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Calles de Guadalajara, hogar de la indigencia n Unas mil 200 personas viven de la caridad y duermen en las bancas o banquetas .4-5 Retratos “De muy buenos bigotes” LA MUERTE DE HULK Aristóteles entre los 300 más influyentes METRÓPOLIS 6 CRONOMICÓN 12-13 ATLETAS. Jalisco va por medallas en los Paralímpicos de Río .19 www.cronicajalisco.com cronicajalisco @cronicajalisco MIÉRCOLES 7 DE SEPTIEMBRE, 2016 AÑO 3 NÚMERO 943 EJEMPLAR GRATUITO letras reBUSCADAS 16 Lumen Lab, arte sonoro CRONOMICÓN 14 RUMBO A RUSIA 2018 18 0-0 Amarga actuación del Tri

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Calles de Guadalajara, hogar de la indigencian Unas mil 200 personas viven de la caridad y duermen en las bancas o banquetas .4-5

Retratos “De muy

buenos bigotes”

LA MUERTE DE HULK

Aristóteles entre los 300 más influyentes

METRÓPOLIS 6

CRONOMICÓN 12-13

METRÓPOLI X

ATLETAS. Jalisco va por medallas en los Paralímpicos de Río .19

www.cronicajalisco.com cronicajalisco @cronicajaliscoMIÉRCOLES 7 DE SEPTIEMBRE, 2016 AÑO 3 NÚMERO 943 EJEMPLAR GRATUITO

letras reBUSCADAS 16

Lumen Lab, arte

sonoro

CRONOMICÓN 14

RUMBO A RUSIA 2018 18

0-0Amarga actuación del Tri

[email protected]

MIÉRCOLES

7SEPTIEMBRE2016

RicaRdo BaldeRas

La plazoleta de 94 pasos de-pendiendo del largo de las piernas de quien la mida, atestigua el paso de los cris-

tianos que salen del templo San José (ubicado sobre avenida Alcalde) re-cién expiados sus pecados, y que con muecas en el rostro desacreditan a los habitantes temporales que re-posan en algunas de las bancas de la plazoleta. A penas una tarde/no-che anterior, el mismo lugar acogió a un par de caballeros que con bolsas negras en las manos que dijeron de-dicarse a “la pizca de limón” o como dicen los católicos, pedir limosna.

El olor a maíz fermentado, aquella noche atrajo a más de una docena

de aves carroñeras, los ale-

teos (que entre el resto de sonidos que una metrópoli de siete millones de habitantes genera), se confunden con las campanadas del templo, y ya se habían acostumbrado al tacto de algunos personajes; bajan desde el cielo que en septiembre es más fre-cuentemente gris que azul, y dejan que sus plumas se acicalen entre los dedos de Carlos y Juan, ambos hombres de edad avanzada, toman asiento en las bancas de otros que

durmieron ahí, cuentan que lo ha-cen —desde hace más de 20 años—; después de asegurar el espacio, los dos hombres se disponen a repartir trozos del alimento.

Carlos Hernández asegura que él y su compañero pocas veces son molestados, pero cuando ocurre, generalmente es por algún sacer-dote que pide que no den de comer a las palomas debido a que el ex-cremento de esas aves, destruye los detalles de los templos. Por eso migraron del templo de San Fran-cisco, al de San José.

Juan, quien olvidó ya cuando fue la última vez que durmió bajo un techo, cuenta que conoció a Carlos una noche muy fría que pasaron juntos en los Por-tales de Plaza Guadalajara, mientras veían como una rata se comía a una paloma y la deglutía completa; Carlos asintió con la cabeza como acreditan-do lo dicho por su compañero.

SITUACIÓN. El número de perso-nas que viven en las

calles es irregular; al menos, el DIF

Guadalajara cuenta con dos albergues,

uno para atender a los adultos y el otro

para menores

c La intención del programa municipal es lograr vínculos entre las personas más favorecidas con los que viven en situación de calle o abandono, no sólo la compañía de la cena, pues algunos de los que se hospedan en CADIPSI buscan ayuda para poder lograr la reinserción, o completar algún objetivo, como el de llegar a algún sito del país.

Contacto Teléfono: 35623572

PROGRAMA DE ADOPCIÓN DE CENA

n La situación precaria que viven, lleva a hombres, mujeres y niños a compartir las bancas para dormir y a depender de la caridad de las personas diariamente

