Misticismo Prctico

Edward Lee

Misticismo Prctico

Ediciones Rosacruces, S.L.

Ediciones Rosacruces, SLApdo. de Correos 199

08140 Caldes de MontbuiBarcelona (Espaa)

de la Orden Rosacruz AMORCGran Logia Espaola, 2014

Todos los derechos reservados

ISBN: 978-84-943078-1-2 Depsito Legal: B 22674-2014

Impreso por: PublidisaPrimera Edicin: Octubre 2014

Barcelona (Espaa)

Coleccin Espiritualidad

www.edicionesrosacruces.esinfo@edicionesrosacruces.es

Las ideas y opiniones expresadas en la presente obra corresponden exclusi-vamente al pensamiento de su autor y pueden no representar la postura oficial de la AMORC.

NDICE

Prlogo ......! 9Quin es Usted? .....! 15La Capacidad de Concentrarse ..! 23Resolver un Problema ...! 33Dar un Consejo .....! 41El Karma ......! 53Los Prximos Diez Aos .. 65Cmo Utilizar la Autosugestin? ....! 73Qu es la Visualizacin? .....! 83Su Aspiracin al Conocimiento ! 93Es Usted un Barmetro Humano? ..! 103Somos Libres? ! 111Ser un Buen Ejemplo ...! 121Est Usted Preparado para la Transicin? ....! 131Reflexiones sobre la Reencarnacin ......! 141El Silencio .....! 149

Prlogo

Leyendo los captulos de este libro, tal vez se pre-gunte sobre algunas palabras claves, palabras como msti-co, misticismo, el Csmico y Dios.

Es posible que no estuviera acostumbrado a estos trminos antes de abrir este libro o quiz los entienda en un sentido diferente del que se les da aqu. Si el significa-do especfico de estas palabras se le escapa, querra apro-vechar esta oportunidad para proponerle unas explicacio-nes que aclararen los mismos.

Mstico y misticismo: Se han visto alguna vez dos palabras tan incomprendidas y ridiculizadas por algunos autores? Misticismo es un trmino que no tiene nada que ver con algo misterioso. No es un misterio. El misticismo es sencillamente el proceso por el cual un individuo puede experimentar la unin directa y consciente con el Absolu-to, el Espritu divino, la Inteligencia universal, o con lo que los rosacruces llaman el Dios de su corazn. Es el conocimiento ntimo y directo de Dios o del Csmico por la mediacin del Ser, es decir, el subconsciente. Esto pro-cede, no de la adhesin a ciertos dogmas o creencias, sino del aprendizaje y de la puesta en prctica de leyes natura-les que, con el tiempo, permitan a los estudiantes realizar la experiencia de la Consciencia Csmica.

Qu es el Csmico? Es la Inteligencia divina e in-finita del Ser supremo, que penetra cada cosa. Es la totali-dad de leyes y fenmenos que se manifiestan a travs de la naturaleza y, por tanto, a travs de la humanidad; todas las fuerzas, energas y potencias que explican lo finito y lo infinito.

El mstico es por tanto un estudiante, un buscador del conocimiento que a travs del estudio del misticismo, busca la unin directa y consciente con la Inteligencia universal y el Csmico. Fue quizs Harvey Spencer Lewis, primer Imperator1 de la Antigua y Mstica Orden de la Rosa-Cruz, quien defini mejor lo que significa ser mstico:

Qu caracteriza realmente al mstico? En qu es diferente el verdadero mstico de los dems seres huma-nos? Cul es la esencia del misticismo que lo hace a la vez tan maravilloso y sagrado? No ser la armonizacin con la Divinidad y el Csmico, que provienen del conoci-miento y la capacidad de aplicar y utilizar las leyes de Dios y de la naturaleza de un modo constructivo?

He aqu una pregunta profunda que nos lleva a defi-nir la palabra Dios. Los rosacruces no intentan definir la naturaleza de la Divinidad, porque cada uno debe buscar la respuesta en el fondo mismo de su corazn. Dios es una experiencia totalmente subjetiva, cuya interpretacin es por tanto personal. El concepto de Dios refleja la inteli-gencia, la educacin y el medio religioso y social de cada individuo y por este motivo es imposible crear un concep-to nico de Dios aceptable para todos. La mayora de los

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1"Imperator"es"el"-tulo"tradicional"del"mximo"representante"de"la"Tradicin"Rosacruz"(Nota"del"Editor).

rosacruces piensan, sin embargo, que no existe ms que un nico Dios, eterno, omnipresente, sin ningn atributo limitado, sin ninguna forma o manifestacin sensible, y le llaman el Dios de su corazn.

