nº 681 - especial nicaragua, nicaraguita+ entrevista a josé luis exeni - julio 2015

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“A fortalecer la democracia intercultural” José Luis Exeni conversa con La Época y da cuenta de las tareas a realizar por el nuevo Tribunal Supremo Electoral (TSE). [ Pg. 6 ] COMCIPO: La cara oculta de la conspiración El analista político Idón Chi- vi señala los intereses que se esconden tras las recientes movilizaciones de los poto- sinos. [ Pg. 10-11 ] 681 del domingo 19 al sábado 25 de julio de 2015 • Año XIV 24 páginas en 2 cuerpos Precio: 5 Bs. en todo el país

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Semanario boliviano dedicado a asuntos políticos económicos y sociales del país.En este número, especial aniversario Revolución Sandinista; Tribunal Supremo Electoral, salud y Operación Cóndor.

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  • A fortalecer la democracia interculturalJos Luis Exeni conversa con La poca y da cuenta de las tareas a realizar por el nuevo Tribunal Supremo Electoral (TSE). [ Pg. 6 ]

    COMCIPO: La cara oculta de la conspiracinEl analista poltico Idn Chi-vi seala los intereses que se esconden tras las recientes movilizaciones de los poto-sinos. [ Pg. 10-11 ]

    681del domingo 19 al sbado25 de julio de 2015 Ao XIV24 pginas en 2 cuerposPrecio: 5 Bs. en todo el pas

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    Crucifijo vergon- zante?

    Javier Larran Parada / Director

    nataLia CoroneL, raCheL Len, CarLos MoLdiz, rider MoLLinedo.

    / Consejo editorial

    anibaL Garzn / Amrica en marcha e Injerencias

    Farit roJas / Pensamiento Crtico

    abrahaM Prez / Observatorio Econmico

    La Paz: tania deLGadiLLo, PatriCia FLores, rosario aquiM,

    Lus oPorto, eduardo Paz rada,Jos Lus exeni, ManueL CneLas,

    JaiMe saLvatierra, Fernando rodrGuez, arMando Mndez, aLberto bonadona,

    GabrieL Loza.

    CoChabamba: Gustavo rodrGuez, boris ros

    Santa Cruz: MarieLLa Pereira, heLena arGirakis, CarMen dunia

    sandvaL, aLeJandro dausa.

    PotoS: GuaLberto hoChkoFLer

    tarija: MiGueL Castro, rodriGo ayaLa, FranCo saMPietro

    beni: tania MeLGar

    / Colaboradores nacionales

    Argentina: atiLio born, isabeL rauber Brasil: theutonio do santos Chile: MauriCio osorio Cuba: aLeJandro azCuy isabeL MonaL, roberto reGaLado, Lus suarez. El Salvador: CarLos MoLina Mexico: ana esther CeCeas Venezuela: eva GoLinGer / Colaboradores internacionales

    Juan CarLos GonzaLes/ Diseo y Diagramacin

    dorka reyes Gainza / Gerente [email protected] - 68070929

    LuCy aLConC / Departamento [email protected] - 79134002 - 71530483

    Marina snChez q. / [email protected] - 73544913

    Jos enrique benavides / Distribucin La Paz71538625

    aLberto aGuiLar herrera / Distribucin Sucre70320052

    hCtor hinoJosa / Distribucin Potos72070815

    asCenCio Cruz / Distribucin Oruro5282357 / 71885283

    Pastor boLvar / Distribucin Tarija75139009

    ruben PauCara / Distribucin Santa Cruz71378546

    Casto roJas / Distribucin Llallagua73879206

    Jhonny MoLLinero CaMaCho / Distribucin Llallagua

    73800821

    PatriCia aGuiLar Chavarria / Distribucin Cochabamba

    4529182

    iMPresiones GrFiCas virGo / Impresin

    Calle Jacinto Benavente 2163, esquinaPasaje Bella Vista, Sopocachi

    Telfono central. (591-2) / 2000570 / 2000727Telf/fax.(591-2) / 2417173 casilla 7914

    www.la-epoca.com.bo

    Depsito legal:La poca: 4-3-125-12

    La Paz - Bolivia

    Depsito legal:Observatorio Econmico: 4-3-126-12

    La Paz - Bolivia

    umerosas fueron las reacciones por el regalo que le hizo el presidente Evo Mora-

    les al Papa en su pasada visita a La Paz: un crucifico en forma de martillo sobre

    la base de una hoz. Obra artstica realizada por el sacerdote jesuita Luis Espinal.

    An no haban transcurrido 24 horas cuando un periodista britnico, tras

    leer los labios del Sumo Pontfice, hizo pblicas las palabras que murmur al

    ver el obsequio: Eso no est bien.

    Tambin el sacerdote jesuita, amigo personal de Espinal, Xavier Alb, se apresur en advertir: Luis Es-

    pinal no era comunista, aadiendo que la obra expresaba la necesidad y urgencia de dilogo que deba

    existir entre el mundo cristiano y el marxista.

    Asimismo, el propio papa Francisco declar: el padre Espinal predic el Evangelio y ese Evangelio mo-

    lest y por eso lo eliminaron.

    Y, s, est en lo cierto el lder catlico al sealar que Espinal vivi el Evangelio desde, por y con los humil-

    des, al igual que el argentino Carlos Mugica, los colombianos Camilo Torres y lvaro Ulcu, el salvadoreo

    scar Arnulfo Romero, el espaol Antonio Llid, y tantas y tantos religiosos asesinados por las dictaduras o

    gobiernos derechistas de nuestra regin.

    El asesinato de Espinal, la madrugada del 22 de marzo de 1980, fue bestial: tortura sistemtica durante

    cinco horas con quemaduras de cigarro, aplicacin de electricidad, contundentes golpes que le fracturaron

    el esternn y las costillas para, finalmente, ser rematado con 17 balazos.

    Tras los golpes y palizas de los esbirros de Garca Meza se escondi un odio, una idea: escarmentar a cien-

    tos de miles de bolivianos que soaban con un pas ms justo.

    Los asesinos del padre Espinal continan libres, caminan por las calles, van al mercado e, incluso, hay

    uno que oferta a los turistas paquetes de luchas libres en El Alto.

    La impunidad por crmenes de lesa humanidad, que no prescriben, no hace sino multiplicar en el sub-

    consciente de la poblacin un miedo colectivo falsamente olvidado y que ahora vuelve, con toda su fuerza,

    a estar presente.

    Si la memoria de Luis Espinal, sus ideas obra y vida, interesan realmente a las autoridades, entonces

    cabe sealar que no se le debe reducir a un mero crucifijo que resulta vergonzante en tanto sirva para ve-

    lar el problema de fondo: enjuiciar y castigar, de una vez por todas, a quienes le asesinaron!

    N[ e d i t o r i a l ]

  • del 19 al 25 de julio de 2015 www.la-epoca.com.bo | la poca | 3

    [ o t r o m u n d o e s p o s i b l e ]

    Fue en julio de 1961 cuando Carlos Fonseca Amador, Sil-vio Mayorga, Toms Borge y Santos Lpez decidieron fun-dar el Frente Sandinista de Liberacin Nacional (FSLN).

    Tras quince aos de lucha y luego que el rgimen tirnico de la familia Somoza progresivamente perdiera el apoyo de la burguesa nicaragense y la Iglesia Catlica, los rebeldes se afe-rran al fuerte respaldo internacional que brindaran presidentes como To-rrijos (Panam), Prez Jimnez (Vene-zuela), Jos Lpez Portillo (Mxico), Fidel Castro (Cuba), as como al dis-curso en pro de la defensa de los de-rechos humanos de la administracin Carter (EE.UU.), para consolidar la lu-cha por el derrocamiento de Anastasio Tacho Somoza.

    Luego que la represin guberna-mental asesinara al periodista Pedro Joaqun Chamorro, el 19 de enero de 1978, se precipitaron las acciones que acabaran en el triunfo de la Revolu-cin: el 22 de enero se lleva a cabo una huelga general de una semana en Ma-saya y el 22 de agosto el FSLN toma el Palacio Nacional canjeando a pol-ticos retenidos al tiempo que exhibe una gran capacidad orgnica.

    A cinco mil ascienden las vctimas del somozismo durante el segundo se-mestre de 1978. Sin embargo, a partir de marzo de 1979, en la regin norte, comienza la Gran ofensiva final que acabar con la huida del dictador el 17 de julio y la toma de Managua por los sandinistas dos das ms tarde, dando triunfo a la Revolucin.

    En vsperas de un nuevo aniversa-rio de una de las revoluciones socia-les ms importantes de nuestra Am-rica, nos reunimos con el Embajador de Nicaragua en Bolivia, Elas Cheves, para conversar sobre el actual gobier-no de Daniel Ortega.

    Carlos Moldiz (CM).- A 36 aos del triunfo de la Revolucin Sandinis-ta, qu significado adquiere esa gesta? Qu logros ha tenido el ac-tual gobierno del presidente Da-niel Ortega?Elas Cheves (EC).- La revolucin sandinista es para nosotros el triunfo de la esperanza. Nos toc librar una guerra por casi 50 aos, que incluy la lucha contra la dictadura somocista que impuso EE.UU. Sandino es para nosotros el lder nacional que resume las ansias de libertad y paz de un pas democrtico.

    Recordemos que triunfamos el 19 de julio de 1979. Lo primero que hi-cimos fue ensear al pueblo a leer y escribir, donde participaron casi 100 mil jvenes. Lo que queramos en es-ta campaa de alfabetizacin, en me-

    La gente tiene mucha esperanza en el futuroCarLos MoLdiz

    Nos organizamos en un modelo que llamamos Democracia Directa o Pueblo

    Presidente y permite la ms amplia participacin de la poblacin en polticas

    de salud, educacin, etc.

    dio de una guerra contra los marines de EE.UU. y los contras, era que los jvenes estuvieran en contacto con la realidad de los campesinos.

    Tenamos un porcentaje muy al-to de analfabetismo, que rondaba ca-si por el 69% de la poblacin en edad de saber leer y escribir. Luego hubo un retroceso durante los gobiernos neoli-berales de los aos 90s, por lo que tu-vimos que empezar nuevamente. Pa-ra cuando llegamos al gobierno con el comandante Daniel Ortega el analfa-betismo rondaba el 30% de la pobla-cin, ahora la hemos reducido al 3%.

    El cambio estaba basado en la recu-peracin de los derechos. La constitu-cin que nos dej Sandino priorizaba como derechos a la salud y a la educa-cin. Durante los 16 aos de gobier-nos neoliberales se privatizaron estos servicios, como casi todo. Nosotros, a partir de 2007, nos propusimos re-cuperar esos servicios y ahora nuestra poblacin goza de salud y educacin gratuita. Estos servicios no han mejo-

    rado solamente en cantidad sino que tambin en calidad.

    Estos logros son reconocidos por la OPS y la OMS. Organismos inter-nacionales que reconocen los logros de Nicaragua, no solamente nuestro go-bierno. Luego, la lucha contra el ham-bre y la desnutricin, donde tambin se lograron cambios trascendentales.

    Adems, tambin estn las me-tas del milenio. En consonancia con los organismos internacionales que se propusieron reducir la pobreza y la ex-trema pobreza, se avanz para cumplir con estos objetivos. Y esto tomando en cuenta la economa que nosotros tenemos, que nos oblig a adminis-trarlos con mucha eficiencia.

