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En esa ciudad dirige en 1919 su primer film: H albblut, una película pro- ducida por la entonces pode. rosa DECLA, compañía que le había ofrecido con ante· rioridad la realización de El gabinete del doctor Caligari, pero que, a causa de las duo dosas opiniones del novel di· rector sobre el expresionismo, fue finalmente encomendada a Robert Wiene. De todas formas Lang se había influen· ciado grandemente por ese estilo. De su etapa expresio- nista resultan: Las tres luces (1922), El doctor Mabuse espía (1922), y Los nibelun· gas ( 1923-1924, compuesta por Sigfrido y La venganza de K rimilda). Poco más taro de Lang dirige, en un estilo más personal aunque todavía no completamente liberado del expresionismo: Metrópo- lis (1926), Espías (1927), La mujer en la luna (1928), Y M. el maldito (1931). Todas ellas obras fundamentales. El cine alemán nunca había co- . CIne fritz lang: los films: son mI vida por Juan Guerrero Este año ha sido particular- mente afortunado para los aficionados al buen cine, ya que últimamente hemos teni- do la suerte de ver, en t re otras joyas de la cinematogra- fía y en una sola temporada, una buena parte de la obra de Fritz Lang. Gracias a los esfuerzos de la Dirección Ge- neral de Difusión Cultural de la UNAM a través de los cine-clubes de la Casa del Lago y de la Universidad, se han exhibido en los últimos meses once de las más carac- terísticas obras de Lang: M e- trópolis, Sólo vivimos una vez, El tigre de Bengala, La tum- ba india, Tempestad de pa- siones, Mientras la ciudad duerme, A capa y espada, Más allá de la duda, Los so- bornados, El diabólico doctor Mabuse y La venganza de Krimilda (en el Centro Uni- versitario de Estudios Cinema- tográficos). La exhibición de estas obras permite, a los amantes del cine, tener una visión más completa de las diferentes etapas de la obra de Lang. Fritz Lang nació en Viena, Austria, en 1890; proveniente de una acomodada familia Clan han quedado bien defi- nidos en la propia designación japonesa de Ukiyo-e, cuya traducción más o menos lite- ral sería: "el arte de las for- mas del mundo flotante"; o sea la representación del mundo en movimiento. El ar- te de la vida mundana; de lo banal y pasajero, en contra- posición al arte de lo perma- nente e inmutable. Es decir, el arte precisamente del am- biente sofisticado de la gran ciudad. La representación de lo teatral; de lo espectacular pero transitorio. Y la temá- tica del Ukiyo-e o sea de la estampa japonesa a color -surgida en la época feudal de los shogunes Tokugawa- era precisamente la del gran teatro popular; con sus esce- narios cambiantes, con el ca- rácter mutable de sus perso- najes, o la vida suntuosa y espectacular pero i n e s t a b I e y finita de la cortesana y del noble; o la inquieta y aven- tu re ra del vagabundo, del guerrero o del héroe. Todo ese mundo cambian- te y fugaz tiene, a mi modo de ver, su moderno equiva- lente, su contrapartida, en la visión alucinada y fragmen- taria que Sakai nos presenta de la vida contemporánea de la gran urbe; flotante y pa- sajera también -sólo que ahora a ritmo vertiginoso--- con sus sensuales heroínas del billboard y del pin-up; su ex- mitografía, con sus hé- roes, sus ídolos de papel y de vinilo, y su visión de un mun- do material y pragmático, en colores rutilantes o explosi- vos; unas veces pegado a los ojos como un microcosmos, otras cercano o inminente pe- ro siempre ubicuo siempre avasallador, a dimensión de cajetilla de cerillos o a escala de pantalla panorá- mica. Sakai se manifiesta pues, al lograr esa admirable trans- posición, un artista de su tiempo, agudo y analítico; consciente por un lado de un pasado que todavía corre por sus venas y, por otro, de un presente innegable y pertur- bador que a cada momento se transforma en futuro. grándolas sin brusquedad, a secuencias visuales de carác- ter kinético logradas median- te el collage de figuras impre- sas en color. En casi todas sus obras Sa- kai aplica este recurso con gran finura. Un buenejem- plo es Homenaje a Juan Gris, en donde su empleo resulta en una combinación fe 1 i z- mente lograda que pertenece, por un lado, al mundo de la nitidez y precisión formal del grabado o de la tipografía y por otro, al complementario de una pintura que se tradu- ce en formas libres y flotan- tes, de una fina coloración, semejantes a las que caracte- rizaron el mejor momento del cubismo lírico de Braque o de Gris. En La franja rota, la com- posición es menos rigurosa que en otras pinturas. Hay mayor lirismo; mayor fluidez de la forma. Una gran franja bermellón, extendida con li- beralidad a través de todo el papel, rompe la simetría ver- tical establecida por unos tra- de a s p e c t o caligráfico. Bajo esos elementos, se alo- ja una forma de tonos con- trastados de negro profundo y fino gris, subrayado por una serie de círculos en fila, a manera de remaches. En otras obras vuelve a in- corporar ---como en la ante- rior exposición- ciertos ma- tices propios de la pintura japonesa: malvas o dorados, o los bermellones o negros de la laca. Y como una nota o toque nostálgico, agrega de vez en vez algún enigmático ,glifo, evocador de ese arte. Creo que su pintura es una feliz conjunción del espíritu inquieto e indagador del arte contemporáneo de Occidente y del refinado gusto de la es- tética oriental. Profundizando más, veo que en ciertas la clave de toda la estructura formal y colorística parece ser el blanco total y puro en tor- no del cual, como en torno de una potente lámpara, se agrupa un mundo de elemen- tos visibles. El contenido y sentido de su obra se acerca, creo yo, en buen número de ejemplos, a ese género del arte japonés que tanto influyó en la mo- derna pintura europea, sobre todo en la de la etapa impre- sionista: me refiero a la estampa cuyo carácter y fun- tl¡ '11 ;1 o

