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Nº 481 DICIEMBRE - 2008 FUNDADO EL 15 DE JULIO DE 1906 DEL DEPARTAMENTO COMUNICACIONAL DEL EJÉRCITO

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N º 4 8 1

D I C I E M B R E - 2 0 0 8

F U N D A D O E L 1 5 D E J U L I O D E 1 9 0 6

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D E P A R T A M E N T O C O M U N I C A C I O N A L D E L E J É R C I T O

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F U N D A D O E L 1 5 D E J U L I O D E 1 9 0 6

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D E P A R T A M E N T O C O M U N I C A C I O N A L D E L E J É R C I T O

DIRECTOR RESPONSABLE:

CRL. CaRLos Mezzano esCaniLLa Jefe del Departamento Comunicacional del ejército

COMITÉ EDITORIAL:

MaY. sanDRa aRMiJo LÓPez Jefa de Comunicaciones internas

CaP. GLoRia FeRnÁnDez RiVeRa Jefa de Revistas Militares

seRGio siLVa Beas editor Periodístico

iMPReso en Los TaLLeRes DeL insTiTUTo GeoGRÁFiCo MiLiTaR

insCRiPCiÓn nº 92.946

Revista fundada el 15 de julio de 1906. Prohibida su reproducción parcial o total sin autorización. Las colaboraciones y los juicios en ella vertidos son de la exclusiva responsabilidad de sus autores y no representan necesariamente el pensamiento ni la doctrina del ejército de Chile.Edificio de las FAs, calle Zenteno 45, 4º piso. Fono/Fax: 731 3649

Nº 481 - DICIEMBRE 2008

Contenido 3

LA PROBLEMÁTICA DEL MANTENIMIENTO DE LA PAZ MUNDIAL, LOS ESFUERZOS DE LA ONU Y EL ROL DEL CONSEJO DE SEGURIDADCRL. (R) Pedro Pablo Bustos V. 4

¿EJéRCITO DE ChILE O EJéRCITO ChILENO?CRL. Luis Rothkegel Santiago 20

AFGANISTÁN, UN CASO DE ANÁLISIS DEL CENTRO DE GRAVEDAD EN LA FASE DE ESTABILIZACIÓN DEL CONFLICTOComandante de Batallón (Francia) Jérôme RansanTCL. Aleksi N. Gloffka Reyes 31

PARTICIPACIÓN DE LAS FUERZAS ChILENAS EN MISIONES DE PAZ EN hAITÍMAY. Rodrigo Vargas Oyarzún 49

PROPOSICIÓN DE UNA METODOLOGÍA PARA DETERMINAR LA POSIBILIDAD MÁS PROBABLE, INTEGRADA,EN EL NIVEL DE LA CONDUCCIÓN OPERACIONALMAY. Gonzalo A. Cañas Bennett 69

DESAFÍOS VALÓRICOS DE LA SOCIEDAD EN LA ACTUALIDAD Y SU IMPORTANCIA EN EL EJERCICIO DEL MANDO Y LIDERAZGO EN EL EJéRCITO DE ChILEMonseñor Juan Ignacio González E. 97

EL EJéRCITO POPULAR DE LIBERACIÓN DE ChINA EN EL AÑO DE LAS OLIMPIADAS: 81 AÑOS EN RETROSPECCIÓNCRL. Sergio Lizana Carrasco 110

LOS CORREOS MILITARESCRL. (R) René I. Saavedra Prat 131

Recuerdos del pasado 141SOBRE UNIFORMES 143

Normas editoriales 157Hemos editado 158

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LA PROBLEMÁTICA DEL MANTENIMIENTO DE LA PAZ MUNDIAL, LOS ESFUERZOS DE LA ONU Y

EL ROL DEL CONSEJO DE SEGURIDADPEdRO PABLO BuSTOS V.1

Coronel ( R )

Resumen: Este artículo busca presentar el gran problema que enfrenta la comunidad internacional para intentar mantener la paz en zonas de conflicto. Para ello se hace una síntesis del rol que a los organismos internacionales y específicamente a la Organización de Naciones Unidas le cabe en este aspecto. A su vez se enumeran los esfuerzos que ha hecho esta organización multilateral para mejorar los procedimientos de las operaciones de mante-nimiento de la paz y se resumen las actividades y el tratamiento que da el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a una situación de conflicto. Todo ello basado en la experiencia personal vivida por el autor durante su estadía en la Misión Permanente de Chile ante la ONU en Nueva York, cuando el país integró como miembro no permanente el Consejo de Seguridad en los años 2003 y 2004.Palabras clave: Conflicto, Organización de Naciones Unidas, mantención de la paz, informe Brahimi, diplomacia preventiva, Consejo de Seguridad de la ONU, operaciones de paz.

Abstract: This article aims to present the huge trouble of the international community in maintaining peace in conflict zones. In that purpose there is a summary of the role that International Organizations have to play in this issues and in particular the United Nations. Also there is a presentation of the big efforts done by the UN to improve the procedures in Peacekeeping Operations and the way the Security Council treats a conflict situation and the activities done in that main body. All of these matters are based on the experience got

1 Licenciado en Ciencias Militares, Oficial de Estado Mayor, Magíster en Planificación y Gestión Estratégica y Magíster (C) en Política de defensa ACAGuE, diplomado en Estudios Políticos del Inst. Ciencia de Política uCH; menciones “Poder y política en el sistema político chileno” y “Actores y procesos en la política mundial contemporánea”; diplomado en Liderazgo y Gestión de RR.HH. de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la uCH y Profesor de Historia Militar y Estrategia. Integró como Agregado Militar adjunto, la Misión de Chile ante la ONu en Nueva York los años 2003 y 2004, durante la permanencia de Chile en el Consejo de Seguridad. Actualmente se desempeña como Asesor del depto. Comunicacional del Ejército.

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by the article writer during his permanence at the Chilean Permanent Mission to the UN in New York, when Chile was part of the Security Council as a non permanent member between 2003 and 2004.Key words: Conflict, UN, peacekeeping, Brahimi Report, Prevent Diplomacy, security council, peacekeeping operations.

INTRODUCCIÓN

Para nadie es desconocido que la Segunda Guerra Mundial marcó un hito en cuanto al empleo de la guerra para la obtención de territorios, poder, influencia, dominación y riquezas por parte de los Estados y la defensa de estos mismos, por la cantidad de medios involucrados y los graves daños causados. Pero esta conflagración mundial a su vez quedó marcada en la historia como la ocasión en que se perdió la mayor cantidad de vidas humanas. Este hito, por lo tanto, también se relaciona con el aprendizaje de grandes lecciones de todo orden, entre las que resalta el entendimiento y comprensión mundial, teniendo como objetivo pri-mordial la necesidad imperiosa de mantener la paz para evitar la repetición de hechos tan costosos y dolorosos para toda la humanidad. Sin embargo, y pese a los grandes esfuerzos realizados, los conflictos y la inestabilidad entre Estados, y también dentro de los mismos, han continuado y pareciera, a la luz de lo que sucede en distintos continentes, que a lo menos en el corto plazo no terminarán.

Tras el fin de la Guerra Fría se creyó que ahora sí los conflictos disminuirían y que sería más fácil llegar a entendimientos para la solución de ellos. Los acontecimientos de las últimas dos décadas nos demuestran que no ha sido así y que en el mundo subsisten graves amenazas a la seguridad de las naciones, ya sea por conflictos interestatales y, principalmente, en los países en desarrollo por la existencia de numerosos conflictos internos. Por otra parte ha surgido pos 11 de septiembre del 2001, la evidencia de nuevas amenazas que se identificaron teóricamente en la década de los noventa y que con el atentado a las Torres Gemelas de Nueva York, los atentados en los transportes públicos de Madrid y Londres y la masacre en la escuela de Beslam, en Osetia del Sur (Rusia), demostraron que eran una realidad y que pueden afectar a cualquier parte del mundo por las acciones del terrorismo internacional y por la proliferación de las armas de destrucción masiva, entre otras.

Es así como los ojos de los habitantes del mundo se posan en los organismos multilaterales existentes para pedirles, o mejor dicho exigirles, que cumplan un activo rol en la solución de los conflictos, ya sea por la pacificación, mediación, aplicación de justicia o incluso imposición de la paz, para evitar derramamientos de sangre y pérdidas de vidas humanas como un fin prioritario. destaca entre estos organismos internacionales como el más grande, importante y efectivo, la Organización de Naciones unidas, la que a través de su historia ha desarrollado ingentes esfuerzos para lograr su cometido de paz.

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Surgen, entonces, entre otras acciones que desarrolla la ONu, las operaciones de paz como uno de los medios utilizados por ella para mantener la paz y la seguridad internacionales. En dichas actividades están involucradas las fuerzas internacionales bajo el mando de Naciones unidas y que contribuyan a apoyar la vigilancia y resolver conflictos entre países hostiles y/o entre comunidades enemigos dentro de un mismo país. Esta técnica innovadora del mantenimiento de la paz acuñada por el organismo multilateral, se basa en el concepto de que “un soldado es un catalizador de la paz y no un instrumento de guerra”.

LA ORGANIZACIÓN DE NACIONES UNIDAS Y LA PAZ MUNDIAL

La Carta de Naciones unidas firmada el 26 de junio de 1945 en la ciudad de San Francisco, al concluir la Conferencia de Naciones unidas sobre organización internacional y que entró en vigor el 24 de octubre del mismo año, establece como el principal propósito de esta organización el “mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin: tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y lograr por medios pacíficos, y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de con-ducir a quebrantamientos de la paz”.2 Sin embargo, y pese a las loables intenciones reflejadas en este primer artículo, propiciando un gran acuerdo al que en la actualidad se encuentran suscritos 192 Estados del mundo, no ha sido posible evitar los conflictos internacionales o intraestatales y por ello la organización está desarrollando y ha dedicado grandes esfuerzos para mejorar esta situación.

Hay que comprender que en el nuevo contexto global del siglo XXI, una de las grandes tareas que deberá enfrentar la comunidad internacional será reforzar y mejorar el papel de Naciones unidas de cara a la consecución de la paz y la seguridad en el mundo.

Reforzar el papel de la ONu en esta materia, se sabe que no es tarea fácil y requerirá de un gran esfuerzo colectivo por parte de todos y cada uno de los Estados miembros, de los organismos regionales y de la sociedad civil en su conjunto. En consecuencia con ello, a la fecha se han hecho una serie de propuestas entre las que destacan las siguientes:

• ReafirmarelpapelcentralquerecaeenlaAsambleaGeneral–ensucalidaddeprincipalórganodedeliberación,deadopcióndepolíticasyderepresentacióndeNacionesUnidas–ycapacitarla para que pueda desempeñar ese papel con eficacia.

2 Artículo 1º de la Carta de Naciones unidas. departamento de Información Pública de Naciones unidas. Nueva York.

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• RedoblarlosesfuerzosparalograrlareformadelConsejodeSeguridadensusprincipalesaspectos.

• FortalecerlaCorteInternacionaldeJusticia,afindequeprevalezcaelimperiodelderechoen los asuntos internacionales.

• Fomentar lacoordinacióny lasconsultasperiódicasentre losórganosprincipalesde Naciones unidas en el desempeño de sus funciones.

• Velarporquelaorganizacióncuente,deformaoportunayprevisible,conlosrecursosquenecesita para cumplir con su mandato.

Las propuestas enunciadas, y en varias de las cuales aún se está trabajando sin llegar a acuer-dos definitivos, estimo no serán fácilmente alcanzables, ya sea por los conflictos de intereses entre los Estados o grupos de Estados que naturalmente van a surgir con las proposiciones que se presenten, o por la intención de algunos de mantener el estatus vigente y que de modificarse le representaría una pérdida de influencia en el contexto de la política mundial.

Pese a lo expuesto y con la intención de mejorar en la paz y seguridad del mundo, en la reforma de Naciones unidas planteada en la Cumbre del Milenio,3 se propusieron una serie de medidas para que la ONu logre en la medida de lo posible abolir las guerras, usando para ello medios prácticos como la prevención y el empleo de mediadores profesionalmente capa-citados; restablecer y mantener la paz luego de iniciado un conflicto y evitar que las fuerzas en disputa lleguen al enfrentamiento, a través de una posible fuerza de paz; y lograr la abo-lición de las armas de destrucción masiva y del armamento nuclear, entre otras importantes medidas acordadas.

Cuando hablamos de prevención nos referimos al importante recurso que tiene la ONu para resolver las controversias antes de que estalle un conflicto y que no es otro que la llamada “di-plomacia preventiva”. Al respecto, Boutros Boutros-Ghali, como Secretario General de la ONu,4 en su documento "un programa de paz", trató ampliamente el tema y la interpretó como el conjunto de medidas destinadas a evitar la proliferación de controversias entre dos o más partes, e impedir que dichas controversias se transformen en enfrentamientos, y a prevenir que una vez producida la confrontación, esta se extienda.

3 El 15 de marzo de 2000, la Asamblea General aprobó la Resolución 54/254 mediante la que se decidió efectuar una Cumbre del Milenio, la que se llevó a cabo del 6 al 8 de septiembre de 2000, para tratar el tema de “La función de Naciones unidas en el siglo XXI”.

4 El egipcio Boutros Boutros-Ghali se desempeño como Secretario General de la ONu entre 1992-1996, es el sexto en ocupar este cargo y el único a la fecha que no ha sido reelecto para un segundo período, por la oposición de EE.uu. a su nominación en el seno del Consejo de Seguridad.

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Ahora bien, la diplomacia preventiva, como una estrategia, como una táctica o como una forma de actuar frente a los conflictos va indisolublemente ligada a otros mecanismos, tales como: el establecimiento, el mantenimiento y la consolidación de la paz, sin los cuales no tendría consistencia.

Cada una de estas fases, aunque cumplen su propia y determinada función, son absolutamente complementarias con las demás y debemos comprenderlas como lo siguiente:

• El"establecimiento de la paz": Son aquellas medidas destinadas a lograr que las partes enfrentadas lleguen a un acuerdo, el que de ser posible, e idealmente, debería alcanzarse por la vía pacífica.

• El"mantenimiento de la paz": Se entiende como el despliegue de las fuerzas de paz de NacionesUnidasenelterreno–incluyendopersonalmilitar,policialycivil–,laquecuentacon el consentimiento de todas las partes implicadas. Esta ha demostrada ser una técnica eficaz para aumentar la prevención de conflictos y mantener zonas en que reinó el enfren-tamiento en niveles satisfactorios de paz.

• Eltérmino"consolidación de la paz": Significa el conjunto de medidas destinadas a definir y fortalecer aquellas estructuras que tiendan a reforzar la paz y eviten la reanudación del conflicto. En el caso de los conflictos intraestatales, en esta fase debe consolidarse toda la infraestructura política institucional que normalmente resulta dañada, destruida o no confiable para los ciudadanos de ese Estado.

Asimismo podríamos señalar que intentando darle un ordenamiento lógico y comprensivo a las acciones de prevención y a las de mantenimiento de la paz que como dijimos son complementa-rias, estas seguirán su propia secuencia según este orden para su correcta y exitosa concreción: la diplomacia preventiva entra en juego antes de que haya estallado el conflicto, luego y en caso quesehayaproducidolaconfrontación–loquenosindicaríaquenofueefectivaensutotalidadestadiplomaciapreventiva–actuaríalamisióndemantenimientodepazparafrenarlaypacificarel territorio; finalmente, y para detectar las deficiencias, localizar los problemas y evitar la reanu-dación del conflicto, actuaría una misión de consolidación de la paz.

Hoy en día, en que han pasado más de 62 años de la creación de la Organización de Naciones unidas, el trabajo de mantener la paz en el mundo se ha dificultado enormemente y en muchas ocasiones se está convirtiendo en una tarea casi imposible. Conflictos como los de Katanga, en el Congo en 1961; la terrible matanza de civiles ancianos, mujeres y niños de Ruanda en 1994, los conflictos intraestatales de Somalia y Bosnia-Herzegovina, entre 1992-1995; el de Timor Oriental el 2000-2001, o más recientemente los de darfur en la región occidental de Sudán; el del Líbano en su frontera sur con Israel y el actual conflicto en la República democrática del Congo, delatan

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la limitación e impotencia de las operaciones de paz cuando las partes en conflicto no buscan abiertamente la concordia, y es ahí cuando se plantean los dilemas ético-morales y funcionales de la combinación del mantenimiento de la paz con el uso de la fuerza, como elemento disuasorio. Tal controversia desaparece cuando las partes en conflicto demuestran su compromiso para la consecución de la paz, respetan los acuerdos adquiridos y permiten a las fuerzas de mantenimiento de paz ejercer su verdadero rol de pacificadores, estas fuerzas que actúan con un poder que emana de la autoridad moral y de la legitimidad conferida por la comunidad internacional cuando se actúa con imparcialidad.

La vocación pacificadora que protagoniza y caracteriza a la Organización de Naciones unidas desde su fundación, a juicio de la comunidad internacional, debe ser reforzada y legitimada. Esto debería concretarse principalmente en su papel de guardián de la seguridad internacional, no solo en su sentido tradicional, sino también de cara a los nuevos retos que plantea el siglo XXI. Con este fin y entendiendo, como ya se ha dicho, que cada día el desafío de mantener la paz es mayor y más difícil de concretar, el anterior Secretario General de la ONu, Kofi Annan,5 en marzo de 2000 pidió a un grupo de expertos de alto nivel, encabezados por su asesor de larga data Lakhdar Brahimi–unantiguoMinistrodeRelacionesExterioresdeArgelia–queestudiara,investigarayexaminara las operaciones de paz de Naciones unidas y determinara cómo, dónde y cuándo podían ser más eficaces y a su vez cómo podrían mejorarse.

INFORME BRAHIMI: UNA ESPERANZA DE MEJORAR EN EL MANTENIMIENTO DE LA PAZ

Bajo la dirección de Lakhdar Brahimi, el Grupo sobre las misiones de paz de Naciones unidas conformado además por otras nueve eminentes personalidades de todo el mundo, provenientes de la esferas diplomáticas, políticas y militares, con amplia experiencia en las materias y acciones del mantenimiento de la paz, su consolidación y desarrollo y la asistencia humanitaria, elaboró en cuatro meses un informe conocido mundialmente como el "Informe Brahimi". Este tuvo por objeto presentar una serie de recomendaciones sobre cómo mejorar todas las actividades de la organización en materia de paz y seguridad. Es decir, su amplitud era tal, que involucró varia-dos aspectos, pero todos encaminados a mejorar la situación de seguridad y paz de los Estados miembros de la organización.

El grupo de alto nivel trabajó partiendo de la premisa de que durante la última década del siglo XX, la ONu no había logrado superar con eficacia el reto de proteger a los pueblos del flagelo de la guerra y efectuó una crítica franca que fue el reflejo de la experiencia colectiva del grupo y de las entrevistas directas u observaciones escritas de más de 200 personas. Se consultó a las

5 Kofi Annan fue el séptimo Secretario General de la ONu y ocupó el cargo por dos períodos consecutivos, entre 1997 y 2006. Fue galar-donado, con la ONu, con el Premio Nobel de la Paz el año 2001.

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misiones permanentes de los Estados miembros, a los miembros del Consejo de Seguridad, al Comité Especial de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, al personal de la Secretaría General que se ocupa de los asuntos y trabaja en los departamentos relacionados con el mantenimiento de la paz en las sedes de Nueva York y Ginebra y a los altos comisionados para los derechos hu-manos y también al de los refugiados. Finalmente, se entrevistó a las autoridades y personal que participaban actualmente en las misiones en desarrollo.

Con todos estos antecedentes se elaboró un informe que fue presentado al Secretario General y este a la Asamblea General y al Consejo de Seguridad, el que propuso una serie de herramientas claves para hacer más operativas a las fuerzas de mantenimiento de paz, y así cumplir eficazmente con los mandatos que autorizaban su despliegue. El objetivo que se trataba de lograr era el de dotar de medios y respaldo a las misiones de paz, a fin de mejorar principalmente su operatividad y los resultados en cuanto a lo establecido en su mandato por la resolución correspondiente del Consejo de Seguridad.

La plena puesta en marcha de las reformas relativas a las operaciones de paz de la ONu consi-deradas en el Informe Brahimi, implicaban la adopción y cumplimiento de compromisos políticos, el establecimiento y aprobación de dotaciones presupuestarias inmediatas y la adopción de pro-cedimientos operacionales más ágiles y eficaces. Esto pudo llevarse a cabo con el firme apoyo de los Estados miembros de la organización, evitando que quedara solo como un texto y un estudio más sin aplicación.

Las reformas propuestas por el Informe Brahimi tendían a mejorar la efectividad de la operación de mantenimiento de la paz, y fueron aprobadas en la ONu el 4 de diciembre de 2000, por el Comité Especial de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, y destacan entre otras las siguientes:

• PonerenmarchaunaampliareestructuracióndelDepartamentodeOperacionesdeMan-tenimiento de la Paz;

• EstablecerunanuevaUnidaddeInformaciónyAnálisisEstratégicoadisposicióndetodoslos departamentos de la ONu implicados en asuntos de paz y seguridad;

• CrearenlasededelaONUungrupodetrabajointegradoparaplanificar,desdesuinicio,cada una de las misiones de mantenimiento de la paz;

• ExigiralConsejodeSeguridadlaelaboracióndemandatosclarosyviables;

• SolicitaralConsejodeSeguridadqueseopongaalaautorizacióndeunamisióndepaz,hasta que los Estados miembros no comprometan los recursos financieros y las tropas necesarias;

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• Considerarlasoperacionesdemantenimientodelapazcomounaactividadcentraldela ONu y que el financiamiento de las mismas se integre al presupuesto regular de la organización;

• Lossoldadosdemantenimientodelapazdebentenerlacapacidaddedefenderseparacumplir con su mandato;

• Establecerreglasdecombatesólidasparaquelosefectivospuedanenfrentarseaquienesse nieguen a cumplir con los compromisos;

• Lograrque lasoperacionesdepazpuedanserdesplegadasenunplazomáximode30días;

• Establecer,enlugaresestratégicosdetodosloscontinentes,brigadaslistasparadesple-garseyactuareficazmente–conformadaspor100militares,100policíasyexpertos–contan solo 7 días de preaviso;

• Tenerdisponibledeformapermanenteequiposlistosparapoderusarsedeinmediatoenla base logística de Naciones unidas de Brindisi (Italia);

• LograrquesecumplaneficazmentelassancionesestablecidasporelConsejodeSeguridady que no se infrinjan penurias innecesarias a personas inocentes.

Estas medidas fueron alabadas por la mayor parte de los Estados miembros. Es así como el Grupo de Río, organismo multilateral del que nuestro país es parte, se refirió a ellas a través de las palabras del entonces embajador de Chile ante la ONu, señor Juan Gabriel Valdés S.,6 quien en su discurso en la sesión en que se analizaba el informe del Secretario General sobre la implementación de las medidas propuestas por el grupo que dirigió L. Brahimi, en octubre de 2000, señaló que los aspectos que aparecían como de mayor importancia eran los referentes al despliegue rápido, enfatizando la importancia de poder contar con fuerzas stand-by, la conformación de las listas de reserva y la participación del personal civil a través de equipos integrados listos para el despliegue y así tener una acción rápida y oportuna.

Por otra parte, también valoró la conformación de la unidad de análisis y políticas al interior del Comité Ejecutivo de Paz y Seguridad, lo que mejoraría la calidad y la disponibilidad de la información para garantizar el éxito de una operación de mantenimiento de la paz.

6 Intervención del representante permanente de Chile ante Naciones unidas, embajador Juan Gabriel Valdés, en Nueva York, en sesión del Consejo de Seguridad el 18 junio de 2001 a nombre del Grupo de Río.

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También destacó la modificación de la estructura orgánica y el fortalecimiento del departa-mento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, y la interacción que se produciría con los países contribuyentes de tropas.

A la fecha, lamentablemente no se han implementado todas las medidas propuestas, pero sí se puede afirmar que, como resultado del informe, Naciones unidas y los Estados miembros adoptaron muchas de ellas para mejorar las operaciones de mantenimiento de la paz.

Entre las medidas adoptadas, y que han tenido éxito en su implementación, se puede destacar el aumento del personal del departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz en la sede en Nueva York, dedicado al apoyo de las misiones en terreno. Asimismo, se creó una oficina de Prácticas Recomendadas de Mantenimiento de la Paz para analizar la experiencia adquirida y ase-sorar a las misiones en cuestiones de género, conducta del personal, planificación de programas de desarme, desmovilización y reintegración y otros asuntos.

En cuanto a la disponibilidad de recursos para implementar una operación se estableció un mecanismo de financiación anterior al establecimiento del mandato, para garantizar que se contará con un presupuesto para el inicio de una nueva misión, y se creó la base logística del departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz en Brindisi (Italia), la que reci-bió fondos para adquirir existencias que son mantenidas en stock para facilitar el despliegue estratégico. Simultáneamente se fortaleció el adiestramiento permanente para aumentar la capacidad de respuesta rápida.

Como otra medida el departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz reorganizó el sistema relativo a las fuerzas de reserva de la ONu, teniendo una enumeración de los recursos concretos de los Estados miembros, que incluye al personal militar y civil especializado, así como también el material y equipo disponible para las misiones de mantenimiento de la paz de Naciones unidas. En el nuevo sistema relativo a las fuerzas de reserva se dispuso que, para el estableci-miento de una nueva operación, estas fuerzas deberían poder facilitarse en un período de 30 a 90 días. Por su parte, y como algo destacado por la importancia que reviste, cabe mencionar que otro aspecto en el que también se ha avanzado, es en la labor relacionada con el establecimiento de mandatos claros y realistas por parte del Consejo de Seguridad.

EL CONSEJO DE SEGURIDAD Y SU ROL EN LAS OPERACIONES DE PAZ

El mandato primordial encomendado a Naciones unidas desde su creación fue precisamente el de velar por el desarrollo de la paz y la seguridad en el mundo, para lo que existe dentro de ella un organismo cuyo rol específico será velar por esa paz y seguridad universales como su actividad prioritaria.

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Para comprender en mejor medida dónde radica esta responsabilidad, primero es necesario recordar que son seis los órganos principales de la ONu, los que desde su creación han cambiado en la cantidad de sus miembros integrantes y, en menor medida, en sus roles y actividades. Es así como desde esa época existen: la Secretaría General, la Asamblea General, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, la Corte Internacional de Justicia y el Consejo de Administración Fiduciaria.7 El velar por la paz y seguridad internacionales es una responsabilidad primordial del Consejo de Seguridad. Para ello los miembros de la comunidad internacional agrupados en esta organización mundial confirieron a este consejo la responsabilidad de actuar en su nombre, para asegurar la rápida y eficaz acción en este cometido.8

Para ordenar y disponer las medidas acordadas por sus miembros en el campo de la paz y se-guridad internacionales, el Consejo de Seguridad emite las resoluciones que sean del caso, las que deberán aprobarse con nueve votos afirmativos de sus integrantes y sin ningún voto negativo de alguno de los cinco miembros permanentes.9 Estas resoluciones tienen el carácter de vinculantes, de acuerdo a lo establecido en el Artículo 25 de la Carta, en donde todos los miembros de Naciones unidas se comprometen a cumplir las resoluciones que emanen del Consejo de Seguridad.

Como una forma de conocer cómo una situación de conflicto en una determinada parte del mundo se trabaja en el Consejo de Seguridad, me permitiré señalar el derrotero que siguen estas situaciones desde el conocimiento de las mismas, hasta que llegan a transformarse en una acción propia de los roles del consejo que deberá cumplir una fuerza de paz como integrante de una operación de estas características.

La secuencia abreviada de hechos o acontecimientos que presentaré a continuación está ba-sada en la experiencia personal vivida en los dos años de trabajo como participante de la Misión Permanente de nuestro país ante la ONu,10 cuando integró el Consejo de Seguridad como miembro no permanente por un período de dos años entre 2003 y 2004. Esta secuencia no necesariamente es igual en cada caso analizado en el consejo, sin embargo, representa una sucesión de hechos que llevan a que la paz sea restablecida o mantenida en una situación de conflicto inter o intra-estatal.

7 El Consejo de Administración Fiduciaria al cumplir la totalidad de sus cometidos en noviembre de 1994, puso fin al Acuerdo de Administración Fiduciaria correspondiente al último de los 11 territorios en fideicomiso originales que figuraban en su programa: el Territorio en Fideicomiso de las islas del Pacífico (Palau), administrado por Estados unidos. derivado de ello modificó su reglamento y composición, siendo los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad los que lo integran y se reunirán solamente cuando sea necesario. En síntesis es un organismo en receso.

8 Esta función queda de manifiesto en el Artículo 24 de la Carta de Naciones unidas. 9 Esto es lo que se conoce como el derecho a veto de los cinco miembros permanentes (China, Francia, Federación Rusa, Reino unido y

Estados unidos), ya que en caso de haber un voto negativo de ellos la resolución no se puede aprobar, aunque tenga los nueve votos que se exigen como mínimo para aprobar una resolución.

10 Se denominan misiones permanentes o solamente misiones a las embajadas de nuestro país ante los organismos multilaterales como la ONu, la OEA u otros del mismo nivel.

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Lo primero que ocurre es la presentación al consejo de la situación de conflicto entre dos Estados o en una región determinada, donde se visualiza que no hay una forma institucionalizada de lograr y mantener la paz. También puede ser una situación en la que de acuerdo a las informa-ciones obtenidas de diversas fuentes objetivas, se prevé que se producirá una grave alteración de la paz entre facciones contrarias de un Estado, con el riesgo de causar grave daño a la población, lo que hace aconsejable actuar antes de que se produzca un deterioro mayor. Esta presentación o solicitud de atención en un caso determinado la puede efectuar un Estado miembro de la ONu, un grupo de Estados miembros, o la puede proponer el Secretario General o aun más, puede ser una iniciativa que emerja del mismo Consejo de Seguridad.

Planteada la situación conflictiva y analizada en consultas informales o en reuniones de consultas de los miembros del consejo, puede surgir, si el caso así lo aconseja, la necesidad de pedirle al Secretario General que envíe un representante suyo, el que normalmente es una persona-lidad que brinda confianza a ambas partes en conflicto, para que con autorización de las partes se traslade al país afectado y evalúe la situación en la zona y elabore un informe. dependiendo de la gravedad o urgencia de la situación, será el mayor o menor tiempo para realizarlo. de cualquier forma, este debe ser lo más completo posible y trabajado con la mayor objetividad y cantidad de antecedentes, de manera que permita al Consejo de Seguridad la adopción de las resoluciones que sean del caso.

Cumplido el plazo que se le haya otorgado a esta comisión que organizó el Secretario General, el informe es presentado al Consejo de Seguridad, el que reunido para estos efec-tos debate sobre las probables medidas que se deben adoptar. Generalmente lo presenta el propio delegado que haya designado el Secretario General o alguno de los integrantes del Grupo Superior de Gestión de la Secretaría General, como puede ser el Subsecretario General del departamento para Asuntos Políticos o el Subsecretario General del departamento de Operaciones de Paz.

En esta parte del proceso normalmente ya se ha adelantado algún borrador de resolución, propuesto por algún miembro del consejo, que generalmente es aquel que tiene un interés especial de ayuda o apoyo en la zona o en los Estados en conflicto, o también podría ser el país de un determinado grupo regional, que está como miembro no permanente del Consejo de Seguridad.

Las negociaciones para consensuar una resolución del consejo se llevan a cabo con la premura que la situación aconseje; sin embargo, habrá ocasiones en que en un primer momento se resuelva sobrelomásurgente–establecimientodelapaz–yenunaresoluciónposteriorquesetrabajecon más tiempo, se adoptan otras medidas de menor urgencia, pero de gran importancia, como puede ser el establecimiento de una fuerza de paz mayor, el ayudar con los procesos políticos institucionales o medidas para apoyar el desarrollo de un país.

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Lo normal será que en la primera resolución relativa al caso se adopten las medidas para pro-teger a la población y restaurar la paz. Para estos propósitos incluso se autoriza la participación de fuerzas multilaterales internacionales de carácter provisional, las que actúan bajo autorización de Naciones unidas, sin constituirse en una misión de paz propiamente tal, pero que tienen la ventaja que, junto con restablecer en forma inmediata la seguridad, otorgan el tiempo necesario y permiten la organización de una misión de paz, hecho que toma más tiempo que el emplear en forma inmediata unidades ya estructuradas, equipadas y organizadas de las FF.AA. de un país determinado.

un ejemplo de la situación antes descrita lo representa lo vivido en relación a Haití en el año 2004, cuando el Consejo de Seguridad autorizó el despliegue de una Fuerza Multinacional Provi-sional para restablecer la paz y la seguridad a través de la Resolución 1.529 de 29 de febrero de 2004, y luego, tres meses después, se desplegó la Misión de Estabilización de Naciones unidas en Haití (MINuSTAH), hecho este último que se resolvió con una resolución de fecha posterior a la inicial y que fue la 1.542 de 30 de abril de 2004.

Junto con la resolución en donde se autorice el despliegue de una operación de mantenimiento de la paz, se debe establecer el financiamiento de la misma, lo que constituye un nuevo desafío para la ONu, ya que cada vez son más las fuerzas empleadas, y por ende mayores los costos que se deberán solventar. Hay que recordar que después del Informe Brahimi existen algunos fondos disponibles para iniciar los despliegues, pero también hay que asumir que cada misión de paz antes de ponerse en ejecución debe estar financiada y ello implica una cuota para cada país integrante de Naciones unidas en este aspecto.

Establecida la cantidad de fuerzas de una operación, ha llegado el turno de analizar y consultar a los países que estarían dispuestos a aportar fuerzas para integrarla. Esto es una misión que asume principalmente el departamento de Operaciones de Paz de la ONu, el que se puede decir que, en términos generales, debe negociar con cada país contribuyente las condiciones y términos en que se emplearán estas fuerzas. Existe paralelamente una reunión que se denomina de los “TCC” por su sigla en inglés y que significa “Troops Contributing Countries”, o sea los que ofrecen aportar contingentes y medios para cada misión.

Simultáneamente con la búsqueda de las fuerzas que podrían integrar la misión de paz, la Secretaría General se debe abocar a buscar el nombre de una persona que asuma su jefatura, el que una vez aprobado por el Consejo de Seguridad, será la máxima autoridad de esta y que recibe el nombramiento como Representante Especial del Secretario General. Esta autoridad será el jefe de la misión de paz, la que tiene por decirlo así dos ramas: una política y una militar, siendo la primera de ellas en donde se agrupan todos los componentes de apoyo al desarrollo económico y civil, político institucional o de protección y ayuda a la población. La vertiente militar será la encargada del orden y la seguridad y tendrá un Comandante de la Fuerza (Force Commander),

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autoridad que será responsable ante el Secretario General de la ONu, a través de su representante especial, de la administración, planificación y empleo de los recursos humanos y materiales de la Fuerza de Paz, el que también es elegido y propuesto por la Secretaría General y aprobado por el Consejo de Seguridad.

Junto con el despliegue de las Fuerzas de Mantenimiento de la Paz, en cada situación de conflicto actúan en la zona una serie de organismos y agencias internacionales dependientes de Naciones Unidas o independientes de ella, pero que deben coordinarse con la fuerza de paz para su protección o para el apoyo de su labor humanitaria, sanitaria o de reparto de alimentos y medi-cinas, entre otras. Esto, que a simple vista podría considerarse algo sencillo, no lo es tal, ya que son blancos fáciles para los grupos en disputa, los que eventualmente actúan en contra de ellos para lograr distintos fines, tales como obtener efectos de control de la situación, causar temor a sectores de la población o incluso tomarlos como rehenes para canjear prisioneros.

una vez en funcionamiento la misión de paz, hecho del cual y por la extensión de este artículo no es factible explayarse, se produce un seguimiento de la situación de conflicto del país o zona afectada por él y la forma como esta evoluciona, lo que se concreta a través del departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz y del departamento de Asuntos Políticos, principalmente. Lo normal será que periódicamente, y tal como queda establecido en la resolución, concurra el representante Especial del Secretario General para esa misión de paz, a sesión privada o pública del Consejo de Seguridad e informe a este organismo acerca de la evolución de la situación y el cumplimiento de las metas que ella tiene. Sobre este informe se trabajan y se debaten, por parte de los miembros del Consejo de Seguridad, nuevas medidas que sea necesario adoptar, entre las que se puede considerar la prolongación o término del mandato de una misión de paz, la nece-sidad de incrementar o disminuir fuerzas, la necesidad de nuevos financiamientos o el itinerario de procesos político-institucionales del país en conflicto.

El resultado exitoso de una misión de paz, la que se puede prolongar por un par de años, significará el término de esta operación derivado del fin de la situación de conflicto entre las partes, hecho que si bien es difícil de lograr, ya existen varios procesos que han culminado de esta forma. También es algo normal que al fin de una operación de mantenimiento de la paz con-tinúe en su reemplazo, una Misión de Asistencia Política o una Misión de Consolidación de la Paz, de manera de reafirmar los procesos, y como una forma de demostrar también, la continuación del compromiso de la comunidad internacional para ayudar a superar las situaciones de conflicto interno o internacional vividos.

ALGUNOS DATOS ESTADÍSTICOS DE LAS MISIONES DE PAZ

Entre los años 1948 y 2008, 63 operaciones de mantenimiento de la paz se han desplegado en cinco continentes, bajo la bandera de la Organización de Naciones unidas (ONu), a un costo

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superior a los cincuenta y cuatro mil millones de dólares (uS$ 54.000.000.000), en las que han participado más de 1.150.000 hombres y mujeres uniformados y civiles de los países miembros de esta organización mundial, 2.518 de los cuales han entregado su vida en el cumplimiento de su deber y en el aporte a la paz del mundo.

En la actualidad, 16 misiones de mantenimiento de la paz se encuentran desplegadas y 109.107 personas participan en ellas, provenientes de 119 países diferentes. El costo financiero aproximado para el desarrollo de las misiones en curso, hasta el 30 de junio de 2009, se estructura en siete mil cien millones de dólares (uS$ 7.100.000.000).11

A esto se le suman 11 misiones políticas y de construcción de la paz, dirigidas en su mayoría por el departamento de Asuntos Políticos de la ONu,12 en las que trabajan 3.827 personas civiles y militares, desplegadas en igual número de países de África y Asia.

dos de las operaciones de mantenimiento de la paz son financiadas con cargo al presu-puesto regular de la Organización de Naciones unidas,13 mientras las restantes son solventa-das a través de cuentas independientes, basadas en las cuotas legales que se le formulan a todos los Estados miembros de la organización. A su vez, como los mandatos de la mayoría de las operaciones de mantenimiento de la paz se renuevan periódicamente, o son sujetos de revisión, los datos de la fuerza de personal, los que incluyen a civiles, militares y personal policial, varían mes a mes como consecuencia de la rotación y relevos del personal, hecho que también influye en la variación en los fondos necesarios y anteriormente presupuestados para el funcionamiento.

un breve y rápido análisis de estos datos mencionados como un complemento de infor-mación sobre las operaciones de paz, permite concluir que, tanto el funcionamiento como el financiamiento de ellas son un desafío de gran magnitud para la ONu, para el Consejo de Seguridad en particular y para la comunidad internacional en su conjunto. Muchos son los esfuerzos que se han efectuado tendientes a mejorar las actividades de la organización en materia de paz y seguridad. Sin embargo, aún no se llega al óptimo, así como tampoco se puede decir que la paz mundial está absolutamente asegurada, ya que a diario esta organi-zación debe enfrentar diferentes situaciones de conflicto y tomar las medidas pertinentes para cada caso en particular.

11 Información oficial de la ONu vigente al 30 de septiembre de 2008.12 Las excepciones están dadas por la uNAMA en Afganistán, la BINuB en Burundi y la uNIOSIL en Sierra Leona, que son dirigidas por el

departamento de Operaciones de Paz.13 La “united Nations Truce Supervisión Organisation” (uNTSO) y la “united Nations Military Observer Group in India and Pakistan”

(uNMOGIP), son financiadas por el presupuesto regular según los antecedentes proporcionados por el united Nations Handbook, del New Zealand Ministry of Foreign Affairs and Trade. Edición 2007.

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REFLEXIONES FINALESEn 1989, con la caída del muro de Berlín, y 1991, con el colapso de la unión Soviética, fechas

que marcaron el fin de la Guerra Fría y del orden bipolar que había sido la base del sistema mundial y de las relaciones internacionales, se entró en lo que se ha denominado la Posguerra Fría, etapa en la que se intenta establecer un orden mundial basado en un sistema multipolar, en el que se pensaba no existirían más conflictos o que estos podrían ser fácilmente controlados.

La comunidad internacional se sintió invadida por el optimismo y la ilusión de un mundo de entendimiento y bienestar que pronto comenzó a truncarse. Los conflictos latentes durante la época de la bipolaridad que afloraron en el comienzo de los años 90, la llevaron de nuevo frente a los horrores de la guerra y es así como, solo entre 1989 y 1996, se produjeron 101 conflictos de diversa intensidad en 68 zonas del mundo.

