Publicación de información y reflexión misionera.Año 16. Número 180.

• 2 Editorial/ Raíces negras• 14 Direcciones/ Aprender a querer lo que hacemos• 16 mla/ Un nuevo lugar de Misión

Japón • Corea • Kenia • Hong Kong • Perú • Angola • Guatemala • Brasil • Cuba • Mozambique

octubre2013

Año 16. Núm. 180.

Octubre de 2013

Índice

El Boletín mg es una publicación mensual de in-formación y reflexión misionera producida desde noviembre de 1998 por el Departamento deComunicación de la Dirección de Promociónde Misioneros de Guadalupe ar. Cantera 29,Col. Tlalpan, Del. Tlalpan, cp 14000, México, df.Tel. (01 55) 5573 2500 ext. 168. comunicacionmg@gmail.com

En portada / P. Santiago Lara G., mg, en la Parroquia de San Pablo, en Los Ángeles.

1 AgendaOctubre

2 EditorialRaíces negrasP. Santiago Lara G., mg

5 jmj/Inspiración vocacionalLa chispa de la vocaciónAbner Melo C., alumno del Seminario Menor

7 Desde las MisionesNoticias desde Corea. SeptiembreP. Corazón López S., mgNoticias desde Perú. Julio y agostoP. José Guadalupe Camarillo M., mg

11 Desde MéxicoP. Víctor Manuel Zavala Contreras, mg,entrega la Dirección de PromociónÁrea de Producción Editorial

14 DireccionesAprender a querer lo que hacemosP. Víctor Manuel Zavala C., mg

16 Misioneros Laicos AsociadosUn nuevo lugar de MisiónEdith Velasco Vázquez del M., mla

18 Centro de Orientación Vocacional¿De dónde partir en un proceso vocacional?Jorge Alberto Heredia M., auxiliar administra-tivo, cov Monterrey

20 Comisión de Formación PermanenteFe y alegríaRosa Adriana Chavarría R., mla

22 Club de Niños mgMisioneros desde la infanciaDiana Elisa Reyes H., auxiliar administrativo del Club de Niños mg

24 Museo mgPueblo maasaiFernando Peral S., jefe del Museo mg

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Boletín mg

Consejo General

Juan José Á. Luna E., mgSuperior General

P. Raúl Ibarra H., mgVicario General

P. Fernando Montes L., mgSegundo Consejero

P. Raúl Nava T., mgTercer Consejero

P. Salvador Rojas V., mg Cuarto Consejero

Boletín mg

Coordinación generalLic. Sergio Augusto Martínez S.

Revisión y corrección de textosLic. Sandra Minerva Delgadillo R.

Diseño editorialLic. María Elizabeth Barajas P.

Enlace administrativoAntonia Hidalgo L.

ImpresiónMultiprint

Agenda del mesEventos

Instituto de Santa María de Guadalupe para las Misiones Extranjeras

Los Misioneros de Guadalupe somos una sociedad de vida apostólica, formada por sacerdotes seculares mexicanos que consagramos nuestra vida a la Misión ad gentes.

Veneramos como Patrona a Santa María de Guadalupe, Patrona de México y modelo en nuestro trabajo de evangelización.

Nuestra tarea es llevar y predicar el Evangelio ad gentes, es decir, a los pueblos no cristianos, para extender el Reino de Dios e implantar la Iglesia donde aún no ha sido establecida, poniendo especial empeño en la promo-ción y formación de agentes de evangelización y del clero local.

xxxviii aniversario de la fundación de la Misión de Hong Kongxxiii aniversario del fallecimiento del P. Andrés Toussaint M., mgNuestra Señora del Rosariolxiv Aniversario de la fundación del Seminario de MisionesDomingo Mundial de las Misionesxxiii aniversario del fallecimiento del P. Gustavo Rosillo C., mg

Martes 1Jueves 3Lunes 7Lunes 7

Domingo 20Jueves 24

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EditorialRaíces negras

P. Santiago Lara Guevara, mg

Las expresiones culturales en nuestro país son tan inmensas como grande es nuestro territorio nacional, en donde no sólo hay una gran variedad de lenguas y dialectos —en México conviven 68 agrupaciones lingüísticas indígenas—, sino también una cantidad enorme de expresiones fol-clóricas, literarias y arquitectónicas; todas ellas son productos culturales de distin-tas comunidades.

Sin embargo, yo nunca había escuchado que alguna comunidad, ya sea indígena o racial, sufriera de discriminación entre los connacionales. Por eso me quedé impac-tado al escuchar en un noticiero matutino los comentarios de algunos miembros de la comunidad de raza negra de nuestro país: “En México no existimos social-mente los de raza negra, nos tienen olvi-dados y se nos dan pocas oportunidades

México

Japón

Corea

Kenia

Estados Unidos

Hong Kong

Perú

Angola

Guatemala

Brasil

Cuba

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2013octubreen el aspecto laboral, educacional y de la salud”. La afirmación anterior me hizo profun-dizar un poco más en el tema. Encontré que, según un estudio, en 2008 había en México unas 200 mil personas de raza negra marginadas debido a que no son consideradas un grupo étnico a pesar de estar presentes en nuestro país desde hace más de 300 años. La mayoría de la población negra se con-centra en las zonas rurales de los estados de Veracruz, al este del país; Guerrero, al sur, y Oaxaca, al sureste, así como en cen-tros turísticos de playa, como el puerto de Acapulco, en el Pacífico mexicano. Según el estudio anterior, la situación de esos 200 mil negros mexicanos es lamentable, pues están al margen de los programas sociales del gobierno federal; lo mismo sucede con otros sectores vulnerables de la sociedad, como los pueblos indígenas. Cuando me puse a revisar la literatura acerca de la raza negra en México, me encontré con 48 títulos que describen y profundizan en todo lo relacionado con el origen, presencia y desarrollo de esa comunidad, que es tan mexicana como cualquier otro ciudadano nacido en Mé-xico. Pero sigue en el aire una pregunta sin contestar, y es la siguiente: ¿por qué no se habla de ellos?

