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1 Memoria Histórica: Mujeres represaliadas JOSUNE AGUINAGA ROUSTAN Departamento de Sociología III [email protected] UNED YOLANDA AGUDO ARROYO Departamento de Sociología I [email protected] UNED Resumen En la posguerra, una etapa que fue muy dura para todos los habitantes de España a partir de 1939, hubo que reconstruir la vida cotidiana partiendo de una guerra que destruyó todo. Disponemos de algunas narraciones generales que nos muestran relatos referidos a penurias, también sabemos que todas las mujeres perdieron mucho, ya que durante la República habían conseguido unos derechos, a través de unas leyes, que luego se derogaron con carácter retroactivo por lo cual hubo serios retrocesos para todas las mujeres españolas en general, pero especialmente para las mas reivindicativas que lo perdieron todo. Asimismo las mujeres republicanas fueron víctimas de detenciones y encarcelamientos arbitrarios, usurpación de tenencias y propiedades, extorsión económica, multas, explotación cuando no servidumbre laboral, vejaciones públicas como la ingesta de aceite de ricino, rapadas o agresiones sexuales. Aunque quizá lo menos conocido es la problemática a la que se enfrentaron las mujeres con padres, maridos, hijos o hermanos represaliados por el franquismo. Se presenta un estudio realizado mediante historia oral que nos ha permitido conocer la vida cotidiana y los problemas de las mujeres en los

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Memoria Histórica: Mujeres represaliadas

JOSUNE AGUINAGA ROUSTAN

Departamento de Sociología III

[email protected]

UNED

YOLANDA AGUDO ARROYO

Departamento de Sociología I

[email protected]

UNED

Resumen

En la posguerra, una etapa que fue muy dura para todos los habitantes de

España a partir de 1939, hubo que reconstruir la vida cotidiana partiendo

de una guerra que destruyó todo. Disponemos de algunas narraciones

generales que nos muestran relatos referidos a penurias, también sabemos

que todas las mujeres perdieron mucho, ya que durante la República

habían conseguido unos derechos, a través de unas leyes, que luego se

derogaron con carácter retroactivo por lo cual hubo serios retrocesos para

todas las mujeres españolas en general, pero especialmente para las mas

reivindicativas que lo perdieron todo. Asimismo las mujeres republicanas

fueron víctimas de detenciones y encarcelamientos arbitrarios, usurpación

de tenencias y propiedades, extorsión económica, multas, explotación

cuando no servidumbre laboral, vejaciones públicas como la ingesta de

aceite de ricino, rapadas o agresiones sexuales. Aunque quizá lo menos

conocido es la problemática a la que se enfrentaron las mujeres con

padres, maridos, hijos o hermanos represaliados por el franquismo.

Se presenta un estudio realizado mediante historia oral que nos ha

permitido conocer la vida cotidiana y los problemas de las mujeres en los

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años posteriores a la Guerra Civil. Esta metodología ha visibilizado sus

vivencias y sus pensamientos, pero sobre todo el trabajo que tuvieron que

realizar silenciosa y clandestinamente.

Introducción

Si hay una injusticia histórica que es urgente reparar, es la cuestión de la

situación que atravesaron las mujeres españolas, en este caso en concreto

nos vamos a referir a las mujeres extremeñas, en la posguerra, una etapa

que fue muy dura para todos los habitantes de España a partir de 1939, ya

que hubo que reconstruir la vida cotidiana partiendo de una guerra que

destruyó todo. Disponemos de algunas narraciones generales que nos

muestran relatos referidos a penurias, también sabemos que todas las

mujeres perdieron mucho, ya que durante la República habían

conseguido unos derechos, a través de unas leyes, que luego se

derogaron con carácter retroactivo por lo cual hubo serios retrocesos para

todas las mujeres españolas en general, pero especialmente para las mas

reivindicativas que lo perdieron todo. Asimismo las mujeres republicanas

fueron víctimas de detenciones y encarcelamientos arbitrarios, usurpación

de tenencias y propiedades, extorsión económica, multas, explotación

cuando no servidumbre laboral, vejaciones públicas como la ingesta de

aceite de ricino, rapadas o agresiones sexuales. Aunque quizá lo menos

conocido es la problemática a la que se enfrentaron las mujeres con

padres, maridos, hijos o hermanos represaliados por el franquismo.

