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2 DE MAYO DE 2013 Muchas personas creen que para dar un discurso o un relato en público se debe ser un experto en la materia, pero eso no es así. Todos tenemos la posibilidad de ser un exce- lente orador con un poco de trabajo. Hay que tener claro que nada es instantáneo y que los avances no llegan por ma- gia, por ende, con constancia y preparación, el éxito debe es- tar garantizado. Una de las claves es el traba- jo previo a la exposición, sin importar la cantidad de públi- co que asistirá. Hay que tener en cuenta al- go: comunicar NO es lo mismo que hablar. Creer eso es un error que se comete mucho más habitualmente de lo que todos piensan. Comunicar es mucho más que hablar. Es el resultado fi- nal de un conjunto de proce- sos que incluyen el autocono- cimiento, el manejo del tema en cuestión y, a su vez, el cono- cimiento de la audiencia. Por esto, saber expresar co- rrectamente lo que pretende- mos va de la mano con lo que se entenderá, potenciando la seguridad de nuestro discurso y la capacidad de tomar las de- cisiones correctas en el mo- mento correcto. Otro de los ítems a conside- rar es que, sin importar que es- temos frente a una persona o a mil espectadores, debemos tener conciencia de que todos son únicos y por consiguiente, distintos. Cuando se tiene in- teriorizado esto, será mucho más fácil aplicar los conceptos que explicaremos ahora. 1. Observar antes de ha- blar. Tener en cuenta distintos aspectos del entorno será im- portante, ya que considerare- mos más variables al momento de hablar y expresarnos. Por ejemplo, si debo exponer fren- te a un grupo de compañeros de trabajo que a la vez son amigos, puedo contar algún chiste o no tener un lenguaje tan formal. Pero, si en vez de amigos, es el directorio de una empresa, la expresión corpo- ral y el lenguaje deben ser mu- cho más formales. 2. Estar calmado. Hablar rá- pido, gestualizar en exceso, transpirar o mostrarse impa- ciente es uno de los errores más comunes y evidentes. Tanto el relator como su au- diencia se sienten incómodos, pues el primero le traspasa sus nervios al segundo. Si conocemos a nuestro pú- blico y sabemos lo que hay que exponer, no se deberían notar los nervios (cosa que a todos nos pasa, pero hay que saber disimular). Hacer este ejercicio hará que el discurso sea mucho más claro y garanti- za un éxito absoluto. 3. No subestimar a la au- diencia. Al no conocer a nues- tro público, al no observar y no estar tranquilo, todo expositor tiende a alzar la voz, cometien- do el error de parecer arrogan- te para mostrar cierta autori- dad. Si ello ocurre, los presen- tes no se enfocarán con todos sus sentidos a lo que estamos expresando. Para evitar esta situación debemos evidenciar conocimiento, experiencia y, sobre todo, credibilidad. 4. Ser creíble. Mostrar co- nocimiento, empatía y expe- riencia nos hace personas con mucha credibilidad. Al expre- sar estos tres factores tendre- mos a nuestro público enfoca- do en lo que estamos dicien- do, sin excepción, pero para eso hay que dejar el ego de la- do y no creer que sabemos to- do. Tal como dice Alejandro Jodorowsky: “El ego es como tu perro. El perro tiene que se- guir al amo y no el amo al pe- rro. Hay que hacer que el perro te siga. No hay que matarlo, si- no que domarlo”. 5. Saberse el texto. Este punto es el más importante. Si no se sabe lo que se quiere de- cir, el fracaso será inobjetable. Si no manejo la información al 100% saldrán las peores cosas nuestras: no seremos creíbles, no estaremos calmados y, por lo tanto, saldrán a flote todas las muletillas. La mala respiración, los cortes en la voz, no mirar a la audiencia y la sudoración excesiva serán evidentes. Si no nos sabemos el texto, la audiencia no nos pon- drá atención, daremos lástima, perderemos la conexión y sinto- nía con quienes nos escuchan. 