mujer de sombra y mar versión 2014

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Poesía Mujer de sombra y mar Adriana Rojas Córdoba

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Cuento de Adriana Rojas

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  • Poesa

    Mujer de sombra

    y mar

    Adriana Rojas Crdoba

  • 1

    ndice

    I. VOCES

    Plumeria Ohana 7

    Sabbat 8

    Ojos corazn 9

    Doble figura 10

    Aurora de Prisca 11

    Teatralis mortuum 12

    Galina Ulanova 13

    Octavio por la paz 14

    Cronografas 15

    II. INTERMITENCIAS

    Epitafio para dormir sin sueo 17

    Obituario 19

    Agona 20

    Siluetas marinas 21

    Retrica 22

    Olas 24

    Itis de mi conciencia 25

    Dudo 27

    Nio 28

    III. ARENA

    Sal 30

    Aqu el silencio 31

    Mujer de arena y sal 33

    Abuela, del otro lado del mar 34

    Pasos 35

    Nusea 37

  • 2

    Viento 39

    Brevedad 41

    Chac Mool 42

    Bajo los charcos 43

    Luna llena 44

    IV. ESPACIOS

    Una nota sin maana 46

    Costa soleada 47

    Ahora 48

    Rmora 50

    Ocre descanso 51

    Lejos 52

    Concierto 54

    Espacio vaco 56

    V. RECUENTO

    Recuento 58

    Marionetas 59

    Arrullo 61

    Ludens 62

    Concilio de la carne 63

    Ojal 64

    Lilia no dije antes 65

    VI. FIN

    Lnea sin lmite 68

    A ver si puedes 70

    68 igual a 30, menos que nada 71

    Inerme 73

    3:15 75

    Voz 77

  • 3

    Abril 78

    Las horas sin parar 80

    Los dragones del sueo 81

    Hormigas 82

    Todos santos 84

    Nada

    VII. AL MAR

    Resurreccin sin hora 86

    Espacio de ti 88

    Intacto 89

    No pierdo la escena 91

    Retrato

    En busca de octubre 92

    Rostro

    Incierto pensamiento

    Historias

    Sueo

  • 4

    Por qu durante el sueo, cada hombre tiene su universo particular,

    mientras que en el estado de vigilia todos los hombres poseen un universo comn.

    Herclito

    Duracin difana en tiempo sagrado

  • 5

    Compartido de luz a sombra

    D espera en liturgia

    Transcurrida desde tu cuerpo al mo.

    Jess

    Para Carlos, Jos, Ana Paula y Adriano,

    por la sonrisas y los llantos en compaa.

    Armando Rojas,

    Intangible premonitor del tiempo, padre.

  • 6

    I

    Voces

  • 7

    Plumeria Ohana

    Kuwili se parece a algn lugar ya visitado

    con palmeras enormes

    movidas por las sombras

    de ostras misteriosas,

    secretos no dichos bajo las olas.

    Las plumerias blancas en cada respiracin

    se apoderan de distancias

    cada poro

    expandiendo su curiosidad

    por conocer la ausencia de no estar.

    Alternados espacios

    brisa sin aire

    el maile y la mokihana en cuello prendados

    se llena el tiempo

    y el encuentro

    no se parece a ningn otro lugar

    ni siquiera a la ohana que acaricio.

    El viento vestido de soledad

    de contemplar la niebla corona de montaa

    lluvia fra

    es la referencia que hace confundir

    a Kuwili con cualquier otro lugar.

  • 8

    Sabbat

    Hoy he querido regalarles

    los mejores sueos

    para que posean la vigilia a oscuras

    los brazos vacos para llenarlos con amigos

    y la imagen de los diecisiete bailando en la Samsara

    en espera de Borges o Cortzar

    de un jazz o una moneda

    un estertor, una lectura.

    La suave nota del violn para Miriam

    Dulce con el olor a brisa de mar sin orilla

    para compartir las sagas con Leonardo

    no sin que Claudia reciba la sencillez del cristal

    para que Eduardo conserve el ojo del bho

    y el aura clara para Paco.

    He repartido la historia en horas de prisa

    vueltos cantos ininteligibles de nostalgia terrena

    que recorrimos juntos entre lneas lmite de la palabra

    dicha sin temores, esta maana como de sbado.

    Septiembre, 1994.

  • 9

    Ojos corazn

    Para Ana Paula por su presencia

    Amo tus ojos azules de mirar al mar

    porque empezaste siendo un sueo

    mecido con suaves notas olor a humo

    la inquietud de las horas

    por conocerte intrigaba mis aos

    y desde entonces mi mano esper

    tocar la humedad de tu piel

    para calmar la tempestad.

    La pereza de tus letras

    se transforma en juegos

    de tu sonrisa a la tristeza

    con paso ligero voy

    a tus mejillas sonrosadas,

    esperanza paralela a caballos alados

    alejados del apocalipsis

    en decidido vuelo hacia el mar.

    Expectantes tus ojos claros

    con la profundidad incierta de transgredir el mundo,

    viajan hacia el anhelado valle

    donde la aurora silencia marejadas

    y el viento sopla hasta mi cara,

    siento la brisa hmeda que te forma

    y hace la imagen inspirada

    desde que eras slo un sueo

    y ya te amaba.

    Enero 16, 1987.

  • 10

    Doble figura

    Para Carlos y Jos

    Cabras en mis manos como en mi vientre

    con la impaciencia de las horas

    en la corona de estrellas sobre mis sienes

    por conocerte,

    esa maana se pint de intenso

    mientras tu piel de ptalo me acarici la frente

    supe, acaso, que estaras en mi doble figura

    como adorada esfinge de epopeya

    como en la vida

    real y trascendente como el dolor

    fuerte

    incolora

    me vea en tus ojos de tierra que huye a la albufera

    y me perda en tu cabello como espiral

    paseando en tus lunaciones de imaginar

    para entender

    que el cielo es ms cercano en tu nariz

    entonces me prend a sus sonrisas

    que como premio esperan mi voz sin confundir

    y s, ahora

    que mis sueos quedarn guardados en el secreto cclico de existir.

    Agosto 29, 1992.

  • 11

    Aurora de Prisca

    A Jess Adriano

    Dolor y llanto

    espera y miedo

    desaparecen al ver tus ojos de cobalto

    obsidiana de los dioses coronando el hado bueno

    calor de vida entre mi pecho y espalda

    mariposas y espigas

    firme empresa de tu dermis menuda

    presente y futuro

    premisa en sueo convertida

    de brisa y versos

    perfeccin de Santa Prisca

    atrapada entre tus dedos

    luz reflejada en los corales

    que cuelgan de tu sonrisa

    aurora

    presagio de Nereida

    las olas besan la arena

    para anunciar de tu llegada

    al nuevo da.

