ISSN: 1909-5201

NÚMERO 22 OCTUBRE DE 2009

PUBLICACIÓN UNIVERSITARIA - DISTRIBUCIÓN GRATUITA

30Octubre

Día del Diseñador Gráfico Colombiano

Asociación de DiseñadoresGráficos de Colombia

La Asociación de Diseñadores Grá�cos de Colombia - ADG Colombia, celebra desde el año 2007 el Día del diseñador grá�co colombiano el 30 de octubre, en homenaje al primer diseñador grá�co de nuestro país: el maestro David Consuegra, con el �n de promover el recono-cimiento social de nuestra profesión y propiciar un encuentro de estudiantes, profesores, empresarios y diseñadores

Conoce más sobre la asociación en:

www.adgcolombia.org

¡Feliz día diseñador gráfico!

Rector José Fernando Isaza

Vicerrector AcadémicoDiógenes Campos

Vicerrector Financiero y AdministrativoHenry Jaramillo

Secretario GeneralCarlos Sánchez

COMITÉ EDITORIALDirectora

Patricia Prieto

Decano de la Facultad de Ciencias Humanas, Arte y DiseñoAlberto Saldarriaga

Decana del Programa de Diseño GráficoPastora Correa

Decana del programa de Comunicación SocialVera Schütz

Editor GeneralFrancisco Buitrago

Editora GráficaAna Uribe

Profesores - Asesores GráficosÓscar VelásquezFrancisco Pabón

Coordinadora AdministrativaPaola Pardo

Impreso por D´vinni S.A.

Oficina de Relaciones Públicas y ComunicacionesCalle 22 No 3 - 30 Oficina 302 Módulo 15

Teléfonos 2 427030 Ext. 1157 y 1158e-mail: labrujula@utadeo.edu.co

Fusión de valores que nos identifican

El espíritu del rock se toma la Tadeo

"Para que no se nos mueva el piso"

La historia de Colombia: Botero en la tadeo

"Los próximos 8 años serán decisivos para Colombia": Orlando Ayala

Taekwondo, una disciplina que se abre paso en la Universidad

Imagen y proyecto

Pensar la Imagen

Reportaje gráfico

RecilienciARTE, laboratorio artístico en El Salado

La luna"iluminó" el universo tadeísta

"Tome pa´ los dulces", retrato de una cuadra "caliente"

Magia narrativa del Caribe colombiano

Vida después del pregrado

La tonada carmesí

DISEÑO Y DIAGRAMACIÓNCarolina LugoDaniela RodríguezHarry VillamilJosé María RubioJulián CastilloJulián CedeñoJulián EspinelVioleta López

ILUSTRACIÓN Y FOTOGRAFÍACarolina LugoDavid HernándezJulián CastilloJulián CedeñoJulián EspinelJosé María RubioHarry VillamilSteve SerranoVivian Ortíz

PERIODISTASAndrea Delgado Audrey Castro Felipe LaraGilberto GómezJulián BernalMaría F. MartínezNatalia RodríguezNatalia SuárezNicolas Barragán Steve SerranoWilson Rodríguez

PORTADACarro bomba (1999)

de Fernando Botero

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Superando obstáculos con estilo

Fusión de valores que no s identifican

Fusión de valores que no s identifican

Superando obstáculos con estilo

Fusión de valores que no s identifican

Fusión de valores que no s identifican

Cada vez con mayor acierto, en la Tadeo se integran valores tan importantes como la investigación, la creatividad, la sensibilidad, el buen aprovechamiento del tiempo libre y la trascendencia de la libertad. Como un ejercicio que ejemplifica esta afirma-ción, consideramos que en las páginas de La Brújula que le dan vida a la edición de octubre de 2009 existe una fuerte representación de tales conceptos.

Esa representación surge desde las líneas que hablan del primer “Festival de Rock de la Tadeo” que está próximo a celebrarse, pasando por una importante iniciativa que posibilitó la participación de la Universidad en el Simulacro General de Terremoto que se realizó en Bogotá el pasado 9 de octubre, y llega hasta la propuesta artística de Fernando Botero, que impregnará con La historia de Colombia a toda la Institución.

Pero no se detiene allí, sino que continúa presente en las afirmaciones profundas y críticas, aunque esperanzadoras, que entrega sobre Colombia Orlando Ayala (Vicepre-sidente de Microsoft, egresado tadeísta y miembro del Consejo Directivo de la Tadeo), para extenderse a los movimientos ágiles y lúdicos del taekwondo, antes de “mutar” y convertirse en trazos, colores, formas e imágenes tadeístas que se apropian de la retícula en Imagen y proyecto, Pensar la imagen y el Reportaje gráfico.

De esta forma, en las siguientes páginas el ejercicio de representación de valores continúa: estremece y conmueve con la propuesta desarrollada por Recilenciarte en El Salado (Bolívar), deja volar la imaginación con las escenas de la Primer Lunada de la Tadeo, mientras desentraña parte de una realidad citadina y social muy próxi-ma, como es la venta de drogas, en la crónica sobre una “cuadra caliente” muy próxima a la Universidad.

Y así, desde el valor que la escritura trae consigo, la parte final de esta Brújula le deja espacio a la propuesta narrativa de una tadeísta cartagenera que vive en Buenos Aires. Además, habla acerca de las posibilidades que, en el área de Humanidades, la Universidad le ofrece a los estudiantes para desarrollar sus estudios de postgrado y cierra, teniendo en cuenta la proximidad del 31 de octubre y todo lo que en ese día se festeja, con una historia de suspenso, que se desarrolla entre sueños y alucinaciones.

Como en cada edición, esperamos que la Revista sea para ustedes una huella y una luz de lo que conocen y viven en la Universidad. Y a la vez, confiamos en que les entregue nuevos elementos para descubrir otras realidades y, porque no, construir algunas propias, siempre que aporten y enriquezcan para sus vidas.

¡Disfruten este número de La Brújula! Y cuando puedan, escríbanos y cuéntenos cómo les parece, así como qué otras ideas quieren ver incluidas en la publicación, a labrujula@utadeo.edu.co.

Fusión de valores

que nos identificanPor Equipo de redacción de La Brújula – labrujula@utadeo.edu.coIlustración: Harry Villamil

La Brújula [ 7 ]

El espíritu del rock se toma la Tadeo

Las vibraciones que producen los amplificadores traspasan los muros y ventanas de los pisos más altos, en el Edificio Jaime Forero Valdés. Percibimos parte de la fuerza que despliegan, mientras las notas musicales nos cautivan y nos dicen que subamos a la azotea y veamos quiénes están detrás de los instrumentos que las producen, para que nos hagan soñar, ima-ginar, sentir y mover. Todo alrededor de una sola palabra: rock.

Esta palabra universal a la que muchos recu-rrimos cuando nos preguntan qué música nos gusta, que se presta para rebelarse o provo-car y que identifica a un género musical único, hijo del blues, del jazz y del folk, será aún más

[ 8 ] La Brújula

El espíritu del rock se toma la TadeoMúsica propia, del 3 al 5 de noviembrePor Wilson Rodríguez - wilrodriguez@hotmail.esIlustración: Julián Castillo

Michel Gondry: una temática propiaComo la mayor parte de la música, el rock se ha enriquecido con otros len-

guajes y teniendo en cuenta que en la Tadeo predominan el diseño y el arte, el Festival también pretende contextualizar esta tendencia con una expresión multimediática. Así que lo ha hecho a partir de uno de los directores de videos musicales más importantes de las últimas décadas: Michel Gondry, el mismo que ha convertido a los White Stripes en figuras de lego en Fell In Love With A Girl, que ha invadido los sueños de los Foo Fighters en Everlong y que ha metido al guitarrista Tom Yorke en un televisor, en Knives Out, de Radiohead.

Por eso durante los tres días del Festival, creadores de cine y de televisión, así como diseñadores, hablarán sobre Gondry y la trascendencia que ha tenido como director de video, guionista y cineasta. Y por el mismo motivo, en las pro-puestas de imagen de cada agrupación candidata el concepto visual ha tenido un peso específico al momento de seleccionar a las finalistas. La banda ganadora recibirá todo lo necesario para producir su video musical.

The Spotless MindsMichel Gondry tendrá su propio cuarteto musical, surgido de las imágenes

que se esconden entre las perspectivas y los efectos visuales que han aparecido entre los tantos seres animados que él ha creado.

Se trata de “The Spotless Minds”, que se conformó con una convocatoria in-ternacional para escoger a los integrantes del grupo anfitrión. El cuarteto quedó in-tegrado por músicos profesionales de diferentes lugares del mundo, que estarán en nuestro país ensayando desde noviembre. Los riffs de la guitarra serán de la tailandesa Cheldry, el alemán Chato tocará el bajo, el ukraniano Rimy tendrá a su cargo la batería y el africano Migon será el vocalista.

Si usted quiere saber a qué suenan “The Spotless Minds”, tenga paciencia y espere hasta que se den a conocer, pues será muy pronto. Recuerde que el Festival em-pieza los días 3 y 4 de noviembre, rindiéndole un merecido homenaje a Gondry, y finaliza al día siguiente, con la presentación de las bandas finalistas frente a un ju-rado especializado y ante todo el público tadeísta, en el Aula Máxima Luis Córdoba.

Mientras tanto, los guitarristas y bajistas seguirán afinando sus instrumentos, los bateristas esperarán con impaciencia el contacto con las baquetas y las cá-maras continuarán grabando las propuestas audiovisuales para emular y tratar de superar a Gondry. El sonido de las jóvenes bandas tadeístas resonará más allá del Aula Máxima, para que el espíritu del rock perdure en la Tadeo.

pronunciada y recordada en la Universidad, cuando se realice el primer “Festival de Rock de la Tadeo”, del 3 al 5 de noviembre de 2009, organizado por el Centro de Arte y Cultura de la Tadeo.

La “esencia” del Evento“El Festival nace de la necesidad de promover el talento estu-

diantil que hay en la Institución, enfocado en los estudiantes que tienen bandas musicales no profesionales”, comenta Claudia De Greiff, antes de aclarar que “el espacio es para grupos jó-venes que están empezando, que son aficionadas al rock, que están experimentando y que nunca han tenido la oportunidad de realizar una presentación en escenarios públicos”.

A mediados del 2009 se lanzó oficialmente la convocatoria para el Festival, que se dio a conocer de manera virtual. Leo-nardo Muñoz, además de crear la identidad visual, se encargó de publicar la convocatoria y recibir las propuestas de los gru-pos participantes.

