michel gauquelin - los relojes cosmicos

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  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

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  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

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    Michel

    Gauquelin

    LOS RELOJES CSMICOS

    JtL

    PLAZA

    JANES S.A

    Editores

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    3/167

    Ttulo original:

    THE COSMIC CLOCKS

    Traduccin de

    JESS

    PARDO

    Primera edicin: Febrero, 1970

    Copyrigh t 1967, Henry

    Regnery

    Co m p a n y

    1970, PLAZA JANE S, S. A., Edi tore s

    Virgen de Guada lupe , 21-33. Esplugas de Llobrega t (Barce lona)

    Este l ibro se ha publ icado orig ina lmente en

    Ingls

    con e l t tu lo de

    THE COSMIC CLOCKS

    Printed in Spain

    Impreso en Espaa

    Depsi to Le ga l : B. 6 .978 - 1970

    S U M R I O

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

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    " v

    ;

    P R L O G O

    .

    *

    i

    >

    i * . , . , . . , .

    .*

    1 3

    INTRODUCCIN

    . . . . . . .

    25

    CRONOLOGA .

    , , t t

    *

    *

    33

    PRIMERA PARTB

    I. La religin ms antigua

    i

    (

    * >

    41

    I I .

    La ciencia m s antig ua 57

    I I I . D e l a a r m o n a d e l as e s fe ra s a l h o r s c o po . . . 75

    IV. In term edio bri l lan te 93

    V. Psicoanlis is as tro lgico . . . . . . . . 105

    V I.

    El pro ceso cientf ico . . . . . . . . . 129

    MATR ICES OBSTRUIDAS

    t i

    * t 147

    SEGUNDA PARTB

    VIL Pronst icos meteoro lgicos . .

    VII I. Ri tos misteriosos

    IX. Los sen t idos desconocidos del hombre .

    X . La e sta ci n d el n ac im ie nto . . . .

    X I .

    Los p la ne ta s y la he re nc ia . . . .

    XI I. El fluido vital

    57

    83

    2 9

    249

    263

    287

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    EPLOGO

    De

    los

    dioses

    de luz a los

    relojes planetarios*

    307

    Apndice primero: Metodologa

    y

    anlisis esta

    dstico . . . . . . . . . . . .

    315

    Apndice

    II: Los

    experimentos qumicos

    de

    Pic-

    cardi

    .

    *

    > .

    , . ,

    323

    .

    i

    . t

    -

    , .

    Hemos recibido permiso

    de los

    editores para citar pasa

    jes de las obras siguientes: Astrology de Louis MacNeice

    (Doubleday &Company); Astrology

    and

    ReliginAmong

    the

    Greeks

    and

    Romans de Franz Cumont (Dover Publi-

    cations);

    Cycleset

    rythmes

    de R.

    Tocquet (Dunod

    di-

    teur); Cycles in your Life de

    Darrell Huff

    (W. W.

    Nor

    ton Co);The

    Sleepwalkers

    de Arthur Koestler (The

    Macmillan Company);

    The Sea

    around

    us

    deRachelCar-

    son, (Oxford University Press);

    Expos Introductif

    de

    G. Piccardi,

    en

    Symposium internationale

    sur les

    relations

    phenomenales solaire

    et

    terrestriale (Presses Acadmiques

    Europennes); The Chemical Basis of Medical Climato-

    logy de G. Picardi (CharlesC.Thomas); Season

    of

    Birth

    de E. Huntington (John Wiley & Sons).

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    O

    r

    O

    O

    O

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    Lo que aqu nos narra Michel Gauquelin a su manera

    tan interesante como estimulante es la larga historia de las

    incursiones imaginativas y cientficas del hombre en la ob

    servacin y contemplacin de sus relaciones con la bveda

    celeste. La historia abarca, desde las primeras especulacio

    nes astrolgicas, incluso las que precedieron con mucho a

    la ciencia astronmica moderna, hasta el presente. Es una

    narracin llena de inters y viveza de la evolucin del pen

    samiento humano sobre esta cuestin desde el tiempo en

    que los cielos eran considerados simplemente con temor,

    perplejidad y reverencia, hasta la era actual, que comienza

    a penetrar en el espacio exterior, cuando nuestro conoci

    miento, aumentando explosivamente, ha demostrado que

    los seres vivos estn vinculados a su universo por lazos su

    tiles que hace unos pocos aos ni se sospechaba siquiera

    que existiesen.

    El hombre, desde su primer amanecer mental, en el pa

    sado remoto, indudablemente ha tratado por todos los me

    dios a su alcance de comprender su posicin en la jerarqua

    natural. Ha luchado de manera constante por concretar su

    relacin con el universo quele rodea, un universo sobre el

    cual crea no ejercer ninguno o casi ningn control y por

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    16

    MICHEL GAUQUELIN

    el que intuit ivamente se senta dominado de un modo ine

    xorable. La parte ms inaccesible y aparentemente inevita

    ble de este universo eran los movimientos del Sol, la Luna

    y dem s cuerpos celestes. La presencia y movim ientos, siem

    pre los mismos, de stos podan ayudarle a relacionar el

    da, la noche, las mareas y las estaciones.

    Buscando seguridad y comprensin, es natural que el

    hombre se volviese hacia los cielos, en apariencia omnipo

    tentes, permanentes, siempre ante l . Pero por falta de me

    dios con que l legar a conocer realmente las cosas, invent

    relaciones que le daban cierta confianza en s mismo, jus

    t if icada o no. Y es que para el hombre existe una necesidad

    muy honda de creencia. Cuntos de nosotros permanece

    mos completamente ajenos a alguna de las innumerables

    supersticiones populares o no guardamos en secreto cier

    tos nmeros que nos dan suerte o amuletos de un t ipo u

    ot ro?

    Para el hombre moderno y civil izado, la ciencia ha

    susti tuido en gran parte a las supersticiones. Constante

    mente, recurre a la ciencia en busca de solucin para to

    dos sus problemas, igual que antes recurra a los cielos y

    a su s dioses. Pero la ciencia, basa da en verdades ra

    cionales que se derivan de observaciones cada vez ms exac

    tas de la naturaleza y con frecuencia susceptibles de ser

    comprobadas una y otra vez, obteniendo resultados previ

    sibles de condiciones preparadas experimentalmente, no es

    muy distinta de las mismas supersticiones cuyo lugar ha

    ocupado, sobre todo si tenemos en cuenta que las verda

    des son inciertas como arenas movedizas. Las verdades

    de una generacin pueden convertirse en los absurdos de

    la generacin siguiente. Nuestros tratados cientficos re

    quieren revisiones no slo con objeto de aadirles nuevas

    verdades, sino casi en la misma medida para podarles de

    LOS RELOJES CSMICOS

    17

    lo que ha dejado de ser verdad en el nterin. La historia

    de la Humanidad ha sido un tantear continuo, constante,

    hacia la comprensin de la verdadera naturaleza de las

    cosas. Y en cada alto en el camino han surgido unas ver

    dades ms duraderas que otras.

    La Humanidad ha hecho tremendos progresos en las co

    sas que ahora se consideran como dominio de la ciencia,

    antes de que l legara a existir la ciencia moderna. Por no

    citar ms que unas pocas: la domesticacin de los anima

    les y las plantas, la prediccin de los fenmenos celestes y

    el descubrimiento del uso prctico de agentes naturales far

    macolgicos, como, por ejemplo, el curare *. La ciencia, de

    finida como el conocimiento del ambiente interno y exter

    no del hombre y el uso de ese conocimiento en beneficio

    propio, es, indudablemente, tan antigua como el hombre

    mismo.

    Como las verdades de la ciencia moderna pueden con

    vertirse en algo muy distinto en el transcurso de unos po

    cos aos, cabe esperar que, en cientos o miles de aos de

    historia, sufran cambios mucho ms importantes. No es

    de extraar que el hombre contine tanteando ms all de

    los lmites de la ciencia moderna si los cientficos hacen

    constantemente lo mismo, tanto como seres humanos que

    como cientficos.

    Aunque el hombre l leva mucho tiempo especulando so

    bre los cielos y suponiendo que stos, de alguna manera

    misteriosa, controlan su ser y sus actividades, tal cosa les

    _ * Voz amer icana . Sustanc ia neg ra , res inosa y amarg a , que los

    indios de Amrica del Sur extraen de la raz de una planta y de la

    que se s i rven para emp onzo ar sus a rm as de caza y de guer ra . Es

    un veneno muy ac t ivo que slo obra cuando se inocula en la san

    gre ;

    sus ant dotos son e l c loro y e l bromo.

    N del T

    2

    2.795

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    13

    MICHEL G UQUELItf

    pareca imposible a los cientficos modernos, que continua

    mente trataban de averiguar por qu causas y efectos se

    regulan. En ausencia de medios de contacto evidentes, la

    existencia de cualquier relacin directa entre los seres vi

    vos y los cielos era puesta seriamente en duda, duda que

    se vea reforzada por el descubrimiento de que, una tras

    otra, las relaciones enunciadas por los astrlogos eran in

    capaces de resistir un examen crtico.

    Los bilogos concentraban cada vez ms su atencin en

    el estudio del papel biolgico de los factores evidentes del

    medio ambiente, factores que podan cambiar experimen-

    talmente con facilidad y cuyas acciones eran fciles de re

    solver. Entre stas estaban la luz, la temperatura y ciertos

    factores mecnicos y qumicos. La ciencia segua avanzan

    do con tanta rapidez y con tanto xito, que por parte de

    casi todos exista la firme conviccin de que, por fin, podra

    explicarlo todo en trminos de interacciones entre los se

    res vivos y esos factores evidentes y de todos conocidos.

    Cualquiera que se atreviese a sugerir la posibilidad de bus

    car sutiles influencias celestes se enfrentaba con la ms

    clara y decidida hostilidad. Esa zona de investigacin esta

    ba prohibida a todo investigador biolgico que se respe

    tase.

    A comienzos de los aos 50, dos nuevos campos de in

    vestigacin comenzaron a abrirse ante el hombre: los fe

    nmenos de las brjulas y los relojes biolgicos.

    Se descubri que toda una amplia gama de especies de

    animales y plantas eran capaces de saber los perodos

    de los das, las mareas, los meses e incluso los aos, hasta

    cuando se vean privados de toda pista evidente que pu

    diera ayudarles a hacerlo. De acuerdo con la conviccin

    general de que todo era explicable en trminos de interac

    cin de organismos con los factores evidentes de su medio

    LOS RELOJES SMI OS

    .19

    ambiente, se teoriz que, como ninguno de estos factores

    daba al organismo informacin sobre el tiempo, era lgico

    suponer que cada organismo contena en s un sistema cro

    nomtrico independiente. Admitir la otra alternativa, o sea,

    que los organismos recibiesen informacin oculta sobre el

    tiempo, era abrir una caja de Pandora y arrojar sobre la

    biologa problemas insolubles, adems de los ya muy com

    plejos que tenan planteados.

