mijail bakunin carta internacionales bolonia

7/25/2019 Mijail Bakunin Carta Internacionales Bolonia

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Carta a los Internacionales de

Bolonia

En el Consejo general se acaba de declarar la

guerra. Pero ello no debe preocuparnos, queridos

amigos, pues la existencia, la fuerza y la unidad real

de la Internacional no se vern afectadas, porque su

unidad no viene de arriba, de un dogma terico

uniforme impuesto a la masa del proletariado, ni de ungobierno ms o menos dictatorial como el que el

Congreso de los obreros mazzinianos acaba de

instaurar en !oma" viene de abajo# reside en la

identidad de la situacin material de los sufrimientos,

de las necesidades y de las aspiraciones reales del

proletariado de todos los pa$ses" la fuerza de la

Internacional no reside en absoluto en %ondres" resideen &la' libre federacin de las secciones obreras

autnomas de todos los pa$ses y en la organizacin de

abajo arriba de la solidaridad prctica entre ellas.

Estos son los principios que defendemos (oy contra

las usurpaciones y contra las veleidades dictatoriales

de %ondres, que si pudiesen triunfar, matar$an, contoda certeza, a la Internacional.

)n Consejo general de la Internacional, resida en

%ondres o en otra parte, slo es soportable, slo es

posible, si se limita a estar investido en los modestos

atributos de una *ficina Central de correspondencia.

Esta es tambi+n, aproximadamente, la nica funcin

que le asignan nuestros estatutos generales. Perodesde el momento mismo en que pretende convertirse


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en un gobierno real, se transforma en una rareza, en

una monstruosidad, en una absoluta imposibilidad.

Imaginad una especie de monarca universal,

colectivo, que imponga su ley, su pensamiento, su

movimiento, su vida, a los proletarios de todos lospa$ses, reducidos a un estado de miseria. -er$a una

parodia rid$cula del ambicioso sueo de C+sar, de

Carlos /, de 0apolen, bajo la forma de una dictadura

universal, socialista y republicana. -er$a el tiro de

gracia contra la vida espontnea de las dems

secciones, la muerte de la Internacional.

Estos doctrinarios y estos autoritarios, desde

1azzini (asta 1arx, confunden siempre la

uniformidad con la unidad, la unidad formal

dogmtica y gubernamental con la unidad viva y real,

que slo puede resultar del ms libre desarrollo de

todas las individualidades y de todas lascolectividades y de la alianza federativa y

absolutamente libre, sobre la base de sus intereses

propios y de sus propias necesidades, de las

asociaciones obreras en las comunas, y ms all de las

comunas, de las comunas en las regiones, de las

regiones en las naciones y de las naciones en la

grande y fraternal )nin Internacional 2umana,organizada federativamente a partir de la libertad,

sobre la base del trabajo solidario de todos y de la ms

competa igualdad econmica y social.

Este es el programa, el aut+ntico programa de la

Internacional, que oponemos al nuevo programadictatorial de %ondres. 0osotros, es decir, la

Confederacin de las secciones del 3ura, a la cual


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pertenezco. 0o estamos solos# la inmensa mayor$a,

casi podr$amos decir la totalidad, de los

internacionalistas franceses, belgas, espaoles espero

que tambi+n los italianos 4(emos recibido ya la

ad(esin de varias secciones italianas y estamosseguros de la vuestra4, en una palabra, todo el mundo

latino est con nosotros. %os obreros ingleses y

americanos tienen un sentimiento de la independencia

demasiado fuerte y la costumbre de la accin y de la

vida demasiado espontnea para preocuparse, o tan

siquiera por tomar nota, de las pretensiones

bismarc5ianas del Consejo general, que ni siquieraosa anuncirselas. 6an slo el mundo tudesco se

somete con esta pasin a la disciplina o la

servidumbre voluntaria que (oy les distingue. El

pensamiento que desgraciadamente prevalece en el

seno del Consejo general es un pensamiento

exclusivamente alemn. !epresentado sobre todo por1arx 4un jud$o alemn, un (ombre muy inteligente,

muy erudito, un socialista convencido que (a prestado

grandes servicios a la Internacional, pero, al mismo

&tiempo' muy vanidoso, muy ambicioso, intrigante

como buen jud$o que es4 este pensamiento, digo,

representado por 1arx, el jefe de los comunistas

autoritarios de 7lemania, por su amigo Engels, un(ombre igualmente muy inteligente, secretario del

Consejo general para Italia y Espaa, y por otros

miembros alemanes del Consejo general, menos

inteligentes, pero no menos intrigantes ni menos

fanticamente entregados a su dictador4mes$as 1arx 4

este pensamiento se lo inspira un sentimiento racial4.Es el pangermanismo que, aprovec(ndose de los

recientes triunfos del absolutismo militar prusiano" es


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el pensamiento omnidevorador y omniabsorbente de

