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Dinero y estructuras: condicionantes del rol de la mujer en la ficcin y en la realidad.

Dinero y estructuras: condicionantes del rol de la mujer en la ficcin y en la realidad. Mara Lujn Luna

Dinero y estructuras: condicionantes del rol de la mujer en la ficcin y en la realidad.Mara Lujn LunaTutorial: Lunes, 10.50 hrs. Cynthia Edul.Fecha de entrega: 05 de junio de 2014IntroduccinTodo est en contra de la probabilidad de que (la idea) salga entera e intacta de la mente del escritor. Las circunstancias materiales suelen estar en contra. Los perros ladran; la gente interrumpe; hay que ganar dinero; la salud falla. Un cuarto propio. (Pg. 71)Tanto el trabajo de Virginia Woolf, Un cuarto propio, como Madame Bovary de Gustave Flaubert ofrecen enfoques sobre la manera en la que el dinero condicionaba a la mujer. Por un lado, Virginia Woolf con el gnero de ensayo narrativo propone el anlisis de las condiciones de la mujer desde la realidad y cmo estas las afectan particularmente a la hora de escribir. Por el otro, Madame Bovary, como personaje ficticio, podra ser ledo como la forma en la que la sociedad perciba a la mujer de clase burguesa. As mismo, ambas comparten un destino trgico y fatal guiado por esta frustracin constante: el suicidio. De esta forma, este enunciado podra llevarnos a pensar: qu lazos nos ata a nosotras, las mujeres, a lo econmico? Cun fuertes son estas riendas que se mantuvieron inclumes an incluso en la ficcin? Cmo nos deslindaremos de ello si hemos sido perseguidas por ello hasta en la ficcin? Estos y otros interrogantes intentar responder en las pginas a continuacin.

Madame Bovary: riendas y condiciones del siglo XIX.Madame Bovary es una novela escrita por Gustave Flaubert, entre el ao 1856 y 1857. Inmersa en un contexto socio-poltico de gran revuelo (Revolucin Francesa e Industrial) el personaje principal, Emma Bovary, podra decirse, es el manifiesto de la frustracin causada por los impedimentos que la mujer tena en la poca.En la primera mitad del Siglo XIX, la educacin de la mujer segua siendo un espacio carente de desarrollo; se educaba para cumplir con el rol de ama de casa, sin otro propsito ms que ser la esposa de alguien. Particularmente, en la clase media-alta, donde las familias estaban dispuestas a pagar cuantiosos aranceles, la instruccin que reciban las nias no inclua ni conocimientos de economa domstica o administracin del hogar, sino que responda al patrn de ensear para cumplir el rol. La escritora Pilar Sinus de Marco en su libro El ngel del Hogar describe esta situacin como ...Una hija de un empleadose educa con hbitos de duquesa millonaria (Pgs. 39-41). As, la mujer que no tena como destino casarse con quien satisficiera sus necesidades estaba, de alguna manera, condenada a la frustracin.Entonces, es factible afirmar que la tragedia de Emma Bovary es a lo que la mujer carente de recursos del siglo XIX estaba sentenciada. Desde el comienzo, cuando se cas con Charles y se mud a Ruan, sus modismos pretensiosos comenzaron a aflorar y, rpidamente, fueron socavados por el tedio de la vida provinciana.Era demasiado empingorotada para su posicin (Pg. 42)- de esta forma es caracterizada en el texto. Como personaje, Emma refleja de forma clara el materialismo econmico, propio de la poca: el surgimiento de la clase burguesa. As, inmerso en la ilusin proveniente del realismo, en conjunto con la revolucin industrial, enfatiz la importancia de la condicin econmica como constituyente del status social. En este sentido, el investigador Germn Guilln sostiene que en la novela de Gustave Flaubert se halla una fuerte crtica hacia la sociedad burguesa y, adems, permite entrever el profundo egosmo que haba en estas clases.Precisamente, es en la literatura en donde encuentra un medio de escape que no ser ajeno a la realidad. Este espacio tambin se ve invadido e interrumpido constantemente por la marcada presencia de lo material y de los patrones sociales, como se puede ver en la siguiente cita: Emma fijaba sus deslumbrados ojos en el nombre de los desconocidos autores condes o vizcondes, casi siempre- impreso al pie de sus obras (Pg 37).Hombres con planes de vida que superaban con creces a los del sexo opuesto y, en paralelo, una mujer profunda y peligrosamente abstrada en la fantasa. Segn Marcelo Scalona, esta enajenacin produce una confusin mental centrada en tratar de participar en la mentira que lee, y modificar la verdad o realidad en que vive, llevando hacia una simbiosis realidad-fantasa. De ah que su inconformismo continuo la haya arrastrado hacia lo que ms adelante se llamara bovarismo[footnoteRef:1]. Entonces, es posible afirmar que el dinero fue la nica rienda que sujet el alma libre de Madame Bovary y, quizs tal vez, el causante de su muerte. [1: El investigador Norbert Sillamy, define este trmino como el estado de insatisfaccin que se produce cuando las aspiraciones superan a la realidad.]

