mitógrafos griegos

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MITOGRAFOS GRIEGOS PALÉFATO · HERÁCLITO ANÓNIMO VATICANO ERATÓSTENES · CORNUTO INTRODUCCIÓN, TRADUCCIÓN Y NOTAS DE JOSÉ B. TORRES GUERRA EDITORIAL GREDOS

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  • MITOGRAFOS GRIEGOS

    PALFATO HERCLITO ANNIMO VATICANO

    ERATSTENES CORNUTO

    INTRODUCCIN, TRADUCCIN Y NOTAS DE

    J O S B . T O R R E S G U E R R A

    ED ITO RIA L GREDOS

  • BIBLIOTECA CLSICA GREDOS, 376

    ArmauirumqueNuevo sello

  • Asesor para la seccin griega: C a r l o s G a r c a G u a l .

    Segn las normas de la B .C .G ., la traduccin de este volumen ha sido revisada por Ju a n M a n u e l G u z m n H e r m id a .

    EDITORIAL GREDOS, S. A. U., 2009Lpez de Hoyos, 141, 28002 Madrid. www.rbalibros.com

    La traduccin de Comuto incluida en este volumen ha sido preparada en el marco del proyecto de investigacin HUM 2007 - 60515 (Graecia capta. El influjo de la literatura latina en la cultura y literatura de Grecia, ), del M inisterio de Educacin y Ciencia de Espaa.

    Depsito legal: M. 7.057-2009.

    ISBN: 978-84-249-3590-0.Impreso en Espaa. Printed in Spain. Impreso en Top Printer Plus.

  • NOTA PREVIA

    Los cinco escritos que se recogen aqu conforman una unidad (pese a su diversidad aparente) por cuanto ilustran de forma impecable tres de las formas en que los griegos de la Antigedad practicaron la mitografa. Los tres primeros opsculos (las Historias increbles de Palfato, Herclito y el Annimo Vaticano) son bsicamente representativos de la exgesis racionalista del mito. Con la obra de Eratstenes (Catasterismos) volvemos, del tiempo impreciso del Annimo, a la poca helenstica, momento en que se debi de componer esta suerte de astronoma mitolgica en la que se narran las conversiones en estrellas de personajes famosos del mito. Por su paite, el Repaso de las tradiciones teolgicas de los griegos de Aneo Cornuto (obra que se traduce aqu por vez primera al castellano) ejemplifica la corriente alegrica de anlisis del mito.

  • LISTA DE ABREVIATURAS

    ANRW

    DGE

    DNP

    FGrHist

    LSJ

    RE

    SVF

    Haase W., Temporini, H. (eds.), Aufstieg und Niedergang der rmischen Welt, Berlin, Gruy- ter, 1972-F. R. Adrados, E. Gangutia (eds.), Diccionario griego espaol, Madrid, C.S.I.C., 1980- H. Cancik, H. Schneider (eds.), Der neue Pauly: Enzyklopdie der Antike, Stuttgart, Metzler, 1998-2003.F. Jacoby (ed.), Die Fragmente der griechischen Historiker, Leiden, Brill, 1954-H. G. Liddell, R. Scott, H. Stuart Jones, A Greek- English Lexicon, Oxford, Clarendon Press, 19409 (con suplemento: E. A. Barber [ed.], 1968; suplemento revisado: P. G. W. Glare [ed.], 1995).G. Wissowa et alii (eds.), Paulys Realencyclo- pdie der classischen Altertumswissenschaft, Stuttgart, Metzler-Mller, 1893-1978.J. von Arnim (ed.), Stoicorum veterum fragmenta, Stuttgart, Teubner, 1964 (= 1905-1924).

  • PALFATO

    HISTORIAS INCREBLES

  • INTRODUCCIN

    1. E L A U T O R

    Palfato (Palaphatos) es, segn los cdices, el nombre del autor del compendio de Historias increbles (Perl apistn) que aqu traducimos. Este nombre parlante (Palaphatos significa el que habla de cosas antiguas) se le asigna en el lxico de la Suda (IV 8-9 Adler) a cuatro individuos diferentes. Descontando el primero, un pico ateniense1, es bastante verosmil (aunque no seguro) que los otros tres, autores de obras historiogrficas y sobre mitologa, sean realmente la misma persona2. Este grammatiks (la denominacin se la aplica la Suda al cuarto Palfato) poda proceder de Priene, Paros, de Abidos o quiz de Atenas3. Si Palfato fue conocido de Aristteles, segn se puede colegir de Elio Ten, debi de vivir en la segunda mitad del siglo cuarto a. C.4

    1 Cf. N. F e st a (ed.), Mythographi Graeci. III. 2, Leipzig, Teubner, 1902, pgs. XLIII-XLV.

    2 sta es la hiptesis de F e s t a , op. cit., pgs. XXXIII-XXXVIII. En la poca, J. Sc h r a d e r (Palaephatea, Berln, Heinrich, 1893, pgs. 41 ss.) era contrario a tal hiptesis.

    3 Segn la Suda, el segundo Palfato era oriundo de Paros o Priene (hay un problema textual: cf. F esta , op. cit., pg. XXXIV); segn este mismo lxico, el tercero proceda de Abidos y el cuarto de Atenas.

    4 Cf. E lio T en, Progymnsmata II 96, 4 s. Spengel. Que el nombre parlante de Palfato le fuese aplicado por el Estagirita a este personaje en razn

  • 14 MITGRAFOS GRIEGOS

    2. LAS HISTORIAS INCREBLES DE PALFATO

    Y SU MTODO DE APROXIMACIN AL MITO

    La obra de Palfato conservada a travs de los cdices5 se conoce por el nombre de Historias increbles. Lo que ha llegado hasta nosotros es una coleccin de cincuenta y dos relatos breves de los que los siete ltimos (46-52), distintos por sus contenidos, estilo y estructura6, son un aadido posterior. Ahora bien, el problema capital de este corpus estriba en que no sabemos de cuntos libros constaba la obra original de Palfato y qu es lo que nosotros poseemos: un solo libro de un conjunto mayor, un eptome de toda la obra o un eptome de un solo libro. Todas estas hiptesis han sido planteadas en relacin con las Historias increbles a paitii de los datos que nos ofrecen la Suda y otros autores antiguos como Ten, Probo o Eusebio de Cesarea7. Ntese que la idoneidad de textos como el de Palfato para su uso en la escuela pudo conducir a la elaboracin de eptomes diversos del texto original, que quiz confluyeron al fin, en fecha incierta8, en la coleccin definitiva que ha pervivi

    de sus intereses intelectuales es una conjetura que se ha formulado (cf. p. ej. M. Sa n z (trad.), M itgrafos griegos, Madrid, Akal, 2002, pg. 197) a partir de la historia anloga que transmite D io g e n e s L a e r c io (V 38) en relacin con Teofrasto (Thephrastos, que se explica de forma divina).

    5 Poseemos asimismo fragmentos de las obras historiogrficas que la Suda les atribuye al tercer y al cuarto Palfato (Ciprias, Dlicas, ticas, Troya as: cf.F G rH ist 44).

    6 Cf. n. 90. Los nmeros 46-52 slo aparecen en una parte de los manuscritos (en la familia A).

    7 Cf. lo que indican A. v o n B l u m e n t h a l , Palaiphatos [4], RE XVIII.2 (1942), cois. 2451-2455 (cf. col. 2454); J. S t e r n , Palaephatus. On Unbelievable Tales, Wauconda, Bolchazy-Carducci, 1996 (cf. pgs. 4-6); S a n z , op. cit., pgs. 197-198.

    8 Cf. F e st a , op. cit., pgs. X V in y LI.

  • PALFATO 15

    do. Aclarar qu queda en el conjunto de la obra primigenia no es tarea fcil; con todo, algo se puede avanzar en este sentido.

    Del plan original de la obra procede posiblemente la estructura tpica seguida dentro de cada historia. En los cuarenta y cinco primeros captulos lo habitual es que cada seccin se inicie con una narracin sucinta del mito que va a ser discutido. A continuacin se presenta una breve crtica en la que se sintetizan los motivos por los que el mito tradicional atenta contra la razn. Alguna expresin tpica (la verdad es la siguiente, la verdad es sta...) sirve de transicin a una segunda narracin del mito en la que se ofrece una versin depurada de la que el autor ha eliminado los aspectos inverosmiles. Finalmente el captulo concluye con otra frase hecha del tipo de esto es lo que sucedi y lo dems es mito. Es de suponer asimismo que no se deben atribuir a un refundidor sino al autor los comentarios irnicos que afloran ocasionalmente en el texto9. En cambio es ms discutible que los principios asociativos mnimos que se detectan en la composicin del conjunto hayan de proceder del texto de Palfato. P. ej., los captulos 3-5 desarrollan leyendas tebanas10. Es perfectamente posible que este tipo de asociaciones entre historias hayan sido establecidas a posteriori por los compiladores.

    Es importante observar que la obra viene precedida de un prlogo de importancia conceptual. En l indica Palfato cul es el propsito de su texto: analizar las historias increbles de la tradicin para mostrar que los acontecimientos narrados en ellas sucedieron realmente, pero de forma natural y no de la manera fantasiosa que proclama el mito. Con el fin de desenmascarar los errores que contiene la leyenda, Palfato recurre a tees

    9 P. ej., en el captulo 30 se pregunta Palfato si en tiempos de Eetes las pieles eran tan escasas y preciosas com o para que un rey aceptase un vellocino a cambio de la mano de su hija.

    10 Espartos, La Esfinge cadmea, El zorro del Teumeso.

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    tipos de explicaciones bsicas": la verdad histrica ha sido alterada por un error verbal, por un error de percepcin o por un error en la narracin de un hecho. Del primer caso se puede poner como ejemplo la historia de las yeguas de Diomedes (7), por criar a las cuales consumi su amo todos los bienes: de ah que se dijera que estos animales devoraban a los hombres. En cambio, se ha de explicar por un error de percepcin lo que se relata sobre Atalanta y Milanin (13): los dos jvenes entraron en una cueva donde acab con ellos una pareja de leones; como de la cueva no salieron ya dos jvenes sino un len y una leona se entendi que aqullos se haban transformado en estas fieras. El error en la narracin de un hecho puede hacer tambin que nazca el mito, segn sucedi con el caballo de madera (16); segn Palfato, el espacio hueco en el que se hallaban emboscados los argivos no era el caballo que stos abandonaron a las puertas de Troya sino una hondonada prxima a la ciudad.

    Llegados a este punto hemos de preguntamos por las relaciones que mantiene Palfato con otras comentes antiguas de interpretacin del mito. Ms que con el alegorismo parece que a Palfato se lo ha de relacionar con la otra gran corriente antigua de exgesis mtica, la histrico-racionalista12. El mximo representante de esta corriente en la Antigedad es, ciertamente, Evmero (siglos iv-m a.C.)13. No obstante, este tipo de ex-

    11 Cf. M. Sa n z , Palfato y la interpretacin racionalista del mito: caractersticas y antecedentes, Anuario de estudios filolgicos (Univ. Extremadura)22 (1999), 412-415. Son distintos los planteamientos de E. R o q u e t , (ed.), Pa- lefat. H istories increbles, Barcelona, Fundaci Bemat Metge, 1976, pgs. 34- 38, y de S t e r n , op. cit., pg. 18.

    12 Cf. W. N e s t l e , Vom M ythos zum Logos, 2 ed., Stuttgart, Kroner, 1942, pgs. 148-152; G. F. O s m u n , Palaephatus. Pragmatic Mythographer, Class. Journ. 52 (1956), 131-137; Sa n z , art. cit.

    13 Cf. V. D o m n g u e z G a r c a , L o s dioses de la ruta del incienso: u n estudio sobre Evmero de Mesene, Oviedo, Univ. de Oviedo, 1994.

