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universitas humanística no.61 enero-junio de 2006 pp: 163-182 bogotá - Colombia issn 0120-4807 holismo e individualismo durante el ejercicio de la ciudadanía en el consultorio jurídico de fredonia, antioquia 1 Silvia Monroy Álvarez 2 Universidad de Antioquia [email protected] Artículo de investigación científica y tecnológica Recibido: 14 de septiembre de 2005 Aceptado: 10 de noviembre de 2005 Resumen El objetivo de este texto es el de entender el Consultorio Jurídico de Fredonia (Antioquia) como un espacio, en una zona rural de Colombia, donde el ejercicio de la ciudadanía obedece a combinaciones de elementos de tradiciones holistas e individualistas. Mientras que los practicantes de Derecho hacen énfasis en un modelo de ciudadanía centrado en valores como la igualdad y la dignidad, en los consultantes son notorias las cuestiones que refieren a un orden jerárquico característico de una región campesina, en la cual opera una ideología ligada a una estructura agraria específica y en donde se destacan valores como el honor y la palabra. A partir de este caso, se pretende mostrar que hay formas de ejercer la ciudadanía donde se combinan elementos del individualismo y del holismo, donde se es personaje social e individuo a un mismo tiempo y donde es posible cuestionar la idea de un tránsito definitivo del mundo del honor al de la dignidad. Palabras Clave: Campesinos-Colombia, ciudadanía, holismo, individualismo, Antioquia. Abstract The purpose of this article is to understand the «Consultorio Jurídico» (legal aid) in Fredonia (Antioquia) as a place in the Colombian countryside, where citizenship depends on a combination of holistic and individualistic traditional elements. Law students emphasize a citizenship model fo- cused on values such equality and dignity, while among users complaints related to a typical peasant hierarchy prevail. This is a region where an ideology linked to a specific agrarian structure operates, and where values such as honor and sworn-word are praised. Based on this case, we try to show that there are several ways of practicing citizenship in which elements of individualism and holism combine, where one is both a social character and an individual, and where it is possible to address the issue of a definitive transition from the world of honor to the world of dignity. Key words: Peasants-Colombia, citizenship, holism, individualism, Antioquia. 1 En este trabajo usaré la información recogida durante una temporada de campo de 4 meses entre el grupo de practicantes de último año de Derecho de la Universidad de Antioquia en el Consultorio Jurídico del municipio de Fredonia. El equipo de etnógrafos estuvo conformado por tres personas que se encargaron de cubrir las visitas de los practicantes, realizadas en grupos de tres estudiantes, organizados por el abogado encargado de asesorar y coordinar al equipo. También se evaluaron las reuniones de los practicantes con su asesor, las charlas del grupo de etnógrafos, las conversaciones con los directivos y asesores del Consultorio Jurídico, los diálogos entre los miembros del grupo de investigación que apoyó la iniciativa, y los diálogos realizados con los consultantes en el municipio de Fredonia. 2 Maestría en Antropologia Social, Universidade de Brasília.

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  • universitas humanstica no.61 enero-junio de 2006 pp: 163-182bogot - Colombia issn 0120-4807

    holismo e individualismo durante el ejercicio de laciudadana en el consultorio jurdico de fredonia,

    antioquia1

    Silvia Monroy lvarez2Universidad de [email protected]

    Artculo de investigacin cientfica y tecnolgicaRecibido: 14 de septiembre de 2005Aceptado: 10 de noviembre de 2005

    Resumen

    El objetivo de este texto es el de entender el Consultorio Jurdico de Fredonia (Antioquia) como unespacio, en una zona rural de Colombia, donde el ejercicio de la ciudadana obedece a combinacionesde elementos de tradiciones holistas e individualistas. Mientras que los practicantes de Derechohacen nfasis en un modelo de ciudadana centrado en valores como la igualdad y la dignidad, enlos consultantes son notorias las cuestiones que refieren a un orden jerrquico caracterstico de unaregin campesina, en la cual opera una ideologa ligada a una estructura agraria especfica y endonde se destacan valores como el honor y la palabra. A partir de este caso, se pretende mostrarque hay formas de ejercer la ciudadana donde se combinan elementos del individualismo y delholismo, donde se es personaje social e individuo a un mismo tiempo y donde es posible cuestionarla idea de un trnsito definitivo del mundo del honor al de la dignidad. Palabras Clave: Campesinos-Colombia, ciudadana, holismo, individualismo, Antioquia.

    Abstract

    The purpose of this article is to understand the Consultorio Jurdico (legal aid) in Fredonia(Antioquia) as a place in the Colombian countryside, where citizenship depends on a combination ofholistic and individualistic traditional elements. Law students emphasize a citizenship model fo-cused on values such equality and dignity, while among users complaints related to a typical peasanthierarchy prevail. This is a region where an ideology linked to a specific agrarian structure operates,and where values such as honor and sworn-word are praised. Based on this case, we try to show thatthere are several ways of practicing citizenship in which elements of individualism and holismcombine, where one is both a social character and an individual, and where it is possible to addressthe issue of a definitive transition from the world of honor to the world of dignity.Key words: Peasants-Colombia, citizenship, holism, individualism, Antioquia.

    1 En este trabajo usar la informacin recogida durante una temporada de campo de 4 meses entre el grupode practicantes de ltimo ao de Derecho de la Universidad de Antioquia en el Consultorio Jurdico del municipiode Fredonia. El equipo de etngrafos estuvo conformado por tres personas que se encargaron de cubrir lasvisitas de los practicantes, realizadas en grupos de tres estudiantes, organizados por el abogado encargado deasesorar y coordinar al equipo. Tambin se evaluaron las reuniones de los practicantes con su asesor, lascharlas del grupo de etngrafos, las conversaciones con los directivos y asesores del Consultorio Jurdico, losdilogos entre los miembros del grupo de investigacin que apoy la iniciativa, y los dilogos realizados con losconsultantes en el municipio de Fredonia.2 Maestra en Antropologia Social, Universidade de Braslia.

