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MI PRIMER INSTRUMENTO Guía completa para adquirir o mejorar mi violín Bienvenida – Introducción - Equipamiento necesario - Puesta a punto. BIENVENIDA ¡Hola! Si te has decidido a aprender a tocar el violín y estás pensando en adquirir tu primer instrumento, ésta es la guía que necesitas para sacarle el mejor provecho posible a tu presupuesto disponible. Si ya lo tienes, pues te doy todos los detalles a tener en cuenta a la hora de mejorarlo, sacarle más prestaciones o simplemente ponerlo a punto para empezar a estudiar. Soy Leandro Botto Schuhmacher, Intérprete superior en violín de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Argentina) y Licenciado en dirección de Orquesta por la Associated Board of Royal Schools of Music de Londres. ©SEEWALD Musical Affairs / Academy / Mtro. Leandro Botto Schuhmacher

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MI PRIMER INSTRUMENTO Guía completa para adquirir o mejorar mi violín

• Bienvenida – Introducción - Equipamiento necesario - Puesta a punto.

BIENVENIDA

• ¡Hola! Si te has decidido a aprender a tocar el violín y estás pensando en adquirir tu primer instrumento, ésta es la guía que necesitas para sacarle el mejor provecho posible a tu presupuesto disponible. Si ya lo tienes, pues te doy todos los detalles a tener en cuenta a la hora de mejorarlo, sacarle más prestaciones o simplemente ponerlo a punto para empezar a estudiar.

Soy Leandro Botto Schuhmacher, Intérprete superior en violín de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Argentina) y Licenciado en dirección de Orquesta por la Associated Board of Royal Schools of Music de Londres.

©SEEWALD Musical Affairs / Academy / Mtro. Leandro Botto Schuhmacher

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INTRODUCCIÓN

Con más de 20 años de experiencia tanto profesional como docente, quiero compartir contigo todo mi conocimiento y experiencia a la hora de hacerte con tu outfit, con una lista detallada de lo que debes tener en cuenta y lo que no, cómo reconocer piezas de buena calidad, la diferencia entre un material y otro, qué obtendrás en cuanto a sonoridad y prestaciones dependiendo de la opción que elijas y mucho más.

Luego de una atenta lectura a este MÓDULO 0 estarás listo para enfrentarte al vasto mercado de los violines y sus accesorios.

¡Comencemos!

EQUIPAMIENTO NECESARIO

Si adquiriste un violín nuevo, seguramente es un “outfit” que se puede mejorar. Si lo heredaste seguramente es antiguo y le harán falta algunas cosas. Si te lo regalaron, dependerá de si es nuevo o antiguo. Si aún no lo tienes, aquí verás los factores que debes tener en cuenta para obtener tu mejor opción en relación calidad vs. presupuesto.

Repasemos sus componentes, así tendrás un checklist donde podrás corroborar si tienes cada ítem, si aún no, o si necesita mejora, mantenimiento o reemplazo. Además te daré algunos indicadores que puedes revisar para evaluar la calidad del instrumento que tienes.

Si tu presupuesto es muy ajustado, estaremos de acuerdo en que peor es nada y lo importante es poder comenzar el aprendizaje. Pero ya verás como al poco tiempo de estudiar, te darás cuenta de que tu misma propiocepción te pide más calidad y querrás mejorar tus implementos. Cuando eso ocurra, aquí estaremos con nuestro consejo.

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• Instrumento: o Calidad de las maderas: En contratapa y fajas, debes procurar que sean lo más flameadas posibles. La flama no tiene que ver con la veta de la

madera (de hecho son perpendiculares, mientras la veta recorre el instrumento de manera longitudinal, la flama lo hace de manera transversal), es un reflejo que tienen las maderas utilizadas en las contratapas, fajas, mango y caracol que pareciera que tuviese

“movimiento” cuando lo miras a contraluz. Cuanta más flama tenga y más movimiento veas en ellas, mejor calidad será la madera. Las contratapas lisas sin flama tienden a ser de maderas más blandas, con lo que la vibración y sonido reflejados serán menores. ¡Cuidado! Debes prestar mucha atención al movimiento de las flamas al contraluz, si a simple vista parecen muy bonitas pero al jugar con el contraluz permanecen quietas, lo más probable es que estén pintadas o teñidas en la madera por debajo del barniz. Este truco se realizaba por algunos luthiers para simular que las maderas eran de mejor calidad que las realmente utilizadas y poder así elevar el precio de venta. La flama está presente en toda madera de buena calidad, incluso antes de barnizarlo, lo que el barniz logra es solamente resaltar esta cualidad. Una buena forma de cerciorarte de que la flama es real, es introducir una fuente lumínica por las F y observar el interior del instrumento, si la flama está presente, significa que las de afuera también son reales, si no, es solamente un engaño.

*Nota: Existen instrumentos muy antiguos (siglo

XVII y XVIII), usualmente de origen alemán que prácticamente no presentan flama en la madera. La escuela alemana de esa época no prestaba atención al detalle de la flama. Pero esta característica no la encontrarás jamás en instrumentos de serie y muy rara vez en instrumentos de autor modernos, por lo que para empezar, intenta evitar violines que no tengan flama.

En la tapa, deberás procurar que la veta de la madera sea lo más fina

posible, ya que esto hará que el sonido del instrumento sea mucho más rico, ganando en vibraciones transmitidas y en cantidad de armónicos.

