MONOLOGO DE MARÍA

¿Me das un minuto? Sólo quería explicarte lo ocurrido. Tú cambiaste mi manera de ver el mundo, sembraste en mí una llama de amor tan incandescente como el resplandor de luna llena.

¡Para! no menciones una palabra. Sé que lo mío en ti se lo llevó el tiempo; y que pudo ser algo distinto si no fuera por lo ocurrido. Pero vas a entender, yo sólo pido un minuto de los tantos que me diste al darme tú pasión tan profunda.

Hoy estoy aquí, a sabiendas que te perdí. Reconozco y maldigo lo ocurrido, porque me dejó sin tu cariño, sin tu amor, sin tu magia. No sabes lo que he tenido que pasar, tratando de esconder mi rostro, hacer cosas inimaginables por un pedacito de esperanza.

Este tiempo ha sido un infinito, rodeada de gente inexplicable, pero los puedo entender, todo es culpa de personas incapaces de entender situaciones transcendentales para mantener la cordura.

La última vez que te vi, recuerdo tú paciencia al escucharme, pero reconozco que sentí perder mis fuerzas al saber que no me conocías lo suficiente. Sé que no entiendes mi dolor, ¿crees que lo pronunciado por mis labios es locura? Si tan solo me dejaras explicarte, que mis acciones desencadenaron en una situación poco inusual, pero mi realidad sigue viva. Después de todo solo vine a hablar por teléfono.