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LA NOVELA Y EL CUENTO HISPANOAMERICANOS EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX. 1. INTRODUCCIÓN. La historia de la literatura de los países americanos de habla hispana se suele dividir en cuatro grandes períodos: Período colonial: literatura dependiente de la literatura española. Etapa de la independencia (comienzos del s.XIX): predilección por temas patrióticos coincidiendo con el auge del Romanticismo. Época de consolidación nacional: surgimiento del Modernismo 1 . Época de madurez (a partir de 1910). Por otra parte, se puede considerar que el conjunto de las literaturas nacionales tienen en común los suficientes rasgos temáticos, estilísticos y evolutivos como para estudiarlas como una unidad, si bien existen voces contrarias que prefieren considerarlas individualmente. En narrativa, el siglo XX se inicia con la continuación de la novela realista decimonónica. Los narradores se preocupan más por la utilidad del mensaje literario que por cuestiones estéticas, ajenos a innovaciones en la estructura o el lenguaje, aunque existen obras de gran calidad. Temáticamente, se puede distinguir el grupo de novelas conocidas como “novelas de la tierra”, que describen la grandiosidad de la naturaleza americana y su acción sobre los hombres que la habitan (Doña Bárbara 2 , de Rómulo Gallegos, La vorágine, de José Eustasio Rivera); las “novelas indigenistas”, que retratan las injusticias que comete el hombre blanco sobre la sociedad india (El mundo es ancho y ajeno, de Ciro Alegría); y “novelas políticas”, cercanas a las reivindicaciones de la identidad cultural propia de las novelas indigenistas (Los de abajo, de Mariano Azuela, sobre la revolución mexicana). 2. PRIMERA RENOVACIÓN DE LA NARRATIVA: HACIA EL BOOM DE LA NOVELA HISPANOAMERICANA. Entre 1945 y 1960 se observa en la narrativa hispanoamericana unas características nuevas que la hacen diferente de la novela desarrollada hasta entonces. Estos cambios se deben a una nueva concepción del mundo y de la vida, consecuencia de los cambios sociales, políticos y económicos que se estaban produciendo en los diferentes países de Hispanoamérica (crecimiento de las ciudades, mayor acceso a la enseñanza, mejora de la industria editorial). A estas novedades se añaden las influencias del surrealismo y de la narrativa europea y norteamericana del momento (Faulkner, Joyce, Proust, Kafka, Dos Passos), y el conocimiento de teorías como el psicoanálisis, que demuestran que la razón y la observación no son herramientas suficientes para comprender el mundo. Los cambios fundamentales que presenta esta RENOVACIÓN son los siguientes: 1 El Modernismo será el primer movimiento literario originado en América, desde donde se irradia hacia España. 2 Ambientada en los Llanos de Venezuela, la novela narra el enfrentamiento entre los hacendados Santos Luzardo (defensor del racionalismo, el progreso y el imperio de la ley) y doña Bárbara (supersticiosa, vengativa y ambiciosa). Es una de las novelas en las que mejor se observa el eterno dilema entre civilización (modernización, progreso) y barbarie (conservación de las raíces: ley del más fuerte, autoridad sin límites, etc.), siempre presente en las letras hispanoamericanas. 1

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LA NOVELA Y EL CUENTO HISPANOAMERICANOS EN LA PRIMERA MITAD DEL

SIGLO XX.

1. INTRODUCCIÓN. La historia de la literatura de los países americanos de habla hispana se suele dividir en cuatro grandes períodos:

• Período colonial: literatura dependiente de la literatura española. • Etapa de la independencia (comienzos del s.XIX): predilección por temas

patrióticos coincidiendo con el auge del Romanticismo. • Época de consolidación nacional: surgimiento del Modernismo1. • Época de madurez (a partir de 1910).

Por otra parte, se puede considerar que el conjunto de las literaturas nacionales tienen en común los suficientes rasgos temáticos, estilísticos y evolutivos como para estudiarlas como una unidad, si bien existen voces contrarias que prefieren considerarlas individualmente.

