nuevas tendencias de consumo turÍstico ... nada hace presagiar que se produzcan cambios...

28
I. INTRODUCCIÓN La crisis del turismo ha sido un tema re- currente en la prensa española e internacio- nal durante los diez últimos años. Los ar tículos publicados son un fiel reflejo tanto de la preocupación del sector turístico ante un hipotético retraimiento global de la de- manda turística, como de una posible dis- minución de la cuota de mercado de los principales países receptores de turistas, te- mor acrecentado tras los atentados terroris- tas del 11 de septiembre. Los datos niegan, sin embargo, que descienda el número de tu- ristas. De hecho, en un reciente comunica- do de la Organización Mundial del Turismo (1) se señala el año 2005 como año récord en la historia del turismo internacional en cuanto al movimiento de viajeros. Por su parte, la prensa española ha escrito por do- quier sobre la competencia que podría su- poner la puesta en cultivo turístico de algu- nos destinos emergentes del segmento de sol y playa de la franja mediterránea. Apenas desde el último verano parece estar cam- biando la forma en que en diferentes artícu- los se plantea esta crisis: aumenta la preo- cupación por la adecuación de la oferta a la cambiante demanda, y disminuye el desaso- siego que provocaba la previsión del des- censo en el número de visitantes. Así, por ejemplo, aunque sea tímidamente, y desde diversos frentes, se alzan voces a propósito de la necesidad de reconvertir el modelo de oferta turística del que nuestro país ha sido abanderado, el modelo de sol y playa (2). Estudios Turísticos, n. o 179 (2009) 67 Mercedes Camarero Rioja* NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO. TIPOLOGÍA DE LOS TURISTAS ESPAÑOLES Resumen: En este artículo se divulgan los resultados de una investigación que tiene por objeto conocer las nuevas tendencias de consumo turístico de los españoles. Desde la perspectiva teórica utilizada, se trasciende el análisis coyuntural, y se ofrece una tipolo- gía estructural de turistas. El leit motiv que nos anima es aportar conocimiento al debate suscitado a propósito de la denominada crisis del turismo, entendida como la desadecuación entre el modelo de oferta y el modelo de demanda vigentes en la sociedad contemporá- nea (Savelli, 1990). Sostenemos que las pautas y hábitos de consumo actuales son resultado del conjunto de transformaciones cultura- les que alumbran la sociedad posmoderna. Aplicando la técnica del análisis de correspondencias a los datos de la encuesta del C.I.S. Comportamiento de los españoles ante las vacaciones, se ponen de relieve dos tendencias de cambio en cuanto a los motivos que mue- ven a los turistas: la creciente importancia de la actividad frente al descanso y de las relaciones íntimas y personales frente a las imper- sonales. Ambas tendencias de cambio son confirmadas, una década después, a tenor de algunos datos clave ofrecidos por la Encuesta Familitur. Del cruce de ambas tendencias de cambio surge la tipología de turistas: el turista familiar, el turista tradicional, el turista moderno y el turista posmoderno. Palabras clave: sociedad posmoderna, cambio social, consumo de ocio, estilos de vida, tipología de turistas. * Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Departamento de Ciencias Sociales. Universidad Pablo de Olavide. [email protected]. Secretaría de Estado de Turismo Instituto de Turismo de España Estudios Turísticos, n. o 179 (2009), pp. 67-94 Instituto de Estudios Turísticos

Upload: tranhanh

Post on 24-Apr-2018

221 views

Category:

Documents


2 download

TRANSCRIPT

Page 1: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

I. INTRODUCCIÓN

La crisis del turismo ha sido un tema re-currente en la prensa española e internacio-nal durante los diez últimos años. Los artículos publicados son un fiel reflejo tantode la preocupación del sector turístico anteun hipotético retraimiento global de la de-manda turística, como de una posible dis-minución de la cuota de mercado de losprincipales países receptores de turistas, te-mor acrecentado tras los atentados terroris-tas del 11 de septiembre. Los datos niegan,sin embargo, que descienda el número de tu-ristas. De hecho, en un reciente comunica-do de la Organización Mundial del Turismo(1) se señala el año 2005 como año récorden la historia del turismo internacional en

cuanto al movimiento de viajeros. Por suparte, la prensa española ha escrito por do-quier sobre la competencia que podría su-poner la puesta en cultivo turístico de algu-nos destinos emergentes del segmento de soly playa de la franja mediterránea. Apenasdesde el último verano parece estar cam-biando la forma en que en diferentes artícu-los se plantea esta crisis: aumenta la preo-cupación por la adecuación de la oferta a lacambiante demanda, y disminuye el desaso-siego que provocaba la previsión del des-censo en el número de visitantes. Así, porejemplo, aunque sea tímidamente, y desdediversos frentes, se alzan voces a propósitode la necesidad de reconvertir el modelo deoferta turística del que nuestro país ha sidoabanderado, el modelo de sol y playa (2).

Estudios Turísticos, n.o 179 (2009) 67

Mercedes Camarero Rioja*

NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO.TIPOLOGÍA DE LOS TURISTAS ESPAÑOLES

Resumen: En este artículo se divulgan los resultados de una investigación que tiene por objeto conocer las nuevas tendencias deconsumo turístico de los españoles. Desde la perspectiva teórica utilizada, se trasciende el análisis coyuntural, y se ofrece una tipolo-gía estructural de turistas. El leit motiv que nos anima es aportar conocimiento al debate suscitado a propósito de la denominada crisisdel turismo, entendida como la desadecuación entre el modelo de oferta y el modelo de demanda vigentes en la sociedad contemporá-nea (Savelli, 1990). Sostenemos que las pautas y hábitos de consumo actuales son resultado del conjunto de transformaciones cultura-les que alumbran la sociedad posmoderna. Aplicando la técnica del análisis de correspondencias a los datos de la encuesta del C.I.S.Comportamiento de los españoles ante las vacaciones, se ponen de relieve dos tendencias de cambio en cuanto a los motivos que mue-ven a los turistas: la creciente importancia de la actividad frente al descanso y de las relaciones íntimas y personales frente a las imper-sonales. Ambas tendencias de cambio son confirmadas, una década después, a tenor de algunos datos clave ofrecidos por la EncuestaFamilitur. Del cruce de ambas tendencias de cambio surge la tipología de turistas: el turista familiar, el turista tradicional, el turistamoderno y el turista posmoderno.

Palabras clave: sociedad posmoderna, cambio social, consumo de ocio, estilos de vida, tipología de turistas.

* Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Departamento de Ciencias Sociales. Universidad Pablode Olavide. [email protected].

Secretaría de Estado de TurismoInstituto de Turismo de España

Estudios Turísticos, n.o 179 (2009), pp. 67-94 Instituto de Estudios Turísticos

Page 2: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

68 Estudios Turísticos, n.o 179 (2009)

Mercedes Camarero Rioja

El sociólogo italiano del turismo Aste-rio Savelli había planteado de forma lúci-da, en un artículo aparecido en 1990, laclave de dicha crisis. Para el autor, la cri-sis tiene lugar por el progresivo desacopla-miento entre el modelo de oferta que seconsolida durante los años cincuenta y se-senta, y el modelo de demanda que, influi-do por el cambio en los valores y las mo-tivaciones, modifica los criterios deelección y selección de los turistas (Save-lli, 1990:25). El cambio posmoderno, en-tendido como el síndrome de transforma-ciones culturales en el que se ven inmersaslas sociedades occidentales avanzadas des-de el último cuarto del siglo X X, estaríacausalmente vinculado con la transforma-ción de los deseos, de los gustos y de lasprácticas de los turistas.

Los touroperadores que representan, enel sector turístico, el máximo exponente delmodelo de producción fordista diseñadopara dar respuesta a las demandas de unpúblico masivo e indiferenciado, estaríanperdiendo cuota de mercado en favor deotras empresas cuyas ofertas se adaptaríanmejor a los deseos y usos de un modeloemergente de turista. Ahora, los productosestandarizados que estas empresas han ve-nido ofreciendo al gran público no sonatractivos para el «turista posmoderno»que, a través de sus demandas exclusivas yplurales, se constituye como un nuevo mo-delo de consumidor. Sin embargo, estasempresas deben seguir manteniendo unasólida posición en el mercado alimentadapor la demanda de los «turistas modernos».Aún cuando estos consumidores, sometidostambién al cambio cultural, soliciten nue-vos destinos o más servicios complementa-

rios, nada hace presagiar que se produzcancambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan producirse desajustespuntuales.

Si no hay ahora menos turistas que enel inmediato pasado y muy al contrario, seextiende el deseo de viajar, se acrecienta laintensidad con la que se desea salir de via-je, y la actividad turística es hoy una de lasactividades que reporta una mayor satis-facción a los ciudadanos de las sociedadesoccidentales avanzadas, la crisis no debeser sino el resultado de la transformaciónde los modos de consumir. Y, en conse-cuencia, para comprender la naturaleza delproblema será necesario describir las pau-tas de consumo turístico vigentes para,comparándolas con el tipo o los tipos deoferta turística, dirimir si tal distancia-miento existe y desvelar, en su caso, el gra-do, el sentido y la dirección del desfase en-contrado entre una y otra. Al objeto deaportar conocimiento al debate suscitado, elpropósito fundamental de este artículo es elde detectar las principales tendencias decambio en los estilos de consumo turísticode los españoles, así como realizar una ti-pología de turistas. Algunos datos empíri-cos ilustran la pertinencia metodológica deconsiderar distintos tipos de turistas y dedescribir sus diferentes estilos de consumo.

Dos datos sobre la demanda turística enEspaña nos recuerdan que no existe un mo-delo único de turista: sólo uno de cada tresviajes turísticos realizados por los españo-les durante 2004, se identifica con el este-reotipo turístico más extendido, es decir, elturismo de sol y playa –turismo moderno-

Page 3: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

Estudios Turísticos, n.o 179 (2009) 69

Nuevas tendencias de consumo turístico. Tipología de los turistas españoles

; son los segmentos nuevos de demanda losque experimentan los mayores ritmos decrecimiento. Aumenta el número de viaje-ros motivados por la práctica deportiva yaumenta, aún más, la proporción de turis-tas motivados por la realización de muchasy diferentes actividades durante el viaje(práctica deportiva, consumo cultural, con-tacto con la naturaleza, etc.). El 20% de losviajes turísticos realizados por los españo-les en el último año son del tipo de turis-mo multiactivo –turismo posmoderno–. Enla medida en que continuemos añadiendodatos, como el que señala que el aloja-miento más frecuentemente utilizado, no esel hotel, sino la casa de familiares y ami-gos (37,8%) –¿turismo familiar?–, la nítidaimagen del turista se desdibuja todavíamás. Todo apunta a que además de existiruna amplia variedad de consumidores quepueden agruparse en segmentos de merca-do, cada uno de ellos se identifica con losde su tipo y se diferencia de los de otrossegmentos no tanto porque consuman dis-tintos productos como porque varía la for-ma en que los consumen.

El estilo de consumo turístico, aplica-ción directa del concepto de estilo de vidaal ámbito del consumo de viajes turísticos,se adecua de forma excepcional a la natu-raleza del fenómeno investigado al menosen tres aspectos. Hace posible la clasifica-ción de los consumidores si definimos elestilo de vida como «cualquier modo devida distintivo y por tanto identificable»(Sobel, 1981:3). El concepto está íntima-mente vinculado con la sustancia del obje-to a investigar, con el consumo, puesto quelos estilos de vida «son formas de utilizarlas cosas más que de producirlas» (Chaney,

2003:15). Puesto que los estilos de vida «sebasan en la organización social del consu-mo» (Chaney, 2003:24) permite ubicar elanálisis en el contexto de la nueva socie-dad que se constituye y que define, porejemplo, nuevas formas de construir la di-ferenciación (Urry, 1990), consecuenciacentral de todo proceso de consumo. A fi-nales de los setenta del siglo pasado, Bour-dieu demostró la limitación del concepto declase social, definido exclusivamente comoposición de los individuos en el proceso deproducción, a la hora de explicar las elec-ciones de consumo (cultural) de la pobla-ción francesa (Bourdieu, 1991). Este alda-bonazo señalará la progresiva sustitucióndel concepto de clase social, basado en laorganización social de la producción, porel concepto de estilo de vida, centrado enla organización social del consumo. «El«estilo de vida”, una frase genérica, quedesigna combinaciones específicas de tra-bajo y ocio, está reemplazando a la «ocu-pación” como la base de formación de lasrelaciones sociales, la posición social y laacción social» (Maccannell, 2003:9).

