michel foucault

7/17/2019 Michel Foucault

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Michel Foucault- ¿QUÉ ES UN AUTOR?

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Creo que el siglo XIX en Europa produjo un tipo de autor singular que no debe ser

confundido con los "grandes" autores literarios, o los autores de textos religiosos

canónicos y los fundadores de las ciencias. De anera algo arbitraria, podr!aos

llaarlos "iniciadores de prcticas discursi#as".

$a contribución distinti#a de estos autores es que produjeron no sólo su propia obra,

sino tabi%n la posibilidad y las reglas de foración de otros textos. En este sentido, su

rol difiere copletaente de aquel no#elista, por ejeplo, quien, bsicaente, nunca es

s que el autor de su propio texto. &reud no es sipleente el autor de La

interpretación de los sueños o de El chiste y su Relación con lo Inconsciente, y 'arx no

es sipleente el autor del Manifiesto Comunista o El Capital ( abos establecieron lainfinita posibilidad del discurso.

)b#iaente, puede *acerse una fcil objeción. El autor de una no#ela puede ser

responsable de algo s que su propio texto+ si %l adquiere alguna "iportancia" en el

undo literario, su influencia puede tener raificaciones significati#as. ara toar un

ejeplo uy siple, podr!a decirse que -nn adclife no escribió sipleente Los

Misterios de Udolfo y algunas otras no#elas, sino que tabi%n *i/o posible la aparición

de oances 0óticos a coien/os del siglo XIX. En esta edida, su función coo

autora excede los l!ites de su obra.

in ebargo, esta objeción puede ser refutada por el *ec*o de que las posibilidades

re#eladas por los iniciadores de prcticas discursi#as 2usando los ejeplos de 'arx y

&reud, quienes, creo, son los prieros y los s iportantes3 son significati#aentediferentes de aquellas sugeridas por los no#elistas. $as no#elas de -nn adclife



pusieron en circulación un cierto n4ero de seejan/as y analog!as pautadas en su

obra, #arios signos, figuras, relaciones y estructuras que pod!an ser integradas a otros

libros. En pocas palabras, decir que -nn adclife creó el oance 0ótico significa que

*ay ciertos eleentos counes a sus obras y al roance gótico del siglo XIX( la

*ero!na arruinada por su propia inocencia, la fortale/a secreta que funciona coo

ciudad paralela, el *%roe proscrito que jura #engan/a al undo que lo *a excoulgado,etc.

or otro lado, 'arx y &reud, coo "iniciadores de prcticas discursi#as", no sólo

*icieron posible un cierto n4ero de analog!as que pod!an ser adoptadas por textos

futuros, sino que tabi%n, y con igual iportancia, *icieron posible un cierto n4ero de

diferencias. -brieron un espacio para la introducción de eleentos ajenos a ellos, los

que, sin ebargo peranecen dentro del capo del discurso que ellos iniciaron.

56o es %ste el caso, sin ebargo, del fundador de cualquier ciencia nue#a o de cualquier

autor que exitosaente transfora una ciencia existente7 Despu%s de todo, 0alileo es

indirectaente responsable de los textos de aquellos quienes ecnicaente aplicaron

las leyes que %l foruló+ ades de *aber preparado el terreno para la producción de

afiraciones uy diferentes a las suyas.uperficialente entonces, la iniciación de prcticas discursi#as parece siilar a la

fundación de cualquier epresa cient!fica, pero creo que *ay una diferencia

fundaental.

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En un prograa cient!fico, el acto fundacional se encuentra en pie de igualdad con sus

futuras transforaciones( es eraente una entre las uc*as que *ace posible. Esta

interdependencia puede adoptar distintas foras. En el desarrollo futuro de una ciencia,

el acto fundacional puede parecer poco s que una 4nica instancia de un fenóeno

s general que *a sido descubierto. odr!a ser cuestionado, en fora retrospecti#a, por

ser deasiado intuiti#o o ep!rico, y soetido a los rigores de nue#as operaciones

teóricas, a los efectos de situarlos en un bito foral.

&inalente, podr!a considerarse una generali/ación precipitada cuya #alide/ deber!a ser

restringida. En otras palabras, el acto fundacional de una ciencia puede ser siepre

recanali/ado a tra#%s de la aquinaria de transforaciones que *a instituido.

or otro lado, la iniciación de una prctica discursi#a es *eterog%nea con respecto a sus

transforaciones ulteriores.

-pliar la prctica sicoanal!tica, tal coo fuera iniciada por &reud, no es conjeturar una

generalidad foral no puesta de anifiesto en su coien/o+ es explorar un n4ero de

apliaciones posibles. $iitarla es aislar en los textos originales un peque9o grupo de

proposiciones o afiraciones a las que se les reconoce un #alor inaugural y que re#elan

a otros conceptos o teor!as freudianas coo deri#ados. &inalente, no *ay afiraciones"falsas" en la obra de estos iniciadores+ aquellas afiraciones consideradas inesenciales

o "pre*istóricas", por estar asociadas con otro discurso, son sipleente ignoradas en

fa#or de los aspectos s pertinentes de su obra.