El autor de este libro, Edward Lee, responde a pre-guntas especficas que le fueron realizadas durante los treinta aos que trabaj en la sede de la Gran Logia ingle-sa para Amrica de la Antigua y Mstica Orden de la Ro-sa-Cruz. Subraya que durante todos estos aos, sus res-puestas y comentarios fueron tiles, no solamente a los estudiantes de misticismo, sino tambin a otras personas que deseaban mejorar su vida en profundidad. Sin em-bargo, no hay duda alguna que el desarrollo interior es un proceso lento y gradual, que requiere en ltima instan-cia muchos esfuerzos para alcanzarlo.

Comencemos entonces por estudiar cmo poner en prctica estas leyes y principios msticos en nuestra vida cotidiana.

Robin M. THOMPSON

Prlogo

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Por encima de todo,s veraz contigo mismo.

En mi vida, tengo que complacer a tantas personas y en condiciones tan diferentes que me es difcil conocer la verdadera naturaleza de mi personalidad. Me pregunto a menudo: Quin soy?

Una pelcula de los aos cuarenta, Doble Vida, tena como intriga un hombre que sus amigos y los crti-cos consideraban como un buen actor. En esta apasionante pelcula de cine negro, este actor tena que interpretar al trgico hroe de Shakespeare, Otelo. Se implic tan pro-fundamente en este papel que comenz a olvidar la vida que era la suya fuera del teatro, en oposicin a la vida de Otelo sobre el escenario. Su atormentada mente confundi las fronteras entre la realidad y la ficcin, y acab per-diendo el control de s mismo empezando a considerarse Otelo, el enamorado celoso. Enfurecido, una noche come-ti un crimen pasional. Sabiendo que el Otelo de Shakes-peare se suicida al final del drama, la pelcula Doble Vida termina de una manera trgica.

De forma menos dramtica, nos ocurre a menudo en nuestra vida cotidiana jugar un papel como si furamos

1 Quin es Usted?

un artista sobre un escenario. As, podemos empezar una jornada asumiendo el papel de padre. La proseguimos como cualquier persona que se desplaza diariamente al trabajo. Luego nos convertimos en empleado o jefe y si seguimos el curso de la noche, nos transformamos quizs entonces en estudiantes. Durante el fin de semana, pode-mos practicar un deporte o ser entrenadores, o ser un enamorado.

Debido a que cada ser lleva una existencia propia, se puede ver involucrado en funcin de su propia persona-lidad en diversos papeles y adoptar una multitud de com-portamientos posibles. La conviccin y la intensidad con las cuales asumimos estos papeles que nos hemos atribui-do depende de nuestra capacidad para cumplirlos. Los motivos por los cuales hacemos eso pueden variar, pero se puede decir con certeza que nos involucramos en estos papeles por varias razones: por necesidad de encontrar sentido a nuestra vida, para encontrar cierta seguridad psi-colgica y protegernos de lo desconocido, para asegurar un control mental sobre nuestro entorno y, ms importante an, sobre nosotros mismos. Sin embargo, a pesar de nuestra aptitud para adaptarnos a las condiciones sociales, a pesar de nuestra voluntad y de nuestros talentos como actores, un sentimiento irresistible de futilidad nos puede invadir. En los momentos ms serenos, como si una em-barcacin que se hubiera hundido y que emerge de las profundidades, nuestro yo real puede surgir y aparecer.

La sociedad puede dictarnos lo que hay que decir cuando hablamos con nuestros hijos y cmo actuar cuan-do estamos con nuestro cnyuge. El miedo nos frena en nuestro comportamiento en el trabajo, mientras que el de-seo de ser aceptado por los dems nos dice lo que debe-ramos hacer y pensar cuando estamos con nuestros ami-

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gos. Si las circunstancias cotidianas de nuestra vida cam-bian rpidamente, nuestro juego de roles se puede parecer a un artista de teatro que cambia a menudo de traje duran-te un espectculo.