En internet no falta quién cuestione porqué no hay futbolistas negros en la selección nacional. En cambio los equi-pos nacionales de Honduras y Costa Rica cuentan con muchos jugadores de raza negra, quienes le dan velocidad, altura y fuerza a las selecciones.

Puede haber muchas razones sobre porqué en México no se habla de esta comunidad, pero en internet también me topé con otro cuestionamiento que quizás ofrezca una pista, entre muchas

otras, sobre nuestros antepasados ne-gros. Y dice así: “Se han preguntado por qué los mexicanos somos tan alegres, tan festivos, buenos para el baile y con tanto ritmo. Evidentemente del español no lo heredamos; ¿del indígena? Mmmm, tam-poco. Si es así, se lo debemos a esa tercera influencia, a nuestras raíces negras”.

En el mismo sitio donde encontré la pre-gunta anterior, la autora de esa interro-gante narra su experiencia cuando visitóla exposición “The african presence in Mexico, from Yanga to the present” (La presencia africana en México, desde Yanga hasta el presente) en el CaliforniaAfrican-American Museum. La exposición estuvo abierta al público desde el 9 de noviembre de 2009 hasta el 4 de julio

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de 2010. La autora continúa su narra-ción, y en ella dice que Cesáreo Moreno, curador de la exposición, y Sagrario del Carmen Cruz Carretero, cocuradora, atendieron al público y explicaron todo lo concerniente a la exhibición.

El tema de la exposición fue la influen-cia de los negros en la música, la comida y la cultura del estado de Veracruz y de la Costa Chica en Oaxaca, donde actual-mente hay una gran concentración de gente de piel negra. Según la autora, los curadores afirmaron que el zapateo jaro-cho tuvo un origen accidental, pues en aquella época los esclavos negros tenían prohibido tocar tambores, así que lossuplían con un fuerte zapateo; lo mismo sepuede afirmar de la forma de cantar de los jarochos.

Los curadores señalaron además quepalabras como mondongo, moronga y otras que usamos cotidianamente son de origen africano. También afirmaron, cuenta la autora, que de esta comunidad negra provienen las facciones de muchos connacionales, así como el pelo rizado y

el color moreno oscuro de la piel. Luego presentaron una foto increíble: una mujer negra vestida con un atuendo revolucio-nario. También explicaron que Yanga fue el primer líder en revelarse contra la co-rona española en Veracruz.

Después de leer la narración tuve que re-conocer todo aquello que nuestra cultura le debe a la raza negra, pero, sobre todo, debí aceptar con dolor que me había equivocado cuando llegué a afirmar en otros países que en México no existe el racismo: ahora mismo caigo en la cuenta de que tampoco los incluimos en nuestros bailes folclóricos.

La situación de la población negra en México desanima a cualquiera. Sin em-bargo, cada uno de nosotros, como indi-viduos, podemos emprender acciones en su beneficio, por ejemplo, asistirlos cuan-do están enfermos, compartir nuestros alimentos con ellos, brindarles consuelo cuando lo necesiten. Como Misioneros de Guadalupe debemos prodigar nuestras atenciones y servicios hacia ellos por ser una comunidad vulnerable.z

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jmj/Inspiración vocacional

Mi nombre es Abner Melo Castro, y es-toy formándome en el Seminario Menor de Misioneros de Guadalupe. Quiero aprovechar esta oportunidad para man-dar un saludo a todas las personas que me han apoyado hasta este momento, pues me impulsan a seguir adelante, y eso es degran ayuda.

Cuando estás en el seminario te das cuen-ta de que Dios siempre llama por caminos muy particulares, que nos llama por nues-tro nombre y que nos da la oportunidad de seguirlo; eso fue lo que me pasó.

Acababa de concluir mis estudios de pri-maria cuando comencé mi camino voca-cional. Mi madre decidió que sería buena idea meterme a una secundaria católica, la cual estaba dirigida por un Padre mi-sionero josefino. Las clases que nos daba y un par de charlas que tuve con él en-cendieron en mí la chispa de la vocación. Después de eso, me cambié de escuela cuando pasé a tercer grado.

Un día, mi mamá se encontró con un seminarista mg del Seminario Mayor, y después de un rato de charla el seminarista

La chispa de la vocaciónAbner Melo Castro, alumno del Seminario Menor

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le pidió a mi madre que me hiciera exten-siva su invitación al Centro de Orientación Vocacional (cov), a donde asistí durante dos años y cuatro meses.

Estaba en tercer semestre de preparatoria cuando uno de los Padres encargados del cov se interesó en mi vocación y me in-vitó a que ingresara al seminario. Titubeé un poco porque pensé que era más fácil terminar la preparatoria, pero luego me di cuenta que llevar mi formación desde el Seminario Menor era una oportunidad invaluable; así que decidí entrar.

Vista desde fuera, la vida como seminaris-ta se percibe difícil. Sin embargo, cuando ingresé me di cuenta de que no es difícil; ¡es dificilísima! Poco a poco comprendí que “Dios no pide mucho; lo pide todo”, una de las frases favoritas de nuestros Pa-dres formadores.

Pero a pesar de lo complicado que puedan ser nuestros días, los seminaristas podemos sentir el apoyo de Dios a cada instante: cada vez que realizamos algún apostolado, en cada una de las personas que conocemos en campo misión o en las colectas, en todo nuestro largo caminar

hacia el sacerdocio y cuando llegamos a tener nuestras propias dificultades. La vida del seminarista está llena de alegría y de retos, y precisamente son estos dos ingredientes los que vuelven tan emocio-nante la vida en el seminario.