  • PALFATO 17

    gesis ya vena siendo practicada por autores como Hecateo (siglo vi a.C.) o Herdoto (siglo v a.C.)14 Palfato parece escribir en la misma lnea de stos cuando procura salvaguardar la veracidad del mito eliminando de l todo rasgo contrario a la razn. El aspecto que singulariza a Palfato se halla en el hecho de que nuestro autor no intenta desmitologizar a los dioses como Evmero sino que los salvaguarda en tanto que nunca los convierte en protagonistas de sus historias increbles15: en la medida en que no habla de ellos no se ve obligado a reconocer que sus figuras no se adecan a nuestra experiencia de la realidad. Palfato parece cumplir de esta forma con su objetivo aunque sea al precio de escribir historias que, si no increbles, s pueden resultarnos al menos un tanto simplistas16.

    3. EDICIONES DEL TEXTO Y TRADUCCIONES

    La propia sencillez del texto de Palfato da cuenta de su xito relativo en la tradicin. Que las Historias increbles se hayan convertido en lectura escolar explica, por ejemplo, el nmero de manuscritos conservados (ms de treinta)17, que adems transmiten la obra en dos recensiones diferentes. La primera

    14 Cf. A. M om iglian o , II razionalismo di Ecateo di Mileto, en Terzo contributo alia storia degli studi classici e del mondo antico, vol. 1, Roma, Storia e Letteratura, 1966, pgs. 323-331; D. L a te in er , The Historical M ethod o f Herodotus, Toronto-Bfalo-Londres, Univ. de Toronto, 1989.

    15 N o los hace protagonistas de las historias recogidas en los captulos 1-45: la situacin en 46-52 (captulos espurios) es diferente.

    16 H. J. R o s e (A Handbook o f G reek Mythology, Londres, Methuen, 1958, pg. 5) tildaba de nonsense el racionalismo del texto. A la vez no se ha de pasar por alto el hecho de que la obra trasluce la impronta del Perpato; cf. F e s t a , op. cit., pgs. XXXVI-XXXVH, y S a n z , op. cit., pgs. 196-197,210-213.

    11 Cf. F e s t a , op. cit., pgs. V-VIII.

  • 18 MITGRAFOS GRIEGOS

    edicin del texto griego fue la Aldina (Venecia, 1505), a la que vino a sumarse en el mismo siglo xvi la de Fasianino (Basilea, 1543), acompaada de traduccin latina. En los siglos siguientes aparecieron al menos otras seis ediciones de Palfato, hasta que en 1843 se public la preparada por Westermann18. Para acceder hoy al Perl apstn en su lengua original debemos seguir acudiendo a la edicin crtica de N. Festa (1902), quien escogi editar el texto de una de las recensiones (la de las familias B y S), acompandolo de un doble aparato crtico en el que tambin recoga las lecturas de las familias A y E. En nuestro pas se public en 1976 la edicin de E. Roquet, cuyo texto reproduce bsicamente el de Festa. J. Stern (1996) sigue un proceder similar en su edicin bilinge comentada (griego-ingls), as como A. Santoni (2000: texto en griego e italiano) y K. Broder- sen (2002: texto griego y alemn). La primera traduccin de Palfato publicada en Espaa es la versin catalana de E. Roquet. Posteriormente se ha editado la traduccin al castellano de M. Sanz (2002)19. Con respecto a nuestra propia versin comentaremos que seguimos el texto griego de Festa, del que slo nos apartamos en el lugar que se indica ms adelante; no obstante, mantenemos en la traduccin los ttulos de los cincuenta y dos captulos, que Festa edita entre corchetes.

    18 Para datos sobre estas ediciones cf. S t e r n , op. cit., pgs. 6 y 164.19 Las referencias completas de los trabajos de Roquet, Stem, Santoni, Bro-

    dersen y Sanz pueden consultarse seguidamente en el apartado bibliogrfico.

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    PALFATO 19

    4. BIBLIOGRAFA

    4.1. Ediciones

    N. F e s t a (ed.), Mythographi Graeci. IU. 2. Palaephati Peri apistn. Heracliti qui fertur libellus peri apistn. Excerpta Vaticana ( vulgo anonymus De incredibilibus), Leipzig, Teubner, 1902.

    E. R o q u e t (ed.), Palefat. Histories increbles. Text revisat i traduc- ci, Barcelona, Fundado Bernat Metge, 1976.

    4.2. Traducciones y comentarios

    K. B r o d e r s e n , Die Wahrheit ber die griechischen Mythen. Palai- phatos Unglaubliche Geschichten, Stuttgart, Reclam, 2002.

    S a n t o n i , Storie incredibili, Pisa, E T S, 2000.S a n z , Mitgrafos griegos. Eratstenes, Portento, Antonino Liberal, Palfato, Herclito, Annimo Vaticano, Madrid, Akal, 2002.

    J. S t e r n , Palaephatus. On Unbelievable Tales = Peri apistn. Translation, Introduction and Commentary, Wauconda (111.), Bolchazy- Carducci, 1996.

    4.3. Estudios

    A. v o n B l u m e n t h a l , Palaiphatos [4], RE XVIII.2 (1942), cols. 2451-2455.

    G. F. OsMUN, Palaephatus. Pragmatic Mythographer, Class. Jotirn.52(1956), 131-137.

    M. S a n z , Palfato y la inteipretacin racionalista del mito: caractersticas y antecedentes, Anuario de estudios filolgicos (Univ. Extremadura) 22 (1999), 403-424.

    J. S c h r a d e r , Palaephatea, Berln, Heinrich, 1893.

  • 20 MITGRAFOS GRIEGOS

    DIVERGENCIAS ENTRE EL TEXTO EDITADO

    POR FEST A (1902) Y EL NUESTRO

    3 ,9 6: (Sanz)

  • HISTORIAS INCREBLES

    Esto es lo que yo he escrito acerca de las historias increbles. Pues la gente ms crdula hace caso de todo lo que se cuenta, en tanto que personas sin trato con la sabidura ni la ciencia. En cambio, los de naturaleza ms sutil y mente inquieta dudan por completo de que haya sucedido nada de ello. A m me parece que todo lo que se cuenta sucedi (pues no surgieron por s solos los nombres, sin que hubiese ninguna de las historias en que aparecen; antes bien, primero fue el acontecimiento y luego la historia acerca de ello); pero, todas las figuras y formas que se dice que existieron antao y que ahora no las hay, tales cosas no pudieron darse. Es que, si algo existi alguna vez y en otro tiempo, tambin ahora existe y volver a ser1. Yo siempre alabo a los escritores Meliso y Lamisco el de Samos, que dicen: Lo que surgi en un principio existe y seguir existiendo2. Algunas de las cosas que sucedieron, los poetas y loggrafos las

    1 La frase recoge una idea central en el mtodo de Palfato. Cf. G. F. Os- MUN, art. cit., pg. 136.

    2 M eliso de Samos (siglo v a. C.) fue discpulo de Parmnides y uno de los ltimos representantes de la escuela eletica; la cita de M e l is o (30 B 11 D.-K.) propuesta por Palfato expresa bien el pensamiento de este autor. En cambio, no sabemos de ningn Lamisco de Samos, aunque s se conoce a un individuo de este nombre vinculado a los ambientes pitagricos de la Magna Grecia; lo ms probable es que la indicacin de Samos, correcta en el caso de M eliso, se haya extendido a Lamisco por error.

  • 22 MITGRAFOS GRIEGOS

    transformaron buscando el lado increble y asombroso, por sorprender a la gente. Pero yo s que tales cosas no pueden ser tal como se cuentan; aunque tambin hago la distincin de que, si no hubieran sucedido, tampoco se contaran. Y, recorriendo muchsimos pases, averig de los mayores qu haban odo acerca de cada uno de los relatos y, lo que averig gracias a ellos, eso es lo que pongo por escrito. Tambin vi personalmente cul es la apariencia de cada uno de los pases; y he puesto por escrito esto no segn lo que se contaba sino tras hacer yo mismo mis exploraciones e indagar.

    1. , Centauros

    Acerca de los centauros dicen que eran animales que tenan aspecto completo de caballo salvo por la cabeza, que la tenan de varn.

    Y, por si alguno se cree que pueda existir un animal de estas caractersticas: es imposible. Es que ni hay nada concorde en las naturalezas de caballo y varn, ni la alimentacin es la misma, ni es posible que pase por la boca y la faringe de un hombre la alimentacin de un caballo. Y, de haberse dado en tiempos tal ser, tambin ahora existira. La verdad es la siguiente.

    Cuando Ixin era rey de Tesalia, se hizo a la vida salvaje en el monte Pelio una manada de toros, los cuales hacan tambin intransitables los restantes montes, pues los toros bajaban a las zonas habitadas, asolaban los rboles y sus frutos y llegaban a matar a las bestias de labor. As pues, Ixin proclam que, si alguien acababa con los toros, le dara muchas riquezas. Unos jvenes del somontano, de una aldea llamada Nube3, tuvieron

    3 Segn el mito, Ixin, rey de los lapitas, quiso forzar a Hera. Zeus puso en su lugar una nube que qued embarazada de Ixin; como resultado de ello na

  • PALFATO 23

    la idea de adiestrar caballos como montura (la gente de antes no saba ir a caballo, sino que slo empleaban carros). As que montaban y guiaban a sus corceles hasta el lugar en que estaban los toros, caan sobre la manada y la acribillaban con sus armas. Y los jvenes, cuando se vean perseguidos por los toros, huan, pues los caballos eran ms veloces; pero, cuando los toros se paraban, volvan grupas y los asaeteaban de nuevo. De esta manera los mataron y en razn de ello recibieron el nombre de centauros, porque haban acribillado a los toros4 (que no se les llama as por tener aspecto de toros, pues los centauros no tienen nada caracterstico de los toros, sino que su aspecto es de caballo y de varn: por tanto, recibieron el nombre por su hazaa).

    Y, tras recibir los centauros las riquezas prometidas de parte de Ixin, como se vanagloriaban de su gesta y su riqueza, se volvieron insoportables y cometieron muchas maldades, incluso contra el propio Ixin, quien habitaba la ciudad que ahora se llama Larisa5 (en aquel entonces, los moradores de ese territorio se llamaban lapitas). Al invitarlos una vez a un banquete, ya borrachos raptaron a las mujeres de aqullos y, tras hacerlas montar en los caballos, emprendieron la huida hacia su tierra. Tomndola como base de operaciones, les hacan la guerra y, descendiendo durante la noche a la llanura, preparaban emboscadas y, cuando se haca de da, despus de saquear e incendiar

    cieron los centauros. En la peculiar versin de Palfato, los centauros no nacen de una nube sino que proceden de una aldea llamada Nube.

    4 Segn Palfato, el nombre de los centauros (Kntauroi) procede de asaetear (kent-) los toros (taroi); el verbo que traducimos como acribillar es el compuesto katakentnnymi.

    5 Larisa, ciudad de Tesalia, pasaba por ser la patria de Ixin. Los lapitas, a los que se menciona seguidamente, invitaron a los centauros a la boda de Pi- rtoo e Hipodama, en el curso de la cual se produjo el enfrentamiento entre la- pitas y centauros del que habla ya H o m e r o (Odisea X X I295-304).

  • 24 MITGRAFOS GRIEGOS

    volvan a la carrera a los montes. Al irse ellos as, los que los vean de lejos slo distinguan por detrs la grupa del caballo, pero no su cabeza, y de los hombres el resto del cuerpo, pero no las piernas. As pues, como vean una visin extraa, decan: Los centauros, los de Nube, nos avasallan.

    Esta imagen y este dicho hicieron que se formara el mito, indigno de crdito, segn el cual en el monte fue engendrado, a partir de una nube, un ser que era a la vez caballo y varn6.

    2. Pasfae

    Acerca de Pasfae se cuenta la historia de que se enamor de un toro que estaba pastando, y que Ddalo cre una vaca de madera y meti a Pasfae dentro de ella, y que de esta forma el toro la mont y se uni con la mujer, sta concibi y dio a luz a un hijo con cuerpo de hombre y cabeza de res.

