abrevia tura. En cualquiera de los dos casos, el acento adecuado de cada una de las voca les que componen la doble vocal o que aparecen en las slabas abreviadas, es omiti do. Estas caractersticas hacen al lenguaje difcil de aprender para los europeos y, de hecho, muy pocos no nativos aprenden a hablar alguna vez el lenguaje con algn grado de precisin. Como es un lenguaje fontico, su ortografa es muy simple. Cada l etra representa un nico y distinto sonido, excepto en el caso de la n nasal y la le tra gb, un sonido labial distinto, que no tiene equivalencia en ingls. Las consonan tes son las mismas que en ingls, con la excepcin de la letra gb citada arriba, y las siguientes letras que no existen: c, q, v, x, z, p (pronunciada como en parte), e l lugar de las cuales es tomado por p, un sonido labial cerrado. La letra s ( con si gno diacrtico) se pronuncia como en sh de la palabra inglesa shame. Las vocales son: a, e, e, o, o, u, son todo sonidos abiertos. a e e o o u se pronuncia como -a -e -o - aw -u (en PARK) (en NAME) (en BEND) (en RODE) (en RAW) (en RULE) Un importante punto para ser destacado en relacin con la ortografa es que el prese nte sistema es imperfecto. Algunas de las palabras contienen letras que tienden a ocultar el origen de las palabras. Antes que terminemos las observaciones sobr e ortografa es necesario explicar las reglas que dirigen las modificaciones que l as palabras extranjeras experimentan antes de ser incorporadas al lenguaje Yorub a. Las reglas son casi las mismas que las que dirigen las modificaciones que con ducen a las diferencias dialectales del lenguaje. Para facilitar una referencia a ellas, sern resumidas y numeradas como sigue: 1. Yoruba es un lenguaje fontico. Cada consonante tiene su vocal (la nasal n es la nica excepcin). Por lo tanto, si do s consonantes se siguen una a otra en una palabra extranjera, se insertar una voc al entre ellas. En algunos casos, una de las consonantes est marcada.

2. Todas las slabas en Yoruba son abiertas. Si una slaba en una palabra extranjera es cerrada, la consonante final o es marcada, o recibe una vocal formando por e llo una nueva slaba. Por ejemplo, la palabra pan se convierte en pann en Yoruba (ver tambin la siguiente regla). 3. La doble consonante th se convierte en t o en d, por ej mplo that se convierte en dat generalmente en los lenguajes de frica Occidental. En Y oruba debe convertirse en dati. Pero la forma da es bien conocida en el ingls macarrni co hablado en frica Occidental, por ejemplo that boy se convierte en da boy. 4. Las v ocales finales son a menudo nasalizadas. Este es especialmente el caso cuando un a consonante final ha sido suprimida o la palabra ha sido abreviada. 5. La a corta no existe en Yoruba. Cuando ello ocurre en una palabra extranjera, es generalme nte, cambiada al largo sonido de a como en bar, o es desviada a e como en pet. 6. El ido vocal er como en her se convierte en la a larga en Yoruba. 7. Las vocales i y u veces sustituidas una por otra. Esto se aplica tambin a las vocales a e i y e y o. 8 letra h (con una seal diacrtica), representa un sonido gutural profundo, no existe e n Yoruba. Cuando sucede que una palabra extranjera se modifica y se convierte en g (sonido fuerte) o en d. 9. La letra doble kh tampoco existe en Yoruba. Antes que un a palabra extranjera que la tenga pueda incorporarse al Yoruba, debe ser tratada como sigue: cuando es seguida por una consonante, recibe una vocal que forma un a nueva slaba con ella segn la regla 2 citada. Si ella es seguida por una vocal y la palabra no es un monoslabo, la th es omitida. 10.Un prefijo consistente en una v ocal o una vocal y una consonante inicial, es a veces aadido a una palabra acepta da para denotar un poseedor o un agente. 11.p (como en pat) a veces se convierte en b en Yoruba, por ejemplo bishop se convierte en bisobu en Yoruba.

12.La aspirada es a menudo suprimida. 13.r es a menudo sustituida por n. Un puro nom bre Yoruba empieza con una vocal a menos que sea una locucin nominal. Un nombre a doptado de otra lengua puede dejarse sin ninguna modificacin, o puede tener una v ocal prefijada, as que puede aparecer como un nombre Yoruba corriente.

EL ORIGEN DE LOS YORUBAS La pregunta: Cul es la ms alta religin y civilizacin que los Yorubas parecen haber perdido?, est ntimamente relacionada con la pregunta: Cul es su origen?. El Dr. Farrow dice fielmente: Cualquier luz que podamos obtener sobre la historia de un pueblo es vlida para encontrar el origen de su religin, y si ci ertas caractersticas de su religin, dan luz sobre su origen, el uso de esta eviden cia no es necesariamente razonar en un crculo. Desgraciadamente, no hay una autntica historia de los Yoruba hasta dentro de las ltimas dcadas. Tales documentos que nos otros poseemos nos retrocede solamente hasta el fin del siglo XVIII o los princi pios del XIX. Se han hecho varias especulaciones, varias teoras han sido presenta das por diferentes escritores, pero ninguno ha tenido todava xito en identificar l a localidad para establecer una conexin entre esa localidad y la religin Yoruba. C on la ausencia de documentos, los Yoruba mismos no tienen un definitivo conocimi ento de su origen. Sus populares mitos da a Il If en honor de ser el lugar donde Di os cre al hombre, tanto blancos como negros, y puede que hayan pequeas dudas de qu e If fue el primer asentamiento de los Yoruba en su actual pas. De aqu que el epteto Il home (hogar) est siempre relacionado al nombre de If. De Il If el primer hogar de l s Yoruba en Nigeria, las diferentes tribus emigraron al Norte y al Sur, fundando otras ciudades y absorbiendo o apartando a los originales colonos. El reino Egb a en Abeokuta, que fue fundado en 1837, es quizs el ltimo reino en ser fundado. El valor de la tradicin If est en la explicacin de la preeminente posicin de If en el fo lklore Yoruba, y su importancia espiritual para las otras tribus cuyos reyes o jefe s supremos, todava tienen que obtener la espada de Estado de Il If. No hay duda, sin embargo, que los Yoruba eran inmigrantes

hacia el pas que ahora llega a ser el pas de su adopcin, aunque la emigracin tiene q ue haber tenido lugar en una fecha mucho ms remota. La tendencia general de opinin entre los escritores es que los Yoruba y algunas otras tribus de frica Occidenta l, proceden el Este o del Nordeste. La opinin encuentra un fuerte apoyo en mitos contados frecuentemente en muchos lugares de frica Occidental. Los pases sugeridos como el hogar original de los africanos del Oeste, son lugares de Asia, Egipto y el Sudn. En el caso de los Yoruba la opinin que ha mantenido el lugar en aos reci entes y que ha sido citado por prominentes escritores con satisfaccin y aparente aprobacin es el Sultn Bello de Sokoto. El Sultn afirma que los Yoruba son supuestame nte descendientes de los remanentes de los hijos de Canaan, que eran de la tribu de Nimrod. La causa de su establecimiento en el Oeste de frica fue, como se ha d icho, como consecuencia de haber sido conducidos por Yaa-rooba, hijo de Kahtan, fuera de Arabia hacia las costas del Oeste entre Egipto y Abisinia. Desde ese lu gar ellos avanzaron hacia el interior de frica, hasta que alcanzaron Yarba, donde fijaron su residencia. En su camino ellos dejaron, en cada lugar que paraban, u na tribu de su propio pueblo. De esta manera se supone que todas las tribus de S udn, que habitan en las montaas, son descendientes de ellos, como tambin lo son los habitantes de Ya-ory. A pesar del pausible carcter de esta opinin, parece estar ba sado en una serie de suposiciones y meros rumores, y como consecuencia de esto, ser imaginario y errneo. La similitud de las palabras Yaa-rooba y Yarba no puede ms qu e aumentar la sospecha contra la veracidad de la opinin. Uno no puede ms que hacer la pregunta: hay alguna conexin entre los nombres Yaa-rooba, Yarba y Yoruba?, pued e el mismo pueblo llamarse Yoruba porque ellos fueron sacados de Arabia por Yaarooba y dar ellos su nombre a la ciudad de Yarba?. Si no hay conexin entre los no mbres, entonces es muy curioso que los Yoruba fueran conducidos por Yaa-rooba y a vanzaron hasta encontrar Yarba!. Si hay conexin, entonces la opinin queda abierta para una seria objecin. Esto sugiere que los Yoruba aceptaron el nombre de su con quistador. La adopcin de tal nombre no tiene paralelo en la historia del mundo, y nadie que comprenda la mentalidad de los Yoruba aceptara de buena gana que ellos fueran el ltimo pueblo en adoptar los nombres de sus conquistadores. La opinin ta mbin pierde credibilidad al hacer constar la suposicin que todas las tribus del Sudn que habitan las montaas son descendientes de ellos, como tambin lo son los habita ntes de Ya-ory, una suposicin que no puede soportar ni un test histrico ni lingstico. A pesar del fantstico carcter de la opinin de Sultn Bello en general, su declaracin de que los Yoruba descendientes de los remanentes de los hijos