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o Calidad de construcción: Puedes verificarla en algunos detalles. Por ejemplo en la tapa; en un violín, un espesor de 3 mm. o menos en el borde de la F será indicativo de una buena construcción. Cuanto más gruesa sea

la tapa del instrumento, menos vibraciones transmitirá y más baja será la calidad del mismo. Además, si las paredes del clavijero miden 3mm. o más de espesor, la atención al tallado de la madera no ha sido muy exhaustiva, lo que indica baja calidad.

o Terminaciones: Son un indicio de la calidad del instrumento, tanto en el tallado de la madera como en el barniz, si notas muchas imperfecciones, lo más probable es que ese instrumento no haya visto la mano humana en todo su proceso de construcción. Los detalles hacen al todo. La calidad de los accesorios (que abordaremos a continuación), es también muy importante, no solamente porque suelen ir de acuerdo con la calidad del instrumento; puede que te topes con un instrumento de bastante buena calidad, pero con accesorios malos, que el vendedor probablemente ha montado para abaratar costos. Esto hará que tu instrumento suene peor de lo que podría sonar y deberás gastar un presupuesto extra para reemplazarlos. Aunque si el instrumento es de muy buena calidad, puede valer la pena el costo de accesorios nuevos. Eso es algo difícil de evaluar y dependerá también del valor final de venta que consigas.

o Accesorios: Los principales a los que debes prestar atención son el puente, el alma y la tastiera. Un buen puente debe estar hecho con la madera más dura posible. Esto puedes evaluarlo de 3 maneras: a) el ancho de la veta, cuanto más delgada, mejor. b) la cantidad de flama. La madera de los puentes tiene unos pequeños puntos más oscuros que el resto de la superficie del mismo, que al igual que en las maderas de la contratapa y fajas, se mueven a contraluz. Cuantos más de estos puntos tenga y más oscuros sean, mejor. c) por último, si tienes la posibilidad de separar el puente del instrumento (cuidando siempre volver a colocarlo exactamente en el mismo lugar en que estaba), debes dejarlo caer desde unos 5 centímetros de altura, de plano, sobre una superficie dura. Si el

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sonido que produce es agudo, entre metálico y cristalino, significa que la madera es dura y el puente tiene bastante buena calidad. Las marcas más reconocidas de puentes en el mercado, de menor a mayor calidad y precio son:

• Teller • Bausch • Dresden • Aubert • Despiau • Milo Stamm

Nota: (cada marca también posee distintas opciones en cuanto a calidad y precio, siendo Aubert la que cuenta con más variedad).

El alma debe tener la mayor cantidad de vetas posible, normalmente 7 vetas es un buen número. Además observa que tenga solamente una inserción, lo más pequeña posible. La técnica para colocar el alma en un instrumento (que se traba entre ambas tapas y se sostiene mediante la presión ejercida por las mismas) requiere clavar un elemento punzante para meterla a través de una de las F del instrumento. Si el alma tiene más de una cicatriz, significa que ha sido muy manipulada y por manos inexpertas. Del mismo modo, si tiene un solo orificio pero éste es muy grande, tampoco es buena señal, ya que cuanto más dañada esté, de peor calidad serán las vibraciones transmitidas. En todo caso el alma no es un elemento muy caro de reemplazar. Es solamente un indicio más, ya que como dije antes, la calidad de los accesorios suele ir en relación directa con la calidad del instrumento. La tastiera debería ser de ébano. Los instrumentos de buena calidad tienen tastiera de esa madera. Los malos, utilizan otras maderas duras y las pintan o tiñen de negro. Al poco tiempo no solamente se despintarán, sino que además se le formarán surcos a lo largo del recorrido de las cuerdas produciendo vibraciones indeseables y dificultando la ejecución del instrumento. El reemplazo de la misma debe hacerse por un luthier profesional y no suele ser un trabajo barato.

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Clavijas, mentonera, cordal y botón no son importantes a la hora de elegir un instrumento, son accesorios de bajo costo y de fácil reemplazo. Aunque dijimos que la calidad de los accesorios importa, en el caso de éstos últimos, muchos vendedores los montan de buena calidad, aprovechando su bajo costo para subir el precio de venta del instrumento, escondiendo la calidad mediocre del mismo.

• Cuerdas: Este punto es uno de los más importantes, ya que lo más probable es

que tengas que reemplazar las cuerdas de tu violín, a veces, antes de usarlo. La razón responde a que si es un instrumento nuevo, de bajo costo, las cuerdas que tendrá montadas serán de acero de mala calidad y perderás mucho tiempo intentando mejorar la belleza y potencia de tu sonido, cuando el problema en realidad no radica en ti, ni en que estés haciendo algo mal, sino que las cuerdas suenan mal de por sí. En el caso de que tengas un instrumento antiguo, va a depender de cuánto tiempo llevan las cuerdas montadas en él. Si fue reacondicionado hace poco, quizás puedas conservar las cuerdas por un tiempo e ir evaluando cuándo reemplazarlas, lo que tarde o temprano deberás hacer con todas las cuerdas. Éstas son un “consumible” con una vida útil limitada y se degradan paulatinamente con el uso habitual. Cuando pierdan el brillo natural, te empiece a costar mucho mantener un sonido homogéneo, la primera cuerda comience a “silbar” por no entrar en vibración o el entorchado se rompa, será momento de reemplazar las cuerdas. Si no notas ninguna de estas alteraciones, lo recomendable es que de igual manera las reemplaces una vez cada 6 meses. Si el violín es nuevo y de buena calidad, seguramente tendrá montadas cuerdas de marca reconocible, cuyo nombre el vendedor será capaz de proporcionarte. En ese caso no será necesario reemplazarlas, salvo por gusto. El abanico de posibilidades en cuanto a precios, materiales de construcción, durabilidad y prestaciones sonoras es inmenso, con variantes a veces muy sutiles cuya elección o no, dependerá solamente del gusto del músico que vaya a utilizarlas. Como referencia te daré algunos parámetros generales a los que responden todas las cuerdas. Los factores a tener en cuenta, además de la calidad y el presupuesto son los siguientes:

o Acero: Habitualmente cuerdas de costo relativamente bajo, con alta durabilidad. Producen un sonido potente por la alta tensión que

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alcanzan al afinarlas, pero el timbre tiende a ser algo estridente y agresivo. Si tu instrumento tiene calidez sonora pero no mucha proyección y potencia, éstas son recomendables. También recomendables para principiantes pues no requieren de muchos cuidados, tienen una alta durabilidad y el costo es accesible. o Perlón: Su costo es más elevado que las de acero, tienen una durabilidad inferior pero logran una mucha mayor calidez en el sonido. Son cuerdas que tienden a saturar el sonido fácilmente ante un exceso de peso o una falsa relación velocidad/peso. Pueden ser ideales para instrumentos con buena proyección y sonido naturalmente potente. Requieren de más cuidados para aumentar su durabilidad. Puedes encontrar algunas variantes en el entorchado, que puede ser de plata o aluminio. Esta variante influye en la durabilidad y claridad tímbrica de la cuerda. El aluminio tiene más bajo costo, la plata es más cara pero ofrece un timbre mucho más nítido, además de ser más delgada y por tanto más cómoda a la mano izquierda. Si tu instrumento tiene mucha potencia y proyección, pero un timbre estridente o crudo, quizás debas decantarte por alguno de los muchos modelos de perlón.

o Fibra de carbono: Es el grupo más costoso. La durabilidad depende mucho del entorchado aunque en promedio son más duraderas que las de perlón. Tienen una sonoridad y proyección bastante más potentes que las de perlón pero sin la gran tensión que provocan las de acero, por lo que su timbre es más cálido y dulce. Es raro encontrar modelos entorchados en aluminio, por lo que también ganan en nitidez de sonido. También es el único material que encontrarás entorchado en oro en los modelos más caros. Son suaves y delgadas al tacto en mano izquierda pero a la vez soportan mucho peso antes de saturar, casi comparable a las de acero. Podría recomendarlas como la mejor opción, pero su costo es considerablemente más alto que los otros materiales y a veces, la diferencia es sutil y solamente se percibe con claridad en instrumentos de alto nivel. Por tanto, escogerlas o no dependerá de tu relación oído/bolsillo.

Estos son los tres grandes grupos de cuerdas que encontrarás y sus características principales. Algunas marcas que mencionaremos a continuación ofrecen modelos de calidad aceptable por un bajo precio:

*Nota: El presente documento y el presente curso NO están patrocinados.

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o Pirastro:

Poseen una muy amplia gama de cuerdas para todos los instrumentos, de todos los materiales y calidades. Con un rango de precios de la misma amplitud. Aquí podrás encontrar desde cuerdas de estudio decentes por precios relativamente bajos hasta cuerdas profesionales de alta calidad.

o Thomastik:

Al igual que la anterior puedes encontrar en esta marca casi cualquier variante que estés buscando, con un rango de precios muy similar. Las cuerdas de estudio de esta marca, si bien tienen más calidad que la anterior, también tienen valores más elevados.

o Jargar:

Una fábrica de cuerdas danesa de menor tamaño, pero también con precios más bajos que las anteriores en relación a la misma calidad de cuerdas. Su abanico de modelos es sensiblemente más pequeño. Tienen modelos que son una excelente opción para estudiantes de nivel medio a avanzado, que buscan cuerdas más profesionales a un precio moderado. Las cuerdas de acero de mejor calidad que encontrarás en el mercado son de esta marca.

o Larsen:

Posee una amplia gama de cuerdas en las más diversas combinaciones de materiales, todas de excelente calidad, pero con precios más elevados. No poseen modelos económicos para estudiantes.

o Warchal:

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Es una fábrica que se ha dado a conocer más recientemente, con modelos bastante variados y un rango de precios muy accesible. No encontrarás la calidad superior de otras marcas, pero son profesionales, con buena durabilidad y sonido confiable.

o D’addario:

Especialistas en cuerdas de guitarra, pero con varios modelos para cuerda frotada, algunos de bastante buena calidad, su rango de precios es más bien bajo. Una vez más, no encontrarás calidades superlativas, pero alcanzan para profesional. Podrás encontrar aquí modelos de estudio a precios bajos.