    La existencia de cierta capacidad vital cronomtrica mis

    teriosamente exacta fue siendo reafirmada a medida que

    los investigadores que estudiaban la capacidad de orienta

    cin de pjaros, peces, insectos y crustceos comprobaban

    que esos seres vivos parecen practicar el arte de la nave

    gacin celeste. El Sol, la Luna o las constelaciones podan

    ser usados como brjula. Pero, por supuesto, la orienta

    cin geogrfica por medio de puntos de referencia requie

    re que el animal sepa la posicin que tienen en el cielo

    esos cuerpos celestes en un momento determinado. Los

    cronmetros internos de los animales salieron a relucir

    como solucin de este problema. Tenan que ser relojes

    que midieran la rotacin de la Tierra en relacin con el

    Sol veinticuatro horas), con la Luna veinticuatro horas

    y cincuenta mi nutos) y con las estrellas veintitrs horas y

    cincuenta y seis minutos); se trataba, pues, necesariamen

    te , de un verdadero sistema no solamente de calendario

    sino tambin de reloj.

    Pero, entretanto, la investigacin de los relojes biolgi

    cos estaba descubriendo que los relojes mismos eran,

    probablemente, ajustados por sutiles y penetrantes varia

    ciones de la atmsfera terrestre causadas por los movi

    mientos relativos de la Tierra, el Sol y la Luna. Slo se

    poda explicar racionalmente muchas de las caractersticas

    demostrables de los relojes en trminos de la constante

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    22

    MICHEL

    GAUQUELIN

    fsicas del ambiente. No es necesario,

    como

    muchos estu

    diantes de los relojes biolgicos querran dar por supues

    to , que cada semilla contenga individualmente su propio

    sistema independiente de cronometracin, capaz de medir

    de modo inexorable, ao tras ao, los perodos. Un cono

    cimiento inculcado de la secuencia de los sucesos que se

    producen en esos ciclos naturales del ambiente explica la

    bien conocida capacidad de los organismos de adaptar por

    anticipado su conducta en relacin con sucesos cclicos ex

    ternos.

    Ahora, se han forjado claros vnculos entre los organis

    mos y las fuerzas fluctuantes electromagnticas de su am

    biente. No podemos negar que el organismo vivo es un

    sistema receptor tan sensible como el conjunto de toda la

    maquinaria electrnica artificial con que el hombre obtie

    ne informacin geofsica y astrofsica. Los geofsicos estn

    desentraando la multiplicidad de maneras con que esas

    fuerzas atmosfricas se relacionan con las actividades y mo

    vimientos de la Tierra, el Sol, la Luna, los planetas e inclu

    so las lejanas estrellas. Ahora bien, con estos continuos

    descubrimientos, nos llegan problemas paralelos e inevita

    bles de posible importancia biolgica.

    El hombre no apareci de pronto y e novoen el planeta

    Tierra. Surgi gradualmente, llegando a lo que ahora es

    por medio de una transformacin ordenada, probablemen

    te comenzando como consecuencia de complejos qumicos

    producidos por el azar en los clidos ocanos primitivos al

    aparecer en ellos el primer signo de vida en pedazos primi

    genios de barro. Es natural, por lo tanto, que el hombre

    busque races csmicas en su largo pasado evolutivo. Los

    relojes biolgicos vinculados a las principales periodicida

    des csmicas son omnipresentes en todos los seres vivos. Su

    existencia abarca desde las formas monocelulares hasta las

    LOS RELOJES CSMICOS

    23

    plantas y los mamferos, incluido el hombre. Esto indica

    el carcter antiguo y hondo de las relaciones entre el hom

    bre y el Universo.

    Cuando miramos ms lejos y observamos que animales

    tan diversos como los insectos y los crustceos por un lado,

    y los peces y los pjaros por otro, son capaces de navega

    cin celeste, vemos de nuevo una relacin csmica antigua.

    El origen comn de estos dos tipos tan distintos de seres

    vivos se remonta probablemente a ms de un billn de

    aos. En esos tiempos antiguos, los ojos de los organismos

    vivos estaban ya volvindose hacia el cielo en busca de

    ayuda con que poder satisfacer las exigencias de sus vidas

    terrestres, o bien

    la

    propensin o posibilidad de hacerlo

    estaba ya presente y comenzaba a desarrollarse. Con tan

    hondas races de relaciones celestes en el pasado del hom

    bre, cabe esperar que no sea difcil comprender el motivo

    de que, a medida que fue evolucionando su capacidad de

    razonamiento, tratase de conseguir ms y ms ayuda de

    los cielos.

    Un nuevo campo de investigacin cientfica lleno de in

    ters y dificultades aparece ahora ante nosotros. En qu

    medida son afectados los seres terrestres, animales y plan

    tas,

    e incluso el hombre, por esas sutiles fluctuaciones cs

    micas? El hombre est indudable e inevitablemente vincu

    lado por muchos hilos al resto del Universo, no slo gra

    cias a los instrumentos fsicos que ha inventado y construi

    do ,

    sino tambin por causa de las sorprendentes sensibili

    dades de su propia sustancia vital. Michel Gauquelin ha

    presentado

    magistralmente

    ante nosotros un breve esque

    ma de la historia de este problema, enfocndolo en un solo

    cuadro, cosa que slo podra hacer una persona que le ha

    dedicado muchos aos de estudio y examen crtico y cuyas

    investigaciones le han sugerido la existencia de las relacio-

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    24

    MICHEL GAUQUELIN

    nes celestes ms inquietantes, emocionantes y estimulantes

    que han aparecido hasta ahora ante los ojos del hombre.

    Franz Z. Brown, Jnior.

    Profesor de BiologaNorthwestern University

    Evanston

    Illinois.

    INTRODU IN

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    El tema de este libro es el efecto que el Cosmos ejerce

    en la vida humana; es un tema que siempre ha obsesionado

    la imaginacin del hombre. Seguiremos aqu la historia de

    las ideas que han sido aceptadas sucesivamente, desde los

    primeros modelos astrolgicos hasta los ms recientes des

    cubrimientos de la ciencia moderna. Parece ser que existe

    una contradiccin bsica entre las interpretaciones mgi

    cas de los siglos pasados y las actuales explicaciones racio

    nales; y, sin embargo, en realidad, a pesar de las eviden

    tes diferencias, ambas se unen con slida consistencia. Es

    elhombre mismo quien h creado esta unidad en su cons

    tante bsqueda de una respuesta al secreto del lugar que

    ocupa en el Universo.

    La gente de los siglos pasados se senta mero juguete

    entre las fuerzas csmicas que haba a su alrededor. Para

    reducir esta inquietud y dar un significado a su existencia

    trataban de comprender las leyes por las que se regan

    estas fuerzas. Hace cinco mil aos aproximadamente, los

    caldeos resolvieron el problema de manera satisfactoria y

    as naci el concepto astrolgico de las influencias csmi

    cas. La astrologa caldea se serva de la magia como expli

    cacin y vea en la posicin del planeta una pista para la

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    14/167

    8

    MICHEL GAUQUELIN

    prediccin del futuro. Tal interpretacin se adaptaba ex

    traamente al pensamiento humano. Las civil izaciones sub

    siguientes de Grecia y Roma, en vez de abandonar estas

    creencias mgicas, continuaron desarrollndolas y codifi

    cndolas.

    Despus de las invasiones brbaras que destruyeron el

    Imperio Romano, el fuego de la astrologa pareci haberse

    extinguido. Pero lo cierto es que segua ardiendo lentamen

    te bajo las cenizas: en el siglo xv, el Renacimiento i tal iano

    atiz sus l lamas, hacindolas m s altas que nu nca. Gran

    des pensadores recogieron los problemas cientficos all

    donde haban sido abandonados por los antiguos. En astro

    nom a

    la hermana de la astrologa, el xito fue total:

    Coprnico desencaj la Tierra del centro del Universo; Ty-

    cho Brahe calcul las rbitas planetarias con una precisin

    que antes hubiera sido inconcebible; Kepler descubri las

    leyes de los movimientos planetarios, remplazando con

    ellas los viejos sistemas del pasado; Galileo, estudiando las

    manchas solares, debil i t la creencia en la inmutabilidad

    de los cuerpos celestes; y, por fin, Newton formul la

    ley de la gravedad universal , que prepar el camino para la

    gran sntesis que Einstein habra de conseguir a comienzos

    del siglo xx. Todos esos grandes hombres se interesaban

    tambin por el concepto astrolgico del mundo. Ms que

    ningn otro, Kepler trat de forjar una nueva astrologa

    que progresase paralelamente a la astronoma. Pero su in

    tento fall, porque no pudo desprenderse del inters que

    senta por la posibil idad de predecir el futuro basndose

    en el movimiento de las estrellas. La astrologa, por lo tan

    to ,

    volvi a caer en la supersticin. Fue rechazada por las

    Universidades, y los hombres de ciencia dejaron de intere

    sarse por ella. Al mismo tiempo, su popularidad entre la

    muchedumbre aument. A mediados del siglo xx, l leg a

    LOS RELOJES CSMICOS

    29

    degenerar ms que nunca en una mera prediccin del por

    venir, explotada desvergonzadamente por los sacamuelas.

    Y, sin embargo, los estudios sociolgicos indican que apro

    ximadamente un cincuenta por ciento de la gente cree en

    cierta medida en los horscopos. La falsedad de tales creen

    cias tendr forzosamente que ser demostrada.

    Pero, ms all de la supersticin pasada de moda, cier

    tos pensadores sensatos han razonado intuit ivamente que

    tiene que haber influencias que afecten a la vida humana.

    Esta intuicin es, y siempre lo ha sido, bsicamente co

    rrecta. El error ha consistido en tratar de explicar acciones

    csmicas en trminos mgicos, dando a los cuerpos celes

    tes caracterst icas que, evidentemente, no pueden poseer.

    Este error, sin embargo, no t iene por qu persist ir .

    En la actualidad, el Cosmos se ha puesto de moda. Gra

    cias al progreso de la astrofsica, los seres humanos estn

    penetrando en el espacio exterior. Y, sin embargo, apenas

    conocemos las leyes que rigen la influencia del espacio en

    el hombre. En toda la historia del pensamiento, slo hay

    unos pocos ejemplos de tan sorprendente contradiccin.

    Todo esto t iene que cambiar. En estos lt imos aos, la in

    vestigacin ha comenzado a l lenar el vaco dejado en la

    escena cientfica por la desaparicin de la astrologa como

    ciencia. Los cientficos modernos han acabado por hacerse

    la misma y antigua pregunta de una manera ms signifi

    cativa: cmo se relacionan los relojes csmicos con los

    ri tmos biolgicos de los organismos vivientes? El xito o

    fracaso de la exploracin espacial puede depender de la

    respuesta que se d a esta pregunta.