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inquietudes. En 1909, ea"gica, toma contacto por~mera vez con el cine, ÍnftlllDque lo fascipa desdé el pri.mer instante. Sin embargo,sus ambiciones cinematográ.ficas se ven truncadas Con eladvenimiento de la primeraGuerra Mundial. Fritz Langtiene que regresar a su patriapara incorporarse a la arma·da de su país. Casi al Íinai dela guerra, el teniente Langes herido seriamente en cam·paña y enviado al hospital.En esa época conflictiva de·cide hacerse guionista decine: sus inquietudes habíanfecundado.

Fritz Lang conoce en 1917,a Joe May y a Thea van Har·bou (posteriormente su espo·sa), con quienes escribe suprimer guión. Con ese trabajologra ser contratado como arogumentista por la DECLA, yel inquieto vienés parte paraBerlín. En esa ciudad dirigeen 1919 su primer film:H albblut, una película pro­ducida por la entonces pode.rosa DECLA, compañía quele había ofrecido con ante·rioridad la realización de Elgabinete del doctor Caligari,pero que, a causa de las duodosas opiniones del novel di·rector sobre el expresionismo,fue finalmente encomendadaa Robert Wiene. De todasformas Lang se había influen·ciado grandemente por eseestilo. De su etapa expresio­nista resultan: Las tres luces(1922), El doctor Mabuseespía (1922), y Los nibelun·gas (1923-1924, compuestapor Sigfrido y La venganzade K rimilda). Poco más tarode Lang dirige, en un estilomás personal aunque todavíano completamente liberadodel expresionismo: Metrópo­lis (1926), Espías (1927), Lamujer en la luna (1928), YM. el maldito (1931). Todasellas obras fundamentales. Elcine alemán nunca había co-