    Yo afirmo que esto no ocurri. Es que, en primer lugar, es imposible que un animal sienta pasin por otro que no tenga un aparato genital conforme al suyo, pues no puede ser que un perro y un mono, un lobo y una hiena, se unan los unos con los otros, ni un antlope con un ciervo (es que son de especies distintas); y, si se unieran los unos con los otros, no engendraran.Y un toro no me parece a m, lo primero, que se uniera con una vaca de madera, pues todos los cuadrpedos huelen el aparato genital del otro antes de la unin, y entonces lo montan; y, adems, la mujer no habra soportado que un toro la cubriera, y tampoco puede gestar un feto provisto de cuernos. La verdad es la siguiente.

    6 D esde segn e l cual... la frase es considerada interpolacin por M. S a n z (Cuatro notas al texto de Palfato, en J. de la Villa et alii (eds.), Quid ultra faciam ?, Madrid, Univ. Autnoma, 1994, pgs. 193-197).

  • PALFATO 25

    Dicen que Minos, que padeca de sus partes, fue curado por Prcride, la nieta de Pandin, a cambio del cachorro de perro y la jabalina Cfalo7. Por esta poca haca compaa a Minos un joven de gran belleza llamado Toro8. Pasfae se enamor de ste, lo convenci para que se acostaran juntos y engendr de l un hijo. Minos ech cuentas sobre el momento de la afeccin de sus partes, comprendi que no era posible que el nio fuera suyo porque no se haban acostado juntos e, indagando con precisin, cay en la cuenta de que la criatura era de Toro. As pues, al nio no le pareci oportuno matarlo porque pasaba por ser hermano de sus hijos; en su lugar lo envi a la montaa para que, cuando creciera, fuese su suerte ser criado de los pastores. Pero ste, al hacerse un hombre, no haca caso de los vaqueros. Enterado de ello Minos, dio orden de que acudiese a su presencia en la ciudad y de que lo apresaran; y, si segua por propia voluntad a sus captores, que viniera suelto y, si no, atado. El joven, al enterarse, se retir a las montaas, donde viva de asaltar ganados. Cuando Minos envi un contingente ms numeroso para capturarlo, el joven hizo un agujero profundo y se encerr en l. En el resto del tiempo que estuvo all sobreviva alimentndose de las ovejas y cabras que le echaban; pero, cuando Minos quera vengarse de un hombre, se lo enviaba a ste, que permaneca encerrado en su habitculo, y as lo ejecutaba. Tambin a Teseo, un hombre belicoso al

    7 Segn A n t o n in o L ib e r a l (41), el problema de Minos consista en que, al eyacular, expulsaba serpientes y escorpiones. Prcride, la primera esposa mortal de Cfalo, obtuvo de Minos (o de rtemis) la jabalina y el perro que regal despus a su marido. Hemos rellenado la laguna identificada en este lugar por la edicin de F e st a (op. cit.) de conformidad con el contenido del mito.

    8 En el captulo 15 Palfato propondr una racionalizacin similar para explicar el rapto de Europa, quien segn l no fue arrebatada por un toro sino por un hombre llamado Toro.

  • 26 MITGRAFOS GRIEGOS

    que haba capturado, lo llev Minos hasta aquel lugar para que muriera. Pero Ariadna haba introducido de antemano en el tabuco una espada, con la que Teseo mat al Minotauro ***9.

    Este fue el suceso que ocurri, y luego los poetas transformaron el relato en mito.

    3. Espartos10

    Una antigua historia dice que Cadmo mat una serpiente11, que recogi sus dientes y los sembr en su pas; luego brotaron hombres con armas.

    Pero, si esto fuera cierto, ningn hombre sembrara otra cosa que no fueran dientes de serpiente; y, si no brotaran en otra tierra, por lo menos se sembraran en aquella tierra en la que ya antes hubieran brotado. As pues, la verdad es sta.

    Cadmo, un varn de origen fenicio, lleg a Tebas despus de haberle disputado la dignidad real a su hermano Fnix12. Era entonces rey de Tebas Draconte, hijo de Ares, quien posea, entre otras muchas pertenencias propias de un rey, tambin colmillos de elefante. Cadmo lo mat y se convirti en rey. Los amigos de Draconte le hacan la guerra, mientras que sus hijos

    9 El editor del texto identifica una laguna en este lugar.10 Los Espartos (Spartoi) son, literalmente, los (hombres) sembrados,

    o bien (cf. infra) diseminados.11 En griego, drkon, de donde procede en castellano dragn y el nom

    bre del rey de Tebas que aparece seguidamente en el relato, Draconte. La serpiente que Cadmo mat era hija de Ares segn el mito, como tambin es hijo de este dios Draconte en la racionalizacin de Palfato.

    12 Fnix, epnimo de los fenicios, es pariente de Cadmo segn el mito (aunque no necesariamente su hermano como en Palfato). De un enfrentamiento entre Fnix y Cadmo no se habla en ningn otro lugar de la literatura griega.

  • PALFATO 27

    se pusieron al lado de Cadmo. As pues, los amigos de Draconte, al quedar perdedores en el combate, se apoderaron de las riquezas de Cadmo y de los colmillos de elefante, que estaban depositados en el templo, y escaparon, huyendo cada cual a su patria; pero otros se diseminaron por diversos sitios, y unos se fueron al tica, otros al Peloponeso, la Fcide y Lcride. De all partan para hacer la guerra contra los tebanos, y eran unos guerreros terribles, que tenan su misma lengua y conocan el terreno. Y, como huyeron tras apoderarse de los colmillos, los ciudadanos de Tebas decan esto: stas son las calamidades que nos ha causado Cadmo al matar a Draconte! Que, gracias a los colmillos de aqul, han surgido muchos hombres de valor que, diseminados, combaten contra nosotros.

    Este suceso es lo que ocurri en realidad y luego se form el mito.

    4. La Esfinge cadmea

    De la Esfinge cadmea13 se dice que era una fiera con cuerpo de perro, cabeza y rostro de muchacha, alas de pjaro y voz humana. Se sentaba sobre el monte Ficio14 y le propona un enigma a cada natural de la ciudad; al que vea que no era capaz de resolverlo lo mataba. Cuando Edipo resolvi el enigma la Esfinge se mat tirndose de lo alto.

    13 Cadmea, tebana, en funcin de que Cadmo pasaba por ser el fundador de la ciudad de Tebas. Ntese que en el mito la Esfinge posee habitualmente cuerpo de len, no de perro. La sustitucin del len por el perro est condicionada por la racionalizacin posterior: es ms verosmil que Cadmo tenga en casa un perro y no un len.

    14 En H e so d o (Teogonia 326) la Esfinge recibe el nombre de Phx, de donde deriva Phkion oros, monte de la Esfinge.

  • 28 MITGRAFOS GRIEGOS

    La historia no es digna de crdito y es inverosmil. Pues no puede haber existido tal engendro, es una chiquillada lo de que quienes no podan resolver los enigmas eran devorados por ella, y es adems una simpleza lo de que los cadmeos no disparasen sus flechas contra la fiera, sino que se resignaban a ver devorados a sus conciudadanos como si fueran enemigos. La verdad es la siguiente.

    Cadmo, quien tena por esposa a una amazona llamada Esfinge, lleg a Tebas, y tras matar a Draconte se qued con su fortuna15 y su reino, as como (ms tarde) con la hermana de Draconte, que se llamaba Harmona. Al enterarse Esfinge de que Cadmo se haba casado con otra convenci a muchos de los ciudadanos para que abandonaran con ella la ciudad; as pues, tras apoderarse de la mayor parte del dinero y coger un perro velocsimo con el que haba llegado Cadmo, se march con todo ello al monte llamado Ficio, y desde all le haca la guerra a Cadmo. Tenda emboscadas en el momento adecuado y mataba a los que iba atrapando. Los cadmeos a la emboscada la llaman enigma. As pues, los ciudadanos andaban constantemente diciendo: Esfinge, la muy cruel, se pone en emboscada y nos atrapa mientras contina sentada sobre su monte. Nadie es capaz de descubrir el enigma y es imposible pelear a cara descubierta, pues no corre, sino que vuela, y es a un tiempo perro y mujer: as es de veloz. Cadmo pregon que, a quien matara a Esfinge, le dara riquezas en abundancia. As pues, lleg Edipo, un corintio experto en lances militares que tena un caballo muy veloz; tras distribuir por grupos a los cadmeos, sali de noche, le tendi una trampa, descubri el enigma (o sea, la emboscada) y mat a Esfinge.

    Esto es lo que sucedi y lo dems es mito.

    15 Si se qued con su fortuna hay una contradiccin con lo dicho en el captulo previo sobre el destino de los colm illos de elefante.

  • PALFATO 29

    5. El zorro del Teumeso

    Acerca del zorro del Teumeso16 dicen que atrapaba a los cadmeos y los devoraba.

    Pero es una simpleza, pues no existe ninguna bestia terrestre capaz de atrapar a un hombre y arrastrarlo y, por otra parte, el zorro es un animal pequeo y sin fuerza. Lo que sucedi fue algo del tipo siguiente.

    A un tebano, un varn de calidad, lo llamaban Zorro, o sea, sagaz, pues aventajaba a todos los hombres en inteligencia. El rey, temiendo que conspirara contra l, lo expuls de la ciudad. Pero el otro, juntando un ejrcito numeroso y sumando a otros como mercenarios, ocup la colina llamada Teumeso. Tomndola como base de operaciones asediaba a los tebanos, los cuales decan: El Zorro cae sobre nosotros y luego se retira. Pero he aqu que llega un varn llamado Cfalo17, oriundo de Atenas, quien traa un gran ejrcito para proteger a los tebanos. ste mat al Zorro y ech a sus tropas del Teumeso.

    Sucedido lo cual, empez a contarse aquel mito.

    6. Acten

    Dicen que Acten fue devorado por sus perras.Pero esto es falso, pues una perra quiere sobre todo a su amo

    y criador, y especialmente porque las perras de caza menean el

    16 Monte de Beocia, situado en las proximidades de Tebas. La leyenda del zorro del Teumeso, al que no poda capturar ningn animal, aparece ya en un fragmento dudoso de los Epgonos de poca arcaica (fr. 5 Bernab).

    11 ste es el mismo Cfalo del que ya haba hablado P a l f a t o (2). El perro, regalo de su esposa Prcride, cobraba todas las presas menos este zorro inalcanzable. Segn E r a t s t e n e s (33), Zeus resolvi la apora petrificando al zorro y catasterizando (transformando en astro) al perro.

  • 30 MITGRAFOS GRIEGOS

    rabo delante de todos los hombres. Algunos aseguran que rtemis18 al que las perras mataron. Yo estoy de acuerdo en que rtemis puede hacer lo que quiera. Pero no es cierto lo de que un hombre se convierta en ciervo o un ciervo en hombre; estos mitos los compusieron los poetas para que su auditorio no se enojase con la divinidad. La verdad es sta.

    Acten era un hombre de Arcadia, aficionado a la caza, que andaba siempre criando muchas perras y cazando en los montes, con lo que se desentenda de sus asuntos. Los hombres de entonces vivan de su propio trabajo y no tenan criados , y el ms rico era aquel que Clabraba sus propios campos y> ms se aplicaba a la faena. As pues, Acten, al despreocuparse de los asuntos de su hacienda y preferir la caza, arruin sus medios de vida. Cuando ya no le quedaba nada, deca la gente: Infeliz Acten, que lo devoraron sus propias perras!; tambin ahora, si es que alguno cae en la desgracia por mantener rameras, solemos decir: las rameras lo devoraron.

    Algo de este tipo es tambin lo que ocurri con Acten.

    18 La versin ms habitual del mito de Acten (cf. P s .-A p o l o d o k o 4 ,4 ) dice que este hroe cazador fue objeto de la venganza de la diosa de la caza, rtemis, a quien haba visto desnuda de manera involuntaria. La diosa castig al transgresor de la forma que narra a continuacin Palfato. Ntese que el mi- tgrafo evita pronunciarse sobre si la diosa fue o no agente de la transformacin: al obviar el dato, elude tambin racionalizar a los dioses como causa de metamorfosis; procede de la misma forma en 13-15,42.