    CM.- Qu programas sociales im-pulsa hoy la revolucin?EC.- En Nicaragua tenemos alrede-dor de 34 programas sociales, de los cuales los ms emblemticos son Usu-ra Cero y Hambre Cero. Son progra-mas que impactan en lo ms sensible

    de los ms humildes de Nicaragua.Hambre Cero est dirigido a la po-

    blacin rural de Nicaragua. Usura Ce-ro est dirigida a la poblacin urbana. Este programa es para que una perso-na, una mujer, por ejemplo, que quiera ser emprendedora, se le facilita crdito para impulsar su negocio. Esto incluye capacitacin para la administracin de estos recursos.

    En Hambre Cero se le entrega a la mujer ganado vacuno y aves, para que ellas puedan auto sostenerse. Produ-cen leche, huevo, carne, etc. Con esto se redujo la desnutricin crnica, que es un mal endgeno en Latinoamrica. Pero tambin se logr tener resultados en el mbito productivo, es decir, tam-bin producen para comerciar con es-tos productos.

    Luego tenemos otros programas como Calles para el Pueblo, Techos para el Pueblo. Estos programas im-pactan en la economa de los nicara-genses.

    CM.- En qu consiste el modelo de Democracia Directa o Pue-blo Presidente?EC.- Nosotros nos organizamos en un modelo que llamamos Democracia Directa o Pueblo Presidente, que con-siste en la ms amplia participacin de la poblacin, del pueblo, en polticas que luego se ven reflejadas en la sa-lud, la economa, la educacin, la se-guridad ciudadana, etc.

    Por ejemplo, el modelo de seguri-dad ciudadana, con el modelo familiar y comunitario, ha permitido que entre todos los pases de Latinoamrica, Ni-caragua tenga el modelo ms seguro, pues est en 5to lugar de la regin co-mo el pas ms seguro, y el primero en Centroamrica, que tiene las tasas de criminalidad ms altas del continen-te. El secreto es que este modelo no es coercitivo, sino inclusivo, sobre to-do con los jvenes, que terminan aso-cindose con el Estado para comba-tir el crimen.

    Ahora, una encuesta muy recien-te de una empresa encuestadora lla-mada MyR, seala que los programas impulsados por el presidente Orte-ga tienen un nivel de reconocimiento por encima del 70%, lo que constitu-ye una aprobacin muy alta. Esto es ms meritorio en nuestro caso, pues-to que hemos logrado estos avances, luego de casi 16 aos de neoliberalis-mo, en apenas la mitad de este tiempo ocho aos y con uno de los presu-puestos ms bajos del continente. No todo se puede resolver en ocho aos, pero los logros del gobierno son muy importantes en trminos de su impac-to en el combate a la pobreza.

    Contina en la siguiente pgina

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    [ o t r o m u n d o e s p o s i b l e ]Entonces, la gente tiene mucha es-

    peranza en el futuro. Estas encuestado-ras no son del gobierno, sino interna-cionales y con una reputacin muy alta.

    CM.- Qu otros proyectos o secto-res productivos desarrollan?EC.- En turismo hemos incrementado las visitas por encima de 300 mil perso-nas en 2006, en tiempos neoliberales, a ms de milln y medio de personas es-te ao. Esto es reconocido por revistas especializadas en temas de turismo, que afirman que influye el clima de seguri-dad que se ha construido, sumada a la belleza de nuestra tierra. Se trata, ade-ms, de un turismo muy barato.

    En cuento a infraestructura, esta-mos construyendo carreteras dirigidas a las zonas productivas. En energa, en 2007 el pas sufra de apagones de hasta catorce horas diarias. En el primer ao de Daniel Ortega se resolvi este pro-blema y hoy se avanza en el cambio de la matriz energtica, con produccin de energa alternativa. Para el 2018, dejare-mos de consumir petrleo en un 90% para la produccin de energa. Tene-mos proyectos de produccin de ener-ga elica, energa volcnica, hidrulica, esto ltimo con Brasil.

    Otro proyecto muy importante es el Canal Biocenico. Este sueo his-trico de los nicaragenses, nos per-mitir crecer ms de un 5% anual, has-ta posiblemente alcanzar el 10%, con sus efectos positivos en la lucha con-tra la pobreza.

    Este proyecto canalero se desarro-lla con una empresa China HKND, aprobada por nuestro legislativo. Su construccin ser en cinco aos. Los escepticismos sobre este proyecto vie-nen sobre todo de algunos ecologistas puesto que se atravesar un lago. Leo-nardo Boff, que se reuni con nuestro presidente, recomend hacer el canal, dado que este lago ya estaba contami-nado desde los tiempos de Somoza.

    CM.- Que nos puede decir de la reeleccin indefinida del Ejecutivo en Nicaragua? No les preocupa que en el futuro este mecanismo beneficie a candidatos de derecha?EC.- La Constitucin Original nues-tra permite la reeleccin indefinida. Esto fue reformado por los gobiernos neoliberales. Nosotros retomamos la idea original de reeleccin indefinida, adems de suprimir la segunda vuelta, puesto que son millones de dlares los que se gastan en este juego y nuestras economas no pueden darse el lujo de gastar dinero en ello.

    Las encuestas nos colocan con un 52% de respaldo a nuestra ges-tin, mientras que todos los partidos de oposicin se distribuyen apenas un 9%. Ms del 69% de la poblacin piensa que la oposicin no tiene pro-puestas. Esto nos permite afirmar que la poblacin endorsa nuestra ges-tin y desea una continuidad. As que nuestra principal preocupacin no es la oposicin, puesto que sus dirigen-tes, al igual que Latinoamrica, siguen

    Los programas impulsados por el presidente Ortega tienen un nivel de reconocimiento

    por encima del 70%

    pensando como en los aos 90s. En-tonces, a diferencia de los gobiernos progresistas, no reconocen la necesi-dad de una Latinoamrica unida.

    Lo que buscamos es que nuestro pueblo tenga salud de calidad, educa-cin e calidad, sin hambre, sin des-nutricin, con seguridad. Esas son las preocupaciones que estn en el cen-tro nuestro.

    CM.- Cmo se vislumbra el esce-nario electoral para las presiden-ciales del 2016?

    El presidente Ortega le ha dado fuerza y voluntad poltica a los jve-nes, para que asuman su responsa-bilidad histrica, en todas las reas, desde educacin y medio ambiente, deporte, etc. Ellos tienen un ministe-rio de Salud y Deporte, que es dirigi-do por un joven.

    Tambin hay avances en la protec-cin de los derechos de la mujer, pues es sta la que hereda la tierra, para que no sea vulnerable frente a su marido o a su pareja. Esto tiene por objetivo proteger a la familia.

    Asimismo, hemos desarrollado polticas de proteccin a los indge-nas, devolviendo los derechos a los pueblos indgenas, a quienes se les ha distribuido 27 mil km2 de tierra, de 130 mil km2 que tiene en total el pas. As, la labor que se ha propues-to el presidente Ortega es devolver a la gente lo que tiene por derecho. Y por ello, nosotros no nos preocupa-mos por la oposicin.

    CM.- Cmo evalan las relaciones diplomticas con el gobierno ruso y el gobierno chino?EC.- En el caso de Rusia, nosotros hemos tenido una relacin histri-ca muy fraterna y solidaria. Carlos Fonseca, uno de los fundadores del Frente Sandinista, estuvo en Mos-c durante los 70s. Hasta los 80s la relacin era sostenida y muy cerca-na. Esto fue interrumpido duran-te los gobiernos neoliberales en los 90s, pero a partir de 2007 se volvie-ron a estrechar lazos muy slidos de cooperacin en diferentes reas. Una de ellas, las donaciones de tri-go, por ejemplo, nos ayudan bastan-te con el tema de la alimentacin de nuestra poblacin, para la fabrica-cin de pan.

    En temas de defensa, hay un pro-yecto que involucra el uso de satlites que fortalece nuestro Estado. Tan-to as, que el presidente ruso, Vladi-mir Putin, estuvo en Nicaragua hace poco, donde tuvo un encuentro con nuestro presidente Ortega. Tambin estuvieron de visita su canciller, Ser-guei Lavrov, adems de su ministro de Defensa.

    Otro sector en el que recibimos cooperacin es en la lucha contra el narcotrfico, donde ha habido avances muy significativos.

    Con el gobierno chino nosotros no tenemos relaciones diplomti-cas, pero los respetamos mucho, de igual manera que ellos respetan nues-tro Estado. En lo personal, creo que nuestras relaciones tendrn que for-malizarse tarde o temprano. Mientras tanto, nuestras relaciones comerciales son muy fluidas e incluyen empresa-rios nuestros.

    Ahora, nosotros sabemos del papel de China en la geopoltica internacio-nal y su rol en el equilibrio mundial. Reconocemos su aporte a Latinoam-rica con el banco de los BRICS. En fin, estamos muy conscientes del pa-pel de China en el mundo.

    EC.- Nosotros tenemos elecciones el prximo ao. La oposicin no re-presenta una opcin, luego de la ex-periencia neoliberal de los 90s, donde vendi sueos al pueblo nicaragense. Sostenan que la privatizacin mejora-ra la calidad de vida y todo lo que hi-zo fue llenar de productos los centros

    comerciales, mientras la gente no te-na dinero, salud, educacin, ni siquie-ra desayuno escolar. Actualmente, el gobierno brinda todos estos servicios. Y aunque los salarios no son muy al-tos, esta situacin se compensa con los subsidios que tenemos y que van desde el transporte hasta la alimenta-cin y el consumo de energa.

    Finalmente, para lograr contar con el voto de la gente, nosotros espera-mos que se valore lo que el gobierno de Ortega les garantiza. Lo que garan-tiza a los jvenes, que durante los 70s

    no tenan ni siquiera segura la vida. En esos tiempos un joven luchaba por su vida. Hoy ya no, la preocupacin del joven es otra, puesto que vive en paz, libertad y democracia, y cuenta con la posibilidad de emprender estudios universitarios, de recrearse, de partici-par y construir.

  • del 19 al 25 de julio de 2015 www.la-epoca.com.bo | la poca | 5

    Velando por el cumplimiento del Tratado de 1904

    EMPRESA ESTRATGICA DEL ESTADO 24 hrs/365 d

  • 6 | la poca | www.la-epoca.com.bo del 19 al 25 de julio de 2015

    El ex presidente de la extinta Corte Na-cional Electoral de Bolivia, autor de co-nocidos trabajos en los mbitos de la comunicacin, la democracia y la inter-culturalidad, vocal del recientemente electo Tribu-nal Supremo Electoral (TSE), contest a las pregun-tas de La poca sobre los retos que debe encarar el nuevo TSE y sobre la necesidad de profundizar la democracia intercultural en Bolivia.

    La poca (LE).- Qu rgano Electoral Plu-rinacional merecen los bolivianos y las bolivia-nas, Dr. Exeni?Jos Luis Exeni (JE).- Las y los bolivianos mere-cen un rgano Electoral Plurinacional que sea fuer-te, autnomo e independiente, en igual jerarqua con los otros rganos del poder pblico como estable-ce la Constitucin, es decir, que tenga una verdadera estructura de rgano del Estado, lo que no ha ocu-rrido en los ltimos y dilapidados cinco aos.

    El gran desafo en este momento es constituir es-te rgano electoral para que desde esta institucio-nalidad se pueda, por supuesto, administrar proce-sos electorales plurales, transparentes, competitivos, tcnicamente impecables, pero sobre todo llegar a asumir ese horizonte democrtico que nos hemos trazado como pas: el de la democracia intercultural.

