mtoiona historiamedicina &t historia lugara una aiención especial cer, aunque se precisa la difi-i...

20
MTOIONA HISTORIA N° 1 - 2003 - CUARTA ÉPOCA í

Upload: others

Post on 27-Jan-2021

1 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • MTOIONA

    HISTORIAN° 1 - 2003 - CUARTA ÉPOCA

    í

  • m • \

    M \

  • £=: MEDICINA2003 ^r^^^MCUARTA ÉPOCA ^^2^MB

    5SS2»M U T C T n ü T ÁHISTÓRICOS DE LAS ^ ^ I I f^ / %

    CIENCIAS MÉDICAS ^ 1 1 \^J J_ V^^ J- V l í 1Centro deDocumentaciónde Historia de laMedicina deJ.URIACH&Cía.,S.A.F0l. Ind. RlCra de CaHeS ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ g n ^ ^ g ^ g ^ g g ^ g g g g iAv. Camí Rfinl 51-5708184Palau-solitai APlegamans IVl ~1 LJ I L^ J • N / V(Barcelona-tispafla) ^ ¡ M^ B •^H

    Dr.juanUriach Marsal

    Secretario de Redacción: iS,.., . • v , c , -.1KrA Fr()(;,.,Dr. José Danón üretos

    Soporte Válido con laReí. SVR n° 479Dep. legal: AB.27541-1LJMISSN: 0300-8169

    TEORÍA Y PRÁCTK A

    ;

    TEORÍA Y PRÁCTICASOBRE LA QUINA ENTRE LOSSIGLOS XVIII Y XIXMarcelo Frías NuñezCSIC, Madrid j * 1 " " — - s .

  • M1LDICINA &E HISTORIA

    Introducción ' a médfcfne

  • TnonlA Y PRAC:TIC:A .SOBRE I.A QLJIISA

    '• $tfé :i:f: J í ^ m a ̂ tructurado. La fiebre se na del siglo XIX. Pero resulta

    í/A xvi.

    ' ' ° Utilizando la terminología, en esteel modo de interrogar a la Mr -Historia natural de. la en la Europa de la segunda caso, de Foucault.naturaleza entre los autores enfermedad- del siglo XVIII mitad del siglo XVI11 y princi- Je™

    x "™ • J^rnu*", 'o uabajocontemporáneos v los consi- a la interpretación de la lesión píos del XIX. Por otro, y direc- utilizamos la edición francesa dej , .. „• , 1 1 1768-, Para la cuestión de laaerados oscurantistas mas -Bienal- supone una trans- lamente relacionado con el sangre, especialmente las pp. 1-22antiguos. Fsta continuidad formación significativa en los tema que nos ocupa cor su y 50-87. Sobre la utilización de

    ° = i r ' la sangría, en este caso contra

    "inesperada", aunque perci- postulados epistemológicos explicación de la dinámica de la fiebre inflamatoria: GRIMAUD,luda corno "atisbo" podría de la medicina. Este punto de las fiebres. S^CfttontpXKinducimos a interpretar que partida, que dará como resul- Podemos advertir cómo Hux- S^DOÍK'SAIS F-I-V H1 •"los recursos del pensamien- tado una nueva calificación ham présenla un grado de. desphfcgmMiesmun/iarronationsto occidental fuesen en esen- del significado de "clínica" a movilidad de la enfermedad S^K^tXSnkcia limitados, como si en la partir de inicios del siglo XIX, más propio de los fisiopato- pathologque, 2 vols., París, taos, i i i • i ' i • , , • , , , T I , - X - Y BROUSSAIS, E-J.-V, Examen

    base óe cualquier acercamien- no logra responder sm embar- lógicos del siglo XIX. No pre- j e \a doctrine médicak generalmentto cognitivo a la realidad se go al amplio espectro de pre- tendemos buscar apriorismos ^bsie' ^uiTd^hnfeludes^hallase im presa en el intelecto guntas, problemas y situado- n i entrar en el juego de bus- París, "ts 16.humano... una exigua cant i - nes a las q ue se enfrentaba e I queda de antecedentes direc- encorítramoTen este^emido! puededad de modalidades de res- mundo de la enfermedad en tos. Evidentemente, I Iuxham ^guirse ODIER. LOUÍS, Manuel de

    Uédedine Praüque, Genéve, An XI

    puesta , aquellos años. estaba muy lejos de imagi- (1803),pp. 7sq.

    3 •

  • MEDICINA &t HISTORIA

    lugara una aiención especial cer, aunque se precisa la difi-de la parte de los médicos, cuitad de definirlas. En este

    I BeFíi ^ ^ í v l í ^ 1 ffi££fe¿í"¡v'-'l-\ t&¿--3 í^.^jj^J; Andrés Piquer va a ser, en este can texto se recuerda la Reu-E^^feÁfe^S^^^i##É^r] sencido, referencia clave, tan- ra de Galeno que, a pesar de" • • • — = = á ~ - - * • •- ~' io por su prestigio personal que trató el tema de forma£ C* C

    1 A T como por la dedicación pres- extensa, no abordó el tema

    J J XX J. i^da £il tema de las fiebres. La de la definición. Otro tanto seaparición en 1751 de su obra dice de Hipócrates. La alusión

    SUR LES FIE VR E S sobre las "calenturas"' supone a Galeno, apoyada en el jui-un punto de inflexión de obli- ció del medico español Valles,

    E T gado estudio en nuestro inten- contempla que no se definic-LEURS DIFFÉRENTES ESPECES. to de comprender el fenóme- « - p o i q u e tal vez conectó la

    no de las liebres . Las [ios- ttiiicuLuicl que había rn expli-, l e feul moyen tuenta Alejandro Sanvisens

    de s'mftruire d'iine fcience , q u e p r e d s a q u e l a d e A m s t e r _eft de commencer par fes principes; dam está traducida al francés,car on comprend plus aifément ce qiu e n C(Món d c 1776 ,-, D e n _eft íimple, oue ce qui eu compofe : la , , ,. , c f, , l. ¿ • 7 r i r • tro del medio aentílicotran-merhode & la ciarte lont les lmres na- . , rrurelles de ce procede. ces hemos f r ^ . f t "

    Ayant done I examiner la nantre des renciasenelJoumddeM&k-fic'vres, il me paroít á pronos de com- dne- d e c«™sarl- una de

    j ^ las publicaciones periódicasmédicas clave de la época; ello

    . I nos permite apreciar cómo ^^^^^^^^^^^^^^^^m

    Edkum francesa tic I76H ¡k \a olmi Je Uu.xhtini sobre Ins fiebres aún a principios del siglo XIX, , . , , . . , '•' HUXHAM, |., Ot).

  • TEORÍA Y PRACTICA SOBRE LA QUIMA

    —W "1L L_ ^ a ti11*11* entre la tipo innamaiorio o gástrico, o___Ü y ^ * ? K leona y la práctica sencil lámeme porque el esto-j é ~^L mago no pudiera soportarla

    Jk Lu utilización de la quina se va quina.a encontrar, por tanto, con sis- Náuseas, vómitos, diarreas...temas como los que acabamos son algunas de las consecuen-de recordar. En la generalizada das inmediatas que aparecenpostura positiva acerca del uso en ocasiones ante la toma de

    k̂ *^» de la quina se ¡usti Mean los quina. En estos casos, aromá-casos de fracaso achacando ticos del tipo de la canela -a

    ^ ^ j r ^ | % además de a los errores de veces también el opio- apare-Jgk diagnóstico- a problemas de cen como los más recomen-

    ^^k cantidad -las distintas dosis dables para prevenirlo." \ fc^ a emplear-, de dificultad en Entre los médicos franceses

    H^ tn j 4^ la absorción, o de la elección parecía más común el que nodel momento adecuado a su administrasen quina sin haber

    Ja* utilización. Francois Dagog- limpiado antes al enfermo, a?& riel ha mostrado, analizando naves de vomitivos y purgan-

    las terapéuticas antiinfeccio- tes. Hn el caso de los médi-sas, cómo el problema de la eos españoles, sin embargo,introducción de un remedio parece más asentada la prác-puede llegar a ser más impor- tica de suministrar quina entante incluso que el propio las fiebres intermitentes sin