  • PALFATO 31

    7. Las yeguas de Diomedes19

    Acerca de las yeguas de Diomedes dicen que coman carne de hombres, cosa risible, pues este animal disfruta ms con el pasto o la cebada que con la carne humana. La verdad es sta.

    Los hombres de antao vivan de su propio trabajo y as obtenan el alimento y los bienes, gracias al trabajo de la tierra. Pero a uno se le ocurri criar caballos y se complaca hasta tal punto en ellos que perdi sus bienes, pues lo vendi todo y lo gast en criarlos. As pues, sus amigos llamaron a estos caballos antropfagos20.

    Sucedido lo cual, se extendi el mito.

    8. Nobe21

    Dicen que Nobe se convirti de mujer viva en piedra sobre la tumba de sus hijos.

    El que se crea que un hombre se convierte en piedra o una piedra en hombre es un simple. La verdad es sta.

    Al morir los hijos de Nobe, alguien hizo una imagen en piedra de ella y la coloc sobre la tumba . As pues, los que pasaban al lado decan: En piedra est Nobe sobre la

    19 Este Diomedes no es el hroe del ciclo troyano sino el rey de Tracia cuyas yeguas carnvoras hubo de capturar Heracles como uno ms de sus doce trabajos.

    20 Obsrvese la similitud con el relato previo sobre la suerte de Acten.21 Nobe se jact de su numerosa progenie, mucho ms abundante que la de

    Leto. Los hijos de sta, Apolo y rtemis, vengaron la afrenta matando a todos los vstagos de Nobe. Los dioses, compadecidos de su dolor, la transformaron en piedra.

  • 32 M ITGRAFOS GRIEGOS

    tumba: nosotros la hemos visto. As tambin se dice ahora: estaba sentado junto al Heracles de bronce, o estaba junto al Hermes pario22.

    Esto es lo que significaba aquello, no que Nobe misma se convirtiera en piedra.

    9. Linceo

    Se dice que Linceo vea hasta lo que estaba bajo tierra23.Esto es falso y la verdad es la siguiente.Linceo fue el primero que obtuvo, practicando la minera,

    bronce, plata y dems metales. Para las excavaciones llevaba bajo tierra antorchas, que dejaba en el lugar, mientras l sacaba a la superficie sacos con el bronce y el hierro. As pues, la gente deca: Linceo ve hasta lo que est bajo tierra, y adems se mete en su interior para sacar plata a la superficie.

    10. Ceneo

    Dicen que Ceneo era invulnerable24.Pero, quien suponga que hay alguien que, siendo hombre, no

    puede ser herido por el acero, desvara. La verdad es la siguiente.Ceneo era un varn oriundo de Tesalia, hbil en las cosas de

    la guerra y ducho en el combate. Habiendo participado en mu

    22 Es decir, de mrmol, en referencia a las canteras de Paros explotadas en la Antigedad para obtener esta piedra.

    23 D e la vista prodigiosa de Linceo se hacan ya eco las Ciprias (fr. 15 Bernab) en poca arcaica.

    24 Cnide, hija del lapita lato, recibi dos dones de Posidn: convertirse en varn (Ceneo) y ser invulnerable.

  • PALFATO 33

    chas batallas, no fue herido nunca, ni cuando muri peleando al lado de los lapitas contra los centauros; ahora bien, cuando lo atraparon, simplemente lo sepultaron, y de esta forma pereci. As pues, los lapitas decan, despus que hubieron recogido su cadver y visto que no haban herido su cuerpo: Ceneo no recibi ninguna herida durante el resto de su vida y muri sin recibirla.

    11. Cieno

    Se cuenta tambin la misma historia acerca de Cieno el de Colonas25, pues tambin dicen de aqul que era invulnerable. Era l un guerrero y hombre experto en el combate, que muri en Troya, alcanzado por Aquiles con una piedra, y ni siquiera entonces result herido. As pues, la gente deca al ver su cadver que era invulnerable, igual que tambin ahora se dice de los luchadores si es que no reciben heridas. De esta misma forma tambin se llam a aqullos26 invulnerables. Pero a estos dichos contradice, y da testimonio en mi favor, Ayante, el hijo de Telamn; pues tambin l era llamado invulnerable, y sin embargo muri tras herirse a s mismo con la espada.

    25 En la leyenda griega coexisten diversos personajes llamados Cieno. El individuo del que habla aqu Palfato no es el Cieno de Colonas (hijo de Posidn y Escamandrdice) sino un hroe, vastago de Posidn y Clice, que figuraba en las Ciprias (cf. argumento, pg. 42 Bernab).

    26 Aqullos, en plural, en referencia a Ceneo y Cieno.

  • 34 M ITGRAFOS GRIEGOS

    12. Ddalo e Icaro

    Dicen que Minos encerr a Ddalo y a su hijo caro por culpa de cierta acusacin27, pero que Ddalo cre para ellos dos unas alas postizas y que as escap volando junto a caro.

    Pensar que un hombre vuele es un sinsentido, aun llevando unas alas postizas. As pues, lo que cuentan sucedi de este modo.

    Ddalo, que estaba en prisin, se col por un ventanuco, tir luego de su hijo y, embarcando en un barquichuelo, se escap. Minos, al darse cuenta, mand barcos que los persiguieran. Cuando ellos notaron que los seguan, como soplaba un viento impetuoso y favorable, daba la sensacin de que volaban. Ms tarde, cuando navegaban con un viento de cola que soplaba desde el sur, por la parte de Creta, volcaron en el mar. Y Ddalo se salv llegando a tierra, pero caro pereci (por lo cual recibi de l su nombre el mar Icario28); cuando las olas devolvieron el cadver, su padre lo enterr.

    13. Atalanta y Milanin

    Acerca de Atalanta y Milanin se dice que l se convirti en len y ella en leona.

    Lo que pas en realidad fue lo siguiente.Atalanta y Milanin estaban de cacera. Milanin convenci

    a la muchacha de que se acostara con l y entraron en una gru-

    27 Ddalo haba sido acusado de explicar a Ariadna el ardid del ovillo gracias al cual pudo salir Teseo indemne del laberinto de Creta. A ello aluden p. ej. V ir g il io (Eneida V I 28-30) y P s.-A p o l o d o r o (Epit. 1 9 y 12).

    28 Icario es el nombre que recibe la zona del mar Mediterrneo que rodea la isla de Samos y baa las costas de Jonia y Caria.

  • PALFATO 35

    ta para acostarse juntos. Pero en la caverna estaba la guarida de un len y una leona, que, al or voces, salieron y atacaron a Atalanta y su compaero hasta matarlos. Cuando, despus de un tiempo, salieron el len y la leona, los compaeros de cacera de Milanin, al verlos, pensaron que aqullos se haban convertido en estos animales. As pues, presentndose en la ciudad hicieron correr el bulo de que Atalanta y su compaero se haban convertido en leones29.

    14. Calisto

    Tambin es similar lo que se cuenta sobre Calisto: que, yendo de cacera, se convirti en osa30.

    Pero yo afirmo que tambin sta, al ir a parar a una espesura donde se hallaba por casualidad una osa, yendo a cazar acab devorada; y que sus compaeros de cacera, al ver que entraba en la espesura pero que luego no sala, dijeron que la muchacha se haba convertido en osa.

    15. Europa

    Dicen que Europa, la hija de Fnix, lleg montada en un toro, cruzando el mar, de Tiro a Creta.

    A m me parece que ni un toro ni un caballo podran atravesar un mar tan enorme, y que una muchacha no se subira a un

    29 Esta narracin ejemplifica cmo recurre Palfato al error de percepcin como procedimiento para racionalizar e l mito. Segn la versin tradicional, la razn de la metamorfosis de Atalanta y Milanin fue que la cueva en la que se unieron era un recinto sagrado, dedicado a la Madre de los Dioses (O v id io , Metamorfosis X 560-707) o a Zeus (P s .-A p o l o d o r o III9, 2).

    30 Por intervencin de rtemis, dato que Palfato evita mencionar (cf. n. 18).

  • 36 MITGRAFOS GRIEGOS

    toro salvaje; y que, Zeus, si quera que Europa llegase a Creta, podra haberle encontrado otro medio de viaje ms adecuado. La verdad es sta.

    Un hombre de Cnoso llamado Toro le haca la guerra al pas de Tiro. Al final, pues, rapt de Tiro a otras muchas doncellas y, entre ellas, a la hija del rey, Europa. Por tanto, la gente deca: Toro se fue llevndose a Europa, la hija del rey.

    Esto es lo que sucedi y luego se form el mito31.

    16. El caballo de madera

    Dicen que unos aqueos, los campeones que iban en el caballo hueco de madera, se apoderaron de Ilio.

    Pero este relato es fantasioso en exceso. La verdad es sta.Construyeron un caballo de madera segn la medida de las

    puertas, para que no pudiese entrar cuando lo arrastraran sino que resultara de un tamao excesivo. Mientras, los jefes de filas se hallaban apostados en una hondonada32 cercana a la ciudad, la cual ha recibido el nombre de Emboscada de los argivos hasta el presente. De la parte de los argivos lleg corriendo, como un desertor, Sinn, quien les explic que, segn un vaticinio, si no introducan el caballo en la ciudad, regresaran los aqueos; pero que, si lo introducan, ya no volveran. Los troya- nos, escuchado esto, derribaron el muro e introdujeron el caballo. Cuando estaban en medio del banquete cayeron sobre ellos los griegos, quienes haban entrado por donde estaba demolido el muro, y as fue capturada Ilio.

    31 H e r d o t o (I 2, 1) ya haba propuesto una racionalizacin del mito de Europa; este historiador transmite la versin persa segn la cual fueron unos griegos (cretenses) quienes condujeron a Europa de Fenicia a Grecia.

    32 La referencia a la hondonada (en koloi chrii) racionaliza el caballo hueco (koloi) de madera.

  • PALFATO 37

    17. olo

    Se dice que olo era un hombre que rega la atmsfera y que le entreg a Odiseo los vientos dentro de un saco33.

    En cuanto a esto, creo que a todos les resulta evidente que no es posible que ocurriese.

    Pero s es lgico que olo, que era un astrnomo, le explicase a Odiseo las estaciones y los ortos en funcin de los cuales soplarn ciertos vientos. Y dicen que tambin rode su ciudad con una muralla de bronce, lo cual es mentira, es que tena soldados que protegan su ciudad.

    18. Las Hesprides

    Se dice que las Hesprides eran unas mujeres y que tenan manzanas de oro en un manzano al que protega una serpiente, y tambin que Heracles hizo una expedicin para conseguir las manzanas. La verdad es la siguiente.

    Hspero era un hombre de Mileto que viva en Caria y tena dos hijas a las que llamaban Hesprides. ste contaba con unas ovejas hermosas y buenas productoras, de esa raza que hay ahora en Mileto. Y, por este motivo, las llamaban de oro, pues el oro es precioso, y tambin aqullas eran preciosas. Y, al ganado menor, se lo llamaba manzanas34. Heracles las vio pastando junto al mar y, arreando con ellas, las introdu

    33 Palfato est haciendo referencia a la historia narrada en H o m e r o , Odisea X 1-76.

    34 El trmino mla, aqu empleado, significa tanto ganado menor como manzanas; como en otras ocasiones, Palfato explica el mito a partir de un error de comprensin lingstica.

  • 38 MITGRAFOS GRIEGOS

    jo en su nave y, 35 a su pastor, llamado Draconte, las condujo a su patria, cuando ya no viva Hspero sino sus hijas36. La gente deca: Vimos las manzanas de oro que trajo del pas de las Hesprides Heracles, despus de matar a su guardin Draconte37.

    De aqu sali el mito.

    19. CotoyBrireo

    La historia sobre Coto y Brireo, lo de que, siendo hombres38, tenan cien manos, cmo no va a ser una simpleza? La verdad es sta.

