nicole dron

Nicole Dron

GUÍASOBRE LA MUERTEY EL MÁS ALLÁ

Reservados todos los derechos. Este libro no puede ser reproducido, íntegra o parcialmente, por cualquier medio mecánico, electrónico o químico ya existente o de futura introducción, incluidas fotocopias, adaptaciones para radio, televisión, internet o webTV, sin la autorización escrita del editor. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

Título original: Dis Mamie, comment on vit quand on est mouru?© Autora: Nicole Dron© Traducción: Ana Belén Amado ChacónCorrección: Sara Amez MateoDiseño cubierta: VidharaMaquetación: Antonio García Tomé

Primera edición: diciembre 2021

© Ediciones Kymzo© Ediciones Isthar Luna-SolApartado de correos 170 Calle Peñarronda 3-5 28300 Aranjuez, Madrid (España)

ISBN: 978-84-124071-0-5Depósito legal: M-28152-2021

Impreso en Cofas (España)

Ediciones Isthar [email protected]

Dedico este libro:

¡A la gran Vida que nos revela a nosotros mismos y hace florecer

la rosa del Amor en nuestros corazones!

A todos los miembros de mi familia terrenal y espiritual y a todos mis fieles guías y amigos

que, a ambos lados del velo, me prestan su ayuda y apoyo. Amor y gratitud infinitos…

¡A todos los seres sinceros que sufren, dudan, buscan y que, a pesar de las pruebas, avanzan

decididamente por el espinoso camino de la vida!

Y a todos los que, en este mundo o en otro, trabajan para que la Vida cobre sentido.

¡Que florezca en cada ser!

Nota editorial

Este libro te acoge con infinita ternura, humildad y un profundo Amor, con la sincera intención de dar respuesta a muchas de las preguntas sobre la vida y la muerte.

Con un corazón completamente abierto, sincero y amoroso Nicole, comunica desde su experiencia, respondiendo a todas esas preguntas e inquietudes, que nos permitirán comprender aún más y seguir avanzando en la mejor versión de nosotros mismos y de todos nuestros potenciales.

¡Gracias Nicole por este regalo!

Agradecimiento especial a Sonia Barkallah

Mi agradecimiento a Sonia Barkallah, la joven periodista que organizó

el 1.er y 2.º Encuentro Internacional sobre ECM.

Gracias, Sonia, por el inmenso trabajo que has realizado para el estudio y la difusión de las ECM.

Lo que has hecho es simplemente increíble. Todos tenemos una gran deuda contigo.

Has dado un gran impulso al reconocimiento de las ECM en todo el mundo, un impacto que ha tenido

y sigue teniendo una enorme repercusión en todos los ámbitos (médico, científico y religioso).

Mi alma siempre te estará agradecida.

Guardo un buen recuerdo de nuestro viaje a Guadalupe-Martinica y la huella de nuestra amistad

en mi corazón.

Buena suerte, Sonia, hacia nuevos horizontes y nuevos proyectos.

Que sean coronados por el éxito, ¡te lo mereces!

Con todo mi cariño.

Índice

Agradecimientos ...................................................... 13

Introducción ............................................................ 17

A la atención de los lectores ...................................... 23

Prefacio ................................................................. 25

Capítulo 1. Tina ...................................................... 29

Capítulo 2. Te recuerdo… ......................................... 39

Capítulo 3. Religión y Tradición Primordial .................. 57

Capítulo 4. Preguntas complicadas… .......................... 79

Capítulo 5. ECM negativas ....................................... 109

Capítulo 6. El proceso de Morir ................................. 137

Capítulo 7. Dime, abuelita, ¿cómo se vive cuando se está morido? ........................ 159

Capítulo 8. El sufrimiento .......................................... 181

Capítulo 9. La transición ........................................... 203

Capítulo 10. Tienen que despedirse ............................ 231

Capítulo 11. Reencarnación ...................................... 245

Capítulo 12. Predestinación y destino ......................... 265

Capítulo 13. Cuestiones científicas ............................. 279

Índice12

Capítulo 14. En torno a la Conciencia ........................ 303

Capítulo 15. Confidencias ........................................ 333

Capítulo 16. No olvides nunca quién eres ................... 341

Capítulo 17. Hoy, mi corazón sangra ......................... 359

Capítulo 18. Eso espero porque… .............................. 371

Capítulo 19. Mi corazón se alegra… .......................... 381

Epílogo .................................................................. 387

Bibliografía ............................................................ 391

Agradecimientos

E specialmente a ti, mi marido, mi fortaleza, siempre tan protector (demasiado a veces), como San José velando por la Sagrada Familia. Tu presencia ha sido

especialmente reconfortante para mí estos últimos años en los que la enfermedad ha oscurecido y entorpecido un poco mi vida. Siempre has estado ahí para mí y tu constancia y apoyo han sido muy valiosos para mí en estos tiempos de prueba. E incluso ahora, cuando estoy dedicando mucho tiempo y energía a escribir este libro, alimentas mi inspiración, como dice nuestro hijo con humor, cocinándome buena comida. Gracias por todo lo que has hecho y por lo que eres…