de Canaan que eran de la tribu de Nimrod demanda una ms profunda consideracin. Miss Mary Kingsley ha discutido la declaracin, y ha alegado evidencia conduciendo a l a probable conclusin que los Benins (y consecuentemente, todos los Yoruba) eran h ijos de Canaan. El Dr. Farrow tambin ha recogido interesantes hechos sobre las tr adiciones, mitos, costumbres, idiomas y sacrificios de los Yoruba que muestran d istintas huellas semnticas. Comentando estos hechos, dice: Aunque ellos no implica n necesariamente ningn rastro de origen semtico, parecen indicar que los hebreos s emticos y los Yoruba negros pertenecen a ramas que en el mismo primer perodo estab an unidos a un tronco comn. Sir A. C. Burns, siguiendo al profesor Leo Froebenius, el explorador alemn de frica, dice que: Es probable que los Yoruba no fueran orig inalmente de sangre negra. Todo esto sugiere que los Yoruba estaban en un tiempo en Asia, y que Asia puede ser considerada como su patria original. La probabilid ad se fortalece ms por el hecho que el nombre de Nimrod, corrompido por los Yorub a hasta Lamurudu, figura destacadamente en la mitologa Yoruba. Hay, sin embargo, una anotacin que debe ser aadida a los comentarios sobre esta declaracin. En primer lugar, debe sealarse que aunque los Yoruba puedan pertenecer a la tribu de Nemro d, no deben ser considerados como los hijos de Canaan, como Sultn Bello sugiere. Cush y Canaan eran hermanos. Nimrod era el hijo de Cush, por lo tanto los miembr os de la tribu de Nimrod podan no haber sido restos de los hijos de Canaan. El rech azo de la opinin de un origen rabe no afecta a la probabilidad de un origen asitico en cuanto a los Yoruba se refiere. De hecho, algunos parece que consideran a Ca ldea como la patria original de los Yoruba. Algunos escritores, poniendo nfasis e n los idiomas y costumbres hebreas, de una manera indirecta sugieren Palestina. Ellos olvidan que idiomas y costumbres no son caractersticos de los hebreos, pero son tambin encontradas entre otros pueblos semticos. Que los Yoruba entraran en c ontacto con los Caldeos es, en su opinin, fuertemente sugerida por algunos indici os que el lenguaje caldeo parece haber dejado en el Yoruba. Por ejemplo, el nomb re Aki (o Akin -n nasal) es muy corriente en el pas Yoruba y significa el nombre de un hroe. Hay mitos acerca del origen del nombre y de las hazaas sobrehumanas del primer portador del nombre. Es interesante observar que el nombre del hroe que re scat a Shargani (Shar-Al, que el Sargon el Viejo) de ahogarse. Otra evidencia se s upone que se da por el hecho de que el contacto con la parte Sumeria de la pobla cin caldea es atestiguado por la presencia de algunas palabras sumerias en el len guaje Yoruba. Por ejemplo, la palabra sumeria zi significa vida. Esta se convierte e n si (no hay sonido z en Yoruba, en su lugar est el sonido s) y tiene exactamente el m smo significado. Ko si en

Yoruba significa l no est vivo, l est muerto o algo o alguien no existe. La evidenc arriba es demasiado dbil para apoyar la teora que la patria original de los Yoruba estaba en el pas situado entre el Efrates y el Tigris. La teora no puede aceptarse hasta que est basada en datos suministrados por una investigacin cientfica.

RELACIN CON EL ANTIGUO EGIPTO Mientras es dudosa la teora de que el origen asitico sea correcto, no puede haber duda de que los Yoruba estaban en frica desde una poc a muy temprana. Una cadena de evidencias llevan a la conclusin que ellos tienen q ue haberse establecido durante muchos aos en aquella parte del continente conocid a como Antiguo Egipto. Los hechos que llevan a la conclusin pueden ser agrupados bajo los siguientes encabezamientos: A. Semejanza o identidad del lenguaje. B. d e las creencias religiosas. C. de ideas y prcticas religiosas. D. Supervivencia d e costumbres, de nombres de personas, lugares, objetos, etc. (A). SEMEJANZA O ID ENTIDAD DEL LENGUAJE. La evidencia de este encabezamiento es muy fuerte. Hay una gran semejanza entre el lenguaje de los Egipcios Antiguos y el de los Yoruba. E l primero ha sido descrito como sigue: Tanto el Copto y el Antiguo Egipto son de suma simplicidad de estructura, tanto que el lenguaje parece todo races. Las inf lexiones estn casi ausentes, partes de la oracin son difciles de distinguirse. As ran -i significa llmame y segn el contexto hay duda con mi nombre o con yo llamo. Hay po ignos auxiliares, modos y tiempos. El nombre no se declina... La descripcin de ar riba afecta, casi con todo detalle, al lenguaje Yoruba. As, ran-mi en Yoruba signif ica envame, o aydame, o contgiame, o aflgeme, o llmame, etc. Segn la posicin abra ran o segn el contexto en que la palabra tiene lugar. Otro ejemplo de esto es la palabra wa, que tiene como doce diferentes

significados que pueden ser determinados por la clase de acento situado encima y por su funcin en el contexto. La evidencia no se limita a la semejanza del lengu aje. Hay muchas palabras en Yoruba que son idnticas en ortografa y significado a p alabras egipcias. Hay otras que son idnticas en significado, pero cuya ortografa p resenta diferencias que pueden fcilmente justificarse por las reglas de las modif icaciones dadas arriba. El escritor cree que palabras que son completamente idnti cas a palabras egipcias o contienen races de origen egipcio forman no menos de la mitad de las palabras del actual vocabulario Yoruba. Unos pocos ejemplos de est o se darn aqu. La palabra bu en el lenguaje egipcio significa lugar. Esta palabra exis te en Yoruba con el mismo significado exactamente. Por ejemplo, en el dialecto O ndo, la expresin ki bu e e significa A dnde vas?. Las siguientes palabras contienen la palabra como una de sus races: ibudo (un lugar para establecerse, ej. Un campo, ibus un (un lugar para dormir, ej. una cama). Otras palabras similares son ibu-joko (una silla), ibu-so (una estacin), a-bu-le (premisas), etc. En el lenguaje egipcio la pal abra amons significa ocultar u ocultado. Esta palabra existe en Yoruba con el mismo si gnificado, ej. fipamon (ocltalo, lit. considralo escondido o haz que lo escondan). Ot ros ejemplos son: Uu = wu asciende elegantsimo. Miri = agua. En Yoruba esta palabra ada slo como adverbio. Miri-miri deslumbrante como agua; pero entre los Ibos que son los vecinos de al lado de los Yoruba, la palabra es todava usada para indicar agu a. Ha casa grande, se convierte en iga en Yoruba, que significa casa grande o palaci un rey. Hor ser importante, el que es importante se convierte en ori (la h se elid una consonante final recibe una vocal adicional para formar una nueva slaba). La palabra ori significa superior, cabeza. Fahaka significa un pez globo que tiene ln plata sobre su piel. Fadaka en Yoruba significa plata. La palabra fahaka sobrevive en l lenguaje moderno egipcio en la forma faddah que significa plata. La palabra maprit q ue significa un grano, sobrevive en la palabra Yoruba inabiri o inabere, que tambin si nifica una clase de grano. La conexin entre las dos lenguas es tan ntima que es mu y posible para una, ayudar a determinar el significado de palabras cuyo sentido todava no ha sido definitivamente comprobado o se han oscurecido en la otra. Dos ejemplos de tales palabras se darn aqu. El profesor Sayce, comentando sobre Horus Ahi, dice: el significado de Ahi, el ttulo local asignado a Horus el ms joven, es d udoso. La palabra Ahi se convierte en ehin en Yoruba (la a corta pasa a e, segn la 5, y i pasa a ser nasalizada). La palabra Yoruba ehin que significa detrs o la parte sterior de una cosa, es aplicada generalmente a

una persona joven, especialmente al ms joven de gemelos que es llamado kehin (lit. ir detrs). El significado probable de la palabra egipcia ahi, por lo tanto, es el ms j oven, y la palabra es usada probablemente del mismo modo que la palabra junior (hij o, inferior) cuando se aade al nombre de un hijo que lleva el mismo nombre que su padre. De nuevo, el profesor Sayce, comentando en nini, dice: el significado del lt imo nombre (nini) es dudoso. La palabra nini en Yoruba significa perfecto, ej. tutu n tan fro como sea posible. De aqu que la palabra nini signifique probablemente perfec in. (B) SEMEJANZA O IDENTIDAD DE LAS CREENCIAS RELIGIOSAS.

