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NOTAS PRACTICAS SOBIN fi ENSILADO Df FORRAJES JOAQUIN DE CABANYES Y TORRES Ingeniero Agrónomo del I.N.I.A. El valor de la hierba fresca y joven es de todos conocidos como el alimento ideal para los animales, por sus condiciones de natural, sano, completo y económico. Pero también sabemos que la disponibilidad de hierba no es siempre la misma, que ésta va- ría con el año y esto hace que la alimentación del ganado también varíe, y con ello su produc- ción. Sobre las disponibilidades f orrajeras se pasa por un máximo y se llega a un mínitno que puede ser cero, y se trata de encontrar una mayor regularidad de esa disponibilidad de pro- ductos f orraj cros para tender en lo posible a la uniformidad en la producción. Cuando en cualquier materia referente a su- ministros se dan estos procesos de abundancia y escasez, la norma más elemental es guardar, guardar parte sobrante para aprovecharla cuan- do no hay. Esto es lo que se hace con los forrajes. En España, repetimos, se puede decir que, por una causa u otra, no disponemos de zonas que permitan tener a disposición de los animales pasto verde para todo el ario, y tene- mos, además, épocas en las que la disponibili- dad de forraje verde es mayor que el consumo ; pues para mantener ese equilibrio en la alimen- tación no hay más opción que conservar. Los métodos de conservación de forrajes ver- des son por ahora los siguientes : henificación, desecación artificial y ensilado. Con el ensilado de forrajes verdes se trata de conservar éstos de manera que en el mo- mento de su utilización se encuentren en el es- tado lo más parecido al que tienen en verde. La importancia de este método se observa en el rápido incremento que está tomando en estos arios en todos los países. Por ejemplo : En Ho- landa, en los últimos siete arios ha aumentado su utilización en un 150 por 100. En Francia, en cinco años, 60 por 100. En España no po- demos decir igual, y es misión de todos nos- otros, investigadores y divulgadores, el hacer que su utilización se extienda cada vez más. La dificultad mayor reside no en convencer de la necesidad del silo, sino en enseriar a ha- cerlo bien. De un buen silo a uno malo hay la diferencia de poderlo o no usar. El silo malo dará mal gusto a la leche, afectará a la salud del ganado y a la calidad de sus productos, y, además, el ganadero perderá toda la ilusión en volver a repetir la experiencia. ¿ Quiere esto decir que es un método dificil? De ninguna manera ; hay ensilados sencillísimos, y en con- tra de la dificultad está el que cada día se ensila más ; pero hay que tener en cuenta que hay un valor en juego : el de la hierba ensilada, y unas promesas de utilización y de futuras raciones que no pueden quedarse al aire. Por otra parte está la dificultad, por no decir la imposibilidad, de dar un método único de ensi- lado valedero para todas las especies forrajeras, todas las regiones y toda explotación agrícola. La conservación de la masa de forraje por medio del ensilado puede hacerse o bien tra- tando de conseguir en la masa una concentra- ción suficiente de ácido láctico, que baja el pH de ella e impide el trabajo de microorganismos productores de malas fermentaciones : acética, butírica, de la putrefacción y los enmohecimien- tos ; o bien producir condiciones desfavorables para cualquier actividad de tipo fermentativo y pérdidas de otra clase, para conservar así el forraje de manera lo más posible cercana al del forraje recién cortado. Hay un hecho esencial en el silo, y en el que la mayoría de los investigadores parecen ha- ber llegado a un acuerdo, y éste es el siguien- te: hay que procurar por todos los métodos posibles el impedir un exceso de humedad y de aire en el interior del silo. Estos son los dos principales factores que favorecen el des- arrollo de esos microorganismos perjudiciales productores de las fermentaciones indeseables. Pero vamos a dar una exposición ordenada de los diferentes puntos que hay que considerar en un ensilado, con vistas a la vulgarización del método. Estos, según Khatchadourian, Ins- pector general del Ministerio de Agricultura francés y autor de diversos trabajos sobre en- silado, son : 1. 0 Elección de los forrajes a ensilar. 2.° Elección del silo-tipo y tratamiento. 3.° Elección del agente conservador. 4•0 Maquinaria de ensilado. 5." Alimentación del ganado con silo. 1. 0 ELECCIÓN DE LOS FORRAJES A ENSILAR.- Hay que desechar completamente la idea de que un forraje barato, de baja calidad, con el proceso de ensilado mejora y se convierte en un buen alimento. Esto no sucede nunca ; lo más que se hace es conservarlo tal como está, pero mejorarlo no es posible. Un silo de paja, el producto obtenido tiene a lo sumo el mismo valor que la paja antes de ensilar ; siempre será paja. El valor de un silo es función del forraje del que se ha partido. Los silos de forraje ver- de antes de la floración, rico en principios nu- tritivos, requieren un mayor cuidado, tanto por 4