A mis hijos y nietos, los amores y soles de mi vida. Habéis crecido demasiado rápido, demasiado rápido, mis queridos. No he visto pasar el tiempo… Estoy en el invierno de mi vida y, a veces, quiero poner a cero el reloj para revivir y saborear todos los momentos de complicidad que hemos compartido, para redescubrir los estallidos de risa y la ligereza de la primavera de la vida, para disfrutar mejor de vuestra presencia. Vosotros, mis queridos pequeñines, sois hoy jóvenes adultos de los que estoy orgullosa. Que la Vida os preserve y os conceda el discernimiento y la sabiduría necesarios para realizar lo mejor de vosotros mismos y encontrar, más allá de las seducciones engañosas y los paraísos artificiales de este mundo, la verdadera felicidad. Confío en vosotros. Gracias a todos por vuestro consuelo y

Agradecimientos14

vuestra ternura. Gracias, Valérie, por tu amabilidad y tu preocupación hacia nosotros.

A todas las personas a las que me he referido en este libro por apoyar ciertos temas y, especialmente, a ustedes: médicos, profesionales de la salud, científicos, sacerdotes e investigadores de todo tipo, que tuvieron el valor y la audacia, a pesar de ciertas presiones ejercidas contra ustedes, de salirse de los caminos trillados y estudiar al Hombre en su totalidad, más allá de cualquier capilla reduccionista científica o religiosa. Nosotros, los experimentadores, les debemos mucho. Pienso en particular en el doctor Jean-Jacques Charbonier, Olivier Chambon, Eric Dudoit, Bernard Samson, Jean-Pierre Jourdan, Pim Van Lommel, Mario Beauregard y Emmanuel Ransford1, sin olvidar a muchos otros que no puedo nombrar aquí porque la lista sería demasiado larga. Un agradecimiento especial al padre de los ECM: el doctor Raymond Moody.

A las asociaciones y editores de revistas mencionados en este libro que estudian y difunden los resultados de los estudios sobre las ECM.

Y, por supuesto, a todos los dirigentes y miembros de las asociaciones que me han invitado durante tantos años, que trabajan en la sombra y sin los cuales esta labor de consuelo y esperanza no podría llevarse a cabo. ¡Que, más allá de los conflictos del ego, lo realicemos plenamente!

Pienso con afecto en el padre François Brune, cuya amistad me es muy querida y que, con un valor indomable, ha dedicado su vida a defender el verdadero mensaje del amor de Cristo.

A todos mis amigos y familiares que me han permitido ser lo que soy y cuyo cariño me ha sostenido estos últimos años. A todos aquellos que se han cruzado en mi vida y en mi corazón.

1 Emmanuel Ransford, epistemólogo, especialista en física cuántica.

Guía sobre la Muerte y el Más Allá 15

Sin olvidar a los que nos han dejado y que están tan presentes… Un saludo a Michèle Riffard2 que, después de haber atestiguado tanto la realidad del Más Allá, conoce ahora el otro lado de las cosas, a Robert Chiron, mi amigo de gran corazón3, a Jean Morzelle4, que nos dejó recientemente para encontrar la Luz, de la que fue testigo durante tantos años. Echaremos mucho de menos tu sonrisa, tu sencillez y tu amabilidad, Jean. Que tengas un buen viaje y nos envíes algo de polvo de estrellas…

A José (se reconocerá), por su apoyo y sus sabios consejos que me ayudaron mucho (y me siguen ayudando) a tomar las mejores decisiones en cuanto a la orientación de mi tratamiento. Por su amistad y su amplitud de miras, que son tan valiosas para mí. Por su valor.

Un guiño afectuoso a Christelle Dubois, que pone sus facultades mediúmnicas al servicio de la investigación y de su profesión de cuidadora, permitiendo así a los pacientes al final de la vida (así como a sus familias) pasar más tranquilamente por la gran prueba de la angustia y la separación.

