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Doctrina Básica Edición 2018 IGLESIA LA VID VERDADERA-MINISTERIOS EBENEZER, LA ANTIGUA GUATEMALA

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ÍNDICE

PRIMERA PARTE DEL MANUAL DE DOCTRINA BÁSICA

Pag.

PREGUNTAS FRECUENTES 2

Tema 1 LA BIBLIA (El Libro Perfecto) 3

Tema 2 JESÚS ES DIOS (El Holocausto de Cristo) 6

Tema 3 EL SACRIFICIO DEL SEÑOR JESÚS 8

Tema 4 LA ORACIÓN 10

Tema 5 EL BAUTISMO EN AGUA 11

Tema 6 EL BAUTISMO CON EL ESPÍRITU SANTO 12

Tema 7 LA COBERTURA 14

Tema 8 EL VELO (La Autoridad Espiritual) 17

Tema 9 EL PECADO Y LA IMPORTANCIA DE MINISTRARSE 19

Tema 10 LA RENOVACION DE LA MENTE 21

Tema 11 LAS INIQUIDADES (Los Ancestros) 25

Tema 12 LA PATERNIDAD 28


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Preguntas Frecuentes

¿Por qué estudiar Doctrina Básica? El Apóstol Pablo escribe en su carta a los Romanos: “…habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados” (Ro. 6:17; RV60). Esto quiere decir que la iglesia del Señor debe saber que fuimos dados a una doctrina, la cual nos librará de extraviarnos en el final de los tiempos, ya que muchas son las doctrinas que empujan al cristiano “niño”, pero la voz de Dios es una sola (Ef. 4:14; Cnt. 2:8, LBLA). ¿Cómo sé cuál es verdaderamente la doctrina correcta que Dios quiere para mi vida? Muchas son las doctrinas y ninguna se llamará a sí misma “incorrecta”, por eso, el mismo Señor Jesús dijo que si alguien quiere hacer la voluntad de Dios, sabrá sabrá si la doctrina es de Dios (Jn. 7:17); “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido” (Is. 8:20; RV60). La doctrina de Dios es la que busca hacer la voluntad de Él, no la de los hombres, ni pensamientos, o razonamientos humanos, ni fábulas inventadas (Tit. 1:14), sino que es la búsqueda de la profecía más segura que tenemos: LA BIBLIA (2Pe. 1:19). ¿Por qué realizar un acto de graduación? Al concluir los estudios y completarlos con éxito se procede a un acto de graduación (el cual no es obligatorio para la oveja); también se hace entrega de un diploma, en reconocimiento del éxito alcanzado. Este es un acto profético que tiene como objetivo reconocer frente al pueblo y a las autoridades espirituales que: EN CRISTO JESÚS SOMOS MÁS QUE VENCEDORES (Ro. 8:37). En muchas ocasiones, la oveja no logra culminar estudios seculares y este sencillo acto tiene un gran valor espiritual, al “romper generacionalmente” toda estructura de fracaso para las generaciones que siguen. ¿Soy delegado para formar mi propio discipulado al obtener dicho título? En realidad no. El completar y tener un título de Doctrina Básica, no es equivalente a una delegación espiritual, ni autorización de parte de la Iglesia La Vid Verdadera para impartir la doctrina, para esto debe asistir al discipulado de discipuladores y referirse con sus coberturas.

El uso que cada persona dé al título que se entrega al concluir la Doctrina Básica, no es responsabilidad de Iglesia de Cristo

La Vid Verdadera, Ministerios Ebenezer, La Antigua Guatemala.


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Tema Uno: LA BIBLIA (El Libro Perfecto)

La Biblia es un libro que fue escrito por hombres, pero inspirado por Dios, en donde dejó plasmado todo su plan de amor y redención para la humanidad. Es el manual de vida para el cristiano, con ella adquiere un entendimiento completo del propósito de Dios para su vida (Jos. 1:8). El término “Biblia” se traduce del griego “BIBLIÓN” que significa LIBRO (*Strong, G975), y comprende un conjunto de 66 libros que se divide en dos partes, que fueron escritos por más de 40 personas inspiradas por Dios (2Ti. 3:16) a lo largo de 1,600 años. La Biblia no se contradice, sino que se explica a sí misma, y cada libro es complementario uno del otro (Sal. 119:160). Muchos siervos pudieron percatarse de que no eran ellos quienes en realidad escribían (es decir, no por inspiración propia), sino que era Dios mismo quien lo hacía a través de ellos, algunos de estos fueron:

Moisés Éxodo 3:4 y 24:12

Josué Josué 1:1 y 8:32 Samuel 1Samuel 3:10-11 y 10:25

David 1Reyes 8:15

Salomón 1Reyes 3:5

Jeremías Jeremías 16:1; y 1:1

El Antiguo Testamento (A.T.):

Los libros del A.T. fueron escritos originalmente en hebreo. Moisés: Fue el encargado de escribir

los primeros cinco libros de la Biblia conocidos como: ____________________________estos son:

1) _________________ 2) _________________ 3) _________________ 4) _______________

5) _________________________. Luego están los “Libros Históricos” que comienzan con Josué

en la conquista de Canaán y son un total de 12 libros que inician con: 6) ________________

y terminan con: 7) _________________. Partiendo de acá aparecen los “Libros Poéticos”,

también llamados “de Sabiduría”. Se conocen así porque fueron hechos a manera de versos,

usando estrofas repetidas como que fueran poemas. Los Libros Poéticos o de Sabiduría son cinco,

comenzando con la historia de: 8) _______________ y terminando con: 9) _________________.

Job es el primer libro que se escribió, el más antiguo de todos. Debemos saber que los libros de la

Biblia no están ordenados cronológicamente, sino que fueron agrupados así por conveniencia,

clasificados por su tipo. Se deduce que Job fue el primer libro que se escribió, porque no está

escrito en hebreo, sino que está escrito en una lengua más antigua, que se llama arameo, que fue

la primera lengua de los hebreos.

Dentro de los Libros Poéticos o de Sabiduría, se encuentra Proverbios, que es el libro que nos ministra sabiduría y discernimiento. Tanto Proverbios, como Eclesiastés y Cantares fueron escritos por Salomón, en diferentes etapas de su vida. Cuando él escribió Cantares, estaba en el Lugar Santísimo, cuando escribió Proverbios estaba en el Lugar Santo, y cuando escribió Eclesiastés estaba en el Atrio, entonces el más sublime de estos tres, es Cantares, porque representa lo


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espiritual, mientras que Proverbios es la lectura indicada para aquellos que quieren aprender a conocer el alma de la gente. En este grupo también está Salmos, que es el libro conocido como el corazón de la Biblia, porque es el centro de la misma. La Biblia tiene 1,188 capítulos. Cuando se abre justamente a la mitad, se tienen 594 capítulos hacía el lado derecho, y otros 594 hacia el lado izquierdo, es decir en el Salmo 118, y al seguir la referencia numérica (de 1,188) y completar el 8 que falta, nos direcciona al Salmo 118:8, donde se encuentra contenido el mensaje central de Dios para el hombre, que implica que nuestra absoluta confianza debe estar depositada en Él (Sal. 118:8), por eso dice: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mt. 6:33; RV60).

Luego, siguen los “Libros Proféticos” que se dividen en dos grupos a. ______________________

______________________ que inicia con el libro de: 10) _____________________ y finaliza con:

11) __________________; y b. ____________________________________ que empieza con:

12) __________________; y concluye con: 13) ______________________; haciendo un total de

diecisiete Libros Proféticos.

Esto nos da un total de: 14) _____ libros del Antiguo Testamento. A partir de acá comienza un período de 430 años conocidos como “los años del silencio”, una época en la cual Dios dejó de hablar con su pueblo Israel y que finalizó con la llegada del profeta Juan el Bautista.

El Nuevo Testamento (N.T.):

Ahora veremos los libros del N.T., el cual fue escrito originalmente en griego. Éste comienza con

cuatro libros que narran la historia del Señor Jesús en la tierra, conocidos como los

__________________________. El N.T. es más fácil de entender, porque es el cuerpo de la Biblia,

y el A.T. es más difícil porque es la sombra. El N.T. nos habla claramente, mientras que el A.T. hay

que interpretarlo. Cuando en lo natural miramos una sombra, podemos distinguir más o menos el

cuerpo que la proyecta, pero no se tiene certeza. Es la sombra la que nos da una idea del cuerpo

que se está proyectando en esa sombra.

Entonces, cuando se lee el N.T. es fácil de entender, porque se está viendo el cuerpo, pero cuando

se lee el A.T. no es tan fácil, a menos que Dios muestre las sombras que están ahí. Dichas sombras

sólo se pueden ver cuando la luz del Espíritu Santo se proyecta sobre el cuerpo y nos enseña la

sombra. Las sombras y las figuras (Heb. 8:5), son cosas que están ocultas debajo de las letras,

como por ejemplo, hay unos versos en Cantares en los que se ve a una mujer que va tras el que

ama su alma, pero cuando la encuentran los guardias, le arrancan su manto, o velo, lo cual es

sombra de una parte de la iglesia, a la que los guardias, tipo de ministros, le están enseñando que

la cobertura no existe, estorbándoles la oportunidad de casarse con el Señor (Cnt. 5:6-7).

Estos primeros cuatro libros del N.T. empiezan con: 1) _________________ y terminan con:

2) _______________________. A partir de acá, el Señor Jesús regresa al lado del Padre Celestial

(Heb. 8:1), y se inicia la primera iglesia cristiana en el libro de 3) ________________. Hechos fue

escrito por un Médico que se llamaba Lucas, que dejó plasmado en ese libro 33 años de la historia

de la iglesia. Uno lee de corrido los sucesos del libro de Hechos, pero eso no pasó inmediatamente.


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Después encontramos las epístolas, de las cuales las primeras 14 se conocen como epístolas

paulinas, comienzan con: 4) _____________________ y terminan con: 5) ___________________.

El Apóstol Pablo es conocido como el Perito Arquitecto de la iglesia (1Co. 3:10). El resto de

epístolas fueron escritas por distintos apóstoles, por lo que reciben el nombre de 6) _____________

____________ y también se les puede llamar epístolas generales, éstas son siete, iniciando con:

7) _____________________ y finalizando con: 8) ________________; por último viene la

revelación del Apóstol Juan (el amado), llamada Apocalipsis, que al contrario de lo que muchos

piensan, no quiere decir “una visión del futuro” o “algo caótico” sino que lo que significa es

9)____________________. Todos estos hacen un total de 10) ______ libros del N.T. que

al sumarlos con los 39 del A.T. dan un total de 11) _______________ libros Bíblicos.

La Biblia menciona que el buen discípulo es semejante a alguien que saca de su tesoro cosas viejas (A.T.) y cosas nuevas (N.T.) (Mt. 13:52, LBLA), es decir, que Dios quiere que leamos y entendamos toda su Palabra, para luego vivir de acuerdo a su voluntad. Los sesenta y seis libros escritos son para nosotros, de los cuales no pasará ni una letra, ni una tilde, hasta que todo se haya cumplido (Mt. 5:18). Debemos ser celosos, guardadores de La Escritura pura, sin añadir, ni quitar nada, (Ap. 22:18-19). ¿Qué seguridad tenemos que sean 66 libros y no más, ni menos? En el libro de Éxodo, vemos que Dios le está dando a Moisés los planos para que construya un tabernáculo en la tierra, que lo agrade a Él en los cielos (similar a lo que la iglesia moderna debe hacer hoy en día); y así como el Lugar Santo, hubiera estado a obscuras de no ser por la luz que emanaba del candelabro (figura de La Palabra), así nuestras vidas estuvieran en tinieblas, si no fuera por la luz de La Palabra (Sal. 119:105). En Éxodo se nos demuestra que la figura del candelabro es matemáticamente precisa (Ex. 25:33-36). Cuando analizamos los elementos que conforman el mismo, vemos que estas son: 22 flores de almendro, 22 bulbos y 22 copas en forma de flor de almendro, que en su conjunto suman 66. Dios, en su matemática divina, nos deja plasmada que, la luz para el hombre estaría contenida en 66 libros, ni más ni menos. Note que Dios está usando juegos de números: 5 y 12; 5 y 12, en el A.T. para hacer nuestro

aprendizaje más fácil.