    La NASA ha estudiado la fascinadora sugerencia de

    Frank A. Brown, profesor de Biologa de la Northwestern

    University. Consiste en transportar por el espacio exterior

    durante un largo per odo de t iempo var ios organismos ,

    co -

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    15/167

    3Q

    MICHEL GAUQUELIN

    menzando por plantas sencillas. La construccin de una ca

    bina espacial de patatas ser el primer paso. Qu les ocu

    rrir a esas patatas en el espacio, durante un perodo inde

    terminado de tiempo? Quiz no les ocurra nada. Pero si las

    patatas muriesen, segn presume Eugene R. Spangler, bi

    logo,

    miembro del Instituto Norteamericano de

    Aeronu-

    tica, ello significara que el viaje prolongado por el espacio

    sera tambin peligroso para el hombre. Por qu? Porque

    este proyecto, humorsticamente llamado Spudnik I

    1

    ,

    gira en torno a un problema fundame ntal: si los relojes

    csmicos que marcan el ritmo de la vida terrestre

    los

    movimientos del Sol, de la Luna y de los planetas son

    indispensables para toda vida biolgica. Quiz, si el ritmo

    es

    cambiado

    radicalmente, la patata sea incapaz de adap

    tarse al cambio. Y dado que el hombre es mucho ms sen

    sible que la planta, resulta esencial averiguar si ste puede

    dejar los ritmos de su ambiente terrestre durante un largo

    perodo de tiempo sin sufrir, como resultado de ello, gra

    ves consecuencias.

    ste es el problema que ha acabado por inducir a los

    hombres de ciencia a explorar las influencias csmicas que

    durante seis mil aos esperan a ser investigadas sistem

    ticamente. Y, sin embargo, el viaje espacial no comenz con

    el primer astronauta; siempre hemos viajado en una nave

    espacial. Durante largo tiempo, el hombre ha vivido sin

    darse cuenta de este hecho, porque

    las

    condiciones de vida

    en la Tierra son, sin lugar a dudas, ms cmodas que en

    el interior de una cpsula espacial; pero ahora ya sabemos

    que nuestra nave espacial, la Tierra, perfora incesantemen

    te el espacio interestelar. Como dijo Giorgio Piccardi, jefe

    del Instituto de Qumica Fsica de la Universidad de

    Flo-

    1.

    Juego de palabras. Sputnik, nave espacial, en ruso. Spud,

    en ingls, significa patata.

    N del T

    LOS RELOJES CSMICOS

    31

    renda:

    Para verse sujeto a efectos csmicos, el hombre

    no tiene necesidad de lanzarse al espacio exterior; no tiene

    ni siquiera que salir de su casa. El hombre siempre ha vi

    vido rodeado por el Universo, ya que el Universo est en

    todas partes.

    El Cosmos que nos rodea no es inalterable ni est va

    co.

    Los satlites artificiales han demostrado claramente

    que el espacio est poblado por infinidad de corpsculos y

    ondas que golpean la Tierra, afectando de esa forma todo

    cuanto vive en su superficie. En los treinta aos, ms o

    menos, que los investigadores llevan estudiando esta cues

    tin cientficamente, han sido descubiertas extraas rela

    ciones entre la vida y el Universo. Paso a paso, con el apoyo

    de disciplinas de validez reconocida, emerge una nueva

    ciencia. La parte ms importante de este libro est dedi

    cada a narrar las conquistas de esta nueva rama del cono

    cimiento humano.

    En primer lugar, tenemos los sorprendentes vnculos

    que unen a los hombres con el Sol. El Sol no es, como

    imaginaban los pitagricos, una esfera dorada e inmvil;

    est cubierta de m anchas y se producen en l vastas explo

    siones. Y las ondas de esos cambios cataclsmicos reverbe

    ran entre nosotros. Hoy, la Luna, siempre rodeada de creen

    cias legendarias, comienza a revelar sus verdaderos secre

    tos. El profesor

    Brown

    ha estudiado los efectos de la Luna

    sobre las formas inferiores de vida, y ha encontrado que

    varias especies de animales son sensibles a sus misteriosos

    mensajes. Receptores sensorios antes desconocidos han sido

    descubiertos en todas las formas vitales, el hombre inclui

    do ,

    sentidos que permiten al organismo recibir tales men

    sajes y ajustar su conducta al rayo de los relojes csmicos.

    Viene luego la antigua cuestin, cuyo origen se pierde

    en los primeros sueos humanos: influye el cosmos en

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    16/167

    3

    MICHEL GAUQUELIN

    todos los hombres de manera parecida? Los astrlogos, que

    haban formulado esta pregunta ingenuamente, fueron in

    capaces de darle una respuesta satisfactoria. Los hombres

    de ciencia actuales t ienen la esperanza de haber encontrado

    una respuesta mejor. La maravillosa complejidad de la ma

    quinaria humana parece ser sensible a influencias csmicas

    extremadamente suti les que emanan de planetas cercanos

    a la Tierra. Recientemente, se ha descubierto un nuevo fe

    nmeno llamado herencia planetaria: como parte de la

    funcin de su consti tucin gentica el organismo humano

    recibe al nacer mensajes csmicos de una manera espec

    fica, personal. Tal vez parezca increble que organismos vi

    vos sean capaces de percibir las acciones infinitamente d

    biles de los cuerpos planetarios. Piccardi, creador de una

    nueva disciplina, la Qumica Csmica, ha explicado esto

    mostrando que el Cosmos afecta al hombre a travs de la

    accin mediatriz del agua, el l quido esencial para la per

    manencia de la vida en nuestro planeta. El agua t iene ex

    traas propiedades fsicas que nos vinculan ntima y per

    manentemente a las fuerzas csmicas. Gracias a la Qumi

    ca Csmica estamos empezando a comprender lo que hasta

    hace muy poco era incomprensible.

    La astrologa, la antigua religin universal , el primitivo

    y majestuoso esfuerzo por conseguir una sntesis csmica,

    ha cado por completo en manos de sacamuelas. En su lugar

    ha nacido una ciencia nueva. Esta ciencia no debiera des

    preciar el pasado; despus de todo, debemos el nacimiento

    de la astronoma al celo astrolgico de nuestros predeceso

    res.

    Es justo que esta ciencia, en su madurez y despus de

    un rodeo de dos mil aos, nos ayude ahora a descubrir los

    verdaderos vnculos que unen al hombre con el Universo.

    CRONOLOG

    2 795

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    17/167

    25 000 10000 a. de C. aproximadamente): Muescas en huesos de

    reno y en colmillos de mamut representan las fases de la Luna.

    6000

    a. de

    C ;

    Comienzan las observaciones del cielo por los

    s

    menos.

    3

    000

    a. de

    C :

    Predicciones astrolgicas de Sargn

    l

    Viejo.

    2073 a. de

    G;

    Chun, el primer emperador de China, hace un

    sacrificio a los siete rectores los planetas).

    1800 a. de

    C :

    Construccin de los megalitos de Stonehenge, cerca

    de Salisbury Sur de Inglate rra).

    Siglo xrv a. de C ; Los grande s dioses sumerios son Sin, el dios

    lunar; Shamach, el dios solar; e Ishtar, la diosa de Venus.

    1375 a. de C: Himno al sol del faran

    Ekhnatn.

    700400 a. de C : Descubrimiento y descripcin del zodaco por

    los babilonios.

    Siglovi a. de

    C ;

    Doctrina de la armona de las esferas, por Pit-

    goras Samos, Grecia).

    Siglo v a. de C: Primeras mximas astrolgicas en Caldea, ba

    sadas en el nacimiento del rey.

    409 a. de C. Fecha del horscopo babilonio ms antiguo que se

    conoce.

    331 a. de

    C :

    Conquista de Caldea por Alejandro de Macedonia.

    280 a. de C ; Publicacin de

    Babyloniaca

    por Beroso, sacerdote

    de Marduk en Babilonia.

    220 a. de C.: El griego

    Carnades

    critica la astrologa en nombre

    de la razn.

    70 a. de C : Los prim eros horsco pos griegos que tienen en cu enta

    la hora exacta del nacimiento.

    40 a. de C ; Cicern publica

    De Divinatione

    en donde expone las

    principales crticas cientficas de la astrologa.

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    18/167

    6

    M1CHEL GAUQUELIN

    30 a. de C.: El emperador Augusto manda hacer su horscopo al

    astrlogo Thrasyllus; sus sucesores siguen su ejemplo.

    10 d. de C.; Publicacin de

    Astronomicon

    por Manilius, la prime

    ra obra, griega de astrologa.

    140 . de C : Publicacin de

    Tetrabiblos

    por Tolomeo, el libro

    ms famoso de astrologa.

    Siglo iv d. de C.; San Agustn critica la astrologa en nombre de

    la fe cristiana en sus

    Confesiones.

    700-1200 d. de C : El Isla m perpe ta la antigua tradicin astrol

    gica.

    1400-1600 d. de C.: En la religin azteca de Mxico,

    Quetzalcoatl,

    la

    serpiente emplumada, es considerada como el dios del planeta

    Venus.

    1543 d. de

    C ;

    Con la publicacin de

    De Revolutionibus

    rbium

    Caelestium

    de Coprnico, la Tierra deja de ser considerada como el

    centro del Universo.

    1555 d. de C : Prim era edicin de las profecas de Nostrada mus

    Lyon, Francia).

    1571-1630 d. de

    C ;

    Tiempo de vida de Johannes

    Kepler

    quien des

    cubri las leyes de los movimientos de los planetas y persigui ac

    tivamente la creacin de una astrologa nueva.

    1666 d. de C : Condena oficial de la a strologa por Colbert, minis

    tro de Luis XIV, en Francia. La astrologa es prohibida en la Acade

    mia de Ciencias y la Universidad.

    1749-1832 d. de C : Tiempo de vida del gran poeta Goethe, quien

    estudi astrologa.

    1828 d. de C : El astrlogo ingls Raphael publica su

    Manual of

    Astrology.

    1898 d. de C.: El sabio sueco Svanthe Arrhenius, ganador del pre

    mio Nobel de Fsica, emprende la primera obra estadstica sobre la

    influencia de la Luna en el tiempo y en los seres vivos.

    1920 d. de C ; Reaparicin del horscopo. Gran xito de los saca-

    muelas, ayudados por la Prensa y dems medios de comunicacin

    de masas.

    1920-1940 d. de C : Obra es tads tica de A. I. Tchijevski sobre elpapel que juegan en la vida humana las manchas solares.

    1922 d. de C.; Memorndum de los doctores Faure y Sardou a la

    Academia de Ciencias sobre la influencia de las manchas solares en

    las enfermedades repentinas.

    1938 d. de C.: Publicacin de

    Season of Birth

    por E. Huntington.

    1939-1945 d. de C.; Los nazis tratan de interpretar en favor suyo

    las profecas de Nostradamus.

    1941 d. de C ; El japons Maki Takata demu estra la influencia

    LOS RELOJES CSMICOS

    7

    que ejerce un rayo desconocido del Sol en el suero de la sangre

    humana.