    Mayo 17, 1999.

  • 12

    Teatralis mortuum

    Para Hctor Azar

    Democracia no te veo

    alguna vez fuiste ma?,

    carnvora y calumniosa

    ojos, corazn, censura

    intolerancia que se va de juerga.

    Describo las imgenes dibujadas en el aire

    con la fuerza

    lneas, curvas y vacos

    blancos juicios de Penteo

    salientes de tu boca

    como azar de tiempo

    de tu nombre.

    Grandes recovecos

    en las palabras

    viajan las historias,

    van y vienen

    del ego tuyo al fro.

    Duelo en movimiento

    sombras, luz

    tez blanca de tu sien eterna

    diligente y omnisciente

    risas, llanto, miedo,

    solo

    todos

    t , yo, el teatro.

  • 13

    Galina Ulanova

    La posguerra te form para beneplcito de la mente

    imagen de cuerpos que se encuentran y se van

    Leningrado nunca pudo contra el arte

    amaneceres inspirados en el viento

    incierto y claro.

    La muerte a los ochenta y nueve

    es como irse despacio en una fuga de notas

    como aprender el pas de bourr a contratiempo

    en pos de las prohibiciones

    en el cansancio de tus dedos sin remordimiento.

    Msculos que se enmohecen para recordarnos la condicin humana

    visitante terreno que escupe el movimiento por decisin propia

    Galina con G de sonido gutural

    de horas largas como del piso al cielo de Ulanova

    flores

    artificiales recuerdos

    tu mano apunta alto mientras tu pie se aferra al epicentro.

    Relev de cuenta regresiva

    no queda tiempo sino un salto suspendido

    efmeros brazos, piernas, dedos

    slo quedan las piruetas de la guerra

    el brillo novo que te arrulla de terciopelo oscuro en la noche brillante

    y la soledad sin miedo que ejecuta contigo un pas deux interminable.

  • 14

    Octavio por la paz

    1914 te hizo nacer

    pero la paz no estuvo contigo

    como dicen los domingos

    los trabajos del intelecto

    te vaciaron las ideas

    para chocar de frente

    en el obnubilado ser universal,

    te oyen calles de lodo

    o alfombras hindes.

    Octavio de todo el siglo

    como octavo en comunin

    te quedas en la mujer que ama

    en el libro que se cierra

    y en el hombre que se va,

    te llevas la libertad bajo palabra

    que no ser dicha jams.

    1998 te abre el camino interminable

    con velas de doble llama

    amor amante

    deseo y vida

    insaciables lecturas de tus ojos

    que son de todos

    quienes quedamos

    con el demonio alado de tu sueo

    sin romanos ni griegos

    sin Scrates ni Platn.

  • 15

    Cronografas

    Para Pedro ngel Palou Prez

    Pienso en la gente que no conoc

    las bebidas que nunca prob

    los lugares que jams ver

    pero lo vivo

    a travs de tus ojos

    porque ests aqu

    en el recuento de lo olvidado

    recuperas la ciudad,

    el barro

    y las piedras del camino

    para m.

    Los prticos rococ

    hablan de tu paso de Mendoza

    hay resea en cada exhalacin con olor a tabaco

    de campos

    de antes

    de hoy

    de cabellos sueltos y provincia inmaculada.

    Porque la decisin de tu mano

    da fuerza a las leyendas pegadas en los conventos

    las fuentes,

    los frailes y San Miguel

    los querubines y apstoles

    te arrebatan la inercia

    en gravitacin sin tiempo

    slo espacios

    y cronologas de ayer.

  • 16

    II

    Intermitencias

  • 17

    Epitafio para dormir sin sueo

    Cuando descubr la xenofobia en la familia

    me atorment la oscuridad,

    el gato negro se hizo largo y cncavo

    en cristal de ventana nocturna

    y desnudados temores.

    Tregua de palabras subterrneas

    frases no dichas, sublimes

    -catlicos, ortodoxos, evanglicos-

    tejidas con sangre cuajada

    de los otros, de nosotros, de ellos mismos.

    Religin, opio de los pobres

    ltigo de los dominadores

    en rito sin ritmo

    los indgenas con olor a incienso,

    sin marca ni sello

    con parroquia sin pecado.

    Lamentos profanos

    aleluyas de metralla,

    dormir sin sueo es la consigna

    apaciguando el hambre con dolor

    de piedra camino y arroyo fresco.

    Volanta qu te llevas,

    ya no hay hostia sagrada

    descubro en cada sorbo de caf y noticia de maana

    el epitafio de insomnio

    no es concordia

  • 18

    paz por Chiapas y por Mxico.

  • 19

    Obituario

    Hablas sin cdigo de regreso,

    cmo digo,

    si tus palabras son laberintos que se van

    metiendo entre aromas de pasado

    olvidados de obituarios y recortes perdidos.

    Bacterias vanas e insectos ptreos

    habitantes de hoy, espritus de maana.

    Tarde te sostengo en segundos guardados

    dorso, cincel dislxico y fango

    recorto el contorno de tu vida en un retrato

    y apaciguo el ruido en el hueco de mi ombligo.

    Diseccin aortica de rana

    formo una escuadra perfecta

    para desvanecerme de occipital a metatarso...

    sin manecillas,

    viajas en las venas de partir, y

    quiebro la oscuridad lacerada entre los tmpanos,

    de mi lengua a tu balcn un slo trecho,

    ahora hablamos el mismo idioma sin entender.

  • 20

    Agona

    Para Diana que no Alejandro

    La intrascendencia es la razn

    el lmite de una nota

    es tu compaa de gato

    es la extincin

    las jaquecas y los hibiscos,

    los libros, mi brazo etreo

    cada cuento

    en espera de quebrantar las reglas

    sin polvos de profeta ni asesinos

    entonces tu vientre se qued vaco

    porque el sexo y el hambre

    son para andar ligeros

    en el horizonte del infierno.

    As me queda la fiebre sin rastro,

    la soledad sin fuerza

    me queda

    la apariencia y el secreto

    guardado en mi pupila

    y el fuego interno que se consume al tiempo

    que te espero.

  • 21

    Siluetas marinas

    A Lisy Marn

    Emerges de pronto como la Grand Anselaise

    en remolinos que se abren

    al paso de tu presencia

    entre delfines, atributos de Neptuno

    a tu magia divina de sirena.

    Entonces la estela acutica

    se adorna con luces que encienden lentamente

    cada vez

    encantadas hondonadas

    de horizonte dorado

    para ofrecerte

    la discrecin marina.