Por otra parte, los brutales atentados terroristas apenas despuntaba el nuevo milenio, en dis-tintas ciudades del mundo como Nueva York, Londres, Madrid y Beslam, entre otras, agravaron esta situación, alterando definitivamente los planteamientos para el establecimiento del nuevo orden mundial que, siguiendo el dictado de la historia, debía surgir tras la Guerra Fría. La realidad indicó que los conflictos continuarán y que el futuro seguiría siendo incierto y que, con toda probabilidad, el mundo estaría lleno de conflictividad. de allí que la importancia de los organismos multilaterales para la prevención, control o término de ellos sería igual o mayor a la vivida hasta la fecha.

A la luz de esta realidad, Naciones unidas han definido sus principios básicos y uno de ellos es que "la utilización de las armas no es la mejor fórmula para arreglar una controversia" y entien-de que las operaciones de mantenimiento de la paz son especialmente útiles para recordar a las partes en conflicto que la comunidad internacional está pendiente de sus actos y de la legalidad por la que se deben regir en cada uno de ellos.

Por otra parte, las operaciones de mantenimiento de la paz resueltas por el Consejo de Se-guridad de la ONu e implementadas con fuerzas que actúan imparcialmente, constituyen uno de los mejores instrumentos de la política internacional para restablecer o mantener la paz, y por ende han salvado millones de vidas. A su vez, han servido para crear las condiciones propicias para el arreglo pacífico de controversias o para vigilar y respetar los acuerdos suscritos entre las partes enfrentadas.

Para que una operación de mantenimiento de la paz culmine exitosamente necesita de un mandato claro y factible y también de un mandato eficaz en la sede y sobre el terreno, responsa-bilidades ambas del Consejo de Seguridad. Además, se requiere un permanente apoyo político y financiero por parte de los Estados miembros, y lo que es más importante, de la continua coope-ración de las partes en el conflicto.

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LA PROBLEMÁTICA dEL MANTENIMIENTO dE LA PAZ MuNdIAL, LOS ESFuERZOS dE LA ONu Y EL ROL dEL CONSEJO dE SEGuRIdAd

Al concluir este artículo, es importante señalar que aunque existan críticas de parte de algunos detractores sobre la forma de actuar del Consejo de Seguridad y de la ONu en su conjunto, para mantener la paz y seguridad en el mundo, resulta fácil revertir esa argumentación y demostrar que la acción del Consejo de Seguridad, en coordinación con otros estamentos de la ONU, son fun-damentales para la superación de las innumerables situaciones de conflictos que han existido y que existen en el mundo actual.

A su vez, se puede argumentar con muchos antecedentes, que las fuerzas de paz han protegido y ayudado a millones de víctimas inocentes de las disputas inter o intraestatales. Asimismo, han acercado a las partes en conflicto y logrado, a través del entendimiento, a que superen sus contro-versias. Quien conoce detalladamente el accionar de la ONu, el trabajo del Consejo de Seguridad y el desarrollo y aporte a la paz y seguridad mundial de las misiones de mantenimiento de la paz, sabe que muchas vidas se han salvado, mucho sufrimiento se ha evitado y muchas controversias se han solucionado a través del trabajo normalmente anónimo de los miles de hombres y mujeres que han entregado parte de sus vidas integrando orgullosamente las operaciones de paz de la ONu.

El Consejo de Seguridad de la ONu votando una resolución relativa a operaciones de paz bajo la presidencia de Chile en enero de 2004.

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¿EJéRCITO DE ChILE O EJéRCITO ChILENO?LuIS ROTHKEGEL SANTIAGO1

Coronel

Resumen: En este artículo, se coloca en discusión la denominación del Ejército. En un ejercicio comparado del siglo XVII y XIX, se desarrolla la hipótesis de que “la estructura militar en el nuevo panorama político y social del Chile republicano se apartó del modelo establecido en la Capitanía General en 1603”, analizando desde esta perspectiva cuatro factores: 1) jerarquía militar y los documentos doctrinarios; 2) facultades para la designación de mandos; 3) financiamiento y pertrechos de guerra; 4) participación de los cuerpos de tropa en apoyo al programa de gobierno. Todo ello, en torno a las celebraciones del bicentenario de la Primera Junta de Gobierno. Palabras claves: Ejército de Chile, Independencia, Bicentenario.

Abstract: This article discusses how the Army should be called. Comparing the 17th and 19th centuries, it develops the hypothesis that “in the new political and social situation of republican Chile, the military structure moved away from the model established in the Captaincy General in 1603.” It analyses four factors from this perspective: 1) military hierarchy and doctrinal documents; 2) the faculty of appointing commanders; 3) financing and military supplies; 4) the participation of troops in support of the government program. All this in the context of the celebrations of the bicentenary of the First Government Junta.Key words: Army of Chile, Independence, Bicentenary

INTRODUCCIÓN

Se aproximan los actos conmemorativos de los doscientos años de la Primera Junta de Gobier-no. Las instituciones públicas y también privadas se han encargado de desplegar un programa de difusión con la idea de remover en la memoria de los chilenos el proceso de la Independencia. Las publicaciones dedicadas a los personajes de la historia ya se encuentran en los medios de comunicación; los hechos del siglo XIX que fueron jalonando el perfil político-social han sido recreados con obras costumbristas; otras propuestas más audaces se han inclinado por cuadros representativos utilizando un lenguaje y estética en sintonía con la moda del siglo XXI, mientras que otras propuestas de esfuerzos prolongados están siendo preparadas para darlas a la luz en el 2010.

1 Oficial de Estado Mayor.

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¿EJéRCITO dE CHILE O EJéRCITO CHILENO?

¿Por qué como chilenos no incorporamos un homenaje a las unidades militares del proceso independentista? La frase institución permanente de la República, invita a reflexionar en el marco de la discusión del Bicentenario, más aún cuando el impulso por organizar los cuerpos de las armas se inició en un desconcertado ambiente emancipador carente de experiencias políticas y militares, valorándose por ello la iniciativa de los patriotas empeñados por disputar en el campo de batalla los ideales libertarios.

Antes de avanzar en esta propuesta, resulta interesante reflejar si estamos hablando del Ejército de Chile o Ejército chileno, por cuanto existen distintas percepciones al respecto. En el siglo XIX, la creación de las primeras unidades militares de línea, fue una de las tareas del gobierno preocupado por establecer una fuerza armada de tierra destinada a la defensa del territorio. A la hora de fundamentar en esos términos los orígenes del Ejército, tropiezan con otra argumentación que se inclina por la organización en 1603 del Ejército español. También, la Ordenanza General de Carlos III dictada en el siglo XVIII ha jugado su papel, quizás confu-so, por cuanto si se llega a la conclusión de que la institucionalidad militar continuó regida durante el siglo XIX por estos códigos monárquicos ¿cómo es posible entonces hablar de un Ejército chileno?

Motivado por esta discusión, se plantea la hipótesis de que, la estructura militar en el nuevo panorama político y social del Chile republicano se apartó del modelo establecido en la Capitanía General en 1603, asumiendo desde esta perspectiva la posición privilegiada del Ejército en las conmemoraciones del Bicentenario.

ORÍGENES DEL EJéRCITO DE LÍNEA: ANáLISIS Y FUNDAMENTOS

En las primeras décadas del siglo XIX, los chilenos fueron superando las contrariedades políticas advertidas en los primeros años del proyecto revolucionario. El pensamiento separatista de un grupo minoritario en contraste al compromiso contraído por la mayoría con el rey destituido, produjo divergencias absorbidas paulatinamente por los sucesivos gobernantes, quienes se adjudicaron la difícil tarea de lograr el consenso entre conservadores y liberales. Aun así, no fue fácil superar el esquema absolutista, dando cabida a la lucha por afianzar los conceptos de soberanía popular y de gobierno representativo, abriendo la ruta de nuestra vida republicana. En síntesis, la visión de los primeros decenios del siglo XIX, muestra una civilización enraizada en la idiosincrasia del sistema monárquico colonial, notándose diferentes matices dentro de los cuales se encuentran los asuntos castrenses.

Por cierto, la ausencia de renovados cuerpos de tropa generaba discusiones en los momentos de constituirse la Junta de Gobierno. La necesidad de dotar a la joven república de una fuerza terrestre, buscaba darle solución a dos problemas atingentes al cambio de régimen: 1) prepararse ante un posible desembarco del Ejército napoleónico en algún lugar del litoral continental o insu-

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LuIS ROTHKEGEL SANTIAGO

lar; 2) rechazar los intentos reivindicatorios desde el virreinato del Perú, cuya actitud ofensiva en contra del Cuzco no dejaba de preocupar. En definitiva, cualquiera de los dos casos, la iniciativa era coincidente en un aspecto: se necesitaba una fuerza armada de tierra capaz de defender el territorio de Chile.

El plan de gobierno presentado por el abogado Juan Egaña, justificaba la adquisición de armamento para equipar los batallones y compañías cívicas existentes, proponiendo además la organización de un cuerpo de oficiales y sargentos encargados de instruirlas.2 Este proyecto no fue desechado, sin embargo las aspiraciones de contar con una fuerza moderna quedaba plasmado en el informe del Capitán de Ingenieros Juan Mackenna trabajado en conjunto con Juan Egaña y José Samaniego denominado finalmente “Plan de defensa” o “Plan Mackenna”.3 Aunque los esfuerzos por desarrollar este proyecto estaban a la vista, la difícil situación económica y en cierto modo la falta de oficiales calificados para desempeñarse como comandantes, postergaba la idea.

Como resultado se crearon los cuerpos de línea en Santiago, a todas luces, con el propósito de fortalecer militarmente el centro neurálgico de la discusión política y proteger a las autoridades constituidas en la Junta de Gobierno. En conclusión, Juan Martínez de Rozas4 y otros que lo se-guían, se preocupaban de impulsar la creación de nuevos cuerpos de línea, atendiendo para estos fines la real capacidad económica; el ambiente de la política interna marcada por el cambio de régimen; y, la prontitud de disponer una fuerza armada de tierra ante movimientos reivindicatorios del virreinato o contrarrevolucionario interno. El decreto decía así:

“Vistos los planes pasados a esta Junta por el ilustre Cabildo, para el alista-miento y creación consiguiente de tropas que exigen la necesidad y las circuns-tancias del día, el servicio común de la Plaza y la disciplina tan necesaria a las milicias del Reyno de cuya organización se trata para mantenerlo en toda la seguridad posible; habiendo meditado la Junta con seriedad sobre todas las ocurrencias del caso, teniendo muy en consideración las escasez del Erario que solo puede suplir el acendrado patriotismo de los habitantes de Chile; ha

2 Cada uno de los puntos que abarca el plan de gobierno, en historia General de Chile de diego Barros Arana (2002), tomo VIII, capítulo 6º (libro).

3 MARTÍNEZ, Fray Melchor (1964). Memoria Histórica sobre la Revolución de Chile desde el cautiverio de Fernando VII hasta 1814. universitaria, Santiago, p. 152 (libro).

4 Nacido en Mendoza. Inició sus estudios en Córdoba y luego en Santiago recibiéndose de bachiller y doctor en leyes. Radicado en Concepción, supo desempeñarse como asesor del gobierno local, actividad que le valió la simpatía de la señorita María de las Nieves Mendiburu con quien contrajo matrimonio. En cada instante demostró su ímpetu revolucionario. O'Higgins viajaba seguido desde la hacienda Las Canteras hasta Concepción, para participar de las reuniones instigadoras en contra del rey, organizadas por el mismo Martínez de Rozas. éstas y otras actitudes lo identificaron como un ferviente separatista; fue vocal de la Primera Junta de Gobierno, impulsor de la creación de los cuerpos de tropa, y también, fue diputado por Concepción hasta que decidió separarse de cámara cuando Carrera disolvió la segunda Junta de 1811. Apoyado por sus seguidores, instaló una Junta provisional en Concepción, lo que le significó la enemistad con Carrera y destierro a su ciudad natal en donde falleció en 1813.

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¿EJéRCITO dE CHILE O EJéRCITO CHILENO?

dispuesto en consecuencia de todo se críen desde luego en clase de veteranos los siguientes cuerpos:

En primer lugar cuatro Compañías de Artillería con la fuerza de 180 plazas incluso sargentos, cabos y tambores, incluyéndose en ellas las de 75 que se hallan en actual servicio. Contará cada una de un Capitán y 2 Subtenientes, de quienes a proporción de la instrucción que adquieren se sacarán para la plaza de Teniente que por ahora se omite.

En segundo, un Batallón de Infantería con el título de Granaderos de Chile y la fuerza de 77 hombres (incluso cabos, sargentos y tambores) por cada Compañía de las que deben componerse.

En tercero, dos Escuadrones de Caballería, titulados húsares de Santiago con 300 plazas distribuidas conforme a ordenanza en las 6 compañías que les corresponden de 3 por cada escuadrón todo arreglado al Plan demostrativo que corre agregado a este auto…”.5

En diciembre de 1810 cerca de 1.300 hombres en total conformaban el Batallón de Infantería “Granaderos de Chile”, los dos Escuadrones de Caballería “Húsares de Santiago” y se reclutaban los trescientos soldados destinados a las compañías vigentes del Cuerpo de Artillería mandado por el Coronel español Francisco Javier de la Reina. días posteriores, el 11 de diciembre de 1810 se creaba el Escuadrón de Caballería “dragones de Chile” bajo el mando del Teniente Coronel Joaquín de Toro y Valdés hijo del Presidente de la Junta de Gobierno don Mateo de Toro y Zambrano.

desde esta perspectiva, los cuerpos de infantería y caballería fueron concebidos y creados bajo el esquema administrativo y político de la Junta de Gobierno, notándose desde ya el alejamiento del modelo militar fundado en la Capitanía General en 1603. Si se compara esta apreciación con la teoría desarrollada por Sergio Villalobos en su estudio del proceso independentista en Chile, se inscribe en la concepción de “Reforma”. El historiador habla de dos corrientes políticas inherentes al régimen de 1810: por una parte se refiere al concepto de “Tradición”, analizando en este ámbito el juramento de fidelidad al rey de España y el interés por sostener vigente las formalidades del sistema monárquico. Por el lado contrario, la corriente “Reformista” se sustentaba en el plan de gobierno propuesto por Egaña, en la organización de los cuerpos de tropa, en los intentos de adquisición de armas, y, por la instalación del primer Congreso Nacional en 1811.6 Con la misma

5 Este decreto, además señalaba la fuerza de 1.273 plazas en total. En Historia del Ejército de Chile. EMGE, tomo II.6 VILLALOBOS, Sergio (1961). Tradición y Reforma. Ed. universitaria, Santiago. (libro).

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visión, los investigadores Weinberg y Correa al desarrollar la significación histórica de América Latina, uno de los tres enfoques respecto del ordenamiento colonial habla de “Continuidad” y “Ruptura”, señalado como una dinámica de transición en la sustitución de un ordenamiento social, político e ideológico marcado por posiciones transformadoras.7

Ahora bien, la creación de los cuerpos de tropa se ajusta a la tendencia “Reformistas” de Villalobos o de “Ruptura” explicada por Weinberg y Correa, sin que ambos estudios se sitúen en la esfera teórica del proceso independentista, más bien forman parte de las propiedades histo-riográficas, argumentándose en el análisis comparativo de los siguientes factores atingentes a la estructura militar:

1. La jerarquía militar y los documentos doctrinarios

El referente de la jerarquía militar y de los documentos doctrinarios del Ejército, se remonta a los tiempos coloniales a partir del momento en que, la función militar privada dirigida por los hidalgos dueños de las empresas de conquista pasaba a formar parte del Estado. La connotación particular, vecinal o privado dada por los reyes de España a los ejércitos en Hispanoamérica, en el caso de Chile, fue decayendo durante los años más cruentos de la conquista de Arauco (1550-1598) hasta que los planes desplegados por los sucesivos gobernadores, se transformaron en iniciativas estériles e incapaces de imprimir ventaja combativa por sobre quienes durante la guerra mantuvieron el dominio de los territorios ubicados al sur del Biobío.

Para ser más preciso, los datos señalan esta transformación a partir del siglo XVII después del desastre de Curalaba y muerte del gobernador Martín García Oñez de Loyola (diciembre de 1598). Este enfrentamiento dirigido por el toqui Pelantaro, dejó en evidencia los escasos recursos dis-puestos por la corona al servicio de Chile, iniciándose desde allí el colapso de la estructura militar española. González de Najera dejó escrito: “La muerte del gobernador que sucedió el diciembre de mil quinientos y noventa y ocho, resultó la rebelión general, principio de las mayores pérdidas que españoles han tenido en Chile; pues rebelados todos los indios, asolaron las ciudades de Valdivia, la Imperial, la Villarica, Osorno y la de los Infantes de Angol… Por lo que he dicho se echará de ver cuán flacos, abiertos y sin defensa quedaron los pueblos de nuestros españoles en Chile, y por consiguiente cuán sujeto todo ha perderse; pues en cosa tan flaca como la que he mostrado consistía toda su seguridad, mayormente hallándose los enemigos tan superiores y pujantes, en especial en número de caballería”.8

7 WEINBERG, Gregorio y CORREA, Germán (2006). Sobre la “Significación Histórica de América Latina”. En Teoría y metodología en la Historia de América Latina. Ed. uNESCO, Trotta, Madrid, volumen IX, pp. 27-45 (libro).

8 GONZÁLEZ de NÁJERA, Alonso (1889). desengaño y reparo de la guerra del Reino de Chile. Imp. Ercilla, Santiago, pp. 64-84 (libro).

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¿EJéRCITO dE CHILE O EJéRCITO CHILENO?

débilmente comenzó el interés de la monarquía por instalar en Chile un Ejército pagado con fondos del tesoro real, cuestión que transformaba el modelo privado en una organización moderna al estilo de los ejércitos europeos subordinados al rey. La fundación del ejército permanente, estaba en la idea de restituir una fuerza militar con capacidades de imprimir el sello de la victoria y no de la derrota. Sin analizar en esta oportunidad el resultado final de la empresa de conquista, lo cierto es que, el gobernador Alonso de la Rivera encargado de sustituir la organización privada por estatal, también impuso la dependencia de los cuerpos de tropa al soberano español, en este caso Felipe III. desde entonces, los servicios al rey fue una práctica inviolable consagrada en las ordenanzas dedicadas por el monarca a “sus” ejércitos,9 regulando a través de este complejo articulado las actividades de las fuerzas mi-litares en la paz y en la guerra.

desde aquí, se desprenden tres descripciones de la jerarquía militar y ordenanzas, necesarias de precisar objetivamente:

a. Los cuerpos de tropa permanente y de milicia acantonados en Chile, seguían las banderas y emblemas españolas por cuanto le debían obediencia al rey. En los escritos de los conquista-dores, el Ejército pasó a denominarse “Ejército de Chile” por una cuestión de identificación geográfica replicándose en los apuntes historiográficos chilenos, sin que por estos motivos dejara de pertenecer al sistema monárquico y acatar las ordenanzas dictadas por el soberano para “sus ejércitos”.

b. Nombrado por el rey de España, el gobernador de Chile quien además de ejercer el gobierno central, la intendencia y dirección del tribunal de justicia o Real Audiencia, era la autoridad superior de la jerarquía militar en el cargo de Capitán General. Vale decir, le correspondía el mando del Ejército en esta parte de América del Sur compuesto por unidades permanentes y de milicias en sus distintas categorías.10 En esta condición, el Capitán General centralizaba también el cumplimiento de las ordenanzas y disponía el empleo de los cuerpos armados, in-cluso, cuando se trasladaba al sector más critico del territorio continental como lo era Arauco, asumía el control directo de las operaciones militares.

c. El tercer elemento se refiere a las ordenanzas, especialmente la dictada en 1768 por Carlos III. Este extenso articulado pasaba a ser el pilar desde donde se construían los ejércitos y se moldeaba su existencia en el tiempo. Si bien es cierto, este código fue heredado por el proyecto

9 Ordenanzas de Felipe III de 1603; Ordenanzas de Felipe IV de 1632; Ordenanzas de 1768 dictada por Carlos III para el régimen, disci-plina, subordinación y servicio de sus ejércitos.

10 disciplinadas: sometidas a la reglamentación militar y eran el primer esfuerzo para completar las unidades del Ejército permanente ante una emergencia. Regladas: similar a las anteriores pero no cumplían con instrucción regular y los servicios eran disminuidos en comparación con las unidades disciplinadas.

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republicano del siglo XIX, su máximo apogeo se visualiza recién en 1839 al ser promulgado como Ley de la República durante el decenio de Joaquín Prieto Vial (1831-1841).

Pues bien, tal como se percibe ¿Qué sucedió entonces desde 1810 con esta rígida estructura jerárquica?

de partida la constitución de la Primera Junta de Gobierno, significaba la desaparición de las principales autoridades del esquema administrativo y militar monárquico: primero, el rey de España Fernando VII a quien los soldados chilenos le debían obediencia de acuerdo con las ordenanzas, había sido destituido y encarcelado por el emperador Napoleón, desplomándose la figura imaginada en el contexto revolucionario de 1810; segundo, el virrey del Perú Fernando de Abascal dejaba de ser la autoridad administrativa en lo jurisdiccional por cuanto la Capitanía General dependía del virreinato, por el contrario, desde ya Abascal se convertía en la principal amenaza del régimen político, preocupado de impedir sus posibles reivindicaciones con los cuerpos de tropa de línea; tercero, aunque el gobernador español en Chile Francisco García Carrasco ya había sido depuesto por la Real Audiencia antes de constituirse la Junta de Gobierno, el poder del gobierno local y el cargo de Capitán General se derrumbaba definitivamente en septiembre de 1810, diluyéndose la relación con los cuerpos armados aferrada al sentido de obediencia al rey, incentivada por la paga mensual y en ciertos casos por las garantías del goce de fuero militar.11

En consecuencia, desaparecida la jerarquía militar establecida por Alonso de la Rivera en 1603, a la cabeza se posesionaba la Junta de Gobierno. Los cuerpos militares le debían obediencia, adquiriendo las facultades de disponer, en su relación con el Cabildo de Santiago mientras se mantuvieran cordiales, los servicios de las unidades armadas. Es motivo entonces para señalar que el ordenamiento político impuesto en los albores del siglo XIX, alteró el esquema adminis-trativo y de mando militar ejercido por las autoridades españolas en sus correspondientes rangos y categorías.

2. Facultades para la designación de los mandos

Basta señalar que en los años de monarquía, los nombramientos y destinaciones de los oficiales superiores y comandantes de las unidades era atribución del rey. Con regularidad esta designación recaía en los oficiales españoles de confianza, preparados en los campos de combate europeos y en los institutos militares españoles.

desde 1810, el nombramiento de los jefes y oficiales pasó a ser una de las atribuciones de la Junta de Gobierno, sin dejar de señalar que esta nueva condición generó alegatos en más de

11 Contemplado en la reforma de Carlos III. Ordenanza de S.M. para el régimen y disciplina y servicio de sus ejércitos de 1768.

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¿EJéRCITO dE CHILE O EJéRCITO CHILENO?

una oportunidad. Las plazas para dichos cargos fueron ocupadas por ciudadanos de Santiago y de Concepción. Al ser contratados y al asignárseles el grado jerárquico, adquirían un estatus social de preeminencia con acceso a los círculos de influencia, a la discusión política y goce del fuero militar. En este tenor, la designación del hijo del Conde de la Conquista Mateo de Toro y Zambrano como Comandante del Escuadrón "dragones", no pasó inadvertida en el ambiente social y fue seguida de duras críticas. Asimismo, la designación de los familiares directos de Juan Martínez de Rozas como oficiales de las unidades organizadas en Santiago y Concepción, originó revuelo y rechazo, a quien, incluso se le otorgó el grado de brigadier y se le denominó Comandante del Batallón de "Voluntarios de Santiago". Sin ir más lejos, José Miguel Carrera mantuvo y confirmó a sus hermanos Juan José y Luis, como comandantes de las principales unidades de la capital.

El objetivo de señalar estos inconvenientes producto del cambio de régimen, no es dar cuenta de las disputas de índole social, aristocrática o terrateniente, más bien busca demostrar la designación de los oficiales por la Junta de Gobierno. Si bien es cierto, muchos de ellos habían sido instruidos en los cuerpos de tropa durante los años de la Colonia, pasaron a conformar los cuerpos de línea asumiendo cargos relevantes en beneficio de los intereses revolucionarios: entre otros, Juan de dios Vial Santelices como Jefe de la Plaza de Santiago, Juan Benavente como Jefe de la Plaza de Concepción, los hermanos Carrera en las campañas de la Patria Vieja, Pedro Andrés de Alcázar en la expedición al país trasandino y campañas al sur, Juan de dios Rivera en las campañas al sur, Ramón Freire durante todo el proceso de la Independencia hasta la caída de Chiloé en 1826.

3. Financiamiento y pertrechos de guerra

Importante también resulta destacar los orígenes del financiamiento para soportar la demanda del Ejército en Chile. Por cédula de 21 de mayo de 1600, el monarca español disponía el auxilio a la Capitanía General desde Lima con la suma de 60.000 ducados anuales por tres años,12 un presupuesto temporal pero concreto. El Ejército permanente de 1.500 plazas adquiría consistencia en enero de 1603, cuyos sueldos debían ser fijados por el virrey del Perú, aumentándose el real situado a la suma de 120.000 ducados anuales. Pero, por cédula del 5 de diciembre de 1606, la corte española proporcionaba un aumento a la cantidad de 212.000 ducados, equivalente a 297.279 pesos. Con ello se fijaban en 2.000 las plazas del Ejército permanente en Chile y se alzaban los sueldos por una nueva cédula fechada el 24 de marzo del año siguiente.13

Esta renovada organización, junto con otorgarle estabilidad al Ejército en Chile, a la postre fue enraizando la dependencia del Perú debido a las remesas del real situado, aunque tarde pero

12 dE ROSALES, diego (1878). historia General del Reino de Chile: Flandes indianos. Imp. El Mercurio, Santiago, pp. 360-361 (libro).13 JARA, Álvaro (1981). Guerra y Sociedad en Chile. Ed. universitaria, Santiago, segunda edición (libro).

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LuIS ROTHKEGEL SANTIAGO

llegaba; por el envío de las tropas veteranas y algunos oficiales; y, por el regular abastecimiento de los pertrechos militares necesarios en la Capitanía General.

desde 1810 en adelante, atrás quedaba el real situado y el apoyo en personal enviado es-porádicamente desde Lima. Las necesidades de los aprestos militares, fueron solventadas con los recursos que escasamente fueron reunidos en el gobierno. El recaudo de los 210.000 pesos anuales que significaba colocar en armas a más de 1.000 hombres en diciembre, estaba previsto consumarlo con la reagravación en el valor de las especies estancadas, la rebaja de sueldos públi-cos, erogaciones voluntarias, y suspensión de obras públicas como lo fue la catedral de Santiago, sumándose los escasos recursos depositados y listos para ser remitidos a España en auxilio del tesoro real, rescatados también para cubrir las demandas de la empresa militar.14

Aun así las armas y equipos ausentes en los arsenales, fue un problema difícil de solucio-nar. En 1810, la Junta iniciaba las negociaciones para obtenerlas en Inglaterra e intentó el apoyo del gobierno del Río de la Plata, como también, ambicionó crear una maestranza bajo la dirección de José Antonio Rojas. Respecto de Inglaterra, la monarquía luchaba en contra de Napoleón y los Estados unidos de América, condición que anulaba las posibilidades de nego-ciar con los británicos. Siendo el gobierno de Buenos Aires el mercado más próximo, en este país las demandas militares estaban centradas en la guerra en contra del virreinato en el Alto Perú, situación que hacía imposible concretar empréstitos de armas. Por ello, las posibilidades estaban prácticamente revocadas.

Este inconveniente perduró en el tiempo, hasta que en 1812 José Miguel Carrera adoptaba el camino de apelar al entendimiento de los chilenos disponiendo el pago de $ 20 por fusil y $ 18 el par de pistolas a todos quienes las tuvieran en su poder.15 Luego se aplicaron diferentes estrategias dirigidas a incentivar la ocupación militar como un servicio a la patria, ofreciendo recompensa a favor de quienes se presentaran armados a los cuarteles destacándolos con un escudo en el brazo en cuyo texto se leía “Con su valor y espada salvó la patria amada” y para los encargados de recuperar las armas destruidas, se les otorgaba el tratamiento honorífico de “distinguido Patriota".16

En consecuencia, es posible dejar constancia que el financiamiento destinado a los nuevos cuerpos de tropa, como también las iniciativas para lograr los pertrechos de guerra, en definitiva fue un esfuerzo de todos los chilenos.

14 BARROS ARANA. op. cit., pp. 188-189.15 decreto del 11 de noviembre de 1812 firmado por Prado, Portales y Carrera en Boletín de Leyes y decretos del Gobierno. Santiago,

1898.16 decreto promulgado el 29 de octubre de 1811, op. cit.

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¿EJéRCITO dE CHILE O EJéRCITO CHILENO?

4. La participación de los cuerpos de línea en apoyo al programa de gobierno

El Teniente Coronel español Tomás de Figueroa17 impidió en abril de 1811 que se consumara el acto programado en Santiago con el objeto de elegir a los futuros diputados y conformación del primer Congreso Nacional. La creación de la cámara legislativa significaba automáticamente la formación de una Junta Ejecutiva y disolución de la Junta de Gobierno. Con ello, el juramento de fidelidad y obediencia al rey se desvanecía, de lo cual se deduce la reacción contrarrevolucionario del oficial español en el intento de reivindicar la autoridad del rey.

En estas circunstancias el accionar del Batallón de Infantería “Granaderos de Chile” en la Plaza de Santiago, redujo a Figueroa y las tropas que lo acompañaban, siendo tal actitud la primera de los cuerpos de armas chilenos en contra de los ideales monárquicos. Esta señal de dependencia jerárquica al gobierno, se consolidaba en el acto eleccionario definitivo del mes de julio del mismo año, resguardado por los soldados de la Plaza. La posterior arremetida de José Miguel Carrera, fue dinamizadora en el proceso de Independencia, más aún, al producirse días después la disolución del órgano representativo del absolutismo, como lo era la Real Audiencia.

CONCLUSIONES

desde los inicios del período republicano, la organización de los primeros cuerpos de tropa fue un desafío del gobierno apoyado por un grupo de patriotas, logrando reunir bajo su mando a miles de criollos, organizarlos y transformarlos en soldados durante los combates. Este proceso desarrolló en corto tiempo una estructura del orden administrativo-militar y disposición operacional de la fuerza armada de tierra, cuyas características denuncian el divorcio con el tradicional modelo permanente de Ejército creado en la Capitanía General bajo el paradigma colonial o tradicional impuesto por la monarquía en Chile. La importancia y significativo de ello, radica en que la ac-ción de estas personalidades de la Independencia, le dieron vida al largo proceso fundacional del Ejército originado junto con la Primera Junta de Gobierno, pasando a ser históricamente una de las instituciones permanentes de la República desde septiembre de 1810 y participativa del movimiento emancipador.

Este razonamiento, encuentra su lógica respecto del Ejército al ser parte del proyecto republi-cano sustentado en recursos reunidos con el esfuerzo de los chilenos, combatieron en contra de los

17 Oficial español del Batallón de Infantería “Concepción”. Al mando de una compañía, se habría trasladado a Santiago escoltando a Juan Martínez de Rozas para integrarse este último a la Junta de Gobierno. Otras versiones (Claudio Gay en su trabajo Historia de Chile) indica que habría sido mandado por fervientes colaboradores de la corona para restaurar la política monárquica en Santiago. durante su permanencia en el cuartel ubicado en la calle San Pablo, supo del acto eleccionario, entendiendo la separación definitiva de la Capitanía General con el rey de España. El 1 de abril, al mando de esta compañía y otros exaltados de los Escuadrones “Húsares” que lo apoyaron, intentó reducir a la Junta de Gobierno e intervenir en las elecciones a diputado con la idea de proclamar el absolutismo como sistema político. Finalmente fue reducido y sentenciado a muerte.

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ideales monárquicos allanando los objetivos del programa fundacional del gobierno chileno, además redujeron al líder contrarrevolucionario Teniente Coronel Figueroa. Por último, de esta síntesis se concluye que, antes de llamarlo Ejército patriota o nacional, la denominación de “Ejército chileno” resulta atingente, conmemorando en consecuencia los doscientos años de su creación.

En suma, retomando la interrogante inicial ¿Ejército de Chile o Ejército chileno? La respuesta está abierta, solo queda la conveniencia de revitalizar la propuesta de homenajear a los primeros cuerpos de tropa de 1810 en los actos conmemorativos del Bicentenario.

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AFGANISTÁN, UN CASO DE ANÁLISIS DEL CENTRO DE GRAVEDAD EN LA FASE DE

ESTABILIZACIóN DEL CONFLICTOJéRÔME RANSAN1

Comandante de Batallón (Francia)

ALEKSI N. GLOFFKA REYES2

Teniente Coronel

Resumen: La participación militar de las potencias mundiales en los últimos conflictos muestra que vencer en la batalla militar inicial resulta normalmente más fácil que estabilizar y normalizar el país o la región intervenida. Resul-ta entonces imprescindible considerar las operaciones militares como parte integrante de un proceso que va más allá del objetivo de guerra bélico. En esta “Continuidad de las Operaciones” se suceden las fases de intervención, estabilización y normalización, que exigen nuevas capacidades y estrategias a las fuerzas. A pesar que la identificación del objetivo militar no es difícil, el desafío actual consiste en alcanzar una estabilización duradera. Basados en el caso de Afganistán, este artículo pretende ejemplificar las exigencias actuales en la aplicación del arte operativo y algunas alternativas de solución, centrado en dos aspectos principales: la determinación del centro de gravedad y la importancia decisiva de la fase de estabilización.Palabras clave: Centro de gravedad, estabilización, conflicto, Afganistán.

1 Oficial de infantería del ejército francés, egresado de la Escuela Militar de Saint Cyr. Graduado de la Escuela de Guerra del Ejército de Francia, posee los diplomas de Estado Mayor (112° promoción) y del Curso Superior de

Estado Mayor (120° promoción). Cuenta con una vasta experiencia en operaciones en el exterior, entre las que destacan las operaciones “Salamandra” (Bosnia-Herzegovina, 1996), “Epervier” (Chad, 1999 y 2000), “Tridente” (Kosovo, 2002) y “unicornio” (Costa de Marfil, 2003), además de su participación en la KFOR (Kosovo, 2001).

Actualmente se desempeña como alumno del Curso Conjunto de defensa del Collègue Interarmées de défense (15ª promoción), París, Francia.

2 Oficial del arma de Artillería. Oficial de Estado Mayor graduado de la Academia de Guerra del Ejército y de la Academia de Guerra Naval. Magíster en Ciencias Navales y Marítimas y candidato a Magíster en Ciencias Históricas, Filológicas y Religiosas de la Ecole Pratique de Haute Etudes de La Sorbonne. Graduado del Curso Avanzado para Oficiales de la Escuela de Artillería de draguignan, Francia (1997). Posee las especialidades secundarias de Paracaidista, Intérprete en francés, Profesor Militar, Instructor Militar de Educación Física y Observador Aéreo de Tiro de Artillería.

Actualmente se desempeña como alumno del Curso Conjunto de defensa del Collègue Interarmées de défense (15° promoción), París, Francia.

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JÉRÔME RANSAN - ALEKSI N. GLOFFKA REYES

Abstract: World powers’ military participation in recent conflicts shows that winning the initial battle is usually easier than stabilizing and normali-zing the country or region in conflict. It is therefore essential to consider military operations as part of a process that goes beyond the objectives of warfare. The stages of “Continuity of Operations” include intervention, stabilization and normalization, and require military forces to deploy new capacities and strategies. Although identifying the military objective is not difficult, the present challenge is to achieve a lasting stability. This article takes the case of Afghanistan to exemplify current operational demands and some alternatives for meeting them. It centers on two main aspects: determining the centre of gravity and the decisive importance of the stabilization phase.Key words: centre of gravity, stabilization, conflict, Afghanistan.

I. INTRODUCCIÓN

un artículo del periódico francés Le Figaro del 25 de marzo de 2008 relata la difícil y paradójica situación en Afganistán: las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) seencierranyse“bunkerizan”–comoreaccióndedefensa–enbasesperfectamenteequipadaseiluminadas y en donde la música occidental resuena a fuerte volumen durante los espectáculos destinados a distraer a los soldados, mientras que, fuera del recinto militar, la ciudad de Kandahar cuenta con electricidad solo por tres horas al día, en un ambiente inseguro y muy hostil hacia el “invasor” occidental.

Esta imagen refleja dos aspectos importantes. Por una parte, que las fuerzas de la OTAN se enfrentan a un conflicto asimétrico para el que no se encuentran bien adaptadas; por otro lado, es una señal de “dos mundos” distintos que se oponen sin lograr entenderse entre sí.

El caso de Afganistán ilustra un fenómeno relativamente reciente. En efecto, cada vez con más fuerza se reafirma el principio que los éxitos militares no aseguran los objetivos políticos. Ya “no basta ganar la guerra militarmente”.3

Es más, la campaña específicamente militar en Afganistán pareciera no obtener los efectos deseados, por cuanto el centro de gravedad (C.G.) operativo, las fuerzas talibanes, se han trans-formado en un enemigo inaccesible a las fuerzas de la OTAN.

3 BRZEZINSKI, Zbigniew. [En Cinco fallas en la estrategia del Presidente. El Mercurio. 13 de enero de 2007. p. A4. col. 2]

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AFGANISTÁN, uN CASO dE ANÁLISIS dEL CENTRO dE GRAVEdAd EN LA FASE dE ESTABILIZACIÓN dEL CONFLICTO

Por estas y otras razones, el ejército francés se encuentra en una profunda reforma de la manera de enfrentar los conflictos futuros, adoptando una visión integral acerca de la continuidad de las operaciones, que abarcan desde el inicio de las acciones militares hasta el regreso a la normalidad política y social de la zona bajo intervención.

En esta nueva “Continuidad de las Operaciones”, a la tradicional fase inicial de “Interven-ción”militar–paraganarlabatalla–sehanintegradodosfasessiguientesde“Estabilización”y“Normalización”–quepermitanconduciralapaz–nuevaformadevisualizarlafinalidaddelasintervenciones militares.4

Esta constatación de la evolución de los conflictos muestra además que incluso la primera fase “Intervención” se ha dificultado, al volverse cada vez más compleja la correcta identificación del objetivo militar.

Por otra parte, la estructura trinitaria planteada por Clausewitz se debilita.5 Ello redunda en una menor posibilidad, probabilidad e importancia de las guerras convencionales y cuestiona el pensamiento estratégico clásico.6

Estos aspectos motivan el presente artículo, que pretende analizar el conflicto en Afganistán para ejemplificar dos aspectos interesantes: a) la dificultad en la conducción militar para identificar el C.G. enemigo y concretizar efectos sobre él, y b) la importancia de la fase “Estabilización” en la búsqueda del estado final deseado (EFd).7

II. AFGANISTáN, UN CASO DE ANáLISIS

En julio y octubre de 2006 se produjo el traspaso de responsabilidad entre las fuerzas norte-americanas y la OTAN, en las regiones sur y este de Afganistán.

Sin embargo, numerosas voces advierten que este traspaso obedeció más bien al interés estadounidense por desprenderse de una derrota casi segura, derivada de una estrategia de rees-tablecimiento de la paz basada casi exclusivamente en el resultado de acciones militares.

Con tal estrategia, la OTAN pareciera tan solo poder lograr un estancamiento de la situación, pero el tiempo juega inexorablemente a favor de la insurrección. Además, como el corazón de la

4 ARMEE dE TERRE (2007). Gagner la bataille. Conduire à la paix. FT01. Paris: Centre de doctrine d’Emploi des Forces. p. 12.5 Clausewitz analiza la relación que se genera durante la guerra entre el pueblo, sus gobernantes y las Fuerzas Armadas.6 VAN CREVELd, Martin (1998) La transformation de la guerre. Paris: editorial du Rocher. p. 261.7 Inherente a todo proceso de planificación, el EFd corresponde al objetivo final visualizado por la autoridad (normalmente civil), que

orienta las acciones civiles y militares que emprende el Estado-Nación o coalición respectiva.

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rebelión se encuentra establecido fuera de las fronteras afganas, fundamentalmente en Pakistán, una estrategia de aproximación directa no parece factible ni la más adaptada a la situación.

A. Un centro de gravedad inaccesible8

La situación al norte y al oeste del país permanece relativamente estable, siendo las fuentes principales de violencia el tráfico de droga y las rivalidades tribales y políticas. En tanto, en las regiones sur y este se desarrollan desde el 2006, duros combates y una creciente influencia de los talibanes, eventos directamente relacionados con el C.G. de la insurrección.

Es precisamente la existencia de este C.G. lo que permite a los insurgentes existir como actores regionales e internacionales. Ello se traduce en su capacidad para planificar, organizar y sostener sus acciones en Afganistán. Identificado el C.G. adversario, las fuerzas de la OTAN deben analizar sus capacidades esenciales (aquello que el C.G. es capaz de hacer), sus exigencias fundamentales (medios y recursos que emplea para ser eficaz) y sus vulnerabilidades críticas (debilidades factibles de atacar), todo ello para concluir en determinados efectos a producir.