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  • NOTAS PRACTICAS SOBIN fi ENSILADO Df FORRAJESJOAQUIN DE CABANYES Y TORRES

    Ingeniero Agrónomo del I.N.I.A.

    El valor de la hierba fresca y joven es detodos conocidos como el alimento ideal para losanimales, por sus condiciones de natural, sano,completo y económico.

    Pero también sabemos que la disponibilidadde hierba no es siempre la misma, que ésta va-ría con el año y esto hace que la alimentacióndel ganado también varíe, y con ello su produc-ción. Sobre las disponibilidades f orrajeras sepasa por un máximo y se llega a un mínitnoque puede ser cero, y se trata de encontrar unamayor regularidad de esa disponibilidad de pro-ductos f orraj cros para tender en lo posible ala uniformidad en la producción.

    Cuando en cualquier materia referente a su-ministros se dan estos procesos de abundanciay escasez, la norma más elemental es guardar,guardar parte sobrante para aprovecharla cuan-do no hay. Esto es lo que se hace con losforrajes. En España, repetimos, se puede decirque, por una causa u otra, no disponemos dezonas que permitan tener a disposición de losanimales pasto verde para todo el ario, y tene-mos, además, épocas en las que la disponibili-dad de forraje verde es mayor que el consumo ;pues para mantener ese equilibrio en la alimen-tación no hay más opción que conservar.

    Los métodos de conservación de forrajes ver-des son por ahora los siguientes : henificación,desecación artificial y ensilado.

    Con el ensilado de forrajes verdes se tratade conservar éstos de manera que en el mo-mento de su utilización se encuentren en el es-tado lo más parecido al que tienen en verde.

    La importancia de este método se observa enel rápido incremento que está tomando en estosarios en todos los países. Por ejemplo : En Ho-landa, en los últimos siete arios ha aumentadosu utilización en un 150 por 100. En Francia,en cinco años, 60 por 100. En España no po-demos decir igual, y es misión de todos nos-otros, investigadores y divulgadores, el hacerque su utilización se extienda cada vez más.

    La dificultad mayor reside no en convencerde la necesidad del silo, sino en enseriar a ha-cerlo bien. De un buen silo a uno malo hay ladiferencia de poderlo o no usar. El silo malodará mal gusto a la leche, afectará a la saluddel ganado y a la calidad de sus productos, y,además, el ganadero perderá toda la ilusión envolver a repetir la experiencia. ¿ Quiere estodecir que es un método dificil? De ningunamanera ; hay ensilados sencillísimos, y en con-tra de la dificultad está el que cada día seensila más ; pero hay que tener en cuenta que

    hay un valor en juego : el de la hierba ensilada,y unas promesas de utilización y de futurasraciones que no pueden quedarse al aire. Porotra parte está la dificultad, por no decir laimposibilidad, de dar un método único de ensi-lado valedero para todas las especies forrajeras,todas las regiones y toda explotación agrícola.