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    Introduccin

    En este artculo se tratar de entender el Consultorio Jurdico de Fredonia(Antioquia)3 como un espacio donde se evidencian algunas caractersticasrelativas al ejercicio de la ciudadana en una zona rural de Colombia. De unaparte, los practicantes de Derecho, y la misma poltica que sustenta la existenciade dicho espacio, hacen nfasis en un modelo de ciudadana centrado envalores como la igualdad y la dignidad desde la perspectiva de derechos. Noobstante, durante el dilogo que se establece con los usuarios cuando van ahacer sus consultas jurdicas, son notorias las cuestiones que refieren a unorden jerrquico caracterstico de una regin campesina, en la cual opera unaideologa ligada a una estructura agraria especfica y en donde se destacanvalores como el honor, la palabra y la consideracin. El ejercicio particular dela ciudadana en Fredonia demuestra la coexistencia de valores pertenecientesal holismo y al individualismo; se presenta una oscilacin entre la persona -personaje social, que responde a un status determinado- y el individuo. En ladramatizacin que ocurre durante la consulta jurdica o performance-, estaoscilacin ocupa buena parte de la representacin y en ella est implcita unainversin de la jerarqua. En otras palabras, el ejercicio de la ciudadana quese realiza en el Consultorio Jurdico recubre un hbrido, cuyas caractersticasobedecen a combinaciones de elementos de diversas tradiciones, holistas eindividualistas, donde se puede ser persona e individuo simultneamente,y donde no ha ocurrido un trnsito definitivo del honor a la dignidad. De estamanera, har una breve descripcin de la estructura agraria de la zona ydestacar situaciones especficas de consultas jurdicas presenciadas4 duranteel trabajo de campo para construir mi argumento.

    Individualismo/holismo

    Para estudiar los procesos de construccin de la ciudadana es necesarioentender cuestiones relativas a los sistemas ideolgicos en los cuales estnenmarcados, pues aunque la ciudadana implique una serie de prcticas de

    3La Universidad de Antioquia tiene dos modalidades de servicio jurdico gratuito: el Consultorio JurdicoUrbano que opera dentro del campus en Medelln y el Consultorio Jurdico Rural. En este ltimo caso, lospracticantes se desplazan durante los fines de semana para atender a las comunidades de 10 poblaciones deldepartamento.4 En el Consultorio Jurdico Rural se reciben consultas jurdicas de cualquier tipo; pero no todas las consultasse convierten en procesos pues los practicantes tienen algunas limitaciones. As, por ejemplo, no se tramitanrestituciones de bienes por activo, contestacin de demandas, contenciosos de menor o mayor cuanta,laborales especiales, y constituciones de parte civil en procesos penales. Tampoco se asume el trmite dedefensas penales ante fiscalas, juzgados o inspecciones.

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    los actores sociales, ellas estn sustentadas en un conjunto de ideas y valores;esto concuerda con la definicin de ideologa de Dumont (1997 [1966], 2000[1983], 1994). Esta discusin remite a la divisin individualismo/holismo,que se presentan como los dos grandes sistemas ideolgicos, y en los cuales searticulan parejas de categoras que tambin son valores- como persona/individuo y honra/dignidad, bsicas a la hora de analizar la diversidad deformas de la ciudadana en diferentes contextos.

    Siguiendo a Dumont (1997 [1966], 2000 [1983], 1994), en una ideologaholista, donde el todo tiene precedencia sobre las partes, la jerarqua aparececomo un principio social fundamental que est relacionado a un tipo de poder,pero tambin puede ser entendida como una necesidad universal para clasificarideas, cosas y personas5. Esa necesidad de clasificar y ordenar el mundo espresentada por el autor como un aspecto indisociable de la vida social. Desdela perspectiva de Dumont, las sociedades tradicionales, poseedoras de unaideologa holista, ignoraran igualdad y libertad como valores fundamentales,mientras que estos s seran valores estructurantes en sociedades modernas eindividualistas, que se caracterizan porque justamente el propio individuo esedificado como valor. Otros rasgos de este tipo de sociedades que tienen unaideologa individualista son: la priorizacin de la relacin del hombre sobrelas cosas, la distincin sujeto-objeto, la segregacin de valores frente a hechose ideas, y la separacin del conocimiento por reas, disciplinas independientes,homlogas y homogneas (Dumont, 1994).

    En Homo Aequalis (2000) [1976], Dumont habla del holismo como laorientacin general de los valores hacia un todo y hace una aclaracinfundamental puesto que afirma que no todas las sociedades holistas acentanla jerarqua en el mismo grado ni en todas las sociedades individualistas hayun nfasis tan marcado en la igualdad. En otras palabras, se puede ser holistae individualista de diferentes formas y, por esta razn, Dumont reitera que elindividualismo es incapaz de reemplazar el holismo y, ms an, es incapaz de

    5 Dumont (1997) [1966] propone hablar de jerarqua y no de estratificacin social; su nocin de jerarqua estdisociada del poder y es precisamente a propsito de las teoras de la casta que Dumont cuestiona la reduccinde la jerarqua a relaciones de poder, donde se piensa que la tendencia de los inferiores a imitar los bramanesobedece exclusivamente a una pretensin de elevacin del status. Para Dumont (1997) [1966], la jerarqua enla India implica una gradacin, pero no de poder ni de autoridad sino que es un principio de gradacin de loselementos de un conjunto en relacin a ese mismo conjunto. En otras palabras, la jerarqua no es un ordenlineal sino que es producto de una oposicin jerrquica. Adems, es preciso tener en cuenta que en el posfaciode Homo Hierarchicus, Dumont define jerarqua como englobamiento del contrario, lo cual quiere decir que elprincipio de unidad est fuera de los elementos que la componen y ese principio jerarquiza un elemento conrelacin al otro. El elemento hace parte del conjunto y, por ello, le es consustancial e idntico, pero se distingueo se opone a l.

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    funcionar sin su contribucin. En esta misma direccin, el autor (Dumont,1994) introduce el tema de las variaciones ideolgicas que son caracterizadasa travs de representaciones hbridas, es decir, representaciones que apelan avalores tradicionales y modernos dibujando trayectorias particulares entre losdos grandes polos ideolgicos.