• Arcos: Podemos separarlos, al igual que las cuerdas, también en 3 grandes

grupos, según sus materiales de construcción de la baqueta. (El talón, si bien es un accesorio importante pues influye en la comodidad de la mano derecha y la distribución del peso del arco, puede ser reemplazado y no tiene injerencia alguna sobre la respuesta del mismo ni la sonoridad obtenida, pero sí es un indicativo de la calidad general de construcción).

o Plástico o fibra de vidrio: los violines de fábrica o hechos en serie, normalmente orientales, suelen venir en outfit con este tipo de

implemento. En general son arcos de muy baja calidad, obtienen un sonido delgado y sin armónicos. Su poca respuesta y mal balance hace dificultoso el aprendizaje incluso de los conceptos más básicos. Suelen venir con imitación sintética de crines que tampoco toman bien la resina. Mi recomendación es reemplazarlos inmediatamente, ya que puede conseguirse en el mercado arcos de madera, con buen rendimiento a un

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precio muy moderado. Basta con buscar en “eBay” brazilwood bow y tendrás una amplia lista de vendedores de dónde elegir.

o Fibra de carbono: Hay una gama bastante amplia de calidades y precios en este material, así como de marcas. En general están muy bien balanceados, tienen el peso adecuado y una respuesta casi perfecta, mejorando a medida que sube la calidad del arco y aumenta el precio.

¿Cuál es su única contra? La sonoridad, si bien producen un sonido claro, potente y con muy buena proyección, éste es más bien delgado pues los armónicos que obtiene, por el material, son muchos menos que con los arcos de madera, al no vibrar arco e instrumento en sincronía, justamente por estar construidos de diferentes materiales.

Algunos modelos vienen imitando la madera (a la vista) y otros, completamente negros, como de grafito. Sin haber comprobado la calidad de todos los modelos, yo te recomendaría que si vas a optar por un arco de fibra de carbono, elijas uno al que se le vea notoriamente el trenzado del material por dentro de la laca dura de recubrimiento. Cuanto más visible sea el trenzado, mejor calidad será la fibra y mejor respuesta obtendrás al utilizarlo. ¡Cuidado! Hay modelos que imitan el trenzado mediante pinturas o barnices con tornasoles. Observa el arco detenidamente antes de adquirirlo. *Nota: prácticamente todas las varillas de fibra de carbono están fabricadas en China. La terminación del arco y el montaje de talón y crines puede que se haga en el lugar de la fábrica que le pone la marca. Este dato es meramente informativo, ya que el sólo origen del material no influye necesariamente en la calidad del mismo. o Madera: Definitivamente la gama más amplia de opciones disponible. También la más recomendable en cuanto a sonoridad.

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Tras mucho estudio y muchos ensayos, entre Tourte y Viotti en el siglo XVIII llegaron a la conclusión de que la madera de Pernambuco (nativa del Brasil) era la mejor opción para la fabricación de arcos, por su balance, respuesta, resistencia y sonoridad. Esa conclusión se mantiene hasta el día de hoy. Dos siglos y medio más tarde, no se ha encontrado otro material, ni otro tipo de madera que reúna todas las características del Pernambuco brasileño. Si bien el árbol también se cultiva en Asia, cerca del Himalaya, la diferencia climática hace que el nativo de Brasil

tenga una veta más compacta que mejora todas las cualidades respecto de su par asiático. En material madera podrás encontrar entre otras, además del Pernambuco, arcos

hechos de: Brazilwood (maderas duras originarias del Brasil, pero distintas del Pernambuco. Normalmente ésta es la calidad básica de los arcos de madera, tendrás que probarlo, pues al ser hechos en serie, algunos responden mejor que otros de manera aleatoria). Ipa, Ironwood, Snakewood o Serpento y otras menos comunes son otras opciones en maderas. Todas son de calidad aceptable hacia arriba y dependerá nuevamente de tu presupuesto la que esté a tu alcance. Los instrumentos de serie de bajo costo, a veces vienen con un arco de madera, pero generalmente no es ninguna de las citadas y son demasiado blandos, con muy poca resistencia y poca transmisión de vibraciones, lo que redunda en un sonido poco atractivo. Te recomiendo que siempre, al adquirir un instrumento de bajo costo, reemplaces el arco y las cuerdas.

Consejo: Al momento de elegir un arco, siempre busca opciones entre la madera y la fibra de carbono. Si tu presupuesto es muy ajustado, es probable que encuentres un modelo de fibra de carbono cuyas prestaciones sean mejores que uno de madera del mismo valor.

A medida que vayas subiendo en la escala de valores vs. prestaciones, las cualidades de ambos materiales se irán equiparando, teniendo que prestar atención a otros detalles como por ejemplo, cuál será el uso que le darás. Explico: los arcos de madera requieren de mayores cuidados que los de fibra de carbono, la limpieza, la no exposición a factores ambientales y el cuidado extremo de no someterlos a golpes ni presión lateral. Los cambios de temperatura y humedad también pueden afectar la curvatura original de los arcos de madera. A cambio, como comentábamos

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anteriormente, ofrecerán mejores cualidades sonoras. Los arcos de fibra de carbono, quizás tengan menos armónicos, pero podrás desatender varios de los cuidados necesarios para la madera. No les afectan los cambios de temperatura y humedad, puedes exponerlos al sol, los golpes y presión lateral sufridos por descuido, salvo que sea muy fuerte, no los dañarán y solamente tendrás que ocuparte de limpiarlos, retirando el polvo de la resina, pero incluso es más por un aspecto estético que porque vaya a afectar en su funcionamiento o en su valor de reventa.

Como último detalle, agregar que la amplitud de la gama de arcos de madera llega mucho más arriba en calidades y precios que los de carbono.

• Crines: Las hay blancas y negras.