En esta comunicación se presenta el trabajo sociológico que hemos

realizado, el cual ha permitido conocer aspectos concretos de la vida

cotidiana y los problemas de las mujeres en los años posteriores a la

Guerra Civil. Nos han interesado, concretamente, asuntos relacionados

con sus vivencias y sus pensamientos, pero sobre todo el trabajo que

tuvieron que realizar silenciosa y clandestinamente.

3

En este contexto la vida cotidiana es para cierto tipo de mujeres muy

complejo, especialmente si ésta consiste en sobrevivir siendo mujeres de

presos, mujeres viudas o mujeres de exilados o clandestinos, pero también

las hijas y las hermanas de los vencidos se encontraron en situaciones de

grave riesgo para su integridad física e intelectual.

Como es sabido, la situación de la mujer en la España posterior a la Guerra

Civil es la historia de una vuelta a la sociedad patriarcal y a un papel de

sumisión que parecía que comenzaba a evolucionar durante la

República. La España de Franco plantea como objetivo la difusión de

valores y pautas de comportamiento que para las mujeres tienen un

significado ideológico y social muy marcado, ya que sólo se les permite

dedicarse a la familia y el hogar que serán sus principales ámbitos de

actuación. Por tanto, el problema del trabajo de las mujeres o las

migraciones protagonizadas por mujeres adquieren una singularidad que

apenas aparece en el imaginario de la sociedad como un hecho

relevante históricamente. La atención y los cuidados ni siquiera eran

visibles en aquel momento.

Las familias de los represaliados padecían un ejercicio continuo de

represión, encaminado a acallar cualquier tipo de contestación social,

real o potencial. Especialmente virulenta era esta represión en el medio

rural y sobre todo en Extremadura, en concreto, se actúa con gran saña.

En estas zonas la Guardia Civil, las fuerzas vivas y los propios vecinos, unas

veces por temor, otras por convicción y otras por interés, denunciaban

cualquier atisbo de oposición.

En Extremadura se abrieron campos de concentración al finalizar la

Guerra Civil, como por ejemplo el de Castuera, en La Serena, que

funcionó de abril de 1939 a febrero de 1940, además hubo muchos

encarcelados en toda la geografía extremeña, y abundantes muertos.

Hay muchas cifras que la historia está tratando de asentar con distintas

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investigaciones y la Ley de la Memoria Histórica es el mejor apoyo que se

ha podido recibir para apoyar las investigaciones.

El objetivo fundamental del trabajo que se presenta en esta comunicación

ha sido el de aproximación a la vida cotidiana de las mujeres que

atravesaron las mencionadas circunstancias. Hay que tener muy presente

que hasta ahora se han venido estudiando las situaciones sociales de las

mujeres en la guerra y en la posguerra desde un punto de vista

demográfico, social y político, pero no de la aportación al sostenimiento

de las familias y apoyo a los encarcelados. Sabemos muy poco de sus

actitudes vitales, de las dificultades legales que encontraban para trabajar

y que tasa de actividad tenían, tampoco se conoce el papel jugado por

las mujeres en las migraciones tanto interiores como exteriores.

Existe muy poca visibilidad sobre la vida cotidiana de las mujeres en esta

época, aunque recientemente se ha empezado a trabajar e investigar

sobre ello. Además de las mencionadas situaciones sociales, demográficas

y políticas en las que es necesario incidir en esta comunicación, hay que

pensar sobre todo como objetivo principal, en la vivencia cotidiana de las

mujeres que perdieron a sus maridos o los tenían en la cárcel o en el exilio

y que sacaron adelante a sus familias (apoyando en su caso al familiar

encarcelado) en un ambiente poco propicio para ello.

Sin duda, estamos en un momento crucial, porque las mujeres que pueden

tener estas vivencias han alcanzando unas edades críticas y se hace

urgente traer a la luz aquellas situaciones que en ocasiones convertían a

las mujeres en heroínas cuyo trabajo, poco visible a los ojos de la

sociedad de entonces y mucho mas invisibles a la sociedad actual

colaboró en el sostenimiento de un número importante de familias.

