Madrid

Museo Cerralbo

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Catálogo de publicaciones del Ministerio: www.mecd.gob.es

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Edición 2014

NIPO: 030-14-042-9ISBN: 978-84-8181-570-2Depósito Legal: M-6475-2014

Imprime: ADVANTIA, S.A.Papel reciclado

© De los textos y de las fotografías: los autores

Subdirección General

de Documentación y Publicaciones

Edita:© SECRETARÍA GENERAL TÉCNICA

MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE

Texto: M.ª Ángeles Granados Ortega

Imágenes: Tomas Antelo Ángel Martínez Levas Salvador Yzquierdo Peyró ASF Imagen Archivo Museo Cerralbo

El Museo Cerralbo es un referente en la historia del gusto y del coleccionismo en España durante las

últimas décadas del siglo XIX. Testimonio de la forma de vida de la aristocracia madrileña del cambio de siglo, conserva la esencia de la época en que fue

la residencia y el museo privado de don Enrique de Aguilera y Gamboa, XVII marqués de Cerralbo.

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Don Enrique de Aguilera y Gamboa, XVII marqués de Cerralbo, 9

El Palacio-Museo Cerralbo, 16

Las colecciones, 19

Visita, 25

Piso entresuelo, 27 Ala de verano, 28 Jardín, 31 Ala de invierno, 33 Gran Portal y Escalera de Honor, 34

Piso principal, 37 Armería y Sala del Baño, 38 Sala Árabe, 40 Salón Estufa, 42 Pasillo de Dibujos, 43 Sala de las Columnitas, 44 Salón Vestuario, 47 Salita Imperio. 48 Comedor de Gala, 51 Salón Billar, 52 Salón Chaflán, 55 Despacho, 56 Biblioteca, 60 Galerías, 62 Salón de Baile, 66

Bibliografía, 69

Índice

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El fundador del Museo Cerralbo, defensor entusiasta de grandes ideales, a diferencia de otros aristócratas de su época que se dedicaron a la carrera militar o al mundo de las finanzas, invirtió todos sus recursos económicos e intelectuales en la política, el coleccionismo y la arqueología.

Hijo de don Francisco de Aguilera Becerril y doña María Luisa de Gamboa y López de León, condes de Villalobos, nació en Madrid el 8 de julio de 1845. Heredó de su abuelo el marquesado de Cerralbo y otros doce títulos, dos Grandezas de España y el cargo de Senador por derecho propio.

El 25 de agosto de 1871 contrajo matrimonio con doña Inocencia Serrano Cerver (1816-1896), dama de origen valenciano, viuda de don Antonio del Valle y Angelín, de quien tenía dos hijos: don Antonio del Valle Serrano (1846-1900), marqués de Villa-Huerta, y doña Amelia del Valle Serrano (1850-1927), marquesa de Villa-Huerta desde el fallecimiento de su hermano.

Don Enrique de Aguilera y Gamboa (1845-1922),XVII marqués de Cerralbo

Don Enrique de Aguilera y Gamboa, XVII marqués de Cerralbo. Hacia

1889. Foto: Abdullah Frères (Constantinopla) Inv. FF02878.

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Doña Inocencia Serrano y Cerver, marquesa de Cerralbo. Hacia 1873.

Foto: K. Koller (Budapest) Inv. FF026665.

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Enrique y Antonio habían coincidido en la Universidad Central de Madrid donde ambos cursaron estudios de Filosofía y Letras. Compartieron a lo largo de su vida la afición por la numismática y la pasión por la literatura.

Antonio del Valle fundó La Alborada, sociedad literaria en cuyas veladas se presentaban composiciones en verso y en prosa. Una de las poesías del marqués de Cerralbo, El Arco Romano de Medinaceli, fue recogida por Valera en su Antología Poética.

Don Antonio M.ª del Valle

Serrano. Hacia 1874.

Foto: F. Vianelli (Venecia)

Inv. 06169.

Doña Amelia del Valle Serrano.

Hacia 1873.

Foto: K. Koller (Budapest)

Inv. FF02666.

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El marqués de Cerralbo, político

Carlista desde los veinticuatro años, se distinguió por su talante moderado frente a las facciones más radicales dirigidas por Ramón Nocedal. Entre 1890 y 1900 fue representante de don Carlos de Borbón Austria-Este, Duque de Madrid, afincado en Venecia, para los carlistas el legítimo heredero del trono como descendiente del hermano del rey Fernando VII.

