necesito un papá
TRANSCRIPT
-
8/18/2019 Necesito Un Papá
1/6
[NECESITO UN PAPÁ]
-
8/18/2019 Necesito Un Papá
2/6
[MISCELÁNEAS]
-
8/18/2019 Necesito Un Papá
3/6
21
Hacía unos días que estaba “al límite” con mi trabajo. Pasa-
ba horas en mi computadora buscando alcanzar los objeti-
vos. Esto me aisló de las personas por un tiempo. Cuando
uno está frente al monitor las horas pasan y no se da cuenta.
Amanecía y oscurecía con el trasero en la silla de mi
escritorio. Estaba cansado y de mal humor. Hasta que
Agustín entró en escena.
Las frases de los hijos hacia sus padres son como un
puñal en medio del pecho. Nunca se debe desestimar laspalabras de los padres. Pero las de los hijos, muchas veces
son más duras, con un dejo de verdad. Las palabras de
mis hijos me hacen replantear varias cosas, desde mis va-
lores hasta mi vocación.
Volviendo a la vorágine del trabajo, Agustín lanzó su fra-
se asesina. Me llamó la atención que, esta vez, el puñal fue
2
-
8/18/2019 Necesito Un Papá
4/6
22
M I S
C E L Á N E A S
por la espalda. Él se acercó a su mamá que estaba en la
habitación y abrazándola le dijo: “Mami, necesito un papá”.
Quedé paralizado.
Si observara esta escena desde afuera podría decir:
“Pobre pequeño, su padre lo ha abandonado”. Pero estan-
do en medio de la escena y siendo el villano de la ocasión
tuve que pararme y cerrar la computadora. Volver a lo im-
portante, dejando lo urgente.
No sé cuál es tu experiencia con tu papá. En mi caso no
fue muy feliz. Tuve un padre un tanto lejano, aunque re-
conozco sus esfuerzos. Él no había tenido un padre y no
sabía cómo serlo. Podía gritar “necesito un papá”, pero no
recibía respuesta. Papá estaba lejos y no me escuchaba.
Esta necesidad debía ser cubierta. Me conecté con per-
-
8/18/2019 Necesito Un Papá
5/6
23
sonas que han sido referentes para mí. Hombres que han
tomado el lugar de papá. Personas dispuestas a responder
a mis cuestionamientos, a celebrar mis éxitos y a consolar-
me en mis fracasos. Ellos fueron y aún son papás que cerra-
ron sus computadoras y que se levantaron de sus sillas.
Otro día, Agustín tomó mi cabeza entre sus manos. Me
miró fijamente a los ojos por unos segundos y comenzó a
reírse. Lo hacía con mucha alegría y yo no sabía qué pen-
sar. Duró bastante su risa. Después comenzó a decir: “¡Es-
toy ahí! ¡Estoy ahí!”
No entendía lo que decía, estaba desconcertado. Lo
único que atiné a preguntarle fue: “¿dónde estás?”
Él insistía: “Ahí papá”. Seguía sin entender. “En la bolita de
tus ojos, ahí papá”. Agustín se divertía cuando se reflejaba en
mis pupilas. Era feliz porque estaba en el centro de mis ojos.
-
8/18/2019 Necesito Un Papá
6/6
24
M I S
C E L Á N E A S
Me hubiera gustado estar en las pupilas de los ojos de
mi padre.
En un cancionero hebreo encontré la siguiente frase:
Cuídame como a la niña de tus ojos; escóndeme a la
sombra de tus alas.1
¿Puedo estar en medio de las pupilas de Dios?
¿Está Dios interesado en cubrir mi necesidad emocio-
nal? ¿En cuidarme como a sus propios ojos?
Esto me hace reír, porque me parece increíble que el
mismísimo Dios quiera ser mi papá. Acaso deba dejarme
encontrar en sus ojos. Quizás hace tiempo que se levantó
de su silla y cerró su computadora.
1 Salmo 17:8
[NECESITO UN PAPÁ]