nuevo diccionario de teología

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  • 7/24/2019 Nuevo Diccionario de Teologa

    1/12

    nu vo

    diccionarto

    de eologta

  • 7/24/2019 Nuevo Diccionario de Teologa

    2/12

    OLECCIN E STRUCTUR S Y P ROCESOS

    S

    erie

    R eligin

    Editorial Trotta S.A.

    2005

    Ferraz 55.

    28008

    Madrid

    Telfono:

    91

    543

    03 61

    Fax : 91 543 14 88

    E-mail: [email protected]

    http:/ www.trotta.es

    Juan

    Jos Tamayo

    Acosta

    2005

    De los

    autores para sus colaboraciones

    2005

    Diseo

    Joaqun Gallego

    ISBN:

    978-84-

    8164 778 5

    Depsito Legal: M-

    42.326 2005

    Impresin

    Impulso Global Solutions

  • 7/24/2019 Nuevo Diccionario de Teologa

    3/12

    456

    caminar con Dios en la historia (Miq

    6,8). Pero, por otro lado, la fe tampo

    co debe ser vivida con complejo de

    inferioridad,

    como

    da la sensacin de

    ser el caso

    en

    muchos lugares del Pri

    mer

    Mundo;

    no debe ser vivida a la

    defensiva.

    Si

    no fuera

    porque

    el trmi

    no puede recordar pasadas cruzadas

    religiosas triunfalistas, habra que decir

    que hay que vivir la fe a la ofensiva. Y

    ello no

    por

    los vasos en que se lleva la

    fe, que son de barro, sino por lo que

    contienen: la buena noticia de Dios.

    J I Gonzlez Faus,

    ste

    s

    el hombre. Es-

    tudios sobre identidad cristiana y realiza-

    cin humana

    Cristiandad, Madrid, 1987;

    Lumiere

    et

    Vie,

    Identidad cristiana

    EVO,

    Estella, 1976; R. Marl,

    La singularidad

    cristiana Mensajero,

    Bilbao, 1971; Varios,

    Cambios histricos e identidad cristiana

    S-

    gueme, Salamanca, 1978; Varios, La iden

    tidad

    cristiana: Concilium 216 1988);

    Varios, Hacia una

    superacin

    de la crisis

    de

    identidad

    cristiana:

    Sal Terrae 66

    (1978); M . Vida , Especificidad de la ti

    ca cristiana, en Diccionario enciclopdico

    de teologa mor Madrid , 1978, pp.

    1320-1329.

    ]on Sobrino

    glesia

    Cuando

    Lutero dice que la palabra

    Iglesia>>es ciega y oscura (WA 50 ,

    625) no hace sino subray

    ar

    las dificul

    tades que

    entraa

    la descripcin del

    contenido

    del trmino neotestamenta

    rio ekklesa. Slo a primera vista resul

    ta unvoca y de contornos precisos. Un

    somero

    recorrido por

    los usos lings

    ticos ms

    corrientes

    ratifica amplia

    mente su carcter caleidoscpico. Es

    cribir iglesia con minscula servira

    para designar el lugar del culto. Iglesia,

    en mayscula, vendra a designar gen

    ricamente a la comunidad de creyentes

    en Jesucristo, como remedo de la idea

    tradicional de congregatio fidelium. En

    I GLESIA

    el discurso comn de la gente, en los

    medios de comunicacin social y tam

    bin

    en

    algunos textos magisteriales, se

    constata

    un

    hbito lingstico que equi

    para nuestro

    trmino

    con los represen

    tantes oficiales de la institucin ecle

    sistica (papa, obispos u otro estamen

    to de elevado nivel, como el snodo o

    el concilio). Por su parte, locuciones

    del tipo la Iglesia hace la eucarista, la

    eucarista hace la Iglesia se sitan en

    un

    plano

    semntico que enuncia los

    aspectos ms profundos de una reali

    dad

    de fe, sacramental y litrgica.