    Necesitamos un rgano que sea capaz de impul-sar las diferentes concepciones y prcticas democr-ticas que existen en el pas en relaciones de comple-mentariedad entre ellas. Si logramos hacer todo esto creo que habremos dado un gran salto, no slo en trminos de construccin institucional, sino en tr-minos de demodiversidad, de ejercicio y de prcti-ca democrtica.

    LE.- Cules son los principales retos que debe asumir el reciente reconformado Tribunal Su-premo Electoral?JE.- Existen varios retos en diferentes niveles. Un re-to de corto plazo tiene que ver con recuperar la con-fianza ciudadana en la institucionalidad electoral que, como resultado de la crisis terminal a la que se ha lle-gado con el anterior tribunal, hoy est muy daada.

    Tenemos que empezar por recuperar esa confian-za, esa legitimidad, esa fortaleza institucional. Ello implica tomar acciones institucionales de corto pla-zo como el fortalecimiento del Servicio de Registro Cvico (SERECI) que es uno de los ejes clave del tri-bunal. En ese mbito se plantea la necesidad de ha-cer una auditora integral al padrn electoral para te-ner un padrn impecable para los futuros procesos democrticos.

    El otro eje central es el Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrtico (SIFDE), rea que es-t bajo mi responsabilidad, que prcticamente debe ser reconstituida por estar desmantelada. Es funda-mental porque es esta entidad la que tiene la respon-sabilidad de impulsar la democracia intercultural.

    Otros retos estn vinculados con impulsar un proceso de reforma normativa, por supuesto con un amplio debate y una amplia consulta, que haga algu-nos ajustes puntuales en la Ley del Rgimen Elec-toral, en la Ley del rgano Electoral Plurinacional, en la Ley Marco de Autonomas, y se consolide una norma que est pendiente pese a que hay dos pro-yectos de ley, que es la Ley de Organizaciones Pol-ticas que sustituira a la Ley de Partidos Polticos de 1999, totalmente rezagada respecto al proceso cons-

    Luchar por el fortalecimiento de la democracia intercultural

    rider Jess MoLLinedo / Foto: eL diario

    [ r u m b o d e l c a m b i o ]

    Necesitamos un rgano que sea capaz de impulsar las diferentes concepciones y

    prcticas democrticas que existen en el pas

    tituyente y postconstituyente, y a la Ley de Agrupa-ciones Ciudadanas y Pueblos Indgenas de 2004.

    LE.- Qu tareas hay que cumplir en lo inme-diato?JE.- En el corto plazo tenemos convocado por Ley un referendo, el del 20 de septiembre, inaugural de la era de los estatutos autonmicos y cartas orgni-cas. Es muy importante en trminos del componen-te autonmico del Estado, pero tambin del compo-nente plurinacional porque incluye referendo para dos autonomas indgenas.

    Tenemos que garantizar que este referendo, que se desarrollar en seis departamentos, se d tcnica-mente impecable en relacin al padrn, al sistema de cmputo, a la capacitacin de jurados, a la informa-cin pblica. Ah es importante que como tribunal demos una muestra de eficiencia en la administracin del proceso pero que a su vez ste sirva para gene-rar espacios de discusin sobre las diferentes formas de democracia que existen en el pas, sobre los dife-rentes niveles de organizacin territorial del Estado y de manera concreta lograr que la ciudadana participe con un voto informado y no con un voto consigna. Ello slo se va lograr a travs de una difusin amplia de los estatutos por los cuales se votar y con la gene-racin de espacios en los cuales se discuta estas mi-ni constituciones para los departamentos, cartas or-gnicas para los municipios y estatutos de autonoma indgena para las autonomas indgenas.

    Necesitamos hacer una gran reingeniera institucio-nal porque hemos visto serios problemas en trminos de la estructura organizativa del mismo tribunal.

    Finalmente necesitamos que este golpe de legitimi-dad y de fortalecimiento que ha llegado ahora al TSE, con los nuevos vocales, tambin llegue a los tribuna-les electorales departamentales. Para eso vamos a par-tir con un diagnstico de cada uno de los tribunales electorales para ver sus capacidades, fortalezas y debi-lidades. Ya tenemos prevista para la prxima semana una primera reunin nacional con todos ellos.

    Entonces, tenemos todo un paquete de medidas estructurales, institucionales, normativas y de admi-nistracin de procesos que ejecutaremos paralela-mente ya que no tenemos ni un segundo que perder en este desafo que hemos asumido.

    LE.- Cul fue el principal error del anterior Tribunal Supremo Electoral?JE.- Si hubiera que identificar algunos errores, los dos fundamentales son: primero, que nunca llega-ron a asumirse como un rgano del poder pblico sino que siguieron siendo la ex Corte Nacional Elec-toral, no logrando garantizar su autonoma e inde-pendencia en relacin a los otros rganos del poder pblico. Segundo, creyeron que este rgano segua teniendo la responsabilidad nica y exclusiva de or-ganizar elecciones.

    No entendieron que el objetivo democrtico en el pas es una democracia intercultural. Es decir, ir ms all de procesos electorales y pensar en impul-sar la democracia directa, la democracia participati-va, las democracias comunitarias, en plural, porque son varias y diversas.

    No queremos lamentarnos en los errores del pasa-do pero s asumirlos como aprendizajes, sobre todo como desafos de manera colegiada en la sala plena.

    LE.- En qu estado considera que se encuen-tra la democracia intercultural en Bolivia?JE.- Mi impresin, como resultado de los acerca-mientos y estudios que pude hacer, es que a ms de seis aos de la aprobacin de nueva Constitucin todava no hemos logrado ni siquiera asentar la idea de lo que es una democracia intercultural en el pas.

    La democracia intercultural existe bsicamente como un horizonte normativo que ha sido defini-do en la Ley del Rgimen Electoral. Existe como una muy buena idea, pero que no est inserta ni en la ciudadana, ni en las organizaciones polticas, ni en los rganos del poder pblico, ni en las organiza-ciones sociales.

    No se puede hablar de democracia intercultural sino se habla al mismo tiempo de los otros com-ponentes del nuevo modelo de Estado que son la plurinacionalidad, el pluralismo jurdico, el horizon-te que nos hemos trazado en trminos de vivir bien o buenos vivires en plural. En este momento es-tamos en una fase inicial de este horizonte llamado democracia intercultural.

    El desafo es generar espacios de conocimien-to, de reconocimiento de saberes y prcticas demo-crticas y, por supuesto, de espacios pblicos don-de se empiece a discutir de forma seria qu significa apuntalar un horizonte de democracia intercultural, qu significa asumir que en Bolivia tenemos diferen-tes concepciones y prcticas democrticas. No hay un modelo nico, hegemnico, si no hay diferentes concepciones que estn en interaccin y en algunos casos en disputa.

    La Paz, julio 15 de 2015

  • del 19 al 25 de julio de 2015 www.la-epoca.com.bo | la poca | 7

    El Presidente Evo Morales y la Ministra de Salud, Ariana Campero Nava, entregaron 164 ambulancias de terapia intensiva adulto-neonatal y de atencin odontolgica mvil a los 87 municipios de La Paz con una inversin de 102,3 millones de bolivianos.

    AMBULANCIASparaLa Paz

    En el 206 aniversario de la gesta libertaria

  • 8 | la poca | www.la-epoca.com.bo del 19 al 25 de julio de 2015

    [ r u m b o d e l c a m b i o ]

    Durante las ltimas semanas hemos in-tentado esbozar una radiografa del sec-tor salud, lo ms esquemtica y accesi-ble que sea posible, con la finalidad de hacer un intento por comprender todas las facetas de este complicado pero importante sector del Es-tado boliviano.

    Hemos analizado la salud desde su evolucin los ltimos treinta aos y explicado por qu, a pesar de tantas medidas positivas que el actual gobierno ha implementado, an hay una deuda social en mate-ria sanitaria que no se acaba de pagar. Eso hace que la percepcin del ciudadano (a) de a pie crea que el sector salud es dbil, porque no logra cubrir sus ne-cesidades ms bsicas en materia de cobertura y pre-vencin de enfermedades.

    Tambin se ha identificado cules son los facto-res principales que, a nuestro juicio, inciden para que en el sector no se logre el cambio esperado y que ur-gen la toma de decisiones.

    Adems hemos realizado un anlisis sobre el sig-nificado de las autonomas y la descentralizacin co-mo solucin para los problemas de salud y cmo es-tas medidas, que fueron consideradas desde los aos 90, an no acaban de aterrizar en la mente y las ac-ciones de las autoridades locales y gubernamentales, razn por la que permanentemente vivimos a horca-jadas entre dos caballos: el centralismo vertical y una autonoma que no acaba de nacer con vuelo propio. Igualmente se intent demostrar la diferencia de en-foques entre el Estado neoliberal, que solo quera li-brarse del gasto social, y el Estado plurinacional, que asume la salud como un derecho humano y considera una obligacin, su administracin y control.

    Volver a mencionar todo esto aqu es innecesario ya que consideramos que es mucho ms propositivo concentrarnos en esquematizar un conjunto de ideas que deben ser parte de la mnima agenda necesaria para lograr el cambio estructural y real del sector.

    Partimos de dos conceptos fundamentales: el pri-mero, que la salud es un derecho humano funda-mental, que debe ser garantizada por el Estado a travs del Ministerio de Salud. Segundo, la plena vi-gencia de la poltica de salud familiar comunitaria e intercultural (SAFCI).

    Fijamos como nuestra meta la implementacin de la cobertura universal del Seguro Pblico de Sa-lud, que deber ser por etapas sucesivas, garantizan-do un conjunto de prestaciones mnimas basadas en el perfil epidemiolgico predominante y las necesi-dades de la poblacin a nivel regional.

    Para construir esta visin planteamos:

    Tareas de corto plazo Recuperar la rectora del Ministerio de Salud so-

    bre el sector: Para ello es necesario que el Siste-ma de Salud tenga una sola cabeza tcnica-po-ltica: Los Servicios Departamentales de Salud deben tener nuevamente una dependencia di-recta del nivel central y no de las gobernaciones. Es este el monstruo de dos cabezas que ha ve-nido entorpeciendo y frenando las acciones de manera sistemtica.

    Evaluar conjuntamente con los actores (gober-naciones y municipios) los alcances de la Ley 031 1 y la factibilidad de su aplicacin con to-dos los involucrados; el resultado principal que se esperara de este encuentro es generar un es-

    Salud para todos:Un plan para la toma de decisiones

    dra. Mara boLivia rothe Caba* / dr. rubn CoLque MoLLo**

    Se requiere una acreditacin seria y sostenida de los servicios de salud para

    que estos cumplan con las necesidades del pas

    cenario de mayor coordinacin, y un plan de accin que permita optimizar el uso de los re-cursos, con el fortalecimiento de las redes de atencin de salud.

    El Ministerio de Economa y Finanzas debe en-tender que si el gasto corriente del Ministerio de Salud, especialmente aquel referido a su funcio-namiento y a garantizar una planilla estable y ade-cuada de recursos humanos, calificados y capaci-tados, no se define y se asegura, ninguna accin, por ms heroica que se emprenda, tendr validez. Como lo dijimos en el primer artculo, el recurso humano calificado del sector es sumamente va-lioso y reemplazarlo no es fcil; a veces se necesi-tan aos para formar un buen tcnico sanitario.

    Se deben desarrollar procesos de capacitacin en la aplicacin normativa tanto para el nivel de-partamental como municipal, para me-jorar la ejecucin presupuestaria.

    Urge un plan de apoyo a la gestin hospitalaria de III Nivel: Proce-sos de manejo de emergencias y referencia de pacientes. Se debe priorizar los hospitales de III ni-vel para desarrollar un plan de mo-dernizacin del equipamiento.