$a iniciación de una prctica discursi#a, a diferencia de la fundación de una ciencia,

eclipsa y est necesariaente desligada de sus desarrollos y transforaciones

posteriores. En consecuencia, definios la #alide/ teórica de una afiración con

respecto a la obra del iniciador, ientras que en el caso de 0alileo o 6e:ton, est

basada en las noras estructurales e intr!nsecas establecidas en Cosolog!a o &!sica.

Dic*o esqueticaente, la obra de estos iniciadores no est situada en relación con la

ciencia o en el espacio que %sta define+ s bien, es la ciencia o la prctica discursi#a

que se relaciona con sus obras coo los puntos priarios de referencia.;



De acuerdo con esta definición, podeos entender por qu% es ine#itable que los

practicantes de tales discursos deban "regresar al origen". -qu!, ades, es necesario

distinguir el "regreso" de los "redescubriientos" o las "reacti#aciones cient!ficas".

"edescubriientos" son los efectos de la analog!a o el isoorfiso con foras

actuales del conociiento que periten la percepción de figuras ol#idadas u ocultas.

"eacti#ación" se refiere a algo uy diferente( la inserción del discurso en bitostotalente nue#os de generali/ación, prctica y transforaciones.

$a frase "regresar a", designa un o#iiento con su propia especificidad, que

caracteri/a a la iniciación de prcticas discursi#as. i regresaos, es debido a una

oisión bsica y constructi#a, una oisión que no es el resultado de un accidente o

incoprensión.

En efecto, el acto de iniciación es tal, en su esencia, que est ine#itableente sujeto a

sus propias deforaciones+ aquello que expone este acto y deri#a de %l es, al iso

tiepo, la ra!/ de sus di#ergencias y parodias. Esta oisión deliberada debe estar

regulada por operaciones precisas que pueden ser situadas, anali/adas y reducidas a un

regreso al acto de iniciación.

$a barrera ipuesta por la oisión no fue agregada desde el exterior+ se origina en la prctica discursi#a en cuestión, la que le aporta su ley. <anto la causa de la barrera coo

el edio para su reoción =esta oisión= 2tabi%n responsable de los obstculos que

ipiden regresar al acto de iniciación3 sólo pueden ser resueltos por edio de un

regreso. -des, se trata siepre de un regreso al texto en s! iso, espec!ficaente, a

un texto priario y sin ornaentos, prestando particular atención a aquellas cosas

registradas en los intersticios del texto, sus espacios en blanco y sus ausencias.

egresaos a aquellos espacios #ac!os que *an estado cubiertos por oisión u ocultos

en una plenitud falsa y enga9osa.

En estos redescubriientos de una carencia esencial, encontraos la oscilación de dos

respuestas caracter!sticas( "Esta obser#ación *a sido *ec*a, no puede e#itar #erla si sabe

leer", o a la in#ersa, "6o, esa obser#ación no est *ec*a en ninguna de las palabras

ipresas en el texto, pero est expresada a tra#%s de las palabras, en sus relaciones y en

la distancia que las separa". De ello resulta naturalente que este regreso, que es una

parte del ecaniso discursi#o, introduce odificaciones constanteente y que el

regreso a un texto no es un supleento *istórico que se ad*erir!a a la discursi#idad

priaria y la redoblar!a bajo la fora de un ornaento que despu%s de todo, no es

esencial. Es s bien un edio efecti#o y necesario para transforar la prctica

discursi#a.

>n estudio de las obras de 0alileo podr!a alterar nuestro conociiento de la *istoria,

pero no de la ciencia de la ecnica, ientras que un reexaen de los libros de &reud o

'arx puede transforar nuestra interpretación del psicoanlisis o del arxiso.>na 4ltia caracter!stica de estos regresos es que tienden a refor/ar el #!nculo

enigtico entre un autor y sus obras. >n texto tiene un #alor inaugural precisaente

porque es la obra de un autor particular y nuestros regresos estn condicionados por este

conociiento. El redescubriiento de un texto desconocido de 6e:ton o Cantor no

odificar la cosolog!a clsica o la teor!a de grupos+ a lo suo, cabiar nuestra

apreciación de sus g%nesis *istóricas. in ebargo, sacar a la lu/ Esquea del

sicoanlisis, a tal punto que lo recono/caos coo un libro de &reud, puede

transforar no sólo nuestro conociiento *istórico sino tabi%n el capo de la teor!a

sicoanal!tica, ya sea solaente a tra#%s de un cabio en la focali/ación o a ni#el

edular. Estos regresos, coponentes iportantes de las prcticas discursi#as,

construyen una relación entre autores "fundaentales" y ediatos, que no es id%ntica aaquella que liga un texto ordinario a su autor inediato.



