misa dominical · cada uno de nosotros participar en el sacrificio de la misa y ... del mundo»...

12
CPl editorial Misa Dominical Centre de Pastoral Litúrgica 8, 15, 22 y 25 de julio de 2018 o 00 o CN D. 14 del tiempo ordinario / B D. 15 del tiempo ordinario / B D. 16 del tiempo ordinario / B E ntre los famosos emoticonos que pode- mos utilizar en la telefonía móvil y en las redes sociales para sustituir algunas palabras, aparte de las típicas expresiones de la cara, hay una muy habitual: dos manos juntas en forma de plegaria. Incluso se puede escoger el color de la piel de estas manos. Su uso ge- neral es para pedir favores o la comprensión de aquel a quien se dirige el mensaje. Pero también algunos creyentes, en la diversidad religiosa, lo utilizan por expresar que reza- rán por una dificultad, una prueba, una situa- ción adversa o por una persona. Después de la expresión de la cara, la expresión de las manos suele ser de las más determinantes. Con las manos podemos transmitir mucha tranquilidad o mucha angustia. A los presentadores de televisión y comunicadores políticos se les pide un control continuo de las manos. Siempre las han de mostrar, sin esconder nada. No se puede presentar un acto con las manos en los bolsillos o atrás. Como tampoco se puede tener un bolígrafo, ni un pañuelo, ni ningún ob- jeto que se nos pueda caer o que podamos lanzar. Con las manos no podemos distraer sino que, con la coherencia gestual, hemos de reforzar nuestra palabra. El celebrante debe tener mucho cuidado con sus manos para que sean lo más expresivas posible, pero también hay que pensar en las expresiones de las ma- nos de quienes participan en una celebración. Hay grandes momentos, como el Padrenuestro o el gesto de la paz, en que —con las manos— también se puede expresar comunidad. FRANCESC ROMEU

Upload: hoangkien

Post on 24-Sep-2018

252 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Misa Dominical · cada uno de nosotros participar en el sacrificio de la misa y ... del mundo» (Homilía en la santa misa, ... de que la vida de una comunidad cristiana es un

CPleditorial

Misa DominicalCentre de Pastoral Litúrgica

8, 15, 22 y 25 de julio de 2018

o

00

oCN

D. 14 del tiempo ordinario / BD. 15 del tiempo ordinario / BD. 16 del tiempo ordinario / B

Entre los famosos emoticonos que pode-mos utilizar en la telefonía móvil y en las

redes sociales para sustituir algunas palabras,aparte de las típicas expresiones de la cara,hay una muy habitual: dos manos juntas enforma de plegaria. Incluso se puede escogerel color de la piel de estas manos. Su uso ge-neral es para pedir favores o la comprensiónde aquel a quien se dirige el mensaje. Perotambién algunos creyentes, en la diversidadreligiosa, lo utilizan por expresar que reza-rán por una dificultad, una prueba, una situa-ción adversa o por una persona.

Después de la expresión de la cara, la expresión de las manos suele ser de lasmás determinantes. Con las manos podemos transmitir mucha tranquilidad omucha angustia. A los presentadores de televisión y comunicadores políticosse les pide un control continuo de las manos. Siempre las han de mostrar, sinesconder nada. No se puede presentar un acto con las manos en los bolsillos oatrás. Como tampoco se puede tener un bolígrafo, ni un pañuelo, ni ningún ob-jeto que se nos pueda caer o que podamos lanzar. Con las manos no podemosdistraer sino que, con la coherencia gestual, hemos de reforzar nuestra palabra.

El celebrante debe tener mucho cuidado con sus manos para que sean lo másexpresivas posible, pero también hay que pensar en las expresiones de las ma-nos de quienes participan en una celebración. Hay grandes momentos, comoel Padrenuestro o el gesto de la paz, en que —con las manos— también se puedeexpresar comunidad.