    El

    lenguaje ecumnico obliga a utilizar el

    plural y a revisar el presu

    puesto

    tradicional de que las comuni

    dades cristianas no catlicas sean inau

    tnticas,

    poniendo

    en marcha la bs

    queda de

    elementos

    de eclesialidad.

    Ahora bien, incluso dentro del mbito

    restringido de l eclesiologa confesio

    nal catlica

    es

    necesario utilizar el plu

    ral (iglesias particulares), sin que ello

    equivalga a disolver el concepto de

    Iglesia universal

    en

    la idea de iglesias

    locales. Y bien, qu decimos

    cuando

    decimos Iglesia?

    l LA IGLESIA, REALIDAD

    Y OBJETO DE FE

    l

    Principio epistemolgico: credo ec-

    clesiam. La clusula

    sobre

    la Iglesia

    contenida en el Symbolum fidei seguir

    siendo

    el punto de referencia ineludi

    ble para la elaboracin de una teologa

    de la Iglesia que se confiese cristiana.

    Posiblemente,

    ninguna

    otra afirmacin

    de la

    fe

    suscite tanta incomprensin,

    reservas e, incluso, hostilidad. mn qu

    sentido se

    puede

    decir que

  • 7/24/2019 Nuevo Diccionario de Teologa

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    I

    L S

    I

    periodstica, el anlisis social o la do

    cumentacin histrica. Este

    plano

    se

    mntico da cuenta del hecho de

    la

    con

    gregacin de los creyentes en Cristo.

    Pero la fe abre paso a un plano de

    conocimiento de

    otro

    nivel.

    El

    creyen

    te confiesa que en la figura externa y

    visible de la Iglesia, a pesar de las de

    formaciones que ha sufrido en el curso

    de la historia y de la condicin pecado

    ra de sus miembros, acta el Espritu

    de Dios.

    La

    esencia de la Iglesia se funda en

    la actuacin salvfica de Dios en este

    mundo

    y slo es

    experimentable

    y

    comprensible en el libre acto de la pro

    pia

    fe.

    Hay que dejar,

    por

    lo dems,

    bien asentada la distancia entre la inte

    ligencia de la fe que apunta

    no

    al credo

    in Deum,

    sino al

    credo ecclesiam.

    Entre

    estos dos momentos del creer existe

    una diferencia que no es slo material,

    en el sentido de que son dos objetos

    diversos del acto de fe, sino tambin de

    carcter formal, en cuanto que cambia

    la

    relacin entre el sujeto, el acto de fe

    y el objeto. El Cathecismus ad paro

    chos del concilio de

    Trento

    esclarece

    meticulosamente la diferencia

    entre

    el

    creer en Dios y el creer en la Iglesia, un

    acto de fe que en vez de

    tender

    directa

    mente a Dios se fija en la

  • 7/24/2019 Nuevo Diccionario de Teologa

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    458

    cuentra su prolongacin en la Iglesia,

    comunidad de creyentes, que nace de

    la escucha de

    la

    palabra de Dios hecha

    carne y se realiza al servicio de esa

    Palabra hacindola presente en el mun

    do hasta la consumacin escatolgica.

    Este planteamiento teolgico permite

    superar una reflexin sobre la Iglesia

    de corte eminentemente jurdico y so

    cietario, dando paso a una visin ms

    bblica, concreta e histrica,

    antropo-

    lgica. La definicin propuesta

    por

    K.

    Rahner en el

    Manual de teologa pasto-

    ral

    se ajusta perfectamente a estos pre

    supuestos: La Iglesia es la comunidad,

    socialmente organizada, en la que a

    travs de la fe, la esperanza y el

    amor

    sigue siendo presente para el mundo

    como realidad y verdad, la revelacin

    escatolgica de Dios

    su

    automanifes

    tacin) realizada en Cristo>> (Arnold y

    Rahner, 1964, 119).