Por ejemplo, hace unos aos me tom el tiempo de observar a un colega en diferentes situaciones sociales y profesionales. Los cambios de su personalidad, como si fuera un caleidoscopio, eran sorprendentes. Frente a su esposa, era callado y reservado; con sus hijos, grosero y hostil; con sus amigos, un amante de la diversin; frente a su jefe, dcil y servil; con las mujeres, todo un caballero. Sin embargo, un da, en un destello de lucidez, percib de repente la verdadera naturaleza de esta persona. Eso fue una conmocin para m. Percib la soledad y el miedo que emanaban de l. Entend que no era tan diferente de mu-chas otras personas, o incluso de m mismo en aquella poca. Sencillamente, jugar un papel era un rasgo ms acentuado en l, mientras que este mismo rasgo est ms oculto en otros.

En estos momentos, cuando descubrimos con hu-mildad lo que somos, nos preguntamos por qu persisti-mos en vivir una doble vida. Recordemos estas palabras de un escritor que deca: Era un camalen y su rara ca-pacidad de reconocer lo que se esperaba de l slo se po-da comparar con su capacidad para convertirse en ello. Podemos estar impactados por el hecho de que, da tras da, ao tras ao, desempeamos a menudo un papel de teatro que hemos elegido nosotros mismos. Fingimos, de-sempeamos un papel. Por qu?De qu nos esconde-mos? Cul es nuestra verdadera personalidad, y cul es la mscara?

Quin es Usted?

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Volvamos con nuestro atormentado actor y con Ote-lo: Si seguimos su ejemplo y dejamos a la mscara que llevamos tomar el control, entonces inevitablemente el resultado ser el sufrimiento. Es decir, si permitimos que nuestros cinco sentidos fsicos dicten siempre a nuestro ser interior cmo conducir nuestra vida, entonces queda-mos amarrados a este mar a menudo agitado que es la vi-da. Si nuestro ser exterior no ha establecido un lazo cons-ciente, no ha construido un puente con nuestro ser inte-rior, entonces nuestro barco no tendr refugio en la tem-pestad. El valor prctico de un estudio racional del misti-cismo y del conocimiento de uno mismo no puede por tanto ser sobreestimado.

Las enseanzas msticas autnticas se refieren nor-malmente a temas como la evolucin del alma-personali-dad, al perfeccionamiento del carcter, a la mejora del ser en su totalidad, etc. No son por tanto generalidades sino ms bien razones fundamentales que justifican la existen-cia de organizaciones respetables como la Antigua y Ms-tica Orden de la Rosa-Cruz. Todo estudiante sincero en el sendero no solamente desarrolla sus centros psquicos, volvindose ms intuitivo y alejndose de costumbres in-tiles, sino que toma tambin gradualmente consciencia de su lugar en la vida. Es gratificante saber que estos estu-diantes estn construyndose una filosofa personal de vi-da, una filosofa que har de ellos las personas felices y satisfechas que aspiran a ser.

Hemos podido observar que las verdaderas ense-anzas msticas no tienen en absoluto el objetivo de con-ducir a los estudiantes a pensar de una manera uniforme. No se trata de una especie de gigante fbrica mstica don-de, al final de una cinta transportadora, todos los estudian-tes dejan la cadena de montaje de la misma manera. Por el

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contrario, se anima al estudiante serio a pensar de una manera independiente y a poner en prctica lo aprendido.

En este captulo, hemos evocado aquellos que repre-sentan, la mayora inconscientemente, un papel a lo largo de su vida. Aquellos que, conscientemente, actan as para llegar a dominar psicolgicamente una otra persona o para engaar a alguien presentndose bajo una falsa imagen, deben ser clasificados en otra categora de personas. Con-siguiendo favores por medios negativos, hacen realidad el axioma que dice: Una vez que uno comienza a engaar, teje una tela enmaraada.

No hace falta decir que hay personas que practican el engao como medio de supervivencia personal, como por ejemplo agentes de polica y todos aquellos que ac-tan para salvar vidas en situaciones peligrosas; as como aquellos que son actores profesionales, artistas, etc. Nues-tra observacin concierne en primer lugar a aquellos que se esconden bajo mscaras y velos a fin de no enfrentar la verdad acerca de s mismos y de no ver quines son real-mente.