Numerosas pruebas de una conexin ntima entre los y los Yoruba pueden presentarse b ajo este encabezamiento. La mayora de los principales dioses eran bien conocidos, a su vez, por los Yoruba. Entre estos dioses estn: Osiris, Isis, Horus, Shu, Sut , Thoth, Khepera, Amon, Ann, Khonsu, Khnum, Khopri, Hathor, Sokanis, Ra, Set, la s cuatro deidades elementales y otros. La mayora de los dioses sobreviven en el n ombre, para los Yoruba ya no hay adoradores del sol. Pero las palabras Irawo, rara, etc. conservan la idea. El sentido literal de i-ra-wo, una estrella, el que aparece c uando Ra (esto es, el sol) se ha puesto, (wo poner). La expresin Yoruba ra-ra, graci n absoluto, es probablemente una antigua forma de jurar por el dios Ra. La palabr a ra-ra enano, tiene una inconfundible referencia a los enanos Danga que, en la mito loga egipcia, acoge la diaria llegada del dios-sol por la maana con gran deleite. Tambin, el dios-luna Khonsu tiene que haber sido conocido por los Yoruba. La letr a inicial kh desaparece en Yoruba (ver la regla 9) y la palabra se convierte en Osu en Yoruba que significa la luna. Se ha observado arriba que la palabra amon existe e n el lenguaje Yoruba con el mismo significado que tena en el lenguaje de los Anti guos Egipcios. El dios Amon es uno de los dioses primeramente conocidos por los Yorubas. Las palabras Yoruba mona, mi mona, santo o sagrado, estn probablemente deriva as del nombre del dios. Thoth era el dios egipcio de la verdad y la justicia. La letra inicial th se convierte en t y la final th est marcada. La palabra tus as e en toa que significa correcto, bello o justo. Otras palabras derivadas de Thoth son i-to verdad (lit. el que pertenece a Thoth), e-to hermosura, justicia, correcto. O lo: la palabra del frica Occidental ye que significa existir, es objeto de muchos cam bios en los diferentes lenguajes; e a veces se convierte en a o i u o u o o u o e ales nasalizadas. Durante todos estos cambios el significado es el mismo. Por co nveniencia la palabra-raz se llama

ye en este trabajo. La palabra ocurre en varios de los principales lenguajes de fri ca Occidental (tshi, ewe, ga, Yoruba, edo, etc.). La vocal de la palabra est suje ta a cambios en los diferentes lenguajes para indicar matices del significado, y puede ser reemplazada por cualquiera de las otras vocales o estas vocales nasal izadas. J reemplaza a veces a y, y a veces un sonido nasal la precede, ej. nye ser (l uaje ewe). Es bastante probable que la palabra sea de origen semtico, y que proce da de una raz que significa vivir o existir. La palabra hebrea para ser, existir es La primera parte de esta palabra (ha), vara cuando el verbo es conjugado y debe h aber sido abandonada cuando la palabra fue adoptada por los pueblos que luego em igraron al frica Occidental. Es destacable que todos los cambios que la segunda p arte experimenta en el proceso de conjugacin son reflejadas en las diferentes for mas de la palabra en los lenguajes del frica Occidental. Por ejemplo, en Yoruba ye ye mi significa mi madre o la que causa que yo viva (en este mundo). Yeye a menudo es ontrada a ye o modificada a iya; el significado permanece. En el lenguaje Tshi ye mi s gnifica mi hacedor y es aplicado a la Deidad Suprema. Estas consideraciones ayudarn a determinar el significado de la palabra Yoruba, que est construida de dos difere ntes palabras, yo y ruba. Yo es una forma modificada de la palabra ye, y la palabra procede de rpa. Segn la regla 1, una vocal se debe insertar entre dos consonantes q ue vayan juntas. De aqu, la vocal u o a veces la i, se inserta entre r y p. Segn la 11, p pasa a b. Por eso rpa se convierte en ruba. Ahora la palabra rpa era el nombr rncipe heredero de los dioses por el que Seb fue conocido en el Antiguo Egipto du rante el perodo feudal de Egipto cuando todava no haba faran que mandara en todo el p as. La palabra Yoruba por lo tanto significa el rpa viviente o el gran creador de rpa es adoptado como un nombre por los adoradores de rpa o de el creador de rpa. Que es ta es la verdadera interpretacin de la palabra es apoyada por similares casos en otros lenguajes de frica Occidental cuya referencia se har ms tarde. Los dioses egi pcios que todava son adorados en Yoruba bajo idnticos nombres y con similares idea s sern tratados en sucesivos captulos. (C) IDENTIDAD RELIGIOSAS. O SEMEJANZA DE IDEAS Y PRCTICAS El nmero de ideas y prcticas Yoruba que son idnticas o similares a las de los Antig uos Egipcios es tan grande que existe una clara evidencia de la

ntima conexin que hubo una vez entre los Yorubas y los Antiguos Egipcios. Lo asomb roso es que tantas ideas y prcticas permanezcan inalterables a pesar del lapso de varios siglos desde que los Yorubas emigraron hacia el Sur y al Oeste de Egipto . Algunas sern mencionadas ahora: 1. La idea de una vida futura y del juicio desp us de la muerte. Arriba se ha hecho referencia al hecho de que el dios egipcio Th oth era bien conocido de los Yorubas como el dios de la verdad y la justicia. En consecuencia, los Yorubas tienen una fuerte creencia en el juicio despus de la m uerte, cuando todos tengamos que rendir cuentas de nuestras acciones en el mundo y cuando, tanto el bueno como el malvado, reciban la debida recompensa o castig o. Los malvados sern enviados a Oran aad, o sea infierno. Infierno dice Taylor, es cido en el pensamiento salvaje. La existencia de una creencia en una vida futura y en el infierno entre los Yorubas es por lo tanto una supervivencia de alguna ms alta religin que en este caso puede ser correctamente identificada con la religin del Antiguo Egipto. Hay muchos proverbios Yoruba que muestran la existencia de estas ideas. Los siguientes son ejemplos: Gbogbo ohun ti a ba se li aiye li ao du ro ka mi asalu orun, tendremos que dar cuenta de todo lo que hagamos en este mundo cuando lleguemos al vestbulo del cielo. Nigbati mo ba ku, emi polu re yio lo ro o niwaju Olorun, cuando yo muera, tanto tu como yo tendremos que declarar nuestro ca so ante Dios. 2. La deificacin de los Reyes. En Yoruba los reyes son pagados con t al consideracin que puede ser descrito como honores divinos. Se les menciona gene ralmente como Oluwa mi, Oba, o sea, mi seor, el Rey. Sang una de las deidades adoradas en muchos lugares de Yoruba, es un rey deificado. En este sentido, puede mencio narse la existencia en Yoruba, de una forma de doble gobierno como exista en el A ntiguo Egipto. Esto ha persistido a travs de los siglos, y aunque esta casi desap areciendo, todava permanece en una importante ciudad como Isehin, donde en 1913 t uvo como resultado matanza y asesinato debido al deseo no contenido del vivir de usurpar el poder que perteneca al Alasehin o jefe supremo. 3. La importancia relac ionada a los nombres. Esta es tan grande como lo era en el Antiguo Egipto. Al no mbre de un hombre se le supone que tiene una verdadera fuerza para determinar su carcter. Por ejemplo, Oruko nro o, su nombre est impulsndole a tales actos. Los nombr s no se dan al azar,

sino segn las circunstancias que prevalecen cuando los nios nacen. Cada persona ti ene el orgullo, no slo de su propio nombre, sino tambin de los nombres de sus ante pasados: por ejemplo, Emi Afolabi omo Lisabi, Yo, Afolabi, descendiente de Lisabi. 4 . Fuerte creencia en una vida futura. La idea de una vida futura se ha mantenido por los Antiguos egipcios y los Yorubas de una forma idntica, con la excepcin de algunos detalles que los Yorubas parecen haber perdido. Algunos de los muchos trm inos usados por los Antiguos egipcios estn todava en uso entre los Yorubas de hoy. Como los siguientes: Ka, aakhu, Khu, Sahu y Ba. Segn el Prof. Sayce, la palabra egipcia Khu, o la parte luminosa del hombre, es una chispa de la divina inteligencia que se extiende por el mundo y a la cual debe regresar. Ello pas despus de la muerte dentro del otro mundo. Que estas palabras deberan ser usadas con el mismo sentido por los Yorubas es un hecho muy interesante. La palabra Yoruba para el verbo mor ir es ku, que es convertirse en espritu luminoso. La palabra est explicada mejor en la expresin O ku o di arinako, est muerto, se ha convertido en un espritu incorpreo para er juntado en el camino. En un captulo posterior se ensear que la idea de un espritu luminoso volviendo a la divina inteligencia es bien conocida por los Yorubas. La s notas de ms arriba sobre la palabra ku aclarar la dificultad sobre el sentido del saludo Yoruba O ku y la palabra ku usada con otras palabras con el fin de saludar. N o hay duda que la traduccin literal de O ku como puede que mueras es errnea, as tambi o es la traduccin de ku ise como puede que mueras de trabajo. Segn la concepcin egipci el khu est rodeado por el alma que procura subir al mismo nivel de vida y calidad etrea. Despus de la muerte, el khu se libera, el alma malvada, que no ha respondido a la incitacin del khu, atraviesa una serie de sufrimientos hasta que muera la segun da muerte, y sea aniquilada para siempre. El alma buena, por otra parte, que ha escuchado la voz de la divina inteligencia... le es permitido ver a Dios cara a cara y perderse ella misma en su gloria inefable. Esta es la idea que forma el fo ndo de los saludos Yoruba, Oku significa, por lo tanto tu alma puede convertirse en espritu luminoso, en otras palabras, el saludo es un deseo de que el alma de la p ersona a quien va dirigido sea un buen alma que recibir la recompensa descrita ar riba. Del mismo modo Ku ise significa puede que tu alma se convierta en espritu lumi noso como recompensa por el trabajo que ests haciendo ahora. Igualmente el signifi cado de los saludos inducidos por ku se hacen bastante ininteligibles. Es destacab le que los saludos todava estn en uso aunque su

significado original se ha perdido a travs del tiempo. Todo esto permanece en ide a sostenida de que los saludos expresan buenos deseos. 5. La creencia en la exis tencia de espritus guardianes. Esta es una parte de la doctrina de ka, los kas de des aparecidos antepasados eran considerados por los Antiguos Egipcios como los comp aeros de la vida y residiendo en sus descendientes. En Nigeria existe la creencia similar de un espritu guardin, que es invariable de la misma familia, y generalmen te el espritu del padre. La siguiente expresin Yoruba puede ser citada como apoyo d e esto: Bi ti baba mi ba gun mi, cuando o si el espritu de mi padre me espolea a tom ar medidas (lit. cuando lo que pertenece a mi padre me gua). La creencia tambin enc uentra expresin en una interesante costumbre practicada por los Yorubas en ocasio nes. Se hace un agujero de 15 a 18 pulgadas de profundidad y de 8 a 10 pulgadas de ancho. Dentro de este agujero son lanzados regalos en especie para asegurar l a ayuda de los espritus difuntos que han sido invitados ceremoniosamente a ocupar el agujero. El objeto de la invitacin es explicado, y la ayuda de todos los espri tus guardianes de la familia ser solicitada ardientemente. El incumplimiento de o bservar este habitual rito se considera que puede estar lleno de serias consecue ncias, por ello provocar el disgusto de los espritus guardianes cuya habitual ayud a puede ser por ello retirada.