Y un gran agradecimiento a mis editores por su devoción, su discreción, su respeto, su lealtad y por la profunda amistad que nos une. Las obras de Christophe Barbé, impregnadas de una sensibilidad iluminada, nos revelan magníficamente la presencia de lo invisible en nuestras vidas…

2 Michèle Riffard, decana de los videntes que nos dejó en 2015.3 Robert Chiron, doctor en ciencias y fundador de Bolivia Inti-Sud Soleil y

Face au Cancer 44.4 Jean Morzelle, ECM (experiencia cercana a la muerte que atestigua en sus

libros).

Introducción

«TODO LO QUE NO SE DA SE PIERDE».

Albert Einstein

H ace unos años, escribí un libro titulado 45 segundos de eternidad en el que contaba la aventura de mi vida: la de cruzar las Puertas de la Muerte y estaba convencida

de que este libro, que era el primero, sería también el último.Conté algunos episodios de mi vida, porque toda

experiencia se injerta en una experiencia vital, en este caso la compartida con mi familia, y, por supuesto, conté sobre todo esa experiencia inolvidable que está inscrita en lo más profundo de mi alma, que ha trastornado y fecundado mi vida para siempre, dejando una huella indeleble en ella para siempre. También y sobre todo evocaba las repercusiones de esto en mi vida cotidiana y en la de mis allegados.

Cuando terminé de escribirlo, me sentí ligera, llena de alegría y de gozo. Sentí la satisfacción del deber cumplido y la felicidad de haber transmitido lo esencial de lo que me animaba, a saber, que solo hay Vida y Amor…

Puse mi corazón y mi alma en este primer libro. Lo escribí con la esperanza de reconfortar a quienes han perdido a un ser querido y de responder (muy modestamente, por supuesto, y en la medida de mis posibilidades) a quienes se

Introducción18

preguntan por el sentido y el propósito de la vida. Y, sobre todo, lo escribí porque siempre he tenido el profundo sentimiento de que no podía guardar egoístamente un tesoro así, un tesoro que, si se reconoce, podría transformar cualquier vida.

Si supierais cuánto he luchado por encontrar las palabras correctas, las más adecuadas para describir la Realidad que una vez toqué e intentar, más allá de todo dogma y clasificación, transmitir conceptos desconocidos para la mayoría de mis conciudadanos. ¡Las palabras son tan impotentes! No dejan expresarnos con amplitud.

A pesar de estas dificultades, he tenido el placer de ofrecer a mis lectores el relato de mi experiencia, así como el resultado de años de estudio, lectura, esfuerzo y reflexión, en definitiva, pistas para que puedan, a través de su propia investigación y en plena libertad, continuar su camino.

También he tratado de anticipar ciertas cuestiones que podrían plantearse más adelante y en lo que respecta a ciertos temas específicos (como la conciencia, la predestinación, el karma, etc.), que requieren un estudio más profundo, he indicado en la bibliografía una lista de obras preciosas a mis ojos, que ofrecen desarrollos fructíferos y que pueden ser de gran interés para los lectores en búsqueda.

Así que pensé que lo había dicho todo, que lo había hecho todo y que por fin podía descansar. Supongo que no. El destino y sobre todo vosotros, queridos amigos lectores, decidisteis lo contrario.

En efecto, ¡qué sorpresa fue recibir, cada día, una gran cantidad de correos que me invitaban a desarrollar ciertos temas de mi libro, para responder lo mejor posible a sus preguntas!

Es más, algunas personas que han oído hablar de mi experiencia, ya sea a través de publicaciones o de los medios de comunicación, se han puesto en contacto conmigo para


intentar obtener respuestas a las preguntas que tenían. Les contesté, por supuesto, pero ¡cómo lamenté que no se hubieran tomado antes la molestia de leerme! Me habría ahorrado mucho tiempo y energía perdidos, especialmente en un momento en el que estaba muy débil por problemas de salud.

Ante todas vuestras preguntas, he decidido volver a escribir y compartir con vosotros algunas de mis convicciones.

También lo retomo para responder de forma más precisa a las preguntas que me hacéis vosotros, queridos amigos con los que me encuentro en las asociaciones de ayuda a las familias en duelo o en los congresos de estudio de los ECM5. No son solo encuentros en los que, por supuesto, tenemos el placer de compartir nuestras experiencias, sino que son sobre todo intercambios de corazón a corazón, de alma a alma, en los que todo artificio se derrumba ante la pérdida y el sufrimiento, en los que la necesidad de comprender y conocer se vuelve vital, en los que las preguntas nunca terminan… Y es ahí donde nos damos cuenta, como muy bien dijo Víctor Hugo, que a menudo hay más cosas que naufragan en el fondo del alma que en el fondo del mar. Allí tocamos lo Verdadero, tocamos el corazón de lo Vivo.