    La ciudad en la que vivan tena por nombre Centimana, y era de la parte de Caonia, que ahora se llama Orestade. Lo deduzco porque combatieron al lado de los Olmpicos en la batalla contra los Titanes: es que estos territorios son colindantes con el Olimpo. As pues, la gente deca: Coto y Brireo [y Gi- ges]39, los Centimanos, acudieron en ayuda de los Olmpicos y expulsaron a los Titanes del Olimpo.

    35 Parece que, por lgica, ha de suplirse as la laguna que se encuentra en este punto en los manuscritos.

    36 La puntillosa observacin de Palfato tiene por objeto explicar por qu se habla de las manzanas de las Hesprides y no de las manzanas de Hspero.

    37 Como en el captulo 3, es fundamental en la argumentacin de Palfato la confusin entre drkn, el animal (serpiente o dragn), y Drkn, nombre de persona (Draconte).

    38 Pero el mito tradicional no dice en ningn momento que Coto y Brireo (ms Giges) fueran hombres. Segn H eso d o (Teogonia 147-153) eran hijos monstruosos de Tierra (Gea) y Cielo (Urano). Este captulo 19 es el nico (entre 1 y 45) en el que se narra una historia sobre los dioses olmpicos.

    39 Y Giges es una interpolacin que aparece en algunos manuscritos al objeto de eliminar la discrepancia con la versin tradicional del mito, segn la cual los Centimanos eran tres.

  • PALFATO 39

    20. Escila

    Se dice acerca de Escila que era un ser salvaje que habitaba en el Tirreno, que era mujer hasta el ombligo, que en ese punto le nacan unas cabezas de perros y que el resto del cuerpo lo tena de serpiente40.

    Imaginarse que existe un ser con tal naturaleza es una enorme simpleza. La verdad es sta.

    Haba unas naves de los tirrenos que saqueaban las costas de Sicilia y el golfo de Jonia41. Por aquel entonces haba tambin una trirreme veloz llamada Escila, nombre que llevaba pintado en la proa. Como esta trirreme apresaba muchas veces al resto de los barcos, de ah sacaba sus provisiones, y los relatos sobre ella eran abundantes. De sta logr escaparse Odiseo merced a un viento favorable y potente, y luego le relat en Cor- cira a Alcnoo42 cmo lo persigui, cmo se escap y el aspecto del barco.

    Luego se form el mito.

    40 La descripcin que hace Palfato coincide slo parcialmente con la descripcin tradicional que propone en H o m e r o (Odisea XII 86 ss.) el protagonista de la epopeya: segn ste, Escila est dotada de doce patas y seis cabezas armadas con tres filas de dientes. Se ha de recordar adems que en griego sklax (Escila) designa el cachorro de un perro.

    41 En la literatura griega resultan habituales las menciones a los tirrenos o etruscos como pueblo dedicado a la piratera. Vase p. ej. Himno Homrico VII8 ss.

    42 La patria tradicional de Alcnoo era Esqueria (cf. H o m e r o , Odisea V I ss.). Pero ya en la Antigedad se haba identificado esta isla con Corcira (Corf).

  • 40 MITGRAFOS GRIEGOS

    21. Ddalo

    Se dice acerca de Ddalo que fabricaba esculturas que se movan por s mismas.

    Esto a m me parece imposible, que una escultura se mueva por s misma. La verdad era la siguiente.

    Los escultores e imagineros43 de entonces hacan los pies unidos el uno al otro y las manos pegadas al cuerpo. Ddalo fue el primero que las elabor con un pie adelantado. Por eso la gente deca: Ddalo hizo esta imagen que camina, que no est parada; as tambin ahora decimos: estn pintados unos hombres que luchan, y unos caballos que corren y una nave azotada por un temporal. As tambin decan que l haca imgenes que caminaban.

    22. Fineo

    Acerca de Fineo se cuenta la historia de que las Harpas le privaban de su sustento, y piensan algunos que stas eran unas criaturas aladas que arrebataban la comida de la mesa de Fineo.

    La verdad es sta.Fineo era un rey de Peona44. Cuando era viejo se qued sin

    vista y, adems, se le murieron los hijos varones. Tena por hijas a Erasia y Harpiria < (a las dos les aplicaban los brbaros el nombre de Harpas)>45, que dilapidaban su hacienda. As pues,

    43 El texto distingue entre andriantopoioi y agalmatopoio, es decir, escultores de imgenes humanas y divinas.

    44 Regin situada al norte de Macedonia. Habitualmente se considera que Fineo era natural de la vecina regin de Tracia.

    45 El texto que aparece entre parntesis angulares es el suplemento que F est a propuso en el aparato crtico de su edicin para rellenar la laguna identifica

  • PALFATO 41

    la gente de la dudad deca: Desdichado Fineo! Las Harpas le privan de su sustento. Pero se apiadaron de l Cetes y Calais, sus convecinos, hijos de Breas (el varn, no el viento)46, y, acudiendo en su ayuda, expulsaron de la ciudad a las hijas, agruparon sus riquezas y pusieron como guardin de las mismas a un tracio.

    23. Mestra

    Acerca de Mestra, la hija de Erisictn47, dicen que, cuando quera, poda cambiar de aspecto.

    Esto es propio de una fbula risible. Pues, cmo va a ser lgico que de muchacha se convirtiera en vaca, y de nuevo en perra o pjaro? La verdad es la siguiente.

    Erisictn era un varn de Tesalia que, tras dilapidar sus riquezas, se volvi pobre. Tena una hija hermosa y en edad de merecer llamada Mestra; todo el que la vea conceba una gran pasin por ella. Pues bien, la gente de entonces no pretenda a las mujeres con dinero; unos le dieron caballos, otros vacas, algunos ovejas o lo que deseara Mestra. Los tesalios, al ver cmo engrosaba la hacienda de Erisictn, decan: De Mestra le han venido el caballo, la vaca y lo dems.

    A partir de ello se form el mito.

    da por l en este lugar. La deformacin de un nombre en labios de los brbaros (de Harpiria surge Harpas) aparece tambin como motivo en el captulo 37.

    46 Cetes y Calais aparecen en la leyenda de los argonautas como hijos de Breas, el viento del norte.

    47 Erisictn ofendi gravemente a Demter, quien le castig con un hambre insaciable que agot las propiedades de su padre Tropas, segn narra C a l im a co (Himno a Demter). Su hija Mestra (a la que no menciona Calimaco) emple, para alimentarlo, la capacidad de metamorfosearse que le haba concedido Posidn.

  • 42 MITGRAFOS GRIEGOS

    24. Geriones

    Dicen que Geriones naci con tres cabezas. Pero es imposible que un solo cuerpo tenga tres cabezas. Se trata de una cosa del tipo siguiente.

    En el Ponto Euxino48 hay una ciudad llamada Trescabezas. Geriones era un hombre renombrado entre la gente de entonces, pues descollaba por su riqueza y por todo lo dems. Tena tambin un rebao de vacas asombroso, en pos del cual lleg Heracles, quien mat a Geriones cuando ste se le resisti49. La gente que vea cmo arreaba con las vacas se admiraba, pues eran pequeas de tamao, pero su lomo, de la cabeza hacia la parte posterior, era alargado y abombado, no tenan cuernos pero s una osamenta grande y ancha. Los haba que decan a quienes preguntaban por ellas: Heracles se llev estas vacas, que eran de Geriones, el de Trescabezas. Algunos supusieron, a partir de lo dicho, que l tena tres cabezas.

    25. Glauco, hijo de Ssifo50

    Dicen que tambin ste fue devorado por sus caballos.Ignoran que se consumi por criar caballos, realizar a causa

    48 En el mar Negro y, por tanto, en el extremo oriental del Mediterrneo, lo cual contrasta con lo afirmado por las versiones ms habituales del mito, segn las cuales Geriones habitaba en Occidente, ms all del Ocano (H e so d o , Teogonia 294).

    49 La captura del rebao de Geriones fue otra de las misiones de Heracles segn el canon de sus doce trabajos; al episodio alude ya en dos lugares H e so d o (Teogonia 287-294, 982-983).

    50 En los captulos 25-27 se agrupan narraciones referidas a distintos personajes de nombre Glauco. Por su tema y su redaccin, este apartado 25 presenta semejanzas notables con 6 y 7.

  • PALFATO 43

    de ello gastos enormes y desentenderse de los asuntos de su casa; as perdi sus medios de vida.

    26. Glauco, hijo de Minos51

    Tambin es totalmente ridculo este relato, que, tras haber muerto Glauco en una tinaja de miel, Minos meti en su tumba a Poliido, el hijo de Crano, quien proceda de Argos. Y, como vio que una serpiente pona sobre otra serpiente ya muerta una hierba, y as la haca resucitar, hizo l tambin lo mismo con Glauco y lo devolvi a la vida.

    Esto es imposible, lo de resucitar a un hombre muerto, a una serpiente o a cualquier otro animal. Lo que sucedi fue algo del tipo que sigue.

    Glauco se sinti malo del estmago tras tomar miel, al removrsele la bilis en gran cantidad, y se desmay. Entre otros muchos mdicos que acudieron por sacar dinero se present tambin Poliido, cuando Glauco ya estaba expirando; como conoca una hierba curativa que le haba mostrado un mdico llamado Draconte, utiliz esta planta y le devolvi la salud a Glauco. As pues, la gente deca: Poliido resucit a Glauco, que haba muerto por culpa de la miel, gracias a una planta que le haba mostrado Draconte52.

    A partir de aqu formaron el mito los mitgrafos.

    51 La historia de este Glauco y su resurreccin aparece expuesta tambin en la Biblioteca del P s .-A po l o d o r o (III 3, 1).

    52 Recurdese que tambin en los captulos 3 y 18 se haba jugado con la identificacin entre drkn y Drkn, serpiente (dragn) y Draconte.

  • 44 MITGRAFOS GRIEGOS

    27. Glauco, el del mar53

    Se dice que este Glauco, por haber comido tambin en tiempos una hierba, se libr de la muerte y vive ahora en el mar.

    Lo de que fuese Glauco el nico que tropez con esta hierba es una enorme simpleza, as como lo de que pueda vivir en el mar un hombre o cualquier otro ser terrestre, cuando ni siquiera puede vivir en el mar una criatura de los ros, ni pueden a la inversa vivir en los ros las criaturas malinas. La verdad es la siguiente.

    Glauco era un pescador oriundo de Antedn; era buceador, y en esto aventajaba a todos los dems. Una vez se sumergi en el puerto a la vista de la gente de la ciudad, lleg buceando a cierto lugar y, despus de no haber sido visto por los suyos durante bastantes das, volvi a salir buceando y entonces se lo vio. Cuando le preguntaron: Dnde pasaste tantos das?, les dijo: En el mar. Meti peces en una nasa y, cuando haca mal tiempo y no poda coger peces ningn otro pescador, preguntaba a la gente de la ciudad qu peces queran que se les llevaran y, como l les llevaba lo que queran, recibi el apodo de Glauco, el del mar, igual que ahora, si uno vive en el monte y es buen cazador, se le llama un hombre de monte. As tambin Glauco, como pasaba la mayor parte del tiempo en el mar, recibi el nombre de Glauco, el del mar. Y muri al encontrarse con un animal marino. Como no sala del mar, la gente invent la historia de que viva en el mar y que all se quedara en adelante.

    53 El personaje al que se refiere Palfato, del que tambin habla H e r a c l ito (10), era oriundo de Antedn, localidad costera del norte de Beocia. En ocasiones (Platn, Filstrato, Ovidio) se le atribuye figura de pez.

  • PALFATO 45

    28. Beler ofonte

    Dicen que a Belerofonte lo llevaba por el aire Pegaso, un caballo alado.

    A m me parece que un caballo no ha sido nunca capaz de tal cosa, ni aun llevando en su cuerpo todas las alas de las aves. Es que, si hubiera existido alguna vez tal ser, tambin ahora existira. Dicen tambin que ste mat a la Quimera de Amisdaro54. La Quimera era

    por delante len, por detrs serpiente, por el medio cabra.

