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283 El entramado de las relaciones entre las comunidades judías del Marruecos español en el espejo del chiste y el mote Nina Pinto-Abecasis Universidad de Bar-Ilan El refrán “Péssah. en Tetuán, Purim en Gibraltar y Tich’abeab en Alcázar” es la máxima expresión de una percepción catalogadora y jerárquica de las comunidades del norte de Marruecos. En cabeza figura Tetuán, simbolizada mediante el Péssah. y simbolizadora a su vez de la rigurosidad religiosa y el buen orden; a continuación Gibraltar, representada por la fiesta de Purim y representadora de la mezcolanza cultural y lingüística que en ella existe; y finalmente Alcazarquivir, percibida como un lugar en el que la vida es aburrida, larga y carente de interés, y etiquetada con el día de ayuno de Tich’abeab. La vis cómica del refrán se basa en varios elementos: la devaluación progresiva; el etiquetado de las comunidades mediante el sorprendente recurso metafórico que asocia las festividades judías con el carácter de una comunidad judía; y la manera en que las diferencias entre las ciudades vecinas son llevadas al extremo de compararlas con festividades religiosas de carácter radicalmente distinto. En este artículo examinaremos primero la identidad colectiva de las diferentes comunidades judías del Marruecos español centrándonos en su capital, Tetuán, para después analizar sus mecanismos de diferenciación y la manera en que éstos encuentran su expresión en distintas manifestaciones folclóricas. Asimismo examinaremos la imagen de las diferentes comunidades a los ojos de los habitantes de las ciudades vecinas. Un elemento importante de la identidad de los judíos de Tetuán es el orgullo por su origen español; aun siendo este un componente dominante también en la identidad de los judíos de las ciudades vecinas, los tetuaníes siempre fueron conscientes de que habían conservado el legado cultural español mejor que el resto de las comunidades marroquíes. Mientras que las demás ciudades habían adoptado en mayor o menor medida la cultura y la lengua árabes y habían interiorizado las influencias locales, los judíos tetuaníes prefirieron desentenderse en lo posible de las lenguas habladas

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  • 283

    Nina Pinto-Abecasis

    El entramado de las relaciones entre las comunidades judas

    del Marruecos espaol en el espejo del chiste y el mote

    Nina Pinto-AbecasisUniversidad de Bar-Ilan

    El refrn Pssah. en Tetun, Purim en Gibraltar y Tichabeab en Alczar es la

    mxima expresin de una percepcin catalogadora y jerrquica de las comunidades

    del norte de Marruecos. En cabeza figura Tetun, simbolizada mediante el Pssah.

    y simbolizadora a su vez de la rigurosidad religiosa y el buen orden; a continuacin

    Gibraltar, representada por la fiesta de Purim y representadora de la mezcolanza

    cultural y lingstica que en ella existe; y finalmente Alcazarquivir, percibida como

    un lugar en el que la vida es aburrida, larga y carente de inters, y etiquetada con el

    da de ayuno de Tichabeab. La vis cmica del refrn se basa en varios elementos: la

    devaluacin progresiva; el etiquetado de las comunidades mediante el sorprendente

    recurso metafrico que asocia las festividades judas con el carcter de una comunidad

    juda; y la manera en que las diferencias entre las ciudades vecinas son llevadas al

    extremo de compararlas con festividades religiosas de carcter radicalmente distinto.

    En este artculo examinaremos primero la identidad colectiva de las diferentes

    comunidades judas del Marruecos espaol centrndonos en su capital, Tetun, para

    despus analizar sus mecanismos de diferenciacin y la manera en que stos encuentran

    su expresin en distintas manifestaciones folclricas. Asimismo examinaremos la imagen

    de las diferentes comunidades a los ojos de los habitantes de las ciudades vecinas.