“La gente miraba el evento por Facebook y nos buscaba para que le diéramos más información. Y poco a poco, el amigo le cuenta al amigo y la convocatoria va creciendo como una bola de nieve, así que ya tenemos más de 20 agrupaciones concur-sando,” dice Leonardo. Dentro de los requisitos que las bandas inscritas cumplieron, se incluía que por lo menos la mitad de sus integrantes fueran estudiantes de la Tadeo y que tuvieran un perfil en Myspace, Facebook u otra red social. El siguiente paso fue enviar, por correo electrónico, el nombre del grupo, de los integrantes y la dirección de su sitio en Internet. Y así como la inscripción fue virtual, también lo fueron las audiciones, pues se realizaron visitando los sitios donde se podía escuchar la música de cada banda.

Claudia y Leonardo han recibido buenos trabajos, con pro-puestas visuales muy elaboradas y acordes con el género. Y pese a que la convocatoria ha sido para bandas aficionadas, también han recibido mensajes de artistas que ya cuentan con una trayectoria importante, pero que desean participar como invitados en el Festival, lo que confirma el gran interés que la propuesta ha generado en el ambiente musical.

La Brújula [ 9 ]

El pasado 9 de octubre, la Tadeo participó en el simulacro de evacuación “Bogotá con los pies en la tierra”, que llevó a cabo en toda la ciudad la Administración Distrital y que permitió poner a prueba, en un ejercicio realista, las medidas y acciones con las que cuenta la capital del país para proteger a sus habitantes, en caso de que deba enfrentar un movimiento telúrico de alta peligrosidad.

En la Universidad, más de 3000 personas, lideradas por la Oficina de Salud Ocupacional, participaron en el simulacro. Los coordinadores de piso y el grupo de brigadistas de la Institución, identificados con chalecos, brazaletes y botiquín de primeros auxilios, se encargaron de guiar a los tadeístas a los Puntos de En-cuentro, con la ayuda de los profesores y demás trabajadores de la Institución.

Sin embargo, para muchos de nosotros, aunque seguimos las indicaciones proporcionadas, quedó en el aire la pregunta más importante: ¿qué hacer y cómo actuar si llega a presentarse un terremoto?

Medidas que no deben olvidarsePara resolver estas dudas y permitir que todos en la Universidad estemos prepa-

rados de la mejor manera ante tal eventualidad, La Brújula habló con Alfonso Mora, coordinador de emergencias de la Tadeo y, con base en la información que nos suministró, preparó para todos ustedes un índice gráfico que les permitirá saber cómo actuar en caso de que se produzca un terremoto.

Cómo actuar durante el sismo:1. Mantener la calma: aunque el susto trate de dominarnos,

hagámosle caso a la prudencia e intentemos mantener la calma y la racionalidad. Salgamos despacio al exterior, para reunirnos en los puntos de encuentro que la universidad Jorge Tadeo Lozano tiene señalados.

2. Si podemos salir al exterior, hagámoslo rápidamente pero con orden. No debemos gritar, correr o empujar a los demás. Vayamos a las zonas marcadas como seguras.

3. No utilicemos ascensores, pues lo recomendable es usar las escaleras.

4. Alejémonos de las estanterías, las vitrinas o los muebles que pueden deslizarse o caer, así como de las ventanas, es-pejos o tragaluces.

5. Si no tenemos cerca una salida segura hacia un lugar que nos ofrezca completa seguridad, ubiquémonos debajo de algún mueble resistente, como las mesas o los escritorios.

6. En caso contrario, localicemos alguna esquina, columna o marco de alguna puerta, siempre y cuando éste sea de concreto y ofrezca seguridad.

“mueva el piso” “mueva el piso”“mueva el piso”“mueva el piso” “mueva el piso”“mueva el piso”“mueva el piso”“mueva el piso ”“mueva el piso”mueva el piso”mueva el piso” “mueva el piso”Para que no se nos

Por Julián Bernal - julian.bernal@utadeo.edu.co Ilustración: Harry Villamil

¿Cómo reaccionar ante un terremoto?

[ 10 ] La Brújula

Si nos encontramos en la calle:1. Alejémonos rápidamente de los edificios, muros, postes, cables, avisos

luminosos u otros objetos que puedan caer. Tratemos de desplazarnos a lugares más abiertos (potreros, parques, etc.). Si localizamos un espacio seguro, orientemos a otras personas para que nos sigan.

Si vamos en un vehículo:

1. Detengámonos en un lugar abierto y permanezcamos en el interior, o bajé-monos con calma hacia lugares abiertos.

2. No estacionemos junto a otros vehículos, postes o edificios, ya que ellos pueden caer repentinamente.

Sí estamos en un edificio de varios pisos:1. Con la ayuda de la Oficina de Salud Ocupacional, un ingeniero o arquitecto

que sepa del tema, podemos averiguar si las edificaciones que ocupamos son o no sismoresistentes, así como qué lugares ofrecen menos peligro de colapsar en caso de un terremoto.

2. Si estamos en un edificio de varios pisos y sentimos que se mueve, lo más prudente es tratar de protegernos debajo de una mesa, escritorio, esquina o marco de una puerta que ofrezca seguridad, pero siempre lejos de las ventanas.

Para prevenir cualquier impase, la Tadeo ha implementado los brigadistas, los puntos de encuentro, las salidas de emer-gencia y un número telefónico de emergencia (extensión 4444). Además, como parte del plan de reestructuramiento de todos sus módulos y oficinas, ha reforzado en un 70% la planta física para reducir la vulnerabilidad sísmica.

En caso de que deseemos aclarar cualquier duda o ampliar la información, también podemos acercarnos a la Oficina de Salud Ocupacional (módulo 13, oficina 301) donde se nos entregará la documentación y las indicaciones pertinentes. Recuerda que, si bien un terremoto es prácticamente impo-sible de predecir, nosotros sí podemos estar preparados y saber cómo reaccionar.

La Brújula [ 11 ]

Rostros que han perdido la esperanza, expresiones individuales de dolor y drama, cuerpos humanos en los que la violencia ha dejado huellas imborrables, imágenes donde la crueldad y el abuso son los protagonistas, y escenas en las que la muerte campa a sus anchas, serán parte de los detalles sobre la violencia y el Conflicto Armado de nuestro país que los tadeístas podrán observar en la colección La historia de Colombia, compuesta por 67 obras del maestro Fernando Botero, que llegará en noviembre al Museo de Artes Visuales (MAV) de la Tadeo, bajo el auspicio de la Facultad de Relaciones Internacionales y Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad.

Será la primera vez que la Exposición, cuyas obras fueron realizadas en diferentes técnicas pictóricas (lápiz, carboncillo, oleo sobre tela y acuarela, entre otras) y que está incluida en la colección privada del artista antioqueño, pueda apreciarse en su totalidad en la capital del país y en una institución de educación superior.

“Si bien los oleos que integran La historia de Colombia habían sido expuestos en el Museo Nacional de Colombia, que es una de las en-tidades, junto al Ministerio de Cultura, el Banco de la República y el Museo de Antioquia, encargadas de administrar la obra de Fernando Botero en nuestro país, no existen antecedentes de que todas las imágenes se hayan dado a conocer en Bogotá”, comenta Natalia Springer, Decana de la Facultad de Relaciones Internacionales y Cien-cias Jurídicas y Políticas.

Este esfuerzo se ha producido merced al asocio de otras áreas de la Tadeo como la Oficina de Relaciones Públicas y Comunicaciones, el Museo de Artes Visuales, el Departamento de Humanidades y el Centro de Arte y Cultura. La Decana también destaca la llegada de la muestra como “un gesto personal del maestro Botero hacia nuestra Universidad, así como un reconocimiento hacia lo que representa la Tadeo como institución humanista muy dedicada al arte”.

Por Equipo de redacción de La Brújula – labrujula@utadeo.edu.co

La historia de Colombia:

en laTadeo

Viva la muerte (2001)[ 12 ] La Brújula

“La violencia en el país es producto de la ignorancia, de la falta de

educación y de la injusticia social”

Natalia Springer también resalta como un detalle especial este logro, puesto que “estamos en el cierre del 50 aniversario de las creación del Programa de Relaciones Internacionales, así como la realización de las Jornadas Tadeístas en Derecho y Relaciones Internacionales”.

El reflejo de una realidadLa colección llegará a Colombia procedente de México y su exhibición en dife-

rentes lugares alrededor del mundo se encuentra comprometida por más de 10 años. En este contexto, el hecho de que se haya interrumpido el itinerario fijado para traer La historia de Colombia a la Tadeo resulta un gesto valioso.

Pinturas como Carro bomba (1999), El desfile (2000), Tristeza (2002), Mujer llorando (2002) y Hombre cayendo (2002) reflejan la necesidad del autor de no querer vivir de espaldas a una situación que afecta de manera constante al país.

Tal como lo mencionó en marzo pasado, cuando presentó parte de este trabajo en la Pinacoteca Diego Rivera de la ciudad de Xalapa, México, para Fernando Botero “es otra sensación. El mismo hecho de proponerme, como artista, en-contrar una imagen simbólica que refleje el gran drama de Colombia, significa un estado mental que no es grato, sino doloroso”.

Y es precisamente esa búsqueda la que se refleja en la mayoría de las obras de la colección, donde las madres que han perdido a sus hijos en los combates, así como los huérfanos, los desplazados, los secuestrados y otros miembros de la sociedad civil, que al final terminan siendo las principales víctimas de la guerra, son el núcleo de la composición, los colores y los trazos.

Durante los últimos años, el tema de la violencia se ha convertido en una de las expresiones artísticas a las que el pintor antioqueño ha dedicado más tiempo, no sólo en el caso colombiano, sino también ante los abusos y torturas ejecutadas por soldados estadounidenses en la cárcel de Abu Ghraib (Irak), plas-madas en 50 pinturas que dio a conocer en 2005, en el Palacio de Venecia (Italia).

Ahora, la posibilidad de acercarse a los cuadros de uno los artistas más im-portantes de la historia de Colombia –sino el más importante- y a la manera en la que siente, analiza e interpreta el padecimiento de las personas en el marco del Conflicto Armado nacional, estará a disposición de todos los tadeístas en el MAV y de manera completamente libre. Lo importante será no perdérsela.

Imagen superior: Secuestrada (2002) - Imagen inferior: Secuestrado (2002)La Brújula [ 13 ]

En la actualidad, Orlando Ayala es una de las siete personas con mayor influencia e importancia en las decisiones y la visión es-tratégica de Microsoft, la empresa de informática y tecnología más importante y poderosa del mundo.

Como vicepresidente ejecutivo del Grupo de Socios y Solucio-nes para el Mercado Pequeño y Mediano (SMS&P), es uno de los ejecutivos que tiene mayor cercanía con Bill Gates, y se encarga de liderar las iniciativas para asegurar la llamada “inclusión” digi-tal en las comunidades menos favorecidas alrededor del mundo.