    Tambin es necesario planificar el equipamiento de establecimien-tos de salud de I, II y III nivel, designando un porcentaje de los remanentes de los seguros pbli-cos, crear un Fondo de Emergen-cia para que el Estado modernice el equipamiento y la infraestructura.

    Es urgente el fortalecimiento de la gestin municipal de salud: La ges-tin municipal de los servicios de sa-lud es clave para mejorar la calidad de la prestacin de los servicios de salud; es urgente la coordinacin sistemti-ca y sostenida con el gobierno central para el establecimiento de una plani-ficacin integral y multidisciplinaria a nivel municipal que permita asegurar la gestin territorial en salud y la adecuada gestin de los recursos e infraestructura. Se incluyen aqu los estudios sobre necesidades y perfil del recurso humano en salud.

    Creacin de un fondo especial para Enferme-dades Crnicas no Transmisibles. Como fuen-te de financiamiento se propone la divisin del Fondo Solidario Nacional que, a la fecha, no se ejecuta en su totalidad. Paralelamente se debe-r concluir con los estudios de factibilidad para definir el nmero y ubicacin de la construccin de hospitales de IV nivel y su respectivo equipa-miento y dotacin de personal.

    Se debe prestar atencin especial a mejorar la calidad de atencin y la gestin hospitalaria, tan-to a nivel pblico como de la seguridad social. Las condiciones bsicas para asegura la calidad en salud pasan imprescindiblemente por una formacin continua del personal y el manteni-miento adecuados y oportuno de los servicios de salud, as como un plan regulado para la do-tacin de establecimientos de salud que estn al alcance de todos las y los ciudadanos.

    Una tarea pendiente y que es urgente es la imple-mentacin del Seguro Universal de Salud. Este deber ser el producto final de una serie de planes y programas destinados a definir el nmero y na-turaleza de las prestaciones; definir los grupos eta-rios a los que se dirigir el Seguro con la finalidad de no duplicar esfuerzos, y una instancia de coor-dinacin a nivel nacional que sea la encargada de aglutinar a todos los actores, de manera de cons-truir una normativa que refleje las necesidades y la problemtica y la estrategia a seguir. El sector sa-lud debe ser manejado con criterio multidiscipli-nario para el logro de la salud como un derecho humano, condicin sine qua non del Vivir Bien.

    Desarrollar acciones de prevencin, serias y sos-tenibles, para enfermedades transmisibles. El Ministerio debe dejar de actuar como un bom-

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    El enfoque de intervencin debe estar orientado a la prevencin,

    debe ser un trabajo cotidiano, no solamente cuando hay epidemias

    [ r u m b o d e l c a m b i o ]bero, apagando permanentemente incendios sa-nitarios, es decir, actuar solo cuando el dao es-t constituido. Es necesario desarrollar acciones intersectoriales que permitan realizar una inter-vencin haciendo nfasis en el control de las de-terminantes 2. Por otro lado, el enfoque de in-tervencin debe estar orientado a la prevencin, debe ser un trabajo cotidiano, no solamente cuando hay epidemias.

    Participacin Social en Salud: La fortaleza del sistema de salud siempre ha sido la movilizacin social, por lo tanto, se deben priorizar acciones conjuntas para promoverla de manera efectiva y comprometida. Los grandes sectores sociales son el pilar del actual gobierno y salud no debe-r ser la excepcin.

    El sistema de salud que queremosEl proceso organizativo del Sector Salud debe incluir:

    La primera gran tarea es el desarrollo de un mo-delo de gestin multidisciplinario y sostenible en el tiempo, utilizando herramientas modernas de gestin y gerencia. Esto tambin significa la reingeniera total de la estructura ministerial, la misma que ya no responde a la nueva visin de la salud.

    Desarrollo de un modelo de atencin coheren-te con el discurso, en redes de servicios de salud integradas y funcionales con criterios de capaci-dad resolutiva, de acuerdo a poblacin y perfil epidemiolgico, con incorporacin de la Salud Familiar Comunitaria e Intercultural.

    Sostenibilidad y aseguramiento concreto del gas-to corriente en salud, por lo menos, hasta el 2025.

    Garantizar la participacin comunitaria y con-trol social, acorde a los lineamientos de la Cons-titucin Poltica del Estado.

    Definicin de la Salud como una competencia compartida y a la vez, concurrente, con los go-biernos departamentales y municipales, para ga-rantizar que la cabeza de sector a nivel nacional sea quien implemente las polticas acordes a la necesidad de cada regin y en coordinacin di-recta con los interesados.

    Fortalecimiento de la capacidad tcnica y reso-lutiva de los servicios de salud mediante la re-organizacin del modelo de gestin, modelo de atencin e incorporacin de la Telemedicina.

    Fortalecimiento de empresas estatales para la produccin y comercializacin de medicamen-tos e insumos mdicos.

    Modernizacin del Sistema de Informacin en Salud.

    Diseo conjunto con el Sistema de la Universidad Boliviana del perfil

    del profesional en salud requerido para Bolivia, en todas sus reas y pisos ecolgicos, conforme al perfil epidemiolgico del pas.

    Implementacin del IV Nivel de Atencin: Conformar un equipo tcnico que garantice la construccin y puesta en marcha.

    Implementar una poltica de desarrollo de RR.HH. que proyecte a mediano y largo plazo la formacin de profesionales, tcnicos y especialis-tas acorde a la realidad y necesidad de la pobla-cin. Con visin de promocin y prevencin, en-fatizando la medicina comunitaria y la SAFCI.

    Formacin de especialistas en funcin a la ne-cesidad de cada regin, con rectora del Esta-do, con vocacin de servicio y conciencia social. Adems de reorientar el proyecto de la residen-cia medica SAFCI para la implementacin de la Poltica SAFCI a partir en del 1er, 2do y 3er ni-vel de atencin.

    Incremento y redistribucin equitativo de recur-sos humanos en salud entre el rea urbana y ru-ral. Adems de la generacin de incentivos para el rea rural (plan de vivienda, bono de trans-porte, formacin, otros).

    Implementar un sistema de evaluacin de desempeo del personal de salud que incluya evaluacin pe-ridica que permita

    la continuidad del recurso humano en salud en el sistema.

    Revisar los procedimientos y mecanismos del escalafn y categorizacin.

    Implementar un mecanismo de transformacin de RR.HH. del sistema antiguo al nuevo sistema de salud.

    Calificar y entrenar al personal no profesional (parteras, promotores, otros) con la visin del nuevo sistema de salud.

    Implementacin de Equipos Multidisciplinarios para el Equipo de salud (otras reas, socilogos, antroplogos).

    Desarrollar procesos de acreditacin de la for-macin de pregrado y postgrado para verificar la incorporacin de contenidos de SAFCI.

    Impulsar la investigacin cientfica mediante prcticas comunitarias e interaccin social en Salud en las universidades pblicas y privadas.

    Tareas de mediano plazoA mediano plazo se deber considerar la elaboracin participativa de una propuesta de Ley General de Sa-lud. Para esto debe concluirse la Cumbre de Salud que fue truncada por intereses personales y corporati-vos, ajenos a las necesidades primarias del sector. Esta Cumbre deber ser la punta de lanza para iniciar las ac-ciones de corto, mediano y largo plazo, de manera or-denada, consensuada y conjunta. A pesar de que no se pudo culminar este importante esfuerzo desarrollado en el ao 2013, se logr avanzar significativamente por lo menos en la concepcin terica de un sistema de sa-lud ms equitativo, ms humano y de mayor calidad.

    Otra tarea pendiente es compatibilizar las acciones planteadas lneas arriba con un plan der accin para

    la implementacin de la ley 475 3, de manera que empecemos seriamente a caminar hacia el Se-

    guro Universal de Salud, de manera ordena-da, conjunta y consensuada, con gobier-

    nos locales; no puede ser posible que la falta de rectora del Ministerio de Salud de pie a la creacin de seguros muni-cipales aislados que no lograrn jams la cobertura que se necesita. Un segu-ro municipal es, de hecho, una excelen-te iniciativa pero siempre y cuando vaya de la mano y en sintona con las polti-cas nacionales y sea capaz de ser lo su-ficientemente flexible para poder ser compatibilizado con un seguro Univer-sal a nivel nacional.

    Finalmente, se requiere una acredi-tacin seria y sostenida de los servicios de salud para que estos cumplan con las necesidades del pas, tanto a nivel territorial como de las redes.

    La salud es un asunto serio, tan se-rio como la perforacin de un pozo petrolero o el logro de una financia-cin a nivel internacional. Es una tarea donde todas las y los bolivianos debe-mos estar comprometidos, ms all de posiciones ideolgicas, porque la ni-ca ideologa vlida en salud es la de-fensa de la vida.

    * MdicaSalubrista,exjefadePlanificacindel

    Ministerio de Salud - Bolivia.** Mdico Salubrista, ex Director general de Servi-

    cios de Salud del Ministerio de Salud - Bolivia.1 Ley Marco de Autonomas y Descentralizacin2 Determinantes de la salud: Aquellos factores

    que pueden no estar directamente relacio-nados con los aspectos de salud, pero que inciden directamente en la constitucin y pre-valencia de enfermedades.

    3 Ley de Prestaciones de Salud Integral.

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    Detrs de las 26 demandas se

    encuentran intereses reaccionarios

    que tienen sus antecedentes en los famosos referendos

    autonmicos de Beni, Tarija, Pando y

    Santa Cruz

    [s]e debe avanzar hacia el federalismo, un sistema de gobierno que permitir que las re-giones dispongan de sus recursos naturales y puedan lograr beneficios econmicos que per-mitan el desarrollo de los departamentos.

    Jhonny Llally

    No hay duda, la movili-zacin potosinista tie-ne una dimensin dursi-ma con el gobierno, ello necesita una explicacin poltica y un balance de situacin que nos permita mirar los horizontes de accin entre gobierno y COMCIPO (Comit Cvi-co Potosinista).

    Y sealo a COMCIPO porque en esta estructura institucional cvica se est diseando, organizando y ejecu-tando un plan de accin que responde a dos lneas duras contra el presidente Evo Morales. La primera dirigida des-de adentro de Bolivia y que tiene su ncleo duro en Rubn Costas y Adrin Oliva, y la segunda que proviene des-de poderosos intereses trasnacionales y chilenos en torno a las aguas del Sila-la, el litio y la demanda martima.

    Cmo llegu a estas conclusio-nes? Debido a la naturaleza de mi tra-bajo, monitorear la narrativa poltica, su estructura discursiva y su trasfondo ideolgico, es una cuestin vital pa-ra entender desde cerca lo que puede ocurrir para adelante.

    Esa tcnica de lectura permite visi-bilizar horizontes tcticos y estructuras estratgicas de grupos de presin que, como en el caso presente (COMCIPO), dicen representar intereses departa-mentales, intereses histricos o simple-mente representar a la sociedad.

    Desinters poltico?Mi inters de este modelo de repre-sentacin proviene, adems, porque en el caso del comit cvico de Oru-ro el 2013 fui vctima -junto a Marcelo

    Elio- de agresiones por parte de cvi-cos que dirigidos por la Sra. Sonia Sa-avedra Dalenz, ahora expresidenta de dicho ente, quien en esos tiempos ju-r que la movilizacin (por el nombre del aeropuerto) no tena inters polti-co, aunque acab como candidata de Doria Medina (UN) y, finalmente, de UD en Oruro.