    __ - I remedio20. Hn el caso de la previas evacuaciones-1.Andrés Hquer quina parece oportuno inte-

    rrogamos acerca de los dis-dencia en el tema de las fie- las disposiciones o movimien- tintos métodos de adminis-bres, precisa su posición cuan- ios no están bien ordenados. tración de este remedio endo escribe: "¿qué importa que Siguiendo este planteamiento, el caso de las fiebres. De lasse ignore en qué consiste la "sera tanto más peligrosa la tres vías clásicas que aparecenesencia de la calentura, como dolencia cuanto mayor luese definidas en la administraciónse sepa conocer cuándo la hay el desorden"1". de la quina-la boca, el recioy de qué manera ha de curar- En el modelo que nos pre- y aplicación sobre la piel- lase?". Por consiguiente, nos senta Piquer, con presencia más común es la pnmera deencontramos que aunque el constante de referencias hipo- ellas. Entre, las consideracionesmédico no conozca la esen- cráticasg, es la naturaleza la generales encontramos cómocía del mal, podrá conocerlo que "halla los caminos que la quina, si es indicada espe-y también curarlo si conoce necesita para saber lo que es dalmente en las fiebres inter-los caracteres que le son pro- saludable al cuerpo"; es decir, mitentes, debe adminístrar-pios. es la naturaleza "la que cura se "en substancia y reduci- ^ ^ ^ ^ ^ ^ , | ^ ^En este planteamiento frente, las enfermedades" y el la mis- da a polvo muy fino". Ena la enfermedad, la falta de ma "busca los caminos que este sentido no parecen reco- w ídem, pp. 10-22., ,pp. _17 sq.

    5 •

  • MEDItllMA éar HISTORIA

    el aire y con una capacidad siva. Este método se siguióde quina.1 o dieciseis vasos empleando con el sulfato dede líquido. Con esto último quinina, pero modificando unse indicaba que la botella no poco las dosis: tomas de 0,15

    K debía quedar llena del todo, gramos cada 4 horas, hasta 1para facilitar el movimiento de 6 3 gramos.

    -—v y * 3 agitación de la mezcla. Des- Ya a principios del siglo XIXele que se hace la prepara- se iba a incorporar un tercer

    ""•"•"ia ctón hasta que se toma deben método, como una variantepasar dos días, durante los del método inglés:cuales será necesario remover 3) Hl método francés o de Bre-la botella al menos cinco o seis lonnecui. La quina se admi-vecespordía. Al precisar los nistraba lo más distante posi-

    ^ JB^ j^ r j alimentos que delxn acompa- bk d e I acceso que estaba porn ^ H ^ f l f ñareste iraiamiento también liegar. Con ello se pretendía

    se tiene en cuenta -en este dejar tiempo para su absor-Lihimo caso- la dificultad de ción y que se produjeran las[ecomendar "asados" para los modificaciones oportunas enpobres2''. el organismo. La dosis era de 8

    ^Í0& Fn una presentación más gramos de quina o uno de sul-^ S | ^ " estructurada, Peset y Ccrvera, lato de quinina en una o dos

    en sus lemanes de terapéuti- lomas muy próximas, listo seihomas Sydc-nfumi ca, recoge los tres métodos repetía a las 5 y a las 8 horas.

    principales en la aplicación de Después se seguía con unaLas maneras de preparar la rece recomendada para "gen- la quina, atendiendo en este dosis a los 5 días, con otra aquina también son variadas: tes vigorosas''-soldados, por caso al momento más oportu- los 6 y luego de 8 en 8 díassustancia, en tintura y en ejemplo-, no para su administración, al durante un mes. En ios casosextractos, 4) En el caso de extractos preparado y a la duración del en los que la fiebre se resis-L) La toma de la quina en sus- de quina, se les hace hervir tratamiento"2"1: tía las dosis se aumentabantancia se encuentra asociada durante bastante tiempo, dan- 1) El método romano, de los en intervalos de 10-15-20-a la disolución del polvo del do lugar a que se vaya espe- jesuítas o de Torti2\ Fin este 25-30 días2'.remedio en agua, o en algún sando —por la vaporización—. método se hacía una tomatipo de iníusion. La dosis se calcula entre diez de 8 gramos de quina, que2) 1 .a cocción tic quina, con y veinte granos, íi^ta forma se aplicaba inmediatamente ^^^^m^^mi^^^^^^^^agua pura, lleva incorporada a es común entre los apotica- antes del acceso. Luego se des-veces sales -que sin embargo, rios, que se sirven de redpien- cansaba 2 días, antes de hacer ^ S X ^ ^ T i L ^ r a m eTÍesXÍhace menos efecto—. Cuando les cilindricos llenos hasta la una nueva toma, esta vez de [réquentes, París, 1777, pp. 7fisq.i . , 1 • • - i i i - i i i - i i '-< " i - ' ; i V . n i . - . - i / i , - I ) . I > : > • • . ! • . i i -

    ta cocción nene por objetivo mitad de agua con la quina, 4 gramos. Los días de reposo pawvres, París, 1758, pp. z83sq.suavizarla, debe hacerse con v de un molinillo -como los se iban alargando y la dosis 1 PESET Y CERVERA, Vicente,

    ' o / Terapéutica, Moleña Médica y Arle de

    achicoria o borraja, y tritu- de chocolate- para preparar disminuyendo. n-cctai, Valencia, 1905, tomo u, pp.rando las semillas. el remedio22. 2) El mcüxlo inglés o de Sydcn- ™ £ : defcndía la idonEÍdad de3) En el caso de las tnfusio- Dentro de los manuales dirigí- ham2t>. Con este método la la quina en el tratamiento de

    la» IIHJITS "nmiiniEias". TORTI,

    nes -con vino- se conside- dos a los sectores más pobres quina se adminisiraba inme- i,UIKCSL-O, ihvrapeutice spo idis aáran como un fuerte activo y también aparecen indicacio- diatamente después del acceso, ^ ^ n e " ? ™ 5 pcr"ÚÚOias"1

    calorífico, Son recomendadas nes sobre la manera de tomar ¡usto a su finalización. Con 'SYDEÑHAM, rhomas, Methodus. , , , i . . . . [ • u f a n t l i / f f i f f s i i n t n f i i s i i f i s f i ' . ' i i í i i i F i i / ' U ' i

    especialmente en las cuarta- la quina: asi, encontramos ello se procuraba suprimir o supcrui-M-ui. iwíd.ñas, debiéndose abstener de indicaciones de que la quina aienuar el próximo, al tiem- '''"' ""1("."'') f™BCÉS"iJl Bremneau

    ' l r serta modificado posteriormente |xnsu uso en las fiebres colidia- en polvo debe ser bien fina, po que se evitaban vómitos o Trousseau, discípulo de Bretonneau.ñas y en las tercianas. Para su mezclando una onza de ella empeoramiento-de lo que se ^spilz^TrousJe^u^ra^eguísupreparación, se nonc h quina con caí o tic vasos de vino en acusaba al método de Toni- enseñanza tras el cierre, de la

    . . i .i . i , , Escuela de Medicina de París,en un tonel con vino del ano. una botella. Ln este caso apa- A la terminación del acceso se HUGUET, Fran

  • TliORÍA Y PRACTICA SOBRE LA QUINA

    a España, especialmente en anteñores clasificaciones y en

    f ^ O T T R *v f^OTVÍPT VHP e ' camP° teorico, fue clave éstas -como hemos señala-el grupo de la capital trance- do- era presentada la quina

    J-̂ Ĵ, nrr i j i i r n s a ' P a r e c e pertinente que en como remedio efectivo en el*~^' - ' - ' " A - ' - ' V X v l i i O j e] c a s o t[ e | a t j U i n a también caso ele las fiebres. En esta

    nos acerquemos, por lo tan- primera lectura parecería, porP A R PEU M. D E GRIMAUD» io, al planteamiento teórico tanto, que nos encontramos

    y. eii la medida de lo posible, ante un Pinel coherente con suProfesseur en Médedne de VÜiúversbi a la práctica llevada a cabo escepticismo terapéutico, pero

    de Montpdlkr. pOr alguno de los principales claramente incoherente con elcomponentes de dicho gru- medio médico -tanto teóricopo. como práctico-en el que. seLa quina, como decimos, es encontraba inmerso.