En narrativa, el siglo XX se inicia con la continuación de la novela realista decimonónica. Los narradores se preocupan más por la utilidad del mensaje literario que por cuestiones estéticas, ajenos a innovaciones en la estructura o el lenguaje, aunque existen obras de gran calidad. Temáticamente, se puede distinguir el grupo de novelas conocidas como “novelas de la tierra”, que describen la grandiosidad de la naturaleza americana y su acción sobre los hombres que la habitan (Doña Bárbara2, de Rómulo Gallegos, La vorágine, de José Eustasio Rivera); las “novelas indigenistas”, que retratan las injusticias que comete el hombre blanco sobre la sociedad india (El mundo es ancho y ajeno, de Ciro Alegría); y “novelas políticas”, cercanas a las reivindicaciones de la identidad cultural propia de las novelas indigenistas (Los de abajo, de Mariano Azuela, sobre la revolución mexicana).

2. PRIMERA RENOVACIÓN DE LA NARRATIVA: HACIA EL BOOM DE LA NOVELA HISPANOAMERICANA.

Entre 1945 y 1960 se observa en la narrativa hispanoamericana unas características nuevas que la hacen diferente de la novela desarrollada hasta entonces. Estos cambios se deben a una nueva concepción del mundo y de la vida, consecuencia de los cambios sociales, políticos y económicos que se estaban produciendo en los diferentes países de Hispanoamérica (crecimiento de las ciudades, mayor acceso a la enseñanza, mejora de la industria editorial). A estas novedades se añaden las influencias del surrealismo y de la narrativa europea y norteamericana del momento (Faulkner, Joyce, Proust, Kafka, Dos Passos), y el conocimiento de teorías como el psicoanálisis, que demuestran que la razón y la observación no son herramientas suficientes para comprender el mundo. Los cambios fundamentales que presenta esta RENOVACIÓN son los siguientes:

1 El Modernismo será el primer movimiento literario originado en América, desde donde se irradia hacia España. 2 Ambientada en los Llanos de Venezuela, la novela narra el enfrentamiento entre los hacendados Santos Luzardo (defensor del racionalismo, el progreso y el imperio de la ley) y doña Bárbara (supersticiosa, vengativa y ambiciosa). Es una de las novelas en las que mejor se observa el eterno dilema entre civilización (modernización, progreso) y barbarie (conservación de las raíces: ley del más fuerte, autoridad sin límites, etc.), siempre presente en las letras hispanoamericanas.

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• NUEVOS TEMAS. Sin abandonar temas habituales de la novela hispanoamericana

como la naturaleza, el mundo indígena o la denuncia de problemas sociales, surgen temas nuevos en los que se integra lo urbano y los problemas del hombre contemporáneo (angustia existencial, crisis de identidad, soledad, incomunicación).

• REALISMO MÁGICO. Se introduce en las novelas lo fantástico, lo onírico y lo

irracional, dando lugar a lo que se ha denominado realismo mágico o lo real maravilloso. La característica que mejor define la nueva tendencia es la incorporación de elementos fantásticos o maravillosos: lo mítico, lo legendario, lo irracional y lo mágico irrumpirán en las historias a través de dos técnicas principales: la poetización de la realidad (ver lo extraordinario que se esconde tras lo cotidiano) y la naturalización narrativa de lo maravilloso (tratar, en el transcurso de la narración, los hechos maravillosos como si fueran normales)

• NUEVAS TÉCNICAS NARRATIVAS. Formalmente, también se produce un gran

cambio, puesto que se abandona la estética realista decimonónica y se adoptan las nuevas técnicas narrativas.

