NO SOMOS RECURSOS, SOMOS HUMANOS

Una conversación sobre cómo las personas mejoran las

organizaciones

Este libro me ha dado mucho que pensar, he reflexionado mucho sobre cómo

se debe trabajar en una organización y sobre todo en un equipo. Creo que

todo lo aprendido podría aplicarlo en mí día a día y también en Glow.

En cada uno de los temas principales del libro como la comunicación interna,

la creatividad e innovación, el cambio, la inteligencia emocional, la

negociación y conflicto, el liderazgo y valores aprendemos cómo se debe

mejorar una compañía, sobre todo, las que todavía tienen una organización

bastante tradicional.

Aunque sabía que la comunicación era imprescindible en una compañía

ahora me ha quedado mucho más claro, ya que creo que es la base de todo

(problemas, preguntas, nuevas ideas, influencias…)

Para empezar, hablare de la comunicación interna. Todos sabemos que

muchas empresas de hoy en día funcionan con una jerarquía. Desde mi punto

de vista, este modo de trabajo lo único que hace es retrasar el proceso de la

misma empresa, ya que es imposible la comunicación entre empleados y

directivos. Por una parte, porque los empleados no tienen confianza en sí

mismos para hacer cambiar o mejorar las cosas de la empresa, claro, puede

que sea por miedo a perder su trabajo

y por otra parte porque los directivos no

escuchan a los mismos empleados, ya

que piensan que los consejos de estos

no sirven de nada, creyendo que ellos

lo harán mucho mejor. ¿No creéis que

esto sea un problema? ¿No creéis que

lo que diferencia de una empresa a

otra es el potencial de los

trabajadores? Pues yo creo que sí, y

creo que ya es hora de dar

importancia a lo que piensen los

empleados, creo que estos ven la

empresa de otra perspectiva y son capaces de ver lo que los directivos no

pueden.

Esto me ha recordado al ejemplo de Pan Bimbo que menciona el libro. Fue un

empleado el que dio la idea a dirección para hacer el pan sin corteza y mirad

qué éxito ha tenido. Este empleado utilizo la creatividad, cosa que

actualmente se ve que no ha sido muy desarrollada. Ahora os explico por qué

ocurre eso. Desde siempre, desde la misma escuela hasta hoy en día, hemos

desarrollado únicamente la parte lógica (matemáticas, física o química…) del

cerebro olvidándonos de la parte de la creatividad e imaginación. Pero ya es

hora de empezar a cambiar esto. Una persona creativa encuentra maneras

distintas de ver y hacer las cosas, experimenta y sin límites va más allá creando

nuevas ideas. Es esto lo que verdaderamente necesitan las empresas de hoy

en día junto a la innovación, para así poder llegar al cambio. ¿Pero qué ocurre

con el cambio? Esto es algo que nos da mucho miedo, pero con el que

podemos aprender mucho. Romper con la rutina y salir de la zona de confort

son los primeros pasos que debemos dar para empezar con el cambio.

En cuanto a la inteligencia, muchas empresas de hoy en día siguen haciendo

test de inteligencia. La verdad es que veo esto algo totalmente innecesario. El

libro me ha enseñado que la inteligencia emocional es algo que podemos

desarrollar nosotros mismos, pero como la creatividad, no nos lo han enseñado

y solamente hemos desarrollado

algunas partes de nuestra inteligencia,

como por ejemplo, las matemáticas, la

lengua, la física... sin tener en cuenta

el relacionarse, el trabajo en equipo, la

intuición o las soluciones constructivas.

También la inteligencia emocional

tiene mucho que ver con los

sentimientos, cuando mejor nos

sentimos con nosotros mismo mejor nos

sentiremos con nuestra empresa. La actitud es algo muy importante en eso,

para ello, uno de los escritores del libro recomiendo la meditación diaria para

aumentar nuestra productividad.

La negociación y conflicto, otro de los temas principales del libro, enseñan la

importancia de los mismos. En estos dos años de la carrera me he dado

cuenta que es necesario el conflicto en las compañías, tener distintas

opiniones es muy bueno para dialogar y para entendernos. Pero es cierta la

frase de Nos convertiremos en una especio evolucionada una vez que nos

entendamos.

Por último, en la parte de liderazgo y valores he aprendido qué es un líder y la

importancia de los valores en las empresas. Un líder es

alguien que influye en los demás, alguien muy responsable. Y

he aquí la misma pregunta de siempre ¿el líder se nace o

hace? Claramente se hace, todos podemos llegar a ser

líderes. En cambio, en todos los equipos hay un anti líder

(desmotivador, derrotista, negativo…. Eso sí, para llegar a ser un buen líder

tenemos que pasar por tres fases; liderazgo personal, de organización y social.

Aquí también mencionan los sueños. Una frase de Eleanor Roosvelt que me ha

encantado El futuro pertenece a aquellos que creen en la belleza de sus

sueños. Junto a esto, quiero mencionar algo nuevo que he aprendido; el

DIAMANTE DEL DESEO (imagínate que ya has cumplido tu objetivo ¿qué has

hecho para conseguirlo?)

Los valores, son algo que está de moda y

muchas compañías los tienen porque la

competencia los tiene, pero claramente

son una necesidad junto a la visión y la

misión. Los valores hay que ponerlos en

práctica y deben de ser compartidos por

todos los trabajadores.

En conclusión, me he dado cuenta que las empresas deben ser los que deban

de hacer feliz a los empleados. En nuestro caso, ¿no creéis que Glow nos debe

hacer felices? Eso sí cada uno de nosotros también tiene que poner una

mínima actitud positiva en la empresa.

Por otra parte, quiero mencionar que las empresas son el ejemplo a seguir de

hoy en día. Estoy totalmente de acuerdo cuando los escritores mencionan que

hay mucha hipocresía en las empresas y también cuando dicen que todavía

son muy tradicionales. ¿Es posible que en el siglo XXI veamos a las personas

como gastos o que la mujer en muchos puestos de trabajo cobre menos que

el hombre?

Ahí lo dejo, creo que sería muy interesante que todo leyéramos este libro, a mí

me ha dado mucho que pensar y reflexionar. Además de aprender nuevas

cosas, me ha quedado muy claro que la comunicación es la base de todo.

Edurne Kortabarria