    La anterior discusin obliga a esclarecer algunos puntos con relacin al contrasteindividuo-persona. Dumont (1997 [1966], 2000 [1983], 1985) distingue entreun individuo biolgico especie y el individuo como valor de Occidente; eneste ltimo caso, aparecera como el sujeto normativo de las instituciones ycomo un individuo auto-referente (Barbosa, 2001). Al individuo como valor deuna ideologa individualista se le reconoce su autonoma frente a los dems yuna capacidad de autoconciencia de su propia existencia. Por su parte, Mauss(1985) [1908] ve el individuo como una forma moderna de la persona, comouna variacin emprica (Barbosa, 2001), lo cual quiere decir que el individuomoderno debe pensarse como una construccin de una poca determinada, esdecir, como una nocin de persona que tiene una expresin especfica en la vidasocial. Este autor ilustra un recorrido que va desde la nocin de persona absorbidapor el clan hasta la nocin de individuo como ser psicolgico y altamenteindividualizado. De hecho, Mauss (1985) [1908] acusa a los cartesianos ypietistas de sentar las bases para la concepcin de persona como sustanciaracional, indivisible y humana. Las ideas de Kant de ser el sacerdote de s mismoy de tener un Dios interior estn en relacin directa con la conciencia individualcomo el carcter sagrado de la persona humana.

    La nocin de persona de Taylor (1985) se distancia de la de Dumont, peropodra decirse que se ubica del lado del individuo altamente psicologizado,ltimo peldao en la escala propuesta por Mauss (1985) [1908], ya que lodefine como un agente con propsitos, deseos y aversiones, que hace planesde vida, posee valores y tiene capacidad de eleccin. Desde esta perspectiva,la tradicin de la persona como personaje social ligado a sus rolesinstitucionales sera slo una parte de la historia del individuo.

    En cuanto a las categoras honor y dignidad, autores como Berger (1983) yTaylor (1994), consideran que el trnsito de una hacia otra es una de lascaractersticas de la modernidad y de las democracias modernas. El primerautor habla de un declive de la concepcin de honor como respuesta a unaespecie de decadencia del orden jerrquico de la sociedad, lo cual marca elnacimiento de nuevas moralidades, cuyo nfasis es la preocupacin con la

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    dignidad y los derechos individuales. En el ancient regime, donde operaba elhonor, ste era el encargado de unir el individuo con la comunidad y con lasnormas idealizadas que la definan. El concepto de honor, segn el autor,implica que la identidad est ligada a roles institucionales recordemos aqula persona unida al clan de la que nos hablaba Mauss (1985) [1908] mientrasque el concepto moderno de dignidad significa que la identidad esrelativamente independiente de roles institucionales. Taylor (1994), por suparte, asegura que la dignidad es el nico concepto compatible con unasociedad democrtica porque es inherente a todos los seres humanos, es decir,sera una cuestin intrnseca al humano y, por ello, est ligada a la identidadindividual o autenticidad. De todos modos, podra decirse que la preocupacinfundamental del individuo moderno, relacionada con la identidad y elreconocimiento, es resultado del colapso de las jerarquas sociales queacostumbraban a ser la base del honor.

    A pesar de que Taylor sugiere un paso definitivo del honor a la dignidad, en elcual se enmarca el ideal de la bsqueda de identidad, seala otros aspectosfundamentales; as, por ejemplo, asegura que en el universo de la dignidad,el discurso del reconocimiento de la identidad peculiar se volvi familiar tanto en una esfera privada como en una pblica- y all los papeles de lasinstituciones jurdicas y del Derecho son primordiales porque a travs de ellosse busca el equiparamiento de derechos y reclamaciones, muchas de las cualesson de identidad y no slo de derechos.

    Por su parte, L. R. Cardoso de Oliveira (1996, 2002, 2004) dice que en laideologa individualista occidental se dio una institucionalizacin de laciudadana que trajo consigo las demandas por derechos, articuladas a lasolicitud de reconocimiento de las identidades. El reconocimiento sera, entonces,la condicin para el pleno ejercicio de la ciudadana; de hecho, asegura que elvalor intrnseco del reconocimiento es equiparable al valor que contiene el honor.Claramente no se est hablando de una sustitucin de la nocin de dignidadpor la del honor, sino de una concepcin de dignidad fuertemente contaminadapor la perspectiva del honor. Esto ltimo tiene relacin directa con la propuestade Dumont (1994) a la cual me adhiero para analizar un contexto particular:los principios individualistas dignidad, igualdad y libertad, entre otros-coexisten con formas sociales heredadas, lo cual implica que siempre habr unremanente de modos de pensamiento holista.

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    Principios universalistas en una zona rural

    El sistema jurdico colombiano es tributario de la tradicin romano-germnica,lo cual ha significado que ha permanecido, hasta cierto punto, ajeno deldebate entre lo equitativo y lo legal, que adquiri la mayor preponderanciajurdica dentro del Derecho Anglosajn (Cepeda, 2002). Fue con la ReformaConstitucional de 1991 que se empez a trabajar en torno a elementos quepudieran introducir la equidad en el Derecho Colombiano. Se parti de quela equidad es un concepto, que en el Derecho, se opone al de legalidad; fallaren equidad sera hacerlo sin referencia a las leyes, sino con base en lo que laconciencia indica es ms justo, pero basndose en las circunstancias concretasde un caso. Entonces, la equidad sera una manifestacin de justicia en laresolucin de un conflicto.

    Uno de los cambios ms significativos de la Constitucin de 1991 fue latrascendencia dada a la igualdad, que implic un cambio de prioridades enel mbito constitucional; mientras que la Constitucin de 1886 estabafundamentada en la idea de la proteccin de la libertad individual dentro delorden, la de 1991 habla de una igualdad real que debe ser la base de unconjunto de derechos sociales y econmicos que buscan la consecucin de lajusticia social (Cepeda, 2002). Dicha concepcin de igualdad fue erigida comouno de los fundamentos del nuevo esquema democrtico: la democraciaparticipativa, que supone la existencia de ciudadanos iguales, capaces dedecidir sin intermediarios sobre los asuntos de inters para toda la comunidad.Con la eleccin popular de alcaldes y gobernadores en 1988 ya se haba dadoun paso fundamental para el estmulo de la participacin ciudadana, perofue con la nueva Constitucin en la que, adems, se declar a Colombiacomo una nacin pluritnica y multicultural que se desarrollaron loselementos para una transformacin en el ejercicio de la ciudadana.