Durante esos años el líder de la causa legitimista en España se dedicó intensamente a la reorganización del partido, participando en campañas de propaganda a lo largo de toda la geografía española, formando círculos y juntas e introduciendo el partido carlista en las Cortes. El Museo conserva parte del archivo personal del marqués de Cerralbo, que incluye un conjunto importante de documentos relacionados con estos hechos.

El marqués de Cerralbo, arqueólogo

En 1900 se retiró temporalmente de la política y consolidó su dedicación a la arqueología, convirtiéndose en un pionero en la investigación de la prehistoria española. Desde su palacio de Santa María de Huerta (Soria) costeó y dirigió más de un centenar de excavaciones en la Meseta castellana, en torno al río Jalón, entre ellas la del yacimiento de Torralba, en aquella época la estación humana más antigua conocida en Europa.

Alcanzó un gran prestigio como científico y fue académico en numerosas instituciones españolas y extranjeras. Participó en el debate del Senado sobre el proyecto de la Ley de Excavaciones de 1911. El mismo año recibió el Premio Martorell por su monumental obra Páginas de la Historia Patria por mis excavaciones arqueológicas. A su muerte legó sus hallazgos arqueológicos y paleontológicos al Museo Nacional de Arqueología y al Museo Nacional de Ciencias Naturales.

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El marqués de Cerralbo en la necrópolis de Castro Ógmico, en

Monreal de Ariza (Zaragoza). Hacia 1911. Páginas de la Historia Patria.

Archivo del Museo Cerralbo.

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El marqués de Cerralbo, coleccionista

Apasionado por la Historia y las Bellas Artes, ya en su infancia cambiaba por monedas antiguas la peseta que sus padres le daban cada semana y desde su juventud coleccionó armas y pinturas. En su madurez concibió el proyecto de crear un museo similar a las galerías, pinacotecas y palacios que él y su familia visitaban durante sus frecuentes viajes por Europa.

La venta de varias fincas rústicas heredadas de su abuelo le permitió a partir de 1876 comprar en el mercado del arte pinturas, esculturas, porcelanas, armas, armaduras, relojes, estampas, dibujos, libros antiguos, tapices, miniaturas y otros muchos objetos que adquirió en subastas, en tiendas de antigüedades e incluso, en el Rastro madrileño.

Un mes antes de su fallecimiento, ocurrido el 27 de agosto de 1922, compró a la marquesa de Villa-Huerta el sector del palacio que exhibía las colecciones que había legado a la Nación española el 22 de junio del mismo año. Su intención fue que permaneciesen intactos los ambientes que había creado para exponer sus colecciones hacía más de veinticinco años. El Estado aceptó el legado en 1924 y diez años más tarde instituyó el Patronato de la Fundación-Museo Cerralbo.

Despacho del marqués de Cerralbo, en él se encuentran reunidos

numerosos objetos que informan de su actividad como coleccionista,

historiador y político carlista.

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El Palacio-Museo Cerralbo

Único hôtel particulier conservado de los que dibujaron la semblanza arquitectónica del madrileño barrio de Argüelles, su construcción fue financiada por Antonio y Amelia del Valle Serrano, si bien parte de la decoración interior fue costeada por su padrastro.

Tres arquitectos dirigieron las obras: Alejandro Sureda (1883-1891), Luis Cabello y Asó (1891) y Luis Cabello Lapiedra (1893). El mismo Marqués trazó diseños de plantas, alzados y paramentos de acuerdo con el gusto historicista y el

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estilo ecléctico que en aquella época predominaba en la arquitectura y en la decoración de interiores.

Las fachadas, de estilo clasicista, combinan la piedra y el ladrillo en dos órdenes de balcones rematados con frontones. El ala que se prolonga hasta la calle Álvarez Mendizábal se distingue por detalles de estilo neo-mudéjar. En las esquinas se levantan torreones aterrazados, típicos en las casas señoriales de entonces, que fueron cubiertos hacia 1960 con chapiteles de pizarra.

El edificio se compone de semisótano, entresuelo, piso noble o principal y piso segundo, espacios que a lo largo del tiempo se han adaptado a sus funciones museísticas. Por ello se han perdido algunas estancias originales –cocinas, guadarnés, cuadra, cochera, camaranchones– que fueron transformadas, hacia 1960, en salas de exposiciones, almacenes, sala de conferencias, oficinas y zonas de vigilantes.

