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    :: portada :: N. Chomsky ::

    23-07-2011Sobre la muerte de Bin Laden (segunda parte)

    Hay mucho ms que decirNoam ChomskyZnetTraducido para Rebelin y Tlaxcala por Pepe Crespo

    Tras el asesinato de bin Laden recib tal aluvin de peticiones para comentar que fui incapaz deatenderlos individualmente, as que el 4 de mayo y ms tarde envi un primer mensaje a modo derespuesta, que no era para que se publicase, y as poder escribir ms adelante con mayor detalle yprofundidad. Pero se public en Internet, y por tanto circul. Se puede encontrar ahora, vuelto apublicar en Internet, enhttp://www.rebelion.org/noticia.php?id=128035&titular=mi-reacci%F3n-ante-la-muerte-de-osama-bin-laden-.

    A esto le sigui un aluvin de reacciones desde todas las partes del mundo. Por supuesto que no esuna muestra cientfica, pero no obstante, las tendencias pueden tener cierto inters.Abrumadoramente, aquellas del "tercer mundo" eran del tipo de "gracias por decir lo quepensamos". Haba similares procedentes de EEUU, pero muchas otras eran furiosas, casi histricascon frecuencia, con apenas relacin con el contenido real de la carta que se public en Internet. Esofue cierto en particular con algunas de las respuestas publicadas, en internet o no, sobre las cualesme han informado. He recibido unas pocas peticiones para comentar varias de stas. Francamenteme parecen superfluas. Si hay algn inters, encontrar algn momento para hacerlo.

    La carta original termina con el siguiente comentario: "Hay mucho ms que decir, pero incluso loshechos ms obvios y elementales deberan darnos mucho que pensar." Aqu rellenar algunas de

    las lagunas, dejando sin cambios el resto del original en todo lo esencial.

    Noam Chomsky

    El 1 de mayo, de 2011, mataron a Osama bin Laden en su apenas protegido complejo residencial,en una misin de asalto de 79 Navy Seals, que entraron en helicptero en Pakistn. Despus deque el gobierno nos diera muchas historias escabrosas y las retirase, los informes oficiales dejabancada vez ms claro que la operacin fue un asesinato planeado, violando de manera mltiplenormas elementales del derecho internacional, empezando por la invasin en s misma. No pareceque haya habido intento alguno de aprehender a la vctima desarmada, como presumiblementepodran haber hecho 79 comandos que no encontraron oposicin - excepto segn informan ellosmismos, por parte de su esposa, tambin desarmada, a quien dispararon en defensa propia cuando

    ella se "abalanz" sobre ellos (segn la Casa Blanca).

    Una plausible reconstruccin de los sucesos nos la ofrece el veterano corresponsal de OrienteMedio Yochi Dreazen y sus colegas de The Atlantic (http://www.theatlantic.com/politics/archive/2011/05/goal-was-never-to-capture-bin-laden/238330/ ).Dreazen, antiguo corresponsal militar para el Wall Street Journal, es el principal corresponsal delNational Journal Group para el que cubre asuntos militares y de seguridad nacional. Segn suinvestigacin, los planes de la Casa Blanca no parecan haber considerado la opcin de capturar aOsama bin Laden vivo: "La administracin le haba dejado claro a los militares del comandoclandestino de Operaciones Especiales Conjuntas que queran a bin Laden muerto, segn un altofuncionario de EEUU con conocimiento de las discusiones. Un funcionario militar de alto rango queinform del asalto dijo que los SEAL saban que su misin no era traerle vivo."

    Los autores aadieron: "Para muchos del Pentgono y de la Agencia Central de Inteligencia que se

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    http://localhost/var/www/apps/conversion/tmp/scratch_5/portada.phphttp://localhost/var/www/apps/conversion/tmp/scratch_5/seccion.php?id=20http://www.rebelion.org/noticia.php?id=128035&titular=mi-reacci%F3n-ante-la-muerte-de-osama-bin-laden-http://www.rebelion.org/noticia.php?id=128035&titular=mi-reacci%F3n-ante-la-muerte-de-osama-bin-laden-http://www.theatlantic.com/politics/archive/2011/05/goal-was-never-to-capture-bin-laden/238330/http://www.theatlantic.com/politics/archive/2011/05/goal-was-never-to-capture-bin-laden/238330/http://www.rebelion.org/noticia.php?id=128035&titular=mi-reacci%F3n-ante-la-muerte-de-osama-bin-laden-http://www.rebelion.org/noticia.php?id=128035&titular=mi-reacci%F3n-ante-la-muerte-de-osama-bin-laden-http://localhost/var/www/apps/conversion/tmp/scratch_5/seccion.php?id=20http://localhost/var/www/apps/conversion/tmp/scratch_5/portada.php
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    haban pasado casi una dcada buscando a bin Laden, matar al combatiente era un acto devenganza justo y necesario." Adems, "Capturar a bin Laden vivo le habra trado a laadministracin un conjunto de retos legales y polticos un tanto irritantes." Mejor, por tanto,asesinarle, lanzar su cuerpo al mar sin una autopsia que se considerada esencial despus de unhomicidio, ya sea ste justificado o no, - un acto que predeciblemente provoc tanto ira como