    Un elemento importante de la identidad de los judos de Tetun es el orgullo por

    su origen espaol; aun siendo este un componente dominante tambin en la identidad

    de los judos de las ciudades vecinas, los tetuanes siempre fueron conscientes de que

    haban conservado el legado cultural espaol mejor que el resto de las comunidades

    marroques. Mientras que las dems ciudades haban adoptado en mayor o menor

    medida la cultura y la lengua rabes y haban interiorizado las influencias locales,

    los judos tetuanes prefirieron desentenderse en lo posible de las lenguas habladas

  • El entramado de las relaciones entre las comunidades judas del Marruecos

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    por la poblacin local. Para los judos de Tetun, en quienes ha pervivido de

    manera acentuada la sensacin de alcurnia que se llevaron consigo los expulsados

    de Espaa, su pronunciacin del hebreo es tambin fiel a la ms pura tradicin

    sefard, y el esmero con que la conservaron perdura hasta hoy da en su dispora

    (vanse las investigaciones de Aharon Maman y Yaacov Bentolila).1 En el aspecto

    lingstico, el componente rabe de la jaqueta de Tetun es menos aparente que en

    Alcazarquivir, Chauen, Larache o Arcila, debido tanto a la mayor separacin que

    exista en Tetun entre judos y musulmanes como a las diferencias en los niveles de

    educacin. Utilizando la terminologa de Bourdieu, en el mercado lingstico de los

    distintos dialectos regionales de la jaqueta el rabe era considerado un componente

    desvalorizador, cuya utilizacin rebajaba al hablante y rebajaba tambin el estereotipo

    de la ciudad representada por l. Es por ello que los motes individuales que pusieron los

    tetuanes a los habitantes de las ciudades vecinas contienen componentes lingsticos

    del rabe, que los marcan como cercanos a la cultura rabe y los distinguen de los

    tetuanes, quienes se sienten cercanos a los espaoles. As, a un tangerino se le puso

    el mote El Tanjaui en rabe y no en espaol, y del mismo modo se crearon motes

    como El Chechauni o El Larachi. Por lo tanto, en los motes puestos a los forneos

    las flechas del mote se dirigen sobre todo al estilo lingstico, indicador a su vez

    del carcter sociocultural, y no aluden necesariamente a hbitos o comportamientos

    vulgares, como ocurre a menudo en otras culturas con los motes que se refieren al

    lugar de origen del apodado.2

    Puede decirse que en Tetun existan dos crculos de motes: el crculo interior

    incluye los motes puestos a los propios miembros de la comunidad y basados en las

    caractersticas del individuo como Abami el de las Pipas al vendedor de pipas, Sarij

    Ledaber Ibrit (Hay que hablar hebreo) a un tendero que sola decir estas palabras

    cada vez que entraba un cliente judo en su tienda, Maurice Chevalier a un hombre

    1 Sobre la tradicin de lectura en hebreo, mantenida en Tetun tal como se practicaba antes de la expulsin de Espaa, vase: Aharon Maman, The Reading Tradition of the Jews of Tetouan: Phonology of Biblical and Mishnaic Hebrew (en hebreo), Massorot, Vol. 1 (1984), pp. 57, 111-113. Vase tambin el artculo de Yaacov Bentolila, The Hebrew Tradition of Tetuan as Reflected in Two Hebrew Textbooks Written in the 1920s (en hebreo), Massorot, Vol. 8 (1998), pp. 161-194.

    2 Vase, por ejemplo, el caso de la comunidad rural descrita en: Eugene N. Cohen, Nicknames, Social Boundaries, and Community in an Italian Village, International Journal of Contemporary Sociology, 14 (1977).

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    Nina Pinto-Abecasis

    que sola vestirse con gran elegancia o La Medallona a una mujer que siempre iba con

    numerosos y pesados collares. El crculo exterior incluye los motes puestos a quienes

    no pertenecan a la comunidad, como los ejemplos mencionados anteriormente (El

    Tanjaui, El Chechauni o El Larachi). Estos motes encierran un racimo de estereotipos

    por todos conocidos. La puesta de un mote a un forneo se dirige al consciente

    colectivo, refirindolo a otras expresiones folclricas, ms largas y detalladas, que

    revelan los rasgos de su carcter, su comportamiento y su identidad colectiva. El

    mote se suma a la red folclrica existente, que se extiende ante el habitante de la

    ciudad vecina a su llegada a Tetun, y el uso repetido de ese mote que se le ha puesto

    fija el estereotipo y no le permite atravesar las fronteras del grupo, integrarse en la

    comunidad y confundirse con ella. Su sealamiento y etiquetado como forneo le

    imponen una identidad individual atribuida a un colectivo que es diferente, aunque la

    diferencia sea tan pequea que, en ocasiones, slo puede advertirla un tetuan.