FRANCESC ROMEU

Page 2: Misa Dominical · cada uno de nosotros participar en el sacrificio de la misa y ... del mundo» (Homilía en la santa misa, ... de que la vida de una comunidad cristiana es un

15 CATEQUESIS DEL PAPAFRANCISCO SOBRE LA EUCARISTÍA

El papa Francisco, en el marco de las Audiencias Generales de los miércoles en Roma, havenido ofreciendo i 5 catcquesis sobre el sacramento más importante de la vida cristiana. Conel lenguaje sencillo, ameno y accesible a todos que les es propio, el obispo de Roma hace unrecorrido pedagógico por todas las partes de la misa. Publicamos en este espacio la primera delas catcquesis, pronunciada el pasado 8 de noviembre de 2017. El CPL las ha reunido todas enun pequeño volumen [5,00 €].

Empezamos hoy una nue-va serie de catcquesis, quedirigirá la mirada hacia el«corazón» de la Iglesia, esdecir la Eucaristía. Es fun-damental para nosotroscristianos comprender bienel valor y el significado dela santa misa, para vivir cadavez más plenamente nues-tra relación con Dios.

No podemos olvidar elgran número de cristianosque, en el mundo entero,en dos mil años de historia, han re-sistido hasta la muerte por defenderla Eucaristía,- y cuántos, todavía hoy,arriesgan la vida para participar en lamisa dominical. En el año 304, duran-te las persecuciones de Diocleciano,un grupo de cristianos, del norte deÁfrica, fueron sorprendidos mientrascelebraban misa en una casa y fueronarrestados. El procónsul romano, en elinterrogatorio, les preguntó por qué lohicieron, sabiendo que estaba absolu-tamente prohibido. Y respondieron:«Sin el domingo no podemos vivir»,que quería decir: si no podemos cele-brar la Eucaristía, no podemos vivir,nuestra vida cristiana moriría.

De hecho, Jesús dijo asus discípulos: «Si nocoméis la carne del Hijodel hombre, y no bebéissu sangre, no tenéis vidaen vosotros. El que comemi carne y bebe mi san-gre tiene vida eterna, yyo le resucitaré el últimodía» (Juan 6,53-54).

Estos cristianos del nortede África fueron asesina-dos porque celebraban laEucaristía. Han dejado

el testimonio de que se puede renun-ciar a la vida terrena por la Eucaristía,porque esta nos da la vida eterna, ha-ciéndonos partícipes de la victoria deCristo sobre la muerte. Un testimo-nio que nos interpela a todos y pideuna respuesta sobre qué significa paracada uno de nosotros participar en elsacrificio de la misa y acercarnos a lamesa del Señor. ¿Estamos buscandoesa fuente que «fluye agua viva» parala vida eterna, que hace de nuestravida un sacrificio espiritual de ala-banza y de agradecimiento y hace denosotros un solo cuerpo con Cristo?Este es el sentido más profundo de lasanta Eucaristía, que significa «agra-

MD 7018/09

Page 3: Misa Dominical · cada uno de nosotros participar en el sacrificio de la misa y ... del mundo» (Homilía en la santa misa, ... de que la vida de una comunidad cristiana es un

decimiento»: agradecimiento a DiosPadre, Hijo y Espíritu Santo que nosatrae y nos transforma en su comu-nión de amor.

En las próximas catcquesis quisie-ra dar respuesta a algunas preguntasimportantes sobre la Eucaristía y lamisa, para redescubrir o descubrir,cómo a través de este misterio de lafe resplandece el amor de Dios.

El Concilio Vaticano II fue fuerte-mente animado por el deseo de con-ducir a los cristianos a comprender lagrandeza de la fe y la belleza del en-cuentro con Cristo. Por este motivoera necesario sobre todo realizar, conla guía del Espíritu Santo, una adecua-da renovación de la Liturgia, porquela Iglesia continuamente vive de ellay se renueva gracias a ella. Un temacentral que los Padres conciliares su-brayaron es la formación litúrgica delos fieles, indispensable para una ver-dadera renovación. Y es precisamenteeste también el objetivo de este ciclode catcquesis que hoy empezamos:crecer en el conocimiento del grandon que Dios nos ha dado en la Euca-ristía. La Eucaristía es un suceso ma-ravilloso en el cual Jesucristo, nuestravida, se hace presente. Participar enla misa «es vivir otra vez la pasión yla muerte redentora del Señor. Es unateofanía: el Señor se hace presente enel altar para ser ofrecido al Padre porla salvación del mundo» (Homilía en lasanta misa, Casa Santa Marta, 10 de fe-brero de 2014). El Señor está ahí connosotros, presente. Muchas veces no-sotros vamos ahí, miramos las cosas,hablamos entre nosotros mientras el