    escepticismo en buena parte del mundo musulmn.

    Como seala la informacin de The Atlantic, "la abierta decisin de matar a bin Laden fue lailustracin ms clara hasta la fecha de un aspecto poco sealado de la poltica anti-terrorista deObama. La administracin Bush captur a miles de combatientes sospechosos y los mand acampos de detencin en Afganistn, Irak y la Baha de Guantnamo. La administracin Obama, encambio, se ha centrado en eliminar terroristas de manera individual ms que intentar capturarlosvivos." Eso es una diferencia significativa entre Bush y Obama. Los autores citaron al ex-cancillerde Alemania Occidental, Helmut Schmidt, quien "dijo a la televisin alemana que el asalto fue unaviolacin bastante clara del derecho internacional y que bin Laden debera haber sido detenido yllevado a juicio," comparando a Schmidt con el Fiscal General de EEUU Eric Holder, quien "defendila decisin de matar a bin Laden aunque no supusiera una amenaza inmediata para los Navy

    SEALs, dicindole el martes al Comit de la Cmara que el asalto haba sido legal, legtimo yapropiado como quiera que se viera."

    Deshacerse del cadver sin hacerle una autopsia tambin fue criticado por los aliados. El muyreputado abogado britnico Geoffrey Robertson, que apoy la intervencin y se opuso a laejecucin en gran parte por cuestiones pragmticas, describi sin embargo la aseveracin deObama de que "se haba hecho justicia" como una "absurdez" que debera haber sido obvia para unantiguo profesor de derecho constitucional (http://www.thedailybeast.com/blogs-and-stories/2011-05-03/osama-bin-laden-death-why-he-should-have-been-captured-not-killed/ ). La ley de Paquistn "requiere que una investigacin judicial trasuna muerte violenta, y la ley internacional en materia de derechos humanos insiste en que elderecho a la vida comporta una investigacin dondequiera que una muerte violenta tenga lugar

    como consecuencia de acciones atribuibles al gobierno o a la polica. EEUU est por tanto bajo eldeber de realizar una investigacin que satisfaga al mundo sobre las verdaderas circunstancias deeste homicidio." Robertson aade que "La ley permite disparar a los criminales en defensa propia siellos (o sus cmplices) se resisten a ser arrestados de manera que pongan en peligro a aquellosque se esfuerzan en aprehenderlos. De ser posible, se les debera dar la oportunidad de rendirse,pero incluso si no saliesen con las manos en alto, deben ser apresados vivos si se puede conseguirsin riesgo. Por tanto la forma exacta en la que se dispar a la cabeza de bin Laden(especialmente si se le dispar en la nuca, a modo de ejecucin) requiere una explicacin. Por quun precipitado entierro en el mar sin una autopsia, tal y como la ley exige?"

    Robertson atribuye el asesinato a "la obsesiva creencia americana en la pena capital -nica entrelas naciones avanzadas- reflejado en el regocijo por la manera en la que falleci bin Laden." Por

    ejemplo, el columnista de The Nation Eric Alterman escribe que "matar a bin Laden fue una tareajusta y necesaria."

    Robertson nos suele recordar que "No siempre fue as. Cuando lleg el momento de considerar eldestino de hombres mucho ms impregnados de maldad que Osama bin Laden -por ejemplo loslderes nazis - el gobierno britnico quera ahorcarlos a las seis horas de haberlos capturado. ElPresidente Truman se opuso, citando el dictamen del juez Robert Jackson de que la ejecucinsumaria no caera bien en la conciencia americana ni sera recordada con orgullo por nuestroshijos... el nico camino es determinar la inocencia o culpabilidad del acusado tras una audiencia tandesapasionada como fuera posible y dejando un registro claro con nuestras razones y motivos."

