EL ARREPENTIMIENTO

En El Antiguo Testamento: aquel que está arrepentido, rasga sus vestidos, ayuna, se viste de cilicio y se sienta en polvo y ceniza, arranca su barba y exterioriza su condición interna.

Los profetas recalcan el aspecto personal del arrepentimiento, al exigir una reorientación de todo el individuo que conduzca a la obediencia, confianza en Dios, rechazo total a los ídolos y renuncia al espíritu de independencia de Dios.

EL ARREPENTIMIENTO

En El Nuevo Testamento, Juan el Bautista vino predicando el arrepentimiento (Mt. 3:8-10) Igualmente Jesús (Mr 1.15; Lc 13.1)

En un sentido nuevo, Jesús hace posible el arrepentimiento verdadero, porque este se complementa con la fe y con el discipulado.

Metanoéo (gr., μετανοέω): Quiere decir que debemos hacer un alto en el camino y volvernos al propósito de Dios; mediante un cambio de mentalidad, un cambio de pensamientos,

Puesto que mi egoísmo conduce a acciones erróneas como las de mentir, chismear, robar, calumniar, vengarse, abusar y cometer actos sexuales inmorales; cuando regreso al propósito de Dios, puedo situarme en la senda que Dios describe en su Palabra.

Arrepentíos

Téngase en cuenta que el mensaje del Reino se anuncia a los judíos.

Juan como precursor del Rey le pedía a la gente que se arrepintiera (que cambiaran de forma de pensar) y se prepararan para la venida del Rey.

Cuando la nación rechazó al Rey, el reino les fue quitado (Mt 21.42–43).