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  • Bitcora Marxista-Leninista

  • La esencia reaccionaria de la

    teora revisionista sovitica de la

    ORIENTACIN SOCIALISTA

    1984

    Nesti Karaguni

  • EDITORES

    Equipo de Bitcora Marxista-Leninista

    Editado el 17 de Mayo del 2014

    La presente edicin, sin nimo de lucro, no tiene ms que un objetivo,

    promover la comprensin de los fundamentos elementales del

    marxismo-leninismo como fuente de las ms avanzadas teoras de

    emancipacin proletaria:

    Henos aqu, construyendo los pilares de lo que ha de venir.

  • Contenido

    Introduccin de Bitcora (M-L)----------------------------------------------pg.01

    La esencia reaccionaria de la teora revisionista sovitica de la orientacin

    socialista--------------------------------------------------------------------------pg.04

    Prembulo-------------------------------------------------------------------------pg.04

    Apologistas y defensores del rgimen explotador-----------------------------pg.06

    La negacin del papel y de la misin histrica del proletariado y su partido

    marxista-leninista-----------------------------------------------------------------pg.13

    Subestimacin de los factores internos y sobreestimacin de los factores

    externos----------------------------------------------------------------------------pg.19

  • 1

    Introduccin de Bitcora (M-L)

    El presente documento del albans Nesti Karaguni analiza una de las teoras

    ms descaradas que ha sumado el revisionismo moderno a su bagaje de teoras

    antimarxistas. Hablamos de la teora de los pases de va no capitalista y

    orientacin socialista. Esta teora sovitica no tena otro propsito que

    embellecer propagandsticamente al pas que aceptaba ponerse bajo tutela del

    socialimperialismo sovitico y aceptaba con ello otro puado de teoras como la

    teora de la soberana limitada que legitimaba la intervencin sovitica en

    cualquier pas si la Unin Sovitica crea que all peligraba el socialismo, o la

    divisin socialista del trabajo que buscaba la especializacin econmica en

    cada pas dentro del campo revisionista sovitico, propiciando que estos pases

    desarrollaran una extrema dependencia de la extensa gama de material

    industrial que ya haba logrado obtener la Unin Sovitica, etc. Teoras unas y

    otras, que legitimaban, desde el punto de vista del revisionismo sovitico, la

    explotacin y sometimiento que ejerca la Unin Sovitica revisionista y

    capitalista sobre estos otros pases.

    El autor identifica tres caractersticas claves para entender la teora, y el

    significado de lo que conlleva el aceptar tal teora de los pases de va no

    capitalista y orientacin socialista:

    1) Defensismo de las relaciones de produccin capitalistas:

    a) La creencia de que se puede transformar la sociedad desde el reformismo

    econmico; por tanto usando el Estado burgus existente, y sin que

    presuntamente haya una necesidad imperiosa de establecer la dictadura del

    proletariado, por tanto tampoco la necesidad de acabar con la propiedad

    privada.

    b) La creencia de que se puede reducir que no acabar con el papel de los

    monopolios extranjeros con la misma tibia frmula, pese a ello, como en el

    revisionismo eurocomunista, el revisionismo chino, el revisionismo titoista, o el

    actual socialismo del siglo XXI; se da cabida, de modo supuestamente

    limitado, al capital extranjero y al capital de la burguesa nacional local que

    supuestamente no daa al pueblo.

    c) La justificacin de la propiedad privada en la economa a baja y gran escala, y

    la creencia de que con la extensin del capitalismo monopolista de Estado se

    establece la propiedad socialista.

  • 2

    d) Confusin en las etapas de la revolucin y el pronstico de que se tardar

    mucho en pasar de la etapa antifeudal, anticolonial, a la etapa por la

    transformacin econmica del socialismo.

    2) Negacin del papel del proletariado y su partido:

    a) La tendencia comn a otros revisionismos como el chino, yugoslavo,

    eurocomunista, y otros a negar el papel del proletariado como fuerza motriz en

    el proceso tanto en la etapa antifeudal, antiimperialista, anticolonial,

    antifascista, como en la socialista, alegando falta de nmero o incluso la

    inexistencia del mismo en pases poco desarrollados.

    b) Rechazo o distorsin del papel del partido marxista-leninista, y la promocin

    en su detrimento de partidos burgueses y pequeo burgueses que lo suplen y se

    presentan, o lo presentan, desde el exterior como afines al socialismo como el

    Partido Baath en Irak, Siria o Egipto. Tambin encontramos la aglomeracin

    de varias organizaciones y clases en un frente, y el establecimiento de este frente

    como presunta plataforma desde la que nace el partido marxista-leninista o que

    asumir el papel de vanguardia concerniente a un partido proletario vase el

    Frente Sandinista de Liberacin Nacional en Nicaragua o el Frente Farabundo

    Mart para la Liberacin Nacional en El Salvador. Que la dirigencia de un

    partido que se considere marxista-leninista como unin de los elementos ms

    conscientes y avanzados del proletariado, no puede tener en su mxima

    direccin a elementos que de la noche a la maana dicen estudiar y aceptar el

    marxismo-leninismo vase Fidel Castro en Cuba o Antnio Agostinho Neto en

    Angola. Adase la variante de que, a partir de los golpes de Estado en el

    ejrcito dejando a un lado que es una tctica antimarxista de toma de poder

    por su inconexin con las masas se creaban de la nada partidos presuntamente

    marxista-leninistas vase el Partido de los Trabajadores de Etiopa, la Unin

    Socialista rabe en Libia, el Partido Democrtico Popular de Afganistn, o en el

    caso de Burkina Faso en donde nunca se lleg ni siquiera a fundar un partido,

    siendo comandado el proceso por una junta militar, que adems comandara la

    transicin a su presunto socialismo.

    c) Mala consideracin del carcter de la burguesa nacional en la lucha de

    liberacin nacional no tomando en cuenta su dualidad y como posible su

    desercin. Y una extensin de esta buena fe, creyendo que si sta ha

    colaborado en la lucha anticolonial, antifeudal, antiimperialista, etc., por

    extensin, debe de aceptar la introduccin del socialismo pese a que el

    verdadero socialismo signifique su extincin como clase social explotadora.