    Graciosos hipocampos celestes

    te persiguen

    en secreto

    llamado de telpata

    a travs de los deseos mortales

    de los nuestros

    de los de otros

    reflejo menguado por el vaivn de las olas

    iluminadas sendas tritones

    te acompaan en ancestral epopeya

    paraso de algas que perduran tu sonrisa.

  • 22

    Retorica

    Para Carlos Colchero

    Avec cela le charme insigne

    Dun frais sourire triomphant

    Eclos dans des candeurs de cygne

    Et des reougeurs. Verlaine

    En esmeralda embeleso de tus ojos

    ensalzados con escpticas razones

    que con diversos tonos

    entre giros y destellos

    en los molinos de viento

    alzan revuelos inciertos

    por este leve sentido de ser

    fugaz y ntidamente

    se pierde la memoria

    a travs del esmeralda

    siempre

    de tus ojos.

    Entre Gngora y Daro

    con renombrado recorrido

    de tu sapiencia encantadora

    flotando va

    entre cipreses y enredaderas

    con metforas y silogismos

    el esmeralda

  • 23

    siempre

    de tus ojos.

    Tal vez sueas con la noche abierta

    o el cantar de los cantares

    la madre Espaa olvidada

    reivindica tu mirada clara

    y el lenguaje de las manos

    se vuela la quietud

    siempre

    de tus ojos esmeralda

    que me recuerdan a la abuela.

  • 24

    Olas

    Para Isabel y Alberto Vizcarra

    Impvida

    insolente y serena

    estoy sentada en la orilla de sus nombres

    cavilando a cada cresta de ola seca

    y no encuentro razones

    slo vibrantes sonidos

    de sus voces quietas.

    Y pienso en ellas

    en sus manos,

    manos de arcilla y metal

    envueltas, resueltas

    como estrategia de amar

    los bosques y el viento

    envueltos en el mar.

    Descubr en sus ojos

    interiores reclusos para el arte

    para dar y no esperar,

    impacientes, cariosos

    siempre

    mi razn para estar.

    Sobran las olas del mar

    para guardar

    la presencia de su efigie dorada

    y su apacible amistad.

  • 25

    Itis de mi conciencia

    Como paria

    de quincena en quincena

    la respiracin me ahoga

    en un cuarzo

    las notas,

    los empeos

    regurgitan las paredes en soledad

    absurdo sollozo encamina la sombra

    crceles

    monasterios

    y claustros

    slo queda en la quilla el cansancio.

    Sufrimiento apoltronado

    cunto tiempo estirando el moho

    de hollines gregorianos

    bajo la almohada

    aprisionando el haz noctmbulo

    que se atreve a la paloma.

    Desde el arribo lisonjero de las barcas

    a travs

    de las pisadas de arena,

    tierra caliza,

    piedra

    enredaderas y cactus

    la voz se quiebra en la memoria.

  • 26

    Aposento de lujurias ocultas en el manto

    las mariposas del rezo

    despiertan el llanto apaciguado

    reminiscencia de las llagas abiertas por mudar.

    Deslices annimos

    concupiscencia de la carne en nombre de Dios

    pasado, ahora ruinas

    perseguidas silenciosamente en ahogado apetito

    mensajes huecos, epstolas dobladas

    las calles mentirosas se amarran

    a la non santa tierra de los parias.

    Dudo

  • 27

    Luz

    caf claro

    delgados bostezos

    -ms-

    la imaginacin

    que guarda las palabras

    para largo rato en los zapatos.

    Comenzar o terminar

    no es lo mismo

    slo recuerdo

    y lo digo o lo callo

    mas no lo escribo

    porque al final

    el reconocimiento

    no es siempre

    el hambre del escritor?

  • 28

    Nio

    Queda la vida

    caleidoscopio que atrapa

    las canicas y el trompo chillador

    arrullo de muecas

    y gis blanco en el cemento.

    Pisadas sutiles tras los charcos

    ojos de insecto

    raptor de sueos

    que te duermen en madrigueras de oso

    y hoyos de conejo.

    Dnde te ha quedado la risa

    convertida en holograma

    entre botones y discos

    demonios infantiles que no juegan ms.

    La vida queda

    archivada en una caja secreta

    sol, estrellas, sapos y araas

    igual te arrullan los cantos de mam

    manos de nio

    sin acariciar.

  • 29

    III

    Arena

  • 30

    Mujer de sal

    De sal y sombra

    mujer

    de arena y miedo.

    Callada y fra como sombra

    cercana y vigente,

    mujer.

    Ocre y suave arena,

    spera y caprichosa,

    mujer.

    Mujer de espritu roto,

    violentada y corrupta,

    mujer.

    Idealizada con m de madre,

    mujer,

    asesina de las noches,

    vctima de sol a sol.

    Mujer.

  • 31

    Aqu el silencio

    Aqu

    afuera

    con la vergenza aprisionada

    el pecado de ultramar

    ahora

    las ideas muertas

    s.

    Las mujeres de guardar

    entre sus faldas

    de espalda a la noche

    parir

    dolorosas palabras

    s.

    Humillacin como leo

    de rebozo y lomo

    amasado aborto

    y conmiseracin.

    Mis abuelas han tragado su nombre

    de rostro marchito

    cada paso

    esperando sentadas

    a la muerte.

    No hay respuestas

    no premura

    llega el sigilo

  • 32

    desaparece la luz

    imaginacin

    slo queda el aliento sin arroz.

    Zurcidos tabes y religin

    hijos ajenos

    mis abuelas tragaron la experiencia

    que no aprendimos de ellas

    de largo camino- sol.

    La cclica reproduccin

    rezo de atole y pan

    muerte sin gesta

    s

    las mujeres deben cantar

    ahora

    aqu el silencio.

  • 33

    Mujer de arena y sal

    Con las manos duras de acariciar

    concubina de la lisonja

    atracadora de hechizos

    hacedora de humanidad

    no te conformes con una lgrima secada al viento

    no con palabras dichas para engaar.

    Mater admirabilis

    mater generatrix

    ninfa de los bosques

    prostituta de la niebla

    brahmararandhra y tab,

    mujer de sexo violado

    no esperes ah sentada

    los sacros designios no llegan jams.

    Mujer de sombra y miedo

    no engaes a Bovary

    mujer de hambre y marea

    con los ojos volados al eje de la tierra

    nunca olvides mirar.

    ncubos y scubos

    merodean tu descanso de alondra

    chamanes convertidos en gemido

    ancestral,

    cabellos alisados con agua cordial.