*Strong´s Hebrew and Greek Dictionary


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Tema Dos: Jesús es Dios (El Holocausto de Cristo)

Muchos lo consideran sólo un profeta, un buen hombre o una buena opción, pero en realidad, Él es el ÚNICO camino de salvación (Jn. 14:6). No hay otro en el cual podamos ser salvos (Hch. 4:12). Algunos niegan que sea “El Hijo de Dios”, pues no comprenden que el plan de Dios en Jesús estaba profetizado en el A.T. y predestinado aún antes de la fundación del mundo (1Pe. 1:19-20). En el N.T. el verbo se manifiesta como Jesús, (Jn. 1:14), y no debemos dudar en nuestros corazones que el Señor Jesucristo, es el verdadero Dios (1Jn. 5:19-20). Quienes descartan el N.T. deben saber que Cristo Jesús cumplió con todas las profecías con respecto a su persona en el A.T. Veamos algunos ejemplos:

En su nacimiento:

A. T. Explicación N. T. Explicación

Isaías 9:6 Un niño será llamado Dios.

1 Timoteo 3:16

Conocido como “el misterio de la piedad”.

Miqueas 5:2

El lugar exacto de su nacimiento.

Juan 7:42 Belén una aldea pequeña de Judea.

Números 24:17 Una estrella sería la señal.

Mateo 2:9

Fue lo que entendieron los magos.

Isaías 7:14 La madre. Lucas 1:27

Su característica era que tenía que ser virgen.

En su ministerio:


Génesis 3:15

Batalla entre la simiente de la mujer y la simiente de la serpiente.

Mateo 23:33

El Señor Jesús se encargó de batallar contra la mala estirpe.

Isaías 53:1-4 Jesús sería despreciado a pesar de ser la salvación.

Mateo 8:16-17

Él se convertiría en el portador de nuestras enfermedades y dolencias.

Zacarías 9:9 La humildad del Salvador en su primera venida.

Mateo 21:4-5

Por esto muchos no creyeron en Él, a pesar de que estaba profetizado.

Salmos 41:9

Un amigo lo traicionaría.

Juan 17:12 La traición de Judas.


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En su crucifixión:


Salmos 22:18 Echarían suertes sobre sus vestidos.

Juan 19:24 Se cumplió.

Salmo 69:21

Tendría sed. Juan 19:28 Se cumplió.

Salmos 34:19-20

No se le quebrarían los huesos.

Juan 19:36 Se cumplió.

Salmos 45:7 Le describe como Dios, y se sienta a la diestra del Padre.

Hebreos 1:6-9 Se cumplió.

Jesús está escondido en toda la Biblia. Él es el Hijo de Dios prometido a la humanidad como “…el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Jn. 1:29; RV60); pero si es cordero, a la manera del animalito que ofrecían los israelitas por sus pecados, la cruz sólo fue la primera parte del sacrificio, faltaba el 1holocausto (Ex. 29:15-18). Debemos saber que en Hebreos dice que los rituales que se hacían el A.T., sólo eran figura y sombra del verdadero sacrificio que se proveería Dios a sí mismo, por medio de su Hijo (Heb. 8:1-7). Cuando el Señor se ofreció como ofrenda por el pecado de la humanidad, descendió al infierno para cumplir con esta parte del sacrificio (Ef. 4:9-10).

En realidad, Él murió dos veces, porque primero murió en la cruz, pagando por nuestros pecados, y luego Dios lo resucitó (Hch. 2:32), y de ahí fue al lago que arde con fuego y azufre, (que es lo que conocemos como la muerte segunda; Ap. 21:8), para luego volver a la vida nuevamente y sentarse a su diestra (Hch. 2:29-34). Si tú no crees esto, pregúntate: ¿Nos tocaba ir a la cruz por nuestros pecados? o ¿nos tocaba ir al infierno? R/Al infierno (Mt. 18:8). El Señor murió, y fue quemado, para que nosotros no tuviéramos que ir al lago de fuego.

Si queremos corroborar rápidamente las evidencias sobre el holocausto de Cristo, debemos saber que Él mismo dijo que, si una doctrina de Él es cierta, debería estar en el Pentateuco, en los Profetas y en los Salmos (Lc. 24:44). Leamos entonces lo que escribió Moisés: (Gn. 22:7-8); Los Profetas: (2Zac. 3:1-2); y Los Salmos: (3Sal. 139:15).

¿Cómo sé si soy salvo? R/Si tengo a Jesús en mi corazón, sé que soy salvo. La Biblia menciona que debemos arrepentirnos, para luego convertirnos (Hch. 3:19), una vez arrepentidos vendrá la vida a nuestro ser (Eze. 18:32, LBLA), ya que la salvación es para nosotros (Hch. 11:18). Este arrepentimiento nos llevará a un perdón de nuestros pecados (Mr. 1:4). Porque habiendo sido antes sus enemigos, el Señor en su inmenso amor nos permitió reconciliarnos con Él por medio de la fe (Ro. 5:10). Porque creemos que Él es el único Camino a la vida, es que somos salvos (Ef. 3:11-12). Por fe somos salvos (Jn. 3:36; Ro. 10:9; Ro. 5:1). Por otro lado, leemos que el Espíritu Santo le da testimonio a nuestro espíritu que somos salvos (Ro. 8:16).

Concluimos que Jesús es el Hijo de Dios; y vino a reconciliar al hombre con su Creador y a hacernos comunes a Él (1Co. 10:16). Él es el camino al Padre y se constituyó como la oportunidad de redención para nuestras vidas, dio su vida por nosotros en una muerte sangrienta, como correspondería a un cordero para el sacrificio, para luego ser reducido a cenizas y de ahí ser levantado nuevamente. Como profetizara Job yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará del polvo (Job 19:25). El témino polvo se traduce aquí del hebreo afar, que también es ceniza (H6083). Por eso, como una profecía, La Biblia decía que había que recoger la ceniza que quedaba del holocausto (Ex. 27:3).

1 holocausto; palabra cuyo significado es: “quemado totalmente”. 2Jesús o Josué, se traducen del nombre hebreo Yeshua, que significa “Salvado de Jehová”.

3Entretejido, porque lo tuvieron que formar de nuevo, ya que lo habían destruido.


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Tema Tres: El Sacrificio del Señor Jesús

Dios ha trabajado en distintas épocas y circunstancias con el hombre, y hasta el día de hoy aún lo hace, pero algo que debemos entender es, que Dios tiene distintas etapas o tiempos para hacerlo (Heb. 1:1-2).

¿Qué está pasando en el A.T.? Cuando Israel sale de Egipto, en el Libro de Éxodo, Dios le habla a Moisés y le dice que es necesario reconciliar al pueblo con Él; pero hay un impedimento y este es el pecado. Para solucionar esto, Jehová manda a Moisés a que forme un TABERNÁCULO en el cual (en su patio exterior, llamado ATRIO) estaría el ALTAR DEL SACRIFICIO para el perdón de pecados; éste tendría el propósito de reconciliar al pueblo con su Señor, por medio del sacrificio de corderos y los pecados serían olvidados. Dicho sacrificio se convertiría entonces en un acto de reconciliación entre el hombre pecador y su Creador, por medio de un SUMO SACERDOTE, el cual era consagrado por Dios mismo desde su nacimiento.

¿Qué está pasando en el N.T.? Para que existiera reconciliación con Dios, el pueblo de Israel tenía que sacrificar un animalito llamado_______________________ (Ex. 12:3). Pero para nosotros las cosas son distintas. Debido a su gran amor por la humanidad, el Padre envió a su Hijo como el sacrificio perfecto de reconciliación con la creación (Col. 1:19-20). En este tiempo, ya no es necesario realizar sacrificios con animales para perdón de pecados (Heb. 10:11-12).

El sacrificio de Jesús en la cruz vino a cumplir la ley antigua dada por Moisés al pueblo de Israel, para que nosotros no tuviéramos que hacer los sacrificios que ellos hacían, sino que ahora nos es dada una ley, ya no escrita en tablas (como la dio a Moisés), sino en nuestros corazones (Heb. 8:10). Esto quiere decir, que nosotros NO ESTAMOS en la misma ley que el pueblo de Israel, sino en otra ley. ¿Por qué? R/Porque simplemente no somos israelitas de nacionalidad y en este pacto la salvación no viene por nacionalidad, sino por fe (Ro. 5:1). La iglesia es un pueblo que no se distingue por raza, estado económico, género, o cualquier otra cosa (Gal. 3:28). La oportunidad que Jesús nos dio con su sacrificio como el Cordero de Dios es que, tanto israelitas, como guatemaltecos, mexicanos, europeos, etc., podamos optar a la salvación, creyendo y aceptando a Cristo Jesús en el corazón (Mr. 16:16), para que de esta manera sean perdonados nuestros pecados, y tengamos acceso al Padre (2Co. 5:18-19). Es este sacrificio de muerte y resurrección el que recordamos siempre que celebramos la SANTA CENA, veamos:

Versos Clave Ex. 29:11 Lev. 16:34

Lev. 21:10-13 Heb. Cap. 8

2Co. 5:18-19

EL TABERNÁCULO


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Jesús dijo que la celebráramos siempre en su memoria (1Co. 11:26). Él mismo instituyó la Santa Cena para perdón de nuestros pecados. En el A.T. se hacía matando a un cordero, pero como el cordero llamado Jesucristo ya murió en un único sacrificio, ya no es necesario hacerlo por medio de otro cordero (Heb. 9:28). Para dicha celebración, el Señor dejó dos elementos que son figura de su sacrificio en la cruz: El Pan: Según (1Co. 11:23-24), el pan se constituye en el cuerpo del Señor al momento en que lo ingerimos, (esto es para perdón de pecados). Con el pan anunciamos su muerte. Así como el CUERPO FÍSICO del Señor Jesús murió; así también el CUERPO MÍSTICO, que es su iglesia debe morir (1Co. 12:27), morir a sus pasiones, a sus deseos, a sus pecados, etc. (Col. 3:5-6). El Vino: Según nos deja ver la misma cita de Corintios, el vino se constituye en la sangre de Cristo cuando lo ingerimos (1Co. 11:25-26). También es para el perdón de pecados (Ef. 1:7); sólo que ésta es la que nos da vida para poder resucitar con Él en el día postrero (Jn. 6:53-54); en otras palabras, tendremos comunión con Él, porque compartiremos su genética divina (2Pe. 1:4). Un ejemplo práctico: ¿Cómo hace la policía, los científicos o cualquiera, para constatar en la actualidad si hay parentesco entre dos personas? R/Revisan la genética de ambos, y lo hacen buscando en la sangre; porque ésta indica el parentesco. Entonces, si nosotros estamos introduciendo la sangre y por consiguiente, la genética divina de Jesús en nosotros y nos estamos despojando de la nuestra, ¿de quién seremos familia? ¿Con quién tendremos parentesco? R/¡Así es! Con Cristo Jesús. Es así como vendremos a ser parte de la familia de Dios (Ef. 2:19). ¿Otro ejemplo lógico? Los familiares se parecen en sus hábitos, forma de andar, de hablar y aspecto físico. Si nosotros llegamos a ser parte de la familia de Dios, al final, nos vamos a parecer a Él (Ro. 8:29). Note que es de gran bendición participar de su muerte y resurrección a través de la Santa Cena. Es uno de los muchos beneficios que tiene el sacrificio del Señor Jesús en la cruz. Un ejemplo en el A.T.: En el libro de Éxodo (Éxodo significa “salida” porque narra la salida del pueblo de Israel de Egipto, en búsqueda de la tierra de Canaán), en su capítulo 12, se menciona que le dieron de comer cordero al pueblo antes de salir de aquella tierra en que Faraón los tenía esclavos, (Egipto es figura del mundo y Faraón es figura del diablo). ¿Qué significa esto para mi hoy? R/Que Dios anhela sacarme de toda esclavitud, de todo vicio, deudas, problemas, pecados, por medio de que me coma el Cordero. ¿Cuál cordero? ____________________________. Si nosotros nos comemos este Cordero, entonces vendríamos a salir de una vida de esclavitud, a una vida de libertad con la promesa de la vida en abundancia en Cristo Jesús, tipificada en Canaán, la tierra donde mana leche y miel (Ex. 3:8). ¿Quién puede tomar la Santa Cena? ¿Se necesita ser santo para tomarla? Así como el sacrificio en el tabernáculo era para perdón de pecados; el sacrificio en la cruz también lo es. La Santa Cena es para ponernos a cuentas con Dios, probándose cada uno a sí mismo; para que sean perdonados nuestros pecados, y así no seamos condenados con el resto del mundo (1Co. 11:28 y 32). Debemos saber que la Santa Cena es un acto solemne y no es un juego, ni una costumbre religiosa, se debe hacer con mucho cuidado de uno mismo, auto-discerniéndonos (esto es, juzgar lo bueno y lo malo que hay en nosotros) para ponernos de acuerdo con el Señor, de lo contrario, en lugar de ser una bendición, nos podríamos condenar, debilitar, e incluso morir (1Co. 11:27-31). Entonces, el único requisito para tomar Santa Cena es aceptar el sacrificio de salvación de Cristo Jesús. ¿Y tú? ¿ya aceptaste al Señor como tu único y suficiente Salvador? (Ro. 10:9-11). Si lo hiciste, ya puedes participar de la Cena del Señor, no es necesario esperar otro acto previo; eso sí, la Santa Cena nos conducirá a hacer otros actos buenos, como dejar el pecado, perdonar a nuestros hermanos, ponernos a cuentas con los demás, bautizarnos, etc.


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Tema Cuatro: La Oración

Algo muy importante que debemos conocer y practicar es la oración. Es tan relevante que el Señor manda que sus ministros primarios (cinco ministerios) se dediquen de continuo a ello (Hch. 6:4); cumple también parte de la santificación del cristiano (1Ti. 4:5) y nos ayuda a entablar una sana comunicación con Dios para poder conocer más de Él. Hagamos esta reflexión: ¿Alguna vez se ha podido conocer a alguien MUY BIEN sin haber cruzado palabra con esta persona? R/Muy difícilmente. De la misma manera, conoceremos mejor a Dios, en la medida que nos comuniquemos más con Él. Recuerde que Moisés era un hombre que gustaba de ir al monte (el monte es figura de lo alto, de la intimidad con Dios)

y logró una relación tan estrecha con Él, que incluso le hablaba cara a cara (Num.12:8). En el N.T. vemos una vez más que, Jesús gustaba de ir al monte a orar (Mr. 6:46). Enséñanos a orar (Lc. 11:1) Es probable que no vengamos al Señor sabiendo como orar, por lo que debemos aprender cómo se hace. Siempre recuerde que la oración no tiene nada que ver con una postura física, porque se puede orar de rodillas (Ef. 3:14), postrado (Mt. 26:39), de pie (Lc. 18:13), incluso acostado en la cama (Sal. 6:6) o con los ojos abiertos (Jn. 11:41). Cuando Pedro se estaba hundiendo en el mar no usó ningún protocolo para orar, porque la emergencia apremiaba, y sólo alcanzó a decir una oración muy pequeña: “…¡Señor, sálvame!” (Mt. 14:30). ¿Entonces qué observa Dios? (Mt. 6:5-7) Dios observa la condición interior, que es más importante que la condición exterior; además que se haga todo en su nombre (Jn. 16:23), a través de la redención que nos ofrece la sangre de su Hijo (Col. 1:14), con fe (Mt. 21:22), buscando siempre SU voluntad y no la nuestra (1Jn. 5:14-15). Ni aún el Señor Jesucristo se atrevió a salirse de la voluntad de su Padre (Jn. 6:38); nosotros tampoco debemos ignorarla (Mt. 7:21). En realidad, Dios conoce nuestras necesidades antes que las pidamos (Mt. 6:8), y la oración es una oportunidad de fortalecernos en Él (Stg. 5:13); como un salvavidas al cual podemos aferrarnos para obtener auxilio de parte de Dios en nuestras luchas (2Cr. 32:20-21). ¿Y qué es el Padre Nuestro? (Mt. 6:9) Es un modelo de comunicación que el mismo Señor Jesús nos dejó en el evangelio de Mateo, en su capítulo 6, en esa instrucción podemos notar que dos versos antes de iniciar, hace una advertencia: “Y orando, no uséis vanas repeticiones…” (Mt. 6:7; RV60). Tampoco es aprobado aquel que, por sus oraciones largas, piensa que es escuchado, mientras lleva una vida desordenada (Mr. 12:40), en todo caso, es mejor orar pidiendo perdón por nuestros pecados, reconociendo nuestras faltas y clamando por misericordia, que siendo autosuficientes (Lc. 18:9-14; Neh. 9:3). En conclusión, la oración debe ser pura, sin palabrerías; buscando agradar a Dios y entendiendo que nuestro Padre de misericordia, escucha nuestras oraciones cuando tenemos necesidad de Él, y que más allá de eso, es para que procuremos entablar una relación continua con Él como dice en (1Tes. 5:17).


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Tema Cinco: El Bautismo en Agua Aunque en Efesios vemos que hay un solo bautismo (Efe. 4:5-6), Hebreos menciona la doctrina de bautismos, en plural (Heb. 6:2, RV60). Lo que sucede es que hay un solo bautismo con siete facetas distintas. Estos son: 1. El bautismo en Agua, del que nos ocuparemos en este tema; 2. El bautismo en fuego, relacionado a las pruebas (Lc. 3:16; 12:50); 3. El bautismo en arrepentimiento (Mt. 3:11); 4. El bautismo en el cuerpo, relativo a pertenecer al cuerpo de Cristo (1Co. 12:13); 5. El bautismo en el Cordero, a realizarse en la dispensación que viene (Ap. 21:22; 3:12); 6. El bautismo en el Padre que se dará después del anterior (1Co. 15:28) y 7. El bautismo con el Espíritu Santo que estudiaremos en el siguiente tema. En cuanto al bautismo en agua, Jesús dijo: “El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado” (Mr. 16:16, LBLA). Después de creer en el plan de salvación, se hace necesario descender a las aguas del bautismo (Hch. 8:35-36). ¿Por qué es tan importante? ¿Por qué hasta Jesús mismo pidió ser bautizado? (Mt. 3:13). R/Porque el bautismo en agua manifiesta la determinación de dejar el mundo atrás. Cuando Israel pasó el Mar Rojo, atravesó una especie de bautismo (1Co. 10:2). Para nosotros salir de Egipto es figura de salir del mundo. Cuando somos bautizados, quedamos libres de Faraón (el diablo), y pasamos de terreno hostil, a terreno seguro (Ex. 14:29-30). No es lo mismo que nuestros ojos se abran y pasemos de las tinieblas a la luz, a que pasemos de la potestad de Satanás a Dios (Hch. 26:18). El diablo aún puede alcanzarnos antes de ser bautizados, pero en el bautismo, los enemigos son sepultados (Ex. 15:4); de ahí la urgencia del etíope de bautizarse luego de creer. Pablo nos habla de los beneficios del bautismo al explicar que, el hombre viejo es sepultado al entrar al agua, para luego salir resucitado juntamente con Cristo (Ro. 6:3-11). Al bautizarnos, nuestro cuerpo deja de ser un templo de pecado, para comenzar el proceso de llegar a ser un templo para Dios. El problema con no bautizarse es que las ataduras a Faraón siguen vigentes y es como estar en terreno enemigo. El bautismo nos permite tener una buena conciencia: ¿Puede pecar un cristiano después de ser bautizado? R/Puede, pero no debe (Ro. 6:1-2). Después del bautismo es probable que el cristiano vuelva a pecar, y no porque el bautismo fuera infructuoso, sino porque éste no se hace para tratar con las inmundicias de la carne, sino más bien con la conciencia del cristiano (1Pe. 3:21), para que la limpieza inicie desde adentro (2Cr. 19:26). Aún ya bautizados pueden estar operando ciertas leyes en los miembros, las cuales habrá que seguir rindiendo al Señor. Pablo advirtió al respecto en (Ro. 7:15-24). Entonces, ¿qué pasa en nosotros después del bautismo? R/Hay un trabajo espiritual en nuestra conciencia (1Pe. 3:21, LBLA). ¿Qué es la conciencia? Debe quedar claro que el Espíritu Santo no es nuestra conciencia. La conciencia es: 1Conocimiento interior del bien y del mal. Dado que el bautismo tiene un efecto sobre la conciencia, nos hace aptos para distinguir entre el bien y el mal, pero no según el criterio del mundo, que llama bueno a lo malo y malo a lo bueno (Is. 5:20), sino según lo que piensa Dios (Is. 55:8-9). El bautismo en agua nos ayuda a amar lo que Dios ama, y a aborrecer lo que Él aborrece (Ap. 2:6). Conciencia tiene su significado implícito: con-ciencia = con-conocimiento. Si el bautismo en agua es una petición al Señor para tener acceso a una buena conciencia, entonces eso significa que cambiará y se ampliará nuestro conocimiento de lo que es bueno y lo que es malo a los ojos de Él. Luego de ello, en la medida que nuestra vida cristiana avance, las tinieblas que traíamos del mundo se irán disipando y empezaremos a reflejar cada vez más la luz de Jesús (Pr. 4:18; Jn. 8:12; Ef. 5:8). La palabra bautizar se traduce del griego bápto (G911): “cubrir completamente con un fluido” o “teñir”. El bautismo en agua implica ser sumergidos, introducidos completamente dentro del agua, y no solamente rociados con ella. Además, para que alguien se bautice debe entender lo que está haciendo, porque como ya leímos: “El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado” (Mr. 16:16, LBLA), por eso es que no bautizamos bebés, sino que sólo a quienes ya entienden el compromiso que están adquiriendo al creer en Jesús, y aceptarle como Señor y Salvador, para después seguirlo.

1Real Academia de La Lengua Española.


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Tema Seis: El Bautismo Con El Espíritu Santo

“Y descendió el Espíritu Santo sobre Él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo

que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia” (Lc. 3:22; RV60).