    3) Sobrestimacin del papel exterior en la revolucin:

  • 3

    a) Negar que son las fuerzas interiores las principales en el desenvolvimiento de

    la revolucin del pas, siendo la influencia exterior, positiva o negativa, un

    aspecto secundario.

    b) Presentar la ayuda sovitica como el principal factor para determinar si un

    pas va en pro de la orientacin socialista o no. Presentar as mismo, que sin

    esta ayuda, y la adecuacin a otras teoras como la teora de la soberana

    limitada o su adhesin a los organismos militares como el Pacto de Varsovia o

    el Consejo de Ayuda Mutua Econmica en lo econmico, es imposible sobrevivir

    ante el cerco del imperialismo capitalista. Alegando que cuando un pas niega

    dicha ayuda y tutela sovitica ha traicionado al socialismo vase el caso

    de la Repblica Democrtica de Somalia o Egipto y sus virajes de la Unin

    Sovitica a los Estados Unidos.

    c) Negar el axioma marxista-leninista de que la verdadera ayuda de los pases

    socialistas a otros pases socialistas solo puede ser un auxiliar en la economa. El

    pas que construye el socialismo debe valerse de sus propias fuerzas. El olvido

    de que el imperialismo no otorga crditos para ver la construccin del

    socialismo, sino que toda inversin est calculada de antemano para obtener

    suculentos beneficios, estableciendo en dicha relacin unos lazos econmicos,

    polticos y culturales para influir en el pas deudor. En la mayora de las

    ocasiones se ha comprobado pues tampoco una direccin revisionista como

    desconocedores de la economa poltica marxista que no pueden ni otorgar una

    economa sana y saneada a su pas, ni controlar la deuda a que se encadenan a

    los diferentes imperialismos, por lo que deben de sacrificar el nivel de vida de

    las masas obreras para pagar las grandes deudas vase el caso de la Polonia,

    Yugoslavia, o la Rumana revisionista que incluso lleva a la autodestruccin de

    tal rgimen.

    *** Por todo, al respecto de esto que se ha visto a lo largo de la historia, y sobre todos en los regmenes prosoviticos de frica, Asia y Amrica, hay que recordar que:

    La claridad en esta cuestin y el establecimiento de una neta lnea de

    demarcacin entre el socialismo autntico y el pseudosocialismo, revisten una

    importancia capital para el desarrollo con xito de la lucha de la clase obrera

    y de las masas trabajadoras. Sin tener una clara imagen de la sociedad

    socialista y sin atenerse a sus principios y leyes generales, la revolucin se

    queda a mitad de camino. (Enver Hoxha; Informe al VIII Congreso del

    Partido del Trabajo de Albania, 1981)

  • 4

    Nesti Karaguni

    La esencia reaccionaria de la teora revisionista

    sovitica de la orientacin socialista

    Prembulo

    En su importante obra: El Imperialismo y la revolucin de 1978, al

    desenmascarar la estrategia de los revisionistas y socialimperialistas soviticos

    como la estrategia de un Estado saqueador que busca extender su hegemona y

    dominacin a escala mundial, el camarada Enver Hoxha subraya entre otras

    cosas, que:

    La Unin Sovitica intenta abrirse paso para realizar sus planes

    expansionistas neocolonialistas, presentndose como un pas que sigue una

    poltica leninista e internacionalista, como aliado, amigo y defensor de los

    nuevos Estados nacionales, de los pases poco desarrollados, etc. Los

    revisionistas soviticos preconizan que estos pases, al ligarse a la Unin

    Sovitica y a la llamada comunidad socialista, que es proclamada como la

    principal fuerza motriz de la actual evolucin mundial, pueden avanzar con

    xito por el camino de la libertad y la independencia, e incluso del socialismo.

    A tal efecto han inventado asimismo las teoras del camino no capitalista de

    desarrollo, de la orientacin socialista, etc. (Enver Hoxha; El

    imperialismo y la revolucin, 1978)

    Son innumerables los hechos que arrojan luz sobre la esencia reaccionara

    antimarxista, oportunista y contrarrevolucionaria de estas teoras, que

    reflejadas de manera sinttica en los principales documentos del partido

    revisionista de la Unin Sovitica y de manera particular de sus congresos,

    ocupan un lugar especial entre las publicaciones filosficas revisionistas y en la

    actual propaganda socialimperialista sovitica. Se trata de principio a fin de un

    cmulo de tesis que tienden a perpetuar el rgimen econmico, social y poltico

    capitalista en una serie de pases ex coloniales y poco desarrollados,

    embellecindolos con el calificativo de va no capitalista de desarrollo, incluso

    de orientacin socialista, por la que supuestamente habran penetrado y

    avanzan algunos de estos pases y a la que tenderan a penetrar y avanzar otros.

    Estas teoras preconizan la conciliacin de clases y la va reformista de

    transicin al socialismo, lo que sera factible segn ellas dentro del marco del

    propio Estado capitalista, en el marco de las estructuras y de la superestructura

    existentes, sin necesidad de revolucin, de destruir la vieja mquina del Estado

  • 5

    burgus ni de instaurar la dictadura del proletariado. En lo que se refiere a las

    fuerzas motrices, niegan la misin histrica y el papel hegemnico del

    proletariado y de su partido marxista-leninista, llegando al absurdo de conceder

    este papel a la burguesa y a sus partidos polticos. Simultneamente, el apoyo

    de estos pases en la experiencia y en la llamada ayuda de la Unin Sovitica

    revisionista y socialimperialista y de la comunidad socialista, as como la

    supeditacin de su poltica a la de la Unin Sovitica, es considerada una

    necesidad y la piedra de toque que determina el que estos pases hayan entrado

    o no en la va no capitalista de desarrollo y de orientacin socialista.

  • 6

    I

    Apologistas y defensores del rgimen explotador

    La teora marxista-leninista argumenta y la prctica ha probado que las

    transformaciones revolucionarias socialistas en la base econmica, es decir en

    las relaciones de produccin, y en numerosos campos de la superestructura,

    comienzan a operarse nicamente con la instauracin de la dictadura del

    proletariado. Esta, de manera consciente y organizada, bajo la direccin del

    autntico partido marxista-leninista de la clase obrera y apoyada en las leyes

    objetivas del desarrollo social, aplica profundas y amplias medidas

    revolucionaras para la liquidacin del viejo rgimen econmico-social opresor y

    explotador y para la construccin de la sociedad socialista sin clases

    explotadoras, como primera fase de la construccin de la sociedad sin clases, el

    comunismo.