sacerdote celebra la Eucaristía... y nocelebramos cerca de El. ¡Pero es el Se-ñor! Si hoy viniera aquí el presidentede la República o alguna persona muyimportante del mundo, seguro quetodos estaríamos cerca de él, querría-mos saludarlo. Pero pienso: cuandotú vas a misa, ¡ahí está el Señor! Y túestas distraído. ¡Es el Señor! Debemospensar en esto. «Padre, es que las mi-sas son aburridas» —«Pero ¿qué dices,el Señor es aburrido?» -«No, no, lamisa no, los sacerdotes» — «Ah, que seconviertan los sacerdotes, ¡pero es elSeñor quien está allí!». ¿Entendido?No lo olvidéis. «Participar en la misaes vivir otra vez la pasión y la muerteredentora del Señor».

Intentemos ahora plantearnos algu-nas preguntas sencillas. Por ejemplo,¿por qué se hace la señal de la cruz y

iwin

Page 4: Misa Dominical · cada uno de nosotros participar en el sacrificio de la misa y ... del mundo» (Homilía en la santa misa, ... de que la vida de una comunidad cristiana es un

el acto penitencial al principio de lamisa? Y aquí quisiera hacer un parén-tesis. ¿Vosotros habéis visto cómo sehacen los niños la señal de la cruz? Túno sabes qué hacen, si la señal de lacruz o un dibujo. Hacen así [hace ungesto confuso]. Es necesario enseñara los niños a hacer bien la señal dela cruz. Así empieza la misa, así em-pieza la vida, así empieza la jornada.Esto quiere decir que nosotros somosredimidos con la cruz del Señor. Mi-rad a los niños y enseñadles a hacerbien la señal de la cruz. Y estas lec-turas, en la misa, ¿por qué están ahí?¿Por qué se leen el domingo tres lec-turas y los otros días dos? ¿Por quéestán ahí, qué significa la lectura de lamisa? ¿Por qué se leen y qué tiene que

ver? O ¿por qué en un determinadomomento el sacerdote que preside lacelebración dice: «levantemos el co-razón»? No dice: «¡Levantemos nues-tros móviles para hacer una fotogra-fía!». ¡No, es algo feo! Y os digo quea mí me da mucha pena cuando cele-bro aquí en la plaza o en la basílica y

veo muchos teléfonos levantados, nosolo de los fieles, también de algunossacerdotes y también obispos. ¡Peropor favor! La misa no es un espec-táculo: es ir a encontrar la pasión yla resurrección del Señor. Por eso elsacerdote dice: «levantemos el cora-zón». ¿Qué quiere decir esto? Recor-dadlo: nada de teléfonos.

Es muy importante volver a los fun-damentos, redescubrir lo que es esen-cial, a través de aquello que se toca yse ve en la celebración de los sacra-mentos. La pregunta del apóstol san-to Tomas (cf. Juan 20,25), de poderver y tocar las heridas de los clavos enel cuerpo de Jesús, es el deseo de po-der de alguna manera «tocar» a Diospara creerle. Lo que santo Tomás

pide al Señor es lo que to-dos nosotros necesitamos:verlo, tocarlo para poderreconocer.

Los sacramentos satisfa-cen esta exigencia huma-na. Los sacramentos y lacelebración eucarística deforma particular, son lossignos del amor de Dios,los caminos privilegiadospara encontrarnos con El.

Así, a través de estas ca-tcquesis que hoy empeza-mos, quisiera redescubrir

junto a vosotros la belleza que se es-conde en la celebración eucarística,y que, una vez desvelada, da plenosentido a la vida de cada uno. Que laVirgen nos acompañe en este nuevotramo de camino. Gracias.

iwin / na

Page 5: Misa Dominical · cada uno de nosotros participar en el sacrificio de la misa y ... del mundo» (Homilía en la santa misa, ... de que la vida de una comunidad cristiana es un

LOS EQUIPOS DE LITURGIA,PARA VIVIR COMUNITARIAMENTE LA FE

DE LA FRAGMENTACIÓN A LA UNIDADSÍNTESIS DE LA PONENCIA DE ENRICTERMES EN LA ENTREGA

DEL IV MEMORIAL PERE TENA DE PASTORAL LITÚRGICA17 DE FEBRERO DE 201 8

Los equipos parroquiales de litur-gia, con constancia y preparación,realizan una tarea pastoral impres-cindible para que los cristianospodamos comprender, participar,vivir y saborear plenamente lacelebración comunitaria de nuestrafe: fuente y cumbre, don gratuito,memoria viva de la Pascua delSeñor que nos empuja a transmitirsu Evangelio.