Sin embargo, a pesar de la identificación de un aparente C.G. hecho en Afganistán, influir sobre él no ha sido fácil. A pesar de que en el este del país la insurrección desarrolla sus acciones casi exclusivamente a través de la frontera pakistaní, el problema de alcanzar el C.G. es más grave en las provincias del sur. Los insurgentes no solamente se apoyan en los santuarios en Pakistán, si no que también en la población pashtoun, la que se extiende a ambos lados de la frontera.

de esta manera la población pashtun, que es mayoritaria en el corazón histórico talibán de las provincias de Kandahar, Helmad y Zabul, proporciona un apoyo cercano así como un importante númerodereclutas.Ellosetraduceenqueloscombatientescontratados–entreellosmuchosagricultores de opio atraídos por ganancias superiores a los sueldos de las fuerzas armadas afga-nas–sonnativosdelazonadeoperaciones.

Rápidos de movilizar y altamente solubles entre la población a la que pertenecen, representan hasta dos tercios de los efectivos comprometidos en las acciones.

No obstante, la operación “Medusa” desarrollada el 2006 en la provincia de Kandahar, demostró que los insurgentes no poseían la capacidad para conducir acciones mayores autónomas únicamente a partir del territorio afgano. En efecto, obligados a aplicar una postura pasiva luego de pérdidas masivas sostenidas, los talibanes adoptaron un modelo asimétrico más tradicional.

8 En este artículo se trata del centro de gravedad de nivel operativo.

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Ello les fue posible gracias al restablecimiento de una especie de cordón umbilical con los santuarios pakistaníes, lo que les posibilitó incrementar sus actividades logísticas y de entrenamiento.

En consecuencia, el C.G. de la insurrección se basa principalmente en las regiones de Peshawar, Miram Sha y Quetta, donde el Mollah Omar preside el consejo islámico.

En esta banda fronteriza se efectúa actualmente la planificación de las acciones en Afganistán, la gestión de los recursos de la insurrección, el entrenamiento y el apoyo logístico del nudo duro de las facciones combatientes más importantes.

En tanto Pakistán, aliado oficial de Estados unidos América (EE.uu. de A.) y de la OTAN, muestra cierta duda, más aún con el abandono del poder del presidente Musharraf el 18 de agosto de 2008.

Al sur de Afganistán, Balouchistán retoma un nacionalismo creciente. Al este, la zona tribal no ha estado nunca controlada por el poder central pakistaní, y los campos de entrenamiento allí situados, y desde donde operan los consejeros de los servicios especiales pakistaníes, parecen confirmar un posible doble juego de Islamabad.

El acuerdo concluido en septiembre del 2006 entre los jefes de la zona tribal y el Estado pakistaní, incluye la retirada del ejército pakistaní y el desarme simultáneo de los combatientes extranjeros. Ello se ha concretizado en una mayor libertad de acción de los insurgentes y en un incremento de los combates en Afganistán.

Inaccesible a las fuerzas de la OTAN en territorio pakistaní, el C.G. de la insurrección se encuentra establecido fuera del alcance de una aproximación militar directa de la Coalición, respondiendo al principio que “toda rebelión debe disponer de una base inexpugnable”.9

Lo anterior es consecuencia de oportunidades que no han sabido ser explotadas.

9 Como lo sostiene T. E. Lawrence en su libro “Guerrilla en el desierto”.

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Figura 1: despliegue de fuerzas talibanes.

B. La herencia de ideologías sobrepasadas

Pocas cosas diferencian la intervención norteamericana en Afganistán de los diez años de fracaso soviético evidenciados hasta 1989.

Cuando la uRSS intervino estableció un análisis ideológico del escenario socioeconómico similar a aquel vivido en Rusia durante la guerra civil de 1917-1921.10

Las operaciones fueron planificadas y conducidas según el modelo de victorias obtenidas en Praga y Budapest, donde el cuerpo blindado expedicionario ocupó rápidamente y sin resistencia las grandes ciudades y ejes principales.

Cuadriculado de esta forma, el territorio debería haber sido controlado por las fuerzas guber-namentales afganas, todo ello acompañado de reformas serias y profundas.

una comparación con la acción norteamericana a partir del 2001 muestra que cada superpotencia ha resultado prisionera de sus dogmas. Interviniendo según la solicitud del Parcham,11 los sovié-

10 Consistente en un sistema feudal opuesto a la distribución de tierras y apoyado sobre un islam radical identificado con el oscurantismo ortodoxo.

11 Rama del partido socialista afgano.

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ticos pensaban ser acogidos como libertadores, e igual sentimiento afloró en los norteamericanos al dar termino al yugo opresor de los talibanes. Sin embargo, estos dos cuerpos expedicionarios fueron progresivamente percibidos como fuerzas de ocupación.

Al no considerar la importancia del sistema tribal afgano, los gobernantes fueron nominados siguiendo criterios ideológicos en lugar de recurrir al viejo rey Zaher Shan. Sin embargo, su pres-tigio federalista y su estatus de jefe de tribu le habrían dado mayor legitimidad que aquella de los gobiernos de reconciliación nacional de Karmai, Najibullah y Hamid Karzaï.

desde un punto de vista táctico, las ofensivas masivas conducidas el 2006 por la Inter-national Security Assistance Force (ISAF) tienen gran similitud con las grandes operaciones de “tenaza y envolvimiento” llevadas a cabo por el Ejército Rojo, según el modelo de Koursk, sin grandes éxitos frente a acciones de hostigamiento de un enemigo cada vez más violento e inalcanzable.

Las fuerzas norteamericanas podrían, sin embargo, haber explotado una situación favorable el 2002: la fase inicial de “Intervención” se encontraba finalizando con el movimiento talibán dislocado y refugiado fuera de las fronteras de Afganistán, especialmente en Pakistán; además, la cultura del opio había sido prácticamente erradicada por lo talibanes.

Las circunstancias eran favorables para el inicio de la fase de “Estabilización”, más aún frente a una población ávida de un mejoramiento de la situación. En lugar de ello, las fuerzas se “en-terraron” en bases fortificadas y se aislaron de la población afgana, la que mantuvo sus duras condiciones de vida originales.

Al contrario de Europa, EE.uu. de A. se encuentra sensiblemente menos involucrado por las redes de la heroína. Tal vez ello lo condujo a no reaccionar inmediatamente frente al resurgi-miento del cultivo del opio, base del crimen, de la corrupción y de una violencia cada vez más compleja y difusa.

Como se ha mencionado, el opio es una fuente de contratación de combatientes para la insurrección, pero asimismo se ha constituido en una importante vía de financiamiento. En este contexto, la erradicación de los cultivos de opio comenzada tardíamente el 2006 parece insuficiente.

C. Expectativas para la ISAF

Mientras las fuerzas coaligadas se mantengan en Afganistán, no tendrán otra alternativa que conducir la fase de “Estabilización” en la que se encuentran comprometidas y que debiese establecer las condiciones para un retorno a la paz. Sin embargo, la preinstalación de una

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incipiente administración talibán en ciertos distritos del sur a partir del 2006 subraya las dificultades existentes, incluso antes que la OTAN se haga cargo de la totalidad del teatro afgano.

Como todo conflicto y según la trinidad planteada por Clausewitz, la insurrección afga-na se desarrolla en un triángulo constituido por la población, el gobierno y las Fuerzas Armadas, tres áreas de acción que buscan conquistar sin un orden preestablecido y según las oportunidades que se le presenten. Por ello, al no poder actuar sobre el C.G. de la guerrilla, la acción militar debe intentar aislar a los insurgentes de estos tres objetivos. Sin embargo, el empleo de la fuerza militar a buscado hasta ahora obtener efectos físicos sobre los insurgentes, en una fase de “Estabilización” con poca iniciativa, por cuanto es más bien “seguida” que “conducida”.

En consecuencia, pareciera ser más conveniente para un empleo “útil” de la fuerza, buscar efectos psicológicos que busquen una modificación de la voluntad de cada uno de los actores. Más que una red ineficaz de posiciones presionadas por las fuerzas rebeldes, que recuerdan el complejo inicio de las fuerzas francesas en Argelia12 y que ofrecen una variedad de blancos a los insurgentes, las fuerzas de la Coalición deben recobrar el contacto con la población, reconquistar su confianza e identificar sus necesidades. Ello debiera continuarse con acciones no militares que busquen mejorar su calidad de vida.

Al igualqueelmariscalLyautey–quemostraba la fuerzaparaevitaremplearla– la lógicade actuar con acciones ofensivas de gran magnitud, ineficaz frente a un enemigo que actúa de manera asimétrica y fugaz, podría ser reemplazada por una ocupación del terreno. Es necesario oponer a los rebeldes una presencia semipermanente y móvil, capaz de generar un sentimiento de incertitud en los insurgentes.

desde un punto de vista estrictamente militar, esta evolución en el empleo de las fuerzas se asemejaría al ejemplo francés de 1958. A pesar de que la extensión del relieve de la frontera entre Afganistán y Pakistán impide una reproducción exacta de las líneas Morice/Challe,13 es decir, la adopción “de un control ligero y dinámico de las unidades que, acosando sin tregua las bandas […] crearán en ellas la inseguridad y les volverán la vida insostenible”,14 ello pareciera la única perspectiva de una evolución operativa favorable, por cuanto privaría a la rebelión de los combatientes contratados, para quienes el riesgo se volvería excesivo.

12 En donde un cuadriculado estático de puntos sensibles condujo a una degradación de la situación. A partir de 1958, el ejército francés recobra la iniciativa gracias a un dispositivo dinámico.

13 Alambrada doble construida en la frontera entre Argelia y Túnez a partir de 1957.14 “Directiva N°1 a las fuerzas terrestres, aéreas y marítimas” del general Challe (Argelia, 22 de diciembre de 1958).

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Esta capacidad, garante de la credibilidad de la fuerza frente a la población y sus gobernantes, debiese poder quitar la iniciativa a los insurgentes, privándolos de su libertad de acción y de su apoyo local.

Esto puede lograrse mediante una combinación estrecha de medios terrestres y aéreos que posibiliten sortear los inconvenientes geográficos para conducir la acción contra los insurgentes. de esta manera, la componente aérea participaría activamente al combate antiguerrilla no solo a través del ataque a superficie, si no que en un rol más integral como lo hicieron los aviones T6 en Argelia.

Sin embargo, válido es precisar que algunos avances se registran en estas materias.

El 2007, en la provincia de Helmand, soldados británicos instalaron puestos militares conforma-dos por una centena de hombres que comparten con el ejército afgano, reforzando la credibilidad de estos últimos en una zona reconocida como difícil.

Sin embargo pareciera ser que la naturaleza misma de la OTAN se opone a una conducción eficaz de una “Operación de Estabilización”. Siendo una organización militar, le resulta difícil definir sus propios objetivos estratégicos, por cuanto estos surgen de la superposición de objetivos de los países miembros.

En este contexto y considerando la “Estabilización” como requisito previo a la “Normalización”, valido entonces es preguntarse: ¿Cuál es la aptitud de la OTAN para llevar a cabo una acción in-teragencias que exige una costosa intervención de actores civiles?

La OTAN hoy en día apenas logra reunir los 44.000 hombres que los países miembros han prometido, además que la restricción de empleo (“caveats”) con que el contingente es asignado transforma la situación en un verdadero rompecabezas político-operacional.

Por otra parte, la inversión material y financiera de la comunidad internacional tarda en llegar. No obstante, dicha inversión es un factor indispensable y complementario a la acción militar para promover el desarrollo económico, la lucha contra la corrupción y la edificación de una adminis-tración creíble y legítima.

Naciones unidas, que posee organismos dedicados a este sector de actividad, podría tomar bajo tutela la administración afgana y asegurar la dimensión civil interagencias, dejando el área de la seguridad a las fuerzas de la Coalición.

El apoyo a la población, que comienza a añorar el antiguo gobierno talibán, depende de ello.

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JÉRÔME RANSAN - ALEKSI N. GLOFFKA REYES

Más allá de esta aproximación operacional al problema, las dificultades de la OTAN se deben alaincomprensióndelarealidaddelapoblaciónafgana,paraquieneslanociónde“Estado”–ensentidowestfaliano–noexiste.

¿Por qué el estado final deseado debe apoyarse en una estructura político-administrativa moderna y centralizada de tipo occidental?

El sistema feudal, que se basa sobre un puzzle étnico e inherente a la cultura afgana, podría ser explotado para los fines de la “Estabilización”. de hecho, los primeros éxitos del general Pe-traeus en Irak se apoyaron en los acuerdos suscritos con los cheiks sunitas. Como el apoyo de una organización rural se extiende desde el nivel de una provincia hasta un pueblo determinado, se podría guiar así la reflexión estratégica hacia un efecto final deseado no necesariamente global, pero adaptado a la realidad de cada situación local.

Por otra parte, el peso de la opinión pública, para quien la guerra constituye un fenómeno lejano e indiferente, hace que el costo de la permanencia de tropas en Afganistán juegue en contra de los países de la Coalición. de hecho, el tiempo pertenece a los guerreros afganos, quienes ya han enfrentado con éxito a dos imperios.

III. EXPERIENCIAS qUE PODRÍAN DERIvARSE EN EL EMPLEO DE LA FUERZA MILITAR

El breve análisis desarrollado sobre el conflicto en Afganistán nos permite centrarnos en dos aspectos principales, la importancia y complejidad de la determinación del centro de gravedad en una operación y lo decisivo que resulta para el desenlace del conflicto la fase intermedia de “Estabilización”.

A continuación profundizaremos en estos dos aspectos.

A. En la determinación del centro de gravedad15

La clave en la aplicación del arte operativo es la capacidad de visualizar el empleo de la fuerza y de sus efectos en tiempo y espacio, apreciar las diferentes posibilidades y prever los resultados probables y sus consecuencias.

En una visión simple, el arte operativo consiste en:

15 Basado en el Método de Planificación Operacional francés. dicho documento complementa y permite aplicar la GOP (Guidelines for Operational Planning) de la OTAN.

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AFGANISTÁN, uN CASO dE ANÁLISIS dEL CENTRO dE GRAVEdAd EN LA FASE dE ESTABILIZACIÓN dEL CONFLICTO

• Determinarelcentro de gravedad (estratégico u operativo según el nivel de la planifica-ción), sus capacidades esenciales, vulnerabilidades críticas y los efectos a producir,

• Identificarlosprincipalespuntos decisivos que conducen al centro de gravedad opuesto (elaborado durante el análisis de las fuerzas de oposición),

• Precisarlosefectos sobre cada uno de los puntos decisivos,

• Crearlaslíneas de operación comunes a todos los futuros modos de acción.

Figura 2: determinación del Centro de Gravedad.

En el caso de Afganistán, las fuerzas talibanes identificadas como C.G. operativo resultaron finalmente muy difíciles de atacar. ¿Evolucionaron en el transcurso del conflicto o las vulnerabi-lidades previstas no eran tales?

La respuesta es difícil de dar sin los antecedentes necesarios, sin embargo su análisis permite aplicar una metodología concreta que intentaremos explotar.

Directiva inicial

apreciaciÓn De la situaciÓn

centrO De GraveDaD OpuestO (FuerZas

De OpOsiciÓn)

análisis especíFicO De la misiÓn

cOnclusiOnes parciales

tareas

cOnclusiOnesDeterminantes

cOncepciÓn OperaciOnal

centrO De GraveDaD

amiGO

puntOs DecisivOslíneas De OperaciÓn

ObjetivOs perseGuiDOs

centrO De GraveDaD OpuestO

cOnFrOntar para GarantiZar la

cOherencia

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JÉRÔME RANSAN - ALEKSI N. GLOFFKA REYES

un C.G. es una entidad física o moral que constituye el componente fundamental de la fuerza, de su potencia y de su resistencia. Los C.G. definidos no solamente contribuyen a potenciar la fuerza, si no que ellos SON LA FuERZA. En este sentido, las tropas talibanes corresponden efec-tivamente a esta definición.

Ahora bien, si consideramos que en toda estrategia se enfrentan al menos dos voluntades, en todo conflicto existe en consecuencia un C.G. “opuesto”, correspondiente a lo que hace la fuerza adversaria y sobre la que debe actuarse. En el mismo orden de ideas, existe también un corolario, un C.G. “amigo o propio”, corresponde a aquello que hace nuestra fuerza y que debe ser protegido.

de esta manera se puede afirmar que los C.G. “Amigos” y “Opuestos” se oponen, atacándose mutuamente mediante acciones físicas y morales.

un C.G. no es por tanto pertinente mientras no se defina en relación con una voluntad opuesta en una situación dada. En consecuencia, no existe nunca por sí mismo, lo que nos permite ade-lantar que el C.G. no es nunca una característica, una capacidad o un medio.16

un C.G. es de esta forma una fuerza física o de orden moral que reúne los siguientes criterios:

• Esevidente.• Esdinámicoypotente.• Escapazdeinfluirodeactuar.• Tomafavordeunasituacióngeográficay/odeunterrenodeterminado.

Y en Afganistán, las fuerzas rebeldes responden a todos estos criterios.

A nivel estratégico, los C.G. son normalmente morales, que influencian17 y controlan los C.G. físicos, de nivel operativo o táctico. Al contrario, estos últimos son casi invariablemente físicos y por lo general corresponden a las fuerzas militares, las que se esfuerzan en destruir las capacidades y la voluntad del oponente.

16 Así, a modo de ejemplo:• EnlaGuerradeSecesiónamericana,elejércitodelnortedeVirginiaconstituíaunC.G.porlaamenazaqueélrepresentabaporWashington

dC y su capacidad para bloquear la progresión del ejército de Potomac de la unión hacia Richmond, la capital de los Confederados.• En1940,lasdivisionesdetanquesdevonKlettteníanlacapacidaddedestruirlasdefensasfrancesasenelríoMeuseyderodearlos

ejércitos aliados en Bélgica.• En1991,laGuardiaRepublicanairaquíconstituíaunC.G.operativoiraquí,debidoalasaccionesquepotencialmentepodíallevaracabo

contra el VII Cuerpo u.S., y no solamente debido al buen entrenamiento de su personal y de la operacionalidad de sus blindados.17 Representados normalmente por lideres, ciertas elites dirigentes, la propia población o incluso las alianzas o coaliciones.

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AFGANISTÁN, uN CASO dE ANÁLISIS dEL CENTRO dE GRAVEdAd EN LA FASE dE ESTABILIZACIÓN dEL CONFLICTO

Tanto en Afganistán como en cualquier planificación, para verificar la pertinencia del C.G. definido es factible preguntarse si este es esencial, si todo depende de él, si constituye el corazón de todo el poder o de todo el movimiento18 y si es capaz de producir daños importantes.

Hasta esta instancia del proceso, las fuerzas talibanes son sin duda un C.G. operativo capaz de influir sobre las tropas de la OTAN.

Al ser identificadas las fuerzas talibanes como el C.G. enemigo, correspondía declinar sus capacidades y exigencias para deducir sus vulnerabilidades críticas factibles de ser atacadas.

Esta declinación se encuentra representada en la figura N°2 siguiente y concluye identificando vulnerabilidades criticas sobre las cuales la estrategia debe establecer “efectos” a obtener, en beneficio del EFd previsto.

En esta parte del proceso el trabajo de planificación encontró su primera falla, por cuanto las debilidades deducidas y que volverían “vulnerables” las fuerzas talibanes resultaron ser inalcan-zables para las fuerzas de la OTAN.

centrO De GraveDaD(la Fuerza)

capaciDaDes esenciales(lo que el cG es capaz de hacer)

vulnerabiliDaDes críticas(Debilidades necesarias de atacar o proteger)

exiGencias FunDamentales(medios y recursos esenciales

para que el CG sea eficaz)

Figura 3: Proceso de declinación del C.G. para deducir los “efectos a producir”.

Para sortear esta dificultad podemos preguntarnos: ¿Cómo podríamos verificar la factibilidad de accionar o influir sobre el C.G. identificado?

18 Entendido el “movimiento” en el sentido político del término, es decir, quienes mediante la expresión de sus intereses dan vida y sostienen el conflicto.

EFECTOS A PROduCIRCómo proteger o atacar esas vulnerabilidades…

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una alternativa es someter al C.G. a una serie de preguntas de análisis. Podemos interrogarnos si es accesible y factible de alcanzar físicamente por nuestras unidades y sistemas, si es factible de constituirse en un objetivo físico, si ofrece alguna resistencia y, finalmente, si al ser neutra-lizado, contenido o destruido permite alcanzar nuestro objetivo y nos ubica en mejor posición para la fase siguiente.

Sin embargo, la facilidad y flexibilidad con que las fuerzas rebeldes actúan en territorio afgano nos permite concluir que, siendo las tropas talibanes efectivamente el C.G. operativo en el teatro de Afganistán, los modos de acción utilizados hasta la fecha no han podido atacar las verdaderas debilidades de esta fuerza.

B. En la preparación, conducción y desenlace de los conflictos

La incertitud acerca de la evolución del conflicto afgano demuestra que el no percibir los cambios oportunamente ha sido una constante histórica que ha llevado a grandes ejércitos al fracaso, como la ex uRSS en Afganistán o EE.uu. de A. en Vietnam y, eventualmente ahora, en Irak y Afganistán.

Esta situación se ha vuelto aún más compleja, por cuanto la finalidad de las acciones bélicas que emprenden los actores en un conflicto podría estar modificándose sustancialmente respecto de los conflictos armados del siglo XX.

En efecto, en los enfrentamientos bélicos clásicos el quiebre de la voluntad de lucha del adversario era considerado el objetivo final de toda fuerza militar y su forma de obtención era relativamente clara para los estrategos políticos y militares.

No obstante, frente a un adversario que actúa con una estrategia asimétrica ciertas acciones militares, que tradicionalmente hubiesen tenido un importante y rápido éxito para el objetivo militar de la guerra, se han vuelto contraproducentes para la situación final deseada por los go-bernantes al momento de involucrarse en el conflicto.

Por ello, en esta “Continuidad de las Operaciones” que comprende las fases de “Inter-vención”, “Estabilización” y “Normalización”, la fase intermedia de “Estabilización” se ha vuelto decisiva, por cuanto las fuerzas armadas crean en ella las condiciones para un éxito estratégico final, mediante un trabajo de preparación que comienza desde la concepción misma de la operación.19

19 ARMEE dE TERRE, op. cit., pp. 1213.

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AFGANISTÁN, uN CASO dE ANÁLISIS dEL CENTRO dE GRAVEdAd EN LA FASE dE ESTABILIZACIÓN dEL CONFLICTO

Comolanormalizacióndeunconflictoocrisisimplicaunnuevoestadofinaldeseado–avecesmuydistintoalestadonormaldecosasentendidoporlospaísesinterventoresenunconflicto–estaúltima fase exige también una correcta reflexión desde la concepción misma de la intervención militar.

de esta forma, el término de las operaciones militares no implica necesariamente el tér-mino del conflicto y la “Salida de Guerra”20 no se reduce a la detención de las operaciones militares.

A partir de la disolución de la uRSS comienzan a manifestarse tres escenarios recientes de salida de guerra:

1. Cuando entre dos o más Estados-Naciones no puede haber combates directos por el peligro que entraña la disuasión nuclear, como es el caso de India y Pakistán.

2. Cuando de la guerra debe obtenerse la libertad y la prosperidad de un pueblo.

3. Cuando se trate de restablecer la paz, denominado también “ayuda a la salida de guerra”.

Estas nuevas salidas de guerra se caracterizan por una especial atención brindada al Estado-Nación oponente, su población y su situación socioeconómica, aspectos que se pretenden mejorar. de esta forma, la salida de guerra se prolonga en un período de reconstrucción y de “Estabilización”.

Obedecen a una “Maniobra de Salida de Guerra”, la que considera una transacción permanente entre los comandantes militares y los funcionarios diplomáticos, por cuanto cada cual lucha por intereses y estrategias no necesariamente coincidentes.

de esta forma, la Salida de Guerra constituye una nueva preocupación derivada de las expe-riencias históricas y de los conflictos actuales y su importancia involucra cada vez, de manera más significativa, los aspectos propiamente militares, por cuanto determina, restringe, posibilita o impide ciertas operaciones.

Su estudio debe cobrar mayor importancia en ejércitos convencionales como el de Chile, por cuanto altera los paradigmas clásicos referidos a la formulación de objetivos militares y las formas de conducir las fuerzas para alcanzar el objetivo de guerra bélico.

20 Traducción literal del concepto “Sortie de Guerre” empleado por las Fuerzas Armadas francesas.

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Iv. CONCLUSIONES

Apesardequeelmundoactualsiguesiendoensumayoríafuertemente“Clausewitziano”–porcuantoel conflicto como enfrentamiento armado de voluntades continúa siendo un instrumento juzgado útil yeficazparaserviralosinteresesdelapolítica–surostroysuposiciónenelmundohancambiado.

En primer término, es la eficiencia política del enfrentamiento militar lo que ha evolucionado, por cuanto la destrucción del adversario muchas veces no constituye la respuesta mejor adaptada a las situaciones de conflicto actuales.

Vencer en una batalla decisiva–quehastahacepocopodíaconducirdirectamenteallogrodelobjetivopolíticodeguerra–noesnecesariamenteelsignodelavictoriaodeladerrotafinalparalos protagonistas. Su rol se ha venido reduciendo a una etapa inicial, normalmente muy violenta y breve, respecto de la duración total del conflicto y dentro del cual el establecimiento de las condiciones necesarias para el retorno a la paz resulta decisivo. En, Afganistán, por ejemplo, esta primera fase de “Intervención” fue desarrollada sin mayores contratiempos por tropas occidentales de capacidades y medios tecnológicos muy superiores a las fuerzas talibanes.

Sin embargo, se agregan a esta primera etapa, de carácter principalmente militar, una segunda etapa de “Estabilización” y una tercera de “Normalización”, que involucran varios otros actores del poder nacional, indispensables para conducir a la paz.

No obstante, la guerra también ha cambiado mediante la irrupción de nuevos actores que, alejados de la lógica militar tradicional, actúan entre la población civil, la que se transforma a la vez en actor y sujeto esencial.

Al encontrarse al centro del conflicto, esta población civil se vuelve una preocupación principal de los ejércitos.

En este nuevo contexto de mutación la acción militar también evoluciona. El argumento más importante de un ejército no es necesariamente su capacidad de destrucción, por cuanto el instrumento militar como tal si bien conduce al objetivo político final del conflicto, no es nece-sariamente ni el único ni el más importante.

Sin embargo, una última reflexión derivada del análisis presentado resulta muy interesante para abrir el debate hacia otros temas.

una vez finalizada la Guerra Fría, el escenario internacional se modificó, lo que para un gran número de países se tradujo en una menor probabilidad de conflicto. Europa es un ejemplo clásico de este fenómeno.

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AFGANISTÁN, uN CASO dE ANÁLISIS dEL CENTRO dE GRAVEdAd EN LA FASE dE ESTABILIZACIÓN dEL CONFLICTO

Figura 4: Fases de la “Continuidad en las Operaciones”.21

En cambio, surgieron nuevas amenazas que conllevan desafíos distintos a las Fuerzas Armadas. de esta forma, los enfrentamientos clásicos de grandes unidades y en extensos campos de batalla se transforman en guerras asimétricas cada vez más urbanas, en donde el hombre ha vuelto a ser una pieza fundamental.

En el caso de Chile y otros países latinoamericanos, a este nuevo fenómeno se adiciona la problemática regional. Las diferencias históricas entre países, especialmente respecto de diferendos fronterizos, hacen imposible descartar un conflicto convencional de alta intensidad.

En consecuencia, este proceso de continuidad y cambio genera una paradoja para nuestras Fuerzas Armadas. Por una parte, las grandes potencias mundiales occidentales analizan los proble-mas militares en los nuevos conflictos y sus consecuencias prácticas y teóricas para las fuerzas.22 Porotrolado,lasposibilidadesenChiledeunescenariodeconflictoclásico–conenfrentamientosterrestresviolentosdefuerzasconvencionalesmecanizadasyblindadasdegranmagnitud–nopueden ser descartadas y forman parte principal del entrenamiento.

Por ello y probablemente por primera vez en el transcurso de este siglo y del precedente, esta diferencia de realidades entre las grandes potencias militares y el caso nacional generan expe-riencias internacionales que se alejan de manera importante de nuestra realidad.

21 COSTE, Philippe Colonel. Adaptation of Army doctrine to Stabilization. Revista Doctrine N°12 (2007). Ministerio de defensa de Francia. p. 10.

22 Los conflictos de baja intensidad, la importancia del combate urbano, la utilidad de la disuasión nuclear y la difícil distinción entre tropas combatientes y la población civil son, a modo de ejemplo, temas de interés actual en los escenarios de Irak, Afganistán y otros en donde están presentes Estados unidos, Naciones unidas o la OTAN.

INTERVENCIÓN

ESTABILIZACIÓN

NORMALIZACIÓN

INdISPENSABLE dECISIVA

GANAR LABATALLA

CONduCIR ALA PAZ

OBJETIVOESTRATéGICO

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En consecuencia, las posibilidades de extraer lecciones foráneas se reducen notablemente, mientras que de manera inversa, la modernización reduce la tradicional brecha tecnológica. de hecho, a partir de la última década del siglo XX se comienza a evidenciar este fenómeno. Tal vez las lecciones obtenidas de la primera guerra del Golfo Pérsico constituya el último ejemplo válido para el Ejército de Chile, a pesar de las diferencias evidentes en técnicas y recursos.

La eventual “inutilidad” de las actuales experiencias de los grandes ejércitos constituye un fenómeno tal vez inédito en Chile, al que el Ejército debiera prestar la mayor atención.

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PARTICIPACIóN DE LAS FUERZAS ChILENAS EN MISIONES DE PAZ EN hAITÍ

ROdRIGO VARGAS OYARZÚN1

Mayor

Resumen: La decisión del gobierno de Chile de enviar efectivos en Operación de Paz a haití, constituye, sin lugar a duda, una de las decisiones en política de defensa y política exterior más importante de las últimas décadas. La tradición de Chile, en materia de defensa, ha sido siempre la de participar activamente en la vida internacional. La actual naturaleza de estas misiones ha exigido al país desarrollar una capacidad de gestión transversal en la materia, obligando a concebir un Sistema Nacional integrado, multidisciplinario y con un alto grado de especialización técnica.En el siguiente artículo se describe la evolución de la participación de milita-res chilenos en operaciones de paz, en especial la participación en haití, y se exploran algunos desafíos que consideran la relevancia que han tenido estas operaciones para la política exterior del país durante los últimos años.Palabras clave: Operación de paz, haití, política de defensa, política exterior.

Abstract: The Chilean government’s decision to send troops to the pea-cekeeping operations in haiti is undoubtedly one of the most important defense and foreign policy decisions in recent decades. Chile has always traditionally played an active role in international affairs relating to defense. The nature of these missions has required the development of a transversal management capacity, obliging the country to implement an integrated multidisciplinary national system with a high degree of technical specialization. This article describes the evolution of Chile’s military involvement in peacekeeping operations, particularly in haiti, and explores some of the

1 Mayor del Ejército de Chile, Jefe de la Sección despliegue y Repliegue de unidades de Operaciones de Paz del Comando de Operaciones Terrestres (COT) del Ejército de Chile. diplomado en Gestión de Telecomunicaciones y Redes de la Academia Politécnica Militar del Ejército de Chile. Postitulado en el diplomado en Prevención de Riesgos de la Academia Politécnica Militar del Ejército de Chile. Military Induction Training Course dictado por Naciones unidas. Curso Seguridad Internacional y los Nuevos desafíos del Siglo XXI impartido por la universidad de Concepción. Curso Gestión Logística y Financiera para la participación en Operaciones de Paz de Naciones unidas dictado por el Centro Conjunto para Operaciones de Paz de Chile (CECOPAC).

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challenges that these operations have presented to Chilean foreign policy during recent years.Key words: Peacekeeping operations, haiti, defense policy, foreign policy.

INTRODUCCIÓN

La historia de las Operaciones de Paz (OPAZ), bajo el mandato de Naciones unidas, tiene su origen con posterioridad a la creación de este organismo. Pero el término operaciones de paz, no está estipulado en la Carta de las Naciones unidas. La práctica de estas operaciones, a contar del año 1945, ha creado un número de normas que son universalmente aceptadas, conformando la base jurídica para su ejecución.

desde la primera OPAZ de Naciones unidas2 a la fecha, los profundos cambios en la realidad internacional, los conflictos regionales e intraestatales adquirieron mayor fuerza, motivados por antiguas o nuevas diferencias. Tales como los diferendos fronterizos, nacionalismos, problemas étnicos, económicos, religiosos, medioambientalistas y la explosión demográfica. Lo anterior ha impuesto la necesidad de ir actualizando la base conceptual asociada al mante-nimiento de la paz, hasta llegar a la actual noción de operaciones de paz: multidisciplinarias y complejas.

En cuanto al rol cumplido por nuestro país en esta materia, se puede señalar que la parti-cipación de Chile se inició el año 1935, con un grupo de observadores militares que ayudó en la supervisión de los acuerdos al término de la Guerra del Chaco (Bolivia-Paraguay). desde esa fecha hasta nuestros días le ha permitido a Chile ir desarrollando una capacidad que lo proyecta internacionalmente en el ámbito de las OPAZ.

Los hechos que han provocado que la comunidad internacional enfrente la crisis de Haití enviando tropas para restablecer la paz no son parte relevante de este artículo, sin embargo, es importante recordar que hasta comienzos de marzo de 2003, decenas de civiles y periodistas fueron asesinados y el gobierno del presidente de Haití, Jean-Bertrand Aristide había perdido gran parte de su credibilidad, convirtiéndose en un gobierno incapaz de garantizar la seguridad, estabilidad política y económica del país.

Chile, desde Timor Oriental, ha aumentado su participación enviando un número considerable decontingenteamisionesdepaz.Peroes,soloahora–conlaparticipacióndetropaschilenas

2 un grupo de oficiales de las Fuerzas Armadas de distintos países arribaron a Israel en calidad de Observadores Militares, dando origen a la Misión de Observación united Nations Truce Supervisión Organization, con el fin de monitorear el cese del fuego que había puesto fin a la Guerra árabe-israelí el año 1948.

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PARTICIPACIÓN dE LAS FuERZAS CHILENAS EN MISIONES dE PAZ EN HAITÍ

enHaití–cuandoelgobiernohaconsideradooportunoparticipardeformasignificativaenestetipo de acciones internacionales. Los efectivos chilenos en Haití suman más de mil,3 integrados a fuerzas de Infantes de Marina de Estados unidos de América, soldados franceses, brasileros, canadienses, entre otros.

El Consejo de Seguridad de Naciones unidas aprobó, el 2004, la Resolución Nº 1.529, que autorizó el despliegue inmediato de una Fuerza Multinacional Provisional (FMP4), con el fin de: contribuir a crear un entorno de seguridad y estabilidad en Puerto Príncipe y en el centro del país… Facilitar la prestación de asistencia humanitaria y el acceso de los trabajadores humanitarios internacionales a la población haitiana que lo necesite… Apoyar, la creación de las condiciones necesarias para las organizaciones internacionales y regionales que prestan asistencia al pueblo de haití.5

El despliegue de tropas en la isla es una operación multinacional cuya finalidad es dar esta-bilidad, seguridad y proteger a la población civil, como asimismo jugar un papel relevante para que Haití vuelva a una situación de estabilidad y normalidad, tanto política como económica. Si bienesciertoquelamisiónseenmarcabajoelCapítuloVIIdelaCartadeNacionesUnidas–queotorgaalossoldadoslaposibilidaddehacerusodelafuerzaencasodesernecesario–elespírituhumanitario es el centro de la operación.6

Tras la resolución, el Presidente de la República, Ricardo Lagos Escobar, ofreció la ayuda de Chile señalando: “Es una misión que entraña responsabilidades para un país pequeño como el nuestro, pero las asumimos porque la paz que tenemos entre los chilenos, queremos que exista también en aquellos pueblos de América Latina y el Caribe, que están desgarrados por el enfren-tamiento y el hambre”.7 Enfatizado el aspecto humanitario, el presidente añadió un punto clave de la misión en Haití: “Los que hoy día parten, expresión de nuestro Ejército y del profesionalismo que tienen, pero, más importante, a luchar por la paz y no por la guerra”.8 Al mismo tiempo, estas medidas han provocado diversas reacciones al interior de la sociedad, tanto de respaldo como rechazo a la gestión presidencial. Por tratarse de una decisión que involucra a toda la nación y un interés de país, las posiciones favorables y críticas no han sido, en general, de carácter partidario y se ha abierto un incipiente debate en relación con decisiones de política exterior de esta naturaleza.

3 departamento de OPAZ del Comando de Operaciones Terrestres (COT) del Ejército de Chile.4 También recibe el nombre de Multinational Interim Force in Haiti (MIFH), por su sigla en inglés.5 Consejo de Seguridad, Naciones unidas, Resolución 1.529, 29 de febrero 2004, S/RES/1529 (2004).6 Enmarcar la misión bajo el Capítulo VII es algo que se está haciendo de forma consistente desde mediados de los noventa. Si las

misiones de paz, de forma inesperada tienen que enfrentar una fuerte situación de violencia, no necesitan que el Consejo de Seguridad adopte otra resolución que ponga la misión bajo el Capítulo VII.

7 Presidente Ricardo Lagos: “Soldados chilenos se sacrificarán por el bien de quienes sufren en haití”, La Segunda internet, viernes 5 de marzo de 2004.

8 Ibídem.

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UN COMPROMISO HISTÓRICO POR LA PAZLa política exterior de Chile ha estado esencialmente guiada por la ayuda, cooperación, la

seguridad internacional y promoción de la paz. El gobierno chileno y sus fuerzas militares, en 1935, tuvieron un papel relevante en el proceso de paz entre Bolivia y Paraguay.9 Asimismo, nuestro país participó como socio fundador de Naciones unidas, comprometiéndose con el mantenimiento de la paz mundial. de gran importancia también fue la participación y compromiso de Chile en la resolución del conflicto entre Ecuador y Perú, en su calidad de país garante del Protocolo de Paz de Río de Janeiro de 1942. En 1948 observadores militares chilenos supervisaron los acuerdos de cese al fuego entre Israel y sus Estados vecinos. Al año siguiente estuvieron presentes en el conflicto IndiaPakistán.10En1958,cincooficiales–tresdelEjércitoydosdelaFuerzaAérea–par-ticiparon con funciones de asesoría en el Estado Mayor de la misión united Nations Observation Group in Lebanon (uNOGIL).

En el marco de la Organización de Estados Americanos (OEA), la participación chilena en OPAZ se inició a fines del conflicto armado entre El Salvador y Honduras en el año 1975. Ya en 1969, una resolución del Consejo General de la OEA, decretó el cese del fuego y el retiro de las tropas de los territorios ocupados por estos dos países.11

9 A través de la Conferencia de Paz del Chaco se logró la suscripción de un Protocolo de Paz en Buenos Aires, el 12 de junio de 1935, por el que se terminó la contienda y las partes se comprometieron a resolver las cuestiones del Chaco solicitando a la instancia de mediación el envío inmediato de observadores neutrales al área de operaciones. Nació así la Comisión Militar Neutral, formada por los ejércitos de seis países: Argentina, Brasil, Chile, Estados unidos de América, Perú y uruguay. El gobierno chileno envió una delegación de cinco oficiales de Ejército, incluyendo a un oficial general.

10 En 1949 Chile envió tres oficiales, uno de cada rama castrense, para desempeñarse en la zona de Cachemira, en la frontera norte entre India y Pakistán. Más de 160 oficiales preferentemente del Ejército de Chile, han cumplido funciones en united Nations Military Observer Group in India and Pakistan (uNMOGIP).

11 Organización de Estados Americanos. “Antecedentes del Problema Limítrofe entre El Salvador y Honduras”, 1976.

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PARTICIPACIÓN dE LAS FuERZAS CHILENAS EN MISIONES dE PAZ EN HAITÍ

Los años noventa significaron un cambio importante para Chile y su participación en las OPAZ. En palabras de la ministra de defensa, Michelle Bachelet, “hubo cambios en nuestro pro-pio país: la valoración de la democracia, la determinación para la plena reinserción en el ámbito internacional y la afirmación por el reconocimiento y respeto de los derechos humanos”.12 Así, las Fuerzas Armadas regresaron a su papel institucional, y por ende, comenzó un lento pero positivo proceso de acercamiento entre las fuerzas castrenses y una parte importante de la población chilena.

Fueron las otras ramas castrenses las que tomaron decisiones respecto a su participación en misiones humanitarias, de acuerdo con sus intereses institucionales. de este modo, las Fuerzas Armadas chilenas se involucraron en OPAZ de distinta forma. Primero participó la Fuerza Aérea de Chile en la Misión de Observación de Naciones unidas para Irak y Kuwait (uNIKOM), en 1991; la Armada de Chile tuvo un papel en la united Nations Transitional Authority in Cambodia (uNTAC) al año siguiente. Sin embargo, en estricto rigor, el involucramiento de la FACH en uNIKOM y de la Armada de Chile en Camboya en 1992 no pueden ser encuadrados bajo una dirección política ni menos ser identificados como expresión de la política exterior del país. Esa primera participación en operaciones de paz respondió más a intereses y voluntad de las dos instituciones. Lo que deja en evidencia que se carecía de una política general y de una finalidad de política exterior en la que se podían encauzar en forma particular la participación en Kuwait y en Camboya.