    En oposicin a estas enseanzas sobre la dictadura del proletariado, como

    primer e imprescindible acto de la revolucin socialista, as como sobre su papel

    determinante para la realizacin de transformaciones socialistas en la base

    econmica y en la superestructura, los revisionistas soviticos, en sus teoras

    sobre la va no capitalista de desarrollo y de orientacin socialista hacen

    hincapi principalmente en las reformas econmicas.

    Con la pretensin de que supuestamente la lucha de los pueblos por la

    verdadera liberacin social pasa cada vez ms por la esfera de la economa, los

    revisionistas soviticos tratan de crear una idea de que para pasar al socialismo

    debemos comenzar no con la instauracin de la dictadura del proletariado, sino

    con transformaciones en el terreno econmico, que realizara gradualmente el

    Estado existente, a travs de una infinita serie de fases o etapas de transicin.

    Este Estado, al que califican de democrtico revolucionario y en el que el poder

    est supuestamente en manos del pueblo trabajador, estara dispuesto y en

    condiciones de realizar, segn ellos, profundas transformaciones en todos los

    terrenos de la vida y de crear las premisas imprescindibles para realizar tambin

    la transicin al socialismo.

    El modo en que tratan el problema del Estado los revisionistas soviticos es

    enteramente antimarxista y burgus, tanto en la teora, como en poltica. Son

    numerosos los hechos que demuestran que, independientemente de ciertas

    reformas de carcter democrtico general realizadas en los pases ex coloniales y

    en vas de desarrollo, en ellos predomina la propiedad privada sobre los medios

    de produccin, tanto bajo la forma de propiedad de capitalistas particulares o de

    grupos de capitalistas, como bajo la forma del capitalismo monopolista de

    Estado. El poder poltico en estos pases se halla en manos de las clases

  • 7

    burguesas y feudales y en muchos de ellos incluso en las de las camarillas ms

    reaccionarias, antes asociadas a los imperialistas, que oprimen y explotan al

    proletariado y a las masas trabajadoras. Las clases dominantes, en general,

    estn estrechamente ligadas al imperialismo estadounidense, al

    socialimperialismo sovitico o a otros imperialismos, cuyo capital, como

    evidencian los hechos, mantienen an importantes posiciones en la economa

    de dichos pases, y, de una u otra forma, se imponen incluso en su poltica. Es

    natural que este Estado y toda la superestructura erigida sobre la base

    econmica y que es reflejo de ella, independientemente de los calificativos que

    puedan merecer, protegen la propiedad privada sobre los medios de produccin,

    las relaciones econmicas levantadas sobre aqullas y est al completo servicio

    de las clases dominantes.

    Es sabido que el Estado, mientras exista, tendr siempre un acentuado carcter

    de clase. Naturalmente que entre los nuevos Estados nacionales de los pases ex

    coloniales y poco desarrollados existen algunos que son ms progresistas y

    democrticos que los que han venido a sustituir la poca de la dominacin

    colonial. Pero esto no significa que estos Estados se hayan convertido en

    Estados por encima de las clases o al margen de ellas. Ellos, como cualquier

    Estado, son Estados de una clase determinada y no en general del pueblo

    trabajador, como pretenden los revisionistas soviticos.

    Los revisionistas soviticos afirman que, en estos pases simultneamente a la

    realizacin de reformas en el terreno econmico, habra cambiado tambin

    gradualmente el propio Estado y que, por tanto, se podra pasar de la dictadura

    democrtico-revolucionaria a un Estado de tipo socialista mediante las reformas

    que deberan hacerse en el marco del rgimen econmico-social y poltico

    existente, como la creacin de:

    Nuevas instituciones democrticas revolucionarias de poder. (Nauchniy

    komunizm; N.3, 1980)

    Con la redaccin de una:

    Legislacin que exprese los intereses de las masas. (Nauchniy komunizm;

    N. 3, 1980)

    Con el desarrollo de la lucha contra:

    El burocratismo en el aparato administrativo estatal. (Nauchniy

    komunizm; N. 3, 1980)

    Con el reforzamiento:

  • 8

    Gradual del aparato de Estado con cuadros autctonos fieles al pueblo.

    (Pravda; Informe ante el XXVI Congreso del Partido Comunista de la Unin

    Sovitica, 24 de febrero de 1981)

    Y tambin:

    Mediante la profundizacin de la democratizacin del poder y del ejrcito.

    (Voprosi fillozofi; N.2, 1983)

    Esto sera, segn ellos este Estado reformado que permitir, supuestamente de

    manera consciente, la transicin al socialismo.

    Puntos de vista semejantes al de los revisionistas soviticos y pretensiones sobre

    la reforma del viejo Estado opresor y explotador, los predicaron ya en el pasado

    los Bernstein, los Kautsky, y dems oportunistas. Pero es sabido que Lenin, al

    desenmascararlos y demolerlos argument que las reformas que puedan hacerse

    al Estado opresor y explotador burgus no son de tal magnitud que expresen los

    intereses de las masas, sino que no afectan en absoluto la naturaleza de clase, el

    rgimen econmico-social y la dominacin de las clases explotadoras.

    Cambios en el viejo aparato de Estado burgus se realizan continuamente, a

    fin de que el Estado se adece mejor a las nuevas situaciones, sobre todo para

    hacer frente a los movimientos y luchas revolucionarias crecientes que

    desarrollan el proletariado y los pueblos contra sus opresores. Pero los

    cambios de esta naturaleza en el aparato de Estado no tienen por objetivo

    crear las premisas para llevar a los pases ex coloniales ni a los dems pases

    capitalistas al socialismo, como pretenden los revisionistas soviticos, sino que

    se realizan en funcin del continuo fortalecimiento de la dictadura burguesa o

    feudal-burguesa, para defender lo mejor posible los intereses y la posicin de

    clase de las clases poseedoras de la sociedad.