Cuando adquieres un arco, éste normalmente vendrá con blancas. Las crines son realmente pelos de la cola del caballo, obtenidas de manera sustentable y sin maltrato animal. La diferencia entre blancas y negras es el tratamiento que se le da desde que salen del caballo hasta que llegan al arco. Las negras tienen menos proceso que las blancas y eso les otorga más espesor y durabilidad. Con éstas obtendrás mucho más agarre a la cuerda de manera natural, pero a veces el sonido puede volverse más crudo o puede que te cueste pasar el arco de manera homogénea. Las blancas tienen mucho más proceso que las negras, lo que las hace más suaves y delgadas. Esto produce una sonoridad con algo menos de distorsión, sutilmente más redonda y dulce, pero reduce el agarre a las cuerdas y duran menos antes de gastarse o simplemente cortarse. También hay crines blancas naturales, de caballos Mustang blancos o de Mongolia. Normalmente estas son las dos palabras clave, sinónimos de buena calidad en las crines: “Mustang” o “Mongolia”. Si no afecta mucho tu presupuesto, intenta siempre escoger alguna de estas, que como te imaginarás, son algo más caras que las comunes.

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La elección de las crines va a depender, otra vez, de tu gusto y presupuesto. En ambos tipos de crines puedes encontrar muchas calidades diferentes, con diferentes valores de mercado.

*Nota ilustrativa, sólo para fanáticos: Las crines de potro suelen ser mejores que las de las yeguas. Esto se debe a que el pelo se ve afectado por el amoníaco de la orina. Como el potro orina hacia adelante, su orina no está jamás en contacto con su cola, mientras que la de las yeguas sí, pues orinan hacia atrás.

Ok, pero… ¿Blancas o negras? Ya te imaginarás la respuesta. Depende de tu gusto a la hora de pasar el arco. Puedes encontrar las mismas calidades y precios en ambas. Incluso hay quienes las mezclan en un mismo encrinado.

ACCESORIOS NECESARIOS:

• Caja o funda: o CAJAS (Estuches)

Existen muchísimos modelos de cajas o estuches rígidos, algunos de forma rectangular, lo que da más espacio para agregar compartimentos donde transportan elementos auxiliares, lápiz y goma, partituras, etc. También los encontramos con la forma del instrumento que están protegiendo, las principales ventajas de estos modelos es que ahorran en peso y por tanto, facilitan su transporte. Los modelos antiguos eran de madera, muy pesados y difíciles de transportar, posteriormente se los empezó a construir de cartón prensado, lo que los hacía más ligeros y pequeños, facilitando el transporte, pero eran demasiado susceptibles a la acción de la

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temperatura y la humedad. Hoy en día se los puede encontrar en materiales como plástico, fibra de vidrio, fibra de carbono, metal (normalmente aluminio) o plumavit / tergopor (polipropileno

expandido), éste último siempre forrado con alguna tela de tipo impermeable o semi impermeable. El objetivo es proteger al instrumento de golpes, rayones, temperatura y humedad, a la vez que se busca el confort en el usuario en cuanto a peso y tamaño, para

facilitar su transporte y almacenaje. Por dentro de las cajas o estuches encontraremos estructuras de polipropileno expandido que rellenan intersticios hasta dejar libre un espacio con la silueta del instrumento, con unos soportes de espuma de poliuretano haciendo de suspensión para que el instrumento no reciba los golpes que puedan producirse desde el exterior, todo convenientemente forrado en alguna especie de terciopelo o seda sintética para cuidar el acabado del barniz de los instrumentos. Normalmente en el interior también encontraremos bolsillos y compartimentos para guardar accesorios, además de los lazos y puntos de traba para transportar de 1 a 4 arcos, dependiendo del modelo de caja elegido.

o FUNDAS:Existen fundas

impermeables hechas de espuma de poliuretano, forradas en su exterior con tela impermeable y en su interior con terciopelos o sedas sintéticas. Si bien no ofrecen tan buena protección como las cajas rígidas, alcanzan a proteger losinstrumentos de golpes menores y sobre todo de

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rayones, con la ventaja de ahorrar muchísimo peso y facilitar así el transporte. Como referencia, para el transporte urbano de mi violín, utilizo una funda ligera, y si tengo que viajar fuera de la ciudad, entonces lo transporto en una caja rígida de fibra de carbono. Cabe aclarar que casi todas las fundas ligeras tienen un bolsillo para transportar solamente 1 arco.

• Pecastilla: o También llamada “Pez de Castilla”, “Pez”, “Resina”, “Brea”. En

italiano “Pece greca” o en inglés “Rosin”. Es un pequeño pan de resina por el cual se frotan las crines del arco, para otorgarle la adherencia necesaria para que éste haga vibrar las cuerdas a su paso. Existen decenas de modelos y marcas, cada una ofreciendo diferentes cualidades: Oscuras, rojas, amarillas, con poca producción de polvo, hipo alergénicas, grandes, medianas,

pequeñas, más blandas o más duras. La elección de la misma depende exclusivamente del gusto del consumidor y de su presupuesto. Las marcas más conocidas son Hidersine, Pirastro, Bernardel, Larsen, Kolstein, entre otras. Como parámetro guía para elegir este accesorio: Cuanto más blanda sea la pecastilla, más adherencia a la cuerda proporcionará. Por ello, las que están diseñadas para contrabajo son sensiblemente más blandas que las diseñadas para violín. Personalmente utilizo la Kolstein diseñada para viola y tengo montadas crines negras. Pero quizás si estás comenzando esta combinación sea algo ingrata. Mi recomendación para iniciales es una Pirastro o Bernardel. Te otorgarán buena adherencia, con poca producción de polvo y no se deformarán con el calor.