    o m e un tema impon ame en la Una mirada más detenida tan-Francia de finales del siglo lo a su producción teóricaXVIII y las alusiones desde como a los resultados de sulos escritos médicos van a ser experiencia clínica nos va anumerosas, aunque, como en permitir, sin embargo, matizar

    _ _ ^ _ el caso de Pinel. nos vamos la anterior interpretación.

    a encontrar posturas un tan- Las alusiones a Boerhaave,lo contradictorias. Erwin II. Sauvages, Selle, lloffmann,Ackerknecht, en su clásico Cullen o Reil, decididamentetrabajo sobre l'EcoledeMéde- criticas, van a aparecer uni-

    ,_,.,-,-,„.,,,„•, cine de París, hacía hincapié das a referencias sobre Stoll.en que Pinel, ñel a su postu- lissot o Frank, estas un poco

    De rimprimerie de JEAS-FRAHCOIS Picor. ra de escepticismo terapéuti- más matizadas. Y en el caso derué da Ciipiicms, n°. ioc, Cü desaconsejaba el empleo la quina, aunque no la reco-

    M. DCC, x c. i. de la quina. Recomendación miende dilectamente, sí se vaI que iría en línea de su pre- a hacer eco déla recomenda-

    Cours defieras, de Grimaiií), Montpellier, i 791 vención contra la aplicaciónde cualquier tipo de reme-

    Francia un acercamiento, temáticas, dio. Más chocante parece, sinHs conocida k influencia que preocupaciones y análisis que duda, que su oposición a laen el resto de Europa se ejer- rebasan el estricto campo déla quina llegara hasta el puntoció desde los círculos médi- actividad médica oficiaP. Más de desaconsejarla, incluso, eneos franceses. Sabemos que en recientes son los trabajos de caso de malaria11. ¿Estamosel caso español esta influen- Olivier Faure, que ahondando frente a un síntoma que noscia recibida desde la medicina en el objetivo social de sus acerca al Pinel alejado de laI rancesa fue en muchos casos i n vest ¡gaciones ha abordado experiencia y re fugiado e n sudeterminante. En el tema de la campos de la salud más "Nosografía"?. La respuesta aquina, volvemos una vez más extensos, atendiendo a grujios la primera pane de la cuestiónnuestra mirada a los líderes de sociales más heterogéneos y debe ser positiva. Es difícil delos círculos médicos de Fran- prolundizando en esas otras admilir que Pinel no se h¡cieracia, especialmente concentra- formas de ver la medicina eco de lo que en h mayoría ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^dos en la denominada "Escue- y la salud en la Francia del de compendios de medicinala de París". Una Escuela cuya siglo XIX especialmente, pero práctica se recogía en cuanto ¡«Encoturamus una acertadalabor no debemos identificar, con oportunas referencias a los efectos positivos de la fi1™^¿eI

    sustrabaJ?Le^' ' ^ ' LEONARD.Jacques, Mi'Jfi ;ns:

    por principio, con la del con- asimismo al siglo XVII P!. quina en las liebres de mala- WÍÚIÍI^ ;•; *>acu- do.n\ k ¡•unía-i , T-, i - • K * i • du XlXi siéát, París, Sciences en

    junto del país vecino, ya que Desde otra óptica, M;UHK:W na. situation 1992estudios recientes nos vienen Ramsey también ha mostrado 1 a respuesta a la secunda par- " Víase nom 5'

    ' r o r ™. RAMSK Y. VI :mhi-w, Pro/css ion al

    mostrando cómo las dinámi- el deslase existente en las te aparece un tanto más com- md popular medicine inFrance,cas en temas de la salud fue- distintas medicinas, tomando plicada. Pinel participa en su ^¿[^ Cambndee- Universityron mucho más variadas. En como eje de su estudio la "Nosografía," más allá de. la ">: ACKERKNECHT, Erwin H.,este sentido hay que desta- dualidad oficial/popular0. linea delimitadora que intenta o 794-JS48), Baltimote, Thejohnscar los traba ios, va clásicos Con todo, es verdad uue en trazar frente a sus predeceso- Hopkins Press, 1967; París, cito por

    ' J ' ' ' . ' [ la edición francesa de Payen, 1986,de Jacques Léonard, con el referente francés llegado res, de las referencias de las p. I61).

    7 •

  • MEDICINA &r HISTORIA

    de casos en los que Pinel uti-liza la quina. Bien es verdad

    IV! É D JB C I N E . 3 l 8 l que son poco numerosos y• * « . . . t • 11 i que cuando lo hace es ñor-

    ^liaíors. J'auraiS aussi á produire l'exemple malmenieffas haber ensaya-d'un pareil phénoméne relatif á la grosse- do con otros medicamentos,Y6I*ole • P e r o e s u n indicio de que no

    se encontraba lan alejado delremedio americano como sus

    t • ' '-— -••••••• . • ""- - ••••- ——* rechazos harían de suponer.Uno de estos casos es el de

    NOUVELLES LITTÉRAIRES. l a P 0 I t e r a d e l P r o P i ü h o s P l t a lde la Salpétriére. Esia señora,

    _ de 36 años, tuvo un accesomuy violento de fiebre, confuerte frío en los pies. En el

    -I l l A I X i^ segundo acceso febril el frío sefue extendiendo por las extre-

    »ES TIÉVB.ES DE M- A N D R É PlQTJER , midades inferiores hacia lasrodillas y los muslos. Es en

    M , i . i C iiT r 1 estos momentos cuando PinelcdeCin de 5. M. C. ; administra quina, junto a vino

    de Burdeos, logrando evitar

    T'raduit tic VJSspagnol en Francais , par un tercer acceso33.>1+**, D. M. M., sur la iroisiéme ct

    - derniere édition de 1768; revu ct corrigepar MM. C. et R, prafesseurs en méde-cine a Monlpellier. — Seconde édition.jet

  • TEORÍA v PRAC:TTC:A SOBRE LA QUINA

    ta moderación de los simo-nías citados, se te hace lomarquina; aparecen vejigatoriosen las piernas. Después deldía 10 el enfermo preseniaba"gran debilidad, fuene doloren las heridas de las pier-nas. En los días posteriores,empeoramiento que termina

    i t a f c ^ •Hâ f̂c™™--*,, Práctica que se opone a la teo-ría, ésta parecería ser k fra-se oportuna para definir lapostura de I'inel en el temade la quina. Una manera deactuar que, sin embargo, nofue exclusiva del médico dela Salpétriére. Lln Corvisart,por ejemplo, encontramos un

    * nuevo ejemplo en el que el„ clínico, ponía el contrapun-

    jL. tü matizador al pensamien-M- fefj to del teórico. Así, Corvisart,

    ¿Jt HM escéptico entre los escépticos^ * -Laennec contaba la anécdota

    i* * J H de que Corvisart tenía la cos-tumbre de decir: "No moles-

    J& temos esta condición"- pre-.0i sema sin embargo, una parti-

    JS cular mezcla de escepticismo** y de empirismo37. Su faceta

    práctica fue la que sin dudale hizo apoyar el uso ele laquina, que él mismo utilizabafrecuentemente.

    Philippe Pinel

    Dentro de los casos favora- anciana de 73 años, con acce- cabala quina, aparecen otrosbles nos encontramos con el sos de fiebre intermitente des- en los que el desenlace seríade otra mujer, esta vez de 62 pues de un ataque de paráli- fatal, utilizando asimismo qui-años, con sintonías similares sis. La utilización de la quina na. ^^Ha^a^^^Ba la anterior, frío en los pies aparecerá a los 7, 18 y 23 días Uno de ellos es el de un hom-y en las- manos, avanzando del primer acceso, alternan- bre adulto -en la sesente- w ídem.hacia las rodillas y los codos dose con otras aplicaciones na- sacudido por un violen- % y ^ ' ££' 112 y 113.respectivamente. Pinel utilizó y consiguiendo a partir del to escalofrío seguido de calor " Cua de ACKERKNECHT Op.