(D) SUPERVIVENCIA DE NOMBRES Y COSTUMBRES La conexin entre los Antiguos Egipcios y los Yorubas puede ser claramente ilustrada bajo este encabezamiento. Primero d e todo, hay una supervivencia de nombres y costumbres. Una de estas es el nombre de Khafra, del cual se deriva la palabra Yoruba afara. La palabra es usada con do s sentidos contradictorios (en uno denota la rapidez con que las rdenes del Rey d eben ser obedecidas, y en el otro denota el retraso, que generalmente, conduce a que un hombre sea capturado y obligado a entrar al servicio del Rey). El nombre de Khufu tambin perdura en la palabra ofo u ofu, derroche. Una supervivencia que co a la idea de que el tiempo y la energa gastadas en el servicio del Rey Khufu eran considerados como un completo derroche. Otros nombres que sobreviven son (a) Pa sht, que perdura en pasi (pashi), (b) Danga, ej. lo bi danga ir tan rpido como un enan o Danga, (c) Attar, que perdura en la forma de Ata, ej. the ata of igbirra. En segu ndo lugar, hay una supervivencia de nombres de animales. La palabra Yoruba para len es Kini-un que se deriva de dos palabras egipcias, Qimi

negro y un ser. La palabra egipcia para hipoptamo es Ririt, de la que la palabra Yor ri sucio se deriva. La derivacin es debida, sin duda, a la sucia aparicin generalment e presentada de un hipoptamo emergiendo de aguas pantanosas. El animal sagrado de la ciudad de On (Aunu) permanece en la palabra Oni cocodrilo, un nombre usado como el ttulo de uno de los jefes supremos de Yoruba, que es, el Oni de If. Nokit (una best ia fabulosa), tambin sobrevive en la palabra Yoruba Inoki, una bestia fabulosa iden tificada a menudo como un mono. La supervivencia de sha, el animal typhonian, ser obs ervado en un captulo posterior. En tercer lugar, hay una supervivencia de nombres de lugares. Salug sobrevive en el nombre Saluga, ej. Aje saluga, el dios de la riquez de Salug. Bahtan sobrevive en la palabra ibatan, un relato, una palabra que quizs or nalmente significaba un compatriota. La frase Yoruba apa amu sua que significa una p ersona despilfarradora, se deriva de tres palabras egipcias: Apa, el que pertenece a la casa (pa) (un sirviente domstico); amu, un amu, una de las tribus asiticas contrat das en servicio domstico en el Antiguo Egipto; sua (sua-nit), un nombre del Antiguo Egipto. La frase es un trmino despreciativo que preserva la idea del despilfarro de sirvientes domsticos extranjeros en el Antiguo Egipto que apenas conocan el va lor de la loza y otros artculos que ellos a veces rompan en pedazos. En cuarto lug ar, hay una supervivencia de costumbres. Dos de estas se mencionarn aqu. La poliga mia exista en el Antiguo Egipto como ahora en el pas de Yoruba. Una destacado punt o de semejanza es la posicin de la primera mujer. En el Antiguo Egipto ella disfr utaba de derechos y privilegios negados a las otras mujeres. En Yoruba ste es tam bin el caso. Ella ocupa una posicin peculiar en la casa y es tratada como Iyale la seo ra de la casa (un ttulo que corresponde en significado al de nibit piru de los Antig uos Egipcios). Las costumbres en los entierros son tambin similares. Antes del en tierro el cadver en Yoruba es vestido igual que las momias egipcias. En el caso d el entierro de un rey, los esclavos del rey deben ser enterrados con l, y sus ofi ciales jefes y mujeres deben morir el da del entierro. La idea que se oculta bajo esta costumbre es que el rey requerir el servicio de sus dependientes especialme nte para trabajos manuales, en el otro mundo. Desde luego, la influencia britnica ha puesto fin a tales prcticas, pero la idea todava sobrevive y corresponde a una similar idea que nos conduce a una similar costumbre en los primeros das del Ant iguo Egipto, la prctica es ligeramente modificada por la sustitucin de figuras ushe bti por personas vivas. Una pieza ms de evidencia puede aadirse aqu. Es destacable q ue las mismas palabras usadas para denotar Egipto y los egipcios, existen con

formas modificadas en el lenguaje Yoruba. La palabra griega para Egipto Aiguptos, se dice que deriva de Khi-khu-ptah el templo del alma de Ptah. Ahora, figuras de ani males, particularmente la oveja, se dice que son talladas sobre las murallas ext eriores del templo de Ptah, y es muy posible para el proletariado el aplicar el nombre del templo a los animales cuyas figuras fueron talladas sobre sus muros. Es muy posible que de este modo los Yorubas derivaron de la palabra griega Ai-gup -tos, la palabra a-gu-to (n), que significa una oveja. Adems, la palabra del Antiguo E gipto para un egipcio es rotu o roti. La palabra existe en el lenguaje Yoruba y es u sada como un nombre, ej. Ifaturoti. La palabra Qubti (Qobt), los Coptos de los grieg os, sobreviven en la palabra Yoruba kobiti, que es un nombre muy conocido en el pas Yoruba, especialmente entre los Egbas. Despus de una investigacin de las Religion es Africanas del Oeste, incluyendo la de los Yorubas, Sir Harry Johnston escribi lo que sigue: Cuanto ms se investiga en las complicadas religiones de frica Occiden tal, especialmente en toda la regin del Niger, tanto ms llegamos de manera irresis tible a la conclusin de que son fundadas en ideas que han viajado por todo el cam ino desde Egipto o desde las costas del Sur del Mediterrneo. Tratando sobre el mis mo tema, otro escritor dice: Cuando uno ha inspeccionado superficialmente nuestro actual conocimiento de esas gentes de Costa de Oro, uno no puede menos que nota r un muy descuidado aspecto de nuestros estudios. Esa es la relacin cultural de l a cultura de los grandes reinos con los que han estado en contacto. No se ha hec ho un minucioso examen de la huella de Egipto, ni de la de los Imperios Romanos y Griegos... Estas observaciones se aplican no slo a Costa de Oro y el pas Yoruba, sino tambin a frica Occidental en general. La evidencia dada arriba puede ser con siderada como prima facie, evidencia que apoya la teora de una fuerte conexin entre los Antiguos Egipcios y los Yorubas. Se har un esfuerzo en los sucesivos captulos para examinar la huella de Egipto en la religin Yoruba y mostrar que la conexin en tre Egipto y el pas Yoruba debe datarse desde siglos anteriores al establecimient o del viejo reino egipcio hasta el fin de la poca griega y principios de la poca r omana.

OLORUN, LA DEIDAD SUPREMA Como todas las religiones primitivas, la religin del pu eblo Yoruba es de un carcter completamente absorbente. Cada etapa de la vida ha e stado rodeada de varias caractersticas religiosas, estas permanecen constantement e, siendo profundamente conscientes de su relacin con los poderes ocultos. De ell os se puede decir verdaderamente que ellos viven religiosamente, comen religiosam ente y mueren religiosamente. Su religin es principalmente animista, ellos conside ran que los espritus residen en todo lo misterioso, lo extrao, lo desconocido, as c omo en las grandes fuerzas de la naturaleza, y por mediacin de todo esto, los espr itus poseen las peculiares formas o poderes sobrenaturales que los marcan como o bjeto de veneracin. El fetichismo y el demonismo en la forma de adoracin de espritu s ancestrales, desempean un gran papel en la religin, y as surge la adoracin de mucho s dioses y muchos seores. Algunos de estos son adorados por el pueblo en su conjun to, otros son adorados por algunas tribus solamente, y el resto solo por algunos individuos. Varios escritores han mantenido el problema en cuanto a la existenc ia de grados entre el gran nmero de deidades Yoruba. Algunos de estos escritores han llegado a la conclusin de que es imposible descubrir ningn orden entre la conf usa multitud de deidades, cuyo nmero impide cualquier estudio exacto de sus atrib utos. Es verdad que un gran nmero de deidades Yorubas no pueden ser graduadas. Pe ro no hay duda de que las graduaciones existen de alguna manera en las mentes de los nativos, y de que algunas deidades estn tan por encima de todas las dems, que su relativa posicin entre ellas y con las otras deidades pueden ser definitivame nte averiguadas. Despus de una cuidadosa y exhaustiva investigacin, el escritor cr ee que las graduaciones de la categora reconocidas por los nativos que existen en tre sus deidades son como sigue: 1. La Deidad Suprema: OLORUN 2. Los Orisas Mayo res, de los cuales ESU e IFA son los ms importantes 3. Los Espritus Deificados de los Antepasados, y otros espritus de los cuales ORO, ELEKU, AGEMO y EGUNGUN son l os ms importantes 4. Los Orisas Menores