No sólo existen distintas formas de ima-ginar, desear o practicar la vacación, sinoque éstas se transforman al albur de loscambios sociales y culturales que lleva apa-rejado el proceso de posmodernización. Elrecurso al análisis de los estilos de vida y,más precisamente, al de los estilos de con-sumo, facilita la tarea de analizar esta cam-biante realidad. En primer lugar, porque elestilo de consumo refleja fielmente lastransformaciones de la sociedad: «el pro-ceso de consumo está incrustado en todoslos mecanismos de funcionamiento delmundo de la vida, y no sólo en el merca-

Page 4: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

70 Estudios Turísticos, n.o 179 (2009)

Mercedes Camarero Rioja

do…» (Alonso, 2004:41). Y, en segundo,porque al tratarse de un concepto que amal-gama aspectos materiales (conductas) ysimbólicos (valores) de la conducta huma-na, hace factible la prognosis social.

Si definimos los valores sociales comocriterios de deseabilidad que orientan lasconductas de las personas (Camarero,2002a), estos elementos ideativos de la cul-tura pueden ser considerados como facto-res centrales en la explicación de las con-ductas de los consumidores. El recurso alos valores sociales es aún más pertinenteal tratar de explicar pautas de consumo deocio propias de la sociedad posmoderna. Elconsumo de ocio en la sociedad contem-poránea se encuentra motivado por la bús-queda simultánea de la distinción y de sen-saciones y experiencias emocionales(Featherstone, 1991:27). La característicavirtualidad de los valores sociales, su ca-pacidad para producir efectos, hace queademás de contribuir a explicar cómo losindividuos tomaron decisiones de consumoen el pasado, sirvan también para predecirlas que habrán de tomar en el futuro. Enconsecuencia, no sólo son útiles para inter-pretar el presente, sino también para seña-lar las tendencias de cambio.

De la segmentación de los estilos deconsumo turístico se obtiene algo más queun mero repertorio de datos sobre hábitosy preferencias de los turistas, inserto en sucontexto de cambios en los hábitos de ocio.También hace posible conocer la significa-ción cultural de los diferentes tipos de cam-bio (Chaney, 2003:42). Si describiéramoslos tipos de turistas, limitándonos a la prác-tica turística, obtendríamos un conocimien-

to útil en sí mismo, pero con escaso valorde prospectiva. Pero si analizamos simul-táneamente lo que hacen los turistas, juntoa lo que desean o prefieren hacer, y los va-lores que les orientan, habremos dado unpaso más allá en el sentido de poder des-cribir los vectores del cambio, previendoasí, los diferentes tipos de turistas que ha-bremos de encontrar en el porvenir.

El Centro de Investigaciones Sociológi-cas ha realizado entre los años 1985 y 2005,una decena de encuestas sobre el consumoturístico de los españoles. Las encuestas lle-vadas a cabo por esta institución son de dostipos: barómetros mensuales del CIS en losque se incluye un conjunto de preguntas so-bre prácticas turísticas, y otras encuestasmonográficas en las que, además de las in-formaciones detalladas sobre lo que hacen,se recoge un extenso conjunto de datos através de los que pueden inferirse los gus-tos, las preferencias, las actitudes y los va-lores de los turistas españoles. De éstas úl-timas se ha seleccionado la encuesta de1995 que lleva por título C o m p o r t a m i e n t ode los españoles ante las vacaciones III, tan-to para el diagnóstico de las tendencias decambio, como para el análisis tipológico. Elcambio de valores que provoca la transfor-mación de las demandas de los turistas pue-de ya verse de manera incipiente desde me-diados de la década de los noventa del sigloX X. Las informaciones recabadas en dos en-cuestas sobre práctica turística –el Baróme-tro del CIS de junio de 2005 y la EncuestaFamilitur de 2004 del Instituto de EstudiosTurísticos–, nos sirven para corroborar, unadécada después, cómo la tendencia de cam-bio que evidencian los valores en 1995, seconsolida en prácticas turísticas en 2005.

Page 5: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

Estudios Turísticos, n.o 179 (2009) 71

Nuevas tendencias de consumo turístico. Tipología de los turistas españoles

II. VECTORES DE CAMBIOEN LOS ESTILOS DE CONSUMOTURÍSTICO

Los años sesenta y setenta del siglo XXfueron prolijos en la publicación de obrassobre el cambio social, obras que, con elpaso del tiempo, pueden ser consideradascomo proféticas en cuanto contribuyeron demanera palmaria a describir el síndrome decambios que, en los diversos ámbitos de lasociedad, están alumbrando la s o c i e d a dposmoderna. Sociedad posmoderna, socie-dad postindustrial, sociedad de la informa-ción, o sociedad del ocio son, entre otros,algunos de los términos utilizados para des-cribir los procesos de cambio que, en elámbito de la cultura, de la economía, de lacomunicación, y de los usos del tiempo, es-tán teniendo lugar en las sociedades occi-dentales avanzadas. En 1979 Jean-FrançoisLyotard publica La Condition postmoder -ne: rapport sur le savoir, ofreciendo unaversión cultural de la condición posmoder-na. Pocos años antes, en 1973 D. Bell noshabía advertido sobre los cambios socialesoperados por la extensión del nuevo modode producción descrito en el advenimientode la sociedad post-industrial (The comingof the post-industrial society). McLuhan,señaló en su obra Understanding Media:The extensions of man (1964), la capitalimportancia de los medios de comunicaciónen la sociabilidad humana.

Otras dos obras capitales anuncian cam-bios focalizados en la sociedad del ocio.Joffre Dumazadier se aventuró en 1962, fe-cha de la publicación de Vers une civilisa -tion du loisir, a imaginar una sociedad enla que el consumo y disfrute del tiempo li-

bre podrían constituir los elementos cen-trales de su organización y funcionamien-to. Por su parte, Dean Maccannell escribeen 1976 The tourist. A new theory of theleisure class, título que reactualiza, en elmás completo sentido del término, la ma-gistral y pionera obra de la sociología delocio escrita por Th. Veblen casi un sigloantes: La teoría de la clase ociosa. Haceaños que Maccannell apuntó muy certera-mente algunos de los vectores del cambioposmoderno en lo que a consumo turísticose refiere, describiendo las principales ca-racterísticas del emergente turista posmo-d e r n o3. Nos muestra una especie de tipoideal de turismo practicado por la clase me-dia-alta estadounidense de mediados de losaños setenta (Maccannel, 2003).

Hay tres cambios sociales y culturalesbásicos íntimamente vinculados con latransformación de los estilos de consumoturístico: el proceso de individuación o in-dividualización (Elias, 2000) (Bauman,2001); la nueva definición social del ocio(Dumazedier, 1962); y la progresiva susti-tución de los valores materialistas por va-lores postmaterialistas (Inglehart, 1994), dela que se deriva la creciente valoración delo emocional (Elias y Dunning, 1986) y delo afectivo (Maccannell, 1976). El procesode individuación señala una mayor autono-mía en la toma de decisiones, que tendrácomo consecuencia la menor aceptación deofertas cerradas y estandarizadas propias dela sociedad de consumo de masas y unamayor diversidad en las elecciones. El ocioen las contemporáneas sociedades occiden-tales no es ya considerado como tiempo,espacio o actividad dependiente del traba-jo, sino que es intrínsecamente valorado y

Page 6: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

72 Estudios Turísticos, n.o 179 (2009)

Mercedes Camarero Rioja

progresivamente considerado como el ver-dadero tiempo de vida. Cada vez adquiereuna mayor importancia y se disfruta cadavez más con el ocio, desposeído ya de todavinculación con el trabajo. Una vez quedeja de ser síntoma de holgazanería, el ociocomienza a considerarse como una activi-dad de responsabilidad social y comunita-ria. El cambio cultural que se concreta enla paulatina adopción de los denominadosvalores postmaterialistas, afectará ahoratanto al tipo de actividades que desean re-alizarse durante el tiempo libre, como a laforma en que estas actividades se disfrutan.El disfrute del tiempo libre constituye cadavez más una experiencia emocional y ex-citante, y es valorada en tanto produce pla-cer, estimula, o activa las emociones. Almismo tiempo, los contemporáneos parecentratar de sortear el disgusto que les produ-ce ese replegarse sobre sí mismos provo-cado por la exacerbación del individualis-mo, buscando ocasiones durante su tiempode ocio para establecer relaciones de ca-rácter íntimo y personal tan escasas duran-te la vida cotidiana. La libertad de elección,la valoración intrínseca del ocio, y las ac-tividades y la forma en que éstas se desa-rrollan son los principales ejes sobre losque se apoyan las transformaciones con-cretas, los vectores de cambio de los esti-los de consumo turístico.

Algunos datos ilustran cómo estos cam-bios genéricos se están haciendo patentesen nuestro país. Observamos, no sin ciertasorpresa, una apresurada transformación encuanto a la importancia concedida al tiem-po libre, a la satisfacción personal que eltiempo de ocio reporta, y a la intensidadcon la que se desea viajar.

Aún cuando en términos absolutos losespañoles conceden hoy por hoy una lige-ra mayor importancia al trabajo que alocio, se observa un cambio radical. No sóloson cada vez más los que dan importanciaal ocio, sino que también son más los quele asignan mucha importancia. Los datos seestán equiparando: el 89,1% de los espa-ñoles dice que el trabajo es muy o bastan-te importante, frente al 86,7% que señalala importancia del ocio. El cambio en la in-tensidad con que otorgan importancia a unoy a otro es síntoma de un gran cambio detendencia. Mientras aumenta la proporciónde los que atribuyen mucha importancia alocio (30,2% en 1996 y 38,2% en 2000),disminuye la de los que conceden muchaimportancia al trabajo (59,1% en 1996 y55,2% en 2000) (4).

Más interesante resulta, si cabe, conocerque, después de la salud, el aspecto de lavida que proporciona mayor satisfacción aun mayor número de españoles es «el tiem-po libre de que dispone» (5). Una cosa esque el tiempo libre se considere importan-te, y otra, que el tiempo libre satisfaga per-sonalmente. Si en el año 1998, eran máslos españoles que señalaban «el trabajo querealiza» como fuente de satisfacción perso-nal, y algunos menos los que destacaban lamención «el tiempo libre de que dispone»,son ahora muchos más los que señalan eltiempo libre en detrimento del trabajo. Siel dato sobre la importancia refiere un cam-bio cultural genérico que contribuye aldiagnóstico de una sociedad que se haceposmoderna, el de la satisfacción nos hablade los sentimientos personales de los indi-viduos, de lo que les proporciona mayorplacer y, en consecuencia, se trata de un

Page 7: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

Estudios Turísticos, n.o 179 (2009) 73

Nuevas tendencias de consumo turístico. Tipología de los turistas españoles

cambio individual vinculado con prácticasconcretas, con lo que hacen y también conlo que desean hacer.