    1 i - 1 -,„ 1 i J 1 1 1 1 A cit., pp. 172 y 173, siguiendoesta vez la cjuina combinan- día .34 la desaparición de la abrasador con sudores. Ata- la tt-LuWdón de Leopolddolaconlacanelayunhzando fiebre- ques que continuaron de for- ^ f S ^ S :también vino de ajenio1". Pero ¡unto a estos casos con nía similar los días sisuien- poitnm, traduidetcommentéparjean

    , J , r , r- 1 1 Nicholflí Corvisart, Paris, 1808, p.Un tercer caso es el de una I ¡nal exitoso, en los que apli- tes. Ln el octavo día, con cier- 243.

    y •

  • MEDICINA ¿sr HISTORIA

    Inglaterra La utilización de la quina que- haga su aparición en el caso lización de la quina va a estarUn caso un tanto particular daría relegada, por tanto, a de las''calenturas ardientes", condicionado por la propialo encontramos en Huxham. una etapa de uso posterior con el aval de la experiencia identificación del remedio, yül médico inglés era partida- a la utilización de pociones yuso que de ella testimonia su confusión con otras plan-rio de utilizar pocos remedios salinas, atenuantes y otro tipo Andrés Piquen Losdosreíe- tas, lo que va a ser determi--sólo los imprescindibles- de remedios. Y I luxham ana- rentes aceptados por él para nante en su éxito o fracasoparticipando de la herencia de; "Encuentro, efectivamen- la introducción del uso acer- contra las fiebres. La confu-hipocrática de selección din- te, que es prudente, en estas tado de los remedios son sión terminológica, constantegida del medicamento: "el tuerzas de fiebres intermi- Observación y raáoántú. La a lo largo del siglo XVIII eque conoce una enfermedad rentes, no dar nunca quina importancia del raciocinio incluso durante algunas déca-conoce enseguida la mane- -bajo cualquier forma que queda reflejada en el hecho das del XIX, va a ser un fielra de curarla". Por lo tanto, ésta pudiera ser- que tras de que gradas a él "también" reflejo de la falta de unifor-en cuanto el médico tiene el cuarto o el quinto acce- se deduce i a aplicación que midad al referirse a la plan-conocimiento de una sitúa- so..."40. puede hacerse de las medid- ta4-. Tampoco va a ayudarción "que exige remedios irri- ñas en las enfermedades". Una nada, en el intento de clan-tanies o sedativos, laxativos o España importancia y una constele- ficar el remedio, la mezclaastringentes", va a encontrar En cuanto a España, Andrés ración que, sin embargo, son de quina con otras cortezasrápidamente-entre el arsenal Piquer, por su parte, dedica secundarias pues considera por pane de los comercian-de drogas que suministra la una especial atención a la qui- que en el raciedmo aparecen tes, hecho que parece ser algonaturaleza- lo que satisface la na en el capítulo referido a "más engaños y equivocado- bastante común. Ya encontra-indicación^. la curación de las calenturas nes que en la observación". mos referencias de ello desde,Conocemos la atención que ardientes11. La alusión a la Resaltemos, además, la pre- al menos, mediados del sigloHuxham dedicaba a las fie- planta americana es tanto más cisión que Piquer hace sobre XVIII43.bres inflamatorias y a la reía- significativa en cuanto que la observación: que sea "cier-ción de éstas con el empleo Piquer va a desarrollar aquí ta", que no vale cualquier tipode sangrías. En el caso de las todo su escepticismo frente de observación, sino aque-íiebres íntemiitentes H uxham :\ los remecí ios; es decir: con - lia realizada con fundamento:va a apartar el empleo de la fianza en la acción de la natu- "y de este modo de aplicarquina al principio. Este tipo raleza -de marcada herencia las medicinas nunca engaña-de fiebre puede convertirse hipocrática- y ataques a los ría si las observaciones estu-en otra de tipo inflamatorio: sabios aplicadores de medi- viesen bien hechas, porque"Sucede incluso, a menudo, ciña. Después de trazar una de las cosas que constanque una liebre cotidiana o división entre enfermedades por observación fiel y segu-una terciana, cuando son tra- agudas -"que andan acompa- ra, se tiene evidencia". Entadas con sustandascalientes, fiadas de muy graves sínto- esta declaración de princi-como espíritus volátiles, aleo- mas, los cuales po r 1 o común pios sobre las observacioneshol, pimienta, polígala, etc., son breves, y suelen terminar- positivos encuentra un clarodegenera en una fiebre infla- se dentro de cuarenta días '- acomodo su apuesta por lamatoria"19, Pero en un primer y crónicas "las que se alargan quina: "por haber observa-momento la fiebre inflamato- mucho", Piquer concluye que do los hombres que el opioría tiene su propia especifici- "es indubitable, que la natu- quila los dolores, y la quinadad y en ella la quina aparece raleza es la que cara unas las calenturas, se aprovechantratada de una manera reser- y otras, y las medicinas en de. estos remedios para quitarvada; la precipitación en su tanto aprovechan, en cuan- estas dolencias". La observa-uso puede dar lugar precisa- to socorren y ayudan para ción, por lo tanto, y en este

    mente a esa transformación que pueda expeler las can- caso una observación fiable ^^m^^^m^^^^t^^^^del carácter de la fiebre: "Se. sas de las dolencias". La natu- y segura -la quina elimina laconstata que. cuando la fiebre raleza aparecerá, por lo tan- fiebre-es el fundamento de w HUXHAM,.]., Op. di., pp. xixy-de terciana regular que era- to, no ya como algo necesa- su defensa de las propiedades W[di,m 2-idegenera en una fiebre semi- rio o importante sino como del remedio amencano. * ídem, p. 28.

    6 , i . ,. , ,. « PIQUER, A., Op. di., pp. 66-69.terciana o cotidiana,.. se trans- decid i da mente impresc i nd i - « FRÍAS Marcelo, "Problemasfonm en una liebre remiten- ble, pues donde faltara ella L o s p r i n c ipi o s de H ^ S É ^ S ^ * ^ "te o continua. Este es el efec- "no hacen los medicamentos 1-. , , „ : „ . , O 764-1828)", Boletín de \aRml

    i . . r ** »!"«*« Sociídad Busconeada df Amigos delto que produce un régimen ningún efecto . ¥a^ Tomü Liy 1998-1, pp. 53-61.demasiado caliente o el uso Este es el marco refere nci al Gran parte del de líate en tor- '' VÉase- Por ejemplo, La médeánc a

    la ch i ru rg ie des p t iuvres , o p . c u . , p p .precipitado de quina". que sirve para que la quina no a la defensa o no de La un- 286y287.

    • 1O

  • TEORÍA v RRÁC:TIC:A SOBRE LA QUINA

    cas indi cal i vas en situacionesepidémicas11.

    ¿A I ,i identificación asimismo deLa enfermedad va a .ser otrocondicionante en la aplicaciónde la quina,

    i Cuando iras la utilización dei "'quina" el enfermo se cura

    Q'áí* ¿qué tenemos que pensar? Enprincipio podemos hacer dos

    i Q^ttJ K/|J grandes apañados en nuestra¡ j reflexión: A) Si la "quina" esi Bp'ÍÍ^SfiW^v'Üf I verdaderamentj uuin, on i• Cft1--. -WEat ' • i B) Si se trata de fiebres inter-

    ^fei^ '•.. ,/ • ¡ * f fl : mitentes o de cualquier otra•• | k ^Lím j w í ' ' I afección. Relacionando estas

    Jfc ¡ dos premisas nos encontra-¡ mos con cuatro casos diíe.ren-

    : Pite ¿HKÍS WfiiA l i' fflliOJ"^ t e s ' y cac ' '1 i m o v a a precisar

    Bfe?g I de una in erpretación.

    ¡ f f • ' ' *Casol°-¡ : A) La "quina" es verdadera

    —^ \ .-. -^^—-^ r quina.! ^ d C > •• *' B) Se trata de. fiebres palúdi-| cas.! Jhilittimi ' ' •" c^ l í- 'S L l lH l c s l < u ; ' resultado

    V I, .gcovevidcnii era la cura-ción del enfermo.

    ^ W 1 / T "v̂ A J ^I X 1 / 1 / \ ' !

    Cframíct/ fííira coHífntr quina.