Por tanto,qu beneficio se puede sacar de ser ho-nesto con uno mismo, de mejorar con valenta y progresi-vamente su personalidad? Eso nos aporta por un lado, el sentimiento inquebrantable de nuestra identidad personal. Entonces emerge el agradable sentimiento de ser una per-sona nica. Por otra parte, nos sentimos bien con nosotros mismos, y dejamos poco a poco de buscar la confirmacin exterior de nuestros amigos o vecinos; nos volvemos, para nosotros mismos, un amigo y un compaero.

Un estudiante serio de misticismo vacilar en hacer algo que pueda interferir con el lazo que acaba de estable-

Quin es Usted?

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cer con el ser interior o destruirlo. Se volver alguien muy positivo, liberado de una multitud de creencias, una de esas personas que parecen estar cmodas en todas las cir-cunstancias.

Adems, nos sentimos bien en compaa de estas personas que parecen no dar una falsa imagen de ellas mismas buscando impresionar a los dems. Se mueven siempre con la misma gentileza y la misma sinceridad, libres de toda hipocresa, tanto entre los humildes y po-bres como entre la gente con fama. Se convierten en un ideal al cual otros seres aspiran.

Si en su bsqueda de identidad y despertar interior, busca una pista, recuerde estos versos extrados de Hamlet:

Por encima de todo,S veraz contigo mismo.Y entonces, tan inevitablemente como la noche sigue al da, No podrs mentir a nadie.

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La concentracin es la capacidad de reunir, de enfocar toda nuestra energa

mental en un solo punto con una intensa fuerza.

Durante una discusin informal en una reunin ro-sacruz, en una gran ciudad americana, una mujer pregun-t: Qu hay que hacer para realizar con xito todas los experimentos y ejercicios que estn propuestos en las en-seanzas rosacruces y que practicamos en casa?

Es una evidencia decir que una casa debe construir-se sobre slidos pilares. Cuando decidimos afinar y mejo-rar nuestro temperamento, y cuando desarrollamos el as-pecto espiritual de nuestra personalidad, los pilares debe-ran de ser igualmente slidos y robustos. Pensamos en condiciones como la aspiracin, la sinceridad, el objetivo que uno se fija y la capacidad de concentrarse. Otros in-gredientes podran ser aadidos con razn a esta idea abs-tracta, pero por el momento, deseamos focalizar nuestra atencin nicamente sobre la concentracin mstica.

Qu es la concentracin? Es el acto de llevar y di-rigir nuestros pensamientos hacia un centro comn. Es la capacidad de reunir, enfocar toda nuestra energa mental en un solo punto con una fuerza intensa. A ttulo de ejem-plo, para fabricar el sirope de arce, se hace hervir la savia

2 La Capacidadde Concentarse

para que se concentre. La leche, antes de ser envasada al vaco en una lata de conserva, deber ser concentrada sa-cando el agua que contiene. De la misma manera, nuestros pensamientos vagabundos pierden su carcter difuso cuando rechazamos todo lo que es externo. De hecho, el termino concentrarse se refiere a algo que no est disper-so, algo que est condensado, por tanto de una gran fuer-za. Nuestros pensamientos concentrados se vuelven auto-mticamente una fuerza potente, un gran poder dirigido hacia el bien.

Si quiere ver un excelente ejemplo de concentra-cin, vea uno de esos documentales que muestran una leona cazando una cebra. Observe el silencio total, la mi-rada fija e hipntica y la manera que el cuerpo del animal se recoge en una masa dinmica hasta el momento en que esa fuerza y esa potencia son sbitamente liberadas en un movimiento de una gran intensidad. He aqu una demons-tracin de la persecucin de una meta en el marco de la naturaleza.