Al principio es difícil dejar a la familia, los amigos y todo a lo que estamos acostum-brados a hacer, pero después de un año puedo decirles a aquellos que están in-teresados o desean ingresar a este semi-nario o a cualquier otro que aquí ganarán otra familia y muchos más amigos. O si dudan en ingresar porque no quieren de-jar las cosas que les gustan, tampoco se preocupen porque aquí harán muchas más cosas de las que hacían antes.z

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Desde las MisionesNoticias desde Corea

SeptiembreP. Corazón López Sánchez, mg

Durante este mes, en la Parroquia de Chayang Dong se invitó a todos los fieles a que escribieran el nombre de alguna persona que se haya alejado de la Iglesia. Ese nombre fue depositado después en un canasto junto con la ofrenda domini-cal para poner a la persona en las manos de Dios y que pronto pueda reiniciar su vida cristiana.

Domingo 1. Misa de despedida de la Parro-quia de Mangun. Misioneros de Guadalupe

trabajó en la Parroquia de Mangun desde el nacimiento de ésta. Ahora, después de 20 años de intensa labor evangelizadora, la parroquia se entregó al clero coreano para que continúen anunciando el Evan-gelio en esta región, que está integrada por tres estaciones misioneras con capilla, otras dos sin capilla y la sede en Mangun. En esta parroquia trabajaron los Padres mgJosé Armando Espinoza B., Juan Pablo Ál-varez C., Griseldo Arroyo P., Ignacio de la Garza E., Antonio Moreno L., Benjamín

México

Japón

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Estados Unidos

Hong Kong

Perú

Angola

Guatemala

Brasil

Cuba

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Marín C. y Juan José Márquez E. Se dejan una comunidad comprometida con su fe y buenas instalaciones, las cuales se cons-truyeron a través de los años.

Lunes 2. Entrega oficial de los documen-tos de la Parroquia de Mangun en las ofi-cinas de la Arquidiócesis de Kwangju ante las autoridades eclesiásticas. Además se llevó a cabo una sesión de diálogo pasto-ral entre el párroco saliente, el P. Juan José Márquez E., mg, y el párroco entrante, elP. Andrés Kim Soo Jin, primer Padre corea-no en el lugar.

Jueves 5. Último día en la Parroquia de Mangun. Se celebró la Eucaristía y poste-riormente el P. Juan José Márquez E., mg, partió a la Casa de la Misión, en Suncheon, donde espera su próximo nombramiento.

Domingo 8. En la Parroquia de Chayang Dong se tuvo una pequeña kermés para reunir fondos y con ellos ayudar a los po-bres y enfermos que se encuentran en los alrededores de la parroquia.

Lunes 9. En la Universidad Sogang, en donde colabora el P. Juan Francisco To-rres I., mg, se tuvo la Misa que inauguró el semestre de otoño de 2013. En la Cele-bración Eucarística participaron el rector de la universidad, 16 sacerdotes, estudian-tes, profesores y empleados. Después de la Eucaristía se tuvo una convivencia.

Jueves 12. Se inició la escuela para perso-nas mayores de edad que tienen proble-mas para leer o escribir coreano, o que son analfabetas. Se presentaron 25 per-sonas. La Parroquia de Chayang Dong es la segunda en poner en marcha este pro-grama dentro de la Arquidiócesis de Seúl.

Viernes 13. En la Universidad Sogang se realizó el registro para la catequesis que se impartirá al nuevo grupo de catecúme-nos, el cual está integrado por profesores, empleados y estudiantes.

Miércoles 18. En la Parroquia de Chayang Dong se celebraron dos Misas especiales con el rito tradicional coreano.

Del miércoles 18 al viernes 20. En todo el país se tuvo un gran movimiento de gente —35 millones de personas—, que visita-ron y saludaron a sus familiares con mo-tivo de la celebración del “Chusok”, una fiesta de acción de gracias por las cose-chas y para recordar a sus difuntos. Como los días siguientes fueron fin de semana, mucha gente aprovechó para regresar a sus hogares hasta el domingo 22.

Miércoles 25. En la Universidad Sogang inició el curso Biblia en español, en el que se comparte el Evangelio de cada domin-go, la reflexión y meditación a los estu-diantes y empleados de las universidades cercanas.

Jueves 26. En la Universidad Sogang tam-bién inició el curso Biblia en inglés, que es un grupo de lectura y reflexión para estu-diantes de esa universidad.

Domingo 29. En la Parroquia de Chayang Dong se celebró el Día Parroquial. Se dis-frutó del platillo tradicional kuksu (un caldo con fideos que se acostumbra en las fiestas), pero la atención de la celebración estuvo en la visita y ayuda a los pobres, enfermos y marginados (sin importar a que religión pertenezcan) que viven en el área que está bajo el resguardo espiri-tual de esta parroquia. En la Universidad Sogang se tuvo una convivencia con los miembros de la pastoral universitaria.

Lunes 30. Por la mañana, la comunidad mgen Corea tuvo su retiro espiritual; por la tarde, como todos los meses, tuvo su se-sión de estudio en la Casa de la Misión, en Suncheon.z

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Desde las MisionesNoticias desde Perú

Julio y agostoP. José Guadalupe Camarillo Martínez, mg

Julio

Sábado 6. Después de casi un año de pas-toral en la selva de Pucallpa, regresaron a México dos seminaristas mg, Gilberto Es-cobedo Salinas y Gabriel Cortez Hernández.Les agradecemos su presencia en la Misión y el trabajo pastoral que realizaron. Dios los siga bendiciendo.

Viernes 12. En la Parroquia Sagrada Fa-milia, que dirige en Cusco, el P. Roberto

Figueroa G., mg, celebró con una Euca-ristía su xxv aniversario sacerdotal. Padres del decanato, gente de la parroquia y del Colegio Luis Vallejos Santoni acompa-ñaron al P. Figueroa en esta Misa para dar gracias a Dios.

Lunes 15. Después de más de un mes y medio, los 13 jóvenes de la Universidad de Monterrey terminaron su experiencia misionera en Pucallpa. Agradecemos a Re-beca, Patricia, Fernanda, Rocío y Andrés,

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Japón

Corea

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Estados Unidos

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Perú

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Brasil

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quienes estuvieron en la Parroquia Sagra-da Familia; a Dairee, Nina, Cecilia y Luis, quienes permanecieron en la Parroquia Virgen del Carmen, y a Janeth, Karem, Isael y Razh por su presencia en la Parro-quia San Pedro y San Pablo. Gracias por colaborar en la Misión.

