navidad. a. la palabra se hizo carne. d. 25.12.2016

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NAVIDAD.DOMINGO 25.12.2016. JN 1,1-18 LA PALABRA SE HIZO CARNE Jesús, el Dios con nosotros, se encarna en nuestra historia, nos dice Jn 1,1-18 “La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad” (Jn 1,14). Este niño nos trae la luz que ilumina nuestras vidas, nuestros corazones y nuestra mente. “Porque él es la luz verdadera que ilumina a toda persona”(Jn 1,9). Él nos trae la presencia de la luz, “porque romperá el yugo de la opresión, la mentira, la sangre de tantos inocentes, la corrupción y los poderes ocultos de la muerte (Is. 9,3-4). Sus padres María y José experimentan la alegría del niño. Los primeros a quienes se les anuncia esta buena nueva son los pastores: “No teman, les doy una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo. Hoy les ha nacido en la ciudad de David, el Salvador, el Mesías y Señor” (Lc 2, 10-11). “Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: sobre sus hombres descansa el poder y su nombre es: Consejero Admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de la Paz” (Is. 9,5). Este Dios está con nosotros, se hizo pobre para que nosotros fuéramos ricos por su pobreza (2 Cor 8,9). Los cristianos y no cristianos hemos visto la gloria de Dios. La Palabra de Dios se ha encarnado, ella es vida y la vida es la luz que ilumina a la humanidad (Jn 1,1-2). Dios hecho niño, nos sonríe y toca a nuestro corazón para ser más humildes, sinceros, honestos, sensibles al otro, a. Y seamos portadores del amor y de la verdad. “Porque a todos los que lo han recibido, hemos llegado a ser hijos de Dios” (Jn 1,13). Su Palabra es vida y verdad. Tú tienes vida, cuando amas, valoras tu vida y la vida de los demás. La vida es un don de Dios, está en nuestras manos realizarla y transformarla por la pura gracia de Dios. Yo soy el Señor de la vida que quiere y ama la vida. Yo soy la Palabra viva del PADRE, hablo contigo, para que tú sepas comunicarte, dialogar, escuchar y estar atento como papá y mamá, como hija, hijo en el corazón de tu familia. Yo nazco en ti y en tu hogar, en el corazón de la sociedad cuando se abren al diálogo y construyen puentes de reconciliación en base a la justicia y la verdad. Yo soy ese Dios hecho niño, te enseño el camino que te conduce al Padre porque somos hermanos. Cuando un pueblo se desangra

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Page 1: Navidad. a. la palabra se hizo carne. d. 25.12.2016

NAVIDAD.DOMINGO 25.12.2016. JN 1,1-18

LA PALABRA SE HIZO CARNE

Jesús, el Dios con nosotros, se encarna en nuestra historia, nos dice Jn 1,1-18 “La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad” (Jn 1,14). Este niño nos trae la luz que ilumina nuestras vidas, nuestros corazones y nuestra mente. “Porque él es la luz verdadera que ilumina a toda persona”(Jn 1,9). Él nos trae la presencia de la luz, “porque romperá el yugo de la opresión, la mentira, la sangre de tantos inocentes, la corrupción y los poderes ocultos de la muerte (Is. 9,3-4). Sus padres María y José experimentan la alegría del niño. Los primeros a quienes se les anuncia esta buena nueva son los pastores: “No teman, les doy una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo. Hoy les ha nacido en la ciudad de David, el Salvador, el Mesías y Señor” (Lc 2, 10-11). “Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: sobre sus hombres descansa el poder y su nombre es: Consejero Admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de la Paz” (Is. 9,5). Este Dios está con nosotros, se hizo pobre para que nosotros fuéramos ricos por su pobreza (2 Cor 8,9).

Los cristianos y no cristianos hemos visto la gloria de Dios. La Palabra de Dios se ha encarnado, ella es vida y la vida es la luz que ilumina a la humanidad (Jn 1,1-2). Dios hecho niño, nos sonríe y toca a nuestro corazón para ser más humildes, sinceros, honestos, sensibles al otro, a. Y seamos portadores del amor y de la verdad. “Porque a todos los que lo han recibido, hemos llegado a ser hijos de Dios” (Jn 1,13). Su Palabra es vida y verdad. Tú tienes vida, cuando amas, valoras tu vida y la vida de los demás. La vida es un don de Dios, está en nuestras manos realizarla y transformarla por la pura gracia de Dios. Yo soy el Señor de la vida que quiere y ama la vida.

Yo soy la Palabra viva del PADRE, hablo contigo, para que tú sepas comunicarte, dialogar, escuchar y estar atento como papá y mamá, como hija, hijo en el corazón de tu familia. Yo nazco en ti y en tu hogar, en el corazón de la sociedad cuando se abren al diálogo y construyen puentes de reconciliación en base a la justicia y la verdad.

Yo soy ese Dios hecho niño, te enseño el camino que te conduce al Padre porque somos hermanos. Cuando un pueblo se desangra como Siria, se mata niños inocentes, sufro con ellos. Porque aún me siento rechazado cuando hay odio y violencia.

Yo soy tu salvador vengo a liberarte de todo pecado que divide, desune y engendra egoísmo, indiferencia, rivalidades. En esto conocerán que son mis discípulos “si se aman los unos a los otros como yo los he amado”(Jn 15,12). Sólo el amor es capaz de vencer el odio y la indiferencia. Acepta mi Palabra y tendrás una nueva vida. Yo soy ese niño, que crece contigo, experimenta la alegría de vivir, que canta, ríe, llora, en ese niño de la calle, que juega, estudia, trabaja, canta a tu alrededor.

Hoy nazco en tu corazón para que cambies de conducta. Hoy nazco en el corazón de tu hogar para éste sea mi cuna de amor y de comprensión entre padres e hijos. Porque donde hay amor, tolerancia, comprensión y respeto allí nazco cada día en medio de ustedes. Amen y respeten la vida y los derechos fundamentales de todo ser humano con solidaridad y confianza en mi Palabra, entonces todo cambiará, si me aceptas como el Principio y el fin de la humanidad. (Fr. Héctor Herrera, o.p.)