    La contraposicin de lo nuestro a lo de ellos es una contraposicin central

    en el folclore, y ocupa un lugar importante tambin en el conjunto de los refranes

    judeoespaoles cuyo tema es el lugar y el espacio.3 La tendencia al etnocentrismo

    propia de los judos del Marruecos espaol, y su autoimagen como espaoles bien

    diferenciados del resto de las comunidades judas de Marruecos, son an ms

    acentuadas en los judos de Tetun, que se consideran diferenciados incluso de las

    comunidades vecinas. Tetun, la llamada pequea Jerusaln,4 cre para s misma

    una imagen de ciudad santa, inaccesible y cerrada ante quienes provenan de otros

    lugares.

    El caso de Tnger resulta significativo. Mientras que los judos tetuanes,

    percibidos como una elite cultural, propugnaban la implantacin de una lengua

    espaola correcta y unitaria junto con la debilitacin o eliminacin de la jaqueta,

    3 Vase por ejemplo el captulo dedicado al anlisis de las nociones de lugar y espacio segn se reflejan en los refranes judeoespaoles, en el libro de Tamar Alexander-Frizer Words Are Better Than Bread (en hebreo), Ben-Zvi Institute and Ben-Gurion University of the Negev Press, Jerusaln y Beer Sheva 2004 (ch. 4: He Who Hesitates Wont Get to Jerusalem, pp. 165-206). Una primera versin de este captulo se public en el artculo de Tamar Alexander y Galit Hasan-Rokem, Spacial Elements in the Proverbs of the Jews of Turkey: The World and the Home (en hebreo), Peamim, 41 (1990), pp. 112-133.

    4 Otras ciudades del centro y sur de Marruecos tambin recibieron el mismo apodo, como Marraquech, Sefru, Rabat y Meknes.

  • El entramado de las relaciones entre las comunidades judas del Marruecos

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    en Tnger la conciencia hispnica era menos dominante. Los judos tangerinos

    se enorgullecan, especialmente a partir de mediados del siglo XIX, de su cultura

    cosmopolita, y no sentan ese temor a ser identificados con la jaqueta. El poder

    econmico, la libertad y la ausencia de ese temor al control social que tan fuerte era

    en Tetun, originaron el orgullo tangerino que encuentra su expresin en el siguiente

    dicho rimado bien conocido por los judos tetuanes: Tanjaui chetnaui (es decir,

    Tangerino vanidoso). La doble utilizacin de palabras provenientes del rabe en

    este dicho atribuye a la jaqueta de los tangerinos un registro lingstico ms bajo,

    rebajando as a quienes estn o pretenden estar en una posicin ms elevada.

    En cuanto al conjunto de manifestaciones folclricas tetuanes que se refieren a la

    ciudad de Chauen, situada en una zona rural del Marruecos espaol, destacan sobre

    todo los numerosos chistes y ancdotas humorsticas protagonizados por los habitantes

    de la ciudad. Chauen presenta algunas de las caractersticas folclricas propias de una

    ciudad de necios, al igual que Jelm en la tradicin de los judos askenazes, existiendo

    adems numerosos chistes en los que sus habitantes son mostrados como tacaos.

    El chiste y la ancdota que vamos a analizar a continuacin fueron contados por

    Alicia Bendayn y grabados en vdeo. Esta informante de memoria fuera de lo comn

    mantiene an ciertas formas de la jaqueta como la distincin entre los sonidos [s]

    y [z] que exista en el castellano antiguo, la omisin de las consonantes finales y las

    consonantes geminadas, y salpica su discurso con numerosas palabras y expresiones

    jaquetiescas. Su habla natural permite examinar las diferencias entre el espaol y la

    jaqueta hablada en Tetun, y tambin entre esta ltima y la jaqueta que se hablaba en

    Chauen y en las dems ciudades del Marruecos espaol.

    Comenzaremos por una ancdota en la que destaca, adems de su desenlace, el

    acentuado elemento lingstico que acrecienta el efecto humorstico y en el cual nos

    vamos a centrar.