Martes 16. El P. Ángel Javier Tosca C., mg, y la comunidad parroquial de Virgen del Carmen celebraron la fiesta patronal con una Eucaristía presidida por Monseñor Gaetano Galbusera Fumagalli, Obispo de Pucallpa.

Miércoles 17. El P. Roberto Figueroa G., mg,salió a México a celebrar su xxv aniver-sario sacerdotal. Estará celebrando en Guadalajara y en su pueblo natal, Loreto, Zacatecas.

Jueves 18. El P. Juan Manuel Guerrero M., ma,llegó a Perú para incorporarse a la Misión. El P. Guerrero estará realizando trabajo misionero en la Viceparroquia Santísima Cruz, en Cusco.

Del martes 23 al domingo 28. El P. José Guadalupe Camarillo M., mg, Superior de esta Misión, y los jóvenes Sheiro Luza y Álvaro Silva, de la Parroquia Sagrada Fa-milia en Cusco, participaron en la Jornada Mundial de la Juventud 2013, que se rea-lizó en Río de Janeiro, Brasil.

Miércoles 31. El P. Servando González R., mg, partió a México para tomar vacaciones.

Agosto

Sábado 3. Jóvenes de las diferentes parro-quias del Vicariato de Pucallpa celebraron el Año de la Fe con oración, cantos, músi-ca y danzas.

Del lunes 19 al viernes 23. La comuni-dad mg en Perú tuvo la Reunión de Estu-dio 2013, en donde la Hermana Mariveld Bravo Béjar, cm, encargada de la Comisión de Catequesis y Biblia del Arzobispado de Cusco, en sintonía con el Año de la Fe, nos compartió el tema “Concilio Vaticano ii,una brújula segura para orientarnos enel camino”.

Domingo 25. En la Parroquia Sagrada Familia en Cusco, recordamos el primer aniversario luctuoso del P. Román Orta C., mg.

Viernes 30. En todo Perú se celebró la fies-ta en honor a santa Rosa de Lima, prime-ra santa de América Latina y patrona del Perú.

Sábado 31. Jóvenes de las diferentes parro-quias del Arzobispado de Cusco partici-paron en la peregrinación al Santuario del Señor de Huanca como parte de las ac-tividades del Año de la Fe.z

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Desde MéxicoP. Víctor Manuel Zavala Contreras, mg,

entrega la Dirección de PromociónÁrea de Producción Editorial

La tarde del 6 de septiembre, el P. Víctor Manuel Zavala C., mg, entregó la Direc-ción de Promoción al P. José Alberto Con-treras T., mg, tras un intenso periodo de cuatro años, durante el cual condujo a esa dirección hacia la profesionalización de los puestos y hacia la difusión de in-formación misionera a través de medios tecnológicos.

El acto se llevó a cabo en el salón Man-churia, a donde asistieron los Padres Raúl Ibarra H., mg, Vicario General, y Emilio

Fortoul O., mg, Tesorero del Colegio de Estudios Guadalupanos; presbíteros que dirigen otras áreas del Instituto, así como gerentes, colaboradores y personal de Misioneros de Guadalupe, a quienes se les dio la bienvenida a tan significativo momento. A continuación, se realizó la lectura del acta administrativa que hace constar la entrega-recepción de la Direc-ción de Promoción, la cual fue firmada por los Padres Zavala, Contreras, Ibarra y Fortoul; estos dos últimos, en calidad de testigos.

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Posteriormente, el P. Zavala entregó alP. Contreras los documentos más valiosospara la conducción de la Dirección dePromoción y dirigió algunas palabrasde agradecimiento a los presentes.

En su mensaje, el P. Zavala recordó que la Dirección de Promoción fue creada du-rante el vi Capítulo General y que se ha ido consolidando como una entidad que “impulsa el conocimiento y la difusión de nuestro Instituto en el mundo entero”.

Dijo, además, que “La creatividad es la marca de la casa en la Dirección de Pro-moción. Todos y cada uno de sus miem-bros ponemos incesantemente en juego todo nuestro ingenio e inspiración para traducir el mensaje misionero en nuevas formas gráficas, textuales, técnicas, es-tratégicas y relacionales para presentar al mundo […] la vida de nuestro Instituto”.

También manifestó sus mejores deseos para el P. Contreras: “(…) dejo en sus manos una hermosa labor y un ex-celente equipo de trabajo. Que Dios, nuestro Señor, le dé su sabiduría para

realizar conforme a su voluntad este nombramiento (…)”.

Por su parte, el P. Contreras dio un breve mensaje en el que agradeció al P. Juan José Á. Luna E., mg, Superior General, y al Consejo General del Instituto por la opor-tunidad de servir a la gente a través de la Dirección de Promoción.

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Tras concluir el acto protocolario de re-cepción y entrega de la Dirección de Promoción, el P. Zavala presidió la Ce-lebración Eucarística del mes, acompa-ñado por los Padres Raúl Ibarra H., Vicario General; José Alberto Contreras T., Marco Antonio Navarro L., Alejandro Cervantes T. y Daniel Panduro F.

En la homilía, el P. Zavala señaló que la vida de un cristiano no debe dividirse en dos ejes —el profesional y el religioso—, sino que, por el contrario, debe con-ducirse por uno solo que integre ambos

aspectos del individuo. Recordó también que alimentar el miedo debilita nuestra fe y nos postra ante el mal.

Después de la Misa mensual, se realizó un pequeño convivio en el que el P. Zavala recibió un reconocimiento de parte de la Dirección de Promoción.