    Las labores de los Consultorios Jurdicos de las universidades del pas se enmarcanen la pretensin universalista del libre acceso a la justicia de todos los ciudadanos,pero tambin se han comenzado a ver como espacios para el estmulo de laparticipacin ciudadana. No en vano, al lado de los servicios gratuitos deconsulta, procesos y trmites jurdicos, las facultades deben cumplir conprogramas de educacin e informacin que deriven en la propagacin de losprincipios de la democracia participativa: equidad, igualdad y dignidad. Deotra parte, las labores que adelanta un Consultorio Jurdico o la consagracinde la accin de tutela generan interesantes procesos de ciudadana cuando entrana operar en contextos especficos; este es el caso de Fredonia, donde las ideas de

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    igualdad de derechos en el plano jurdico y la premisa de la participacinciudadana entran en contacto con estructuras sociales fundamentadas en otrosvalores. Por esta razn, es preciso remitirse a algunas caractersticas de laestructura agraria de la zona para entender el ejercicio de la ciudadana quepuede ser presenciado en el Consultorio Jurdico de este municipio de Antioquia.sta es una forma de realizar una primera aproximacin a los valores jerquicosque se evidencian en las consultas y que se mezclan con otros relativos alindividualismo, pero que se imparten desde el Derecho.

    El contexto socio-cultural de la regin

    El cultivo de caf comenz en Antioquia hacia 1890; la colonizacin de estaregin fue dinmica porque cont con el apoyo de la burguesa comercial deMedelln. De hecho, puede hablarse de una zona empresarial cafetera conun fuerte predominio de la gran propiedad y en donde se contaba con buenossistemas tcnicos de explotacin, tal es el caso de las haciendas de Fredonia,Jeric, Tmesis y Titirib. En esta regin, tambin exista la pequea y lamediana propiedad, pero en un grado inferior a lo que ocurra en la zonadenominada democrtica (Ochoa, 1993), donde colonos pobres pudierontener acceso a la propiedad a travs del reparto de tierras. Esta regin estcaracterizada por el predominio de la pequea y mediana propiedad, poruna economa de subsistencia unida a una explotacin cafetera menor; enella se agrupan los municipios de Andes, Bolvar, Concordia y Jardn.

    En las haciendas cafeteras de la llamada zona empresarial, a la cual correspondeFredonia, las relaciones de trabajo han estado organizadas en torno a la divisinentre trabajadores permanentes y trabajadores transitorios. En el primer grupoencontramos: el propietario, el administrador, el mayordomo y la mano deobra permanente. Fuera de esta poblacin de trabajadores permanentes, seencuentra una gama de peones que presentan un carcter heterogneo; algunospermanecen poco tiempo en el lugar de trabajo como el pen a destajo, loscontratistas y los recolectores de caf (Ochoa, 1993; Palacios, 1979).

    Como herencia de su pasado en la minera y en coherencia con sus actividadescomerciales, los hacendados de la regin viven en la ciudad, desde dondemanejan las redes de comercializacin del grano y participan de otros circuitoseconmicos. Claramente, los propietarios no tienen una vinculacin a la tierracomo agricultores; por esta razn, delegan funciones de inspeccin,contabilidad y ajuste de salarios al administrador, mientras que el conocimiento

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    del proceso productivo recae en la figura del mayordomo, quien tiene a sucargo la masa de trabajadores.

    El administrador debe realizar una inspeccin general de los trabajos, llevarla contabilidad y ser juez de paz en los conflictos entre la hacienda y lostrabajadores, o entre stos. En las pocas de recoleccin, tiene autonomapara ejecutar el nivel de salarios que se ofrecen y est en capacidad de tomardecisiones relacionadas con la hacienda, pues goza de la confianza del dueoy disfruta de algunos privilegios otorgados por l. Hasta mediados del sigloXX, se procuraba que el administrador fuera de una regin diferente a la de lahacienda y tuviera un ttulo profesional como veterinario o agrnomo; situacinque contina presentndose, lo que permite decir que la formacin deladministrador es bsicamente urbana.

    A diferencia del administrador, el mayordomo es quien est ms al tanto delos problemas de la poblacin trabajadora; se encarga de transmitir las rdenesde la administracin, asigna y organiza grupos de trabajadores para faenasespecficas, supervisa la calidad y rendimiento del trabajo, impone normas deconducta entre los obreros y hace cumplir los reglamentos de la hacienda. Enotras palabras, el mayordomo es el vnculo entre los trabajadores y la hacienda(Palcios, 1979); esto ocurre, en parte, porque su origen es rural, aunque nonecesariamente de la misma localidad, y maneja los cdigos culturales,realizando una especie de traduccin de las disposiciones generales delpropietario y el administrador para ser ejecutadas en la prctica.

    El sistema de agregacin predomin en la zona de colonizacin cafetera,especialmente en Antioquia y Caldas, durante la primera mitad del siglo XX.El agregado suministraba casi todo el trabajo masculino y se encargaba dedesmontar, sembrar, desyerbar y podar los cafetales. Durante las dos cosechasanuales, las mujeres y los hijos de la familia del agregado eran una fuente demano de obra, aunque en esta parte del proceso productivo como lo es en laactualidad se integraban muchos trabajadores estacionarios, tal es el casode los recolectores de caf, quienes eran alojados en las haciendas aunque, engeneral, no se les proporcionaba vivienda ni alimentacin.