    As que la famosa frase de que los cvicos no representan intereses polticos, es la ms falsa entre las falsas.

    Los comits cvicos s repre-sentan intereses polticos y es-ta primera conclusin nos lleva a otra pregunta, si los cvicos re-presentan intereses polticos: a quines representan en realidad?

    Desde aqu conviene visua-lizar el campo poltico ya que es, en este preciso lugar, donde se encuentra el ncleo del asun-to principal, que no se refleja en la versin meditica domi-nante pues como lo han de-mostrado Erbol, Fides y P-gina Siete, su vocacin de ser un Tringulo de las Bermu-das es una constante donde cada da la verdad desaparece en medias verdades y opinio-nes con el rtulo de noticia que es, al final de cuentas, otra fal-sedad entre las falsedades a las cuales ya nos tienen acostum-brados estos grupos meditico. Solo para mencionar un gru-po sumamente interesante para el anlisis acadmico de las es-tructuras discursivas ya que no son los nicos ni los ms efica-ces por si acaso. Son categoras personificadas, como lo plan-teara el viejo Marx.

    Volviendo al asunto princi-pal, sealaba que los cvicos, en cualquier parte del pas, re-presentan intereses polticos que se camuflan como intere-ses regionales, y este oculta-miento, no es un designio divi-no, sino un hecho cultural con fuerte manejo histrico.

    En el caso de COMCIPO el inte-rs histrico se encubre de federa-lismo. Pero hagamos de cuenta que la demanda es honesta y sincera y que en verdad Potos est abandonada a su suerte. Hagamos abstraccin por un momento y vayamos a la lectura cons-titucional.

    Acerca del federalismoEn teora del derecho constitucional existe un ncleo ptreo, ese ncleo

    se llama Unitarismo, o se llama Federa-lismo. Hay otras versiones mixtas, pe-ro estas son las formas que -sin ser antagnicas- han merecido una aten-cin poltica enorme entre los acad-micos y los polticos. En el caso del Brasil, cualquier reforma constitucio-nal no puede tocar su estructura fede-

    ral, lo mismo sucede con Argentina y ni que decir de Mxico o los EE.UU. donde el federalismo ha sido produc-to de guerras intestinas feroces.

    Bolivia desde su primera constitu-cin ha cultivado el Unitarismo, tuvo una guerra por federalismo en 1899, ganaron los federalistas pero no hicie-ron federalismo.

    Qu pas? Por qu no hicieron realidad el motivo de la guerra? Por el tremendo temor a la indiada expresada en Pablo Zrate Willca que, en versin

    COMCIPO: La cara oculta de la conspiracin

    idn Moiss Chivi varGas *

    [ r u m b o d e l c a m b i o ]organizada y militar, demostr que po-da ganar guerras y lo poda hacer in-cluso al criollaje gobernante. En eso, Lucio Prez Velasco -en representa-cin de los liberales/federalistas- tuvo el acierto de mirar el horizonte hist-rico, ms all que sus contemporneos.

    El 2007, una versin remozada de federalismo fue presentada por los constituyentes de Santa Cruz ligados a los partidos conservadores. El hecho tuvo que ser estudiado desde una crti-ca al federalismo que en su versin oli-grquica, se haba mutado a Auton-mica. Sin duda era un tema espinoso, pero que fue resuelto por una versin igualitaria de autonoma en rechazo a la versin oligrquica de autonoma planteada por la Nacin Camba.

    Este recuento histrico es impor-tante porque COMCIPO retoma el modelo autonmico oligrquico/se-paratista en envase de Federalismo, encubre su rostro y anuncia guerra de posiciones.

    Por ello es que detrs de las 26 de-mandas se encuentran intereses reac-cionarios, que tienen sus antecedentes en los famosos referendos auton-micos de Beni, Tarija, Pando y Santa Cruz, donde un poco ms y ponen re-quisitos que tienen la dimensin del

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    pasaporte para entrar en esas regiones.Y es que el modelo autonmico oli-

    grquico no ha perdido su mpetu, de hecho las victorias opositoras en San-ta Cruz, Tarija y La Paz han reaviva-do la posibilidad del retorno al neo-liberalismo en modelo de gobiernos departamentales. La reciente aproba-cin del Estatuto Autonmico de San-ta Cruz, no es un hecho aislado, sino parte del conflicto, pues su contenido, al cual le daremos un tratamiento pos-terior, reproduce de modo disimulado las ambiciones neoliberales y seoria-les de los Cvicos & Terroristas, un retorno al pasado.

    Para lograrlo tienen que estructu-rar la demanda regional en formato de violencia y descontrol, contar tambin

    con aliados deseables que no visibili-cen el hecho poltico de fondo, y voce-ras eficaces, es decir, personas con la cualidad del habla que convenzan de un hecho cuando en realidad es otro.

    Detrs de la COMCIPCOCOMCIPO desde el 2013 es ese alia-do deseable pero que, adems tiene un plus: cuenta con el respaldo de intere-ses chilenos en las aguas del Silala y el litio. La demanda de federalismo, co-mo lo confiesa Jhonny Llally en nues-

    tra cita textual inicial lo dice todo, pe-ro se olvida de sealar temas centrales: Quin va a industrializar el litio? In-dustria con profesionales bolivianos o empresas extranjeras? Nacionaliza-cin o privatizacin?, esa es la cues-tin.

    Chile es actualmente la segunda po-tencia en la explotacin del litio al ni-vel mundial. Uyuni cuenta con la re-serva de litio ms grande del mundo, por ello cuando en Potos te hablan de los intereses chilenos no hay nada de fantasa en la denuncia ya que Es-tados Unidos, Corea del Norte, China y Francia se estn disputando el mer-cado mundial del litio, y en Bolivia ya Jorge Tuto Quiroga ha anunciado -en su plan de gobierno- que el litio

    tiene que ser explotado por empre-sas expertas internacionales, criterio que tambin comparte Samuel Doria Medina.

    Las aguas del Silala, por su parte, tienen que ver con la naturaleza ex-pansionista de la oligarqua chilena y su diplomacia de baja intensidad, otra pieza que no puede dejarse de lado al mirar a COMCIPO y su estructura in-visible del poder.

    Como se habr dado cuenta, amigo lector, COMCIPO es un campo de in-

    vestigacin sumamente rico en su ho-rizonte de visibilidad para entender el desarrollo de la derecha en Bolivia.

    Nada hara ms felices a las trans-nacionales que, bajo autonomas o federalismos, el pas vuelva a ser un pordiosero que pide limosna a la coo-peracin internacional para pagar aguinaldos.

    Esa es la dimensin de la conspira-cin: Costas, Oliva y Patzi en el lado de las gobernaciones, Leyes, Paz y Re-villa en el lado de los municipios, son la primera lnea de conspiracin en es-te ensayo de insurreccin federalista que se ha bautizado en La Paz, bajo el padrinazgo de Revilla y Patzi. Y que, no por casualidad, recibe el apoyo de Samuel Doria Medina, que se atreve

    a hablar de una fbrica de ce-mento en Potos, cuando este seor privatiz la nica Lnea Area Imperial en 1991, y en el presente no tiene ni su plata en el pas, como el mismo lo dijo: No es tonto para dejar su pla-ta en Bolivia.

    El tiempo electoral ha pasa-do, los cantos de sirena de los opositores no nos pueden en-gaar, no podemos pensar en que la derecha pueda naciona-lizarse y hacer patria; toda de-recha de un pas que proviene de una pesada herencia colo-nial est condenada a rendir-se ante el poder de las transna-cionales y el imperialismo, es su condicin congnita, su pe-cado original.

    La derecha en Bolivia ha comenzado a moverse bajo el manto federalista, Waldemar Peralta, Presidente del Comi-t Cvico de Tarija, ha anuncia-do que este departamento ser federalista el 2020. De dnde saca esa conclusin? Bajo qu argumentos sostiene su pro-puesta?

    Las trasnacionales con sus amigos cvicos, polticos de de-recha, tienen en la mira el pe-trleo blanco y el gas boliviano, aqu su contradiccin principal es la nacionalizacin y la redis-tribucin de la riqueza.

    Chile necesita del litio boli-viano, pero un litio en manos de transnacionales pues en el vecino pas las ganancias son transnacionales o, como dira Galeano, unos tienen la vaca otros toman la leche.

    As que no nos engaemos con la gente de pueblo reclamando reivindi-caciones regionales, son gente ilusa o pagada. No nos engaemos con la ca-pacidad de movilizacin en la ciudad de Potos, hoy sabemos que los 40 municipios pertenecientes a 16 pro-vincias de ese departamento no reci-bieron siquiera una consulta para el pliego petitorio de COMCIPO.

    El expediente fcil que pasa por la descalificacin pone en evidencia la estrategia cvica de COMCIPO, movi-

    lizacin para generar inflacin ideol-gica antigubernamental.

    De manualLa mentira como mtodo, el cinismo y el desprecio como ejes de empode-ramiento, la mediatizacin como es-tructura de poder comunicacional, y la violencia como accin callejera no son nuevas, las vimos ya el 2006, 2007, 2008 y 2009, son componen-tes de un manual de conspiracin que responde, lo repetimos, a intereses econmicos transnacionales con ma-nos chilenas, a las formas organizati-vas de la nacin camba y la oligarqua seorial separatista.

    En resumen:

    a. La oligarqua camba (que une a la derecha vendepatria) necesita de modo urgente aliados para ha-cer avanzar su estatuto inconstitu-cional y cree que la movilizacin federalista es el mejor escenario para revertir el poder poltico de Evo y el MAS, a la vez que piensa revertir la nacionalizacin como modelo econmico nacional y po-ner en mesa de debate su modelo autonmico oligrquico seorial.

    b. Las transnacionales del litio que tienen poder en Chile ven a Uyu-ni como fuente de mayor rique-za y requieren aliados que pue-dan debilitar la nacionalizacin y la industrializacin impulsada por Evo, amn de torpedear a la de-manda martima.

    c. Se vienen das de confrontacin entre el poder del pueblo y la do-minacin imperial y transnacional.

    d. La movilizacin popular es la sali-da poltica, la negociacin es la sa-lida administrativa de un conflic-to que recin est comenzando a mostrarse en su verdadera dimen-sin y que ser el modelo a seguir para dar peso y estructura interna-cional a la conspiracin transna-cional que tiene en Caracas y Gua-yaquil sus terrenos ms frtiles en ejercicios paramilitares y en Bue-nos Aires y Brasilia sus ensayos le-gales de golpes suaves.

    Finalmente, la poltica es la guerra continuada por otros medios, y en el caso presente es una guerra entre el viejo modelo neoliberal, seorial, ra-cista y mendigo con un Estado Plu-rinacional digno que tiene en la na-cionalizacin y la redistribucin de la riqueza su modelo poltico que ya se ha convertido en materia de exporta-cin mundial.

    A la hora en que hago el envo del documento los mineros que vienen de Potos iniciaron la escalada de vio-lencia que es la parte dura del plan de conspiracin.

    Bolivia, pero principalmente Potos y La Paz, estn siendo vctimas de una aventura chilenfila y neoliberal, otra obra ms de los vendepatrias

    * Abogado.

    [ r u m b o d e l c a m b i o ]

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    Los problemas que se vienen la Universidad Mayor de San Simn (UMSS) no deben ser vistos como con algo parti-cular a dicha universidad. Digo pro-blemas, pues no solo se trata de que no se estn pasando clases desde hace tres meses o la forma que se trata de titularizar a determinados docentes. Lo que est pasando en Cochabamba debera llevarnos a ver crticamente lo que pasa con las universidades pbli-cas en la actualidad.