De este largo párrafo me quedocon tres conceptos: cristianos,parroquia y equipos parroquialesde liturgia.

Como cristianos y como parroquiasno podemos vivir de manera frag-mentaria sino en una profunda yreal unidad.

Cristianos

¿Cuánto tiempo dedicamos a laoración, a la celebración, al ser-vicio a los demás, a la formacióncomo cristianos... en el interior delconjunto de nuestra vida? La vida,nuestra vida, es una unidad, uncampo interrelaciona con otro, unadimensión ha de estar en sintoníacon la otra.

Me pregunto si demasiado amenudo los cristianos, de hecho,vivimos nuestra vida cristiana muyfragmentariamente, como si lasdiversas dimensiones de la vida noformasen una unidad.

La vida, la vida de cada uno denosotros, la vida de un cristiano,¿no es una unidad? Ciertamente

Page 6: Misa Dominical · cada uno de nosotros participar en el sacrificio de la misa y ... del mundo» (Homilía en la santa misa, ... de que la vida de una comunidad cristiana es un

la vida de una persona está formadapor múltiples dimensiones, pero esnecesario que todas ellas estén enuna misma sintonía, en una mismaperspectiva, en un mismo sentidode Buena Noticia vivida en todo loque pensamos, decimos, realizamos;en cualquier lugar y circunstancia.Es necesario que los diversos ele-mentos que conforman nuestra vidaestén unificados, interrelacionados,formando una única «vida» a la luzde Cristo.

Estoy convencido de que la vida deuna comunidad cristiana es un ele-mento fundamental que ayuda alcristiano a unificar su vida.

Parroquia

La vida de una parroquia es muyamplia y variada, mucho más ampliay variada de lo que la mayoría delas personas que participan en ellapiensan o perciben. Existen múlti-ples grupos y servicios: caritas, catc-quesis, catecumenado, pastoral de lasalud, educación en el tiempo libre,vida ascendente, formación cristiana,refuerzo escolar, preparación al bau-

tismo, grupos de revisión de vida,equipo parroquial de liturgia...

Cada una de estas personas, grupos,actividades, aporta su elemento espe-cífico y, al mismo tiempo, recibe delos demás, en este ámbito pastoraly eclesial. Todo esto tiene lugar enun ámbito concreto -ciudad, barrio,pueblo- con sus propias característi-cas sociales, religiosas, económicas,que hay que tener en cuenta para quela acción parroquial esté en sintoníacon lo que viven los hombres y muje-res, mayores y jóvenes, que partici-pan en ella.

Cada uno de estos grupos y activida-des es como una pieza. Entre todasvan configurando la vida de unacomunidad parroquial. Con frecuen-cia, sin embargo, estos grupos y ser-vicios viven en su mundo particular,sin demasiada conciencia de lo quese hace en el conjunto de la vida deuna parroquia.

La comunidad parroquial debe con-tribuir a hacer presentes todas lasdimensiones eclesiales, todos lossignos que conforman la fe y la acciónde la Iglesia:

^ La diaconía (el servicio): realizadaen el amor-caridad, el servicio, lapromoción, la educación, la libe-ración, la solidaridad; y expresadaen la acción misionera ad exfraque se traduce en la presencia, elservicio, el diálogo, el testimonio,el primer anuncio.

Page 7: Misa Dominical · cada uno de nosotros participar en el sacrificio de la misa y ... del mundo» (Homilía en la santa misa, ... de que la vida de una comunidad cristiana es un

0 La koinonía (la comunión): vividaen la fraternidad, la reconcilia-ción, la unidad, la comunicación,la comunidad; y expresada en laacción catecumenal en forma deacogida, acompañamiento, voca-ción, iniciación, mistagogía.