    Hoy en da, son los mayordomos los que viven con sus famlias dentro de lahacienda como antes ocurra con los agregados, los dems son obreros,algunos sin tierra, que viven en la hacienda sin sus familias; otros, son pequeospropietarios que trabajan por contrato para complementar el ingreso de loque es producido en su propia tierra o de lo que producen otros miembros delncleo familiar, emplendose en labores no necesariamente agrcolas. Las tareas

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    diarias de los obreros dependen del programa laboral dispuesto por eladministrador o por el mayordomo. Los peones son un grupo bastanteheterogneo; en l se pueden encontrar desde pequeos propietarios que seemplean ocasionalmente a lo largo de todo el ao, hasta artesanos que seencargan de las labores de construccin necesarias para el mantenimiento delbeneficiadero de caf, de la casa de la hacienda y del lugar de habitacin delos peones, entre otros. Es en este circuito de relaciones donde se destacan losvalores jerrquicos que ya he venido sealando -honor, palabra yconsideracin- y que son la base de las relaciones entre las personaspertenecientes a los diferentes niveles de la estructura agraria.

    Desde 1830, los antioqueos fueron los principales comerciantes del pas y,en su mayora, los capitales se formaron como resultado de la bonanza del oroy gracias a la inversin de dichas ganancias en la diversificacin de industrias.El caf fue una de las inversiones realizadas por estos comerciantes que seconvirtieron en latifundistas de un momento a otro, para coexistir en mediode una capa de campesinos, pequeos y medianos propietarios. Desde pocascoloniales, en Antioquia los derechos mineros tuvieron precedencia sobre losderechos agrcolas (Lpez, 1970) y, en parte por esto, el concepto de riquezano ha estado vinculado directamente a valores campesinos como la tierra,sino al trabajo y a la iniciativa. De ah, la imagen del antioqueo como buennegociante y poseedor de una viveza asombrosa.

    De todas maneras, las familias antioqueas hacen parte de un orden patriarcal,donde se destaca la figura del padre como dueo del saber y detentor delpatrimonio familiar (Woortmann, 1990). Es l quien dictamina los oficiosque sern ejercidos por los hijos durante la vida adulta. A pesar de una marcadamigracin, los hijos continan sujetos a la autoridad del padre y a la opininde los familiares que permanecen en la regin. La familia es un valorfundamental en la medida en que opera como una unidad de interesesrecprocos (Carneiro, 1998). El compadrazgo puede ser vertical o horizontal;muchos de los hijos de los mayordomos y agregados son ahijados del dueode la finca; no obstante, como en buena parte de los casos se trata depropietarios ausentistas, los vnculos sociales ms significativos se establecenentre las jerarquas ms altas despus del propietario, donde encontramosa administradores y mayordomos, y las capas ms bajas de trabajadores yobreros. En el caso del compadrazgo horizontal, se refuerza la fuerte solidaridadexistente al interior de los grupos sociales.

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    En la mayora de los casos, los personajes sociales del patrn dueo de lahacienda y del administrador son referentes generales y ambiguos dentrodel discurso de los habitantes de la zona; en muchos casos, y a propsito depleitos de tierras, los implicados no conocen el nombre del dueo de la tierra,slo del encargado de la misma. De hecho, hay trabajadores que llevan veinteaos trabajando en una misma hacienda y nunca vieron al propietario, ymenos a su familia. En la regin es comn hablar de un cdigo de honor queopera entre trabajadores y obreros muchos de ellos pequeos propietarios apesar de trabajar en las haciendas, como ya expliqu, pero cuyos efectosrecaen en la figura del mayordomo. Si bien es cierto que en los ltimos tiemposla figura del administrador y el mayordomo parecen haberse fusionado, essobre este personaje -mediador entre las relaciones de los extremos de laestructura social- que recaen los diferentes efectos de las sanciones sociales.Los relatos de asesinatos de mayordomos son reiterativos, la solidaridad degrupo de los trabajadores de ms bajo nivel opera porque muchos de esoscrmenes quedan impunes o permanecen ocultos bajo el espectro de la frase:Fue justo. Ese miserable se lo mereca, ya no va a humillar a nadie ms.

    Como ya se mencion, el mayordomo es quien administra el procesoproductivo; si entendemos que el honor est relacionado con el acceso altrabajo - que produce lo econmico, pero igualmente reproduce lo social: lafamilia-, las disposiciones del mayordomo que atentan contra este valor sontomadas como humillacin. La categora local de consideracin -que seconstituye en un valor- acta como una especie de balanza que indica cuandoel acto de desconsideracin puede tomarse como humillacin, cuando comoinsulto y cuando como irrespeto6. De otra parte, aunque la exaltacin de laviveza es una caracterstica fundamental de los pobladores de esta regin, lapalabra acta como un instrumento que regula las transacciones comercialesque son frecuentes en la zona, como legado del propio esquema de la economacafetera y como herencia del origen negociante de muchos de los componentesde la estructura agraria.

    Dramatizacin, inversin jerquica y otras oscilaciones

    Despus de haber hecho esta sntesis socio-cultural de la regin, destacandolos componentes de un orden jerrquico ligado a valores como la palabra y laviveza, formular cinco cuestiones que se derivan de las consultas sobre

    6 Me gustara profundizar en la diferenciacin de estas tres categoras, pero considero que carezco de lainformacin necesaria para hacerlo. No obstante, y aunque se confunden en el discurso de los usuarios frenteal abogado por la misma mediacin del lenguaje jurdico, son usadas como si ellas tuvieran una cargamayor o menor de desconsideracin. Esta es una idea incial que no pretendo desarrollar en esta presentacin.

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    problemas laborales que involucran trabajadores rurales de la regin, peroque remiten a elementos comunes de la dinmica del Consultorio Jurdico,donde justamente se evidencia la puesta en escena de valores y principiosjerrquicos junto con los relativos a un orden individualista.

    1. Cul es el objetivo de ir acompaado al Consultorio Jurdico por personasque no parecen estar vinculadas directamente con el despido o con las condicioneslaborales desventajosas que son discutidas con el practicante de Derecho?

    2. Por qu cuando el practicante hace preguntas relativas al salario la cuanta,el tiempo de cada pago o el nombre del contratante los usuarios suelencomenzar una conversacin anloga, evaden la pregunta o llegan a la respuestaindirectamente?