Las graduaciones de la categora que existen entre las deidades clasificadas en lo s cuatro grupos relacionados, vara entre las diferentes tribus, especialmente cua ndo la adoracin de las deidades menores no es general en el pas Yoruba. Sobre, y p or encima de todas las otras deidades clasificadas arriba y, sobrepasndolas en po der, honor y majestad est la Suprema Deidad conocida como OLORUN, un Ser de incom parable carcter, poseyendo atributos tan nobles, tan abstractos y refinados como para haberse originado del pensamiento de un pueblo primitivo. Se le atribuye om nipresencia, omnisciencia, y omnipotencia. l es un juez justo e imparcial, a vece s juzgando a los malvados en este mundo y, con toda certeza, juzgando a todos en el otro. l es OLORUN ADAKEDAJO Dios, el silencioso pero activo Juez. l es OLORUN OL ORE Dios, el benefactor. l es OLORUN ALANU el Dios misericordioso. La creacin del univ erso se le atribuye a l, por tanto lleva el ttulo de ELEDA Creador. Otros ttulos que se le han dado son igualmente significativos. l es ALAYE el Primer Ser. ELEMI, Dueo d el Espritu, que es el espritu dado a los seres humanos, OGA-OGO El Altsimo o El Seor la Gloria. Estas nobles ideas aumentan la sospecha de uno contra la posibilidad d e que sea el producto del pensamiento Yoruba. Es muy posible, como varias person as han sostenido, que un agente primitiva poseyera alguna idea de una Suprema De idad, innata o inculcada en la humanidad. Pero es necesaria una explicacin por la presencia de estas elevadas ideas sobre OLORUN entre las tribus primitivas Yoru bas, especialmente entre los muy primitivos pueblos de habla Yoruba que viven ba jo brbaras condiciones en ((the fastnesses))?? De las colinas Kukuruku y rodeados d e gran oscuridad de vulgar paganismo. Algunos antropologistas puede que se incli nen a dudar de la existencia de la idea de una Suprema Deidad entre los pueblos primitivos. No hay duda, sin embargo, que tal concepcin existe entre los sencillo s Yorubas quienes, con la posible excepcin de los extremadamente ignorantes, dan respuestas sorprendentes cuando se le pregunta sobre los atributos de su Deidad Suprema. Tanto el Coronel Ellis como Mr. Dennett que hicieron un estudio impropi o del tema, tenan tendencia a clasificar a OLORUN como una de las menores deidade s conocidas como Orisas o como una de las deidades de la naturaleza. Por otro la do, el Dr. Farrow, que adquiri un conocimiento bsico del lenguaje disfrut de un imp arcial e ntimo contacto con el pensamiento nativo, afirm enrgicamente que: los Yorub as tienen una clara concepcin de una Suprema Deidad. El que esto escribe, que tien e un estrecho contacto con el pensamiento religioso de su propio pueblo, cree fi rmemente que el Dr. Farrow tiene razn.

Cul es entonces el origen de la idea?. A qu origen podemos remontar las elevadas ide as que los Yorubas tienen sobre OLORUN?. El Dr. Andrew Lang ha probado definitiv amente que tal idea no puede haber evolucionado de un total animismo. El OLORUN de los Yorubas no es el firmamento deificado o simplemente un dios de la naturaleza o u n dios celestial o un desarrollo de SANG. El Dr. Farrow ha comparado la palabra orun ( parte de la palabra Olorun) con la griega Ovpavos y con varuna del Rig-Veda, y ha su gerido la posibilidad de una conexin filolgica. All no parece tener ningn motivo par a tal comparacin, y hay razones para creer que no hay conexin filolgica. Es verdad, sin embargo, que la palabra orun como la palabra inglesa heavens y la palabra hebre a para heaven, es usada por sky tambin como para el domicilio de la deidad. Desenredan o el origen histrico de la concepcin de OLORUN, la visin de una ntima conexin entre l os Antiguos Egipcios y los Yorubas, expresado en el captulo precedente, ser encont rada til. La palabra Olorun puede dividirse en dos partes: ol-orun. La palabra orun s ifica cielo, y la slaba ol es slo una repeticin de la letra inicial de orun junto co letra l usada generalmente para indicar propiedad o agencia. La palabra Olorun por l o tanto significa el Seor del Cielo o los Cielos. Este es el sentido en que es usada por los Yorubas. Ahora la palabra egipcia para sky o heavens (cielo) es horu. Antes de l establecimiento de las dinastas egipcias y durante los primeros tiempos del pero do dinstico, el nombre Horu era aplicado al Dios del Sol (el ojo de Horu) que fue ms tarde conocido como el viejo Horus (Horu). Los cambios que la palabra experimen t en Egipto estn claramente ilustrados en el lenguaje Yoruba. De Horu se deriva la p alabra Oru (n) (cielo). Cuando la palabra era aplicada al Dios del Sol las siguien tes palabras eran derivadas de l: Oru(n) el sol, Oru noche (ausencia de sol), Oru cado originalmente al calor del sol y despus al calor en general). La palabra tam bin perdura en algunas canciones populares. Se recordar que despus del establecimie nto del Antiguo Reino, la fe de Osiris extendida desde Abydos en el Delta, hasta otras partes de Egipto y segn el Prof. Sayce, fue antiguamente universal en Egip to. HORU el Dios Sol fue desplazado por HORU (Horus) el joven hijo de OSIRIS. Ms tarde, Osiris, que era originalmente el dios de la muerte, fue transportado al c ielo. Con la transferencia de Osiris desde Daddu hasta el cielo, Osiris se trans form en el Seor del Cielo, y este mismo ttulo le fue aplicado cuando fue efectuada la unin de la fe de Osiris y la fe solar. Ha sido sealado arriba que el significado de Olorun es Seor del Cielo. Esta identidad del significado de Olorun con el ttulo d e Osiris constituye a primera vista la evidencia de asumir

la existencia de alguna relacin entre el Olorun de los Yorubas y el Seor de Daddu eg ipcio. Tan pronto como el autor percibi la evidencia citada, una serie de hechos le fueron revelados. Tan fuerte es el apoyo dado por los hechos de la citada sup osicin, que la visin de una definitiva conexin entre Olorun y Osiris puede ser afir mada con un alto grado de probabilidad. Es muy posible que los Yorubas tuvieran alguna idea de una Suprema Deidad cuyo nombre se ha perdido ahora. Pero el enriq uecimiento de las elevadas ideas deben haber tenido lugar cuando la religin Yorub a recibi la fe de Osiris. Los hechos pueden resumirse como sigue: 1. Las ideas so bre Olorun son ms elevadas que las que se podran esperar de un pueblo primitivo. L as ideas de Omnipotencia, Omnisciencia y Omnipresencia pueden ser encontradas en elementos de la fe de Osiris. Olorun es Eleda Creador, as tambin era Osiris. Olorun e s el Juez imparcial; los hombres tienen que dar cuenta de sus hechos en el vestbulo de Su Juicio. Los hombres son encomendados a l slo por su rectitud y bondad. Toda s estas son reliquias de las caractersticas relacionadas con el vestbulo del juici o de Osiris. La importancia del dios Thoth en relacin con el juicio, tiene su eco en las palabras o-ti-to, verdad y e-to rectitud o justicia, derivadas de su nombre s ideas de los Yorubas sobre el cielo son idnticas en muchos aspectos con las de los adoradores de Osiris. Por ejemplo, los Yorubas generalmente dicen Ole li aiye ko gba, ti orun ko, A un hombre perezoso el mundo le rechaza un lugar y el cielo tambin le rechaza. Comparar esto con la afirmacin de que el cielo de Osiris no tena l ugar para los perezosos e inactivos. 3. Uno de los ttulos de Osiris es El Seor de Za ddu. A Zaddu se le considera como el lugar de la muerte. La verdadera palabra Zad du en su forma de sadu est en uso en el pas de Yoruba, e indica el domicilio de la m uerte. Por ejemplo, Bode Sadu la puerta de Sadu. La idea aqu es que alguien que, en l os das de mercado de esclavos y guerras entre tribus, se atreva a ir ms all de la ci udad de Bode Sadu, literalmente: iba a la residencia de espritus difuntos. 4. Uno de los grandes objetos de terror en el primitivo pas de Yoruba es lo que es cono cido como Ohun Didu. Incluso un valiente animal como el len se dice que teme su ace rcamiento y se cree que usa las siguientes palabras cuando ruge: Bikose erin, bik ose enia, bikose ohun (o nkun) didu, on ko beru enikan, excepto el elefante, excep to el hombre, excepto