    El principio hermenutico del con

    dio

    significa el

    abandono

    de la neoes

    colstica parmenidea, ahistrica y poco

    bblica, en aras de una teologa centra

    da en

    torno

    a la

    historia de salvacin.

    Este

    enfoque

    histrico

    -salvfica en

    cuentra su plasmacin en el captulo I

    de la constitucin dogmtica sobre la

    Iglesia umen

    gentium

    (LG) . Presenta

    el designio salvfica

    por

    el que Dios

    Padre dispuso convocar a los creyen

    tes en Cristo en la santa Iglesia, una

    Iglesia prefigurada desde el origen

    del

    mundo preparada >>

    en la historia

    del pueblo de Israel y en la antigua

    alianza, en los ltimos

    tiempos, manifestada

    >> por

    la efusin

    del Espritu de Pentecosts, y que ser

    consumada >>

    al

    final de los tiempos. El

    pasaje culmina en

    la

    afirmacin de una

    Iglesia que, segn la visin patrstica,

    abraza en su seno a todos los justos,

    desde Abe] hasta el ltimo elegido

    (LG 2). Esta descripcin omniabarcan

    te de la Iglesia coincide con aquella

    apreciacin de Clemente de Alejandra

    que, al trazar el horizonte universal de

    la voluntad salvfica de Dios, establece

    I G L ES I

    la

    conexin

    entre creacin y salvacin:

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    6/12

    IGLESI

    aplicacin del principio

    hermenutico

    esbozado se concreta en la reconstruc

    cin del proceso mismo de gestacin

    de la Iglesia a partir del testimonio b

    blico.

    Hay

    que atender, en segundo

    lugar, a su devenir en la historia. Un

    tercer momento de sistematizacin

    debe declarar el significado teolgico

    de la nocin Ig lesia >> .

    II. NOCIONES DE ECLESIOLOGA

    FUNDAMENTAL: LA IGLESIA

    DE

    JESUCRISTO

    Esta aproximacin bblica ha de dar

    razn de los conceptos eclesiolgicos y

    de las estructuras eclesiales generadas

    por

    el cristianismo primitivo. La con

    gregacin del pueblo de Dios est pre-

    figurada desde el origen del mundo

    Si

    el pecado destruye la comunin de vida

    del ser

    humano

    con Dios y de los seres

    humanos entre s, la accin salvfica de

    Dios se prolonga oculta en

    todos

    los

    pueblos. Dios

    no

    hace distinciones;

    acepta al que lo teme y practica la jus

    ticia, sea de la nacin que

    sea

    Hch

    i0,25;

    cf. LG 9). Esta

    preparacin

    la

    historia efectiva de la congregacin del

    pueblo de Dios comienzan con la voca

    cin de Abrahn, a quien Dios

    prome

    ti hacerle padre de un gran pueblo

    Gn 12,2;

    i5,5-6).

    Israel es,

    por

    su

    eleccin, el signo de la congregacin

    final de todos los pueblos. Los profetas

    acusan a Israel de

    romper

    la alianza y

    prostituirse; predican una nueva alian

    za, por la que Dios elegir para s un

    pueblo nuevo Jr 3i,3i-34). La ekkle-

    sa

    como pueblo de Dios ya exista an

    tes de Jess de Nazaret. Su predicacin

    y su mensaje

    se

    orientan

    por

    el hori

    zonte del reino de Dios.

    Con

    su vida y

    palabra comienza la

    reunin

    final o

    escatolgica de Israel.

    Pablo relata autobiogrficamente el

    exceso

    con

    que persegua a la Iglesia

    de Dios

    iCor

    i5,9; Gl i,13).

    Hoy

    se est bastante de acuerdo en que

    cuando Pablo utiliza esta expresin usa

    459

    un concepto ya acuado que la comu

    nidad de Jerusaln se aplicaba a s mis

    ma

    y

    que luego se trasvas a otras co

    munidades

    cf.

    iTes

    2,i4).