Él se graduó de la Tadeo en 1981, como Administrador de Sis-temas de Información y en 1998 la Universidad le concedió el título de Doctor Honoris Causa en Administración de Sistemas. Pese a desarrollar buena parte de su carrera profesional en los Estados Unidos y otras regiones del planeta, Orlando Ayala siempre está pendiente de lo que sucede en Colombia y, a la vez, en la Tadeo. Tanto así, que hace parte del Consejo Directivo de la Universidad.

Orlando Ayala: un tadeísta con visión global

Por Equipo de redacción de La Brújula – labrujula@utadeo.edu.coIlustracion: Julián CedeñoFotografía: Carlos Martínez

Durante septiembre, con motivo de la celebración de los 50 años del Colegio Hispanoamericano Conde Ansúrez, del que se graduó como bachiller, estuvo en Bogotá exponiendo su visión acerca de la importancia que la educación y la investigación tienen en el futuro del país.La Brújula habló con él para conocer qué opina de la Universidad y preguntarle sobre los retos que, desde su punto de vista, tiene hoy en día Colombia.

La Brújula: ¿existe algún aspecto que usted pueda destacar y que considere básico en el desarrollo de los estudiantes, en este caso de los tadeístas?

Orlando Ayala: es fundamental en la vida la importancia de la disciplina. Uno de los grandes problemas que tenemos como sociedad hoy, en Colombia, es la urgencia y el cortoplacismo. La urgencia de volverse rico mañana, sin importar el medio. Y creo que la disciplina viene de la mano con el entendimiento, pues para lograr cosas realmente grandes se debe pensar más allá de mañana. Creo que, incluso, la cuestión de los títulos que se tienen no es decisiva. Lo impor-tante de verdad es qué aporte, como ser humano, le doy al mundo más allá de lo que hago todos los días.

“

[ 14 ] La Brújula

L.B.: usted vive y permanece en los Estados Unidos, ¿Qué tan en-terado está de la realidad colombiana?

O.A.: aunque hubo un tiempo en el que me desconecté del país, porque tuve que dedicarme a cuestiones de trabajo en toda América Latina, sobre todo en los últimos cinco años he vuelto a estar muy cerca de todo lo que acontece en Colombia. Creo que estamos en un punto coyuntural como nación, sobre todo desde el punto de vista generacional. Y esto nos representa un desafío, en el contexto de ser capaces de mover al país hacia adelante. Y más aún para la ac-tual clase dirigente, que debe ser capaz de ofrecer a las generaciones jóvenes las herramientas que requieren para poner al país en el lugar que le corresponde.

L.B.: ¿cree que en Colombia existe un proyecto serio de nación?O.A.: yo traje hace un año a Bill Gates (Presidente y fundador de

Microsoft) a Cartagena y nos reunimos con todos los empresarios y líderes del país. Recuerdo que uno de los participantes le preguntó que en caso de que el señor Gates tuviera un billón de dólares para invertir en Colombia, en qué lo invertiría. Y la respuesta de él fue: “dí-gamelo usted”. Creo que detrás de esa respuesta, existe una realidad clara: Colombia tiene que decidir claramente hacía dónde enfoca sus apuestas, tal como lo decidió en algún momento Chile, que decidió ser número uno en vinos o en la producción agrícola de pescado.

Pero en Colombia sucede que vienen muchas personas y se habla acerca de todos los temas, pero al final no pasa nada. Y creo que existen aspectos claros. Por ejemplo, en el campo de Biodiversidad tenemos un lugar estratégico. Y también en el área de servicios, in-cluyendo los temas de hidrocarburos y biocombustibles. Así que no debemos equivocarnos, porque mientras el país no tome una posición definitiva y cierta en tal sentido, lo demás será muy complejo.

L.B.: ¿cómo analiza el papel de la educación en el país?O.A.: creo que la generación actual es muy distinta a las que le

anteceden, porque es netamente visual. Y esto hace que el reto de educar sea muy grande, porque hoy en día las personas quieren aplicar lo que aprendan rápidamente y no quedarse sólo en la parte teórica. Además, la competencia por el talento y el conocimiento de las personas se desarrolla cada vez más a escala global. Y ésta puede ser una gran oportunidad, pero también una gran amenaza para Colombia en el marco geopolítico.

Tenemos que transformar la educación, porque en el país existe una realidad y es que aproximadamente 80% del talento humano no cuenta con las oportunidades para desarrollar su potencial y ponerlo a disposición del mundo. Y ésta es una verdadera tragedia que debe modificarse.

L.B.: ¿cree usted que Colombia cuenta con las herramientas adecuadas para enfrentar este reto?

O.A.: por mi trabajo, he tenido la oportunidad de conocer a personas de todas partes del mundo. Y en ese sentido, puedo decir que en el contexto de Sudamérica, Colombia tiene, lejos, el potencial y el talento humano más grande: esa es realmente, la principal riqueza del país. Ésta es la apuesta fundamental que no podemos dejar fuera de la agenda de prioridades. Por ello, insisto en que el potencial de Colombia es ilimitado.

Por otra parte, el nuestro es el único país de América Latina que cuenta con cinco ecosistemas diferentes. Y también tene-mos un ecosistema particular, ubicado en la zona del Darién, que ofrece posibilidades impresionantes. Además, el ascenso de toda nación en la escala mundial tiene que ver con el acceso a los mares y, en tal sentido, nuestro país tiene una ubicación privilegiada. Pero no podemos esperar más, porque es necesa-rio aprovechar y darle el uso adecuado a todos estos recursos.

L.B.: ¿cuál considera qué es el papel de las universidades en el desarrollo de la educación nacional?

O.A.: las universidades juegan un papel absolutamente crí-tico, en el contexto de generar más investigación y desarrollo. Ese es el aspecto fundamental, más allá de los servicios aca-démicos que puedan brindar. Deben contribuir a generar una

conexión real entre los futuros profesionales con la investigación y el desarrollo (I + D), y ésta no se logra sólo desde cada institución, sino que debe desarrollarse a través de una red de universidades y con el Gobierno creando un marco ade-cuado para que tal opción pueda llevarse a cabo.

L.B.: ¿en el tema de investigaciones, cree usted que la Tadeo se encuentra bien encaminada, teniendo en cuenta su papel como miembro del Consejo Directivo?

O.A.: en ese sentido estamos avanzando. Creo que el Rector, José Fernando Isaza, viene planteando una serie de ángulos y enfoques respecto al tema, in-cluyendo aspectos tan importantes como la fortaleza que tenemos en el ámbito de la Biología Marina y su relación con el área de la Bioinformática. Creo que el Rector es la persona idónea para que, bajo su visión, se desarrolle una aplica-ción científica y práctica del uso de tecnología en temas que le permitan a la Tadeo profundizar en I +D, pensando en el progreso nacional.

L.B.: ¿existe algún proyecto de investigación en el que esté trabajando actual-mente en Colombia?

O.A.: Estamos desarrollando un proyecto junto a Colciencias por el que regre-saré a Colombia en el mes de noviembre, con una serie de expertos internacio-nales en temas de Supercomputo, pues en el país existe una gran cantidad de información científica que, hasta el momento, no se ha podido procesar. Enton-ces, la idea es crear un Centro de Supercomputo y de Bioinformática, orientado a proveer el recurso científico, no solamente para Colombia sino en el ámbito de toda Latinoamérica.

[ 16 ] La Brújula

Tres secciones de la Revista te permiten divulgar lo más destacado de tus propuestas de imagen.

En La Brújula… ¡Tienes un espacio para materializar y dar a conocer tus ideas!

Imagen y proyecto: para que difundas las iniciativas visuales (maquetas, prototipos, renders, audiovisuales, etc.) con las que estás implementando alternativas para generar empresa, opciones comerciales y/o aportes corporativos e institucionales.

Pensar la imagen: donde puedes exponer las creaciones gráficas y visuales (fotografía, ilustración, pintura, caricatura, cómic, etc.) que haz desarrollado, ya sea como trabajo artístico, de reflexión individual y/o propuesta académica.

Reportaje Gráfico: un espacio destinado a comunicar -mediante una o varias fotografías- tu punto de vista sobre las realidades y vivencias que tienen lugar en la Tadeo, y sobre otros temas en los que existe participación de la Universidad y de los tadeístas.

Requisitos:Entregar un CD que incluya el material gráfico y adicionalmente el nombre del autor, Programa al que pertenece y datos de contacto, así como una breve descripción del proyecto o de las imágenes (material gráfico).

Imagenes en CMYK, a 300 dpi.Formatos: eps, tiff, jpg o pdf.

El CD debe entregarse en: Oficina de La Brújula Módulo 15, oficina 302 (Calle 22 No.3-30)

Mas información:Teléfono: 2 427030, Ext. 1157 - 1158E-mail: labrujula@utadeo.edu.co

El taekwondo es un arte marcial proveniente de Corea del Sur, con más de 50 años de antigüedad. En 1988 hizo su primera aparición en los Juegos Olímpicos de Seúl, como un arte de exhibición. Luego, el 4 de septiembre de 1994 fue declarado como el Día Internacional del Taekwondo, al reconocerse como un deporte olímpico oficial.

La palabra taekwondo se deriva de las raíces tae, que significa golpear con los pies, kwon, que quiere decir golpear con las manos o puños, y do, que se refiere a una disci-plina o método.

Además, esta práctica se divide en dos estilos que van asociados a las dos grandes federaciones internacionales que existen en la actualidad: el estilo WTF (World Tae-kwondo Federation) y el ITF (International Taekwondo Federation). El WTF se caracteriza por usar movimientos elásticos y circulares, en el que el combate es de contacto total, siendo una modalidad olímpica. Mientras que en el caso del ITF predominan los ataques sencillos y directos, controlando los golpes sin lastimar al oponente.

El atuendo indicado para practicarlo incluye el Dobok, que consta de un pantalón y una chaqueta de color blanco, y un Ti, que es el cinturón que indica el grado de práctica del deportista.

El taekwondo en la TadeoGino Alonso Salcedo, que hace parte de la Selección Colombia de Taekwondo

desde hace diez años, ha participado en cinco campeonatos mundiales y es cinturón negro, es el entrenador del Equipo de Taekwondo de la Universidad a partir del se-gundo período académico de 2009.

Por Natalia Rodríguez – nataliarodriguez_29@hotmail.com

Ilustración: Julián Cedeño

TaekwondoUna disciplina que se abre paso en la Universidad

[ 18 ] La Brújula

En la Tadeo existe un grupo de estudiantes que hacen parte del estilo WTF y quienes compiten con otras universidades desde tiempo atrás. Desde este período, también se abrió la opción ITF, en la que hasta el momento hay 16 nuevos integrantes, en categoría femeni-na y masculina.

Uno de los aspectos que más llama la atención de los antiguos y nuevos practicantes de taekwondo es el componente artístico, puesto que se realizan movimientos de defensa y de ataque muy llamativos, sin establecer contacto directo con el oponente.