    3. Con qu propsito los usuarios involucrados en procesos laborales suelenmezclar categoras como mayordomo, encargado y empleado de oficios varioscuando son interrogados por los practicantes?

    4. Por qu durante la consulta los practicantes controlan el alcance de lasreclamaciones jurdicas de los consultantes en lo que podra parecer unanegacin momentnea de sus derechos? Llevando esta cuestin a una situacinms especfica: Por qu en una de las consultas, uno de los practicantes ledijo al usuario que si el despido era por causa justa, no tena derecho a reclamarla liquidacin y las cesantas, aunque luego se retract?

    5. Por qu los consultantes involucrados en pleitos con personas de otrasjerarquas sociales hacen nfasis en que el conflicto surgi por la accin dequienes estn ubicados en jerarquas necesariamente superiores? A un nivelms particular: Por qu los consultantes -empleados como mayordomos ytambin como trabajadores a destajo- son insistentes con la idea de que elempleador les est buscando pleito?

    Las cuestiones 1 y 4 estn relacionadas con la dramatizacin como un elementofundamental de las consultas jurdicas. El performance involucra a los actoresimplicados: practicantes y usuarios; sin embargo, voy a centrarmeespecficamente en los consultantes. Muchos acuden en la primera visita oen un punto crucial del proceso con esposo, esposa, hijos, familiares y/oamigos de confianza. Otros consultantes van con nios de brazos o en compaade hijos pequeos que, en algn punto de la narracin del caso personal sonpresentados como una evidencia que le da realce al propio relato, sirven paraganar la confianza del practicante. En otras situaciones, las personas acudencon una gran cantidad de documentos que no slo remiten a la cuestin

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    jurdica por resolver, sino tambin a los trasfondos generales donde enmarcansus relatos: pobreza, humildad y enfermedad. Entonces, muestran heridas,cicatrices, frmulas mdicas, exmenes, radiografas, entre otros, para irencadenando y construyendo los hechos de su propia historia.

    En general, las personas que van a hacer una consulta por primera vez lleganacompaadas por otros habitantes de la localidad que les recomiendan acudiral Consultorio porque ellos o personas cercanas -familiares y amigos- conocenla forma como opera o porque resolvieron algn conflicto gracias a la intervencinde los practicantes. Podra decirse que en el municipio existe una especie de redlocal de consejos, pero sta o sus ramificaciones operan dentro de un mismonivel jerquico. Trabajadores a destajo recurren al Consultorio porque otrostrabajadores de menor rango acudieron a esta misma instancia con o sin xitoen sus respectivos procesos. Las empleadas domsticas llegan por recomendacinde sus vecinas de vereda, muchas de las cuales tambin se han empleado en elservicio domstico, estrategia comn en la regin que les permite reunir ingresospara el grupo familiar.

    Con relacin a la pregunta 1, se dio el caso de un mayordomo que acudi alConsultorio por recomendacin de otro, pero fue el acompaante quien liderla conversacin. Podra decirse que l encarna el valor de la viveza, altamenteestimado en la regin, como ya expliqu. Dice tener conocimiento de la ley y,por eso, intenta desafiar la autoridad del joven practicante, aunque claramentelo que est buscando es una reivindicacin desde su propia posicin demayordomo. Es como si en la dramatizacin, los dos usuarios estuvieranoscilando: se paran desde su posicin en la estructura, ligada al rol especficode mayordomo, pero buscan una reivindicacin apelando a la condicin deindividuos con derechos. De ah la insistencia del acompaante en el pago depreaviso y de la liquidacin. El practicante tambin responde y se vale de lajerarqua social de los usuarios para negociar la informacin con base en lanegacin momentnea de los derechos individuales. Con base en este mismocaso de los dos mayordomos es posible responder la pregunta 4. Es evidenteque el practicante necesitaba saber la causa del despido para establecer elprocedimiento apropiado a seguir, pero su insistencia incluso lleg a preguntarsi le haba pegado al administrador- lo hizo recurrir a un estereotipo conrelacin a la figura del mayordomo para decir que no tendra derecho a recibirnada de comprobarse que el motivo del despido haba sido justo. De estamanera, consigui una respuesta ambigua del usuario, quien apel a lahumillacin a la que fue sometido cuando el administrador empez a quitarle

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    trabajo y perdi poder frente a los trabajadores. Aqu, humillacin aparece en una de sus manifestaciones como la negacin del valor trabajo en laideologa jerrquica de la zona.

    Las preguntas 2 y 3 hacen parte o son elementos del propio performance,pero me parece fundamental subrayar que son recursos que dan cuenta deuna solidaridad al interior de la capa social a la que pertenecen los individuosinteresados. Se comienza una conversacin alterna con otras personas queacuden a la consulta para tratar de proteger la informacin que se suministraal abogado. En los conflictos entre trabajadores rurales, no se hace claridadsobre el oficio que se desempea y que tiene correspondencia en la escalasocial de la zona, porque se intenta diluir el peso de la jerarqua de un personajecomo el mayordomo, por ejemplo. El propsito es el de apelar a una identidaddisociada, hasta cierto punto, del grupo social al que se pertenece: hay undesplazamiento al campo del individuo, pero luego se vuelve al campo de lapersona cuando se dice que el patrn est buscando pleito cuestin 5-.En este aspecto se refuerza la solidaridad del propio grupo social, pues elconflicto de dos sujetos particulares es contextualizado en una rivalidad entrepersonas que hacen parte de grupos sociales determinados.

