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OCTAVA DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR. LUNES 28. LOS SANTOS INOCENTES, MÁRTIRES CANTO ¡Qué gran maravilla produjo el amor! que Dios se hace hombre, un hombre que es Dios. ¡Qué gran maravilla produjo el amor! que Dios se hace hombre, un hombre que es Dios. Si entre la tierra y el cielo la distancia es infinita, Dios la salta con un paso en el seno de María. PRIMERA LECTURA Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 1,5-2,2 Queridos hermanos: Os anunciamos el mensaje que hemos oído a Jesucristo: Dios es luz sin tiniebla alguna. Si decimos que estamos unidos a él, mientras vivimos en las tinieblas, mentimos con palabras y obras. Pero, si vivimos en la luz, lo mismo que él está en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia los pecados. Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y no somos sinceros. Pero, si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará los pecados y nos limpiará de toda injusticia. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso y no poseemos su palabra. Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero. Palabra de Dios

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  • OCTAVA DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR.

    LUNES 28. LOS SANTOS INOCENTES, MÁRTIRES

    CANTO ¡Qué gran maravilla produjo el amor! que Dios se hace hombre, un hombre que es Dios. ¡Qué gran maravilla produjo el amor! que Dios se hace hombre, un hombre que es Dios. Si entre la tierra y el cielo la distancia es infinita, Dios la salta con un paso en el seno de María.

    PRIMERA LECTURA

    Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 1,5-2,2

    Queridos hermanos:

    Os anunciamos el mensaje que hemos oído a Jesucristo: Dios es luz sin tiniebla alguna. Si decimos

    que estamos unidos a él, mientras vivimos en las tinieblas, mentimos con palabras y obras. Pero, si

    vivimos en la luz, lo mismo que él está en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la

    sangre de su Hijo Jesús nos limpia los pecados.

    Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y no somos sinceros. Pero, si confesamos

    nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará los pecados y nos limpiará de toda

    injusticia. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso y no poseemos su palabra.

    Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue

    ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo

    por los nuestros, sino también por los del mundo entero.

    Palabra de Dios

  • La Iglesia no somos una comunidad de puros y perfectos que nunca han pecado, sino una

    comunidad que cree que sus pecados no son un obstáculo permanente para poder acercarnos a

    Dios. Como dirá san Pablo, donde hay pecado sobreabunda la gracia.

    Salmo responsorial: Salmo 123 Hemos salvado la vida como un pájaro de la trampa del cazador.

    Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, cuando nos asaltaban los hombres, nos habrían tragado vivos: tanto ardía su ira contra nosotros.

    Nos habrían arrollado las aguas, llegándonos el torrente hasta el cuello; nos habrían llegado hasta el cuello las aguas espumantes.

    La trampa se rompió, y escapamos. Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.

    Aleluya, aleluya.

    A ti, oh Dios, te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos.

    Ten ensalza la brillante multitud de los mártires, Señor

    EVANGELIO

    Lectura del santo Evangelio según San Mateo 2, 13-18

    Cuando se marcharon los Magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo:

    -"Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque

    Herodes va a buscar al niño para matarlo."

    José se levantó, cogió al niño y a su madre de noche; se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte

    de Herodes; así se cumplió lo que dijo el Señor por el Profeta:

    "Llamé a mi hijo para que saliera de Egipto."

    Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos

    años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de

    los magos.

    Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías:

    "Un grito se oye en Ramá llanto y lamentos grandes;

    es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven."

    Palabra del Señor

    La iniciativa es del Señor, se manifiesta a José, quien sigue los mandatos divinos.

    Dios saca adelante su proyecto. Ningún poder puede silenciar la palabra de Dios.

  • La sagrada familia es signo de la iglesia que guiada por la palabra divina saca adelante un proyecto

    que no es propio sino de Dios: el reino de Dios, la proclamación de la Buena Noticia.

    ORACIÓN DE LOS FIELES

    A ti, Señor Jesús, a quien los santos Inocentes de Belén confesaron, dando su vida por ti, te invocamos, diciendo:

    Tú que los hiciste dignos de participar en tu victoria, ayuda a tu Iglesia a perseverar en la lucha contra el mal.

    Tú que invitas a los niños- los primeros en el reino- a acercarse a ti, concédenos también a nosotros las actitudes requeridas de sencillez y disponibilidad.

    Tú que en tu infancia sufriste la persecución de Herodes y el destierro en Egipto, protege a los niños que sufren por el hambre, la guerra o la injusticia de los mayores.

    Te lo pedimos a ti, Señor Jesús, que asumiste la condición de niño desvalido y vives por los siglos de los siglos. Amén.

    CANTO OFERTORIO Navidad la palabra mágica, Navidad quiero repetir, Navidad quiero a todo el mundo en tu nombre hacerle feliz.

    CANTO DE COMUNIÓN

    Navidad, es Navidad, toda la tierra se alegra y se entristece la mar. Marinero, ¿a dónde vas? deja tus redes y reza, mira la estrella pasar. Marinero, marinero, haz de tu barca un altar. Marinero, marinero, porque llegó Navidad. Noches blancas de hospital dejad el llanto esta noche que el Niño está por llegar. Caminante sin hogar, ven a mi casa esta noche, que mañana Dios dirá. Caminante, caminante, deja tu alforja llenar, caminante, caminante, porque llegó Navidad. Ven, soldado, vuelve ya, para curar tus heridas, para prestarte la paz.