Este libro es el punto de encuentro entre la profunda e inolvidable experiencia que viví, su comprensión, y las posteriores aportaciones procedentes de diversas lecturas y enseñanzas que calificaría de espirituales, aportaciones que acepté en conciencia porque confirmaban e iluminaban

5 EMI: Expérience de Mort Imminente, en francés. NDE: Near Death Experience, expresión americana de la misma

experiencia. EMP: Experiencia de muerte temporal. Un término más apropiado

concebido por el doctor Charbonier. Estas tres siglas designan la misma experiencia. En aras de la simplicidad,

utilizaré el acrónimo ECM (Experiencia Cercana a la Muerte, en español), que resulta más familiar para la mayoría de los lectores.

Introducción20

de forma magistral lo que había vivido. En este sentido, la experiencia y la comprensión de la misma, así como la realización resultante, están tan entrelazadas que son una misma cosa y constituyen lo que he llegado a ser hoy. Están íntimamente involucrados en el f lorecimiento de un nuevo nacimiento.

A partir de esta comprensión, de esta carne podría decirse6, he tratado de responder a la mayoría de las preguntas que me han planteado con mayor frecuencia y de las que os ofrezco una síntesis en los siguientes capítulos.

Os agradezco, queridos amigos lectores, la confianza que me habéis demostrado al compartir conmigo, con sencillez, vuestras preguntas, vuestras dudas, vuestras penas, vuestras búsquedas y vuestras esperanzas. Algunos de vosotros os habéis desnudado y sé lo que puede costar en valor y expectativas exponerse de esta manera. Por favor, creedme que fui muy sensible a esto. He intentado sinceramente responderos desde quien soy.

Pero debéis saber que no soy un gurú ni un maestro de conciencia y que no tengo autoridad espiritual para guiar a nadie, solo el profundo deseo de ayudaros. No pretendo tener la Verdad, ni tengo la cualificación necesaria para responder a todas las preguntas que se me hacen. El objetivo esperado al escribir el libro anterior era ofreceros el relato de esta experiencia como el tesoro de mi vida. Es en este (a través de la correspondencia intercambiada con algunos de vosotros) donde profundizo en el conocimiento recibido en el seno de mi incursión en el más allá, gracias a la luz de la Sabiduría espiritual que, por sí sola, me ha permitido integrar esta experiencia en su totalidad.

6 Desde el punto de vista espiritual, es bueno saber que el término carne o sustancia, no implica materia, sino el espíritu que está en la materia. Es lícito considerar el contenido del alma como carne que subsistiría en la transición.


Deseo daros el beneficio de este maná que alimenta el alma, y librarla de su ignorancia, e intentar, a mi manera, arrojar más luz sobre las muchas preguntas que todo ser se hace inevitablemente, un día u otro, en su vida.

Que el diálogo establecido entre nosotros te invite a continuar tu búsqueda y a acercarte a tu verdad, la que, tras muchas aperturas de conciencia, seguidas de muchos logros, se habrá convertido en tu carne.

Este libro también es vuestro…

A la atención de los lectores

H e preferido el diálogo autor-lector, más verdadero, directo y cálido, para transmitir mis propias convicciones.

Pero me será difícil evitar algunas repeticiones, porque algunas preguntas son muy similares. Pido de antemano vuestra indulgencia.

Para que los lectores que no hayan leído mi primer libro, 45 segundos de eternidad, puedan seguir la trama de este sin dificultad, he pensado que sería una buena idea insertar, para una mejor comprensión, ciertos párrafos de mi libro anterior.

Es imposible, en un solo libro, responder en profundidad a todas las preguntas formuladas e incorporar toda la ciencia y la sabiduría de quienes han sido faros en la vida del autor. Por eso he señalado algunos escritos inspiradores y centrados que podrían complementar felizmente vuestros estudios, así como algunos enlaces complementarios, que me parecen muy útiles. Los he indicado a medida que avanzaba, según el tema tratado, para facilitar mejor su investigación. Solo deseo ser un enlace entre vosotros y todo lo que pueda ayudaros.

Todas las confidencias y preguntas que encontraréis son auténticas. Me las han enviado por correo o me las han confiado durante las reuniones. En aras de la confidencialidad y para respetar el anonimato de mis lectores, he cambiado los nombres de pila, he eliminado cualquier indicación

A la atención de los lectores24

que pudiera identificarlos y, en el caso de muchos, solo he transcrito extractos de cartas. En aras de la coherencia, también he resumido, cuando ha sido posible, algunas cuestiones generales en una sola pregunta y respuesta. En ocasiones, he profundizado y completado respuestas que había desarrollado previamente.