Agradecemos al P. Zavala su amplia visión durante el tiempo que encabezó la Dirección de Promoción y deseamos al P. Contreras que esta nueva encomienda prospere según el designio de Dios.z

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DireccionesAprender a querer lo que hacemos

P. Víctor Manuel Zavala Contreras, mg

Podría parecer sencillo describir en un breve espacio mi experiencia de trabajo en México durante los pasados nueve años, pero no lo es. No obstante, inten-taré sintetizar la valoración que hago hoy de esta vivencia. Valoración que tal vez cambie con el tiempo al revelar su verda-dero sentido en el contexto más amplio de mi vocación misionera.

Habiendo llegado a México después de realizar un trabajo pastoral misionero, el cambio implicó la readaptación a la patria y, en buena medida, una capacitación au-todidacta para mi nueva labor. No pude ni puedo negar que fue doloroso dejar la Misión de Hong Kong y que no fue fácil reconciliarme con la idea de que mi Mi- sión se encontraba ahora entre las cuatro paredes de una oficina y encima de un escritorio.

Dos semanas de un curso de redacción profesional y otras tantas de un curso de diseño gráfico en computadora fueron mis herramientas básicas formales. Creo que empecé a tomar más interés por mi nombramiento cuando caí en la cuenta de que las cosas podrían hacerse mejor delo que se hacían. Poco a poco fui encon-trándole sentido a la frase “Cuando no puedes hacer lo que quieres, aprende a querer lo que haces”. Podrá parecer pre-tencioso, pero la necesidad de mostrar y demostrar que las cosas se podían mejo-rar fue la motivación personal para ad-quirir conocimientos y habilidades hasta entonces extrañas a mí.

Entre las expectativas que pesaban sobre la Dirección de Promoción estaba la pro-fesionalización del trabajo que se realiza en sus departamentos, sobre todo en la

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revista Almas y en el Departamento de Comunicación. Para el trabajo en la revis-ta, conté con la invaluable guía y apoyo del P. José Chávez C., mg, que de Dios goce, y la inspiración de la monumental obra de Monseñor Alonso Manuel Es-calante E., fundador de Almas, así como del legado de escritos del P. RicardoColín N., mg, y algunos otros Padres mg, tales como el P. Juan Antonio Muñoz H., que de Dios goce, y prolíferos escritores como los Padres José Sandoval I., Héctor Díaz F. e Ignacio Flores G., quien desde sus estudios en Kenia como seminarista ha mostrado gran sensibilidad de escri-tor, y algunos otros insignes colabora-dores de la revista.

Pero el acicate para la actualización y la profesionalización llegó de parte de los Padres mg Juan José Márquez E. y Antonio del Carmen Camacho M., ambos fueron di-rectores predecesores en la Dirección de Promoción. De ellos aprendí a valorar las nuevas tecnologías y su aplicación, prime-ro, a la revista Almas y, posteriormente, a los demás departamentos de la dirección. Ellos abrieron brecha para la incursión de la obra del Instituto y sus publicaciones en el mundo cibernético, así como para la contratación de personal especializado en campos técnicos ajenos a los que hemos

sido formados quienes nos dedicamos al ministerio sacerdotal misionero.

La motivación más destacada para mi desempeño, sin embargo, fue recono-cer la importancia de dar a conocer al mundo cómo Misioneros de Guadalupe hace vida el mandato del Señor: “Hasta los confines del mundo”. Fue el deseo de mostrar con dignidad, respeto y reve-rencia la entrega de cada uno de los miembros de nuestro Instituto hacia su vocación misionera, mostrando al mis-mo tiempo gratitud y respeto por todos aquellos que nos favorecen con su apoyo material y espiritual.

Finalmente encontré que este tiempo y esta experiencia avivaron en mí el es-píritu misionero que tenía miedo perder. Aprendí que es importante valorar las oportunidades de crecimiento que la vida nos presenta como reto y que el Se-ñor nos da como tarea. Descubrí que el Instituto es más que la Misión en un país determinado y que nos ofrece a todos los miembros muchas posibilidades de vivir esa Misión; que los misioneros de hoy debemos inspirar a los misioneros del ma-ñana y estar abiertos a los nuevos hori-zontes por los que la Misión de la Iglesia ha de continuar.z

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Misioneros Laicos AsociadosUn nuevo lugar de Misión

Edith Velasco Vázquez del Mercado, mla

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Lo primero que viene a mi mente al pen-sar en compartir esta experiencia es la si-guiente exclamación: “¡Bendito sea Dios, que nos permite estar en el lugar que más nos conviene para vivir nuestra vocación de hijos amados del Padre!”.

Después de haber compartido mi fe con mis hermanos guatemaltecos durante 10 años, ahora el Señor ha salido nuevamente a mi encuentro y me ha invitado a ir más allá de la frontera para iniciar una nueva aventura misionera, esta vez en África.

Desde que recibí la noticia, el 18 de abril, empecé a cerrar la experiencia: delegué

y entregué mi trabajo a otras personas yme despedí de las comunidades donde trabajé y de los amigos que me apoyaron en esa etapa.

Fue una experiencia hermosa en la que encontré nuevamente a Dios en cada pa-labra de agradecimiento y en cada abra-zo de despedida; en la disponibilidad de catequistas, religiosas, sacerdotes y de miscompañeras Misioneras Laicas Asociadas para asumir las responsabilidades que yo iba soltando.

También encontré a Dios en la alegría y la nostalgia de salir de mi amada Diócesis de

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Zacapa, así como en la emoción de sen-tirme enviada por la Parroquia San Pedro, a la cual serví 10 años.

Al retornar a la patria experimenté junto con mi familia el gozo de volvernos aencontrar; ahí estaba Dios nuevamente.

De vuelta a la ciudad de México, el mes de julio transcurrió deprisa entre cursos, la preparación de los documentos nece-sarios para solicitar la visa de Mozam-bique, las diligencias para aplicarme lasvacunas necesarias y compartiendo mo-mentos con miembros de la Subdirec-ción de Misioneros Laicos Asociados, así como con Claudia Montañez Dueñas, mi nueva compañera de comunidad. En cada uno de estos acontecimientos, Dios seguía manifestándome su amor.