8ismarc5, el pensamiento del Estado pangermnico,

que pretende someter a toda Europa al dominio de la

raza alemana, a la que creen destinada a regenerar el

mundo" es este pensamiento liberticida y mortal parala raza latina y para la raza eslava el que (oy trata de

apoderarse de la direccin absoluta de la

Internacional. 9rente a esta monstruosa pretensin del

pangermanismo, debemos oponer la alianza de la raza

latina y de la raza eslava, no con este monstruoso

Imperio de todas las !usias, que no es otra cosa que

una especie de Imperio alemn impuesto a laspoblaciones eslavas por el ltigo trtaro, no con esa

monstruosidad llamada paneslavismo y que no ser$a

otra cosa que el triunfo y la dominacin de este ltigo

en Europa" sino con la alianza de la revolucin

econmica y social de los latinos con la revolucin

econmica y social de los eslavos, revolucin que,fundada en la emancipacin econmica de las masas

populares y que, tomando como base de su

organizacin la autonom$a de las asociaciones

obreras, de las comunas, de las regiones y de las

naciones, libremente federadas, fundar un nuevo

mundo internacional sobre las ruinas de todos los

Estados, un mundo que, teniendo como base materialla igualdad, como alma la libertad, como objeto la

accin del trabajo, y como esp$ritu la ciencia,

constituir el triunfo de la (umanidad.

Esta alianza latino4eslava no (ar en absoluto la

guerra al proletariado de 7lemania, actualmente y pordesgracia descarriado por culpa de sus jefes. !egla

general# nunca son las masas populares las que crean


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la vanidad y la ambicin nacional, siempre son sus

jefes que la explotan y que naturalmente estn muy

interesados en extender los l$mites del mundo a su

lucrativa explotacin. Por consiguiente, lejos de

(acerle la guerra, la alianza latino4eslava tratar, alcontrario, de reforzar y multiplicar los v$nculos de la

ms estrec(a solidaridad con el proletariado de

7lemania, tratando de inculcar en su seno, mediante

una ardiente propaganda, este principio, esta pasin

por la libertad que, derribando todo el tinglado

artificial del nuevo despotismo que sus jefes actuales

querr$an montar sobre sus espaldas excesivamente(abituadas a la servidumbre, es la nica que puede

darles y garantizarles lo que buscan y lo que quiere

apasionadamente el proletariado de todos los pa$ses#

una existencia (umana.

/uelvo al Congreso :eneral de %ondres. -usactuales pretensiones son tanto ms rid$culas y

absurdas cuanto que su composicin y su

constitucin, totalmente irregulares y exclusivamente

provisionales, (abr$an debido inspirarle sentimientos

muc(o ms modestos. 7n ser$a comprensible que se

arrogase este derec(o, siempre inicuo y liberticida a

mi entender, menos en caso de guerra, el derec(o deimponerle sus leyes a todos los grupos nacionales de

la Internacional, si realmente fuese el representante de

dic(os grupos. Pero para ello ser$a necesario que

estuviese compuesto por delegados nombrados y

renovados por la eleccin anual o bianual de dic(os

grupos. -er$a necesario que cada pa$s estuvieserepresentado al menos por dos delegados,

especialmente elegidos por el Congreso 0acional de


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todas las secciones. En este caso (abr$a sido preciso

que cada grupo nacional (iciese un desembolso de

cuatro y seis mil francos por ao, pues la vida en

%ondres es ms cara que en otras partes. En parte

debido a esta consideracin, y en gran parte, tambi+n,a causa de la poca importancia que desde un principio

se dio a la misin y a la modesta funcin que le

asignaban los estatutos generales, el resultado fue que

a partir del primer Congreso de la Internacional de

:inebra ;>?, el Congreso %ausana ;@?, el de

8ruselas ;=?, y el ltimo Congreso de 8asilea

;A?, consideraron que era ms cmodo dejar quecontinuase provisionalmente la existencia del mismo

Consejo general, concedi+ndole el derec(o de integrar

nuevos miembros para no tener que renovarlo

anualmente. Be modo que, con muy pocas

excepciones, desde que existe la Internacional, el

Consejo general es el mismo que antes del Congresode :inebra se llamaba Consejo general o Comit+

central provisional, y que slo adopt el t$tulo

definitivo de Consejo general despu+s de la votacin

de este Congreso. En su inmensa mayor$a, est

compuesto por alemanes e ingleses. %as dems

naciones estn pobremente representadas, a veces por

algunos nacionales que estn en %ondres y que tienenla suerte de no disgustar a 1arx y C$a. y en su

defecto, por individuos de una seccin diferente, pero

en la mayor$a de casos, por alemanes. Be este modo,

actualmente, Italia y Espaa estn representadas por

Engels, un alemn, 7m+rica por Eccarius, alemn"

!usia por 1arx &


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en %ondres el ui viveD otros tantos representantes

en+rgicos, decididos e inteligentes de la Comuna o

antiguos miembros de la Internacional francesa, (an

optado por -erraillier, una nulidad que ni siquiera

formaba parte de la Internacional" y ello debido a quetodos los franceses serios, celosos de su dignidad y de

su independencia, no (an querido, no (an sabido

someterse a 1arx, mientras que -erraillier, deseoso de

llegar a ser, mejor dic(o, de parecer, alguien

importante, en las barbas de sus compatriotas ms

serios, se (a subordinado voluntariamente la

dictadura del jud$o alemn.