    1948 d. de C : Frank A-Brown descubre misteriosos ritmos ex-

    genos en las plantas y los animales.

    1950 d. de C.J Giorgio Piccardi comienza a estudiar las relaciones

    entre el Cosmos y los experimentos qumicos.1950-1955 d. de C : Publicac in de esta dstic as cientficas dond e

    se demuestra la falsedad de los horscopos.

    1957 d. de C ; Se lanzan al espacio exterior satlites que descu

    bren interacciones hasta entonces desconocidas entre los cuerpos del

    sistema solar.

    1960 a. de C: Primeros estudios sobre la correlacin entre los

    planetas y las leyes de la herencia.

    1963 d. de

    C.

    El Instituto Francs de Opinin Pblica revela que,

    a pesar de los esfuerzos de la ciencia, el 43 por ciento de la pobla

    cin cree an que la astrologa es una ciencia verdadera.

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    19/167

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    CAPTULO PRIMERO

    L A R LIGIN M A S A N T I G U A

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    21/167

    Dnde comenz la astrologa? La respuesta es : en to

    das partes. Cundo comenz? Ha existido desde que el

    hombre existe, mejor dicho, antes an de que el hombre

    existiese. Cuando el Sol se eclipsa, los animales se vuelven

    inquietos y como angustiados; parecen temer un peligro

    inminente. Los pjaros dejan de cantar y los monos aban

    donan sus rboles, juntndose para sentirse ms seguros,

    en completo silencio.

    La astrologa naci del encuentro entre una inteligencia

    todava incapaz de imaginarse el mundo por s misma y el

    temor que tal mundo le inspiraba. Para el hombre primi

    tivo, el cielo estaba lleno de maravillas extraas y temi

    bles. Este temor y admiracin no eran del todo injustifi

    cados: el poder de los cielos era muy real. Las primeras

    civilizaciones humanas dependan del pastoreo y la agri

    cultura, la pesca o la caza, y, por lo tanto, estaban a mer

    ced de los caprichos de la Naturaleza. El cielo se llenaba

    de nubes, el rayo caa hendiendo el espacio, el trueno lle

    naba el aire. La lluvia vena en pos del viento y las cose

    chas eran destruidas. Si los cielos se mantenan serenos, la

    sequa secaba las cosechas y atraa la plaga de la langosta

    migratoria. En invierno, el aire helado converta las gotas

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

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    44

    MICHEL G UQUELIN

    LOS RELOJES CSMICOS

    45

    de l luvia en cristales saltarines que cubr an la tierra con

    una capa espesa y blanca.

    Todo cuanto alcanza la memoria est l leno de huellas

    de los esfuerzos humanos por interrogar los cielos. Alexan-

    der Marshac k, el 6 de noviem bre de 1964, escriba en la re

    vista

    Science

    que las muescas halladas en ciertos huesos de

    reno y marfiles de mamut procedentes del Paleol t ico su

    perior representan las fases lunares. De esa forma vemos

    que, hace aproximadamente de diez mil a veinticinco mil

    aos, el hombre con toda probabilidad, observaba y anota

    ba ya los ciclos de la

    L u n a

    1

    .

    A diecisis kilmetros de Salisbury, en el sur de Ingla

    terra, est Stonehenge, una extraa coleccin de menhires

    de tres metros y medio de altura rodeados por cincuenta y

    seis pequeos pozos, l lamados los agujeros de Aubrey.

    Se piensa que este monumento se remonta al ao 1800

    a. de C. El profesor G. S. Hawkins, de la Universidad de

    Boston, con ayuda de una IBM, ha demostrado que esas

    primitivas ruinas pueden ser uti l izadas para fi jar la posi

    cin del Sol y de la Luna con sorprendente precisin, con

    un margen mnimo de

    error

    2

    .

    Exis te menos de una proba

    bil idad por milln de ellas de que la correlacin hallada

    por el profesor Hawkins sea casual. El mismo Hawkins es

    cribe:

    Los agujeros de Aubrey constituyen un sistema para contar

    los aos, un agujero por cada ao, y predecir los movimientos de la Luna Quiz se celebrasen incineraciones en un deter

    minado agujero de Aubrey en el transcurso del ao, o, posi

    blemente, el agujero contuviese una piedra movible. Stonehen

    ge puede ser utilizado como un gigantesco computador di

    gital

    3

    .

    Parece ser, por lo tanto, que Stonehenge era una espe

    cie de observatorio de la Edad de Bronce en el que los

    sacerdotes anu nciaban la l legada de las estaciones y los eclip

    ses del Sol y de la Luna. Esta actividad cientfica no era

    en modo alguno incompatible con los ri tos religiosos que

    tambin se celebraban all ; ms bien al contrario, ambas

    cosas se relacionaban estrechamente.

    Stonehenge nos muestra las dos clases de inquietudes

    que nuestros antepasados sentan cuando levantaban la vista

    hacia los cielos. Una, cientfica; la otra, religiosa. El

    munr

    do ,

    hosti l o favorable, era siempre indispensable. El hom

    bre primitivo saba que tena que controlarlo de alguna

    manera. Para conseguir este objeto poda servirse de dos

    tcticas: adorarlo o penetrar en sus secretos. La astrologa

    naci como un medio de combinar estas dos maneras de

    ejercer cierta medida de control sobre el mundo. No es exa

    gerado decir , con la mayora de los historiadores, que la

    astrologa fue, al mismo tiempo, la primera religin y la pri

    mera ciencia del hombre.

    El Sol, la Luna, las estrellas, todos los cuerpos celestes

    se convirt ieron en objeto de adoracin, miedo, esperanza.

    Su influencia pareca afectar no slo el destino del hom

    bre ,

    sino tambin el futuro del mundo, amenazndolo con

    destruccin y prometindole vida nueva. Afectaban a las

    lluvias, los vientos, los terremotos, las catstrofes inespe

    radas .

    Esta creencia sincretst ica, expresada ingenuamente

    por medio de la incesante interaccin entre el Cosmos y la

    vida terrestre, se encuentra en todos los pueblos primi

    tivos.

    El Sol

    La vuelta del Sol todas las maanas, su renacer des

    pus de su muerte la tarde anterior, era saludada con

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    46

    MICHEL GAUQUELIN

    LOS RELOJES CSMICOS 47

    ritos religiosos por los pueblos ms antiguos de que tene

    mos noticia y an lo es hoy en las sociedades primitivas:

    Las madres piel rojas levantan en sus brazos a sus hijos

    recin nacidos, hacia el Sol. Entre los indios navajos, las mu

    chachas que llegan a la pubertad tienen que preparar un enor

    me pastel; mientras est hacindose, deben correr hacia el

    Sol naciente y volver al punto de partida, vestidas de fiesta.

    Saludar al Sol naciente era una costumbre normal. Griegos

    como Scrates y Dion lo hacan; y tambin los chinos, los ja

    poneses y los indios brahmanes*.

    En Egipto, el faran

    Amenofis

    IV tom el nombre ofi

    cial de Ekhnatn, en honor del Sol; este nombre significa

    Rayo en el rostro del Sol. En el ao 1375 a. de C, Ekhna

    tn compuso un himno famoso en honor de Atn, el gran

    vnculo vivo del Sol:

    Este dios nico ha hecho la Tierra lejana, los hombres, los

    pjaros, los animales... Cuando l se muestra, todas las flores

    crecen y viven, los campos florecen cuando se levanta y se re

    gocijan con su presencia, todas las bestias saltan para saludarle

    y los pjaros en los pantanos baten sus

    alas

    5

    .

    Enterrados bajo sus gigantescas pirmides, los cadve

    res de los faraones Keops, Kefrn y Mikerinos iban, en opi

    nin de sus contemporneos, a compartir la vida eterna del

    Sol. Las pirmides mismas eran un smbolo del Sol. La

    fachada ms prxima a la entrada de cada tumba est per

    fectamente orientada hacia el Sol naciente. Por lo que se

    refiere a la gran pirmide de Keops, el error es de slo tres

    grados de arco, cosa casi increble. En AbuSimbel,en cier

    to momento, los rayos del Sol entran en la cmara misma

    donde est la tumba de

    Ramss

    II. Las grandes pirmi

    des, as como las pequeas y doradas que estn situadas en

    la punta de los obeliscos, eran representaciones de los ra

    yos del Sol descendiendo hacia la Tierra.

    6

    El dios Sol poniente presentaba un triste contraste. El

    Sol descenda hacia la tierra de los muertos. Cualquier

    hombre que se cruzase en su camino desapareca para no

    volver. De ah la creencia, hallada en todas partes, desde

    Nueva Zelanda hasta las Nuevas Hbridas, de que una mi

    rada del Sol poniente poda ser causa de la muerte del

    hombre que la

    recibiese

    7

    .

    Pero, al mismo tiempo, el Sol

    poda escoltar las almas de los muertos por las regiones

    infernales y traerlas de nuevo, a la maana siguiente, con

    la luz del da.

    La Luna

    La conducta de la Luna, ms extraa an que la del

    Sol, fue constante causa de perplejidad para sus primeros

    observadores:

    La Luna tambin se mova a travs del cielo, entre las estre

    llas cruzndolas noche tras noche, mientras que su aparicin

    sufra un cambio misterioso, pasando de ser una dbil hoz en

    el cielo nocturno a convertirse en el brillante disco de la Luna

    llena, que dominaba la noche iluminando la Tierra hasta que

    comenzaba a desvanecerse, para convertirse de nuevo en una

    estrecha cinta de plata y desaparece con la aurora. Este pro

    ceso continuaba repitindose en un ciclo equivalente, segn

    parece, al perodo menstrual de la mujer ' .

    Por todas partes, en la Tierra, la Luna ha sido relacio

    nada con los mismos procesos csmicos: lluvia, plantas,

    fertilidad animal. Estas correspondencias se encuentran

    incluso en religiones tan arcaicas y horras de influencias ex

    tranjeras como la de

    los

    pigmeos. La fiesta de la Luna nueva

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    24/167

    48 MICHEL GAUQUELIN

    celebrada por los pigmeos de frica tiene lugar justo antes

    del comienzo de la estacin de las lluvias. La Luna, que ellos

    llaman Pe, es, segn estos salvajes, el principio de la gene

    racin y la madre de la fertilidad'.

    Ent re los habi tantes de

    Papua

    la Luna es el primer

    marido de las mujeres. Segn ellos, la menstruacin es

    prueba de las relaciones que existen entre las mujeres y

    la Luna

    10

    .

    Entre los hit i tas, la Luna reciba el nombre de Arma,

    que significa grande, embarazado. En la India, se crea que

    la Luna era rey de todo cuanto crece en la Tierra y pro

    tector de todas las cosas vivas. Su desaparicin era consi

    derada como una verdadera enfermedad. En Camboya, la

    Luna llena equivala al comienzo de la buena suerte, la cs

    pide en donde todas las cosas tenan su buen momento.