Cuando un artista crea una obra, una pintura por ejemplo, entra a menudo en un estado mental en el cual todas sus facultades estn absortas en la meta que persi-gue. El plano superficial de su consciencia, la consciencia objetiva, empieza a recibir impresiones de su ser ms pro-fundo, subjetivo, y ciertas ideas sutiles comienzan a fluir. Concentrndose an ms profundamente sobre su obra, el artista entra en un estado espiritual donde la recepcin de impresiones subconscientes resulta posible. El subcons-ciente, debido a que es el nivel de consciencia ms pro-fundo, est en contacto con el Csmico, e ideas e impre-siones inspiradas pueden surgir repentinamente. Tales ideas son entonces transformadas en pensamientos e im-genes tiles que pueden integrarse en la obra de arte. A

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menudo, estas personas no tienen consciencia de su entor-no y si alguien aparece de repente en el estudio del artista, eso les devuelve bruscamente al nivel consciente. La reaccin irritada del artista en este momento puede origi-nar lo que se conoce como el temperamento del artista.

En el ejemplo de la leona citado anteriormente, ob-servamos la manera en que el animal busca y enfoca sus fuerzas fsicas y emotivas en un nico centro de atencin, a fin de alcanzar una nica meta. Pasa lo mismo con el artista en el trabajo; vemos aqu una concentracin total. Pero en los seres humanos, hay algo ms que se aade, que vamos a analizar. Cuando un mstico concentra sus pensamientos sobre conceptos ms elevados o quiz sobre un ejercicio en particular, entra gradualmente en armona con la Consciencia Csmica. Volver ms ampliamente sobre este concepto posteriormente.

Hay personas que dicen no tener ninguna dificultad en concentrarse, y quiz no la tengan. Sin embargo, tales personas son rarsimas. Para la mayora de nosotros, la capacidad de concentracin es una facultad difcil de ad-quirir, y no se puede desarrollar ms que por etapas. De igual modo que en las dems formas de arte, existen re-glas, lneas conductoras, etapas a franquear y un esfuerzo personal a realizar para poder progresar. Los jvenes, par-ticularmente los del mundo occidental, al ser muy propen-sos al entretenimiento rpido e inmediato, estn menos dispuestos a disciplinar su mente y a utilizar la creacin mental, salvo si tienen un inters personal en tales temas. Eso puede explicar la proliferacin actual de seminarios que proponen ayudar a los adultos a desarrollar su mente y su capacidad de concentracin, ya que el xito que con-cierne al mundo de negocios o del misticismo, depende en gran parte de la capacidad de concentrarse.

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En lo que respecta a las reglas a aplicar, qu se puede sugerir a los estudiantes para mejorar su capacidad de concentracin? En primer lugar, hay que fijar una meta para la concentracin. Cuando hablamos de una meta, queremos decir una nica meta. En otros trminos, si el espritu est ocupado por seis o siete ideas y objetivos en conflicto, el periodo de concentracin ser de muy poco beneficio. Entonces, en este punto, y por utilizar un ejem-plo grfico, debemos hervir el agua de la leche o conden-sar la savia de arce para preparar el sirope. Nuestros pen-samientos deben volverse ms intensos y potentes. Si, por ejemplo, queremos hacer un ejercicio y concentrarnos sobre todas las partes de nuestro cuerpo, debemos excluir todas las ideas respecto al trabajo que hemos realizado hoy, o lo que queremos preparar para la comida de maa-na, etc. As como un haz de luz que se orienta y se focali-za sobre un solo lugar, dirigimos nuestros pensamientos sobre una sola parte del cuerpo a la vez e imaginamos la energa y la salud irradiar en esta parte de nuestro cuerpo; sentimos un hormigueo en este lugar y un lento aumento de la energa en nuestro cuerpo, hasta que este ltimo abarca por completo nuestros pensamientos.

En secundo lugar, la concentracin debe basarse sobre un motivo. El estudiante debe tener una razn no egosta para querer alcanzar un objetivo por mediacin de la concentracin; en caso contrario, el resultado final no ser satisfactorio.

Supongamos, por ejemplo, que desea adquirir una nueva casa. Comienza entonces a concentrarse y a utilizar las tcnicas correctas para crear mentalmente este nuevo entorno. Aun as, este proyecto mental de una nueva casa debe integrar, incluir profundamente la idea de que, una vez adquirida, esta casa ser utilizada al menos en parte

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para el bienestar de otras personas. Puede prever un en-torno amplio en el cual sus nios o quiz sus nietos ven-drn a visitarle de vez en cuando. Puede visualizar habita-ciones adaptadas para lograr un objetivo satisfactorio. As, un artista puede sentir la necesidad de tener un ambiente ms luminoso, ms pacfico y grande para crear la belleza de la cual disfrutarn otras personas.