    El

    concep

    to Iglesia de Dios >> designa

    al

    pueblo

    de Dios que se congrega al final de los

    tiempos y que aguarda la venida defi

    nitiva de Dios. Entre las designaciones

    ms antiguas registradas

    por el NT

    para

    nombrar

    a los

    seguidores de

    Jess

    discpulos

    >>

    ,

    hermanos >> ),

    pronto se consolida la denominacin

    ekklesa.

    Este vocablo griego traduce la

    expresin hebrea

    qahal

    que significa

    convocatoria>> y asamblea congrega

    da Dt

    4,i0; 9,10; i8,16).

    A diferen

    cia de la comunidad primitiva y tam

    bin de

    Mt i6,18,

    Pablo refiere nor

    malmente

    el

    concepto de ekklesa a las

    comunidades concretas incluso a lasco

    munidades

    dom

    s ticas) a su reunin

    en

    un

    lugar cf. 1Cor

    i,

    i: La Iglesia

    de Dios, que est en

    Corinto

    ).

    Esta

    aplicacin est basada en una profun

    dizacin cristolgica y pneumatolgica

    de la vida concreta de una comunidad

    cena del Seor, bautismo, ministerios,

    carismas), de manera que

    para

    Pablo la

    Iglesia se realiza primariamente en un

    lugar. Ella es el cuerpo de Cristo iCor

    i2,27) y el edificio del Espritu Santo

    para morada de Dios 2Cor 6,i6). El

    cristocentrismo paulino expresado en

    la imagen del cuerpo de Cristo, que

    reasume la doctrina de la justificacin

    y la nueva vida > (Ro m 11, 1s;

    9,4).

    Los textos paulinos presuponen una

    relacin fundamental

    entre

    Jess y la

    Iglesia (Rom 16,16). Llamativamente,

    la designacin explcita de

    ekklesa

    jue

    ga un papel muy subordinado en los

    evangelios. En realidad, slo dos pasa

    jes de

    Mateo

    hacen

    mencin

    expresa

    del

    trmino Mt 16,18;

    18,18). Esta

    falta de vocabulario no quiere decir que

    la realidad eclesial sea irrelevante; a fin

    de cuentas son testimonios de la comu

    nidad primitiva. Los escritos neotesta

    mentarios han nacido de su seno y son

    en

    su

    conjunto

    un

    testimonio

    de su

    existencia y de su vida.

    A

    ntes que la

    reflexin consciente sobre esta comu

    nidad de la que

    proceden

    y a la que sir

    ven, antes que cualquier teologa de la

    Iglesia se halla la realidad, la existen

    cia y la vitalidad de la

    comunidad

    que

    profesa a Jesucristo (Schnackenburg,

    1965, 9). En otras palabras: limitarse al

    concepto de

    ekklesa

    sera

    un

    enfoque

    estrecho, que no hace justicia al tema

    de la eclesiologa del

    NT.

    Pues Me, Le,

    Jn, 1-2Pe, Jud , 2Tm, Tit, 1-2Jn, o el li

    bro del Apocalipsis,

    tratan

    de la Iglesia

    sin recurrir a dicho concepto. Marcos

    entiende la Iglesia como una prolonga

    cin

    del discipulado;

    Mateo

    subraya

    que la Iglesia es el uevo Israel; am

    bos hacen del crculo de los doce la pre

    figuracin de la Iglesia.

    La

    doble obra

    lucana sita a

    la

    Iglesia en su concepto

    general de la historia de la salvacin,

    de

    modo

    que el tiempo de la Iglesia es

    el

    tiempo de la accin del Espritu. Para

    el

    cuarto

    evangelio,

    palabra

    y sacra

    mento

    (bautismo y eucarista) hacen

    surgir

    la

    Iglesia y la renuevan de conti

    nuo. En este marco de una

    eclesiologa

    implcita

    se plantea hoy

    la

    cuestin fun-

    IGLESI

    damental -insinuada ms

    arriba-

    acer

    ca de la fundacin de una Iglesia

    por el

    Jess histrico.