    En el antiguo Egipto, la influencia de la Luna se haca

    sentir en todas partes: se pensaba que estaba representada

    por varios dioses. Su crecimiento era l lamado el abrirse

    del ojo de Horas. Cuando el ojo del halcn-dios estaba

    completamente abierto, comenzaba la Luna l lena. Los vein

    ticinco das del ciclo lunar eran comparados a una escalera

    con catorce escalones: primero se suba la escalera hasta

    llegar a la apertura completa del ojo, y, luego, se bajaba,

    hasta que el ojo quedaba completamente cerrado. Esto

    equivala a los catorce das que tarda la Luna en crecer

    y, luego, los otros catorce que culminan con la Luna nueva.

    Los eclipses lunares eran considerados presagio de sucesos

    luctuosos. Con frecuencia, la Luna misma era considerada

    peligrosa. La media Luna se comparaba a veces con un

    cuchillo, una hoz de oro en el campo estrellado. Un ma

    nuscrito egipcio pregunta: No es la Luna un cuchillo?

    Pues, por lo tanto, puede castigar a los culpables.

    u

    LOS RELOJES CSMICOS

    49

    Las estrellas

    Las principales estrellas y constelaciones tambin han

    sido objeto de adoracin. Sus formas y movimientos han

    dado lugar a numerosos mitos y ri tos. En China

    la Osa Mayor o Carro es adorada como deidad propicia. Las

    mujeres que quieren tener hijos la adoran. Las coronas epita-

    lmicas estn adornadas con la Osa Mayor, hecha con perlas

    y esmeraldas. Una pintura antigua de la dinasta Han mues

    tra a la Osa Mayor como monarca en un carruaje, con varios

    espritus rindindolehomenaje

    a

    .

    En P om er a n i a , t odav a se cuen t a l a s i gu i en t e h i s t o r i a :

    La Osa Mayor recibe tambin el nombre de

    Duemkt.

    Duemkt

    era un granjero malvado que sola tratar a sus ser

    vidores y su ganado con la mayor crueldad. A modo de cas

    tigo,

    fue puesto en el cielo despus de su muerte y all conduce

    ahora su carro con la misma temeridad que en vida. Su carro

    es tirado por tres caballos y Duemkt cabalga en el de enmedio,

    pero el grupo va de la manera ms desordenada, como si

    estuviera a punto de caer sobre la Tierra en cualquier mo

    mento

    u

    .

    En Egipto, el

    Nilo,

    que daba de comer a todo el pas,

    era considerado dios de la fert i l idad:

    Pero no era el cielo lo que haca crecer tan favorablemen

    te el ro? Todos los aos, las aguas crecan cuando la relu

    ciente estrella Sirio se levantaba al mismo tiempo que el Sol.

    Esto indicaba que las inundaciones del Nilo eran causadas por

    la alianza entre las acciones propicias del Sol y de Sirio, alian

    za que ocurra tan slo una vez al ao. Entonces, era el mo

    mento en que el suelo reseco de Egipto cobraba nueva vida.

    Por eso, el Ao Nuevo egipcio tena lugar en la fecha en que

    Sirio se levantaba con el

    Sol .

    4

    2.795

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    25/167

    5

    MICHBL GAUQUELIN

    Las siete estrellas de las Plyades han sido adoradas

    desde el comienzo de la Historia. Los griegos les dieron los

    nombres de las siete hijas de Atlas, que se suicidaron y fue

    ron convertidas en estrellas. Una narracin popular danesa

    cuenta de esta

    manera

    el motivo de que la constelacin sea

    invisible parte del ao:

    Haba una vez una muchacha que tena siete hijos ileg

    timos. Un hombre la vio y le dijo: Buenos das tengis, t y

    tus siete bastardos. Para castigarle, Dios le convirti en cuco.

    Los hijos fueron convertidos en ngeles y puestos en el cielo.

    Durante la estacin veraniega, cuando el cuco canta, las Pl

    yades se vuelven invisibles

    15

    .

    Entre los aztecas de Amrica Central, las Plyades eran

    usadas como pretexto para celebrar los ritos ms

    horribles

    El paso de las estrellas a travs del meridiano era seal de]

    comienzo de los sacrificios humanos:

    En el fondo de sus almas, los antiguos mexicanos no po

    dan tener confianza en el futuro. Su mundo era demasiado

    frgil, siempre expuesto a una catstrofe. Cada cincuenta y dos

    aos, el pueblo de todo el Imperio sucumba al terror, temiendo

    que a la ltima puesta de sol de aquel siglo no siguiese una

    nueva aurora. Los fuegos se apagaban en las ciudades y en el

    campo, mientras las muchedumbres, aterrorizadas, se congre

    gaban en torno de la falda del monte Ulxachtecatl. En su cima,

    los sacerdotes observaban la constelacin de las Plyades.

    A una seal del sacerdote-astrnomo, un prisionero era extendi

    do sobre el altar. Despus, le clavaban un cuchillo de piedra

    en el pecho con un sordo ruido y sobre la herida abierta se

    pasaba

    un palo encendido. Y, entonces, la llama se agitaba,

    como si surgiese del pecho hendido, y entre el clamor jubiloso,

    los mensajeros encendan antorchas y corran a propagar el

    fuego sagrado a los cuatro extremos del valle central. El mun

    do , una vez ms, haba escapado a la destruccin .

    LOS RELOJES CSMICOS

    51

    Religiones indias

    Desde el comienzo de

    la

    historia, el pensamiento huma

    no se ha visto dominado por la creencia de que los movi

    mientos astrales estn relacionados con todos los fenme

    nos terrestres, que son ellos quienes dirigen la agricultura,

    la labranza, la salud y el orden social. Berthelot ha dado

    a esta creencia el nombre de astrobiologa. Las grandes re

    ligiones de la Humanidad estn impregnadas an de esta

    primitiva astrologa. Los textos antiguos de la India y China

    son buena prueba de ello.

    Es fcil encontrar ideas astrolgicas en los libros reli

    giosos hindes. Los Vedas dicen que la fecha de los sacri

    ficios son la Luna nueva y la Luna llena. Los cuerpos ce

    lestes son los guardianes de

    rita,

    que ha nacido de la unin

    de los rdenes csmicos y social: A travs del cielo, va el

    camino duodcuplo de

    rita,

    que nunca envejece: el ao.

    Para el hombre vdico, el cielo y la Tierra, los bosques y las

    montaas, las aguas de los mares y los ros, las plantas y los

    animales estn habitados por el espritu de las fuerzas csmi

    cas,

    dirigidas por la fuerte personalidad de

    Indra,

    dios del

    trueno y el rayo, que gobierna desde su trono, situado en las

    nubes. Bajo l, estn los ocho Adityas, los cuerpos celestes, que

    son hijos de la diosa Aditi. Entre ellos, est

    Mitra-Varuna,

    la

    pareja primigenia, que representan la Tierra y el cielo; luego,

    los cinco planetas y Surya, el Sol. Ushan, la aurora, camina

    ligeramente todas las maanas hacia el este, para abrir las

    puertas celestiales con el fin de que su amante, Surya, pueda

    entrar; todas las noches, Ratri vuelve a cerrarlas, dejando pe

    netrar en su dominio a la noche

    .

    En los Upanishads,

    Brahma

    es llamado el hlito domi

    nante del Cosmos. La famosa danza csmica de Shiva, tan

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    26/167

    52

    MICHEL GAUQUELIN

    frecuentemente plasmada en la escultura, es smbolo de los

    movimientos r tmicos del Universo, a los que el hombre se

    asocia por medio de la danza. La svstica o cruz

    gamada

    es tambin un antiguo smbolo csmico y religioso de la

    India. Representa el curso circular del Sol en torno de los

    cuat ro puntos cardinales .

    Filosofa china

    En China, los ri tmos csmicos

    revelan

    el orden, la ar

    mona, la permanencia y la fert i l idad. El Cosmos en su to

    talidad es un organismo vivo, real y sagrado

    18

    .

    Ya ms de

    dos mil aos antes de Cristo, la astrologa era la base del

    orden establecido. El t tulo del emperador era Hijo de los

    Cielos. Una de sus principales

    funciones

    consista en cui

    dar de que continuasen las buenas relaciones entre los mo

    vimientos celestes y los asuntos humanos. El emperador

    era objeto de predicciones astrolgicas y celebraba sacri

    ficios a los dioses del cielo:

    La mencin ms antigua que se conoce de esos sacrificios

    est en los Anales de Bamb, un manuscrito muy antiguo des

    cubierto en la tumba de un prncipe que data del ao 281

    d. de C. En l se menciona que en el ao 2073 a. de C, cuan

    do Chun sucedi a Yao, el primer emperador histrico de Chi

    na, inaugur su gobierno ofreciendo un sacrificio al Soberano

    del Cielo. Chun visitaba con frecuencia las cuatro montaas

    sagradas situadas en

    los .cuatro

    puntos cardinales, examinandola situacin propicia de los Siete Rectores (la Luna, el Sol y

    los cinco planetas), y haca un sacrificio a los seis meteoros

    (el viento, las nubes, el trueno, la lluvia, el fro y el calor) .

    Las grandes religiones chinas estn empapadas de ideas

    astrolgicas como el emperador mismo. A este propsito,

    Confucio dice: El que gobierna por medio de la virtud es

    LOS RELOJES CSMICOS

    53

    como la estrella polar, que est siempre inmvil en su si t io,

    mientras todas las dems giran en torno a ella. Otro mo

    ralista chino aconseja: Amad todo lo que hay en el Uni

    verso,

    porqu e el Sol y la Tierra son uno y el mism o cuerpo.

    Kuan-Tse, el famoso escritor taosta, dice: El Tao (el

    camino) que es revelado por la direccin del Sol a travs

    de los cielos tambin se revela en el interior del corazn

    del hombre. . . Es la energa vital que da existencia al ser.

    En la t ierra, hace crecer las cinco cosechas; all arriba,

    rige el camino de las estrellas. El Tao, por lo tanto, es la

    energa vital de todo el Universo y tambin del hombre. En

    China, como en la India y en otras culturas, se crea que

    el aire estaba l leno de granos de vida que descendan del

    cielo y, por esta razn, se consideraba importante hacer

    ejercicios respiratorios.

    Esta teora, vinculando el macrocosmos (el Universo)

    con el microcosmos (el cuerpo humano), tena ciertas apli

    caciones prcticas. Como explica el famoso orientalista

    Henr i Maspero:

    Los magos taostas de los primeros siglos de nuestra era

    pensaban que en las diversas partes del cuerpo humano vivan

    dioses que, al mismo tiempo, eran dioses tambin de los cie

    los,

    la Tierra, las constelaciones, las montaas y los ros. Por

    medio de la meditacin se poda ver a los dioses csmicos que

    habitaban fuera del cuerpo y tambin se poda aprender as

    de ellos los preceptos fisiolgicos de cordura moral y salud

    que permitan al hombre echar de su cuerpo a los malos esp

    ritus y dainas influencias. Alimentndose de aliento y no

    de bastos alimentos uno poda purificarse; exponindose a la

    luz del Sol o de la Luna, uno se poda llenar el cuerpo de in

    fluencias celestes. As, purificado y fortalecido, uno poda as

    cender a los cielos, donde se gustaba la vida eterna con cuer

    po y alma

    20

    .