En tercer lugar, y en estrecha correlacin con el mo-tivo, encontramos el mrito. Utilizando el trmino mrito, nos referimos al inmenso flujo y reflujo de la Ley csmica que impregna todo lo que existe y que vibra en toda la vida. Por ejemplo, es perfectamente posible que no nos convenga tener, por el momento, la casa que visualizamos y sobre la cual nos concentramos de todo corazn y con toda nuestra alma; el Csmico no cooperar entonces y no aportar la ayuda para la manifestacin del deseo tal como lo hemos formulado.

Antes de proseguir, tengo que precisar que este principio se aplica muy particularmente a los msticos que quieren sinceramente obrar en armona con la Consciencia Csmica. En tales casos, parece que el Csmico, en vez de ayudar a los estudiantes en sus planes, no les asista en su realizacin. Los estudiantes pueden estar disgustados por que sus planes no se concretan, pero quiz meses o aos ms tarde, mirarn hacia atrs y estarn eternamente agradecidos al Csmico por la no realizacin de sus pla-nes. Se puede explicar de otra manera el mrito recordan-do el adagio: El hombre propone, Dios dispone.

Para resumir: debemos disciplinar la mente, esfor-zndonos en focalizar toda nuestra atencin sobre un solo pensamiento. Excluir todo pensamiento que pudiera in-fluir y que sera como un vagabundo, exterior al tema.

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Notar que poniendo en prctica esta potente concentra-cin de la mente, ser progresivamente ms fcil llegar a esta concentracin sobre un pensamiento concreto.

Adems, nuestro deseo de ver nuestra experiencia mstica coronada por el xito debe ser, al menos en una cierta medida, desinteresado. La voluntad de servir a la humanidad debe estar intrnsecamente ligada a nuestro deseo de tener xito.

La etapa final de la concentracin mstica, es el momento en que la concentracin concluye y donde la armonizacin interior toma el relevo. En otros trminos, en este punto el estudiante ha desterrado todos los pensa-mientos intiles y trabaja nicamente con un solo objeti-vo. Su consciencia es clara y l o ella est en una actitud de humildad. En este punto el estudiante debera utilizar la fuerza de la voluntad para expulsar el pensamiento sobre el cual se concentraba y permitir al subconsciente recibir impresiones intuitivas.

Hasta ahora, el estudiante se estaba concentrando. Sin embargo, cuando deja de pensar objetivamente y abandona el pensamiento sobre el cual se concentraba, comienza a meditar. En este contexto, la armonizacin y la meditacin son trminos similares. Algunas personas entran en este estado de armona sin haber buscado deli-beradamente hacerlo, como en el ejemplo del artista del cual hablbamos anteriormente. En estos momentos, ins-piraciones e ideas tiles fluyen a menudo a la consciencia, llevando con ellas una sensacin de bienestar y entusias-mo renovado. Tales ideas o impresiones tienen un alcance prctico y son tiles en la vida cotidiana.

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Por lo tanto, y aunque parezca contradictorio, una sesin de concentracin mstica exitosa incluye finalmen-te la capacidad de abandonar la concentracin con la vo-luntad de entrar interiormente en un estado meditativo.

Por ltimo, en lo que concierne a la utilizacin de la aptitud rosacruz de concentrarse para ciertas actividades como la transmisin del pensamiento y otros fenmenos similares, la tradicin mstica autntica nos da el siguiente consejo:

El Csmico no sostendr aquellos proyectos formu-lados con un propsito destructivo, injusto o inmoral. No hay nada de mgico o de inexplicable en ello; es solamen-te la transmisin buena, pura y honesta del poder del pen-samiento, la que requiere la cooperacin del Csmico para ser llevado a un buen final. El Csmico no le ayudar a realizar algo que pueda perjudicar a alguien o que le pro-voque algn dao.

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Los medios que ponemos en accin para resolver nuestros problemas

tienen a menudo repercusiones duraderas sobre nuestras vidas y sobre

las de nuestro entorno.