ohun didu, l no teme a nadie. El Dr. Farrow traduce ohun didu literalmente como la cos negra, el extrao, tal traduccin literal no parece tener el sentido original de la fr ase. La palabra didu debera ser tratada ms bien como un nombre en caso genitivo, en vez de como adjetivo calificativo. El correcto significado parece ser algo que pe rtenece a Didu, que es el Didu (o la negra imagen de madera) de Osiris. dolos pint ados de negro, parecindose al Didu de Osiris, existen en el pas Yoruba. 5. Otro no mbre para la residencia del muerto donde Osiris mandaba fue Alu. Aqu estaba la resi dencia del Toro Osirifiado. La palabra Yoruba para toro es malu, que es una contra ccin de Omo-alu, un nativo de Alu (lit. un hijo de Alu). La palabra malu por lo tanto contiene una inconfundible referencia a la adoracin del Toro Osirifiado (Osirisapis) en Alu. 6. La palabra egipcia para la tumba de Osiris-ben sobrevive en la fo rma de bini, que es el nombre de una importante ciudad del pas Yoruba. 7. Precisame nte el nombre de la Deidad Suprema de los Yorubas es idntico al del ttulo de Osiri s y compuesto del nombre del dios-sol Horu, as como los nombres de las Deidades S upremas de las tribus destacadas de frica Occidental se derivan de los nombres de deidades egipcias o de palabras egipcias. La siguiente lista seleccionada apoya la afirmacin: ( I ) NYISUA. Esta es la palabra Grebo (hablado en Liberia) para D ios. Se deriva de dos palabras, nyi y sua. Nyi procede de la palabra de frica Occident l ye, vivir, y sua de sua-nit, un nombre del antiguo Egipto. El significado de nyisu lo tanto, es el vivo (alma de) sua-nit. ( II ) NYANKUPON. Esta es la palabra Fant i (hablado en Costa de Oro) de Dios. Consta de tres palabras, nyan-ku-po(n). Nyan es una forma de la palabra ye, ku es la forma modificada de la palabra khu del antiguo E gipto alma, y po(n) procede de la palabra pua-nit, un nombre del antiguo Egipto. Nyank pon, por tanto, significa el alma viviente de Punt. ( III ) NYONMON. Esta es la pal abra Ga (hablado en Costa de Oro). Consta de dos palabras, Nyon-mon. Nyo(n) es una f orma modificada de ye y mo(n), es una abreviada forma de Amon, el nombre de un dios de l antiguo Egipto. Nyonmon significa por lo tanto, el Amon vivo. ( IV ) MAU o MAWU. E sta es la palabra Ewe (hablado en Costa de Oro y en Lome) para Dios. Se deriva d irectamente del nombre de la diosa egipcia Maut, la diosa de la verdad.

( V ) ORISE. Esta es la palabra Jekri (hablado en Nigeria) para Dios. Se mostrar ms tarde que esta palabra deriva de Horus. ( VI ) CHUKU. Esta es la palabra Ibo ( hablado en Nigeria) para Dios. La primera slaba parece ser un ablandamiento de la palabra khu (la egipcia khu espritu luminoso, alma). La palabra original sera ento u. El doblamiento de la palabra ku muestra que Dios es considerado como el luminoso espritu por excelencia. Khu ha sido modificado tambin en el lenguaje Ibo a chi espri aqu chu-ku ha sido llevado a significar chi-uku el Gran Espritu. ( VII ) CHINEKE. es otra palabra Ibo para Dios Chi-neke(n). La primera slaba es tambin una modificacin de la palabra ku. La segunda procede de nekhen, un nombre del antiguo Egipto. El se ntido literal de chineke es, por lo tanto, el alma de Nekhen. ( VIII ) AYIBA. Esta e s la palabra Ijaw (hablada en Nigeria) para Dios. A el que, yi=ye hacer, ba es otra a para alma correspondiendo en significado a la palabra griega (texto griego). Ayiba por lo tanto, significa el creador de almas. ( IX ) ORU. Esta es la palabra Nemb e (hablada en Nigeria) para Dios. Es una forma derivada de la palabra egipcia hor u, citada arriba. ( X ) ABASI. Esta es la palabra Efik (hablada en el este de Nig eria) para Dios, la derivacin de la cual puede ser situada en la palabra egipcia b ast. El trmino Efik para el Todopoderoso Dios (Aba-si Ibu(n)) parece estar derivad a de bu-bastis, con una inversin del orden de las partes que la componen. Una mayor evidencia en apoyo de la teora de una ntima conexin entre Olorun y Osiris est conte nida en uno de los ttulos ostentados por el primero. l es titulado Olodumare. El s ignificado de este ttulo ha desconcertado a muchos escritores. As el Dr. Farrow co menta sobre este ttulo: La derivacin de la palabra es incierta. Generalmente est tom ada para denotar al Uno Todopoderoso. El obispo Crowther y Johnson as lo consideran, pero el ltimo da una alternativa: El que es siempre recto. La dificultad de su der ivacin, y consecuentemente de su significado, aparecen por el fracaso para compre nder el significado de sus partes componentes, que son como sigue: OlOdu-ma-re. La palabra Odu significa un jefe, un personaje elevado. OlOdu es su forma profunda, que ica perfeccin (ej. obini, mujer, olobini una mujer en el total florecimiento de la fe idad). Ma-re significa yo ir o yo debo ir. El significado de Olodumare es pues el que es exaltado a quien yo

tengo que ir o volver. Ahora, segn la creencia egipcia, se permite que la ms alta r ecompensa sea dada a las buenas almas el ver a Dios cara a cara y perderse en su inefable gloria. Una vuelta a Osiris seguida por la identificacin con l, es el dese o de todo devoto adorador a Osiris. Entre los Yorubas, la idea del alma yendo o volviendo a la Suprema Deidad despus de la muerte ha existido y es conservada en la palabra Olodumare, como muestra claramente su significado. La idea es tal, qu e puede considerarse como una reliquia de la fe de Osiris. Una consideracin impar cial de los hechos mencionados no pueden sino llevar a la conclusin de que existe una ntima conexin entre Olorun de los Yorubas y Osiris de los Egipcios Antiguos, y debe haber habido un tiempo, en que el primero fue identificado con el ltimo. S in embargo, hay una o dos cuestiones que deben ser tratadas en este momento. Si la conexin entre Olorun y Osiris es tan ntima, por qu Olorun slo es reverenciado pero apenas adorado por los Yorubas?. Osiris tena templos donde se le ofreca adoracin d e una manera regular, y es muy natural el esperar que Olorun debera ser adorado d el mismo modo. En respuesta a esta cuestin, debe ser observado que aunque la fe d e Osiris fue muy extendida, su adoracin fue casi el monopolio de la clase sacerdo tal. La gente corriente crea en l pero saba muy poco de su adoracin. Para ellos, l fu e bien representado por su Didu, las imgenes de los dioses subordinados a l y de los animales consagrados a l. Su adoracin fue dada a estas imgenes o a dioses que eran c onsiderados intermediarios entre Osiris y ellos mismos. El campesino no poda remo ntarse a las alturas de la especulacin sacerdotal o tener capacidad para una vaca abstraccin, l no poda seguir las intrincadas sutilezas de una adoracin organizada. P or lo tanto, l se agarr a la divinidad que poda ver y tocar, y limit su adoracin a ta l divinidad. Es muy posible que hubiera una pequea clase sacerdotal para Olorun e ntre los Yorubas, para que haya un ligero signo de la adoracin de Olorun. Pero un conocimiento de los ritos y ceremonias de la adoracin ha desaparecido con la tra nsferencia y limitacin de la adoracin religiosa a las deidades menores. De nuevo, la pregunta puede ser hecha: si la conexin entre Osiris y Olorun es tan ntima que una vez, el ltimo fue identificado con el primero, por qu el nombre de Osiris no fu e adoptado y conservado por los Yorubas como el nombre de su Deidad Suprema?. De spus del lapso de tantos siglos no puede ser fcil dar una respuesta satisfactoria a la pregunta. Pero esta dificultad no est en contra de la teora de una ntima conex in entre Osiris y Olorun desde que el nombre del ltimo fue creado del ttulo del pri mero. El nombre de Osiris, sin embargo, es bien conocido por los Yorubas, quiene s lo usan en un sentido muestra que ellos son conocedores del mito de Osiris. El

nombre sobrevive en su original forma de Osiri en la expresin gba osiri re o da osir i bo o, que significa maquinar contra una persona inocente con una opinin para ases inarle. El significado de esta expresin est derivada ciertamente del mito de Osiris , parte del cual es reproducido aqu de Roma de Oro, de Sir J.G. Frazer: Reinando com o un rey sobre la tierra, Osiris regener a los egipcios del salvajismo, le dio le yes y les ense a adorar a los dioses ... Se dice que Osiris ha sido el primero en recoger frutos de los rboles, en preparar la vid en estacas y pisar uvas. Deseoso de comunicar estos beneficiosos descubrimientos a toda la humanidad, confi todo el gobierno de Egipto a su mujer Isis y viaj por todo el mundo ... Cargado de riq uezas con las que haba sido colmado por las naciones agradecidas, volvi a Egipto y , por motivo de los beneficios que haba obtenido, fue aclamado unnimemente como de idad. Pero su hermano Typhon, con otros setenta y dos, conspiraron contra l. Habi endo tomado las medidas del cadver de su buen hermano furtivamente, el mal herman o Typhon, molde y decor altamente un cofre del mismo tamao, y una vez que estaban t odos bebiendo y divirtindose, trajo el cofre y guasonamente prometi darlo al que s e ajustara en l exactamente. Bien, todos ellos intentaron uno tras otro, pero no se ajust a ninguno de ellos. Despus de todos, Osiris entr dentro y se tumb. En eso, los conspiradores corrieron y cerraron de golpe la tapa sobre l, la clavaron rpida mente, la soldaron con plomo fundido y arrojaron el cofre al Nilo. Este mito exis te actualmente en una forma modificada en el pas de Yoruba. Una ms profunda eviden cia del hecho de que el mito de Osiris es bien conocido por los Yorubas est conte nido en la siguiente leyenda Yoruba: La ciudad sagrada de If fue una vez hundida e n una gran afliccin y miseria debida a las frecuentes incursiones de los Igbos, q ue se presentaban ellos mismos de un modo sobrenatural. Todos los esfuerzos para detener las incursiones fueron intiles. Todas las oraciones pidiendo ayuda fuero n intiles. El orculo no dio respuesta til. Ellos se trasladaron con pena, pero infl amada con patritico ardor, Moremi, la mujer de uno de los mticos reyes de If, fue a l ro Osimiri y jur ofrecer un costoso sacrificio al dios del ro si sus esfuerzos fu eran coronados divinamente con xito. Sus oraciones fueron odas. Su bsqueda de los s ecretos de los Igbos fue afortunada. Ella descubri que ellos eran simples hombres cubiertos de hierbas o juncos. Ella volvi y desvel este secreto a sus compatriota s, que derrotaron a los Igbos al prender fuego a sus mantos de hierba. Ella volv i al ro para cumplir su promesa. El dios, sin embargo, no qued satisfecho con todo lo que ella trajo, sino que

