normal · 2018-11-06 · cuantas manzanas contra el viento helado, ¿cómo hacía él para entrar...
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Normal
Sé qut' no soy un niflo de dit•z afios normal. Bueno. hago
cosas normales: wmo hd ado, momo en bici. juego beisbol.
1engo un XBox ... Supongo que esas cosas hacen que sea nor
mal. Por dcmro, yo me sicmo normal. Pero sé que los niños
normales no hacen que ouos nifios normales se vayan co
rrie ndo y gri1ando de los col umpios. Si que la geme no se
queda mirando a los niños norm::~. l rs en wda~ panes.
Si me cncomrara una lámp::~ ra muavillos:a y sólo le pudiera
pedir un deseo. le pediria rener una GHl normal en b que no
se fijar:t nad ie. Pediría poder ir por la c:~.lk· sin que la geme
ap:mara b mirada al verme. Creo que la lmica razón por la que
no soy norml l es pon¡uc nadie me \'C como alguien normal.
Pero )'l cs10y más o menos acostumbrado a mi cara. Sé
fingir que no veo las caras que pone la gente. A todos se nos
da hasra nte bien: a mí. a marn~i. a p~pá, a Vi a. No. eso no ~·s
\·erdad: a Via no se le da nada bien. Puede lkg.1r a enfadarse
mucho ~ i alguien hace alguna grosería. Como una \"e;o; que. t·n
los columpios. unos chicos mayores se puSi\·ron a h;Ker unos
ruidos ra ros. Ni siquiera sé ¡Jué ruidos eran. porque no los oí.
pc:ro Via sí,)' se puso a gritark-s. Así es ella. Yo no soy así
Via nomen· como alguien normal. Ella dice que sí. pero
si fuera normal no me protegería tanto. Mis padrc5 tampoco
me \ 'C il como alguien normal . Para dios soy alguien cn rao r
din;uio. C reo que yo soy la única persona l"ll d mundo que Sl"
da cucru :1 de lo normal que wy.
Por cil'n o. me llamo Augusr. No voy a describir cómo es
mi cara. No '>é cómo se la cslán im:~gin3ndo, pt·ro seguro lJUl'
t:S mucho peor.
Por qué antes no iba al colegio
La sc:mana que viene empiezo quinto t'n la escuda. Como
nunca he ido a un colegio de verdad. estoy requetcm uerro de
miedo. La geme piensa que si no ho: ido al colegio es por cul
pa de mi cara, pero no es verdad. E.o; por todas las operaciones
qut• han rcnido que hacc.-rme. Veintisil·u.- desde que n:KÍ. Las
más imporranres me las hicieron anws de cumpl ir los cuarro
años. así tjue de ésas no mo: acuerdo. pero desde entonces mt•
han opaado dos o tres veces al ailo (u nas m;is largas que
otras). Como soy bajiw p:tra mi t'dad y rengo otros misrerios
que los médicos nunca han sabido resolver. ames siempre es
taba enfermo. Por eso mis padres decid ieron que era mejor
que no fucr:t al colegio. Pero :thora me encuent ro mucho me
jor. La última vez qu o: me operaron fm· luce ocho mcst·s. y ('S
probahlc que no tt·ngan qu(' voh'('f a hacerlo hasta dentro de
un pardeailos.
/vli madre me da clases en casa. Anrt·s era ilu ~tradora dt·
libro~ p:n a nif10s. Dibuja unas h;¡Jas y unas s irt·na~ ch ulísi
mas. pero cuando se pone a dibujar CO)as de- chico ya no me
gusta tanto. Una vez imemO dibujarnw un Darrh V.tdt·r, pero
Normal
O k, ok, ok.
Lo se. lo se. losé.
¡No he sido amable con Augusr Pullman!
No es para ramo. ¡No es el fin del mundo! Ya está bien
de tanto exage ra r. (Ok~ Este plan era es muy gra nde. y no
todos son amables con los demás. Así son las cosas y punro.