El otro Consolador: Al bautismo con el Espírtu Santo también se le conoce como: Don del Espíritu Santo (Hch. 2:38); Llenura del Espíritu Santo (Hch. 2:4); La promesa del Padre, o Investidura de poder de lo Alto (Lc. 24:49). Como ya vimos, bautizar implica ser cubierto completamente con un fluido, o teñir; entonces el bautismo con el Espíritu Santo significa ser inmersos en Él. Sólo de esta manera se puede tener su plena manifestación, por medio del Señor Jesucristo y conforme a la promesa del Padre (Joel 2:28). El Señor dijo que el Padre enviaría otro Consolador, dando a entender que Él era un Consolador, y el Espíritu Santo era el otro. Ambos han de realizar una obra conjunta en nuestra vida (Jn. 14:16). El parto gemelar: Tanto el Espíritu Santo, como el Espíritu del Señor Jesucristo, habitan en nosotros como una concepción de gemelos, que deben ser dados a luz. El primer turno de ese parto gemelar, le corresponde al Señor Jesucristo (Ro. 8:9; Gal. 4:6), quien realiza la obra redentora en nuestra vida (Gal. 3:13). El segundo turno le corresponde al Espíritu Santo, quien realiza internamente una obra regeneradora (Tit. 3:5). Es necesario que la persona que ha reconocido al Señor Jesucristo como Salvador y se ha identificado con su muerte y resurrección (por medio del bautismo en agua), le pida a Dios el bautismo con el Espíritu Santo, esto es, si aún no lo ha recibido, pues en ocasiones ya se ha recibido antes (Hch. 10:47). Entonces, sí es posible que un cristiano reciba la llenura del Espíritu Santo, antes de ser bautizado en agua. La comunión con el Espíritu Santo (2Co. 13:14): Esa comunión se dará cuando recibamos el bautismo con el Espíritu Santo; quien a su vez nos llevará a glorificar al Hijo, y por consiguiente a tener intimidad con Él (Jn. 16:13-15). La manifestación de haber sido bautizados con el Espíritu Santo es hablar en lenguas desconocidas (Hch. 2:4; 10:45-46); y en algunas ocasiones hay quienes también profetizan (Hch. 19:6). Esta cita es la evidencia de que un cristiano puede profetizar el mismo día que recibió el don del Espíritu Santo. Los Beneficios del Bautismo con el Espíritu Santo: Este bautismo nos permite disfrutar de las bendiciones del Padre. Veamos algunas:

Investidura de Poder: Después del perdón que viene a través de Jesucristo, el bautismo con el Espíritu Santo es el mejor regalo que Dios nos da, porque nos imparte de su poder (Hch. 1:8). Ese poder sobrenatural acompañó a nuestro Señor siempre. Primero, en su concepción, que fue un milagro (Mt. 1:18; Lc. 1:27). Más adelante, cuando ya era el tiempo de empezar su ministerio, fue ungido por el Espíritu Santo (Mt. 3:16-17); lo que le permitió resistir al diablo en el desierto (Lc. 4:1). Jesús en su manifestación como hombre necesitó la unción y fuerza del Espíritu Santo para desarrollar su ministerio (Fil. 2:5-8). Así mismo, los apóstoles no salieron a desarrollar su llamado, hasta que fueron bautizados con el Espíritu Santo (Hch. 1:4-5). Finalmente, fue el Espíritu Santo quien resucitó a nuestro Señor de entre los muertos (Ro. 8:11, LBLA).


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Adornos para presentarse ante el Amado: Así como Ester fue preparada y adornada para ser llevada ante el rey Asuero (Est. 2:12 y 15); y el hijo pródigo necesitó limpieza y un atuendo apropiado, para participar de la fiesta de su padre (Lc. 15:22 y 32); así también el cristiano tiene que ser limpiado, ataviado y adornado para poder ingresar a la fiesta que se ha preparado (Ap. 19:7). Esa santificación, y esos adornos (llamados dones), los da el Espíritu Santo (1Co. 12:4). En el siguiente cuadro, veremos otros beneficios del Bautismo con el Espíritu Santo:

Nos santifica, 1Pe. 1:2 Nos testifica que somos hijos, Ro. 8:16

Nos guía, Ro. 8:14 Nos enseña y recuerda todo, Jn. 14:26

Nos reparte dones, 1Co. 12:4 Nos ministra vida y paz, Ro. 8:5-6

Intercede por nosotros, Ro. 8:26-27 Muestra a Jesús como Señor, 1Co. 12:3

Nos permite presentar una adoración en el espíritu, Jn. 4:23-24

Nos da valentía para hablar La Palabra, Hch. 4:31

Testigos de Cristo: El Señor dijo que le seríamos testigos cuando recibiéramos el bautismo con el Espíritu Santo, a través de la investidura de poder (Hch. 1:8). El término testigo usado en esta cita, también significa testimonio o mártir (mártus, G3875). Por eso cuando leemos que Esteban fue testigo del Señor mientras lo apedreaban hasta la muerte, ciertamente él estaba siendo su testigo, pero también su mártir (Hch. 7:55 y 59; 22:20). Sólo el Espíritu Santo nos puede dar el poder para convertirnos en testigos (mártires) de Jesucristo, muriendo cada día a nosotros mismos, a nuestras pasiones, anhelos, y deseos (Col. 3:5). Como dijera el Apóstol Pablo: “…cada día muero” (1Co. 15:31, RV60); y también: “…para mí el vivir es Cristo, y el morir ganancia” (Fil. 1:21). La llenura con el Espíritu Santo, nos permite llevar una vida de consagración hacia Dios, que se evidencia con nuestro testimonio diario. ¿En qué forma se puede recibir el bautismo con el Espíritu Santo? R/No se puede definir una forma o patrón único para recibir la manifestación del Espíritu Santo, pero si es indispensable haber recibido a Jesucristo como Señor y Salvador (Jn. 14:17). También hay que creer y pedírselo a Dios (Hch. 1:4-5; Lc. 11:13); porque el bautismo con el Espíritu Santo se recibe por fe y no por obras (Gal. 3:2 y 14). Hay que anhelarlo, porque para el cristiano es la promesa de recibirlo (Hch. 2:38-39). Anhelarlo implica apartarse del mundo y buscar a Dios intensamente, orar, alabar, congregarse, etc. (Ef. 5:15-20). Algunos lo recibieron por la imposición de manos (Hch. 8:17), otros en medio de la predicación de La Palabra (Hch. 10:44; 11:15), y cuando el Señor lo impartió, lo hizo soplando sobre sus discípulos cuando ya estaba resucitado (Jn. 20:22). Estamos viviendo la era más maravillosa de todos los tiempos, en la que Dios quiere darnos bendiciones indescriptibles, las cuales aun los ángeles anhelaban mirar y que están preparadas para que sean manifestadas en nosotros desde tiempos antiguos (1Pe. 1:10-12).


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Tema Siete: La Cobertura Ya vimos que uno de los beneficios de ser bautizados con el Espíritu Santo, es recibir diferentes adornos (dones) de parte de Él. Pero no sólo el Espíritu Santo reparte dones, también lo hace el Padre y el Hijo (1Co. 12:4-6). Según la cita anterior, cada uno tiene sus propios dones, mismos que están relacionandos a una impartición de poder de parte de Dios. A los del Padre, se les conoce como Operaciones. Éstas se hacen evidentes en el A.T. por medio de maravillas, prodigios y señales (Hch. 2:22; RV60). Los del Señor toman el nombre de Ministerios, los cuales se explican en el presente tema.

Para empezar, diremos que a Dios le agrada el orden (1Co. 14:40). Otra posible traducción de ese verso sería: “Hágase todo en sucesión fija de rango” (taxis, G5010). Dios mismo estableció rangos o jerarquías dentro de su iglesia para que exista un orden, y se evite el caos (desorden, desorganización). Someternos al orden establecido por Dios, trae bendición, porque nos acerca a su voluntad y a Él. Tener rangos o jerarquías dentro de la iglesia nos habla de tener delegaciones de autoridad, las cuales el Señor dejó plasmadas en el N.T., empezando con el establecimiento de cinco ministerios primarios, (Ef. 4:11). Según nos deja ver la cita anterior, éstos son designados por el Señor y no por el hombre, de la misma manera que sucedía con el Sumo Sacerdote del A.T. (Heb. 5:4). Éstos tienen como función cubrir a la iglesia que camina en pos de las bodas del Cordero. La figura de la cobertura la vemos en el A.T. cuando las mujeres (sombra o figura de la iglesia) se acercaban al encuentro de sus amados y se cubrían; tal es el caso de Rut (Rut 3:9) y Rebeca (Gn. 24:64-65). Otro ejemplo es la mujer enamorada de Cantares, que se sentaba a la sombra de su amado (Cnt. 2:3), y lo menciona también el (Sal. 91:1-4), entre muchísimas figuras más. Estar a la sombra, también es tipo de cobertura. Dones en forma de hombre: Un don es un regalo, estos regalos son los hombres que pertenecen a los cinco ministerios primarios (Ef. 4:8), los cuales cumplen la función ministerial de capacitar a los santos para la obra del ministerio, hasta que la iglesia llegue a la estatura del varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Ef. 4:11-13). Veremos rápidamente una descripción de los cinco ministerios, para que entendamos qué beneficios trae el estar bajo su cobertura, y algunas de sus señales y funciones, entre muchas otras:

Apóstoles

Señales Tienen revelación de La Palabra. Tienen autoridad para presidir y edificar a la iglesia.

2 Corintios 12:7, Efesios 3:3 Hechos 2:42 2 Corintios 13:10 1 Corintios 12:28

Funciones Ponen el fundamento de la doctrina. Pueden enviar ministros.

Efesios 2:20 1 Corintios 3:10 Hechos 6:6 2 Timoteo 4:12

Son como águila*

Éxodo 19:4 Deuteronomio 32:11

Profetas

Señales

Predicen acontecimientos futuros. Tienen autoridad para arrancar, destruir, arruinar y derribar, para luego edificar y plantar.

Hechos 11:27-28 Jeremías 1:10

Funciones Consuelan y confirman a la iglesia. Activan lo profético en la iglesia. Activan a la persona en su llamado.

Hechos 15:32 1 Samuel 10:10-11 1 Timoteo 4:14

Son como gallina*

Mateo 23:37


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Evangelistas

Señales

Anuncian las Buenas Nuevas del evangelio de Cristo. Tienen autoridad sobre los demonios, y Dios lo usa en diversas sanidades.

Hechos 21:8 Hechos 8:12 Hechos 8:5-7

Funciones Muestran el pecado.

Llaman al arrepentimiento. Entregan las almas al Pastor.

1Marcos 6:18 1Mateo 3:2 Hechos 8:13-15

Son como paloma*

Salmo 68:11-13 (2La plata en la Biblia significa redención.)

1Aunque Juan el Bautista era Profeta, tenía una fuerte unción evangelística, sobre él reposaba el espíritu de Elías (Lc. 1:17) y su ministerio llevó a muchos al arrepentimiento. Definitivamente se puede ver en figura de un Evangelista.

2La plata es figura de redención, dado que Judas vendió al Señor por 30 piezas de plata, (Mt. 26:15), para que Él fuera sacrificado en lugar nuestro.

Pastores

Señales

Tienen ovejas, y dan la vida por ellas. Tienen cayado para corregirlas con amor, pero también tienen vara. Son conforme al corazón de Dios.

Juan 10:11-12 Salmo 23:1 y 4 Jeremías 3:15

Funciones

Darán cuenta de las almas que les fueron entregadas. Llevan a las ovejas a comer verdes pastos (Palabra).