  • Navidad, es Navidad, toda la tierra se alegra y se entristece la mar. Tú que escuchas mi mensaje, haz de tu casa un altar, deja el odio y ven conmigo, porque llegó Navidad.

    ORACIÓN

    Lloramos, lloramos, Señor, porque nuestros hijos ya no tienen vida, se apagó su sonrisa y su llanto. ¿Por qué permitiste tanto dolor?

    Escucha nuestro grito en la noche, el dolor de tantas madres que lloran a sus hijos muertos en la inocencia de la vida. Fueron víctimas de la injusticia, del egoísmo atroz de los hombres, de los tiranos que todos llevamos en lo más profundo del corazón.

    Nosotros, Señor, no entendemos el dolor, no podríamos explicarlo. La Navidad también es recuerdo y nostalgia de los que se marcharon, de tantos "santos inocentes" que desde arriba, enviarán gracias como nieve para confortarnos en nuestras horas de dolor y agonía. Amén

    CANTO FINAL

    El camino que lleva a Belén, baja hasta el valle que la nieve cubrió; los pastorcillos quieren ver a su Rey, le traen regalos en su viejo zurrón, ropo-pon-pon, ropo-pon-pon. Ha nacido en un portal de Belén el Niño Dios. Yo quisiera poner a tus pies, algún presente que te agrade, Señor; mas tú ya sabes que soy pobre también, y no poseo más que un viejo tambor, ropo-pon-pon, ropo- pon-pon. En tu honor ante el portal tocaré yo mi tambor.

  • OCTAVA DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

    MARTES 29. SANTO TOMÁS BECKET, OBISPO Y MÁRTIR

    CANTO

    Nunca suenan las campanas con tan dulce claridad, como cantando las glorias de la hermosa Navidad. Es porque cantan la noche feliz, es porque cantan la noche sin par, en que Dios Niño ha nacido y en el mundo ha de reinar.

    PRIMERA LECTURA Lectura de la primera carta de San Juan 2,3-11

    Queridos hermanos:

    En esto sabemos que conocemos a Jesús: en que guardamos sus mandamientos.

    Quien dice: «Yo le conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está

    en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud.

    En esto conocemos que estamos en él.

    Quien dice que permanece en él debe caminar como él caminó.

    Queridos míos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que tenéis

    desde el principio. Este mandamiento antiguo es la palabra que habéis escuchado.

    Y, sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo —y esto es verdadero en él y en vosotros—,

    pues las tinieblas pasan, y la luz verdadera brilla ya.

    Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano está aún en las tinieblas. Quien ama a su

    hermano permanece en la luz y no tropieza. Pero quien aborrece a su hermano está en las

    tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe adónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.

    Palabra de Dios

  • El amor fraterno es el argumento para si nos hemos ajustado o no a la voluntad de Dios.

    El amor siempre es novedoso, imaginativo; por eso Dios es amor, porque siempre es creación

    nueva. En la medida que vamos creando un mundo nuevo (con gestos y palabras), nos parecemos

    al Señor.

    Salmo responsorial: Salmo 95 Alégrese el cielo, goce la tierra. Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra; cantad al Señor, bendecid su nombre. Proclamad día tras día su victoria. Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones. El Señor ha hecho el cielo; honor y majestad lo precede, fuerza y esplendor están en su templo.

    Aleluya, aleluya, aleluya. Lc 2, 32

    Luz para alumbrar a las naciones

    y gloria de tu pueblo Israel.

    EVANGELIO

    Lectura del Evangelio de san Lucas 2,22-35

    Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo

    llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo

    varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del

    Señor: «un par de tórtolas o dos pichones.»

    Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba

    el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo

    que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo.

    Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley,

    Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:

    «Ahora, Señor, según tu promesa,

    puedes dejar a tu siervo irse en paz.

    Porque mis ojos “han visto a tu Salvador”,

    a quien has presentado ante todos los pueblos:

    “luz para alumbrar a las naciones”

    y gloria de tu pueblo Israel».

    Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo, y dijo a

  • María, su madre:

    «Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de

    contradicción —y a ti misma una espada te traspasará el alma—, para que se pongan de manifiesto

    los pensamientos de muchos corazones».

    Palabra del Señor

    Simeón, movido por el Espíritu Santo (inquieto, buscador de Dios, quiere superar las limitaciones

    de la ley).

    “…ante todos los pueblos. Luz para alumbrar…”: el Salvador es para las gentes de todos los

    pueblos, y también para nosotros.

    “Una espada te traspasará el alma”: porque la salvación no se consigue por nuestros méritos ni

    esfuerzo, sino que es un regalo totalmente gratuito de Dios.

    María participaba de la expectación de los judíos (observancia de la ley); de ahí el dolor (espada)

    por un mundo y una mentalidad que se derrumban en María, y otra que se levanta nueva y

    transformadora, pues Dios hace acto de presencia. Navidad también en María y nosotros.