Las razones por las cuales nos encontramos pro-blemas en nuestras vidas son numerosas: la ausencia de comprensin de una situacin dada; el insuficiente control sobre nuestras emociones; el exceso de atencin focaliza-da sobre un hecho menor; la subestimacin de un proble-ma ms grave, etc. La manera que tratamos nuestros pro-blemas y los medios que ponemos en accin para resol-verlos tienen a menudo repercusiones duraderas sobre nuestras vidas y sobre las de nuestro entorno.

Se puede decir que un problema es un asunto no re-suelto que requiere una solucin, o al menos la toma de una decisin. Es normalmente un tema que requiere una reflexin o una atencin personal en vista de una solucin satisfactoria. Genera habitualmente duda, incertidumbre y a veces miedo. Existen diferentes tipos de problemas, ta-les como los problemas sociales, los problemas de convi-vencia o de otro tipo. Destacaremos aqu los problemas personales y los medios de resolverlos recurriendo al mis-ticismo como herramienta prctica.

3 Resolver un Problema

Resolver un problema se ha vuelto un tema funda-mental de reflexin que ha sido muy estudiado por los psiclogos y otros analistas del comportamiento humano, como los estudiantes de la Antigua y Mstica Orden de la Rosa-Cruz. Globalmente, existen dos grandes vas que permiten resolver un problema: Una acta por aproxima-ciones sucesivas; la otra requiere un cierto grado de lo que se puede llamar perspicacia. Las connotaciones msticas de este ltimo mtodo sern desarrolladas ms adelante.

En el mtodo que se apoya sobre las aproximacio-nes sucesivas, el individuo avanza esencialmente explo-rando y manipulando los elementos del problema; se es-fuerza por seleccionar las diferentes posibilidades y fran-quear las etapas que le acercarn al objetivo que se ha fi-jado. Proceder por aproximaciones sucesivas no es algo necesariamente evidente, como cuando se intenta juntar las piezas de un puzle. Puede ser que usted intente resol-ver su problema, reflexionando sencillamente sobre el di-lema y probando diferentes posibilidades. Puede hacer un esfuerzo intelectual para encontrar una respuesta a su cuestin, o al menos un medio de alcanzar una meta de-seada y prctica. Usted quiere que la paz y la armona rei-nen respecto al problema particular que tiene en mente.

Usted puede decidir recurrir al mtodo utilizado en algunos institutos, particularmente la utilizacin de dia-gramas, para ayudarse a ver ms claramente la situacin en su conjunto. Los diagramas pueden ser utilizados como guas para explorar la estructura global de un problema y para revelar las posibles acciones que podran estar omiti-das por otro lado. En algunos casos, el estudio de un es-quema puede ayudarle a entender que la situacin pro-blemtica que atraviesa es demasiado compleja para ser resuelta inmediatamente. Puede que usted entienda enton-

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ces que es necesario tener una aproximacin progresiva al problema en vez de enfrentarlo en un solo bloque.

Antes de seguir adelante, conviene no olvidar la im-portancia extrema de identificar el objetivo final. Si su objetivo es vago, demasiado general, o incluso demasiado idealista, corre el riesgo de no conseguir nunca una reso-lucin satisfactoria. Por lo tanto, su meta debe ser realista, suficientemente clara y lo bastante precisa para constituir una base sobre la cual usted pueda avanzar. A menos que no tenga bien examinada su situacin en el momento en que comienza su trabajo, las decisiones a tomar pueden no ser evidentes. Su primer paso, por lo tanto, debe ser for-mular tan claramente como sea posible su objetivo. Le puede incluso parecer necesario consultar, a este nivel, a una o varias personas que estime cualificadas en la mate-ria. Pero la cuestin del objetivo global no debera jams escapar a nuestra mente.

Es interesante tener en cuenta en esta fase, que al-gunas escuelas subrayan que una parte de su programa hace hincapi en tcnicas que permiten resolver un pro-blema. Eso aporta a los nios ciertos mtodos y compor-tamientos que les ayudan a localizar, definir y analizar los problemas que se encuentran en la escuela o en la vida en comn. Actividades fuera del programa, tales como las de clubes de estudiantes, sirven para reforzar el arte de apor-tar una solucin a los problemas. Constituyen un marco suplementario que permite a los estudiantes comprender en cierta medida lo que se esperar de ellos ms tarde en la vida. Y eso les prepara ms plenamente para su futura vida de ciudadanos del mundo.