NUEVAS TÉCNICAS NARRATIVAS. Los escritores de esta renovación emplean en sus novelas técnicas que rompen con la estructura tradicional de la novela (lo cual requiere una mayor atención por parte de los lectores). - Ruptura de la linealidad temporal: prospecciones, restrospecciones, digresiones, intercaladas o

paralelas a la trama principal. - Introducción de un tiempo subjetivo (el de la memoria, el de los sueños, el tiempo psicológico) - Combinación de voces narrativas: Sustitución del narrador omnisciente por otro tipo de

narradores, como el narrador testigo o el narrador protagonista desdoblado (que incorpora la voz del subconsciente a través de los sueños), el monólogo interior o la segunda persona autorreflexiva.

• PREOCUPACIÓN POR EL LENGUAJE y el estilo, por el poder de sugerencia y el ritmo de la palabra. Se experimenta con neologismos y juegos tipográficos y se incluyen expresiones coloquiales para vivificar la expresividad del lenguaje. Esto, unido a la gran riqueza expresiva de los abundantes localismos y expresiones propias de cada zona, crea un estilo atractivo y exuberante.

Aunque los primeros síntomas del cambio de rumbo se observan ya en El pozo (1939), del pesimista Juan Carlos Onetti, suele destacarse a los siguientes autores como principales renovadores:

- Miguel Ángel Asturias, se adelantó al gusto por lo fantástico y mágico en Leyendas de Guatemala (1930) y abordó el tema de las injusticias sociales de su país en El señor presidente (1946), una de las primeras “novelas de dictador” con influencias de las vanguardias europeas y un expresionismo cercano al esperpento de Valle-Inclán.

- Jorge Luis Borges con colecciones de cuentos como Ficciones (1944) y El Aleph (1949)

cuestiona los límites de la realidad e indaga en los enigmas de la existencia a través de lo extraordinario y lo ilógico. Trata temas como la eternidad y el infinito, el mundo como laberinto o biblioteca y el destino del hombre con la intención de plantear al lector difíciles e imaginativos problemas metafísicos, todo ello con un estilo que se mueve entre la frialdad del ensayo y la tradición cuentística universal.

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- Alejo Carpentier destaca por la deslumbrante riqueza lingüística de su estilo, denso,

exuberante y barroco. Entrelaza en sus obras lo real y lo maravilloso y suele afrontar temas relacionados con los conflictos entre la cultura indígena y las culturas europeas, como la esclavitud. El reino de este mundo (1948) y El siglo de las luces (1962) son sus principales novelas.

- Juan Rulfo escribió pocas obras, pero de una densidad y repercusión excepcionales.

Pedro Páramo (1955) presenta una compleja estructura en dos planos temporales que se alternan, cada uno con una voz narrativa. Además, en ambos planos alternos la narración no sigue un orden lineal. Esta estructura contribuye a confundir la realidad y la fantasía. Un plano está narrado por Juan Preciado, que acude al fantasmagórico pueblo de Comala para saber de su padre, Pedro Páramo. El otro plano, en tercera persona, se centra en contar la vida del propio Pedro Páramo, poderoso cacique local. La novela muestra una visión de la muerte como algo cotidiano, propio de la cultura mexicana, y la creencia popular en las almas en pena. Temáticamente, conviven en la novela la realidad mexicana de la miseria y la injusticia (caciquismo) y el tema de la desorientación espiritual del hombre moderno.

3. LA NARRATIVA DEL BOOM DE LOS SESENTA En los años sesenta surge una serie de novelistas hispanoamericanos que, acentuando la renovación emprendida por sus predecesores, alcanzará una gran repercusión mundial. Constituyen todo un fenómeno editorial3, que ha dado en llamar “boom”, centrado especialmente en Barcelona. Se trata del período de máximo esplendor de la narrativa hispanoamericana y supone la integración definitiva de lo fantástico y lo real. Aunque son autores con personalidades diferentes, comparten los siguientes rasgos comunes:

• Realismo mágico. Continúan con la síntesis entre realidad y fantasía, como medio para indagar en una realidad paralela o analógica más profunda.