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ACCESORIOS OPCIONALES:

• Soporte: o Implemento que se encuentra de variadas formas, tamaños y materiales. Se monta tomándose de la contratapa del instrumento y su función es aumentar la altura del mismo para acercarla a la distancia natural que existe entre la mandíbula inferior y el hombro izquierdo o su correspondiente clavícula, manteniendo así una postura natural sin levantar el hombro ni bajar la cabeza para apoyar el instrumento. Algunos instrumentistas prescinden del soporte y otros lo reemplazan por un paño o esponja simplemente para evitar que el instrumento se resbale durante la ejecución. Si estás comenzando, te recomiendo que lo utilices, pues salvo que tu cuello sea muy corto, te ayudará a mantener la postura ideal sin esfuerzos adicionales. Intenta evitar adquirir soportes hechos de plástico, por baratos que puedan ser, su durabilidad es muy baja y las patas tienden a romperse con facilidad, por lo que tendrás que reemplazarlo con frecuencia, ya que vienen sin repuestos ni garantía, mientras que un soporte hecho de metal, madera o fibra de carbono, será más caro, sí, pero lo tendrás funcional durante muchos años. Yo utilizo un modelo muy simple y económico, hecho de metal (foto), la contra que tiene es que su altura no es ajustable encontrándose solamente en 3 medidas fijas. La elección, una vez más, es completamente de acuerdo a tu comodidad.

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• Humidificador: o Hay diferentes modelos y marcas, la más popularizada es “Dampit”. De hecho en muchos lugares al humidificador se le llama así, es uno de los casos donde la marca da el nombre al producto, algo así como en Chile al papel higiénico se le llama “Confort”, o en Reino Unido a los vehículos tipo Jeep se les llama “Land Rover”.

Denominaciones aparte, es un implemento opcional que regula y mantiene la humedad en tu instrumento, los puedes encontrar de diversas medidas, seguramente alguno se ajustará a tus necesidades. El Dampit consiste en un pequeño tubo de goma con varios orificios que contiene una esponja en su interior. La idea es sumergirlo en agua destilada por unos 30 segundos, luego escurrirlo un poco para evitar el exceso de agua y secar la goma exterior con un paño limpio. Seguidamente se insertará por una de las “F” de tu violín y así te asegurarás de que la madera jamás estará demasiado seca, previniendo partiduras y descolamientos. Generalmente se recomienda para climas más extremos en cuanto a calor, frío y humedad. Por ejemplo, si tu invierno es muy crudo y tienes siempre la calefacción prendida en casa, se recomienda el uso del Dampit, ya que el calor artificial secará mucho la madera. O si en verano en tu zona llueve muy poco, pues lo mismo. La humedad ideal para los instrumentos de cuerda frotada es entre 45 y 55%. La temperatura entre 15° y 28°C. Nunca exponer a la luz directa del sol.

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• Sordinas: o De Estudio: Este accesorio te será muy útil y casi imprescindible si vives en un edificio de apartamentos o si compartes techo con personas que realizan actividades para las que necesitan silencio. Pueden ser de goma o de metal cromado y se montan sobre el puente, reduciendo sus vibraciones en gran medida, con la consiguiente reducción en la sonoridad. Las de goma modifican menos el timbre del instrumento, pero apagan menos el sonido que las de plomo, que prácticamente lo enmudecen, pero dejan una sonoridad extremadamente metálica y nasal. No son elementos caros de conseguir y su elección dependerá exclusivamente de tus necesidades. o De Orquesta: Es un accesorio absolutamente necesario en las

orquestas profesionales, ya que su uso es requerido habitualmente por la mayoría de los compositores. Se utiliza para modificar el timbre de los instrumentos más que su volumen, si bien toda disminución en las vibraciones transmitidas por el puente redundan en una menor producción de sonido, en el caso de las sordinas de orquesta es más

perceptible al oído el cambio de timbre que de potencia sonora. Según su sistema de montaje, que varía de acuerdo al modelo elegido y sus materiales de construcción, se enganchan en las cuerdas detrás del puente, es decir entre éste y el cordal y cuentan con una pequeña traba para dejarlos montados al puente mediante un simple deslizamiento, siendo así de fácil acceso para el músico en los casos que así la partitura lo indique, a veces con muy poco tiempo para su montaje. Cuanto menos profesional es la orquesta, menos obligatorio será su uso, ya que cuanto más simple de ejecutar sea la música en el atril, menos requerimiento de sordina encontraremos en la bibliografía, siendo en las orquestas infantiles o iniciales prácticamente nulo.