    El

    problema

    de la fundacin de la

    Iglesia por el Jess histrico consiste

    en la bsqueda de huellas prepascuales

    de la Iglesia pospacual. Hay que exa

    minar la continuidad estructural

    entre

    la vida y la obra de Jess de Nazaret y

    la Iglesia que nace de la Pascua y de

    Pentecosts. La Iglesia cristiana presu

    pone una

    fe

    en la accin de Dios en

    Jess de Nazaret. La Iglesia

    no

    se re

    mont

    a a una palabra fundacional aisla

    da de Jess, sino a los misterios de su

    vida

    y sobre todo, al acontecimiento

    pascual. En el umbral

    entre

    el Jess

    histrico y el Seor exaltado se sita la

    ltima cena: la Iglesia ser esencial

    mente una comunidad en

    torno

    al ban

    quete eucarstico . La muerte en la cruz

    constituye el signo ms elocuente de la

    vida entregada

    por

    los pecadores; la

    Iglesia del Crucificado

    se

    incorpora a

    esa misma dinmica de proexistencia

    que caracteriza la obra mesinica de su

    Seor, que

    no vino a ser servido, sino a

    servir y

    dar

    la vida en rescate

    por

    mu

    chos (Me 10,45). A travs de la predi

    cacin del Evangelio y de los sacra

    mentos

    contina

    esa tarea bajo la fuer

    za

    del Espritu enviado el da de Pente

    costs.

    Sus rasgos bsicos, fijados en Hch

    2,42,

    siguen siendo los mismos en el

    curso del tiempo: los discpulos se re

    unan en

    la

    plegaria comn, en la doc-

    trina

    de los Apstoles, en la

    eucarista

    o

    fraccin del

    pan

    y en la koinona, es

    decir, en la

    comunin

    vertic

    al

    con el

    Padre y con el Hijo y en la comunin

    horizontal interhumana

    lJn

    1,3-6).

    Pero es la misma

  • 7/24/2019 Nuevo Diccionario de Teologa

    8/12

    IGLESI

    or

    y de los sacramentos

    leitourgia),

    as

    como

    el

    servicio

    diakona)

    de la cari

    dad, en especial, a los ms necesitados.

    Es

    evidente que, en razn de la es

    tructura encarnatoria de la Iglesia, di

    manen

    una serie de diferencias geogr

    ficas cronolgicas. Los grupos y co

    munidades de los aos treinta, radica

    dos en

    un

    mbito palestinense, estn

    organizados teolgica y socialmente de

    una forma distinta a la de los grupos

    cristianos de las zonas de Asia

    Menor

    y

    Grecia de finales del

    s. 1. El

    paso del

    mbito judo al mbito

    no

    judo, as

    como

    el

    trnsito de la poca apostlica

    a la postapostlica, trajeron consigo la

    asimilacin de nuevas estructuras de

    organizacin. La eclesiologa tarda del

    NT da muestras de

    un

    proceso crecien

    te de regularizacin a expensas de po

    der

    vivir anunciar el Evangelio den

    tro

    de un nuevo contexto. Este proce

    so

    de institucionalizacin, calificado de

    forma negativa y crtica como proto

    catolicismo

    ,

    ha

    sido

    reinterpretado

    en

    la clave de los procesos de rutinizacin

    del carisma Max Weber).

    Todo

    movi

    miento carismtico requiere de una ri

    tualizacin, tradicin

    y,

    en ltimo tr

    mino, de una institucionalizacin que

    le garantiza la pervivencia. Las comu

    nidades han ido generando estructuras

    eclesiales a partir de los nuevos facto

    res sociales, polticos, lingsticos.