• Preocupación por el estilo. Continúan con la preocupación estilística de los primeros renovadores aunque dan un paso más en la experimentación con el lenguaje e incorporan expresiones del habla local y popular.

• Insisten en la renovación de técnicas narrativas partiendo de los modelos del primer tercio de siglo. En este sentido, podemos destacar Rayuela de Julio Cortázar, novela que propone al lector dos posibles órdenes de lectura, uno lineal y otro saltando y alternando capítulos.

• Temáticamente, acentúan la preferencia por ambientes urbanos y por los problemas existenciales (el tiempo, la búsqueda de la identidad, la muerte), con atención al subconsciente. A los temas tradicionales de la narrativa hispanoamericana (la identidad americana, el mundo indígena, la injusticia social o la figura del dictador) se les unen asuntos como el sexo, la incomunicación o la soledad. El compromiso político es común a la mayoría de estos autores.

• Son también excelentes autores de cuentos.

3 Editoriales como la barcelonesa Seix-Barral, la francesa Gallimard, la argentina Losada o la mexicana Fondo de Cultura Económica potenciarán la difusión de estas obras que captan la atención de Europa y el mundo en general. Por otra parte, el boom originó un gran interés por los escritores hispanoamericanos anteriores y el hecho de que a partir de entonces se tenga muy en cuenta a los narradores hispanoamericanos.

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El fenómeno del boom se debe a la publicación en pocos años de novelas magistrales, bien de autores consagrados o bien de autores que están empezando en estas fechas, entre ellas podemos destacar La ciudad y los perros (Vargas Llosa, 1961), El Astillero (Onetti, 1961), Sobre héroes y tumbas (1961), El siglo de las luces (Carpentier, 1962), La muerte de Artemio Cruz (C. Fuentes, 1962), Rayuela (Cortázar, 1963), Paradiso (Lezama Lima (1966), Tres tristes tigres (Cabrera Infante, 1967), Cien años de soledad (García Márquez, 1967) y Conversación en la catedral (Vargas Llosa, 1969). Julio Cortázar (Argentina). Introduce lo fantástico en un ámbito urbano. Sus cuentos presentan aspectos de la realidad cotidiana como nuevos y asombrosos. Entre sus novelas, destaca Rayuela (1963), ambientada en París y Buenos Aires y protagonizada por Oliveira, un intelectual pesimista y desorientado enamorado de la Maga, mujer imprevisible y llena de imaginación con la que convive en París y a la que echará de menos en Buenos Aires. Los temas son la soledad, la búsqueda de la autenticidad (en la vida y en el arte), el juego como forma de existencia más libre y la reflexión sobre la creación literaria. Presenta una estructura inspirada en el juego de la rayuela (en el que se salta de casilla en casilla), de modo que permite dos lecturas: en orden lineal o en el orden propuesto en un tablero. Gabriel García Márquez (Colombia). Tras iniciarse en el periodismo, el cuento y la novela corta, sorprendió con Cien años de soledad, la obra en castellano más leída después del Quijote. Crónica de una muerte anunciada (1981) es una novela negra que comienza por el final, por lo que el interés no radica en el asesinato, sino en el peso del honor, la culpa y el destino sobre los personajes. En su extensa producción, encontramos también “novela de dictador” como es El otoño del patriarca (1975), de tema amoroso, como El amor en los tiempos del cólera (1985) o colecciones de cuentos, como Doce cuentos peregrinos (1992). Fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura.

CIEN AÑOS DE SOLEDAD La historia ocurre en el pueblo imaginario de Macondo, situado en un lugar y un

tiempo imprecisos aunque inspirados en la aldea colombiana de la infancia del autor. Se cuenta la saga familiar de los Buendía, desde sus fundadores hasta el último

descendiente, que nace con cola de cerdo. Los avatares de sucesivas generaciones se desarrollan en un ambiente casi mítico, con paralelismos bíblicos, pero donde también irrumpe la historia mediante adelantos técnicos, guerras civiles y la llegada de la compañía bananera norteamericana. Vendrán entonces los conflictos sociales y, después un largo diluvio, la decadencia y la desaparición.