    Algunos piensan que existi tal ser con tres cabezas y un solo cuerpo. Pero es imposible que una serpiente, un len y una cabra tengan una alimentacin similar. Y, lo de que teniendo una naturaleza mortal espirara fuego, es una simpleza. Y, a qu cabeza obedeca el cuerpo? La verdad es como sigue.

    Belerofonte era un desterrado oriundo de Corinto, un hombre de calidad. Tras fletar un gran barco se dedicaba a asaltar y saquear los territorios colindantes con el mar en el curso de sus navegaciones. El barco se llamaba Pegaso, lo mismo que tambin ahora cada barco tiene un nombre; y, a mi parecer, el nombre de Pegaso le cuadra mejor a un barco que a un caballo55. El rey Amisdaro habitaba a la orilla del ro Janto, en un eleva

    54 En los territorios de Amisdaro o Amisodares, rey de Caria, se supona que habitaba la Quimera, monstruo que Palfato describe siguiendo a Homero. El verso que se cita a continuacin procede de la Ilada (VI 181); se halla asimismo interpolado en H e so d o (cf. Teogonia 323-324), donde se aade el detalle de que la Quimera espiraba fuego.

    55 Especulacin etimolgica que, segn M. S a n z (Mitgrafos griegos, Madrid, Akal, 2002, pg. 241), relaciona el nombre de Pegaso (Pegasos) con el verbo pgnymi, fijar, dar forma estable y, a partir de aqu, construir (p. ej., un barco: cf. Ilada II 664). El racionalismo de Palfato transforma igualmente en barcos otros seres prodigiosos en los captulos 20 y 29.

  • 46 MITGRAFOS GRIEGOS

    do monte a partir del cual se extiende, como masa compacta, la selva Telmside; para llegar al monte hay dos caminos, uno por delante, que parte desde la ciudad de los jantios, y otro por detrs, que viene desde Caria: en el resto de su permetro hay precipicios abruptos, y en medio de ellos un gran agujero en la tierra, del cual surge incluso fuego. Este monte tiene por nombre Quimera. En aquella poca, segn dice la gente de los alrededores, viva por la parte de delante un len y, por la de detrs, una serpiente, animales que hostigaban a los leadores y pastores. Belerofonte, presentndose entonces, incendi el monte, y as se quem la selva Telmside y perecieron aquellas criaturas salvajes. As pues, la gente de los alrededores deca: Belerofonte lleg con Pegaso y acab con la Quimera de Amisdaro.

    Esto es lo que sucedi y luego se form el mito.

    29. Plope y sus caballos

    Afirman que Plope lleg con unos caballos alados a Pisa por pretender a Hipodama, la hija de Enmao56.

    Yo digo lo mismo que tambin dije a propsito de Pegaso. Como Enmao, de saber que los caballos de Plope estaban dotados de alas, no habra permitido que a su hija la subiera a su carro, ha de decirse, pues, que Plope se present con un barco y que en la toldilla llevaba escrito: Caballos Alados; y que, tras apoderarse de la joven, se dio a la fuga. La gente deca que, tras apoderarse de la hija de Enmao, se dio a la fuga en sus Caballos Alados.

    Y luego se form el mito.

    56 Enmao, rey de Pisa (Olimpia), haba prometido la mano de su hija a quien pudiera huir con ella en un carro que corriese ms rpido que el suyo.

  • PALFATO 47

    30. Frixo y Hele

    relatan que el carnero le vaticin que su padre los iba a sacrificar; y qu, cogiendo a su hermana y subindose con ella al animal, cruzaron el mar y llegaron hasta el Ponto Euxino, habiendo recorrido todo el trayecto en tres o cuatro das.

    Esto es difcil de creer, que un camero viaje por mar ms rpido que un barco, y a todo esto aguantando a dos seres humanos y, es de suponer, vveres y bebida para l y para ellos, pues, desde luego, no pudieron pasar tanto tiempo sin comer. Despus Frixo, al carnero que le haba explicado cmo salvarse y lo haba salvado, lo degoll, le arranc la piel y se la entreg a Eetes como regalo de boda de su hija (Eetes reinaba entonces en aquellos lugares). Fjate en lo escasas que eran entonces las pieles, que un rey aceptaba un vellocino como regalo de boda de su hija; o es que pensaba que su hija slo se mereca lo que no vala nada? De ah que algunos, para evitar el lado risible de este asunto, digan: Esta piel era de oro. Aunque fuera de oro la piel, el rey no tena necesidad de aceptarla de un varn extranjero. Y se ha dicho que tambin Jasn aprest la nave Argo y a los mejores de los helenos por ir en pos de este vellocino. Pero ni Frixo habra sido tan desagradecido como para matar a su benefactor, ni la nave Argo habra navegado en su bsqueda aunque el vellocino hubiera sido de esmeralda. La verdad es como sigue.

    Atamante, el hijo de olo, hijo de Heln, rein en Pta. Al cargo de sus riquezas y del gobierno tena como valido a un varn al que consideraba especialmente fiel y digno de mucha estima: este hombre se llamaba Carnero. Una vez que muri la madre le confi el poder a Frixo, porque era el mayor ***57. Al

    51 En opinin de J. St e r n (Palaephatus. On Unbelievable Tales, Waucon- da, Bolchazy-Carducci, 1996, pg. 61), en la laguna que se encuentra en los c-

  • 48 MITGRAFOS GRIEGOS

    enterarse de esto Camero no fue a decirle nada a Atamante pero s a Frixo. Y le exhort a que se alejase del pas, y l mismo aprest un barco y puso en l lo que ms apreciaba Atamante. Llen la nave hasta arriba con bienes y riquezas, entre las cuales tambin se hallaba una imagen que la madre de Mrope58, una hija del Sol (su nombre era Cos), se haba mandado hacer ella misma a expensas de sus bienes, una estatua en oro de su misma talla; el oro de este retrato era mucho y su fama se haba extendido por doquier. As pues, introdujo en la nave todo esto, a Frixo y a Hele, y se escap. Hele muri de una enfermedad durante la travesa: de ella recibi su nombre el Helesponto; ellos, por su parte, llegaron a Fasis y se instalaron all, y Frixo se cas con la hija de Eetes, el rey de los coicos, y le dio como regalo de boda la imagen en oro de Cos. Ms tarde, muerto ya Atamante, Jasn se hizo a la mar con la nave Argo por encontrar el oro ese de Cos, no el vellocino de un camero. Tal es la verdad.

    31. Las hijas de Forcis59

    Tambin se ha transmitido un relato muy ridculo en relacin con esto: que Forcis tena tres hijas que, como slo tenan un ojo, se turnaban en su uso; aquella que lo estaba usando se lo

    dices podra decirse algo as como que la segunda esposa de Atamante conspiraba contra Frixo.

    58 El texto no es seguro en este lugar. La referencia a Mrope responde a una conjetura de F e st a (op. cit., pg. XXVIII) que modifica la genealoga segn la cual Cos era hija de Mrope, no su madre. Hay, adems, un juego etim olgico implcito entre el nombre propio K s y kas, kodion, velln, vellocino.

    59 Otra versin de este mito la atestigua H e r c l it o (13). Las Frcides o Grayas (las viejas) se llamaban Penfredo, Enio y Dino; eran fruto de la unin de Forcis y su hermana Cet. El texto de Palfato habla seguidamente de

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    pona en la cabeza y as poda ver; y, como la una le pasaba el ojo a la otra, todas vean. Pero Perseo, que lleg por detrs de ellas con un paso muy quedo y se apoder de su ojo, les dijo que no se lo devolvera a no ser que le explicaran dnde se encontraba la Gorgona. De esta forma logr que se lo explicaran. l, tras cortarle la cabeza, se present en Srifos y, al mostrrsela a Polidectes60, lo convirti en piedra.

    Tambin esto es de lo ms risible, que un hombre vivo se vuelva de piedra por ver la cabeza de un muerto. Pues, cul es el poder de un cuerpo muerto? Lo que sucedi fue algo del tipo siguiente.

    Forcis era un varn cerneo. Los cerneos son de raza etope y habitan la isla de Cerne, que se encuentra ms all de las columnas de Heracles, cultivan la tierra de Libia a la orilla del ro Ann, por la parte opuesta a Cartago, y son muy ricos en oro. Este Forcis reinaba en las islas que se encuentran ms all de las columnas de Heracles (son tres) y mand labrar en oro una estatua de cuatro codos de Atenea. Los cerneos llaman a Atenea Gorgona, al igual que a rtemis la llaman los tracios Bendis, los cretenses Dictina y los lacedemonios Upis. As pues, Forcis muere antes de dedicar la estatua en su templo. Dej tras de s a tres hijas, Esteno, Eurale y Medusa61. Estas no quisieron casarse con nadie y, tras dividir los bienes, cada una rega en una isla. La imagen de Gorgona ni les pareca bien dedicarla ni di

    una nica Gorgona, si bien en realidad las Gorgonas (hermanas de las Grayas) son tres en el mito griego: Esteno, Eurale y Medusa; esta ltima era la nica mortal y fue su cabeza la que cort Perseo por orden de Polidectes. Sobre Per- seo y las Gorgonas, cf. la versin de E r a t s t e n e s (22).

    60 Polidectes es el rey de Srifos que pretenda a Dnae, madre de Perseo. Le encarg a ste que trajera a su presencia la cabeza de la Gorgona Medusa.

    61 Recurdese que, como se dijo en n. 59, stos son los nombres de las Gorgonas, no de las Frcides o Grayas.

  • 50 MITGRAFOS GRIEGOS

    vidirla entre ellas, sino que se turnaban tenindola en depsito como un tesoro propio. Forcis haba contado con un camarada, un hombre de calidad, y se servan de l en todos los negocios como si fuera su Ojo.

    Perseo era un desterrado oriundo de Argos que se dedicaba a saquear los territorios prximos al mar con los barcos y las tropas que tena a su cargo. Tras enterarse de que por aquella parte haba un reino de mujeres, rico en oro y corto de varones, all se presenta. Y, en primer lugar, tiende una emboscada en el mar, en el estrecho que media entre Cerne y Sarpedonia62, y as atrapa al Ojo, cuando cruzaba de una isla a la otra. ste le explic que no haba nada valioso que pudiera robarles a las tres hermanas salvo la estatua de Gorgona, y le revel la cantidad de oro de la misma. Las muchachas, por su parte, como el Ojo no haba llegado cuando le tocaba segn los tumos previstos, se reunieron en un lugar y se acusaban la una a la otra. Como negaban que lo tuvieran, se preguntaban con extraeza qu poda haber pasado. En esto lleg en su barco hasta ellas Perseo, cuando se hallaban juntas, y les explic que l era quien retena al Ojo y afirm que no se lo devolvera a no ser que le confesaran dnde estaba Gorgona; tambin amenazaba con matarlas si no se lo decan. Pues bien, Medusa dijo que no se lo explicara, pero Esteno y Eurale le mostraron el lugar. Por tanto, a Medusa la mat y a las otras les devolvi el Ojo. Al hacerse con Gorgona la cort en trozos; y, tras aprestar una trirreme, coloc en ella como mascarn la cabeza de Gorgona y al barco le puso por nombre Gorgona. Con ste recoma una parte y otra del mar, recolectando las riquezas de los isleos y matando a los que no se las daban. As tambin lleg navegando hasta los serifios y les reclam sus fortunas; pero ellos le pidieron unos das para po-

    62 Segn las Ciprias (fr. 32 Bernab), Sarpedonia era el hogar de las Gorgonas.

  • PALFATO 51

    der reuniras. Y, tras reunir rocas del tamao de un hombre, las colocaron en el agora y se marcharon abandonando Srifos. Perseo volvi de nuevo con su barco para reclamar las riquezas y, llegado al gora, no hall ni un alma sino slo piedras del tamao de un hombre. As pues, Perseo les contaba a los restantes isleos, si es que no le entregaban sus riquezas: Cuidado, no os vaya a pasar como a los serifios que, tras ver la cabeza de Gorgona, se convirtieron en piedra.