    Al mismo tiempo, una gran guía de referencia tanto en serán censurados y corregidosparte de las pautas seguidas buena pane de los manuales por los miembros de la Aca-en su i raiam ienio va < i tener su divulgativos como en los tra- demia, como d Tratado de las ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ H , ,origen en la presentación que tados terapéuticos. En el caso operaciones que deben practi-de este remedio se hace en los español, por ejemplo, insti- carse en la calentura, de Félix " FRÍAS NUÑEZ, Marcelo, "La

    i i. . . i . i T^ n * i r . , i i matiére médicale américaine: le

    grandes diccionanos tie cien- tuciones como la Real Acade- Pérez Arroyo, o especialmen- quinquina et les Dictionnairesda, de Medicina y de Historia mía de Medicina se convier- te el trabajo de José Alsinet, t1}}*1?™ Nf "rellt; ^ílPiSÍt

    idA i i i i i BUICAN and Denis THIEFFKY

    Natural , así como desde los ten en receptoras de informes Sobre las utilidades de la quina, (Eds.) Bi.ologk.al and Medical Sámces,principales pulpitos científi- y tratados sobre las fiebres y antes de que se conviertan, ^ , E d l l ü r P r eP c l s '2 0 0 2 ' pp'eos, centros de difusión que sobre la aplicación de la qui- como es el caso de la obra de. " Archivo de la Real Academia

    Nacional de Medicina, Madrid,van a servir, a su vez, como na. Muchos de estos trabajos Alsinet, en referencias bási k-j,a,,, 7, tiotumuuos ¥H y w^.

    1 1 •

  • MEDICINA &r HISTORIA

    * Caso 2°: se basaba su virtud contra, nian la quina"'. !•] verdadero daal CKO potingues pudieraA) La "quina" es verdadera por ejemplo, las fiebres? ¿Qué debate se planteaba "en saber ser extensible al resto de losquina, pero no cura las fie- componentes-"aramos", en si el principio existía como lal países-en este caso, Espa-bres. Entonces se pueden pre- el lenguaje de Mutis-detenni- en la planta o si se lormaba ña y Krancia- no podemossentar también dos casos: nan la materia que cura? Nos durante los procesos de pre- minusvalorar otra interpre-1) O bien la quina eslá estro- encontramos, por tanto, a los paradón del remedio o, aún tación que nos llevara máspeada, estudiosos embarcados en un más, durante los análisis que hacia una problema de gru|x>s2) O bien no a' trata de fiebres camino inverso a los seguidos podrían dar diferentes resulta- de trabajo. Es verdad que lospalúdicas, sino, por ejemplo, tradicional mente en la cura- dos""1'. Este planteamiento de médicos estaban necesitadosde estados febriles relie jo de ción de otras enfermedades. Fourcroy, al exponer la "quí- tic esa clarificación por parteotra enfermedad. Detengámonos unas lineas en mica vegetal", se refería a los de los químicos. Pero también* Caso 3": presentar e 1 porqué. "productos" del análisis y no era vendad que venían haáen-A) Ui "quina" no es verdadera De un lado, no hay una tía- a los "principios", Eran los do uso de la quina —y en elquina. siíieación clarificadora de las "materiales obtenidos por la caso de las fiebres intermilcn-B) Se trata de liebres palúdi- enfermedades sobre las que descomposición de loscuer- tes, con muy hítenos resul-cas. la quina actúa. Conocemos la pos organizados" lo que le lados— ignorando el princi-En este caso es evidente que coincidencia sobre sus pro- interesaba. Asi, distinguía cua- pió de sus virtudes curativas.la eliminación de la fiebre piedades febrífugas en el caso tro especies de análisis: meca- En este estadio de relación ckse debe a la acción de algún de las denominadas "fiebres nico, espontáneo o natural, dependendü entre médicos yotro ívmedio o agente ext.e- intermitentes". Pero también por el luego y por reactivos. químicos, poco podían ayu-rior extraño a la quina. Hn el sabemos cómo las referencias Considerando la diiereneia de dar estos últimos dado quesupuesto de la no curación a su posible acción benefac- los análisis con relación a losde las fiebres, tampoco habría tora van a aparecer en otras resultados llegaba a distinguirduda alguna, dado que esta- muchas enfermedades. En el otros cuatro tipos: "el análi-mos hablando de falsas qui- caso de las fiebres, la profu- sis inmediato o próximo y elrar- sión de grupos/clases de estos análisis mediato \ lejano: el:': Caso 4o: accesos que presentan las dis- análisis simple o verdadero, ^ ^ g ^ ^ ^ ^ ^ ^A) La "quina" no es verdadera tintas nosologías y nosogra- el análisis complejo o falso".quina. fías son u na muest i a e vide n - Todo parece ind icar que se ríaH) No se trata de i lebrcs pal ti- te tic ello. Al mismo tiempo, el análisis verdadero' el mas ¿^ ¡a hum;midad 0 discurso dedicas. tampoco hay indicios razona- interesante a la hora de buscar '•; i'1"iL' ™L 1 K J dc 'j1 Q"'™1".̂ 1

    1 ' de Bogóla, en Papel Periódico de

    En este caso los resultados no bles ele acercamiento al agente el "compuesto" causante del laciudad dt Sania Fe de Bogotá, n°im plican n i nguna considera- patológico, es decir, al elemen- va lor curativo, en est e caso, i((

    k ̂ A ̂ ^¿¿^ oN, ,,y o¡-, •!ción acerca de la propiedad to perturbador, causante de la de la quina'1*. postuma del D. D jóse Celestino. . Mulis... concluida y arreglada por

    de la quina. enfermedad que se pretende n. Sinforoso Mutis Consuegra...,Además, la quina que sirve de contrarrestar con la utilización /~1íni/»/(ii;['a...: Madrid, 1801.i aquí no podemos olvidar la salxT sobre qué esiá actúan- de los médicos se va a con- '• vunvúi n' vv-ruir-. .I->¡.\-.HI..I..>-..aportación de los científicos do, sobré qué enlermedad o traponer al trabajo de anal i- -- íys.* 12

  • TEORÍA Y PRÁCTICA SOBRE LA QUINA.

    • Gomes, en su ensavo nre-i

    ! sentado en la Academia Real| de las Ciencias de Lisboa en; 1812, defendía la existencia: de un principio responsablei de las propiedades curati-i vas de la quina: "Reflexionan-| do sobre este resultado de; las observaciones clínicas, me; acuerdo que el análisis quími-

    co com paral i vo podría expli-car aquella notable dispari-dad, y hasta indicar el prin-

    j /* l JV j -^M ~5j gK" quina peruviana sea emi-: Lg*J -í Wte; nememente febrífuga, pare-

    ciéndome muy probable queW « l , ( Ibw a ü d l i'J • todas las cascaras uu< fue-

    | sen notadamente antifebrilesdeberían tener un principio

    $$$'' ° u n a circunstancia común,S¿5j!'—• ^ - - C ' 4%»v^ la cual debería ser nula o casi

    "̂̂ ^̂ t̂etel W ' n u ' a e n ' ^ cascaras no febrífu-^^L/TPST** i gas". Gomes basaba su argu-

    ^—v-_ V V i^ v 1 ' < mentación en el hecho eleX^ » T?>- haber logrado aislar el chin-

    chonmo, que era la sustancia

    £^\4r*u »!*•'• n i ti? que se encontraba en las qui-| \ f\f\ \ ñas con propiedades febrífu-

    -»™~y -* ¡ gas: tanto en las quinas espa-% \ Kf |^"1rf '""iÁ I ñolas que se podían encon-^ V ^ — ^ j ' C l« %'¡M ' trar en las boticas portugue-

    j \ ' sas, como en "las cascaras de

    fc_ • x ^ t ^ " Goiazes, de Camanu y de la

    W

  • MEDICINA & HISTORIA

    otra son ideniificadas como"practicas empíricas" en kh>

    + * i i . . . .que la tetina estaña condicio-

    \Jr f .. ' nada por la sabiduría popular;dt*¿Pfr^' -~L^ f Ésta, a su vez, nacida de la

    experiencia. 0 "primitivismo7'• * s , jp ' de que están impregnadas,' '• 1*a * Á \ así como su origen extraeu-

    topeo les conferirían un "no se'ti. \ A T* ^ * " i i r i

    , tt/,t que de dilerenie o de misterio-A t ^n«:: y la condesa de Chinchón,'..wí;l; ^.v-^ yt -para el de la quina- ven-

    fl B ^ ^ drian a completar esuis simi-litudes''2. Dejando de lado esta

    ^ última referencia, que más

    W ' ^ IP ^T* M GOMES, Bemardino Antonio,H ; V ^ "Hnsaio Stibre o Cinc hollino e

    sobre sua inlhiencia na viruide da~ q u i n a c d: outras ta sras". M i • m < i J i u.1,

    t inchmiíi l«ii«-i/iili(i ''" A> furnia Real dos Si ÍCTU i«s(ú11 ,'SJ'IÍM. 1K I 2, lome 111. pane1; las tilas, pp. 214-217. El

    píamente dicho, sino que lo que respondían aun plantea- lo de la plañía americana está Jentendía más bien como una miento conceptual dararnente presente en el mundo de la„ • > i » r-i u . ir i . . . i . . . ,. . COSTA, A. M. Amorim. Pnmcnhos"propiedad nueva . Ll pnn- dlterenciado. investigación histórica. Sergio da cunda qutmUaem Portugal,cipio febrífugo" sería, por lo Cosmacini, historiador ilalia- ' '̂ V111-' qV\ r'dn ll>s lral^iü!> í h