^> La martyria (el testimonio): pro-clamada en el anuncio, el testi-monio, la profecía, la evangeli-zación, la catcquesis, la predica-ción; y expresada en la acciónpastoral ad intra en forma decaridad-servido, predicación-catequesis, vida comunitaria,culto-celebración.

<£> La liturgia (la liturgia) celebradaen la Eucaristía, los sacramentos,las celebraciones, las fiestas, ladevoción, la oración; y expresadaen la acción en forma de diálogo,colaboración, oración, celebra-ción, comunión.

Estas cuatro dimensiones eclesia-les serán vividas con mayor o menorintensidad según la clase de persona,grupo, actividad o servicio de que setrate. Pero es preciso que en el interiorde una comunidad parroquial esténtodas presentes, al mismo tiempo yequilibradamente, y que el conjuntode la comunidad sea consciente deque esta presencia es esencial para serverdaderamente comunidad cristiana.

Esta es una tarea que especialmentetiene que llevar a cabo el Consejopastoral parroquial. Pero el Equipoparroquial de liturgia debe conver-

tirse en un instrumento para hacervisible esta pluralidad de la vida deuna comunidad parroquial, y espe-cialmente las cuatro dimensioneseclesiales evitando la fragmentarie-dad y ayudando a la unidad de vidacristiana y comunitaria.

Equipos parroquiales deliturgia

He aquí ocho tareas que realizan opodrían realizar los Equipos parro-quiales de liturgia:

1. Preparar las celebraciones, comomínimo las centrales a lo largo delaño litúrgico y, en la medida desus posibilidades, las del tiempoordinario y las de los diversossacramentos.

2. Revisar las celebraciones, con unapregunta de fondo, para mí, cen-tral: la celebración, ¿ha ayudadoa vivir la fe a hombres y mujeres,mayores y jóvenes que en ella hanparticipado? Lo importante noes la cantidad, sino ver si aquelmomento ha servido para que los

Page 8: Misa Dominical · cada uno de nosotros participar en el sacrificio de la misa y ... del mundo» (Homilía en la santa misa, ... de que la vida de una comunidad cristiana es un

participantes realmente hayan«celebrado» la fe.

3. Velar para que en la celebra-ción se reflejen, de una u otramanera, todas las dimensionesde la vida cristiana (servicio,comunión, testimonio, litur-gia). En el ámbito celebrativo esdonde se reúne la pluralidad delos miembros de la comunidadcristiana; por eso es un ámbitoprivilegiado para ayudar a viviral conjunto de la parroquia lapluralidad de las dimensioneseclesiales.

4. Velar para que las nuevas gene-raciones -niños, adolescentes,jóvenes, catecúmenos, los queretornan a la fe- entren en elespíritu y en el contenido de lacelebración cristiana. Introduciren la liturgia, en su lenguaje, ensu simbolismo, en su ritmo...actualmente no se puede limi-tar a los más pequeños -con laayuda del ámbito catequético-,sino que ha de tener en cuentala presencia cada vez másnumerosa de adultos que notienen las claves para entrar enla vida celebrativa de la comu-nidad cristiana.

5. Preocuparse por la formaciónde los que participan en la cele-bración, ya sean simples «asis-tentes», o bien que participenrealizando un servicio, o bienlos mismos miembros de los

Equipos parroquiales de litur-gia. Esto se puede realizar y serealiza de múltiples maneras, através de la misma «calidad» delas celebraciones, con la ayudade pequeños subsidios, organi-zando o invitando a participaren conferencias o cursillos másespecíficos..., introduciendo unapartado formativo en la mismareunión del Equipo parroquialde liturgia, etc..

6. Estar atentos a la vida de laparroquia, del barrio, delpueblo, de la ciudad, delmundo... Esta vida, de la cualparticipamos, que nos influye,nos condiciona, nos hacepensar, nos hace reflexionar,rezar, celebrar... no puede que-darse en la puerta del templo;ha de encontrar su eco y la ilu-minación cristiana a través tam-bién de la celebración cristiana.