    ORACIÓN DE LOS FIELES Invoquemos al Señor Jesús y digámosle: Que nuestros ojos, Señor, vean tu salvación.

    Tú que eres la luz, ilumina a los que no te conocen.

    Tú que eres la gloria de tu pueblo, Israel, enaltece a tu Iglesia.

    Tú, el deseado de todas las naciones, contemplado por Simeón antes de morir, muéstrate a todos los que desean conocerte.

    Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén

    CANTO OFERTORIO En un portal, hoy en Belén, al mismo Dios, verás nacer. Hoy en Belén, en un portal, al mismo Dios, verás llorar.

    .

    CANTO DE COMUNIÓN

    En un portal hay un niño pequeño, con María, su madre, con su padre, José; gran revuelo han formado en el cielo, y en la tierra no saben lo que pasa en Belén. En Belén Dios nació y en el cielo lo saben muy bien. En la tierra sólo hay dos testigos: María y José Aquella noche lloraba la tierra, y en el cielo una estrella comenzó a sonreír, cuando Dios como un hombre cualquiera, estrenaba el misterio de nacer y morir.

  • El corazón de quien hizo los cielos, quiso darle a la tierra una prueba de amor, eligió un corazón como el nuestro, y en el pecho de un niño a latir comenzó. La humanidad esperaba al Mesías, rodeado de gloria, de esplendor y poder, Dios amó la humildad de María, y eligió la pobreza que abundaba en José.

    ORACIÓN Padre del amor, se amaron un día, una joven llamada María y un joven llamado José. Se amaron y fueron el primer noviazgo cristiano, la historia más bella de amor aunque sin música de fondo.

    Se amaron, Señor, porque tú amas y haces amar, incluso con un amor desconcertante. Ella quería ser virgen, para siempre propiedad de su Dios, y tú, además, la hiciste madre para ser propiedad de los hombres, para llamar por derecho a Dios "Hijo mío", y a todos los hombres "hijos míos".

    Él, José, amó renunciando a tener como propiedad a su mujer María, porque quiso entrar en la fe de su esposa nazarena, y asumió amar sin poseer, ser el pobre de Yavé, sin más consuelo que el aceptar ser la sombra del Padre y custodiar a Jesús y a María. Y se amaron tanto, que su amor fue siempre nuevo, como una mañana de verano.

    CANTO FINAL En el portal de Belén ha nacido un lucerico, le llamamos Niño-Dios y también mi Jesusico.

    Vamos todos a adorarle que no se quede solico,

  • que María y José nos lo dejan, amiguico.

    Los pastores de la tierra, le llevan miel y jamón, nosotros le llevaremos de nuestra jotica el son.

    A cantarle, a cantarle y a decirle cosas buenas, que penicas ya tendrá cuando Jesusico crezca.

  • OCTAVA DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

    MIÉRCOLES 30

    CANTO

    Mientras el hombre sufre cae la nieve, sin que el hombre que llora de ello se entere, sin que el hombre descubra al Dios que viene, nieva misericordia, cae la nieve. Escuchad es la hora de la misericordia. No halla el hombre consuelo a su dolor, la soledad desangra su corazón, pero aunque no lo sepa lo sabe Dios, y nieva sobre el hombre nieve de amor. Despertad es la hora de la misericordia.

    PRIMERA LECTURA

    Lectura de la primera carta de San Juan 2,12-17

    Os escribo, hijos míos, porque se os han perdonado vuestros pecados por su nombre.

    Os escribo, padres, porque conocéis al que es desde el principio.

    Os escribo, jóvenes, porque habéis vencido al Maligno.

    Os he escrito, hijos, porque conocéis al Padre.

    Os he escrito, padres, porque ya conocéis al que existía desde el principio.

    Os he escrito, jóvenes, porque sois fuertes y que la palabra de Dios permanece en vosotros, y

    habéis vencido al Maligno.

    No améis al mundo ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, no está en él el amor del

    Padre. Porque lo que hay en el mundo —la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los

  • ojos, y la arrogancia del dinero—, eso no procede del Padre, sino que procede del mundo. Y el

    mundo pasa, y su concupiscencia.

    Pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

    Palabra de Dios

    La novedad y frescura del mensaje del Señor ha cambiado la forma de ser y actuar en el mundo de

    los miembros de la comunidad (padres), dejando atrás caducas costumbres legalistas, por el

    evangelio siempre actual de Dios. Han sido renovados y por eso se les llama “hijos”, renacidos en la

    fe y el amor de Dios.

    Salmo responsorial: Salmo 95 Alégrese el cielo, goce la tierra.

    Familias de los pueblos, aclamad al Señor, aclamad la gloria y el poder del Señor; aclamad la gloria del nombre del Señor. Entrad en sus atrios trayéndole ofrendas. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado, tiemble en su presencia la tierra toda. Decid a los pueblos: «El Señor es rey: él afianzó el orbe, y no se moverá; él gobierna a los pueblos rectamente».

    Aleluya, aleluya, aleluya.

    El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros;

    a cuantos la recibieron, les da poder de ser hijos de Dios.

    EVANGELIO

    Lectura del santo Evangelio según san Lucas 2,36-40 En aquel tiempo, había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en

    años. De joven había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se

    apartaba del templo, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones noche y día. Presentándose en aquel

    momento, alababa también a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de

    Jerusalén.

    Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor, Jesús y sus padres volvieron a

    Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba creciendo y robusteciéndose, lleno de

    sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él.

    Palabra del Señor

    Ana, que arraigada en la institución, tiene la esperanza de que algo nuevo está sucediendo, algo se

    está poniendo en marcha; por eso alaba a Dios y habla del niño Jesús a todos los esperanzados.

  • ORACIÓN DE LOS FIELES

    Invoquemos a Cristo que nos trajo la nueva alianza.

    Cristo nacido del Padre antes de todos los siglos, danos vida con tu palabra.

    Cristo, Hijo de Dios Padre, que naciste en Belén, haz que tu Iglesia realice los planes del Padre, viviendo en pobreza.

    Cristo, Hijo de David, nacido del pueblo judío, enviado a todas las gentes, haz que Israel te reconozca como su Mesías, y todos los pueblos vean en ti la salvación.

    Te lo pedimos a ti, Salvador del mundo, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

    CANTO OFERTORIO Navidad la palabra mágica, Navidad quiero repetir, Navidad quiero a todo el mundo en tu nombre hacerle feliz.

    CANTO DE COMUNIÓN A Belén, por allí, amigo, ya no se va... ya no se va. Se va por la otra puerta de la ciudad. Se va por los caminos sin luz ni paz. Por esas negras casas de duro pan. Se va por las afueras de soledad. Se va por el respeto, por la igualdad. Por la verdad más clara y la libertad. Se va por la justicia y la caridad. Por la limosna sola ya no se va. Por el amor sincero, así se va. Se va por todo el mundo, bien claro está. Porque hoy Belén es toda la humanidad. Que siempre en este mundo es Navidad.

    ORACIÓN Oh niño que estás naciendo y que ya naces llorando, pienso que estás preparando lo que has de sufrir viviendo. Mas puedes reír pensando que vas a ser redentor de todo un pueblo maldito. Y que tu dolor durará poquito. Yo sé bien que pasaréis por el mundo sin amor y en el hombre encontraréis un bien necio pagador.

  • Sé que os matarán en flor, mi niño chiquito. Mas este dolor durará poquito. Os llevarán a la cruz y con ella pagarán el haber sido su luz. Sé que os atravesarán el costado sin amor. Y que no os comprenderán, mi Dios pequeñito. Mas este dolor durará poquito. Pensad que volveréis de la orilla de la muerte y que seréis el más fuerte cuando resucitaréis. Las llagas nos mostraréis como el triunfo del amor, como un recuerdo bendito. Y todo el dolor durará poquito.

    CANTO FINAL Navidad es esperanza, Navidad es alegría, Navidad es el camino que recorres cada día. Navidad es cercanía, Navidad es comprensión, Navidad es el camino que recorres sin pasión.

    Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz y bien, son los cánticos del cielo que se escuchan en Belén. Gloria a Dios en las alturas y en la tierra al hombre paz, es el grito jubiloso que nos trae la Navidad. Navidad no tiene días como no los tiene el sol, permanece iluminando y ofreciéndonos calor. Navidad no tiene hora como no la tiene Dios, siempre está junto a nosotros ofreciéndonos su amor.

  • OCTAVA DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR

    JUEVES 31

    CANTO

    Mientras el hombre sufre cae la nieve, sin que el hombre que llora de ello se entere, sin que el hombre descubra al Dios que viene, nieva misericordia, cae la nieve. Escuchad es la hora de la misericordia. No halla el hombre consuelo a su dolor, la soledad desangra su corazón, pero aunque no lo sepa lo sabe Dios, y nieva sobre el hombre nieve de amor. Despertad es la hora de la misericordia.

    PRIMERA LECTURA

    Lectura de la primera carta de San Juan 2,18-21

    Hijos míos, es la última hora. Habéis oído que iba a venir un anticristo; pues bien, muchos anticristos han aparecido, por lo cual

    nos damos cuenta de que es la última hora.

    Salieron de entre nosotros, pero no eran de los nuestros. Si hubiesen sido de los nuestros, habrían

    permanecido con nosotros. Pero sucedió así para poner de manifiesto que no todos son de los

    nuestros.

    En cuanto a vosotros, estáis ungidos por el Santo, y todos vosotros lo conocéis.

    Os he escrito, no porque desconozcáis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna

    mentira viene de la verdad.

    Palabra de Dios

    “El Anticristo”, quien niega al Señor y su misión en medio de la gente.

    “…el momento final”, no podemos vivir, si somos creyentes, si un opción clara por Dios; por eso hay que

    tomar la decisión ya y ser testigos ahora en nuestro medio.

    Tenemos que ser amigos de Jesús en verdad y nunca a medias tintas. El Señor nos quiere fríos o

    calientes, nunca tibios.

  • Salmo responsorial Sal. 95 Alégrese el cielo, goce la tierra.

    Cantad al Señor un cántico nuevo. cantad al Señor, toda la tierra; cantad al Señor, bendecid su nombre, proclamad día tras día su victoria.

    Alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar y cuanto lo llena; vitoreen los campos y cuanto hay en ellos, aclamen los árboles del bosque.