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fritz lang:los films:

sonmI vida

porJuan Guerrero

Este año ha sido particular­mente afortunado para losaficionados al buen cine, yaque últimamente hemos teni­do la suerte de ver, en t reotras joyas de la cinematogra­fía y en una sola temporada,una buena parte de la obrade Fritz Lang. Gracias a losesfuerzos de la Dirección Ge­neral de Difusión Culturalde la UNAM a través de loscine-clubes de la Casa delLago y de la Universidad, sehan exhibido en los últimosmeses once de las más carac­terísticas obras de Lang: M e­trópolis, Sólo vivimos una vez,El tigre de Bengala, La tum­ba india, Tempestad de pa­siones, Mientras la ciudadduerme, A capa y espada,Más allá de la duda, Los so­bornados, El diabólico doctorMabuse y La venganza deKrimilda (en el Centro Uni­versitario de Estudios Cinema­tográficos). La exhibición deestas o b r a s permite, a losamantes del cine, tener unavisión más completa de lasdiferentes etapas de la obrade Lang.

Fritz Lang nació en Viena,Austria, en 1890; provenientede una acomodada familia

Clan han quedado bien defi­nidos en la propia designaciónjaponesa de Ukiyo-e, cuyatraducción más o menos lite­ral sería: "el arte de las for­mas del mundo flotante"; osea la representación delmundo en movimiento. El ar­te de la vida mundana; de lobanal y pasajero, en contra­posición al arte de lo perma­nente e inmutable. Es decir,el arte precisamente del am­biente sofisticado de la granciudad. La representación delo teatral; de lo espectacularpero transitorio. Y la temá­tica del Ukiyo-e o sea de laestampa japonesa a color-surgida en la época feudalde los shogunes Tokugawa­era precisamente la del granteatro popular; con sus esce­narios cambiantes, con el ca­rácter mutable de sus perso­najes, o la vida suntuosa yespectacular pero i n e s t a b I ey finita de la cortesana y delnoble; o la inquieta y aven­tu re r a del vagabundo, delguerrero o del héroe.

Todo ese mundo cambian­te y fugaz tiene, a mi modode ver, su moderno equiva­lente, su contrapartida, en lavisión alucinada y fragmen­taria que Sakai nos presentade la vida contemporánea dela gran urbe; flotante y pa­sajera también -sólo queahora a ritmo vertiginoso--­con sus sensuales heroínas delbillboard y del pin-up; su ex­ten~a mitografía, con sus hé­roes, sus ídolos de papel y devinilo, y su visión de un mun­do material y pragmático, encolores rutilantes o explosi­vos; unas veces pegado a losojos como un microcosmos,otras cercano o inminente pe­ro siempre ubicuo siempreavasallador, a dimensión decajetilla de cerillos o a escalagi~ante de pantalla panorá­mica.

Sakai se manifiesta pues, allograr esa admirable trans­posición, un artista de sutiempo, agudo y analítico;consciente por un lado de unpasado que todavía corre porsus venas y, por otro, de unpresente innegable y pertur­bador que a cada momento setransforma en futuro.

grándolas sin brusquedad, asecuencias visuales de carác­ter kinético logradas median­te el collage de figuras impre­sas en color.

En casi todas sus obras Sa­kai aplica este recurso congran finura. Un buenejem­plo es Homenaje a Juan Gris,en donde su empleo resultaen una combinación fe 1i z­mente lograda que pertenece,por un lado, al mundo de lanitidez y precisión formal delgrabado o de la tipografía ypor otro, al complementariode una pintura que se tradu­ce en formas libres y flotan­tes, de una fina coloración,semejantes a las que caracte­rizaron el mejor momento delcubismo lírico de Braque ode Gris.

En La franja rota, la com­posición es menos rigurosaque en otras pinturas. Haymayor lirismo; mayor fluidezde la forma. Una gran franjabermellón, extendida con li­beralidad a través de todo elpapel, rompe la simetría ver­tical establecida por unos tra­zo~. de a s p e c t o caligráfico.Bajo esos elementos, se alo­ja una forma de tonos con­trastados de negro profundoy fino gris, subrayado poruna serie de círculos en fila,a manera de remaches.