    Al comienzo haba dicho que el Consultorio Jurdico puede entenderse como unespacio donde se ejerce la ciudadana, por lo menos si se tiene en cuenta lapremisa universalista del libre acceso a la ley de todos los ciudadanos. El ejercicioparticular de la ciudadana en Fredonia demuestra la coexistencia de valorespertenecientes al holismo y al individualismo; se presenta una oscilacin entrela persona -personaje social, que responde a un status determinado- y elindividuo. En la dramatizacin que ocurre durante la consulta jurdica operformance-, esta oscilacin ocupa buena parte de la representacin y en ellaest implcita una inversin de la jerarqua. Esto tiene relacin con un procesosealado por Dumont (1994) a propsito de las variantes ideolgicas: lacombinacin del holismo y del individualismo es una forma de modernizar lacultura en la medida en que, en el caso del individualismo especficamente, stees una fuerza de cambio contundente. El Consultorio Jurdico opera a travs dela fuerza de cambio que se esconde tras la promesa de participacin del ciudadanoen igualdad de condiciones en aras de la consecucin del estado de justiciasocial, lo cual no implica que las personas comiencen a concebirse comociudadanos segn este esquema. El propio performance puede verse a la luz delas dos caras de las que habla Dumont (1994) con relacin a las representacionesde la identidad cultural; se tiene un lado particularista donde se da una vuelta

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    hacia adentro a travs de un ejercicio de auto-justificacin planteado entrminos holistas y, por otro lado, se tiene una cara que se enfoca hacia elexterior y se recubre de una apariencia individualista.

    Peirano (1986) hace un anlisis similar para una zona rural de Brasil, dondeel tener el ttulo de eleitor es comparable con la posibilidad de acudir alConsultorio Jurdico. Esta autora resalta la importancia que tiene en estasreas la personalizacin de las relaciones sociales, lo cual es uno de los rasgosde un sistema relacional (DaMatta, 2002), donde la persona es el valorfundamental y no el individuo, y donde existen varias formas de ciudadanaque se oponen al significado universal de ciudadana, propio de las sociedadesindividualistas. De cierta forma, la autora (Peirano, 1986), est explicandola ciudadana como una forma de construccin de la identidad nacional;tener los documentos o acudir al Consultorio independiente de que se puedaganar un caso o siquiera iniciarlo son fenmenos trascendentales en la medidaen que permiten ver otras dimensiones de la identidad social y las mltiplesfuentes a partir de las cuales se puede construir la ciudadana.

    Mauss (1985) [1908] aclara que aunque la persona se haya constituido enhecho legal y moral, nunca dej de tener cierto carcter de artificialidad, demscara o de personaje social. En la coexistencia de valores del individualismoy el holismo, tambin hay un trnsito entre persona e individuo, que esabsolutamente contextual. El performance de abogados y usuarios oscila entreverse como personajes sociales o como individuos. Ser que el dilema de laciudadana en Colombia como en el caso de Brasil segn lo establecido porDaMatta (1997) [1971] es que los sujetos pueden actuar como individuosen tanto sujetos normativos de las instituciones y como personas al ser sujetosnormativos de las situaciones con el propsito de neutralizar el efecto de criteriosuniversalizantes?

    En eso consiste lo observado en Fredonia durante las consultas, una especiede recombinacin pasajera de experiencias (DaMatta, 1997 [1971]), dondetambin ocurre una inversin momentnea de la jerarqua y no unaeliminacin de la misma, pero donde igualmente las referencias a propsitos,sentimientos, emociones y planes de vida dara cuenta de una exposicin delindividuo como agente con las caractersticas que seala Taylor (1985). Loque quiero decir es que los actores apelan indistintamente a cualidades depersona e individuo para, entre otras cosas, ser reconocidos en su complejaidentidad social. En otra dimensin, el Consultorio puede operar como un

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    mecanismo que posibilita la efectivacin de derechos, pero que a largo plazopuede llegar a generar discursos de autoentendimiento7, en el sentido dadopor Habermas (1994).

    A qu me refiero exactamente con inversin momentnea de la jerarqua?Justamente al propsito que estaba tras la puesta en escena de los consultantes.De cierta manera, tratan de evadir los sistemas de autoridad propios de laestructura social del lugar para ubicarse en una posicin superior a la dequien pretenden procesar. En muchas ocasiones, slo con interponer lademanda, las partes agredidas consideran que han logrado invertir, por uninstante, el orden dominante. La inversin jerrquica comienza con al actode la denuncia hablar mal del otro con el abogado y va amplindose amedida que el procedimiento va llegando a instancias mayores: la elaboracinde una demanda, la llegada de la citacin al juzgado y la misma audiencia.Por qu digo que es una inversin momentnea? Veamos rpidamente elcaso de Mara, quien trabaj como empleada domstica entre 1999 y 2002en una casa de la parte urbana de Fredonia y acudi al Consultorio Jurdicopara reclamar reajuste salarial, cesantas e intereses a las cesantas que le eranadeudados desde que renunci en enero de 2002. Al parecer, ella trat deconciliar a travs de la Oficina de Trabajo del municipio; all se declar quesus patrones deban pagarle $347.000 de indemnizacin, suma que ellos senegaron a cancelar. El practicante hizo la liquidacin que ascenda a $7000.000. A partir de ese momento, Mara cambi por completo de actitud,pas de una postura tmida e insegura a otra asertiva y hasta agresiva. Elvalor dicho por el estudiante, la elaboracin de la demanda y la citacin auna audencia en el juzgado dotaron a Mara de herramientas para sentirse enuna posicin relativamente superior a la de su patrona, lo cual la estimul aentrar en una cadena de insultos sucesivos. No obstante, fue el mismointercambio de insultos que devolvi a Mara a su posicin inicial pues terminaceptando negociar por la cifra que haba sido fijada en la Inspeccin deTrabajo y no la liquidada por el practicante de acuerdo con la ley. Paraprolongar el momento de inversin, ella se centr compulsivamente en laconsecucin de testigos y en la bsqueda de frmulas y certificados mdicosque le permitieran seguir adelante con el proceso.

    7En este caso me guo por la siguiente afirmacin de Habermas (1994: 245-246): A medida que a formaoda opinio e da vontade dos cidados orienta-se pela idia da efetivao de direitos, ela certamente no podeser equiparada a um auto-entendimento tico-poltico, como bem sugerem os comunitaristas, mas o processoda efetivao de direitos est justamente envolvido em contextos que exigem discursos de auto-entendimentocomo importante elemento da poltica, discusses sobre uma concepo comum do que seja bom e sobre qualforma de vida desejada e reconhecida como autntica.