    Los redactores del Daily Beast comentan que "la alegra es comprensible, pero para mucha gente

    de fuera, resulta poco atractivo. Respalda lo que cada vez ms parece un asesinato a sangre framientras la Casa Blanca se ve ahora forzada a admitir que Osama bin Laden estaba desarmado

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    http://www.thedailybeast.com/blogs-and-stories/2011-05-03/osama-bin-laden-death-why-he-should-have-been-captured-not-killed/http://www.thedailybeast.com/blogs-and-stories/2011-05-03/osama-bin-laden-death-why-he-should-have-been-captured-not-killed/http://www.thedailybeast.com/blogs-and-stories/2011-05-03/osama-bin-laden-death-why-he-should-have-been-captured-not-killed/http://www.thedailybeast.com/blogs-and-stories/2011-05-03/osama-bin-laden-death-why-he-should-have-been-captured-not-killed/
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    cuando recibi dos disparos en la cabeza."

    En sociedades que profesan un cierto respecto por la ley, a los sospechosos se les aprehende y seles conduce a un juicio justo. Subrayo "sospechosos". En abril de 2002, el jefe del FBI, RobertMueller, en lo que el Washington Post describi como "su comentario pblico ms detallado sobre el

    origen de los ataques," tan solo pudo decir que "los investigadores crean en la idea de que losataques del 11-S al World Trade Center y al Pentgono, venan de los lderes de al Qaeda enAfganistn, el plan de verdad se hizo en Alemania, y la financiacin vino a travs de los Emiratosrabes Unidos desde fuentes en Afganistn... Creemos que los cerebros estaban en Afganistn, enlos altos lderes de al Qaeda." Lo que el FBI crea y pensaba en 2002 no lo saba 8 meses antes,cuando Washington rechaz tentativas ofertas de los talibanes (como de serias, no lo sabemos)para extraditar a bin Laden si se les ofrecan pruebas. De manera que no es cierto, tal y como elPresidente Obama afirm en su discurso de la Casa Blanca, que "Rpidamente nos enteramos deque los ataques del 11-S fueron obra de al Qaeda."

    Nunca ha habido razones para dudar de lo que el FBI crea a mediados de 2002, pero ello nos sitamuy lejos de la prueba de culpabilidad que se exige en las sociedades civilizadas -y cualquiera que

    pudiera ser la prueba, no justifica el asesinato de un sospechoso que podra, parece ser, haber sidofcilmente aprehendido y llevado a juicio. Lo mismo se puede decir para las pruebas que se hanpresentado desde entonces. As la Comisin del 11-S proporcion una gran cantidad de pruebascircunstanciales del papel de bin Laden en el 11-S, basndose fundamentalmente en lo que losprisioneros de Guantnamo haban dicho en sus confesiones. Es dudoso que algo de esto sehubiera podido sostener ante un tribunal independiente, teniendo en cuenta las formas en la que seobtuvieron las confesiones. Pero en cualquier caso, las conclusiones de una investigacinautorizada por el Congreso, por muy convincentes que uno las pueda encontrar, quedan muy pordebajo de la sentencia de un tribunal creble, que es lo que hace cambiar la categora de unacusado de sospechoso a culpable. Se ha hablado mucho de la "confesin" de bin Laden, pero esoera una fanfarronera, no una confesin, con tanta credibilidad como mi "confesin" de que gan lamaratn de Boston. La fanfarronera nos dice bastante de su carcter, pero nada sobre su

    responsabilidad por lo que l considera como un gran logro, cuyos puntos le gustara apuntarse. Ymuy claramente de nuevo, todo esto de manera independiente al juicio que uno pueda tener sobresu responsabilidad, la cual pareca clara inmediatamente, incluso antes de la investigacin del FBI,y todava lo parece.

    Merece la pena aadir que la responsabilidad de bin Laden fue reconocida, y condenada, en buenaparte del mundo musulmn. Un ejemplo significativo es el distinguido clrigo libans SheikhFadlallah, por lo general muy respetado por los grupos de Hezbol y Shia, fuera de Lbano tambin.l tambin haba sido objetivo de asesinato: de un camin bomba fuera de una mezquita, en unaoperacin organizada por la CIA en 1985. l escap, pero otros 80 murieron, la mayora mujeres ynias, al salir de la mezquita -uno de esos innumerables crmenes que no entran en los anales delterror por culpa de la falacia de "la agencia equivocada." Sheikh Fadlallah conden con dureza los

    ataques del 11-S, como hicieron otros lderes del mundo musulmn, incluso dentro del movimientoyihadista. Entre otros el jefe de Hezbol, Sayyid Hassan Nasrallah, conden con dureza a bin Ladeny la ideologa yihadista.