PrefacioPor el doctor Jean-Jacques Charbonier

¡I ncreíble! Me siento abrumado y en total admiración por la autora del libro que tenéis entre vuestras manos. Creía conocer a Nicole Dron; aprecio mucho

la bella persona que es, su generosidad, su talento como conferenciante y escritora, esa forma tan particular de hacernos sentir la emoción que ella sintió durante su incursión en el más allá, pero aquí, de verdad, ¡me he quedado de piedra! Yo, que casi nunca respondo a las cartas de mis lectores, ella me da una hermosa lección de valor y abnegación. Porque, sí, lo verán en las páginas, se trata efectivamente de eso: de una extraordinaria relación epistolar establecida desde hace muchos años entre Nicole y quienes conocen su historia: esos 45 segundos que nos han emocionado hasta las lágrimas al leerlos o escucharlos de la pluma o de la boca de quien los vivió.

Esta original forma de concebir un libro hace que su lectura sea fácil y muy agradable. Uno nunca se cansa y pide más. Con la paciencia de un ángel, Nicole responde a todas las preguntas, pero realmente a todas; ¡incluso si le preguntamos si los espíritus que conoció en el más allá tenían relojes o fumaban cigarrillos! Uno solo puede inclinarse ante tanta amabilidad. Pero más allá del humor que está muy presente en su libro, se aprenden muchas cosas leyéndolo y reconozco que me impresiona mucho la cultura de Nicole en todos los temas que trata.

Prefacio26

La señora Dron es una interlocutora atenta, apasionada y psicológica. Sus mensajes están bien pensados y documentados. Como señala en su prólogo, no se hace pasar por un gurú, un maestro de conciencia o un líder religioso. No, ella escribe desde el corazón y su corazón es enorme. Un corazón iluminado por la luz de la Sabiduría espiritual encontrada durante esos famosos 45 cortos segundos de paro cardíaco.

Con gran tacto y discernimiento, trata muchos temas tabúes: la reencarnación, el mundo de las religiones, la eutanasia, la magia negra, la mediumnidad, las injusticias del dolor terrenal, las almas de los animales y responde a preguntas tan difíciles como: ¿Cómo voy a volver a ver a todos los que he amado si, a mi muerte, ya se han reencarnado? Por no hablar de un gran pasaje para los niños, que me encantó: Dime, abuelita, ¿cómo se vive cuando se está morido?

Entre los que publican sus textos de solicitud también hay experimentadores que se dirigen a ella y descubrimos con cierto júbilo sus conmovedoras historias. El diálogo entre Nicole y estas personas nos hace estremecer muchas veces. Desde luego, todos estos testimonios no malogran la muerte diciéndonos de antemano lo que nos ocurrirá en el momento de nuestro último aliento, como escribe irónicamente uno de los corresponsales. Por el contrario, nos animarán a vivir bien, o más bien a vivir mejor, sugiriéndonos que demos aún más amor a los demás. Así, nosotros también podremos responder a las dos preguntas que un ser de luz le hizo a Nicole Dron durante su experiencia de muerte temporal:

«¿CÓMO HAS AMADO Y QUÉ HAS HECHO POR LOS DEMÁS?».

Nuestras maletas están llenas de miedos, odios y enfados. La autora de este magnífico libro nos permite aligerarlos de la manera más hermosa. Al cerrarlo, nos apetece retomar una de


las muchas letras que tejen el hilo de este texto: «Me bebo tus palabras. Gracias Nicole. Tu respuesta me acompañará toda la vida. Siento que no he terminado de profundizar en ella. Esperemos que pueda balancear mi maleta sobre el seto de forma definitiva. Gracias por todo».

Sí, realmente, un gran agradecimiento a Nicole. Gracias por existir. Te queremos mucho.

Doctor Jean-Jacques Charbonier 7 de agosto de 2016 www.charbonier.fr

Tina

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«TODAS LAS FLORES DEL PORVENIR ESTÁN EN LA SIEMBRA DE HOY».

Anónimo

C on una sonrisa interior y mucha ternura comienzo este libro con un correo7 que me envió hace unos años, justo en el momento de la publicación de mi

libro 45 segundos de eternidad, una joven de quince años que vivía en las Islas. Ella había descubierto el testimonio de mi experiencia en internet e, interesada, había pedido mi libro. Pero estaba tardando mucho en llegar. Así que, impaciente,

7 Correo o e-mail = abreviatura de correo electrónico.

Capítulo 1. Tina30

se puso en contacto conmigo para hacerme, con gran determinación, estas preguntas:

—Estas son algunas preguntas que son muy importantes para mí: ¿Crees en la reencarnación? ¿Estás segura de que has vivido otras vidas? En este momento, estoy trabajando en la reencarnación, porque, en lo que a mí respecta, no quiero reencarnar en absoluto, porque encuentro que es la muerte de la identidad. Me gustaría que me ilustraran sobre este tema. ¿Crees que el alma nace, dónde y cómo? ¿Cómo pueden el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo ser UNO? ¿Cuál es el sentido de la vida? Cuando tuviste tu ECM, ¿tuviste toda tu conciencia como en la vida actual y tuviste la impresión de tener el mismo cuerpo, pero en otra materia? ¿Podrías darme detalles cuando hablas de tus vidas anteriores y el vínculo entre ellas? Es para obtener más información. Tengo muchas preguntas, pero bueno, aunque sé mucho sobre las ECM, me gustaría tener TU opinión personal. Gracias de antemano. Espero que me puedas iluminar, porque es muy importante para mí. Tengo un tío que tuvo esta experiencia, pero no hablo su idioma. Adiós y gracias.

Me conmovió y me encantó. Piénsalo: ¡15 años! y ya qué profundidad en este estilo adolescente directo. ¡Cómo no iba a responder a esta sed de conocimiento! Me vi de nuevo a los 13 años, animada por la misma búsqueda y haciendo preguntas a mi profesora de universidad sobre los conocimientos transmitidos a través de las historias mitológicas del antiguo Egipto. ¿Corresponden estas historias a algo real o son solo bonitos cuentos para niños? Ella había respondido que contenían en su interior, y de forma velada, todo un conocimiento secreto, ciencia y sabiduría de la Tradición.

Esto había despertado mi curiosidad.—¿Qué significa Tradición? —le pregunté.Es la Sabiduría del mundo. Se remonta al principio

de los tiempos. Proviene de la primera Verdad y siempre se ha conservado en su forma más pura y auténtica. Si se


compara la Tradición con un inmenso roble, y sus ramas y sus ramificaciones como tantas expresiones diferentes de esta tradición (religiones, filosofías, espiritualidades diversas), se comprende que la misma savia circula en ellas y las vivifica según su propio genio.

—¿Y si la savia ya no circula por una rama?Muere, porque el Espíritu se ha marchado.—¿Y qué queda?Una cáscara vacía que suena a hueco, una verdad

distorsionada que ya no puede alimentar al hambriento, un dogma. ¿Lo entiendes?

Sí, lo entendí, porque ya tenía hambre.Continuó diciéndonos que Pitágoras, Platón, Tales y

muchos otros sabios dedicaron años de su vida al estudio de esta tradición en las Escuelas de Misterio de Egipto.

Recuerdo cómo me conmovieron sus respuestas. Me levanté como un autómata y sorprendí a todos, incluso a mí misma, diciendo espontáneamente:

—Daría toda mi vida por tener acceso a estos conocimientos.

Entonces no sabía en qué consistía, pero intuía que, más allá de las enseñanzas académicas, filosóficas y religiosas, había una enseñanza más profunda y vasta, que tenía que ver con el estudio de las leyes de la naturaleza y de la vida, así como con la naturaleza espiritual del ser humano y su lugar en el universo. Quería conocer el corazón del Todo.

La búsqueda de esta joven, a la que llamaré Tina, me llegó a lo más profundo de mi corazón y es con gran placer que le respondí en la carta que sigue.

Este correo electrónico, me doy cuenta hoy, ya respondía sucintamente a algunas de las preguntas que más tarde me harían. A lo largo de este libro, he intentado desarrollar otros

Capítulo 1. Tina32

aspectos, otras facetas y también responder a las numerosas preguntas de los lectores que desean ilustrarse sobre temas tan precisos como variados.

Aquí está mi carta para ella:Hola, Tina:Te agradezco tu mensaje y tu confianza. Por favor,

permíteme que te tutee, ya que podrías ser mi nieta. Tengo nietos de tu edad. Intentaré responder a tus preguntas, pero antes quiero decirte que tienes mucha suerte de tener un tío que ha vivido esta experiencia y, solo por eso, quizá deberías plantearte aprender, aunque sea rudimentariamente, su idioma…

Me preguntas si creo en la reencarnación y cuál es el sentido de la vida…

Sí, Tina, creo en la reencarnación, pero, como descubrirás en mi libro, mi pensamiento es matizado. Este tema es a la vez sencillo y complejo y todo depende del nivel de conciencia con el que se aborde.

Mi educación católica no me preparó para este concepto. Sin embargo, ¡todo parecía tan obvio en este estado!