En consecuencia, es posible afirmar que la situación de los primeros años de la década de los noventa fue claramente de transición. El desafío fue encontrar una fórmula para que la par-ticipación de Chile en las OPAZ fuese, en el corto plazo, el resultado de decisiones políticas con un beneficio para la política exterior y no solo una iniciativa por parte de algunas ramas de las Fuerzas Armadas.

En el período siguiente a 1996, el compromiso de Chile en misiones de paz creció de forma constante e importante. Ya en el mes de agosto de ese año, la FACH participó con otro grupo de helicópteros en la Comisión de Supervisión de Naciones unidas (uNSCOM) con el propósito de ins-peccionar el potencial de armas químicas, biológicas y misiles de Irak.13 El año siguiente, en abril de 1997, el Ministerio de defensa Nacional dispuso la participación de efectivos de Carabineros de Chile en la fuerza de tarea de policía internacional para Bosnia-Herzegovina.14

12 Clase Magistral de la ministra de defensa, Michelle Bachelet Jeria, correspondiente a la inauguración del año lectivo de las academias de las Fuerzas Armadas, Santiago de Chile, 18 de marzo de 2004.

13 Memorias del Ministerio de defensa Nacional 19942000, Tomo I, p. 18. En 1998, derivado de múltiples problemas para cumplir esta misión, esta unidad se vio forzada a regresar, quedando retenidos los helicópteros en Irak.

14 A partir de junio de ese año se desplegaron los primeros 14 carabineros, habiéndose llegado al término del año 2000 con un total de 71 carabineros, entre oficiales y suboficiales. Para un análisis más detallado de la participación de Carabineros de Chile en OPAZ: NEEB, Ricardo. La participación de policías civiles en operaciones de paz y el caso chileno, Security and Defense Studies Review. Vol. 3. 2003.

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Chile, junto con Argentina, Brasil y Estados unidos de América, desde 1995 hasta 1999, participó en la Misión de Observadores Militares Ecuador-Perú (MOMEP), en cumplimiento a la declaración de Paz de Itamaraty, firmada el 17 de febrero de 1995. Aquella misión probó que acciones dirigidas a resoluciones de conflicto en el ámbito regional también pueden ser exitosas, y de paso actuó como una fuerte presión para que se reevaluara la posición chilena de rechazo a desplegar tropas en operaciones de imposición de la paz.

Ya en el Libro de la Defensa Nacional de Chile, publicado en 1997, se incluyó entre los obje-tivos de la defensa Nacional, el “contribuir a la mantención y promoción de la paz y la seguridad internacional, en acuerdo con el interés nacional”. En su versión del año 2002, el Libro de la De-fensa Nacional de Chile señala: “Tanto la cooperación en la región como la contribución a la paz y seguridad mundial tienen por marco las orientaciones establecidas por la política exterior de Chile y los fundamentos de nuestra Política de Defensa Nacional”.15

15 Libro de La Defensa Nacional de Chile. Ministerio de defensa Nacional de Chile, Santiago de Chile. 2002; p. 84.

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un nuevo decreto Supremo,16 se dictó en octubre de 1999, a través del cual se amplió la política nacional en materia de OPAZ, referida a la participación de fuerzas de defensa para la construcción o imposición de la paz, de conformidad con lo establecido en el Capítulo VII. Este cambio, de gran trascendencia, dio el marco jurídico para el envío de una unidad aérea a Timor Oriental. Así, el Ministerio de defensa Nacional suscribió el memorando de entendimiento, a través del cual el gobierno de Chile adhirió al Sistema de Acuerdos de Reserva para Operaciones de Paz de las Naciones unidas, el 11 de noviembre de 1999. Asimismo, el Ministerio de defensa dispuso la creación de un Centro de Entrenamiento Conjunto de Operaciones de Paz (CECOPAZ), actualmente operativo desde el año 2002.

Ingenieros militares chilenos reconstruyendo parte de Haití.

Tras visitar Haití, en octubre de 2004, el ministro de defensa Jaime Ravinet, visualiza la participación de fuerzas chilenas en la isla, señalando que “Chile se compromete a través de este acto, conjuntamente con Ecuador, no solo a mantener la paz en Haití, no solo a contribuir a su convivencia integral, sino muy especialmente, a que a través de los ingenieros militares chilenos, se está materializando la reconstrucción de Haití. Para nosotros es muy importante esta señal que se está dando, en que no solo está presente personal militar propiamente tal para mantener el orden y la paz, sino la presencia también de ingenieros militares chilenos para fundamentalmente ayudar al pueblo haitiano a reconstruirse y a que su economía vuelva a funcionar normalmente”.17

16 decreto Supremo Nº 68. En el punto 4, se estipula que “quedan comprendidas en esta declaración de política nacional las Operaciones de Imposición de la Paz, tales como la interrupción total o parcial de las relaciones económicas y de las comunicaciones ferroviarias, marítimas, aéreas, postales, telegráficas, radioeléctricas, ruptura de relaciones diplomáticas, demostraciones, bloqueos y otras operaciones ejecutadas por fuerzas aéreas, navales o terrestres a que se refiere la Carta de las Naciones Unidas”. En el artículo siguiente se estableció, finalmente, el procedimiento con el cual se iba a decidir la participación de fuerzas en ese tipo de operaciones.

17 www.defensa.cl/noticias_anteriores/2004/2610Mision_haiti.htm, 26 de octubre de 2004.

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TENDENCIAS PREvISIBLESLas OPAZ son una entre varias respuestas que la comunidad internacional ha ensayado para

prevenir conflictos y mantener la paz. Respecto del escenario internacional se observa mayor con-flictividad intraestatal, demandas incrementales de acciones internacionales y crecientes niveles de ingobernabilidad en puntos focalizados del planeta. En este escenario, solo la cooperación entre los Estados permitirá generar respuestas efectivas para prevenir la ocurrencia de nuevos conflictos.

La región presenta como característica principal diversos grados de asimetría en los ámbitos económico y político; diferentes niveles de desarrollo, de unidad y de cohesión social, que definen distintas realidades subregionales. Así, el Comandante en Jefe del Ejército chileno, Óscar Izurieta Ferrer, señala que “Coexisten así potencias medianas de impacto regional, Estados pequeños con índices macroeconómicos que los acercan a países desarrollados, y otras naciones que se aproximan peligrosamente al listado de países débiles”.18

Soldados chilenos realizando tareas humanitarias.

En consecuencia, resulta difícil imaginarse a América Latina como un subsistema ho-mogéneo del sistema internacional. La realidad nos indica que la región presenta diversos subsistemas que definen diferentes realidades geoestratégicas, como lo muestra el siguiente esquema.

18 El Ejército y su contribución a la Seguridad e Integración Regionales. Conferencia dictada por el CJE chileno, GdE Óscar Izurieta Ferrer en la Fundación Chile 21, Santiago de Chile, 19 de octubre de 2006.

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Cuadro 1Estados Fallidos y vulnerables

ESTADOS FALLIDOS

Asia y África Afganistán, Angola, Burundi, R.d. Congo, Israel, Liberia, Sierra Leona, Somalia y Sudán.

América Latina y el Caribe Haití.

ESTADOS vULNERABLES

Asia Central Georgia, Kirguistán, Libano, Moldavia, Nepal, Sri Lanka y Tadjiskistán.

Sudeste Asiático Camboya, Fiji, Filipinas, Indonesia, Laos, Papua Nueva Guinea, Salomon Island y Timor Oriental.

América Latina y el Caribe Bolivia, Colombia, Cuba, Ecuador, Paraguay y Venezuela.

África Burkina Fasso, Cote d’Ivoire, Chad, Ghana, Guinea, Kenia, Libia, Niger, Nigeria y Zimbabwe (Rhodesia).

Fuente: Robert Rotberg (2005). State faiture and state weakness in a world of terror (FLACSO-Chile).

Respecto del tipo de operaciones de paz, es previsible que se den dos tendencias:

1. Operaciones de paz. Estados Fallidos y vulnerables:

En primer término se observa una tendencia hacia la emergencia de un nuevo tipo de conflictos, de carácter internacional, donde las instituciones básicas del Estado se desintegran y donde se conforman naciones sin ley ni orden. Operaciones de paz como el caso de Haití se repetirán más frecuentemente en el futuro producto de la profundización de conflictos, nuevas guerras ligadas con la brecha entre países ricos y pobres, conflictos étnicos y religiosos, y de la incapacidad del sistema internacional de atenderlos preventivamente.

Como esta situación se encuentra íntimamente relacionada con niveles de pobreza y la po-larización social junto con el accionar del crimen organizado, es factible anticipar, a partir de los indicadores de desarrollo humano, una serie de países que podrían clasificarse como Estados Fallidos. En el caso latinoamericano, Haití representaría aquel caso.

Los mayores niveles de interdependencia global, la mayor sensibilización de la sociedad respecto de las condiciones de vida de la población y el rol de los medios de comunicación promoverán intervenciones de imposición de la paz en países colapsados.

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2. Operaciones de paz civiles-militares:

una segunda tendencia que se desprende del análisis es la integración cada vez mayor de un componente civil en operaciones de paz, que solían ser exclusiva o principalmente milita-res. Es una tendencia que se observa desde hace una década, pero en la que Chile participa por primera vez en forma activa en el caso de Haití. dado que el objetivo de las operaciones será la reconstrucción del Estado, es factible que surja una necesidad inmediata de involucrar a civiles desde el planeamiento inicial de la operación. dicha participación involucrará asesoría en temas de implementación y gestión de política pública, asesoría para el establecimiento de sistemas electorales, planificación policial, creación de una infraestructura básica, etc.

MATERIALIZACIÓN DE LAS FUERZAS EN HAITÍ

La experiencia adquirida por Chile en operaciones de paz, el apoyo político que se deduce del hecho de tener una clara normativa jurídica en la materia y la creación del Centro Conjunto para Operaciones de Paz de Chile (CECOPAC), aportaron los elementos iniciales de capacidad de ges-tión nacional que permitieron materializar, a partir del año 2003, la adopción de una modalidad de aporte nacional con características de conjunto y combinada (integrando a otros países). La modalidad anteriormente señalada llevó a que el Estado Mayor de la defensa Nacional de Chile adquiriera una creciente responsabilidad en la gestión conjunta, en este tipo de operaciones, marcándose una transición de la responsabilidad desde las instituciones.

ubicación geopolítica de Haití.

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En este contexto la participación chilena en OPAZ en Haití, se ha materializado en las si-guientes misiones:

• FuerzaMultinacionalProvisionalenHaití:

denominada Military Interim Force in Haití (MIFH), por su sigla en inglés. Con el propósito de apoyar la continuación del proceso político y constitucional, y de recuperar el entorno seguro y estable, por Resolución Nº 1.529 de 29 de febrero de 2004 del Consejo de Seguridad se autorizó la conformación de la mencionada fuerza multinacional que, liderada por Estados UnidosdeAméricay–conlapresenciadefuerzasdeCanadá,ChileyFranciaduranteunpe-ríododetresmeses–permitiódisminuirlosnivelesdeviolenciayotorgóaNacionesUnidasel tiempo suficiente para desplegar una misión de Cascos Azules. de hecho, la resolución destacó el compromiso de Naciones unidas para establecer una nueva misión que, además de mantener, un entorno seguro y estable, debía “apoyar la continuación del proceso político pacífico y... constitucional”.19 En esta fase inicial de la participación, nuestro país contribuyó con 300 efectivos del Ejército de Chile, conformado por un batallón, el que, estuvo integrado por una Compañía de Fuerzas Especiales, una Compañía de Infantería Ligera y una Compañía Logística. El 1 de marzo del mismo año, el Presidente de la República resuelve la participación y el 14 del mismo mes los últimos medios logísticos arribaron a Haití.

19 Resolución Nº 1.529 del Consejo de Seguridad de la ONu, 29 de febrero de 2004, S/RES/1529 (2004).

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Los aspectos más importantes del despliegue de la FMP en Haití fueron la rapidez, el enfoque prioritario en reestablecer una situación de seguridad y orden, la limitación temporal de la operación y, finalmente, el número limitado de tropas. La finalidad de la FMP fue crear las con-diciones mínimas necesarias para el despliegue de una misión de Naciones unidas. En palabras del Secretario del departamento de defensa de Estados unidos de América, donald Rumsfeld, el envío de 2 mil infantes de marina solicitado por el nuevo presidente de Haití tuvo como objetivo “contribuir a la creación de un entorno seguro y estable, para apoyar un proceso político constitucional… ayudar a crear las condiciones para el despliegue de una fuerza multinacional de Naciones Unidas”,20 marcando una diferencia importante entre el compromiso tomado por Estados unidos en 1994, cuando envió más de 20 mil efectivos a la isla.21

A partir del 1 de abril, el Comandante en Jefe del Ejército traspasó la responsabilidad de la conducción operacional del Batallón Chile al Comando de Operaciones Terrestres, mantenién-dose las responsabilidades de apoyo administrativo y logístico, radicadas en lo directivo en el EMdN (dirección del Personal-dirección de Logística) y en lo ejecutivo, en el Comando de Apoyo Administrativo y dirección de Logística.

durante la conducción operacional del Comando de Operaciones Terrestres, el Batallón Chile hizo entrega de la responsabilidad de la zona general del Barrio Industrial a la Infantería de Marina de Estados unidos de América.22

• MisióndeEstabilizacióndeNacionesUnidasenHaití(MINUSTAH):

Por sus siglas en francés, se constituye en la quinta misión que la ONu emprende en Haití y en la actualidad es la única misión internacional vigente en el hemisferio. Su mandato cubre tres áreas principales: generar condiciones de estabilidad y seguridad; apoyar el proceso de transición política; y garantizar el pleno respeto de los derechos humanos en el país de modo que permitan definitivamente superar las duras condiciones de vida con las que Haití ha li-diado desde hace ya más de una década. Por Resolución Nº 1.542 de 30 de abril de 2004 del Consejo de Seguridad se establece la MINuSTAH. Así, a partir del 1 de junio del mismo año, por un período inicial de 6 meses renovables, se llevó a cabo el traspaso de la responsabilidad desde la FMP, y se nombró como Representante Especial del Secretario General de Naciones unidas, al embajador chileno Juan Gabriel Valdés Soublette. de este modo el gobierno de Chile resolvió continuar con su participación en esta nueva misión, ahora bajo el control directo de

20 NewsBriefing–RuMSFELd, donald y MYERS, Gen. 1 de marzo de 2004, en www.defenselink.mil21 NAPOLI, Joseph. The u.S. Role in Establishing the Multinational Interim Force and the uN Stabilization Mission in Haiti, Security and

Defense Studies Review, Vol. 5, N° 1. Spring. 2005; pp. 4142.22 VARAS CLAVEL, Antonio. Visión histórica de la Participación en Operaciones de Paz del Ejército de Chile 1935-2006. Santiago de Chile:

Talleres del IGM, 2006.

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Naciones unidas, cuya acción en terreno sería coordinada con la OEA, con la comunidad del Caribe (CARICOM) y las autoridades nacionales de Haití.

Esta misión de carácter mixto, considera acciones bajo el Capítulo VII de la Carta de Naciones unidas, en lo que se refiere al entorno seguro y estable; y el Capítulo VI en lo referido a los procesos políticos, de desarrollo, de desarme, desmovilización y reinserción (ddR), de recons-trucción de las instituciones y de derechos humanos.

dada la magnitud y complejidad de la participación de Chile en Haití fue necesario crear una organización de mando y soporte nacional a la mencionada operación, situación que se materializó con el nombramiento del Jefe del Estado Mayor de la defensa Nacional como la Autoridad Militar Nacional y con la creación del Cuartel General Conjunto, bajo la Jefatura de la Autoridad Nacional Militar.

LA CONDUCCIÓN OPERACIONAL DEL COMANDO DE OPERACIONES TERRESTRES DEL EJéRCITO DE CHILE

Para los efectos de conducir contingentes de operaciones de paz en la que participa más de una institución o misiones específicas, el Estado Mayor de la defensa Nacional (EMdN) cuenta con un departamento de OPAZ y con un Estado Mayor Conjunto.

El Ejército se relaciona con el EMdN a través del Estado Mayor General de Ejército (EMGE), radicando la función de operaciones de paz en la dirección de Operaciones. El Comandante en Jefe tiene delegada la función en el Jefe del Estado Mayor General, entendiéndose para los efectos que sean necesarios con el Ministerio de defensa Nacional.

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A nivel institucional, el análisis de la conveniencia o no de una operación de paz se genera en la dirección de Operaciones, participando en este las demás direcciones del Estado Mayor General, el Comando de Operaciones Terrestres (COT) y los demás comandos del Ejército, según sea el caso. En este nivel se generan las políticas de las misiones de paz, la planificación correspondiente, la dirección y control de los observadores militares y la supervisión de los contingentes. Esta última función constituye una responsabilidad del Comando de Operaciones Terrestres en su calidad de autoridad ejecutiva de las operaciones de paz.

desde un comienzo, el aporte chileno en Haití presentó importantes desafíos para el cumpli-miento de este compromiso. El batallón chileno se constituyó en 72 horas en la MIFH, lo que puso a prueba la capacidad de reacción nacional y dio la señal de un potente compromiso y cooperación con la región y el mantenimiento de la paz y seguridad internacional.

un segundo desafío se originó ante la decisión de mantenerse presente durante el complejo período que significó la transición desde la MIFH a la MINuSTAH, situación que demandó un im-portante esfuerzo de coordinación en los aspectos de planificación y de sostenimiento logístico, situación que confirmó el alto grado de compromiso con la comunidad internacional.

El nivel de participación nacional no habría sido posible de ser alcanzado sin los adecuados niveles de consenso y compromiso de los actores de la política nacional que posibilitan la acción en la materia, en alguna medida apoyado por consensos anteriores como la Apertura y Estabili-dad Económica, que es totalmente coherente con una activa participación nacional en OPAZ. El uso del tema para fines de política interna dificultaría en gran medida el cumplimiento de este compromiso nacional.

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El mantener en el tiempo un nivel de participación como el actual requiere además del consenso del nivel directivo y de una convicción nacional que lo sostenga, dado que un mal manejo del tema podría tener graves impactos en el apoyo nacional a la gestión del Ejecutivo, con el corres-pondiente perjuicio en la inserción internacional de nuestro país. de lo anterior, se desprende la necesidad de mantener un adecuado flujo de información pública que reafirme que este tipo de participación es un esfuerzo nacional.

desde el 22 de diciembre hasta mediados de febrero de 2005, la Compañía Combinada de Ingenieros (Chile-Ecuador) trabajó en las obras de reparación de la “Route des Rails”, importante camino ubicado en el sector suroeste de la ciudad de Puerto Príncipe, de acuerdo con lo solicitado por la MINuSTAH.

Por otra parte, el teniente coronel Hugo Herrera, Comandante de la Compañía de Ingenieros de Chile, en conjunto con un contingente ecuatoriano, señaló que “el proyecto considera integrar cuadrillas de mano de obra local, las que trabajarán en forma conjunta con personal, maquinarias y equipos de la mencionada unidad militar, compuesta por 87 integrantes del Ejército de Chile y 66 efectivos del Ejército de Ecuador”.

de esta forma y haciendo efectivo el lema “Construyendo la Paz”, la Compañía de Inge-nieros ChilenoEcuatoriana para la Misión de Naciones unidas en Haití, coopera con mejorar la calidad de vida de los habitantes de la isla caribeña, donde nuestro país participa en la actualidad con un contingente superior a 500 efectivos de las distintas ramas de las Fuerzas Armadas.

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Visita del GdB. Marcos López A. del EMGd en Haití.

La presencia y contribución de América Latina fue garantizada por la participación de más de 500 militares chilenos. dentro del contexto de las OPAZ, por primera vez en la historia, Chile enviaba un contingente tan importante a una misión de paz. Varias razones explican el compro-miso tomado por Chile en Haití.23 Primero, el envío de tropas es una clara señal del interés por la región, la promoción por la paz, la defensa y garantía de los derechos humanos y la estabilidad política y económica en la zona. “Chile consolida su política exterior de paz y cooperación desde y en la región”.24

En segundo lugar, da cuenta de una respuesta latinoamericana a la crisis haitiana. Vale decir, luego de cuatro operaciones internacionales realizadas en Haití, esta es la primera operación liderada por países de la región, coordinada junto a la ONu, OEA, CARICOM y Organizaciones no Gubernamentales (ONG).

un tercer factor, es el claro fortalecimiento de las medidas de confianza mutua y de cooperación regional. La participación de Chile, en conjunto a otras Fuerzas Armadas de la región, sin duda, favorece la cooperación y entendimiento con los países participantes, en especial, con países como Argentina y Brasil.

23 TRIPOdI, Paolo. La misión de Haití desde la mantención hacia la imposición de la paz. Nuevos desafíos para los cascos azules chilenos, Revista Fuerzas Armadas y Sociedad, Nº 1-2. 2004.

24 CASTAñEdA, Claudia y FuENTES, Claudia. ¿Por qué mantenerse en Haití?, Observatorio FLACSO-Chile, Nº 5, mayo. 2004.

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Cuadro 2Países de América Latina que aportan contingente militar a la ONU en Haití

PaísesFuerzas Militares

Policía CivilOficiales Tropa

Argentina 7 548 5Bolivia 6Brasil 12 1200 3

Chile 6 533 38Ecuador 1 66El Salvador 4Guatemala 1 70Paraguay 6Perú 2 205uruguay 4 772 9

Total América Latina 45 3.394 59Total Cascos Azules ONU 72 6.138 1.413

Fuente: ONu. “Report of the Secretary General on the united Nations Stabilization Mission in Haiti”, 13 de mayo de 2005, S/2005/313.

A nivel interno, “uno de los factores más importantes de la participación en OPAZ, es el impacto que este compromiso va a tener sobre la cultura militar de las Fuerzas Armadas de Chile y sobre las relaciones civiles-militares”.25 La institucionalización de las OPAZ tiene un alto impacto y bene-ficios para las Fuerzas Armadas; por de pronto, puede ir cambiando la percepción de la sociedad chilena acerca de las Fuerzas Armadas, como un instrumento en pos de la paz y seguridad inter-nacional. Por último, el gobierno chileno percibe que sus efectivos en Haití participan en una misión que cumple con el compromiso de Chile de impulsar la seguridad humana, y es importante para garantizar la estabilidad en la región.26 de acuerdo con lo anterior, Chile en la actualidad se presenta ante la comunidad nacional e internacional como un país garante de la estabilidad política en la región.

El desempeño militar y político de Chile en Haití tuvo que ser lo suficientemente importante y relevante para garantizar un nivel de visibilidad internacional que justificara su participación. En efecto, los militares chilenos llegaron a Haití en pocos días, confirmando el buen nivel de preparación de sus tropas para movilizarse en forma rápida. destacando así el profesionalismo delasFuerzasArmadaschilenas.HayquerecordarquelaFMP–aunqueautorizadaporNaciones

25 TRIPOdI, op. cit., p. 135.26 ROJAS, Francisco y FuENTES, Claudio. Envío de Tropas a Haití: una decisión Oportuna, Boletín FLACSO-Chile. 2004.

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Unidas–noeraunamisióndepazpropiamentetal,yaquenoteníamandatodelaONU,deestamanera el Estado de Chile asumió todos los gastos, que se calcula bordearon entre 6 y 15 millones de dólares.

CONCLUSIÓN

Si bien Naciones unidas reconoce la directa relación que existe entre seguridad y desarrollo, y recomienda la realización de acciones de desarrollo desde el inicio de una OPAZ,27 existen procedimientos establecidos para este tipo de operaciones por lo que poco espacio queda para acciones individuales.28 Además, existe una estructura orgánica en terreno con la que se debe acordar y negociar este tipo de transiciones, dado que una variación importante en la estructura de la participación nacional podría desestabilizar un proceso que ya es complejo. Es así como una estrategia de salida demanda un alto nivel de conocimiento técnico y un alto nivel de coherencia entre la gestión política, diplomática y en terreno, tanto en los aspectos de planificación como de ejecución.

En la actualidad ha sido posible dar respuesta a los requerimientos que la voluntad política ha impuesto, pero el futuro cercano plantea importantes interrogantes para la participación na-cional de las OPAZ, que pondrán a prueba la determinación de nuestro país. un ejemplo de ello es la interrogante sobre cómo y cuándo salir de Haití sin que esto signifique un grave perjuicio nacional (estrategia de salida). En este contexto se podría pensar que ir modificando la estructura

27 Constitución Política de la República de Chile. Arts. 24 y 32 y Ley 19.067. “Autorización salida de tropas al extranjero”.28 Informe Brahimi. Recomendación Nº 2, a) y c).

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de la participación nacional hacia una más orientada al desarrollo sería la solución posible, pero es necesario tener en cuenta que una estrategia de salida de esta naturaleza pasa por una alta determinación gubernamental, en materia de aprobación o rechazo y por un período de transición en que los riesgos se incrementan o minimizan, los que podrían ser inaceptables.

Aunque el actual nivel de complejidad de la participación chilena en las operaciones de paz ha demandado la organización de fuerzas militares y un importante esfuerzo de actualización, restan importantes pasos para dar plena respuesta a las actuales necesidades de las misiones de paz, especialmente en lo que se refiere a la incorporación de civiles y a la búsqueda de una solución política de largo plazo, que sostenga un entorno seguro y estable en el tiempo. En este sentido se pone acento en que las OPAZ se insertan dentro de un objetivo fundamental del país, cual es su mayor vinculación con los organismos multilaterales (ONu, OEA, OTAN, etc.).

Además, el país ha hecho un esfuerzo de contribución a la seguridad internacional, impulsando el fortalecimiento del multilateralismo, apoyando las acciones de prevención de conflictos y las OPAZ dirigidas por organizaciones internacionales. del mismo modo se ha sumado al combate del terrorismo y al narcotráfico, así como al ánimo de superación de los riesgos, vulnerabilidades y amenazas que identifican a un sistema internacional interconectado e interdependiente.

Así, la cooperación militar en el contexto vecinal y regional permite irradiar seguridad, estabilidad y paz a toda el área, como está demostrando el esfuerzo en Haití. Al respecto, el despliegue de fuerzas militares combinadas ha probado ser una efectiva instancia de colabora-ción a la seguridad y estabilidad de la región; y a la integración, ya que, desde la perspectiva militar, las fuerzas desplegadas se han integrado plenamente, posibilitando que el eje Brasilia-Buenos Aires-Santiago se vea fortalecido y avanzando hacia estadios superiores de cooperación y asociación.

En síntesis, el punto de partida de los procesos de cooperación e integración vecinal de las Fuerzas Armadas chilenas tiene su origen en un cambio del escenario políticoestratégico en el subcontinente, en una reformulación de la política exterior y en la formulación de una política de defensa explícita y transparente, en función de la política exterior. Por lo mismo, Chile podría desarrollar una contribución sistemática a la comunidad internacional en situaciones posconflicto, sobre todo en lo que dice relación con reconstrucción de las instituciones del Estado (reformas judiciales, reformas educativas, programas de salud, etc.).

Como se ha planteado en este trabajo, el compromiso activo de Chile por la paz traerá beneficios a nivel nacional, regional e internacional. Primero, en lo social, un cambio en la relación cívico-militar en el sentido más amplio; segundo, la consolidación del profesionalismo de las Fuerzas Armadas, y por último, un cambio en la cultura militar, la que mire hacia la paz como una de las tareas más importantes de su misión (Mantención de la Paz).

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Los mismos soldados chilenos que van a arriesgar su vida por la paz van a estar más dispuestos a aceptar este tipo de desafío si tienen clara la finalidad y la importancia de su misión, y si a su vez perciben el apoyo y valoración de la ciudadanía. Los chilenos necesitan profundizar el debate sobre la participación en OPAZ y continuar la discusión sobre cuáles son los nuevos desafíos para los militares en tiempo de paz.

Finalmente, el proceso de toma de decisiones que definen la participación de soldados chilenos en este tipo de operaciones debe realizarse de manera expedita. Es fundamental que las misiones tengan como objetivo principal detener el deterioro del tejido social, evitar la profundización de las crisis económicas y contener la violencia derivada de la ingobernabilidad.

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PROPOSICIóN DE UNA METODOLOGÍAPARA DETERMINAR LA POSIBILIDAD MÁS

PROBABLE, INTEGRADA, EN EL NIVEL DE LA CONDUCCIóN OPERACIONAL1

GONZALO A. CAñAS BENNETT2

Mayor

Resumen: El objetivo del artículo es “Diseñar una metodología para ser tra-bajada por el oficial de Inteligencia (C2) de un Comando Conjunto, la que luego de integrar las diversas variables dentro de un escenario, permita la determinación de la posibilidad más probable integrada”. Para lo anterior se enuncia la relación entre las variables que influyen en el campo de batalla (TETA, y Propias Tropas), que interactúan formando el “Ambiente Opera-cional Conjunto”, permitiendo estructurar las posibilidades del adversario. Posteriormente, y como una forma de poder establecer la relación existente entre los procesos utilizados por las instituciones de las FAs nacionales, se lleva a cabo una síntesis de sus procesos. Se incluye, además, un análisis de las metodologías de España como país integrante de la OTAN y EE.UU. Esto permite extraer aquellos aspectos útiles, y posibles de adecuar conforme a nuestras necesidades específicas. Finalmente, se propone una metodología para establecer las posibilidades de manera integrada, a nivel Comando Conjunto.Palabras clave: Campo de batalla, teatro de operaciones conjunto, doctrina conjunta, inteligencia, planificación operacional.

This article aims to “design a methodology, to be followed by the intelli-gence officer of a Joint Command, which will integrate the diverse varia-bles of a scenario enabling the integrated most probable possibility to be determined.” For this, it formulates the relationships between the many variables that have a bearing on the battlefield (TETA and Own Troops)

1 Basado en la “Memoria para optar al título de Profesor Militar de Academia”, asignatura de Inteligencia del Mayor Gonzalo A. Cañas Bennett, año 2007.

2 Oficial del Arma de Telecomunicaciones, especialista de Estado Mayor, posee las especialidades secundarias de Profesor Militar de Academia en la asignatura de Inteligencia, Inteligencia Militar y Guerra Electrónica. Actualmente se desempeña como Comandante de Batallón, en el Regimiento de Telecomunicaciones N° 4 “Membrillar”.

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that interact to form the “Joint Operational Environment” enabling the process of structuring the adversary’s possibilities. Then, and to be able to establish the relationship between the processes used by the institutions of national armed forces, it carries out a synthesis of its procedures. In addition, this article includes an analysis of the methodologies used by Spain, as member of NATO, and the United States, in order to extract any useful aspects that can be adequated to our own specific needs. Finally, it proposes a methodology to establish the possibilities in an integrated way at Joint Command level.Key words: Joint command, battlefield, joint operational environment.

INTRODUCCIÓN

El campo de batalla moderno presenta “características tridimensionales”,3 y es por eso, que requiere de un estilo de maniobra más compleja, en la que serán normales las operaciones conjuntas, con operaciones en el frente, en la retaguardia y hacia la profundidad. Las batallas ya no se conciben como elementos aislados, las fuerzas se concentran para lograr el máximo efecto contra el enemigo y se perciben como multidimensionales, integrando las actividades aéreas, terrestres y marítimas, explotando simultáneamente la potencialidad del espectro electromagnético y esforzándose para lograr la sincronización de todos los medios disponi-bles, tanto en tiempo como espacio, para así producir los efectos necesarios que permitan destruir al adversario o anular su capacidad combativa en el menor tiempo posible y con un mínimo desgaste.

La inteligencia moderna acorde al nuevo “Ambiente Operacional”,4 debe estar orientada a la búsqueda de información referida a la situación ambiental del adversario (capacidades, limitaciones,potencialidades,vulnerabilidadesysusposibilidadesquepermitan–debidoasualtovalordeuso–adoptarágilesresolucionesqueapoyenlamaniobraproyectada).Estoaplicado a un espacio determinado, donde sus límites solo se marcarán conforme al desarrollo tecnológico de la amenaza y las propias capacidades, de modo que permitirá que los comba-tes se desarrollen a largas distancias, con mayor precisión, con medios terrestres, navales y aéreos en una maniobra de tipo conjunta y de amenazas integradas para la conquista de un objetivo conjunto.

Las posibilidades del adversario se han visto involucradas en una necesidad de actualización en su proceso de determinación, en su estructura, en su esquema, es decir, deben ser acordes

3 Ejército de Chile, dirección de Operaciones, “Visualización del Campo de Batalla para el Ejército de Chile”, año 2005, pp. 6263.4 Ibídem, pp. 85-97.

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PROPOSICIÓN dE uNA METOdOLOGÍA PARA dETERMINAR LA POSIBILIdAd MÁS PROBABLE, INTEGRAdA, EN EL NIVEL…

al valor de uso que se busca obtener de ellas, siempre en forma objetiva y obtenida a través de inteligencia recolectada, que permita una actividad analítica y un resultado final, apoyado sobre fundamentos o indicaciones serias.

En la actualidad, cabe hacerse las siguientes preguntas: ¿Cumple su finalidad, aquella posibi-lidad que solo completa las interrogantes del qué, cuándo, dónde y con qué fuerzas?, ¿Permite al comandante adoptar una mejor resolución, solo con esos antecedentes?, ¿Puede aportar el Asesor de Inteligencia con mayor inteligencia, como un posible estado final deseado, posibles objetivos del adversario u otras materias que puedan ser alcanzadas? Lo anterior, siempre deberá considerar fundamentos sólidos que le otorguen una objetividad a su trabajo.

LA POSIBILIDAD MáS PROBABLE EN EL CAMPO DE BATALLA MODERNO

Existen ciertas variables que influyen en el campo de batalla, estas son el escenario, enemigo, tiempo atmosférico o clima y propias tropas, las que se interrelacionan y forman el “ambiente operacional conjunto”,5 en el que se estructuran las posibilidades del adversario. El “campo de batalla”,6 7 dado los avances presentados en forma vertiginosa por la tecnología aplicada al ámbito de la defensa, como asimismo las variaciones que presentan los métodos y tácticas de empleo por parte de la fuerza terrestre, naval y aérea, ha abierto un amplio espectro de formas de llevar a cabo el combate. Esto se considera un enorme desafío para quien desempeñe el puesto de ofi-cial de inteligencia y que tenga la responsabilidad de establecer un posible modo de actuar por parte de su adversario y determinar, además, el momento exacto en que estén presente nuevos dispositivos o se realicen actividades que produzcan vulnerabilidades, para poder ser explotadas en beneficio de la propia maniobra.

Se estima que el mayor inconveniente a enfrentar por parte del Asesor de Inteligencia, será el nivel de incertidumbre con que se cuenta acerca del adversario. Por ello, y considerando el nivel de la conducción y magnitud de la unidad, en que debe encuadrarse el artículo (Comando Conjunto en el Nivel de la Conducción Operacional),8 será un elemento relevante que deberá ser sorteado con habilidad y eficiencia por el respectivo asesor, al establecer un sistema de inteligencia en busca de indicativos que fundamenten su aporte al proceso de planificación correspondiente.

5 NOTA: Concepto presentado por el autor, tras la integración de elementos como el “ambiente operacional” y la conducción conjunta en el nivel de la Conducción Operacional. “El Ejército y la Fuerza Terrestre”, Art. N° 25.

6 Ejército de Chile, “dd-10001 dOCTRINA, “El Ejército y la Fuerza Terrestre”, división doctrina, Santiago de Chile, 2006, pp. 85-90.7 Ejército de Chile, “Reglamento de Inteligencia”,RDI–20001(Enexperimentación),Ed.2006,p.89.8 Ibídem, p. 128.

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El campo de batalla está conformado por múltiples elementos que permiten su con-figuración, y que además generan diferentes efectos que influirán en el empleo de una fuerza. Estos pueden ser denominados como “variables” y su importancia vital radica en que interactuando entre sí, modifican el campo de batalla, otorgando una forma específica y determinada.

La permanente interacción de las diferentes variables que influyen en la determinación de un campo de batalla hacen que el “ambiente operacional” sea altamente complejo, adverso, incierto y una fuente de riquezas, si es que se posee la habilidad para explotar sus cualidades y la capacidad para reponerse a sus presiones.

INFOGRAFÍA N° 1“Variables del campo de batalla”

Fuente: Visualización del campo de batalla futuro para el Ejército de Chile, 2008.

a. Campo de batalla

de lo enunciado precedentemente, se puede determinar que en el nivel específico del campo de batalla, correspondiente al Teatro de Operaciones Conjunto, las variables mencionadas pueden ser subdivididas o contar con derivaciones de las mencionadas, abarcando el más variado espec-tro. El escenario, la amenaza, la tecnología, el espectro electromagnético, el ciberespacio y otros que pudieran considerarse marcarán las características diferenciales de cada campo de batalla, incluyendo las fuerzas que pueden actuar, para su estudio y análisis.

CaraCterístiCa amenazas

VariaBLes

esCenariOGeOGrÁFiCO

teCnOLOGía

PrOPiOs

meDiOs DeCOmUniCaCiÓn

sOCiaL

DimensiÓnHUmana

OrGanismOsinternaCiOna-

LesDimensiÓn

JUríDiCa

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INFOGRAFÍA N° 2“Variables de un campo de batalla conjunto”

Fuente: Elaboración propia, 2008.

b. El escenario

El escenario conjunto estará compuesto, en lo terrestre, por una Zona Jurisdiccional (ZJ), con espacio suficiente para la maniobra de ciertas unidades, el despliegue de los apoyos de fuego, apoyos técnicos y las áreas para llevar a cabo las funciones, tanto logísticas como administra-tivas. Además de lo señalado, considera un espacio marítimo con sus características específicas de superficie y submarinas, un litoral con sus capacidades de puertos, características de playas y áreas de desembarco y, finalmente, un espacio aéreo, que en combinación con el terreno tendrá corredores para vuelos a baja altura, zonas aptas para el encubrimiento electromagnético o pro-tección de aeronaves, lugares geográficos con aptitudes para emplazamiento de armas antiaéreas y sensores, entre otros aspectos.

c. El enemigo

Sobre este concepto se deberá buscar el alejamiento de los “proyectos de laboratorio” y se intentará determinar el empleo de una fuerza conjunta en la conquista de un objetivo específico, al mando de un comandante característico, actuando en un escenario determinado, considerando un espacio geográfico tridimensional y bajo un clima imposible de modificar. Es decir, lo señalado

OTROS…

SUBSUELO

SUBMARINO

ESPECTRO E.M.

CIBERESPACIO

MAR

AIRE

TERRENO

CAMPODE BATALLA

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GONZALO A. CAñAS BENNETT

nos conducirá a determinar la combinación exacta entre lo doctrinario del empleo de las fuerzas, y por otra parte, los efectos de las variables del campo de batalla impuesto.

Nuestra doctrina institucional ha incursionado actualmente en el concepto de “Centro de Gravedad” (CG),9 y es así, como lo ha incluido como parte de las aplicaciones de la “guerra de maniobra”,10 definiéndolo como: “El conjunto de capacidades y fortalezas, a partir de las cuales surge la voluntad de lucha de una fuerza militar, cuya pérdida o neutralización conduce a su inevitable derrota”.11 Este está asociado más al objetivo que a la maniobra misma, ya que de él se deducen las misiones en los distintos niveles de la conducción militar. Los esfuerzos desplegados por la fuerza se orientan a la destrucción o neutralización del centro de gravedad adversario. Es por ello que siempre deberá existir la máxima preocupación por encubrir el propio e identificar el del adversario, con el fin de actuar sobre el mismo.

La amenaza conjunta está constituida por aquella fuerza que se opondrá a nuestro actuar, en pos del objetivo operacional. La claridad de las amenazas puede ser vaga considerando el nivel de la conducción estudiada. El concepto de duda que produce la incertidumbre sobre el actuar del adversario será mayor en relación a los niveles de la conducción inferiores, así como también el empleo de su arma aérea sobre medios terrestres y navales, como asimismo, el arma naval explotando sus capacidades de proyección de la fuerza, pudiendo afectar seriamente sobre los medios de superficie, y por otra parte, el empleo de las fuerzas terrestres incluyendo Fuerzas Es-peciales y unidades de Guerra Electrónica, entre otras, con la capacidad de producir serios daños sobre medios navales y/o aéreos en tierra o en vuelo. de lo anterior se desprende además que la amenaza se presentará con características asimétricas, ya que por el avance tecnológico existente a la fecha se ha permitido alargar fuegos manteniendo la certeza en los tiros, la eficacia en la elección de los blancos, logrando neutralizar electrónicamente fuerzas adversarias, y por último, ha permitido aumentar la gama de posibilidades de empleo de los diferentes medios disponibles y armas existentes.

d. Clima y tiempo atmosférico

El estudio del clima y el tiempo atmosférico deberá ser iniciado con anterioridad al inicio del proceso de Planificación Operacional. Es así como el respectivo C2 efectuará de manera previa una recopilación bibliográfica de las condiciones de la futura zona jurisdiccional. de igual forma, la función inteligencia determinará los efectos iniciales sobre los diferentes medios ante las condiciones en la zona. Posteriormente, y dentro de las cinco fases del proceso de Planificación

9 “El Ejército y La Fuerza Terrestre”, op. cit., p. 100.10 Ibídem, p. 135.11 Ibídem, p. 100.