Después viví una maravillosa experiencia de encuentro con Dios; Él y yo solos y en silencio durante ocho días en los ejerci-cios espirituales ignacianos. ¡Era lo que yo necesitaba en ese momento! ¡Alabado sea mi Señor!

Y, por si fuera poco, el amor y la bondad que Dios me había manifestado en esos

meses me dio un regalo más: seis sema-nas de vacaciones con mi familia. Fueron días de descanso, alegría, comida sana y deliciosa, ejercicio, diversión, oración, descanso y, sobre todo, de dar y recibir el cariño de mis seres más queridos: mi papá, mis hermanos y mis sobrinos.

A Dios lo encontramos en lo cotidiano de la vida. No hay que esperar grandes acontecimientos para buscarlo; Él está ahí, a mi lado, conmigo, dentro de mí. Ahíestá, siempre.

¡Gracias, Señor! ¡Gracias por estar conmigo!z

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Centro de Orientación Vocacional¿De dónde partir en un proceso vocacional?

Jorge Alberto Heredia Murillo,auxiliar administrativo, cov Monterrey

Cada vez que comenzamos un ciclo de pastoral vocacional nos formulamos pre-guntas que sólo la experiencia nos permite generar: ¿de dónde tenemos que partir? y ¿cómo hay que comenzar? Estos cuestio-namientos nos permiten plantearnos cuál es nuestra posición respecto a los jóvenes. Pero primero debemos profundizar en el ser y quehacer de quienes estamos en la pastoral vocacional, ya que de la construc-ción e internalización de estos dos aspec-tos depende también el servicio que se preste en la pastoral.

Hay riesgos cuando iniciamos un pro-ceso vocacional en el que presuponemos las etapas previas, generalizamos reali-dades, negamos contextos y damos por supuesto que todos aquellos jóvenes han recibido información o formación. La consecuencia de estos riesgos es la falta de “conexión” con quienes asisten a los centros de orientación vocacional, pues ambas partes estamos en canales dis-tintos. Es necesario dejar de presuponer todo, incluso la fe.

El animador vocacional se preocupa por dar mucha información, y eso le impide

generar espacios para la retroalimenta-ción por medio del diálogo. Es necesario un cambio cualitativo: dejar de ser sólo animadores para convertirnos en acompa-ñantes vocacionales, y esto sucede cuando descubrimos la importancia de caminar a un lado del joven y no delante de él.

Sin acompañamiento sólo cumplimos ex-teriormente, pues no hay internalización del proceso. No nos damos cuenta de qué ha construido el joven y qué le hace ac-tuar (motivadores); qué ha comprendido acerca de sí mismo (autoconocimiento), de Dios (experiencia de fe), de la familia y de la Iglesia (vida comunitaria); cómo es su forma de ser (actitudes); cuáles son su formación (cultura) y su cosmovisión; cuáles han sido sus experiencias de vida (signos vocacionales).

Entonces acompañado y acompañante no se comprenden, y este último mucho menos alcanzará a detectar aspectos del acompañado que requieren atención para que éste se desarrolle y elija con libertad interior una vocación específica. En otros casos, el animador sólo se conecta con los jóvenes que son más afines a él. Urge un

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2013octubrecambio de actitud en el ministerio de la pastoral vocacional.

La actitud de la escuchaReconocer al joven como persona re-quiere escuchar sus inquietudes; saber cuáles son tanto sus deseos como sus aspiraciones y conocer sus luchas, fra-casos y miedos. Es la oportunidad para que el joven se muestre tal cuál es y se sienta amado. Hay muchos procesos, que desconocemos, que se desencadenan con la simple acción de prestar atención a una persona. Escuchar es comenzar a vincu-larse con el otro.

Los jóvenes pasan mucho tiempo en las redes sociales buscando que alguien esté interesado en ellos, y llegan a poner su valor como individuos en la cantidad de likes que alcanza una publicación. Por ello es necesaria una antropología cristiana que proponga como objetivo del ser hu-mano la unión con el Creador, con otros seres humanos, con los animales, las plan-tas y la Tierra.

¿Cómo ayudar a los jóvenes para que des-cubran la importancia de las relaciones hu-manas y de la familia?, ¿no caben de alguna manera aquí los sacramentos, las fiestas, el estudio, el trabajo, como otros medios de vinculación? Para llegar a todas estas di-mensiones, es preciso escuchar al joven con atención y con el único interés de que se vincule con Dios, consigo mismo y con los demás. De esta manera el muchacho tendrá luego disposición para escuchar la voz de Dios, que lo llama a hacer de su vida algo ex-traordinario en alguna vocación específica.

Hay que recordar que nuestra finalidad es, primero, reconocer a la persona que tene-mos delante de nosotros, olvidándonos de esquemas atrofiados en los que sólo im-porta formar robots. Eso no funciona con el cristianismo: los jóvenes no son moldes para hacer a nuestro antojo, sino que están y estamos llamados a que el Espíritu Santo

nos transforme en hijos de Dios. Luego se descubre la Misión, no antes.

¿A dónde queremos llegar?En el apartado anterior he escrito que el punto de llegada de un proceso vocacio-nal es la libre elección de una vocación específica. ¿A qué me estoy refiriendo? Al autoconocimiento, a la vida comunitaria, a la experiencia pastoral, al gusto por la Misión, a tener motivadores claros y una prospectiva de los posibles escenarios del camino; pero, sobre todo, a alcanzar experiencia, que puede verificarse con laconstancia, perseverancia y alegría en la vida, pues el joven siente que Dios va marcando su historia. Cabe aclarar que del contexto de cada persona depende también la constancia y la disposición para pedir ayuda o colabo-rar por medio de diálogos, entrevistas y dirección espiritual. Todo esto requiere depaciencia, perseverancia y oración del acompañante; esta es obra de Dios. Los talleres, intervenciones, entrevistas y otros medios nos permitirán remover la tierra donde ha sido plantada, de manera cons-ciente o inconsciente, la vida de cada joven.