Pues en realidad es la camarilla alemana la que

domina y la que (ace todo en el Consejo general. -us

miembros ingleses, como insulares e ingleses que son,

ignoran al continente y slo se preocupan de la

organizacin de las masas obreras de su propio pa$s.6odo lo que se (ac$a en el Consejo general lo (ac$an

exclusivamente los alemanes bajo la direccin nica

de 1arx.

Por otra parte, (asta septiembre de


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re$do siempre cuando le$mos, en los peridicos

oficiales y oficiosos de los diferentes pa$ses, que

%ondres env$a inmensas suma a todas partes para

fomentar la revolucin. El (ec(o es que el Consejo

general (a estado siempre en una situacin financieraexcesivamente miserable. 0o lo (abr$a estado si las

secciones que se encuentran bajo la bandera de la

Internacional en todos los pa$ses le (ubiesen enviado

regularmente los


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&G', y por otros muc(os partidarios fanticos, la

mayor$a de los cuales son tambi+n jud$os.

%os jud$os constituyen (oy en 7lemania una

verdadera fuerza. 3ud$o +l mismo, 1arx tiene a sualrededor, tanto en %ondres como en 9rancia y en

muc(os otros pa$ses, sobre todo en 7lemania, una

multitud de pequeos jud$os, ms o menos

inteligentes y eruditos, que viven principalmente de su

inteligencia y que venden al detalle sus ideas.

!eservndose para s$ mismo el monopolio de la gran

pol$tica, iba a decir de la gran intriga, les dejagustosamente el lado ms pequeo, sucio, miserable,

y (ay que decir que, a este respecto, siempre

obedientes a sus rdenes, a su alta direccin, le rinden

grandes servicios# inquietos, nerviosos, curiosos,

indiscretos, c(arlatanes, bulliciosos, intrigantes,

explotadores, como todos los jud$os, agentescomerciales, escritores pol$ticos, periodistas, agentes

literarios en una palabra, al mismo tiempo que agentes

financieros, se (an apoderado de toda la prensa de

7lemania, empezando por los peridicos monrquicos

ms absolutistas y terminando en los peridicos

absolutistas radicales y socialistas, y desde (ace

tiempo reinan en el mundo del dinero y de las grandesespeculaciones financieras y comerciales# con un pie

en la 8anca y en los ltimos tiempos, con el otro en el

socialismo, asientan sus posaderas en la literatura

cotidiana de 7lemaniaH a pod+is imaginaros la

nauseabunda literatura que se escribe de este modo.

Pues bien, todo este mundo jud$o que forma una

sola secta explotadora, una especie de pueblo4


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sanguijuela, un parsito colectivo devorador y que se

organiza por s$ mismo no slo a trav+s de las fronteras

de los diferentes Estados, sino tambi+n a trav+s de las

diferentes opiniones pol$ticas, este mundo est

actualmente, en gran parte, a disposicin de 1arx, porun lado, y de los !ot(sc(ild, por otro. -+ que los

!ot(sc(ild, con todo lo reaccionarios que son, que

tienen que ser por fuerza, aprecian muc(o los m+ritos

del comunista 1arx" y que, a su vez, el comunista

1arx se siente invenciblemente atra$do, con una

fuerza instintiva y una admiracin respetuosa, por el

genio financiero de los !ot(sc(ild. %os une lasolidaridad jud$a, esa solidaridad tan poderosa que se

arrastra a trav+s de la (istoria.

Esto puede parecer extrao. u+ puede (aber en

comn entre el socialismo y la :ran 8retaaJ K7(D, es

que el socialismo autoritario, el comunismo de 1arxquiere la poderosa centralizacin del Estado, y all$

donde (ay centralizacin del Estado se requiere

necesariamente una 8anca Central del Estado, y all$

donde existe una banca central de este tipo, los jud$os

estn seguros de no morir de fr$o ni de (ambre. Pues

bien, la idea fundamental del Partido de la democracia

socialista alemana es la creacin de un inmensoEstado pangermnico supuestamente popular,

republicano y socialista, de un Estado que englobe la

totalidad de 7ustria, incluidos los eslavos, 2olanda,

una parte de 8+lgica una parte de -uiza, por lo menos,

y todo Escandinava. )na vez englobado todo esto,

naturalmente y necesariamente acabar englobandotodo lo dems. %a influencia desmoralizadora de este


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partido se (izo sentir (ace un ao en 7ustria se (ace

sentir a(ora en -uiza.