7. Ayudando a la comunidad adescubrir el sentido y la profun-didad de la liturgia. Este puntopasa por la formación, el vín-culo entre vida y celebración,un ars celebrandi inserto en elmisterio profundo de una vidaunida a Cristo y unida a la his-toria y a la vida de las personas.

8. La tarea específica que hay querealizar teniendo en cuenta larealidad concreta de la comuni-dad cristiana que acompaña enla celebración de su fe.

Centre de Pastoral Litúrgica Hoja verde

Page 9: Misa Dominical · cada uno de nosotros participar en el sacrificio de la misa y ... del mundo» (Homilía en la santa misa, ... de que la vida de una comunidad cristiana es un

SOBRE LACONCELEBRACIÓN

A veces, cuando hay más de un presbítero celebrando, o bien cuandopreside el obispo y otros sacerdotes concelebran, hay algún detalle deorganización que hay que cuidar especialmente. Por ejemplo, la posi-ción de los asientos. La sede del celebrante principal debe aparecermuy visible y diferenciada. Y si en el lugar habitual de la sede del cele-brante no caben otros asientos, es mejor presidir desde detrás del altaro bien colocar los restantes asientos en un lateral. Nunca, en cualquiercaso, delante del altar, y menos en un número tan grande que obstacu-licen su visión.

Otro detalle son los ornamentos. Sabemos que los ornamentos propiosdel sacerdote (u obispo) en la Eucaristía son el alba, la estola y la casulla.Pero si no hay casullas para todos, «los concelebrantes, con excepciónsiempre del celebrante principal, pueden omitir la casulla, poniendo laestola sobre el alba» (IGMR, núm. 209). Habrá que evitar, en cualquiercaso, que unos vayan con casulla y otros no, ya que no hay concele-brantes con más o menos importancia; si no hay casulla para todos, solola lleva quien preside.

Page 10: Misa Dominical · cada uno de nosotros participar en el sacrificio de la misa y ... del mundo» (Homilía en la santa misa, ... de que la vida de una comunidad cristiana es un

medio delmundo las•edes de la

«TEaNw

Domingo tras domingonos reunimos alrededor de Jesús.

Venimos cargados con nuestro pecado,con nuestros sufrimientos y alegrías

y las de toda la humanidad.Su palabra, como suave lluvia,

va empapando nuestra tierra reseca.Compartimos su vida

hecha pan partido y repartido.

Rema mar adentro, Simón,y echad en medio del mundo

las redes de la amistad,del amor y de la solidaridad.

Rescatad de las aguas del mara los que se ahogan en la miseria,

a los menospreciados, enfermos y olvidados,a los que pierden las ganas de vivir

o se hunden en la riqueza y el pecado.

Domingo tras domingonos reunimos nuevamente.

Las redes y las manos vacías.Señor, te hemos dejado solo en la playa.

Nos hemos creído capacesde echar solos nuestras redes.

Apártate de nosotrosque somos unos pobres pecadores.

Hoy te invitamos a subir para llevar el timón.

Ven a nosotros, Señor,llena con tu palabra nuestro corazón

y no nos abandones.Llevándote en la barca de nuestra vida

esperamos confiar en ti,no temer dejar de ser creyentes,

y así ver frutos abundantesen todo gesto de amor, ayuda y compañía,

que tengamos hacia nuestros hermanos.

(Oriol CARRETA, Oraciones de iodos los díascolección Celebrar 97, p. 1 04)

V*

Page 11: Misa Dominical · cada uno de nosotros participar en el sacrificio de la misa y ... del mundo» (Homilía en la santa misa, ... de que la vida de una comunidad cristiana es un

Una mirada desde el SeminarioDesde mis tiempos de seminaristarecuerdo la publicación Misa Dominicalen todas las parroquias en las que heestado. Y, tan pronto como pude,yo mismo me subscribí, puesto queme parecía un material muy útil paraejercer correctamente un ministeriotan importante como es el de predicarla Palabra de Dios y presidir laEucaristía.

A lo largo de estos años, tambiénse me han pedido diversascolaboraciones que he realizado congozo.

Para mí, la preparación de laEucaristía dominical siempre ha idoacompañada de Misa Dominical, cuyas«hojas amarillas» siempre he leídocon interés en el momento en que meha llegado.