    En Bolivia, las universidades pbli-cas tienen un bajo perfil. No se han visto, como suceda hace varios aos atrs, las marchas por el presupues-to universitario; tampoco se sabe de actividades descollantes en trminos acadmicos. En La Paz, el canal de la UMSA, en cuanto a programacin, elaboracin de los materiales, etc., es la muestra de que es casi nula la rela-cin entre conocimiento acadmico y las actividades prcticas.

    Las entradas folklricas son lo que ms sobresale de las universidades p-blicas, algo que ha sido remedado por las privadas. Se dice como pretexto que se trata de rescatar o preservar la cultura, sin embargo las mismas ma-nifestaciones se pueden ver a lo lar-go del ao en barrios, fiestas religio-sas, pueblos, etc. Vale la pena que los universitarios pierdan el tiempo resca-tando o preservando cosas que no ne-cesitan de la u para estar vigentes?

    Una de las forma ms usuales y groseras de escudarse ante las crti-cas, por parte de autoridades univer-sitarias, es la que apela a la autonoma universitaria. Se usa esa autonoma co-mo diciendo: hago lo que quiero y no rindo cuentas a nadie. Pero, cmo funciona en realidad esta autonoma? La u tiene la potestad de definir sus contenidos acadmicos, la forma de usar los recursos que recibe y de elegir a sus autoridades, todo ello de la mano de el cogobierno docente estudiantil.

    Suena bien una autonoma de ese tipo. Sin embargo, habra que pregun-tase hasta qu punto las universidades estn acadmicamente a la altura de los conocimientos que se desarrollan a nivel mundial o cmo se usan los re-cursos econmicos que recibe del Es-tado. Estos dos aspectos tienen que ver con el funcionamiento poltico de la autonoma al interior de las univer-sidades, pues formalmente son docen-tes y estudiantes quienes tienen en sus manos la definicin de sus contenidos acadmicos y del destino de sus recur-sos econmicos.

    La deficiente forma en que funcio-na la ciudadana universitaria condi-ciona que la u est estancada acad-micamente y que maneje sus recursos sin que se sepa a ciencia cierta en que se gastan. A ello se suma el hecho de que se da un voto ponderado como parte de la democracia universita-ria. Es decir que el voto de un docente vale ms que el de varios estudiantes.

    Pero adems existe una baja participa-cin estudiantil en procesos electora-les, la cual bordea el 10 %, lo que per-mite que grupos especficos saquen ventaja y acomoden a sus amigos en cargos y ctedras.

    Siendo que estamos en el tiem-po del internet y las redes sociales, es ilustrativo que en la UMSA, por ejem-plo, estas herramientas son poco usa-das por la institucin, mostrando con ello lo anacrnico de su situacin y no solo en su vida poltica. Uno pue-de ir la biblioteca central y encontrarse con un papel colado que dice cerra-do por, cuando bien poda hacer-se este tipo de avisos por internet. El solo hecho de tener un canal universi-tario que informa casi circunstancial-mente lo que hace la u muestra un claro desinters por brindar informa-cin de lo que pasa en la u.

    * Comunicador social y miembro del Movimien-to Indianista Katarista (MINKA).

    a mano alzadaCarlos Macusaya *

    La u en Bolivia

    La ltima semana ha dado vueltas la pregun-ta: Francisco es revolucionario? Tratando de interpretar como comunista o progre-sista el discurso del Papa. Hay que plantear la pregunta de fondo: somos las organizaciones so-ciales revolucionarias? Esto debera ser lo que nos ocupe, ms despus del 2do Encuentro Mundial de Movimientos Populares realizado en medio o como parte de la llegada del Papa.

    Hay que tener claro que Francisco no es la Igle-sia Catlica, que sta es una institucin patriarcal je-rrquica que vive de la pobreza del mundo y no es ni ser revolucionaria, en el encuentro se exigi que devuelvan las tierras ociosas al pueblo, punto no in-cluido en el declogo que lleg al Papa y al Presi-dente.

    A riesgo de ingenuidad podemos decir que los discursos de Francisco fueron profundos, sobre un sistema de exclusin y explotacin, pero quedan co-mo las intenciones que se dicen en la misa, de ah a que se conviertan en realidad hay un largo trecho. Francisco convoc a cuidar a la madre tierra, habl de no mentir, no robar y no ser flojo, pero eso lo vienen diciendo y haciendo ancestralmente los pue-blos originarios, atribuirle a l esta claridad sera una actitud colonial. No obstante, dado el caso que fue-

    ra revolucionario dejar pues la Iglesia y se sumar a alguna de las organizaciones del proceso de cambio, tal vez a la de trabajadores por cuenta propia y apor-tar desde las bases sin pretender ser gua ni van-guardia, eso sera revolucionario o no?

    La pregunta importante: somos las organizacio-nes sociales revolucionarias? El encuentro de mo-vimientos populares nos deja ideas para ir respon-dindonos: 1. Frente a las 3Ts: techo, tierra y trabajo, se compartieron luchas, haba mucha informacin, mucha chama-fuerza, pero faltaban propuestas; 2. Hay un pensamiento institucionalizado en las orga-nizaciones que hablan de polticas pblicas ms que de cambios estructurales antipatriarcales anticapita-listas anticolonialistas, muestra de esto es aceptar la divisin funcional al sistema de lo rural y urbano, in-dgenas discuten sobre tierra, urbanos sobre vivien-da, cuando el sistema nos jode a todas y a todos; 3. Es necesario reconocer que los gobiernos no hacen revoluciones, las revoluciones las hace el pueblo or-ganizado, hay que dejar claro quin hace qu. Las organizaciones y movimientos tienen la posibilidad y responsabilidad de plantear el proyecto mximo de sociedad, de mundo, tienen la responsabilidad de soar y construir los sueos en la lucha, la respon-sabilidad de no conformarse. El gobierno adminis-

    tra el Estado, se preocupa de las estrategias, alianzas, pero solo puede ir concretando un proyecto mni-mo no la revolucin.

    Un ejemplo ilustrativo: el presidente Evo logr que el Papa se pronuncie sobre el mar y eso est bien internacionalmente, ayudar en el fallo de La Haya o por lo menos ha conmocionado al gobierno chileno. Las organizaciones no podemos solo decir mar para Bolivia, necesitamos aliarnos con el pue-blo chileno, argentino, ecuatoriano, porque ningn pueblo tiene mar, el mar est en manos de las trans-nacionales, recuperar el mar para los pueblos es una tarea revolucionaria.

    Como feministas comunitarias participamos del encuentro y frente a las 3 Ts planteamos las 4Ds: Desde los pueblos se hacen las revoluciones, Des-patriarcalizacin del Estado y la sociedad, Descolo-nizacin de los cuerpos, los territorios y la espiritua-lidad, y Desneoliberalizacin anticapitalista. No es posible el vivir bien si las mujeres vivimos mal.

    Finalmente no se trata de sacar carnet de revo-lucionaria o revolucionario, no se es, la revolucin se hace con formacin poltica, propuestas y con-viccin!

    * Feminista comunitaria.

    territorio de las palabrasAdriana Guzmn Arroyo *

    Somos revolucionariaslas organizaciones sociales?

    [ s i n p e l o s e n l a l e n g u a ]

  • del 19 al 25 de julio de 2015 www.la-epoca.com.bo | la poca | 13

    A partir del ao 2006 comienza una nue-va etapa en el desarrollo de Bolivia con la implementacin del Plan Nacional de Desarrollo que plantea el desafo de me-jorar el nivel de vida de la poblacin en base al respe-to a la Madre Tierra, sin dejar de lado la innovacin tecnolgica que permite incrementar el desarrollo productivo y auto-sostenible, preservando el me-dio ambiente y reforzando las empresas campesi-nas, asociaciones de productores rurales, cooperati-vas, micro y pequeas empresas familiares, dado su rol fundamental en la generacin de riqueza y redis-tribucin de la misma en el marco de los principios del vivir bien.

    Despus de los sectores minero e hidrocarbur-fero, el sector de la produccin alimentaria viene a ser el tercero en importancia, representando entre el 4% y 5% del PIB (segn los datos del Instituto Na-cional de Estadstica hasta el ao 2013). Dentro de este sector, el mejor establecido y ms influyente en las oscilaciones de la demanda agregada viene a ser el de la produccin de oleaginosas, trigo, tubrcu-los y granos.

    Se tiene dos grandes sectores de produccin agrarios: el indgena-campesino, organizado prefe-rentemente en modelos comunitarios de produc-cin, y el sector privado, compuesto por pequeos, medianos y grandes productores. En lo que respecta

    al aporte de la produccin agrcola nacional, el pre-mier sector tiene una contribucin menor al 20% en tanto el resto de la produccin se distribuye mayo-ritariamente entre medianos y grandes productores, aunque tambin hay pequeos productores que tra-bajan la tierra como privados en calidad de colonos.

    Un anlisis de este rengln productivo muestra que el sector privado es el que compone la agroin-dustria a nivel nacional y se beneficia de ella pero, no en igualdad de condiciones al interior de su estruc-tura; los grandes y medianos productores son los ms beneficiados debido a que, ms all de producir cerca del 80% del total agrcola nacional, tienen a su disposicin la facultad de exportar sus excedentes, en tanto que los pequeos productores, si bien son los nicos con perspectivas a articularse al mercado agroindustrial del pas, a diferencia de las comunida-des campesinas, ingresan como el eslabn ms dbil de la cadena ya que slo cuentan con las tierras y no con el capital ni la informacin sobre el mercado, lo que los hace en proveedores de materia prima para la agroindustria que tiene un 30% ms de capacidad instalada de lo que actualmente produce.

    Por tanto, nos encontramos con dos grandes problemas en el agro boliviano: 1. La falta de in-formacin con respecto a las estadsticas de la pro-duccin excedentaria del sector privado, que aventa-ja su capacidad de exportacin dejando desprovisto

    de abastecimiento en algunos productos agrcolas al mercado interno boliviano, lo que se refleja en una balanza de pagos deficitaria producto del incremen-to de importaciones en productos como el maz, ha-rina de trigo y trigo en grano, solo para mencionar las ms importantes en el consumo; y, 2. El modo de produccin no es amigable con el ambiente. En Bolivia tenemos dos polos de desarrollo productivo, el ms grande concentrado en los valles y oriente del pas, sobre todo en el departamento de Santa Cruz, mientras el segundo, concentrado en la zona occi-dental, vive de la agricultura y la ganadera donde la pequea y gran produccin es insostenible desde el punto de vista ambiental ya que el modelo producti-vo ha llevado a un proceso de desertificacin acele-rada en ms de 300.000 has. en esta regin.

    Entonces, se presenta la necesidad de innovar tcnicas que permitan la preservacin de la madre tierra sin dejar de lado el bienestar y el crecimien-to de la produccin, fundamental para el crecimien-to sostenible de una economa que tenga la capaci-dad de redistribuir la riqueza de forma prolongada y sin perjudicar al medio ambiente. Tambin es nece-sario desarrollar un sistema de informacin agrco-la para garantizar el abastecimiento del mercado in-terno en Bolivia.

    * Militante de Columna Sur.

    Un Vivir Bien para un buendesarrollo agrcola

    Cuando La Paz se apresta a vivir otro aniversario de su grito libertario es pertinen-te hacer algunas reflexiones desde dnde ejercen responsabilidad sus autoridades, sobre todo su estre-nado gobernador.