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Esta investigación cuenta con una introducción que contextualiza la

sociedad de la época. De una parte se recurre al análisis histórico y

demográfico y de otra al relato de los discursos sociales (franquista y de la

iglesia), dominantes en la época y que son de una importancia

trascendental para la vida cotidiana de las mujeres. Los datos

demográficos los aporta el Instituto Nacional de Estadística y para el

discurso, además de textos publicados en esta etapa histórica, se han

podido encontrar algunos trabajos actuales sobre la materia.

El grueso de la investigación, no obstante, proviene de la memoria de las

mujeres que sobrevivieron a aquella época y que tienen en estos

momentos mucha edad. Mujeres algo más jóvenes, las hijas de las mujeres

de aquella generación también han tenido muchas cosas que contar

sobre la vida cotidiana de aquella etapa histórica. Para abordar la

recogida de esta información la metodología que hemos utilizado son las

historias orales a través de entrevistas, tal como se especificará en el

apartado metodológico. El principal objetivo ha sido el de obtener el

testimonio subjetivo de una persona, recogiendo tanto los

acontecimientos, como las valoraciones que esta misma persona hace del

conjunto o de una parte de su trayectoria vital.

METODOLOGÍA

La metodología aplicada en un proceso investigador cuyo objetivo

fundamental persigue el acercamiento a la vida cotidiana de las mujeres

extremeñas que en la posguerra atravesaron una situación de injusticia

histórica, no puede dejar al margen el testimonio subjetivo de sus

protagonistas. A continuación se explica el camino seguido para alcanzar

las conclusiones obtenidas en el presente informe de investigación. En

concreto, se presenta la metodología utilizada para recoger la información

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objeto de análisis, basada en las historias de vida de mujeres que vivieron

en la situación mencionada.

Antes de especificar cuál ha sido el diseño metodológico del estudio, es

necesario justificar la técnica de investigación empleada, precisando

algunos detalles de su uso. Al respecto, cabe destacar que varias prácticas

de entrevistas cualitativas comparten la perspectiva diacrónica como

referente de observación, a los efectos de entrevistas históricas. Nuestro

objeto de estudio requiere de este enfoque de análisis. Un enfoque basado

en la temporalidad, que diferencia la práctica cualitativa empleada, de

otras prácticas de entrevista en las que la dimensión temporal no constituye

el objetivo principal.

En la práctica metodológica, nuestra intención principal era conseguir que

las mujeres objeto de nuestro análisis apelaran a su memoria en la

construcción de un discurso oral referido a los acontecimientos que

constituyen el punto de mira de esta investigación. Buscábamos respuestas

relacionadas con el contexto socio temporal de referencia. De ahí la

necesidad de utilizar la dimensión temporal que caracteriza a las entrevistas

históricas, frente a otras prácticas cualitativas de investigación. En

concreto, la entrevista histórica permitió producir la información verbal que

queríamos analizar, atendiendo a los testimonios biográficos de las mujeres

objeto de estudio.

Acentuando el nivel de especificidad debemos mencionar que, bajo el

calificativo de entrevistas históricas se distinguen dos técnicas diferentes: las

historias orales y las historias de vida. Las primeras, igual que las segundas,

producen relatos biográficos. Si bien, el interés de la historia oral se dirige a

la producción de dicho relato como un modo de recoger información

sobre la sociedad o el contexto en el que vive el entrevistado. De otro

lado, más que servir de expresión de la interpretación de la vida que hace

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de sí mismo el propio sujeto observado, objetivo de la historia de vida, la

entrevista oral obtiene información con el fin de que le sirva de elemento

de apoyo para construir el contexto histórico, social y cultural de dicho

sujeto (Viedma, 2009)1.

En la práctica empleada en nuestra investigación, las mujeres de referencia

ofrecen una información específica sobre el momento histórico en que han

vivido y que constituye nuestro objeto de interés. En este uso de la

entrevista histórica, las que aquí se presentan se aproximan a la historia oral.

No obstante, también tienen características propias de la historia de vida, al

permitir introducir una visión que va más allá del análisis de la imagen

histórica y social proyectada por las entrevistadas, centrándose en la

interpretación que ellas mismas hacen de su propia vida y de la de los

demás actores que forman parte de su relato, de manera coral.