LA CALLE, HOGAR DE LA POBLACIÓN

ITINERANTE

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HOY ESCRIBE

Ricardo Gómez

Martha Hernández

6 8 6Enrique Aubry

NUESTRAS FIRMAS

AND

REA

GAR

CÍA

o cabe duda que los mexicanos somos hospitalarios, pegados

a la familia, dicharacheros, fieste-ros y serviciales, pero nunca falta esa visita incómoda que llega en el momento menos indicado. ¿Le ha pasado que por fin se dispone a disfrutar de un fin de semana de esos en los que sólo quiere quedarse en su casa, en su cama, pedir una pizza, llevarse un café y leer un buen libro o dedicarse a ver series o películas, y de pronto recibe esa llamada o mensaje que le cambia la vida con el anuncio de que alguien llegará para visi-tarlo y se quedará por días?Es una pesadilla. Adiós cama, descanso, tranquilidad y hola a la barrida, la trapeada, orden absoluto, comida, estrés y can-sancio (porque primero hay que ser educado, hospitalario, medio atarantado pues). Total que uno detiene su vida de aquí a que la visita se va.Pero no todas las visitas incómo-das son personas. A veces son sentimientos, emociones o proce-sos físicos periódicos (las mujeres saben a lo que me refiero). Por ejemplo, cuando nos sentimos fuertes e invencibles luego de “su-perar” una relación pasada y en el momento menos esperado encon-trarse a esa persona en la calle. La taquicardia y el nerviosismo en mayor o menor grado son inevita-bles; uno puede pasarse de largo, pero también puede que haya que darse un saludo incómodo por mera cortesía. La visita incómoda vestida de retortijón, se alarga, y también tarda en regresarse a su lugar de origen.Las emociones son incontrolables e incómodas muchas veces. A una amiga tuvimos que sacarla de un funeral porque le dio un ataque de risa que molestó a más de uno, pero también conozco gente que llora por todo, por algo que recordó y hasta por lo que no ha pasado. Las visitas incómodas no son siempre bienvenidas o pru-dentes, pero nos vemos obligados a recibirlas, tratamos de salir con bien de todas las situaciones y so-breponernos al huracán con toda entereza, pero ya me contará….

@elviajedealicia

CUENTACUENTOS

ALMA REYNOSO

Las visitas incómodas

N

Un cúmulo de personas rodea otra escena de la misma plaza, y una mu-jer de cabello rojo y rizado habla con el oficial al mando del operativo, que con un radio de onda corta en mano, y pecho alto, resuelve a la joven sus dudas sobre lo ocurrido. Otro hombre de estatura promedio, piel morena, pantalón deportivo color azul y un ta-tuaje de la Virgen María en el oblicuo izquierdo, había caído a los pies de un palmar del Jardín de San José.

¿QUÉ PASÓ?—Na’más, que estaba una perso-na golpiada, pero no es golpiada.—Era un indigente y pues al parecer pues porque estaba bastante borracho y es por bo-rrachera nomás lo van a llevar para observación. Mientras los seis oficiales encar-

gados de coordinar la atención del reporte acordaban con los paramé-dicos el destino del “supuesto hom-bre alcoholizado”, poco a poco los espectadores se dispersaban, mien-tras, la mujer de cabello rojizo con-tinuaba su indagatoria con el oficial, que interrumpido por las preguntas de otro policía, acopló una figura fí-sica solemne y dijo:

— Ya lo van a llevar a la roja—¿A cuál roja?—A la clínica roja del Parque Mo-relos, a la Cruz RojaYa una vez el cuerpo sobre la ca-

milla, los policías presentes pidieron a los transeúntes que continuaran con su rumbo, excepto a la rojiza que parecía aún tener varías dudas.

CIFRAS MUNICIPALESEl número de personas que viven

en las calles siempre es irregular, y en el caso de Guadalajara y Za-popan existe una correlación de fenómenos que muchas veces es compartido con la falta de oportuni-dades, al ser municipios en el que las vías del tren de Ferromex que llegan a los Estados Unidos (EE.UU), atra-viesan sus territorios, se tiene la confusión de cuántas personas es-tán de paso por la ciudad y cuántas son permanentes, pues algunos de

los visitantes, pueden llegar a hos-pedarse permanentemente.

Sin embargo, según las cifras presentadas por el Ayuntamiento de Guadalajara, gracias a las bases de datos de algunos centros de aten-ción a poblaciones vulneradas, se estima que en tan sólo la Perla del Occidente, transitan mil 200 perso-nas de todas las edades, que por la noche no tienen a dónde acudir. Por ese motivo, el mismo ayuntamien-to, lanzó el Programa de Atención a Personas en Situación de Calle, el cual en su primera etapa, intentará atender las zonas de centro históri-co, Agua Azul, y Hospital Civil.

José Miguel Santos Zepeda, direc-tor en el Sistema para el Desarrollo

Integral para la Familia (DIF) en Guadalajara, comentó para

la Crónica de Hoy Jalisco, que ac-tualmente el DIF, cuenta con dos si-tios de refugio para personas en si-tuación de calle, el primero, CADIPSI que tiene una capacidad de atención de 80 ó 90 personas (las cuales están en constante rotación), sin embargo, actualmente sólo se cuenta con 64 personas, el otro espacio se trata de un refugio para menores de edad que son derivados ahí a través de la Fisca-lía General del Estado de Jalisco (FGE), se llama albergue Villas Miravalle.

Aunque el segundo espacio no está específicamente diseñado para aten-der a menores de edad, el gobierno de Guadalajara ya se encuentra realizan-do adecuaciones importantes, como mobiliario amigable para los niños, lu-doteca. Los servicios generales para adultos, que ahí se pueden aprovechar son: los de atención médica y psico-lógica, alimentación, techo, acceso a

ropa limpia, agua caliente, y el más reciente proyecto, la inclusión al

ámbito laboral.

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c Uno de los objetivos del programa municipal, es que se fomente a la inclusión a través de incentivos para los albergues, según información del propio Ayuntamiento de Guadalajara, en la próxima sesión ordinaria, se presentará una iniciativa para que estos espacios reciban un apoyo de dos mil pesos por persona en situación de calle que atiendan.

ATENCIÓN A PERSONAS EN SITUACIÓN DE CALLE