    No te quedes ah parada

    mujer de arena y sal.

  • 34

    Abuela, del otro lado del mar

    Me ensordece

    el encuentro con el aire

    a la llegada de los duendes

    es sentir que estoy viviendo

    que toco el polvo con mis dedos

    sin aspavientos

    al otro lado del mar.

    As sucede

    cuando dejo mi deber en el bur

    y cuento los hechos cotidianos

    las palabras necias

    pues no tengo explicacin

    husmeo entre las cartas viejas de navegar

    y no puedo encontrarte jams.

    La pesada escalera de subir primero

    regocijo de los hallazgos

    y las prdidas

    se acomodan estratgicamente en la higuera de la abuela.

    Luz repartida con galletas y agua de t

    cabeza blanca y ojos de Espaa

    secos se quedaron de mirar

    la lluvia vaci el color sin extraar

    en tanto el reloj cuenta mis cuentos

    a la incipiente silueta de una vela,

    corta el mito entre as hojas

    y me quedo sin la abuela,

    del otro lado del mar.

  • 35

    Pasos

    Me di cuenta

    con los mismos pasos

    que amo

    tus angostas calles,

    las casonas teidas con secretos

    resguardadas,

    altas tapias

    mil historias de amor.

    En tus puertas

    los dragones que alumbran

    se me han vuelto

    ruidos que tocan mis sentidos,

    y el silencio me mira

    adorado y lisonjero.

    Receptores de imgenes ajenas

    en el portal

    se bifurcan con las estrellas,

    rganos y campanas

    se fugan de la ciudad.

    Preparo el equipaje,

    me siento,

    me invaden lejanos

    los relmpagos de leer

    el erotismo del mal.

    Pueblo las tradiciones que se acaban,

  • 36

    cambios los retratos,

    lugar de estar.

    Mi desesperanza se enreda en tus ventanales

    mis huellas en el azul de tu arcilla

    y no me suelta ya.

    Torneados mis aos y mis juegos

    los palpo ya sin memoria.

    Ahogados los deseos,

    cpulas y campanas

    me comprometen el sexo,

    el hambre, el alma y el pan

    el instinto de querer

    taidos que llaman

    como ngeles y demonios

    Puebla entreverada

    orgullosa,

    triste

    de sbados de gloria

    y vientos sin aliento al final.

  • 37

    Nusea

    Tu presencia me confunde

    como nusea matutina

    adherida a mis pensamientos

    con actitudes ridculas y rostros usados

    desayuno frustrado

    que se mezcla imperceptible

    en la indiferencia de la gente

    esa

    la gente

    que canta fuerte

    para que no se escape ms por la tonada.

    Narcisismo

    indiviso y quimrico

    t y mis fantasas locas

    la brjula se apodera de la ropa

    en la parada de autobs

    t al despertar el bho.

    El laberinto de los ojos

    como espiral en los miembros

    rotos de hacer

    fallezco

    en el agua transparente

    al vuelo del albatros.

    Los crotos asombrados

    por tu sonrisa

    fulminante como rayo multicolor

  • 38

    tras los esteros

    en las parodias

    los temores

    y nadie ms

    camina tu presencia

    hasta desaparecer

    t, ellos, yo

    al despertar del bho.

  • 39

    Viento

    Exgesis del viento

    que me arrastra ligera

    provocando la ira con mi danza

    lucha lo pagano y lo divino

    compasivos con cerebro de hormiga

    que osadamente transita el orbe

    lugar de plaga premonitoria.

    Verlo todo y no saber

    mediatizado

    el reloj

    ideas sin cordura.

    Transformaciones del mono en hombre

    sin embargo

    los bombardeos enjutos estallan en la oreja

    artificiales

    menesterosos

    unos junto a otros hacinados como en Auschwitz.

    Cmo no respetar las palabras

    y destruirlas irreverente

    con el mazo ignoto

    lugar exacto de las cosas y los seres

    imprecisiones bastardas

    aniquilan las luces

    alusin cercana a la necropsia sin cuerpo,

    duelo sin honra.

  • 40

    Sexos asexuados y bisexuados de ahora

    Basura

    Degradable

    Fermento de ideas chatas

    Ideas viejas.

  • 41

    Brevedad

    Con las mismas manos de construir

    con las mismas

    manos de siempre

    de esculpir tu rostro

    unas serenas

    nerviosas

    mano de acariciar.

    Manos de sentir la luna

    y no callar

    esas que reflejan el palpitar

    manos que se reflejan el palpitar

    manos que se enjuagan nocturnas

    que se vuelven furia

    y elevan la seal

    o reprimen la necedad,

    manos de acribillar

    esas mismas

    manos de acariciar.

  • 42

    Chac Mool

    Las manchas de luz

    espectros insomnes

    deambulando la arcilla violeta

    amedrentando mis sueos

    para no dejarme dormir despierta.

    La oscuridad se introduce poco a poco

    de sur a norte y de este a oeste

    clava los cuerpos

    me violenta

    no hay ciclo humano

    slo crece en la mente

    Chac Mool

    de engaos

    inmenso fro

    soez

    se desvanece en la puerta familiar

    sin ser vista siquiera

    como partida de ajedrez.

    A tres aos de distancia

    a la luz de una noticia burda

    escrita con urea conciencia

    o inconsciencia,

    fraude

    se escabulle de pronto

    y deja una huella informe y dolorida

    como la oscuridad.

  • 43

    Bajo los charcos

    La lneas azul-blancas

    se dibujan punto a punto

    estridentes y falacias

    cercan la orilla adormecida por el sol

    lneas que reptan

    transgreden

    y se cuelgan de la alborada

    concupiscencia sonora

    de un reptil

    que se desplaza lenta muy lentamente

    con giros y traspis de barro

    bajo los charcos

    se guarece el arco iris

    de mi cuello

    hasta asfixiarme en vocales

    casuales

    serenas

    exigentes

    lneas de la moral.

  • 44

    Luna llena

    Siempre cuenta el momento de terminar

    porque el inicio es lo mismo que comenzar

    Una noche la luna se ech a andar

    y no hubo hombre en el planeta que la convenciera

    de parar

    ya estaba harta de hacer lo mismo

    no ser ms testigo de la maldad

    tampoco el pretexto para amar

    no quiero ser guardiana de la noche

    no, ya no ms

    quiero enamorar a las sombras

    en las polvorientas tumbas

    y sonrer a las estrellas

    para quedarme los enigmas

    como epitafios

    y contar mis penas

    sin vacilar.

    Quiero ser luna

    en esta noche de luna llena.