    Profundizando en sus prdicas antimarxistas sobre el Estado de orientacin

    socialista de los pases ex coloniales, Estado que supuestamente estara en

    condiciones de llevar a cabo profundas reformas econmicas y de conducir

    gradualmente a estos pases al socialismo, que estara supuestamente en

    condiciones de reformarse y transformarse gradualmente en Estado de tipo

    socialista, los revisionistas soviticos llegan, por consiguiente, a otra

    conclusin poltico-terica: dejan entrever que para pasar al socialismo en tales

    pases no hace falta ni la revolucin proletaria, ni la destruccin del viejo Estado

    burgus, sino que por el contrario sera, necesario conservar y fortalecer el

    Estado existente. Esta conclusin se halla en flagrante contradiccin con lo

    argumentado por los clsicos del marxismo-leninismo y que ha probado

    plenamente la prctica revolucionaria, el que para pasar al socialismo es

    imprescindible la revolucin y como su primer acto y victoria la destruccin

    completa y hasta los cimientos del viejo Estado opresor y explotador.

  • 9

    Engels ha dicho que el Estado burgus es una fuerza especial de represin del

    proletariado por la burguesa. Por eso, para pasar a la sociedad sin clases, es

    preciso que esta fuerza particular sea reemplazada por otra fuerza especial, por

    el Estado proletario, como arma con la que el proletariado y sus aliados

    aplastarn la resistencia de la burguesa y de las clases explotadoras. Pero esta

    substitucin, ha argumentado posteriormente Lenin, no puede ser realizada con

    arreglos ni reajustes del viejo aparato de Estado. Esto es posible

    nicamente rompiendo y destruyendo este aparato desde los cimientos, lo que

    solo es posible mediante la revolucin proletaria violenta:

    La dictadura del proletariado no puede surgir como resultado del desarrollo

    pacfico de la sociedad burguesa y de la democracia burguesa; solo puede

    surgir como resultado de la demolicin de la mquina del Estado burgus, del

    ejrcito burgus, del aparato burocrtico burgus, de la polica burguesa.

    (Isif Vissarinovich Dzhugashvili, Stalin; Fundamentos del leninismo, 1924)

    Atribuyendo arbitrariamente y con fines especulativos al Estado burgus de los

    pases calificados de orientacin socialista caractersticas socialistas, que ni

    tiene ni puede tener ni en la teora ni en la prctica, los revisionistas soviticos

    le atribuyen al mismo tiempo actos supuestamente consecuentes y socialistas.

    Afirman que este Estado, despus de:

    Liquidar la pobreza y superar el atraso socio-econmico del pas. (Voprosi

    fillozofi; N.10, 1978)

    Adopta medidas y:

    Pone conscientemente obstculos para que el capitalismo no se desarrolle.

    (Voprosi fillozofi; N.10, 1978)

    Liquidando gradualmente las:

    Posiciones de los monopolios imperialistas, de la burguesa y de los grandes

    feudales nativos, limitando la actividad del capital extranjero. (Pravda;

    Informe ante el XXVI Congreso del Partido Comunista de la Unin Sovitica,

    Pravda, 24 de febrero de 1981)

    Y creando y fortaleciendo el sector estatal de la economa. Segn ellos, en los

    pases de orientacin socialista se sigue:

    La lnea de creacin planificada de las premisas materiales y tcnicas de

    desarrollo socialista. (Voprosi fillozofi; N.3, 1983)

  • 10

    Basta nicamente con analizar por poco que sea estas declaraciones oficiales de

    los polticos y de los tericos revisionistas soviticos para descubrir su posicin

    antimarxista, antiproletaria, pro burguesa y reaccionaria.

    En primer lugar, la creacin del sector estatal de la economa en los nuevos

    Estados nacionales, que los revisionistas soviticos consideran como el factor

    ms importante para la limitacin consecuente de las relaciones capitalistas y

    para el surgimiento de las relaciones socialistas de produccin, tal como ha

    demostrado con innumerables hechos la prctica no aporta ni puede aportar

    ningn elemento de carcter socialista al terreno de las relaciones de

    produccin. Engels ha subrayado que en los pases capitalistas la

    transformacin de la propiedad en propiedad del Estado no suprime el carcter

    capitalista de las fuerzas productivas ni las relaciones capitalistas, por el

    contrario, lejos de ser abolidas llegan al lmite, a la cspide.

    Tambin Lenin desenmascar a todos los oportunistas y revisionistas que para

    evitar la revolucin, intentaban embellecer al capitalismo presentando al

    capitalismo monopolista de Estado como un rgimen no capitalista. La creacin

    del sector estatal por la va de las nacionalizaciones en las condiciones en que la

    burguesa mantiene el poder poltico e impone su dictadura, representa una

    forma particular de la propiedad burguesa, un capitalismo colectivo. Este

    capitalismo estatal no cambia de ningn modo la naturaleza del rgimen

    explotador existente, no suprime la explotacin del hombre por el hombre, ni el

    paro forzoso ni la pobreza. La posicin y la situacin de los obreros en las

    empresas estatales capitalistas es semejante, que la de los obreros de las

    empresas privadas capitalistas:

    El capitalismo de Estado, tal como ya lo ha probado una largusima

    experiencia, es mantenido e impulsado por la burguesa, no para crear las

    bases de la sociedad socialista, contrariamente a lo que sostienen los

    revisionistas, sino para reforzar las bases de la sociedad capitalista, de su

    Estado burgus, para explotar y oprimir an ms a los trabajadores. (Enver

    Hoxha; Eurocomunismo es anticomunismo, 1978)

    En segundo lugar, los revisionistas soviticos hablan de una supuesta

    liquidacin de las posiciones de los monopolios imperialistas, de la burguesa y

    de los grandes feudales nativos, pero no mencionan en absoluto ni a la

    burguesa media ni a la pequea burguesa, sobre todo a la pequea burguesa

    urbana. Hablan, al mismo tiempo, de la limitacin de la actividad del capital

    extranjero, pero no de su liquidacin. Segn parece, tanto la burguesa media,

    y la pequea burguesa nacional, como el capital extranjero, aunque un tanto

    limitado, estaran presentes en el futuro rgimen socialista. De este modo

    siempre segn los soviticos los pases de orientacin socialista pasaran

    gradualmente al socialismo junto con la propiedad capitalista de Estado, con

  • 11

    la propiedad privada capitalista media y pequea e incluso con el capitalismo

    extranjero, es decir, de hecho sin ninguna modificacin radical en el terreno de

    las relaciones de propiedad, con todo capitalista y con nada socialista.