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    As, lazos personales -los existentes y los que se pueden establecer con el abogadoy los testigos, por ejemplo- aparecen como instrumentos de resolucin deconflictos; son mecanismos que yo calificara como performativos en la medidaen que permiten o facilitan la transformacin del individuo en persona. Espor esto que las personas no acuden solas al Consultorio, necesitan de esainstrumentalizacin y de la ficcin del creer que saben de Derecho porque,de lo contrario sern an ms marginalizadas por carecer de relaciones. Ensituaciones de conflicto se personaliza o humaniza para ayudar a jerarquizara las personas implicadas. El llamamiento a testigos es otro aspecto recurrenteen vista de que muchos de los contratos de trabajo y las transacciones detierras y propiedades por ejemplo son hechos mediante tratos de palabra.En otras situaciones, se elaboran documentos escritos a mano que slo contienenla firma de las partes y el nmero de la cdula de ciudadana. La gran mayorade estos papeles carecen del debido registro y terminan siendo invlidos. Esinteresante porque el llamamiento a testigos, por ejemplo, demuestra lastensiones existentes entre el mayordomo y los trabajadores a su cargo -quepueden llegar a actuar como enemigos-, siendo ste es uno de los aspectosque, en general, ms estimula a los usuarios a seguir con sus procesos. Mientrasmuchos de ellos encuentran difcil hacer las diligencias que solicitan lospracticantes en las oficinas pblicas de la localidad, la bsqueda de testigoses estimulante porque involucra a ms personas del grupo social del que sehace parte, lo cual parece ser asumido como un mecanismo de reinstauracindel valor de la palabra, ligado al honor. Es necesario destacar de nuevo queen un orden jerrquico, la persona existe a travs de sus relaciones (DaMatta,2002) y por eso busca herramientas, que resemantiza holsticamente paradesafiar o reestablecer las jerarquas.

    Estoy de acuerdo con Berger (1983) cuando asegura que la categora honorpuede articular otros valores correspondientes a un orden jerrquico. En elcontexto trabajado, esta categora agrupa a otros valores como la palabra y laconsideracin entendindola en su uso local-. Berger esclarece un puntomuy importante que me permite entender otras cuestiones sobre el perfomancede abogados y consultantes puesto que dice que en el mundo del honor, laidentidad est firmemente unida al pasado a travs de una dramatizacin deactos protocolarios. Por oposicin, en el universo de la dignidad, el individuodebe liberarse de la historia y sus mistificaciones en aras de obtener suautenticidad. El caso de Daro remite al mundo del honor, de la memoria ylos actos protocolarios. Este usuario tiene 80 aos, es analfabeto y tiene

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    problemas de memoria; acudi al Consultorio Jurdico con la esperanza delegalizar una tierra que compr 47 aos atrs en la vereda El Zancudo y en lacual vive actualmente. En cada visita, Daro explicaba su caso de la siguientemanera: Yo tena un patrn y el muchacho, un hermano cay a la crcel, y medijo: Daro hay un pedazo de tierra si usted quiere comprarlo. Vyase a vivircon su mujer y me lo va pagando poco a poco yo le cancel hasta el ltimocentavo y ahora aparece ese heredero y me quiere sacar.

    Aunque Daro cuenta con las escrituras originales, el predio no apareca registradoni en la Oficina de Instrumentos Pblicos ni en la Oficina de Catastro Municipal,razn por la cual no poda iniciarse un proceso de pertenencia y, mucho menos,un proceso de sucesin, una de las preocupaciones fundamentales del usuario.La practicante envi varias solicitudes y derechos de peticin por escrito a dichasinstituciones para que ayudaran a Daro en vista de que tena problemas dememoria y era analfabeto. Igualmente, trat de hacer simulacros para entrenarloen los trmites que deba realizar en las oficinas pblicas, pero nadie logrconvencerlo que firmar aunque fuera con una X no era algo necesariamenteperjudicial. Pasaron tres meses y el caso continuaba en el mismo punto; cuandola estudiante busc una nueva alternativa, la de hablar con los vecinos delusuario para tratar de hacer el seguimiento del nmero del registro de inmueble,Daro se neg pues para l era inconcebible preguntarle a personas que no habanestado presentes en el momento exacto histrico de la transaccin y que nohaban conocido personalmente a su patrn.

    Por situaciones como sta, considero importante insistir en que el paso del honora la dignidad no es absoluto del modo en que parece plantearlo Taylor (1994),para quien la bsqueda del ideal de la autenticidad del hombre contemporneoopaca las posibles manifestaciones del honor o de la jerarqua. El problemapuede estar en el concepto de honor de este autor porque se refiere a l comouna cuestin de preferencias que se inscribe en una competencia; de hecho,asegura que en este sistema la gloria de una persona tiene que ser la vergenzade la otra. De cuestiones de ese tipo surge, en parte, su idea del reconocimientoa partir de un sentimiento de frustracin creado en los perdedores. Esto nocoincide con la propia afirmacin del autor cuando dice que en el pasado, lasidentidades no dependan del reconocimiento porque, justamente, no eranproblematizadas por los individuos. En este punto es preciso or el llamadode Berger (1983) cuando asegura que la incapacidad de entender el conceptode honor est relacionada con la incapacidad de entender el insulto.

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    El insulto moral como acto de desconsideracin (L. R. Cardoso de Oliveira,2002) no remite exclusivamente a una falta de reconocimiento de lasingularidad, lo cual nos ubica de una manera ms o menos excluyente en elterreno del individuo y no de la persona. Lo que quiero decir es que haysituaciones en las cuales se reclama singularidad pese a que el propsito sea elde invertir la jerarqua aunque slo sea momentneamente- como hepretendido demostrar; pero en otros casos, recurrir al Consultorio Jurdicosirve para ratificar valores jerrquicos y eso no excluye la queja por laexperiencia individual del insulto moral. Esta es otra arena en la cual meinteresa continuar explorando; por ahora, espero haber corroborado ycaracterizado en un contexto particular lo anunciado por Dumont (1994)cuando dice que el principio individualista coexiste con las formas socialesheredadas, lo cual implica un cierto remanente de formas holsticas precedentes.

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