  • 45

    IV

    Espacios

  • 46

    Una nota sin maana

    Las cosmogonas y los espacios

    permanecen,

    no hay cambios

    las rabias y los cantos

    nocturnas orillas soleadas de mis horas

    sin maana.

    Las manos quietas

    contra los pies cortantes

    sobre la tierra roja de amanecer

    de quedarme sin ganas

    escojo dormir sin sueos

    apaciguados en la asfixia momentnea.

    Alcnzame el placer

    para recoger las pupilas de las olas

    vacas de mirar

    pensar siquiera no podra

    sobre la prisa

    como escalera

    de confusin,

    mano de chimpanc,

    ocasin de poltico

    en una nota

    porque el ascenso es un descanso

    sin prisa.

  • 47

    Costa soleada

    Trepan por los andamios las frustraciones,

    aferradas a los azulejos en paredes chatas

    desapercibidos

    las nubes tejen balcones coloniales

    de tus ojos a mi sonrisa.

    Desaparece la lluvia tras los charcos

    los adoquines

    y tus pisadas

    abiertas permanecen

    de la penumbra al alba

    de tu sombra a mi cansada piel.

    Despus,

    de los cuadros y caballetes

    no hay cielo

    luces, oscuros... nada.

    Coloridos pigmentos

    bajo relieves

    colgados de los limoneros

    de cualquier abril.

    Vestigios de carne transitan

    el vientre infierno

    costa dorada

    porque muero

    mientras canto de cara al sol.

  • 48

    Ahora

    Es peligroso decir la verdad..., ahora?.

    ... se qued resonando en mis odos

    y me absolvi la calma

    de paradigma inmaculado.

    No hay razn que valga

    no hay frases justas

    misionera de la voz

    es la verdad.

    Equilibrio, justicia, dignidad

    son temas de los diarios

    para beber con una taza de t

    sorbo a sorbo

    sin palabras.

    Cada tema

    cada sexo, cada muerte, cada vez

    en cada sorbo

    me aprendo tu nombre sin latidos,

    verdad.

    Del reclamo no hablo

    esclerosis profunda,

    lector de entraas carcomidas

    textos sin terminar

    ideas de siempre

    lagunas compartidas

    como de Puebla

  • 49

    como de ahora

    de cada letra,

    de cada cifra sin fonemas ni olor,

    verdad, si hay?.

  • 50

    Rmora

    Despierta en el horizonte

    tendida en bruma de mar

    atrapada en una lgrima como jabn.

    Piernas de nylon silenciosas

    advertidas del polvo que es roco

    con boleto de rumbo incierto

    y sexo de oscuridad,

    la vida se va pariendo igual que siempre

    indigente

    indigno

    indgena

    iluminacin,

    sonidos que se repiten en el espiral sin sentido,

    desaparezcan ahora que an es tiempo de rmora.

  • 51

    Ocre descanso

    Acudo a tu llamado

    ocarina del viento

    de tlamo adherido al infierno

    exorcismo de guerras perdidas

    a pedazos

    como siempre,

    de obnubilados recuentos,

    trinos con marchas de paz.

    Putativo dominio de los extraos

    esa es la causa de que hubiese efecto

    y polvo de metforas cual saetas sin sombra,

    nacidos para limpiar vidrios y despedir al sol sin voz.

    Aptridas que se comen las uas en un rincn

    de apariencias guardadas en los museos

    qu es la historia sin la sangre entre tus dedos?

    Qu?,

    si pares cinco hijos repartidos sincrnicamente

    cada minuto en cada hora

    al albedro de los mercados

    enroscada en salmos de domingo y resignacin de cantera

    en descanso ocre

    de mis odos sordos,

    Qu?

  • 52

    Lejos

    Sabemos del hambre y las jornadas

    rostros con nombres gastados

    concretas razones para esperar

    en los prpados de Medusa

    mientras escapas de las hormigas

    por la hiedras de iris que miran sin mirar.

    Caminas de la montaa al mar

    de la civilizacin al abandono

    para extender la mano de limosna.

    Mugre que se extiende al fuego

    entre las uas

    de libertad acribillada.

    Esperanza de papel cortado

    en cada esquina

    alguien va de prisa

    resoplando consignas

    no respondas mal a nadie,

    nunca digas mentiras,

    no jures en vano.

    No, nunca, no

    limpia los cristales

    de cara sucia y pies ajados de caminar

    mientras

    dormimos tu sueo

  • 53

    y comemos tu pan

    nios de pavimento con sonrisa macerada al sol.

  • 54

    Concierto

    No s si antes las bvedas servan para lo mismo

    no, porque en los muros de cantera se guardan los secretos

    intransferibles y ptreos de los monasterios

    las santas a la siniestra

    por donde escuchan los indios

    los santos a la derecha

    como los nobles desean

    oscuros como los leos

    de querubines, demonios,

    benefactores y arcngeles

    estn llenas las conciencias ciegas.

    Esculpidos polvo a polvo conchas, acanto,

    pecado, prohibicin y esperma

    serpentean las intrincadas calles

    para reivindicarse con la ciencia.

    De blancos, rojizos y verdes

    ciudad de Borda y piedra

    te vas quedando en los recuerdos viejos

    mientras los faroles saben de las sombras

    de Alarcn y de Quevedo

    de tus palabras tejidas con la lluvia circunspecta

    en el canto de los grillos y campanas de cobre

    esas que despiertan la nostalgia de estar cerca

    amenaza de los ascetas, metfora de las tejas.

    Noche con nubes serenas que dibujan trajineras

    iluminan la empedrada donde caminan los muertos

  • 55

    vuelvo a sentir tu tacto en balcones de Julieta

    slo siento la vida con el roce de tu lengua

    inquisidora necesaria de las gestas

    de sangre y flechas clavadas en carne fresca

    figura cercana que sirve de pretexto al arte

    y las arcanas creencias.

    Ignoradas columnas escondidas bajo cerros

    se elevan orgullosas removiendo el karma etreo

    reservado tras los tiempos

    nota a nota de Wagner y Amadeus

    prestssimo, adagio moderato

    cuaja la oscuridad de estrellas

    del silencio queda poco

    slo el canto de los grillos

    y las manos quietas.

  • 56

    Espacio vaco

    Contigua al silencio

    la alborada de la muerte se acerca

    amenaza la vista verde de auroras grises

    ahora y nada es todo

    el vaco duele como las muelas

    la seduccin del llanto

    el insecto vuela y no respiro tu karma.

    Encrucijada de velas encendidas

    acuden a mi llamado de tambores huecos

    amanecer y fin

    despertar sin alivio

    ahora y nada es risa

    la locura sapiente equiparada al muro

    hace ave que pa como jarana.