    Delante del Señor, que ya llega, ya llega a regir la tierra: regirá el orbe con justicia y los pueblos con fidelidad.

    Aleluya, aleluya, aleluya.

    El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros;

    a cuantos la recibieron,

    les da poder de ser hijos de Dios.

    EVANGELIO

    Lectura del Evangelio de san Juan 1,1-18

    En el principio ya existía el Verbo,

    y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.

    Él estaba en el principio junto a Dios.

    Por medio de él se hizo todo,

    y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.

    En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.

    Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.

    Surgió un hombre enviado por Dios,

    que se llamaba Juan: éste venía como testigo,

    para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él.

    No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.

    El Verbo era la luz verdadera que alumbra a todo hombre viniendo al mundo.

    En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él,

    y el mundo no le conoció.

    Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron.

    Pero a cuantos lo recibieron,

    les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre.

    Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne,

    ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.

    Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros,

    y hemos contemplado su gloria:

  • gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.

    Juan da testimonio de él y grita diciendo:

    - "Este es de quien dije: el que viene detrás de mí,

    se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo."

    Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia;

    porque la ley se dio por medio de Moisés,

    la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.

    A Dios nadie lo ha visto jamás:

    Dios unigénito, que está en el seno del Padre,

    es quien lo ha dado a conocer. Palabra del Señor

    Dios se hace palabra, se encarna, inaugura una historia nueva, es luz entre nosotros. Dios también

    se hace palabra en nosotros, se encarna en la comunidad, en ti, nos quiere protagonistas de una

    historia de salvación; también quiere que seamos un poco luz en la vida de los otros, para que El

    ponga su morada en corazones fríos, sane los rotos… Cuenta para ello con nosotros.

    ORACIÓN DE LOS FIELES Invoquemos a Cristo que nos trajo la nueva alianza.

    Cristo nacido del Padre antes de todos los siglos, danos vida con tu palabra.

    Cristo, Hijo de Dios Padre, que naciste en Belén, haz que tu Iglesia realice los planes del Padre, viviendo en pobreza.

    Cristo, Hijo de David, nacido del pueblo judío, enviado a toda las gentes, haz que Israel te reconozca como su Mesías, y todos los pueblos vean en ti la salvación.

    Te lo pedimos a ti, Salvador del mundo, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

    OFERTORIO Navidad la palabra mágica, Navidad quiero repetir, Navidad quiero a todo el mundo en tu nombre hacerle feliz.

  • CANTO DE COMUNIÓN A Belén, por allí, amigo, ya no se va... ya no se va. Se va por la otra puerta de la ciudad. Se va por los caminos sin luz ni paz. Por esas negras casas de duro pan. Se va por las afueras de soledad. Se va por el respeto, por la igualdad. Por la verdad más clara y la libertad. Se va por la justicia y la caridad. Por la limosna sola ya no se va. Por el amor sincero, así se va. Se va por todo el mundo, bien claro está. Porque hoy Belén es toda la humanidad. Que siempre en este mundo es Navidad.

    ORACIÓN Oh niño que estás naciendo Os llevarán a la cruz y que ya naces llorando, y con ella pagarán pienso que estás preparando el haber sido su luz. lo que has de sufrir viviendo. Sé que os atravesarán Mas puedes reír pensando el costado sin amor. que vas a ser redentor Y que no os comprenderán, de todo un pueblo maldito. mi Dios pequeñito. Y que tu dolor Mas este dolor durará poquito. durará poquito. Yo sé bien que pasaréis Pensad que volveréis por el mundo sin amor de la orilla de la muerte y en el hombre encontraréis y que seréis el más fuerte un bien necio pagador. cuando resucitaréis. Sé que os matarán en flor, Las llagas nos mostraréis mi niño chiquito. como el triunfo del amor, Mas este dolor como un recuerdo bendito. durará poquito. Y todo el dolor durará poquito.

    CANTO FINAL Navidad es esperanza, Navidad es alegría, Navidad es el camino que recorres cada día. Navidad es cercanía, Navidad es comprensión,

  • Navidad es el camino que recorres sin pasión. Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz y bien, son los cánticos del cielo que se escuchan en Belén. Gloria a Dios en las alturas y en la tierra al hombre paz, es el grito jubiloso que nos trae la Navidad. Navidad no tiene días como no los tiene el sol, permanece iluminando y ofreciéndonos calor. Navidad no tiene hora como no la tiene Dios, siempre está junto a nosotros ofreciéndonos su amor.

  • Santa María, Madre de Dios

    CANTO Siempre que digo madre, voy diciendo tu nombre, siempre que pido ayuda, te estoy llamando a ti, siempre que siento gozo, es que en ti estoy pensando, con tu nombre en los labios me acostumbro a dormir. Siempre que digo, madre, es que digo María, siempre que digo, madre, voy cantando tu amor. Digo tu nombre y nombro a mi mejor amiga, María, madre mía, y madre del Señor. Siempre que yo te canto, es mi canto alabanza, siempre que yo te rezo, es himno mi oración, siempre que yo te hablo, es mi voz alabanza, y tu nombre yo llevo, siempre en mi corazón.

    Estrenar año nuevo deseando la BENDICION de Dios.