Hebreos 13:17 Salmo 23:2

Son como cigüeña*

Job 39:13-18, RVA, LBLA. (Se deben enlazar las dos versiones para entender.)

Maestros

Señales

Su mensaje es de fácil comprensión. Enseñan con autoridad. Sus palabras se graban (esculpen, tallan) en el corazón del pueblo. Convierten el agua en vino.

Nehemías 8:8-9 Mateo 7:28-29 Eclesiastés 12:11 Juan 2:7-9; 3:2

Funciones

Forman discípulos. Enseñan los rudimentos. Explican la profecía. Enseñan doctrina apostólica.

Lucas 6:40 Hebreos 5:12 32 Pedro 2:1 1 Timoteo 4:13 2 Timoteo 3:10

Son como halcón*

Job 39:26; BLA; RV1909 (Se debe enlazar las dos versiones para entender.) y Nehemías 8:2-3

3Este verso nos da a entender que un maestro del N.T. es a la iglesia, lo que un profeta fue a los israelitas en el A.T. Entonces, los maestros son quienes explican la profecía Bíblica.

*Malaquías 4:2


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Dios mandó que la iglesia fuera edificada bajo el impacto de estos cinco ministros, que nos darán un

sano crecimiento en el Señor. Pretender anularlos, es atentar contra el cuerpo de Cristo, ya que cada

uno es representativo de Él y de los dones que concentra en sí mismo (Ef. 4:11-14):

El Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe Hebreos 3:1, LBLA

El Profeta que levantaría Dios entre sus hermanos Deuteronomio 18:18

El Evangelista, cuando le habla a la samaritana Juan 4:28-29

El Buen Pastor Juan 10:11

El Maestro, según lo explica Nicodemo Juan 3:1-2

Los cinco ministerios primarios están tipificados en una mano; esta es la mano de Dios que cubre a su pueblo (1Pe. 5:6). Los dedos de la mano son cinco, ni más, ni menos; y cada uno de ellos representa a uno de esos cinco ministros. Siguiendo el orden de Efesios, diremos que el dedo pulgar es figura del Apóstol (Ef. 4:11), luego sigue el Profeta, representado en el índice; después el Evangelista vendría a ser el dedo medio, mientras que el dedo anular le corresponde al Pastor, y por último, está el Maestro, representado en el meñique. De eso es de lo que hablaba el Profeta Habacuc cuando dijo que el poder de Dios, está escondido en su mano (Hab. 3:4). Está escondido porque el Señor ha decidido depositarlo en hombres que ha llamado a ser parte de los cinco ministerios y que están rodeados de debilidad, para que el que reciba este poder, lo haga por fe (Heb. 5:1-2). Por eso leemos que, “el que recibe a un Profeta, como Profeta, recibirá recompensa de Profeta” (Mt. 10:41, LBLA), por ejemplo. LOS MANDOS MEDIOS: Siguiendo el orden jerárquico Bíblico, bajo los cinco ministerios tenemos las siguientes delegaciones de autoridad:

Obispos: (Fil. 1:1) Debido al desgaste del término obispo, en nuestras iglesias les llamamos

obreros; su función es de supervisores con un grado mayor que de ancianos. A estos, se les delega

para abrir un campo; pues son quienes generalmente están a un paso “previo” de ser reconocidos en

un ministerio primario. Algunas de sus características las vemos en (1Ti. 3:1-7).

Ancianos: (1Pe. 5:1-3) Debajo de los obreros están los ancianos. Hermanos que han alcanzado

madurez espiritual, y así mismo cumplen la labor de administrar las distintas áreas de la iglesia para

que ninguna sea desatendida. Son una extensión pastoral, y algunas de sus características las vemos

en la epístola escrita a Tito (Tit. 1:5-6).

Diáconos: (Hch. 6:1-4) Del griego diakonos significa servidor. Son quienes se encargan del servicio

general de la iglesia. Cabe mencionar que en nuestras iglesias se ha dado en llamar diácono, o

diaconisa, al servidor que hace el papel de presidir un departamento, mientras que, a los miembros de

su equipo, se les llama servidores. Ambas palabras son lo mismo, pero este método nos permite

establecer una delegación de autoridad dentro de cada departamento. Los diáconos generalmente se

sujetan a un anciano. Algunas características de los diáconos las vemos en (1Ti. 3:8-12). Tanto en el

caso de diáconos, como ancianos, dependiendo del tamaño y necesidades de cada iglesia, en algunas

de ellas encontramos el cargo: “ayuda de diácono”, o “ayuda de anciano”, que vendría a ser la persona

que está inmediatamente después, y que en algún momento podría ocupar su lugar momentánea o

definitivamente, si fuera necesario.


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Tema Ocho: El Velo

(La Autoridad Espiritual)

“Juzgad por vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios con la cabeza descubierta?” (1Co.11:13, LBLA).

Al enseñar sobre el velo que llevan las hermanas sobre sus cabezas cuando oran o profetizan, el Apóstol Pablo empieza diciendo: “Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué” (1Co. 11:2, RV60). Esa palabra “instrucciones” se traduce en ese verso, del griego didache, que también significa enseñanza o doctrina. Entonces, que las hermanas usen velo mientras oran o profetizan es una doctrina Bíblica. Ahora bien, ésta, como otras enseñanzas más que contiene la Biblia, no necesariamente influyen en la salvación de la persona; pero sí tienen que ver con la sujeción y la ministración de la bendición de Dios para nuestras vidas. Nos debe quedar claro que, el Señor no nos salva por obras o acciones (es decir, por lo que hacemos), sino que nos salvó por su gran misericordia, y por cuanto creímos en Él (Ti. 3:5; Ef. 2:8-9; Ro. 5:1).

Pablo alaba aquí a quienes en obediencia practican las enseñanzas que él les trasladó, iniciando específicamente con el uso del velo en la mujer, cuando ora o profetiza. ¿Por qué son tan importantes las enseñanzas del Apóstol Pablo? R/Porque él es el perito arquitecto de la iglesia (1Co. 3:10). En otras palabras, a Pablo le dieron los planos de la iglesia; de tal manera que en Romanos dejó escrito que un día, vamos a ser juzgados conforme a su evangelio (Ro. 2:16). Lo que Pablo les estaba dando a entender es lo siguiente: Dios Padre es cabeza de Cristo, Cristo es la cabeza del varón, y el varón es la cabeza de la mujer (1Co. 11:3). Debido a que, al decir “cabeza”, Pablo se estaba refiriendo a la

autoridad, eso significa que Dios Padre es la ___________________ de Cristo; Cristo es la

________________ del varón; y el varón es la ____________________ de la mujer.

Básicamente, el velo es la señal de la autoridad espiritual que se ha delegado a la mujer que se sujeta. Debemos saber que en lo espiritual, no nos dan autoridad, hasta que nos sometemos bajo autoridad; eso fue lo que explicó el centurión romano (Mt. 8:6-10). El 1centurión estaba describiendo en estos versos, la estructura de autoridad dentro de un ejército, diciendo que él tenía hombres bajo su cargo, que le obedecían fielmente, porque él mismo estaba bajo las órdenes de alguien con un rango mayor.

Ningún civil puede pretender llegar a dar órdenes a los miembros de un ejército, porque ellos sólo van a respetar la cadena de mando ya establecida, eso es lo que significa la frase: “¿Quién ha servido alguna vez como soldado a sus propias expensas...?” (1Co. 9:7, LBLA), o en otras palabras, ¿quién puede contener en sí mismo todo un ejército? “Sin soldados, no hay ejército”. Es la multitud de soldados lo que hace un ejército, pero una sola persona no; y nosotros somos soldados en el ejército de Dios (2Ti. 2:3). Por eso, para ir a proclamar el evangelio, tenemos que ser enviados (Ro. 10:15). El velo en la cabeza de una hermana simboliza que ella está bajo la autoridad de alguien más dentro del ejército de Dios, y que ese sometimiento le da autoridad delegada en lo espiritual, cuando ora o profetiza. La razón es muy clara; la mujer fue creada a causa del varón, y no al revés (1Co. 11:8-10).

Como ya se explicó en el tema anterior, el Señor estableció delegaciones o jerarquías, pero debemos saber que este principio aplica a toda su creación. En realidad, dentro del plan de Dios, TODA PERSONA debería someterse voluntariamente a una autoridad delegada por Él (Ro. 13:1-2). Por ello, la instrucción Bíblica dice que las esposas deben estar sujetas a sus esposos (Ef. 5:24), los hijos a sus padres (Ef. 6:1-3), los empleados a sus jefes (Ef. 6:5-8), las ovejas a sus pastores (He. 13:17); y los pueblos a sus gobiernos, (como ya leímos en Romanos). Cuando Jesucristo regresó a la diestra del Padre, delegó autoridad sobre su iglesia, podía hacerlo, porque Él mismo


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ya la había recibido antes (Mt. 28:18-20). Entonces, sólo tiene autoridad espiritual aquel que ha sido enviado por alguien con un rango mayor (Mt. 21:23; Jn. 19:11). El reconocimiento de autoridad hacia alguien mayor que nosotros, es vital a la hora de pedir que el Señor se mueva a nuestro favor, como pasó con el centurión romano (Mt. 8:9-10), de lo contrario es peligroso ir a la batalla espiritual (Lc. 10:19).

Un mal uso de la autoridad: Las Escrituras dicen que sobre toda gloria hay un dosel (Is. 4:5); pero también existen glorias caídas por el mal uso que dieron a la autoridad que les había delegado Dios. Lo podemos ver en el caso de Luzbel, a quien se le dio autoridad sobre la música y el huerto, pero se llenó de orgullo y creyó que podía ser igual al Creador, por lo que su gloria delante de Dios cayó y ahora es descrito como un espanto y fue desechado y separado del Padre Celestial, constituyéndose en nuestro adversario (Is. 14:12-17; Ez. 28:13-18; 1Pe. 5:8). Otro claro ejemplo de un mal uso de autoridad fue el primer rey de Israel, a quien el Señor ungió para el cargo, es decir que era alguien con un llamado preciso de parte de Él (1Sa. 10:1), pero que tenía problemas de sujeción, ya que le costaba permanecer en la cadena de mando, y como resultado le fue quitado el reino y se le entregó a David (1Sa. 13:11-13; Hch. 13:22).

Es importante aceptar una cobertura y que ésta nos delegue, pero también es importante entender que estar cubierto implica sujeción, es decir, humillación al permitir que otro dirija y tome el control (1Pe. 5:6). Si de alguien podemos aprender esa mansedumbre y humildad es del mismo Señor Jesús, que siendo Dios, se sujetaba (Jn. 5:30). ¿Cómo será de importante la delegación espiritual, que el mismo Dios Padre delegó a su Hijo para la tarea que tenía que realizar en la tierra? Por amor a Dios nos sujetamos a los hombres (1Pe. 2:13), pero si no nos sujetamos a lo que vemos, ¿cómo diremos entonces que nos sujetamos a Dios que no vemos? (1Jn. 4:20).

En cuanto al velo, el Apóstol Pablo dedica por lo menos unos once versos a explicar acerca del velo que debe usar la mujer que ora o profetiza, ésta aparte de ser una señal o evidencia de sujeción a la autoridad del varón sobre ella, también es una señal de autoridad ante los ángeles (1Co. 11:4-15). Luego, concluye de hablar sobre el velo diciendo: “Con todo eso, si alguno quiere ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios” (1Co. 11:16; RV60). Como quien dice: “ya tomé el espacio de estos versículos para explicarles los beneficios del uso del velo en las hermanas, pero si ni así entienden… tampoco nos vamos a poner a pelear por eso”.