Viajar es, precisamente, la actividad a laque más españoles querrían dedicar su tiem-po libre. En una encuesta en la que se pedíaa los entrevistados que señalaran las tres ac-tividades que más desearían hacer durantelos fines de semana y días festivos, el 43.5%señaló la opción «viajes y excursiones» (6).Comparando lo que hacen durante el tiempolibre, datos que aparecen en esta misma en-cuesta, con lo que desearían hacer, obtene-mos una medida de la intensidad del deseo.Encontramos que, con respecto a la mayoríade las actividades del tiempo libre, es siem-pre superior el número de personas que lashacen que las que desearían hacerlas. Dosactividades constituyen la excepción: la asis-tencia a espectáculos y, sobre todo, los via-jes y excursiones, porque es allí donde se ob-serva la mayor diferencia entre los deseos yla realidad (el 43,5% desea/14,0% hace). Endefinitiva, que el deseo de viajar es el másintenso de entre los destacados, tanto en tér-minos absolutos como en términos relativos.Y no sólo se desea más intensamente viajar,sino que la proporción de viajeros crece abuen ritmo. Si en el año 1995 el 40,1% delos españoles realizó al menos un viaje tu-rístico, apenas una década después, en 2003,esta ratio ascendía ya al 48,9% (7).

Estas sucintas informaciones muestranque entre los valores de ocio, los deseos ylas conductas de consumo debe existir algu-na vinculación. Analizando los datos de laencuesta «Comportamiento de los españolesante las vacaciones» desvelaremos el carác-ter y el sentido de esta relación al describir

los principales vectores del cambio en losestilos de consumo turístico. Con esta fina-lidad se ha aplicado un análisis multivaria-ble de reducción de datos sobre una veinte-na de variables que describen prácticasturísticas, y otras que refieren valores, de-seos, gustos y preferencias de los viajeros.Las actividades realizadas con más frecuen-cia durante las vacaciones, el alojamientoutilizado, la compañía con la que viajan, oel motivo declarado del viaje son, entreotras, algunas de las variables seleccionadaspara describir los comportamientos turísti-cos. Otro conjunto de preguntas refiere loque los españoles consideran como el viajeideal: si les gusta conocer gente o estar conla familia, si desean recorrer distintos luga-res o permanecer en el mismo, si prefierenpreparar el viaje por su cuenta o viajar engrupos organizados, etc. Del análisis empí-rico, resultan dos ejes de correspondenciaso dimensiones que señalan las dos principa-les tendencias de cambio en el ámbito delconsumo turístico en la sociedad españolacontemporánea, explicando entre ambos el41,9% de la varianza total. En la figura 1 sesintetiza el gráfico resultante del Análisis deCorrespondencias Múltiples.

Figura 1Dimensiones del cambio en la

demanda turística

familia rutina decontrol

control evasióngente

descanso actividad

Page 8: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

74 Estudios Turísticos, n.o 179 (2009)

Mercedes Camarero Rioja

La primera dimensión, representada enel eje horizontal (25,8% de la varianza), re-fiere la definición social del tiempo deo c i o, e indica la creciente valoración deltiempo de ocio como tiempo de actividad,en detrimento de su consideración comotiempo de descanso. Esta dimensión, ade-más de destacar el viaje como ámbito pri-vilegiado para la actividad, define tambiénlas dos condiciones que idealmente deberí-an cumplir dichas actividades. Los indivi-duos no desean gastar el tiempo haciendolo que sea, de cualquier manera, sino quedefinen tanto el contenido de las activi-dades, como la forma en la que la acti-vidad se realiza. Estos dos aspectos de laactividad vacacional las hemos señalado enel esquema con sendos trazos que terminanen los dos cuadrantes de la derecha seña-lados con la marca «actividad». El vectordibujado por los polos rutina-evasión ponede manifiesto la tendencia de los turistas abuscar durante la vacación otros entreteni-mientos que los cotidianos. La evasión seencuentra cambiando de actividad. El se-gundo vector, señalado por la dicotomíacontrol-decontrol, indica otro requisito dela actividad para que sea considerada comoverdaderamente recreativa: que ésta se de-sarrolle en un marco de control social re-lajado. En otras palabras, que la actividadrecreativa no se encuentre sometida al au-tocontrol impuesto a la libre expresión delas emociones.

La segunda, representada en el eje ver-tical y que explica el 16,1% de la varian-za, es la dimensión de las relaciones so-c i a l e s. El cambio operado en este ámbitodiscurre desde las relaciones esporádicas eimpersonales con «gente» durante la vaca-

ción, hacia la valoración y búsqueda de re-laciones de carácter primario, relacionesafectivas e íntimas que hemos simbolizadocon el término «familia».

La nueva definición social del ociosignifica, entre otras, la valoración intrín-seca del tiempo de ocio. Si durante la mo-dernidad la vacación se había venido legi-timando funcionalmente en tanto servía alrestablecimiento físico y mental de los tra-bajadores, logrado a través del descanso, enla posmodernidad, al romperse la depen-dencia del ocio con respecto al trabajo, elocio se autolegitima. Y, como no podía serde otra manera, este proceso de cambiomanifiesta sus consecuencias en la modifi-cación de las pautas de consumo turístico.Hemos señalado las posiciones extremas deeste segundo eje con los términos descan-so y actividad, porque lo que subyace a laagrupación de las categorías gráficamenterepresentadas, es la oposición entre que lavacación signifique tiempo para estar o quese sienta como tiempo para hacer. Y, eneste sentido, los españoles estarían dejandode ser turistas y estarían comenzando a ha-cer turismo.

Las categorías de respuesta de las va-riables que aparecieron agrupadas en loscuadrantes superior e inferior izquierdo alu-dían, tanto a través de las prácticas comode los deseos, a la vinculación del tiempolibre con el descanso. Aún cuando una pro-porción considerable de los turistas espa-ñoles busca en el viaje el tiempo y el lugarpara el descanso, sea no haciendo nada, searealizando actividades desestresantes, soncada día más los turistas que identificanviaje con actividad. Prueba de lo novedoso

Page 9: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

que aún resulta este cambio cultural ennuestra sociedad es el hecho de que en lasconversaciones cotidianas uno no puedaevitar justificarse con expresiones talescomo «voy a tomar unos días de descan-so», cuando quiere decir que se va de via-je, o que diga que va de viaje porque pre-tende descansar, cuando lo que hará, enrealidad, será cansarse.

La imagen de la familia que acude a pa-sar el verano a su segunda residencia en unpueblo de la costa, contrasta extraordina-riamente en términos de la actividad desa-rrollada, con la de aquella otra que se des-plaza con un viaje organizado a alguna delas «grandes» capitales europeas. El des-canso para unos, se trastoca en ritmos fre-néticos de actividad para otros. Unos yotros, sometidos al cambio, desearán hacermás cosas. Para los primeros hacer más co-sas puede querer decir salir algún día deexcursión, mientras para los segundos pue-de significar madrugar más o acostarse mástarde para aprovechar mejor el día visitan-do más lugares.

En el imaginario colectivo de los turis-tas, la noción del «ser turista» tiende a sersustituida por la de «hacer turismo» altiempo que se define de forma precisa elsentido de este sintagma. Del análisis de lascategorías que contribuyen a conformar eleje horizontal en el análisis realizado, sur-gen dos características o requisitos de lasactividades recreativas (las representadas enel esquema con los dos trazos oblicuos). Sehace turismo cuando se desarrollan activi-dades no cotidianas, voluntarias, placente-ras e intrínsecamente gratificantes. La se-gunda característica requiere que los

quehaceres turísticos no estén sometidos, nia esquemas rígidos en los que se especifi-can los mecanismos recurrentes de acción(rutinización), ni al control social de lasemociones (control).

Los turistas se evaden en la medida quesustituyen los quehaceres habituales porotros. Entre las tareas no habituales, se in-cluye la movilidad consustancial al hechode viajar. La movilidad por motivos de ocioes la protagonista del repertorio de activi-dades vacacionales. Y esto es así no sóloporque la evasión psicológica necesite de lafuga física, sino también porque la actividadde «desplazarse por motivos de ocio» es, deentre todas las actividades no habituales, laque más se diferencia de su homóloga en lavida ordinaria «desplazarse por motivos la-borales». Así por ejemplo, mientras en elcuadrante señalado con el término «rutina»aparecían algunas categorías de variablesque indicaban hasta la involuntariedad delpropio viaje («no me gusta viajar, si tengotiempo libre prefiero quedarme en casa»),en el cuadrante inferior derecho –evasión–se agrupaban algunas de las actividades másextraordinarias (p.e.: la preferencia por ha-cer actividades culturales), las que más con-tribuyen a romper con la rutina habitual y,en consecuencia, con el aburrimiento de lavida ordinaria.

Debemos recordar que interpretamos lastendencias de cambio a partir de las prác-ticas y valores concretos de turistas realesy que, por tanto, hemos de encontrar prác-ticas que se asemejan a uno o a otro de losdos extremos. Estar de vacaciones signifi-ca para los primeros realizar las mismas ac-tividades que se desarrollan cotidianamen-

Estudios Turísticos, n.o 179 (2009) 75

Nuevas tendencias de consumo turístico. Tipología de los turistas españoles

Page 10: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

76 Estudios Turísticos, n.o 179 (2009)

Mercedes Camarero Rioja

te, entre las que puede incluirse hasta eltrabajo productivo, pero en otro lugar, enotro ambiente. La ruptura con el tiempo co-tidiano se señala únicamente porque la casaestá, durante el tiempo de vacación, en otrositio. El ambiente del lugar de vacacioneses lo que mueve al sosiego e invita a rea-lizar con mayor dedicación las actividadescotidianas del tiempo libre. Mientras quepara los primeros la vacación significa ru-tina, esto es, seguir haciendo las mismasactividades aunque de forma sosegada, paralos segundos el viaje significa realizar ac-tividades distintas en contextos diferentes,salir de la rutina. La ruptura con el tiempocotidiano se define tanto por las activida-des extraordinarias que se desarrollan comopor el ambiente bullicioso en el que éstastienen lugar. Estos individuos buscan di-vertirse, evadirse de la rutina diaria en unambiente que mueve a la evasión puestoque son muchos los que se encuentran tem-poralmente haciendo otras cosas. Hacer ac-tividades no rutinarias (poco habituales), noimplica, sin embargo, que se lleven a cabode forma no rutinaria (desrutinizada).Cuando son muchos los que se encuentrandivirtiéndose en un mismo espacio (p.e. enun gran hotel costero), tienden inevitable-mente a imponerse rutinas recurrentes deacción.

El vector representado con el trazo obli-cuo descendente señala, precisamente, la se-gunda condición impuesta a las actividadesrecreativas por los turistas contemporáneos:que éstas se lleven a cabo de forma des-ru-tinizada y de-controlada. Elias y Dunning,autores de los que tomamos prestados am-bos términos (Elias y Dunning, 1992:123-127) realizan una clasificación de las acti-

vidades del tiempo libre -espectro del tiem -po libre- basándose en el grado de desruti-nización y de decontrol que lleva aparejadala actividad. Sólo las actividades del tiem-po libre con alta puntuación en ambos cri-terios podrán ser consideradas como activi-dades verdaderamente recreativas. Amboscriterios se refieren a la forma en la que laactividad se lleva a cabo, y no al contenidode la propia actividad. La desrutinizaciónno se logra porque se hagan actividades nohabituales, sino porque no se utilicen pararealizarlas «los canales recurrentes de ac-ción que vienen impuestos por la interde-pendencia de unos y otros, y que a su vezimponen en el individuo un alto grado deregularidad». Las actividades recreativasconllevan, según estos autores, un decontrolcontrolado de las restricciones impuestas alas emociones, decontrol que no pone enriesgo la posición social de las personas.Entienden por decontrol la posibilidad dedesarrollar actividades sin verse sometido acontrol, como la posibilidad de expresar deforma franca y abierta nuestras emociones(Elias y Dunning, 1992:120-127).