En cuanto a historias orales, nuestras entrevistas se centran en hechos y

experiencias vivenciadas en el pasado de las mujeres de la muestra

seleccionada. Todas estas experiencias tienen un punto de referencia

clave que es la Guerra Civil española. Con esta práctica hemos pretendido

recuperar la memoria histórica de estas mujeres, con el fin de despertar las

voces de este sector de la población, silenciadas durante muchos años en

la historia oficial de nuestro país, en general, y de Extremadura, en

particular. Como no podía ser de otra manera, en esta fase de la

investigación hemos obtenido con éxito la exposición narrada de las

experiencias vitales y trayectorias de vida de las protagonistas de nuestro

estudio, base material fundamental de la investigación.

Las entrevistas históricas han permitido describir la vida de la población

entrevistada, en relación al contexto en el que éstas se han desarrollado,

1 Véase Viedma, A. (2009): “Entrevistas” en CALLEJO, J. (Coord.) Introducción a las técnicas de investigación social, Editorial universitaria Ramón Areces, Madrid, pp. 86 y ss.

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después de la Guerra Civil española, así como a partir de las consecuencias

de la misma. El relato ofrecido nos ha llevado a conocer la historia de

mujeres extremeñas represaliadas o esposas, hijas o hermanas de

represaliados a través del recuerdo. La comparación de relatos de vida

diferentes ha enriquecido los resultados obtenidos en la investigación, todos

sujetos a un condicionamiento histórico específico y común en todos los

perfiles de referencia.

La pertinencia de la observación de los procesos vividos individualmente

nos ha permitido profundizar en los acontecimientos que se han

desarrollado en las vidas de estas mujeres, a partir de la práctica regresiva

de investigación utilizada. La focalización en el pasado de la historia oral

es, sin duda, de un gran interés cuando se desarrollan estudios como el que

aquí se presenta. La justificación de su empleo es, por tanto, indudable

ante una memoria histórica que pretende recuperar las voces silenciadas

de los represaliados en general y de las mujeres de referencia en particular.

Ésta es, en consecuencia, la manera óptima de rescatar y escuchar esas

voces que, además, nos permiten reinterpretar la historia sesgada que

hasta ahora se conocía, por ser la única en torno a la cuál se orientaba el

empeño dominante de visualización.

La recogida de información mediante entrevistas históricas realizadas a

mujeres que vivieron en la posguerra, seleccionadas entre aquellas que

fueron perseguidas, esposas, hijas o hermanas de perseguidos, permite

explicar el proceso seguido para alcanzar las conclusiones que se plasman

en el informe de la investigación de referencia. La narración de las mujeres

entrevistadas se ha obtenido desde la óptica temporal. Dicha óptica o

enfoque de análisis ha sido la referencia fundamental de la práctica

cualitativa que subyace a esta parte de la investigación.

9

A partir de una primera fase exploratoria de la investigación, se pudo

elaborar el diseño de la práctica cualitativa empleada. Esa primera fase

nos acercó a un conocimiento amplio y extensivo del objeto de análisis, en

general. Ello permitió proceder a una segunda fase, de carácter más

intensivo y explicativo, en la que se delinearon los perfiles y tipologías del

colectivo objeto de estudio. Una vez definido el perfil de los potenciales

entrevistados, en esta fase explicativa se realizaron las entrevistas históricas

que el presupuesto temporal y económico de la investigación permitía.

Pese a lo que pueda parecer una limitación, la información obtenida a

través de las entrevistas realizadas ha sido suficiente para profundizar en la

temática descrita. La saturación informativa ha revelado que la muestra

seleccionada de entrevistadas es significativa y suficiente para responder a

los objetivos del estudio.

Con el fin de acercarnos a los distintos discursos empleados por las mujeres

que vivenciaron la situación descrita, y que formaban parte de la muestra

de nuestro estudio, se han llevado a cabo diez entrevistas históricas. Esta

práctica ha concedido un acercamiento de tipo cualitativo al objeto de

investigación. Dada la especificidad de dicho objeto, se buscó que las

participantes en esta fase de la investigación formaran parte de una

muestra representativa que diera validez al estudio. Al respecto, la muestra

seleccionada proporciona un marco representativo en la medida en que

las peculiaridades de cada unidad de análisis son compartidas por el

conjunto de mujeres que conforman la población total de nuestro estudio.