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• Metrónomo y afinador: o Metrónomo: Artefacto mecánico o electrónico que produce un sonido de “click” con regularidad definida por el usuario. Se utiliza para

ayudar al ejecutante a mantener un pulso estable durante el estudio de alguna obra o ejercicio. La velocidad y el pulso son completamente regulables, de esta manera, se puede ir aumentando la velocidad de un ejercicio a medida que uno se lo va aprendiendo hasta llegar al “tempo” óptimo.

o Afinador: Desde hace ya muchos años que el afinador es solamente electrónico. Hay dos maneras de utilizarlos, provocando la emisión de un sonido (usualmente el LA afinado entre 440 y 443 Hz.) o bien setear la frecuencia a la que se desea afinar y tocar la nota con el instrumento. El afinador recibirá la frecuencia y reflejará en la pantalla si coincide con la frecuencia predeterminada. Estos aparatos también pueden reproducir o detectar otras frecuencias distintas al LA 440.

o Historia: Antiguamente los metrónomos, eran unos aparatos mecánicos, que funcionaban a cuerda, tal como los relojes y un péndulo ajustable accionaba el mecanismo. Este artefacto fue creado en el siglo XIX y perduró en su uso por más de 1 siglo, hasta la llegada de la electrónica y la creación de

metrónomos con esta tecnología, algunos análogos y otros digitales.

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Algo similar sucedió con los afinadores, en principio se utilizaban los diapasones, que consistían en una horquilla de aleación metálica que al golpearlos contra alguna superficie rígida, la vibración producía un sonido LA de frecuencia 440Hz. Posteriormente se inventaron unos pequeños silbatos (pitch-pipe en inglés), que al soplar movían una lengüeta metálica, produciendo el

sonido del LA, también venían silbatos con las frecuencias de las otras cuerdas. Estos adminículos no siempre eran exactos en la producción de la frecuencia, ya que eran sensibles a los factores ambientales. Una vez más, con la llegada de la tecnología, fueron

reemplazados por los afinadores electrónicos. o Actualidad: Aún se encuentran modelos que combinan afinador

con metrónomo, pero hoy en día se pueden encontrar aplicaciones gratuitas para cualquier teléfono móvil que cumplen perfectamente las funciones de ambos aparatos. Sólo hay que descargarlas y con una interfaz intuitiva tendrás tu metrónomo y afinador en el bolsillo

en todo momento. Como sugerencia, un afinador interesante que se descarga gratuitamente de la Play Store es el “Violin Tuner” (https://play.google.com/store/apps/details?id=com.t4a.tuner.violin&hl=es_CL ), que es muy útil para principiantes, ya que no solamente detecta la frecuencia y la nota que se está tocando, sino que también indica de qué clavija está amarrada la cuerda.

Si quieres algo más profesional, yo utilizo el “CarlTune” (https://play.google.com/store/apps/details?id=com.brainting.carltune&hl=es_CL), aunque hay cientos de aplicaciones disponibles tanto para Android como para Mac. De igual manera con el metrónomo. Yo utilizo el “Sound Brenner”

(https://play.google.com/store/apps/details?id=com.soundbrenner.pulse&hl=es_CL), pero hay también muchas otras muy buenas y fáciles de utilizar. Como ejemplo, el “Classic Metronome” (https://play.google.com/store/apps/details?id=com.netigen.bestclassicmetronome&hl=es_CL).

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• Otros accesorios útiles: o Limpiador de barniz: un líquido viscoso que se pasa

sobre el instrumento con un paño limpio y ayuda a sacar la grasitud adherida al barniz por el polvo generado por la resina de las crines. o Pasta para clavijas: una especie de lápiz labial con

un compuesto que al frotarlo por las clavijas hace que éstas se adhieran mejor al clavijero pero sin quedar pegadas, girando suavemente para facilitar la afinación. También puede usarse un lápiz de grafito a estos efectos, no es tan efectivo, pero ayuda.

o Paño amarillo: sí, de esas gamuzas comunes que se compran en los supermercados, para limpiar tu instrumento cada vez que terminas de usarlo. Frótalo suavemente por las tapas y fajas y con fuerza sobre la Tastiera, para limpiar también de este modo las cuerdas, eliminando humedad y grasa de las mismas y prolongando así su vida útil. También es recomendable frotar el mismo paño por la varilla del arco para remover el polvo de la resina.

Si bien en el mercado mundial a través del internet puedes conseguir más variedad de materiales que los aquí expuestos, con los que enumeramos tienes un panorama muy completo, con los más importantes parámetros para que puedas investigar hasta dar con tu equipamiento ideal. Como habrás concluido, una vez que sabes lo que deseas, tu elección es muy personal. Ya cuentas con todas las herramientas necesarias para cotejar calidad / prestaciones / presupuesto y hacerte con las opciones que más se acomoden a ti.

• PUESTA a PUNTO del INSTRUMENTO

o Periódicamente, por profesional. Hay algunas partes del instrumento que necesitan un chequeo

periódico y a veces mantenimiento profesional. No estamos hablando solamente de cambiarle las cuerdas cuando se rompan o notes que ya no suenan bien, porque eso puedes hacerlo tú con el suficiente cuidado en el enrollado en las clavijas.

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El puente es uno de los elementos más importantes de todo instrumento de cuerda; es el encargado de llevar las vibraciones desde las cuerdas hasta la caja de resonancia y el responsable en gran medida de cómo suena nuestro violín, viola, cello o contrabajo. Cada cierto tiempo, notarás que su posición ha cambiado, o que ya no está recto si lo miras desde un lado u otro. Esto es algo perfectamente normal y tiene que ver con el uso, los factores ambientales y el transporte.