También es importante el deseo de competir y la satisfacción de representar a la Universidad ante a otras instituciones. Además, aparte de ser un deporte exigente, “el taekwondo es un arte marcial que te da disciplina, constancia, perseverancia y que encierra mu-chos valores que van a servir para tu vida”, enfatiza Gino Salcedo.

José González, estudiante de la Tecnología en Realización de Au-diovisuales y Multimedia, se vinculó al Equipo desde que entró a la Universidad, puesto que viene practicando este deporte desde los 15 años y también lo hace con la Liga de Bogotá. Él asegura que en la vida personal, las artes marciales juegan un papel importante:

“forman disciplina, resistencia. Se desarrolla la parte física y mental, y permite organizar la existencia con más solidez”, comenta.

Complementando este enfoque filosófico y espiritual que le da identidad a la disciplina, Laura, una estudiante que está por fina-lizar sus estudios en el Programa de Publicidad, afirma: “me siento atrapada por este arte, ya que enriquece mi vida y me enseña a ver el cuerpo como un instrumento hermoso que puede ser manejado desde la introspección del ser humano”.

Precisamente, en la reciente inauguración de la 40ª Olimpiada Tadeísta las exhibiciones ejecutadas por quienes practican taekwondo en la Tadeo fueron de las más aplaudidas por el público asistente, por el impacto visual de los movimientos y acciones desarrolladas.

Desde la Oficina de Deportes, el objetivo es conformar un equipo cada vez más numeroso, que continúe representando a la Tadeo en distintos campeonatos y mejorando su nivel, para que se clasifique a las instancias definitivas de los torneos en los dos estilos de competición. Los tadeístas que quieran participar de los entrenamientos y quizá llegar a hacer parte de los equipos de la Institución, pueden presen-tarse con sudadera u otra clase de ropa cómoda para los entrena-mientos, que se desarrollan en el Salón de Aeróbicos del Gimnasio, los lunes, martes, jueves y viernes, de 3:00 a 5:00 p.m.

La idea es brindarles la oportunidad de que practiquen el tae-kwondo, no sólo por competencia o combate, sino como un medio que les permita desinhibirse y establecer un contacto profundo y distinto, como seres humanos, con el mundo exterior.

A punto de finalizar sus estudios en la Tecnología en Medios Audiovisuales y Multimedia, Felipe Chaves encontró en los profesores Nelson Riberos y Óscar Mauricio Velázquez la visión adecua-da para entender, tal como manifestó Montaigne, que “saber algo simplemente para poderlo repetir alimenta tan poco como la comida que lleva un pájaro en la boca para entregarla a otro, o como la carne que se devuelve entera después de comerla, sin haberla digerido”. A partir de esa reflexión, realizó una serie de fotografías en donde intentó que tal idea estuviera plasmada de manera fiel, en la Tadeo y en otros espacios universitarios de la ciudad. Tales imágenes le valieron a Felipe para ganar uno de los galardones en el concurso “Percepciones de Colombia en Blanco y Negro”, que además le representó la publicación de varias de sus imágenes en el libro que recoge los trabajos de quienes resultaron premiados. Según el autor, “fue una manera de expresar que, como estudiante, el conocimiento debe digerirse para poder aprovecharlo posteriormente, en la manera más acertada”.

Por Equipo de redacción de La Brújula – labrujula@utadeo.edu.co

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Urban art en formato de sticker es la propuesta que Manuel Valencia, estudiante del Programa de Diseño Gráfico da a conocer en esta ocasión. Son piezas rápidas, elaboradas sobre cinta de enmascarar utilizando, además de lápiz para realizar los bocetos, marcador de punta fina para las líneas, así como coloreado con resaltadores de color cyan, magenta y amarillo, mediante los cuales se logra una gama de tonalidades considerablemente amplia. Según Manuel, que trajo su propuesta a la sede de la Revista (módulo 15, oficina 302), “la idea nació en clase de Diseño Básico I, donde hice una pequeña, rápida y descuidada ilustra-ción sobre cinta con los implementos ya mencionados”. Desde entonces, él ha mejorado la técnica de coloreado y factura. Según dice, utilizar cinta en lugar de papel adhesivo o alguna superficie continua obedece a que es parte de la iden-tidad del proyecto y adicionalmente, porque la cinta le da una textura bastante particular a la imagen. “Quizá la razón más importante en esta propuesta es que la cinta permite hacer, con mayor facilidad, los fundidos entre las tintas básicas, para lograr un mejor aprovechamiento del gamut”, concluye el creador.

Por Equipo de Redacción de La BrújuLa – labrujula@utadeo.edu.co

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Reportaje gráfico de Julián Castillo

"En nuestra mente, las palabras pueden cobrar nuevos significados y lograr asociaciones con lugares, perso-nas, sensaciones, sentimientos y situaciones diversas. Hay palabras que significaban algo hace 50 años y que tendrán otra definición un siglo después. Pero existe un significado en nuestro contexto y éste tiene un valor individual que cada quien le atribuye, enri-quecido por la experiencia personal".

Apropiación

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RecilienciARTE[ 26 ] La Brújula

¿Le interesa saber cómo se le toma una fotografía a un joven que lo perdió todo en una guerra absurda? ¿Podría este joven olvidar las imágenes nefastas que tiene en su mente? ¿Podría pensar que todo puede ser mejor? ¿Podría imaginar un mundo de colores en el que el rojo-sangre no tiñe los sueños de sus habi-tantes? ¿Podría refugiarse en el arte para olvidar, para dejar atrás, para caminar mirando siempre hacia la cima?

La respuesta es sí. Aunque parezca mentira, a alguien se le ocurrió que a tra-vés de las artes se puede trabajar el tema de la resiliencia -en psicología, este término se refiere a la capacidad de los sujetos para sobreponerse a muertes o períodos de dolor emocional- y por ello, el Grupo de Memoria Histórica de la Comisión Nacional por la Reparación y Reconciliación (CNRR) abrió una convo-catoria para trabajar con la comunidad de El Salado (Bolívar), golpeada por la violencia en el año 2000, en un proyecto artístico de sensibilización.

Una especie de laboratorio de artes que permitiera evidenciar y registrar el momento de reconstrucción de la vida de los “salaeros” (gentilicio de los habi-tantes de El Salado), de la valentía, la esperanza y la fortaleza que acompañan la cotidianidad y el actuar de manera natural en su territorio.

El Salado (Bolívar) fue una población alegre y activa hasta el 15 de febrero del año 2000, cuando un grupo de hombres armados llegó al pueblo, destruyó casas, parques y plazas, y acribilló en plena cancha de fútbol a casi 100 de los hombres, mujeres y niños que lo habitaban.

Todo sucedió irónicamente, como si se tratara de una fiesta. Un estruendo musical, en el que primaban las gaitas y tambores (instrumentos sagrados para esta comunidad) acompañaba la matanza que ocurría en el corregimiento ta-bacalero. Los “verdugos” ingerían licor, bailaban y gritaban obscenidades. Una situación que quien no la vivió, quizás jamás podrá imaginarse.

Laboratorio artístico en El SaladoPor María F. Martínez – mariafernanda.martinez@utadeo.edu.co

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Recuerdo que hace unos días, cuando se llevaba a cabo la “Semana por la Me-moria”, observé por un canal de televisión una nota acerca de la “celebración” en El Salado. Todos los medios tenían puesta la mirada en el humilde corregi-miento que, debido a la masacre allí ocurrida nueve años atrás, perdió el sueño de convertirse en municipio. Había de todo: música, danzas, teatro, pintura y una gran exposición de fotografías de los rostros de quienes murieron en aque-lla masacre. En fin, un espectáculo mediático que a cualquiera entristece, pues, ¿por qué esperar hasta este momento para tornar la mirada hacia un pueblo que promete, que sueña con progresar?

Sensibilidad y esperanzaRodolfo “Fito” Segrera, realizador de audiovisuales y multimedia, y estudiante

de Bellas Artes de la Tadeo Seccional del Caribe, ganó la convocatoria del CNRR y trabajó en el área artística durante casi un mes con los habitantes del pueblo en el tema de resiliencia. Y, contrario a la técnica que usaron muchos otros, cuenta que a través de su laboratorio trató de exaltar la lucha, la entereza y el progreso del pueblo, dejando a un lado el hecho sangriento ocurrido en el año 2000.

“La idea no era meterles el dedo en la llaga o hacerles recordar a partir de la tristeza y el sufrimiento. Era enseñarles a través del arte a recobrar la confianza, a pesar de lo sucedido, para seguir viviendo con todo lo que esto significa”, re-flexiona “Fito”, que recuerda a cada uno de sus “alumnos” y a quien se le quedó en la mente Juan Castro, un chico de 16 años que reflexiona con tranquilidad sobre los temas sociopolíticos del pueblo. Él tenía siete años cuando ocurrió la masacre y, por los chismes que se regaron por el pueblo durante los días e incluso los meses anteriores al nefasto día, de que algo malo iba a suceder, él y su familia huyeron.

Juan vivió este terrible momento desde afuera, pero fue tal su sufrimiento al ver destruido el entorno donde pasó la niñez, el parque en el que solía volar cometas, la tienda en la que compraba las golosinas y a cientos de personas huyendo por los montes, desnudos y hambrientos, que lo sintió como su propia tragedia. Hoy, nueve años después, él habita en El Salado y aspira a, dentro de unos años, ser un líder en el pueblo.

“RecilienciARTE”Cuando “Fito” Segrera pasó, de casa en casa, explicando cuál era la finali-

dad de su proyecto, Juan no dudó en hacer parte de él, y además incentivó a sus amigos y vecinos. Fue así, como mientras pintaba y aprendía a tomar una fotografía con una simple lata de gaseosa, poco a poco iba sacando todos los sentimientos que tenía reprimidos adentro, y los enfocaba con optimismo y es-peranza, pensando en que a pesar de los golpes, la vida sigue, y mejora.

El líder del proyecto comenta que “era increíble verlos. Ellos, en lugar de pin-tar cosas feas, sangre, armas y muertos, mostraban lo que ha sido su vida luego de la tragedia y lo que esperan que sea”.

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“El eje de mi propuesta no fue recordar el dolor de la tragedia, sino mas bien sensibilizar a los participantes del laboratorio y reflexionar a través del arte sobre la situación actual a la que se enfrentan como consecuencia de su oscuro pasado”, comenta

“Fito”. Más allá de los efectos negativos de la adversidad, du-rante el proceso del laboratorio se activaron aquellos factores que resultan protectores y estimulantes para los seres huma-nos, tales como la autoestima consistente, la introspección, la independencia, la capacidad de relacionarse, la iniciativa, el humor, la moralidad, la creatividad y la capacidad de pensa-miento crítico.