Me atrevo a asegurar, por la experiencia, que un buen signo de estar asumiendo un proceso vocacional es que la vida su-fre una sacudida; se inicia en el joven una transformación desde el interior hacia el exterior. La fuerza del kerygma1 (predi-cación) comienza a hacer su trabajo en el joven, quien se siente y se sabe amado y procurado por Dios Padre a través de sus mediadores (acompañantes vocacionales).

De esta manera comenzará en el mucha-cho el gusto por el amor de Dios, querrá buscar la fuente de la cual mana esetorrente de alegría y felicidad, querrá conocer más y más a Dios, madurará vo-cacionalmente y buscará dónde canali-zar su amor.z

1 Sacerdotes Operarios Diocesanos, El kerygma vocacional. Cuaderno de acompañamiento vocacional, México, Animación Sol, 2009.

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Comisión de Formación PermanenteFe y alegría

Rosa Adriana Chavarría Rodríguez, mla

¿Cómo se vive la fe en una comunidad re-ligiosa? Me imagino que cada comunidad la vive de acuerdo al carisma que Dios le ha regalado. Me gustaría compartirles cómo vive la fe la comunidad de las Hermanas de la Orden de la Visitación de Nuestra Señora, una de tantas congregaciones misioneras que realizan su tarea evange-lizadora en la ciudad de Nairobi, Kenia.

Tuve la oportunidad de convivir con estas Hermanas por un mes, pues requería re-forzar mi aprendizaje y práctica del idio-ma inglés, lo cual me permitió participar en gran parte de sus actividades.

Desde que llegué a la casa me sentí acogi-da con mucho amor y cariño. Fui recibida con una celebración que nunca imaginé, sobre todo porque siempre visualicé una

casa religiosa como un lugar de silencio y oración. Ver la alegría y el festejo por mi llegada me dejó boquiabierta, pero mi asombro creció más cuando me di cuenta de que cada persona que llega a la casa es recibida con el mismo entusiasmo. El momento de las despedidas es igual de emotivo. No pueden faltar los presentes, que, aunque sencillos, son como recibir un pedazo del corazón de cada una de las postulantes, novicias y Hermanas de la casa a modo de invitación para regresar a visitarlas. Después de varios días entendí que la manera de recibir y atender a las visitas es parte vital de su carisma: siguen el ejemplo de María al servir a los demás.

Un día normal en la casa de las Herma-nas comienza con los aseos personales,

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para después rezar las laudes (oraciones matutinas). En cada oración y meditación se siente la presencia alegre de Dios; esla mejor manera para agradecer al Señor laoportunidad de un nuevo día.

A continuación las Hermanas se preparan rápidamente para asistir a Misa, pues para llegar al lugar de la Celebración Eucarís-tica deben caminar un trayecto de media hora aproximadamente. Al salir de casa sus rostros reflejan alegría y contagian a la gente que se encuentran en el camino; personas que las observan extrañadas de verlas caminar con esa actitud.

Pero no sólo con alegría impregnan el ambiente, también lo hacen con obras de caridad: diariamente llevan chai (té) y sándwiches a una persona adulta y pobre que siempre las espera a mitad del camino.

En la Misa animan la celebración con sus cantos y las percusiones del tambor, y nunca olvidan meditar, lo que les permite un encuentro mayor con el Señor. Al salir de Misa comienzan las despedidas para las postulantes o novicias que tienen que ir a clases; las demás regresan a casa para encargarse de las labores domésticas, las cuales realizan con entusiasmo y siempre acompañadas de cantos o alabanzas.

A la hora de la comida nuevamente se reúnen. Es el momento de compartir lo que se aprendió en clases por la mañana o de recibir los saludos o noticias de las Hermanas que se encuentran en las dife-rentes Misiones. Cuando termina la co-mida, las Hermanas regresan a las labores domésticas o a las clases.

Por la tarde es el momento de la medi-tación personal, del silencio total, pero a pesar de la ausencia de los cantos, las bromas y las voces alegres se percibe una alegría en el ambiente difícil de describir.

Al terminar se rezan las vísperas (ora-ciones de la tarde) con cantos y acom-pañadas del piano y los tambores. En el instante de las peticiones personales las Hermanas se olvidan de ellas mismas y sólo piensan en las necesidades de los demás, por las cuales piden al Señor; además agradecen todo lo bueno que han recibido durante el día.

Luego llega la hora de la cena, que se convierte en un momento para convi-vir y organizar las actividades del día si-guiente. Antes de irse a descansar tienen un breve espacio de tiempo para relajarse que pueden utilizar para disfrutar de una película, realizar juegos o ensayar un can-to nuevo; esto último es, según yo, lo que más disfrutan.

Los domingos son días de apostolado. Cuando comienza el día las labores son las de diario, pero depende del aposto-lado y de la parroquia a donde deban ir, es cómo van saliendo de casa; felices de ir a servir a sus semejantes. No importa que haya que caminar bajo el sol para visi-tar a los enfermos, que haya que atender a una multitud de niños llenos de energía o cualquier actividad que tengan que rea-lizar; siempre salen contentas y alegres.

Volver a casa y reunirse a la hora de la co-mida es una fiesta en la que comparten sus experiencias del apostolado; cada una tiene la oportunidad de aprender y de compartir con las demás.

Sé que cada comunidad religiosa es única, por los dones y carismas diferentes que reciben de la gracia de Dios, pero para mí el encuentro y convivencia con esta comu-nidad me permite apreciar la necesidad de conjugar la fe y la alegría en nuestras vidas para que seamos verdaderos testi-monios del amor de Dios.z

Club de Niños mg

Misioneros desde la infanciaDiana Elisa Reyes Hernández,

auxiliar administrativo del Club de Niños mg

Una de las consignas que Club de Niños mginfunde en los más pequeños es conocer quiénes son y qué hacen los misioneros en el mundo. De esta manera damos a los niños la oportunidad para que sus fami-liares y amigos conozcan a los Misioneros de Guadalupe.