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    27/167

    54

    MICHEL GAUQUELIN

    En t odas e s t a s r e l i g i ones , l a p r i nc i pa l p r eocupac i n e s

    a r m on i za r a l hom br e con e l Cosm os , e l e spac i o y e l t i em

    p o . E s t o s s i s t e m a s s o n t a n c u r i o s a m e n t e s e m e j a n t e s e n s u s

    t anc i a com o d i ve r sos en f o r m a . s t e e s e l m o t i vo de que

    no se pueda hab l a r de una so l a a s t r o l og a , s i no de m uchas :

    l a eg i pc i a , l a m ex i cana , l a i nd i a , l a ch i na . . . P e r o n i nguna

    de e l l a s se ocupa de l o r ea l m en t e a s t r o l g i co , e s t o e s , de

    l a p r ed i cc i n con ayuda de l a s e s t r e l l a s . En t r e t odas e s t a s

    r e l i g i ones an t i guas s l o una , que con t en a l o que aho r a l l a

    m am os as t r o l og a , ha sob r ev i v i do has t a nues t r o s d a s : e l

    concep t o ca l deo de l Un i ve r so .

    NOTAS DEL

    CAPITULO

    PRIMERO

    1.

    The Complet Calendar,

    The Sciences,

    IV (1965), N.

    8,

    1 .

    2. G. S. Hawkins,

    Stonehenge Decoded

    (Nueva York: Double-

    day,

    1965).

    3. Stonehenge: A Neolithic Computer,

    Nature,

    CCII (1964),

    1258.

    4. E. Zinner,

    The Stars Above Vs

    (Londres: Alien and Unwin,

    1957).

    5. R. Berthelot,

    La Penses de VAsie et VAstrobiologie

    (Par s:

    Payot, 1949).

    6.

    Ibid

    7.

    M. Eliade,

    Traite

    d histoire des veligion s

    (Pars: Payot,

    1959).

    8. Zinner,

    op. cit.

    9. Trilles,

    Les Pygmes de la fort

    quatoriale

    (Pars, 1933).

    10.

    Op. cit.

    11. La tune,mythes et vites

    (Pars; Le

    Seuil,

    1962).

    12. Zinner,

    op. cit.

    13.

    Ibid

    14. M. Gauquelin,

    L astrologie devant la science

    (Pars: Plane-

    te,1965).

    LOS RELOJES CSMICOS

    55

    15.

    Zinner,

    op. cit.

    16.

    J. Soustelle,

    La vie quotidienne des

    Azteques

    (Pars: Ha-

    chette , 1969).

    17.

    A. Migot,

    Cinq

    millnaires

    d astrologie,

    Janus, N. 8

    (1965),

    53.

    18.

    M. Eliade,

    Le

    sacre

    et le profane

    (Par s :

    NRF, 1965).

    19. Migot,

    op. cit.

    20. Berthelot,

    op. cit.

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    28/167

    CAPITULO

    I I

    L A C I E N C I A M A S A N T I G U A

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    29/167

    En Babilonia, el antiguo imperio de Mesopotamia, muy

    por encima del trfago urbano, estaban los observatorios,

    mgicas atalayas desde donde los sacerdotes estudiaban da

    y noche, sin interrupcin, los movimientos de las estrellas.

    Esas torres eran llamadas

    zigurats,

    o sea, montaas cs

    micas. Las de Ur,

    Uruk

    y Babilonia tenan, segn parece,

    ochenta y tres metros de altura. Constaban de siete terra

    zas superpuestas, representacin de los siete cielos plane

    tarios. Subiendo a la cima, el sacerdote poda llegar a la

    cspide del Universo como lo conceban los caldeos. Esta

    arrogante creencia fue ridiculizada por la Biblia en la le

    yenda de la Torre de Babel, que era el nombre antiguo de

    Babilonia

    *,

    que se pretenda hacer llegar hasta el mismo

    cielo. Los sacerdotes, que hacan de mediadores entre los

    cielos y el rey, tenan que observar el curso celeste de las

    estrellas con objeto de averiguar la voluntad de los dioses.

    As naci la astrologa, hace cinco mil aos, en Caldea.

    La astrologa fue la primera ciencia de los cielos. Esta

    ba impregnada de magia, indudablemente, pero a pesar de

    * Babel es Babilonia en hebreo , y el autor del Gnesis la

    hace derivar de Balbel (confundir) pero realmente viene deBal-Ha,

    o sea, Puerta de Dios.

    N. del T.

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    30/167

    60

    MICHEL GAUQUELIN

    todo era una ciencia. Los caldeos desarrollaron el sistema

    zodiacal, que an es usado por los astrnomos modernos,

    y percibieron la diferencia que existe entre los planetas y

    las estrellas fi jas. Pero, al mismo tiempo, atribuyeron tanto

    a los signos del Zodaco como a las estrellas poder sobre

    los destinos humanos. Pequeas tabli l las de arcil la con ins

    cripciones cuneiformes, an intactas, han conservado una

    serie de predicciones sistemticamente codificadas que

    consti tuyen los primeros elementos de la astrologa. As,

    al comienzo de su largo viaje, la ciencia emerge en forma

    de Jano, el dios de las dos caras, guardin de puertas: el

    rostro delantero, alerta y observador, mientras que el otro,

    soador y de ojos vidriosos, mira en direccin opuesta

    1

    .

    Los descubrimientos astronmicos de los caldeos y sus

    transcripciones astrolgicas fueron un avance fundamental .

    Gracias al trabajo imaginativo y paciente de muchos orien

    talistas, sobre todo A. Sachs y B. van de Waerden, las ta

    bli l las de arcil la nos han revelado sus secretos, permitin

    donos exponer el desarrollo de la astrologa caldea.

    Los signos celestes

    En el mapa moderno, Caldea ocupara aproximadamen

    te la extensin de Irak. Muchas civilizaciones se han suce

    dido en esa parte del mundo. Hace ms de seis mil aos,

    estaba habitada por los sumerios, pueblo de pastores y agri

    cultores. Los sumerios adoraban sobre todo las fuerzas vi

    tales de la fert i l idad. Tambin conocan el vnculo miste

    rioso que existe entre los ciclos anuales de crecimiento y

    los ciclos celestes: las cosechas dependen de las estaciones

    y las estaciones dependen de los movimientos del Sol.

    Y adems, por supuesto, est la Luna, cuya aparicin en

    LOS RELOJES CSMICOS

    61

    el cielo nocturno trae consigo la dulzura de

    la

    noche y el

    descanso despus de la ardiente luz del da. Haba tambin

    una gran diosa, hija o esposa del cielo, que no tard en

    convertirse en la diosa de la

    fertilidad

    2

    .

    Su hogar se pen

    saba que era el planeta Venus. La gran trada de aquel

    pas eran Sin, el dios lunar, masculino, y el ms poderoso

    de todos, Shamach, el dios solar, femenino, e Ishtar, la dio

    sa del amor. Los smbolos de estas tres divinidades apa

    recen en relieve, en piedra, desde el sigloxiva. de

    C.

    3

    A Sin se le representaba como un hombre fuerte, con

    barba de lapislzuli, que cruzaba el cielo en su lancha, la

    media Luna. Shamach, su hija, rega el ao, decidiendo su

    longitud por el sistema de girar en torno al cielo en 365

    das. Ishtar enviaba su luz desde el reluciente planeta Venus.

    Los babilonios, que sucedieron a los sumerios, desarro

    llaron considerablemente el arte de la prediccin. Intenta

    ron por todos los medios imaginables predecir el futuro.

    La informacin que hoy deducimos del manejo de com

    plicados instrumentos se obtena en otros t iempos a travs

    de los sacerdotes babilnicos. La adivinacin era una cere

    monia oficial.

    4

    Algunas de las maneras que se uti l izaban

    entonces para predecir el futuro eran la interpretacin de

    los sueos, el anlisis de hgados de animales, nacimientos

    anormales, el vuelo de las aves y sntomas fsicos. Por ejem

    plo, en una tabli l la de arcil la se lee: Cuando la oreja de

    recha de un hombre si lba es indicio de que ha sido l igado

    por un encantamiento mgico.

    5

    Sin embargo, los sucesos

    realmente importantes eran anunciados por el cielo. Los

    signos celestes eran considerados de mxima importancia,

    y para gobernar bien el pas era necesario saber predecir

    sus movimientos, lo que implicaba el estudio concienzudo

    de los ciclos celestes; la repeticin de los movimientos estela

    res anunciaba la vuelta de sucesos anteriormente relaciona-

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    31/167

    62

    MICHEL G UQUELIN

    LOS RELOJES SMI OS

    03

    dos con esos movimientos. Esta perentoria necesidad ex

    plica el descubrimiento por los caldeos de los movimientos

    celestes.

    El o rigen del Zodaco

    Los sacerdotes-astrnomos caldeos dividan el cielo en

    tres largas franjas, que llamaban los caminos celestes:

    en el medio estaba el camino de Anu, flanqueado por los

    caminos deEnlil y Ea. Vigilando el cielo noche y da, esos

    sacerdotes acabaron dndose cuenta de que tanto el Sol

    como la Luna se movan siempre a lo largo del camino de

    Anu. Por eso, dieron particular importancia a la franja ce

    leste que estos dos grandes dioses escogan para sus viajes.

    Las constelaciones que el Sol y la Luna cruzaban en su

    camino adquirieron tambin un significado especial para

    los caldeos.

    El camino de Anu no era sino la primera versin del

    Zodaco que los astrnomos modernos usan ahora: un es

    pacio de diecisis grados de anch ura que contiene el camino

    constantemente repetido del Sol, la Luna y los planetas.

    Los caldeos observaron esto con gran exactitud. Van der

    Waerden, especialista en textos cuneiformes, dice en su His-

    tory of Zodiac:

    El

    cinturn

    zodiacal, con sus constelaciones, ya era cono

    cido en B abilonia en el ao 700 a. de C. La primera tablilla

    de la serie llamada

    MulApin

    menciona Las constelaciones

    del camino de la Luna de la siguiente manera:

    el arbusto peludo = Plyades.

    el toro de Anu = Tauro

    el verdadero pastor de Anu =

    Orion

    el viejo = Perseo

    hoz-espada = Auriga

    los grandes gemelos = Gminis

    Prokyon

    o Cncer

    len o leona = Leo

    surco = Spica

    balanza = Libra

    escorpin = Escorpin

    arquero = Sagitario

    pez caprino = Capricornio

    gran estrella o gigante = Acuario

    las colas = Piscis

    la gran golondrina = Pegaso

    la Diosa Anunitum = Piscis + la parte media de Andrmeda

    el alquiln = Aries.