En otras obras vuelve a in­corporar ---como en la ante­rior exposición- ciertos ma­tices propios de la pinturajaponesa: malvas o dorados,o los bermellones o negros dela laca. Y como una nota otoque nostálgico, agrega devez en vez algún enigmático,glifo, evocador de ese arte.Creo que su pintura es unafeliz conjunción del espírituinquieto e indagador del artecontemporáneo de Occidentey del refinado gusto de la es­tética oriental. Profundizandomás, veo que en ciertas obra~

la clave de toda la estructuraformal y colorística parece serel blanco total y puro en tor­no del cual, como en tornode una potente lámpara, seagrupa un mundo de elemen­tos visibles.

El contenido y sentido desu obra se acerca, creo yo, enbuen número de ejemplos, aese género del arte japonésque tanto influyó en la mo­derna pintura europea, sobretodo en la de la etapa impre­sionista: me refiero a laestampa cuyo carácter y fun-

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nacido, ni conoció despuésépocas de tanto esplendor. Eltrío fonnado por FriedrichWilhelm Murnau, GeorgeWilhelm Pabst y Fritz Lang,creó en Alemania una de lasetapas más importantes detoda la historia del cine. Lostres directores realizaron du­rante la década de 1920 a1930, una serie de films quesiguen, aún actualmente, re­sistiendo el paso del tiempohasta el grado de poder con·siderarlas, todavía, películasmodernas.

De esa primera época deLang sobresalen: Los nibe·lungos y Metrópolis. Los ni­belungos, considerada comola película más expresionistadel director austriaco, es uncanto a la mitología germana.Los personajes de Sigfrido,Brunilda y Krimilda, serán,posterionnente, los cánonesde Alemania. Superhombrespredestinados a la derrota,pero superhombres al fin.

Metrópolis es quizá su obramás conocida. Es un ·fantás-

tico fresco del hombre sorne'tido al poder absoluto: unfilm de anticipación. Para larealización de Metrópolis,Lang contó con la imponenteproducción de seis millonesde marcos y una filmaciónque duró seis meses. El temano era para menos: la ciudaddel futuro imaginada porLang, con sus rascacielos, susvías abarrotadas de vehículosfantásticos, oficinas, fábricas;y sobre todo, la posibilidadde realización de un robot,(el hombre-máquina). Todoeso en contraste con el hom·bre esclavizado, inerte, apri.sionado, que sostenía a laciudad. Metrópolis presentabados posibilidades humanas: ladel dirigente poderoso y ladel hombre sometido. Unapelícula premonitoria y terri­ble, y quizá por esto, compro­metida. Kracahuer en su li­bro De Caligari a Hitler, laconsidera una obra débil y decompromiso. De todas formas,Metrópolis, sigue siendo unapelícula fundamental en sí

misma, y por lo que repre­senta.

En 1932, Fritz Lang filmauna seg-unda versión de Eldoctor Mabuse, ahora con so­nido, puesto que el directorse había adaptado pronto alos nuevos hallazgos del cine­matógrafo. Pocos días antesde su estreno, en Berlín, elnuevo gobierno alemán pro­hibió su exhibición con elpretexto de que la películaponía en peligro el orden yla seguridad pública. El fas­cismo empezaba a mostrarsey un artista como Lang erainsostenible con la nacientepolítica de terror. Pocos me·ses después, Fritz Lang fuecitado par a una entrevistacon Goebbels, en el Ministe­rio de Información. El propioLang relató, humorísticamen­te, la entrevista: "Me vestímuy elegante, con j a qué,pantalón a rayas y cuello du­ro; entré al Ministerio y ca­miné a través de corredoresllenos de hombres armados.Finalmente una p u e r t a se