Esta tarea la realizamos en conjunto tanto los educadores de la Iglesia como los colaboradores de Club de Niños mg durante los encuentros misioneros.

El Club de Niños mg pretende con esto que los pequeños tengan conciencia so-bre los valores y que compartan con los demás el espíritu misionero que nace en cada uno de ellos desde su bautizo.

A todos los lugares que asiste, el Club de Niños mg tiene como objetivo atraer la atención de los niños y, en ocasiones, de los adultos, para que sean estos últimos quienes generen la retroalimentación so-bre los temas expuestos en los encuentros.

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Además, no olviden el hacer bien y el compartir cosas con otros,

porque dichos sacrificios le son de mucho agrado a Dios.

Heb 13, 16

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En cada uno de los destinos del club, además de realizar animaciones con cantos misioneros que enseñamos a los asistentes, exponemos un tema de acuerdo a las necesidades del grupode catecismo o parroquia. Para concluir, realizamos una actividad con la que el niño puede compartir el mensaje misionero con su familia y demás amistades, y así continuar con la tarea evangelizadora.

Quiero hacer mención particularmente de una de nuestras actividades, con la cual pretendemos que el niño haga concien-cia sobre el hecho de que puede ser mi-sionero desde su casa, escuela o familia, y así poner un granito de arena que ayude a todos los misioneros que se encuentran en otros países, fuera de sus lugares de origen, para llevar la Palabra de Dios a la gente más necesitada de fe y esperanza.

Esta actividad se realiza en fechas próxi-mas a la celebración del Domingo Mun-dial de las Misiones (domund), y en ella el niño elabora una pequeña alcancía con la que recolecta donativos acompañado de sus compañeros y amigos.

Les pedimos a los niños que recorten la figura de la alcancía y la peguen, y al mismo tiempo les explicamos que de esta manera pueden ayudar no sólo a las Mi-siones, sino también a su parroquia. Mo-tivamos a los niños a que participen para que, cuando llegue la fecha del domund, puedan entregar los donativos que re-colectaron.

Esta actividad nos demuestra que los ni-ños tienen el entusiasmo, el espíritu de servicio hacia el prójimo y el compro-miso de ayudar y aportar con su propio esfuerzo y sacrificio, pues cumplen muy contentos con esta consigna.

Sabemos que con actividades como ésta los niños aprenden a ser personas de bien y dispuestas a compartir tanto sus expe-riencias como sus iniciativas. Así el Club de Niños mg cumple con uno de sus obje-tivos: formar niños que en el futuro sean personas con el espíritu del discipulado misionero, gente que necesita el mundo para ver las cosas de otra manera y fo-mentar la paz.z

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Museo mg

Pueblo maasaiFernando Peral Salcido, jefe del Museo mg

El pueblo maasai es una etnia africana que se distribuye a lo largo del Gran Valle del Rift, en Kenia, y parte del territorio deTanzania. Es un pueblo de guerreros que se rige por usos y costumbres basados en creencias místico-religiosas y con una estructura político-social que gira en tor-no al ganado y al pastoreo. La legua original de esta etnia es el maa; sin embargo, en la actualidad muchos maasai hablan swahili o inglés. Además veneran a un Dios que vive en todas las cosas y que puede manifestarse de forma tanto benévola como destructiva. Actual-mente muchos maasai pertenecen a dis-tintas iglesias cristianas.

Los maasai, un pueblo aletargado por el paso del tiempo, tienen una estructura social basada en la edad y dividida en tres clases: los niños, que son los encargados, principalmente, de pastear el ganado; los guerreros, quienes exhiben su valor como

cazadores y cuidan el territorio, y los an-cianos, quienes son los responsables del orden político y religioso de la comunidad.

Los maasai son nómadas por naturaleza y guerreros temidos, y para ellos lo más importante en la vida es el ganado, pues lo consideran una deidad sagrada, ya que de él obtienen todo lo necesario para sub-sistir: leche y carne para consumo, pieles para su abrigo y un estatus en la sociedad, el cual se determina según la cantidad de cabezas que tengan como propiedad.

En la actualidad, el multiculturalismo y la explotación en la zona han provocado que una parte de la población maasai adopte otras formas de vida, entre ellas el seden-tarismo, lo que les ha permitido desarro-llar actividades agrícolas y costumbres occidentales en su vida cotidiana, pero que también les ha hecho perder parte de su identidad ancestral.z

Producciones mgVideo/ Web

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Línea Misionera (sin costo): 01 800 00 58 100

Ministerios 2013Lectorado y Acolitado

Alumnos del Curso de Espiritua-lidad y Pastoral (Cespa) del Semi-nario de Misiones fueron instituidos en lectores y acólitos por Mons. Francisco Javier Chavolla Ra-mos, Obispo de Toluca, en una Celebración Eucarística solemne realizada el 26 de enero en el patio principal de la sede de ese curso. En una emotiva homilía, Mons. Chavolla Ramos exhortó a los seminaristas a profundizar en el misterio de Dios con el corazón abierto y a compartir la misericor-dia del Señor con el prójimo.

Bendición de sotana

Cinco seminaristas egresados de la preparatoria del Colegio Alonso Manuel Escalante y Escalante recibie-ron la sotana en una Misa que fue presidida por elP. Francisco Gerardo Hernández O., mg, y concelebrada por varios Padres mg el domingo 16 de junio de 2013 en el Seminario Menor de Misioneros de Guadalupe.

Apostoladode la oración

Intención general:Por las personas agobiadas.

Que quienes se sienten agobiados hasta el extremo de desear el fin de su vida adviertan la cercanía

amorosa de Dios.

Intención misionera:Por la Jornada Misionera Mundial.

Que la Jornada Misionera Mundial nos anime a ser destinatarios y anunciadores de la Palabra de Dios.

Misioneros de GuadalupeCantera 29, Col. Tlalpan, Del. Tlalpan, cp 14000, México, df.

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