?

Desafortunadaente, *ay una decidida ausencia de proposiciones positi#as en este

ensayo ya que se refiere a procediientos anal!ticos o directi#as para in#estigaciones

futuras, pero debo al enos dar las ra/ones por las cuales atribuyo tanta iportancia a la

continuación de este trabajo. Desarrollar un anlisis siilar podr!a pro#eer la base para

una tipolog!a del discurso. >na tipolog!a de esta clase no puede ser entendidaadecuadaente en relación con los rasgos graaticales, las estructuras forales y los

objetos del discurso ya que indudableente existen propiedades discursi#as espec!ficas

o relaciones que son irreductibles a las reglas de la gratica y de la lógica y a las leyes

que gobiernan los objetos.

Estas propiedades requieren in#estigación si esperaos distinguir las grandes categor!as

del discurso. $as diferentes foras de relaciones 2o la ausencia de %stas3 que un autor

puede asuir son e#identeente una de estas propiedades discursi#as.

Esta fora de in#estigación podr!a tabi%n peritir la introducción de un anlisis

*istórico del discurso. tal #e/ *a llegado la *ora de estudiar no sólo el #alor expresi#o y

las transforaciones forales del discurso sino su odo de existencia( las

odificaciones y #ariaciones, dentro de cualquier cultura, de los odos de circulación,#alori/ación, atribución y apropiación. En parte a expensas de los teas y conceptos

que un autor ubica en su obra, el "autor=función" podr!a tabi%n re#elar la anera en

que el discurso es articulado sobre la base de las relaciones sociales.

56o es posible reexainar, coo una extensión leg!tia de este tipo de anlisis, los

pri#ilegios del sujeto7 Claraente, al eprender un anlisis interno y arquitectónico de

una obra 2tanto sea un texto literario, un sistea filosófico o un trabajo cient!fico3 y al

deliitar referencias sicológicas y biogrficas, surgen sospec*as concernientes a la

naturale/a absoluta y al rol creati#o del sujeto. ero el sujeto no deber!a ser abandonado

por copleto. Deber!a ser reconsiderado, no para reestablecer el tea de un sujeto

originador, sino para captar sus funciones, su inter#ención en el discurso y su sistea de

dependencias.

Deber!aos suspender las preguntas t!picas( 5cóo un sujeto aislado penetra la

densidad de las cosas y las dota de significado7 5Cóo cuple su propósito dando #ida

a las reglas del discurso desde el interior7

's bien, deber!aos preguntar( 5bajo qu% condiciones y a tra#%s de qu% foras puede

una entidad coo el sujeto aparecer en el orden del discurso7 5@u% posición ocupa7

5@u% funciones ex*ibe7 y 5qu% reglas sigue en cada tipo de discurso7 En pocas

palabras, el sujeto 2y sus sustitutos3 debe ser despojado de su rol creati#o y anali/ado

coo una función, copleja y #ariable.

El autor, o lo que *e llaado "autor=función", es indudableente sólo una de las

posibles especificaciones del sujeto y, considerando transforaciones *istóricas pasadas, parece ser que la fora, la coplejidad, e incluso la existencia de esta función,

se encuentran uy lejos de ser inutables. odeos iaginar fcilente una cultura

donde el discurso circulase sin necesidad alguna de su autor. $os discursos, cualquiera

sea su status, fora o #alor, e independienteente de nuestra anera de anejarlos, se

desarrollar!an en un generali/ado anoniato.

6o s repeticiones agotadoras. "5@ui%n es el #erdadero autor7" "5<eneos pruebas de

su autenticidad y originalidad7" "5@u% *a re#elado de su s profundo ser a tra#%s de

su lenguaje7". 6ue#as preguntas sern escuc*adas( "5Cules son los odos de

existencia de este discurso7" "5De dónde pro#iene7 5Cóo se lo *ace circular7 5@ui%n

lo controla7" "5@u% ubicaciones estn deterinadas para los posibles sujetos7" "5@ui%n

puede cuplir estas di#ersas funciones del sujeto7". Detrs de todas estas preguntas



escuc*ar!aos poco s que el urullo de indiferencia( "5@u% iporta qui%n est

*ablando7"

21ABA3

&ragento de 5at* is an aut*or7 21ABA3, en Critical <*eory since 1ABF, Ga/ard -das y $eroy earle

2eds.3, &lorida tate >, <alla*assee, 1ABB 21;H1?H3.

http://estafeta-gabrielpulecio.blogspot.com.ar/2009/06/michel-foucault-que-

es-un-autor-1-creo.html

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