En concreto, el objetivo de estas entrevistas históricas ha sido el de:

• profundizar en la relación con la persona represaliada,

• explorar el tipo de represalia sufrida,

10

• indagar en los efectos de cada situación en el entorno familiar, así

como en la vida cotidiana, en el trabajo, en los ingresos y en la

situación personal.

El guión que se ha seguido en las entrevistas ha sido breve, más bien

orientativo y siempre abierto al propio desarrollo de cada una de las

entrevistas. En primer lugar, se situaba a la persona entrevistada en el

momento que nos interesaba, en la Guerra Civil española. Éste ha sido

el contexto histórico de referencia de la investigación. Una vez

trasladados a aquella época, las entrevistadas iban determinando las

experiencias de su vida, la familia, la filiación política, su vida religiosa y

la de sus familias, así como su historia personal antes, durante y después

de la guerra.

Otros temas de interés han sido también la movilidad geográfica, la

convivencia con los represores y la presión ideológica. Poco a poco las

entrevistas fluían hasta el momento de normalización de las vidas de

estas mujeres y de sus familias. En ese momento se hacía referencia

también a las vivencias en torno al momento final de la dictadura

franquista y, situados ya en una historia mucho más cercana en el

tiempo, finalmente se examinaban reflexiones, percepciones y opiniones

en torno a la Ley de Memoria Histórica.

El cometido del equipo investigador en esta práctica era dar la palabra a

las mujeres víctimas de la guerra para luego analizarla; dar voz a las sin voz

para recuperar sus historias. Para establecer buena comunicación en la

interacción del/ la entrevistador/ a con la persona entrevistada, al

comienzo de la entrevista, se hacía una presentación breve de la

investigación y se explicaba el desarrollo de la práctica al uso. Los roles

quedaban definidos de manera que las entrevistadas hablaban libremente,

sin seguir un guión ordenado, dada la flexibilidad operativa que caracteriza

11

a este tipo de entrevistas. En todas las entrevistas se percibían buenas

relaciones interpersonales en cuanto a estos roles, pese a la asimetría de los

mismos.

En cuanto a la situación de entrevista merece destacar la aparición

constante de la rabia y el dolor en el discurso de las entrevistadas. Los

recuerdos son muy dolorosos. El resentimiento daba la cara a lo largo de la

narración. Los entrevistadores, no obstante, pudimos controlar las

situaciones más emotivas con éxito.

En algunos casos han intervenido también terceras personas en el proceso,

aportando información muy relevante, incluso contribuyendo a la

motivación de la entrevistada principal para construir un discurso más

coherente y cercano a las hechos. Téngase en cuenta, a tal efecto, que el

problema de la memoria, relacionado con la edad de las entrevistas, podía

enervar el discurso en algún momento; sin embargo, tal situación se

sufragaba con la intervención de las terceras personas mencionadas. Sin

duda, las narraciones de estas terceras personas se vinculan con las

trayectorias de las personas de nuestro interés. En definitiva, estaban

directamente relacionados con el tiempo histórico y social que sirve de hilo

conductor de los relatos y que se relacionan directamente con los

acontecimientos que han marcado su vida.

En general, se ha permitido cierta libertad en las distintas situaciones de

estas entrevista. Como se decía antes, no se estableció por parte del

entrevistador el orden de los temas a considerar. La focalización de la

entrevista era regresiva, se orientaba simplemente a los acontecimientos

del pasado y sus sucesivas consecuencias. De manera que han sido las

personas entrevistadas quienes han configurado su propio discurso,

adquiriendo el máximo protagonismo en la narración de su historia. La

figura del entrevistador ha sido en todo momento secundaria, sirviendo de

12

apoyo únicamente en aquellas ocasiones necesarias: bien ayudando a

recordar o fijar fechas entre los sucesos de mayor relevancia para el

estudio, bien reconduciendo a las entrevistadas cuando el discurso se

alejaba demasiado del interés del estudio o relanzando la narración.

En cuanto al perfil de las entrevistadas, algunas características

sociodemográficas de esta población, como es la de la edad, podrían

haber supuesto un inconveniente difícil de solventar. Sin embargo, no ha

sido difícil dar con los testimonios orales requeridos, pese a la avanzada

edad de las mujeres entrevistadas.