    Agua tranquila

    marejada de burla

    indolente condicin arrebatando el canto

    ahora todo es nada

    durante la salada marea

    baa las playas negras como mi muerte.

  • 57

    V

    Recuento

  • 58

    Recuento

    Tengo recuerdos hoy

    entre oscuras calles y dragones obsoletos

    djame hurgar los cajones

    insomnios

    fuente de Xanenetla

    brotadores de San Miguel

    mi atea insolencia

    brazos sostenidos

    entre ladrillos y maderas

    viejas de cargar.

    Aromas de par en par

    en fraccionadas tardes

    asoma la niebla crepuscular

    mismo sol

    cansado de soportar

    como en uno en mi bolsillo.

    Patio sin hoja santa

    queda en mi alma

    de Iluminada tierra

    por la luna alta

    esa,

    la misma luna

    vigilante eterna de la sombras.

    Permanecen los recuerdos tras los muros.

  • 59

    Marionetas

    Las guardara en el veliz

    los libros tridimensionales bajo el brazo

    y partira en cuenta regresiva

    entre montes y castillos,

    caballeros con lanza y catapulta

    ros de espejo, flor de pradera

    corro descalza

    donde las hadas y los enanos hablan fuerte.

    Puentes levadizos,

    peces ojos pcaros,

    la negrita oculta en la cueva de mis deseos

    son la ronda que de la mano de nadie he bailado.

    El caballo blanco en carrusel

    escalinatas interminables,

    imaginarios interlocutores y de los perros

    son las letras grandes que an no escribo.

    Viaje de manzanas fundidas con el t,

    lucirnagas como candiles del camino

    se fugan de mi mano,

    las maletas de cuadros guardan la ropa de los gestos

    galopan sin cesar entre chcharos de campos verdes.

    Ben Hur y las princesas se escapan por las noches

    en cuentos mil,

  • 60

    de patos y vacas almohadillas que despiertan

    en un da de corno y fiesta,

    sabores dulces como el pastel.

    Nunca aprend a olvidarlos como ahora a ti.

  • 61

    Arrullo

    Salgo contra reloj y olvido despedirme

    seguida por el viento

    sin saberlo

    las enseanzas de mam,

    los judas de cartn rosa, dorados aretes

    me marean los rieles del trolebs

    y no me dejan llegar.

    Los arrullo de Santa Ana

    yendo lejos de la voz,

    momentos que parecen aos

    resbalando por el caracol

    retando tus advertencias hasta llegar a la azotea

    de la mujer de trenzas rotas.

    Extrao los mercados cuando flotaba junto a ti,

    reconozco los adoquines, avenidas de mi conciencia

    azulejos blancos adornan mi ciudad

    de jarrones y subterrneos como el amor

    y leche caliente tomada aprisa.

    Los rascacielos hacen hoyos

    mientras marchan las hormigas,

    por dnde puedo buscarte?,

    arriba en la oscuridad

    slo hay estrellas

    puedo tocarlas a ratos

    porque traigo conmigo siempre las enseanzas de mam.

  • 62

    Ludens

    Como un juego de armar y desarmar

    avanzan lentas saetas de tiempo

    aparece el limbo como falange,

    el sol entra paralelo al umbral

    entre tanto los nmeros cambian digitales

    los sonidos de ayer

    coronados aromas de medio da inundan la habitacin.

    Caballo de torneo medieval

    al trote levantado con melodiosa comparsa

    toco su piel sin sentirla

    crines de sol

    son gramtica sin conjugar.

    Nunca llega el rescate

    las tres se hacen largas

    don't leave me this way

    no se consienten jams

    como un juego de armar y desarmar

    puedo escupir la muerte sin remedio

    al ritmo del tic tac.

  • 63

    Concilio de la carne

    Toqu el ecuador

    Una tarde nublada

    No quiero luto sin motivo

    S con reflexin santa

    En imperfectos momentos de suerte

    Concilio de la carne con el alma

    Testigo intransigente

    Avizor de los designios

    Desenreda silencios y sonidos

    Ruido de verte

    Increpo el insomnio

    Que se pro

    lon

    ga

    sobre la cada de una gota vidente.

  • 64

    Ojal

    Cuando escucho

    -y las pisadas-

    ojal

    me enfrento a tu sicidio

    desde aqu hasta la infinita visin del universo

    con la ansiedad de antes

    de saberte

    los pinos altos asomando a la ventana

    sin ventajas

    paseos por las fuentes

    las esferas y las pisadas

    las bardas y las bancas

    no hay respuesta

    el No, no existe

    y el S compromete sin medida

    cuando escucho

    la memoria se quiebra en un estruendo

    y el remordimiento no te alcanza para pagar

    OJAL.

  • 65

    Lilia no dije antes

    Te quisiera junto a m

    sin rostro

    para acariciar los temores de esta noche

    tengo para ti las playas ignotas

    y la espuma de mar en la raya larga de mi mano.

    Meso tu cabello en sortijas negras

    y no recuerdo por qu no fuimos ms,

    las antiguas calles de leyenda.

    Paso a paso clavndose en mi odo

    la solitaria empedrada

    que se confiesa a galope de caballos

    y cantos de sirena

    que no cesan

    en una lgrima te vuelvo a guardar

    sin que te vean.

    Se va la vida sin reclamos

    por la ermita

    con el aliento obligado hasta llegar

    y vaciar las pesadillas

    en vigilias de nombre

    redencin

    premonitorias culpas

    siempre antes de clarear.

    Se confunde la perfecta mscara

    en una voz siempre la misma

  • 66

    con pesados pies y estorbosos dientes

    para mentir

    mimesis de la risa

    huelas del tiempo

    olvido del olvido

    vuelta del da

    conciliador de la imagen y la vuelta.

    Mujer hilvanada en cada historia

    de naufragios y proyectos

    que se cuelgan en las paredes

    y se limpian para volver al polvo.

    Los retrocesos y las mejoras

    casuales laberintos

    sus manos traman

    la distancia con rapidez,

    sobre mi espalda

    viajan tres nios ajenos a mi nostalgia

    esa misma que se borra con la luz

    al sonido de mi nombre

    que siempre ha sonado extrao

    porque Lilia no lo dije jams.

  • 67

    VI

    FIN

  • 68

    Lnea sin lmite

    Con un abrazo de por medio

    venas, sangre, sudor,

    respiro

    cuando rodeo tu espalda y me transita la placidez

    cada hueso clavado entre los aos.

    Respiro

    el aire fro que baja de la montaa

    como dedos hundidos en la mullida lnea del crvix

    viaje de cristales fragmentados

    luz y palmas tendidas.