¿Me hacen el favor de olvidarlo ya~ Creo que ha llegado la
hora de que sigan con sus vidas, ¿ok?
¡Dios!
Es que no lo entiendo. De verdad que no. Resulta que
yo era el chico mis popular d e quinto. Y. de pronto, o
sea, no sé ... ¡Da igual! Esto es un asco. ¡El año entt'ro ha
sido un asco! ¡Ojalá Auggic Pullman no hubiera venido
nunca al colegio Beecher! ¡Ojala hubiera llevado su carota
tapada como el tipo ese de ElfontiUma d~ la Oprra o como
se llame! ¡Ponte una máscara, Auggie! Apana tu jeta dt' mi
cara, por favor. lOdo sería mucho más fáci l si te esfumaras.
Al menos pa ra mí. No estoy diciendo que para él sea
todo coser}' ca ntar, que conste. S¿ que para él no debe de
ser fácil mirarse en el espejo todos los días ni sal ir a la ca
lle. Pero ése no es mi problema. Mi problema es que todo
ha ca mbiado desde que él llegó a mi colegio. Los niños han
cambiado. Yo he cambiado. Y eso es un asco.
Oj;llá todo fuera como antes, como era en cuarto. En
tOnces nos la pasábamos súper. Jugábamos a esco ndernos
en el pat io y. no es por presumir, pero todos querían en
co ntrarme, ¿saben? Ahí lo dejo. Todos querían ser mi pa
reja en los proyectos para sociales. Y todos se reían de mis
grac tas.
A la hora de comer, siempre ml' semaba con mi s ami
gos}' éramos. o ~l·a, los más admirados. Los má s cool.
Henry. M iles. Amos. Jack. ¡Éramos los m;ís popubres!
Era genial. Teníamos un montón de bromas que sólo en
tendíamos nosot ros. Y teníamos un código de señas co n
las manos para comunicarnos.
No sé por qué tuvo que cambiar. No sé por qué wdo
el mundo se volvió tan id iota.
Bueno, la verdad es que si sé por qué: fue por Auggie
Pullman. En cuanto aparec ió, las cosas dejaron de ser
como antt!'s. Todo era de lo más normal. Y ahora todo es
un desastre. Y ha sido culpa suya.
Y del señor Trasero ni an. La verdad es que todo es cul
pa del señor Traseronia n.
Las recientes observaciones est;in ca mbiando nuestra ma
nera de entender los sistemas planetarios, y es importante
que la nomenclatura de los objeros reAeje nuestra manera
de entenderlos en la actualidad . Esto hay que aplicarlo,
en panicular, a la denominación "planetas». En su ori
gen, la palabra "planeta" significaba "errante" y se refería
a los cuerpos conocidos únicamente como luces t'n movi
miento en el cielo. Los últimos descubri mientos nos obli
gan a elaborar una nueva definición. para lo que pode
mos servirnos de la infOrmación científica dispon ible en
la actualidad.
UNIÚN Asn.ONÚI>·IIt:A I NTERNA< ' IONAL (UA I).
extracto de la Resolución B)
Supongo qur nadir rimr la culpa.
Va mm 11 dr1prgnr.
¿ VolvuánlaJ coJnJ n ur como nnu1?
EUROI'E, "The Final Countdown"
Es tan misterioso el país de las lágrimas ..
ANTOlNI'. DE $AlNT-EXUI'[RY,
é.1Prinripito
Presentaciones
Yo sólo ten ía dos días de vida la primera vez que vi a
Auggie Pullman . Yo no me acuerdo, claro, pero me lo
coniÓ mi mad re. Mis padres acababan de llevarme a casa
del hospital y los padres de Auggie también acababan de
llevarlo a casa por primera vez. Pero Auggie ya tenia tres
meses. Había tenido que quedarse todo ese tiempo en el
hospital porque necesitaba que lo operaran para que pu·
diera respirar y nagar. Respi rar y tragar son cosas que la
mayoría de nosotros hacemos sin pensar, porque las ha
cemos de manera automática. Pero Auggie. cuando na·
ció, no las hacía de manera auwmática.