Como podemos ver, la autoridad y la sujeción vienen siendo una bendición para la oveja, y no es un método de control, o dominio sobre las personas, como algunos creen. Si el mismo Luzbel tuvo este problema, no es de extrañar que éste sea de los temas más atacados dentro de la iglesia cristiana, pero recordemos que, el que está bajo sujeción lo hace por amor y entendimiento. Y en cuanto a las hermanas, en realidad, las beneficiadas de cubrirse la cabeza cuando oran o profetizan son ellas mismas, porque cuando lo hacen, se están metiendo a la cadena de autoridad de Dios. Sin sujeción, no hay autoridad en el mundo espiritual (Hch. 19:14-16). Toda la Biblia está llena de ejemplos acerca de las delegaciones de autoridad que Dios honra.

1Centurión: Comandante de una "centuria" (100 hombres).


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Tema Nueve: El Pecado y La Importancia de Ministrarse Siendo hijos de Dios es importante que reconozcamos y entendamos que nuestro cuerpo y alma están sujetos a pasiones que contradicen la voluntad del Señor, sin importar si la entendemos o no (Ro. 7:15 y 22-23), esto quiere decir que somos constantemente asediados por las tinieblas (Gn. 4:7; 1Pe. 5:8), las cuales no desean que el cristiano alcance las promesas de Dios, sino que sea arrastrado por el pecado.

¿Qué es el pecado? R/El pecado es todo aquello que se opone a la ley de Dios (note entonces la importancia de conocer, entender y practicar La Palabra de Dios); y que nos separa de su naturaleza de santidad, como pasó con Adán y Eva en el huerto (Gn. 3:23-24). ¿A dónde nos conduce el pecado? R/La Biblia menciona que EL AGUIJÓN DE LA MUERTE es el pecado (1Co. 15:56); esto quiere decir, que el pecado no nos lleva a una vida con Dios, sino a una separación de muerte. ¿Cómo comienza el pecado y a dónde lleva? R/Debemos entender que el diablo no puede imponernos el pecado, pero lo que él si puede hacer es presentarnos una TENTACIÓN, como lo quiso hacer con el Señor Jesús (Mt. 4:9-10); pero la tentación solamente funciona si en el humano hay CONCUPISCENCIA. Ambas: Tentación y concupiscencia forman el pecado. ¿Qué es la concupiscencia? R/Es una pasión o apetito desenfrenado, POR CUALQUIER COSA (Stg. 1:12-16). Sólo por poner unos ejemplos, diremos que hay personas que tienen concupiscencia de ver televisión, o de entrar en las redes sociales, o de jugar football, o de comer, etc. Aunque ninguna de estas cosas es mala por sí sola, el abuso de las mismas, lo vuelve concupiscencia (Num. 11:4).

o La Biblia cataloga el pecado de diferentes formas (Sal. 32:1-2, LBLA), veamos:

Transgresión:

Esto se refiere a traspasar un límite, casi sin querer (en este caso de ley de Dios).

Pecado:

Es seguir en la práctica de esa transgresión a voluntad propia (1Jn.3:4, LBLA).

Iniquidad:

Es seguir en la práctica del pecado, sin importar ya nada, sin querer rendir cuentas a nadie, porque inicuo significa sin ley. La iniquidad alcanza hasta el espíritu humano, contaminando la genética espiritual, y haciendo que esa persona herede su iniquidad a sus descendientes (Ex. 34:7; Sal. 79:8-9). Ampliaremos más sobre la iniquidad, en el tema número once.


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Y entonces ¿qué es la apostasía? R/La apostasía es el final de un proceso de involución, en el que se devuelve la fe, esto es, porque apostasía significa: desertar, desestimar, apartarse (afístemi, G868) (1Ti. 4:1). Si creyendo en el Señor Jesucristo fuimos salvos, dejando de creer en Él, prácticamente renunciamos a la salvación; aunque también está la apostasía reversible, como la que vivió Pedro, que negó al Señor tres veces, pero después regresó al redil (Lc. 22:54-62; Jn. 21:17, LBLA). La Biblia menciona que quienes apostataron definitivamente fueron entregados a sus pasiones, y a una mente depravada (Ro. 1:28-30). ¿Qué puedo hacer para ser libre de todos estos pecados? R/El pecado se expía por medio de una sangre redentora, en nuestro caso, Cristo Jesús ya fue a la cruz por nuestro delitos y pecados (Ef. 2:1), lo que quiere decir que Él es nuestro intercesor delante del Padre para alcanzar perdón (1Jn. 2:1), sólo su sacrificio puede perdonar nuestras culpas y pecados, y para esto también ha dejado distintas fuentes de descontaminación entre las cuales mencionamos LA MINISTRACIÓN.

¿Qué es la ministración? (Stg. 5:16, LBLA) R/La ministración es la oportunidad que nos da Dios de alcanzar su misericordia para nuestras vidas, a través de desenmascarar nuestros pecados, delante de los ministros delegados para hacerlo (Pr. 28:13). Una figura Bíblica de esto mismo, se encuentra en la ley de Moisés, donde estaba escrito que el que asesinaba a alguien debía morir (Ex. 21:12). Ciertamente este hombre era culpable delante de la ley, pero tenía una esperanza: LAS CIUDADES DE REFUGIO (Num. 35:11-28), estas ciudades era lugares donde el culpable podía ir a refugiarse y alcanzar misericordia para su vida, colocándose a la

orden del Sumo Sacerdote. Esto quiere decir que nosotros, siendo culpables de la maldad que pudimos haber cometido, tenemos la oportunidad de refugiarnos en la ministración, con personas dentro de la congregación con LA MADUREZ Y LA DELEGACIÓN para hacerlo, ancianos espirituales que están ubicados a la puerta para juzgar asuntos de la iglesia (Jos. 20:4). Lo único que Dios pide es que nos arrepintamos, nos apartemos, confesemos, y algo muy importante que seamos honestos: “He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría…” (Sal. 51:6-7, RV60). Si queremos expiar nuestra culpa, debemos ser veraces: “Con misericordia y verdad se expía la culpa, y con el temor del Señor el hombre se aparta del mal” (Pr. 16:6, LBLA). ¿Qué pasa si me he ministrado algo, pero sigo pecando? R/Pueden existir muchas razones, pero una muy importante que habría que revisar es: LAS LEYES EN LOS MIEMBROS ¿Qué es esto? (Ro. 7:23) R/Son áreas de nuestro cuerpo que deben ser ministradas para que exista un cambio de sacerdocio (Heb. 7:12), lo que llevará a nuestro cuerpo a dejar de pecar, para que seamos verdaderamente un templo del Espíritu Santo (1Co. 3:16). Estas leyes pueden estar ubicadas en los ojos (2Pe. 2:14), las manos (Ef. 4:28), los pies (Pr. 1:16), la lengua (Stg. 1:26), el área sexual (Jue. 16:1), etc. Recordemos amados que sin santidad, nadie verá al Señor (Heb. 12:14); y que, aunque nosotros no somos perfectos, pues tenemos luchas, pasiones y pecados, vamos en un proceso de regeneración, por medio del Espíritu (Tit. 3:5); y si Dios ya hizo la obra de salvación, Él la completará hasta terminarla (Fil. 1:6). No dejes que el enemigo te acuse, minístrate: “…el acusador de nuestros hermanos, el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche, ha sido arrojado” (Ap. 12:10; LBLA).


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Tema Diez: La Renovación de La Mente

“Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto” (Ro. 12:2, LBLA). Aquí el término transformar se traduce del griego metamorfóo (G3339), que nos habla de atravesar una 1metamorfosis. Según deja ver este verso, esa metamorfosis se dará en el cristiano cuando renueve su mente, pero ello implica que antes debe desadaptarse del mundo. Cuando esas tres cosas sucedan, es decir, a. se desadapte del mundo, b. renueve su mente y por ende c. se transforme, entonces experimentará la buena, aceptable y perfecta voluntad de Dios para su vida. Al venir a Jesucristo la mente trae conceptos, conocimientos, recuerdos, etc. que formaron a esa persona. Lamentablemente, gran parte de esa información es errónea (1Pe. 1:18) y lo delicado de ello es que la manera de vivir, depende de la forma de pensar (Pr. 23:7a.). Ese es el medio de contaminación mental que el enemigo usa, para hacerle creer al humano que el pecado es algo normal y natural, enseñándole a llamarle bueno a lo malo y malo a lo bueno (Is. 5:20-21).

LA RELACIÓN DE LA MENTE Y EL ALMA: La mente es una puerta que comunica al alma: “Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, dijo: ¿por qué pensáis mal en vuestros corazones?” (Mt. 9:4; RV60) La palabra corazones, traducida en este verso del hebreo lebab (H3824), también significa alma, entendimiento, inteligencia, deseos, voluntad, etc. Si la mente comunica al alma, también al espíritu y al cuerpo. Se sabe de personas que han sanado sus cuerpos tomando 2placebos y de otros que lo han enfermado a través de su mente, a quienes la ciencia llama hipocondríacos. Cuando alguien cree en el Señor Jesucristo, tanto el Espíritu de Él, como el Espíritu Santo entran en esa persona, salvándola e iniciando un proceso de limpieza, que tiene como objetivo remover aquellas contaminaciones que traía del mundo (Gal. 4:6; Ro. 8:9b.). La palabra re-novar significa llevar algo a su estado original. La renovación de la mente conlleva quitar toda contaminación que hay en ella, para luego implantar los principios del reino de Dios en esa persona. Es de vital importancia comprender que este proceso se debe llevar a cabo día con día, hasta alcanzar la mente de Cristo (1Co. 2:16), que es el diseño original que debemos retomar (Gn. 1:26; Ro. 8:29). Tener la mente de Cristo, no significa que la persona piense como Dios (Isa. 55:8-9), sino que le fue dada una pista de aterrizaje para atraer los pensamientos de Él.

METANOIA: Cuando Jesús empezó a predicar iba proclamando lo siguiente: “…arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mt. 4:17; LBLA). Esa palabra arrepentíos, se traduce del griego metanoia, que quiere decir cambio de mente (G3340). En otras palabras, lo que Él iba diciendo era: “…cambien de mente, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mt. 4:17). Entonces, se empieza con una metanoia y después se da una conversión: “…arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” (Hch. 3:19; RV60). La conversión se hará evidente cuando se muestre un cambio de actitud, mientras tanto, la vieja naturaleza deberá morir cada día (1Co. 15:31, RV60), por eso es que, los pensamientos de algunos cristianos fluctúan entre una mente carnal, que sirve al pecado y una mente espiritual, que sirve a Dios (Ro. 7:25).