Con la sola afinación diaria del instrumento, el puente se va a ir inclinando progresivamente hacia la Tastiera. En ese caso puedes acomodarlo tú mismo, tomándolo de la parte superior, donde se apoyan las cuerdas, con varios dedos a la vez para ejercer fuerza de manera equitativa en la superficie del puente y los pulgares apoyados en la otra cara del mismo para ejercer una contra fuerza que evite que el movimiento sea demasiado brusco o demasiado grande, provocando que el puente se caiga o pase para el otro lado de la inclinación (Foto). Lo ideal es moverlo muy de a poco, por milímetro, e ir chequeando constantemente desde el lateral hasta verificar que ha vuelto a tomar la vertical.

Si notas que el puente ya ha perdido su rectitud original, o que las cuerdas se están hundiendo dentro de la madera, es hora de buscar un Luthier profesional para que lo reemplace. Dependiendo de la calidad de la madera, el tallado del puente, la temperatura y la humedad promedio del ambiente donde normalmente lo utilices, éste procedimiento habrá que hacerlo más o menos frecuentemente. Hay casos, en algunos violines, que habría que hacerlo una vez cada 6 meses, otros, cada varios años. Por lo general, si el instrumento es de buena calidad, el lutier reemplazará además el alma, pues es recomendable que puente y alma sean hechos con la misma madera, para favorecer la transmisión de las vibraciones.

El montaje de puente y alma es fundamental para la calidad de sonido del instrumento. Medio milímetro más aquí o más allá puede cambiar totalmente el timbre y la proyección de sonido. Un standard de posicionamiento, es que el centro de las patas del puente, debe coincidir con la marca central de las “F” de la tapa. El borde del alma, se ubicará 2 mm. por detrás de la pata del puente. Esto puede variar de acuerdo a cada instrumento y lo ideal es que concurras donde el lutier cuando la construcción de las partes ha finalizado para que entre los dos, mientras tú tocas, vayan buscando la posición ideal de puente y alma en tu instrumento.

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Otro elemento que hay que reemplazar idealmente 2 veces al año son las crines de tu arco. Este procedimiento también debe hacerlo un profesional, ya que no es nada sencillo y muchos pequeños detalles pueden afectar luego tu ejecución. Por ejemplo, si una de las crines queda “despeinada”, eso provocará ruidos mientras pasas el arco.

o Diariamente, por ti mismo: Aunque parezca obvio, debes afinar tu violín, ya sea tú sólo o

con la ayuda de tu afinador (teléfono móvil). Una vez que hayas tomado el LA, tocarás dos cuerdas a la vez, para afinar las quintas. Si aún no tienes esa habilidad adquirida, puedes comprobar la afinación de las otras cuerdas mediante el afinador. Las notas de las cuerdas al aire (sin apoyar ningún dedo) son MI, LA, RE y SOL yendo de la más delgada a la más gruesa. Luego de afinar el instrumento, tensarás el arco al punto que a

ti más te acomode. La tensión de las crines es completamente arbitraria, solamente recomendaré que la varilla del arco mantenga siempre su curvatura original, para no afectar la respuesta ni cualidades físicas del mismo. Una vez tenso, procederemos a pasarle pecastilla. Este proceso

puedes llevarlo a cabo diariamente o no, dependiendo de tu gusto en cuanto al “agarre” de las crines. No te aconsejo sobrecargar demasiado de pecastilla, pues llega un punto en que lo único que lograrás es que el instrumento se llene de polvo. Debes in girando la pecastilla sobre su propio eje a medida que frotas las crines del arco sobre ella. Así, se irá gastando parejo y no se le formarán surcos, con lo que podrás aprovechar el producto hasta el final. Luego de estos procesos, si usas soporte, se lo pones tal como

indica la foto anterior ¡y ya estás listo para practicar!

• CONCLUSIÓN y RESUMEN

o Si adquiriste un instrumento nuevo. Normalmente deberás ubicar el puente (en la posición anteriormente descrita), afinarlo, pasar pecastilla al arco (que ya vendrá con sus crines puestas) y estarás listo para tocar.

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o Si el instrumento es antiguo, entonces mi recomendación es siempre que lo lleves al luthier, porque puede tener detalles que no se ven a simple vista, pero que con el uso pueden empeorar y después la reparación será más cara y difícil que si lo hubieras llevado de inmediato. De paso también te ubicará puente y alma y te dejará el instrumento medianamente afinado por el mismo precio.

Siempre recuerda esto:

Un buen instrumento antiguo no es un gasto demás, ¡es una inversión que te durará toda la vida!

Aquí es donde damos por concluida nuestra Guía Completa Mi Primer Instrumento. Ya tienes toda la información necesaria sobre el funcionamiento y la estructura del violín; qué función cumple cada elemento y las distintas opciones a la hora de elegir un modelo u otro, así como los elementos accesorios que necesitas obligatoriamente y los que puedes dejar para después, o no utilizar en absoluto.

Esperamos verte en nuestro CURSO PRÁCTICO DE VIOLÍN – Tus melodías en 10 pasos, para poner en funcionamiento ese maravilloso outfit que conseguiste y cumplir tu sueño de tocar el violín en tiempo record.

En el “Módulo 1” del curso hablaremos del cuerpo humano a la hora de enfrentarse a un instrumento de cuerda. Una buena postura es la base de la técnica y de la producción de sonido y de un desarrollo progresivo veloz. ¡Además de evitar dolores, molestias y posibles lesiones!

Ahora, pon a punto tu violín, como te expliqué recién y te espero en la primera clase. ¡Hasta pronto!

Mtro. Leandro Botto Schuhmacher

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