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PROPOSICIÓN dE uNA METOdOLOGÍA PARA dETERMINAR LA POSIBILIdAd MÁS PROBABLE, INTEGRAdA, EN EL NIVEL…

Operacional (Iniciación, Orientación, desarrollo del Concepto, desarrollo del Plan y Revisión del Plan), el análisis del clima será utilizado por el C2, una vez recibida la directiva de Iniciación en el Cuartel General Conjunto, en la Fase de Orientación, considerando que se posean antecedentes relevantes del tema y que pudiesen influir en el análisis de la misión recibida. Asimismo, durante esta misma etapa, se dará inicio a la Apreciación de Situación de Inteligencia, que permitirá analizar, en profundidad y de manera integrada, los efectos del clima y tiempo atmosférico en busca de los cursos de acción del enemigo.

e. Propias tropas

El éxito en el campo de batalla moderno dependerá en gran medida del grado de integración al interior de la fuerza, al actuar en operaciones conjuntas. Este será un esfuerzo realizado por órganos de maniobra generados por las Fuerzas Armadas o Comandos Conjuntos, para un período determinado e integrado por fuerzas de dos o más instituciones bajo un mando único, para el logro de un objetivo de repercusiones estratégicas, el que no es posible ser logrado de otra forma.12

La guerra conjunta no se debe entender como la unión de esfuerzos en una serie de acciones u operaciones individuales, unidas por un propósito común, sino como la aplicación integrada y sincronizada de todas las capacidades disponibles de las Fuerzas Armadas, dirigidas por un solo mando, a través del amplio panorama de las operaciones militares y en todos los niveles de la conducción militar. “La sinergia resultante del trabajo conjunto, bajo los parámetros de una doc-trina común, potencia la capacidad de combate de la fuerza mediante la aplicación del concepto de unidad de esfuerzo”.13

definidas las variables anteriores y sus efectos en la fuerza es conveniente graficar las re-laciones existentes entre ellas, y su relación con los OM o componentes de la unidad conjunta, el Cuartel General Conjunto y el producto fundamental del presente artículo “La Posibilidad Más Probable Integrada Conjunta”.

12 Ministerio de defensa Nacional de Chile, Libro de la Defensa Nacional, Santiago de Chile, 2002, p. 151.13 “El Ejército y la Fuerza Terrestre”, op. cit., p. 109.

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INFOGRAFÍA N° 3Interrelación entre las variables del campo de batalla, el ambiente

operacional conjunto y la posibilidad más probable conjunta

Fuente: Elaboración propia, 2008.

LOS PROCESOS PARA ESTABLECER LAS POSIBILIDADES EN LAS INSTITUCIONES DE LA DEFENSA NACIONAL Y LA DOCTRINA CONJUNTA DE OTRAS FUERZAS ARMADAS

A. Proceso de apreciación de situación y metodología para determinar la posibilidad más probable empleada por la Armada de Chile

La apreciación de situación de inteligencia se ha conformado a base de tres etapas de estudio y que hacen inferir las conclusiones parciales y finales que se requieren, estas son: Estudio de la Misión, Estudios del Área de Operaciones y Estudio del Enemigo.

Etapa N° 3 Identificación de las posibilidades del enemigo

En esta etapa se informa al comandante y a los otros integrantes de su Estado Mayor, las acciones que el enemigo es capaz de llevar a cabo con las fuerzas y recursos que tiene a su dis-

AmenAzAsTerrenosubmArinoTecnologíA

o.m.conjunTo

P + PconjunTo

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PROPOSICIÓN dE uNA METOdOLOGÍA PARA dETERMINAR LA POSIBILIdAd MÁS PROBABLE, INTEGRAdA, EN EL NIVEL…

posición y que al hacerlo pueden o podrían afectar, de una manera u otra, el cumplimiento de la misión propia.

Considerando la situación objetiva probable y ya estudiadas las características del área de operaciones y los efectos de esta sobre las fuerzas, como asimismo los medios del enemigo y sus capacidades reales, sus limitaciones y vulnerabilidades, el oficial de inteligencia posee todos los antecedentes necesarios para deducir las acciones que pudiesen afectar al cumplimiento de la misión.

La mejor forma de aproximarse a la situación óptima es incluyendo “TOdAS” las acciones que el enemigo es capaz de efectuar, conforme a las condiciones existentes en el área de operaciones.

1. Metodología para determinar las posibilidades del enemigo

a. Procedimiento para formular las posibilidades.

Luego del análisis efectuado en las dos etapas anteriores de la apreciación de situación de inteligencia, en la posterior, “Identificación de las Posibilidades del Enemigo”, se debe estar en condiciones de informar al Comandante y Estado Mayor, sobre las acciones que el enemigo es capaz de llevar a cabo con las fuerzas y recursos que tiene a su disposición y que al hacerlo pueden o podrían afectar, de una manera u otra, el cumplimiento de la misión propia.

El Criterio Básico para integrar los esfuerzos parciales que representan las posibilidades es la Comunidad de Objetivo Físico. Las acciones que el enemigo es capaz de ejecutar contra un mismo objetivo físico, dentro de un marco de simultaneidad o secuencialidad en el factor tiempo y en el ámbito espacial relativamente común, deben ser integradas en una sola posibilidad que represente el esfuerzo máximo que el enemigo es capaz de desarrollar contra tal objetivo físico.

b. Análisis de las posibilidades del enemigo.

debe ser destacado el hecho que la metodología empleada por la Armada de Chile llega al nivel de considerar una “Idea General de Empleo de los Medios”, la que resaltando el concepto de objetividad que debe ser asumido al efectuar el análisis, acepta que el asesor profundice un actuar adversario hasta un audaz nivel de intenciones y maniobra.

de las posibilidades integradas que se han obtenido anteriormente se hace necesario que el asesor establezca el “Probable Orden de Adopción”, el cual es una sucesión fundada

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en argumentos sólidos que señalan la diferencia de mérito que tienen las posibilidades entre sí.

Junto con lo anterior, siempre se debe indicar una “Posibilidad más Peligrosa”, y esta es la que podría causar el mayor grado de interferencias y perjuicio.14 Si no fuese posible establecer un orden probable de adopción de las posibilidades, deberán ser listadas de acuerdo con su grado de peligrosidad.

2. Aspectos considerados en la metodología de la Armada de Chile y que podrían ser utilizados en un Cuartel General Conjunto

Si bien es cierto, cada institución ha orientado su proceso de apreciación, conforme a sus respectivas necesidades específicas y para dar cumplimiento a su misión institucional, se estima altamente conveniente aprovechar estos conocimientos y metodologías aplicadas para la planifi-cación a nivel de la Conducción Operacional de un Comando Conjunto, en beneficio de la función inteligencia.

TABLA N° 1Tabla resumen de los aspectos posibles de utilizar en la metodología

conjunta tras el análisis de proceso de la Armada de Chile

ELEMENTO UTILIDAD

Establecer el objeto o efecto final deseado y deter-minación de objetivos físicos.

Permite determinar el “sobre que” debería actuar el adversario para interferir el cumplimiento de nuestra misión.

Objetividad para la determinación de las posibili-dades.

Permite alejar apreciaciones y basar la posibilidad en aspectos objetivos.

Considerar todas las acciones que afecten al cumpli-miento de la misión y que actúen sobre los objetivos físicos.

Para lograr cubrir toda la gama de factibilidad de ocurrencia de hechos que afecten el cumplimiento de la misión.

El elemento metodológico de estructurar posibilidades simples y posteriormente integradas.

demuestra un análisis específico de cada amenaza y una posterior integración, conformando una eventual maniobra del adversario.

Fuente: Elaboración Propia, 2008.

14 Armada de Chile, “Manual del Sistema de Inteligencia Naval” (5-23/1), (1991). Estado Mayor General de la Armada, Valparaíso Chile, p. 204-65

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PROPOSICIÓN dE uNA METOdOLOGÍA PARA dETERMINAR LA POSIBILIdAd MÁS PROBABLE, INTEGRAdA, EN EL NIVEL…

B. Proceso de apreciación de situación y metodología para determinar la posibilidad más probable empleada por la Fuerza Aérea de Chile

1. Procedimiento para formular las posibilidades

Luego del estudio efectuado en los dos primeros párrafos de la apreciación se debe exponer el listado completo de lo que puede hacer el enemigo y que además, puede afectar el cumplimiento de la misión. Será menos complejo formular posibilidades cuando el respectivo asesor ha identi-ficado anteriormente objetivos físicos específicos que el enemigo podrá atacar, y posteriormente visualiza determinadas acciones dentro de las posibilidades de las fuerzas enemigas que puedan efectuarse contra estos objetivos y que afecten el cumplimiento de la misión. Estos objetivos físicos podrán ser entre otros: las fuerzas de una unidad (aviones de ataque, defensa, etc.) o actividades de apoyo (centros de comunicaciones, pit o estanques de combustibles) o zonas geográficas (bases o sub bases, etc.).

Al estructurar una posibilidad se indica un objetivo físico o tipo de objetivo, omitiendo las acciones individuales y detalladas del enemigo, para lograr ese objetivo físico. Las acciones in-dividuales y detalladas (el “cómo” de cada posibilidad) serán analizadas en su confrontación con los cursos de acción propuestos por el oficial de operaciones.

En ciertos casos, puede que se estime que el enemigo sea capaz de realizar “acciones múltiples”,15 las que en conjunto afectarían el cumplimiento de la misión del comandante. Las posibilidades que se formulen deben reflejar estas acciones múltiples. El no apreciar una posibilidad múltiple puede que lleve a deducir conclusiones erróneas respecto a la capacidad del comandante para cumplir con su misión.

Por lo general, el enemigo está en condiciones de adoptar más de una posibilidad. El propósito que se persigue al considerar todas las posibilidades, no es determinar qué es lo que probablemen-te hará el enemigo, sino más bien determinar “todas” las posibilidades que este es físicamente capaz de adoptar.

una vez definidas las posibilidades es necesario analizarla según las características del área, situación militar y los factores de fuerza y debilidad. Este aspecto le otorga el fundamento práctico y realista a las posibilidades enunciadas, las que son estudiadas conforme a la realidad existente en el “ambiente operacional”.

15 Fuerza Aérea de Chile, “Manual de Planificación para Estado Mayor” (1990), Estado Mayor General, Academia de Guerra Aérea, Santiago de Chile, p. 102.

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2. Aspectos considerados en la metodología de la Fuerza Aérea de Chile y que podrían ser utilizados en un Cuartel General Conjunto

TABLA N° 2Tabla resumen de los aspectos posibles de utilizar en la metodología conjunta

tras el análisis de proceso de la Fuerza Aérea de Chile

ELEMENTO UTILIDAD

Estudio de los blancos que pueden ser batidos por el adversario, objetivos físicos.

Permitirá acercarse a la determinación de un eventual para qué de su actuar.

Empleo de herramientas objetivas como los cálculos técnicos del arma aérea (efectividad de aeronaves, máximo ritmo operativo y otros).

Permite mantener un aspecto objetivo, alejándose de los elementos subjetivos y apreciaciones personales del actuar adversario.

Permite analizar un “cómo” del empleo de las fuerzas adversarias, a través de la comparación de las posi-bilidades con los CA.

Abre las puertas a una apreciación libre y reflexiva por parte del asesor, alejándose de los esquemas tradicionales de los formatos, otorgando un mayor valor de uso al Cdte. asesorado.

Considera el trabajo de análisis a través de posibilidades múltiples, las que representan un actuar combinado de las fuerzas adversarias, buscando efectos.

Este aspecto permite orientar lo trabajado hacia una integración de antecedentes y medios, en pos de efectos operativos en el campo de batalla.

Fuente: Elaboración Propia, 2008.

C. Proceso de apreciación de situación y metodología para determinar la posibilidad más probable o cursos de acción del enemigo, empleada por el Ejército de Chile

1. El proceso de apreciación de situación de inteligencia

No es un proceso lineal y secuencial sino por el contrario, es interactivo y muchas de sus fases se realizan de forma simultánea. Más aún, la secuencia recomendada en los formatos reglamentarios serán referenciales y deberán modificarse en la medida que sirva de mejor manera a los fines.16 Por lo anterior, es que deberá entenderse que la apreciación de inteligencia (función primaria), será de carácter conceptual y que no es otra cosa que la suma de las apreciaciones de las funciones secundarias de inteligencia.

16 “Reglamento de Inteligencia”, op. cit., p. 104.

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Al término del proceso en el que se obtiene inteligencia se obtienen herramientas que permiten facilitar el diseño de la maniobra y la resolución del comandante, obteniéndose como productos principales los siguientes:

— La posibilidades o cursos de acción del enemigo.— Las vulnerabilidades.— La evaluación del daño de combate.— La identificación del centro de gravedad del adversario.

2. Metodología para determinar las posibilidades o cursos de acción del enemigo

Junto a la existencia de la herramienta descriptiva establecida para la determinación de las posibilidades, la institución a integrado el proceso de análisis gráfico, para representar en forma prácticalarealsituaciónexistentebajounambienteoperacionalcomún(enemigo–propiastro-pas–terrenoytiempoatmosférico)ydeducirunprobableempleodelasfuerzasadversariasqueafectan al cumplimiento de la misión.

dentro de las capacidades del “Preparación de Inteligencia del Campo de Batalla” (IPB)”, se encuentra la posibilidad de ser utilizada por la totalidad de los integrantes del Cuartel General y fundamentalmente integrarse al trabajo de “La Confrontación” que es realizado entre el curso de acción y las posibilidades.

Como ya fue analizado, en lo pertinente a las otras instituciones, el Ejército también utiliza el concepto de “Posibilidad o Curso de Acción del Enemigo, Más Probable”,17 el que junto con constituir el aporte del asesor al proceso de planificación, constituye la opinión fundada sobre la factibilidad de acción por parte del adversario más viable de llevar a cabo el cumplimiento de su objetivo.

En el Ejército la posibilidad, ya considera el principio de integración, considerando que el empleo de los medios adversarios se estudia de manera complementada con los apoyos tanto de fuego como técnicos, conforme al Libro del Orden de Batalla y la inteligencia existente. Por otra parte, el considerar “Posibilidades Complementarias” permite integrar todos los elementos que potencian la acción adversaria y que buscarán como un “todo”, ir en pos de su objetivo operacional o táctico.

“La posibilidad más probable está conformada a base de la posibilidad terrestre y las com-plementarias, en consecuencia no solo deben ser elaboradas, sino que también se debe intentar deducir de que manera podrán ser empleadas para hacer aún más potente la fuerza enemiga”.18

17 Ibídem, p. 53.18 Academia de Guerra del Ejército, Crítica del dpto. de Inteligencia (Tcl. J. Gatica B.), al JG N°1 “Táctico demostrativo”, año 2006.

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En el nivel de la conducción táctica mayor y en el operacional, comienza a cobrar un mayor valor el concepto de la “Posibilidad Más Peligrosa”. La que se refiere a “aquella actitud, dosificación y empleo de la fuerza que de materializarse, pone en grave peligro el logro del objetivo impuesto”.19 Este concepto irá en directa relación con el nivel de incertidumbre existente en el E2, ya que al no existir una claridad tanto de las fuerzas a emplear o dispositivo por adoptar, no es conveniente establecer un probable empleo del adversario, es decir, se debe evitar la “suposición” sobre este, evitar sesgos sobre su empleo y debe ser priorizada la correcta determinación de los EEIs y la pos-terior orientación del esfuerzo de búsqueda para lograr a la brevedad la Posibilidad Más Probable.

La Posibilidad Más Peligrosa es el producto de la incertidumbre del Asesor de Inteligencia, lo que no es un estado placentero, tanto para él, para el Cuartel General y el Comandante.

3. Aspectos considerados en la metodología del Ejército de Chile y que podrían ser utilizados en un Cuartel General Conjunto

TABLA N° 3Tabla resumen de los aspectos posibles de utilizar en la metodología conjunta

tras el análisis de proceso del Ejército de Chile

ELEMENTO uTILIdAd

Trabajo de planificación con la “Posibilidad Más Probable”.

Considerando la relevancia respecto al empleo de la fuerza terrestre en la conquista de los objetivos conjuntos se estima de conveniencia mantener el concepto de “Posibilidad Más Probable”, ya que las restricciones del terreno sobre el empleo de la fuerza mantendrá su importancia en la conducción operacional.

Empleo de posibilidades complementarias y que buscan potenciar una posibilidad terrestre.

El empleo de posibilidades complementarias puede dar una solución al objetivo de obtener una integración de las posibilidades específicas.

utilización del método gráfico PIETT, en apoyo al análisis integrado de las fuerzas en un espacio, terreno y tiempo atmosférico determinado.

Se estima que el rol del terreno y tiempo atmosférico en la maniobra terrestre se mantiene en el nivel de la conducción operacional, por lo que sería de utilidad para la planificación conjunta.

Análisis de la posibilidad más peligrosa. Considerando el nivel de la conducción, los índices de incertidumbre existentes y que también es utilizado por otra institución, debe mantener esta herramienta.

19 “Reglamento de Inteligencia”, op. cit., p. 127.

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PROPOSICIÓN dE uNA METOdOLOGÍA PARA dETERMINAR LA POSIBILIdAd MÁS PROBABLE, INTEGRAdA, EN EL NIVEL…

D. Integración de los factores comunes establecidos en los métodos de apreciación de las instituciones de las FAs

del análisis efectuado en forma independiente a los procesos de cada institución, se han podido establecer los siguientes aspectos comunes sobre los factores enunciados en forma inicial:

TABLA N° 4Compendio de los aspectos comunes utilizados por las instituciones de la

defensa Nacional, en sus procesos para determinar las posibilidades

FUERZA AEREA DE CHILE

FACTORES EJéRCITO ARMAdA FuERZA AéREA

Relaciones entre la apreciación de inteligencia y la del Comandante.

En todas las instituciones constituye una herramienta que coopera al proceso de planificación, permitiendo analizar los CA operacionales estructurados para determinar su factibilidad según el factor enemigo.

Factores de estudio en la apre-ciación de inteligencia.

•Misiónoperativatodosaquellos aspectos que influyen en el ambiente operac. y que afectan el empleo de los propios medios y el adversario.

•Misiónoperativa.•Efectofinaldeseado.•Objetivosfísicos.•Situacióndelenemigo(fac-

tores de fuerza y debilidad del adversario).

•Posibilidades.

•Misiónoperativa.•Situacióndelenemigo.•Posibilidadesdelenemigo.

Producto de las apreciaciones de Inteligencia y el aporte específico al Cdte. asesorado.

•Determinarlaposibilidadmás probable y/o la más peligrosa

•Vulnerabilidades.•Efectossobrelapropiamisión.•InteligenciasobreelT.E.y

T.A. para ser utilizado por los deptos. del CG. en su planif. específica.

•Posibilidadesintegradasconun posible orden de adop-ción, conforme a factibilidad y peligrosidad.

•Posibilidadmáspeligrosa.

•Posibilidadesdelenemigo(por orden de probabilidad).

•Vulnerabilidades.•EfectodelosCAadversarios

sobre los propios.

La estructura general de las posibilidades del enemigo.

Qué–Cuándo–DóndeyConqué Fuerzas.

Qué–Cuándo–Dónde–Conquéfuerzas y para qué (eventual)

Qué–Cuándo–Dóndeyconqué fuerzas.

Metodologías para establecer las posibilidades.

•Métodográficoyanalítico(considera: LOB, plantillas doctrinales y su relación con el ambiente operacional específico).

•Analizadoslosfactoresqueinfluyen en el ambiente operac., los factores que favorecen o restringen su adopción establece TOdAS las formas de empleo de la fuerza adversaria en forma independiente, luego efec-túa la integración de estas: “Posibilidad Integrada”.

•Determinacióndelosobjetivos físicos posibles de explotar por el adversario.

•Análisisdelascapacidadesdel enemigo.

•ComparacióndelosCAenemigo versus la misión.

Fuente: Elaboración Propia, 2008.

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E. Doctrina conjunta nacional

En el nivel operacional y específicamente en el Comando Conjunto se desarrolla el “Proceso de Planificación Operacional”,20 el que busca solucionar el problema militar operativo impuesto por el Escalón Superior, siendo sus principales características el poder llevar a cabo un proceso de planificación en forma paralela y simultánea, contando además, con la participación concurrente de los Comandantes Subordinados de los OM.

El proceso consiste en 5 etapas de planificación, conforme se muestra en la siguiente tabla:

TABLA N° 5Tabla resumen de las etapas de planificación operacional

ETAPA CARACTERÍSTICAS

INICIACIÓN Recibida la directiva de Iniciación (dI) del Escalón Superior, permite elaborar la Guía de Pla-nificación del Cdte. (GPC), orientada a poner en ejecución el proceso de planificación tanto de propio escalón como para los OM en forma preliminar.Es conformado el Grupo de Planificación Operacional (GPO) donde incluye a los integrantes del dpto. Inteligencia.Inteligencia presenta un estudio inicial de la situación de la amenaza (terrestre, naval y aérea).

ORIENTACIÓN Comprendido el Estado Final deseado y la “visión” del superior, se estudia la misión a través de la Reunión de Análisis de la Misión, para posteriormente desarrollar la GPC, que constituye la dI de los OM.La función inteligencia participa a través de la determinación específica de los antecedentes del Centro de Gravedad del Adversario, antecedentes específicos de los medios terrestres, navales y aéreos, los criterios para el éxito y los puntos de decisión.

dESARROLLO dEL CONCEPTO

Revisada la GPC elaborada en la fase anterior, se crean los CA, y posteriormente se lleva a cabo la comparación de estos con las posibilidades a fin de verificar que sean contrarrestadas.El resultado de la etapa será la presentación del “Concepto de las Operaciones” (CONOPS).Será este momento donde se deberá contar con la “Posibilidad Más Probable Conjunta Integrada”, como resultado del proceso de apreciación de la función.

dESARROLLO dEL PLAN

Como el nombre lo indica, se elabora el documento matriz de la operación; es solicitada su aprobación por parte del Escalón Superior y su posterior difusión.El C2 tendrá la responsabilidad de confeccionar el Anexo de Inteligencia.

REVISIÓN dE LA PLANIFICACIÓN

Considera la revisión del plan y evaluación de este, si es necesario se puede realizar una nueva reunión de la decisión.

Fuente: Manual de Planificación de las FAs, 2005.

20 Estado Mayor de la defensa Nacional, “Manual de Planificación Operacional de las FF.AA.”, dNC 5-10, Santiago de Chile, 2005, pp. 53-77

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PROPOSICIÓN dE uNA METOdOLOGÍA PARA dETERMINAR LA POSIBILIdAd MÁS PROBABLE, INTEGRAdA, EN EL NIVEL…

En la siguiente infografía se detalla la relación de la función inteligencia con el proceso de planificación operacional, la que es permanente y en cada una de las etapas consideradas.

INFOGRAFÍA N° 4Flujo del proceso de planificación operacional y su

relación con la función primaria inteligencia

Fuente: Manual de Planificación Operacional de las FAs, 2005.

direcTivAde iniciAción

guíA de PlAnif.del cdTe.

concePTo de lAsoPerAciones (conoPs.)

Análisis de lAmisión

elAborAción de los ocA

comPArAción de lAs ocA verificAndo queésTos conTrArresTen

eficAzmenTe lAsPosibilidAdes

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elAborAción de los PlAnes

elAborAción PlAn de inTeligenciA

siTuAciónAmenAzA nAvAl

enTregA AnTecedenTesesPecíficos nAvAles

enTregA AnTecedenTesesPecíficos Aéreos

siTuAciónAmenAzA AéreA

siTuAciónAmenAzA TerresTre

evAluAción, siTuAción y conformAción gruPo de

PlAnif. oPerAc.

deTerminA nATurAlezA del ProblemA y esTAdo

finAl deseAdo

enTregA AnTecedenTesT.e.T.A.

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c-2 Asesor nAvAl Asesor Aéreo asesOr terrestre

reuniónAnálisis de lA

misión

reuniónde lA decisión

Proceso iniciAdo en formA PreviAdesde lA eTAPA de iniciAción

meTodologíA PArA deTerminAr lA Pos. más ProbAble inTegrAdA

FlujO Del prOcesO De planiFicaciÓn OperaciOnal y la participaciÓn Del c-2

PosibilidAdmás ProbAble

PosibilidAdmás PeligrosA

cooPerA en deTerminAr “criTerio PArA el éxiTo”

PunTos de decisión

enTregA AnTecedenTesesPecíficos

fuerzAs suPerf.

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GONZALO A. CAñAS BENNETT

F. Metodología utilizada por otras Fuerzas Armadas y países integrantes de la OrganizacióndelTratadodelAtlánticoNorte(OTAN)

1. Metodología utilizada por Estados Unidos de América

La información para elaborar la descripción de las metodologías empleadas por las Fuerzas Ar-madas de EE.uu. fue obtenida a través de la publicación “Joint Tactics, Techniques, and Procedures for Joint Intelligence Preparation of the Battlespace”, Joint Publication 201.3, la que fuera editada el año 2000, y que constituye la base doctrinaria en la función inteligencia conjunta.

Esta publicación entrega las tácticas, técnicas y procedimientos (Joint Tactics, Techniques, and Procedures “JTTP”) para ser utilizado por las organizaciones conjuntas, en el trabajo de inteligencia de preparación del campo de batalla (Joint Intelligence Preparation of the Battlespace “JIPB”).21 Asimismo, la luz que orienta el proceso de JIPB es el análisis del ambiente operacional del campo de batalla y el establecer los efectos que este tiene sobre el adversario y sus posibles COA.

2. Metodología para la determinación de las posibilidades del enemigo

Los tres pasos iniciales del JIPB son desarrollados para satisfacer las necesidades del Co-mandante Conjunto, en relación a las variables del campo de batalla, la determinación de la doctrina del oponente, las capacidades de las fuerzas adversarias, la identificación de los Centros de Gravedad y sus efectos sobre el ambiente operacional. Finalmente, y como cuarta etapa del proceso, se desarrolla una estricta metodología para determinar las posibilidades del enemigo, buscando establecer la más probable, la más peligrosa para las fuerzas propias o el cumplimiento de la misión operativa.

durante la fase, el J2 contará con un detallado estudio sobre las potencialidades adversarias y todos los COA, que conforme a su doctrina y al área operacional donde se emplearán las fuerzas pueden ser influyentes en el cumplimiento de la misión propia. Siempre y cuando haya dado cumplimiento a cabalidad al empleo doctrinario de sus fuerzas para este tipo de escenario, cada COA deberá ser evaluado siguiendo cinco criterios básicos:

— Conveniencia (para el adversario).

— Factibilidad o Viabilidad (recursos).

21 ARMEd FORCES OF THE uNITEd STATE, “Joint Tactics, Techniques, and Procedures for Joint Intelligence Preparation of the Battlespace”, Joint Publication 201.3, Washinton dC., uSA, 2000, p. vii.

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PROPOSICIÓN dE uNA METOdOLOGÍA PARA dETERMINAR LA POSIBILIdAd MÁS PROBABLE, INTEGRAdA, EN EL NIVEL…

— Aceptabilidad (riesgos asociados).

— Singularidad (distintos entre cada uno). Lo anterior, como producto del juego de guerra (war game).22 23

— Apego a la doctrina (adversaria).

Posteriormente, la lista consolidada de los COA del adversario debe ser comparada con el análisis efectuado en la 3ª fase “Evaluación del Adversario” (Evaluate The Adversary).

Los siguientes pasos deben ser seguidos para priorizar adecuadamente los COA del adver-sario:

— Analizar cada COA para identificar fortalezas y debilidades, centros de gravedad y puntos decisivos.

— Evaluar como cada COA reúne los criterios de: conveniencia, factibilidad o viabilidad, aceptabilidad, singularidad y apego a la doctrina.

— Evaluar cual de los COA explota las ventajas del ambiente operacional del campo de batalla.

— Comparar cada COA y determinar cuál es el que obtiene mayores ventajas a un menor costo en riesgos.

— Considerar la posibilidad que el adversario cambie entre el segundo o tercer COA, (conforme a nuestra priorización, ya realizada) y efectúe además actividades de decepción.

— Analizar el dispositivo adoptado actualmente, y determinar aquel COA que requiere de menos reestructuraciones o modificación de sus actuales posiciones.

Finalmente, y una vez definido el COA más probable, deberá ser integrado en forma gráfica a la situación general y obtener una matriz situacional y otra de eventos, herramientas que pos-teriormente, en la etapa de ejecución, permitirán y facilitarán la colección de información para confirmar la posibilidad.

22 Nota: Actividad realizada también en la doctrina institucional y conjunta en el Proceso de Gestación del Concepto de las Operaciones, denominado “la Confrontación”.

23 EjércitodeChile,RDPL–20001“Planificación”(EnExperimentación),DivisiónDoctrina,SantiagodeChile,2006,p.47.

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GONZALO A. CAñAS BENNETT

G. Metodología utilizada por España, como país integrante de la Organización del Tratado delAtlánticoNorte(OTAN)

España considera dentro de su proceso de planificación operacional, el estudio del enemigo, en forma similar a lo adoptado por las FAs del mundo, en la organización se plasma este estudio en la elaboración de las líneas de acción del enemigo (las COA del enemigo), y en la confrontación de las COA propias con las del enemigo.24 Para efectos prácticos del proceso de planeamiento, el estudio de las posibilidades tiene como objetivo claro: elaborar sus líneas de acción y efectuar la confrontación con las COA propias. Es decir, la forma en la que el adversario pretende lograr su objetivo o impedir que alcancemos el nuestro. Estas líneas de acción pueden recibir alguna de las siguientes denominaciones: OCA; Opposing Course of Action, EC; Enema Course, PE, Posibilidades del Enemigo.

Para los efectos prácticos del proceso de planificación, el estudio de las posibilidades tiene un objetivo claro: elaborar sus líneas de acción para confrontarlas con las COA propias. Estas se terminan durante la fase conceptual, fase en la que se elaboran los propios. Esto quiere decir que las posibilidades deben ser terminadas una vez que los cursos de acción se encuentren estructurados para que, a través de caminos distintos e independientes se centren en la comparación de ambos elementos. Estas líneas de acción del adversario son tres: “La Más Probable”, “La Más Peligrosa” y la “La Más Exigente”, sin embargo para el proceso de planificación se debe contar con a lo menos dos de ellas (La Más Probable y La Más Peligrosa).25

Se debe comenzar el estudio de las posibilidades del enemigo estudiando tantas OCA como sea posible, siempre y cuando sean realistas y factibles de ejecución, teniendo en cuenta la capacidad y limitaciones operativas del enemigo. durante el estudio podrán irse desechando las que no sean realizables o que no se oponga abiertamente a nuestra misión.

En general se comenzará por definir unas acciones genéricas elementales. Posteriormente se integrarán un una sola OCA todas aquellas acciones genéricas elementales que el enemigo pueda realizar, como parte de una línea de acción, dejando fuera tan solo aquellas que, en sí, sean independientes.

Para que una determinada acción genérica del enemigo o conjunto de acciones genéricas se defina como una OCA, es necesario no sólo que afecte al cumplimiento de la misión, sino que sea realizable con las fuerzas y los apoyos que dispone y lógicamente, y como punto más importante, lo ya dicho, que responda a las intenciones del enemigo.

24 Ejército de Tierra Español, “Apuntes para el Planeamiento de Operaciones Conjuntas”, Curso de Estado Mayor, Madrid España, 2004, p. 63.

25 Ibídem, p. 65.

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PROPOSICIÓN dE uNA METOdOLOGÍA PARA dETERMINAR LA POSIBILIdAd MÁS PROBABLE, INTEGRAdA, EN EL NIVEL…

Para definir cada posibilidad puede seguirse la técnica siguiente:

— Partiendo de sus intenciones desde los niveles más altos de decisión, determinar los objetivos en los que el enemigo centrará previsiblemente su esfuerzo.

— determinar las acciones genéricas que podrían emprenderse contra dichos objetivos.

— determinar las fuerzas que el enemigo podría utilizar para ejecutar esas acciones.

— Redactar las OCA.

— depurar los enunciados redactados, eliminando aquellos que no tengan relevancia.

— Combinar los distintos enunciados, agrupando los que pueden presentarse de forma simul-tánea.

Finalmente, el paso de combinar los distintos enunciados (acciones) muestra la necesidad de integrar las diferentes armas y herramientas a su disposición, como una forma de obtener una mayor potencia en su actuar y permitir un accionar sinérgico sobre el objetivo buscado y el centro de gravedad propio que determine.

PROPOSICIÓN DE UNA METODOLOGÍA

Efectuado el levantamiento de los diferentes componentes que integran el Ambiente Opera-cional Conjunto y, posteriormente, la descripción de los procesos empleados por las instituciones de la defensa Nacional en lo que respecta a la doctrina Conjunta referida al tema y, finalmente, los antecedentes obtenidos sobre otras Fuerzas Armadas, se estima apropiado proponer una metodología, la que utilizando factores institucionales y extranjeros, pueda ser aplicada en una eventual doctrina Conjunta, para el nivel de Comando Conjunto, conforme a las características de la realidad nacional.

La proposición busca, siguiendo la línea de la doctrina vigente, concretar un proceso me-todológico no detallado en los textos comunes o conjuntos, para establecer la Posibilidad Más Probable Integrada Conjunta.

A. Proposición de una metodología para determinar la posibilidad más probable a nivel comando conjunto de manera integrada

La siguiente proposición se encuentra orientada a buscar una verdadera integración de las capacidades y, además, definir la suma de efectos de las diferentes capacidades institucionales

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GONZALO A. CAñAS BENNETT

de los componentes terrestre, naval y aéreo adversario. Entendiendo claramente que “Maniobra Conjunta” no solo es aquella sumatoria de fuerzas o esfuerzos, sino además, cobra vital importancia la definición de los momentos, objetivos, combinaciones y convergencia de esfuerzos; teniendo como desafío el estructurar una maniobra conjunta adversaria combinada adecuadamente encua-drada en el nivel de la conducción de un Comando Conjunto.

La determinación de la posibilidad más probable debe estar enmarcada en dos grandes momentos generales: uno inicial, que permita obtener las posibilidades del enemigo, las que posteriormente y como segundo momento, deben conducir a la deducción de la posibilidad más probable, más peligrosa y otra que se estime conveniente, conforme a la situación específica que viva el Comando Conjunto.

1. Metodología específica para establecer las posibilidades

La metodología de detalle y correspondiente al primer momento se encuentra dividida en 4 fases, las que buscan por una parte, efectuar un trabajo específico correspondiente a las diferentes capacidades institucionales que constituyen las amenazas, y por otra parte, otorgar una integra-ción gradual desde los aspectos más específicos hasta los más genéricos, en la estructuración de una “idea de maniobra conjunta del adversario”. Es por lo anterior, que se ha propuesto efectuar las siguientes fases:

— Posibilidades matrices.— Posibilidades específicas.— Posibilidades complementarias o tecnológicas.— Posibilidad integrada conjunta.

Las fases consideradas no necesariamente deberán ser desarrolladas en forma secuencial y paralela, sino que como toda actividad de la función inteligencia, se entrega la libertad de llevarlas a cabo conforme a la información existente al momento de desarrollo del trabajo y teniendo presente la necesidad de iniciarlo a la brevedad, a fin de permitir la “oportuni-dad” del resultado final de análisis, el que estará representado por la “Posibilidad Integrada Conjunta”.

El proceso es iniciado a través de un trabajo concreto, el que se circunscribe a las amenazas específicas de cada institución que se encuentre representada en el Comando Conjunto. Esta fase se ha denominado “Posibilidades Matrices” y su objetivo es detallar el estudio de cada amenaza, aprovechar las diferentes metodologías institucionales, la experiencia obtenida y enfrentar el concepto de especificidad de las amenazas por institución, conforme a sus realidades y proce-dimientos. Es así como se han agrupado conforme a sus características y a los efectos sobre los componentes del Comando Conjunto.

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PROPOSICIÓN dE uNA METOdOLOGÍA PARA dETERMINAR LA POSIBILIdAd MÁS PROBABLE, INTEGRAdA, EN EL NIVEL…

En relación con el trabajo de análisis de las “Posibilidades Complementarias”, este puede ser desarrollado en forma simultánea a la fase en mención, o bien, iniciarse en forma posterior y de manera paralela a cualquier otra fase desarrollada. Las posibilidades complementarias serán establecidas por los respectivos especialistas del departamento de Inteligencia del Comando Conjunto. Esta etapa busca, además, incluir los aspectos técnicos y tecnológicos específicos de la fuerza adversaria, a fin de establecer las posibilidades de tipo complementaria y que persiguen potenciar un actuar conjunto.

durante la Fase Nº 2 denominada “Posibilidades Específicas”, se produce un primer nivel de integración de las amenazas, donde luego de haberse establecido en forma institucional las posibilidades independientes conforme a sus amenazas específicas, se busca agruparlas y centralizarlas, fundamentalmente a base de las características y la relación existente con la institución. Por ejemplo, el Asesor Terrestre asume la responsabilidad de determinar la forma de empleo de la totalidad de los medios de superficie, en forma posterior a un análisis especí-fico por cada institución. Es decir, debe establecer las Fuerzas Especiales (Ejército, Armada y Fuerza Aérea) y las unidades que hayan sido aerotransportadas, determinando su empleo como fuerza terrestre, y asimismo, debe establecer cualquier otro medio que posea un empleo de estas características.

El Asesor Aéreo tendrá la responsabilidad de determinar el panorama aéreo de manera integral, incluyendo los helicópteros de ataque, los que constituyen unidades que pese a ser “Órganos de Maniobra Terrestre” en la planificación de empleo, se estima conveniente que sea el Asesor Aéreo quien conforme a la situación aérea del enemigo, efectúe el estudio dado su complejidad.

Es conveniente enfatizar la necesidad de que el trabajo de las Posibilidades Específicas y Complementarias, no constituya un trabajo aislado por especialistas. Si bien en un principio esto puede ser así, al estructurar definitivamente cada una de estas posibilidades, se debe contar con la opinión de todos los especialistas pertinentes.

La fase final denominada la “Posibilidad Integrada Conjunta”, pretende agrupar en una segunda oportunidad los trabajos anteriores, donde ya es factible determinar una maniobra conjunta, con sus diferentes armas y sus apoyos complementarios. Busca a través del análi-sis de la doctrina adversaria, las características geográficas, las meteorológicas y el trabajo anterior, establecer un actuar conjunto adversario, constituyendo el resultado final de las fases ya desarrolladas.

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GONZALO A. CAñAS BENNETT

INFOGRAFÍA Nº 5“una metodología para determinar la posibilidad integrada conjunta”

Fuente: Elaboración Propia, 2007.

DiaGrama De FlujO para Determinar la pOsibiliDaD más prObable cOnjunta inteGraDa

PosibilidAd inTegrAdAconjunTA

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PosibilidAdes comPlemen-TAriAs o TecnológicAs

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PROPOSICIÓN dE uNA METOdOLOGÍA PARA dETERMINAR LA POSIBILIdAd MÁS PROBABLE, INTEGRAdA, EN EL NIVEL…

2. Metodología específica para determinar la posibilidad más probable y la más peligrosa

Terminado el momento anterior y en poder del listado de los cursos de acción del enemigo, se hace necesario llevar a efecto un análisis para estar en condiciones de priorizar estos, es decir, definir cuál de las posibilidades deducidas posee mayor probabilidad de adopción, considerando el objetivo operacional buscado, sus capacidades, el apego a la doctrina y el nivel de riesgos que se presentan ante su ejecución.

Como fuera analizado anteriormente, un extenso listado de posibilidades no constituyen un apoyo ni ayuda al Comandante y su Estado Mayor, ya que dificulta el trabajo de comparación de los cursos de acción propios con los del adversario, y por otro lado, no permite observar acciones categóricas y decisivas por parte del enemigo.

Conforme a la experiencia observada en otros países, tras el estudio de sus metodologías empleadas, se estima de alto valor el utilizar las herramientas de la “Posibilidad Más Probable”, que debe constituir aquella de mayor factibilidad de ocurrencia y que posee un nivel de riesgo aceptable, según su objetivo operacional visualizado, y además, afecte el cumplimiento de la propia misión. Por otra parte, y considerando el nivel de la conducción en el que nos encontra-mos, se estima viable también el trabajar con una “Posibilidad Más Peligrosa”, la que puede o no tenerse en cuenta, ya que debe ir disminuyendo, conforme a los niveles de incertidumbre o duda que exista al momento de análisis. Esta debe ir desvaneciéndose para dar paso a la más proba-ble, cuando se incrementen los niveles de inteligencia disponible y se haya avanzado durante el desarrollo de las acciones.

Cabe recalcar que durante todo el trabajo propuesto será vital la experiencia y el conocimiento que tenga el C2, sus colaboradores y asesores directos de la situación del adversario, del terreno, del tiempo atmosférico y de las aplicaciones doctrinarias del adversario, como así también de sus omisiones doctrinarias, para llegar a determinar la “Maniobra Conjunta Adversaria”.

Se hace necesario además llevar a cabo un estudio comparativo a fin de determinar siempre, de manera objetiva, aquella posibilidad que tenga un mayor efecto sobre la propia misión, sus propias debilidades, fortalezas y aquellas que posean un mayor apego a su doctrina. Es decir, cada curso de acción del enemigo tendrá factores que favorecen o desfavorecen su adopción, conforme a sus factores de fuerza que le otorgan ciertas aptitudes a sus unidades, para alcanzar su objetivo o lograr un efecto deseado.