    En tercer lugar, los revisionistas soviticos pretendiendo que desde el triunfo de

    la revolucin antiimperialista de liberacin y la proclamacin de la

    independencia nacional en los pases ex coloniales y hasta que se produzcan en

    ellos las premisas que den inicio a las transformaciones para pasar al

    socialismo, se precisa un perodo prolongado, niegan de hecho la necesidad de

    la revolucin socialista y sus preparativos, dejando el socialismo para un futuro

    incierto y lejano. Afirman que el llamado curso consciente y gradual de la

    orientacin socialista:

    Determina el proceso de desarrollo no capitalista, como prolongacin en el

    tiempo del proceso revolucionario. (Leninskaya Teoriya socialisticheskoy

    revoljucii i sovremyenost; Moskva 1980)

    La prolongacin en el tiempo de este proceso, segn ellos, planteara

    supuestamente la necesidad de que el avance se efecte gradualmente, a

    travs de numerosas etapas de transicin que permitan evitar que se:

    Fuercen artificialmente las transformaciones sociales. (Mezhdunarodnaya

    zhisny, N. 3, 1981)

    Y esto hasta que alcancen un nivel que se acomode al socialismo y el

    proletariado crezca y se desarrolle al punto de constituir la mayora de la

    poblacin.

    No es difcil comprender que estas concepciones son idnticas a la teora

    oportunista de las fuerzas productivas de Kautsky y de otros oportunistas que

    en el pasado desenmascar Lenin. Son semejantes a las teorizaciones y

    deformaciones antimarxistas de los revisionistas yugoslavos en lo referente a las

    etapas de la revolucin, a los momentos y las vas de transicin de una etapa a

    otra, que trataban de imponer a nuestro partido a fin de que fueran aplicadas en

    Albania. Para no quemar las etapas de la revolucin aconsejaban que no se

    hiciera de manera inmediata el paso de la primera etapa democrtica a la

    segunda etapa socialista de la revolucin; defendan la idea antimarxista, segn

    la cual, puesto que ramos una democracia popular, la burguesa no debera ser

    tocada, ya que de lo contrario, segn los titoistas, se quemaran las etapas;

    proclamaban como camino de transicin de la primera etapa de la revolucin a

    la segunda la va de las reformas y sacaban la conclusin de que la transicin de

    una a otra etapa debe prolongarse en el tiempo. Es sabido como Lenin

    desenmascar y refut la teora de las fuerzas productivas y como, al

    descubrir la ley objetiva del desarrollo econmico y poltico desigual de los

  • 12

    pases capitalistas en la poca del imperialismo, lleg a la conclusin y

    argument que la revolucin puede estallar y triunfar tambin en algunos

    pases, e incluso en uno solo, all donde el eslabn de la cadena imperialista sea

    ms dbil, independientemente de si este pas no se halla entre los ms

    desarrollados en lo que se refiere a las fuerzas productivas. El eslabn ms dbil

    de la cadena imperialista ser el pas donde se exacerben todas las

    contradicciones sociales y de clase y se cree una situacin revolucionaria, all

    donde el proletariado haya creado su propio partido marxista-leninista y est

    preparado para las grandes batallas revolucionarias. Lenin argument asimismo

    que el triunfo de la revolucin democrtica de liberacin puede y debe servir

    como etapa preliminar de transicin al socialismo, porque en el imperialismo se

    crean condiciones tales que la revolucin, teniendo a la cabeza al proletariado y

    a su partido marxista-leninista, puede desarrollarse de manera que pueda pasar

    lo ms rpidamente posible de la etapa de la revolucin democrtico-burguesa a

    la etapa de la revolucin socialista, instaurar la dictadura del proletariado y

    construir el socialismo y el comunismo.

    Estas enseanzas de Lenin las confirm la prctica de la revolucin de octubre

    de 1917 en Rusia y la construccin del socialismo en la Unin Sovitica en su

    poca y en la de Stalin. Esto lo confirma asimismo la revolucin y la

    construccin del socialismo en Albania. Es sabido que la Albania de antes de la

    liberacin era un pas relativamente atrasado desde el punto de vista

    econmico-social y cultural. Era un pas esencialmente agrario, con una

    industria casi inexistente y con un bajo nivel de desarrollo de las fuerzas

    productivas. La clase obrera era poco numerosa, dispersa, y no formada como

    proletariado industrial, an no haba alcanzado madurez organizativa ni

    poltica. Pero sin embargo este estado de cosas no impidi al Partido Comunista

    de Albania, organizar y llevar a la victoria la lucha de liberacin nacional,

    preparar las condiciones, organizar y dirigir, simultneamente la lucha por la

    liberacin nacional, la lucha por el progreso social, instaurando en primer lugar

    el poder popular, como dictadura de las fuerzas democrtico-revolucionarias,

    pero que cumpla al mismo tiempo las funciones de dictadura del proletariado y

    que introdujo rpidamente al pas por el camino de la construccin socialista.

  • 13

    II

    La negacin del papel y de la misin histrica del

    proletariado y su partido marxista-leninista

    Marx y Lenin han afirmado que entre todas las clases que hoy se enfrentan a la

    burguesa, solo el proletariado, en tanto que clase ms progresista y

    consecuentemente revolucionaria, puede y debe desempear sin titubeos su

    papel hegemnico en todos los actuales procesos revolucionarios que

    contribuyen a la destruccin del viejo rgimen de opresin y explotacin y a la

    transicin de la sociedad al socialismo.

    Los revisionistas soviticos, en oposicin al marxismo-leninismo y a la

    experiencia del desarrollo prctico de la revolucin, por un lado tergiversan la

    realidad pretendiendo que en muchos pases que acaban de proclamar la

    independencia nacional an:

    No se ha creado la clase obrera nacional. (Voprosi fillosofi; N.3, 1983)

    Lo que no es en absoluto verdad, mientras por otro lado, especulando con el

    hecho de que en muchos otros pases como estos existe un proletariado poco

    numeroso y no organizado, extraen la conclusin antileninista de que el

    proletariado no puede:

    Asumir la misin hegemnica en la revolucin democrtico nacional.