Por ejemplo, en mi experiencia, descubrí que había vivido en esta tierra muchas veces. Estaba descubriendo ciertas secuencias de mis vidas pasadas y la conexión entre todas ellas. Descubrí que mi marido y yo ya habíamos vivido juntos y que el objetivo de nuestra encarnación actual era desarrollar una relación armoniosa de pareja, respetándonos mutuamente y concediéndonos la misma libertad en la justicia y la confianza. Volví para aprender a amar a nivel del alma y para tener el valor de ser real.

Se me dijo que volvemos a la tierra hasta que adquirimos suficiente Amor y Sabiduría, que todo es cuestión de evolución y que una vez logrado esto, podemos pasar a otros planos de existencia.


Como señalé en mi libro, creo que lo importante no es adherirse o no al concepto de vidas sucesivas, sino, como bien dice el padre François Brune, «santificar la parte de humanidad» que recibimos al nacer, es decir, transformar los instintos groseros que nos mantienen en la esclavitud (vicios, pasiones, deseos incontrolados, egoísmos, orgullo, etc.) en sus cualidades opuestas.

Yo estaba, como ves, en esa experiencia, más allá del tiempo y del espacio. Es muy difícil para un cerebro humano concebir este estado, porque todo estaba allí al mismo tiempo: el pasado y las posibilidades del futuro. Todo era un regalo. Es evidente que, si nos situamos en este nivel de conciencia, solo existe la gran Vida que se despliega infinitamente… No hay pasado ni futuro, porque forman parte del eterno presente que perdura, y por tanto no hay reencarnación, porque todo se vive al mismo tiempo. Vertiginoso, ¿no? Es al volver en el tiempo, en la 3.ª dimensión, cuando hay un antes y un después8.

Por eso creo que es inútil seguir hablando de este tema, porque, como he señalado antes, todo depende del nivel de conciencia desde el que aprehendamos estas cosas. También podemos compararnos con una nota musical. Tiene varias octavas, varias frecuencias vibratorias de tono cada vez más alto, sin dejar de emitir el mismo sonido básico. Pero el sonido más bajo no percibe el más alto, a menos que entre en resonancia con él.

Somos esta nota musical en todas sus frecuencias y desdoblamientos, pero solo somos conscientes de la nota grave que nos caracteriza en esta vida, incapaces de imaginar que lo absoluto de nosotros mismos, nuestra identidad más profunda, nuestra esencia divina, vuela sobre el tiempo y el espacio y simplemente ES. Es solo una pequeña parte de

8 Véase: Physique de la Conscience de Philippe Guillemant y Jocelin Morisson, éditions Trédaniel, que ilumina magníficamente esta teoría.

Capítulo 1. Tina34

nosotros la que se encarna: nuestra personalidad. Intentaré explicar lo que entiendo por personalidad.

Pero antes, creo que sería mejor responder a tu pregunta:—¿Dónde y cómo nació el alma?¿Cómo nació el alma del mundo? Eso, Tina, no lo sé.

Pero lo que sí sé es que he sido bañado en una Luz, un Amor, una Inteligencia, una Sabiduría, una Conciencia y una Paz infinitas que nunca podré olvidar.

Sé que soy Eso y que dentro de mí existe esta esencia, esta magnífica fuerza vital que me anima y me hace consciente. Soy una parte eterna, un segmento del alma del mundo que reside en todos los seres. Soy… Lo descubrí con asombro.

Pero entonces, diréis, si el alma es tan perfecta y tan feliz en su plano de luz, ¿por qué vendría a encarnarse en un cuerpo de carne, a pasar por experiencias más o menos felices, a conocer tormentos, corrupción e impureza, a pasar por pruebas, dificultades, penas y sufrimientos? ¿Cuál es la necesidad de la encarnación? ¿Por qué no permanece simplemente en este estado de felicidad y perfección?

Simplemente para tomar conciencia progresiva de sí mismo experimentando todas las dimensiones del Soy y haciendo la dura experiencia de la encarnación en la materia, porque solo con el roce de los estímulos de la vida se desarrolla la Autoconciencia y se aprende la discriminación, paso necesario en la evolución de la humanidad.

Verás, la misión del hombre, entre otras, es espiritualizar la materia, elevar sus vibraciones casándose con ella. Al hacer una alianza con ella, experimenta íntimamente la limitación, el dolor, la exclusión. Experimenta miedo, confusión, frustración, es el juguete de los deseos y las pasiones, siente celos, se descubre egoísta, orgulloso, etc. Se le revela toda la panoplia de las tendencias más frustrantes ligadas a la densidad de la materia. Además, se identifica con las inclinaciones y hábitos contactados a través de los ciclos


del tiempo y que ahora constituyen su personalidad. Pero este no es él, solo una máscara, una respuesta de su alma a las diversas circunstancias y exigencias de sus vidas anteriores.