En esta etapa el Asesor de Inteligencia cuenta con el estudio más detallado posible de su ad-versario, debiendo conocer sus potencialidades y debilidades, su doctrina, el área de operaciones donde actuará y otros aspectos que pueden ser influyentes para el cumplimiento de su misión. Por lo

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GONZALO A. CAñAS BENNETT

anterior, se encuentra en condiciones de efectuar una evaluación detallada de cada curso de acción establecido y determinar el “Más Probable” y el “Más Peligroso”. Para ello debe evaluar cada curso de acción del adversario según diferentes factores básicos y, además, comparar cómo se comporta cada uno de ellos. A juicio del investigador, algunos de los criterios básicos pueden ser los siguientes:

— Efectividad.— Capacidad de Ejecución.— Riesgos Asociados.— Apego Doctrinario.

3. Herramienta gráfica para establecer las posibilidades del enemigo y determinación de la posibilidad más probable

En la parte anterior fue descrita la metodología que emplean las Fuerzas Armadas de Estados unidos. Conforme a ello se determinó la aplicabilidad del proceso JIPB26 en las funciones de de-finición del campo de batalla, la descripción de los efectos del espacio de batalla, la evaluación del enemigo y la determinación de las potenciales posibilidades. Lo anterior específicamente, en el nivel de la conducción operacional y sirviendo a un Comando Conjunto. Es en este sentido y considerando que el Ejército de Chile también lleva a cabo un proceso similar (IPB), se estima que puede tener una utilidad práctica en el proceso de elaboración del concepto de las operaciones de un Comando Conjunto nacional.

un método en el nivel conjunto ya probado, es el utilizado por Estados unidos, donde a través de un análisis gráfico (JIPB), se determina la posibilidad más probable y la más peligrosa, establece matrices de eventos, conforme a puntos y zonas de decisión que permiten confirmar la posibilidad deducida y, además, mantiene un control de su ejecución, o si es del caso, integra las posibilidades consideradas con otras prioridades que se van confirmando durante la fase de ejecución.

El Ejército de Chile a través de la Plantilla de “Apoyo a la Resolución”, permite entregar al co-mandante asesorado y de manera integrada, el probable desarrollo del actuar adversario. Esto es de gran utilidad no solo al Comandante, sino que a la totalidad de los integrantes del Cuartel General, quienes deben trabajar en sus funciones con la posibilidad difundida por el Asesor de Inteligencia.

En el caso de Estados unidos, la verdadera integración de los elementos analizados es posible observarla inicialmente, en el desarrollo del paso Nº 4 del proceso gráfico del JIPB,27 la “Deter-

26 Armed Forces of the united State, “Joint Tactics, Techniques, and Procedures for Joint Intelligence Preparation of the Battlespace”, Joint Publication 201.3, Washinton dC., uSA, 2000, p. vii.

27 Ibídem,p.II–53.

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PROPOSICIÓN dE uNA METOdOLOGÍA PARA dETERMINAR LA POSIBILIdAd MÁS PROBABLE, INTEGRAdA, EN EL NIVEL…

minación de los Cursos de Acción del Adversario”, y la correspondiente a la 5ta Fase denominada, la “Integración”28 en nuestra doctrina.

4. Esquema de la posibilidad más probable integrada y elementos posibles de deducir a base de su estructura

En relación a la estructura de la posibilidad se estima viable que esta pueda mantener los parámetros empleados por las instituciones, los que no poseen diferencias en forma general. No obstante lo anterior es conveniente expresar que “el formato” utilizado, no puede ser estricto ni menos circunscribir el trabajo analítico del asesor, solo en la búsqueda de la respuesta de estas cuatro interrogantes, ya que se debe buscar el máximo de antecedentes para mejorar el respectivo nivel de asesoría. El trabajo del C2 debe ser libre y no poseer ataduras de formatos ni estructuras que pudiesen limitar un análisis.

Esta posibilidad podrá permitir la deducción de otros aspectos relacionados con el actuar del adversario. de esta forma es posible establecer los efectos sobre la propia misión que pueden producirse si esta es llevada a cabo, e incluso los elementos esenciales de informa-ción que se deriven para buscar su confirmación, así como también cualquier otro aspecto que permita incrementar la calidad de la asesoría y posea un verdadero valor de uso en la toma de decisiones.

CONCLUSIONES

1. Las metodologías utilizadas por las instituciones de la defensa Nacional para establecer las posibilidades del enemigo específicas, conforme a sus respectivas amenazas, son altamente aprovechables para crear una doctrina conjunta, considerando que estas satisfacen de manera inicial, la determinación de las amenazas institucionales y las posibilidades específicas.

2. En relación a la experiencia extranjera es posible determinar que los procesos considerados en la doctrina de Estados unidos, como asimismo, la utilizada por España como país integrante de la OTAN es altamente aprovechable por nuestra doctrina conjunta. Refuerza lo anterior el hecho que la actualización de la doctrina institucional se encuentra orientada hacia estos formatos y procedimientos.

3. Primordial será, para poder establecer una posibilidad de empleo lo más cercano a la realidad posible, el determinar desde un principio y en forma adecuada los posibles objetivos y un

28 Ejército de Chile, “Manual de Inteligencia Proceso de Integración Enemigo, Terreno y Tiempo Atmosférico”, Estado Mayor General del Ejército, Santiago de Chile, 1994, p. 73.

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GONZALO A. CAñAS BENNETT

eventual estado final deseado, los que constituyen elementos que iluminarán el actuar futuro del adversario, en busca de la solución más adecuada del problema operativo, a través de la conquista de diferentes objetivos parciales que se establezcan.

4. de las metodologías institucionales analizadas, es conveniente destacar la existencia de di-ferentes parámetros comunes, los que permiten acercar posiciones institucionales y obtener un consenso conjunto en la función inteligencia. Es así como las posibilidades del enemigo son establecidas a través del análisis objetivo, el que debe estar alejado de las apreciaciones personales por parte de los oficiales que poseen la responsabilidad de determinarlas. Otro elemento de interés es el hecho que deben ser determinadas todas las acciones que el enemigo sea capaz de realizar y no obviar alguna, ya que pese a que puede finalmente establecerse una más probable o más peligrosa, todas deben ser analizadas durante el proceso.

5. Ante la importante necesidad de conocer el futuro actuar de una fuerza enemiga, el C2 del Comando Conjunto requiere efectuar un análisis que comience disgregando, para su estudio, a la fuerza enemiga. Conforme a las diferentes capacidades operacionales y amenazas que pue-den observarse, la disgregación se obtiene de una mejor forma tras un manejo sistémico del enemigo, donde se identifican las diferentes capacidades de cada subsistema determinado.

6. En la metodología propuesta se busca, de manera inicial, establecer las capacidades insti-tucionales. Posteriormente se procederá a una integración inicial, la que se produce tras la creación de subsistemas mayores que son agrupados según sus características, permitiendo un adecuado manejo por parte de los asesores. Posteriormente, se produce una segunda inte-gración, la que es desarrollada a través de la creación de panoramas (terrestre, naval y aéreo) y la presentación de las posibilidades complementarias que la potencian.

7. Estructurada la posibilidad integrada, es indispensable priorizar un orden de adopción, el que debe determinar aquella más probable o la más peligrosa. Es así que serán comparadas y priorizadas todas las posibilidades existentes.

97M e M o R i a L D e L e J É R C i T o D e C H i L e

DESAFÍOS VALóRICOS DE LA SOCIEDAD EN LA ACTUALIDAD Y SU IMPORTANCIA EN EL EJERCICIO DEL MANDO Y LIDERAZGO

EN EL EJéRCITO DE ChILE1

JuAN IGNACIO GONZÁLEZ E.2

Monseñor

Resumen: En pleno siglo XXI, el mundo actual se está caraterizando por su permanente cambio, sobre todo en lo que dice relación a las grandes concepciones del hombre y la sociedad. En este sentido, Monseñor Juan Ignacio González Errázuriz, al dictar una clase magistral inaugurando el año académico de la Academia de Guerra, plantea que el desafío para los integrantes del Ejército en este contexto, es ser coherentes en su ser y parecer, siendo personas virtuosas que actúen siempre conforme a lo que dicta la conciencia.Palabras clave: Virtud, relativismo, coherencia, vocación militar y ejemplo.

Abstract: Abstract: Today’s world of the 21st century is characterised by constant change especially as regards the great concepts of man and society.

1 Clase Magistral para inaugurar el año académico en la Academia de Guerra del Ejército, 17 de marzo, 2008.2 Mons. Juan Ignacio González Errázuriz, nació en Santiago el 5 de julio de 1956. Su enseñanza primaria y secundaria la realizó en el

Colegio de los Sagrados Corazones de la Alameda. En 1974 ingresó a la Facultad de derecho de la Pontificia universidad Católica de Chile, obteniendo la Licenciatura en Ciencias Jurídicas en 1979, y un año después, el título profesional de abogado. En 1977 ingresó a trabajar como procurador en el Servicio Jurídico de Carabineros de Chile. Entre 1980 y 1990 lo hace como abogado en la dirección del Personal de esa institución. El año 1980 obtiene el título de profesor de la asignatura de Geografía Militar y Geopolítica en la Academia de Guerra del Ejército. En los años 1988 y 1990 se desempeña como profesor del Instituto de Geografía de la Pontificia universidad Católica de Chile. El 31 de enero de 1993 fue ordenado diácono en Roma, por monseñor Álvaro del Portillo, Obispo Prelado del Opus dei. El 13 de junio de 1993 es ordenado presbítero. Realiza estudios en el Studium Generale de la Prelatura de la Santa Cruz y Opus dei, en Roma, donde alcanza el grado de Licenciado y posteriormente el grado académico de doctor en derecho Canónico en la Pontificia universidad de la Santa Cruz en Roma; aprobando su tesis doctoral con la evaluación máxima "Summa cum laude". El año 1994 se desempeña como profesor de la cátedra de derecho Canónico y de los ramos de Teología Fundamental, Teología Sacramentaria y Teología Moral, en la universidad de los Andes. El año 1996 se adjudica por concurso nacional del Fondo de Ciencia y Tecnología, un proyecto de investigación sobre la vida y obra de el Arzobispo de Santiago don Juan Ignacio González Eyzaguirre, siendo aprobado por FONdECYT en 1998. En el año 1998 es nombrado Capellán General de la universidad de Los Andes, de la Residencia universitaria y Centro Cultural Alborada. desde ese mismo año también forma parte del Equipo Jurídico Asesor de la Conferencia Episcopal de Chile en materias jurídicas y canónicas. desde 1999 hasta el año 2002 formó parte del cuerpo de directores espirituales del Seminario Mayor "San Pedro Apóstol" de la diócesis de San Bernardo. Autor de varios escritos, destacándose: "Iglesia y Fuerzas Armadas. Estudio canónico y jurídico sobre la asistencia espiritual a las Fuerzas Armadas en Chile". "El Vicariato Castrense de Chile. Génesis histórica y canónica de su establecimiento. De la Independencia al conflicto eclesiástico de Tacna. 1810-1915". El 10 de octubre del año 2003, el Santo Padre Juan Pablo II lo nombró Obispo de San Bernardo. En diciembre del año 2007, la Academia de Guerra le otorga la Condecoración “diosa Minerva”.

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JuAN IGNACIO GONZÁLEZ E.

Monsignor Juan Ignacio González Errázuriz, in his lecture opening the academic year of the War Academy, postulated that in this context the challenge facing members of the Army is to be and to appear virtuous and act according to the dictates of their conscience. Key words: Virtue, relativism, coherence, military vocation and example.

A. LA vOCACIÓN MILITAR, CAMINO DE SANTIDAD Y SERvICIO

Agradezco al señor Coronel director de la Academia de Guerra del Ejército esta amable invitación que he aceptado con sumo agrado, por las muchas razones que me unen a este instituto de estudios superiores y porque en sus aulas se forman los futuros conductores del Ejército de Chile. Esta Aca-demia, más que centenaria, es un lugar privilegiado para reflexionar sobre los acontecimientos de nuestra vida como nación y en los desafíos que se presentan en la formación y transmisión de los valores perennes en que se ha asentado la historia nacional y la vida del Ejército de Chile, desde su creación. Por eso, el mismo tema que me ha sido propuesto, relativo a los desafíos valóricos de la sociedad actual y su importancia en el ejercicio del mando y el liderazgo en el Ejército, es ya de por sí interesante y exigente.

Como todos sabemos bien, el mundo y nuestra patria pasan por momentos muy particulares de cambios en las grandes concepciones del hombre y de la sociedad. Estamos ante un mundo que está aquejado de varias enfermedades graves y de difícil diagnóstico y curación. Se ha introducido en la vida del mundo occidental una crisis de falta de sentido cuyas causas son muchas, pero cuya consecuencia mayor es el imperio del relativismo, es decir, una forma de concepción del hombre, de la sociedad y de las instituciones, donde los elementos fundan-tes e inamovibles se han comenzado a perder, quedando casi todo a merced de las visiones personales, particularizadas o ideológicas, que pretenden darnos nuevas explicaciones de problemas antiguos.

Con palabras fuertes y decisivas lo dejó escrito el Papa Benedicto XVI un día antes de ser elevado al pontificado: “¡Cuántos vientos de doctrina hemos conocido durante estos últimos decenios!, ¡cuántas corrientes ideológicas!, ¡cuántas modas de pensamiento!... La pequeña barca del pensamiento de muchos cristianos ha sido zarandeada a menudo por estas olas, llevada de un extremo al otro: del marxismo al liberalismo, hasta el libertinaje; del colectivismo al indivi-dualismo radical; del ateísmo a un vago misticismo religioso; del agnosticismo al sincretismo, etc. Cada día nacen nuevas sectas y se realiza lo que dice San Pablo sobre el engaño de los hombres, sobre la astucia que tiende a inducir a error (cf. Ef 4, 14). A quien tiene una fe clara, según el credo de la Iglesia, a menudo se le aplica la etiqueta de fundamentalismo. Mientras que el relativismo, es decir, dejarse ‘llevar a la deriva por cualquier viento de doctrina’, parece ser la única actitud adecuada en los tiempos actuales. Se va constituyendo una dictadura del

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relativismo que no reconoce nada como definitivo y que deja como última medida solo el propio yo y sus antojos”.3

Ninguno de nosotros puede esconder que estas palabras, salidas de un hombre no solo es-piritualmente sabio, sino unas de las figuras intelectuales más notables del siglo XX, no pueden dejarnos sin provocarnos una reflexión. Por nuestra edad, por la época en que nos ha correspondido vivir, por los acontecimientos que hemos presenciado, podemos decir que hemos experimentado en carne propia la descripción que hace el Papa.

Pues bien, esos desafíos nos ponen a todos ante la necesidad de una respuesta, pero esa respuesta es más exigente respecto de aquellos que por su pertenencia a una de las instituciones fundantes de la república, llamados a conducir a otros hombres y mujeres y destinados por la Providencia a formar a los más jóvenes en el arte de la milicia y del servicio a la nación, es especialmente decisiva.

Qué se debe hacer para que todos estos vientos de doctrina que levantan olas de gran magnitud no terminen por cuartear los pilares básicos de nuestras naves y perdido el rumbo nos lleven a puertos desconocidos, o nos precipiten a las rocas o nos hagan encallar en mares bajos.

Qué debe hacer el hombre y la mujer sensatos, que quieren construir sobre roca y no sobre arena movediza, usando el ejemplo del Evangelio. Hay aquí una primera pregunta para cualquiera de nosotros y sobre todos para quienes son miembros del Ejército.

Estimados oficiales, no hay otra receta para mantener los valores de siempre en un mundo relativizado, que el cultivo de la propia virtud, que eleva a cada uno y con su huella marca a los demás. Ninguno de nosotros creemos ya en recetas, ideología, utopías, que han conducido al mundo–tambiénaChile–adañosgravísimos,alamuertedemillonesdeinocentesyaldespreciode los valores cristianos. Hoy como ayer, los hombres y mujeres sensatos, saben que cada uno ha de hacer surgir en su propia vida los valores y virtudes propios de nuestra naturaleza humana, cuya expresión máxima se encuentran en el cristianismo, única religión que se atreve a proclamar como verdad esencial que el mismo dios se hizo hombre, igual a nosotros en todos, menos en el pecado y que por tanto elevó nuestra condición humana a la de criaturas con un fin y destino trascendente. Esta es la gran y única solución.

B. UN CAMINO vOCACIONAL

La primera convicción que hemos de tener todos, ustedes y yo, es que la carrera militar, el servicio de las armas, como lo llamaban los antiguos, no es solo una profesión, sino una vocación,

3 Homilía del Cardenal J. Ratzinger en la misa para la elección del nuevo Papa. Lunes 18 de abril de 2005.

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es decir, un llamado exigente y constante que nos pide dios y la Patria para servirlo a él y servir a nuestros hermanos que habitan en esta comunidad de destino que es la nación.

La preocupación por la atención espiritual de quienes militan bajo las banderas de los ejércitos es antigua en la vida de la Iglesia. Hay testimonios desde los primeros tiempos del cristianismo de la preocupación de los pastores por este específico grupo de personas, a cuyo cuidado han venido confiados históricamente misiones importantes para el desarrollo de las naciones.

Partamos de una idea sencilla pero crucial. La milicia nace junto con el hombre y en unas y otras épocas los ejércitos han adoptado diversas formas de desarrollarse; de todas ellas puede concluirse siempre la misma realidad: los hombres se han organizado en huestes armadas para su defensa; para la defensa de sus naciones y pueblos y para la preservación de sus propios valores esenciales.

En nuestros días parece más necesario que nunca reafirmar que tal como señaló el Concilio Vaticano II los hombres que en servicio de su patria forman bajo las banderas del ejército, son y deben considerarse como instrumentos de la seguridad y libertad de los pueblos, pues, desem-peñando bien esta función, realmente contribuyen a establecer la paz.4

La Iglesia, siguiendo las enseñanzas de Cristo, reafirma así el valor de la vida militar, que, como tantos otros caminos por los que el hombre realiza su vocación en esta tierra, puede conducir también a la santificación personal y comunitaria y a la vida eterna.

Es esta una verdad sencilla, pero quizá algunas veces olvidada o colocada como una excepción a la regla general de que todos los caminos honestos llevan a dios. “Es una injusticia dar por bueno que un pregonero del pacifismo integral constituye automáticamente la expresión pura del ideal evangélico del amor, mientras que la aceptación de la fuerza militar sería una traición, o, más benignamente, una transacción o acomodación a las necesidades de la historia”,5 dice con sabias palabras un obispo europeo.

La historia anota como hecho comprobado el valor civilizador de muchos ejércitos en la vida y organización de las naciones. Sin recurrir a testimonios ajenos, basta mirar la propia historia de Chile para probar que aquellas huestes organizadas a la manera de los tercios de España, que empeñaron vida, hacienda y honor en los trabajos de la conquista, fueron los que luego nos legaron muchas de nuestras costumbres, formas y hábitos de vida y también la fe, sin cuya presencia toda

4 Cfr. Concilio Vaticano II, Constitución Pastoral. Gaudium et spes, Nº 79. En adelante usaremos la traducción de los textos del Concilio de la BAC. Edición 1965.

5 GuERRA, J. (1988). El sentido cristiano del ejército, en Política Nº 15, p. 161.

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aquella empresa no tiene explicación ninguna, por más que se empeñen algunos en intentar enlodar la hazaña civilizadora, poniendo como único motivo de la misma el codiciado oro de América.

Se agrega a estas consideraciones la realidad de que durante siglos las guerras tenían unos límites que la moral cristiana había señalado y eran de universal aceptación. Cuando en los siglos XVI y XVII quedaron establecidas las ideas básicas del ejército moderno,6 la guerra era de naturaleza muy especial. “Bajo la influencia pacificadora de la fe cristiana y bajo el impulso del sentimiento de solidaridad occidental que animaba a los soberanos, ella fue, efectivamente, moderada en sus excesos y sometida a reglas muy severas que limitaban las destrucciones”.7

“Se luchaba por objetivos limitados que una vez obtenidos daban lugar a las negociaciones de paz, que se hacían sin grandes dificultades. Eran guerras que no buscaban aniquilar al enemigo ni envolvían con sus atrocidades a civiles, que, por regla general, no eran afectados por los conflictos. Con la guerra tenían que ver los soldados y sus reyes, no los ciudadanos, cuya actividad, fortuna y vida, quedaban preservadas de sus avatares. En tiempos del rey Luis XIV, por ejemplo, mientras Francia e Inglaterra estaban metidas de lleno en la guerra, los ciudadanos de Londres, al igual que los nobles lores, no veían inconveniente alguno en ir a pasar sus vacaciones bajo el cielo benigno de Francia para escapar del frío y las nieblas de la isla”.8

Es célebre la frase de Talleyrand, dirigida a Napoleón, en la que señala que “la esencia del derecho de los hombres es que, durante el tiempo de paz, los pueblos se hagan mutuamente el máximo bien, y, en tiempo de guerra, el menor mal posible”.

Ser soldado era, y es, por tanto, una profesión difícil, rigurosa, sometida a límites precisos y sujetos a la crítica social cuando estos eran sobrepasados.

Ser soldado no solo comportaba una preparación técnica, científica, sino también implicaba una preparación moral y espiritual exigente, cuyos fundamentos no eran otros que aquellos de la moral cristiana.

La Revolución Francesa cambió el sentido de la finalidad de los ejércitos y, en cierta forma, le dio a su acción un motivo ideológico. Ya no se combate por ideales nacionales, defendiendo propios territorios o conquistando ajenos; se combate por razón de ideas, se enfrentan hombres contra otros hombres nacidos en el mismo suelo; se olvidan los fundamentos cristianos de la guerra y los límites que se imponen a la misma.

6 Recordemos que en España la Ordenanza de Carlos III reorganizó el ejército y fue el fundamento de la estructuración del Ejército chileno.

7 AuSBuRGO, O. (1954). El Ejército en el Estado moderno, en Mundo hispánico, pp. 54-58.8 Cfr. Ibídem, p. 55.

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Quizá la modificación más importante es la masificación del servicio de las armas, llamando a formar en las filas de los ejércitos al ciudadano común, que de vestir un día como cualquiera de sus compatriotas, al otro lleva el uniforme de su país, con todo el cambio psicológico que ello significa y las obligaciones que tal circunstancia comporta.

El soldado antiguo era un profesional que servía vocacionalmente, que cumplía su deber y no encontraba oposición entre su servicio a su patria y la naturaleza de su oficio.

El soldado de los tiempos nuevos no siempre es profesional, sirve durante cierto período de su vida en las filas o cuando los rigores de la guerra se aproximan a las fronteras de la patria. No hace de las armas su profesión ni adhiere a los ideales militares como quien toma una decisión que implica una particular forma de vida, donde las virtudes adquieren formas específicas de ejercitarse y donde el hombre puede realizar una vocación humana y cristiana específica. Es la figura clásica del recluta, del soldado conscripto, que deja su lugar de ori-gen, su familia y su círculo de amigos, para ingresar en el cuartel donde cumple su servicio militar.

Conviven así dos sistemas de vida militar. El de aquellos hombres que escogen la milicia con un claro y decidido sentido vocacional, que es el caso de todos lo que están aquí y el de aquel otro grupo, más numeroso, que está allí con mayor o menor convencimiento, cumpliendo una obligación legal de servicio a la nación.

Se acentúa, de esta forma, la función pedagógica del Ejército, en la cual los que han asumido la vida militar por propia determinación vocacional deben forman a quienes llegan a vestir el uniforme por un tiempo, enseñándoles con su ejemplo y su virtud el amor a la patria y las virtudes ciudadanas más fundamentales.

de este modo el Ejército entrega una preciosa contribución a la formación de los ciudadanos. No se enseña al soldado solamente a amar su uniforme y a usar las armas, sino que el cuartel se transforma en una escuela de amor a la patria, de servicio a sus compatriotas y con ese crecimiento interior, fruto del ejercicio de virtudes tan típicamente militares como la lealtad, la obediencia, la disciplina y el sentido de la jerarquía, el soldado recluta llega a pronunciar, con su propia voz y lleno de orgullo, la fórmula clásica del juramento militar, en cuya virtud se dispone a rendir la propia vida en servicio de la patria y de sus conciudadanos.

Sin abandonar su esencial función preventiva y defensiva frente a la agresión ilegítima, los ejércitos modernos se transforman así en un factor más de civilización, una institución esencial para el mantenimiento de los valores patrios, que junto a tantas otras que forman el artesonado de un Estado moderno, permiten la consolidación de valores propios que constituyen la identidad histórico-cultural de cada pueblo.

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C. vISIÓN CRISTIANA DEL EJéRCITONo han faltado quienes pretenden ver una oposición entre doctrina cristiana y Fuerzas Armadas.

Algunos sostienen directamente la oposición entre mensaje cristiano y fuerza armada, uniendo al primero un pacifismo que exigiría la exclusión de toda forma de organización militar.

Hay también quienes ven en las Fuerzas Armadas una especie de reducto donde conviven las más caras y preciadas tradiciones nacionales, tantas veces ligadas a factores espirituales y religiosos.

Para estos los ejércitos aparecen, así, como un obstáculo a sus intentos de radicales trans-formaciones y ello es razón suficiente para intentar restarle toda influencia social reduciendo el servicio de las armas a un trabajo más, sin ninguna particular trascendencia e intentando quitar todo sentido vocacional a la vida de aquellos que forman en las filas de las Fuerzas Armadas.

Ninguna de estas posiciones representa la esencia del mensaje cristiano sobre las Fuerzas Armadas. Como nos enseñó el Papa Juan Pablo II, “La condición militar tiene su fundamento en la exigencia de defender los bienes espirituales y materiales de la comunidad nacional de la patria. Esta defensa, garante del bien común de un pueblo, es el presupuesto de la paz y de la concordia entre las naciones”.9

Antelaideautópicadelallegadadeunadefinitivaépocadepacifismouniversal,–quelarealidaddiariadesmienteacadapaso–ycuyasraícesseencuentranenunaerradavisióndeloque es el hombre, resalta el llamado del Papa Juan Pablo II a una exigencia para precaverse de la tentación de agresión, de injusticias y de violencia que muchas veces se producen y alteran el espíritu del hombre, y que son consecuencia de la existencia del pecado en la humanidad, “que anida en el corazón de las personas–siguediciendoelPapa–e intenta meterse profundamente en los diversos estratos de la sociedad. En este contexto la defensa es prudencia, es derecho, es un deber que compromete a los hombres a una continua vigilancia, interior y exterior, para prevenir el desencadenamiento del odio y de la guerra”.10

Precisamente para asegurar las rutas de la paz son necesarias las Fuerzas Armadas y que en ella militen hombres formados en una recta moral, disciplinados en el servicio a los más altos ideales humanos y espirituales.

Aparece así el Ejército como una fuerza disciplinada, organizada, preparada, al servicio del bien común general, sujeta a normas jurídicas propias y a exigencias morales del más alto nivel.

9 JuAN PABLO II, discorso. Scuola Alpini di Aosta, 7-10-86 en Il Papa tra i militari, Stato Maggiore dell'Esercito (1989), pp. 32-34. En adelante citaremos estos textos en castellano. La traducción es nuestra.

10 Ibídem, p. 33.

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No busca el hombre de armas la guerra o la violencia, sino que la evita, no se prepara para agredir, sino que está alerta para defenderse de ella. Las armas, como con diversas palabras se ha dicho, están al servicio de la sociedad y del Estado y del él arrancan su fundamento, su legi-timidad y su eficacia.

En esta visión cristiana los hombres y mujeres que han acogido la vocación militar aparecen como servidores de sus hermanos y de la comunidad nacional.

El Concilio Vaticano II contiene una alumbradora descripción del sentido de los cuerpos ar-mados. Parte de una consideración realista: la guerra no ha desaparecido del horizonte humano y mientras no exista una autoridad internacional premunida de fuerza eficaz, una vez agotados los caminos del arreglo pacífico de los conflictos, no puede negarse a los Estados el derecho a la legítima defensa.11 Advierte el mismo Concilio que una cosa es el uso de la fuerza militar para defenderse con justicia y otra muy diversa querer someter a otras naciones. A continuación, re-cuerda como ya señalamos que aquellos que sirven a la patria en los ejércitos son instrumentos de la seguridad y libertad de los pueblos y, ejerciendo bien tal función, realmente contribuyen a estabilizar la paz.12

Es legítimo, entonces, deducir de las enseñanzas de la Iglesia el valor que ella asigna a los hombres y mujeres que sirven las armas de una nación y por tanto, la plena licitud y conformidad con el mensaje cristiano del servicio de las armas.

D. LOS vALORES CRISTIANOS DE LA vIDA MILITAR

No es difícil encontrar en la literatura cristiana antigua y moderna alusiones a la vida militar como una forma de expresar las exigencias de la vida cristiana. Ya hemos señalado que San Pablo usa el lenguaje militar, expresando de esta manera que tal condición de vida no constituía una afrenta para los cristianos. Al recorrer los escritos de Santa Teresa de Jesús, por ejemplo, encon-tramos tantas veces expresiones de la vida militar, como aquella exclamación “¡Buenos quedarían los soldados sin capitanes!”.13 En la enseñanza de un santo de nuestros días como San José María Escrivá de Balaguer, abundan también expresiones y comparaciones entre la vida de lucha del cristiano y la vida militar.14

¿No es acaso lógico deducir que, si tantas comparaciones entre la vida espiritual y la vida militar descubrimos en los santos y sabios de otras épocas y de la presente, la vida militar es

11 Cfr. Concilio Vaticano II, op. cit.12 Cfr. Ibídem.13 SANTA TERESA, Camino de Perfección, Capítulo III, 3.14 Cfr. ESCRIVA, J. Surco Nº 463, 409, 240, 962; Forja Nº 664; Es Cristo que pasa, 74. etc.

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porsímisma–comotodoslosoficioslegítimosqueelhombrepuededesempeñar–un camino de perfección, de santidad cristiana, de testimonio de Cristo en medio de los hombres y mujeres de nuestro tiempo?

Tenemos así ya establecida una verdad: la vida militar, la de hombres y mujeres que como ustedes, han seguido el llamado vocacional al servicio de patria, llevando el uniforme y esforzándose por vivir las virtudes de los soldados chilenos, es un camino no solo, para vivir honradamente en esta tierra, sino un curso de acción seguro para llegar a la patria celestial, meta de todo cristiano.

desde esta perspectiva, la vida militar es también un camino de santificación que implica una doble vocación, la vocación cristiana y la vocación militar que, entrelazándose armónica-mente y sin contradicción, convierte la vida del soldado en un camino cristiano tan digno y tan apto para buscar la perfección cristiana a la que llama el Evangelio, como cualquier otra senda que el hombre puede escoger. “Estos preciosos valores de la vida militar–diceelPapaJuanPabloII–tienen particular afinidad con los trazos fundamentales de una auténtica vida cristiana, que es la vida de quien encuentra a Cristo y lo sigue haciéndose su discípulo”.15 Y afirma luego, “naturalmente se debe subrayar que es necesario también una formación espiritual para crear, para encontrar y para desarrollar esta coherencia entre las dos vocaciones, aquella militar y la cristiana”.16

E. UN CAMINO CON vALORES PROPIOS Y ESPECÍFICOS

Esta vocación militar implica una entrega particular a los valores propios de la vida uniformada, una particular y característica forma de cultivar las virtudes humanas, una apertura a la generosidad que, fundada en el juramento, dispone al hombre de armas a rendir la propia vida por aquellos valores sublimes que ha prometido servir. Esta sola circunstancia –rendir la vida si fuera necesario comotodosnosotroshemosjuradoanteDiosylabandera–expresa,conunasolapincelada,lopropio y singular de la vida militar, pues una exigencia tan elevada solo es posible encontrarla en la vida de un cristiano que es capaz de dar la vida por su dios, en el martirio.

un hombre capaz de dar su vida por un ideal noble, es un hombre que ha llegado a transfor-mar en carne de su propia carne aquellos valores. Ello sucede en la vida del hombre santo y debe suceder también en la vida del militar. “Ciertamente–siguediciendoJuanPabloII–no existe una dificultad de fondo, una imposibilidad de hacer compatible la vocación cristiana y la vocación al servicio militar”.17

15 JuAN PABLO II, Audiencia, 6-04-1990, en Il Papa e la diocesi dei militari, Stato Maggiore dell'Esercito (1991), p. 17.16 JuAN PABLO II, Rispota del Santo Padre ai quesiti, Città militare della Cecchignola, 2-04-89, en Il Papa tra i militari, Stato Maggiore

dell'Esercito (1989), p. 86.17 Ibídem.

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Por el contrario, “el servicio militar no es solo una profesión o un deber. ha de ser también un orden interior de la conciencia, un orden del corazón”.18

La vida militar, sobre todo la de aquellos que por vocación han escogido el servicio de las armas, como es el caso de todos ustedes, no solo es útil y necesaria a la sociedad, sino también a los mismos hombres que se encuentran en esa condición, porque además de hacer al soldado un hombre útil a sí mismo pueden conseguirse resultados de orden moral y espiritual si ese servicio viene bien utilizado.19

F. LA COHERENCIA DEL HOMBRE DE ARMAS; SER Y PARECER. RESPUESTA AL RELATIvISMO

Acabamos de escuchar unas palabras del Papa sobre las cuales quiero detenerme “el servicio militar no es solo una profesión o un deber, ha de ser también un orden interior de la conciencia, un orden del corazón".

¿Qué significan estas palabras?: un orden interior de la conciencia, un orden del corazón.

Significaquenuestrainteligencia–queeslacapacidadquetodostenemosparaconocerloqueesbueno–ynuestravoluntad,–queeslafuerzainteriorparalucharporloqueconsideramosbueno–hacequeentodosnuestrosactoslabúsquedadeloverdaderoylobuenoseasiemprelaúnica dirección correcta.

destaquemos una idea. de cualquier hombre o mujer que se compromete con unos ideales, sean humanosoespiritual–enelcasodeustedessondeambasclases–seesperaqueesecompromisoempape, dirija, toda su vida. de un militar se espera y se debe conseguir que sea una persona virtuosa, es decir, un hombre o una mujer en que arraigue en forma permanente el hábito de actuar siempre conforme a su conciencia.

Es decir, para expresarlo sencillamente, un hombre de armas es siempre y todo momento un hombre de armas.

Quiere decir que sea cuales sean las realidades que están viviendo, las virtudes militares de-berán estar alumbrando su camino.

18 JuAN PABLO II, discurso durante el encuentro con los militares en Koszalin (Polonia), 2-06-91, en L'Osservatore Romano, Nº 23 (1.171), 7 de junio de 1991, Edición Semanal en lengua española, p. 7.

19 Cfr. Ibídem, p. 84.

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dicho de otra forma, lo que se le exige a un hombre o mujer comprometido con unos ideales vocacionales, es que sea siempre el mismo o la misma.

No hay una personalidad, una forma de ser para estar en la Academia o en el cuartel y otra diversa salir fuera de ella. No hay una forma de ser, para presentarse ante los superiores y otra diversa para tratar con los subalternos.

No hay un comportamiento ético en la vida privada y otro en la vida pública. Creo que este tema es esencial en el mundo actual y particularmente esencial en el mundo militar.

Es lo que llamaría la coherencia de vida. Es cierto que es un ideal, pero no algo irreali-zable, sino algo que debe plasmarse en los actos concretos de nuestra existencia. Cuando un hombre es muy delicado para tratar a su mujer, y muy poco delicado para tratar a otras mujeres, entonces aparece esta doble personalidad. Lo mismo, si trata con mucha dignidad y respeto a los iguales o superiores y alguna vez humilla al inferior, otra vez estaremos ante un hombre o una mujer doble. Y el hombre o la mujer que acepta esta doble vida, va camino de transformarse en un hombre o una mujer hipócrita, al cual se podría aplicar aquellas duras palabras de Jesús respecto de los fariseos: hagan lo que ellos dicen, pero no hagan lo que ellos hacen.

¿Cómo es posible ir forjando en la vida de cada uno esta personalidad, esta unidad de vida, que nos va forjando como hombre y mujeres íntegros, o como se dice, de una pieza?

La respuesta de la moral cristiana ha sido siempre la misma. Mediante el cultivo de las virtudes, es decir aquellos hábitos, disposiciones, que nos llevan a obrar siempre acorde a nuestra condición de hombre y mujeres comprometidos con un ideal. de ese cultivo surge el soldado completo, el hombre de armas íntegro. La mujer militar es la misma mujer virtuosa en el cuartel, que luego en su casa, en la vida social, en el casino o en vacaciones.

Entre esas virtudes, destacaría aquellas que llamamos cardinales, porque son el fundamento de todas las demás. Es decir, la prudencia, la fortaleza, la justicia y la templanza.

El hombre de armas prudente, es aquel que antes de actuar en cumplimiento de una misión –detipoquesea–ponderatodosloselementos,meditaynosedejallevarporlaprecipitación.Es quien sabe descubrir adecuadamente los medios para cumplir un fin.

Es el instructor que sabe que no todos los conscriptos son iguales y trata desigualmente a los desiguales, para que lleguen a formarse en aquello en que sí, todos deben ser iguales, vale decir: la disciplina, la obediencia, el heroísmo.

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El militar que vive la fortaleza, es aquel que sabe resistir ante lo difícil, cuya síntesis está en poder poner su propia vida en juego si es necesario preservar los bienes de la paz. La virtud de lafortaleza–diceJuanPabloII–“Es aquella que no se aviene a componendas en el cumplimiento del propio deber”.

dos formas de falta de fortaleza pueden aparecer en nuestra vida: la timidez, que inhibe de señalar con educación lo que uno piensa y la agresividad, que es la falta de capacidad para do-minar los propios instintos y que lleva a la ira y a la falta de respeto, dos formas muy concretas de corromper la vida militar.

El fuerte es el que sabe llevar con alegría las dificultades de la vida, las exigencias del servicio, el cumplimiento de misiones difíciles. Y para ser fuerte hay que ejercitarse.

de allí la exigente formación física e intelectual de un militar que tiene como misión ser for-mador de la juventud, como todos los que cursan sus estudios en esta Academia.

Si el mismo que debe instruir no es fuerte, difícilmente podrá dar lo que él no tiene.

Se relaciona con esta virtud, la disciplina y la obediencia, que es capaz de sujetar al hombre y a la mujer de armas a un control de sí mismo, que pocos alcanzan en otros ámbitos de la vida.

El militar que vive la justicia es aquel que sabe reconocer el valor y las virtudes ajenas y que deja de lado la envidias pequeñas que restan eficacia a la tarea formadora de la juventud. Es justo el que sabe reconocer y respetar el papel o la función que a cada hombre y mujer le cabe en la edificación de la comunidad nacional y que no exaltar arbitrariamente su propia competencia o profesión por sobre otras, igualmente dignas. Es justo el hombre de armas que sabe vivir un verdadero patriotismo, en cuya virtud ama y prefiere a su propia patria por sobre todas las demás, pero que aprende a respetar las naciones diversas y particularmente aquellas con las que se han tenido conflictos y dificultades. Se opone a ese patriotismo, el nacionalismo exacerbado, ruina de las relaciones entre los países y sus gentes.

Es justo, el militar que reconoce hidalgamente un error y se dispone a rectificar.

El militar que vive la templanza es aquel que sabe disfrutar de los bienes de la vida con mo-deración.

Que nunca llega a excesos en la exigencia hacia otros que el mismo no se hace en su propia vida.

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Que aleja de su existencia aquella máxima nefasta de sacar el jugo a todos los placeres de la vida, y que sabe ordenar sus apetitos, en el comer, en el beber, en el uso de la propia sexualidad, reservada, naturalmente para el matrimonio y vivida con moderación como entrega mutua entre un hombre y una mujer. Es necesario reaccionar con firmeza frente a aquella falsa imagen de la mujer comoobjetodeplaceryaquelavida–enmuchoscasos–sereduzcaaunaformadesordenadayegoísta del goce de aquellas facultades maravillosas que dios ha concedido al hombre. Con toda humildad, creo necesario recalcar que un hombre y una mujer que forma en las filas de la milicia, de nuestro Ejército, no puede nunca llegar a tener fama de libertino, falto de templanza, porque de ello se sigue a muchos males y falta de honestidad.

Es templado el hombre y la mujer, que modera y limita sus propios deseos de vida regalada y aburguesada, vida fácil, porque así él es más hombre y más mujer, en el verdadero sentido de la palabra.

Quisieraterminarestaspalabras–quizáexigentesyalgofuertes–recordandoquelahistoriade nuestras armas está plagada de hombres forjados en estas virtudes. un Arturo Prat saltando al abordaje es un hombre lleno de virtudes que es capaz de olvidarse de sí mismo por cumplir su deber. Los héroes de La Concepción no tienen otra explicación que la virtud arraigada y serena, que prefieren la muerte ante que entregar el emblema patrio. un O'Higgins rompiendo el cerco de Rancagua, no es un hombre acorralado, sino un baluarte de virtudes, que dando ejemplo de fortaleza y aplomo, salva cualquier tipo de dificultades.

Hay un célebre adagio que creo muy aplicable para terminar estas palabras, dirigidas a los hombres y mujeres que constituyen la columna vertebral de nuestro Ejército.