abrió delante de mí: era unaelegante oficina dentro de lacual se encontraba Goebbels,quien me dijo que el Führerhabía visto Metrópolis y ha­bía pensado que yo podríahacer un film nazi. Y agre­gó: 'El doctor lvfabuse, lohemos prohibido porque nones gusta el final; de todosmodos, usted podrá colaborarcon nosotros' . . . ya para en­tences yo tenía un m i e d omortal, sin saber cómo, lerespondí: 'Sí señor Ministro,pero, ¿sabe usted que tengoabuelos judíos?' Goebbels, merespondió con una débil son­r i s a: 'Nosotros decidimosaquí quién es judío' ... Al sa- I

lir de aquella oficina descubrí 'por qué yo tenía que aban­donar Alemania." Fritz Langhuyó de Berlín a París a me­diados de 1933; unas semanasdespués, el gobierno del nIReich había prohibido sus 1películas y confiscado sus bie- 11,

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The conflict betwwchurch and state in Latinim~rica (El conflicto en·tre Iglesia y Estado enAmérica Latina). Editadopor Frederick.' B. Pike.Knopf: 239 pp.

.The .church and the Latin14merican revolution (LaIglesia y la revolución lati·noamericana) , por Fran­l;ois Houtárt y Emile Pin.Traducción de GilbertBarth. Sheed and Ward264 pp..

/ porCarlos Fuentes

, .amenca

latina: unaiglesia entransición

Religion, revolution, andreform (Religión, revolu·ción y reforma): Nuevasfuerzas de cambio en Amé·rica Latina. Editado porWilliam V. D'Antonio yFrederick B. Pike, Praeger.276 pp.

-La verdad inevitable sobreAmérica Latina se exponecon énfasis en estos tres librosescritos por intelectuales,. ~líticos, hombres de Iglesia, Y

. líderes obreros, sobre quienesel Departamento de Estadoaún no ha lanzado la horreo­da .sospecha de la negaciónde una visa. El factor predo-

esta ocasión se adapta· a lascircunstancias de la época ac­tual. El resultado fue unaobra discutida por la críticay elogiada por los cineastas.El diabólico doctor Mabuse,representa, una vez más, lalucha del bien en contra delmal, en un ambiente que si,bien los créditos advierten quees ficticio, representa u n averdad contemporánea.

Fritz Lang ha realizado enel cine lo que otros artistashan logrado en otros camposdel arte. Formalmente, elrealizador vienés se inició enel expresionismo, y dirigió al­gunas de las obras más im­portantes de ese estilo. ParaLa n g, el expresionismo seadecuaba perfectamente consu personalidad y con su gus­to por lo fantástico y lo de­moniaco, hasta que un díase dio cuenta de que ese esti~

lo no tenía más posibilidades.Una nueva dimensión expre­siva se abría para él en laAmérica de los treintas. Deesta forma, se dirigió a losEstados U nidos, y cambió deestilo. Así, las 22 películasrealizadas por él en Holly­wood, son tan americanas co­mo las que más. Son el re­sultado de la inteligencia y lasensibilidad de un hombreque se podía adaptar. Pare­cería que Lang ha sido sen­sible a todas lasinfiuencias:la corriente prenazi antes de1930, el antifascismo a par­tir de 1933, y posteriormente,el cine norteamericano efi­caz, simple y funciona!.

Actualmente, el viejo Langvive en París. Recibe periódi­camente los homenajes de lasnuevas generaciones; ahoraque todo el mundo reconocesu obra como una sola uni­dad, hecho que él mismo ra­tificó en una entrevista re­ciente: "No puedo hablar deperíodos, los films son mi vi­da. Recibí una cultura ale­mana y me apasioné por elcine. Mi vida ha continuadoy mis películas son la expre­sión más directa de lo que hevisto, de lo que he aprendido,de lo que he sentido.. Paramí, es como una línea inin­terrumpida." P a I abra s deLang que adquieren, ahoraque su existencia está a pun­to de cerrarse, una significa­ción profunda. Ahora que élhabla de esa línea recta yclara que no es otra que ladel arte verdadero.

país. Yo creo que el temacentral de mi obra es la lu­cha que contrae el individuoen contra de aquello que losgriegos y romanos llamabanel destino, y que toma aquíla apariencia de una fuerzareal, dictadura, ley o sindi­cato del crimen. Significa lavoluntad de salvaguardar laindividualidad del h o m b r epor la que es importante lu­char."