Algunos críticos la han interpretado como metáfora de la condición humana (determinismo, soledad, violencia) y otros como un trasunto de la historia de Hispanoamérica (problemas sociales y políticos, imperialismo, guerras, pobreza).

Desde el punto de vista narrativo, destaca el hecho de que el lector descubre al final del texto que lo que parecía un narrador omnisciente resulta ser un narrador interno o narrador personaje. Mario Vargas Llosa (Perú) Se reveló con La ciudad y los perros (1963), denuncia del ambiente de un colegio militar de Lima, que anula cualquier individualidad y exalta la violencia y el machismo. Prosigue con novelas de asunto variado, casi siempre con el trasfondo de los problemas sociales y políticos del continente (Conversación en la catedral, 1970; La guerra del fin del mundo, 1981; La fiesta del chivo, 2000, sobre el dictador dominicano Trujillo). Aunque no usa elementos mágicos, sí participa de

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las innovaciones de estructura y lenguaje, y destaca por la construcción y el interés de sus historias. En su obra no faltan ensayos sobre crítica literaria como La verdad de las mentiras, definiendo la ficción literaria como una gran mentira muy eficaz para comprender la verdad. Ha sido galardonado recientemente (2010) con el Premio Nobel de Literatura. Carlos Fuentes (México) Su obra de más repercusión fue La muerte de Artemio Cruz (1962). En su agonía, un poderoso cacique (que presenta la traición a los ideales revolucionarios) repasa su vida en una retrospección en la que se alternan tres voces narrativas. Otros novelistas el boom. • José Lezama Lima (Cuba). Autor de Paradiso (1966) compleja novela de aprendizaje,

sobre el paso a la edad adulta, con un lenguaje barroco y cargado de metáforas. • Ernesto Sábato (Argentina). Muestra en novelas como Sobre héroes y tumbas (1961) el

drama psicológico del hombre enfrentado a una sociedad asfixiante. • Guillermo Cabrera Infante (Cuba). Entre sus novelas destaca Tres tristes tigres (1967),

ambientada en la Cuba de 1958 y escrita “en cubano” según su autor. Es una de las más audaces en cuanto a experimentación técnica y creatividad visual.

4. LA NARRATIVA HISPANOAMERICANA DE LAS ÚLTIMAS DÉCADAS. A mediados de los años 70 se observa en la literatura hispanoamericana un cambio de rumbo que predominará durante los 80. A esta nueva tendencia se ha llamado habitualmente postboom, aunque los autores prefieren la denominación de <<novísima narrativa>>. Si la nueva novela nacía vinculada a las esperanzas revolucionarias, esta se vincula a la época de desilusión ante el fracaso de los proyectos democratizadores. Algunas CARACTERÍSTICAS GENERALES de este período:

• Recuperación del realismo (frente al realismo mágico anterior) y presencia de vivencias cotidianas.

• Continuidad del realismo mágico en algunos autores como Isabel Allende (La casa de los espíritus, 1982), o Luis Sepúlveda (Un viejo que leía novelas de amor, 1992). Evidentemente, los autores consagrados del realismo mágico continúan su producción, si bien algunos abandonan el elemento fantástico.

• Auge de la literatura femenina: Laura Esquivel (Como agua para chocolate), Isabel Allende, Zoé Valdés, etc.

• Disminución de la experimentación. Se crean novelas que presentan menos dificultades para el lector. La experimentación no desaparece, sino que continúa, como ocurre con el barroquismo de Severo Sarduy en los setenta o los juegos de voces narrativas en obras de Roberto Bolaño (Los detectives salvajes, 1998), por citar algunos casos.