    La conservación de la masa de forraje pormedio del ensilado puede hacerse o bien tra-tando de conseguir en la masa una concentra-ción suficiente de ácido láctico, que baja el pHde ella e impide el trabajo de microorganismosproductores de malas fermentaciones : acética,butírica, de la putrefacción y los enmohecimien-tos ; o bien producir condiciones desfavorablespara cualquier actividad de tipo fermentativoy pérdidas de otra clase, para conservar asíel forraje de manera lo más posible cercanaal del forraje recién cortado.

    Hay un hecho esencial en el silo, y en el quela mayoría de los investigadores parecen ha-ber llegado a un acuerdo, y éste es el siguien-te: hay que procurar por todos los métodosposibles el impedir un exceso de humedad yde aire en el interior del silo. Estos son losdos principales factores que favorecen el des-arrollo de esos microorganismos perjudicialesproductores de las fermentaciones indeseables.Pero vamos a dar una exposición ordenada delos diferentes puntos que hay que consideraren un ensilado, con vistas a la vulgarizacióndel método. Estos, según Khatchadourian, Ins-pector general del Ministerio de Agriculturafrancés y autor de diversos trabajos sobre en-silado, son :

    1. 0 Elección de los forrajes a ensilar.2.° Elección del silo-tipo y tratamiento.3.° Elección del agente conservador.4•0 Maquinaria de ensilado.5." Alimentación del ganado con silo.

    1. 0 ELECCIÓN DE LOS FORRAJES A ENSILAR.-

    Hay que desechar completamente la idea deque un forraje barato, de baja calidad, con elproceso de ensilado mejora y se convierte enun buen alimento. Esto no sucede nunca ; lomás que se hace es conservarlo tal como está,pero mejorarlo no es posible. Un silo de paja,el producto obtenido tiene a lo sumo el mismovalor que la paja antes de ensilar ; siempreserá paja.

    El valor de un silo es función del forrajedel que se ha partido. Los silos de forraje ver-de antes de la floración, rico en principios nu-tritivos, requieren un mayor cuidado, tanto por

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  • Disposición de la armadu-ra en la construcción de si-los , cuba. (De Ensilage al'acide des fourrages verts.)

    SERVICIO DE EXTENSION AGRICOLA

    su valor en tales principios nutritivos, lo quehace marcar una preferencia para el silo, comotambién por necesitar una atención y esmeroen el ensilador, mayores ; sin que por esto que-ramos decir que necesita tratamiento distintode los otros.

    Es preciso fijar para cada región agrícola lasespecies mejores, densidades de siembra y suépoca, así como la fecha mejor de recogida. Lascaracterísticas primeras de especie, densidad,mezclas de semilla, etc., caen fuera del tema ;únicamente señalaremos que se reconoce comoépoca mejor de siega la que precede alrededorde una semana a la de la floración ; claro queesto varía según las especies.

    2.° ELECCIÓN DEL SILO-TIPO. - El silo debesituarse en el lugar más próximo al de su uti-lización, teniendo en cuenta, naturalmente, lasedificaciones existentes, la naturaleza del terre-no para los silos trinchera, la inclinación delmismo para los drenajes, etc., pero siempreprocurando evitar el situarlos en locales ce-rrados, y que los gases que puedan despren-derse en la fermentación sean respirados porpersonas o animales.

    Se calcula que son necesarios cinco metroscúbicos/ciento ochenta días y por cabeza de ga-nado mayor ; esta cifra sufre las naturales co-rrecciones impuestas por la especie ganadera :sistema de alimentación, tiempo de estabulaciónobligada, variable según las zonas, y de las queno es posible dar más que la norma dicha an-teriormente, y de una manera general, paraciento ochenta días de estabulación, estimadoscomo el máximo.