    De hecho, todas las constelaciones mencionadas correspon

    den al cinturn zodiacal, con la excepcin de Orion, Perseo

    y Auriga

    6

    .

    Poco despus, los doce signos aparecieron en la misma

    forma que tienen actualmente para nosotros. Son mencio

    nados por primera vez en el documento VAT 4924, con fe

    cha del ao 419 a. de C. y con los nombres de Aries, Plya

    des, Gminis, Praesepe, Leo, Spica, Libra, Escorpin, Sa

    gitario, Capricornio, Acuario y Piscis. Como indica Van der

    Waerden, esos signos babilonios son todos estrictamente

    de la misma longitud, o sea, al igual que hoy. Era un

    notable marco abstracto de observacin. El nico cambio

    en la nomenclatura tuvo lugar cuando los griegos sustituye

    ron las Plyades, Praesepe y Spica por Tauro, Cncer y

    Virgo respectivamente

    7

    . Sachs dice a este propsito que la

    invencin del Zodaco, que ha resultado ser tan fructfera

    para la astronoma y la astrologa, es un indicio del esp

    ritu nuevo e indagador que rein durante este perodo

    (600-300 aos a. deC.)

    8

    Los nombres de los doce signos fueron dados a los ra

    cimos de estrellas que se encuentran en el camino de Anu

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    32/167

    6

    MICHEL GAUQUELIN

    siguiendo ciertas reglas mgicas. La fantstica mitologa de

    los babilonios, descrita por primera vez en la famosa

    Epo

    peya de la creacin,

    dio los extraos personajes. Pero, por

    qu doce signos? Van der Waerden dice que, originariamen

    te ,

    correspondan a los doce meses del calendario babil

    nico: La idea de que existe cierta correlacin entre los

    meses y las constelaciones es muy antigua.

    Se

    remonta a

    las l lamadas l istas del

    Astrolabio

    (1100 a. de C, o antes

    incluso).

    9

    Pero el uso del Zodaco no se limit al calen

    dario; su influencia creci con el t iempo. Se supona que

    cada uno de sus signos ejerca influencias muy definidas

    sobre la Tierra. Las reglas por las que se rega el arte de

    la prediccin eran una mezcla de observaciones y analogas.

    Por ejemplo, la forma de Escorpin recordaba al sacerdote

    caldeo el odiado insecto cuyas tenazas parecan diseadas

    en el cielo por dos estrellas bril lantes. El escorpin celes

    t ial era considerado tan temible como el venenoso escor

    pin del desierto: Si Marte se acerca a Escorpin el rey

    tiene que morir de una picadura de este insecto.

    10

    Spica,

    o el surco (que ms tarde pas a ser el signo de Virgo),

    era relacionado con la cosecha. Los caldeos cosechaban en

    febrero, poca en que Spica era el signo que se apareca

    sonriente a los agricultores en cuanto el Sol se

    pon a .

    u

    W. Peuckert propuso una explicacin para la influencia

    del signo de Piscis:

    Se crea que cuando, un ao cualquiera, los peces no se

    reproducan normalmente, la constelacin de Piscis apenas re

    luca. Por lo tanto, viendo en esto una causa, dedujeron la

    frmula: Cuando Piscis se vela, los peces

    escasean'

    2

    .

    De la misma manera, la posicin de Libra (la balanza)

    influa en el peso del trigo y en el precio de las cosechas.

    Tambin se puede aadir que los signos que corresponden

    LOS RELOJES CSMICOS

    65

    a la estacin invernal en nuestro hemisferio, que es un pe

    rodo de l luvias frecuentes, se relacionan sin excepcin con

    el agua: Capricornio (pez caprino), Acuario y Piscis obs

    truyen el camino solar entre el 20 de diciembre y el 20 de

    marzo.

    A trav s de los siglos, los significados asocia dos a los

    signos de las constelaciones en el camino que cada ao re

    corre el Sol fueron hacindose cada vez ms preciosos.

    Cuando Alejandro de Macedonia conquist Caldea en el

    ao 331 a. de C, los griegos codificaron el sistema en la

    forma en que an lo usamos nosotros. En el prximo ca

    ptulo volveremos a tratar de este perodo.

    Los seres brillantes

    Escrutando el camino de Anu los sacerdotes notaron

    que haba algunas estrellas que se movan a lo largo del

    Zodaco de la misma manera que el Sol y la Luna. Estos

    misteriosos objetos, que relucan ms que la mayora de

    las estrellas, eran los planeta s. A causa de su extraa con

    ducta recibieron el nombre de

    bibbu,

    o sea, chivos salva

    jes,

    como contraste con el rebao tranquilo de las estrellas

    fi jas, que siempre estaban en el lugar del f irmamento que

    les corresponda. No slo los bibbu pasaban por entre las

    constelaciones, igual que Sin y Shamach, siguiendo una

    ruta de lo ms irregular, sino que, a veces, uno se detena

    o incluso volva sobre sus pasos en el camino de Anu, es

    tndose luego quieto durante unos meses antes de volver

    a ponerse en movimiento. La astronoma moderna ha ex

    plicado el cambio de velocidad de los planetas calificn

    dolo de ilusin ptica: Es la rbita anual de la Tierra la

    que cambia la perspectiva de los planetas vistos contra el

    5

    2.795

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    33/167

    66

    MICHEL GAUQUELIN

    teln de fondo de las constelaciones. La velocidad de la

    Tierra, combinada con la propia velocidad del planeta, de

    cide los movimientos aparentes de ste.

    u

    Pero lo que los

    caldeos vean era tan slo el movimiento aparente, y les

    interesaba sobremanera. Los planetas se conducan como

    seres vivos: eran, evidentemente, la morada de dioses cuya

    aparicin en el cielo anunciaba intenciones favorables o

    desfavorables. Por ese motivo, cada planeta fue relacionado

    con un dios cuidadosamente seleccionado de la mitologa

    caldea. La nomenclatura no era producto del azar. Se es

    coga

    sobre la base de semejanzas imaginadas entre la luz, el color,

    la posicin, la conducta

    iba

    a decir las costumbres de

    esos planetas vagabundos

    reyes

    de las estrellas y las ca

    ractersticas de los dioses creados por la misma imagina

    cin .

    Venus, el ms brillante de los planetas, fue el primero

    en recibir sus atributos. Era, como hemos dicho, la mora

    da de Ishtar, diosa de la fertilidad y de la fecundidad desde

    los tiempos ms remotos. Los sacerdotes experimentaban

    ciertas dificultades en seguir a Mercurio, ya que este plane

    ta, el ms cercano al Sol, est oculto con frecuencia tras

    la luz solar, que es ms fuerte. Los caldeos decan que era

    la morada de

    Neg,

    un dios muy poco de fiar, tmido, as

    tuto e inconstante. El planeta Marte se convirti en la mo

    rada de Nergal, el dios de la guerra, peligroso, malo y vio

    lento.

    Su luz rojiza y sus repentinos cambios de direccin

    crearon una impresin muy desfavorable en los observado

    res de los zigurats. El planeta Jpiter tiene una luz clara

    y cruza el camino de Anu siguiendo una rbita majestuosa

    que es la que ms se aproxima al eclipse. Por lo tanto, fue

    relacionado con Marduk, el rey de los dioses, cuya clera

    LOS RELOJES CSMICOS

    67

    era terrible y cuyo poder no conoca lmites. Tambin se

    convirti en el planeta del rey caldeo, cuyo destino se poda

    leer en su carrera.

    Finalmente, en los bordes helados del horizonte, se mos

    traba vagamente Ninib, nuestro plido y amarillo planeta

    Saturno, el ltimo planeta visible al ojo humano. Su lenta

    carrera a lo largo del Zodaco, por causa de la distancia

    que le separa de la Tierra, le daba el aspecto de un hom

    bre viejo y renqueante. Los caldeos crean que Ninib sus

    titua al Sol cuando ste se pona y llamaron al fantasma

    sustituto del dios Shamach el sol de la noche. se es el

    motivo de que pasara por ser poderoso, a pesar de su ta

    mao, y se le echara la culpa de tempestades y catstrofes.

    Cada uno de los cuerpos celestes era rey de una planta,

    una especie animal, una piedra preciosa y un color. Ade

    ms,

    ciertas acciones, funciones y profesiones, as como

    tambin cada da y cada hora, estaban asimiladas al ciclo

    de una divinidad

    15

    .

    Las primeras mximas astrolgicas que poseemos se re

    mon tan al ao 3000 a. de C. Las ms famosas son las predic

    ciones de Sargn lViejo (2470-2430 a. de C). Se refieren

    casi exclusivamente a presciencias basadas en la aparicin

    del Sol y de la Luna:

    Si la Luna es visible la primera noche del mes, el pas vi

    vir en paz; el corazn del pas se regocijar. Si la Luna

    aparece rodeada de un halo, el rey reinar sin rivales.

    Si el Sol poniente parece el doble de grande que de cos

    tumbre y tres de sus rayos son azulados, el rey del pas est

    perdido.

    Si la Luna es visible el dcimo da, hay buenas noticias

    para la tierra de Akkad, malas noticias para Siria

    16

    .

    Gradualmente, estas predicciones fueron siendo codifi

    cadas y divididas en varias secciones. La coleccin babil-

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    34/167

    68

    MICHEL

    GAUQUELIN

    nica l lamada

    Anu-Ea-Enlil,

    por ejemplo, t iene toda una sec

    cin, l lamada Adad, el nombre del dios de las montaas,

    dedicada a predecir el t iempo:

    Si la Luna est rodeada de un halo oscuro, el mes ser

    nuboso y lluvioso.

    Si truena en el mes de Shebat, habr plaga de lan

    gosta.

    Otras secciones estn dedicadas a pol t ica exterior:

    Si Marte es visible en el mes de Tammuz (junio-julio),

    el lecho del guerrero seguir fro (es decir , que habr

    guerra).

    Si Mercurio es visto al Norte, habr muchos cadveres;

    el rey de Akkad invadir un pas extranjero.

    Tampoco se olvidaba la pol t ica local:

    Si Marte se acerca a Gminis, morir un rey y habr

    rivalidades.

    Algunas predicciones se referan a la economa y al costo

    de la vida:

    Si Jpiter parece entrar en la Luna los precios ba

    jarn.

    A medida que transcurra el t iempo, la astrologa con

    tinu creciendo en influencia. Los reyes mismos coopera

    ban en esto haciendo preguntas a los sacerdotes sobre el

    futuro del pas. Sabemos algunas de las respuestas que

    daban los astrlogos reales gracias a las cartas conserva

    das en tabli l las de arcil la. He aqu la prediccin de un cier

    to Zakir, enviada al rey Senaquerib (carta 1214):

    En el mes de Tammuz, en la noche del dcimo da,

    Es

    corpin se aproximar a la Luna. Esto significa que si Escor

    pin se acerca al cuerpo derecho de la Luna creciente,

    el ao ver el comienzo de una plaga de langosta que des

    truir la cosecha.