    Jesucristo es la bendición dada por Dios a la Humanidad.

    "En él serán benditas todas las naciones."

    PRIMERA LECTURA

    Lectura del Libro de los Números 6,22-27

    El Señor habló a Moisés:

    - «Di a Aarón y a sus hijos:

    Ésta es la fórmula con que bendeciréis a los hijos de Israel:

    "El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor.

    El Señor te muestre su rostro y te conceda la paz."

    Así invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel y yo los bendeciré.»

    Palabra de Dios

  • Salmo responsorial: Salmo 66, 2-3. 5-6. 8 El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación.

    Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones de la tierra.

    Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe.

    Jesús, no solamente nos salva

    sino que nos hace " entrar" en la "familia de Dios".

    SEGUNDA LECTURA

    Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 4, 4-7

    Hermanos:

    Cuando llegó la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley,

    para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos la adopción filial..

    Como sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: «¡Abba! Padre.»

    Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios.

    Palabra de Dios

    Aleluya, Aleluya, aleluya. Hebreos 1,1-2

    En distintas ocasiones habló Dios antiguamente

    a nuestros padres por los profetas.

    Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo.

    EVANGELIO

    Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 16-21

    En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo hacia Belén y encontraron a María y a José, y al

    niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño.

    Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores. María, por su parte,

    conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.

  • Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto,

    conforme a lo que se les había dicho.

    Cuando cumplieron los ocho días, para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo

    había llamado el ángel antes de su concepción.

    Palabra del Señor

    -"Los pastores fueron corriendo": impacientes por comprobar la realidad de la salvación que les han

    anunciado. (Actitud de búsqueda). Quien busca, como los pastores, encuentra a Dios.

    Ellos estaban en vela, atentos, activos.

    Hay quien se cierra a Dios, al amor (habitantes de Belén), que continúan dormidos después de

    escuchar la gran noticia.

    -“Se admiraban de lo que decían los pastores”: lo que se vive se comunica.

    Si nuestra vida de fe se queda dentro del templo, si no vemos el interés de hacer conocer al otro la

    fe, el amor; si pensamos que la fe no vale tanto o no importa mucho para la vida, no hemos

    descubierto a Dios.

    -“María conservaba estas cosas en su corazón”: recordar el amor de Dios, guardarlo en nuestro

    corazón, hacerlo vida, fiarse de Dios, vivirlo como un tesoro, entusiasmarse con los planes del

    Señor…

    -“Los pastores volvieron dando gloria a Dios”: han encontrado al Señor y descubierto que la gloria de

    Dios es el bien y la felicidad de todos sus hijos.

  • La paz es una tarea:

    De todos y de cada uno: responsabilidad común.

    Consecuencia del bien común: respeto y dignidad personal, cultura solidaria, bienes compartidos,

    sociedad justa.

    Está amenazada por el egoísmo y el pecado.

    No es una cosa del todo hecha sino perpetuo quehacer.

    ORACIÓN DE LOS FIELES

    Por medio de María, Reina de la Paz, pedimos la bendición de Dios.

    En María, tu madre, bendícenos, Señor.

    -Que la Iglesia, al venerar hoy a María como Madre de Dios, recuerde su deuda con la

    promoción y dignificación de la mujer.

    -Que así como María supo escuchar y guardar en su corazón el mensaje de los pastores, sepamos

    también nosotros escuchar con respeto y valorar los mensajes que nos llegan de los pobres

    de la tierra.

    -Por todos los que sufren la falta de paz, para que Dios mueva el corazón de los que tienen

    poder para decidir la paz.

    -Bendícenos, Señor, con los frutos de paz que vino a traernos tu Hijo, Jesucristo. Amén

    CANTO OFERTORIO Venid, venid fieles, que sentís el gozo, de ver el gran día de paz y amor. El Rey del cielo a Belén desciende. Postrémonos humildes delante del Dios hombre, venid y adoremos al Rey y Señor.

    Buscando el pesebre dejan los rebaños, pastores que oyeron la buena de Dios. También nosotros a Belén corramos. El Rey de la gloria se hace siervo humilde, en la carne esconde su eterno esplendor. Un Dios se viste con pañal humilde.

    CANTO DE COMUNIÓN ¿Qué tendrá lo pequeño? ¿Qué tendrá cuando Dios se hace Niño en un portal? ¿Qué tendrá lo pequeño, para poder a Dios enamorar? ¿Qué tendrá lo pequeño? ¿Qué tendrá, si los ángeles vienen a avisar,

  • -qué tendrá lo pequeño- a los pastores en primer lugar? ¿Qué tendrá lo pequeño? ¿Qué tendrá, si una estrella ha bajado hasta el portal? ¿Qué tendrá lo pequeño cuando vienen los Magos a adorar? ¿Qué tendrá lo pequeño? ¿Qué tendrá, cuando Jesús ensalza la humildad, -qué tendrá lo pequeño- si escoge Nazaret para habitar? ¿Qué tendrá lo pequeño? ¿Qué tendrá cuando Dios se hace carne y se hace pan, qué tendrá lo pequeño cuando baja al pesebre y al altar? ¿Qué tendrá lo pequeño? ¿Qué tendrá, pues al reino de Dios se puede entrar, -qué tendrá lo pequeño- si os hacéis como niños de verdad?