    El silo en sí, el recipiente, no tiene que sernecesariamente uno de esos silos torres de grancapacidad que se encuentran en las grandes ex-plotaciones ganaderas en número variable. Siesto fuera, muy pocos serían los que podríanllevar a la práctica este ventajoso sistema deconservación. Silos los hay de muchas clases ycapacidades, de manera que el agricultor-gana-dero puede siempre encontrar un modelo apro-piado, con la capacidad necesaria y ajustado asus disponibilidades económicas. No hay duda

    de que los silos de fábrica tienen muchos par-tidarios, debido a que reúnen mejores condicio-nes para la obtención de un buen ensilado, sobretodo respecto a la protección de los agentesexternos, limpieza, impermeabilidad, buen dre-naje, permanencia, etc., pero no son absoluta-mente necesarios, y con los modernos silos deplástico, muchísimo menos.

    Divide Barnett los silos en aquellos que re-quieren cierto tipo de estructura permanente ylos que no la tienen. Podemos añadir, a nues-tro juicio, que, en mayor o menor grado, todosla necesitan, salvo los ya citados de plástico,pues hasta el silo más sencillo, el silo almiar,sin recubrimiento alguno y con simple amonto-namiento o apisonado mecánicamente con ensi-ladora, creemos debe contar con una sólida basede sustentación y drenaje oportuno.

    Esto del drenaje es fundamental en un silo,sea cualquiera su característica. Puede estarformado por el clásico sumidero con sifón yluego salida al exterior por tubería ; tambiénpuede formarse depositando una gruesa capade grava en el fondo del silo, de manera quegarantice que el líquido que escurra de la masadel forraje al hacer la compresión vaya libre-mente al fondo, sin que las capas finales deforraje, las de dicho fondo, estén en contactopermanente con él, en caso de no haber salidade líquido al exterior. El grueso de dicha capasuele ser de unos 20-30 centímetros para silosde 2-3 metros de altura. En silos de más altura,como suelen ser los de fábrica o de hormigónarmado, al construirlos se suelen disponer consu sumidero de drenaje ; aun en éstos es con-veniente la capa de grava, que con 20 centíme-tros es suficiente, ya que impide el que la masade forraje que gravita sobre los sumideros atas-que éstos, impidiendo un drenaje eficiente. Cuan-do se dispone la salida de líquidos de escurridoal exterior del silo, hay que tratar de impedirque puedan contaminar las aguas de pozos pró-ximos. La cantidad de líquido que escurre de-pende de la clase de forraje, grado de madu-rez de éste, época de recogida con tiempo llu-vioso o no, volumen del silo y grado de com-presión; a esto hay que añadir que en caso de

  • BOLETÍN INFORMATIVO

    SILOS FOSOS DE LA ESTACION DE PRATICULTURA Y CULTIVOS DE VEGA

    DE LA CORUÑA

    Sección de los silos y del alza.

    ti I,

    Planta de los silos.

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  • SERVICIO DE EXTENSION AGRICOLA

    presentarse fermentaciones indeseables puedeaumentar el volumen del líquido, debido a lasmúltiples reacciones que en su masa se veri-fican. El líquido de escurrido, en estado f res-co y recién sacado del silo, con olor caracterís-tico a ensilado, puede darse al ganado mezcla-do con el pienso, por la gran cantidad deproductos alimenticios que posee ; pero es fá-cilmente descomponible, tomando un olor des-agradable, no siendo aconsejable su aprovecha-miento, por lo tanto.

    En silos de poca altura, hasta tres metros,es aconsejable el uso de alzas móviles, que sonunos suplementos fácilmente desmontables, enmadera o chapa, que permiten, una vez llegadala masa de forraje a la boca del silo, seguirañadiendo nueva masa de forraje, de maneraque al ceder ésta por la compresión, quede elsilo justamente lleno hasta su superficie, apro-vechando así todo el volumen disponible pro-yectado; una vez cedida la masa hasta ese ni-vel, se retiran los suplementos o alzas y se tapael silo como diremos más adelante.

    Todo silo, ya sea de excavación en tierra, defábrica o armado, tiene que estar construido demanera que, una vez utilizado y vacío, la ope-ración de limpieza del fondo y paredes sea fá-cil. En los silos-zanja, la solera y paredes espreferible que estén revestidas de superficieslisas, para así lograr una mayor adaptación dela masa de forraje a ellas, evitando así enmo-hecimientos y fermentaciones perjudiciales, queal tener que descartar después la masa afectadapor ellas son pérdidas en el volumen inicial.Así, también todos los ángulos y esquinas hade procurarse el evitar que sean agudos, sien-do lo más conveniente el hacerlos redondeados.