pidi el sacrificio de su nico hijo Ela u Olurogbo. El hijo fue debidamente sacrifi cado; pero l se las arregl para revivir y ascendi a los cielos por medio de una cue rda. Comentando este mito el Dr. Johnsons dice: Nosotros podemos distinguir en est a leyenda una confusa idea de la historia de Jephtha, y la de la Virgen Bendita y su hijo. Tratando con leyendas primitivas, no pueden hacerse errores ms grandes que el enfocarlas con ideas cristianas preconcebidas, e identificarlas fortuitam ente con historias bblicas. La preeminente figura en la leyenda de arriba es una herona, no un hroe como en el caso de Jephtha. La Virgen Bendita no se pudo decir que tuviera un solo hijo. No. La leyenda no tiene conexin con historias bblicas. E lla es solamente una combinacin de detalles apropiados del mito de Osiris, Isis y Horus. Moremi, representa a Isis, y Ela u Olurogbo representa a Horus, el hijo de Isis, a quien Set intent destruir. La leyenda Yoruba declara que l fue el hijo de Moremi que ascendi a los cielos. Debera ser observado que la palabra egbeji, el n ombre alternativo del hijo de Moremi, significa el hijo del que vive. Segn la leyen da egipcia, Osiris fue la persona cuyo cadver fue cortado en trozos y que luego r evivi y, por la influencia de Ra, ascendi a los cielos. La transferencia de estos detalles a su hijo puede ser debido al hecho de que a Osiris se le haba dado otro papel para representar en el mito. El punto ms importante de la leyenda es la re ferencia al ro Osimiri. Este ro es el Nilo, y el dios Nilo es Osiris. La palabra Os imiri se compone de dos partes, osi y miri. Osi es una abreviatura de Osiris, y miri ede de la palabra egipcia mirit, el nombre de la diosa de las orillas del Nilo. La palabra Osimiri, por lo tanto, significa el flujo de Osiris o el Nilo desbordando su s orillas, sobre las que Plutarco escribi como sigue: Ellos (los Antiguos Egipcios) llaman no solamente al Nilo, sino tambin, sin distincin, a todo lo que est mojado, el flujo de Osiris. El dios del ro referido en el mito no es otro que Osiris. Hay otras supervivencias del nombre de Osiris. Otro ejemplo se dar aqu. El nombre sup ervive en Orisa Osi, el dolo del dios Osiris, un dios nacional de los Yorubas. l fue adorado por Oranyan, el hijo de Odudua, el mtico fundador de la raza Yoruba. Hay una leyenda que cuando Oranyan estaba ponindose en camino para una expedicin, dio estrictas rdenes a su suplente para cumplir la acostumbrada adoracin a los dioses Idi y Orisa Osi. Los

Yorubas consideran, por lo tanto, la adoracin a Orisa Osi como obligacin nacional. La relegacin de la adoracin a Olorun a un segundo plano no conduce a una completa ignorancia de l como la Suprema Deidad. Aunque l es considerado como demasiado sa nto y elevado para ser aproximado directamente con sacrificios, y excepto los ej emplos citados abajo, Su ayuda es invocada slo en raras y especiales ocasiones. T odava l es considerado como que tiene conocimiento y vivo inters en los asuntos de los hombres cuando es necesario. l no es un dios ausente, quien, despus de crear e l mundo, rehusaba preocuparse con sus asuntos y salvaguardarse l mismo, encerrndos e detrs de la lmina de metal de las nubes. Su elevada naturaleza necesita la prese ncia de intermediarios a quienes largas oraciones y peticiones y sacrificios son hechos. Pero cortas oraciones le son ofrecidas a l, y estas muestran la existenc ia de una creencia en la rapidez para ayudar en ocasiones de urgente necesidad o terrible calamidad, una creencia en Su actividad en el mundo, y un reconocimien to de gratitud a l como un especial deber que le incumbe sobre el hombre. Unas po cas de las oraciones son dadas aqu: Olorun gba mi, puede que Dios me salve, y Olorun s ann son oraciones generalmente hechas en tiempos de gran peligro. Ki Olorun ji wa re, puede que Dios nos despierte bien, es un deseo piadoso al retirarse a la cama p or la noche; Ki a ma ri i, que es una contraccin de Ki Olorun ma je ki a ri i, Dios pr ohibe, lit. puede que Dios no nos permita ver semejante cosa. Los Yorubas atribuyen su conservacin a la mediacin directa de Olorun. Antes de retirarse a la cama ello s confan de su cuidado como se ha sealado arriba. Por la maana temprano las primera s expresiones elogiosas son la de gratitud hacia l. Por ejemplo, los saludos de l a maana son: O ko ji re, se despierta bien?; Awon ara ile nko?, Cmo estn los miem familia?. A cada uno de los saludos la respuesta es A dupe lowo Olorun, lit. damos las gracias a Dios. Esto se contrae a veces a A dupe, gracias. La creencia en la Omni sciencia de Olorun en muy fuerte. Esto est bien resaltado en el dicho Bi enia ko r i o Olorun ko ri o?, si el hombre no te ve, no te ve Olorun?. La creencia es tambin i lustrada por uno de los ttulos dados generalmente a Olorun: Oba a ri inu ri ode. el rey que ve tanto la parte interior como la parte exterior del hombre. La creencia en Su omnipotencia es mostrada en Su ttulo Alewilese, el que no solamente habla sin o que acta, y por la invocacin de Su ayuda como un ltimo recurso cuando los agentes intermediarios han alcanzado el lmite.

Relacin entre Olorun y sus adoradores. Se ha alcanzado ahora un punto donde la pr egunta de la relacin entre Olorun y sus adoradores puede ser formulada. El amor p or la Deidad ciertamente no existe; tampoco existe el miedo como una distinta em ocin alguna vez albergada hacia l. Por lo tanto, no hay necesidad de aplacarle a l con sacrificios, no necesita que se le levanten templos y consagren sacerdotes p ara su adoracin. Existen sentimientos de temor y reverencia, y stos se muestran en los ttulos dados a l en las frecuentes expresiones de gratitud. La creencia en su Omnipotencia lleva a la humilde dependencia hacia l para proteccin y conservacin, y para ayuda en pocas de calamidad extrema cuando el carcter de la necesidad o la exigencia de tiempo demanda recurrir al ms grande poder vivo conocido por el homb re. Aparte de la ofrenda de cortas oraciones y la donacin de gracias, la adoracin no existe. Un Dios con el que es mantenida una escasa relacin no puede satisfacer los profundos y constantes anhelos del alma humana por una activa dependencia h acia lo oculto. La ausencia de una adoracin organizada de Olorun por medio de la cual una completa e ininterrumpida devocin hacia l puede ser asegurada, ha llevado a la adoracin de mltiples dioses. El carcter de esos dioses sern esbozados en los s iguientes captulos. Es suficiente aqu el decir que la usurpacin del lugar de Olorun por deidades intermediarias ha llevado a la prdida del conocimiento de su adorac in entre los Yorubas, con la dudosa excepcin de unos pocos sacerdotes mayores que todava afirman el saber algo acerca de la adoracin y por los cuales el conocimient o es muy preciso y quizs guardado celosamente. OBSERVACIONES FINALES En vista del carcter de Olorun esbozado arriba, es fcil ver que la siguiente descripcin de l es incorrecta: Olorun es simplemente un dios-natur aleza, el cielo divino en persona, y el nico que controla fenmenos relacionados de la mente nativa con el techo del mundo. Si Olorun ha sido el cielo divino en per sona que llovi y tron sobre los hijos de los hombres, una habitual adoracin originnd ose del miedo habra sido ofrecida a l, y en vista de los

frecuentes casos de lluvia, truenos y relmpagos, l podra haber tomado un lugar haci a atrs en el sistema religioso nativo. Adems, se ha mostrado arriba que el mundo s e ha derivado de Horu, el nombre del dios-cielo del antiguo Egipto. Es evidente, sin embargo, que no es el animista dios-cielo que los Yorubas se apropiaron de los egipcios. Ms bien, la idea de Olorun est relacionada con la de Osiris, el espi ritualizado Ser Supremo del Antiguo Egipto viviendo en los cielos mucho ms all del conocimiento humano. Ningn nativo admitira que Olorun slo controla fenmenos relacion ados con el techo del mundo. Los ttulos, oraciones y expresiones dadas arriba prue ban de manera concluyente que, tal limitacin de los poderes y funciones de Olorun es ajeno al pensamiento nativo. Tampoco es correcto decir que l no es de ninguna manera Omnipotente. El proverbio sobre la que esta declaracin est basada, no puede ser encontrado entre la mayora de los Yorubas, tampoco el escritor encuentra ningn soporte para ello entre los sacerdotes y mitologistas Yorubas. Que un hombre no pueda provocar la lluvia y que Olorun no pueda darte un hijo, es quizs la casual o bservacin de algunas personas poco inteligentes, y no puede implicar nada ms que u n reconocimiento de la divisin del trabajo entre las deidades y la desgana de Olo run para hacer los deberes que l haba asignado a una inferior deidad. Ello no impl ica ciertamente incapacidad o limitacin de poder, en opinin del bien conocido prov erbio Yoruba A ki ra omo li oja; Olorun ni fun ni, los hijos no son comprados en lo s mercados; ellos son regalos de Olorun. La precedente aclaracin del carcter de Olo run y del origen de su nombre, hacen muy claro que las elevadas ideas sobre l deb en ser encontradas en Egipto. Sin la hiptesis de una conexin entre los egipcios y los Yorubas, la existencia de elevadas ideas quedan como un misterioso e inexpli cable fenmeno observado entre primitivos pueblos. La religin de los Egipcios Antig uos pas del politesmo al hemotesmo, hasta que se convirti en monotesmo esencialmente cuando el sincero politesmo de los Egipcios pudo hablar de un nico e incomparable D ios o pudo adorar a Dios sin una ms profunda definicin. Escribiendo sobre el monotesmo de Egipto, el profesor Maspero dice: Los Egipcios adoraban a un ser que era nico, perfecto, dotado de conocimiento e inteligencia absolutos, e incomprensible has ta tal punto que l acepta los poderes de los hombres para manifestarse en lo que es incomprensible. l es el primero, el que existe esencialmente, el nico que vive s ustancialmente, el nico creador del cielo y de la tierra, que no se ha creado a s mismo....