    32. Amazonas

    Esto digo tambin en relacin con las amazonas, que quienes formaban su ejrcito no eran mujeres sino varones brbaros que llevaban tnicas hasta los pies como las tracias, se sujetaban la cabellera con diademas y llevaban las barbas afeitadas como tambin hacen ahora los patareos, que habitan junto al Janto63, y por esto los llamaban mujeres los enemigos. Los amazonas eran de una raza aguerrida. Pero que la milicia llegue a ser alguna vez cosa de la mujer no es lgico, pues tampoco ahora lo es en ningn lugar.

    33. Orfeo

    Tambin es falsa la historia de Orfeo, lo de que, al toque de su ctara, le seguan cuadrpedos, reptiles, aves y rboles.

    Me parece a m que lo que sucedi fue esto. Unas Bacantes,

    63 El texto de los cdices se halla corrupto en este lugar. Lo que traducimos es conjetura de F r h n e r (cf. F e s t a , op. cit., pg. XXIX); del ro Janto haba hablado Palfato en el captulo 28 pero los patareos (en los cdices se lee patritai) son un pueblo desconocido por otras fuentes.

  • 52 M ITGRAFOS GRIEGOS

    presas de furor, despedazaron ovejas en Pieria y, tras efectuar otros muchos actos de violencia, se retiraron a la montaa, donde pasaban los das. Como se quedaron all, la gente de la ciudad, que senta preocupacin por sus esposas e hijas, mand llamar a Orfeo y le pidi que ideara un plan para hacerlas bajar del monte. l, tras celebrar un ritual en honor a Dioniso, las hizo bajar en su delirio al toque de la ctara. Ellas descendan del monte llevando entonces por vez primera caas64 y ramas de rboles de todo tipo. A la gente que lo contemplaba entonces le sorprendi ver tanta madera, y por ello dijeron: Al toque de su ctara, Orfeo hace bajar del monte incluso al bosque.

    Y, a partir de este suceso, se form el mito.

    34. Pandora

    La historia que se cuenta acerca de Pandora no es admisible, lo de que, tras ser formada de tierra, les comunic tambin ella su forma a otros65. A m no me parece que esto sea as, sino que Pandora fue una mujer griega riqusima y que, cuando sala, se acicalaba y maquillaba con abundantes tierras. Pues sta fue la primera que invent el maquillarse la piel con tierra en cantidad, igual que hacen tambin ahora muchas: y sin embargo, ninguna alcanza renombre por la frecuencia del uso.

    La realidad es sta: la historia adopt luego un giro imposible.

    64 Las caas que portan estas mujeres cumplen la funcin de tirsos, caractersticos de Dioniso y su cortejo de mnades.

    65 Pandora fue creada por Zeus no para que ella diera forma a otros seres sino para que el dios supremo se vengara de Prometeo y los hombres (cf. H es o d o , Trabajos y D as 60-89).

  • PALFATO 53

    35. La raza de los Fresnos

    Entre otras muchas insensateces que se han dicho tambin se cuenta lo de que la primera raza de los hombres naci de los fresnos66. A m me parece inviable que surjan hombres de maderos. Ahora bien, hubo un tal Fresno y fresnos se llamaron los que nacieron de l, igual que los helenos reciben su nombre de Heln y los jonios de In. Pero aquella raza se extingui por completo, y de hecho tambin su nombre desapareci. Razas de hierro y de bronce nunca las hubo, sino que aquello fue un desvaro.

    36. Heracles67

    En relacin con Heracles ocurri tambin esto. Se dice que tena en su cuerpo hojas ***. As pues, Filetes ***, sea que era tambin un hombre cualquiera, cay en la cuenta y le quem, y as le cur. El relato se cont as a partir de entonces.

    66 En H eso d o (Trabajos y D as 145), dentro del relato del Mito de las Edades, se dice que los hombres de la edad de Bronce surgieron de los fresnos. Ahora bien, estos hombres no son, dentro del citado mito, los de la primera generacin sino los de la tercera.

    67 Heracles desempea un papel principal en otros ocho captulos del libro de P a l f a t o (18 ,24 ,3 7 -4 0 ,4 4 -4 5 ). Es especialmente de lamentar que este captulo 36 presente un texto tan fragmentario pues el mito que se refiere en l (del cuerpo de Heracles brotan hojas) no nos es conocido por otras fuentes. Sobre la posible interpretacin de este fragmento, cf. St e r n , op. cit., pgs. 67-68.

  • 54 MITGRAFOS GRIEGOS

    37. Ceto

    De Ceto68 se cuenta lo siguiente, que se presentaba ante los troyanos saliendo del mar y que, si le daban doncellas como alimento, se marchaba; pero, si no era as, asolaba su territorio.

    Quin no se da cuenta de que es vana esta historia de que los hombres establezcan acuerdos con los peces? No, sino que ocurra esto.

    Un rey encumbrado y muy poderoso tena una gran flota que trastornaba toda la zona de Asia limtrofe con el mar; sus habitantes deban pagar una cantidad fija, la cual tambin recibe el nombre de tributo. Los hombres de entonces no usaban dinero sino especies, y algunas de las ciudades tenan orden de pagar con caballos, otras con vacas, otras con doncellas. Este rey tena por nombre Cetn, y los brbaros lo llamaban Ceto. Pues bien, en la poca de rigor se haca a la mar para reclamar su tributo, y cuantos no se lo entregaban reciban dao en sus tierras. Y lleg a Troya por la poca en que tambin haba llegado Heracles con un ejrcito de griegos. Laomedonte, el rey, lo contrat para que protegiese a los troyanos. Tras desembarcar a sus tropas iba de camino Cetn; pero salieron a su encuentro Heracles y Laomedonte, los cuales llevaban cada uno su propio ejrcito, y lo mataron69.

    Sucedido lo cual, se form el mito.

    68 Ktos, Ceto, designa en griego la ballena (cf. cetceo) y, ms en general, cualquier monstruo marino. No debe confundirse con Zthos, Zeto, constructor de las murallas de Troya (cf. P a l f a t o 41).

    69 En este apartado, Palfato ha racionalizado una leyenda troyana a la que alude en diversos momentos H o m e r o (Iliada V 638-651, X X 144-148, XXI 441-457). D e acuerdo con esta leyenda, Laomedonte, rey de Troya, se haba hecho objeto de las iras de Posidn, quien envi contra el pas un

  • PALFATO 55

    38. Hidra

    Se dice tambin de la Hidra de Lema que era un reptil con cincuenta cabezas y un solo cuerpo y que, cuando Heracles le arrancaba una de sus cabezas, le volvan a nacer dos. Y que el cangrejo70 acudi en auxilio de la Hidra, y que entonces Yolao prest su ayuda a Heracles, dado que a la Hidra tambin la ayudaba el cangrejo.

    Si alguien se cree que pudo ocurrir nada de esto, es un necio, pues hasta el espectculo da risa. Y, cmo es que, cuando arrancaba una cabeza, las dems no lo devoraban y se lo hacan pagar? En fin, lo ocurrido fue lo siguiente.

    Lerno era rey de cierto territorio, y a partir de l reciba tambin su nombre el pas (en aquel entonces todos los hombres vivan en aldeas, y ese territorio lo ocupan ahora los argivos). En aquella poca existan como ciudades Argos, Micenas, Tirena y Lerna71, y al mando de cada uno de estos lugares haba un rey. As pues, los dems reyes estaban sometidos a Euristeo, hijo de Estnelo, hijo de Perseo, pues de ste era la regin ms extensa y poblada, Micenas; Lerno, en cambio, no quera estar bajo su dominio. Por este motivo le hacan la guerra. Lerno tena, a la entrada de su comarca, un fortn soberbio en el que hacan guar-

    monstruo marino; segn un orculo, el rey slo podra alejar del pas al monstruo si le ofreca com o tributo a su hija Hesone; antes de que sta fuera devorada, apareci en e l lugar Heracles, quien mat al animal y salv a la muchacha.

    70 Segn el testimonio de E r a t s t e n e s (11), P a n ia sis narraba en su H eraclea (fr. 6 Bernab) que un cangrejo tom partido en favor de la Hidra de Lema cuando Heracles se enfrentaba con sta; despus de que lo mordiera en el taln, el hroe aplast el animal con su pie.

    71 El texto cita, junto a las bien conocidas poblaciones de Argos, Micenas y Lema, el topnimo Tirena, desconocido por otras fuentes; distintos crticos han propuesto sustituir esta forma por Tirinte (W e st e r m a n n ) o Trecn (F e s t a ).

  • 56 M ITGRAFOS GRIEGOS

    dia cincuenta arqueros fornidos, los cuales iban y venan en lo alto de la fortaleza sin cesar, tanto de noche como de da. Este fortn llevaba por nombre Hidra. Por tanto, Euristeo envi a Heracles para que asolara la plaza. Los hombres de Heracles atacaban con fuego a los arqueros que se hallaban en el baluarte y, cuando caa alguno por haber sido alcanzado, acudan para suplirlo dos, pues el muerto haba valido por otros tantos. Y cuando Lemo se sinti acuciado por la guerra que libraba con Heracles, contrat a unos mercenarios carios. Al frente de la tropa lleg un hombre alto y aguerrido llamado Cangrejo, con cuyo concurso hacan frente a Heracles. Se present luego en ayuda de ste Yolao, el hijo de Ificles, que era sobrino de Heracles y traa consigo tropa procedente de Tebas. Este se aproxim y prendi fuego al baluarte de la Hidra72. Gracias a estos refuerzos pudo abatirlos por completo Heracles, y acab con la Hidra y destruy su ejrcito.

    Sucedido lo cual, escribieron que la Hidra era un reptil y formaron el mito.

    39. Cerbero

    De Cerbero se ha dicho que era un perro con tres cabezas. Es evidente que a ste, como a Geriones, tambin le pusieron el apelativo de el de tres cabezas por la ciudad73, pues la gente

    72 La referencia al fuego empleado por Yolao aporta un detalle importante: para impedir que las cabezas de la Hidra rebrotaran, el punto de donde eran cortadas deba ser cauterizado. Por otro lado, en esta frase existe un problema textual pues, como ya indic F e st a en su aparato crtico, el participio pephy- kta que acompaa a pyrgon (baluarte) no debe de ser correcto; por tal m otivo no hemos recogido en la traduccin dicho participio.

    73 Vase lo dicho antes por P a l f a t o (24) a propsito de Geriones y la ciudad de Trescabezas.

  • PALFATO 57

    deca es precioso e imponente el perro de Trescabezas. De l se ha dicho que Heracles lo hizo subir del Hades, lo cual no es sino un mito. Lo que sucedi fue algo del tipo siguiente.

    Geriones tena al cuidado de sus vacas unos perros soberbios y jvenes, cuyos nombres eran Cerbero y Orto74. Pues bien, a Orto lo mat Heracles en Trescabezas antes de apoderarse de las vacas, pero Cerbero se fue en compaa de ellas. Al encapricharse del perro un varn de Micenas llamado Moloto, al principio le pidi a Euristeo que se lo entregara. Pero, como Euristeo no quera, soborn a los vaqueros y encerr al perro en Laconia, en Tna- ro75, en una caverna, al objeto de emplearlo para la cra, pues le pasaba perras para que las cubriera. Euristeo mand a Heracles a buscar al perro. Este recorri todo el Peloponeso hasta llegar donde le indicaron que se encontraba y, descendiendo, hizo subir de la caverna al perro. Por tanto, la gente deca: Tras bajar por la caverna hasta el Hades, Heracles hizo subir al perro.

    40. Alcestis

    Acerca de Alcestis se ha contado una historia propia de tragedia76, que, cuando en cierta ocasin iba a morir Admeto, sta eligi morir en su lugar, que Heracles se la arrebat a la muerte en atencin a su piedad y que [, tras hacerla subir del Hades,]77

    74 H e so d o (Teogonia 306-312) cuenta ya que los perros Ortro y Cerbero, hijos de Equidna y Tifn, pertenecan respectivamente a Geriones y Hades.