    Para cubrir un silo se puede usar cualquiermateria que nos sirva de separación, primero,y de compresión, después. Para separar se usapapel embreado, sacos viejos, paja o malas hier-bas no utilizables por el ganado, todo ello dela manera y cantidad suficiente que impida con-tacto con la atmósfera y con el material quese ponga para facilitar la compresión. Esta, deno disponerse de una losa de hormigón o pie-dra, que, por otra parte, por su peso necesitaun sistema especial para su colocación y reti-rada, puede hacerse, y es la mejor, a nuestrojuicio, esparciendo una capa de unos 80 centí-metros de arena apisonada ; ésta puede susti-tuirse por piedras y madera, pero la arena, aladaptarse bien a toda la superficie, es más efciente para la compresión, tan necesaria parala expulsión del aire contenido en la masa.

    Dichas de manera general las condicionesque debe reunir el fondo y la manera de taparcualquier tipo de silo, vamos a hacer una brevedescripción de los diferentes tipos utilizados.

    Si bien hasta ahora el silo-torre ha sido el

    ideal, hoy día se utiliza cada vez menos, no sólopor el precio de coste del metro cúbico de siloy su amortización, sino también por haberserevelado la utilidad de otros tipos de silo másbaratos, y también por la idea, cada vez másgeneralizada, de la conveniencia de tener variossilos pequeños de capacidad media que susti-tuyan al de gran capacidad. Esto se debe a queen los silos pequeños su uso es más cómodo,abriéndose éstos a medida de las necesidadesdel ganado, y de manera sucesiva al vaciarse elanterior. También se argumenta, y con razón,que en el caso de presentarse fermentacionesindeseables en la masa de forraje por cualquiercausa que hiciera ésta inutilizable, no se pierdemás que una fracción de forraje ensilado, y notodo, como sucedería en el caso de un solo silode capacidad suma de la de todos los pequeños.A estas razones expuestas puede añadirse otramás, y es la de la conveniencia de llenar elsilo en una jornada ; esto contribuye mucho auna buena fermentación.

    No podemos exponer aquí todos los tipos desilos usados en la actualidad ; reseñaremos unoscuantos tipos de capacidad suficiente para elpequeño ganadero. Las dimensiones y formasno hay que tomarlas exactamente a las que sedan; ambas, como es natural, son modificablesde acuerdo con las necesidades particulares ; portanto, no pasan de ser un esquema o guía queayude a cada uno a resolver su propio proble-ma; estas necesidades son las que obligan a laelección, diciéndose con esto que expreso queel silo es un reflejo del ingenio del ganadero.

    Entre los silos de hormigón armado tenemosel silo-torre, de unas 20 toneladas métricas,cuya construcción necesita el proyecto corres-pondiente.

    También de hormigón armado, o bien de fá-brica de ladrillo, clero de construcción más sen-cilla, tenemos el silo-cuba, con capacidades de3-25 metros cúbicos, según dimensiones. Este

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    silo es cilíndrico, semienterrado, con diámetrosque oscilan entre 1,5-4 metros y alturas com-prendidas entre 1,7-2 metros. Alturas mayoresno son aconsejables, por la dificultad que supo-ne la extracción del forraje desde más de dosmetros, a mano.

  • BOLETÍN INFORMATIVO

    Un precio aproximado de un silo de estaclase, para un capacidad de 25 metros cúbicos,construido en ladrillo, viene a costar aproxima-damente 8.000 pesetas.

    El silo-pozo es igual que el anterior, salvoque no tiene parte saliente de construcción porencima del nivel del terreno. Esta particularidadhace a este tipo de silo menos práctico que elanterior, para operaciones de carga y descarga.