Avanzando en nuestro razonamiento, Emma se comporta como si no hubiera tenido alternativa, como si su nico destino hubiera sido la infelicidad; y, en sus ltimos momentos, lo asume. As es cmo, momentos despus de tomar el arsnico, el narrador describe: Luego, sbitamente tranquilizada y casi con la serenidad del deber cumplido, se march. (pg 288). Cul era ese deber que menciona? Era acaso lo que defina la sociedad o los estereotipos de vida que ella impona?En este sentido, Germn Guilln sostiene que la obra de Gustave Flaubert resulta una innovadora manera de entender al individuo en su contexto social. Tanto Madame Bovary como Mary Beton[footnoteRef:2] son, con casi 80 aos de diferencia, vctimas de las expectativas de la sociedad; tienen en comn procesos de condena que resultan paralelos y complementarios, esto es, el estado por el cual atraviesan que continuamente les pone trabas para su plena satisfaccin. [2: Personaje ficticio de Un cuarto propio, de Virginia Woolf. ]

Las paredes como educadoras.Mujer con ideas, pero carente de palabras para decirlas. Mujer con pensamientos, pero sin espacio para escribirlos. De esta manera podra ser descripta la realidad de la mujer en el Siglo XIX, segn propone Virginia Woolf. Sin otra educacin ms que los influjos de la sala de estar, encontramos en esta poca una mujer con grandes ideas pero sin la posibilidad de acceder a herramientas que permitan explotar su potencial.Precisamente, es en la hiptesis que propone en Un cuarto propio, en donde pone de manifiesto la estricta relacin de la condicin econmica con el proceso creativo. En particular, la idea de la necesidad de tener un cuarto propio para poder dedicarse a la ficcin, bien se podra sealar, esconde un tramado mucho ms complejo. Con esto se quiere decir, como fue mencionado lneas arriba, que las interrupciones de la vida cotidiana de la mujer no slo afectaron sino que fueron el germen de las que hoy se reconocen como caractersticas propias de la narrativa femenina: el desarrollo de una literatura sensorial, cargada de emociones, as como tambin de incertidumbre.As mismo, estas restricciones se mantuvieron con el transcurrir de los aos. Incluso casi veinte aos despus de la publicacin de la obra de Virginia Woolf, el rol de la mujer segua siendo su condena. Ms an, en 1950, los ingresos familiares eran provistos al ciento por ciento por el hombre y las mximas aspiraciones que poda tener la mujer era convertirse en la ama de casa perfecta. La dependencia econmica y falta de progreso social permanecan, an despus de uno de los acontecimientos ms significativos en materia de libertades, el reconocimiento del derecho al voto de las mujeres.Salvando las distancias, la pelcula La sonrisa de la Mona Lisa, refleja esta realidad de forma muy clara. Situada en los aos 50, el personaje principal Katherine Watson[footnoteRef:3], profesora del Wesley College, una universidad slo para mujeres de reconocida tradicin conservadora, es acusada de alentar a sus alumnas a transgredir las normas sociales y a separarse de los roles para los que nacieron[footnoteRef:4] debido a que las incentivaba a que siguieran una carrera universitaria, postergando sus planes de familia. [3: Profesora del Wesley College, una universidad slo para mujeres, de reconocida tradicin conservadora. En la escena mencionada, Welson mantiene una discusin con su alumna debido a que, segn su criterio, su bajo rendimiento acadmico se encontraba debidamente justificado porque haba contrado matrimonio recientemente. La profesora, de tendencias liberales, disiente con esto. ] [4: The roles we were born to fill. La sonrisa de la Mona Lisa ]

Lo dicho hasta aqu podra suponer que, an en mbitos en los que la mujer tena un acceso mayor a herramientas como la educacin para poder liberar su mximo potencial, el tramado de lo que se encontraba determinado, el establishment social, se mantena casi tan firme como el pensamiento decimonnico. De esta forma, resulta factible afirmar que la liberacin plena de la mujer fue una construccin paulatina, en la que quienes tenan la intencin de extender sus alas, se vieron presas por una realidad condicionante.Por otra parte, las interrupciones constantes del consumismo y el materialismo constituyen otras causas por las cuales la mujer no poda dedicarse de lleno a la literatura. Tal como Virginia Woolf presenta en su ensayo, todo est en contra de la probabilidad de que (la idea) salga entera e intacta de la mente del escritor (Pg. 71); verbigracia, en el momento en que se encontraba armando su conferencia en un caf, interfiere sus pensamientos debido a la necesidad de pagar la cuenta. De manera anloga, esto se trabaja en la novela de Flaubert, en el momento en que Madame Bovary se encontraba leyendo una novela y, de repente, es interrumpida su lectura por el ruido de los coches de alquiler de las calles[footnoteRef:5]. [5: Emma, en un momento determinado, se encontraba leyendo y de repente se ve interrumpida por el lejano rumor de algn coche de alquiler retrasado que vagaba an por los bulevares (Pg. 38).]