    Todas las expectativas que cre, en su oferta electoral, la tercera va de Flix Patzi, se desmoronan. Como cualquier neoliberal lo primero que ha-ce es subir los costos de los servicios.

    Se conoce que todos los que pa-saron por el gobierno departamental fueron incapaces de invertir los recur-sos asignados por el Tesoro General de la Nacin (nombre que deba cam-biar) y luego devolver esos recursos.

    Patzi no ha demostrado con su tercera va que en su gestin la par-ticipacin de la poblacin es el eje central de la planificacin, por el con-trario, contina con la vieja escuela de planificacin exclusivamente de gabi-

    nete; no poda ser de otra manera ya que decidi estar rodeado de la tec-nocracia al puro estilo gonista.

    Una muestra del tercer incluido debi ser la participacin de las orga-nizaciones sociales departamentales en la planificacin, seguimiento y eva-luacin del plan maestro del gobierno departamental. No ha sido as y est repitiendo un manejo opaco, parecido al que implement cuando fungi de Ministro de Educacin y cuyo resulta-do fue su destitucin.

    Cuando el discurso est preado de demagogia, la prctica inmediatamen-te es la que se ocupa de desmentirlo. En poco menos de siete meses, el es-pritu neoliberal del gobierno departa-mental se encuentra a la vista y segu-ramente se ir profundizando porque no existe tercera va, cuestin que vimos en Inglaterra donde Tony Blair trat de maquillar su poltica neolibe-ral con esta palabrita.

    Y no existe tercera va porque la propuesta del suma qamaa est re-lacionada con la cultura de la vida y el neoliberalismo con la cultura de la muerte, por consiguiente no existe en-tre una y otra una tercera va, a no ser que proponga una vida artificial (estado vegetativo).

    Si Patzi quiere vernos casi muer-tos lo va a lograr con su poltica de meter la mano en el bolsillo del pue-blo. Esa ser la tercera va?

    Hoy ser el costo de las personeras jurdicas, maana los impuestos, pa-sado los peajes, y as hasta quedarnos nuevamente saqueados.

    Qu nos espera a quines hemos adoptado al departamento de La Paz como el lugar para vivir? Un nuevo experimento poltico basado exclusi-vamente en el discurso? (aunque est basado en socilogos franceses).

    El departamento de La Paz precisa de un plan que tenga la capacidad de

    devolverle el manejo territorial inte-gral de sus diferentes pisos ecolgicos, es decir, volver a las estrategias de pla-nificacin de las comunidades ayma-ras, quechuas y originarias de la Ama-zona, que conocen de los recorridos econmicos, desde la Provincia J. Ma-nuel Pando hasta San Buena Ventura, pasando por toda la provincia Franz Tamayo (originalmente Caupolicn) y ms all (Cobija, por ejemplo) esa es la dimensin de la gestin.

    El primer paso de la gobernacin debe ser el trasladar su sede a otra pro-vincia, salir de la provincia Murillo, por-que el peso del gobierno nacional defi-ne la vida del gobierno departamental.

    Las primeras seales no son halage-as y si seguimos por este rumbo la tercera va terminar en un callejn que ya conocemos: el ajuste neoliberal.

    * Camilo Katari, es escritor e historiador poto-sino.

    se hace camino al andarCamilo Katari *

    El ajuste departamental

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    stasisJuan Andrs Clavijo *

  • 14 | la poca | www.la-epoca.com.bo del 19 al 25 de julio de 2015

    Han debido pasar cerca de 40 aos pa-ra que se proceda a enjuiciar sobre he-chos ocurridos por los autores del Plan Cndor en Bolivia y las dictaduras de los pases del Cono Sur, juicio que est siendo reali-zado por decisin del Estado Italiano desde el 12 de febrero en Roma. En ste estn siendo imputados en primera instancia 33 antiguos miembros de las Juntas Militares de Bolivia (2), Chile (11), Per (4) y Uruguay (16) por la muerte y desaparicin de ciuda-danos italianos en la Operacin Cndor.

    En el caso boliviano los imputados son Luis Gar-ca Meza y Luis Arce Gmez 1, por la desaparicin del militante revolucionario Luis Stamponi Corinaldesi 2, quien fuera entregado a las autoridades argentinas el 15 de octubre de 1976. Tambin se ha informado de la muerte en tortura de Nicols Salvador Dorza Caba-llero, argentino desaparecido durante la dictadura del Gral. Banzer y cuyos datos recin sern recuperados.

    El Plan CndorLa Operacin o Plan Cndor fue el plan concertado entre las dictaduras, a cargo de la inteligencia y coor-dinacin de los servicios de seguridad, militares del Cono Sur Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, Uru-guay y Bolivia en la dcada del 70.

    Al parecer, es la dictadura chilena de Augusto Pi-nochet que, a poco de realizado el golpe de Esta-do contra Salvador Allende (1973), rene a sus ho-mnimos en el nivel de responsables de inteligencia y Fuerzas Armadas para desarrollar las actividades bajo la intervencin directa del Cnel. de inteligencia chileno Manuel Contreras.

    En representacin de Bolivia habra asistido el Cnel. Carlos Mena, miembro de las FF.AA. que, jun-to con el Cnel. Rafael Loayza, eran, despus del Mi-nistro del Interior, altos miembros de la represin boliviana, actuando directamente en ella.

    En septiembre de 1976, el Departamento de De-fensa de EE.UU. deja constancia en un documen-to de que Cndor es el cdigo dado a una perse-cucin de izquierdistas, comunistas y marxistas en el Cono Sur. Est recientemente establecida la coopera-cin entre la inteligencia de esos pases para eliminar a los marxistas activos en los pases miembros. Se ha reportado que Chile es el centro de las operaciones.

    Una de las importantes fases del Plan Cndor habra consistido en la realizacin de operativos de eliminacin de izquierdistas en otros pases que no

    fueran precisamente los del Plan Cndor: por ejem-plo, asesinatos en suelo norteamericano y europeo.

    La articulacin en BoliviaEl ao 1976 viajaron a nuestro pas policas chilenos, a quienes se les entreg cinco militantes de izquierda del Ejrcito de Liberacin Nacional (ELN) de origen chileno; a fines del mismo ao tambin fue entregado Julio Valladares Garoca, de la misma organizacin.

    Con la Argentina la situacin fue similar, aunque la presencia de miembros de la represin de aquel pas fue ms evidente y prolongada en el tiempo.

    En julio de 1976, despus del golpe de Estado ar-gentino, se intensific la bsqueda, prisin, muerte y desaparicin de las direcciones polticas del Ejrcito Revolucionario del Pueblo (ERP-PRT) y Montone-ros, procediendo a intensificar la bsqueda de diri-gentes de otros pases, o que siendo argentinos pu-dieran encontrarse en otros pases. Para este efecto se trasladaron a Bolivia en bsqueda de Luis Stam-poni y Enrique Lucas, entre otros.

    Graciela Rutilo, quien haba sido apresada en abril de 1976 junto a su hija Carla Rutilo Artes de solo 9 meses de edad, es una de las primeras en ser interrogada y condicionada a la devolucin de su nia si ella delataba o daba rastros de su compa-ero Enrique Lucas, de origen uruguayo. Despus de varias sesiones de interrogatorio y tortura es en-tregada, junto a su hija, a la polica represiva argen-tina, el 28 de agosto de 1976. Graciela se encuentra an desaparecida en tanto que Carlita fue recupera-da por su abuela Matilde Artes, despus de estar ca-si ocho aos en manos de uno de los jefes de la pri-sin Automotores Orletti de Buenos Aires.

    Paralelamente, el 28 de septiembre de 1976 es capturado en Llallagua Luis Stamponi, Gerardo, dirigente del Partido Revolucionario de los Trabaja-dores de Bolivia (PRTB-ELN). Cruelmente tortura-do es entregado, junto con scar Gonzales argen-tino de padres bolivianos y militante de la misma organizacin, en Villazn-La Quiaca frontera ar-gentina, a los organismos represivos argentinos, siendo desaparecidos hasta la fecha.

    39 aos despusEl proceso judicial que busca sancionar a los culpa-bles de estos y otros crmenes se lleva a cabo en Ro-ma y ha contado con las declaraciones de Nila Here-dia, Victoria Fernndez, apresada junto a Stamponi,

    y Edmir Espinoza, ltima persona en verle antes de ser trasladado a la Argentina. Tambin declar, en calidad de historiador, el Embajador de Bolivia en Per, Gustavo Rodrguez Ostria.

    El Juicio al Plan Cndor es el primer proceso que se lleva a cabo sobre esta materia en Europa, escenario en el cual tambin se realizaron algunas acciones crimi-nales del Plan Cndor, como el atentado contra el diri-gente democristiano chileno Bernardo Leighton, reali-zado en la capital italiana el 6 de octubre de 1975.

    Particular importancia tuvieron los actos en ho-menaje a la familia Stamponi, realizados en los pue-blos de Ancona y Ossio, de donde son oriundos. All participaron parte de la delegacin boliviana y Enriqueta Stamponi, prima de Luis y querellante en la causa. La actividad sirvi para recordar a Mafal-da Corinaldesi, madre de Luis, tambin detenida y desaparecida por las fuerzas dictatoriales argentinas mientras buscaba a su hijo en Buenos Aires.

    * Dra. Nila Heredia Miranda, es presidenta de la Asociacin de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Mrtires por la Libera-cin Nacional (ASOFAMD). Militante del PRTB/ELN, compaera de Luis Stamponi Corinaldesi, querellante en el juicio el Plan Cndor en Italia y testimoniante en la Argentina.

    1 Luis Garca Meza dirigi el golpe de Estado del 17 de julio de 1980 y presidi Bolivia hasta agosto de 1981. Luis Arce Gmez, responsable de Inteligencia de las Fuerzas Armadas de Bolivia, estuvo a cargo del manejo de los grupos paramilitares antes y durante el golpe de Estado del 17 de julio. Fue ministro del Inte-rior de los gobiernos de la dictadura entre 1980 y 1982. Ambos se encuentran cumpliendo una sancin de 30 aos de prisin, sin derecho a indulto, por hechos contrarios a la integridad, la economa y la poltica exterior del Estado boliviano y actos lesi-vos a los derechos humanos.

    2 Luis Stamponi Corinaldesi, amigo de Ernesto Che Guevara, quien lo menciona en su Diario de Campaa, naci en Punta Alta, Argentina, en 1935. Fue militante de Palabra Obrera que, el ao 1964, junto a ngel Bengochea (de lnea trostkysta), decide apoyar y adoptar la estrategia cubana, para lo cual Stamponi colabora con la guerrilla de Masetti en el norte argentino, cayen-do preso en la Quiaca, en 1964, cuando trasportaba un nmero importante de armas. Posteriormente vuelve a Cuba y en 1969 decide su incorporacin al Ejrcito de Liberacin Nacional (ELN), dirigido por Inti Peredo. Combatiente destacado, form parte del Estado Mayor del ELN y, luego, del Partido Revolucionario de los Trabajadores de Bolivia (PRTB- ELN), convirtindose en uno de los dirigentes de mayor importancia por su formacin poltica y militar, disciplina, conducta, entereza, tica, lealtad, solidaridad.