    Uno de los mayores especialistas en el movimiento yihadista, Fawaz Gerges, seala que por aquelentonces el movimiento se podra haber escindido y EEUU podra haber aprovechado laoportunidad en vez de movilizar al movimiento, particularmente con el ataque a Irak, una bendicinpara bin Laden, que condujo a un sbito incremento del terror, tal y como las agencias deinteligencia haban anticipado. Esta conclusin se confirm por el antiguo jefe de la agenciadomstica de inteligencia britnica, el MI5, en las audiencias de Chilcot que investigaban eltrasfondo para la guerra. Confirmando otros anlisis, ella testific que ambas inteligencias, labritnica y la estadounidense, eran conscientes de que Saddam no supona una seria amenaza y

    que la invasin probablemente aumentara el terror; y que las invasiones de Irak y Afganistnhaban radicalizado a partes de una generacin de musulmanes que haban visto las acciones

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    militares como un "ataque al islam." Como suele ser el caso, la seguridad no fue una gran prioridadcuando el estado tomaba una accin.

    Podra ser instructivo preguntarnos a nosotros mismos si comandos iraques hubiesen aterrizado enel complejo residencial de George W. Bush, le hubiesen asesinado, y hubiesen lanzado su cuerpo al

    Atlntico (tras los oportunos ritos funerarios, por supuesto). No hay duda de que l no es un"sospechoso" sino "el que decidi" dar las ordenes para invadir Irak, -es decir, el que cometi "elsupremo crimen internacional, que difiere solo de otros crmenes de guerra en que contiene en smismo el mal acumulado del conjunto" (citando al Tribunal de Nremberg) por el cual se ahorc alos criminales nazis: en Irak, los cientos de miles de muertos, millones de refugiados, la destruccinde gran parte del pas, y el encarnizado conflicto sectario que ahora se ha propagado al resto de laregin. Tampoco cabe ninguna duda, de que estos crmenes excedieron con creces cualquiera delas cosas que se le atribuyen a bin Laden.

    Decir que todo esto est fuera de toda duda, que lo est, no implica que no se niegue. La existenciade gente que dice que la Tierra es plana no cambia el hecho de que, sin lugar a dudas, la Tierra noes plana. Similarmente, no hay duda de que Hitler y Stalin fueron responsables de crmenes

    horrendos, aunque sus partidarios lo nieguen. De nuevo, todo esto debera ser demasiado obviopara comentarlo, y lo sera, excepto en una atmsfera de histeria tan extrema que bloquease elpensamiento racional.

    Similarmente, no hay duda de que Bush y sus socios cometieron el "supremo crimen internacional",el crimen de agresin, al menos si nos tomamos al Tribunal de Nremberg en serio. El crimen deagresin fue definido con suficiente claridad por el juez Robert Jackson, fiscal jefe de los EEUU enNremberg, y reiterado en una resolucin oficial de la Asamblea General. Un "agresor", Jacksonpropuso al tribunal en su discurso de apertura, es un estado que es el primero en cometer talesacciones como "la invasin armada, mediando declaracin de guerra o no, del territorio de otroestado..." Nadie, ni siquiera el ms extremo partidario de la agresin, niega que Bush y sus socioshayan hecho precisamente eso.

    Haramos bien en recordar las elocuentes palabras de Jackson en Nremberg sobre el principio deuniversalidad: "Si ciertas contravenciones de tratados son constitutivas de delito, lo son tantosi lo hace EEUU como si lo hace Alemania, y no estamos preparados para crear una legislacinpenal que juzgue conductas delictivas de otros que no estemos dispuestos a invocar contranosotros mismos". Y en otra parte: ""No debemos olvidar que la vara con la que juzgamos hoya estos acusados es la vara con la cual la historia nos juzgar maana. Pasar a estos acusados uncliz envenenado es poner este cliz en nuestros propios labios.