6. Ser líder es distinto a li- derar. El normal de las perso- nas tiende a pensar que son si- nónimos, pero están muy equivocados. Ser líder corres- ponde a ir primero, ser el prin- cipal o el mejor de algo, lo que no significa que sea siempre de una manera positiva ni que se ejerza un liderazgo. Liderar es actuar de manera correcta, indicar el camino a seguir y ser ejemplo para un grupo de personas. Para ejer- cer un liderazgo sólido debo ejecutar los cinco puntos ante- riores de una forma adecuada, pero eso no significa que seré el líder del grupo. MO TIV A R S IN C O ERC IÓ N En uno de los tantos libros que existen sobre este tema, uno de los gurús, D avid Fis- chman, en su libro “Camino a un liderazgo”, deja en evidencia de manera clara la gran diferencia: “El verdadero líder es aquel ca- paz de motivar y movilizar a su grupo, sin necesidad de utilizar técnicas coercitivas para lograr sus objetivos”. Por lo tanto, en una forma más simple, un verdadero líder es aquel que mantiene su ego guardado, que busca el justo equilibrio para poder sentirse capaz, seguro e influyente, y al mismo tiempo ser humilde, re- ceptivo y persuasivo en la ejecu- ción de la autoridad, ya sea for- mal o informal. A modo de resumen, si mane- jamos las variables de nuestro entorno, nos mantenemos en calma, no miramos en menos a nuestra audiencia, logramos traspasar credibilidad, somos empáticos y tenemos claro lo que hay que decir, nuestro rela- to siempre será exitoso y obten- dremos los mejores resultados, tanto de nosotros como de los presentes. Sí, es posible, todos podemos ser grandes oradores, siguiendo patrones clave en nuestra forma de expresarnos y sabiendo tra- bajar en eso. Nada es gratis en la vida, pero con dedicación y per- severancia, lo lograremos. Hasta el próximo miércoles. Todos podemos ser un GRAN orador Saber sobre lo que se está hablando y conocer a la audiencia son aspectos clave para elaborar un relato exitoso. RESPETABLE PÚ B LIC O Sino nos sab emos el texto,la audiencia no nos pondrá atención, daremos lástima, perderemos la conexió n y sintonía con la audiencia. Texto guía sin costo para los matriculados. CLASE 1 D E 8 MIÉ R C OL ES C omunicar N O es lo mismo q ue h ab lar. EFE M e gustaría iniciar esta columna dando las gracias a un gran candidato, amigo, pero por sobre todo, un gran ser humano. Sin importar la tendencia política, necesito que quede claro que Laurence Golborne cayó en la política por casualidad y que, lastimosamente, fue quemado ad portas de entrar por la puerta ancha en la historia de nuestro país. Ahora, más que nunca, la derecha tiene muchísimo que trabajar. En un comienzo se la jugó en un 100% por apoyar a un candidato que, como consigna, no era político, por lo que no estaba estigmatizado con la desconfianza que rodea ese mundo. Hoy por hoy se enfrentan por la Alianza dos estilos que son muy parecidos: Allamand y Longueira. Un estilo marcado por la emocionalidad que escasea a ribetes preocupantes, y donde la dureza sale, históricamente, a flor de piel. Es difícil encontrar emoción en su forma de hablar. Ambos candidatos del oficialismo tienen poca empatía con la ciudadanía y, como dije antes, deben trabajar de manera urgente para lograrla. Todos tenemos claro que lo que caracteriza a Bachelet es su simpatía, empatía y cercanía con el pueblo, dejando de lado las habilidades duras. Según mi forma de ver, ella no hizo una buena gestión, pero eso pasó a segundo plano. El liderazgo fuerte que ha mostrado Longueira durante su vasta trayectoria política ha sido de un tipo duro, con ceño fruncido y serio, algo muy parecido a lo del candidato de RN, Andrés Allamand. Lo digo ahora y no lo mando a decir con nadie. Si los candidatos NO trabajan su inteligencia emocional, su carisma y no visitan el cofre de las emociones, es muy probable que la ex Presidenta Bachelet vuelva a La Moneda y, no se extrañen, que sea en primera vuelta, lo cual le haría pésimo a nuestra democracia. Y la pregunta del millón: ¿Por qué? Bueno, la respuesta es simple. En esta sociedad carente de emociones, solitaria y consumista, es eso lo que se necesita, emocionalidad. Les firmo que si las elecciones fuesen este domingo la gente apelaría al corazón de la ex Presidenta y no a un gobierno sólido como el actual que la masa electoral no ha sabido valorar. En conclusión, estos políticos, que son de tomo y lomo, tendrán que entender que en estos tiempos los codazos y los grandes discursos populistas no llegan al corazón de los votantes. LONGUEIRA Y ALLAMAND : EL OF IC IALISMO ESTÁ EN PROBLEMAS Si los candidatos no trabajan su inteligencia emocional y su carisma, es muy probable que la ex Presidenta Bachelet vuelva a La Moneda. VASCO MOULIAN