    La ancdota del chechauni enfermo y el mdico

    Un doctor que haba en Tetun en el tiempo de mi padre, no el mo, era el Dr. Zaldvar,

    y le dijo a mi padre: Mira, Yehud, cuando haya un, cmo se llama, un chechauni

    enfermo, llmame, aunque no me pague, porque se diverta mucho de la manera de

    hablar de ellos. La cuestin es que le llam: Hay una... una casa de unos chechaunis,

    hay uno enfermo, fue, y dijo: Qu pasa? Ay, seor doctor, qu noche que pas

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    Nina Pinto-Abecasis

    mi hija! Toda la noche ansiando, vomitando, provocando, devolviendo, toda la noche

    del basn a la cama, trun trun trun, de la cama al basn, no se lo cuento a usted, seor

    doctor. Dice: Caramba, seor, y a quin se lo est usted contando?

    El anlisis de la ancdota desde la perspectiva folclorstica revela las tensiones

    existentes entre el grupo tnico de la narradora (Tetun) y el grupo tnico de los

    protagonistas de la ancdota. En sus trabajos sobre el humor tnico, el socilogo

    Christie Davies seala que el chiste tnico dice ms acerca de quien lo cuenta que

    acerca del grupo tnico retratado en l. Por lo tanto, la cuestin que vamos a analizar

    en relacin con esta ancdota es por qu escogieron los judos de Tetun relatar un

    suceso que muestra la supuesta necedad de los habitantes de Chauen, y por qu les

    atribuyeron esa imagen de necios.

    Este tipo de ancdotas refuerzan el estatus de los judos de Tetun percibidos como

    el grupo elegido, cuyos miembros se caracterizan por su inteligencia y modernidad

    y por su registro lingstico elevado, en contraste con el estatus estereotipado de los

    habitantes de Chauen, retratados como necios que no son conscientes de su necedad y

    como parlantes de una jaqueta estancada que no se han adaptado al espaol moderno.

    El temor inconsciente que se oculta tras la narracin de la ancdota es el miedo

    a ser identificado con el chechauni a causa de la cercana geogrfica y lingstica

    entre ambos grupos, junto con el hecho de que numerosos habitantes de Chauen

    emigraron a Tetun a causa de las duras condiciones de vida. La identificacin que

    sienten los judos tetuanes con la cultura y la lengua de los espaoles se refleja en el

    humor compartido que brota entre dos de los personajes el mdico cristiano, doctor

    Zaldvar, y Yehud, el padre de la narradora, unidos en la risa que les produce el

    estilo y el lenguaje del chechauni.

    Los elementos que rebajan el registro lingstico del chechauni incluyen una

    entonacin jaquetiesca exagerada que crea una dramatizacin cmica por su manera

    de cantar las frases, y tambin la utilizacin de una serie de verbos para describir una

    nica accin, la accin de vomitar. Normalmente la utilizacin de sinnimos indica un

    buen dominio de la lengua y un extenso vocabulario, pero en este caso la utilizacin de

    una serie de verbos para describir una nica accin, algunos de los cuales provienen

    del espaol antiguo (como ansiar o provocar), constituye una exageracin innecesaria

    que suscita la burla. Otro elemento que rebaja el registro es el recurso a la utilizacin

    de una onomatopeya (el trun trun trun pronunciado por el chechauni) en lugar de

  • El entramado de las relaciones entre las comunidades judas del Marruecos

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    una descripcin verbal, que a menudo es seal de un lenguaje pobre y de una limitada

    capacidad de asimilacin del lenguaje.5

    La imitacin cmica se basa adems en dos elementos jaquetiescos: la consonante

    j (hija), y el vocablo basn, que se refiere a una especie de orinal y que indica que

    los chechaunis no se han adaptado a los cambios en el modo de vida de la sociedad

    exterior. La inadaptacin a la modernidad puede dar lugar a situaciones humorsticas,

    y es un tema recurrente en numerosos chistes.6

    El chiste siguiente muestra tambin la imagen del chechauni como necio.