    El silo-fosa o silo-troje es de forma paralepi-pédica, con unas dimensiones de tres metros de

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    largo por dos por dos metros de sección. Ca-pacidades de 12-15 metros cúbicos, y un pre-cio aproximado, el de fábrica de ladrillo, de12 metros cúbicos, de unas 4.000 pesetas.

    El silo - zanja o silo - trinchera tiene seccióntrapecial. Las dimensiones del trapecio pueden

    729.

    ser tres metros y 1,5 metros, las bases mayory menor, respectivamente, y unos dos metros dealtura. La longitud de la zanja es la que sequiera, según la capacidad necesitada, Aquí, enla sección modificada, cada metro lineal de zan-ja da lugar a una capacidad de trinchera de4,5 metros cúbicos.

    Esto en cuanto a silos que necesitan algúnacondicionamiento de paredes o formación derecipiente. En cuanto a los no comprendidos eneste caso están el silo Frigieri o formado conensiladoras, aparatos que mediante un disposi-tivo especial van amontonando el forraje y api-sonándolo hasta formar un cuerpo cilíndrico deun radio de 3-4 metros. Estas enSiladoras tra-bajan para capacidades de 300-400 metros cú-bicos de forraje ensilado, y cuestán unas 40.000pesetas.

    Sin ensiladora, pero haciéndose un amontona-miento idéntico manualmente, está el silo al-

    miar ; la capacidad de este silo es variable y suformación es idéntica a la que se realiza parala paja de cereales al almacenarse por este sis-tema. Es un silo no recomendable, hasta el pun-to de decirse de él que es la contradicción de lapráctica del ensilado.

    Perfeccionamiento de éste y de la más mo-derna aplicación es el silo-almiar recubierto deplástico, todavía en fase de experimentación,pero con unos resultados muy esperanzadores,a falta de película plástica barata.

    3.° ELECCIÓN DEL AGENTE CONSERVADOR.—Sise trata de forrajes ricos en hidratos de car-bono (maíz, sorgo, etc., en general gramíneas),el agente conservador puede usarse, pero en unsilo bien hecho esto no es necesario : basta conun buen picado y presión.

    Cuando el forraje a ensilar es una mezcla degramíneas y leguminosas (hierba de prado) oleguminosas solas (alfalfa, veza, etc.), se acon-seja el uso de conservadores, aún más, salvo enel caso de que haya gran abundancia de gramí-neas y se sepa ensilar bien, los conservadoreso las técnicas especiales son necesarias.

    Vamos a presentar unas cuantas de dichastécnicas o productos de los añadidos al silo,para asegurar una buena conservación, elegi-dos entre los más usados.

    Entre las primeras tenemos una hoy día muyextendida : la que es una derivación de un mé-todo italiano, Cremasco, o de heno-silo. Con-siste en controlar con bastante aproximación lahumedad del forraje para ensilar dentro deunos porcentajes de aquélla, determinados. Va-mos a tomar en principio que por término me-dio la humedad de un forraje recién segado esde un 80 por 100; pues bien, esparciendo el f o-rraj e en el mismo campo por un tiempo varia-ble, ajustado a las características meteorológi-cas de la región, se consigue bajar dicha hu-medad de un 15 a un 10 por 100, para colo-carla en el 65-70 por 100. En días soleados ode viento esto se logra en dos-tres horas. Unavez bajado el porcentaje de humedad, se recoge,pica y ensila, dando muy buenos resultados, so-bre todo en forrajes frescos verdes : alfalfa,hierba de prado, pero no tanto con forrajesgroseros o bastos. En caso de que la baja enel contenido de humedad hubiera sido mayorque la indicada, se recomienda ensilar mezclan-do por capas, forraje verde fresco y tratado

    Hay otro sistema italiano y holandés quecomprime el forraje antes de ensilar, extrayen-do sus jugos, lo que forma el llamado «plas-ma», que se da al ganado, y el forraje restan-te se ensila muy bien, conservándose perfec-tamente. Para la ejecución de este silo hacefalta maquinaria especial, no disponible en elmercado en la actualidad.