    1 Ai'itutnua cíe las Ciencias ele Lisboa

    tanto, "írsuliantc de la unión * rnndo de no amor do un brillan le com- st-î u- h 1(nin¡i di- IÍIO ik- i;¡ndrn.química natural de los dife- c o n c I u s i a n * la ^

    [i0 «*« la m e d i c i n a >' S^Sh^fc^^are.uc.spnM, ,PKV que LLSCOH, o r iginalidad tic la

    Li s ' l l u d ™ l : ; s iL l l l l i ' abarca ; : ; ; - ; ; i ; . I Í U . ^ I . ^ - . - , . ^ponen . quina frente a desde ei siglo X\''l hasta los das setenaos dtUsbca, [8i4.tomoPn-nk- al "nrinrínio únira" de * - ^ • nrimprns a-ñír; HPI sialo XX51 '"> P*rle "• ia í citas> IT1- s)íl~'18-iiLiiK.u |niiiLipiuuiiiLo ui o t r a s p r a c t i c a s pnmt.ro;> anos t ius iyoAA , UH¡.-,I-IKÍ;5S lomadas de MÉNDEZtiomes nos enconnamos con avanza su k'sis sobre la reía- FERRAZ, Op. cu., pp. 195-201. En

    „. . , i , .[• . I J i i . . . i i. . . i i las siguientes lineas seguimos la

    una unión cío dilerentes pnn- Venimos manteniendo ia orí- aon entre la utilización de la exposición de tsia auwra.cipios': de Rtultiiiuez Sobral. finalidad y la individuali- cork'za de quina y la inocula- ' \ l >SMACIN1, Gioipo, Siorta Mía

    ' ' mvuiíinu caella sumlti ¡n limui.

    Distintas posturas que eran dad del caso de la quina en don de la viruela concluyen- itoma-Ban, Gius. Latería & Figliconsecuencia no solamente el mundo de la salud. Sin do que es acertado estable- íl^Vi^/cdl^^i^v^Tuam.»de. los resul latios obtenidos fin hamo, la tentación de efec- cer paralelismos entre ambas Por Mta edición),

    , . , . . , , , "' COSMACINI, C... C|i. ;.•; . Km-en el analiSLs de la planta, sino mar comparaciones a pro)xísi- prácticas. Así, lanío una como L»d. Payot, i *32. pp. 246 >• 247.• 14

  • TEORÍA Y PRACTICA SOBRI1 LA QUINA

    bien parece una cierta licencia aunque no se sepa el cómo Concluye Vicente Peset con ladentro del riguroso trabajo ni el porqué-que se encarga- valoración positiva del efec-de Cosmacini -llega a pre- ron de difundir estos logros, to conseguido en su aplica-sentar a Lad y Montagu com o terminaran creando una este- don; "... bástenos con sabe r'Verdadera''-nos parece más la de pusitivkhd en todo lo que destruye al agente pato-interesante detenernos sobre que rodeaba a la quina, en geno, opinión generalmen-las primeras aseveraciones de palabras del célebre Tissot, te admitida hoy", definiendosu tesis. un remedio "immanquable">1. la quinina corno "el anchoraLa utilización de la quina, Estela que venía, en cieña sacra salutis de Sydenham",efectivamente -y de e! lo veni- manera, a confirmar lo que en si e ndo e 11 ugar de coinciden-mos hablando a lo largo de la práctica popular, especial- cía entre "las previsiones teó-nuestro trabajo-está más en mente en el continente ame- ricas y la observación clíni-relación con las "prácticas ricano, ya se tenía incorpora- ca".empíricas" resultado de la do desde bastante antes: la La defensa de este "medica-expe rienda, que con el resul- relación directa y permane me mentó sin rival", como vemos,tado de alguna teoría. Pero su entre contrarios, entre liebres no estaba nada alejado de losdifusión y su implantación, yquina. Es significativo que, postulados que especialmenteespecialmente en el confinen- ya entrado el siglo XX, en uno desde, el siglo XVIII se habíante europeo, fue resultado de de los tratados de terapéuti- venido utilizando acerca deun proceso de asimilación de ca más conocidos en Espa- la planta de la quinasus virtudes curativas por el ña, que recoge las lecciones Y en el tema de las fiebres y laconjunto de tribunas o pul- impartidas por Vicente Peset quina constatamos un doblepitos del mundo médico-ofi- y Cervera : \ y más de veinte lenguaje, que abre asimismocial que, a su vez, si rvieron d e años después de la identifi- un a d o b 1 c. I í n ea d e a ] > ro x i -referencia de validación, sin cae ion del origen de la enfer- mación sobre futuras inves-haber efectuado prueba algu- medad palúdica, aún perdu- tigaciones acerca de la cons-na con la corteza del Perú'1. Y re esta significación, en este tracción del discurso sobre lasi bien el exotismo de la plan- caso con uno de los elementos enfermedad en esta época yla pudiera haber sido en un obtenidos de la planta, laqui- los medios para combatirla,primer momento un redamo n i na*. Asi, se señalan explí- Por un lado, nos en cont ram osen su utilización, se con vi n i ó, c i l ame nte las indicaciones en con que la identificadón qui-mas bien, en lo cont rario. La que se deben emplear: "Por lo na-fiebres, permanente desdereferencia de una substancia respectivo a las indicaciones el siglo XVII, va a continuar enque llegaba de otro continente de los quínicos, es de rigor el siglo XIX. F.l mecanismo dese movía entre dudas y con- empezar señalando el palu- actuación contra la enferme-fianzas; la atracción que tenía dismo, cuyas manifestaciones, dad va a seguir un esquemacomo elemento exótico que- sobre todo febriles, combate similar a tiempos anterioresdaba compensada con el recelo con la mayor eficacia, en sus en cuanto a la ubicación delque provocaba un remedio formas intennitent.es y con- remedio y de la enfermedad,que también se mostraba a tinuas, y hasta las evita dada Sin embargo, también se vamenudo incapaz de respon- la quinina como profilácii- a producir un cambio signi- ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ™der a las expectativas sobre co... por lo que constituye su ficativo que va a ser el del,i ] , :- . . n r „ , . . ''•' AÚD en 18)9, una voz tan

    el creadas. La contusión de agente espedneo... . Ysedes- camino de la individualiza- autorizada como es Orfila se limita aplantas, la utilización de qui- carian los posibles temas de don. La identificación de los Pernear caracteres muy generales,r ' r siguiendo los trabajos de Laubert yñas falsas y la desvirtuación discrepancia: "...No discuta- principios que. actúan en la vauquetin. ORFiLÁ,M.-p.,flímenisde sus poderes al mezclarlas mos si obra como esténico, quina -tras los análisis quí- ^ ^ ' " ^ P a r i s isilfpp^ÉHcon otros productos -plan- o anestesiando... o regulan- micos de principios del XIX- >'285'1 . ' * i , r TISSOT, Avisau pitipié sur satas sin propiedades u otros zando los vasomotores..., si va ir pareja a la definición de .saníf, edición de 1782, tomoi, pp.remedios-fueron elementos por su acción sobre la fibra la enfermedad sobre la que ?M?ÉSHT Y CBÍVHKA V O

  • ^ k liantes, sangradores, denristos Reales Ordenes expedidas en ely matronas. Barcelona, José año de 1799 ...parala reuniónSerra, Editor, 1886 del estudio y exerááo de, la