    El chiste del capitn y la esposa infiel

    Y otro capitn arregl las tropas, y l vino buscando alojamiento. Y pic en una casa, y

    sali un hombre y le dijo: S, seor, entra, aqu, en mi caa. Todo lo que tenan era una habitacin, nada ms. Un poyo (sabes lo que es un poyo?) as, alto, que es donde

    ellos dorman, y le dijo: Aqu vas a dormir. Dice: Y ustedes? Nosotros, aqu

    en el suelo. Tov. l se meti en la cama, ellos tambin, el marido se qued frito pero

    ella est dando vueltas. El capitn la dijo que se subiera con l, se subi. Ahora l, a

    media noche, el marido, consinti. Simi, Simi, adnde Simi?, no te hallo, Simi, no

    te hallo. Alaqume, feramal, me rod, me rod! Entones l encendi un mixto y die: La hija del mamer! La jente se rodan de arriba abajo y t te rodates de abajo arriba!

    Desde la perspectiva lingstica, este chiste muestra ms claramente que la

    ancdota anterior el hecho de que los chechaunis hablaban una jaqueta apenas

    interrumpida. Veamos algunos de los elementos jaquetiescos ms destacados que

    aparecen en el chiste:

    5 Vase, por ejemplo, el ensayo de Ilana Zinger sobre el papel de las onomatopeyas en Garganta y Pantagruel, entendidas como expresin de sentimientos en un lenguaje primario y como un mecanismo lingstico que expresa el lado animal del ser humano, as como sobre las decisiones acerca de la traduccin de nombres onomatopyicos, en la introduccin a la traduccin al hebreo de la obra: Franois Rabelais, Gargantua and Pantagruel (en hebreo), Dvir Publishing House, Or Yehuda 2003, p. 35.

    6 Heda Jason, Studies in Jewish Ethnopoetry: narrating, art, content, message, genre, 1975, p. 216.

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    Nina Pinto-Abecasis

    * La utilizacin de una frase en la que la omisin del verbo rebaja el registro:

    Adnde Simi?

    * La eleccin del verbo hallar en la expresin no te hallo en lugar del verbo

    encontrar, que remite al espaol antiguo; en el espaol moderno slo se

    utilizara hallar en este contexto en un registro lingstico elevado.

    * La palabra alaqume, que significa aqu estoy.7

    * La frmula de proteccin feramal (fuera del mal), que se utiliza como expresin de cario y que a veces reemplaza el nombre del marido.

    * La sustitucin de rod por rod.

    * La utilizacin de la palabra mixto en lugar de cerilla.

    * La expresin la hija del mamer, es decir, la hija del bastardo.* La sustitucin de ruedan por rodan, eliminando el diptongo.

    El lugar central que ocupan en este chiste las desviaciones del espaol correcto

    subraya el distanciamiento que sentan los tetuanes de los chechaunis, y refleja su

    temor latente a ser identificados con ellos y a la consiguiente desintegracin de la

    identidad espaola moderna que haban adoptado.

    La diferenciacin de los judos de Tetun se produce, pues, no slo respecto a las

    comunidades marroques que abandonaron el espaol tras la expulsin y adoptaron

    la lengua rabe, sino tambin respecto a las comunidades vecinas del Marruecos

    espaol, que conservaron como ellos la lengua espaola.

    Podemos concluir que las expresiones folclricas analizadas de los judos de

    Tetun expresan su afn por preservar su mbito sociocultural, protegindolo de los

    forneos que podran modificarlo y al mismo tiempo marcando al que viene de fuera

    y estereotipando sus caractersticas. Tras el humor y la risa se ocultan poderosos

    mecanismos de diferenciacin colectiva.

    7 En la Hagad de Pssah. (edicin al cuidado de Fanny Daz, Caracas 2005), que incluye las traducciones del texto al espaol y a la jaqueta, el fragmento figura en espaol como Soy ahora como un hombre de setenta aos y en jaqueta como Alaqume yo como de edad de setenta aos; es probable que el origen de la palabra alaqume sea la expresin espaola heme aqu. Otro posible origen de la palabra es el judeorabe, como sostiene Isaac Benabu (Isaac Benabu, Humorous Tales from Morocco in Western Judeo-Spanish A Linguistic Study (en hebreo), Jerusalem Studies in Jewish Folklore, 5-6 (1984), p. 134).

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    Lmpara conmemorativa, plata y otros; Fez (?) 1924 coleccin de la familia Gross