    El

    cristianismo primitivo

    entr

    en una

    fase de bsqueda de identidad nter

    eclesial y de consolidacin frente a la

    gnosis, los cultos mistricos, frente a la

    religin politesta del helenismo.

    Este proceso

    -como

    ha

    mostrado

    M.

    Y. MacDonald- puede

    percibirse en la

    misma evolucin

    interna

    del

    corpus

    paulino. Las primeras y grandes cartas

    representan un primer estadio

    de

    insti

    tucionalizacin constructora de la co

    munidad,

    donde

    prevalece la autori

    dad carismtica de Pablo. En

    un

    segun

    do

    momento, tipificado por

    Col

    y Ef,

    se

    produce

    una institucionalizacin

    es-

    tabilizadora de la comunidad; la des -

    46

    aparicin del apstol obliga a estable

    cer una forma de autoridad que asume

    el modelo familiar. En un estadio ulte

    rior, representado

    por

    las cartas pasto

    rales,

    se

    percibe una institucionaliza

    cin

    protectora

    que subraya la autori

    dad de

    Timoteo

    y Tito,

    al

    tiempo que

    estipula el nombramiento de presbyte-

    roi

    y la funcin de

    episkop

    en cada

    ciudad. Estaba en marcha

    el

    camino

    hacia el episcopado monrquico .

    Con

    los ltimos escritos del NT se

    concluye

    propiamente

    la poca apos

    tlica.

    Su

    testimonio inspirado

    es

    el

    NT

    redactado en su mayor parte a lo

    largo del

    s. l La

    eclesiologa del NT es

    una respuesta permanente, bajo la gua

    del Parclito, a lo que Dios ha

    obrado

    en Jess ms all de su muerte. Su im

    portancia

    para

    la eclesiologa ulterior

    es decisiva en su calidad de

    norma

    y

    fundamento para la Iglesia de todos los

    tiempos.

    La

    fe

    en una accin creadora

    siempre nueva de Dios hace que la Igle

    sia, pueblo de Dios en marcha Heb

    3,7-4.11), est en una permanente in

    teraccin con

    el

    mundo. Ms an: la

    Iglesia peregrina lleva en sus sacramen

    tos e instituciones, que pertenecen a

    este tiempo, la imagen de este

    mundo

    que

    pasa>>

    LG 48).

    IIl

    NOCIONES DE ECLESIOLOGA

    HISTRICA

    Aun reconociendo la importancia de

    los factores slo evaluables a partir de

    la

    fe

    que la diferencian esencialmente

    de cualquier

    otro

    grupo social, el estu

    dio y conocimiento de la Iglesia debe

    hacerse

    confrontando

    en

    todo

    momen

    to

    la realidad que histricamente ha

    sido que de hecho es.

    La obra

    pione

    ra sobre la Iglesia de H . Kng arranca

    de este postulado: >

    Pas-

    tor

    de

    Hermas

    8,1). Bajo esta ptica

    queda engarzada de tal modo en el

    designio salvfico de Dios que se la

    considera preexistente a la creacin o

    coexistente con el comienzo de la his

    toria humana. Esta percepcin del

    mis-

    terio

    de la Iglesia se vio acompaada

    por la expansin del cristianismo y de

    la multiplicacin de iglesias

    que

    se

    mantienen en

    comunin

    entre s.