    Tambin est claro que las intenciones alegadas son irrelevantes. Los fascistas japonesesaparentemente crean que arrasando China estaban trabajando para convertirla en un "parasoterrenal." No sabemos si Hitler crea estar defendiendo a Alemania del "terror salvaje" de los

    polacos, o se apoder de Checoslovaquia para proteger a su poblacin del conflicto tnico yotorgarles el beneficio de una cultura superior, o estaba salvando la gloria de de la civilizacingriega de los brbaros del Este y del Oeste, como sus aclitos proclamaban (Martin Heidegger).Incluso es concebible que Bush y compaa creyesen que estaban protegiendo al mundo de lasarmas de destruccin masiva de Saddam Hussein. Todo eso es irrelevante, aunque fervientespartidarios de todos ellos puedan intentar convencerse a s mismos de lo contrario.

    Nos quedan dos opciones. O Bush y sus socios son culpables del "supremo crimen internacional"incluyendo todos los males que se desprenden del mismo, crmenes que van ms all de lo que sele atribuye a bin Laden; o sino declaramos que los procesos de Nremberg eran una farsa y que losaliados fueron culpables de un crimen judicial. Y repito, esto es totalmente independiente de lacuestin sobre la culpabilidad de los acusados: ya sea la comprobada por el tribunal de Nremberg

    en el caso de los criminales nazis, o la presumiblemente asumida desde el principio en el caso debin Laden.

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    Unos pocos das antes del asesinato de bin Laden, Orlando Bosh muri plcidamente en Florida,donde resida junto con su cmplice terrorista Lus Posada Carriles, y muchos otro ms. Bosh, trasser acusado por el FBI de docenas de crmenes terroristas, se le otorg un perdn presidencialgracias a Bush y en contra de las objeciones del Departamento de Justicia, que lleg a la conclusin"inexorable de que sera perjudicial para el inters pblico de EEUU ofrecerle un refugio seguro a

    Bosh." La coincidencia de las muertes en el tiempo nos trae a la memoria la doctrina de Bush II, que"ya se ha convertido en una regla de facto en las relaciones internacionales," segn el clebreespecialista en relaciones internacionales de Harvard Graham Allison. La doctrina "revoca lasoberana de los estados que son un santuario para los terroristas," escribe Allison, refirindose a ladeclaracin de Bush II de que "aquellos que dan cobijo a los terroristas son tan culpables como losmismos terroristas," dirigida a los talibanes. Tales estados, han perdido su soberana y puedenconvertirse en objetivo de las bombas y del terror; por ejemplo, el estado que le dio cobijo a Bosh ya su socio - por no mencionar otros candidatos ms significativos. Cuando Bush solt esa nueva"regla de facto de relaciones internacionales" nadie pareci darse cuenta de que estaba llamando ala invasin y destruccin de EEUU y asesinar a sus criminales presidentes.

    Nada de esto es problemtico, por supuesto, si rechazamos el principio de universalidad del juez

    Jackson, y adoptamos a cambio el principio de que EEUU se ha auto-inmunizado contra el derechointernacional y las convenciones -algo que por cierto, el gobierno frecuentemente ya ha dejadomuy claro, un hecho importante, que sin embargo ha sido muy poco comprendido.

    Tambin merece la pena recapacitar sobre el nombre dado a la operacin: Operacin Gernimo. Lamentalidad imperial est tan arraigada que pocos parecen capaces de percibir que la Casa Blancaest glorificando a bin Laden llamndole "Gernimo" -el lder de la valerosa resistencia frente a losinvasores que buscaban confinar su pueblo al destino de "esa infortunada raza de americanosnativos, a quienes estamos exterminando con tanta prfida y despiadada crueldad, en uno de losatroces pecados de esta nacin, por los cuales creo que Dios algn da nos pedir cuentas," segnlas palabras del gran estratega John Quincy Adams, el arquitecto intelectual del destino manifiesto,mucho despus de que sus propias contribuciones a estos pecados se quedaran en el pasado.

    Algunos, no sorprendentemente, pueden comprenderlo. Lo que qued de esa infortunada razaprotest enrgicamente. La eleccin de los nombres es una reminiscencia de la facilidad con la quebautizamos nuestras armas asesinas segn las vctimas de nuestros crmenes: Apache, Blackhawk,Tomahawk,... Podramos reaccionar de manera diferente si la Luftwaffe llamara a sus aviones decombate "Judo" o "Gitano".