Siempre me han resultado muyútiles las introducciones a lascelebraciones y la oración de losfieles, muy oportunas para las diversascircunstancias que en cada momentorodeaban la celebración litúrgica,tanto a nivel litúrgico y eclesial comosocial.

Creo que Misa Dominical sigue siendoun instrumento muy válido para lapreparación de la Eucaristía, en laque se reúne toda la comunidad. Ylo es tanto para los sacerdotes comopara los propios equipos de liturgia,que también preparan y cuidan esta

celebración. También puede ser muyútil para los grupos que se reúnenpara comentar la Palabra de Dios dela misa del domingo.

Un apartado que valoro en especiales el de las sugerencias para loscantos, que ha sido muy provechosopara conseguir que todas lasparroquias de un mismo ámbitolingüístico puedan tener unos cantoscomunes conocidos por todos, yello ha posibilitado el encuentro decomunidades diferentes en un mismocanto que expresa una misma fe.

JosepM. TurullRector del Seminario Conciliar de Barcelona

MD 2018/09 51

Page 12: Misa Dominical · cada uno de nosotros participar en el sacrificio de la misa y ... del mundo» (Homilía en la santa misa, ... de que la vida de una comunidad cristiana es un

Última páginaLA tUCAKJSTÍA Pt

COfif ftCAPC>K£$»En el origen y primeros desarrollos dela Eucaristía, según la investigación ac-tual, tres raíces son fácilmente recono-cibles: la Eucaristía es continuación dela comensalidad pre-pascual de Jesúscon sus discípulos; es, además y sobretodo, repetición litúrgica de la ÚltimaCena; que, luego, se funde y adquiereuna plusvalía simbólica como comu-nión con Cristo resucitado. En otraocasión hablamos ya aquí de esa «Eu-caristía del Resucitado»; hoy presenta-mos un aspecto complementario de lamisma realidad.

La cena de despedida, ante la inminen-cia de su muerte, tiene un significadoparticularmente denso en la vida de Je-sús; pero debe ser entendida en el con-texto de su comensalidad «abierta», deese hábito que él tenía de compartir sumesa no solo con sus discípulos, sinocon personas de cualquier procedenciao condición. Esa comensalidad de Jesúscon los pecadores muestra el carácteranticipador, gratuito y sorprendentedel amor de Dios; significa la acogida ye\ de Dios. Así también el hechode que el Señor resucitado compartala mesa con los discípulos, que antesle habían abandonado, debe ser leídocomo un signo visible de perdón.

Centre cJe Pastoral LitúrgicaH Nápols 346, 1 - 08025 Barcelona^ 933 022 235 ̂ [email protected] - uuuuuu.cpl.esujaól9741 047

Director de la publicación: Xavier Aymerich

Muchas generaciones cristianas, comola de los Padres de la Iglesia (Basilio,Ambrosio, Agustín, Crisóstomo) jamásse sirvieron del sacramento específicode la penitencia; vivieron la reconcilia-ción cristiana a través de su sacramen-to primigenio, la Eucaristía, sacramen-to del perdón. Como dice Ambrosio:«Cada vez que le recibimos, anuncia-mos la muerte del Señor y la remisiónde los pecados. Tengo que recibirlesiempre, para que siempre perdone mispecados» (De sacramentis IV, 6,28).

En nuestros días, podría darse un re-encuentro con esa tradición primitiva,descubriendo de nuevo en la Eucaristíala acogida inmerecida, incondicional ygratuita de Dios que perdona los peca-dos, y el encuentro con el Señor resu-citado que «sigue comiendo con peca-dores»: filón temático que, a mi juicio,no ha recibido la debida atención ennuestra teología. Si la Iglesia, presenciade Cristo en el mundo, es continua-ción del ingreso de Dios en la miseriahumana; y la Eucaristía, en esa mismalógica, es el sacramento de la ternurade Dios para todos los marginados yexcluidos, hay lugar para una reflexiónrenovada acerca de las personas en «si-tuación irregular» dentro de la Iglesia,y sobre sus posibilidades de acceso a lacomunión eucarística.

XABIER BASURKO

Año LSubscripción anual: 76,50 €

Precio de cada ejemplar: 5,00 €Imprenta: Agpograf

ISSN 1 887-8202 / D.L: B.l 8.369-1 975