    El Juicio al Plan Cndor en ItalianiLa heredia Miranda *

    [ p a r a n o o l v i d a r ]

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    Campaa Internacional #SomosCamilistasNoTerroristas

    La PoCa

    Se ha socializado un comunicado en el que se expone la necesidad de terminar con el conflicto

    armado y consolidar la paz en Colombia

    Intelectuales, artistas, acadmicos, movimientos y colectivos sociales, religiosos y de derechos humanos, as como disimiles personalidades, se suman a una amplia Campaa de Solidari-dad por la detencin, dada a conocer por el Gobier-no de Juan Manuel Santos el pasado 8 de julio en Bogot, Colombia, de 15 jvenes estudiantes, profe-sionales y activistas sociales, sealados de pertenecer al insurgente Ejrcito de Liberacin Nacional (ELN), tomando como pruebas contundentes algunos li-bros referidos al conflicto armado, los actores de la guerra, y diversos materiales relacionados con la figu-ra y pensamiento de Camilo Torres Restrepo.

    Con el trascurrir de los das estas acusaciones no han podido ser probadas. Por la inconsistencia de las mismas, dos de ellos han sido liberados pero a los 13 restantes se les ha iniciado el proceso de lega-lizacin de la captura e imputacin de cargos. Ya no se los acusa de los cargos por los que originalmente fueron detenidos sino que fueron apareciendo cau-sas totalmente dismiles.

    En medio de un procedimiento judicial con profundos visos de ilegalidad, con violaciones a los derechos de las personas detenidas y con fus-tigamiento a los abogados defensores y sus fami-liares, ahora la Justicia Colombiana los acusa de ser los responsables de la detonacin de varias car-gas explosivas en la ciudad de Bogot a lo largo de 2014, de las violentas revueltas estudiantiles del 20 de mayo de 2015 y de los estallidos de explosivos, el pasado 3 de julio, en pleno centro de la capital colombiana. Estos giros han llevado a que se hable de un Falso Positivo Judicial.

    La campaa de solidaridad con los detenidos se lanz desde el Espacio de Articulacin por el Cin-cuentenario de Camilo Torres, plataforma que re-ne a diversos colectivos que se proponen organizar eventos para rescatar la memoria, escritos y re-flexiones del sacerdote y socilogo colombiano, pa-ra cuando se cumplan 50 aos de su cada en com-bate en las filas de la guerrilla, que tuvo lugar el 15 de febrero de 1966.

    Como parte de la Campaa fue socializado un comunicado en el que se expone la necesidad de terminar con el conflicto armado y consolidar una agenda social y poltica que avance en la bsqueda de la paz en Colombia.

    Se exige, adems, a la Fiscala General de la Nacin, al siste-ma judicial y al Alto Gobierno, garantas jurdicas y respeto de los derechos procesales de las y los jvenes detenidos, con-denando profunda y enrgica-mente los sealamientos de au-toridades policiales colombianas y la campaa de estigmatizacin

    y desprestigio, adelantada por los medios masivos de comunicacin en contra de las personas deteni-das que muestran como material probatorio de su vinculacin al ELN el reivindicar la memoria, pen-samiento y accin del sacerdote Camilo Torres, y que condena al sealamiento pblico, la persecu-cin policial, militar y judicial de los organismos es-tatales, y a la mira de los fusiles de los grupos para-militares de extrema derecha que siguen operando en aquel pas con distintos nombres.

    Para apoyar esta Campaa Internacional, se in-vita a todas y todos a tomarnos fotos con un cartel en el que diga #SomosCamilistasNoTerroris-tas y hacer circular, las mismas, en las redes sociales.

    SER CAMILISTA NO ES SINNIMO DE SER DEL ELN. El Camilismo social y ecumnico no pue-de seguir siendo estig-matizado como parte de la insurgencia.

    Entre los firman-tes del pronuncia-miento se encuentran figuras destacadas del mundo cultural e inte-lectual como Atilio Bo-rn (Argentina), Franois Houtart (Blgica), Franz Hinkelammert (Costa Rica), Gianni Vattimo (Italia), y jun-to a ellos personalidades,

    agrupaciones y colectivos de Canad, Cuba, Ecua-dor, Espaa, Estados Unidos, Inglaterra, Mxico, Per, Suiza, Uruguay y Venezuela.

    Fuentes: http://www.colombiainforma.info/politica/

    derechos-humanos/2580-intelectuales-de-di-versos-paises-impulsan-campana-somoscami-listasnoterroristas

    http://www.colombiainforma.info/politica/derechos-humanos/2542-congreso-de-los-pue-blos-los-detenidos-son-lideres-sociales-de-re-conocida-trayectoria

    [ o t r o m u n d o e s p o s i b l e ]

  • 16 | la poca | www.la-epoca.com.bo del 19 al 25 de julio de 2015

    [ s e r c u l t o s p a r a s e r l i b r e s ]

    Existe un vnculo muy estrecho entre las acciones relacionadas con la gestin del patrimonio cultural, principalmente ar-queolgico, y la construccin de infraes-tructuras urbanas. A excepcin de la prospeccin que se realiza en la segunda fase del telefrico, en la ciudad de La Paz, no se cumple en Bolivia con este requisito a la hora de realizar construcciones, sean stas pblicas o privadas, por falta de una normati-va especfica que debiera emanar de los gobiernos municipales.

    Asimismo, la Ley indica, en el marco de las com-petencias de las entidades territoriales autnomas, se debe establecer la coordinacin con el Ministe-rio de Culturas y Turismo, como rgano rector, y en ese contexto ejecutar las medidas de proteccin y salvaguardia del patrimonio cultural boliviano, que es el conjunto de pro-cedimientos, estudios y sistemas tcnicos que permiten estimar los efectos que la ejecu-cin de una determi-nada obra, actividad o proyecto podran cau-sar al patrimonio cultu-ral boliviano.

    Hasta aqu, tenemos un panorama gene-ral de lo que establece la Ley del Patrimonio Cultural en Bolivia, en lo referido al tema que tratamos; sin embargo, poco o nada se cum-ple o se hace cumplir, ponindose en eviden-cia la ausencia de una reglamentacin sobre procedimientos rela-cionados con la cons-truccin de infraes-tructura urbana y la salvaguarda del patri-monio arqueolgico.

    Es lamentable, sea-la el arquelogo Carlos Lemus, que los munici-pios de nuestro pas no cuenten con normati-vas al respecto, como es el caso del Gobierno Mu-nicipal de La Paz.

    Lemus afirma que el Gobierno Municipal de La Paz no realiza ni exige la realizacin de estu-dios de impacto ambiental y arqueolgico, ni el diseo de planes de mitigacin vinculados a la construccin de infraestructura urbana. Esta fa-lencia, a su criterio, estara vulnerando la propia Constitucin Poltica del Estado y la Ley de Pa-trimonio Cultural. En los municipios en general se construye sin supervisin, lo que ocasiona muchas veces la destruccin del patrimonio (ar-queolgico principalmente) lo cual se constituye en delito y lamenta que el Gobierno Municipal de La Paz no tenga inters de resguardar el pa-trimonio arqueolgico que puede hallarse en la ciudad, mismo que, muchas veces, es destruido por las construcciones, haciendo desaparecer evi-

    dencias fundamentales para comprender el deve-nir histrico de los asentamientos ocurridos en nuestra ciudad.

    Prospeccin arqueolgica en lnea blanca de telefrico, una experiencia inditaCarlos Lemus trabaja, en la actualidad, junto a su equi-po de investigadores, en la prospeccin arqueolgica de la zona de Miraflores de la ciudad de La Paz, donde se estn construyendo las tres estaciones de la Lnea Blanca del telefrico. Dicho estudio, explica, se reali-za en base al mapa arqueolgico de La Paz. El traba-jo consiste en la excavacin de pozos y sondeos alea-torios, para tomar muestras y en base a los hallazgos que deriven del estudio, conocer la capacidad o pre-sencia de vestigios de asentamientos humanos de cul-turas antiguas que se encuentren por debajo del suelo.

    En la prospeccin que se realiza actualmente en la Avenida Busch de la zona de Miraflores, a la que Lemus califica de experiencia indita, se encontr yacimientos arqueolgicos afectados y poco afec-tados por las construcciones contemporneas. Los hallazgos hasta el momento dan cuenta de estratos de la Cultura Tiwanaku, del periodo Formativo Tar-do (entre 200 y 400 aos despus de Cristo), y de otros perodos, tales como colonial y republicano.

    El arquelogo afirma que este estudio se consti-tuye, sin duda, en un referente muy importante para la ciudad. El proyecto que se enmarca dentro de la segunda fase de la construccin del telefrico, for-ma parte del Programa de Responsabilidad Social de la empresa Telefricos Doppelmayr Bolivia S.A., que coordina dichas tareas con el Ministerio de Cul-turas y Turismo, por encargo de la Empresa Estatal de Transporte por Cable Mi Telefrico. Este estu-

    dio dar lugar no slo a contar con valiosos elemen-tos para el anlisis arqueolgico, sino que, adems, sienta un precedente, de modo que en el futuro no se pase por alto este aspecto, asegura.

    Lemus seala que el proyecto de prospeccin est cumpliendo con las normas nacionales de la manera ms adecuada, puesto que se harn labores de rescate del patrimonio arqueolgico, en base a un trabajo muy detallado y muy fino, para no perder los contextos.

    El arquelogo menciona que en el pasado, en el 2008, particip en un par de experiencias aisladas, en el mbito de la construccin privada en nues-tra ciudad, donde se mostr una preocupacin por no afectar el patrimonio arqueolgico de la zona de Achumani, pero que stas iniciativas no pueden prosperar o generalizarse si no existen normas mu-

    nicipales que las respal-den y que hagan cum-plir lo que establece la Ley del Patrimonio Cultural de Bolivia y lo que instruye la Consti-tucin Poltica del Es-tado en su captulo 99, incisos ii y iii: El Esta-do garantizar el regis-tro, proteccin, restau-racin, recuperacin, revitalizacin, enrique-cimiento, promocin y difusin de su pa-trimonio cultural, de acuerdo con la ley; y, La riqueza natural, ar-queolgica, paleonto-lgica, histrica, docu-mental, y la procedente del culto religioso y del folklore, es patrimonio cultural del pueblo bo-liviano, de acuerdo con la ley.

    Como ciudadanas y ciudadanos es nuestra obligacin velar y exi-gir el cumplimiento de la Ley. Por lo que de-mandamos al Gobier-no Municipal de La

    Paz, que establezca y trabaje en la elaboracin de una normativa al respecto, que favorezca el rescate, investigacin y preservacin del patrimonio arqueo-lgico que es de todos los bolivianos, as como re-cordar que es un deber de todos los gobiernos mu-nicipales se constituyan en custodios eficientes del mismo, como instruye la CPE.

    Nuestro patrimonio arqueolgico ha estado y est an, muy desprotegido y vulnerable, siendo que en Bolivia existe una riqueza inmensa por ex-plorar, investigar, cuidar, difundir y sensibilizar a las actuales y futuras generaciones sobre la nece-sidad de continuar con estas tareas que, en defi-nitiva, nos enriquece como sociedad, ya que nos permite comprender nuestro pasado para proyec-tarnos hacia el futuro.

    * Periodista.

    Nuestro patrimonio arqueolgico ha estadoy est an, muy desprotegido y vulnerable

    tania deLGadiLLo rivera *

  • del 19 al 25 de julio de 2015 www.la-epoca.com.bo | la poca | 17

    Agenda culturalDel 19 al 25 de julio de 2015

    Ya no se sabe a qu cerradura, a qu avenida, a qu calle, a qu nmero corresponda cada lla-ve. Ni qu lugar en el mundo, como una palabra mgica, inslita, abra.

    Si las llaves son palabras, al perder su puerta quedan mudas, pierden su sonido posible, pierden su oreja correspondiente.

    Las llaves son un sonido para su puerta.

    Hay puertas sordas.Uno prueba y no hay caso: n