    "^ X """V " f ^ " ' "̂ L A Mediünay Cirü$a,y elección de\/1 ^ ^ 1 /—% GIL, Francisco, Disertación una junta general de gobierno de

    -L * J - t •* 1 S JL ^ ^ _ J -1_ X T| J - A. / isico-Medica, enJaauaí.sep'es- estaFacultadReunida. Madrid,BpSjj i: • /• i• un método según : paro Imprenta Real, L / 9 9

    ^L^¿^B >''

  • DENOMINACIÓN DEL MEDICAMENTO: Amígnul 12,5 rmg Comprimida con cubierta pelicular. COMPOSICIÓNCUALITATIVA Y CUANTITATIVA: Cada comprimido contiene almotríptán 1?, 5 mg en forma de almotríptán D,L • • •' J4S733ICmalato ácido. Ver relación de excipientes. FORMA FARMACÉUTICA: Comprimido con cubierta pelicular. Comprimidocon cubierta pelicular blanco, circular, bícenvejo con una A azul Impresa en una de las «ras. INDICACIONESTERAPÉUTICAS: Tratamiento agudo de la lase de cefalea de las crisis de migraña con o íin aura. POSOLOGlA V >-,FORMA DE ADMINISTRACIÓN: Amignul debe tomarse, acompañado de líquidos, al inicio de la cefalea de origen "TJ - - **y /"I f 1 t imigrañoso. Almotriptán no se debe emplearen la profilaxis de la migraña. Los comprimidos se pueden tomar XV. UL '** 1

    con o sin alimentos. AdultosO 8-65 años). La dosis recomendada es del ¿5 mg de almotriptán. Se puede tomar ,0 .n, o™-»""1™