Aquellos que son creativos por naturaleza, deciden a menudo que la mejor solucin al problema que tienen en

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mente es la de escribir, si el tema es suficientemente inspi-rador y de inters general, una obra de teatro, una novela o un ensayo que presente y saque a la luz, de una manera realista, un mal social actual. Temas como el racismo, el antisemitismo, la emancipacin de las mujeres, la codicia o la corrupcin han sido todos tratados con una extrema eficacia por numerosos autores. Las canciones reivindica-tivas o actos de propaganda estimulan la reflexin y la discusin del pblico. Aportan un nimo que reduce, en cierta medida, el peso del problema que atormentaba al autor.

En lo que concierne al uso del examen intuitivo de los problemas personales, debemos en primer lugar sub-rayar que debera tener una comprensin clara de los di-versos principios o factores de los que se compone el pro-blema y sobre la solucin buscada. Analice entonces lo que requiere el problema; dicho de otra forma, anote c-mo los elementos parecen estar estrechamente ligados y busque una regla o un hilo conductor que podra llevarle directamente a la meta. La disciplina mental y una volun-tad suave deberan caracterizar su manera de reflexionar, mientras progresa etapa por etapa, segn su plan, modifi-cando el mismo si es necesario, avanzando hacia una so-lucin.

Pero a menudo ocurre que encallamos frente a una posible solucin. Incluso despus de prestar la ms minuciosa y perspicaz atencin a un problema, nos senti-mos totalmente incapaces de encontrar una salida. En este preciso momento, deberamos abandonar el problema y confiarlo a un juicio superior. En otros trminos, debera-mos transmitirlo al subconsciente para que nos ayude y gue. Desde luego, no es una cosa fcil de hacer, ya que, como seres humanos, tendemos en querer agarrarnos a los

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problemas y buscar consejo nicamente en el aspecto racional.

Sin embargo, si somos capaces de transmitir de forma adecuada nuestro problema a nuestro yo interior, esta gua har fluir hacia nuestra consciencia, en un mo-mento dado, quiz en algunas horas, das o incluso sema-nas, un juicio inspirado respecto a nuestro problema. No tendremos ninguna duda ni vacilacin respecto a la in-formacin recibida. La solucin o el mtodo a utilizar aparecer totalmente claro. Adems, la recepcin de este mensaje ir acompaada de emociones elevadas o incluso de entusiasmo. Este conocimiento intuitivo surgir de re-pente o se manifestar progresivamente en nuestra cons-ciencia. Es la inteligencia de la Consciencia Csmica que reside en el corazn de nuestro subconsciente. Cuando esta informacin til llega a nuestra consciencia objetiva, se la llama comnmente un presentimiento o una sen-sacin intuitiva.

Debemos subrayar aqu que el ser interior no nos ayudar a recibir una intuicin para resolver un problema hasta que no solicitamos nosotros mismos de forma obje-tiva la solucin de nuestro propio problema. Dicho de otro modo, un trabajo preparatorio, as como un esfuerzo y un deseo sincero, deben preceder a la transferencia del pro-blema al subconsciente a fin de que recoja la intuicin apropiada. As, cuanto ms hemos adquirido un buen co-nocimiento de nuestra situacin, cuanto ms hemos hecho uso de las tcnicas para resolver los problemas tal como lo hemos expuesto anteriormente, tanto ms podremos contar con la ayuda que necesitamos del Csmico.

En todo caso y con razn, el estudio completo de la conducta intuitiva no constituye en realidad ms que uno

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de los aspectos de las enseanzas msticas autnticas. El conjunto de la naturaleza humana, fsica, mental y espiri-tual, debera ser explorado en profundidad durante aos de estudio. La naturaleza del Cosmos, la creacin mental, el desarrollo de las facultades psquicas, el fortalecimiento de la voluntad, la mejora del temperamento y de la perso-nalidad, la visualizacin, la meditacin y muchos otros temas, fomentarn el enriquecimiento de la vida del estu-diante, teniendo como vocacin, este tipo de enseanza, ser puesta en prctica en la vida cotidiana.

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