• Literatura testimonial Importancia de la denuncia social y los temas sociales y políticos. La literatura testimonial adquiere un papel protagonista debido a las fuertes tensiones políticas (vuelta de dictaduras muy represivas, movimientos revolucionarios) y sociales (desigualdades económicas, delincuencia, corrupción).

a) El exilio interior o exterior es tratado por autores como el uruguayo Mario Benedetti o el cubano Reinaldo Arenas.

b) Novela histórica. Autores como Eduardo Galeano, Fernando del Paso o Carlos Fuentes acuden a este género para ofrecer visiones distintas a la historiografía oficial sobre hechos relevantes de la historia reciente.

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• La incorporación de la cultura popular a la novela (el cine, la música, el deporte, la televisión), las drogas y el sexo o el erotismo, será una novedad, especialmente desde la aparición de Boquitas pintadas (1969) de Manuel Puig.

Estas serían algunas características de la narrativa del panorama actual, tan difícil de sintetizar tanto por la cantidad de autores, países y tendencias como por la falta de perspectiva histórica. Algunos autores destacables.

- Isabel Allende (1942). Nacida en Lima (Perú) se considera chilena, en Chile vivió hasta 1973, cuando tuvo que exiliarse tras el golpe militar de Pinochet. La casa de los espíritus (1982) narra la vida de Esteban Trueba y su familia, desde comienzos de siglo hasta la actualidad. La novela hereda la inclusión de lo fantástico propia del realismo mágico al tiempo que profundiza en temas entorno a las relaciones humanas, incluyendo una cruda visión de las consecuencias del golpe militar de Pinochet. También es autora de cuentos, como la colección Cuentos de Eva Luna (1990).

- Alfredo Bryce Echenique (1939). Nació en Lima (Perú), pero ha vivido prácticamente toda su vida en Europa. En obras como Un mundo para Julius (1970) o La vida exagerada de Martín Romaña (1981) presenta una corrosiva sátira de la alta sociedad peruana, con un alto contenido autobiográfico.

5. EL CUENTO HISPANOAMERICANO Junto con la novela, el cuento ha sido un género narrativo ampliamente cultivado en Hispanoamérica desde los años cuarenta hasta la actualidad. Los narradores de los años cuarenta y cincuenta han sido grandes cultivadores del cuento literario. Destaca la aportación extraordinaria de Jorge Luis Borges (Historia universal de la infamia, Ficciones, El Aleph y El libro de arena). Asimismo, son importantes las narraciones de Juan Rulfo (El llano en llamas, en los que retrata la dureza de la vida rural mexicana en su primitivismo y su pobreza física y moral), los relatos de Alejo Carpentier (Guerra del tiempo, sobre la imposibilidad de definir y dividir el tiempo) y Juan Carlos Onetti (Tiempo de abrazar, Tan triste como ella y otros cuentos). Por lo que respecta a los años sesenta hasta la actualidad, los relatos cortos de los narradores del boom hispanoamericano han pasado inadvertidos debido a la importancia de sus novelas, como es el caso de García Márquez (Relato de un náufrago, Doce cuentos peregrinos) o Vargas Llosa (Los jefes, Los cachorros). Sin embargo, uno de los principales renovadores del género es Julio Cortázar, quien muestra en sus cuentos una realidad compleja (Bestiario, Las armas secretas, Historias de Cronopios y de Famas, en los que revela el absurdo de lo cotidiano con gran sentido del humor). Mario Benedetti refleja en Montevideanos, La muerta y otras sorpresas y Con y sin nostalgia la vida diaria y las circunstancias políticas de su país desde una postura comprometida y cercana al lector gracias a la utilización de un lenguaje sencillo y coloquial. Otros narradores importantes son Augusto Monterroso4 (La oveja negra y demás fábulas, Movimiento perpetuo); Isabel Allende (Los cuentos de Eva Luna); Antonio Skármeta (El entusiasmo y Tiro libre).

4 Destaca por ser uno de los iniciadores de un subgénero novedoso, el microrrelato o cuento hiperbreve. Su composición “Cuando despertó el dinosaurio todavía estaba allí”, se considera el microcuento más breve de la literatura universal.

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