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Page 1: MI! R C OL ES 2 DE MAYO DE 2013 Todos podemos ser un …que para dar un discurso o un relato en p"blico se debe ser un experto en la materia, pero eso no es as#. Todos tenemos

2 DE MAYO DE 2013

Muchas personas creenque para dar un discurso o unrelato en público se debe serun experto en la materia, peroeso no es así. Todos tenemosla posibilidad de ser un exce-lente orador con un poco detrabajo. Hay que tener claroque nada es instantáneo y quelos avances no llegan por ma-gia, por ende, con constancia ypreparación, el éxito debe es-tar garantizado.

Una de las claves es el traba-jo previo a la exposición, sinimportar la cantidad de públi-co que asistirá.

Hay que tener en cuenta al-go: comunicar NO es lo mismoque hablar. Creer eso es unerror que se comete muchomás habitualmente de lo quetodos piensan.

Comunicar es mucho másque hablar. Es el resultado fi-nal de un conjunto de proce-sos que incluyen el autocono-cimiento, el manejo del temaen cuestión y, a su vez, el cono-cimiento de la audiencia.

Por esto, saber expresar co-rrectamente lo que pretende-mos va de la mano con lo quese entenderá, potenciando laseguridad de nuestro discursoy la capacidad de tomar las de-cisiones correctas en el mo-mento correcto.

Otro de los ítems a conside-rar es que, sin importar que es-temos frente a una persona o amil espectadores, debemostener conciencia de que todosson únicos y por consiguiente,distintos. Cuando se tiene in-teriorizado esto, será muchomás fácil aplicar los conceptosque explicaremos ahora.

1. Observar antes de ha-

blar. Tener en cuenta distintosaspectos del entorno será im-portante, ya que considerare-mos más variables al momentode hablar y expresarnos. Porejemplo, si debo exponer fren-te a un grupo de compañerosde trabajo que a la vez sonamigos, puedo contar algúnchiste o no tener un lenguajetan formal. Pero, si en vez deamigos, es el directorio de unaempresa, la expresión corpo-ral y el lenguaje deben ser mu-cho más formales.

2. Estar calmado. Hablar rá-pido, gestualizar en exceso,transpirar o mostrarse impa-ciente es uno de los erroresmás comunes y evidentes.Tanto el relator como su au-diencia se sienten incómodos,pues el primero le traspasa susnervios al segundo.

Si conocemos a nuestro pú-blico y sabemos lo que hayque exponer, no se deberían

notar los nervios (cosa que atodos nos pasa, pero hay quesaber disimular). Hacer esteejercicio hará que el discursosea mucho más claro y garanti-za un éxito absoluto.

3. No subestimar a la au-

diencia. Al no conocer a nues-tro público, al no observar y noestar tranquilo, todo expositortiende a alzar la voz, cometien-do el error de parecer arrogan-te para mostrar cierta autori-dad. Si ello ocurre, los presen-tes no se enfocarán con todossus sentidos a lo que estamosexpresando. Para evitar estasituación debemos evidenciarconocimiento, experiencia y,sobre todo, credibilidad.

4. Ser creíble. Mostrar co-nocimiento, empatía y expe-riencia nos hace personas conmucha credibilidad. Al expre-sar estos tres factores tendre-mos a nuestro público enfoca-do en lo que estamos dicien-do, sin excepción, pero paraeso hay que dejar el ego de la-do y no creer que sabemos to-do. Tal como dice AlejandroJodorowsky: “El ego es comotu perro. El perro tiene que se-guir al amo y no el amo al pe-rro. Hay que hacer que el perrote siga. No hay que matarlo, si-no que domarlo”.

5. Saberse el texto. Estepunto es el más importante. Sino se sabe lo que se quiere de-cir, el fracaso será inobjetable.Si no manejo la información al

100% saldrán las peores cosasnuestras: no seremos creíbles,no estaremos calmados y, porlo tanto, saldrán a flote todas lasmuletillas.

La mala respiración, los cortesen la voz, no mirar a la audienciay la sudoración excesiva seránevidentes. Si no nos sabemos eltexto, la audiencia no nos pon-drá atención, daremos lástima,perderemos la conexión y sinto-nía con quienes nos escuchan.

6. Ser líder es distinto a li-

derar. El normal de las perso-nas tiende a pensar que son si-nónimos, pero están muyequivocados. Ser líder corres-ponde a ir primero, ser el prin-cipal o el mejor de algo, lo queno significa que sea siemprede una manera positiva ni quese ejerza un liderazgo.

Liderar es actuar de maneracorrecta, indicar el camino aseguir y ser ejemplo para ungrupo de personas. Para ejer-cer un liderazgo sólido deboejecutar los cinco puntos ante-riores de una forma adecuada,pero eso no significa que seréel líder del grupo.