Ms an, la analoga de la libertad intelectual vista como una tela de araa, propuesta por la autora, podra ser interpretada como una referencia a la fragilidad y a lo condicionada que se encuentra por su entorno. Indefectiblemente, la libertad pende de un hilo y ms an, la libertad de creacin de la mujer. Tal como es enunciado por Ellen Carol Jones, la independencia tanto econmica como intelectual debe establecerse antes de que cualquier mujer se dedique al arte.

Conclusin En primer lugar, es posible afirmar que tanto la obra de Gustave Flaubert como la de Virginia Woolf fueron materia de polmica en su tiempo. Con casi cien aos de diferencia, tuvieron la capacidad de poner en cuestin cules eran las estructuras de la sociedad y de qu manera afectaban al rol de la mujer. A pesar de haberse tratado de momentos histricos sumamente distintos, estos mismos cambios no afectaron de forma significativa las limitaciones en relacin con la produccin de material literario, sino que, resulta factible sostener, fueron redirigidas hacia otros espacios.Por un lado, si bien una de las diferencias ms claras es que en el siglo XX las mujeres tenan acceso a espacios antes plenamente dominados por el hombre: la educacin universitaria, el sufragio, entre otros, tanto en ste siglo como en el anterior, lo que las afect de gran manera fue la falta de dependencia econmica con respecto a los ingresos del hombre. Precisamente, esta condicin, podramos enunciar, resulta ser el origen del predominio de la literatura masculina y la falta de una tradicin femenina.Ahora bien, qu hubiera sucedido si Madame Bovary hubiese tenido acceso al abanico de opciones que gozaban los hombres? Acaso se hubiera entregado y se habra convertido en una literata? Habra recado en la prosa caracterstica de la literatura femenina? Particularmente, de haber ocurrido esto ltimo, es all donde se hubiera desvelado el carcter intrnseco de las condiciones econmicas como factor decisivo en la obra de un autor. Por ltimo, se propone una cuestin que trasciende los lmites de este trabajo: cmo nos deslindaremos de ello si hemos sido perseguidas por nuestros fantasmas hasta en la ficcin?.

Bibliografa citada Flaubert, Gustave. 2007. Madame Bovary. Colonia Suiza, Uruguay: Alfaguara S.A. Guilln, Germn. 2007. El perverso encanto de la burguesa. (Madame Bovary, 1857-2007). El Cultural. 12 de abril. Consultado: 01 de junio de 2014. http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/20223/El_perverso_encanto_de_la_burguesia_(Madame_Bovary_1857-2007) Jones, Ellen Carol. 1985. Androgynous Vision and Artistic Process in Virginia Woolfs A Room of Ones Own. En Critical Essays on Virginia Woolf, 227-239. Boston, Massachusetts: G.K. Hall & Co. La Sonrisa de la Mona Lisa (Mona Lisa Smile) [pelcula]. 2003. Dir.: Mike Newell. Revolution Studios y Shoelace Productions. Sillamy, Norbert. 1998. Dictionar de Psihologie. Bucuresti: Larousse. Woolf, Virginia. 1993. Un cuarto propio. Buenos Aires, Argentina: A-Z Editora.Bibliografa de consulta Diccionario de la Real Academia Espaola. Duby, Georges y Michelle Perrot. 1993. Historia de las mujeres. Tomo 4. El siglo XIX. Espaa: Taurus Ediciones. Parreo Arenas, Etelvina. 2011. Mujer y Educacin. Una mirada sobre la educacin femenina durante el siglo XIX. Presentado en III Congreso Virtual sobre Historia de las Mujeres. 15 al 31 de octubre del 2011. Sackville-West, Vita. 1985. New Novels. En Critical Essays on Virginia Woolf, 227-239. Boston, Massachusetts: G.K. Hall & Co. Showalter, Elaine. 1999. A Literature of Their Own. New Jersey: Princeton University Press. Vargas Llosa, Mario. 2011. La orga perpetua. Espaa: Santillana Ediciones Generales, S.L.5