    una segunda dosis si los sintonías reaparecen en el plazo de 24 huías. Esta segunda dosis puede administrarse i- it*dn** ¿wZ'^****^*™"'siempre que exista un intervalo mínimo de dos horas entre ambas tomas. No se ha estudiado en ensayos „«««*>•. *'•""' ™ 'controlados la eficacia de una segunda dosis en el tratamiento del mismo ataque cuando la dosis inicial no es Í .V^TK'^^^"* ' c°efectiva. Por lo tanto, si ef paciente no responde a la primera dosis, no debe administrarse una segunda dosispara la misma crisis. La dosis máxima recomendada es de dos dosis en 24 horas. Niños y adolescentes (menoresde 18 años). No se dispone de datos relativos al uso de almotriptán en niños y adolescentes. Por lo tanto, no /gse recomienda su uso en este grupo de edad. Ancianos {mayores de 65 anos). No se necesita ajustar la dosis en r~r*mnH míHn 31 Hí ̂ancianos. La seguridad y eficacia de almotriptán en pacientes mayores de S5 años no se ha evaluado ' LUlIiprimiUO di Glüsistemáticamente. Insuficiencia renal. No se requiere ningún ajuste de la dosis en pacientes con insuficienciarenal leve o moderada. Los pacientes con insuficiencia renal grave no deben tomar más de un comprimido de12,5 mg en un período de 24 horas. Insuficiencia hepática. No se ha establecido el uso de almotriptán en ,pacientes con insuficiencia hepática (véase la sección Contraindicaciones y Advertencias y precauciones especiales DENOMINACIÓN DEL MEDICAMENTO: Rupafinffi) 10 mg Comprimidos. COMPOSICIÓNde empleo). CONTRAINDICACIONES: Hipersensibilidad a cualquiera de los componentes del producto. Igual que CUALITATIVA V CUANTITATIVA: Cada comprimido contiene: 10 mg de rupatadina (comocon los demás, agonistas de los receptores 5-HTWir,, almotriptán no se debe emplear en pacientes con historia, fnmaratn) FORMA FARMACRITirA- r n m n r í m i d o Cnmnri mit ins rerinnrlns rip rnlnrsíntomas o signos de enfermedad isquémica cardiaca (infarto de miocardio, angina de pecho isquemia silente rumarato) . rUKMA r A H M A L t u i I L A i .ompnmiao. compr imíaos reaonaos de colordocumentada, angina de Prinzmetal) o hipertensión grave e hipertensión leve o moderada no controlada. salmón claro. INDICACIONES TERAPÉUTICAS: Tratamiento de los síntomas asociadosPacientes que hayan sufrido un accidente cerebrovascular o ataque isquémico transitorio. Enfermedad vascular a la rinit is alérgica estacional y perenne. POSOLOGÍA Y FORMA DE ADMINISTRACIÓN:^ ¡ S a ^ ^ Adu!tos y .dol ientes (mayores de 12 año,) La dosis recomendada es de 10 mg (unagonistas 5-HTiira.. Pacientes con insuficiencia hepática grave [véase la sección Posologiay forma de administración). comprimido) una vez al día, con o sin al imento. Ancianos Rupafin® debe uti l izarlo ;;unADVERTENCIAS V PRECAUCIONES ESPECIALES DE EMPLEO: Almotriptán sólo debe emplearse en casos de precaución en pacientes ancianos. Niños No se ha establecido la seguridad ni la eficaciadiagnóstico claro de migraña, evitando sii administración en la migraña basilar, hernipléjíca u oftalmoplejíca. d rupaladina on pacientes m e n o r i T d é 12 años. Pacientes con insuficiencia renal oAl igual que en oíros tratamientos agudos de migraña, antes de tratar la cefalea en pacientes a los que K M .previamente no se les haya diagnosticado migraña, y en migrañosos con síntomas atípicos, se debe tener la hepática Dado que no hay experiencia cl ínica en pacientes con insuf ic iencia renal oprecaución de excluir otros trastornos neurolbgicos potencia I mente graves. Al Igual que sucede con otros hepática, actualmente no se recomienda el uso do Rupaf in® 10 mg Comprimidos enagonistasde los receptores 5-HT-™, almotriptán no se debe administrar en pacientes que puedan tener Una t p a c ¡ e r t e S i CONTRAINDICACIONES: Hipersonsibil idad a rupatadina o a cualquieraenfe rmedaó coron ana no d lag ITOS u cada sin eva I ua r a ntes la posi bl e er i fe r n i ed a d c a r d i ouascu I ar s u byace rite. K „„._.. _ . - . . . .Entreesta población se encuentran las mujeres posmenopáusícas.hombresde más de40 anos, y pacientes con d ü los excipientes. ADVERTENCIAS Y PRECAUCIONES ESPECIALES DE EMPLEO: Nootros factores de riesgo de padecer enfermedad coronaria como hipertensión no controlada, hlperco leste rolemia, se recomienda el uso de Rupafin© 10 mg Comprimidos en combinación con ketoconazolobesidad, diabetes^ tabaquismo o antecedentes evidentes de historia familiar de enfermedad cardiovascular er i tromicina o cualquier otro inhibidor potencial del ¡soenzima CYP3A4 del citocromoSin embargo, puede que estas evaluaciones no identifiquen a tocios los pacientes que padecen enfermedad ™ J Cncardíacay, en muy rarasocasiones,se han producidoatontecimientos cardiacos graws en pacientes sin enfermedad P4no , ya que estos pr incipios activos aumentan las concentraciones plasmáticas decardiaca subyacente tras administrarles agonistas 5-HTi. Tras su administración, almotriptán puede asociarse rupatadina. Rupafin® 10mg Comprimidos debe utilizarse con precaución en pacientescon síntomas transitorios, incluyendo dolor y opresión torácicos, que pueden ser intensos y afectar a la garganta ancianos (más de 65 años). Aunque en los ensayos clínicos realizados no se observaroni.vréKP 1,1 sección Reacciones advers.ii). Dado que estos íintomas se relacionan con la enfermedad cardiaca .isquémica, debe interrumpirse la administración de nuevas dosis y efectuarse una evaluación adecuada. diferencias en la eficacia o seguridad, debido al bajo numero de pacientes incluidos,Almotríptán debe administrarse con cautela en pacientes con hipersensibilidad conocida a lassulfonamidas. no puede excluirse una mayor sensibi l idad en algunos individuos. INTERACCIÓN CONTras utilizar almolríplán se recomienda esperar como mínimo 6 horas antes de administrar ergotamina. Tras OTROS MEDICAMENTOS V OTRAS FORMAS DE INTERACCIÓN: La administraciónla administración de un preparado que contenga ergotamlna, deben transcurrir por lo menos 24 horas antes . . . . , _ rt *de administrar almotriptán. A pesar de que no se observaron efectos vasospásti eos aditivos en un ensayo clínico concomitante de rupatadina y ketoconazol o eritromicma aumenta 10 veces y 2-3 vecesen el que se administraron almotriptán y erg olam i na por vía oral a 12 sujetos sanos, dichos efectos aditivos son respectivamente la exposición sistémica a rupatadina. Por tanto no se- recomienda elteóricamente posibles idéase la sección Contraindicaciones). Los pacientes con insuficiencia renal grane no deben J s o d e rupatadina con estos fármacos y. en general, otros inhibidores del isoenzimatomar mas de un comprimido de 12,5 mg en un periodo de 24 horas. Se recomienda precaución en pacientes ^ w n - m * r- » _••*• Z . . . - _ .con enfermedad hepática leve o moderada. El tratamiento está contraindicado en paciento con enfermedad CVP3A4. Estas modif icaciones no se acompañaron de efectos en el intervalo QT ni senepética grave (véase la sección Propiedades f a rmacocinétí cas). Al igual que otros agonistas al receptor =-HT>i™, asociaron con un aumento de los efectos adversos en comparación con los fármacosalm otriptán puede proveía r un a umento trans ¡to rio y m ode ra d o de I a presí ón san g u ínea, q ue puede se r m á s a d m i n i st ra d os po r se p arado. N o se ha n rea I i ¿a d o e 5t u d i o F, " i n u i vo' con ot ros su bstra t ospronunciado en las personas do edad avanzada. No se debe superar ,: dosis máxima ::1^;ri-''d.i . fueron, en o r ü u i decreciente. I recuentes O 1/100, i l ;LU) :No se han realizado estudíosde los efectosde almotriptán sobre la capacidad para conducir y utilizar máquinas, somnolencia, astenia, fat iga. Infrecuentes (> 1 /1000, £ 1/100): sequedad de boca,Sin embargo, puesto que los ataques de migraña pueden provocar somnolencia, y se ha comprobado que éste faringit is, dispepsia, aumento de apetito, rinit is. SOBREDOSIS: No se han comunicadopuedeser un efecto secundario del trató miento con almotriptán, se recomienda Precaución a | « pacientes que d e S Q b r e d 0 5 ¡ s ü n a ¡nge^ión accidental de dosis muy elevadas debería ser tratadarealicen ta reas del icsdsj. R E ACCIÓN E S A D VE RS AS: A mig n u I SÍ ha eval u a do en mas de 2.7 00 pa • entes i n d u idos .-r, m , , m . ,»,-^en ensayos dinkos con una duración de hasta un año. Las reacciones adversas más frecuentes a la dosis terapéutica sintomáticamente junto a las medidas de soporte necesarias. INCOMPATIBILIDADES:fueron mareos, somnolencia, náuseas, vómítosy fatiga. Ningunadelas reacciones adversas tuvo una incidencia No procede. PERÍODO DE VALIDEZ: 3 años. PRECAUCIONES ESPECIALES DEsuperior al 1,5%. Las reacciones adversas adicionales en pacientes a quienes se administraron una o dos dosis CONSERVACIÓN: Mantener el envase en el embalajo exterior. NATURALEZA V CONTENIDOde I,1.1! rnq de Amicjnul, en jn periodo de- M horas, durante ensayos clínicos a corto o a largo plazo (incidencia „.-,..„.,->.,.- „,, _, . „ . , _ , . . , . . _ . , „ __i 1 % , e independientemente de la incidencia para placebo), se enumeran en la siguiente clasificación en orden 0 E L RECIPIENTE: Rlister de PVC/PVDC/aluminio. Envases de 1 5 y 20 comprimidos,descendiente de frecuencia y por sistema corporal. General- Trastornos generales: fatiga. Trastornos del sistema No lodos los envases se comercializarán en I ocio:; los países. INSTRUCCIONES DE USOgastrointestinal: náuseas, vómitos. Sistema nervioso central y periférico: mareos Trastornos psiquiátricos: y MANIPULACIÓN: Ninguna especial. PRESENTACIÓN V PVP IVA 4: Rupaf in© 10 mgsomnolencia. Las siguientes reacciones adversas (en orden descendente de frecuencia se notificaron con una „ . ._, , „ ° .,„,„.„.,„.„ • . ; ^ . « , A . , „incidencia Inferior al 1%: parestesia, diarrea, dolor torácico, dispepsia, sequedad de boca, opresión en la 20 compr imidos: 12,65 euros. CONDICIONES DE PRESCRIPCIÓN Y DISPENSACIÓN: Congarganta, mialgia, cefalea, astenia, palpitaciones, dolor óseo y tínnítus. SOBREDO5I5; No se han deserto casos receta médica. Financiadle por la Seguridad Social. GRUPO URIACH. J. Uriacri & Cía.,de sobredosis. El acontecimiento adverso más frecuentemente notificado en pacientes que recibieron la dosis S.A. Av. Caml Reial 51-57 0 8 1 8 4 Palau-solitá i Plegamans (Barcelona-Espafla)de 150 mg (la dosis mas alta administrada a pacientes) fue somnolencia. Las sobredosis se deben tratar enfunción de ios síntomas aparecidos y se deben mantener las funciones vítales. Puesto que la semívida deeliminación es de unas 3,5 horas, los pacientes deben seguir siendo monítorizados durante por lo menos 12horas, o mientras persistan los síntomas o signos de sobredosíficacíón. RELACIÓN DE EXCIPIENTES: Núcfco deltomprim/do: manitol, celulosa mícrocristalína, povidona. almidón glícolato sódico, estearil fumarato sódico.Material de recubrimiento; hipromelosa, dióxido de titanio (E-171), macrogol 400, cera de carnauba. Tinta deimpresión: h ¡ prom el osa, propi le ng I i co I, ¡ nd ¡90 car m ¡ n (E -132). IN ¿0 M PATIBILIDADES: N ¡ ng una. P E R IODO D E • — - ^ /»»VALIDEZ: 3 años. PRECAUCIONES ESPECIALES DE CONSERVACIÓN: No precisa condiciones especíales de I * ( - - » y-a 4- ̂ *.« *;conservación. INSTRUCCIONES DE USO Y MANIPULACIÓN: Ninguna precaución especial de conservación. J^^U. U LXJPRESENTACIÓN V PVP (IVA4). Amignul 12,5 mg comprimidos, envase con 1 comprimidos, 35,44 Euros; envase •»-»»-j-f »»—.—.—.—.con 6 comprimidos, 53,17 Euros. Estimación del coste del tratamiento: S,86 Euros/día. CONDICIONES OE H u p a t a d í n aPRESCRIPCIÓN Y DISPENSACIÓN: Con receta médica. Fínanciable por el Sistema Nacional (fe salud, TITULAR DE /-i f\ TT • 7. n-LA AUTORIZACIÓN DE COMERCIALIZACIÓN ALMIRALLPRODESFARMA, S.A. General Mitre, 151 - 08022 BARCELONA \jTWf)O | U l UYUU-'rl B i e n e s t a r p a r a SU paCIRntG- tspaña. Comercializado en España por). URIACH 6CÍa., S.A. - GRUPO URIACH. Av, Camí Reíal 51 -57. 08134 * ^Palau-solíté i Plegamans (Barcelona-España). Licenciado por: f^AlmiraN

    nniÉiiriiiiirm i

  • GrtqámiJrkieh UN PASO ADELANTE EN ELi TRATAMIENTO DE LA RINITIS

    ' • n $

    Jm Wm PotenteJy wK Eficaz

    ^^F \ Wm Seguro

    NUEVO ANTIHISTAMÍNICO Y ANTAGONISTA DEL PAF* TJ / ^ * ®

    Rupafin" representa un perfil único de eficacu, seguridad y _M̂ .̂U- \j \\-\^W.\.tolerabil idad. Además, favorece la adherencia al tratamiento - ^ R u D a t i ny permite también el control sintomático del paciente alérgico.

    •Factor activador plaquetario Dl6n6ST3r p3T3 SU p3CI6nt6