De otro lado, el foco geográfico de esta investigación es el de

Extremadura, una comunidad especialmente relevante por la intensidad

que allí adquirió la represión objeto de indagación. En concreto, las diez

entrevistas realizadas se elaboraron mediante la aplicación de los criterios

que quedan reseñados en el siguiente cuadro en el que se indican los

identificadores de las entrevistas y la descripción básica de cada una de las

entrevistadas.

IDENTIFICADOR

DE LA

ENTREVISTA

IDENTIFICADOR

DE LAS ENTREVISTADAS

A 1

Nacida en 1931. Hija de encarcelado cuando era

presidente de las Juventudes Socialistas y dirigente

de UGT. Fugado durante la encarcelación, refugiado

y reencarcelado posteriormente

13

A 2 Nacida en 1921. Hija de mujer fusilada

A 3

Hija de Miliciana

A 4

Nacida en 1936. Hija de fusilado

A 5

Nacido en 1935. Hijo de fusilado

A 6

Nacida en 1933. Hija de alcalde fusilado, licenciado

en Derecho

A 7

Nacida en 1934. Hija de alcalde fusilado en 1939.

Previa represalia y detención en el campo de

concentración de Castuera

A 8

Nacida en 1920. Hija de fusilada

A 9

Nacida en 1928. Hija de alcalde fusilado

A 10

Nacida en 1931. Hija de fusilado

14

La contactación con estas personas se hizo sobre el territorio, a través del

teléfono, explicando de manera general los objetivos del proyecto y

mencionando, asimismo, las organizaciones implicadas en el mismo. Las

entrevistas se realizaron en los respectivos domicilios de las entrevistadas.

A la población seleccionada para el estudio se les garantizó el anonimato

de sus discursos, así como la omisión de cualquiera de los elementos que

pudieran identificarles. Pese a dicha garantía, a muchas de las mujeres

entrevistadas no les importaba identificarse alto y claro; dado que, por fin,

percibían la sensación de poder expresarse libremente, algo tan reprimido

durante el largo período histórico en el que basan su discurso. Por parte

del equipo de investigación entrevistador se agradeció, tanto al inicio

como en el fin de la realización del trabajo de campo, la buena

disposición de las entrevistadas a ofrecer información relevante para la

investigación. Con todo ello, las entrevistas se desarrollaron con un nivel

de franqueza destacable.

Las entrevistas se realizaron durante el mes de octubre del año 2.009. Una

vez realizadas las entrevistas se fueron transcribiendo y analizando cada

una de manera individual, antes de terminar el proceso, y todas de

manera conjunta al finalizar. El análisis pormenorizado de cada una de las

entrevistas realizadas permitió ir afinando los criterios que orientaron las

sucesivas.

Cabe destacar la buena disposición general mostrada por las mujeres

seleccionadas para someterse a la situación de entrevista en la que se les

animaba a elaborar libremente el discurso sobre su propia trayectoria vital.

La totalidad de las entrevistas fueron grabadas para el posterior análisis de

los registros discursivo. A partir de dichos registros se ha procedido al

análisis sociológico de los relatos que describen los acontecimientos

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transcendentales y las experiencias más importantes de la vida de estas

personas, descritos con sus propias palabras.

Contextualización del objeto de estudio

El día 26 de diciembre del año 2007, se aprueba la LEY 52/2007, por la que

se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de

quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la

dictadura, 71 años después de iniciada la guerra civil española y 68 años

después de su finalización. Este periodo se divide en etapas de vital

importancia para la sociedad española. En la primera etapa que dura

hasta 1975 se vive una fase dictatorial caracterizada por la represión mas

encarnizada. Al inicio de esta etapa se suceden las represalias y los

castigos a las personas que no estuvieron en el bando del vencedor de la

contienda generando un miedo insuperable entre los supervivientes que

cada día temían por sus vidas y las de los suyos. En la siguiente etapa,

instaurada la democracia, el miedo sigue rodando hasta el año 2007 en el

que por fin y con muchos detractores se decreta la llamada Ley de

Memoria Histórica.