El ejemplo es el mejor predicador. Por más que intentemos instruir, se educa a los más jóvenes cuando quien da esa educación es para quien la recibe, la encarnación de las virtudes militares, del estilo de vida sencillo y moderado en que ha vivido y se ha desarrollado nuestro Ejército, y que marca definitivamente a los que pasan por sus cuarteles. Los marca en aquellos que ustedes tiene ya grabado muy a fuego en sus almas.

¡Chile siempre primero, y a su Ejército, Honor y Gloria!

Muchas gracias.

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EL EJéRCITO POPULAR DE LIBERACIóN DE ChINA EN EL AÑO DE LAS OLIMPIADAS:

81 AÑOS EN RETROSPECCIóNSERGIO LIZANA CARRASCO1

Coronel

Resumen: En un año marcado por la expectación mundial que provocaron los Juegos Olímpicos de Beijing que se realizaron en el mes de agosto recién pasa-do, bien vale la pena detenerse a analizar las más de 8 décadas de existencia del Ejército Popular de Liberación de China y su indesmentible importancia en la historia y en el desarrollo del proyecto político de la nación oriental. El presente artículo detalla desde el nacimiento de esta institución castrense en 1927 hasta su realidad actual, donde se ve a sí misma como un factor relevante a la hora de mantener la paz y estabilidad mundial. Palabras clave: Ejército, Fuerzas Armadas, Partido Comunista, guerra y China.

Abstract: In this year of world expectation aroused by the Beijing Olympic Games held in August, it is worth stopping to analyse the more than 8 decades of the Chinese People’s Liberation Army and its undeniable im-portance in the history and development of this nation’s political project. This article traces the birth of this military institution up to the present day in which it sees itself as a relevant factor contributing to world peace and stability.Key words: Army, Armed Forces, Communist Party, war, China.

Este año 2008, año de la Rata, según el calendario chino, sin duda ha estado marcado y será inolvidable para la gran parte de los más de 1.300 millones de personas que conforman su actual población por al menos cuatro acontecimientos de connotación nacional: el primero, e iniciando el año, fueron las grandes nevazones y ola de frío que azotó a una buen aparte de su territorio, ocasionando cientos de muertos y cuantiosos daños en diferentes infraestructuras estatales y particulares y millonarias pérdidas en el área agrícola, ganadera, forestal, minera e industrial, entre otras.

1 El Crl. Sergio Lizana Carrasco, Agregado de defensa, Militar, Naval y Aéreo en la embajada de Chile en la República Popular de China.

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El segundo, y tal vez, más impactante por la cantidad de muertos, heridos y billonarias pér-didas, pero también por la inusual cobertura de los medios que fue posible constatar, se refiere el gran terremoto del 12 de mayo de 2008, que afectó a la provincia de Sichuán, en el suroeste de China, dejando un saldo de mas de 70.000 muertos y 30.000 heridos y desaparecidos, según cifras oficiales, las que en la realidad, podrían llegar a más de 130.000 las personas afectadas por este gran sismo.

El tercer hecho que ha jalonado la vida de las personas en China y, particularmente a sus autoridades de gobierno y programas de desarrollo en todos los ámbitos del quehacer nacional, ha sido, sin duda alguna, la realización de los Juegos Olímpicos Beijing 2008,2 objetivo si bien de características deportivas, pero que ha sido trasformado por la jerarquía del Partido Comunista de China en una magnífica oportunidad para mostrar al mundo “el milagro chino de desarrollo” que, con sobradas razones, dejó muy satisfechos no solo a los directivos de la nación o a las élites, sino que ya es motivo de “orgullo nacional”. Para esta maravillosa instancia deportiva, el país se preparó de manera prolija durante estos últimos seis años y, especialmente su capital, Beijing. Asimismo, las otras ciudades que sirvieron de sedes para algunas disciplinas olímpicas, muestran cambios “notables” no solo en su infraestructura deportiva, sino que urbana, vial, de hotelería y servicios, de turismo, etc., llegando incluso a lo más difícil, a la actitud y predisposición de su gente, la que se ha abierto a la cultura occidental como nunca lo había hecho en su milenaria historia.

2 de acuerdo a una milenaria superstición china, el número ocho es de buena suerte, por eso los JJ.OO. se iniciaron a las 8 de la noche, del día 8, del mes 8 (agosto) del año 2008.

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un cuarto hecho importante que ha marcado y caracterizado de manera singular al pueblo chino este año 2008, en este caso de clara connotación política, pero que trasciende a todos los ámbitos del quehacer nacional, se refiere a los resultados del 11 Congreso Popular Nacional del Partido Comunista de China, instancia en la que logró la reelección el señor Hu Jintao en el cargo de Presidente de la Nación por un nuevo período de 5 años. Junto a él, un renovado equipo de ministros de Estado y cargos de confianza que han sido puestos en manos de personas de absoluta confianza de la jerarquía partidaria, con un perfil de mayor experiencia y liderazgo político más que técnico, para lograr impulsar desde las “bases” el conjunto de cambios que se pretende seguir implementando en los próximos años. Ello también ha significado un fortalecimiento del liderazgo y de la figura política del presidente Hu, lo que le da mayor sustento y credibilidad nacional e internacional y, a la vez, un tema no menor, refuerza también su capacidad de influir y de efec-tivamente mandar en los temas militares, aspecto que había sido cuestionado especialmente en los inicios de su primer mandato.

Finalmente, un quinto aspecto también marca este singular año 2008, y se refiere a que el 1 de agosto se cumplió el 81 aniversario de la fundación del Ejército Popular de Liberación de China (EPL), cifra también de suerte, ya que al sumar los números que la componen da como resultado 9, que también es considerado de suerte y asociado al poder y grandeza del emperador.

Por tal motivo, invito a conocer un poco más en detalle la historia y principales cambios que se han producido en las Fuerzas Armadas de China, las que son conocidas y se denominan en su conjunto como el “Ejército Popular de Liberación de China” (EPL).

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El Ejército Popular de Liberación de China fue fundado y es dirigido por el Partido Co-munista de China. Son las Fuerzas Armadas de la República Popular de China desde el 1 de agosto de 1927.

Este ejército ha recorrido tres diferentes períodos históricos, los que son identificados como: el período de la “Nueva Revolución democrática”; el de la “Revolución Socialista y desarrollo”, y el de “Reforma, Apertura y la Construcción Socialista”.

El nombre del EPL ha sido sucesivamente el “Ejército Rojo de los Trabajadores y los Campesinos de China”, el “8 Ejército y el Nuevo Cuarto Cuerpo de Ejército” (del Ejército Nacional Revolucionario de China), y el “Ejército Popular de Liberación de China” (EPL).

Bajo la dirección del Partido Comunista de China, el EPL, tomando como guía el marxismo-leninismo, el pensamiento de Mao Zedong, la teoría de deng Xiaoping, y el importante pensamiento de la triple representatividad, “persiste en el cultivo y la puesta en práctica de la concepción cien-tífica del desarrollo y mantiene el objetivo de servir con todo corazón al pueblo, haciendo enormes contribuciones tanto a la victoria de guerra revolucionaria y la modernización de tiempos de paz, como a la salvaguardia de la independencia y seguridad del Estado, así como al mantenimiento de la paz y la estabilidad mundial”.3

3 Libro Blanco de la Defensa Nacional de China, edición 2007.

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Mientras tanto, el EPL ha alcanzado notables progresos en sus propios procesos de cambios, modernización y tecnificación que hasta la fecha se siguen constatando.

I. EL PERÍODO DE LA NUEvA REvOLUCIÓN DEMOCRáTICA

Este período se divide en tres etapas históricas que son: la Guerra de la Revolución Agraria (1927-1937), la Guerra de Resistencia contra la Agresión Japonesa (1937-1945) y la Guerra de Liberación Nacional (1945-1949).

después de su fundación en 1921, y con el fin de cumplir con la tarea de la revolución nacional democrática, el Partido Comunista de China empezó los primeros esfuerzos en 1924 para coope-rar con el Kuomintang, el Partido Nacionalista dirigido entonces por el doctor Sun Yat-Sen. Por consiguiente, formaron el Frente Único de Revolución e iniciaron la “Expedición hacia el Norte” apuntada a los imperialistas extranjeros y los caudillos nacionales.

A principios de 1927, cuando la guerra fue desplazada hacia la área del río Yangzé, Chiang Kai-Shek y Wang Jingwei del Kuomintang (el Partido Nacionalista) traicionaron a la revolución, uno tras otro, y montaron los golpes contrarrevolucionarios el 12 de abril y el 15 de julio, los que causaron de manera inmediata el fracaso de la revolución en todo el país. Basado en la decisión tomada por el Comité Central, el Partido Comunista de China movilizó y condujo más de 100 levantamientos entre el 1 de agosto de 1927 y fines de 1929, entre ellos, los levantamientos de Nanchang, de Cosecha de Otoño y el de Guangzhou, etc. Así se dieron a luz las Fuerzas Armadas Populares de China.

El 1 de agosto de 1927, Zhou Enlai, He Long, Ye Ting, Zhu de y Liu Bocheng movilizaron a más de 20.000 élites de la fuerza de Expedición hacia el Norte, todos bajo el mando e influencia del Partido Comunista de China, para un levantamiento en Nanchang. Con la victoria del citado levantamiento las tropas avanzaron hacia la provincia de Cantón, que fue el destino previsto para restablecer bases para otra expedición hacia el norte. Sin embargo, al final fueron sitiadas y aniquiladas por las fuerzas del Kuomintang en Liuhsa, la provincia de Guangdong en octubre de 1927.

En abril de 1928, las unidades restantes del levantamiento de Nanchang dirigidas por Zhu de y Chen Yi en aquel entonces, se reunieron con Mao Zedong y su gente en la montaña de Jing-gangshan. El levantamiento de Nanchang fue considerado como el primer tiro de la resistencia armada contra los contrarrevolucionarios del Kuomintang y visto como el principio del mando independiente del Partido Comunista de China en la guerra revolucionaria y la fundación de las Fuerzas Armadas Populares. En julio de 1933, el Gobierno Central democrático de Trabajadores y Campesinos tomaba la resolución de establecer el 1 día de agosto como el día de la fundación de las Fuerzas Armadas Populares.

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El 7 de agosto de 1927, el Comité Central del Partido Comunista de China convocó en carácter urgente a una reunión en la que se determinó el principio general para realizar la revolución agraria y la resistencia armada contra los contrarrevolucionarios del Kuomintang y la citada reunión es conocida como la Reunión del 7 de Agosto. El 9 de septiembre del mismo año, Mao Zedong mo-vilizó el levantamiento de Cosecha de Otoño a lo largo de la frontera de Hunan-Jiangxi. durante el levantamiento, las fuerzas, que eran más de 5.000 personas, atacaron en tres direcciones a Changsha, capital de la provincia Hunan, sosteniendo la bandera de la “Fuerza Revolucionaria de Trabajadores y Campesinos”. después de que los ataques fallaron, Mao Zedong ordenó concentrar las tropas y marchar hacia las remotas sierras de Luoxiao.

En marzo, las tropas pararon en el pueblito de Sanwan de Yongxin, provincia de Jiangxi, donde se realizó la famosa “Reorganización de Sanwan ” estableciendo la organización del Partido Comu-nista de China en el nivel de compañía de ejército. En octubre, las tropas llegaron a la montaña de Jinggangshan donde establecieron la primera base rural revolucionaria. A partir de entonces, se había definido el camino correcto para la revolución china, en cuanto a tomar el campo como un asentamiento eventual para rodear y conquistar la ciudad. La unión de las fuerzas conducidas por Zhu de y Mao Zedong en Jinggangshan había ayudado a reforzar el ejército.

Allí en Jinggangshan, el Ejército Rojo desarrolló sus doctrinas estratégicas y tácticas de guerrilla, por ejemplo: "Nos retiramos cuando los enemigos hacen avances; los acosamos cuando ellos se paran para el descanso; los atacamos cuando ellos están en la fatiga; los perseguimos cuando ellos retroceden". Esta doctrina condujo a varios ataques acertados contra cercos y operaciones de supresión de los enemigos. durante este período, el Ejército Rojo formuló sus tres misiones principales que eran: la preparación para enfrentar la guerra; la recaudación de

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fondos y el trabajo de masas populares, y también, sus "Tres reglas Cardinales de disciplina y Las Ocho Advertencias".

En enero de 1929, la fuerza principal del Ejército Rojo hizo avances hacia el sur de la provincia Jiangxi y el oeste de la provincia Fujian, desarrollando nuevas bases revolucionarias que más tarde se convirtieron en la Región Central Soviética. En la Conferencia de Gutian, convocada en diciembre de 1929, quedaba definitivamente implantada la autoridad absoluta del Partido Comunista de China al Ejército Rojo, que es considerado como un gran jalón para el desarrollo de la milicia nacional. Al mismo tiempo otras bases revolucionarias se hicieron cada día más fuerte, y a partir de junio de 1930, el Ejército Rojo hizo su transformación estratégica de la guerra guerrillera a la guerra de movimiento.

después de noviembre de 1930 el Ejército Rojo, dirigido por Mao Zedong, logró satisfac-toriamente destruir los cuatro envolvimientos principales y las operaciones de supresión lanzados por las fuerzas del Kuomintang. Sin embargo, esto falló en la quinta acción de con-traataque, ya que la línea izquierdista dentro del partido tomó la posición dirigente y la dirección correcta de Mao fue excluida del partido. Por consiguiente, el cuerpo principal del Ejército Rojo se vio obligado a hacer desplazamientos,

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estratégicos y comenzar la famosa “Gran Marcha” en octubre de 1934. durante la marcha, en la conferencia histórica de Zunyi, el comité central del Partido Comunista confirmó la dirección de Mao Zedong en el Partido Comunista de China y su mando y liderazgo comenzó a ser reestablecido, suceso que marcó un viraje del curso de la revolución china. después de atravesar por cuatro veces el río Chishui, el río Jinshajiang y el río daduhe, el Ejército Rojo llegó a las zonas fronterizas de las provincias de Gansu y de Shaanxi en octubre de 1935, uniéndose con el Cuerpo 25 del Ejército Rojo que había esperado allí. En octubre de 1936, el segundo y tercer Cuerpo del Ejército Rojo también llegaron al norte de Shaanxi, marcando el término de la Gran Marcha realizada por el Ejército Rojo. Algunas de sus unidades y las fuerzas guerrilleras que se quedaron en el sur de China siguieron luchando arduamente durante tres años en apoyo de la Gran Marcha.

También bajo la dirección del Partido Comunista de China, las fuerzas antijaponesas, tales como las Fuerzas Aliadas contra la Agresión Japonesa del Noreste de China, comenzaron a dedicarse a la guerra de guerrillas contra dicha agresión hasta diciembre de 1936, en que se solucionó por vía pacífica el incidente de Xi´an.

después del incidente del Puente de Marco Polo, el 7 de julio de 1937, Japón lanzó su agresión general contra China. Por consiguiente, las Fuerzas Armadas chinas se levantaron en defensa y estalló la guerra de resistencia de antiagresión japonesa de escala nacional. Bajo los auspicios del Partido Comunista de China nació el Frente Único Nacional contra la agresión japonesa, basada en la segunda cooperación entre el Kuomintang y el Partido Comunista de China.

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El Ejército Rojo fue reorganizado como el 8° Ejército y el Nuevo 4° Cuerpo del Ejército Nacio-nal Revolucionario de China fue el participante de vanguardia en las operaciones de resistencia. Mientras tanto el Partido Comunista de China abogaba por una guerra prolongada y la acción de la guerrilla independiente de la Fuerza Armada popular como la política general y estrategia militar contra la invasión japonesa. El 8º Ejército, el Nuevo 4° Cuerpo del Ejército, la Fuerza Aliada del Noreste de China contra la Agresión Japonesa y las columnas guerilleras del sur de China penetraron en la retaguardia del enemigo y construyeron bases de guerrilla que luego se convirtieron en los principales campos de combate. En 1940, el 8º Ejército lanzó la batalla de “Cien Regimientos” y en 1943, las fuerzas de las áreas liberadas comenzaron a lanzar ataques locales, acciones que dieron fuertes golpes a los ejércitos japoneses de ocupación y a sus fuerzas de guerrilla local que habían organizado.

En julio de 1945, China, EE.uu y el Reino unido hicieron pública la Proclamación de Potsdam. En agosto de 1945 EE.uu. lanzó bombas nucleares en Japón, y la unión Soviética declaró la guerra a Japón y envió tropas al noreste de China. El 8° Ejército y el Nuevo 4° Cuerpo del Ejército y las fuerzas guerrilleras del sur de China lanzaron contraataques generales y severos contra el Ejército japonés y sus fuerzas de guerrilla hasta que Japón declaró la rendición incondicional el 15 de agosto de ese año y firmó el Acta de Capitulación el 2 de septiembre.

La guerra de China contra la agresión japonesa logró la victoria completa. Así, las Fuerzas Armadas conducidas por el Partido Comunista de China construyeron sus principales pilares en la guerra de resistencia contra el Japón, lapso en el que lograron crecer aproximadamente a 1,32 millón de militantes al final de dicha guerra.

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después de la victoria, el Kuomintang, conducido por Chiang Kai-Shek y apoyado por EE.uu., se dedicó a promover la política de guerra civil y dictadura, en una tentativa de aniquilar el Partido Comunista de China y sus Fuerzas Armadas.

Por ello, el Partido Comunista y el Ejército Rojo adoptó la estrategia de desarrollarse hacia el norte y defender el sur, manteniendo nego-ciaciones pacíficas con el Kuomintang (KMT). Entretanto, la milicia popular se encontraba en el momento del cambio estratégico y organiza-cional desde la guerrilla antijaponesa a la guerra de movimiento.

En junio de 1946, las fuerzas de KMT lanzaron ofensivas a las áreas liberadas generando el estallido de la guerra civil de amplitud nacional. El 8° Ejército y el Nuevo 4° Cuerpo de Ejército fueron renombrados como el Ejército Popular de Liberación (EPL) a partir de entonces.

Con el agudo contraste de la fuerza poderosa del Kuomintang, el EPL se dedicó a la estrategia de concentrar sus fuerzas superiores para destruir a las fuerzas enemigas una por una y, en conse-cuencia, las operaciones principales ofensivas del Kuomintang fueron frustradas una tras otra.

Asimismo, las principales fuerzas del Ejército de Operaciones en las provincias de Shanxi, He-bei, Shandong y Henan cruzaron el río Amarillo y se movieron en las zonas montañosas hasta la montaña de dabieshan, dando el comienzo a las operaciones estratégicas ofensivas de los ejércitos populares. Mientras tanto, las fuerzas principales de operaciones del EPL en el este de China y una parte del Ejército de Operaciones en las provincias de Shanxi, Hebei, Shandong y Henan penetraron en la China central, ampliando y consolidando las áreas liberadas. A su vez, las tropas del EPL en las áreas controladas por el Kuomintang también comenzaron a lanzar contragolpes.

La suma de las situaciones descritas determinaban que el EPL se encontraba en una contrao-fesiva general y en buen pie de combate.

Ya en el otoño de 1948, el EPL luchó por las tres importantes batallas estratégicas y decisivas llamadas Liaoning-Shenyang, Huaihai y de Beiping-Tianjin logrando aniquilar en ellas aproxima-damente a 1,54 millón de las fuerzas del Kuomintang, de modo que el dominio y fuerza de este se vio severamente afectado. Al mismo tiempo, el EPL fue reestructurado en cuatro ejércitos de campaña y una Región Militar del norte de China.

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En junio de 1949, la Comisión Central Militar promulgó los modelos de la bandera y el emble-ma del EPL Ambos son de color rojo como fondo y una estrella dorada de cinco puntas con dos carácteres chinos que significan "ocho" y "uno", simbolizando que a partir del 1 de agosto de 1927, fecha del histórico acontecimiento del levantamiento de Nanchang, las Fuerzas Armadas Populares consiguieron alumbrar con brillantez a todo el país.

En abril de 1949, el EPL forzó el cruce del río Yangzé, materializando ataques a lo largo de todo el país. después de esta campaña, el EPL conquistó todas las tierras nacionales excepto Taiwán, Penghu, Quemoy (Jinmen) y Mazu, logrando la victoria definitiva de la Revolución de la Nueva democracia. En aquel entonces, el EPL era una fuerza poderosa compuesta por 5,5 millones de personas, que contaba con la infantería como el cuerpo principal y poseía una pequeña cantidad de artillería e ingenieros.

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II. EN EL PERÍODO DE LA REvOLUCIÓN Y DESARROLLO SOCIALISTA

El 1 de octubre de 1949 se proclamó la fundación de la República Popular China, hecho que marcó el comienzo de la época de la revolución y la modernización socialista. Al Ejército Popular de Liberación de China, como parte fundamental del aparato del Estado, se le confía la sagrada misión de defender y desarrollar el país y proteger la seguridad y los intereses del pueblo. desde octubre de 1950 hasta julio de 1953, la fuerza de Voluntarios del Pueblo Chino tomó parte en la Guerra de Resistencia de la Agresión Norteamericana y de Ayuda a Corea, como una forma de asegurar su propia estabilidad y seguridad nacional y, a la vez, junto con la ex uRSS, expandir los dominios de la doctrina comunista en la región.

A partir de la fundación de la república, la modernización del Ejército Popular de Liberación de China ha experimentado un proceso que va desde una fase inferior a una superior. El Comité Central del Partido Comunista de China planteó la meta de establecer una fuerza moderna de de-fensa e instituyó organismos directivos en diferentes servicios, armas y unidades subordinadas. A su vez se registró un enorme avance histórico en la regularización del EPL con la implementación del sistema de Servicio Militar Obligatorio, el sistema de honorarios y el sistema de ascenso. Se efectuó una modificación al EPL convirtiéndose desde una fuerza terrestre con la infantería como el cuerpo básico, a una Fuerza Combinada con diferentes Armas y Servicios. A mediados de los 60 se fundó un nuevo servicio, que era el Segundo Cuerpo de Artillería o el Cuerpo de Misiles Estratégicos, evento que significaba otro salto en el desarrollo del EPL.

Paralelamente fue desarrollándose en forma progresiva un sistema de industria de defensa independiente y bastante completo, pasando de un modelo de importación e imitación a la pro-ducción independiente y sistemática de armamentos y equipamientos de todo tipo y con altos estándares de calidad y eficiencia en el combate.

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Ya a mediados de los 60, se logró éxito en la prueba de una bomba atómica y una bomba de hidrógeno y también en el lanzamiento de un cohete portador de alcance intermedio, lo que permitió romper el monopolio nuclear en el mundo.

En el proceso de la reestructuración del EPL ha jugado un rol importante el sistema de promoción de los oficiales entre los graduados de los diferentes institutos y academias del Ejército, los que se han convertido en un mecanismo trascendente para elevar la calidad de los mandos y modernizar las Fuerzas Armadas. A la vez, se han establecido nuevos centros académicos militares o nuevas especialida-des, formando un sistema de preparación de oficiales que colabora con otros institutos o universidades civiles de diferentes niveles. Se ha llevado a cabo el plan de entrenamiento militar en forma unificada y regular con el objeto de incrementar la operatividad de todos las armas y servicios y bajo las condiciones del combate moderno. En los años 60 surgió una campaña de competencia en lo profesional y lo técnico en todo el EPL, que estimuló en gran medida la modernización de las Fuerzas Armadas de China, logrando también formar un sistema de apoyo logístico unificado. No obstante, todos estos progresos fueron deteni-dos por el tumulto de la “Revolución Cultural” durante diez años.

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III. EN EL NUEvO PERÍODO DE LA REFORMA, LA APERTURA Y LA MODERNIZACIÓN SOCIALISTA

A partir de la III Sesión Plenaria del XI Comité Central del Partido Comunista de China en 1978, el desarrollo de las Fuerzas Armadas de China entró en una nueva etapa. deng Xiaoping, el entonces Presidente del Comité Central Militar, planteó una orientación para la modernización del EPL en la nueva era, restableciendo que la meta general sería la revolucionalización, moder-nización y regularización. En 1985 se produjo un cambio en la línea estratégica, transformándose el centro de gravedad de la labor desde “prepararse para enfrentar conflictos en tiempo de paz” a “modernizar las FF.AA. en tiempo de paz”. Se desarmó un millón de efectivos, se fundaron nuevos cuerpos terrestres, se fusionaron grandes regiones militares, se reforzaron la Armada, la Fuerza Aérea, y el Segundo Cuerpo de Artillería, con la finalidad de convertir el EPL en una fuerza con menos cantidad, pero con mejor calidad, más combinada y con alta eficiencia.

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Al mismo tiempo, se lograron nuevos progresos en la ciencia y tecnología de la defensa na-cional y el desarrollo de armamentos y equipamientos. Se lanzó con éxito un cohete portador de largo alcance hacia el océano Pacífico, tres satélites con un portacohete y misiles desde bajo el agua con submarinos de propulsión convencional.

A la vez, se persiste en poner a la educación e instrucción en una posición estratégica, llevando a cabo entrenamientos militares adaptados a las necesidades que la guerra moderna demanda y tomando la táctica combinada como el punto clave. Se reforma y se optimiza el sistema de mo-vilización, estableciendo fuerzas de reserva y se prioriza la calidad del Ejército, enfocándose en modernizarlo con ciencia y tecnología para convertirlo en una fuerza poderosa pero con menos personal.

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En noviembre de 1989, Jiang Zemin asumió el cargo de Presidente del Comité Central Militar, época en que se planteó cinco requerimientos generales de acuerdo con la nueva situación, es decir, que el EPL sea calificado políticamente, perfecto profesionalmente, que tenga buen estilo de trabajo, estrictamente disciplinado y que cuente con garantía eficiente. El Comité Central Militar también elaboró una línea maestra para la política de defensa, priorizando la meta en enfrentar conflictos de carácter regional en las nuevas circunstancias, especialmente bajo las condiciones de alta tecnología. Mediante ello se busca producir dos transformaciones fundamentales que son: la de estar preparado para ganar guerras regionales bajo condiciones generales, a prepararse a ganar guerras regionales bajo las nuevas circunstancias de alta tecnología; y la segunda, de transformar el EPL desde una fuerza mayor en cantidad y con potencial humano concentrado, a una fuerza de mejor calidad y de tecnología intensiva.

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Se considera que el punto clave de la transformación militar con características chinas es la informatización y la mecanización de todos sus sistemas operativos, logísticos y administrativos. Ello constituye la misión histórica que enfrenta el EPL en los inicios del nuevo siglo.

durante estos últimos años se han logrado nuevos e importantes avances en la modernización del Ejército y en los programas de investigación, desarrollo y producción propia del armamento convencional. En el plano nuclear, el EPL ya cuenta con métodos operativos avanzados, desarro-llando con éxito misiles nucleares estatégicos de corto, intermedio y largo alcance, hasta inter-continental. Se implementan el programa de modernización de tecnología, lo que permite elevar la operatividad de defensa bajo las condiciones de alta tecnología.

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También se ha puesto en práctica un sistema de legislación militar con características chinas adecuado a la legalidad estatal y que satisface las necesidades de la modernización de la defensa nacional y de las Fuerzas Armadas. En el terreno logístico, se ha establecido gradualmente un sistema de apoyo logístico conjunto, combinando el ejército con el pueblo, el tiempo de guerra con el tiempo de paz.

Al mismo tiempo se han fortalecido las relaciones entre las FF.AA. con el pueblo, a través de una serie de actividades efectuadas conjuntamente por militares y civiles. Con el apoyo de las masas populares, el EPL ha podido complir en circunstancias difíciles y emergentes, las importantes misiones que le confía el PCCh y el pueblo, salvaguardando la unificación, la seguridad y estabilidad de la patria y asegurando el desarrollo económico y la modernización del país.

En la nueva época, el Comité Central Militar presidido por el presidente Hu Jintao planteó una visión científica de desarrollo, que se considera la guía fundamental en la que se debe persistir para promover el desarrollo social de China. También es una política orientadora para fortalecer la defensa nacional y la modernización de las Fuerzas Armadas de China.

En la actualidad, las misiones históricas que se han definido para las fuerzas que componen el EPL son:

— Garantizar la posición gobernante del Partido Comunista de China.— Crear un ambiente favorable para el desarrollo económico del país.— Salvaguardar los derechos e intereses del Estado.— Contribuir a la paz y desarrollo común del mundo.

China, orientada por este concepto científico de desarrollo, está empeñada en sacar adelante la modernización de la defensa nacional y de las Fuerzas Armadas en forma sostenible, cabal y

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coordinada, con el fin de obtener una fuerza militar que se adapte a la imagen internacional del país y que tenga la capacidad de enfrentar eficazmente complicadas situaciones y arreglar dife-rentes y eventuales crisis en la misión de mantener la seguridad y la paz.

Según declaraciones reiteradas de su Presidente y principales gobernantes, “China está armada con la bandera de la paz, desarrollo y cooperación, se adhiere al camino de desarrollo pacífico y junto con los otros países, China siempre procura edificar una mundo permanentemente pacífico, comúnmente próspero y armonioso”.

Persistiendo en el nuevo concepto de confianza mutua, beneficio mutuo, igualdad y coopera-ción, y el principio de coexistencia pacífica, China impulsa las cooperaciones internacionales en el terreno de seguridad, fomentando las relaciones militares con el exterior. En la diplomacia militar, China ha establecido relaciones militares con más de 150 países, entre los que se han acreditado Agregadurías Militares en 107, y a su vez, 90 países han instalado Agregadurías Militares en Chi-na. Se han registrado cada día más frecuentes visitas de alto nivel, intercambios profesionales y cooperaciones técnicas en la industria de defensa.

Persistiendo en la política diplomática de buena vencidad y la política de defensa de carácter defensivo, China ha cumplido estrictamente el Tratado de Control y desarme y de No Proliferación de Armas Nucleares, contribuyendo al control y desarme internacional.

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China también toma parte activa en las operaciones de mantención de paz de la ONu, y en los esfuerzos de auxilio humanitario. Entre 1990 y 2007, China ha tomado parte en 16 operaciones de mantención de paz de la ONu, enviando 5.915 soldados y observadores militares, entre los que 8 ofrendaron la vida en el cumplimiento de su misión. El EPL también participó en las operaciones internacionales de ayuda humanitaria, apoyando al gobierno en el traslado de ayuda y en el rescate de víctimas en recientes catástrofes naturales. Sin duda alguna, este año 2008, ante la emergencia del gran terremoto en Sichuan, el EPL ha jugado un rol protagónico en el alivio y restablecimiento de la vida normal en la zona afectada, lo que ha valido el reconocimiento internacional.

Iv. CONCLUSIONES

La historia de los 81 años de existencia del EPL muestran que es una fuerza militar im-portante bajo la dirección absoluta del Partido Comunista de China y es una fuerza pilar para triunfar en el proyecto de revolución china que aún está en desarrollo. Asimismo, también es un elemento importante para mantener la paz y estabilidad del mundo, conforme al objetivo nacional trazado.

Ratificando lo anterior, y según declaraciones del propio ex ministro de defensa Nacional, general Cao Guanchuan, en marzo de 2008, “en la actualidad China se encuentra en una etapa crítica de la construcción de la sociedad modestamente acomodada a la cual aspira. Apoyado en el pensamiento de Mao Zedong, la doctrina de Deng Xiaoping, y el teoría de las ‘Tres Representa-ciones’, el EPL seguirá implementando el concepto científico de desarrollo y llevando adelante las excelentes tradiciones y voluntad de servir al pueblo. Bajo la dirección del Comité Central Militar de la Republica Popular China y del Partido Comunista de China, con el Presidente hu Jintao como núcleo, el Ejército Popular de Liberación seguirá llevando a cabo la transformación militar con características chinas y la política de defensa de carácter defensivo activo, para promover la modernización de la defensa nacional y de las Fuerzas Armadas en un camino sano y rápido. El EPL hará sus mejores esfuerzos para contribuir a la modernización del país, salvaguardar la soberanía estatal y la integridad territorial, promover la reunificación del país y mantener la paz y la estabilidad del mundo”.

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SERGIO LIZANA CARRASCO

Sin duda este año olímpico no ha sido del todo fácil para China en su conjunto, pero las emergencias nacionales vividas en los primeros meses por desastres naturales, le dieron al EPL una nueva oportunidad histórica de probar ante sus connacionales y ante el mundo toda su valía. Y lo hicieron muy bien. También fue sobresaliente su situación en los Juegos Olímpicos, con lo que China se perfila como la próxima potencia mundial.

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LOS CORREOS MILITARESRENé I. SAAVEdRA PRAT1

Coronel (R)

Resumen: Todo Ejército cuenta con un servicio de correo con la finalidad de atender las necesidades propias que demanda la correspondencia de carácter oficial y de la tropa, tanto en tiempos de paz como en épocas de conflicto. El presente artículo apunta precisamente a eso, a realizar una revisión global de esta rama de la filatelia, su importancia en la Primera y Segunda Guerra Mundial, su estructura y su relevancia a la hora de hacer investigaciones his-tóricas de los más importantes conflictos armados.Palabras clave: Correo, filatelia, correos de guerra, ejército y cartas militares

Abstract: Every Army needs a postal service to serve its official needs and those of its individual members in times of peace and in war. This article takes a global look at this branch of philately, its importance in the First and Second World Wars, its structure and its relevance in carrying out historic research into the most important armed conflicts.Key words: Mail, philately, war correspondence, army and military letters.

I. INTRODUCCIÓN

El correo militar, que es un rama dentro de la filatelia, es muy antiguo y amplio, y del que se registran antecedentes que se extienden desde los tiempos de darío I el Grande, Rey de Persia (521-486 a.C.), de la antigua tierra que hoy conocemos como Irán, donde se estableció un vasto y eficiente servicio para la entrega de mensajes a los jefes militares. Los griegos y los egipcios usaron mucho el sistema de relevo de jinetes o de corredores para sus comunicaciones. Entre estos últimos es famoso el ejemplo del soldado griego que en el año 490 a.C. corrió de Maratón a

1 Oficial del Arma de Telecomunicaciones, especialista en Guerra Electrónica, diplomado en Ciencias Militares y en Telecomunicaciones y Análisis de Sistemas. Ha realizado publicaciones y trabajos militares en “Historia y desarrollo del Arma de Telecomunicaciones”, obteniendo el 2º lugar de publicaciones militares a nivel Ejército el año 1983; “El Comando de Telecomunicaciones del Ejército”; “Las Telecomunicaciones en el desierto, sus dificultades y posibles soluciones”.

Se ha desempeñado como escritor de diversos artículos y conferenciante de temas históricos, militares, filatélicos y de cultura general. Es autor de diversas colecciones filatélicas militares, que han obtenido premiaciones a nivel nacional e internacional. Actualmente se desempeña como Ayudante del Regimiento Tradicional de Telecomunicaciones del Ejército “San Gabriel”, además de ser director del Centro de Coleccionismo Militar y miembro de la Sociedad Filatélica de Chile.

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RENé I. SAAVEdRA PRAT

Atenas sin relevo, aproximadamente 40 kilómetros, para llevar el mensaje de la victoria atenien-se sobre los persas en la Batalla de Maratón, muriendo inmediatamente después de cumplida su misión. En su memoria se introdujo en los juegos olímpicos la carrera de resistencia que lleva el nombre de Maratón.

Los aztecas antes del descubrimiento de América y de la conquista, se valieron de corredores, mensajeros paynanis y tamemes, de los que se servían las autoridades militares para transmitir y recibir órdenes, mensajes y reportes. Los ejércitos napoleónicos disponían de servicios de correos para transmitir y recibir las órdenes y resultados de las batallas. Así llegamos hasta los servicios de correos de “los cascos azules” de Naciones unidas, en operaciones de paz o de asistencia humanitaria, que operan y actúan en diferentes países o regiones del mundo, de lo que se deduce que los correos militares existen desde mucho antes de la aparición del sello postal.

Todo ejército para poder atender las necesidades derivadas del trámite que requiere la correspondencia de carácter oficial, tanto en la paz como en la guerra y las correspondientes a las tropas empleadas en el frente, cuenta con el servicio de correos. Este, es un servicio ad-ministrativo permanente, encargado de recibir, transportar y entregar los objetos postales de carácter oficial o particular que se envíen desde la zona del interior a los teatros de operaciones o viceversa, y a través de todo el territorio nacional y del territorio enemigo ocupado, que sean destinados a las unidades de las tropas, entre el personal militar y civil, como entre el militar entre sí, debiendo además establecer el intercambio postal y de información de los “prisioneros de guerra“, de acuerdo a los tratados y convenios internacionales. Para poder materializar lo anterior en tiempo de guerra se cuenta con el correo de guerra, parte del servicio de correos de paz, que se ha movilizado para la guerra.

II. LOS CORREOS DE GUERRA

dada la importancia de lo que significa desde el punto de vista moral para las tropas y sus familiares el estar en contacto, lo que constituye un importante factor para mantener la moral alta, permitiendo la materialización del vínculo afectivo y espiritual entre el soldado y la patria, siempre los ejércitos se han preocupado por favorecer este servicio, en el sentido de que la correspondencia militar de las fuerzas empleadas en el frente durante el desarrollo de una guerra ha sido considerada libre de porte (pago), llevando diferentes marcas, como ser; “FRANCA” (libre de pago) y/o de la Oficina Postal Militar respectiva, sellos o etiquetas de “Franquicia Militar“, e identificación de los diferentes regimientos, reparticiones o unidades de los ejércitos en campaña, como también a veces de los lugares donde acantonaban las unidades.

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LOS CORREOS MILITARES

Marcas usadas por el Ejército de Chile en la correspondencia militar durante la Guerra del Pacífico.

Etiquetas que señalan la “franquicia militar”, emitida para la correspondencia del personal del Ejército en tiempo de guerra.

En cuanto a la organización, instalaciones y funcionamiento genérico del Servicio de Correos de Guerra, este es el siguiente:

A. Organización e Instalaciones

— “Oficina Matriz de Correos de Guerra”, funciona a nivel de las Fuerzas Armadas y se despliega en la capital administrativa de la república.

— “Central de Correos de Guerra”, funciona a nivel de un cuerpo de Ejército o división, que cubre un teatro de operaciones, pasando a ser el nexo postal con la oficina matriz de correos y con las oficinas del correo civil.

— “Oficina de Correos de Guerra”, funciona a nivel de unidad de armas combinadas encuadradas o menores, pasando a ser el nexo de mayor importancia, por cuanto son las encargadas de llevar su apoyo hasta las unidades de las tropas.

B. Funcionamiento.

Llegarán a la oficina matriz de correos de guerra o a la central de correos de guerra toda aquella correspondencia ingresada al correo civil y que señale a parte de los datos personales del destinatario, el nombre y número de la unidad y la marca “correo militar”.

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RENé I. SAAVEdRA PRAT

En todas estas oficinas del servicio de correos de guerra se debe efectuar el trámite de recep-ción, registro y distribución y/o entrega de la correspondencia.

El servicio de correos de guerra permite además del trámite de los objetos postales de carácter oficial o particular que se envíen desde la zona del interior a los teatros de operaciones o viceversa, tanto para las propias tropas como para los prisioneros de guerra y eventualmente población civil, también el apoyo correspondiente en cuanto a lo que respecta a giros postales, en los mismos términos de lo que se efectúa para efecto de los objetos postales.

C. La Oficina de Censura Postal

La Oficina de Censura Postal desplegada anexa a cualquiera de las instalaciones del servicio, da cumplimiento a las instrucciones de seguridad impartidas en cuanto a que el contenido de la correspondencia no vulnera la seguridad militar, colocando en forma visible en los objetos postales un timbre que debe considerar el número de la Oficina de Censura y fecha de efectuada la censura, debiendo posteriormente ser devueltos los objetos postales a la oficina respectiva.

III. LAS CARTAS MILITARES

durante el desarrollo de la Primera Guerra Mundial y en los conflictos bélicos posteriores se utilizaron sobres o cartas postales ilustradas, que eran enviadas por los soldados destinados en el frente de batalla, a sus familiares, llamadas Cartas Militares. En estos casos gozaban de franquicia especial (Franca), por lo que no pagaban franqueo ni este figuraba impreso en los mismos. Con el tiempo y dada su particularidad pasaron a ser de interés para el coleccionismo, sobre la base de la ilustración impresa generalmente a la izquierda de la misma o timbre estampado con indicación de la unidad militar de origen de la carta.

Iv. LAS CARTAS AIRGRAPHS O v-MAIL

durante la Segunda Guerra Mundial se emplearon las AIRGRAPHS o V-MAIL, especialmente empleados por las fuerzas británicas y norteamericanas. Consistían en cartas (formularios) con motivos de victorias sobre el enemigo o de Navidad, enviadas entre los soldados y sus familiares, con las franquicias respectivas, de un tamaño de 28 x 21 cm y que dado su tamaño y cantidad de fuerzas militares demandaban gran espacio para su transporte. Para ello, se diseñó un sistema mediante el cual las cartas eran microfotografiadas, lo que reducía enormemente su tamaño, ya que cada microfilme podía contener miles de copias de cartas para ser enviadas a su destino, donde se las reproducía a un tamaño normal, para finalmente ser despachada y entregada a su destinatario. En síntesis, cualquier pieza o

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LOS CORREOS MILITARES

timbre referido a la administración militar es de interés para integrar las páginas de una colección de correos militares.

v. LA CENSURA MILITAR

El correo de guerra, como vimos anteriormente, tiene también por responsabilidad la actividad de “CENSuRA” que se efectúa a la correspondencia, tanto a la despachada como la recibida por las propias tropas en el campo de batalla, como también la que respecta a la “CORRESPONdENCIA dE LOS CAMPOS dE PRISIONEROS dE GuERRA”.