    (Mezhdunarodnova zhizny; N.3, 1981)

    Al mismo tiempo tratan de probar que la preparacin de las premisas y la

    transicin gradual al socialismo de los pases, calificados de orientacin

    socialista ser obra no del proletariado y bajo su direccin, sino de aquellas

    fuerzas frentes que dirigieron la lucha por la liberacin y la independencia

    nacionales, o de aquellas fuerzas que actualmente se encuentran en el poder, sin

    que sea necesario un nuevo alineamiento de las fuerzas de clase y sin dirigir el

    rigor del combate y los golpes revolucionarios contra la burguesa, porque,

    segn los revisionistas soviticos, una parte considerable de la burguesa de

    estos pases habra asumido tendencias socialistas, habra abrazado la va del

    desarrollo socialista y tendra la posibilidad de desempear tambin el papel

    dirigente en este importante proceso de desarrollo y progreso. A la par, los

    revisionistas soviticos hacen hincapi en su propaganda de que la llamada

    orientacin socialista no puede realizarse sin la ayuda ni la experiencia

    del socialimperialismo sovitico. Afirman que la orientacin socialista solo es

    real en aquellos pases:

  • 14

    Que aceptan y aprovechan la ayuda y la experiencia de los pases socialistas

    [lase: de los pases revisionistas - Anotacin de N.K.]. (Voprosi fillozofi;

    N.10, 1981)

    De donde resulta que si no reciben esta ayuda y esta experiencia los pases

    no podran marchar hacia el socialismo. As pues, la primera condicin

    fundamental para que los pases vayan al socialismo, segn los revisionistas

    soviticos, sera el factor externo.

    Tambin en estas prdicas relacionadas con una de las cuestiones ms

    cardinales de la estrategia y de la tctica, de la teora y de la prctica de la

    revolucin, como es la de las fuerzas motrices de la revolucin, de su situacin,

    alineamiento y de su papel en ella, se descubren abiertamente las posiciones

    antimarxistas y neocolonialistas, enmascaradas con palabrera pseudomarxista

    una nueva campaa civilizatoria sobre los pueblos subdesarrollados como

    hacan los colonialistas de antao y el imperialismo occidental hoy.

    El marxismo-leninismo nos ensea y la prctica ha confirmado plenamente que

    la burguesa, al estar relacionada con la explotacin capitalista y siendo la

    protagonista de esta explotacin, no solo no puede tener ni tiene tendencia

    socialista alguna, por lo que no puede ser tratada como fuerza motriz del

    proceso de transicin al socialismo y mucho menos como fuerza dirigente de

    este proceso, sino que adems, objetivamente se alinea al frente de los enemigos

    de la revolucin y del socialismo, inclusive a lo largo del desarrollo de la

    revolucin de liberacin, democrtica y antiimperialista, debido a sus propias

    posiciones econmicas y de clase. Se caracteriza por sus vacilaciones y sus

    compromisos con el imperialismo y la reaccin interna, y por lo tanto no est en

    condiciones de llevarla hasta el fin. Tampoco pueden jugar el papel dirigente de

    la revolucin las capas de la pequea burguesa, puesto que tienen exigencias

    limitadas, individualistas, estn bajo la influencia de la ideologa anticientfica y

    dan bandazos ora a la derecha, ora a la izquierda, deslizndose hacia el

    oportunismo y el aventurerismo. Tampoco las capas de la intelectualidad

    pueden ser una fuerza independiente, porque proceden de diversas clases, por

    naturaleza son vacilantes poltica e ideolgicamente y tampoco pueden

    desempear un papel dirigente en la revolucin.

    El papel hegemnico del proletariado en la revolucin es insustituible, porque

    de todas las clases, capas y grupos sociales, en el capitalismo, es la, clase ms

    progresista y consecuentemente revolucionaria. Y lo es porque no dispone de

    nada, excepto de su fuerza de trabajo, que para no morir de hambre se ve

    obligada a venderla a los patrones capitalistas, dueos de los medios de

    produccin, siendo salvajemente explotada. La clase obrera realiza la

    produccin material, soporta el peso de la existencia y del desarrollo social, pero

    sin embargo no goza de los frutos de su trabajo. De este modo, su situacin

  • 15

    material, poltica y la posicin que ocupa en la sociedad burguesa la obligan a

    organizarse y a lanzarse a la resuelta lucha revolucionara para destruir el viejo

    rgimen y construir la sociedad socialista. El proletariado trabaja y est ligado al

    sector ms avanzado de la economa, a la gran produccin industrial y al estar

    compuesto por centenares y decenas de miles de personas, se convierte no solo

    en la clase ms progresista que aspira y lucha por establecer el modo ms

    avanzado de produccin, el modo socialista, sino que dispone de grandes

    posibilidades y de mejor organizacin para emprender acciones revolucionarias.

    La conciencia para organizarse y realizar tales acciones se la da su teora

    cientfica, el marxismo-leninismo que le aclara las condiciones de la lucha y de

    la victoria. Crea asimismo su estado mayor dirigente, su partido combativo

    marxista-leninista, que le inspira, le organiza y le dirige en la realizacin de su

    gran misin histrica.

    Debido a todas estas circunstancias tomadas en su conjunto, es al proletariado

    al que le corresponde desempear su papel hegemnico en la revolucin, y no

    solo en la etapa socialista, donde es indiscutible, sino tambin en la democrtica

    de liberacin. Lenin, refirindose a la revolucin democrtico-burguesa de

    Rusia de 1905-1907 subrayaba que el hecho:

    De que el contenido burgus de esta revolucin no se puede extraer la

    conclusin trivial de que la burguesa es el motor de la revolucin, de que las

    tareas del proletariado en la misma son auxiliares, de que no es posible que la

    revolucin la dirija el proletariado. (Vladimir Ilich Ulinov, Lenin; Prefacio a

    la traduccin rusa de las cartas de K. Marx a L. Kugelmann, 1907)

    Demostr que el proletariado tiene la posibilidad y debe ser hegemnico en la

    revolucin democrtico popular, de carcter general antiimperialista y

    antifeudal, porque ms que cualquier otra fuerza social est interesado y es

    capaz de llevarla hasta sus ltimas consecuencias, a su triunfo definitivo y de

    crear las posibilidades para su transformacin ininterrumpida y en un tiempo

    relativamente breve en revolucin socialista. La fuerza y las posibilidades del

    proletariado para desempear su papel hegemnico y dirigente en la revolucin

    y para cumplir su misin histrica no depende de su nmero. El camarada

    Enver Hoxha ha subrayado que:

    El papel dirigente de la clase obrera lo desempea a travs de su partido,

    que, tal como demuestra tambin el ejemplo de nuestro pas, puede ser creado

    y encabezar la lucha revolucionaria incluso siendo la clase obrera poco

    numerosa y no estando organizada. (Enver Hoxha; Cuestiones de la

    revolucin y de la construccin socialista, 1979)

    La direccin exclusiva e incompartible del partido marxista-leninista en la dura

    lucha de clases contra la burguesa y la reaccin, en la lucha de liberacin

  • 16

    nacional, en la revolucin y en la construccin del socialismo, es una necesidad

    objetiva, de la que no puede ser excluido ningn pas, desarrollado o no desde el

    punto de vista econmico y cultural. Esta exigencia adquiere una importancia

    particular en nuestros das, cuando en diversos pases del mundo han aparecido

    y aparecen situaciones revolucionarias. El partido marxista-leninista debe

    necesariamente hacer consciente al proletariado de su misin histrica,

    aclararle los objetivos de la lucha, as como las vas para su consecucin. La

    revolucin y la construccin del socialismo son procesos conscientes, que se

    realizan sobre la base de la ideologa cientfica marxista-leninista, y es el partido

    proletario el que porta, elabora y transmite esta ideologa a la clase obrera y a

    las masas trabajadoras. En la dura lucha de clases y en la revolucin, el

    proletariado se enfrenta a numerosos y poderosos enemigos, a la burguesa y a

    las clases explotadoras, a la reaccin y a los oportunistas y revisionistas, que

    estn organizados en Estado y en partidos y que tienen experiencia de

    dominacin y de represin de los movimientos revolucionarios. El proletariado

    no puede oponrseles, vencerlos y salir victorioso sobre ellos sino acta como

    una clase compacta, con su propio partido, en slida unidad de pensamiento y

    accin. La lucha del proletariado contra sus enemigos es compleja y

    multilateral. En esta lucha contrae alianzas con otras fuerzas sociales y arrastra

    tras de s a stas. Pero para el xito de la revolucin es necesario que todos los

    hilos del movimiento revolucionario se concentren en un nico e incompartible

    centro dirigente, orientador y coordinador. Este nico centro y fuerza lo es

    nicamente el partido marxista-leninista de la clase obrera, porque como ha

    sealado Stalin, solo l es el destacamento de vanguardia y organizado de la

    clase obrera, la ms alta forma de organizacin de clase del proletariado y arma

    en manos de la clase obrera para la instauracin de la dictadura del

    proletariado, para su continua consolidacin y perfeccionamiento, es una

    unidad de voluntades incompatibles con la existencia de fracciones y que se

    fortalece depurndose de los elementos oportunistas, revisionistas y

    desviacionistas.

    Los revisionistas soviticos, a fin de sabotear la organizacin y el desarrollo

    revolucionario, niegan la direccin del partido marxista-leninista de la clase

    obrera y atribuyen este papel a las fuerzas polticas no proletarias, como los

    partidos de la burguesa nacional o de la pequea burguesa, que actualmente

    estn en el poder en los pases que denominan de orientacin socialista. Con

    su sofstica habitual pseudomarxista, considerando stos como:

    Partidos de vanguardia de nuevo tipo, partidos de plataforma marxista-

    leninista. (Leninskaya teoriya socialisticheskoy revolucii i sovremyenost;

    Moskva 1980)

    Como:

  • 17

    Vanguardia marxista-leninista. (Mezhdunarodnaya zhizny; N.3, 1981)

    Denominados como:

    Partidos del socialismo cientfico. (Vapros tiosof; N.2, 1983)

    Y:

    Que expresan los intereses de las amplias masas trabajadoras. (Vapros

    fillosof; N.4, 1981)

    Colocan a estos partidos no solo a la cabeza de la revolucin democrtica, sino

    que les encomiendan adems la misin de conducir estas revoluciones hasta el

    fin, a la llamada transicin gradual al socialismo.

    Pero son realmente estos partidos marxista-leninistas y expresan los intereses

    de las amplias masas trabajadoras? Ni lo son, ni podran serlo. Es sabido que los

    partidos expresan y defienden los intereses de determinadas clases y que son

    creados para dirigir su lucha. Son uniones conscientes de los hombres ms

    leales de estas clases. No puede haber partidos polticos que se hallen al margen

    y por encima de las clases. Es imposible asimismo que un partido de una clase

    determinada represente al mismo tiempo los intereses de la clase adversaria.

    Entonces, cmo es posible que los partidos polticos de la burguesa nacional,

    que detentan el poder en una serie de nuevos Estados nacionales, estn al

    mismo tiempo a la vanguardia de los trabajadores y representen los

    intereses de las amplias masas trabajadoras? Cmo es posible, pues, que

    organizaciones o partidos polticos que representan a fuerzas sociales no

    proletarias, como la burguesa nacional o la pequea burguesa, estn

    pertrechados con las ideas del socialismo cientfico, y tengan una plataforma

    marxista-leninista? Se trata de tentativas intiles de los revisionistas soviticos

    para ocultar la procedencia de clase de los partidos en el poder en los pases

    llamados de orientacin socialista. Lenin ha puesto en claro que los partidos

    polticos no deben ser juzgados por los nombres o las etiquetas que lleven, sino

    por las obras, por los intereses de clase que representan o defienden.

    Adems, algunos partidos polticos de orientacin socialista se han formado

    como resultado de la reorganizacin interna de los frentes antiimperialistas,

    otros sobre la base de la colaboracin y los acuerdos entre los demcratas

    revolucionarios y los llamados comunistas, es decir que estos partidos se han

    formado como resultado de la transformacin de los frentes antiimperialistas en

    partidos, o como resultado de la coalicin de diversas corrientes. Es evidente,

    segn esto, que ninguno de ellos se ha formado, constituido ni funciona sobre

    bases ideolgicas y organizativas marxista-leninistas. Estos partidos como antes

  • 18

    el frente antiimperialista, estn integrados por individuos de diversas ideologas

    y que representan fuerzas polticas y sociales distintas.