    Ya

    Ignacio de Antioqua aplica a la Iglesia

    el adjetivo

    catlica

    en su

    Carta a los

    de

    Esmirna:

  • 7/24/2019 Nuevo Diccionario de Teologa

    10/12

    IGLESI

    y el rey francs. Estos conflictos han

    dado lugar a una reflexin eclesiolgica

    que debate acerca de la potestad ecle

    sistica. Todava sin salir del

    s

    XIV,

    se

    produce la gran crisis de aquella ecle

    siologa, el llamado cisma de Occidente

    1378), que afect gravemente a la ca

    beza de la Iglesia, al producirse

    una

    do

    ble eleccin papal. Aquella situacin, en

    la que las obediencias respectivas se des

    legitimaban y condenaban

    recproca

    mente, no slo dividieron a la Iglesia

    latina, sino que

    cuestionaron

    radical

    mente el mismo carcter sacramental de

    la institucin eclesial. El concilio uni

    versal se impuso en aquella hora como

    va de solucin

    para un

    callejn sin sali

    da. En consecuencia, la discusin ecle

    siolgica gir en

    torno

    a la alternativa

    papa-concilio como instancias supremas

    de la autoridad en la Iglesia. Al mismo

    tiempo

    proliferaban los

    movimientos

    reformistas como

    el

    husitismo que

    propugnaban

    una Iglesia invisible, san

    ta, de los predestinados. En el debate

    sostenido

    entre

    la teologa romana y el

    reformismo promovido en Bohemia

    por

    los seguidores de Juan Hus se ha fra

    guado la primera sistematizacin de una

    eclesiologa catlica. Los primeros tra

    tados sobre la Iglesia, redactados a me

    diados del

    s XV

    se deben a dos domini

    cos, cuya diversa orientacin ideolgi

    ca sigue delatando cul era el tema del

    tiempo: el

    Tractatus de Ecclesia

    de

    Juan

    de Ragusa es

    exponente

    de la orienta

    cin conciliarista, mientras que la

    Sum-

    ma de Ecclesia

    de

    Juan

    de Torquemada

    est al servicio de la eclesiologa que

    garantiza las prerrogativas papales tra

    dicionales.

    Con

    la Reforma luterana y su crtica

    radical a la Iglesia romana se abre

    un

    nuevo tiempo histrico:

    el

    de la Iglesia

    de las confesiones. Lutero 1483-1546),

    a la bsqueda de la

    verdadera

    Iglesia,

    niega su legitimidad a todas las formas

    histricas e institucionales que preten

    dan

    hacer visible su misterio a los seres

    humanos.

    Por

    ah fluye su idea de una

    463

    ecclesia abscondita

    Iglesia oculta de

    los santos. La teologa de la contra

    Reforma acenta los aspectos visibles

    de la institucin eclesial, de

    modo

    que

    la pregunta

    por

    la

    vera ecclesia

    pasa a

    ocupar

    el ncleo de una reflexin ecle

    siolgica de tintes cada vez ms apolo

    gticos. Se produce as

    un

    desdobla

    miento

    en

    la consideracin del objeto:

    mientras los reformadores cultivan un

    concepto de Iglesia invisible como e-

    tus electorum

    la nocin belarminiana

    de Iglesia subray los elementos de la

    institucin visible en la externa profe

    sin de la fe y de la comunin en los

    sacramentos bajo la autoridad de los

    legtimos pastores. Esta doble orienta

    cin ha marcado la eclesiologa hasta la

    poca contempornea. Hoy por hoy,

    se est de acuerdo en que

    no se

    puede

    hacer una teologa del misterio de la

    Iglesia que no

    tome

    en cuenta sus di

    mensiones empricas e institucionales;

    y, a

    la

    inversa, tampoco es coherente

    construir una eclesiologa de tipo be

    larminiano que se desentienda de la

    reflexin sobre el misterio. Los esfuer

    zos para recuperar una visin teolgica

    de Iglesia, en la lnea de J. A Mohler,

    no

    consiguieron abrirse paso en

    el

    con

    cilio Vaticano I 1869-1870).

    Por otro

    lado, sus definiciones del primado de

    jurisdiccin universal del

    romano pon-

    tfice y de la infalibilidad aparecen

    como el desarrollo consecuente de la

    llamada eclesiologa gregoriana.