Mis padres me llevaron a su casa para hacer las presen
taciones. Auggic estaba en d salón, conectado a un mon
tón de aparatos médicos. Mi madre me tomó y me acercó
para que lo viera de cerca.
Donde cuento que iba caminando
al colegio
Habfa un ciego que meaba el acordeón en Main Sueet a1
que vefa todos los días de camino al colegio. Se sentaba en
un taburete debajo del toldo del supermercado A&P que
hay en la esquina con Moore Avenue, y su perro lazarillo
se tumbaba sobre una manta delante de él. El animal lle
vaba un pañuelo rojo al cuello. Era una labrador negra.
Lo sé porque mi hermana Beatrix se lo preguntó un día.
- Disculpe, señor, ¿de qué raza es ese perro?
- Joni es una labrador negra, señorita -contestó.
-Es muy guapa. ¿Puedo rocada?
- Mejor no. Ahora mismo está trabajando.
- Bueno, gracias. Que pase un buen día.
-Adiós, señorita.
Mi hermana se despidió con la mano. f l no tenía modo
de saberlo, claro, así que no le devolvió el sal udo.
Beatrix tenía ocho años. Lo sé porque era mi primer
curso en Beecher, o sea, que estaba en preescolar.
Yo no llegué a hablar con el hombre del acordeón . Me
fast idia reco nocerlo, pero por aquel entonces me daba
algo de miedo. Siempre tenía los ojos abiertos, y a mi me
parecían vidriosos y empañados. Eran de color crema y
reco rdaban a unas canicas beis. Me asustaba sólo con ver
los. Si hasta me daba un poco de miedo su perro, y eso
que a mí me encama n los perros. ¡Incluso tengo uno! El
caso es que su perro me daba miedo: tenía el hocico gris,
y sus ojos parecían viscosos. Pero -y éste es un gran
upero .. -. aunque me daban miedo los dos. el hom bre
del acordeón y su perro, siempre dejaba un billete de un
dólar en la funda abierta del instrumento. No sé cómo,
porque estaba tocando el aco rdeón, pero por más silen
ciosamente que me acercase a él. el hombre siempre oía el
~ Aap~ del billete al caer en la funda.
- Que Dios bendiga a América - <it·cía haciendo un
gesw con la cabeza hacia do nde yo estaba.
ErJ algo que me dejaba maravillada . ¿Cómo pod ía
oírlo? ¿Cómo sabía en qué direcc ió n debía hact•r :~qucl
gesto?
Mi madre me explicó que los ciegos desa rrollan sus
otros sentidos para compens:tr el que han perdido. Corno
cst;lba ciego. tenía un supcroído.
Eso, claro está, hizo que me preguntara si también
tendría otros superpoderes. Por ejemplo: en invierno ,
cuando hacía mucho frío, ¿tenia alguna manera mágica
de calentarse los dedos mientras pulsaba las tedas? ¿Y
cómo se las arreglaba para mantener el calor del resto del
cuerpo? En aquellos días de frío glacial. en los que me
castañeteaban los dientes tan sólo con recorrer a pie unas
cuantas manzanas contra el viento helado, ¿cómo hacía él
para entrar en calor y ser capaz de tocar el acordeón?
A veces había llegado a ver unos hilillos de hielo formán
dose en algunas partes de su bigote y su barba, o lo había
visto agacharse para comprobar que su perra estaba tapa
da con la manta. O sea, que sabía que podía sentir frío,
pero ¿cómo conseguía no dejar de tocar? ¡Si ése no es un
superpoder ... !
En invierno siempre le pedía a mi madre dos dólares,
en lugar de uno, para dejarlos en la funda del acordeón.
Flap. Flap.
-Que Dios bendiga a América.