    El partido poltico no puede nacer en un comienzo como partido no proletario y

    despus transformarse en partido marxista-leninista. Lenin ha explicado, y la

    experiencia demuestra que el autntico partido proletario se crea desde un

    comienzo como tal. Si no se crea en un principio como verdadero partido

    marxista-leninista y si no se mantiene consecuentemente en las posiciones del

    marxismo-leninismo, no puede ser el partido de la clase obrera. En realidad, los

    partidos polticos que estn en el poder en los pases calificados de orientacin

    socialista representan a otras clases y capas sociales pero no al proletariado y

    como tales no son marxista-leninistas.

  • 19

    III

    Subestimacin de los factores internos y sobreestimacin

    de los factores externos

    Los revisionistas soviticos, con la pretensin de que la orientacin socialista

    es factible nicamente con la ayuda de la Unin Sovitica, pretenden afirmar

    que el papel decisivo en los procesos de transicin al socialismo lo desempea el

    factor externo. Es este un punto de vista idealista y subjetivo que confiere un

    carcter absoluto a los factores externos y subestima el papel de los factores

    objetivos internos en la revolucin y en la construccin del socialismo. Pero

    Marx y Lenin han demostrado que lo determinante y esencial para el triunfo de

    la revolucin y la construccin del socialismo son siempre los factores internos,

    porque la causa del propio movimiento y desarrollo de las cosas y de los

    fenmenos sociales son las contradicciones internas. Estas desempean el papel

    determinante y decisivo en los procesos de desarrollo. La correcta solucin de

    los problemas del desarrollo social es resultado de la accin de los factores

    internos sociales progresivos, de la lucha revolucionaria y de la actividad

    creadora de la clase obrera y de las masas trabajadoras de cada pas.

    Indudablemente, en este sentido, desempean un papel tambin los factores

    externos progresivos. Pero este papel no es ni puede ser determinante ni

    principal. Los factores externos, como regla, juegan un papel auxiliar y

    favorecedor o no y pueden influir, pero no directamente, sino nicamente a

    travs de los factores internos. Por eso por ms propicias que sean las

    condiciones internacionales y por grande que sea la ayuda de las fuerzas

    verdaderamente revolucionarias de los dems pases, en el caso de que no hayan

    madurado las condiciones internas objetivas, si faltan o no estn preparadas las

    fuerzas revolucionarias internas debidamente y en la medida necesaria no

    podrn realizarse las tareas que plantea el desarrollo social. Por otro lado,

    incluso en una situacin internacional compleja, si en cada pas se crean las

    condiciones objetivas y se preparan y actan debidamente los factores

    subjetivos revolucionarios, apoyndose slidamente en las propias fuerzas, se

    pueden y se deben alcanzar resultados positivos en la realizacin de las tareas

    del desarrollo objetivo de la sociedad.

    En la actualidad es claro que el socialismo en la Unin Sovitica y en los dems

    pases del llamado campo socialista han degenerado por completo. En ellos ha

    resurgido en todas las direcciones y terrenos el rgimen capitalista. El que los

    revisionistas soviticos presenten la ayuda sovitica como el principal factor

    de la llamada orientacin socialista tiene por objeto respaldar a la burguesa,

    desmovilizar y apartar al proletariado de la lucha de clases y de la revolucin,

    abrir el camino a sus intervenciones y a su actividad hegemonista y

  • 20

    neocolonialista, incluso a la intervencin armada cuando lo requiere su propio

    inters, tal como ocurri en Afganistn, Angola y otros pases.

    Los revisionistas soviticos abundan tanto en su ayuda a los pases atrasados

    que excede las ms elementales normas de modestia. En su literatura, y no se

    trata solo de unos cuantos artculos, sino de toda una serie de libros, se habla

    ampliamente de los intercambios comerciales, de los crditos otorgados, de los

    estudiantes de dichos pases que han cursado estudios en la Unin Sovitica.

    Esto, se hace naturalmente para presentar a la Unin Sovitica como amiga y

    aliada de los pases atrasados, como pas que sigue supuestamente una poltica

    internacionalista, a fin de atraer tambin a otros a su rbita.

    De hecho, las denominadas ayudas y crditos que otorga la Unin Sovitica a

    algunos de estos pases ex coloniales son una forma de exportacin de capitales,

    que les asegura grandes ventajas econmicas y polticas, adems de servir a

    fines propagandsticos. Mediante estas ayudas y crditos, y por otras vas, los

    neocolonialistas soviticos se esfuerzan por suplantar en esos pases a los

    monopolios de otros Estados imperialistas, apoderarse de los mercados y

    ocupar posiciones estratgicas, expoliar las riquezas de estos pases e

    imponerles su poltica. Los hegemonistas soviticos no escatiman los elogios

    ms desenfrenados a los gobernantes de los nuevos Estados nacionales que de

    una u otra forma estn atados al carro de la poltica de la Unin Sovitica.

    Llegan al extremo de considerar a estos gobernantes como:

    Revolucionarios destacados. (Vaprosi fillosoti; N.2, 1983)

    Que:

    Se esfuerzan por asimilar la teora del socialismo cientfico. (Vaprosi

    fillosoti; N.2, 1983)

    Como si la revolucin pasara por ensear el marxismo leninismo a su lder!; y

    aaden que gracias a esto es que sus pases:

    Pueden integrarse en el sistema socialista mundial. (Vaprosi fillosoti; N.2,

    1983)

    La vida se ha encargado de probar que las presiones, la corrupcin, las

    intervenciones y otras actividades del mismo estilo, a las que recurren los

    socialimperialistas soviticos tienen por objetivo realizar sus fines

    neocolonialistas, hegemonistas y contrarrevolucionarios, en cualquier parte y en

    los pases de pretendida orientacin socialista. Tratan de pasar por amigos y

    aliados de los pueblos, pero fraguan continuos complots a espaldas suyas.

    Cuando estos complots de los socialimperialistas soviticos son descubiertos y

  • 21

    desenmascarados y no se acepta su tutela, como ha ocurrido en algunos pases

    africanos, acusan a estos pases de desviarse del camino de la orientacin

    socialista y a sus dirigentes de tomar decisiones apresuradas, de carcter

    subjetivo. Este hecho evidencia que tanto la teora de la va no capitalista de

    desarrollo como la de orientacin socialista han sido inventadas y son

    propagadas por los revisionistas soviticos en funcin de sus fines

    neocolonialistas y hegemonistas.

    FIN

  • Equipo de Bitcora (M-L)

    Bitcora Marxista-Leninista