    ORACIÓN Señor, danos tu paz, siembra la paz en la tierra donde aún la guerra tiene derecho de ciudadanía. Señor, ayúdanos a construirla desde la justicia, desde el amor. Derrama, Cristo, palomas blancas en nuestro mundo, agonizante de violencia, de insolidaridad. Envía pronto, Señor del universo, bombas con aromas de flores para que estalle la paz y la guerra se estudie en los libros del pasado. Queremos, Señor, la paz para defender la vida, la vida de los que no les dejan nacer, la vida de los maltratados, de los condenados a muerte. No más guerras, Señor, no más violencia y discordias. Si entre los países existen enemistades, que se pongan castigados de rodillas y aprendan la lección, con la paz no se pierde nada, con la guerra todo. Amén. CANTO FINAL A Belén, por allí, amigo, ya no se va... ya no se va.

  • Se va por la otra puerta de la ciudad. Se va por los caminos sin luz ni paz. Por esas negras casas de duro pan.

    Se va por las afueras de soledad. Se va por el respeto, por la igualdad. Por la verdad más clara y la libertad.

    Se va por la justicia y la caridad. Por la limosna sola ya no se va. Por el amor sincero, así se va.

    Se va por todo el mundo, bien claro está. Porque hoy Belén es toda la humanidad. Que siempre en este mundo es Navidad.

    ¡¡¡Feliz Año Nuevo!!!

  • 2 de Enero Conmemoración de la venida de la Virgen a Zaragoza

    (Y después ponemos las lecturas que corresponden al día)

    CANTO

    Siempre que digo madre, voy diciendo tu nombre, siempre que pido ayuda, te estoy llamando a ti, siempre que siento gozo, es que en ti estoy pensando, con tu nombre en los labios me acostumbro a dormir.

    Siempre que digo, madre, es que digo María, siempre que digo, madre, voy cantando tu amor. Digo tu nombre y nombro a mi mejor amiga, María, madre mía, y madre del Señor.

    PRIMERA LECTURA

    Lectura del libro del apocalipsis 21, 1-7

    Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva,

    porque el primer cielo y la primera tierra han pasado y el mar ya no existe.

    Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén,

    que descendía del cielo, enviada por Dios,

    arreglada como una novia que se adorna para su esposo.

    Y escuché una voz potente que decía desde el trono:

    Esta es la morada de Dios con los hombres, acampará entre ellos.

    Ellos serán su pueblo y Dios estará con ellos.

    Enjugará las lágrimas de sus ojos.

    Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor.

    Porque el primer mundo ha pasado.

    Y el que estaba sentado en el trono dijo:

    -"Todo lo hago nuevo.

    Palabra de Dios

  • Cada persona, la familia, la iglesia…, es la morada de Dios; el Señor que se encarna hoy en

    nosotros, somos presencia suya en nuestra vida, presencia activa y transformadora para cambiar

    el rumbo de la historia.

    Y de cada uno quiere hacer una criatura nueva, a su imagen y semejanza.

    “Todo lo hago nuevo”, atrás queda el mal, pecado…, porque todo ello ha sido eliminado por Dios. Salmo responsorial: Judit 13, 18-19 Tú eres el orgullo de nuestro pueblo. El Señor te ha bendecido, hija nuestra, más que a todas las mujeres de la tierra. Bendito el Señor, creador de cielo y tierra. Tú eres el orgullo de nuestro pueblo. El Señor ha glorificado tu nombre: por eso, los que en adelante guarden memoria de esta obra poderosa de Dios, conservaran tu esperanza en el corazón.

    Aleluya, aleluya, aleluya.

    Dios te salve, Santa María, templo de justicia,

    templo de piedad para nosotros, pecadores.

    Dios te salve, templo lleno del Espíritu Santo, que el Padre eligió para el Hijo.

    EVANGELIO

    Lectura del santo Evangelio según San Lucas 1, 26-38

    En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a

    una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba

    María.

    El ángel, entrando en su presencia, dijo:

    -"Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo."

    Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.

    El ángel le dijo:

    -"No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz

    un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le

    dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá

    fin."

    Y María dijo al ángel:

    -¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?"

    El ángel le contestó:

  • -"El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el

    Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su

    vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada

    hay imposible."

    María contestó:

    -"Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra."

    Y la dejó el ángel.

    Palabra del Señor

    El Señor irrumpe en la vida de María con la propuesta de ser la madre de Jesús, de una vida

    fecunda en su tiempo; y también el Señor quiere entrar en nuestra vida para hacer una historia

    diferente. María le dijo a Dios que sí, ¿y nosotros?

    ORACIÓN DE LOS FIELES Proclamemos la grandeza de Dios, que ha querido que la Virgen María participara en la gloria de Jesucristo, -haz que todos tus hijos deseen esta misma gloria y caminen hacia ella. Tú que nos diste a María por madre, concede, por su mediación, salud a los enfermos, consuelo a los tristes, perdón a los pecadores, -y a todos abundancia de salud y paz. Tú que hiciste de María la llena de gracia, -concede la abundancia de tu gracia a todas las personas.