Señalamos una vez más que, con inde-pendencia de lo que se haga durante la va-cación, ambos criterios se refieren a la for-ma en que las actividades se hacen. Enconsecuencia, ni va de sí que las activida-des «no rutinarias» se realicen de forma«desrutinizada», ni que las actividades«descontroladas» se lleven a cabo en for-ma «decontrolada». Se considerarán activi-dades descontroladas todas aquellas activi-dades expresamente prohibidas osocialmente sancionadas, como el turismosexual o el turismo de borrachera. Por suparte, son actividades recreativas de-con-

Page 11: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

Estudios Turísticos, n.o 179 (2009) 77

Nuevas tendencias de consumo turístico. Tipología de los turistas españoles

troladas todas aquellas que se realicen sinsometimiento al control impuesto habitual-mente a la libre expresión de las emocio-nes. Algunas prácticas concretas encuentranen el decontrol su propio fundamento:como la práctica de deportes de riesgo o eldenominado turismo de aventura. Perocualquier otra práctica turística puede serdecontrolada: como cuando se experimen-ta placer estético viendo una obra de arte,cuando alguien se encuentra consigo mis-mo en un desierto, cuando se hace un ami-go «para siempre»; o algunas otras de na-turaleza más banal, como cuando uno se dapor fin el gusto de llevar camiseta y chan-cletas.

Aparecen como categorías discriminan-tes algunos tipos de alojamiento (aparta-mento en propiedad/camping-caravana),formas de realizar el viaje (permanencia enel mismo lugar/turismo itinerante), idealesen cuanto a formas de organización (pre-parar el viaje concienzudamente/viajar a laaventura), e ideales en cuanto a formas derelación (estar con la familia/conocer gen-te). La dimensión subyacente a estos paresde categorías distingue entre la posibilidadde establecer rutinas de funcionamiento yla necesidad de improvisarlas cuando noexisten pautas. Cuando uno permanece enun mismo lugar, cuando este lugar se ase-meja a la propia casa, cuando uno prefieremantener relaciones con personas conoci-das, o cuando uno gusta de preparar losviajes concienzudamente, es más probableque disfrute de sus vacaciones de maneramás rutinaria. Al contrario, serán proclivesa una mayor desrutinización aquellos quese alojen durante algunos días en estable-cimientos alternativos, que pernocten cada

día en una localidad, que gusten de cono-cer gente nueva y que disfruten, precisa-mente, viajando a la aventura.

Lo novedoso de las situaciones a las queuno debe enfrentarse durante el viaje, ne-cesita de la desrutinización y mueve al de-control. De la misma forma en que no exis-ten pautas estrictas de funcionamiento ensituaciones no habituales y éstas deben im-provisarse, tampoco existe un control so-cial extremo y, en consecuencia la expre-sión de las emociones podrá tener lugar demanera más relajada. Los individuos pue-den hacer cosas, cosas que pueden inclusoparecerse a las que uno hace habitualmen-te, dando rienda suelta a la expresión desus emociones, sin encontrarse sometido alriesgo de ser tachado de loco o de delin-cuente y, por tanto, sin que afloren en éllos sentimientos de vergüenza o de culpa.

El análisis del segundo eje nos indicaque el tiempo de ocio se está convirtiendoen el momento por excelencia para la re-lación social. Tanto, que algunos turistasencuentran en ésta su principal aliciente omotivo de viaje. Los turistas se relacionandurante la vacación, como durante la vidaordinaria, de dos formas básicas: estable-ciendo contactos íntimos y personales, ofuncionales e impersonales. Mientras paraunos el otro con el que se relacionan du-rante este tiempo es un «otro concreto» (re-sumido con el término familia), para losdemás, el otro es «otro generalizado» (re-sumido con el término gente). El sentidodel cambio muestra el gusto creciente porel cultivo de las relaciones primarias, fa-miliares o de amistad. Incluso aquellas re-laciones que han sido tradicionalmente fun-

Page 12: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

78 Estudios Turísticos, n.o 179 (2009)

Mercedes Camarero Rioja

cionales, como la relación entre camareroy cliente, van progresivamente transfor-mándose en el sentido mentado. Los turis-tas no desean ya tanto estar junto a otros,sino estar con otros.

La rúbrica «gente” aglutina distintas re-laciones concretas: la ausencia de contac-tos entre los turistas y la población local,las relaciones estrictamente utilitarias entreviajeros y trabajadores del comercio y dela hostelería, o las relaciones efímeras en-tre turistas guiadas por el interés de pasar-lo bien o de estar mejor. Bajo la denomi-nación «familia” encontramos, además derelaciones familiares como las mantenidascon las personas de la familia con las quese viaja o a las que se encuentra en el via-je, relaciones de amistad. La amistad de tu-ristas con residentes, con trabajadores, ocon otros viajeros, hasta hace poco inaudi-ta, comienza a impregnar el encuentro so-cial de los turistas. El de unos, porque suscontactos se limitan a la propia familia, elde otros, porque hacen amigos. La relaciónsocial resulta ser para ambos intrínseca-mente placentera.

El turista rural y el turista de sol y pla-ya representan bien los dos extremos deeste cambio. Véase el respeto y afecto querecíprocamente se dispensan los propieta-rios y los clientes de los establecimientosde turismo rural, o el interés que unos yotros manifiestan por intercambiar infor-mación a propósito de las respectivas cul-turas locales. El carácter de estos encuen-tros contrasta sobremanera con lareducción de los contactos entre clientes ytrabajadores de los grandes hoteles a loestrictamente necesario. Las relaciones en-

tre turistas se están viendo modificadas eneste mismo sentido. Todo esto está con-tribuyendo a señalar el viaje turísticocomo ámbito privilegiado de la afecti-v i d a d .

III. TIPOLOGÍA DE TURISTAS

El cambio cultural posmoderno se estáhaciendo patente en nuestra sociedad tam-bién como vector de transformación en laspautas de consumo turístico en el sentidodescrito en el epígrafe anterior. Por muchoque las pautas se transformen siempre seráposible, a la vez que necesario, captar la re-alidad en un momento concreto de su de-venir. Con este fin se ha avanzado en elanálisis de los datos para ofrecer esta tipo-logía de turistas que describe los principa-les estilos de consumo turístico de los es-pañoles.

Los cuatro tipos de turistas que surgende este análisis (8) son: el turista familiar,el tradicional, el moderno y el posmoder-no. En la figura 2 aparecen las denomina-ciones de los distintos tipos según su ubi-cación en los dos ejes de correspondenciasanalizados. Se puede obtener una previaidea general de cada uno de ellos, fiján-dose en las etiquetas de los polos (en co-lor gris) que definen cada uno de los ejes.Sabemos, de partida, que el turista fami-liar y el posmoderno consideran muy im-portantes las relaciones afectivas y tiendena cultivarlas cuando salen de vacaciones;y también que tanto para el turista moder-no y el posmoderno el tiempo de ocio,más que de descanso, es un tiempo de ac-t i v i d a d .

Page 13: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

La descripción de los estilos de consu-mo puede seguirse en los cuadros que apa-recen a continuación. En el cuadro 1, se re-cogen informaciones relativas al viajeprincipal realizado por los turistas: aspec-tos temporales como la época de viaje y suduración, otras a propósito del destinocomo la fidelidad al lugar de vacaciones ylas características del mismo, el tipo de alo-jamiento utilizado, y los compañeros deviaje. En cada uno de estos cuadros hemossuprimido la columna del total, puesto quenuestro objetivo era precisamente mostrarlos distintos tipos de turistas. Las sucesivasalusiones al tipo medio a través de la men-ción de las categorías de las variables conlas mayores frecuencias, no habría servidosino para enturbiar el análisis al hablar deuna ficción estadística.

Los motivos declarados para viajar endistintos períodos: vacacionales, SemanaSanta, Navidad y puentes, figuran en elcuadro 2. El conjunto de motivos se haagrupado en tres categorías: «días con lafamilia», «descansar» y «otros motivos».Menciones como disfrutar, divertirse opracticar deporte se incluyen en esta última

categoría, lo que destaca la intención lúdi-ca de las respuestas.

El repertorio de actividades que los tu-ristas declararon haber realizado «con fre-cuencia» durante el viaje, está consignadoen el cuadro 3. Se han incluido las diez ac-tividades más practicadas por los turistasordenadas, según frecuencia, de mayor amenor. Se ha hecho una excepción con elturista posmoderno, el turista más activo,para el que se han incluido tres actividadesmás. Se ha calculado un indicador, datoque aparece en la última fila, que señala laproporción media de viajeros que realizólas diez actividades más frecuentes. Estasimple media nos da una idea del grado deactividad y sirve para distinguir a los tu-ristas más y menos activos.

Los datos del cuadro 4 contienen lasrespuestas a una única batería de preguntasa través de las que se buscaba conocer elperfil de las vacaciones ideales. El entre-vistado debía situarse en uno u otro polosde cada enunciado: como «Me gusta mu-cho viajar, voy a alguna parte en cuantopuedo/no me gusta viajar, si tengo tiempolibre prefiero quedarme en casa». En elcuadro aparecen marcados los dos extre-mos, las frecuencias que aparecen corres-ponden al primer polo del enunciado, al su-brayado en negrita.

El turista familiar se define por tres ca-racterísticas determinantes: las dos prime-ras refieren lo que hacen durante sus vaca-ciones, mientras que la tercera alude a lavacación deseada. Son estos turistas los quecon significativa mayor frecuencia queotros señalan como motivo del viaje «pa-

Estudios Turísticos, n.o 179 (2009) 79

Nuevas tendencias de consumo turístico. Tipología de los turistas españoles

Figura 2Tipos turísticos

familia familiar posmoderno

tradicional modernogente

descanso actividad

Page 14: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

80 Estudios Turísticos, n.o 179 (2009)

Mercedes Camarero Rioja

Cuadro 1Prácticas turísticas según tipo de turista

F a m i l i a r T r a d i c i o n a l M o d e r n o P o s m o d e r n o

Disfrutan las vacaciones anualesDe forma continuadaEn dos períodosEn varios períodosNúmero medio días de vacaciones primer periodo

Viajaron enSemana SantaNavidadPuentes

Dónde pasa las vacaciones habitualmenteSiempre en el mismo lugarMismo lugar+viajeMismo lugar y excepcionalm. OtroSitios diferentes

Dónde ha pasado las vacacionesLugar fijo de EspañaLugar fijo de España+viaje EspañaLugar fijo de España+viaje extranjeroRecorriendo EspañaLugar fijo en el extranjeroRecorriendo extranjeroOtra forma

Lugar de vacacionesPueblo costaCiudad costaPueblo interiorCiudad interiorViaje itineranteOtra

Alojamiento utilizadoHotelCasa propiaCasa alquiladaCasa familiaresCampingAcampada libreOtros tipos

Compañía en vacacionesSoloCon su familiaCon grupo de amigosCon grupo organizadoOtras respuestas

86,57,95,6

22,9

29,217,020,3

67,25,08,5

19,4

83,06,21,34,83,01,30,4

34,812,740,010,0

2,20,4

13,129,411,237,8

3,80,34,4

3,890,3

5,20,00,7

88,67,44,0

23,8

22,813,717,2

60,95,18,0

26,0

85,87,61,62,22,20,40,2

46,721,420,010,60,60,8

21,426,813,732,72,40,03,0

2,888,26,81,60,6

79,813,8

6,217,9

30,016,123,3

34,96,87,3

51,0

65,89,35,17,96,84,40,6

41,026,014,310,4

7,80,5

41,117,110,422,0

4,30,64,5

5,767,121,9

4,60,8

78,314,6

7,020,0

37,920,034,3

36,59,27,3

47,1

60,812,7

4,411,0

5,45,20,4

38,015,727,9

8,58,31,7

23,417,511,326,212,4

3,35,9

5,070,022,2

1,31,5

Fuente: Encuesta «Comportamiento de los españoles ante las vacaciones», 1995. C.I.S.