Debido a la condición artística de “RecilienciARTE”, se le dio mayor importancia a los últimos dos factores mencionados: la creatividad como la capacidad de crear orden, ideas y objetos estéticos a partir del caos y el desorden (fruto de la capacidad de reflexión de los individuos) y la capacidad de pensamiento crítico ya que le permitió a “Fito” analizar las causas y respon-sabilidades de la adversidad a través de las prácticas artísticas y del quehacer cotidiano.

La obraTomadas por los participantes de “RecilienciARTE”, bajo la

técnica de “solarigrafía” (largas exposiciones del papel foto-gráfico en el que el sol deja huellas), las fotografías fueron ex-puestas en El Salado durante la “Semana por la Memoria”.

Lo más interesante es que no se exhibieron en un mural del pueblo o en una casa cercana a la plaza principal, como se hace de manera tradicional, sino que cada una se expuso en el lugar donde fue tomada para que, mientras los espectadores las observaban, compararan los colores, formas y tamaños en el espacio real. “Si la cámara, hecha con base en una lata y un papel había registrado la imagen colgada en un poste de luz, en ese mismo punto exponíamos la foto”, añade “Fito” Segrera.

La obra resultante del laboratorio artístico de El Salado, creado y puesto en práctica por este tadeísta, también se dio a conocer en el Museo de Arte Moderno de Cartagena de Indias (MAM). “Para ellos, la experiencia consistió en contarle al otro no lo que vivieron, ni lo que sufrieron, sino dónde están y para dónde van en ese proceso natural de la vida que es la resilien-cia”, concluye.

La Zona Verde de la Universidad, el escenario principalPor Andrea Delgado – andreacatalinadelgado@hotmail.com

Fotografía: Steve Serrano

Septiembre fue el Mes del Patrimonio Cultural en toda Colom-bia, con el que se pretende crear conciencia de la riqueza cul-tural del país. Dentro de esta celebración, en la Tadeo se creó la Semana Bio Cultural, celebrada del 9 al 11 de septiembre, con la temática de “Visión Ecológica”. Esta semana nos trajo con-ferencias y cátedras pero, en especial, en la noche del jueves 10 de septiembre, permitió que se llevara a cabo la primera Lunada de la Tadeo, organizada por Guillermo Díaz, publicista y comunicador social de la Universidad, tallerista de guitarra eléctrica y productor musical del Centro de Arte y Cultura.

La Lunada se realizó con el objetivo de hacer el lanzamiento del segundo concurso “En la Tadeo”, que reúne cortometrajes, fotografías, ilustración, comerciales y cuñas radiales, y cuya convocatoria está abierta hasta el próximo 28 de noviembre. Los finalistas serán premiados con la publicación de un libro que incluirá sus trabajos y se distribuirá por las distintas biblio-tecas de Bogotá.

La idea de realizar la Lunada nació con la intención de hacer algo original y que el lanzamiento de “En la Tadeo” no fuera como los demás. No se quería hacer una conferencia en el Hemiciclo o algo así, y “pensamos que si hablábamos de visión ecológica, era una buena idea que fuera algo con mucho contacto con la tierra, con el pasto, con la Zona Verde”, afirma Guillermo.

¡La luna hizo su aparición!

A las cuatro y treinta de la tarde el escenario ya estaba armado. Varios grupos de estudiantes se acomodaban en el pasto. Unos salían de clase directamente al lugar del evento y otros simple-mente se topaban en su camino con él y decidían integrarse. Gran variedad de personas observaban desde distintos puntos de la Tadeo, enfocándose en la Zona Verde. Aunque comenzaba a llover y se generaba un ambiente frío, las personas esperaban ansiosas enterarse de qué iba a suceder exactamente.

Minutos antes de comenzar oficialmente la Lunada, Guiller-mo Díaz nos comentó: “Esperamos convocatoria. En la Tadeo no hay convocatoria y la gente por lo general no apoya los eventos. Esperamos una buena respuesta para el concurso”.

A las cinco y media, hora programada para la actividad, el clima ya había dado un giro y los grupos de personas aumentaban. Dis-cos de Ultimate volando, comida, cigarrillos, juegos, gritos, risas y música mostraban un ambiente bastante diverso. Seis y trece mi-nutos: comenzó el evento entre grandes aplausos. Sobre y alrede-dor del pasto había gente sentada, acostada, de rodillas, parada… Pero todos pendientes de la apertura, con las palabras del Decano del Programa de Publicidad, Christian Schrader, y el Profesor José

Polanco. También hubo un discurso del ex senador de la República Gerardo Jumy, representante de las etnias indígenas y pertenecientes a la comunidad Embera, quien reflexionó sobre el concepto de la Pachamama (la madre tierra) y se realizó la encendida de las antorchas, como símbolo de la noche.

Para el gran final, los colaboradores del Evento pasaron por medio del público, repartiendo unas pequeñas totumas que decían “Visión Ecológica. Septiembre 10/09, UJTL”. Hacia las siete de la noche cambió el punto de referencia. De estar observando hacia el occidente, se pasó a observar hacia los cerros orientales, fijando la mirada en la pared amplia y blanca de la Biblioteca Auditorio.

Desde una plataforma ubicada en la brújula, un proyector de video reflejó en la pared el documental “En la Tadeo”, exponiendo los imaginarios de los estu-diantes sobre qué era este proyecto y, finalmente, contando de qué se trataba la convocatoria. En ese instante, el pasto comenzó a llenarse más, a pesar del gran frio que corría por el Centro de la ciudad. Y así, la Zona Verde se llenó. Luego de la proyección, el escenario volvió al occidente, donde se pudo apreciar una obra de teatro sobre la tierra, dirigida por Vladimir Nieto, así como una muestra de performance y danza del Colegio Lumencoelli y, por primera vez, a la tuna fe-menina de la Tadeo. La lunada seguía con la misma buena energía, con la misma satisfacción y expectativa.

Siete y cincuenta: Llegó la muestra final de la noche, con Marina la esposa del pescador, cortometraje del colombiano Carlos Hernández, comunicador social, director de cine, fotógrafo, guionista y realizador de distintos proyectos audio-visuales, que comenzó profesionalmente su carrera en Cuba y que nos mostró cómo se pueden sanar las heridas. Esta proyección nos llevó a un ambiente de silencio, con todos los espectadores concentrados en la pantalla.

Cuando el corto terminó, hubo grandes aplausos y comentarios positivos de los presentes, que demostraron una vez más estar a gusto. Y así, poco a poco se dio paso al cierre de la noche, quizá con lo más esperado por los estudiantes: frente a la sede de la HJUT 106.9 se ubicó una señora que, en una gran olla y con un cucharón en la mano, esperó a que los estudiantes llegaran con sus totumas o con algunos vasos, para servirles una deliciosa agua de panela con yerbas.

Este manjar nocturno calentó a todos los presentes. Aunque la fila era ex-tensa, muchos repitieron, haciendo de esta Lunada la más amena y además, acompañando la salida de la Universidad con un obsequio: una pequeña planta para sembrar, cuidar y no dejar morir. Y así, se dejó una huella positiva en la primera Lunada Tadeísta, donde se reunieron aproximadamente 450 personas.

Aunque para Guillermo, como organizador, la mayor parte de las cosas fueron positivas: “hay algunos aspectos en los que tenemos que trabajar. En general, quedamos muy contentos del resultado, tanto que desde ya estamos pensando en un Día Cultural en la Tadeo”. Así como él, muchos de los estudiantes le damos la bienvenida a nuevas convocatorias e iniciativas, para que el talento de las personas y todo lo aprendido se complemente.

Al final, el cielo oscuro y despejado de la Lunada Tadeísta cerró con la unión de las nubes, con los rostros de satisfacción a la salida de la Universidad y con los estudiantes y presentes felices, esperando una nueva cita cultural y lúdica.

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“No tenemos con qué contrarrestar la delincuencia. La ley en este país es muy laxa, los tramites y los papeleos no nos dejan traba-jar”. Así lo manifiesta, con un tono escueto y a modo de queja, el agente Néstor Hernández, quien conduce una moto de la policía que se dirige al CAI de Torres Blancas, que queda justo en frente del Edificio de Postgrados de la Universidad.

El agente Hernández comenta que los fines de semana se dis-para el consumo de drogas en la zona: “los viernes se alborota el movimiento por lo que hay tantas universidades en el sector”. Afirma que las zonas más “calientes” son las vías principales (carrera décima, avenida 19, carrera séptima) donde abundan los jibaros ambulantes que recorren las calles día y la noche, ofreciendo entre susurros “bareta, coca, le tengo buena baretica”. Miran las caras antes de ofrecer, hacen un rápido “escaneo” del rostro de su posible comprador y una vez hecha su inspección, sueltan la retaila como si los estu-vieran persiguiendo. También están los jibaros que atienden el “ne-gocio” como si fuera una tienda, en un lugar específico, sin letrero o identificación, pero totalmente reconocibles para los clientes, en una casa abandonada o en un pequeño espacio del segundo piso de algún negocio de comidas rápidas o cabinas telefónicas.

Mientras estoy en el CAI, haciendo parte de la investigación, lle-gan a la estación de policía dos jóvenes esposados. Uno de ellos tiene la mirada extraviada y está desubicado. El otro mueve las manos afanosamente, mientras el policía que los baja de la patrulla le dice al agente Hernández: “aquí están estos dos personajes que

Por Natalia Suárez - natica.suarez@hotmail.comFotografia: David Hernández

Ilustracion: Julián Espinel

"Tome

los dulces"Retrato de una cuadra "caliente"

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estaban consumiendo marihuana en un sitio público”. “¿Ustedes son de la Tadeo?” les pregunta el agente, a lo que responden con monosí-labos torpes y contradictorios que los hacen caer en la mentira.

No puedo negar que al principio mi actitud frente a la autoridad era un poco displicente porque pensaba que gran parte del proble-ma radicaba en su incompetencia y en su característico trato tosco, así que mis preguntas estaban orientadas a encontrar un punto débil en las respuestas. Sin embargo, debo admitir que entendí que el meollo del asunto y lo que nos tiene “jodidos” en muchos aspec-tos como sociedad, es la “tramitología”, los procesos que demoran las acciones, la flexibilidad de la ley y las preferencias que favorecen a unos y discriminan a otros por su apellido o su posición social.

Según Carlos Bastidas, jefe de contravenciones de la Estación de Policía contigua a la Universidad de los Andes, en el Centro de la ciudad son frecuentes los casos en que los policías -sobre todo los bachilleres- se enfrentan a situaciones en que los jóvenes con-sumidores, a plena luz del día, les responden altivamente con su apellido o con la pregunta cliché: “¿usted sabe quién soy yo?”.