MO TIV A RSIN C O ERC IÓ N

En uno de los tantos librosque existen sobre este tema,uno de los gurús, D avid Fis-chman, en su libro “Camino a unliderazgo”, deja en evidencia demanera clara la gran diferencia:“El verdadero líder es aquel ca-paz de motivar y movilizar a sugrupo, sin necesidad de utilizartécnicas coercitivas para lograrsus objetivos”.

Por lo tanto, en una forma mássimple, un verdadero líder esaquel que mantiene su egoguardado, que busca el justoequilibrio para poder sentirsecapaz, seguro e influyente, y almismo tiempo ser humilde, re-ceptivo y persuasivo en la ejecu-ción de la autoridad, ya sea for-mal o informal.

A modo de resumen, si mane-jamos las variables de nuestroentorno, nos mantenemos encalma, no miramos en menos anuestra audiencia, logramostraspasar credibilidad, somosempáticos y tenemos claro loque hay que decir, nuestro rela-to siempre será exitoso y obten-dremos los mejores resultados,tanto de nosotros como de lospresentes.

Sí, es posible, todos podemosser grandes oradores, siguiendopatrones clave en nuestra formade expresarnos y sabiendo tra-bajar en eso. Nada es gratis en lavida, pero con dedicación y per-severancia, lo lograremos.

Hasta el próximo miércoles.

Todos podemos serun GRAN orador

Saber sobre lo que se está hablando yconocer a la audiencia son aspectos clavepara elaborar un relato exitoso.

RESPETA BLEPÚ BLIC O

Si no nos sabemos eltexto, la audiencia nonos pondrá atención,daremos lástima,perderemos laconexión y sintoníacon la audiencia.

Texto guía sin costo para losmatriculados.

CLASE 1 D E 8

MIÉ R C OL ES

C omunicar N O es lo mismo q ue h ab lar.

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Me gustaría iniciar esta columna dando lasgracias a un gran candidato, amigo, peropor sobre todo, un gran ser humano. Sinimportar la tendencia política, necesito

que quede claro que Laurence Golborne cayó en lapolítica por casualidad y que, lastimosamente, fuequemado ad portas de entrar por la puerta anchaen la historia de nuestro país.

Ahora, más que nunca, la derecha tienemuchísimo que trabajar. En un comienzo se la jugóen un 100% por apoyar a un candidato que, comoconsigna, no era político, por lo que no estabaestigmatizado con la desconfianza que rodea esemundo.

Hoy por hoy se enfrentan por la Alianza dosestilos que son muy parecidos: Allamand yLongueira. Un estilo marcado por laemocionalidad que escasea a ribetespreocupantes, y donde la dureza sale,históricamente, a flor de piel.

Es difícil encontrar emoción en su forma dehablar. Ambos candidatos del oficialismo tienenpoca empatía con la ciudadanía y, como dije antes,deben trabajar de manera urgente para lograrla.Todos tenemos claro que lo que caracteriza aBachelet es su simpatía, empatía y cercanía con elpueblo, dejando de lado las habilidades duras.Según mi forma de ver, ella no hizo una buenagestión, pero eso pasó a segundo plano.

El liderazgo fuerte que ha mostrado Longueiradurante su vasta trayectoria política ha sido de untipo duro, con ceño fruncido y serio, algo muyparecido a lo del candidato de RN, AndrésAllamand. Lo digo ahora y no lo mando a decir connadie. Si los candidatos NO trabajan suinteligencia emocional, su carisma y no visitan elcofre de las emociones, es muy probable que la exPresidenta Bachelet vuelva a La Moneda y, no seextrañen, que sea en primera vuelta, lo cual leharía pésimo a nuestra democracia.

Y la pregunta del millón: ¿Por qué? Bueno, larespuesta es simple. En esta sociedad carente deemociones, solitaria y consumista, es eso lo que senecesita, emocionalidad. Les firmo que si laselecciones fuesen este domingo la gente apelaríaal corazón de la ex Presidenta y no a un gobiernosólido como el actual que la masa electoral no hasabido valorar.

En conclusión, estos políticos, que son de tomoy lomo, tendrán que entender que en estostiempos los codazos y los grandes discursospopulistas no llegan al corazón de los votantes.

LONGUEIRA Y ALLAMAND : EL OF IC IALISMOESTÁ EN PROBLEMAS

Si los candidatos no trabajan su inteligenciaemocional y su carisma, es muy probable que laex Presidenta Bachelet vuelva a La Moneda.

VASCO MOULIAN

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