En =, se produjo en el seno del proletariado

de 7ustria un magn$fico movimiento espontneo. Ensus asambleas populares, los obreros de /iena y de

muc(as otras grandes ciudades de 7ustria (ab$an

proclamado resueltamente que, al estar compuestos de

razas diferentes, alemanes, eslavos, magiares,

italianos, no quer$an ni pod$an levantar una bandera

nacional nica, dejando a cada pa$s el desarrollo

absolutamente libre de su nacionalidad particular,derec(o natural tan sagrado como puede serlo la

propia individualidad de cada (ombre. %a nica

bandera que quer$an levantar en comn era la bandera

de la emancipacin de los trabajadores, la bandera de

la revolucin social, la bandera de la fraternidad

(umana, que deber$an ondear sobre las ruinas de todaslas patrias pol$ticas, es decir, de las patrias

constituidas en Estados supuestamente nacionales

separados orgullosamente, celosamente,

ambiciosamente, en una palabra, burguesmente

;siendo el Estado una simple forma de organizar la

explotacin del proletariado a favor de la burgues$a?,

y siendo la patria pol$tica, en vez de la patria de lasmasas populares, la de las clases explotadoras y

privilegiadas. %a patria del pueblo es una cosa natural,

no artificial, y su base principal, real, reside en la

comuna. Esta es la causa de que 1azzini, que es un

telogo y un burgu+s, (aya atacado con tanta furia el

programa de la Comuna de Par$s, y la causa de que elgeneral :aribaldi, cuyo corazn bate al un$sono con el

corazn del pueblo y que posee la intuicin de los


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grandes instintos y de los grandes (ec(os populares,

se (aya declarado a favor de la Comuna de Par$s y a

favor de la Internacional, contra 1azzini.

Por consiguiente, en una asamblea popularinmensa, los obreros de /iena (ab$an rec(azado

solemnemente, y unnimemente, todas las propuestas

pangermnicas y patriticas de los demcratas

burgueses alemanes, y (ab$an votado una llamada

fraternidad y alianza $ntima a todos los trabajadores

revolucionarios socialistas de Europa y el mundo.

2ab$an adivinado instintivamente el programa de laInternacional.

Pero desde el otoo de =, los jefes, los

propagadores y los agitadores, en su mayor$a jud$os,

del Partido de la Bemocracia -ocialista, que acababa

de formarse, siempre bajo la inspiracin de 1arx, enel 0orte de 7lemania, empezaron a ganar para su

causa a los jud$os de 7ustria, y juntos se pusieron a

magnetizar, a sermonear, a engaar a los obreros

alemanes de 7ustria. 0o trabajaron en vano. 2ace

uno o dos meses, los mismos obreros alemanes de

/iena, reunidos de nuevo en una gran asamblea

popular y ya organizados segn el programa y bajo ladireccin de los jefes del Partido de la Bemocracia

-ocialista, (an traducido, bajo una inspiracin

exclusivamente tudesca, su cosmopolitismo en

pangermanismo, se (a declarado partidarios de la gran

patria alemana, es decir, del Estado pangermnico

supuestamente popular, del que esperanestpidamente la emancipacin del proletariado, como


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sui un gran Estado pudiese tener otra misin que la de

someter al proletariado.

Examinaremos esta cuestin otra vez, queridos

amigos. 1ientras tanto, comprender+is que esta nuevaresolucin (a tenido como consecuencia lgica la

separacin de todos los obreros no alemanes de

7ustria del movimiento del proletariado.

En -uiza, sobre too en Lurc$ y en 8asilea, y

siempre bajo la influencia directa y en nombre de los

principios de ese mismo programa de la Bemocracia-ocialista tudesca, qu+ reivindican los obreros de los

cantones alemanesJ %a abolicin del sistema federal y

la transformacin de la 9ederacin suiza, garant$a de

la libertad suiza, en una centralizacin nica del

Estado. -ab+is lo que esto significaJ Es el comienzo

de la absorcin, de la conquista de -uiza, por lomenos de su parte alemana, por parte de 7lemania"

pero no solamente de la -uiza alemana, sino de toda

la -uiza, pues las reformas que se estn preparando y

discutiendo a(ora, caso de triunfar, tendrn como

consecuencia inevitable, la de subordinar

absolutamente a los suizos italianos y franceses a la

direccin, al gobierno y a la administracin exclusivade los suizos alemanes, y ms tarde, a trav+s de +stos,

a los prusianos, y todo ello para mayor gloria de los

jud$os alemanes y suizos que engordarn con todos

estos c(anc(illosH

6al es el esp$ritu de los delegados del Partido dela Bemocracia -ocialista de 7lemania, de 7ustria y de

la -uiza alemana, trataron de (acer prevalecer en el


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Congreso de 8asilea de septiembre de A &M' al que

llegaron en gran nmero y en el que fueron apoyados

unnimemente por todos los delegados del Consejo

general de %ondres, alemanes e ingleses,

cuidadosamente elegidos por el propio 1arx ynaturalmente todos los cuales eran sus fanticos

partidarios.

Evidentemente se trata de una jugada preparada.

-in embargo, fracas ante la unnime oposicin de los

delegados franceses, belgas, suizo4franceses, italianos

y espaoles. -e llevaron un c(asco completo. 6odaslas propuestas tendentes a poner al movimiento

socialista y revolucionario del proletariado de Europa

a remolque del radicalismo burgu+s y del comunismo

jud$o4pangermnico de los alemanes, fueron

rec(azadas. Inde irae.

Besde entonces, los congresos generales, la

verdadera base del proletariado del mundo civilizado,

fueron condenados en el nimo de los cabecillas 4es

decir, de los alemanes del Consejo general de

%ondres4, en el nimo de 1arx y sus disc$pulos.