En este contexto surge la necesidad de abordar y visibilizar la situación de

las mujeres, que represaliadas, indirectamente y en ocasiones

directamente, tuvieron que enfrentarse con mucho coraje, comiéndose el

miedo y a veces con mucha miseria económica, a la vida cotidiana

compartida con hijos e hijas dependientes a los que se les ponía a trabajar

con 5 y 6 años simplemente para que estuviesen alimentados. La historia

es muy compleja y poco a poco vamos conociendo distintas cuestiones

sobre las relaciones en la época, pero nos está costando mucho.

16

Después de la guerra civil en la mayoría de los pueblos extremeños se

vivieron situaciones de tragedia continuada motivada por las

consecuencias de la represión del bando vencedor hacia todo aquello

que representaba la ideología del régimen anterior. Las mujeres fueron un

eslabón de esta cadena que padeció especialmente la dureza de las

actuaciones franquistas. Sin embargo, no se ha visto reflejado

suficientemente en los numerosos trabajos de investigación emprendidos

especialmente a partir de la década de los años 80 en buena parte de las

Universidades españolas y que dieron como fruto cientos de

publicaciones especializadas.

Muchos hogares extremeños quedaron casi bajo la única tutela de

mujeres que tuvieron que hacer extraordinarios esfuerzos para sacar

adelante a sus familias. Muchas tuvieron que abandonar sus pueblos

debido a la estigmatización de la que eran objeto por sus vecinos y que

apenas les dejaban malvivir en la mayoría de las ocasiones.

El contexto general se aporta en el apartado de historia del informe de la

investigación. No obstante cabe recordar algunos de los hitos mas

importantes, que marcaron y condicionaron una etapa de la historia de

España. Eduardo Martín González, considera “la represión franquista

como un proceso organizado que se inicia con la eliminación física de un

sector de las clases subalternas2 percibido como desestabilizador, con el

objeto de someter al conjunto de estas clases, y que continua con toda

una serie de prácticas complementarias destinadas a consolidar este

sometimiento”.

Algunos resultados

2 Sería necesario conocer que entiende el autor por clases subalternas, si se refiere solo a campesinos o incluye también clases medias, sobre todo porque en nuestro trabajo aparecen represaliados artesanos, profesionales y pequeños propietarios con ideología socialista, que como es lógico se convierten en lideres por sus conocimientos. Aunque quizá desde un análisis marxista se puedan considerar entre las clases subalternas.

17

Las mujeres que hemos entrevistado son hijas de represaliados o

represaliadas y están entre 60 y 79 años. Dejamos escapar a los que lo

sufrieron directamente y ahora no podemos dejar a las personas que aún

muy pequeñas perdieron a sus familiares lo que les produjo una profunda

desestructuración vital y familiar. A continuación vamos a describir los

temas más generales.

En general los temas recurrentes en las entrevistas son: en primer lugar

asesinato, de uno de los progenitores, en segundo lugar, el reclutamiento,

sobre todo de jóvenes, en tercer lugar, la pérdida de los bienes y, cuando

no los hay, de los medios más elementales de vida, en cuarto lugar la

desestructuración familiar y las consecuencias que ello supone en la vida

de los menores, en quinto lugar, la presencia del miedo que lo impregna

todo hasta el día de hoy y, por último, la ley del silencio especialmente en

materia de ideología política que ha sido degradada y sustituida por el

partido único.

A continuación vamos a describir las cuestiones anteriores de una forma

general. No es lo mismo para las mujeres que vivieron aquellos momentos

siendo las responsables de los menores a su cargo, que ser uno de aquellos

menores.

Asesinato : Ni todos los asesinatos son iguales, ni las desapariciones tienen

que ver unas con otras, pero sí hay una constante bastante repetida.

Todos están de acuerdo en que pasados los primeros momentos de

perplejidad son los falangistas los que vienen de otros pueblos y se llevan a

las personas de las cárceles. Las protagonistas de nuestra historia saben lo

que esto significa, cuando llegan de noche los camiones de otros pueblos

y había “saca”. Y las sacas terminaban en asesinatos en las cunetas.

18

Por supuesto no hablamos de los que iban al frente donde la batalla se

daba cuerpo a cuerpo, hablamos de los que quedan en los pueblos en los

que la vida debe continuar con personas mayores, jóvenes, campos y

animales.