El pensamiento religioso de los Yorubas debe haber sido afectado cuando se pudo en contacto con el pensamiento religioso de los egipcios, especialmente con las ideas monotesticas descritas arriba. La sencilla concepcin de los Yorubas de cmo co nsideran a su Suprema Deidad debe haberse enriquecido por el contacto con la fe de Osiris. Es verdad que la Suprema Deidad de los Yorubas, como las Supremas Dei dades de otros pueblos primitivos, tienden a retroceder hasta sus orgenes porque, como es el caso de los Egipcios, la mente de la clase inculta no poda ni comprend er ni elevarse hasta tales alturas. La inteligencia humana soporta con dificulta d la idea tan pura de un ser absoluto. No obstante, es tambin verdad que, a pesar de la opinin de escritores como Menzies, Huxley y Spencer, hay mucha evidencia de la existencia de la concepcin de un Ser Supremo entre los Yorubas, un ser que en una poca pareci haber sido identificado con Osiris y que corresponde en muchos im portantes detalles con el nico Dios concebido por los antiguos egipcios." LAS DEIDADES MAYORES: LOS ORISAS ESU, EL DEMONIO Despus de Olorun, la Suprema Deidad, ESU (Eshu) es la nica deidad a la que se le h a otorgado un general reconocimiento en todo el pas Yoruba. Entre la concepcin de Olorun y la de Esu, sin embargo, hay una gran diferencia. La concepcin de Olorun es la de un espritu puro, un elevado personaje demasiado lejano para ser adorado. No existe representacin de l en ningn aspecto o forma. Por otro lado, Esu pertenec e al sistema animstico. l es un Orisa que ocupa el ms importante lugar entre los ot ros Orisas, l est representado por diferentes clases de imgenes. l recibe adoracin en forma de ofrecimientos y oraciones, y debe ser el primero propiciado antes de q ue cualquier otro Orisa reciba una ofrenda. Su adoracin nace principalmente del

miedo. Como el poder supremo del demonio, el miedo que nace del aborrecimiento d e su malevolencia conduce a ofrecimientos propiciatorios que le son ofrecidos co nstantemente. Se le describe generalmente como Buruku, malvado hasta la muerte, esta ndo siempre preparado a hacer diabluras. Como consecuencia de su malevolencia, s u altar es construido fuera de la ciudad o de la casa. De aqu el dicho Esu ko mi i wa; a ko ile re si ita, Esu no tiene carcter; su casa est hecha para l en la calle. Se supone que l sale con un nudoso garrote, conocido como Agongo ogo, con el que atac a a sus enemigos o a los que le deshonran indiscretamente. En algunas partes del pas (ej. Ondo), l es adorado muy activamente. La adoracin que le es ofrecida por s us devotos no parece surgir enteramente del miedo. Ms bien, est a veces inspirada por sentimientos de admiracin por su gran fuerza, como consecuencia de los cuales , le son ofrecidos oraciones y regalos, no slo para evitar su malevolencia, sino tambin para asegurar su activo favor, especialmente contra los enemigos. Hay una fuerte creencia en su poder y su presteza en dar beneficios a sus adoradores, y esto justifica el hecho de que los siguientes nombres sean llevados por los Yoru ba: ( I ) ESU-BI-YI, un descendiente de Esu ( II ) ESU-RI OHUN-BI, un valioso desce ndiente de Esu ( III ) ESU-GBA-YI-LA, abreviado a menudo a Esugbayi, una persona sal vada por Esu. ( IV ) ESU-TO-SIN, para adorar a Esu es suficiente. IMGENES La representacin de Esu asume diferentes formas: 1. Una forma comn de repre sentacin es por medio de una losa de piedra o un trozo de tosco LATERITE? Clavado en tierra de un modo oblicuo. La ceremonia de clavar una piedra de este modo es conocida como Gigun Esu, clavando la piedra de Esu en tierra. As es encontrada una pi edra cerca de la entrada de cada ciudad y enfrente de la entrada de muchas casas . La piedra est cubierta a menudo con una tosca barraca hecha de hojas ikin soste nida por cuatro palos cortos o columnas de barro. Lminas de hierro onduladas que estn siendo ahora sustituidas por hojas de ikin en lugares cerca de la costa.

2. Otra forma de representacin es la de una olla de barro con un agujero en el me dio, hundida en tierra. Esta forma de representacin es encontrada en la ciudad de Benin, de Ijebuland y en algunos otros lugares. 3. La forma ms comn de representa cin es la de una columna de barro. A veces la columna es slida y otras veces es hu eca. A veces se erige sin ninguna seal sobre ella, otras veces es adornada con tr es agujeros redondeados. En la ciudad de Benin y en algunos otros lugares, tres conchas reemplazan a los agujeros la columna est cubierta generalmente del mismo modo que la piedra descrita arriba. 4. Las imgenes de Esu para uso casero estn gen eralmente hechas de barro o madera, y estn colocadas sobre orupo o lechos de arcill a. Aqu le son hechas ofrendas de sangre o aceite de palma. La deidad est generalme nte representada como un ser humano desnudo, sentado sobre sus pies con las rodi llas flexionadas y los brazos cruzados o, sentado con las manos descansando sobr e sus rodillas. 5. Las imgenes porttiles de Esu estn tambin hechas con forma humana. Dos clases de tales imgenes son descritas as por el Dr. Farrow: a) La primera figu ra muestra al demonio en postura arrodillada, sosteniendo con sus manos pechos d e tipo femenino. La idea expresada es la de que esta deidad da alimento. Hay que hacer notar que las figuras del demonio son siempre peinadas segn la forma femen ina. b) La segunda imagen es una muy pequea, de slo tres pulgadas de alta; pero tien e un especial inters por las marcas grabadas sobre ella. Esta imagen, debajo del pecho no es de forma humana, pero se une dentro de una columna cuadrada. En su p arte posterior y en dos lados est grabada una tabla exactamente similar a una tab la escrita mahometana (wala). Debera hacerse notar que el nmero de lneas grabadas en el frente y en la parte posterior de la ltima imagen son generalmente 17, que so n las 16 (ms una) nueces de palma usadas en la adivinacin If. Entre Esu e If, el dio s de la adivinacin, hay una ntima relacin. Mitos explicando el origen de la misma s ern dados en el prximo captulo. Los nmeros cinco y siete grabados a los lados son im portantes ya que son impares; el nmero siete significa perfeccin en la maldad, y el nmero cinco, que es el nmero de das que forman un ciclo completo de una semana Yoru ba, contiene una referencia a la idea de que la malevolencia de Esu es operativa cada da de la semana.

LA ADORACIN La adoracin a Esu es muy simple, pero a veces muy espantosa. Generalme nte, le son hechos sacrificios en forma de caures puestos dentro de su altar como seal de respeto. Algunos gallos, machos cabros y perros son matados y su sangre r ociada sobre la imagen de piedra de Esu. l a menudo se satisface con recibir una parte de los regalos ofrecidos a los otros orisas. Cuando es consultado para el fin de adivinacin, es suficiente con un simple ofrecimiento que a veces toma la f orma de unos pocos caures. Pero en algunas ocasiones, entre sus ms devotos adorado res en Ilesa u Ondo, e incluso en la comparativamente ms civilizada ciudad de Abe okuta, se acostumbra ofrecer sacrificios humanos para propiciar el supremo poder del demonio. El Coronel Ellis dice que: En importantes ocasiones una vctima human a es ofrecida a l, y da dos ejemplos en apoyo a esta afirmacin. El se refiere a la costumbre de llevarse los caures ofrecidos a Esu en un templo en Wuru anualmente y de la compra, con la suma conseguida, de un esclavo para ser ofrecido al dios. l tambin se refiere al sacrificio de un esclavo en Ondo. El Dr. Farrow critica la afirmacin del Coronel Ellis de tal manera que lanza una sombra de duda sobre la misma. Pero el Dr. Farrow admite que el pueblo de Ondo era el ms cruel adorador d e Esu, y que durante su estancia en Abeokuta hubo un sacrificio pblico de una vcti ma humana. Ser mostrado ms tarde que este solitario ejemplo de sacrificio humano r elatado por el Dr. Farrow es slo uno de los muchos ejemplos de sacrificio humano a Esu. ORIGEN HISTRICO Desde que la adoracin a Esu est tan extendida y normal en el pas Yor uba, es natural el esperar que el carcter de la deidad debera ser bien comprendido y no debera presentar dificultade