    Daga

    metal azul resplandeciente como horizonte cortado

    que no deja huellas en el hondo costado de la bestia

    camino claro,

    ese es mi pecho

    es el de todos con una nariz que es slo ma.

    Puntos

    intersecciones y coincidencias

    protesta con hallazgo de musgo reptor,

    evanescente

    pleon de crustceo

    noches sin concluir.

    Calles

  • 69

    pulpo de vida

    hombres sin nombre

    lotos con frutos que esperan testigos

    gota a gota

    hasta el final.

    Atrapo los gemidos nocturnos

    de la hipfisis

    dilato el viento

    e hipnotizo las lenguas furtivas,

    las manos quietas los pies cansados de combatir

    en un abrazo.

  • 70

    A ver si puedes

    Recclame la vida a ver si puedes

    devulveme el oxgeno

    que te robas en cada vaharada de cigarro

    los arroyos con pinos a la orilla

    con aguas cristalinas de moja pies

    y la alegra de una sonrisa blanqueada de maz.

    Las pirmides altas donde la mente despejada

    sabe el misterio de sus ancestrales costumbres

    de cuerpos tirados bajo la constelacin

    para encontrarse con Tlloc o Coatlicue

    no puedo ms con la destruccin

    y me regresas la mueca sin dientes

    porque no puedes ocultar la magnificencia del cosmos

    dormido en la piedra que te vio nacer.

    No puedes ms con la ignorancia

    citadino, campesino, asilado, delincuente-hambreador

    poltico

    olvidado sin respirar

    burcratas, oficinistas y maestros

    ramplones de cemento y cal

    desaparecen igual que como nacen

    de espalda a su origen

    de quetzal y cotl

    porque son muertos pegados

    a mi sombra.

    Devulveme la vida

    a ver si puedes

    devulveme el oxgeno.

  • 71

    68 igual a 30, menos que nada

    Apaciguo una lgrima inerte

    nadie a quien rescatar

    los ideales son recuerdo

    las archas, triste cancin.

    Es mejor nada que luchar

    dormida la memoria,

    caras vetustas vueltas piedra

    antorchas, yo y la oscuridad.

    Fuego de heridas

    dolor,

    una chica a quien conquistar

    y la rola de moda en revolucin de 33

    es ms que 30 y menos que 68 sin evolucin.

    La hora detenida entre los libros

    visin envuelta en fro

    mercado del mal,

    slo queda la sombra

    conformismo en ebullicin

    me invade la calma al verle pasar

    incontables letras

    moos de patria

    himnos de sufragio

    impreso a 30 pasos del gato extinto.

    Callados murmullos

  • 72

    carteles rados

    huelgas de ningn tiempo

    sustitutos de caf

    ruidos huecos,

    incierto turno el de jams a menos 30.

  • 73

    Inerme

    Llenas mi sitio

    como los puntos de Mir

    la caricia intemporal,

    irene, inerte

    mi clavcula izquierda

    me recuerda

    cada respiracin flagelo.

    Siempre

    con la dislexia que promete

    muecas serenas

    que se rompen al juntarse los ros

    desbordando la angustia

    de no saber

    de no poder

    de no pensar

    artificio de imgenes idiotas

    ensea el credo a la estupidez

    de la esquina sin ruta

    como sembrada esquela

    clera de entenderse

    y no entender.

    Ya me duelen

    los huesos de los animales muertos

    el asfalto

    los nios buenos

    no los naufragios robados

    ni los charlatanes con poder

    menos la indiferencia,

  • 74

    el hambre

    porque vivo sin entender.

  • 75

    3:15

    En un segundo todo conocido

    la historia se hizo gris

    la estirpe se repite

    incautos espectadores

    conformados con mirarlo desde fuera

    graban los absurdos y prolongados sueos

    de qu sirven

    si la verdad es pesadilla

    en sueo vivo

    la obscenidad es lo habitual

    la intriga

    la in permanencia

    sumisa en camuflaje de esquizofrenia

    maraas provincianas de los vivos

    sin ms ley que la de su boca de serpiente.

    Serpiente guardada en la cripta sagrada del silencio

    fielmente

    igual que todos

    que t y el poderoso

    que yo y el pordiosero

    el estado financiero de la banca rota.

    Tierra a tierra y polvo a polvo

    los mezquinos eructan tus vsceras

    y los gusanos carcomen tu piel

    cada vez

    mujeres falsas, hombres cretinos,

    disidentes, inconformes,

    todos lo mismo

  • 76

    el psicoanlisis, el karma, la resurreccin

    la suspensin del tiempo

    nada

    todo

    religin

    verdad mentira

    los excesos y las creencias son lo mismo,

    degradacin

    risas, prisas, clon,

    fin de siglo, fin del hombre la razn.

  • 77

    Voz

    VIDA

    una gota de miel que ha tardado milenios en derretir

    slo para acariciar las venas

    AMOR

    nunca antes, como ahora las aves

    SUEO

    Verdad absoluta devoradora de inviernos

    MUERTE

    eterna sublimacin

    existencia inmigrante de los cuerpos.

    Voz de inmotivadas razones

    Vida-amor-sueo-muerte

    Pretexto inmolado de existencia.

  • 78

    Abril

    Devulveme la muerte

    para sentir la vida

    un slo instante

    en el paisaje vaco

    ya sin nombre ni tiempo.

    Devulveme la sonrisa

    para gozarlo todo

    sin recuerdos

    con gesto perfecto y manas gastadas.

    Para sentir que estoy viva

    este instante

    en el trnsito exacto

    gloria y desencanto.

    Devulveme el llanto

    para ahogar el dolor

    que se clava

    entre espinas y nardos.

    Mas cuando quede slo el sueo

    la dolorosa lengua de mentir

    aoraremos la dalias y las rosas.

    La tarde es luto de abril

    confundida con la respiracin de jardn.

  • 79

    No me devuelvas los besos

    no las horas de amar

    solamente escucha mi voz

    en este tiempo de andar.

  • 80

    Las horas sin parar

    Tic tac se escucha en continuo ritmo

    las olas se niegan a cesar

    Tic tac resuena en los tmpanos

    pienso en la incredulidad

    se vuelca en los primeros trinos

    la habitacin se hace circular

    eterna

    de amaneceres.

    Tic tac quebrantando las interrogantes

    acertijos de grgola alada

    respuestas de dragomn

    tic tac qu s yo

    pues la gota llena el charco

    tic tac el perro entristecido

    la bicicleta que acecha

    el zumbido del aire

    el olor a pasto recin cortado

    hmedo de soledad.