2asta A, las funciones del Consejo :eneralde la Internacional, tal como (ab$an sido establecidas

por nuestros estatutos generales por las sesiones de

los Congresos de :inebra, %ausana y 8ruselas, fueron

muy restringidas" slo ten$a la misin de ser una

simple *ficina central de correspondencia y

comunicacin entre los grupos nacionales de losdiferentes pa$ses 4y sobre todo entre los grupos

regionales# anglo4americano, alemn y latino, que


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naturalmente ten$an pocos medios de comunicacin

entre s$4. Por lo dems, no tenia ninguna misin

legislativa ni tampoco gubernamental, diga lo que

diga 1azzini. El poder legislativo, si es que exist$a tal

poder, resid$a exclusivamente en los congresos.Incluso las resoluciones de los congresos, aunque

respetadas como aut+ntica expresin de los deseos y

del pensamiento de la mayor$a, no se consideraban en

modo alguno como obligatorias, ya que la base real de

la 7sociacin Internacional, su pensamiento, su

vitalidad, residen enteramente en la autonom$a, en la

accin espontnea y en la libre federacin, de abajoarriba, de las secciones.

Esta es, y siempre (a sido, una costumbre

constante en todas las secciones de la Internacional,

menos en las de 7lemania, donde, al parecer,

predomina actualmente una disciplina bismarc5iana"despu+s de cada congreso, los delegados, una vez de

vuelta a sus secciones respectivas, deben rendir

cuentas en detalle a +stas de todas las discusiones que

tuvieron lugar en el congreso, explicar las razones de

sus propios votos y someter a la aceptacin o al

rec(azo de las secciones las resoluciones votadas por

la mayor$a del congreso. Be donde resulta que lospropios congresos 4preciosos desde el punto de vista

de que sirven para poner en contacto los deseos, las

aspiraciones, las diversas tendencias de los diferentes

grupos, para armonizarlos y unificarlos no

autoritariamente, sino en virtud de ese mismo

contacto encontrado, de este roce fraternal,anualmente renovado4 no pose$an en absoluto, ni

ten$an por qu+ poseer, un poder soberano, pues este


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poder tendr$a como consecuencia el sometimiento de

una minor$a a la ley de la mayor$a, e incluso muy a

menudo, la mayor$a de las secciones a una mayor$a

artificial producida por las intrigas de una minor$a en

el seno del congreso" en una palabra, significar$atransformar a Internacional en un Estado pol$tico, con

la libertad ficticia y el sometimiento real de la masa

del proletariado.

ueremos la unidad, pero la unidad real, viva,

resultante de la libre unin de las necesidades, de los

intereses, de las aspiraciones, de las ideas de losindividuos y de las asociaciones locales que, por

consiguiente, constituya la expresin y el resultado,

siempre real y sincero, del mayor desarrollo de su

libertad y de su existencia y accin espontnea, y no

una unidad impuesta por la violencia o por algn

artificio parlamentario. En pocas palabras# somosfrancamente comunalistas y federalistas, es decir, que

&acatamos' estrictamente tanto el esp$ritu como la

letra de nuestros estatutos generales, la ley

constitutiva de la Internacional.

Es la nica ley obligatoria para todas las

secciones, y sobre la nica base de esta ley, todas lassecciones son autnomas, soberanas, al mismo tiempo

que estn realmente ligadas por la solidaridad

internacional no dogmtica, no gubernamental sino

prctica.

Esta solidaridad internacional prctica, leysuprema y absolutamente obligatoria de la

Internacional, puede resumirse en estos t+rminos#


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Cada miembro de la Internacional# individuos,

secciones profesionales o de otro tipo, grupos o

federaciones de secciones, federaciones locales,

regionales, nacionales, estn igualmente obligados aapoyarse y a socorrerse mutuamente en la medida de

lo posible en la luc(a de cada uno y de todos contra la

explotacin econmica y contra la opresin pol$tica

del mundo burgu+s. %os obreros de todas las

profesiones, de todas las comunas, de todas las

regiones y de todas las naciones constituyen una

grande y nica fraternidad internacional, organizadapara esta luc(a contra el mundo burgu+s" y a quien

falte a esta solidaridad prctica en la luc(a, ya sea un

individuo, una seccin o un grupo de secciones, es un

traidor.

Esta es nuestra nica ley realmente obligatoria.Por otra parte, estn las disposiciones del reglamento

primitivo que impone a cada seccin el deber de pagar

anualmente al Consejo general


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Esta ausencia absoluta de un dogma nico y un

gobierno central en nuestra gran 7sociacin

Internacional, esta libertad casi absoluta de las

secciones indignan al doctrinarismo y al autoritarismodel (ombre de Estado4profeta 1azzini. sin

embargo, fue precisamente esta libertad, a la que +l

llama anarqu$a, y que basada en la verdadera fuente y

en la base creadora de nuestra unidad real, en la real

identidad de la situacin y de las aspiraciones del

proletariado de todos los pa$ses, la que cre una

aut+ntica conformidad de ideas el verdadero poder dela Internacional.

Pues, como ya (e dic(o, (asta


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la Bemocracia -ocialista, fundada en :inebra a

finales de =, formaron las primeras secciones de la

Internacional en 0poles, en 1adrid y en 8arcelona.