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  • SERVICIO DE EXTENSION AGRICOLA

    Entre las sustancias a añadir al silo y queactúan en su masa con los efectos más varia-dos, tenernos :

    Melaza de azucarería al 5 por 100 en pesoy disuelta al 100 por 100 en agua, indicada,cuando hay disponibilidad de ella, para silosde leguminosas y hierba de prado.

    Patatas enteras o troceadas, frescas o coci-das, en una proporción de un 30 por 100, dis-puestas en capas con el forraje.

    Pulpa seca de remolacha, al 12 por 100 parael ensilado de leguminosas, con resultados muysatisfactorios, mezclada con el forraje.

    Harinas de maíz, trigo, cebada, centeno, et-

    cétera, al 5 por 100, mezcladas homogénea-mente con el forraje.

    Paja de cereales, al 15 por 100; esta pajaactúa rebajando el contenido de humedad delforraje, con lo que se evita el prehenificadoseñalado anteriormente, dando silos de buenacalidad, aunque algo más bastos que el forrajeinicial. Se usa mezclando uniformemente fo-rraje y paja.

    Todas estas sustancias, salvo la última, ac-túan proporcionando sustancias fácilmente con-vertibles en ácido láctico por los microorganis-mos del silo, muy necesarios para una buenaconservación.

    Ejemplo de disposición del moderno silo de plástico. (De Science et Vie.)

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  • uLETIN INFORMATIVO

    Por la dificultad de manejo, para lo que senecesita alguna práctica, no reseñamos aquí losensilados tipo A. I. V. y afines a él ; es decir,todos aquellos a los que se añaden sustanciasdel tipo de los ácidos minerales u orgánicos.

    De acción antiséptica o esterilizante, tratan-do de suprimir toda actividad microbiana, demanera que el forraje se conserve tal cual es,sin sufrir ningún género de fermentación, tene-mos el tnetabisulfito potásico o sódico al 3,5por 1.000, en polvo y en seco. Se utiliza pulve-rizando el forraje a medida que entra en elsilo ; igualmente se usa de la misma manera elbisulfito sódico al 5 por 1.000, todos con resul-tados muy satisfactorios hasta el presente, dan-do un forraje ensilado con características muyparecidas al que tenía cuando fresco.

    Hay otros productos en el mercado que seanuncian como selectivos de la flora láctica,impidiendo el desarrollo de los restantes micro-organismos, pero su acción no está plenamentedemostrada.

    En cuanto a la siembra del forraje con cul-tivos de bacterias lácticas, tiene poca utilidad,salvo en muy determinados casos (pulpa de re-molacha fresca), pues todos los forrajes yacontienen suficiente población microbiana parainiciar una fermentación láctica conveniente ;lo que hace falta es mantener esa fermenta-ción con sustancias adecuadas para ello (hidra-tos de carbono), de manera que no surjan, conla falta de dichas sustancias, otras fermenta-ciones no deseables, o impedirlas todas, casode los conservadores últimamente reseñados.

    En lo dicho hasta aquí están los diversos mé-todos o productos entre los que ha de elegir elagricultor-ganadero que piense ensilar, tenien-do en cuenta la clase de forraje, disponibilidadde métodos o sustancias, etc., de manera queel forraje ensilado obtenido sea económico yfácil su logro, para lo que se puede escogerentre los diversos métodos indicados. Pero hayuna cosa que no debe faltar a nuestro juicio,algo que da ya por adelantado un 50 por 100del éxito, y es el picado y la compresión.