En la actualidad se está finalizando un ambicioso proyecto iniciado en el 2000, la recuperación de los ambientes históricos, es decir, del aspecto que tenían las salas del Museo a finales del siglo XIX y principios del XX. Este trabajo se realiza a partir del estudio e interpretación de la documentación conservada en el archivo del Museo. La recuperación del Piso Principal, que se inició el año 2000, ha sido galardonada con una medalla en la categoría de Conservación del Patrimonio de los Premios Europa Nostra 2008.

Fachada del Palacio Cerralbo en la confluencia de las

calles Ventura Rodríguez y Ferraz.

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Las dos grandes colecciones que integran los fondos estables del Museo corresponden a los legados Cerralbo y Villa-Huerta.

La colección legada al Estado por el marqués de Cerralbo comprende en torno a 28.000 obras de arte y artes decorativas: pintura, arqueología, porcelana, muebles, relojes, escultura, armas, armaduras, dibujos y estampas, y otros objetos que fueron instalados hacia 1892 en el Portal, la Escalera de Honor, el Piso principal, siguiendo las directrices del coleccionista. La colección Cerralbo comprende además el contenido de la biblioteca de don Enrique, famosa en su época por su calidad científica. La marquesa de Villa-Huerta, fallecida en 1927, legó al Museo Cerralbo las obras de arte y objetos de artes decorativas que decoraban las estancias del piso entresuelo, y los objetos similares que decoraban el palacio de Santa María de Huerta (Soria), residencia veraniega de la familia. Su legado incluye además el archivo personal del marqués de Cerralbo, una colección de recuerdos de viajes y un gran fondo de fotografías antiguas.

En los últimos años la colección estable se ha incrementado puntualmente mediante la donación o la compra de piezas destinadas a recrear los ambientes del piso entresuelo, algunas vinculadas al contexto familiar del fundador.

Las colecciones

Sala de Columnitas (detalle).

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Pintura

Don Enrique de Aguilera ambicionó poseer obras de los grandes maestros de la historia de la pintura si bien compró cuadros de calidad desigual, algunos magníficos y otros mediocres, de acuerdo con sus posibilidades económicas y las oportunidades surgidas en el mercado del arte. En la venta de la galería de pinturas del marqués de Salamanca adquirió un número importante de cuadros, entre ellos varias obras únicas, que anteriormente habían pertenecido a José de Madrazo y a otros grandes coleccionistas españoles de los siglos XVIII y XIX. Tuvo una marcada preferencia por la pintura española e italiana, las obras religiosas y los retratos.

Arqueología

El Marqués conservó en su residencia vasos griegos y otros objetos arqueológicos que compró en el mercado de arte y antigüedades. Este sector incluye la Numismática, la colección más numerosa del Museo, formada por monedas y medallas cuya propiedad compartían don Enrique y su hijastro, el marqués de Villa-Huerta. Son de gran interés las monedas obsidionales y las series contemporáneas, al igual que las medallas conmemorativas de los reyes de España.

Artes decorativas

Las artes decorativas están representadas por objetos que fueron coleccionados por su valor histórico-artístico y por otros objetos de moda en la decoración de las grandes casas a finales del siglo XIX: porcelanas y cerámicas (Meissen, Sèvres, Buen Retiro, China, Japón, Wedgwood, Talavera, Alcora); tapices de Bruselas y de Pastrana (Guadalajara);

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Vista de Portugalete. Luis Paret y Alcázar. Hacia 1784-1786. Inv. 1934.

alfombras y cortinas de Aubusson (Francia); muebles de época y otros de estilos neo; lámparas de cristal de Murano; esmaltes, lacas orientales; joyería y platería religiosa o civil.

Relojes

Una de las mejores colecciones del museo, refleja otra moda vigente en el XIX en la decoración de las mansiones combinando relojes franceses e ingleses de los siglos XVIII y XIX; una novedad técnica importante de finales del XIX fueron los relojes «misteriosos», también presentes en el Museo. Cada semana se revisa y pone a punto el funcionamiento de los setenta relojes expuestos.

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Coche barato y tapado de Francisco de Goya. Burdeos,

hacia 1824-1828.