2oy, la Internacional, en Espaa, tras los primeros

g+rmenes llevados por un italiano, se (a convertido enuna verdadera fuerza. el Consejo general no

solamente no (a tomado parte en esta labor de

propaganda y en estas creaciones &sino que' las (a

ignorado (asta el momento mismo en que las propias

secciones espaolas, italianas y francesas, le

notificaron su constitucin.

7lguien podr$a preguntarse qu+ utilidad pod$a

tener la existencia de un Consejo general cuya

influencia sobre la marc(a y el desarrollo de gran

parte de Europa, especialmente en los pa$ses latinos y

eslavos, (a sido tan absolutamente nula.

K*(D, la utilidad de esta existencia era inmensa.

El Consejo general era el signo visible de la

Internacional para todas las secciones nacionales y

locales. !ecordad que las secciones de la

Internacional son secciones obreras" que estn

formadas por (ombres poco instruidos, poco

(abituados a las grandes concepciones y que ademsviven bajo el yugo de un trabajo agotador y de las

preocupaciones an ms agotadoras de una existencia

miserable. 7bandonadas a s$ mismas, estas secciones

apenas extender$an sus ideas y su solidaridad prctica

ms all de los l$mites de su propia comuna y de su

propia profesin. %a existencia de los estatutosgenerales, del programa y del reglamento

internacional de las secciones no basta. %os obreros,


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la gran masa de los obreros, leen poco y olvidan

fcilmente lo que leen. Por lo tanto, la simple

existencia sobre el papel de este programa y de este

reglamento, y su simple conocimiento terico no eran

suficientes. -abemos por experiencia que los obrerosslo comienzan a conocerlos realmente cuando los

practican, y una de las condiciones bsicas de esta

prctica era precisamente esta convergencia unnime

de las secciones de todos los pa$ses en un centro

internacional comn. 6odas las secciones, los obreros

internacionalistas de todos los pa$ses ten$an en ella un

centro de reunin, un lugar para el abrazo, para laconfraternizacin, por as$ decir, de su imaginacin y

de su pensamiento.

Es cierto que las relaciones reales con el Consejo

general eran nulas. Pero los diez c+ntimos de cada

obrera, del pa$s o de la seccin que fuese, enviaba pormediacin de su comit+ de seccin y de su comit+

federal al Consejo general de %ondres, eran, para +l, el

signo visible, sensible, de su ad(esin al principio

(umano y amplio de la internacionalidad. Era, para +l,

la negacin real de las estrec(eces de la nacionalidad

y del patriotismo burgu+s.

%a lejan$a misma del Consejo general, la

imposibilidad real en que estaba, y en la que todav$a

se encuentra (oy, para mezclarse de un modo efectivo

en los asuntos de las secciones, de las federaciones

regionales y de los grupos nacionales, no dejaba de

constituir un bien. 7l no poder entrometerse en losdebates cotidianos de las secciones, ve$a crecer el

respeto que le ten$an y al mismo tiempo no imped$a


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que las secciones viviesen y se desarrollasen con toda

libertad. -e le respetaba, es cierto, un poco al modo

como se respeta a los dioses, sobre todo con la

imaginacin. -in embargo, no estaba tan alejado de

ellas como para no poder (ablarles en caso denecesidad. Pero este derec(o de (ablar slo le era

reconocido cuando se trataba de recordarle a una

seccin o a un grupo el olvido de alguno de los

art$culos de los estatutos generales, de los cuales era

considerado como el guardin y al fiel int+rprete,

salvo apelacin al congreso, en presencia del cual

dejaba de existir. Por lo que, como, desde A almenos, no se (ab$a extralimitado en sus funciones y

(ab$a respetado escrupulosamente todas las libertades

nacionales y locales, cuando (ablaba, su voz era

escuc(ada por todos con respeto.

Cuando estaba, y en gran parte sigue estando,formado por (ombres que (ab$an desempeado un

papel activo en la Internacional, gozaba de una

autoridad moral tanto mayor cuanto que raramente la

usaba y cuanto que jams (ab$a abusado de ella. 7nte

cualquier dificultad que surgiese, en una seccin, en

una federacin regional o nacional, todo el mundo se

dirig$a gustosamente al Consejo, no como a un tutor oun director, sino como a un amigo fiel. la nica

queja que contra +l se levantaba era la de su pereza y

negligencia, pues casi nunca contestaba y cuando lo

(ac$a, era ya tarde.

En fin, ten$a tambi+n dos grandes deberesprcticos que cumplir, a los que siempre prest muy

poca atencin, ya fuese por falta de tiempo 4sus


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miembros, al no estar retribuidos, ten$an que trabajar

para vivir4 o por falta de medios

El primero de estos deberes consist$a en informar

a cada uno de los grupos nacionales de lo que pasabaen los dems grupos. Ese deber le fue recordado en

todos los congresos, y nunca lo cumpli.

El otro deber era que, en caso de (uelga de

obreros internacionalistas en un pa$s cualquiera, ten$a

que llamar en su ayuda a los obreros internacionalistas

de los dems pa$ses. Pues bien, la llamada del Consejogeneral siempre lleg tarde en estas ocasiones.

