““Mis ovejas escuchan mi voz, Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco” y yo las conozco”

Jn. 10, 27

•Pedir a DIOS que nos conceda Pedir a DIOS que nos conceda más pastores en su Iglesia más pastores en su Iglesia

que conozcan y guíen a su rebaño. que conozcan y guíen a su rebaño.

• No poner excesivo peso en los No poner excesivo peso en los hombros de los demás y a cargar, hombros de los demás y a cargar, cuando haga falta, con aquel que -tal cuando haga falta, con aquel que -tal

vez- está un poco cansado.vez- está un poco cansado.

•Mirar a los ojos a los que, tal vez, Mirar a los ojos a los que, tal vez, hemos olvidado o marginado porque nos hemos olvidado o marginado porque nos

resultaban incómodos o proféticos resultaban incómodos o proféticos para nuestra vida.para nuestra vida.

• Realizar un esfuerzo mayor en el conocimiento, y menor en los

juicios, sobre aquellos a los que, desde nuestra posición privilegiada,

castigamos con la indiferencia.

•Curar las heridas producidas por la excesiva dureza del cayado con unos

o...por la blandura y el consentimiento del mismo cayado con otros.

•Preguntar por aquellos que, tal vez, se encuentran inmersos en mil soledades y

al borde del “crac” personal y de una “ruptura existencial”.

•Salvar a personas, con nombres y Salvar a personas, con nombres y apellidos concretos, que viven apellidos concretos, que viven circunstancias de orfandad y circunstancias de orfandad y decepción, de pasotismo o decepción, de pasotismo o

indiferencia.indiferencia.

• Dar la vida (en gestos, en decisiones y Dar la vida (en gestos, en decisiones y en cercanía) no por los pocos que tal vez en cercanía) no por los pocos que tal vez

eclipsan la realidad donde vivo, sino eclipsan la realidad donde vivo, sino también, por aquellos otros que aún no también, por aquellos otros que aún no

han visto el camino.han visto el camino.

““Yo conozco a Yo conozco a mis ovejas y ellas mis ovejas y ellas me siguen, y yo me siguen, y yo les doy la vida les doy la vida

eterna; no eterna; no perecerán para perecerán para siempre y nadie siempre y nadie las arrebatará de las arrebatará de

mi mano”.mi mano”.

Jn. 10, 28Jn. 10, 28

Texto: Javier Leoz Presentación: Ana María Jiménez