Su verdadera esencia, su chispa divina, está en plenitud en el plano de la Luz, pero ha sacrificado una parte de sí misma al esconderse en el corazón humano.

La tradición dice que el hombre fue creado a imagen de Dios, pero que Él cubrió esta imagen de sí mismo con siete velos sucesivos. Estos velos constituyen los siete cuerpos del hombre, desde el más sutil hasta el más grosero. Los cuerpos más densos: físico, pero también astral (emociones) y mental (pensamientos), son las sedes de todos los deseos y las pasiones. Era necesario que el hombre olvidara parcialmente su origen, está escrito, para que pudiera lanzarse a la conquista de la materia sin que la nostalgia de los mundos espirituales le persiguiera y le hiciera despreciar este mundo más denso. Debe pasar por la condición humana para conocerla íntimamente, para tomar conciencia, aquí abajo, de las pasiones y vicisitudes que mantienen al hombre en la esclavitud y para liberarse de ellas mediante una purificación interior.

El cuerpo sería así el instrumento que la conciencia toma para explorar la materia. Y, a medida que se desprende de todo lo que ha consolidado su ego (su naturaleza egocéntrica), se llena de su verdadera esencia, la que está enterrada en lo más profundo de su corazón y, después de muchas evoluciones, se acerca a su naturaleza última, la que irradia el ser magnífico y fuerte que Es en su dimensión absoluta y que me fue dado contemplar en el corazón de mi experiencia…

Así que ya ves Tina, no pierde su identidad cuando renace, sino todo lo contrario. Cada vez que la evolución de su vida se hace correctamente, gana en libertad y conciencia. Quitando su lepra, bebe en la Sabiduría, el Amor y la Luz hasta el día en que, después de su viaje, regrese al seno de Dios

Capítulo 1. Tina36

en plena conciencia, ofreciendo su genio y los logros que ha sabido conquistar en libertad.

—¿Cómo pueden ser uno el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo?

Esta cita lo explica mejor:

«UNA IMAGEN DEL PADRE TIENES EN EL SOL, DEL HIJO, EN SU RESPLANDOR, DEL ESPÍRITU SANTO, EN SU CALOR;

Y, SIN EMBARGO, TODO ESTO ES UNO».

San Efrén de Siria

—¿Tenía mi conciencia como en la vida ordinaria?Más que eso, Tina, no tiene nada que ver. Cuando entras

en la Luz-Amor, no solo sientes este amor infinito, sino que te conviertes en Amor. Tú eres el amor. Lo mismo ocurre con la Conciencia. Todas las puertas y ventanas de tu alma se abren y lo entiendes todo, lo sabes todo. Todo se vuelve más claro… No es una acumulación de conocimientos. Es una energía que es al mismo tiempo conocimiento, amor y sabiduría infinitos y, por un fenómeno de ósmosis, de resonancia, te conviertes en Eso.

¡Cómo me hubiera gustado quedarme con esta Conciencia, pero solo me traje trozos de ella!

Nuestra conciencia humana, en comparación, es muy limitada, incluso infinitesimal, es como si solo funcionara al 5 % (¡y ni eso!) mientras que en este estado funcionaba al 100 %. Yo diría que al 1000 %.

—¿Tengo la impresión de tener el mismo cuerpo, pero en otra materia?

Sí, tenía un cuerpo más sutil que atravesaba la materia. No tuve la curiosidad de mirarme, pero recuerdo, en la sala de espera del hospital, haber puesto mi mano en el hombro de mi


suegro para tranquilizarlo, porque estaba preocupado, y mi mano recorrió su cuerpo.

Espero de todo corazón que estas respuestas te ayuden mientras esperas a leer mi libro. Puedes profundizar en tu búsqueda, si quieres, leyendo los libros que dejo en la bibliografía, especialmente los que figuran en el apartado «libros que me han ayudado mucho». Te permitirán ganar tiempo valioso.

Que tengas un buen viaje, mi querida Tina. Mantén bien tu aspiración espiritual. Estoy segura de que se te ayudará en tu búsqueda. ¿No se dice: «CLAMA A MÍ, YO TE RESPONDERÉ»? Te deseo lo mejor.

Con todo mi cariño y ánimo.Su respuesta no tardó en llegar:—Te agradezco de todo corazón que te hayas tomado la

molestia de responder a mis preguntas. Tu mensaje es muy alentador. Mi madre y yo vamos a imprimirlo mañana para poder leerlo juntas con más detenimiento. Me emociona mucho que me hayas contestado y creo que me va a ayudar mucho en mi investigación. Esperamos con interés tu libro.

Muchas gracias de nuevo,Tina.

nicole dron

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