    Consideramos casi imprescindible para obte-ner un buen silo, el picado del forraje a ensi-lar; luego se podrá hacer lo que se quiera :añadirle melazas, bisulfito o nada, como pasacon el maíz o con el prehenificado ; pero elpicado es fundamental para la otra operación,que consideramos también fundamental : la com-presión. Cuanto más se corte el forraje, másfácilmente se apelmaza cuando se llena el silo,y se comprime su masa pisando o bien por otroprocedimiento, como el tractor en silos de trin-chera. Este picado facilita, como decimos, :acompresión, que a su vez facilita la salida delaire contenido en la masa, punto absolutamente

    necesario para obtener un silo de calidad y conla menor cantidad posible de pérdidas. El airedentro de un silo no causa más que pérdidas ;por eso, una vez comprimida la masa y llenoel silo, hay que tapar con grandes pesos, paraimpedir que la naturaleza esponjosa de la masavuelva a tomar aire, y también para facilitarla expulsión del aire restante con el tiempo.

    4.° MAQUINARIA DE ENSILADO.—Las guadaña-doras, rastrillos de descarga, elevadores, etc.,todos aconsejables en explotaciones de relativaimportancia, simplifican mucho la tarea que re-presenta manejar grandes contingentes de fo-rraje fresco.

    Para las pequeñas explotaciones no es abso-lutamente necesario, aunque hay que tender alaprovechamiento de la maquinaria en tipo co-operativo. La más importante, a nuestro jui-cio, sería la picadora de forrajes, ya que, comoindicamos en el punto anterior, consideramosel picado del forraje como uno de los mediosmás importantes para la obtención de un buensilo. En cuanto a la elección en orden de im-portancia de la maquinaria restante, habría queestudiar las características de la mayoría de lastierras de aquellos cooperativistas, produccio-nes, inclinación de las parcelas, etc., antes dehacer la elección.

    5.0 ALIMENTACIÓN DEL GANADO CON SILO.—Hay que señalar que el valor alimenticio de unsilo depende de la naturaleza del forraje y delmétodo de conservación ; supuesto que se harecogido el primero en el momento debido, quese estima como el anterior a la floración unasemana, y que se usó el segundo correctamente,el valor del silo es muy próximo al que teníael forraje antes de introducirse en él. Al noreunirse estas condiciones se presentan gran-des diferencias de un silo a otro para un mis-mo forraje, variando la apetencia del animal,digestibilidad, valores alimenticios, etc., eso sincontar con las complicaciones que en el ganadopueden aparecer, como trastornos digestivos,abortos, desmineralización, etc., o en los pro-ductos: mal sabor de la leche, en la mante-quilla, leche no apta para la fabricación dequeso, etc.

    El valor alimenticio de un buen silo es siem-pre muy superior y con ventaja al de un buenheno ; este valor se aproxima mucho al del fo-rraje deshidratado. Un buen silo enriquece laleche de invierno en vitamina A, cosa que di-fícilmente se logra con los henos.

    La dosis de silo a dar por cabeza varía conla ración empleada, especie, producción, etc.Puede sustituir completamente a forrajes comola remolacha y gran parte de los concentrados,ambos siempre caros.

    lo

  • SERVICIO DE EXTENSION AGRÍCOLA

    En líneas generales se estima que para vacasde gran producción se les puede administrarde 20 a 30 kilos por cabeza y día.

    Toros y bovinos de engorde, de cuatro aseis kilos por 100 kilos de peso vivo y día.

    Para los animales jóvenes se estima que nodebe darse silo antes de los doce a catorcemeses.

    A los corderos no debe dárseles antes de losseis meses. Posteriormente no debe pasarse delos dos a tres kilos para los adultos en el casode los carneros.

    El ganado de cerda de engorde y las cerdaslactantes pueden recibir hasta un máximo dedos a cinco kilos por día.

    Los conejos, de 200 a 300 gramos, y las aves,un kilo para 100 picos.

    * * *

    En resumen de todo lo expuesto no será nun-ca demasiado el insistir que para obtener unbuen silo hay que trabajar con método y or-den y no descuidar las indicaciones dadas.

    Descuidar estas precauciones es tratar de lle-var el silo al desastre y contribuir así a novalorar como es debido una práctica ganaderade gran valor, favoreciendo la falta de reso-lución de aquellos que teniendo voluntad depracticarla, estas faltas de precaución y mé-todo les hagan no decidirse, al menos, cuandono desistir por completo.

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