Page 15: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

Estudios Turísticos, n.o 179 (2009) 81

Nuevas tendencias de consumo turístico. Tipología de los turistas españoles

Cuadro 2Motivos declarados de viaje según período vacacional y según

tipo de turistaVacacionales Semana Santa Navidad Puentes

MotivosF T M P F T M P F T M P F T M P

Días con la familia 41,7 37,7 21,9 24,1 50,4 46,9 31,1 27,3 78,9 66,8 61,7 55,5 42,2 34,1 26,6 22,1Descansar 43,8 45,4 40,7 40,4 36,6 33,7 32,4 45,2 13,9 17,1 15,8 23,9 41,0 43,9 34,9 48,5Otros motivos 14,5 16,9 37,4 35,5 13,0 19,4 36,5 27,5 7,2 16,1 22,5 19,6 16,8 22,0 38,5 29,4

Fuente: Encuesta «Comportamiento de los españoles ante las vacaciones», 1995. C.I.S.

Cuadro 3Actividades vacacionales según tipo de turista

Familiar % Tradicional % Moderno % Posmoderno %

PasearVisitar fam./amigosTomar el solVer T.V./ leer prensaLeer libros/e. MúsicaObservar paisajesFotografíaObservar fauna/floraJugar a cartasSalir discotec/cenar

Media (10 activ.)

78,757,155,454,242,637,428,022,420,519,9

41,6

PasearTomar el solVer T.V./leer prensaVisitar fam./amigosLeer libros/e. MúsicaObservar paisajesFotografíaJugar a cartasSalir discotec/cenarActiv. Manuales

Media

74,665,156,749,739,323,222,820,219,610,1

38,1

PasearTomar el solLeer libros/e. MúsicaVer T.V./leer prensaObservar paisajesVisitar fam./amigosSalir discotec/cenarFotografíaVisitar museosJugar a cartas

Media

77,770,042,641,640,640,539,835,227,819,1

43,5

PasearTomar el solObservar paisajesLeer libros/e. MúsicaFotografíaVisitar fam./amigosVer T.V./leer prensaSalir discotec/cenarObservar fauna/floraVisitar esp. Proteg.Visitar museosAcampadasJugar a cartas

Media

80,868,560,254,548,345,439,836,936,834,131,022,822,6

50,5

Fuente: Encuesta «Comportamiento de los españoles ante las vacaciones», 1995. C.I.S.

sar unos días con la familia». Utilizan conmayor frecuencia la casa de familiares yamigos, o la casa propia para pasar sus va-caciones, esto es, utilizan alojamientos si-milares a una casa en la que, según vere-mos, tratan de reconstruir un hogar.Prefieren y desean sobre todas las cosas«estar con la familia» durante su estancia,antes que «conocer gente». Es tal la cen-tralidad de la motivación familiar que, si

fuera por ellos mismos, muchos ni siquie-ra saldrían de vacaciones. De hecho, el44,2% de estos turistas dice que cuandotiene tiempo libre prefiere quedarse en casaantes que ir a otro lugar, porque para estarcon la familia ningún lugar mejor que lapropia casa. Este tipo, junto con el posmo-derno, son los dos tipos que mejor repre-sentan la tendencia a vincular el disfrutedel tiempo libre con el cultivo de las rela-

Page 16: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

ciones de carácter íntimo y personal, las re-laciones afectivas frente a las relaciones es-porádicas y poco profundas con desconoci-dos, esto es, con «gente».

Si observamos las prácticas de estos via-jeros (cuadro 1), encontramos algunos desus rasgos singulares al fijarnos en las di-ferencias más extremas con respecto aotros tipos. Aunque el viaje en familia estábastante extendido entre los españoles, sonlos turistas familiares los que más viajancon su familia, el 90,3%. En el 78,4 de losviajes se instalan en una casa, sea ésta defamiliares o de amigos, en el 37,8% de lasocasiones, sea en una casa propia, en el29,4%, o en una casa alquilada. Decimosque se instalan porque se encuentran entrelos turistas que más disfrutan de sus vaca-

ciones de forma continuada, lo hacen du-rante un mayor número de días (22,9 díasde media), tienden a acudir habitualmenteal mismo lugar, y se encuentran entre aque-llos turistas que menos practican el turismoitinerante. Si se instalan en casas que co-nocen, les gusta estar con la familia, y dis-frutar con los parientes en un ambiente re-lajado durante un período de tiempoprolongado, parece que estos turistas másque ocupar un establecimiento, habitan unhogar.

No sólo la motivación, sino también lafinalidad del viaje residen en el fomento delas relaciones familiares y/o de amistad.Aún cuando el motivo general de viaje de-clarado más frecuentemente por los espa-ñoles sigue siendo el descanso, motivo adu-

82 Estudios Turísticos, n.o 179 (2009)

Mercedes Camarero Rioja

Cuadro 4El perfil de las vacaciones ideales según tipo de turista

P r e f e r e n c i a s F a m i l i a r T r a d i c i o n a l M o d e r n o P o s m o d e r n o

Gusto por viajarSiempre que puedo/Prefiero casa

Características del lugarEspacios abiertos/Lugares urbanizadosLugares animados/sin mucha gente

Actividades vacacionalesConocer gente/estar con la familiaRecorrer/No recorrer diversos lugaresTurismo cultural/no hacer nadaActividades culturales/activ. físicasBailes populares/Discotecas

Preparación/organizaciónConcienzudamente/A la aventuraPor mi cuenta/Grupo organizadoMejor más tiempo/más comodidadCuidado/despreocupación gastos

55,8

98,52,7

7,622,318,861,089,7

69,998,127,774,8

57,2

39,037,1

25,118,216,175,478,1

81,970,010,875,9

96,9

60,382,2

79,178,859,334,062,8

65,959,336,364,4

96,6

98,326,1

54,085,766,020,176,6

39,296,371,065,8

Fuente: Encuesta «Comportamiento de los españoles ante las vacaciones», 1995. C.I.S.

Page 17: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

Estudios Turísticos, n.o 179 (2009) 83

Nuevas tendencias de consumo turístico. Tipología de los turistas españoles

cido por el 42,4% de la población, son losturistas familiares los que en términos re-lativos más citan la motivación «estar conla familia» (citada por el 41,7% de los tu-ristas familiares frente al 21,9% de los mo-dernos). Y aunque tampoco son los quemás viajan en otros períodos vacacionalescomo Semana Santa, Navidad o puentes,cuando viajan, siempre se destacan por elfuerte peso de la motivación familiar. Asíjustifican el 78,9% de estos turistas el via-je durante la Navidad. Aunque no son muyactivos, son los que más visitan a familia-res y amigos, la segunda actividad más fre-cuente después del consabido paseo. El res-to de actividades que practican con mayorfrecuencia son actividades bastante rutina-rias que pueden tener lugar en la mismacasa (tomar el sol, ver la televisión, leer ojugar a las cartas).

El viaje ideal para ellos está preñado deocasiones para la comunicación afectiva;tanto cuando el 97,3% dice preferir luga-res sin mucha gente como destino vaca-cional, como cuando el 92,4% señala quelo que le gusta en realidad es estar con lafamilia y no busca conocer gente durantela vacación. El ambiente ideal del lugar devacaciones es un espacio abierto (señaladopor el 98,5% frente a un lugar urbanizado,deseado sólo por el 1,5% de los turistas fa-miliares). Pero si los deseos no siemprecoinciden con la realidad, los individuostratan de hacerlos coincidir. Así por ejem-plo, si volvemos a lo que hacen, encontra-mos que son los que acuden con más fre-cuencia a pueblos del interior (el 40%) asalvo del bullicio de los pueblos costerosy de las ciudades. Si vinculamos todos es-tos datos podemos ofrecer una última re-

flexión a propósito de la importancia quetienen en nuestros país los viajes turísticosde retorno de aquellos que hoy habitan al-gunas de las ciudades más pobladas haciasus lugares de origen, a los que acudencon la familia nuclear y en los que se re-encuentran con amigos y con la familia ex-t e n s a .

El turista tradicional responde perfecta-mente al estereotipo que ha venido vincu-lando ocio y descanso. Tal ha sido la in-tensidad de esta dependencia que, todavíahoy, se viaje por la motivación que se via-je, los viajeros no pueden dejar de aludir aldescanso, como si se tuviera todavía quejustificar funcionalmente el turismo. Paraéstos, más que para ningún otro, el viaje devacaciones es sinónimo de descanso, tantoes así que, aunque salgan de viaje, un42,8% prefiere quedarse en casa. El propioviaje, en tanto comporta actividad pareceincomodarles, como puede apreciarse en elcuadro 1. Si se excluyen las vacacionesanuales, son los que menos salen en otrosperíodos del año: son los que menos viajanen Semana Santa (22,8%), en Navidad(13,7%), o aprovechan algún puente labo-ral (17,2%). Son también los que desarro-llan una menor actividad en el lugar dedestino. Durante sus viajes vacacionales, elprimer motivo señalado es el descanso(45,4%). Pero además, la comodidad queproduce el establecimiento de rutinas y lainvariabilidad en las costumbres cotidianas,les asegura unas vacaciones sin sobresaltos,unas jornadas de descanso previsibles quehacen disminuir la probabilidad de tenerque hacer algo para solucionar imprevistos.Su imaginario está formado por el seden-tarismo, el descanso y la comodidad.

Page 18: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

84 Estudios Turísticos, n.o 179 (2009)

Mercedes Camarero Rioja

Si se observan las prácticas turísticastradicionales se abunda también en el as-pecto del descanso: casi nueve de cada diezdisfrutan de la vacación de forma conti-nuada, con una elevada duración media(23,8 días). Y dadas las molestias que a es-tos turistas les provoca el propio desplaza-miento, abjuran de los viajes itinerantes, deforma tal que el 85,8% pasa sus vacacio-nes en un lugar fijo de España, aunque paraun 40% este lugar varíe de unos años aotros. Salen de casa con su familia(88,2%), para acudir a otra casa (73,2%).

Atendiendo a las actividades vacacio-nales, encontramos a los turistas menos ac-tivos. Según el indicador que figura en elcuadro 3, el 38,1% de los turistas tradi-cionales realiza, por término medio, cadauna de las diez actividades incluidas en elrepertorio. Los turistas tradicionales mar-can aquí el mínimo frente al máximo porel que se destacan los turistas posmoder-nos, al alcanzar el 50,5%. Incluso la acti-vidad física del paseo, la más extendidaentre la población, es menos habitual en-tre ellos (74,6%). Por su parte hay más tu-ristas tradicionales, el 56,7% que realizauna de las actividades más sedentarias yhabituales: ver la televisión o leer la pren-sa. Su contacto con la naturaleza se redu-ce casi exclusivamente a tomar el sol(65,1%). Encontramos que realizan pocouno de los esparcimientos en la naturalezatan cómodo como observar paisajes, peroque, al requerir desplazamiento, es reali-zado sólo por dos de cada diez turistas.Esta proporción se eleva a seis de cadadiez en el caso de los posmodernos, y acuatro de cada diez en el caso de los mo-dernos y de los familiares.