    IV. PERSPECTIVA SISTEMTICA:

    LA IGLESIA DEL VATICANO l i

    A la luz de esta historia de las ideas

    eclesiolgicas puede percibirse la reno

    vacin eclesiolgica impulsada

    por

    el

    Vaticano II, el Concilio de la Iglesia

    sobre la Iglesia. El subttulo con el

    que A Antn ha presentado su historia

    de las ideas eclesiolgicas lo dice en

    forma de lema: de la apologtica de la

    Iglesia-sociedad a la teologa de la Igle

    sia-misterio en el Vaticano II

    y

    en el

  • 7/24/2019 Nuevo Diccionario de Teologa

    11/12

    464

    posconcilio Antn, 1987). En segun

    do lugar, ha

    inaugurado

    el trnsito de

    una eclesiologa universalista a

    una

    eclesiologa de

    comunin

    Cangar).

    Finalmente, el concilio ha revisado en

    la constitucin pastoral

    Gaudium et

    spes la relacin Iglesia-mundo-reino,

    resitundola en el marco de la misin

    evangelizadora y de la responsabilidad

    en la promocin humana y en la cons

    truccin de la comunidad poltica.

    En la constitucin dogmtica

    Lumen

    gentium

    la nocin de Iglesia como ins

    titucin

    queda subordinada

    a la de Igle

    sia como misterio, sacramento y comu

    nin. Una de las palabras clave de su

    anlisis es mysterium que alude tanto

    al

    origen de la Iglesia en la accin del

    Dios

    trino

    y

    uno

    LG 2-4 , como a su

    estructura sacramental LG 8) y, final

    mente, a la imposibilidad de presentar

    la misma Iglesia si no es en una plura

    lidad de imgenes y conceptos que se

    completan

    entre

    s LG 6-7). La ima

    gen de pueblo de Dios,

    antepuesta

    a la

    constitucin jerrquica de la Iglesia,

    pone

    en

    primer plano los elementos

    sacramentales, profticos y msticos de

    la vida cristiana, que son primarios,

    esenciales y comunes a todos LG 10-

    12). Son las afirmaciones sobre el sa

    cerdocio comn de los creyentes.

    Nin-

    guna diferencia posterior

    podr

    anular

    la fundamental

    fraternidad

    cristiana,

    que nace de la idntica vocacin, del

    idntico Espritu, de los mismos sacra

    mentos, de la misma llamada a la san

    tidad LG 5).

    De

    ah derivan importan-

    tes consecuencias para una teologa del

    laicado. La teologa del episcopado re

    presenta, igualmente, un captulo teo

    lgico innovador, pues esclarece la

    sa-

    cramentalidad y la colegialidad del mis

    mo.

    Entraa

    un contrapunto a las defi

    niciones del concilio Vaticano I, de

    modo que el primado del obispo de

    Roma

    ha sido resituado en el horizon

    te de la colegialidad. Desde

    ah queda

    apuntado

    otro aspecto innovador lla

    mado

    a futuros desarrollos: la Iglesia

    I L SI

    local. La consideracin de la LG

    48; AG 1; GS

    42.45) permite una

    re

    lectura del adagio

  • 7/24/2019 Nuevo Diccionario de Teologa

    12/12

    IGLESI S

    O R T O D O X S

    versal existe en y a

    partir

    de las iglesias

    locales, configurada ellas mismas a ima

    gen de la Iglesia universal LG 23). No

    se

    trata

    de establecer

    una

    preeminencia

    en

    el tiempo,

    como

    si

    primero

    fueran

    las iglesias locales y de ellas surgiera,

    por

    adicin,

    en un

    segundo

    momento,

    la Iglesia universal.

    O,

    a la inversa,

    como si primero

    se diera el

    concepto

    y

    la realidad de

    la

    Iglesia universal y, a

    partir

    de ella

    se

    dieran las iglesias part

    culares. Entre Iglesia universal e iglesias

    locales se da

    una