    75 Tnaro es un cabo del Peloponeso donde se hallaba, segn la tradicin, una de las entradas al Hades.

    16 Entre las tragedias de Eurpides conservadas se encuentra una Alcestis, cuyos protagonistas son esta herona, su marido Admeto y Heracles.

    77 F e st a considera en su edicin que el texto editado entre corchetes es una interpolacin antigua.

  • 58 MITGRAFOS GRIEGOS

    se la devolvi a Admeto. Pero a m me parece que uno no puede hacer que reviva nadie que haya muerto. Antes bien, sucedi algo del tipo siguiente.

    Despus de que sus hijas hubieran matado a Pelias, Acasto, su vastago, las persegua para acabar con ellas y vengar a su padre. A las dems las atrap. Pero Alcestis78 huy a Feras, junto a su primo Admeto, y, como tom asiento en el lar, Admeto no pudo entregarla y drsela a Acasto segn le exiga ste, quien emplaz un gran contingente en torno a la ciudad y los acosaba con proyectiles incendiarios. Al hacer Admeto una incursin nocturna e ir a dar con un grupo de emboscados, fue capturado vivo. Acasto amenazaba con matarlo si no le entregaba a Alcestis, su suplicante. As pues, Alcestis se enter de que iban a matar a Admeto por su causa y, saliendo, se entreg. A Admeto le dej marchar Acasto, pero a aqulla la tom presa. Por tanto, la gente deca: Alcestis es una mujer valerosa como un hombre, pues ha muerto voluntariamente por salvar a Admeto. Ahora bien, esto ltimo no ocurri, en contra de lo que afirma el mito. Que, por aquella poca, acababa de llegar Heracles trayendo desde cierto lugar las yeguas de Diomedes79. Yendo aqul de camino lo hosped Admeto. Y como Admeto se lamentara de la desgracia de Alcestis, Heracles, tras recobrar fuerzas, atac a Acasto y dispers su ejrcito. El botn lo reparti entre su tropa, pero a Alcestis se la entreg a Admeto. As pues, la gente deca que Heracles se present y salv de la muerte a Alcestis.

    Sucedido lo cual, se form el mito.

    78 Alcestis no colabor con sus hermanas en el plan de cocer en un caldero a su padre Pelias para devolverle as la juventud, segn les prometi la maga Medea (cf. P a l f a t o 43).

    79 Sobre estos animales, cf. lo que dice el propio P a l f a t o (7).

  • PALFATO 59

    41. Zeto y Anfin

    Acerca de Zeto y Anfin relata Hesodo80, entre otros, que levantaron la muralla de Tebas tocando la ctara. Hay quienes piensan que ellos taan el instrumento y que los sillares, por propia iniciativa, iban subiendo a lo alto del muro. La verdad es la siguiente.

    stos fueron unos citarodos magnficos que realizaban sus exhibiciones a cambio de un sueldo. Pero la gente de entonces no tena dinero. Por ello, Anfin y su amigo le pedan a quien quisiera orlos que fuese a trabajar en su muralla; en efecto, no es que las piedras les obedeciesen al escucharlos. As pues, la gente deca con razn que la muralla fue construida gracias a la lira.

    42. o

    Afirman que lo de mujer se convirti en vaca, que la picadura de un animal la exasper, y que lleg, cruzando el mar, desde Argos a Egipto. Esto no merece crdito, lo de que ***81 y que pasara tantos das sin probar bocado. La verdad es la siguiente.

    lo era hija de un rey de los argivos. La gente de la ciudad le concedi el honor de ser sacerdotisa de la Hera argiva. Como se qued embarazada y sinti miedo de su padre y de sus conciu

    80 En su Catlogo de las mujeres (H e so d o , fr. 182 Merkelbach-West).81 Laguna identificada por F e s t a . S a n z (op. cit., pg. 253) supone que los

    dos aspectos del mito que Palfato poda criticar aqu de manera ms obvia eran el hecho de que una vaca hubiese cruzado un mar tan vasto (cf. P a l f a t o 15, a propsito de Europa) o que un ser humano se metamorfoseara en animal.

  • 60 MITGRAFOS GRIEGOS

    dadanos82, se escap de la ciudad. Los argivos salieron en su busca y, donde la encontraran, pensaban atraparla para llevarla a prisin cubierta de cadenas. As pues, se decan: Huye igual que una vaca exasperada por la picadura de un animal. ***83 Y, finalmente, se puso en manos de unos comerciantes extranjeros y les suplic que la llevaran a Egipto, donde dio a luz una vez que hubo llegado.

    Y el mito se form luego.

    43. Medea

    Dicen que Medea coca a los ancianos para volverlos jvenes, pero no hay indicios de que volviera joven a ninguno; y, al que puso a cocer, simplemente lo mat84. Lo que sucedi fue algo del tipo siguiente.

    Medea fue la primera que descubri el colorante rojo y el negro. Por ello lograba que los viejos, de tener el pelo cano, pasaran a parecer morenos y pelirrojos, pues los sumerga en el tinte y converta sus cabellos blancos en negros y pelirrojos. *** 85 Medea fue la primera que descubri los baos de vapor como beneficio para la gente. Es que someta a estos baos a quienes queran, pero no a la vista de todos, para que no descubriera el tratamiento ningn mdico; y, cuando los someta a estos baos de vapor, les haca jurar que no la delataran ante

    82 Hera es la diosa del matrimonio. Por ello, la infraccin de su sacerdotisa resulta tanto ms grave.

    83 F e st a identifica en su edicin una laguna en este punto. Tal posibilidad es discutida y rechazada por S t e r n (op. cit., pg. 74).

    84 Pelias, al que se refiere Palfato en el captulo 40. En los Nstoi cclicos (fr. 7 Bernab) se hablaba tambin de cmo Medea despoj de la vejez a Esn, el padre de Jasn, al cocerlo dentro de un caldero.

    85 Laguna identificada por F e st a en su edicin.

  • PALFATO 61

    nadie. El nombre del tratamiento era coccin. As pues, los hombres que pasaban por l se volvan tambin como ms ligeros de miembros y de aspecto ms saludable. Por esto, como vean que tena en su taller calderos y fuego, dieron en creer que coca a los hombres. Y Pelias, una persona anciana y dbil, muri al ser sometido al bao de vapor.

    De aqu surgi el mito.

    44. nfale

    Se ha dicho, acerca de nfale, que Heracles estaba a su servicio86. Pero este relato carece de sentido. Pues, sindole posible mandar sobre ella y sobre aquello de lo que ella dispona ***87 qUe sucedi fue algo del tipo siguiente.

    nfale era hija de Jrdano, el rey de los lidios. sta, al or hablar de la fuerza de Heracles, fingi que lo amaba. Heracles, que lleg a su lado, cay cautivo de su amor y engendr en ella a un hijo; y senta tanto placer junto a ella que haca lo que le mandara nfale. Y la gente simple supuso que l estaba a su servicio.

    86 Heracles se tuvo que vender como esclavo para expiar la muerte de fito, al que haba asesinado en un arranque de locura. Se hizo con l nfale, reina de Lidia, quien lo tuvo a su servicio durante tres aos; segn algunas fuentes (p. ej. O v id io , H eroidas IX 53-118), la reina tuvo de Heracles un hijo llamado Lamo.

    87 Laguna identificada p o r F e s ta .

  • 62 MITGRAFOS GRIEGOS

    45. El cuerno de Amaltea

    Dicen que Heracles llevaba consigo a todas partes el llamado cuerno de Amaltea88, y que cuando le suplicaba reciba de l cuanto quera. La verdad es sta.

    Heracles, que se hallaba de viaje por la parte de Beocia en compaa de su sobrino Yolao, se detuvo en Tespias en una hospedera, cuya posadera resultaba ser una mujer llamada Amaltea, muy hermosa y en la flor de la vida. Heracles se aloj all durante largo tiempo, pues se senta a gusto a su lado. Pero Yolao, que sufra malamente aquello, urdi el llevarse las ganancias de Amaltea, que se hallaban guardadas dentro de un cuerno: gracias a este dinero se compraba, para l y para Heracles, lo que le vena en gana. En fin, que los compaeros de posada decan: Heracles se hizo con el cuerno de Amaltea, con el que se compraba cuanto quera.

    A partir de ello se form el mito, y los pintores, al pintar a Heracles, pintan adems el cuerno de Amaltea89.

    88 Amaltea era la ninfa cretense cuya cabra amamant a Zeus; las versiones racionalistas del mito dan directamente el nombre de Amaltea a la cabra. El cuerno de este animal era, segn la leyenda, un autntico cuerno de la abundancia, segn la creencia que aqu rebate Palfato. D e la relacin de Heracles con el cuerno habla P s .-A p o l o d o r o ( II7, 5).

    89 Desde y los pintores... la frase es considerada interpolacin por S a n z , art. cit., pg. 195. Ciertamente, la referencia a la iconografa del hroe es inslita dentro del conjunto de las H istorias increbles.

  • PALFATO 63

    46. Historia de Jacinto90

    Jacinto era un apuesto muchacho de Amidas, en quien pusieron sus ojos Apolo y tambin Zfiro91. Los dos estaban prend a d o s de su figura, y uno y otro rivalizaban por su amor con aquello que era su fuerte. Apolo lanzaba saetas, Zfiro soplaba. De aqul reciba el joven cantos y placer, mas de ste espanto y turbacin. El muchacho se decant por el dios y a Zfiro, dominado por los celos, lo arm para la guerra. En esto se present la ocasin del ejercicio gimnstico del joven, que fue para Zfiro ocasin de venganza. Un disco fue lo que sirvi para matarlo, a iT o ja d o por el uno92, recibido por el otro. ste estaba muerto, pero no era posible que la Tierra dejara hurfana de recuerdo la desgracia; antes bien, en lugar del joven naci la flor que recibe su nombre. Y dicen que en sus hojas se hallan escritas sus iniciales93.

    90 Los captulos 46 y siguientes son considerados por F e s t a y los crticos como un aadido ajeno a la obra original de Palfato. El estilo de estos captulos es, en efecto, diferente, peculiaridad que hemos procurado reproducir en nuestra traduccin. Ntese el papel protagonista que se les concede a los dioses y la ausencia de interpretaciones racionalistas.

    91 A m idas se hallaba en las proximidades de Esparta. Por su parte, Zfiro es el viento borrascoso que sopla del oeste.

    92 Apolo lanz el disco que, desviado por su rival, el Zfiro, alcanz a Jacinto.

    93 Esas letras que supuestamente son visibles en el jacinto son, segn las fuentes, AIAI (= expresin de lamento), o bien la letra hypsilon con la que comienza el nombre griego de Jacinto (Hykinthos, Ykinlhos si no se nota la aspiracin).

  • 64 M ITGRAFOS GRIEGOS

    47. Historia de Marsias

    Marsias era un hombre de campo94 que se aficion a la msica de la manera siguiente. Atenea sinti odio por las flautas, pues no era poco lo que de su hermosura le quitaban95; la fuente que reflej su imagen le dio a entender la verdad. Estando as abandonadas las flautas, vino a hacerse cargo de ellas Marsias. El pastor, tras recogerlas, les aplic sus labios, y ellas cantaban con un poder divino, aun sin quererlo el que las estaba manipulando. Maestra suya pens Marsias que era este poder; as que tom postura contra las Musas, tom postura contra Apolo, pues deca que ya no quera seguir viviendo si no aventajaba a la divinidad. En aquella contienda resulta vencido, y de su piel se vio despojado despus de la derrota. Yo vi96 en Frigia un ro cuyo nombre es Marsias; los frigios decan que aquella comente procede de la sangre de Marsias.

    48. Fan

    La vida de Fan consista en ocuparse de su barca y del mar. El mar era un estrecho. l no reciba ninguna queja de nadie, puesto que era sensato y slo cobraba a los que tenan posibles. Su forma de actuar causaba asombro entre los lesbios. La diosa alab al hombre: sta es la diosa a