El cuadro 4 es prolijo en detalles a pro-pósito del perfil de sus vacaciones ideales.Señalan explícitamente que cuando salende vacaciones, les gusta no hacer nada. Enla pregunta en la que debían optar entre tu-rismo cultural o no hacer nada, el 83,9%dijo que prefería no hacer nada, optandopor el turismo cultural el 16,1%. Aparecea continuación la respuesta dada a una pre-gunta similar en la que debían elegir entrerealizar actividades culturales o actividadesfísicas. Pues bien, si antes habían mostra-do muy escaso interés por la actividad cul-tural, ahora el 75,4% se inclina por la cul-tura en detrimento del ejercicio físico. Enlas contundentes respuestas dadas a una yotra pregunta no se observa contradicciónalguna: cuando pueden elegir, eligen «nohacer nada», pero cuando en la encuesta seles pide que opten entre dos actividades, seelige la que produce un menor cansancio,la actividad cultural. Si no se puede des-cansar, tratarán al menos de no cansarse re-alizando ejercicios físicos.

Si exceptuamos el hecho de que casi lamitad de estos turistas siquiera desean mo-verse de su residencia habitual, cuando sa-len, sus vacaciones reales son un fiel refle-jo de las ideales, no desean hacer nada másde lo que hacen. Se trata de los turistasmás sedentarios y eso es precisamente loque desean, no moverse. Tan sólo el 18,2%dijo que le gustaría recorrer diferentes lu-gares, dato que contrasta con el intenso de-seo de otros turistas (el 85,7% de los pos-modernos). Este dato ejemplifica ladiferencia singular entre el turista y el via-jero. Todo consistirá entonces en no can-sarse y encontrarse cómodo en el lugar devacaciones. Reconocen explícita y mayori-

Page 19: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

Estudios Turísticos, n.o 179 (2009) 85

Nuevas tendencias de consumo turístico. Tipología de los turistas españoles

tariamente estar dispuestos a sacrificartiempo de vacaciones en aras de una ma-yor comodidad. Les gusta organizar con-cienzudamente sus vacaciones (81,9%), sindejar ningún resquicio a la improvisación.El hecho de ser los que más prefieren loslugares urbanizados para pasar las vacacio-nes, añade un dato nuevo a su ya comen-tado desinterés por los espacios abiertos ylos parajes naturales.

Seis de cada diez turistas tradicionalesdicen preferir los lugares urbanizados, eli-giendo también, en la misma proporción,los lugares sin mucha gente. Puesto que noes posible que un mismo destino cumplaambas condiciones, al estar más pobladoslos lugares más urbanizados, nos encontra-mos ante otra aparente contradicción.Cuando expresan el deseo de acudir a lu-gares urbanizados, destacan las ventajascon que cuentan estas localidades en tér-minos de las infraestructuras disponibles.Disponer de transporte público, de una ex-tensa red de comercios, o de centros deasistencia sanitaria, hace más fáciles y có-modas las tareas cotidianas. Los lugares sinmucha gente aparecen también en el sub-consciente colectivo de estos mismos turis-tas porque son los lugares poco bulliciososlos que más facilitan el ansiado descanso.Imaginan, en definitiva, un lugar ideal enel que todo resulta más cómodo (lugaresurbanizados), sin verse sometido a las mo-lestias que a menudo son consecuencia deuna gran concentración de personas (luga-res sin mucha gente).

Asumir riesgos, tomar decisiones, en-contrar problemas, parece estresar sobre-manera a estos turistas. Y tanto control no

deja ninguna vía para el encuentro ni conlo desconocido –actividades no habitualeso personas desconocidas–, ni con lo ines-perado. En definitiva, no existe ninguna po-sibilidad de emocionarse. La estancia devacaciones de los turistas tradicionales noestá motivada ni por la búsqueda del pla-cer, ni tiene otra finalidad distinta al des-canso.

El turista moderno es posiblemente elmás conocido puesto que responde en al-gunos puntos al prototipo de sol y playa.El turista moderno persigue la diversión atoda costa. Para ellos diversión significahacer cosas no habituales en lugares y am-bientes no habituales, esto es, la vacaciónsupone una ruptura radical con la vida co-tidiana. Les gustan tanto los cambios, queel 51% acude año tras año a un lugar dife-rente. Son los que menos recurren a losalojamientos más habituales: se alojan me-nos en casas (el 49,5%) y más en hoteles(el 41,0%). Incluso les gusta, en la medidade lo posible, cambiar hasta de compañía.Son, en este sentido, los que menos viajancon la familia durante las vacaciones(67,1% es la menor proporción); dos decada diez viaja con un grupo de amigos; al-gunos otros solos, sea solos (5,7%), sea so-los en un grupo organizado (4,6% que re-presenta el máximo).

Tras los turistas posmodernos, los mo-dernos son los que desarrollan una mayor ac-tividad. Y aún cuando las actividades queunos y otros realizan sean similares, lo queles diferencia es que mientras las actividadesvacacionales de los modernos son otras di-ferentes de las cotidianas, las que desempe-ñan los posmodernos durante su viaje coin-

Page 20: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

86 Estudios Turísticos, n.o 179 (2009)

Mercedes Camarero Rioja

ciden con actividades que ocupan su tiempolibre también en su lugar de residencia (9).Así, por ejemplo, tres de cada diez turistas,tanto modernos como posmodernos, visitamuseos. Una de las actividades más repre-sentativas es tomar el sol (el 70%), y no esde extrañar porque son los que eligen prefe-rentemente destinos costeros.

Estar de vacaciones supone para ellosromper radicalmente con la actividad coti-diana, y no sólo por las actividades que lle-van a cabo, sino porque muchos, sobre todolos que se alojan en hoteles, dejan de hacerlas actividades más rutinarias relacionadascon el mantenimiento del hogar, como lastareas de limpieza o la cotidiana compra dealimentos. El abandono de las rutinas coti-dianas tiene como consecuencia exclusivala evasión, pero no supone des-rutinización.Se evaden, esto es, se escapan de lo ordi-nario, no trabajan, no se ocupan del hogar,y hacen cosas distintas, se divierten. Sinembargo, se instalan en una rutina diferen-te durante sus vacaciones, la que se derivade la necesaria coordinación de las activi-dades de un elevado número de personas.Así por ejemplo, cuando se alojan en esta-blecimientos colectivos como los hoteles, seven sometidos a un nuevo control de tiem-po y actividad: deben levantarse tempranopara reservarse un sitio en la playa o en lapiscina, deben comer en los horarios y tur-nos establecidos, deben descansar cuando elsol y el calor no les permite hacer otra cosa,o deben divertirse con las actividades y alas horas que los responsables de los esta-blecimientos hayan dispuesto.

El espíritu lúdico se pone de manifiestosi atendemos a la motivación declarada del

viaje. Si la primera motivación de los es-pañoles es el descanso (citado en total porel 42,4%), si la segunda es pasar unos díaspara la familia (31,0%), hemos agrupado elresto de motivos de naturaleza eminente-mente lúdica en una tercera categoría. Losturistas modernos mencionan más que nin-gún otro turista estos «otros motivos», su-perando en ocasiones, y sobre todo duran-te las vacaciones de Semana Santa y en lospuentes, a las dos primeras categorías derespuesta.

Aunque no sea el que más viaje, esaquel al que más le gusta viajar. Un 96,9%declara que le gusta viajar siempre quepuede. Le gustan los lugares animados(82,2%), prefiere conocer gente (79,1%) aestar con la familia, y son también los másamantes de las discotecas (37,2%). Ade-más, tantos como manifiestan su gusto porbailar en estos establecimientos, acuden alos mismos. Todos estos aspectos del re-creo de los turistas convergen hacia la pro-moción de encuentros sociales necesaria-mente efímeros y esporádicos entre turistas,definiendo de esta forma el carácter secun-dario de la relación social. Algunas otrascaracterísticas del propio viaje abundan eneste aspecto: son los turistas que viajan portérmino medio un menor número de días,y aproximadamente la mitad acuden cadaaño a lugares diferentes.

Queremos destacar, por último, quefrente al gusto mayoritario de los españo-les por viajar por su cuenta, cuatro de cadadiez turistas modernos dice preferir el via-je organizado. Este interesantísimo datoavala el futuro del segmento de sol y pla-ya. No solo aceptan sin ambages las nue-

Page 21: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

vas rutinas a las que se ven sometidos enlos destinos turísticos, sino que el ideal devacación reside precisamente, para algunos,en una férrea organización también de lasactividades complementarias, tales comolas que se realizan en los viajes organiza-dos y en los circuitos turísticos. Estos tu-ristas se evaden no sólo haciendo cosas di-ferentes, sino también haciéndolas dedistinta forma, cuando se someten a otrasrutinas, o cuando su actividad es organiza-da o guiada por otras personas.

El turista posmoderno responde a un es-tilo de consumo turístico emergente quelleva inscrito las características de la pos-modernidad: sus prácticas combinan pautasnuevas y ultramodernas, con pautas queevocan aspectos tradicionales. Así porejemplo, el gusto por hacer deporte, porestar en contacto con la naturaleza, por ha-cer acampada libre o turismo rural, señalanuna nueva dimensión del turismo. Por suparte, el gusto por el turismo itinerante o elrenovado interés por la cultura, destacanaspectos tradicionales del viaje que emulanel grand tour de los jóvenes nobles. Los tu-ristas posmodernos son activos, aventure-ros, amantes de la cultura y de la naturale-za a parte iguales, gustan de las relacionespersonales y son, sobre todo, los que reali-zan las actividades más recreativas incenti-vadas por la intensa búsqueda de la emo-ción en el ocio. Observando la forma enque estos turistas llevan a cabo sus activi-dades, podemos decir que se trata de lasque se realizan de manera más desrutiniza-da y decontrolada.

Es el que más sale, disfruta de las vaca-ciones veraniegas en varios períodos y via-

ja con más frecuencia durante otros perío-dos vacacionales, en Semana Santa, en Na-vidad o durante algún puente. Uno de cadatres salió, por ejemplo, con ocasión de al-gún puente laboral, cifra que dobla la pro-porción de los que menos salieron en esetiempo, los turistas tradicionales. En estesegmento encontramos el mayor número deviajeros en el sentido más tradicional deltérmino viajero, pues el 16,2% de ellos pasólas vacaciones recorriendo España o algúnotro país. Es también el que, con diferen-cia, hace un mayor uso de otros aloja-mientos distintos a la casa o al hotel: unode cada cinco turistas se fue de camping(12,4%), acampó libremente (3,3%), o sealojó en otros tipos de establecimiento(5,9%). Aún cuando el 70% dice saliracompañado por su familia, encontramos unsignificativo 22% de turistas que viaja conamigos, o un 5% que viaja sólo. Estas pro-porciones son similares a las encontradasentre los turistas modernos, con una salve-dad: el viaje en grupo organizado tiene unpeso residual entre estos turistas. Como ve-remos, este tipo de vacación es el que másradicalmente se aleja tanto de la experien-cia como de los deseos de los viajeros pos-modernos. La mayor diversidad de los com-portamientos turísticos de este segmento,frente a la mayor homogeneidad destacadaen otros segmentos, nos advierte sobre unamayor pluralidad en las elecciones, puestoque estos turistas se autoorganizan el viaje.Y al hacérselo a medida, se convierten ensu propio agente de viajes.

Es, con diferencia, el turista más activo.La mitad de los turistas posmodernos rea-liza, por término medio, cada una de lasdiez actividades más recurrentes (cuadro 3).

Estudios Turísticos, n.o 179 (2009) 87

Nuevas tendencias de consumo turístico. Tipología de los turistas españoles

Page 22: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

88 Estudios Turísticos, n.o 179 (2009)

Mercedes Camarero Rioja

Su incesante actividad presenta dos singu-laridades. Durante su tiempo de vacaciónno realizan actividades extraordinarias queno estén habituados a realizar durante sutiempo libre ordinario. Además, se distin-guen de otros por su singular mayor dedi-cación a la práctica de todo tipo de activi-dades de índole naturalista, lo que daprueba de su interés y valoración del me-dio ambiente. El 60,2% se dedica a obser-var paisajes, el 36,8% observa fauna y flo-ra, el 34,1% visita espacios protegidos, o el22,8% hace acampadas, datos todos ellosque revelan que los turistas posmodernoscomparten valores postmaterialistas.