    Tic tac la prisa del conejo

    danza inconclusa

    tic tac el desvaro de siempre

    los rganos de latir

    la manera de coincidir

    permanecer

    o desistir

    poro a poro

    susurro ante el espejo

    tic tac se apaga.

  • 81

    Los dragones del sueo

    El tiempo me persigue envejecido

    lo he dicho yo

    desde el oculto agujero de la voz

    surcos logrados con la espada

    resbalados error

    dragones en mi cabecera

    cmo quisiera dormir.

    Misas cantadas

    erizos en tus odos

    lastiman su corazn

    serpiente de clera

    comienzo que no termina

    los bisontes de la furia

    deformadas mis llagas planas

    cuentan el tres, cuatro en comps

    ritos cosmognicos

    tu voz.

    Extrao la noche luna

    hogueras de luz

    rocas, astros, planetas

    tierra con partida

    con los brazos y el pecho en mitos

    avanza la fosa

    nirvana para existir.

  • 82

    Braham

    La voracidad de las fauces y los cielos

    aprisionan nuestra mente

    las horas

    hormigas avanzan gigantes

    de la niebla y la esperanza.

    Dientes enormes

    figuras en brillo de espadas

    bocas de silencio

    gloria perdida

    es el mundo subterrneo

    de los muertos

    -ya no hay nexo-

    no pasado ni futuro

    pues los dioses se han fugado a las estrellas

    y las patas adheridas

    en hileras a la cuesta

    sostenidas como hilos a la tierra.

    Nos aprisiona el hedor

    el tacto herido de picos erectos

    es su cuerpo

    brazos y alas en confusin

    son sus brazos mis alas

    -solo estoy-

    batalla oscura con el sol.

    Muestra el reflejo

    sudores vagos

    nuevas caras obligadas

  • 83

    repasas frases hechas

    de labios mojados.

    Motivo para vestir sin ambiciones

    luces opacas, atvicas

    avenidas de fro color

    lugar de sombra en deseo

    cada prenda, cada rato, cada aliento.

    Enfilados en estreno

    mantas, aves

    hato multicolor

    guitarras, bulevares

    caminan con destino al sol.

  • 84

    Todos santos

    De espalda vivo

    entre sombra-luz

    ahora

    contenida en una lgrima

    mi voz

    de todos

    de los santos

    y los conversos

    infinitud camino hacia mi muerte.

    27 de octubre de 2013

    Exposicin de muertos

    Todos santos Javier Gonzlez

  • 85

    VI

    Al MAR

  • 86

    Resurreccin sin hora

    Amor

    exilio momentneo

    me alcanza tu mano suave

    para rescatarme hacia la orilla

    puedo contar los deseos contenidos

    en cada arruga de mi piel.

    Me ahogan las calumnias

    de la mente

    porque mi vientre

    siente uno a uno los latidos

    la prohibicin

    esa no

    la nuestra, pero lo es

    por amor.

    La que destroza los pentagramas

    la de crisis

    de vanguardia sin resurrecin.

    Tiempos que engloban

    castran

    al amor

    edifican las infamias partidistas

    las hambres, los suicidios,

    la bancarrota y las deudas.

    Ya lo dijo Jos Agustn

    como inventando que sueo

    porque esta noche no puedo dormir.

  • 87

    Treinta aos han pasado

    en das de calendario

    no en cambios de refraccin

    no forma de morir

    todo es viejo

    el amor.

    El hombre existe sin existir

    las ganas de caracol

    hasta salir del otro lado del espejo

    y fluir

    en el lquido tibio

    de esperma que vomita mundo

    estupefaciente condicin

    de amor.

    Los surtidores salpican agua

    las tristezas mojan la inspiracin

    y los faroles renuentes

    me persiguen sin duda

    hasta el coraje profundo

    de mi extinta razn

    sin amor.

  • 88

    Espacio de ti

    Que se pudran lo reclamos

    y las quimeras del llanto

    donde se acomodan los espacios

    entre tus pupilas y mi boca

    bajo el ruido en las serenas playas

    puedo tocar tu mano

    slo un instante hasta terminar

    en perfecta combinacin de lneas y curvas

    al margen de comunes paradojas

    para el pobre los instintos de la carne son bastante

    para tu amor me basta un siglo.

  • 89

    Intacto

    La vivencia es lo que importa

    la experiencia

    es torva

    estorba

    a la abnegada inclemencia de repetir

    la turbulencia extranjera

    como moverse

    contra dicciones humanas

    contradicciones

    de las carencias y los excesos.

    Las soleadas tardes y las nubes

    la noche el da

    luces sombras

    tunantes

    criptas boca arriba

    de los idos y olvidados

    tras el horizonte en el Golfo.

    La vista a lo lejos de los lamos

    para quedarse sin ellos

    los monstruos noctmbulos

    msculos, arteras, venas

    los actos de los vivos

    deambulan a oscuras

    con la certeza de que la tierra s es plana

    y de que todo lo que sube, baja

    el baldn del hombres

    es objeto de s mismo

  • 90

    las ideas viajan antes

    porque el hombre muere

    antes que el amor.

  • 91

    No pierdo la escena

    Me apodero de la habitacin

    que te envuelve.

    Insignificante y pequeo como entonces

    parado en el umbral de mi indiferencia

    resbalas en lgrimas de andar

    con alas vecinas

    sonrisas vanas

    perseguido por el fro de los huesos.

    De la misma manera hoy te veo

    no te tiendo la mano

    me encojo en el rincn

    de aquella sala

    sin hurgar explicaciones

    pues las pierdo en tu mentn.

    Insignificante y pequeo

    monarca de las horas y los seres

    la estupidez.

  • 92

    Retrato

    Sentado

    con el rostro bajo la luz tenue de la lmpara

    sus dedos se entrelazan con la tinta

    senderos de palabras

    sobre el blanco incierto de una hoja de papel

    la nariz

    precipitada

    absorbida por las sombras

    de la inmensa oscuridad celeste

    confundida en los cabellos que languidecen ligeros

    para seguir los puntos firmes de los sinnimos

    en el lmite de luz y yo.

    Iris profundos de territorios ajenos recorridos

    Para ngel Hernndez en la memoria

    Kahana como el nombre del valle de Kauai

    siempre kaimi loa, la razn

    siento el mar furia y suavidad

    cuando tus pies envueltos en la niebla

    bailan entramados con los vientos alisios

    que chocan en Anahola y Haupu.

    La sangre baja al mar por Waimea

    como la honda herida que deja tu partida

    mientras la sombra del Kiawe

    acaricia la

  • 93