La “Censura Postal” es una norma legal que autoriza el registro, requisición o modifica-ción del contenido de un objeto postal, para efectuar el control por parte de las autoridades militares respectivas, del tráfico de información desde y hacia las instalaciones militares y del territorio nacional, y así evitar la fuga de información, que en poder del adversario sea inconveniente o perjudicial para el logro del objetivo propio. Esta acción se ejerce sobre la correspondencia postal privada ya sea civil o militar en tiempo de guerra. Esta actividad se efectúa en la “Central de Correos de Guerra”. Son coleccionables aquellos sobres postales, sobre la base del timbre estampado con indicación de la censura efectuada y/o sello de abertura del sobre.

Carta con franquicia postal militar, enviada durante el desarrollo de la Primera Guerra Mundial,

originada desde el Regimiento de dragones N° 32.

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RENé I. SAAVEdRA PRAT

Carta originada en Alemania (Hamburgo) de fecha 23 de mayo de 1916 con destino a Guatemala, con censura militar del Ejército alemán,

IX Cuerpo de Ejército, se lee en timbre de censura “texto Censurado” y con firma del Oficial de Censura (al reverso) y censura de ingreso a

Guatemala N° 1280, efectuada durante el desarrollo de la Primera Guerra Mundial.

vI. EL CORREO DE LOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN DE PRISIONEROS DE GUERRA

El Correo de “Prisioneros de Guerra”, de acuerdo con la Convención de Ginebra, sobre prisioneros de guerra, gozan de franquicia para el envío de correspondencia a sus familiares, la que debían escribir en papel especial, proporcionado por quienes los tenían prisioneros. Estos documentos son coleccionables, sobre la base de la ilustración o timbre estampado con indicación del campo de prisioneros respectivo o censura efectuada.

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LOS CORREOS MILITARES

vII. CONCLUSIONES SOBRE LAS CARACTERÍSTICAS Y PARTICULARI- DADES DE LOS CORREOS MILITARES DE GUERRA

El correo militar de guerra, que es parte de la historia postal, dada su extensión y complejidad, que requiere cierta especialización en el estudio es considerado como un tema autónomo. sería muy difícil pretender por largo que fuera, hacer un trabajo completo sobre la historia filatélica en torno a los correos militares, ya que es un tema demasiado amplio y tiene muchos hechos y aspectos que requieren amplias investigaciones, lo que no disminuye su interés por ser un tema muy apasionante.

una de las particularidades de las piezas de correos militares es que muchas de ellas, especialmente para las tropas de ocupación, eran originadas en territorio extranjero, en el mismo campo de batalla y muchas veces escrita en la misma trinchera. También destaca el hecho de la variedad de timbres y/o marcas involucrados en este tipo de correspondencia, como ser y considerando la secuencia; el timbre “Franca” para indicar que la correspondencia estaba libre de franqueo, el de la Oficina Postal Militar, timbre de la unidad de origen o a la cual pertenecía el remitente, el de los lugares donde acantonaban, número, timbre y sello de abertura de la censura que se efectuaba a la correspondencia, etc., lo que hace aún más atractivo, de mayor interés y variedad esta rama de la filatelia. En este aspecto cabe destacar por ejemplo que cartas de soldados empleados en el frente de combate, durante la Primera Guerra Mundial no podían contener ni origen ni localidad ni movimiento pasado o futuro de la unidad, ya que esta información delataba la ubicación de la unidad, el despliegue tanto operativo como estratégico y al conocer el destino de la unidad se daba a saber la intención de esta, considerando que esta guerra se caracterizó por ser estática, de trincheras y por lo tanto de muy poco movimiento. Por otra parte, durante la Segunda Guerra Mundial una misma oficina postal militar funcionó en diferentes frentes y países, ya que muchas unidades militares, especialmente en el frente europeo, fueron empleadas en distintos lugares en las diferentes campañas desarrolladas, por ejemplo, la Oficina Postal Militar N° 83 durante la Segunda Guerra Mundial estuvo en Italia, posteriormente en Yugoslavia, más tarde volvió a Italia y, finalmente, se asentó en Rusia.

En cuanto a la fuente de información de lo que involucra el tema de los correos mi-litares es muy amplia, cubriendo áreas como la historia, geografía, estrategia, táctica y conocimientos militares en toda su acepción, ya que dedicarse al correo militar significa acercarse a todos los aspectos que intervienen en la guerra, tanto el aspecto de personal, inteligencia (censura), operaciones (despliegue y ubicación de las unidades), logística (apoyos requeridos o efectuados), la historia y geografía, documentación que debe ser investigada, estudiada, analizada e integrada, para obtener el mejor resultado de la con-clusión a la cual se debe llegar.

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Otros aspectos como las campañas, maniobras u otros episodios históricos, están muy poco documentados, por lo que se hace muy difícil su estudio, requiriéndose por lo tanto disponer de mucha paciencia y capacidad de investigación.

En síntesis, son coleccionables los siguientes documentos filatélicos en lo correspondiente a los correos militares, tales como: cartas militares que gozaban de franquicia especial (Franca), por lo que ni pagaban franqueo, ni este figuraba impreso en los mismos; censuras, que se efectúa a la correspondencia, tanto a la despachada como la recibida por las propias tropas en el campo de batalla, como también lo que respecta y afecta a la correspondencia de los “Campos de Concen-tración de Prisioneros de Guerra“, interesando el número, timbre y firma de la censura, como el sello de abertura del sobre, “Correspondencia de Prisioneros de Guerra“, interesando además de lo

Faja Postal para envío de Boletín Militar por el Ejército Argentino a Principios del siglo XX.

Correspondencia de campaña, libre de

Franqueo del Ejército de Suecia año 1929.

Encomienda Militar. Centenario de Correos de

Campaña del Ejército de Chile.

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LOS CORREOS MILITARES

Cartas originadas el año 1941 y 1942 en el frente de combate este del Ejército alemán (Ruso),

durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, 1ª y 2ª, campaña del Ejército alemán sobre Rusia,

dirigidas por parte de un Sargento alemán a su madre, “Libre de Pago” con Franquicia Militar”.

correspondiente a la censura efectuada a la correspondencia, lo referido al nombre del “Campo de Prisioneros” respectivo; marcas, como ser “Franca” (libre de pago), de “Oficinas Postales Milita-res“, las de los diferentes regimientos o unidades de origen de la correspondencia, reparticiones o lugar donde acantonaban las unidades de los ejércitos en campaña, etc. y cartas AIRGRAPHS o V-MAIL, tarjetas microfilmada empleadas principalmente por las fuerzas militares británicas y norteamericanas, documentos todos que ordenados bajo una lógica adecuada, con un interesante estudio histórico, geográfico y militar, si lugar a dudas son de mucho interés.

Este rama de la filatelia que significa un verdadero acercamiento a todos los aspectos que han intervenido en un conflicto armado, no solo a los militares, sino también a aquellos relacionados con historia, la geografía, permite además una investigación muy particular y de interés para quienes puedan efectuar un seguimiento de la guerra a través de este tipo de documentos filaté-licos, donde se podrán encontrar datos inéditos, más aún si se posee la información del contenido del sobre, donde sin lugar a dudas se encontrarán y descubrirán antecedentes de mucho valor, desde el punto de vista histórico y personal, que podrán rememorar estos episodios tristes y de dolor de la historia del mundo, y que por consiguiente es un intenso desafío para quienes puedan desarrollar una colección de esta importante parte de la historia postal.

141M e M o R i a L D e L e J É R C i T o D e C H i L e

Más allá de su doctrina, disciplina, patriotismo y entrega por la patria, sin duda para quienes integran las filas del Ejército, el uniforme es uno de los aspectos que los identifica como tal. Los “uniformados” lucen con orgullo su vestimenta, la que es parte importante del espíritu de cuerpo.

Por este motivo resulta altamente interesante el remontarnos a las primeras décadas del siglo pasado, cuando un inquieto capitán de Ejército, proponía las líneas directrices de lo que debiera ser el uniforme de la institución para aquellos años.

Ya transpuesto el umbral del siglo XXI, cuando la tecnología ha puesto su mano modernizadora en los actuales uniformes que visten los integrantes de las Fuerzas Armadas, asoma como un desafío interesante el remontarse al año 1912 y apreciar no solo el manifiesto interés sobre el asunto, si no que las soluciones que propone al respecto un oficial subalterno de la institución… el capitán G.

Recuerdos del pasado

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SobRe UnifoRmeS*(Proyecto)

Por el Capitán G.

La cuestión uniformes es de tan capital importancia que merece

ser tratada con especial atención, y ante todo, tratar de proporcionar

¡á las tropas un uniforme de campaña que permita ir formando las

dotaciones de guerra, de que se carece hoy casi en absoluto.

Es un hecho indiscutible que éste deberá ser de paño, ya que el brin

ó loneta actual, debido á su poca consistencia, no se prestaría para

soportar los rigores de una campaña. La gran mayoría está conforme

en que el color kaki ó gri-verde es el más á propósito para llenar, con

ventaja, todas las exigencias, estando en desacuerdo, solamente, en

lo que se refiere al traje de parada.

Nosotros creemos que, por el momento, nuestra atención y nues-

tros esfuerzos deben concentrarse á proporcionar á las tropas un

uniforme de campaña, ya que con las dotaciones actuales pueden

aprovecharse cuatro ó cinco años más, en la forma que hoy se hace,

para las paradas. En el curso de esos cinco años pueden recibir los

cuerpos, dotaciones del uniforme que proponemos que le permitirá

formar sus dotaciones de guerra.

* Este artículo fue tomado del Memorial de 1912.

144 M e M o R i a L D e L e J É R C i T o D e C H i L e

Parece cosa resuelta que el cubre-cabeza más apropiado es el

cucalón (sombrero abisinio) sin chapas ni insignias de metal, que

además de aumentar su precio, le hacen perder sus cualidades de

poca visibilidad. Este y la gorra actual serían suficientes.

Respecto al calzado no cabe parangón posible, ya que la eco-

nomía, comodidad de la tropa y facilidad de aprovisionamiento,

indican al zapatón y polaina amarilla (según modelo) en lugar

preferente.

Expuestas estas ideas, á la ligera, proponemos el siguiente uni-

forme de campaña:

Cucalón kaki.

Blusa paño kaki con dos bolsillos superiores y cartera de

cierre.

Pantalón paño kaki sin vivos.

Zapatón y polaina amarilla.

Como este uniforme sería igual para todas las armas y es siem-

pre conveniente establecer distintivos entre ellas, proponemos: para

caballería, artillería, infantería é ingenieros, forrar la pala kaki de la

blusa en paño color azul-celeste, negro, rojo y azul-prusia, respec-

tivamente, de modo que apareciera, esto, en forma de vivo ó ribete

alrededor de la pala y coser sobre éstas el número ó insignia de

Regimiento, confeccionado en paño del mismo color del forro de la

pala. Para las tropas anexas la pala sería de apaño azul-negro con

el número ó insignia de la unidad respectiva en paño colorado. Las

palas irían cosidas como las actuales y pendientes en el otro extremo

de un botón liso de acero pavonado, igual al que llevaría las carteras

de los bolsillos de la blusa.

145M e M o R i a L D e L e J É R C i T o D e C H i L e

Para los suboficiales y asimilados á tales, además un uniforme

azul-prusia (guerrera y pantalón) con las mismas insignias y distintivos

actuales para ser usado fuera del servicio.

Por lo que respecta al uniforme de los oficiales, creemos que abun-

dando en las mismas ideas lo promordial es confeccionar un uniforme

de campaña adecuado, dejar el actual de parada hasta la terminación

de los cinco años de que hablamos más arriba é introducir ligeras

modificaciones en el actual de diario, suprimiendo algunas prendas

y modificando otras.

Desde luego, proponemos conservar las insignias y distintivos

en uso, suprimiendo solamente el primero ó insignia del cuello para

colocarlos en lugar del escudo de la gorra. Asimismo que los oficiales

de Estado Mayor conserven el uniforme de su arma respectiva, adop-

tando los cordones de Estado Mayor con distintivos.

Para mayor facilidad examinaremos las distintas prendas de uni-

forme en el orden que se encuentran en el reglamento de uniforme

de 19,

DeScRipción De laS pRenDaS y coloReS De loS UnifoRmeS

1. Momentáneamente sin modificación, principiando á regir después

de cinco años (ó del tiempo que se crea oportuno) las modifica-

ciones arriba expuestas: en el color del paño, cambios de insignia

del cuello á la gorra y modificación del uniforme para el Estado;

Mayor.

2. Casco. Dejar el actual solamente para las paradas hasta el término

de cinco años ó del plazo que se estipula. Adoptar para servicio

146 M e M o R i a L D e L e J É R C i T o D e C H i L e

y maniobras el cucalón kaki (sombrero abisinio) sin chapas, con

barboquejo de cuero amarillo.

3. Gorra. Conservar la actual en uso en las distintas armas y como

gorra de campaña una de color kaki, sin franjas ni vivos, igual

para todas las armas.

4. Guerrera. Seguir con la actual hasta que se cumplan los cinco

años, fecha en que se suprimirá, destinándola mientras tanto a

las paradas.

5. Levita. Conservar la actual en uso, cambiando solamente el color

del paño por: azul-celeste para caballería y azul-prusia para las

otras armas. Conservar los cuellos y distintivos actuales, eso si

que los cuellos sin insignias ni números. Agregar una presilla para

poder colocar las caponas ó charreteras; igual á la que actualmente

lleva la guerrera.

6. Blusa de campaña. Conservar la forma de la actual, tomando

para cada arma la pala propuesta para la tropa, adoptando dos

dimensiones: angosta (3 cm) para oficiales subalternos y capitanes;

anchas (6 cm) para oficiales superiores. Las estrellas actuales se

conservan. Para oficiales generales, la presilla y distintivos actua-

les. Los bolsillos (en número de cuatro) sobrepuestos y de fuelle.

Botones lisos de acero pavonado en las carteras, extremidades de

las palas y chicote.

Facultar el uso en el casino para el verano de una blusa de la

forma de la actual, con palas de oro, y botones amarillos de es-

cudo al frente, carteras y chicotes, como asimismo para usarla

en lugar de la negra autorizda últimamente, que de hecho se

suprimiría.

7. Capote. Como el actual, con fuelle en la espalda.

147M e M o R i a L D e L e J É R C i T o D e C H i L e

8. Capa. Como la actual.

9. Pantalones. Pantalón largo de color de la levita en cada arma con

vivos rojos; oficiales generales doble franja. Suprimir el pantalón

negro de montar y dejar como pantalón único de montar el kaki

sin vivos ni franjas. Autorizar para los oficiales de guerra un

pantalón largo de gala, del mismo color del anterior, con franja de

oro: angosta (3 cm) para oficiales subalternos y capitanes; ancha

(6 cm) para oficiales superiores y dobles (3 cm c/u) para oficiales

generales.

10. Calzado. Adoptar por las razones expuestas el zapatón y polaina

amarilla para el servicio y maniobras. Autorizar el uso de la bota

actual fuera el servicio (facultativo).

11. Guantes. Para el servicio guantes de color gris-plomo más ó me-

nos como el del uniforme de campaña. Para afuera del servicio el

guante blanco actual.

12. Faja. Solamente para oficiales de guerra. Suprimirlas en las armas

montadas, conservándola en las otras.

13. Banda. Como la actual. Distintivo oficial tropas á pie.

14. Bandolera. Solamente para oficiales de Guerra. Distintivo de oficial

de armas montadas.

15. Cinturón de servicio. Para paradas en las armas montadas.

Para ser usado con traje de parada por el personal con asimila-

ción de Oficial. Un cinturón para maniobras, de cuero amarillo

con chapa lisa de acero pavonado, que permita llevar sable,

anteojos, porta-pliegos y cartuchera y revolvers; que pendientes

por correas que pasan por los hombros reparten el peso sobre

estos.

148 M e M o R i a L D e L e J É R C i T o D e C H i L e

16. Insignias. Las usadas actualmente, agregar las propuestas para

el traje de campaña en las distintas armas.

17. Botones. Los usados actualmente, agregar los propuestos para el

traje de campaña.

18. Caponas. Las que consulta el reglamento actual quedarán para

el uso del personal asimilado hasta el grado; de capitán. Para

oficiales de guerra (oficiales subalternos) caponas de oro con un

escudo bordado en hilo de plata y las estrellas para la distinción

de los grados en la misma forma. El forro inferior será rojo para

todas las armas.

19. Charreteras. Las que consultan el actual reglamento quedarán

para el uso del personal asimilado hasta el grado de coronel.

Para oficiales de guerra (oficiales superiores) charreteras de oro

con canelones sueltos del mismo material, por lo demás como las

caponas para oficiales subalternos.

20. Sable. Para el servicio sable de guarnición niquilada de tres ga-

vilanes, de una argolla, con vaina de cuero amarillo, dragona de

cuero amarillo y tiro corto amarillo con mosquetón. Para fuera del

servicio un espadín de guarnición niquilada, de un gavilán, vaina

de cuero amarillo.

21. Dragona. La actual para el personal de asimilados, y la para oficiales

de guerra, será de cuero negro la correa, de un centímetro de ancho,

listada con los colores nacionales siendo las listas de 1 milímetro de

ancho y serparadas una de otra por dos milímetros. En el extremo de

esta correa irá una borla de hilo dorado terminada en canelones del

mismo color. Para servicio y maniobras dragona de cuero amarillo.

22. Tiros. Suprimirlos en uso actualmente y adoptar uno del cuero

amarillo con mosquetón para servicio y maniobras. Para usar fuera

149M e M o R i a L D e L e J É R C i T o D e C H i L e

del servicio basta un cinturón como el actual, que llevaría un ojal

de cuero para sacarlos por una abertura de la levita ó capote en el

costado izquierdo, cubierta con una cartera de paño, que permitiera

introducir en él el espadín antes descrito.

23 y 24. Sin modificación. Las correas de las espuelas serán del color

del calzado.

UnifoRme paRa geneRaleS

25. La misma reforma que para los oficiales.

26. Suprimida la guerrera el endentado y bordado de oro en el cuello,

bocamangas, y cartera pasarán á la levita como traje de parada.

Lo demás como dice el reglamento.

27. La misma modificación que para los oficiales.

28. Sin modificación.

29. La misma reforma que para los oficiales.

30. Sin modificación.

31. Sin modificación.

32. La misma modificación que para los oficiales.

33. Sin modificación.

34. Sin modificación.

35. Sin modificación.

150 M e M o R i a L D e L e J É R C i T o D e C H i L e

En vista de estas modificaciones los uniformes quedarían como sigue:

ii

DeSignación y compoSición De loS UnifoRmeS

36. Uniforme de parada (Nº 1)

Se conservaría el actual hasta cumplido los cinco años (ó el plazo

que se otorgue) según el reglamento en vigencia.

Pasado el plazo otorgado proponemos el siguiente uniforme de

parada:

geneRaleS oficialeS De TRopaS a pie

oficialeS De TRopaS monTaDaS

Cucalón (gorra sin man-do de tropas).Levita.Charreteras.Condecoraciones.Faja.

Pantalón largo ó de mon-tar, botines ó botas de charol según se está á pie ó a caballo. Espada, tiro, dragona, guantes blancos.

A Caballo

Cubre silla el mismo en uso.

Cucalón (sin mando tropas gorra).Levita.Charrateras ó caponas.Condecoraciones.Faja.

Ayudantes banda (los veterinarios y empleados de Intendencia y demás asimilados cinturón de servicio, pantalón largo ó de montar etc.Espada de tiro, etc.

A Caballo

Sin modificación.

Id.

Id.Id.Id.Bandolera y cinturón de servicio.Ayudantes banda (vete-rinarios y empleados etc. cinturón de servicio).Pantalón largo ó de mon-tar etc.

Espada, tiro, etc.

A Caballo

Sin modificación.

Nota. En caso de usarse capote.

a) Se llevarán presillas en la levita.

b) Faja-banda y bandolera ó cinturón de servicio sobre el

capote.

151M e M o R i a L D e L e J É R C i T o D e C H i L e

37. Uniforme de servicio (Nº 2)

geneRaleS oficialeS De TRopaS a pieoficialeS De TRopaS monTaDaS

Cucalón.Blusa kaki.Cintas de condecoraciones.Cinturón cuero amarillo.Pantalón largo ó de montar, botines zapatón y polaina, según se vaya a pie o á caballo.Espada, tiro, dragona cuero amarillo, guantes de servicio plomos.

Cucalón.Blusa kaki.Cintas condecoraciones.Cinturón cuero amarillo.Pantalón largo ó de montar, etc.

Espada, tiro, etc.

a) Sin modificación.

b) En lugar de cinturón de servicio, cinturón de cuero amarillo.

38. Uniforme de campaña (Nº 2).

Cucalón.

Blusa kaki.

Pantalón largo o de montar.

Botines, zapatón y polaina, según se esté á pie ó á caballo.

Cinturón cuero amarillo con los agregados para sable, anteojo, etc.

Sable, tiro, dragona cuero amarillo, guantes de servicio plomos.

Como se ve el uniforme de servicio y de campaña, son casi iguales lo

que no deja de ser ventajoso y económico para el personal de oficiales.

39. Uniforme de etiqueta (Nº 3).

geneRaleS oficialeS TRopaS a pieoficialeS De TRopaS monTaDaS

Gorra.Levita.Charreteras.Conderaciones.Pantalón largo de gala.Botines charol.Sable, dragona, guantes blancos.

Gorra.Levita.Charreteras o caponas.Condecoraciones.Pantalón largo de gala.Botines charol.Sable, dragona, guantes blancos.

152 M e M o R i a L D e L e J É R C i T o D e C H i L e

40. Uniforme de sociedad (Nº 4)

Gorra.

Levita con presillas.

Cinta de la condecoración más alta en el segundo bofón.

Pantalón largo.

Botines de charol o de cuero.

Sable dragona, guantes blancos.

Nota. Puede notarse que se disminuye en 1 el número de los uni-

formes consultados en este proyecto con relación al Reglamento

en vigencia. Asimismo, que se proporciona un uniforme práctico

y barato para servicio y maniobras, una elegante tenida de diario

y un uniforme de etiqueta es superior en mucho al actual que no

llena las funciones para que ha sido destinado.

iii

DiveRSoS USoS De loS UnifoRmeS

41. Uniforme Nº 1 de parada se llevará:

Conservando el actual, en los mismos casos prescritos por el re-

glamento en vigencia.

En caso de aceptarse el uniforme Xº 1 propuesto en el presente

proyecto se usará éste:

a) En formaciones de parada con mando de tropas.

b) En la apertura del Congreso Nacional (sin mando de tropas,

con gorra).

c) En los días 18 y 19 de Septiembre (con gorra).

d) En asistencia para el juramento de la bandera (sin mando de

tropa, con gorra).

153M e M o R i a L D e L e J É R C i T o D e C H i L e

e) En las guardias de honor.

f) En las presentaciones oficiales ante el Presidente de la Repú-

blica y autoridades superiores militares (con gorra).

g) En las paradas fúnebres (sin mando de tropa) con gorra.

h) Por los edecanes del Presidente de la República, cuando asistan

á actos oficiales en su representación ó por su orden (con gorra).

42. El uniforme Nº 2 de servicio se llevará:

a) Por los que forman con las tropas en las revistas de instrucción.

b) Por los superiores a los cuales se presenta directamente 1a

revista.

c) En todo acto del servicio fuera del cuartel.

d) En las guardias.

e) En las presentaciones á los superiores directos.

43. El uniforme Nº 2 de campaña se usará:

a) En campaña, maniobras y ejercicios en el terreno.

b) En los viajes de estado mayor, escurciones ó viajes de estudio.

c) A caballo fuera del servicio (con gorra levita y botas facultativas).

d) En bicicleta (con gorra facultativa).

e) En las oficinas militares (solamente blusa).

f) En viajes particulares (con gorra).

44. El uniforme Nº 3 de etiqueta se usará:

a) En actos sociales y oficiales a los cuales asista su Excelencia

el Presidente de la República.

b) En los banquetes oficiales.

c) El que contrae matrimonio.

d) En los bailes.

e) En los banquetes.

f) En los demás actos sociales que exijan traje de etiqueta.

154 M e M o R i a L D e L e J É R C i T o D e C H i L e

45. El uniforme Nº 4 de sociedad se vestirá:

a) Para visitas, tertulias, comidas, reuniones privadas, asistencias

a los teatros y carreras.

b) Para asistir al cementerio.

c) En general en todo acto social no determinado en este regla-

mento.

46-47. Sin modificaciones.

iv

DiSpoSicioneS SobRe el USo De oTRaS pRenDaS De loS UnifoRmeS

48-49. Hasta 56 quedan sin modificación, Nº 51 guantes plomos en

lugar de colorados obscuros.

v

DiSpoSicioneS geneRaleS

57. Sin modificación.

58. Suprimir o “guerrera”.

59. Sin modificación.

60. Hasta 66 sin modificación.

67. Suprimirlo, cuando se deje de usar el casco.

68. Sin modificación.

155M e M o R i a L D e L e J É R C i T o D e C H i L e

69. Cambiar el color de la blusa por kaki.

70. Sin modificación.

Santiago, agosto de 1912.

CAPITAN G.

157M e M o R i a L D e L e J É R C i T o D e C H i L e

NORM

AS E

dITO

RIAL

ES

NORMAS EDITORIALESCon 102 años de vida, el Memorial del Ejército de Chile es la publicación más antigua de la

Institución y ha sido el medio adecuado para que distintas generaciones de oficiales difundan sus inquietudes profesionales, a contar del particular escenario nacional e internacional que les tocó vivir.

En el último tiempo, el “Memorial” ha venido evolucionando a una propuesta editorial más acorde con un mundo globalizado como el actual. Por ello, la apuesta es generar artículos que ahonden en lo interpretativo más que en lo descriptivo y que den así paso a un debate de ideas que, en el plano académico, siempre es bien recibido.

Para todos aquellos que nos quieran remitir sus colaboraciones, les recordamos que los artículos–escritosconletraarial12adobleespacio–deberántenerunaextensiónmáximade9mil palabras, incluyendo notas, gráficos, cuadros, anexos y referencias bibliográficas. La primera página se encabeza con el título, que debe ser preciso y descriptivo. Si el trabajo es el resultado de una ponencia en un congreso o seminario, o bien es producto de un proyecto de investigación, deberá puntualizarse mediante un asterisco (*) puesto al final del título y que remita a una primera nota. En caso de utilizarse abreviaturas, debe incluirse el significado de cada una de ellas.

Nota Biográfica: Bajo el título se deben poner el/los autor/es y, en nota a pie de página, sus grados académicos más relevantes, ocupaciones, pertenencia a alguna institución, títulos de publi-caciones–siloshubiere–quedeseedestacar(incluiraño,editorialyciudad)yelcorreoelectrónico.En el caso de los uniformados, también deberán precisar el arma a la cual pertenecen.

Resumen: A continuación del nombre del autor, se debe agregar un resumen de no más de 100 palabras y otro similar (abstract) en inglés. Adicionalmente, se incluirán cinco palabras clave que identifiquen los contenidos del artículo. Misma situación ocurrirá con las 5 keywords que se deberán remitir también en inglés.

Referencias Bibliográficas: deben ser enumeradas consecutivamente y estar a pie de página. Siguiendo el sistema autorfecha incluido en el texto y codificado en la bibliografía, por ejemplo (Angell, 2002:55). La bibliografía completa deberá ser proporcionada al final del trabajo, en el orden alfabético de los apellidos de los autores, por ejemplo:

SENGE, P. La Quinta Disciplina, Editorial Granica, Barcelona, 1990. (Libro)

ARELLANO GRAMuNT, Julio (2004). El conflicto interno en Colombia. Revista el Memorial del Ejército de Chile. Nº 472: 180212. (Revista)

Los trabajos deben enviarse en un ejemplar impreso y en disquete o en disco compacto (Cd), bajo el formato Word 5.0 o superior y las imágenes en formato JPG, ambos para PC.

No se devuelven los originales.

Extracto de cartas del recuerdo

El coronel Óscar Bustos Carrasco es Oficial del

Arma de Caballería Blindada y posee la espe-

cialidad primaria de Ingeniero Politécnico Militar

(armamento).

Algunas de sus destinaciones han sido el Re-

gimiento de Caballería Blindada N° 6 “Drago-

nes”, la Escuela Militar, la Academia de Guerra,

unidad en la que prestó servicios por siete años,

llegando a desempeñarse como Jefe del Centro

de Entrenamiento Operativo Táctico (CEOTAC), y

la misión militar de Chile en Washington, EE.UU.

En la actualidad cumple funciones en la Direc-

ción de Gestión y Desarrollo del Ejército.

Posee además las especialidades básica y avan-

zada de Inteligencia, esta última obtenida en la

Escuela de Inteligencia de las Fuerzas Militares

de Colombia.

Además, en el área docente, es profesor de es-

cuela en las asignaturas de táctica de medios

blindados y de inteligencia de combate, como

también es profesor de academia en la asigna-

tura de balística de efectos.

Ha desempeñado actividades docentes en la Es-

cuela Militar, la Escuela de Inteligencia, la Aca-

demia Politécnica Militar, la Academia de Guerra

y la Universidad del Bio-Bio en Concepción.

Entre las distinciones más importantes que ha

recibido, se destaca el premio Ministerio de De-

fensa Nacional por el trabajo de investigación

denominado “Evaluación del Sistema de Cali-

dad del Instituto de Investigaciones y Control

del Ejército, y su homologación para la acredita-

ción internacional del laboratorio de referencia

nacional de la magnitud fuerza”.

El presente libro relata la historia de un joven Oficial que llega destinado a un

regimiento de la guarnición de Punta Arenas, incluyendo vivencias profesionales

relacionadas con la instrucción, el entrenamiento, la acción educativa sobre el

personal subalterno, misiones de acercamiento a la comunidad, entre otras, que

son relatadas en forma amena por el propio oficial.

Este joven lleno de entusiasmo es uno como cualquier otro que llega a cumplir

actividades en un regimiento, las únicas características que lo podrían diferenciar

de los demás, es su afición por escribir y su enorme miedo a la soledad, que

lo llevó a desarrollar un gran mundo interior donde todos los pensamientos y

vivencias que experimentó tomaron gran importancia, tanto así, que las escribió

durante muchos años en las cartas que enviaba a su novia Verónica.

El autor busca que aquellos que deban enfrentar situaciones semejantes,

sepan que sus aprensiones son comunes a todos los soldados que asumen

grandes desafíos siendo muy jóvenes y, también, para aquellos que tienen la

responsabilidad de comandar y dirigir a estos muchachos, para que entiendan

que la tarea que adquieren es compleja y que deben llegar a conocerlos,

idealmente, hasta en su mundo interior.

Pri

mera

s v

ivencia

s d

e u

n joven O

ficia

l

Primeras vivencias

de un joven Oficial

Durante su carrera militar, el autor ha escrito

algunos artículos que fueron publicados en re-

vistas de difusión de distintos organismos como

también en la revista Armas y Servicios, desta-

cándose temas tales como: “medidas de coor-

dinación nocturna de un pelotón de tanques”,

“plan de fuego de un pelotón de tanques”,

“sistema de visualización de terreno en tres

dimensiones denominado vuelo virtual”, “sis-

tema de entrenamiento organizacional para la

toma de decisiones bajo condiciones de presión

y apremio”.

Opiniones sobre el libro, favor enviar al autor al

correo electrónico [email protected]

Derechos reservados

ISBN: 978-956-7527-54-0

Inscripción Registro de Propiedad Intelectual

Nº 173381

Impreso en los talleres del Instituto Geográfico

Militar, septiembre 2008.

Departamento Comunicacional del Ejército

ÓSCAR BUSTOS CARRASCO

D E P A R TA M E N T O C O M U N I C A C I O N A L D E L E J É R C I T O

158 M e M o R i a L D e L e J É R C i T o D e C H i L e

HEMOS EdITAdO

RESEñAS DE LAS úLTIMAS PUBLICACIONESYA ESTáN EN CIRCULACIÓN...

PRIMERAS vIvENCIAS DE UN JOvEN OFICIAL

El libro relata de manera muy acogedora, las vivencias de un joven oficial que es destinado a la zona magallánica de nuestro país, más precisamente a Punta Arenas.

Sus vivencias, las que cuenta en primera persona, comienzan desde que aterriza el avión en aquel alejado territorio de nuestro país, con muchas interrogantes y con una sensación de soledad gi-gantesca. Justamente, si no es por las personas que conoce, los fuertes vientos, lo gélido del clima reinante y las interminables lluvias, habrían sido lapidarios para este subteniente.

Asimismo, su afición por la escritura y su gran miedo a la soledad, lo llevaron, como señala el autor, a desarrollar un gran mundo interior, donde los pensamientos y vivencias tomaron una enorme importancia.

Entonces, les recomendamos sentarse cómodamente, abrir este texto y empezar a disfrutar de las distintas experiencias que tuvo este joven oficial de Ejército, recordando siempre que, son las mismas historias que a cualquier militar le pueden pasar.

HISTORIA MILITAR DE LAS vIRTUDES DEL EJéRCITO CHILENO

Este texto, en primer lugar nos habla de la transformación del Ejército de Chile en los últimos años, pero no solo en su orgánica y doctrina, sino que en los preceptos valóricos de sus integrantes. Con respecto de lo anterior, el autor señala que los ejércitos de todo el mundo llegaron a un punto de inflexión, donde se comenzaron a apreciar los nuevos problemas que afectan a la sociedad, más precisamente al ser humano.

Por lo mismo, se sostiene que Chile requiere un Ejército que se desenvuelva en una nueva concepción, más allá de la de seguridad, que incluye la multidimensionalidad, constituida por las amenazas tradicionales, como por las nuevas amenazas y por el resguardo de la cooperación y la paz.

Por lo mismo, el autor destaca la participación de nuestro Ejército en los mandatos internacionales, más precisamente en operaciones de paz y, a la vez, en la colaboración en el desarrollo nacional y en ofrendar la vida si las circunstancias así lo requieren. Esta nueva forma de mirar hacia el futu-ro, fue cimentado el año 2006 con la Ordenanza General del Ejército, donde se señalan las bases conceptuales, los valores y las virtudes militares del proceder de los integrantes de la institución.

159M e M o R i a L D e L e J É R C i T o D e C H i L e

HEMO

S Ed

ITAd

O

Enrique Blanche Northcote (Santiago de

Chile, 1917) ingresó al Ejército como Ca-

dete en 1932, egresó como Alférez de Ca-

ballería el año 1935, y sirvió en diversos

regimientos e instituciones concluyendo

su trayectoria profesional como Agregado

Militar en la República de El Salvador pre-

vio a su retiro con el grado de Coronel en

1969. Su vida militar estuvo matizada con

diversas responsabilidades, como profesor

en la Escuela Militar y Escuela de Caballe-

ría (Quillota), Jefe de Estado Mayor en la

I D.E. (Antofagasta) y en la V D.E. (Punta

Arenas) y en regimientos en los cuales de-

sarrolló una fructífera labor en terreno y en

el gabinete.

Los Regimientos “Granaderos” (Iquique),

“Cazadores” (Santiago) y “Coraceros”

(Viña del Mar) fueron escenario de su paso

en diferentes grados del escalafón militar,

toda vez que proporcionaron una rica vi-

vencia para ilustrar su experiencia de ar-

mas, referentes históricos, locaciones geo-

gráficas y costumbres sociales en acertados

bocetos e ilustraciones no exentos de un

fino toque de humor.

DEPARTAMENTO COMUNICACIONAL DEL EJÉRCITOCoronel Enrique Blanche Northcote

Remembranzas del General

Bartolomé Blanche Espejo

Rem

embr

anza

s de

l Gen

eral

Bar

tolo

Bla

nche

Esp

ejo

BIOGRAFÍAS MILITARES

Agudo y talentoso observador de hábitos y

aficiones nacionales, el autor desarrolla espe-

cial interés en la narrativa histórica y costum-

brista que, combinado con relatos castrenses

en un estilo directo y entretenido, lo hacen

merecedor de premios y distinciones en

concursos públicos. La Historia de la ciudad

de Valdivia (1977), Copiapó (1978), Punta

Arenas (1981), Antofagasta (1981), Osorno

(1984), Fuerte Lolenco (novela, 1979), Dia-

bluras (cuentos, 1981), Antología de Cuentos

(1978-2000), Caballeros (recuerdos militares,

1983) y Vida Militar I y II (1997 y 99), entre

otros, reflejan sus creatividad y preferencias

literarias de una manera ágil y amena.

Derechos reservados

ISBN: 978-956-7527-52-6

Inscripción Registro de Propiedad

Intelectual Nº 172.796

Impreso en los talleres del Instituto

Geográfico Militar noviembre 2008.

Departamento Comunicacional del Ejército.

REMEMBRANZAS DEL GENERAL BARTOLOMÉ BLANCHE ESPEJO

Coronel Enrique Blanche Northcote

Bartolomé Blanche Espejo fue un destacado militar chileno. El testimonio de su vida

llega a nosotros a través de su hijo, también militar, coronel Enrique Blanche Northcote,

quien, con especial cuidado y dedicación lo entrevistó, consiguiendo que don Bartolomé

se explayara sobre su vida y vasta trayectoria militar, transcribiendo su legado al papel

para las futuras generaciones.

Este ameno trabajo sobre la trayectoria del General Blanche, recorre su vida desde el

ingreso como cadete a la Escuela Militar hasta su nombramiento como Comandante

en Jefe, así como su posterior retiro de la institución. Incorpora en el relato, también,

su participación en el movimiento denominado “ruido de sables”, su actuación en el

gobierno del General Carlos Ibáñez del Campo, entre los años 1927 y 1931, y su breve

período como Presidente Provisional de Chile en 1932.

El texto incluye los prólogos del General Roberto Arancibia Clavel y del académico

Gonzalo Vial Correa, así como un estudio preliminar elaborado por el Departamento

de Historia Militar del Ejército, que entrega antecedentes novedosos con respecto a la

carrera militar del General Blanche Espejo, elementos que buscan contribuir a lograr una

mejor comprensión del personaje.

El libro Remembranzas del General Bartolomé Blanche, editado por el Departamento

Comunicacional del Ejército, tiene como objetivo ser un aporte a la historia de Chile y

en particular a la del Ejército, constituyendo una imagen de una época de vicisitudes y

aprendizajes para el Chile del siglo XX.

160 M e M o R i a L D e L e J É R C i T o D e C H i L e

HEMOS EdITAdO

Asimismo, el autor habla de la misión esencial del Ejército, que es contribuir a la seguridad y defensa de la Patria, haciendo hincapié en las virtudes que han tenido los hombres y mujeres en su historia. El autor separa estas virtudes en cuatro: valor, disciplina, honor y espíritu de cuerpo; para luego, explicar cada una de ellas.

REMEMBRANZAS DEL GENERAL. BARTOLOMé BLANCHE ESPEJO

Luego de una acuciosa y dedicada entrevista del Coronel Enrique Blanche Northcote a su padre, el destacado militar chileno, General Bartolomé Blanche Espejo, es que nos encontramos con este texto de su vida y vasta experiencia militar.

En sus páginas, podremos conocer desde su ingreso como cadete a la Escuela Militar hasta su nombramiento como Comandante en Jefe del Ejército. Asimismo, podremos apreciar su participa-ción en el movimiento llamado “Ruido de Sables”, su desempeño en el gobierno del General Carlos Ibáñez del Campo y su experiencia como Presidente Provisional de Chile, en 1932.

Además de lo anterior, el texto incluye un estudio preliminar elaborado por el departamento de Historia Militar, el que entrega antecedentes novedosos sobre su carrera militar.

LA GUERRA CIvIL DE 1891 CHILE. UN PAÍS, DOS EJéRCITOS, MILES DE MUERTOS

Luego del éxito rotundo del primer tomo de este libro “La Irrupción Política de los Militares en Chile”, Alejandro San Francisco vuelve con la segunda parte de “La Guerra Civil de 1891”, deno-minada “Chile. un país, dos ejércitos, miles de muertos”.

La Guerra Civil de 1891 es un acontecimiento recordado, ya que tuvo consecuencias catastróficas para nuestro país, por la gran cantidad de muertes, por la división de los poderes del Estado y el creciente odio político de los grupos en pugna.

Este libro, nos introduce en aquella época con la gran cantidad de fotografías que pone a disposi-ción del lector, además de relatar de manera oportuna, la génesis, el desarrollo y las consecuencias que tuvo esta batalla.

Como señala el autor, en este libro conoceremos de qué forma se fue politizando el Ejército, siendo una de las causas del estallido de la Guerra Civil; así como la militarización de la vida política, que llevó a que el gobierno y la oposición buscaran el respaldo de los uniformados para la superación de los problemas.

Asimismo, el texto recorre alguno de los hitos fundamentales de la crisis, como la rebelión de la Armada a comienzos de 1891, la matanza de Lo Cañas y el suicidio de Balmaceda.

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HEMOS EdITAdO