“Me ha tocado salir de mi oficina para decirle a más de un joven uni-versitario que no sea descarado y que respete. Que vaya a drogarse a la casa de su abuela”, afirma indignado Bastidas. Sin duda, estas situaciones son piedras en el camino que fortalecen a las redes ex-pendedoras de drogas que se encuentran detrás del negocio. Según él, cada mes se hace una recolección de la droga incautada por zonas y durante el mes pasado, el conteo del material que posteriormente

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fue incinerado llegó a los 12 kilos de marihuana y las 5.500 papeletas de bazuco, así como cientos de pastillas de Ribotril y otros tantos gramos de cocaína.

Según el testimonio de un ex visitante habitual de la zona del Centro, estudiante de la Tadeo pero que prefiere no revelar su nombre, algunos de los vendedores de la zona son personas con discapacidades físicas o limosneros. “Quienes los conocen, sin ningún reparo se acercan no a darles limosna precisamente, sino a cambiar dinero por droga”, menciona.

Recorrido por “la cuadra”En un intento por adentrarme en dicha realidad, decido un lunes

después de clase hacer el recorrido por la cuadra que está a la al-tura de la carrera séptima, entre calles 23 y 24, donde se encuentra el centro comercial Terraza Pasteur. Mi intención es ir en busca de drogas y comprobar “cómo es el maní”.

Son las seis de la tarde y el cielo se pinta de gris. “Va a llover” pienso y entonces decido decirle a un amigo que me está acompa-ñando que aligere el paso, que no nos puede coger la noche por aquí, que a eso de las siete se ponen peligrosas las calles y “los gatos de noche son pardos”. Así que hay que aprovechar mientras aún queda algo de la luz del día. Cuando nos acercamos a la esquina del Terraza Pasteur vemos a un grupo de cinco bachilleres haciéndole requisa a un par de muchachos, que se quejan ante los uniformados, diciéndoles

“suéltennos, no tenemos nada, estamos rehabilitados. Nos subimos a los buses a vender esferos así que déjennos trabajar”.

Aunque hay gritos y alegatos nadie parece siquiera inmutarse con el altercado. La ley del silencio reina porque todos ven pero nadie dice nada. Se me hace extraño que haya policías en el sector. De vez en cuando he visto a uno que otro en un intento de vigilar las calles pero, sin ánimo de ofender, parecen un adorno más y se confunden con el paisaje urbano de la séptima. Por eso me extra-ña observar que en la siguiente cuadra hay más de cinco policías bachilleres vigilando la zona.

Mi amigo y yo decidimos caminar de lado a lado la cuadra. Re-cuerdo que varias oportunidades, cuando voy a coger el bus para mi casa, en esa misma esquina se me han acercado algunos hombres diciendo “perico, bareta, le tengo lo que sea”. Y justo hoy, cuando

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estoy dispuesta a ceder a sus ofrecimientos, ninguno aparece. Es como si ellos olieran que no somos precisamente consumidores y que es nuestra primera vez.

El sol ya se ocultó y le digo medio enojada a mi compañero, “no puede ser tan difícil. Si apenas ayer vi a una niña de la universidad que golpeó en esa puerta y un tipo malacaroso le abrió el portón, se salu-daron y ella le puso algún billete en la mano, mientras él le daba una pequeña bolsa de plástico con algo que no eran precisamente dulces”.Cambios en la “atmósfera Pasteur”

La noche empieza a correr y el ambiente es más tenso. Se siente el peligro rondando y aumenta el movimiento en la “cuadra Pas-teur”. Me empiezo a sentir como en un cuento de terror: las caras de los vendedores de minutos a celular ahora parecen más duras, sus rasgos son más fuertes y por algún motivo sus ojos reflejan una actitud diferente. No en todos los casos, eso está claro, pero si en muchos personajes que recorren el lugar.

Cansada de buscar y no encontrar me armo de valor y me acerco a un puesto de dulces, de esos que son coches modificados para vender cigarrillos, caramelos y demás. Pido unos chicles y sin reparos le digo a la vendedora, que es una señora de unos 60 años, con las marcas de los años en su piel, un ancho delantal percudido, el pelo recogido y canoso, unas anchas gafas roídas por el tiempo y un olor que no logro definir, “señora, ¿usted vende Ganja?”. La anciana hace un gesto maluco y me dice “¿Caña?”. La miro seriamente y le pregunto, con un tono más fuerte, “¿Que si tiene marihuana?”. Ella aguarda en si-lencio unos segundos y sin ninguna parafernalia me dice: “¿cuánta quiere?”. Con algo de nervios, se me entrecorta la voz y pienso que al fin y al cabo, no voy a consumir lo que compre.

Sin embargo, la situación es alarmante y no sólo por el fácil acceso a la droga, sino por todo lo que implica el expendio ilegal en las zonas universitarias. No es un secreto que para la comunidad estudiantil la droga y el consumo no son un tema ajeno. Por el contrario, es un tema de conversación frecuente y a diferencia de otros, parece que aquí el tabú social que representaba hablar de las drogas ya fue superado hace tiempo. Entre nosotros reinan dos actitudes igual de peligrosas: una es la indiferencia pasiva. La otra, la sedición activa. Y al final cada una, a su manera, contribuye a que la demanda siga activa y la oferta esté literalmente “a la vuelta de la esquina”.

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“Mary se acostó pegada a su hijo, lo abrazó por la espalda, se secó las lágrimas con la capa de estrellitas desteñidas y la manchó con restos de rímel. Carlos se acostó detrás de ellas, también la abrazó. Mary no dijo nada, cerró los ojos y por un instante brevísimo sintió que en esa cama tan chica estaba toda su feli-cidad…”. Así se abre el libro de Margarita García Robayo, Hay cier-tas cosas que una no puede hacer descalza, una obra que maneja temas como la incertidumbre, el dolor y sobre todo la soledad.

Publicada por Planeta, la obra de Margarita García lleva en el mercado aproximadamente dos meses, desde que fue presen-tado en las instalaciones de la Sede Centro de la Universidad Jorge Tadeo Lozano Seccional Caribe. “Para mí ha sido de gran importancia hablar del libro frente a mi familia, mis amigos y sobre todo en Cartagena, mi tierra” dijo la escritora durante el conversatorio en torno a su obra, moderado por Mercedes Posada, directora del Programa de Comunicación Social de la Universidad en Cartagena.

Entre Cartagena y Buenos AiresLuego de graduarse como Comunicadora Social en la Tadeo Seccional Caribe,

la escritora se desempeñó como columnista de cine en un periódico local y también fue docente de la Universidad, en la cátedra de Análisis Fílmico. Pos-teriormente, partió a Argentina, donde realizó un recorrido por varios medios, incluyendo el periódico Clarín, donde participó en la edición digital, escribiendo para un blog llamado “Sudaquia Historias de América Latina”.

En él, se narraban historias de personas, recorridos y lugares de diferentes zonas de Latinoamérica, haciendo una crítica de cómo era la situación de los surameri-canos o “sudácas”, un término que se utiliza, de manera despectiva, para referirse a quienes somos de Sudamérica en otras regiones del mundo. En la actualidad, Margarita escribe para la sección “La ciudad de la furia”, del diario argentino La Crítica, donde ella y otros columnistas publican sus crónicas y reportajes sobre temas de actualidad.

Desde que inició la carrera de Comunicación Social, muchos de sus compa-ñeros tenían la certeza de que Margarita se inclinaría por el arte de escribir, pues en muchos de sus artículos se puede ver una influencia constante de la literatura, evi-

Una escritora tadeísta, en Argentina

Por Gilberto Gómez - giccioni@gmail.comIlustración : Julián Cedeño

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denciada en la forma de narrar los hechos. Además, siempre ha estado vinculada a esta clase de espacios de opinión.

Donde ha trabajado, esta tadeísta ha demostrado que es capaz de crear impacto con sus escritos. Como periodista, siempre le imprime dinamismo al relato y ha sabi-do ganarse el afecto de los lectores.

Como escritora, espera tener la misma fuerza desde tierras lejanas, para na-rrar historias de toda índole. Incluso, hace poco tiempo, pidió que se incorporara su segundo apellido en la firma de los artículos, teniendo en cuenta que en otros países, como Argentina, éste no se tiene en cuenta a la hora de publicar.

Sin embargo, la escritora lo consideraba injusto, pues la persona que la llevó nueve meses en su vientre y que además la formó en diversos ámbitos como mujer, no podía quedar olvidada por una simple costumbre. Precisamente, fue a su progenitora a quien le dedicó su primera obra literaria, pues la considera como la fuente de inspiración para crear los personajes y el entorno literario.

Más de la obraCon 131 páginas, en Hay ciertas cosas que una no puede hacer descalza se re-

latan varias historias que mezclan el amor, la amistad, la pérdida y la monotonía, en relatos cortos que muestran el diario vivir de las nueve protagonistas.

Aunque se trata de distintas personas, se mantiene un vinculo entre cada una de ellas y se describe la rutina diaria de cada mujer. Estos personajes, aunque ficticios, son una muestra clara del drama que viven muchas mujeres en Latino-américa y el mundo, pese a que se ha avanzado en materia de libertad e igualdad de géneros. En la actualidad, sin embargo, persisten las falencias en algunos países donde aún se vive la intolerancia ante el mal denominado “sexo débil”.

La autora, en su obra, resalta no sólo la valentía sino la capacidad y la fortaleza que caracteriza a la figura femenina para poder superar las adversidades, a partir de la firme convicción que manifiesta en sus acciones.

A los 29 años y con todo un futuro por delante, Margarita busca posicionar-se en un mundo complejo e incierto como el de la literatura. No quiere que la encasillen en un estilo o género literario único, pues “las etiquetas funcionan como los prejuicios en la sociedad: de ante mano te definen y pueden ser una estrategia comercial que usan las editoriales, pero que a los escritores no nos sirve", reflexiona.

Así, desde un país que le ha abierto las puertas y la acogido por su creatividad, parte de la cual obtuvo y desarrolló en su etapa como estudiante de la Tadeo, ella seguirá demostrando la alegría que refleja al escribir. Su propósito es encon-trar lectores a lo largo y ancho de América, siempre con Colombia y Cartagena de Indias en el corazón.

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Vida después del pregradoEn el corazón de las maestrías tadeístas

Por Nicolás Barragán – arcanum88@hotmail.comFotografía: Steve Serrano

El Departamento de Humanidades de la Universidad ofrece dos Maestrías (Una en Estética e Historia del Arte y la otra en Semiótica) enfocadas, principalmente, en los estudiantes de la Facultad de Ciencias Humanas, Arte y Diseño, con el fin de per-mitirles ampliar y complementar sus conocimientos en ambas áreas académicas.

Ambas opciones de postgrado, además de los fundamentos teóricos y la complementación de estudios, responden a la necesidad de la Universidad de generar espacios que, nutriéndose de la tradición académica de la Tadeo, con-soliden los procesos de investigación al interior de la misma Universidad.