    Haz, Señor, que tu Iglesia tenga un solo corazón y una sola alma por el amor, -y que todos los fieles perseveren unánimes en la oración con María, la madre de Jesús. Tú que coronaste a María como reina del cielo, -haz que los difuntos puedan alcanzar, con todos los santos, la felicidad de tu reino.

    CANTO OFERTORIO

    Venimos a ofrecerte, los frutos de nuestra tierra, racimos de nuestras vides, espigas de nuestras eras. De la viña y del secano, de la huerta y del trigal, recogemos estos frutos que traemos a tu altar. Mira por nuestras cosechas del Alto y Bajo Aragón, la Ribera, el Somontano, los Monegros y el Jalón. Y junto con los esfuerzos y sudores del rastrojo, te ofrecemos nuestras vidas en apretado manojo. Este trigo y este vino que cultivó el labrador, para nosotros serán pan y bebida de salvación.

  • CANTO DE COMUNIÓN A tu mesa, Señor, nos convidas, a gozar de tu Vino y tu Pan; pan y vino de vides y espigas, son tu propia vida, son nuestra unidad. Tus manos de amigo nos parten tu Pan, y así compartimos el gozo de la unidad. Es tu Pan alimento y vigor, del hombre que se une contigo en la comunión. Tu Cuerpo y Sangre, Señor, El Señor nos asegura son alimento de vida, que el que come de su Carne, amasado con el fruto tendrá abundancia de vida, de la vid y de la espiga, y no pasará más hambre, de la vid y de la espiga, y no pasará más hambre tu Cuerpo y Sangre, Señor. el Señor nos asegura. En tu mesa hay pan blanco y reciente, y hay un vino que alegra y enciende, y nosotros gozosos venimos, a brindar en tu nombre contigo.

    ORACIÓN Santa María del Pilar, escucha nuestra plegaria, al celebrar tu fiesta, Madre de Dios y madre de los hombres Reina y Señora. Tú la alegría y el honor del pueblo, eres dulzura y esperanza nuestra: desde tu trono, miras, guardas, velas, Madre de España. Árbol de vida, que nos diste a Cristo, fruto bendito de tu seno virgen, ven con nosotros hasta que lleguemos contigo al puerto.

    Esa columna, sobre la que posa leve sus plantas tu pequeña imagen, sube hasta el cielo, puente, escala, guía de peregrinos. Cantan tus glorias las generaciones, todas te llaman bienaventurada, la roca firme, junto al Ebro enhiesta, gastan los besos. Abre tus brazos virginales, Madre, vuelve tus ojos misericordiosos, tiende tu manto, que nos acogemos bajo tu amparo.

  • CANTO FINAL Virgen santa, Madre mía, luz hermosa, claro día, que la tierra aragonesa te dignaste visitar. (bis) Este pueblo que te adora, de tu amor favor implora, y te aclama y te bendice, abrazado a tu pilar. (bis) Pilar sagrado, faro esplendente, rico presente de caridad. Pilar bendito, trono de gloria, tú a la victoria nos llevarás, tú a la victoria nos llevarás. Cantad, cantad, himnos de honor y de alabanza; cantad, cantad, a la Virgen del Pilar. (bis) Cantad, cantad, a la Virgen del Pilar.

  • Lecturas correspondientes al día 2 de enero

    PRIMERA LECTURA

    Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 2,22-28

    Queridos hermanos:

    ¿Quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ese es el anticristo, el que niega

    al Padre y al Hijo. Todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre. Quien confiesa al Hijo posee

    también al Padre.

    En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros. Si permanece

    en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el

    Padre; y esta es la promesa que él mismo nos hizo: la vida eterna.

    Os he escrito esto respecto a los que tratan de engañaros. Y en cuanto a vosotros, la unción que de

    él habéis recibido permanece en vosotros, y no necesitáis que nadie os enseñe. Pero como su

    unción os enseña acerca de todas las cosas —y es verdadera y no mentirosa—, según os enseñó,

    permaneced en él.

    Y ahora, hijos, permaneced en él para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y no

    quedemos avergonzados lejos de él en su venida.

    Palabra de Dios Salmo responsorial: Salmo 97 Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios. Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas. Su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. El Señor da a conocer su salvación, revela a las naciones su justicia. Se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. Los confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad.

    Aleluya, aleluya, aleluya. Hebreos 1,1-2

    En muchas ocasiones habló Dios antiguamente

    a los padres por los profetas.

    En esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo.

  • EVANGELIO

    Lectura del santo Evangelio según san Juan 1,19-28

    Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a

    que le preguntaran:

    «¿Tú quién eres?»

    Él confesó y no negó; confesó:

    «Yo no soy el Mesías».

    Le preguntaron:

    «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?».

    Él dijo:

    «No lo soy».

    «¿Eres tú el Profeta?».

    Respondió: «No».

    Y le dijeron:

    «¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de

    ti mismo?».

    Él contestó:

    «Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanad el camino del Señor”, como dijo el profeta

    Isaías».

    Entre los enviados había fariseos y le preguntaron:

    «Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?».

    Juan les respondió:

    «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí,

    y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia».

    Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan estaba bautizando.

    Palabra del Señor