LA MENTE ENAJENADA: Los inconversos tienen una mente animal o natural y en algunos casos más delicados, hasta una mente diabólica, por eso el cristiano debe iniciar con la renovación de su mente de inmediato, pues quien no lo hace, termina con una mente carnal. Un carnal, no es otra cosa que un cristiano con actitudes de inconverso (1Co. 2:14 y 3:1). La Escritura enfatiza esta condición describiendo la mente como enemiga de Dios y enajenada: “Y a vosotros, que estabais en un tiempo enajenados y enemistados en vuestra mente, por causa de vuestras obras malas ahora empero os ha reconciliado” (Col. 1:21, Pratt), veamos tres sinónimos del término enajenar:


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a. PASARLE A OTRO EL DOMINIO DE ALGO: Esto es cuando la mente estaba bajo dominio del reino de las tinieblas y el enemigo la manejaba a su antojo (Col. 1:13; Ef. 5:8).

b. EMBRIAGAR: El Señor nos enseña que no debemos embriagarnos con vino, en el cual hay disolución (Ef. 5:18). Disolución significa desenfreno, en otras palabras, hay quienes tienen sus pensamientos desenfrenados. También nos recomienda que seamos llenos del Espíritu Santo, porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en las cosas del Espíritu es vida y paz (Ro. 8:5-6). A la luz de La Palabra vemos que se pueden cometer terribles pecados bajo los efectos de la embriaguez, por ejemplo, el incesto de Lot con sus hijas (Gn. 19:30-38). Lot estaba embriagado literalmente, pero ellas tenían la mente enajenada.

c. DISTRACCIÓN, EMBELESAMIENTO: El plan del enemigo es distraer al hombre de las cosas de Dios. Embelesar significa arrebatar el sentido. Un ejemplo claro de esto es el hijo pródigo (Lc. 15:17), que estaba embelesado por el mundo (1Jn. 2:16-17) y nadie puede volver en sí, si no es por un toque del Espíritu Santo (Jn. 16:7-8).

LA MENTE ENTENEBRECIDA: Además, en Efesios leemos que nuestro entendimiento estaba endurecido o entenebrecido, es decir, lleno de tinieblas, a causa de la ignorancia y la dureza del corazón. Por el contexto podemos entender que, una mente en este estado guía, a la persona a toda clase de inmundicia o pecado (Ef. 4:17-24). En realidad, ésta era la condición de la mente antes de venir al Señor. El objetivo central del enemigo es cegar el entendimiento del hombre, para evitar que la luz del evangelio lo alumbre (2Co. 4:4) y que, de esa manera, nunca llegue al conocimiento de Cristo, quien es el Salvador y la imagen exacta de Dios (Ef. 1:17; Col. 1:19). El Apóstol Juan nos dejó escrito que, el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento a fin de que conozcamos al que es verdadero, a Jesucristo, el cual es el verdadero Dios y la vida eterna (1Jn. 5:20).

EL CAMPO DE BATALLA: Nuestra mente es un campo de batalla en donde el enemigo lanza sus dardos constantemente: “Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios” (Ef. 6:16-17, RV60). Este escudo que está fabricado con fe, tiene la capacidad de protegernos de todo dardo que provenga de parte del enemigo para desestabilizar lo que creemos. Por otro lado, el yelmo de la salvación, que es representativo de un casco que se ponían sobre la cabeza, es para guardar la mente. No podemos evitar que las aves, figura de espíritus inmundos, o demonios, vuelen sobre nuestra cabeza, pero sí podemos evitar que hagan nido en ella (Mr. 4:4 y 15; Gn. 40:16-17). En el Nuevo Pacto de la gracia, las leyes ya no están escritas en tablas, sino en nuestra mente y corazón (Heb. 8:10 y 16), pero es necesario, que nos despojemos de conceptos equivocados o altivos y que permitamos que Dios nos enseñe aún aquello, que creíamos saber con anticipación (1Co. 8:2).

LOS MIEMBROS SOMETIDOS BAJO UNA MENTE RENOVADA: Pablo habla de su lucha contra la carne, pero nos deja ver que tenía la ley de Dios en su mente y ésta actuaba guerreando contra la ley de sus miembros (Ro. 7:23), esto quiere decir, que la mente renovada no le permite a la ley de los miembros actuar desenfrenadamente. Los miembros de nuestro cuerpo deben obedecer a la mente. Si sometemos nuestra mente a las cosas de la carne, nos volveremos a hacer esclavos del pecado (Ro. 6:16). Un ejemplo de esto es el pueblo de Israel, que ya era libre físicamente, pero que en su mente todavía era esclavo de Egipto (Num. 11:5-6), en cambio Pablo y Silas estaban literalmente prisioneros en la cárcel de Filipos, pero se gozaban cantando alabanzas, porque eran libres en su mente (Hch. 16:25). Pablo escribió que, aunque él estaba físicamente prisionero, La Palabra de Dios no lo estaba y los exhortó a que se regocijarán (2Ti. 2:9, Fil 4:4).


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UNA MENTE QUE DISCIERNE: En la mente discernimos por el Espíritu las diferentes voces que escuchamos, ya sea la de Dios, la nuestra, o la del enemigo, por eso es que al Señor se le ama con toda la mente (Mt. 22:37-38). Cuando vemos la guerra que entabló el pueblo de Israel contra los habitantes de Canaán, como figura de la lucha que tenemos contra nuestra alma/mente, vemos que Dios permitió que ciertas regiones no pudieran ser conquistadas por ellos, porque lo que Él quería era adiestrar a las nuevas generaciones en el arte de la guerra (Jue. 3:1-2). Hay pensamientos que el Señor no ha permitido que venzamos todavía, porque nos está enseñando a batallar contra ellos, hasta erradicarlos, al igual que hicieran antes de nosotros los que nos antecedieron en el evangelio. Debemos aprender a vencer los pensamientos desagradables a Dios, desechándolos con las armas espirituales que el Señor nos provee para ello: “…aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2Co, 10:3-5, RV60).

EJEMPLOS DE UNA MENTE NO RENOVADA: a. EL DESEO DE FAMA DE SAÚL: Saúl tenía envidia de David porque el pueblo lo amaba más que a él (1Sa. 18:8-9). Su finalidad era alcanzar fama ante el pueblo, aunque en el proceso hiciera aquello que Dios desaprobaba (1Sa. 15:30). Por andar en la vanidad de su mente, meditaba pensamientos de venganza en contra de David, a tal punto que estaba obsesionado con matarlo (1Sa. 18:11 y 25). b. LA CODICIA DE ACÁN: Otro personaje que era parte del pueblo de Dios, pero que su mente y su corazón estaban lejos de agradarlo, fue Acán, quien a causa de la codicia (amor al dinero y a los bienes materiales), se contaminó a sí mismo y a su familia, llevándolos a la destrucción (Jos. 7:20-26). c. LA INCREDULIDAD DE MARTA: El Señor enseñaba a Marta y a María, las hermanas de Lázaro, (Lc. 10:38-42), pero sólo María tuvo una metanoia. Cuando Lázaro murió y el Señor llegó al lugar, Marta salió a su encuentro y refiriéndose a Él como Señor, su saludo fue el siguiente: “…Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto” (Jn. 11:21), a lo que Jesús le respondió que lo resucitaría. Marta creía que lo resucitaría en el día postrero, pero no le creía que podía resucitarlo en ese momento (Jn. 11:23-24). No mucho después de esa escena, Marta fue hasta donde estaba María a avisarle que Jesús había llegado, más ya no se refirió a Él como Señor: “…El Maestro está aquí y te llama” (Jn. 11:28). d. LA MENTALIDAD DE ESCLAVITUD DE ISRAEL EN EL DESIERTO (Ex. 16:3): Aunque Dios sacó al pueblo de Israel de Egipto, desde su mentalidad de esclavitud, su preocupación era qué comer y qué vestir (Lc. 12:22-23). Dios les había demostrado su poder, pero ellos constantemente se quejaban con Moisés argumentando que morirían en el desierto. Sólo dos de las personas que salieron de Egipto entraron a Canaán, la mayoría de ellos quedaron postrados en el desierto (Num. 14:20-31; 1Co. 10:5). Una mente no renovada puede impulsarnos a desear la esclavitud, las cadenas, los cepos, etc., que dejamos atrás, por eso la renovación de la mente es tan importante, para que el mundo ya no nos atraiga (Ro. 12:2, LBLA). EJEMPLOS DE UNA MENTE RENOVADA a. LA CONFIANZA DE CALEB (Num. 13:30): Caleb ministraba su mente con pensamientos de Dios, de manera que, aunque sabía que había gigantes en la tierra de la promesa, confiaba que el Señor era más poderoso que el enemigo. Dice La Biblia que, como consecuencia de tener una mente renovada, poseyó la tierra que Dios le prometió y por consiguiente, la vida en abundancia (Num. 14:24).


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b. LA PERSEVERANCIA DEL APÓSTOL PABLO: “Os aseguro, hermanos, por la gloria que de vosotros tengo en nuestro Señor Jesucristo, que cada día muero” (1Co. 15:31; RV60). Pablo moría a sus deseos todos los días, porque tenía su mente puesta en la meta (Fil. 3:13-14), peleó la batalla, corrió la carrera y guardó la fe, sin rendirse (2Ti. 4:6-7), es decir, renovó su mente mediante un proceso, que le permitió vivir una vida victoriosa sobre la tierra. c. LA VALENTÍA DE DAVID: David se enfrentó al gigante, sin siquiera titubear, porque sabía quien lo respaldaba: “Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado” (1Sa. 17:45; RV60). Su mente había sido renovada para ser un vencedor y con esa misma convicción vivió el resto de sus días. Fue un guerrero que atravesó grandes batallas, pero que no dejó que nada lo amargara, sino al contrario, murió siendo reconocido como: “…el dulce cantor de Israel” (2Sa. 23:1; RV60). d. LA OBEDIENCIA DE NOÉ (Gn. 7:5): Obedeció la instrucción de Dios de construir un arca para salvarse del diluvio, aunque ni él sabía que era eso, porque en ese tiempo no había llovido sobre la tierra (Gn. 2:5-6). Noé obedeció a Dios de tal forma, que la evidencia de los pensamientos que tenía en su mente fue hacer el arca, meter a su familia y a los animales en ella.

COMO TENER UNA MENTE RENOVADA:

a. CON EL BAUTISMO EN AGUA: Porque el viejo hombre es sepultado y el nuevo hombre se fortalece (Ro. 6:3-4). Como hemos aprendido antes, el bautismo en agua es la aspiración de una buena conciencia hacia Dios (1Pe. 3:21) y dado que conciencia significa conocimiento, el bautismo en agua contribuye a la renovación de la mente. b. ORANDO: La oración es una experiencia sobrenatural, en la que podemos dialogar con Dios y en la que Él nos enseña a ver las cosas como Él las ve, desde el ángulo espiritual. (2Rey. 6:17). La oración, renueva nuestra mente. c. A TRAVÉS DE LEER Y MEDITAR EN LA PALABRA: Al leerla, aprendemos a conocer mejor a Dios y su manera de pensar (2Ti. 3:16-17) y meditando en ella de día y de noche, reteniéndola y poniéndola en práctica, haremos prosperar nuestro camino y entenderemos todo (Jos. 1:8; Stg. 1:21; 1Cor. 15:2). d. TOMANDO LA SANTA CENA: A los discípulos de Emaús les fue abierto el entendimiento cuando el Señor partió el pan para ellos (Lc. 24:15-16 y 30-31). e. MINISTRANDO LOS PENSAMIENTOS: (Fil. 4:8): A nuestra mente puede venir todo tipo de pensamientos, los que podemos discernir cuando hemos llenado nuestro depósito de La Palabra escrita (Col. 3:16). Sólo una mente renovada va a entender la voluntad de Dios; echemos mano de la mente de Cristo (1Co. 2:16), y llegaremos a ser cristianos victoriosos y agradables a Dios. La mente puesta en el Espíritu es vida y paz, es vida abundante (Ro. 8:5-6).

1Metamorfosis: Sinónimos aparte de transformación: Transfiguración, conversión, transmutación, cambio, mudanza. Placebo: 2Sustancia que no hace daño y que carece de valor para curar enfermedades,

pero que se administra a los enfermos por su efecto sugestivo benéfico.