Pero estas negligencias ms o menos forzadas

del Consejo general se vieron suficientemente

compensadas por la propia actividad de las secciones

y por las relaciones de fraternidad real que seestablec$an espontneamente entre los diferentes

grupos nacionales. 9ue a trav+s de esa federacin

espontnea de las secciones y los grupos, a trav+s de

las correspondencias directas que establec$an, y no

por las que establec$an por medio del Consejo general,

como se forj poco a poco la unidad real del

pensamiento y de accin, y la solidaridad prctica delos obreros de los diferentes pa$ses de la Internacional.

Be esta manera, entre los aos >, +poca del

primer Congreso de :inebra, y A, +poca del ltimo

Congreso de 8asilea, se formaron en el seno de la

Internacional tres grandes grupos# el grupo italiano,con la -uiza de lengua francesa, 8+lgica, 9rancia,

Italia y Espaa" el grupo germano4austriaco F


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grupo anglo4americano. El grupo eslavo est

solamente en v$as de constitucin. Propiamente

(ablando, todav$a no existe. %a unidad real, producida

por el propio desarrollo de la accin de las relaciones

espontneas de las secciones entre s$, slo existe en elinterior de cada uno de estos grupos aparte,

interiormente unidos por una especie de unidad racial,

de situacin, de pensamiento y de aspiraciones

especialmente (omog+neas. %a unin de estos grandes

grupos entre s$ es muc(o menos real" su base son los

estatutos generales, y su nica garant$a necesaria es la

accin imparcial pero real del Consejo general, ysobre todo la de los Congresos.

Esta fue la situacin por la que atraves la

Internacional (asta el ao A.

2emos visto que en A el Consejo general, querumiaba desde (ac$a tiempo sus proyectos de una

monarqu$a universal &nacidos' en el inteligente

cerebro de 1arx, (ab$a lanzado a sus delegados

alemanes del Partido de la Bemocracia -ocialista

*brera, para tratar de conseguir en el Congreso de

8asilea una primera tentativa de realizacin. %os

alemanes y los ingleses elegidos por 1arx, partidariosdel Estado sedicentemente popular, se llevaron un

estrepitoso fracaso. 0uestro partido, que inclu$a a los

delegados belgas, franceses, suizo4franceses, italianos

y espaoles, enfrentando a la bandera del comunismo

autoritario y de la emancipacin real del proletariado

por el Estado, la bandera de la libertad absoluta o,como dicen ellos, la de la anarqu$a, la abolicin de los

Estados y la organizacin de la sociedad (umana


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sobre las ruinas de los Estados, consigui un rotundo

+xito. Cuando 1arx comprendi que en los congresos,

la lgica y el instinto mismo de los trabajadores estaba

con nosotros, y que nunca podr$a vencernos, decidi 4

con su partido4 dar un golpe de Estado.

Pero como (biles pol$ticos, se dieron cuenta de

que antes de intentarlo, era preciso prepararlo. Pero

cmo prepararloJ Con los medios empleados desde

siempre por todos los ambiciosos pol$ticos y

cient$ficamente confirmados por el tercer positivista

pol$tico que apareci despu+s de 7ristteles y deBante# por 1aquiavelo" con los mismos medios de

que tan (bilmente se sirve en la actualidad el partido

mazziziano# mediante la calumnia y la intriga. 0adie

pod$a (acerlo mejor que 1arx, porque, en primer

lugar, es un aut+ntico genio en estas lides y, adems,

porque dispone de un ej+rcito de jud$os que, en estaclase de guerras, son aut+nticos (+roes.

Bespu+s del Congreso de 8asilea, toda la prensa

alemana y en parte tambi+n la francesa, con art$culos

escritos por jud$os alemanes, pero sobre todo la

primera, se lanzaron sobre m$ con un encarnizamiento

inaudito. 1arx y c$a. me (icieron el (onor deconvertirme, a m$, que verdaderamente no tengo otra

ambicin que la de ser al amigo de mis amigos, el

(ermano de mis (ermanos, y el servidor siempre fiel

de nuestro pensamiento, de nuestra pasin comn, en

un jefe de partido. Estpidamente, se imaginaron 4

realmente era un (onor demasiado grande para m$atribuirme tanto poder4 que yo slo (ab$a podido

amotinar y organizar contra ellos a los franceses, a los


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belgas, a los italianos y a los espaoles en una

compacta y aplastante mayor$a. 3uraron destruirme. El

ataque lo inici el peridico de Par$s, muy respetable#

%e !+veil. El seor 2ess, jud$o alemn que se

autoproclama socialista, pero que es en realidad unadorador del becerro de oro, primero maestro de

1arx, ms tarde su rival y actualmente, su devoto y

disciplinado disc$pulo, escribi contra m$ un art$culo

infame que me presentaba, con muc(a ;ilegible? y con

muestras de simpat$a e incluso de respeto, como una

especie de agente de 0apolen III, de 8ismarc5, del

emperador de !usia o &de' los tres a la vez. 7 miprimera reclamacin, Belescluze, en nombre de la

redaccin, se retract por este art$culo. El seor 2ess

sufri una gran (umillacin. 0ingn peridico franc+s

trat ya de atacarme. En cambio, se entregaron con

cuerpo y alma a esta tarea los peridicos alemanes.