Siempre tocaba las mismas ocho o diez canc iones.
Menos en Navidad, cuando introduda «Rudolph the
Red-Nosed Reindeer» y «Hark! The Herald Angels Sing ...
Si no. repetía las mismas canciones, una y otra vez. Mi
madre se sabía los títulos de algunas. ~ Ddilah», «Lara's
Theme*, .. Those Were the Oays". Me descargué todos los
I'IU l.LI'lO"
M ~~:d:: ~~~'!:~~:~~~::17sa~:~::~:~ - ~~ur ~-~~-~_.:: ll,¡.mo Thoma~ Browrw. HJsU que fui • b un1•·ersid•d no
SUpt' qu(' c:o:ist i• o tro Thom•s Brown(', mucho m¡ s ilustn•,
qu•· hJhi~ •·i•·ido en lngldt.-ru <'n d siglo X\"11. Sir Thomas
Brownc fuc un e:~eritor J,. gran t~lento, ··~ tudioso cid mun ·
Jo nJtural, cit'ntifku, crutlitu y partitbrio d•· b.tolt' ranciat'n
una ~-poc~ •·n qut• la llOI'ma eu b intult·r,¡nd.- . En resumen·
no potlr ia haber ¡><·< litio un \tl("a~·o nwjor.
En b uni•·•·r5i< la<l fui leyendo muchu d,· t.~ s ol:was <le ~ir Tlklmas Brownc. t•ntr•· ellas Sobr,·,·rror.·••·ui:J<Irt$, un libroqut•
pr<·t<•n•lia dt·~a<:rt·diur alguna~ crt'1.·nrias falus mu)' cx ten·
tlid.1~ t'n su t':pm·~. y /<1 t<•/¡g¡Qn J,· un m(JJ(a, una nl>u <]Ut'
pbntcaha unas c uan!•• ¡m·gunta~ 'ohrc la Tl'ligiún considc
u.ta~ lllU)' puno ort01 ln:us t•n aqm·l 1Ít'111J)l)· Mientras leía
C•IJ Última 11'1<.' t' UC'OIIITi- t '<lll •• • U fT.l!>t' IIIJU\ iiJo-<.~ ·
Albugumas m nurllro mrcrwr /m matan/la~
qur bmCiJmo~ a nut5/ra a/r,·J,·Jar.
PM algun mot11·n. b b ... · ll(·z.-. y b fuc r 1.a d., esa fras..· me tlqarun hdadn . Qu11J• t'TJ fU> I n lo (¡Ue nt•<:e>~ taba OI T en
.l<JU•·I mulll<':lll<l tk· llll 11tb, un nlOfl)('niO t' n qu<" nl<': J\OT·
nwnt¡¡h~ 1~ <hu b de " la profcs1Ún <jU<' h~h1~ degl<lo - l.1
<'ll•(•tianl.d t'T.I lo ha,tanh· m au nllosa pna h.&ccrmc fd1 z.
b c nb1 at¡udlJ fra st· <'11 un p.1pdito ~· lo 1wgu•' en IJ puc(l,
rlondc pt·rnunct iO hJ~IJ <¡ut· Jc.lh l: la cun-ra . Ta!llhi.~ n me
a<·ompañO _.¡?'"grado lu JI, . .,. en¡_. cartc rJ lnl<' lltr.l ' \ IJ ·
jaba con el Cut•rpo tic P~ 7.. Cu~ndo me casé. mi mujer lo
hiw c nmarcu y ahora c uelga en e l •·estibulo di' nul'st ro
•kpartamcnto del Bro n:o;
Fue el pr1mero d.:: muchos preceptos en mi •·ida, que
empecé ~ recopilar e-n un .ílbum de recortes. Fra..o;esde li
bros que he leido. G~lletas de- la suen e. Tarjetas de Hall ·
mark con fusc s mspiudoras. Si ha..o;ta escribí «just Do lt 1,.