Si el turista posmoderno se distingue delos otros turistas por lo que hacen, se dife-rencian mucho más por lo que les gusta,prefieren o sueñan con hacer. Si observa-mos su patrón ideal de vacaciones, se am-plifica aún más su carácter activo, natura-lista, nómada, aventurero y autoorganizado.En el universo de sus vacaciones idealesaparece de nuevo la aparente respuestacontradictoria a las preguntas sobre prefe-rencias en las que debían optar entre haceractividades culturales y no hacer nada, yentre hacer actividades culturales o activi-dades físicas. Con respecto a la primera,optan con rotundidad por las actividadesculturales (el 66,0%), contrastando conaquellos turistas para quienes la vacaciónes sinónimo de descanso. En la segunda,sin embargo, manifiestan incluso con ma-yor rotundidad que les gusta realizar acti-vidades físicas (el 71,9%). El desear hacerambas actividades abunda en su caráctermultiactivo. En consecuencia, no se trata deun turista especializado, no hace exclusi-vamente turismo cultural, tampoco viaja

motivado sólo por hacer deporte, ni porasistir a espectáculos musicales, etc. Es unturista al que le gusta hacer todas y cadauna de estas actividades durante su viaje.Si a esto le sumamos su intenso gusto porhacer viajes itinerantes –el 85,7% señalaque lo que prefiere durante las vacacioneses recorrer diversos lugares–, podemosimaginar un viajero que comienza su peri-plo alojándose en una cabaña que le per-mite conocer un paraje natural, que se des-plaza a continuación a una gran ciudadpara visitar una concreta exposición de arteen un gran museo, que se para en un pue-blo para disfrutar de una fiesta popular, oque se desvía para comprar exquisitos em-butidos pocos pueblos más allá.

Es tan intenso su deseo de viajar queprefiere viajar durante más días aunque seaen detrimento de la comodidad. Pero sacri-ficar la comodidad no significa que estédispuesto a viajar de cualquier manera. Lacondición es que sea él mismo el que pre-pare y organice sus vacaciones, puesto quehuyen del viaje estandarizado –organizado–como de la peste. No están dispuestos a so-meterse a ninguna rutina y son, incluso,partidarios de dejar algunos elementos delviaje al azar. El 60,8% dice que prefiereviajar a la aventura antes que preparar con-cienzudamente el viaje. Aunque se con-vierten en sus propios agentes de viaje alimaginar o diseñar su viaje, les gusta queesté abierto, que sea flexible, lo que lespermitirá hacer camino al andar.

El turista posmoderno se caracteriza poralgunos rasgos definidos por la oposición alos restantes tipos. Como el turista familiarbusca durante la vacación las relaciones de

Page 23: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

carácter afectivo, pero si para el primero lacomunicación afectiva básica es con losmiembros de la familia de orientación o lafamilia extensa, para el turista posmodernolas relaciones son de amistad, la amistadcon aquellos amigos con los que, en mayormedida que otros turistas, tiende a viajar, oamistad con aquellas personas que encuen-tra en el lugar de vacaciones, la poblaciónlocal o los empleados en el sector turístico.En cuanto a la actividad es, como el turis-ta moderno, un turista activo, si bien mien-tras que el turista moderno tiende a haceractividades que habitualmente hace poco,los posmodernos tienden a hacer con mayorfrecuencia aquellas actividades lúdicas quepractican habitualmente. No puede decirse,en consecuencia, que el ocio se defina porla radical oposición a la actividad cotidia-na. Es, en esencia, una ampliación y libe-ración del tiempo de ocio. El turista pos-moderno no se organiza las vacaciones, vaconstruyéndolas en el propio viaje. Le gus-ta viajar a la aventura, pero viajar a la aven-tura significa también asumir riesgos, ries-gos que plantean tanto lo desconocido comolo imprevisible y es ahí donde este turistase expresa emocionalmente. El control rígi-do al que se ve sometido el turista tradicio-nal se torna en decontrol en el posmoderno.El turista posmoderno ni descansa, ni seevade, sino que se excita y emociona.

IV. CONCLUSIONES: NUEVASTENDENCIAS DE CONSUMOTURÍSTICO

Viajar ya no es lo que era. Y no sóloporque algunos turistas desarrollen durantesu viaje una ingente y frenética actividad,

sino también porque siquiera comienza aser necesario decir que uno viaja porquenecesita descansar. El primer resultado em-pírico de nuestro análisis, la creciente iden-tificación del tiempo de ocio con la prácti-ca de actividades de carácter recreativo,refrenda uno de los postulados centrales dela denominada sociedad del ocio. Sociedad,en cuyo seno, el ocio se encontraría intrín-secamente legitimado.

Entre las actividades de los turistas seincluye, por derecho propio, la pura y sim-plemente relacional. Esta tendencia decambio que tiene como trasfondo la cre-ciente valoración de lo emocional y de loafectivo en la sociedad posmoderna, con-tribuye a definir el viaje como ámbito pri-vilegiado para el establecimiento de rela-ciones de carácter íntimo y personal.

Ambas tendencias sugieren una radicaltransformación de los estilos de consumoturístico que pueden ser confirmadas por elincremento en el número de turistas quehemos definido como posmodernos, asícomo por el cambio en la expresión de laspreferencias y toma de decisiones de los tu-ristas «familiares», «tradicionales» y «mo-dernos». Esta evolución no pone en cues-tión ningún rasgo esencial de los quecontribuyen a caracterizar los distintos es-tilos de consumo turístico, aunque sí cree-mos que pueda tener importantes conse-cuencias en términos de demanda, entérminos de los destinos, de los productosy de los servicios comprados por los turis-tas. A través de dos ejemplos empíricosmostramos la dirección, el sentido y el rit-mo del cambio experimentado a lo largo deesta última década.

Estudios Turísticos, n.o 179 (2009) 89

Nuevas tendencias de consumo turístico. Tipología de los turistas españoles

Page 24: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

El cuadro 5 nos muestra de forma con-tundente el rápido crecimiento del turismoposmoderno. El indicador analizado es elde la evolución entre los años 2001 y 2004,de la proporción de viajes turísticos queresponden a la motivación «otro tipo deocio». La categoría genérica «Ocio/re-creo/vacaciones» se desagrega en la En-cuesta Familitur, a partir de 2001, en otrascuatro categorías: actividades culturales, ac-tividades deportivas, uso de la playa, y la,en principio, categoría residual «otro tipode ocio». El criterio de clasificación utili-zado es el de la actividad principal que sepiensa realizar durante el viaje. En conse-cuencia, todos aquellos viajeros que, ha-biendo viajado por motivos de ocio, nopuedan decir que lo hayan hecho exclusi-vamente por practicar un deporte, por ir ala playa, o por razones culturales, aparece-rán agrupados en esta categoría. En «otrotipo de ocio» se incluyen tanto los viajerosque cuentan desarrollar actividades dife-rentes de las tres mencionadas como, sobretodo, los viajeros que buscan y a los queles gusta realizar varias actividades. Tantolos primeros, los alternativos, como los se-gundos, plurimotivados y multiactivos, res-ponden al tipo de turista posmoderno tal ycomo ha sido definido en este artículo.Aunque no todos los turistas posmodernosestán en esta categoría, sí que la mayoríade los que se incluyen, responden a esteperfil.

Durante las últimas cuatro campañas tu-rísticas la proporción de viajes plurimoti-vados, viajes posmodernos, ha aumentadoespectacularmente. Si en 2001 esta catego-ría representaba el 11% del total de los via-jes turísticos de los españoles, esta misma

proporción ascendía en 2004 a cerca del20%. Ya no se trata en consecuencia de untipo emergente, puesto que uno de cadacinco viajes pertenece a esta categoría. Elturista posmoderno ha emergido ya a la su-perficie y se ha hecho suficientemente vi-sible en nuestra sociedad.

Los motivos finales del viaje están es-trechamente vinculados con la lógica y loscriterios utilizados en la elección de desti-no. Y si las motivaciones son ahora otras,las pautas de elección serán distintas. Y sise elige según otros criterios y/o se utilizandiferentes lógicas, es posible que los desti-nos elegidos sean otros. Aunque resultaríamuy interesante analizar las nuevas lógicasde decisión desde alguna perspectiva alter-nativa a la del comportamiento del consu-midor, nos ceñiremos al análisis de la evo-lución de los criterios que los viajerosdicen utilizar a la hora de seleccionar undestino. Este caso se constituye en ejemploprivilegiado que ilustra la pertinencia devincular el cambio de valores con la trans-formación de las prácticas turísticas de lapoblación.

90 Estudios Turísticos, n.o 179 (2009)

Mercedes Camarero Rioja

Cuadro 5Evolución de la motivación

«otro tipo de ocio»(viajes plurimotivados)

Viajes turísticos motivados por«otro tipo de ocio»/Viajes turísticos

Año 2001 ………………………………… 10,99%Año 2002 ………………………………… 13,37%Año 2003 ………………………………… 15,23%Año 2004 ………………………………… 19,75%

Fuente: I.E.T., Familitur años 2001-2004.

Page 25: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

En el cuadro 6 aparece la distribuciónde frecuencias de respuesta dadas a la pre-gunta «¿Cuáles son los motivos principalesque le han llevado a elegir esta zona parasus vacaciones?» incluidas en dos cuestio-narios del C.I.S de 1995 y 2005. Es tan re-levante la información que de aquí pode-mos extraer que, aun conscientes de lalimitación que supone comparar las res-puestas de una pregunta precodificada conotra abierta, se han recodificado las res-puestas originales en cinco motivos gené-ricos. Los criterios utilizados en la elecciónde destino se están transformando radical-mente en el lapso de una década: todoapunta en la dirección que señala la cre-ciente importancia de la actividad, sea éstafísica, cultural o relacional, para la propiaconstrucción y sentido del viaje. O dichode otro modo, pierden fuerza los aspectosde carácter pragmático y funcional.

Una década después, tan sólo uno de cadatres, un 35%, señala alguna de estas op-ciones. Descienden significativamente lasmenciones a los aspectos de carácter «ma-terialista» del viaje de vacaciones. Dismi-nuye el pragmatismo (22,6% en 1995 y17,7% en 2005), y disminuye todavía másla mención a «cualidades propias del lu-gar» (de 33,0% a 19,3%), lo que puede in-terpretarse en términos de la menor atrac-ción que supone para el público asistir alugares sagrados (Savelli, 1990), a lugaresdesignados para el turismo, a aquellos des-tinos en los que uno está, por definición,de vacaciones, a los destinos característicosdel turismo moderno y de masas.

En 2005, dos de cada tres turistas espa-ñoles aludían a criterios genéricamentevinculados con la actividad: de tipo rela-cional («afectivos»: 29,4%), de carácter fí-sico y/o cultural («cualidades del lugarvinculadas con la actividad a desarrollar»:23,4%), o cognitiva («conocer sitios nue-vos»: 10,1%). El criterio más profusamen-te utilizado por los turistas es el de carác-ter afectivo (encontrarse con familiares y/oamigos o conocer gente). Este dato, ade-más de confirmar la tendencia hacia la cre-ciente valoración de lo afectivo y, concre-tamente de la importancia que lasrelaciones íntimas y personales tienencomo elemento definitorio del viaje, su-giere el surgimiento de nuevas lógicas queorientarán ahora la selección de destino. Silo que mueve a uno de cada tres turistases, por ejemplo, encontrarse con amigos yfamiliares, no existirá un amplio abanicode destinos entre los que elegir, sino quesólo será posible elegir entre un númeromuy limitado de destinos: entre aquellos

Estudios Turísticos, n.o 179 (2009) 91

Nuevas tendencias de consumo turístico. Tipología de los turistas españoles

Cuadro 6Evolución de los motivos para laelección de destino (1995-2005)

Motivos 1995 2005

Afectivos 24,2 29,4Pragmáticos 22,6 17,7Cualidades propias del lugar 33,0 19,3Cualidades del lugar vinculadas con

la actividad 14,3 23,4Conocer sitios nuevos 5,9 10,1

Fuentes: Estudio 2193 y 2612 del Centro de InvestigacionesSociológicas 1995, 2005.