    Los ejemplos mencionados caeran bajo la categora del "excepcionalismo americano," si no fuerapor el hecho de que la fcil supresin de los propios crmenes es algo prcticamente ubicuo entrelos estados poderosos, al menos entre los que no son derrotados y forzados a reconocer la realidad.Otros ejemplos actuales son demasiado numerosos como para ser mencionados. Por coger tan solouno, de gran significancia en la actualidad, consideremos las armas de terror de Obama (aviones notripulados) en Pakistn. Supongamos que durante los aos 80, cuando estaban ocupando

    Afganistn, los rusos hubiesen llevado a cabo operaciones de asesinato en Pakistn contra aquellosque estaban financiando, armando y entrenando insurgentes -de manera bastante orgullosa y sintapujos. Por ejemplo, contra el jefe de la base de la CIA en Islamabad, quien explic que "amaba" el"noble propsito" de su misin: "matar soldados soviticos... no liberar Afganistn." No haynecesidad de imaginar la reaccin, pero hay una diferencia crucial: entonces eran ellos, y ahorasomos nosotros.

    Cules son las consecuencias ms probables de la muerte de bin Laden? Para el mundo rabe,significar probablemente poco. Su presencia se ha ido difuminando en el tiempo, y desde hacepocos meses fue eclipsado por la Primavera rabe. Su significancia en el mundo rabe fue captadapor el titular del New York Times en un artculo de opinin del especialista en Oriente Medio y alQaeda Gilles Kepel; "Bin Laden ya estaba muerto." Kepel escribe que a poca gente del mundo

    rabe le va a importar. Ese titular se podra haber sacado mucho antes, si EEUU no hubieramovilizado al movimiento yihadista con los ataques contra Afganistn e Irak, tal y como sugirieron

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    las agencias de inteligencia y los entendidos. En cuanto al movimiento yihadista, dentro del cualbin Laden era un smbolo dudosamente venerado, parece ser que no jugaba un papel mucho msimportante que esta "red de redes," como los analistas la llaman, que lleva la mayora de susoperaciones de manera independiente.

    Las consecuencias ms inmediatas y significativas probablemente sucedan en Pakistn. Se hablamucho sobre el enojo de Washington por el hecho de que Pakistn no entregase a bin Laden.Mucho menos se habla sobre la furia en Pakistn por el hecho de que EEUU invadiera su territoriopara cometer un asesinato poltico. El fervor anti-americano ya haba alcanzado cotas muy altas, yestos sucesos probablemente lo incrementen an ms.

    Pakistn es el pas ms peligroso del mundo, y tambin el que ve crecer su poder nuclear a mayorvelocidad, con un gigantesco arsenal. Y se mantiene unido por una institucin estable, el ejrcito.Uno de los destacados especialistas en Pakistn y su ejrcito, Anatol Lieven, escribe que "si algunavez EEUU pusiera a los soldados pakistanes en una posicin en la que ellos sintieran que es unacuestin de honor y patriotismo luchar contra EEUU, muchos lo haran muy gustosamente." Y siPakistn colapsara, un "resultado absolutamente inevitable sera el trasvase de un gran nmero de

    ex-soldados muy bien entrenados, incluyendo ingenieros y expertos en explosivos, hacia gruposextremistas." La principal amenaza que l ve es la fuga de material fisible hacia manos yihadistas,una eventualidad horrorosa.

    El ejrcito paquistan ya ha sido empujado hasta el lmite por los ataques de EEUU la soberanapaquistan. Un factor son los ataques con aviones no tripulados en Pakistn que Obama intensificinmediatamente despus de matar a bin Laden, arrojando sal en la herida. Pero hay ms,incluyendo la exigencia de que el ejrcito paquistan colaborase en la guerra estadounidense contralos talibanes afganos, a la que una abrumadora mayora de paquistanes, incluido el ejrcito,consideran una guerra justa de resistencia contra un ejrcito invasor, segn Lieven.

    La operacin de bin Laden podra haber sido la chispa que provoc un gran incendio, con funestas

    consecuencias, particularmente si la fuerza invasora haba sido compelida a abrirse camino hasta lasalida, como se anticip. Quizs el asesinato fue percibido como un "acto de venganza," segnconcluye Robertson. Cualquiera que fuera el motivo, difcilmente habra podido ser la seguridad. Aligual que en el caso del "supremo crimen internacional" en Irak, el asesinato de bin Laden muestraque la seguridad usualmente no es una alta prioridad cuando el estado acta, contrariamente a ladoctrina comnmente aceptada.

    Hay mucho ms que decir, pero incluso los hechos ms obvios y elementales deberan darnosmucho que pensar.

    Fuente: http://www.zcommunications.org/there-is-much-more-to-say-by-noam-chomsky

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    http://www.zcommunications.org/there-is-much-more-to-say-by-noam-chomskyhttp://www.zcommunications.org/there-is-much-more-to-say-by-noam-chomsky