K7(, queridos amigosD, no sab+is lo que son laspol+micas de la prensa# es una cosa sucia, estpida,

miserable. )n peridico socialista &O', el peridico

oficial del Partido de la Bemocracia -ocialista,

redactado por otro amigo y disc$pulo de 1arx, jud$o

como +l, %ieb5nec(t 4peridico, por otra parte, muy

respetable e instructivo desde muc(os puntos de vista4

public una serie de art$culos de un tercer jud$o,8or5(eim, otro servidor de 1arx, en los que se dec$a

pura y simplemente que 2erzern y yo +ramos esp$as

rusos pagados por el gobierno ruso. *s a(orro el resto.

Por otra parte, yo no fui el nico calumniado,

injuriado. 1uc(os de mis amigos lo fueron tambi+n.

7l principio nos preocup muc(o y nos ped$amoscuentas mutuamente. 7l final, nos acostumbramos y


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a(ora ni siquiera leemos lo que siguen escribiendo

contra nosotros.

Paralelamente a la calumnia moral, la intriga, por

su parte, fracas en los dems pa$ses. Pero triunf en:inebra. )n pequeo jud$o ruso, estpido pero astuto,

declarado, desvergonzado, embustero e intrigante

(asta la m+dula de sus (uesos, se convirti en la

criatura, en el criado de 1arx. Es +l quien redacta

a(ora %e Egalit+ de :inebra. 7provec(ando mi

ausencia, por residir en %ocarno, (an intrigado tanto,

(an (ec(o tantos tejemanejes, alindose con losindividuos ms despreciables que concebirse pueda,

(an acabado por desmoralizar y arruinar

completamente la Internacional de :inebra. 7

consecuencia de todo ello, en


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pod$an, pensaba +l, oponerse a la realizacin de sus

ambiciosos proyectos.

En las actuales circunstancias, en medio de las

persecuciones internacionales de que es objeto laInternacional, era imposible reunir un Congreso" y

adems, 1arx, que es un gran orador y que tem$a que

sus planes se derrumbasen cuando llegase el d$a de

enfrentarse en pblico, no quer$a saber nada de un

Congreso. -e sirvi del pretexto, real o ficticio, de la

imposibilitar de convocar un Congreso para convocar

en %ondres una conferencia secreta, a la quesolamente invit a sus $ntimos amigos, aquellos de los

que cre$a estar seguro. )na conferencia, aunque

(ubiese sido pblica, no ten$a absolutamente ningn

valor de acuerdo con nuestros estatutos, que

solamente reconocen los derec(os de los congresos.

Pero estudiad los estatutos y ver+is que en loscongresos cada asociacin obrera, y no solamente el

grupo o la federacin de secciones, sino cada seccin

tiene derec(o a estar representada por uno o por dos

delegados" y adems, que todas las cuestiones que

deben resolverse (an de ser anunciadas a todas las

secciones dos o incluso tres meses antes, para que

puedan estudiarlas, discutirlas y dar instrucciones asus delegados para que puedan actuar con pleno

consentimiento de causa. En la ltima Conferencia

;celebrada en %ondres, septiembre ltimo? ninguna de

estas condiciones fue respetada. -e enviaron a ella

unos pocos delegados por cada grupo. Italia no envi

ninguno. 0o se dignaron ni tan siquiera informar a lafederacin del 3ura. 7lgunos miembros de la Comuna

de Par$s, refugiados en %ondres, fueron invitados a


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asistir. Pero despu+s de los altercados que tuvieron

con 1arx, la mayor$a de ellos decidieron no asistir.

En su mayor$a, la Conferencia estaba compuesta por

ingleses marxianos y por alemanes y jud$os alemanes.

El delegado espaol, el delegado belga, los delegadosde los refugiados franceses protestaron contra las

resoluciones de esta Conferencia.

Estas resoluciones son lamentables. *torgan un

poder dictatorial al Consejo general, le conceden el

derec(o de rec(azar las nuevas secciones, y el derec(o

de censura sobre los peridicos de la Internacional.Igual que el dogma de 1azzini en !oma, el dogma de

1arx en %ondres (a sido declarado ortodoxo. a

leer+is, o quiz ya las (ab+is le$do, estas resoluciones,

estos u5ases, estos decretos del Consejo general#

representan el triunfo del golpe de Estado. -i no

emitimos una protesta universal, si en nombre denuestros principios y estatutos fundamentales no

declaramos nulas tanto la Conferencia de %ondres

como todas sus resoluciones, y si no obligamos al

Consejo general a mantenerse dentro de los l$mites

que le imponen nuestros estatutos, la Internacional

morir.

uienes quieren la libertad, quienes quieren la

accin espontnea y colectiva del proletariado y no la

intriga y el gobierno de los individuos ambiciosos,

estar con nosotros.

1ijail 8a5unin


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Notas.

mijail bakunin carta internacionales bolonia

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