En 1957, Fritz Lang fuevisitado en los Estados Uni­dos por dos product'ores ale­manes, quienes ven í a n aproponerle un ambicioso pro­yecto: realizar una superpro­ducción europea al estilo delas norteamericanas. La n g,que había permanecido enAmérica largo tiempo sucum­bió a la idea, que significabapara él algo así como el re­torno del hijo pródigo, y pro­puso a los inversionistas lafilmación de La tumba india.L~ tumba india es una novelade Thea von Harbou, queLang había adaptado con ellaen 1919. En 1937, Eichbergrealizó una nueva adaptaciónde la historia, de tal modoque La tumba india, resulta­ba un título fundamental den­tro de la historia del cinealemán. La tercera versión, esdecir, la que finalmente rea­lizó Lang en 1958, es una delas películas más bellas delrealizador. La crítica mun­dial expresó que esta obra re­presentaba la cima de todo elconjunto de los films languia­nos.

La tumba india y El tigrede Bengala fomlan de hechouna sola película de dos par­tes que relata, aparentemen­te, una historia de aventuras.En realidad, Lang nos hablade sus inquietudes: el amory el destino. Esta película es,más que un ensayo sobre elamor, un monumento al amory al destino del hombre. Esuna obra barroca y emocio­nante que contiene las mejo­res actitudes del realizador:eficacia en el empleo de loselementos cinematográficos,agilidad narrativa, y, desdeluego, contenido trascenden­te.

En 1960, Fritz Lang reali­za El diabólico doctor Mabu­se, sobre el tema que ya habíadirigido en 1922 y en 1932.Una especie de leit-motivdentro de su obra, y que en

ra filmar una versión francesade El testamento del doctorMabuse y Liliom, ambas conun reparto impresionante. Po­co después David O'Selznickhabló con él para llevarlo aHollywood, pero no fue has­ta 1936, cuando Lang dirigiósu primera película en Amé­rica: Furia, una obra valien­te que pedía la suspensión dela pena de muerte. F r i t zLang e s t a b a impresionadocon el cine norteamericano einició, a partir de Furia, unafructífera estancia que durócasi un cuarto de siglo. Lafuncionalidad de los america­nos le impresionaba profun­damente, a él que era pro­ducto de la cultura alemanay del rigor formal. Despuésde Furia realiza: Sólo vivi­mos una vez, y Tú y yo,(You and me), películas po­liciacas de gran éxito. Dosaños más tarde, en 1940, suprimer western: La vengan­za de Frank lames. FritzLang habría de abordar, du­rante su larga estancia enNorteamérica, casi todos losg é n e r o s cinematográficos,aunque muy especialmente elllamado cine negro y el cineépico. De su etapa america­na destacan: Furia, Sólo vi­vimos una vez, La venganzade Frank James, WesternUnion, Cacería humana, Lamujer del cuadro, Aguas queregresan, Rancho Notorius,Tempestad de pasiones, Lagardenia azul, Los soborna­dos, La bestia humana, ElDesoro de Barbarroja, Cuan­do la ciudad duerme y Másallá de la duda. Todas ellasobras de diversos géneros enlas que la actitud crítica yhumana de Lang seguía sien­do la misma. Así, Los sobor­nados resulta ser una valientecrítica en contra de la co­rrupción policiaca, y Mien­tras la ciudad duerme un aná­lisis y una denuncia en contrade la prensa establecida. Sinembargo, el realizador nopermanece en la crítica, pre­tende llegar más lejos, demodo que ya se trate de unwestern, una comedia oun drama, Lang nos habladel hombre, del amor, delsufrimiento, y más que tododel destino y la fatalidad. Élmismo declaró en esa época:"Los temas profundos de unahistoria son internacionales,aunque la manera de tratar­los dependa del estilo de cada

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