PrlogoEste compendio de pequeas historias ha sido escrito sin fines de lucro y con el simple propsito de poder expresar lo que pienso y siento, a travs del lpiz y el papel. As, a lo largo del ao y a medida que distribuya mis composiciones, espero que ms de uno se sienta identificado, pues las historias de mis personajes se desarrollan en un contexto muy parecido al nuestro y muchos de ellos son contemporneos a nosotros.

Sin mayores prembulos dedico esta recopilacin a mis amigos, a Lima por ensearme que la vida es una jungla de oportunidades y a los adolescentes en todo el mundo, pues nuestra mescolanza de sentimientos fue parte de mi inspiracin para comenzar a escribir. A Mario,

fue muy noble de tu parte y a Luciano, por ser fuente de inspiracin.The StareEse da llegaste temprano; s, ms temprano que nunca, Gutirrez. Te sentaste en el sexto asiento de la primera columna, guardabas algo entre manos, algo muy secreto, Gutirrez, tan secreto que no se lo contaste a nadie. Prendiste tu iPod y te pusiste a escuchar canciones algo sentimentales, como siempre: La melanclica Gutirrez. Te echaste sobre la carpeta y esperaste a que llegara. Cuando lleg te quedaste anonadada, atontada por su hermosura, aquella hermosura que nunca llegaras a experimentar. Veas con una mirada tierna sus cabellos marrones, sus minsculos pero muy expresivos ojos celestes que casi nunca se cruzaban con los tuyos; esperaras entonces en ese momento a que sacara de su morral el mismo cuaderno marrn de siempre, donde comenzara a escribir, y sera ah cuando la curiosidad te carcomera el alma: La ingenua Gutirrez. En ese momento te sacaste los auriculares y los guardaste en tu mochila. La profesora entr y te paraste, todos se pararon y t continuabas vindolo, admirndolo. Las horas pasaron rpidamente y el descanso lleg muy pronto. El relajo, piensas.

Y fue a la salida, s, me acuerdo perfectamente, Gutirrez, fue ah cuando pas. T te fuiste como siempre con tus amigas, caminando por la acera, cuando al doblar la esquina te encontraste con aquella desagradable escena: Lo viste caminando de la mano con Camila. Pobre Gutirrez. Tuviste ganas de llorar, quizs gritar; poda leer tu rostro, tus gestos de sorpresa y desagrado. Pude ver que las falsas esperanzas que te habas dado caan una a una en picada; pude ver tu triste mirada, Gutirrez. S, pude verlo, porque yo me encontraba a tu izquierda, observndote, admirndote, tratando de cerciorarme que en realidad te atraa l, asimilando las respuestas a mis dudas, tratando de evadir lo evidente.Ese da quizs al llegar a tu casa te encerraste en tu cuarto, quizs le pusiste play a alguna cancin triste, tratando de encontrar similitudes entre aquellas letras y tu vida, sin saber que a metros de distancia yo ya haba encontrado la inspiracin, sin saber que escribira sobre ti, Gutirrez.

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