Más de la mitad de los españoles queviajaron en 1995, adujeron bien motivosprácticos (cercanía, poseer casa, etc.), obien motivos vinculados con las caracterís-ticas propias del lugar (clima, paisaje, etc.).

Page 26: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

lugares en los que, en un determinado mo-mento, estén esos amigos y familiares. El«lugar» será un destino vacacional sólo enla medida que las relaciones personalestengan lugar.

Si bien lo afectivo cuenta a la hora deplanificar un viaje, existen otros dos tiposde factores que están experimentando uncrecimiento inusitado. Crecen extraordina-riamente las menciones a propósito de lavoluntad por conocer o descubrir lugaresnuevos (desde el 5,9% en 1995 hasta el10,1% en 2005). Uno de cada diez turistasson viajeros en el sentido más excelso deltérmino. La elección del destino último deestos viajeros se producirá entre aquelloslugares que cumplan al menos la condiciónde no ser conocidos. También la elecciónde destino en función de las actividadesque los turistas desean desarrollar asciendedesde el 14,3% en 1995 hasta el 23,4% en2005, dato que definitivamente apuntala lahipótesis sobre la creciente identificacióndel viaje con la actividad realizada y quedestierra paulatinamente la secular identifi-cación viaje-descanso.

En síntesis, el emergente turista posmo-derno, ocupa ya una amplia superficie delpanorama turístico de los españoles. Peroeste nuevo turista no está solo, coexistejunto a otros turistas contemporáneos: el fa-miliar, el tradicional y el moderno. La pun-ta del iceberg que vislumbramos hace ape-nas una década, la del incipiente turistaposmoderno, aglutinaba las principales cla-ves del cambio. Los otros turistas tambiénestán evolucionando, y aunque sin modifi-car un ápice su esencia, tendiendo en lamisma dirección.

BIBLIOGRAFÍA

ALONSO, L. E. (2004): «Las políticas de consumo:transformaciones en el proceso de trabajo y frag-mentación de los estilos de vida», Revista Es -pañola de Sociología, RES, 4, 7-50.

ALONSO, L. E. (1986): «La producción social de lanecesidad», Economistas, 18, 26-31.

AZOFRA, M. J. (1996): Comportamiento de los es -pañoles ante las vacaciones, Madrid, Centro deInvestigaciones Sociológicas.

BA U M A N, Z. (2003): Trabajo, consumismo y nuevospobres, Barcelona, Gedisa.

BA U M A N, Z. (2001): La sociedad individualizada,Madrid, Cátedra.

BERICAT, E. (dir.) (2003): «Fragmentos de la reali-dad social posmoderna», Revista Española deInvestigaciones Sociológicas, 102, 9-46.

BOURDIEU, P. (1991): La distinción. Criterio y ba -ses sociales del gusto, Madrid, Taurus.

CALLEJO, J.; GUTIÉRREZ, J., y VIEDMA, A. (2005):«El proceso de constitución de España en unasociedad turística», Política y Sociedad, 42, 1,151-168.

CALLEJO, J.; GUTIÉRREZ, J., y VIEDMA, A. (2004):Transformaciones de la demanda turística es -pañola: apuntes prácticos, Madrid, Editorial Ra-món Areces.

CA M A R E R O, M. (2004): «El uso de Internet en laorganización y reserva de viajes turísticos», Tu-ritec 2004, V Congreso nacional de turismo ynuevas tecnologías de la información y las co -municaciones, Málaga, Universidad de Málaga.

CAMARERO, M. (2002): «Tipología de la demandaturística española. El turista posmoderno y lastecnologías de la información», Turitec 2002, I VCongreso nacional de turismo y nuevas tecno -

92 Estudios Turísticos, n.o 179 (2009)

Mercedes Camarero Rioja

Page 27: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

logías de la información y las comunicaciones,Málaga, Universidad de Málaga.

CE N T R O D E IN V E S T I G A C I O N E S SO C I O L Ó G I C A S(2005): Estudio n.º 2612, Barómetro Junio 2005.

CE N T R O D E IN V E S T I G A C I O N E S SO C I O L Ó G I C A S(1995): Estudio n.º 2.193, Comportamiento delos españoles ante las vacaciones (III).

CHANEY, D. (2003): Estilos de vida, Madrid, Tala-sa Ediciones.

CRAIK, J. (1997): «The culture of tourism», en Ch.Rojek y J. Urry (eds.), Touring Cultures: Trans -formations of travel and theory, Londres, Rou-tledge, 113-136.

CR I C K, M. (1989): «Representations of Internatio-nal Tourism in the Social Sciences: Sun, Sex,Sights, Savings, and Servility», Annual Reviewof Anthropology, 18, 307-344.

DU M A Z E D I E R, J. (1962): Vers une civilisation duloisir?, Paris, Éditions du Seuil.

EL Í A S, N., y DU N N I N G, E. (1992): Deporte y ocioen el proceso de la civilización, Madrid, Fondode Cultura Económica.

EL Í A S, N., y DU N N I N G, E. (1986): The quest for ex -citement in leisure, Oxford, Basil Blackwell.

EL Í A S, N. (2000): La sociedad de los individuos,Barcelona, Península.

FE A T H E R S T O N E, M. (1991): Consumer culture &Posmodernism, Londres, Sage.

INGLEHART, R. (1994): «Modernización y post-mo-dernización: la cambiante relación entre el de-sarrollo económico, cambio cultural y político»,J. Díez Nicolás y R. Inglehart, Tendencias mun -diales de cambio en los valores sociales y polí -ticos, Madrid, Fundesco.

INSTITUTO DE ESTUDIOS TURÍSTICOS (2003): El tu -rismo en España durante 2003, Madrid, Secre-taría de Estado de Comercio y Turismo.

JA M E S O N, F. (1998): The cultural turn. Selectedwritings on the Postmodern, 1983-1998, Lon-don, Verso.

LA S H, S. (1997): Sociología del posmodernismo,Buenos Aires, Amorrortu.

MA CCA N N E L L, D. (2003): El turista: Una nueva te -oría de la clase ociosa, Barcelona, Editorial Me-lusina.

MU N T, I. (1994): «The “Other” Postmodern Tou-rism: Culture, Travel and the New Middle Clas-ses», Theory, Culture and Society, 11, 3, 101-123.

OR T Í, A. (1994): «La estrategia de la oferta en lasociedad neocapitalista de consumo: Génesis ypraxis de la investigación motivacional de la de-manda», Política y Sociedad, 16, 37-92.

PÉ R E Z D E GU Z M Á N, T. (1994): «Estilos de vida yteoría social», A. Kaiero Uría (ed.), Valores yestilos de vida de nuestras sociedades en trans -formación, Bilbao, Universidad de Deusto, 129-146.

RITZER, G., y LISKA, A. (1997): «McDisneyzationand Post-Tourism: Complementary Perspectiveson Contemporary Tourism», en C. Rojek y J.Urry (eds.), Touring Cultures: Transformationsof travel and theory, Londres, Routledge, 96-109.

ROJEK, C., y URRY, J. (eds.) (1997): Touring Cul -tures: Transformations of travel and theory,Londres, Routledge.

ROJEK, C. (1993): Ways of Escape. Modern trans -formations in Leisure and Travel, Houndmills,The Macmillan Press.

RUIZ OLABUÉNAGA, J. I. (1994): «Ocio y estilos devida», en M. Juárez (dir.), V Informe Sociológi -co sobre la situación social en España, Madrid,Fundación Foessa.

SA V E L L I, A. (1990): «Innovación y desarrollo de las

Estudios Turísticos, n.o 179 (2009) 93

Nuevas tendencias de consumo turístico. Tipología de los turistas españoles

Page 28: NUEVAS TENDENCIAS DE CONSUMO TURÍSTICO ... nada hace presagiar que se produzcan cambios sustanciales que pongan en cues-tión la pervivencia de este modelo de ofer-ta, aunque puedan

empresas turísticas pequeñas y medianas», S o -ciología del Trabajo, 10, 25-39.

SCHWEISGUTH, E. (1995): «La montée des valeursindividualistes», Futuribles, 200, 131-161.

SOBEL, M. E. (1981): Lifestyle and Social Structu -re: Concepts, definitions and analysis, NuevaYork, Academic Press.

UR R Y, J. (1995): Consuming Places, Londres, Rou-tledge.

UR R Y, J. (1994): «Cultural change and contempo-rary tourism», Leisure Studies, 13, 4, 233-238.

URRY, J. (1990): The Tourist Gaze, Londres, Sage.

VEBLEN, T. (1995): Teoría de la clase ociosa, Mé-xico, Fondo de Cultura Económica.

NOTAS

(1) En un comunicado de prensa de Enero de2006 en el que se presentan los resultados del Ba-rómetro de la O.M.T. del Turismo Mundial de 2005puede leerse. «En 2005, el turismo internacionalmantuvo la acentuada tendencia que comenzó en2004, a pesar de los diversos eventos trágicos quehubo que afrontar. …el número de llegadas de tu-ristas internacionales registrados en todo el mundocreció en un 5,5% en 2005 y superó los 800 millo-nes por primera vez».

(2) Diario El País de 8 de agosto de 2004, cua-dernillo Domingo, página 1: «Ni un hotel más. Ma-llorca estudia reconvertir su industria de sol y playa».

(3) Maccannell, en el prefacio a la edición de1989, parece dolerse de no haber acertado a utilizar

en 1976 el término posmoderno que posteriormen-te habría de ser acuñado. Utiliza, sin embargo, eltérmino «modernidad postindustrial» para referirsea una nueva realidad.

(4) Datos para España de la Encuesta Mundialde Valores de los años 1996 y 2000.

(5) Basado en las respuestas a la pregunta quedesde 1998 se incluye en los barómetros de di-ciembre del Centro de Investigaciones Sociológicas.¿Cuáles de los siguientes aspectos de su vida le pro-ducen una mayor satisfacción en estos momentos?El trabajo que realiza fue mencionado en 1998, porel 24,8% de la población, mientras que el 22,8%mencionó el tiempo libre. En 2004, las diferenciasse invierten y se amplían, si el 22,0% citó el traba-jo, la mención tiempo libre alcanzó el 31,8%.

(6) Encuesta Ocio y Lectura, Centro de Investi-gaciones Sociológicas, 1998.

(7) El dato de 1995 procede de la Encuesta delCIS, «Comportamiento de los españoles ante las va-caciones». El dato de 2003 procede de la Encuesta«Familitur» del Instituto de Estudios Turísticos. Losdatos son comparables porque los datos que arrojanambas encuestas para el año 1999 son también si-milares: 46,7% según el CIS, y 46,8% según IET.

(8) Después de asignar las puntuaciones en losejes de correspondencias a cada uno de los indivi-duos, se hizo la clasificación en cuatro tipos segúnpuntuaran positivo o negativo en cada uno de losdos ejes. La proporción de turistas incluida en cadauno de los tipos será, en consecuencia, equivalente.

(9) En la encuesta se señala que indiquen el re-pertorio de actividades que realizan durante su tiem-po libre en su lugar de residencia, junto a las querealizan durante su período de vacaciones.

94 Estudios Turísticos, n.o 179 (2009)

Mercedes Camarero Rioja