Y para lograrlo, les ofrecen a los estudiantes de pregrado que están a punto de terminar sus estudios en carreras como Diseño Gráfico, Bellas Artes, “la opción de realizar un trabajo de grado o la de cursar una asignatura, en cualquiera de las dos maestrías, siempre y cuando se cumplan con todos los requisitos exigi-dos por dicha asignatura”, menciona Álvaro Corral, director del Departamento de Humanidades, quien además agrega que, “hasta el momento, hemos tenido una participación interesante de estudiantes de Diseño Gráfico y Diseño Indus-trial que se encuentran en proceso de transición entre el pregrado y el posgrado.

Según él, es muy importante aclarar que el estudiante sólo entra oficialmente a la maestría cuando acaba su proceso de pregrado, por lo que la Tadeo prevé un semestre de transición donde la persona todavía no es estudiante de postgrado, sino que es un estudiante de pregrado cursando una asignatura del siguiente nivel.

Las dos maestrías están pensadas para tener una duración de cuatro se-mestres, incluyendo el tiempo necesario para realizar el trabajo de grado. Jorge Franco, estudiante de la Maestría en Semiótica, comenta que “son nueve horas presenciales a la semana y treinta horas no presenciales. Entonces, la carga académica es suficiente en ese sentido. Además, es interesante lo que pasa con la autogestión y la autodisciplina”.

Jorge, que es diseñador industrial, escogió la Maestría en Semiótica porque estuvo trabajando en medios de comunicación durante mucho tiempo y allí se dio cuenta de que tenía confusiones fuertes en esa área. Y sintió que la única forma de solucionar esas confusiones era conociendo un poco más: “estando aquí dentro, uno empieza a ver las posibilidades que brinda la maestría y se da cuenta que sirve para todo. La relación de la semiótica con el diseño industrial permite profundizar en las relaciones con el diseño gráfico. Y en ese momento,

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Vida después del pregradoEn el corazón de las maestrías tadeístas

Por Nicolás Barragán – arcanum88@hotmail.comFotografía: Steve Serrano uno se da cuenta que puede aplicar todo lo que está viendo a su cotidianidad,

lo que permite enfrentar de diferentes maneras los problemas que se viven en el ámbito laboral”.

Así mismo, los estudiantes de las maestrías reciben buenos soportes por parte de la Universidad. En la de Semiótica, cuentan con siete profesores de tiempo completo y, en el caso de la Maestría en Estética e Historia del Arte, con nueve. Los docentes dedican cerca de seis horas semanales a realizar tutorías, en un apoyo constante al compromiso que en cuanto a calidad académica quiere entregar la Tadeo. Por otra parte, el fortalecimiento del archivo bibliográfico para ambas maestrías es otro aporte decidido al mejoramiento de la calidad de cada una.

“El nivel de exigencia es suficiente y coherente con el de un programa de post-grado, en la medida en que uno entra a hacer los estudios sin tener una claridad particular de los temas que están siendo desarrollados”, menciona Diego Felipe Ríos, docente del Programa de Diseño Gráfico y que cursa la Maestría en Semióti-ca, antes de enfatizar en que “en la medida en que se van desarrollando los temas, se abre un nuevo universo de posibilidades y de conocimiento que se articula perfectamente. La parte más bonita es ver cómo un conocimiento semiótico es un conocimiento general que puede tener incidencias en niveles específicos”.

Por lo anterior, es importante que quienes culminan sus estudios de pregra-do los complementen de manera adecuada, teniendo en cuenta que el mundo laboral cada vez es más competitivo, tanto dentro como fuera de nuestro país. Para el profesor Carlos Andrés Pérez, “en este contexto, son muchas las univer-sidades que le ofrecen a los estudiantes la posibilidad de ingresar, de manera directa, a una maestría en el momento de terminar el pregrado, porque es ahí donde su realización resulta provechosa”.

En el caso de las dos maestrías que el Departamento de Humanidades ofrece, resulta fundamental que sus campos de estudio están directamente relacio-nados con muchos de los programas de pregrado de la Tadeo. Así, se les da la posibilidad a todos los tadeístas de profundizar y de investigar, con cuidado, en temas relacionados con las inquietudes intelectuales de muchos de ellos (Pu-blicidad, Diseño, Bellas Artes, Comunicación, etc.).

La invitación queda abierta entonces, para que todos los interesados en estos campos del conocimiento, indaguen más y sean parte de las maestrías. Para mayor información, pueden consultar la página web www.utadeo.edu.co/pro-gramas/postgrados ó comunicarse con el Departamento de Humanidades, en el teléfono 242 7030, ext. 1536 y 1537.

La Brújula [ 39 ]

Ilustración: Julián EspinelPor: Steve Serrano - stereostv@hotmail.com

Este no había sido el mejor de los días, pero creía que al menos lograría descansar. Me levanté del viejo sillón y tomé un sorbo de agua mientras susurraba un par de frases que no recuerdo. Pude ver el crepúsculo y los últimos rayos del sol que se resistían a morir. Volví al sillón y seguí esperándola, mientras aprovechaba el lánguido momento para fumar un cigarrillo.

La espera parecía eterna gracias esta mujer que la verdad poco me emocionaba. Por un instante pensé que había olvidado el orden de las calles y me divertí imaginándola descifrar afanosamente la ciudad a cada paso. Sentía que me estaba volviendo loco, mientras la puerta del patio aruñaba mis tímpanos con su grotesco bailoteo, tan inusual que parecía burlarse de mí.

Tanto tiempo estuve allí que sentí que me iba durmiendo. Los pár-pados se revelaban contra mi voluntad, sentía el cuerpo fundido con el sillón y para rematar la obra, alguien había dejado encendida la vieja radiola de mi abuelo. En ningún momento sentí el más mínimo deseo de levantarme a apagarla y finalmente excusé mi desinterés en que podía arrullar mi sueño mientras llegaba la infame mujer.

Bastaron unos pocos minutos para que cayera progresivamente en un sueño alienígeno y para que los terrores que se agazapaban en mi interior comenzaran a trabajar. Antes de dormirme, sentí regocijo, tan sutil que parecía celeste. Pensé que tal vez me había alcanzado el ángel de la muerte y decidí dejar que la sensación siguiera su curso, mientras se hacía más solemne.

Fue agradable hasta que comencé a sentir como pasaba del aburrimiento rabioso a una melancolía que parecía de otro tiempo. Cuando reparé en ese detalle ya me encontraba completamente envuelto en un pensamiento depresivo que no puedo explicar. Una tribulación de muchos seres inconcebibles que marchaban al ritmo de la radiola, clamando por ser liberados. Entonces sentí ganas de morir, fulminado por tanto dolor.

Intenté despertarme pero la música de la radiola, firme e incompa-siva, parecía ganar volumen hasta que la escuché retumbar en todas las direcciones. Sumido en un sueño oscuro y carente de imágenes, una bruma negrusca parecía desgarrarme la piel lentamente, mien-tras me aplastaba e impedía que respirara con agrado demoníaco. Intenté saltar bruscamente con la poca fuerza que me quedaba y lo único que conseguí fue abrir los ojos ante la pesadillezca trampa que se me había tendido.

Sabía que estaba despierto, aunque el tiempo se notara más lento. La bruma había hecho todo invisible, había cedido solo un poco. Vi angustiosamente cómo el techo de mi sala se transfor-maba en una placa de petróleo que ganaba terreno, deslizándose

por las paredes hacia el piso. El terror se apoderaba de mí cuando vi el techo y la parte superior de las paredes convertirse en un cielo incendiado, tan rojo como un infierno. La bruma del sueño se hizo presente para hacer del aire algo irrespirable.

Todo esto parecía saturar la capacidad de mi imaginación y las fuerzas de mi cuerpo aumentadas de manera irracional sólo daban cuenta del inútil forcejeo contra la prisión ejercida por una imagen que escapa imponentemente a la realidad, como un aterrador espec-tro de humo. Mi esfuerzo parecía alimentar las fuerzas de la radiola y sus habitantes. Por un segundo, comprendí que la fuente de mis terrores era ese blasfemo aparato que conspiraba para destruirme.

Concentré todas mis capacidades en soltarme del embrujo y co-rrer a detenerlo, sin contar con que aparecería algo más, si era posible que esto sucediera. No sé cómo pero, rogando por la ayuda divina, logré liberarme para ser detenido por mi propio ser impresionado, ante la silueta a contraluz de una hermosa mujer suspendida a unos 10 centímetros del suelo. Hábilmente, la aparición batía una sedo-sa capa y en ese instante la puerta del patio que se hallaba abierta tras la mujer, comenzó nuevamente a moverse tan locamente que parecía que fuera a salir volando. Ese rasgado sonido que genera-ba la puerta me heló la sangre, junto a la visión de una diabla que batía una chorreante capa formada por miles de pieles humanas recién arrancadas.

La Brújula [ 41 ]

La terrible visión me descompensó y me puso al borde de la locura y la resignación más profundas, mientras el espacio-tiempo era tan anómalo como mi propia presencia. El tiempo se detuvo y me dio un segundo de lucidez en el que tendría mucho menos espacio para correr, entre el intermedio de la canción que estaba por terminar y la siguiente. Me lancé a la carrera, sin pensar siquiera en los peligros que me acarrearía acercarme a la oscura dama o al mismo aparato.

En cuestión de segundos me vi junto al aparato, halándolo desespe-radamente mientras podía oler el ceniciento perfume que se generaba mi espalda. Las ardientes manos de la demonia trataban de alejarme de mi objetivo. Al fin, logré desconectar el aparato y caí, casi incons-ciente por la respiración del humo que dejó la evanescente diabla.

Luego de levantarme y tomar aire, rápidamente revisé la radiola que se hallaba frente a mí, notando que se encontraba fría como si no hubiese sido encendida nunca. Con la mínima fuerza que me quedaba, corrí a la biblioteca de mi casa en busca de algún refe-rente del aparato, pues tenía claro que cuando estos se encienden, emanan calor suficiente para dejar algo más que tibia su carcasa. No encontré documento alguno y mientras recogía algunos libros, re-cordé el regreso de mi abuelo con la singular radiola, comprada en uno de sus viajes a Alemania, después de la Segunda Guerra Mundial.

No he podido encontrar una explicación racional a todo este asunto y tampoco he vuelto a dormir tranquilo. Temo que en cual-quier momento mis sueños sean invadidos por esos seres, esos degenerados habitantes de la sombra, y que yo carezca de tan buena suerte como para escapar por segunda vez de ser capturado y llevado a algún lugar ajeno al pensamiento humano. Aunque he enterrado el aparato bajo el piso del sótano, algunas noches puedo escuchar el ronronear lastimero de su promesa vengadora. Lo que nunca logré saber fue quien accionó el aparato y qué profano pudo tener la mala idea de despertar esa canción ausente.