    LOS RELOJES CSMICOS

    69

    Ms adelante, los reyes, no contentos con predicciones

    tan impersonales, comenzaron a desear, junto con sus prin

    cipales dignatarios, levantar los velos del destino y averi

    guar su hado personal.

    El futuro del rey

    Alrededor del siglo v a. de C, aparecieron por primera

    vez mximas que relacionaban el da del nacimiento de

    cada hombre con su posible destino. Al principio, estas pre

    dicciones estaban dedicadas, como es lgico, slo a los re

    yes. Las predicciones se basaban en los movimientos de

    los planetas. He aqu unos ejemplos, traducidos por Sachs:

    Si un nio nace cuando ha salido la Luna (su vida ser),brillante,excelente, regular y larga.

    Si un nio nace cuando ha salido Jpiter (su vida ser),

    regular, buena; ser rico, envejecer, (sus) das sern nume

    rosos.

    Si un nio nace cuando ha salido Venus (su vida ser),

    excepcionalmente

    tranquila; en dondequiera que est, todo le

    ser favorable, (sus) das sern numerosos .

    En general , la subida por el cielo de los cuerpos celes

    tes era considerada como favorable porque, entonces, las

    caracterst icas posit ivas de los dioses estaban en su apo

    geo. Por el contrario, la puesta de los mismos cuerpos ce

    lestes se consideraba de mal agero. Las tabli l las de arcil la

    en que estaban inscritas las predicciones basadas en la pues

    ta de los planetas se han perdido, pero sabemos la

    mala influencia que se atribua a la puesta de los planetas

    por predicciones basadas en los movimientos de dos pla

    netas al t iempo, uno de los cuales sube mientras el otro

    desciende:

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    35/167

    7Q

    M I H E L G UQUELIN

    Si un

    nio

    nace cuando Jpiter sale y Venus se ha

    puesto, todo le ir excelentemente bien a ese hombre; su

    esposa le abandonar y... El resto del fragmento se ha

    perdido, pero su significado est claro. Hemos visto que

    Jpiter representa al rey. Sale cuando Venus, su esposa,

    desaparece en el horizonte: Su esposa le abandonar, es

    decir, morir antes que l.

    La puesta de Jpiter es de mal agero para el rey: Si

    un nio nace cuando sale Venus y Jpiter se pone, su espo

    sa ser ms fuerte que l. Venus, cuando asciende, domina

    al esposo, Jpiter, que est desapareciendo en la oscuridad.

    Han sido halladas algunas predicciones reales basadas

    en los doce signos del zodaco. No sabemos en qu circuns

    tancias fueron hechas exactamente, pero muestran algunas

    diferencias claras en el significado que tena cada signo

    para el destino humano:

    El lugar de Aries: muerte en su familia,

    El lugar de Tauro: muerte en la batalla,

    El lugar de Gminis: muerte en la

    pr i s i n .^

    Por otra parte:]

    El lugar de Leo: envejecer,

    El lugar de Libra: das gratos...

    a

    .

    As, pues, todo estaba en orden; los planetas y las cons

    telaciones tenan cada uno su sistema propio de influencia.

    Los primeroshorscopos

    Poco a poco, el deseo de conocer su futuro personal

    hizo que la gente aceptara la creencia de que, al nacer, el

    LOS RELOJES SMI OS

    71

    cielo,

    con todos sus componentes, contena una sntesis de

    las intenciones del dios, y tambin que la posicin relativa

    del Sol, de la Luna y de los planetas en la fecha del naci

    miento o de la concepcin de cada uno poda indicar el

    curso de su vida. As, los horscopos

    que

    han influido en

    nosotros hasta nuestros das deben su origen a los babi

    lonios. Es ineludible la conclusinafirma Van der Waer-

    den de que la astronoma horoscpica tiene su origen en

    Babilonia durante el reino persa

    21

    . En Babilonia, la domi

    nacin persa comenz en el ao 539 a. de C.

    La coleccin de horscopos babilnicos traducida por

    Sachs data del ao 409 al 141 a. de C, y es una fuente insu

    perable de documentacin. No son todava horscopos

    como los que nosotros conocemos, ni como los que cono

    can los griegos. Como escribe Sachs: Ningn horscopo

    babilnico menciona el Horoscopus (el signo zodiacal cal

    culado o el punto que ascenda en el momento del naci

    miento), como tampoco ninguna de las posiciones astrol

    gicas secundarias que tienen un papel importante en la

    astrologa grecorromana

    n

    A pesar de todo, la estructura

    esencial es la misma. He aqu un ejemplo de horscopo pu

    blicado por Sachs. El nacimiento a que se refiere tuvo lu

    gar el 3 de junio del ao 234 a. de

    C:

    '

    Ao 77 de la Era selucida, mes de Siman, desde el cuar

    to da, en la ltima parte de la noche del quinto da, naci

    Aristcrates.

    Ese da: la Luna en Leo. El Sol en 12,30 en Gminis.

    La Luna vuelve su rostro desde el centro hacia arriba;

    (habr) destruccin.

    Jpiter en 18 Sagitario. El lugar de Jpiter significa; (su

    vida ser) regular, buena; ser rico, llegar a viejo. (Sus)

    das sern numerosos.

    Venus en 4. Tauro . El luga r de Venus significa: donde

    quiera que est todo le ir bien; tendr hijos e hijas.

    Mercurio en Gminis con el Sol. El lugar de Mercurio sig-

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    36/167

    7

    MICHEL GAUQUELIN

    nifica: el valiente ser el primero en categora, serms im-

    portante que sus hermanos.

    Saturno; 6

    o

    Cncer. Marte: 24 Cncer... el resto de las

    prediciones ha sido destruido).

    Con el comienzo de

    la

    historia de los horscopos, la

    de la astrologa caldea, que comenz en el tercer milenio

    a. de C. con predicciones sobre el tiem po, el xito de las

    cosechas y el destino del pas en su conjunto, termina. Ms

    tarde incluir en su objetivo la prediccin del destino

    de los reyes. Con la conquista de Caldea por los guerreros

    griegos de Alejandro de Macedonia en el ao 331 a. de C,

    pas a predecir tambin el futuro de los individuos. sta

    es la astrologa que los griegos aprendieron y transforma-

    ron, con su genio excepcional, en un conjunto de conoci-

    mientos complejos y precisos. Hicieron de la astrologa y

    el arte de hacer horscopos una rama del conocimiento

    casi idntica a la que se practica en la actualidad.

    NOTAS AL

    CAPITULO

    II

    1. A.Koestler,

    The

    Sleepwalkers (Nueva York:

    Macmillan,

    1959).

    2. M.

    Rutten,

    La Science des Chaldens

    (Pars: PUF, 1960).

    3. L. McNeice,

    Astrology

    (Londres: Aldus Books, 1964).

    4. Rutten,

    op. cit.

    5.

    Ibid.

    6. B. L. Van derWaerden,

    History

    of theZodiac, Archiv

    fr

    Orientforschung,

    216, 1953.

    7.

    Ibid.

    8. A.Sachs, B abylonian Horoscopes,

    Journal of Cuneiform

    Studies,

    VI (1952), N. 2, 49.

    9. Van der Werden,

    op. cit.

    10.

    W.Peuckert , L astrologie (Pars: Payot, 1965).

    LOS RELOJES CSMICOS

    73

    11. A.Bouch-Leclercq, L astrologie grecque (Par s :

    Leroux,

    1899).

    12.

    Peuckert ,

    op. cit.

    13.

    P.

    Courderc,

    L astrologie

    (Pars: PUF, 1951).

    14. Bouch-Leclercq,

    op. cit.

    15.

    Rutten,

    op. cit.

    16. Lenormand,

    Histoire ancienne des peuples de l Orient,

    V, Pars.

    17. Rutten,

    op. cit.

    18. G. Conteneau, La

    divination chez

    les

    Assyriens

    et les Baby-

    loniens

    (Pars: Payot, 1940).

    19. Sachs, op. cit.

    20.

    Ibid.

    21. Van derWaerden, op. cit.

    22. Sachs,

    op. cit.

    23.

    Ibid.

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    37/167

    C PITULO III

    D E L

    RMON

    D E L S E S F E R S

    L

    HORSCOPO

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    38/167

    v

    : .

    Hasta el siglo ix a. de C, aproximadamente, no apren

    dieron los griegos a reconocer los cinco planetas. Llama

    ron a cada uno de ellos guindose por su aspecto, sin rela

    cionarlos con conceptos astrolgicos. Homero, por ejem

    plo, dio a Venus dos nombres: Heraldo de la Aurora y

    Vespertina, segn fuese visible por la maana o por la

    noche. Los griegos, en aquel t iempo, no se haban dado

    cuenta an de que las dos estrellas, dist intas en aparien

    cia, eran en realidad el mismo planeta, que preceda unas

    veces y otras segua el curso del Sol. Mercurio era llama

    do La Estrella Pestaeante; Marte, La Estrella Fiera,

    por causa de su color rojo; Jpiter, Estrella Luminosa, y

    Saturno, Estrella Bril lante.

    Los griegos no eran observadores tan pacientes como

    lo haban sido en su t iempo los caldeos. Distinguan las

    constelaciones de manera vaga y apenas saban distinguir

    los planetas de las estrellas:

    Incluso el Sol y la Luna, aunque son considerados divinida

    des igual que

    los

    poderes todos de la Naturaleza, ocupan un

    lugar muy secundario en la religin griega. Selene (la Luna)

    no parece haber sido objeto en ningn sitio de un culto orga

    nizado, y en los pocos lugares donde Helios (el Sol) tena

  • 8/10/2019 Michel Gauquelin - Los Relojes Cosmicos

    39/167

    78 MICHEL GAUQUELIN

    templos, como, por ejemplo, la isla de Rodas, cabe sospechar

    razonablemente la existencia de una influencia extranjera'.

    Por el c ontrario, los griegos, mucho ms que los caldeos

    se interesaban por encontrar la causa final de las cosas.

    Muchos pensadores comenzaron a representar el Universo

    por medio de modelos mecnicos, abandonando las primi

    tivas explicaciones mitolgicas. Anaximandro (610-547 a. de

    C), por ejemplo, vea a la Tierra en forma de cilindro ro

    deado de aire, y en el Sol no vea otra cosa que el agujero

    axial de una gigantesca rueda. Anaxmenes, contemporneo

    suyo,

    pensaba que las estrellas estaban como clavadas a una

    esfera de cristal transparente que rotaba en torno de la Tie

    rra.

    Estos antiguos filsofos fueron seguidos, en el siglo

    vi

    a. de C, por Pitgoras de Samos. Su famosa teor