(¡ H.1zlo!), el eslogan de Nike , porque pensé <¡uc era perfcc·
topara mi. Al fín y al cabo, la inspirac ión puede ,·en ir de
cualquier sitio.
La primt' ra \ "N. que introduj t' los preceptos en mis d a
ses aUn era profesor l'n prácticas. Me estaba costando mu·
cho <JUC mis alumnos se- intt'rt'saran por las composiciones
- c reo c¡ut> les h.1bía pedido que escr ibieran cien palabras
S<>bre algo que fue ra imponante para e llos- , así que me
llcn\ la cita cnmarc.1da de Thomas Browne para mostrarles
algo muy importante para mí. Al fínal acabó interes.indo
les mucho más el signifíca•lo de la cita que el impacto que
había tenido en mi. así que les pedí que escr ibieran sobre
eso. 1\\e qucd& .1sombrado con lo que s<- les ocurrió.
Dt> ~de e nto nen utili ·w los prece ptos en d ast'. SegUn e l
du-:cion.>rio, un precepto es .. una instrucción o regla qu <"" se
da o es tablece para el conocimiento o manejo de un arte o
f.Ku hJd». l'ar.1 mis .1lumnos Sit•mprc- lo h<· de-finido en ter
mmos m.i.< 'cnci llos: los preceptos son "p.alabras que seguir
t·n l.a \"Ida» . 1\ \uy st•nci llo. El prmlt'T dia d,•[ mes es<Tibo un
nue•·o precepto t· n el p1urron. ellos lo copian ,. luego hJbla
mo.• <k &1. A tlnal del nws escriben UIIJ comf;.,SÍCI~n .<Obn:
ese precepto. Cu.tn<lo ~<:aba el curso les doy mi <li recdón y k s pido que durante el •·cr.tno m,;, ... m·i,;,n una postal con un
nue'"o prea-pto, que pueJ ... s,;, r una ctw de alguien fam oso o
un pret't'¡no que hayan in,.enta<lo e llos. El primer año que
lo hice me pregunté si recihiria algún prccrpto. M,;, quedé
cle piedra al \"t'T qu t", al final del \"e rano, todos los alumnos
de tO<lnl' mis grupos ml' habían em·i,u]o uno. lmagínensl' mi
asombro cuando . al .:.ño siguicnh·, '"oh·ió a sucedt"r lo mis·
rno. P<· ro en ,;,sa OC<l!' ión no sólo recibí postales de mi grupo
ti{· r .,{' año, tamhi{~n unas ruanu s del grupo <id aiio antl' r ior.
LIC\"o din años dantlo dascs. Al <lía tic hoy he recibido
unos dos mil preceptos. Cuando llegó a sus oidos, el señor
Trascronian, el dirt·ctor de la sl'cundaria Be.,t·h,•r, me pro ·
puso qu" los r .. unieu y los con\"ir tiera ,;,n un libro qu~· pu·
tliera compartir con todo t:l mundo
l<~ idea me dt•sp,•rtaha un• gran curiosidad, pero ¡por
dónde empe7.ar? ¿Cómo elegi r los preceptos que tl,;,bia in ·
cluir? D<Tidi centurme (•o los t,;,ma.' con los que m.ÍS se
identi lk ahan l o~ chicos: la hontbd, la ful'rza de carácter. la
sup,;, radón de la ad•·ersidad o simplemente hKcr d bien en
d mundo. ll\e gustan los pren·ptos ('d ifi<:ant•·s. Confío
en qu .. <· llN"tor dl· eS!(' libro tkcida iniciar algunos dias con
uniltk,·stas upalabrasqu<"S<.'guirt•n la •·ida ..
EstO}' muy contento cit." poo:kr compart ir mis prl'"ceptos
fa•·ori t<>l' con tCHio el mundo. Muchos los he ido rt·copilando
a lo largo tll'" los años. O tros mt· los han en,.iado mis alum
nos. TCH los significan mucho pua mi. O jali puedan d~c ir lo
mismo