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Tema Once: Las Iniquidades (Los Ancestros)

La palabra ancestro como tal, no aparece en Las Escrituras, sin embargo, por ser un término que se refiere a nuestros antepasados, tiene un respaldo Bíblico. Hablar de ancestros, es hablar de herencia, lo que es: el conjunto de caracteres anatómicos o fisiológicos que los seres vivos heredan de sus progenitores. Esto se refiere obviamente a lo físico, pero como según Hebreos lo natural salió de lo espiritual (Heb. 11:3b), entendemos que también hay herencias espirituales, a las cuales llamamos ancestros. Dios había dicho: “… Yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen” (Ex. 20:5, LBLA).

Note entonces que, hay castigos que pudiéramos estar experimentando por aquellas iniquidades que cometieron las generaciones que nos antecedieron, esto es en línea consanguínea directa, específicamente 14 personas que vivieron antes que nosotros, pero con quienes compartimos ADN, es decir, material genético que se encuentra en el núcleo de las células de cada persona. Veamos a continuación un diagrama de esas 14 personas para entenderlo mejor:

R A M A P A T E R N A R A M A M A T E R N A

1

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b

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a

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o

2

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4

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13

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pa

pá

14

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a

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á

1ra G.

2da G.

3ra G.

4ta G.

Bisabuelos

Abuelos

Padres

Yo

15

.

m

a

m

á


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El cinco significa misericordia, al ser cada uno de nosotros el número 15 (5 + 5 + 5), Dios nos está mostrando su misericordia en espíritu, alma y cuerpo (1Tes. 5:23). Debido a la misericordia mostrada por Dios a través del sacrificio de su Hijo, cada cristiano en particular, tiene la potestad de parte de Él, para romper con cualquier maldición que venga arrastrando ancestralmente: “sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación” (1Pe. 1:18; RV60). INIQUIDAD: Como ya vimos en el tema nueve, la persona que comete iniquidad contamina su espíritu (2Co. 7:1), por lo que dicha contaminación la hereda en su genética espiritual a sus descendientes, causando que Dios la traiga a su memoria en contra de ellos. Ejemplos: CANAÁN: Cam, el hijo de Noé, cometió un hecho contra él mientras éste estaba desnudo. Cuando Noé tuvo conocimiento de lo que su hijo le había hecho, pronunció una maldición contra Canaán (Gn. 9:20-26). Canaán era hijo de Cam (Gn. 10:6), quien heredó genéticamente el mismo problema de su padre, y también se hizo acreedor de la maldición que Noé había pronunciado, y como sucede con algunos cristianos hoy en día, la consecuencia fue un yugo de esclavitud, de servidumbre: “Nuestros padres pecaron, y han muerto; y nosotros llevamos su castigo. Siervos se enseñorearon de nosotros; no hubo quien nos librase de su mano” (Lam. 5:7-8; RV60) DAVID: Cuando se cometen iniquidades se transmiten esos receptores a los descendientes: “Pecamos nosotros, como nuestros padres; hicimos iniquidad, hicimos impiedad” (Sal. 106:6, RV60). El rey David se vio enredado un día con la esposa de Urías, un heteo que servía en las filas de su ejército. El profeta Natán lo amonestó al respecto en el Segundo Libro de Samuel, capítulo 12, explicándole que había actuado por la influencia de un visitante (espiritual). Aquel visitante que operaba en la familia de David de manera cíclica, había llegado a activar un ancestro que estaba en él (Sal. 51:1-6). Más adelante, se lee como sus hijos heredaron su iniquidad:

o Ammón ultrajó a su hermana Tamar (2Sam. 13:6-14),

o Absalón mandó a poner una tienda en el terrado y allí, en presencia de la nación, tomó las

diez concubinas de su padre, las cuales había dejado al cuidando del palacio (2Sm. 16:22).

o Adonías, quien pretendió quedarse con su concubina (1Rey: 2:21-23).

Pero debemos saber que este asunto no empezó con la madre de David, pues en el primer capítulo de Mateo, en donde se describe la genealogía de nuestro Señor, y por consiguiente la de David, vemos a Tamar, que se hizo pasar por ramera para seducir a su suegro (Gn. 38:15-16). Luego encontramos a Rahab, una prostituta de oficio, que una vez restaurada por Dios, se casó con Salmón, padre de Booz (Jos. 2:1). Mas adelante, Booz desposó a Rut convirtiéndola en la bisabuela de David. Pero Rut era moabita, descendiete de Moab, el hijo producto del incesto entre Lot y su hija mayor (Gn. 19:36-37; Dt. 23:3). No fue, sino hasta que a David se le reveló que esto venía en su genética, como lo describe en el Salmo 51, que pudo ser libre de este ancestro. Nadie puede ser libre, si no conoce la verdad (Jn. 8:32). LA VIUDA DEL PROFETA: La mujer que pidió ayuda a Eliseo, es otro ejemplo de ancestros. Antes de morir su esposo contrajo deudas que no pudo pagar; entonces, para cobrar la deuda, los acreedores querían esclavizar a sus hijos, demostrando que es posible que se nos acrediten deudas que dejaron nuestros antepasados, (2Rey. 4:1).


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DANIEL: Se le reveló que su pueblo estaba en cautiverio, debido a que sus antepasados no habían querido obedecer la voz de Dios (Dan. 9:4-6). Daniel nos da una clave de como se rompen los ancestros: “Oh Señor, nuestra es la vergüenza del rostro, y de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres, porque hemos pecado contra ti” (Dan. 9:8; LBLA). Primero se apropió de las iniquidades de sus antepasados cuando dijo: “hemos pecado” y luego, pidió perdon: “¡Oh Señor, escucha! ¡Señor, perdona! ¡Señor, atiende y actúa!...” (Dan. 9:19; LBLA).

Aunque parezca incomprensible, cuando nos responsabilizamos de aquellos pecados ancestrales que Dios mira en nosotros, nos hace libres de ellos: “No recuerdes contra nosotros las iniquidades de nuestros antepasados; vengan pronto tus misericordias a encontrarnos, porque estamos muy abatidos. Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre; y líbranos, y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre. Porque dirán las gentes: ¿Dónde está su Dios?...” (Sal. 79:8-10, RV60). Aún antes de nacer, Dios nos miraba dentro de ellos. Esto es como cuando Abraham diezmó, su bisnieto diezmó “en” él (Heb. 7:9-10). Los que se oponen a esta enseñanza, se basan en el hecho de que cuando aceptamos a Cristo, Él nos perdonó todos los pecados, y así es, pero hay concecuencias. En aquella cita que dice: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (1Co. 5:17, RV60), hay que considerar por lo menos dos cosas, la primera es que el verbo del que se traduce la palabra hechas, en esta cita, es gínomai (G1096), mismo que también quiere decir llegar a ser, en cuyo caso, esa cita se leería: “...las cosas viejas pasaron, he aquí todas llegarán a ser nuevas”, hablando a futuro. Lo segundo es que ahí se lee “…si alguno está en Cristo, nueva criatura es…”; y estar “en” Cristo, es una estatura espiritual que se tiene que alcanzar. No es lo mismo: “…Cristo en vosotros, la espranza de gloria” (Col. 1:27; RV60); que nosotros en Cristo. Nosotros en Cristo, se refiere a que Él nos va a digerir (Ap. 3:16). Por otro lado, la cita que dice: “…"Los padres comen las uvas agrias, pero los dientes de los hijos tienen la dentera"? Vivo yo--declara el Señor Dios-- que no volveréis a usar más este proverbio en Israel. He aquí, todas las almas son mías; tanto el alma del padre como el alma del hijo mías son. El alma que peque, ésa morirá” (Eze. 18:2-4, LBLA), se refiere a la salvación del alma, no a vida en abundancia.

o A continuación, encontrará una tabla con diferentes ejemplos, aplicados a lo espiritual:

Isaías 48:8 Rebelde

Salmo 58:3 Mentiroso

Hechos 3:2

Camina con dificultad en el evangelio

Hechos 14:8

Incapacitado para caminar en el evangelio

Juan 9:1

Espiritualmente ciego


28

Tema Doce: La Paternidad Cuando María fue al sepulcro, después de la crucifixión, se encontró con el Señor ya resucitado, quien le dijo: “…ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.” (Jn. 20:17). Entonces entendemos que Dios es Dios, pero también es Padre (2Co. 1:3). Es tan importante el papel paterno en la vida humana, que el Señor destinó un padre para cada parte de nuestro ser integral (espíritu, alma y cuerpo); constituyéndose Él mismo en el Padre de nuestro espíritu (Heb. 12:9); mientras que para nuestro cuerpo puso a nuestros padres biológicos, a quienes responsabiliza de instruirnos en lo que es bueno, y en lo que es malo (Pr. 22:6), y también los responsabiliza de ser un modelo de paternidad que nos conduzca hacia Él, como nuestro Padre Celestial que es. Lamentablemente, esta misión no siempre se cumple, por lo que en muchas ocasiones le corresponde a los padres del alma, es decir a los Pastores, terminar la labor que quedó inconclusa (Heb. 13:17; Ti. 1:1-4). Cuando los Pastores son reconocidos por las ovejas como padres del alma, se da un re-engendramiento que les posibilita cumplir con su labor de restauración, permitiendo a la oveja reanudar su relación de paternidad con el Padre Celestial. Todo cristiano es hijo de Dios, pero a veces, no sabemos cómo ser buenos hijos y es necesario aprender. En Romanos leemos: “Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que habéis recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios, y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con Él a fin de que también seamos glorificados con Él” (Ro. 8:15-17; LBLA). Una de las primeras revelaciones que obtendremos al reconocer paternidad en nuestra vida, es el hecho de que, aunque nuestros padres terrenales nos hallan fallado o abandonado, no somos huérfanos, Dios puede llenar ese vacío (Sal. 27:10). Es por eso, que el mismo Señor nos impulsa en su enseñanza del Padre nuestro, a llevar una relación de Padre e hijos, con Dios (Mt. 6:9). Cuando entendemos el amor del Padre Celestial, recuperamos nuestra identidad de hijos (1Jn. 3:1-2). Para los hijos es la herencia (Gal. 4:7; Col. 1:12); y la protección (Jn. 17:11, BAD); así como la disciplina, si es necesario (Heb. 12:6-8). Dios el Padre, nos ama tanto, que dio a su Hijo unigénito en rescate por nosotros (Jn. 3:16), sembró un Hijo y cosechó muchos hijos: A nosotros. Él anhela tanto nuestra restauración paternal, que nos ha dado Pastores conforme a su corazón (Jer. 3:15) para que nos apacienten, alimenten, cuiden y disciplinen, enseñándonos el verdadero amor y paternidad que proviene de Él, a quien volveremos como el Padre de nuestros espíritus (Hch. 7:59). El amor de Dios por sus hijos es tan grande que cuando un hijo se arrepiente, Él lo levanta, y lo redime (Lc. 15:21 y 24), recordándole que más que un siervo, es un hijo. Al Padre no le importa de dónde nos tenga que levantar, dado su inmenso amor hacia nuestras vidas, si nos arrepentimos y regresamos, Él nos consolará, así como sólo un Padre sabe hacerlo. Si hay algo que Dios anhela en el final de los tiempos, es la restauración familiar (Mal. 4:6), y esta restauración se va a iniciar con LA RESTAURACIÓN PATERNAL. Con base en este tema, completa las siguientes frases:

o El padre de nuestro cuerpo es: _____________________________

o El padre de nuestra alma es: _____________________________

o El padre de nuestro espíritu es: _____________________________

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