[ 42 ] La Brújula

¿Ustedes se han preguntado alguna vez quién es Edgar Allan Poe? Tranquilos, nosotros tampoco lo hemos hecho de manera constante. Simplemente se saben cuestiones sueltas sobre él. Que es un escritor, que fue muy importante, que dejó huella, que es el autor del poema El Cuervo y que sus cuentos son literalmente “un video”. Es decir, que “encarretan” porque son muy buenos.

Edgar Allan Poe nació en Boston, Massachusetts, en 1809. Su vida duró 40 años y murió en Baltimore, Maryland, en 1849. Tuvo una infancia muy complicada pues quedó huérfano y posteriormente lo adoptó una pareja que le hizo la vida bien difícil. Fue muy estudioso, pero también era un fanático del juego y del “traguito”. Aún así, con todo y los problemas, nada parecía detener a éste escritor. Se enlistó en el Ejército de los Estados Unidos por dos años.

Obtuvo varios puestos de trabajo, pero ninguno le rindió frutos de cara al futuro. Así que decidió casarse… ¡Con su Prima! Trabajó en un importante periódico de Baltimore y en varias revistas más. Merced a sus críticas literarias, generó una audiencia incom-parable, pues sus agudas apreciaciones acerca del cuento y la poesía, y sus escritos eran aclamados pues tenía numerosas formas de “contar” el mundo, desde un punto de vista único, no desesperado sino más bien culto, fascinante y admirable. Por ésta y muchas otras razones, se le rinde tributo hoy en día.

picoteó mi ventanaApuntes de Nhila Blanco, Camilo Galán, Sebastián Parra, Alejandro Sereno y Paula Vega, estudiantes de la Tadeo e integrantes del Club de Lectura que coordina la profe-sora de Lingüística Adriana Plazas y que apoya el Centro de Arte y Cultura.

Un cuervo

¿Qué hizo?Poe tenía “más puestos que un bus”. Hizo de

todo: fue escritor, poeta, crítico y periodista, re-conocido como uno de los maestros universales del relato corto. Dejó impregnado en sus escritos el aroma de su tortuosa infancia, con sentimien-tos de tristeza, desamparo y terror. Hasta el día de hoy, sus narraciones atrapan al lector y lo cau-tivan, quizá a causa de los extraños temas que tocan con increíble creatividad.

En los relatos, el tema de la muerte es una constante. El anhelo de Poe era ser un gran poeta, pero las necesidades económicas que atravesa-ba lo llevaron a escribir prosa, convirtiéndolo en un maestro de las historias de miedo y terror. De hecho, uno de sus logros más reconocidos fue haber iniciado el género de la Novela Policíaca.

Edgar Allan Poe escribió alrededor de 60 cuen-tos, además de una serie de poemas a los que, muy a pesar suyo, no les pudo dedicar el tiempo que hubiese deseado. Entre sus obras más re-conocidas están El gato negro, El corazón dela-tor, Berenice, Ligeia, La conversación de Eiros y Charmion, Eureka, La caída de la casa de Usher, El cuervo, El retrato oval, La máscara de la muerte roja y El barril de amontillado, entre otros.

El momento en el que Poe llegó a la cumbre fue en 1845, cuando escribió el poema El cuervo. Lea-mos unos versos de este texto:

“(…) Deja mi soledad intacta.Abandona el busto del dintel de mi puerta.

Aparta tu pico de mi corazóny tu figura del dintel de mi puerta.

Y el Cuervo dijo: Nunca más".

Su trabajo ha sido divulgado por la cultura popular, a través de la literatura y la música, tanto moderna como clásica. Así los muestra el álbum Tales of Mystery and Imagination, dedi-cado enteramente a él por el grupo inglés Allan Parsons Project. También el cine ha adaptado varios de sus relatos, igual que el cómic, la pintura y hasta la televisión. Todos han encon-trado en Poe una fuente de inspiración.

En su país natal, Estados Unidos, él desarro-lló su faceta como crítico literario y editor en la publicación SOUTHERN LITERARY MESSENGER, de Richmond, Virginia. Esta labor permitió que grandes autores -del porte de Charles Dickens, Henry Lee y Washington Irving, entre otros- se dieran a conocer en el mundo. Más aún, vale recalcar que su labor como perio-dista lo llevó a ser editor y a publicar más de sus historias extraordinarias en la BURTON’S GENTLEMAN’S MAGAZINE”, de Philadelphia. Y también, a ser un reconocido articulista en el periódico neoyorquino THE SUN, conside-rado de los más significativos en la capital del mundo, junto al NEW YORK TIMES.

El cuento ofrece el mayor reto para los litera-tos por su extremada dificultad de escritura. Sin embargo, recibió de Edgar Allan Poe la máxima consideración, no sólo por sus múltiples escri-tos sino por la contribución teórica que realizó en El método de composición, texto desde el cual estableció los elementos fundamen-tales que se deben seguir en la escritura de un cuento. Este lúcido tratado ha sido una directriz para los grandes escritores del rela-to corto, entre los que se encuentra Horacio Quiroga, Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y Julio Cortázar, por citar a algunos de ellos.

¿Por qué fascina?Poe tiene una manera de escribir en la que el

lector se siente sumergido en un mundo distin-to al de la realidad. En donde lo oscuro y lo te-nebroso brillan con luz propia, al adueñarse de cada uno de los espacios de la historia. Temas de muerte, desesperación y hasta miedo hacen que la persona se interese por conocer cuál será el fin de la historia. Cada línea es un mis-terio, porque en cualquier momento el relato puede dar un giro inesperado, manteniendo siempre ese toque sombrío que cautiva.

Lo fantástico juega un papel interesante en los cuentos de Poe. No sólo hay oscuridad. Sino que también interactúa con lo genial, convirtiendo a cada obra en una pieza única y especial. La voz interna de cada historia, la voz de Poe, le permite al lector “meterse” en el cuento, formar parte de él y convertirse en un personaje más. Es tal el magnetismo que trasmite, que resulta imposible no recrear cada una de las escenas a medida que se leen sus historias.

Los jóvenes también leemos a PoeEn resumidas cuentas, el sujeto era un

genio en su totalidad. Al leer sus cuentos, se puede decir que con ellos sucede algo extra-ño. Aparece una sensación casi grotesca, que sube desde el pie hasta la espalda, dejando entrever que hay algo maligno alojado detrás de cada palabra. Al final, el lector se da cuenta

Las mascaradas Fiestas fantásticas llenas de colorido, mú-

sica, disfraces y antifaces, las mascaradas están presentes en muchos de los relatos de nuestro escritor, dándoles un toque miste-rioso y divertido. Esto hace parte de los deta-lles que permiten que un cuento se adueñe de la mente. Leamos un fragmento de La máscara de la muerte roja:

"El desenfreno de aquella mascarada no tenía límites, pero la figura en cuestión lo ultrapa-saba e iba incluso más allá de lo que el liberal criterio del príncipe toleraba. En el corazón de los más temerarios hay cuerdas que no pue-den tocarse sin emoción. Aún el más relajado

de los seres, para quien la vida y la muerte son igualmente un juego, sabe que hay cosas

con las cuales no se puede jugar”.

En el relato de William Wilson, el lector se “mete” en la narración del personaje:

"Fue en Roma, durante el carnaval (…) Que asistí a un baile de máscaras en el Palazzo del Duque napolitano Di Broglio. Me dejé

arrastrar con más libertad que de costumbre por el exceso de bebida, y luego la atmósfera sofocante de los salones atestados me irritó

hasta un punto intolerable". Estas ideas nos permiten rendir home-

naje a Edgar Allan Poe, este genio, poeta y cuentista que gozaba enormemente con las mascaradas. Los jóvenes en la Tadeo vamos a realizar nuestra propia fiesta de disfraces y, mediante un Cosplay (entiéndase Costume Play, que quiere decir “juego u obra teatral de disfraces”), le rendiremos un tributo a tan grandioso personaje.

de que no es maldad. Que lo único que existe es la sutileza con la cual un escritor común y corrien-te se convierte en un monstruo lingüístico, en un súper villano del relato.

Mejor dicho, esa sensación que al principio reina se va percibiendo cada vez con mayor claridad, con la intención de meternos en un mundo que está más allá de lo humano. Así es Poe. Así lo vemos los jóvenes que lo hemos leído. Y es que su obra no es sólo cosa de viejos, sino que nosotros, como jóve-nes, también tenemos intereses cultos.

Poe no era un tipo raro. Tal vez era diferente. Fanático de las mascaradas (fiestas de disfraces –de antifaces-), le gustaba también la astronomía y era partícipe de amores trágicos. Conocía a la perfección varias lenguas, como el latín, el francés y el griego. Sin embargo, no era demasiado dis-tinto a los jóvenes de ahora, a quienes nos gustan las fiestas -y mejor todavía si son de disfraces o, más aún, si son de antifaces-, a quienes nos gusta mirar hacia el cielo. Y por eso, algunos piensan que vivimos en el espacio. Además, todos hemos te-nido una “traga maluca” y a veces hemos sentido ganas de morirnos a causa de ella.

Y más de la fascinación por Edgar Allan Poe…Sus historias atrapan sin que nos demos cuenta.

Cada vez es como si quisiéramos “más y más”. El hecho de que sus relatos sean diferentes a lo acos-tumbrado hace que el interés crezca. Por lo som-brío de sus historias, llenas de suspenso, cambia la forma de verlas y hasta la realidad misma. En el momento en que se lee a Poe, se nota que hay dis-tintas maneras de percibir las cosas.

Para disfrutar la obra de este escritor norte-americano no es importante la edad. Basta con tener el interés y el entusiasmo para querer llegar al fondo de cada uno de sus relatos y de esa mane-ra entender al mismo Poe.

Los jóvenes nos interesamos por las cosas en la medida en que las hacemos parte de nuestro diario vivir. Y eso sucede con Edgar Allan Poe, porque la fascinación por lo oscuro y lo dramático ya hace parte de nuestro entorno. Y no es una moda, es algo que va a perdurar por mucho más tiempo.

EpílogoThe raven:

Then, methought, the air grew denser, perfu-med from an unseen censer

Swung by Seraphim whose foot-falls tinkled on the tufted floor.

`Wretch,' I cried, `thy God hath lent thee - by these angels he has sent thee

Respite - respite and nepenthe from thy memo-ries of Lenore!

Quaff, oh quaff this kind nepenthe, and forget this lost Lenore!'

Quoth the raven, “Nevermore”.

"“¡Profeta! —exclamé—, ¡cosa diabólica!¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio!

¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas,

ese Dios que adoramos tú y yo,dile a esta alma abrumada de penas si en el

remoto Edéntendrá en sus brazos a una santa doncella

llamada por los ángeles Leonora,tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen

llamada por los ángeles Leonora!”Y el cuervo dijo: “Nunca más”.