Alguno desaparece y cuando finaliza la guerra se le espera, pero nunca

aparece y no se tiene confirmación de su muerte hasta muy

recientemente. No se concede el certificado de defunción fácilmente.

Incluso hay burlas por parte de las autoridades, “tu marido o compañero

se ha ido a Cuba”.

Hay mujeres a las que se va a buscar a su trabajo y son fusiladas con

premura, en la misma plaza del pueblo. Es decir no hay una regla, un

sistema, nada es racional en estos negros comienzos de la guerra.

Unas veces venían a por alcaldes, otras a por militantes de izquierdas y

otras simplemente a por pequeños propietarios o artesanos. Por lo tanto se

desconocía de donde les podían venir a las personas las agresiones y esto

hacía dos cosas: adoptar posiciones de ocultamiento físico (se recibía

alguna advertencia como: cuidado que vienen por ti) y mental (quedarse

en silencio) y tener miedo, mucho miedo.

El reclutamiento: Es un tema recurrente, el hecho de que entre los mas

jóvenes que no se habían incorporado al frente surgían problemas de

riesgo para su supervivencia y entonces los que estaban mas a resguardo

advertían a estos que se incorporasen al frente, ya que era la mejor forma

de salvar la vida. Más de uno lo consiguió por este procedimiento.

En una ocasión fue el jefe del trabajo, en otras, algún familiar…, de esta

forma las mujeres que habían perdido a sus maridos veían con resignación

19

irse a sus hijos con 18 años y menos, a cambio de estar, solo relativamente,

seguros de seguir con vida.

En algún caso se van huyendo del pueblo por el miedo al que se ven

sometidos y en la huida se encuentran con otras personas, y forman en lo

que se ha llamado la columna de los 8.000, cuyos supervivientes

finalmente se incorporan a la guerra en el bando republicano.

De cualquier forma suponía una nueva pérdida a sumar a la del marido.

En aquella época el valor de los hijos no tiene nada que ver con lo que

hoy entendemos por valor emocional de los hijos. Entonces suponían un

apoyo temprano especialmente en las tareas del campo, así a aquellas

mujeres que habiendo perdido a sus maridos les arrebataban también a

sus hijos por este procedimiento, perdían algo mas que un hijo. Una ayuda

al sustento, un potencial cabeza de familia, un apoyo físico y moral.

Subsistencia básica: vivienda y alimentos: Los dos elementos básicos de

subsistencia son los alimentos y la vivienda. En ocasiones se producía la

pérdida de los dos.

La vivienda se convertía en insegura después del asesinato, y sus

habitantes supervivientes salían de allí a lugares más seguros. Pero

generalmente esto se producía porque, al haber asesinado al hombre de

la casa, desaparecía también la posibilidad de alimentarse y se

refugiaban en casa de padres, suegros, u otros familiares fuera del lugar

donde se habían producido los hechos. En ocasiones las familias que se

marchaban eran propietarias de los bienes muebles que se veían

obligados a dejar atrás. En estos casos, la vuelta tras la contienda y la

reclamación de los bienes se convertía en una pesadilla ya que se les

negaba la propiedad. Se podían encontrar la casa ocupada por algún

falangista, no podían demostrar en ocasiones la propiedad, a alguna de

las mujeres entrevistadas, le llegaron a decir que la había vendido “por

20

una peseta”, cuando alguien les hizo un préstamo de tal categoría, era

considerado por el prestamista una inversión en una propiedad que era la

de los receptores del préstamo.

No solo era por seguridad, a veces las familias no se hubiesen marchado

de las residencias, pero si éstas estaban en régimen de alquiler, les

echaban a la calle y tenían que empezar a buscar donde meterse sin

medios económicos de ningún tipo. El hecho de dejar la vivienda estaba

muy unido a que desaparecían los medios para poder tener una

alimentación básica, pero en estos casos eran los propietarios que por

venganza o por miedo se deshacían de sus inquilinos y entonces

empezaba un recorrido que generalmente terminaba en la

fragmentación familiar como veremos en el apartado siguiente.

En cuanto a la alimentación se puede comprobar que en alguno de estos

casos, la búsqueda se convertía en un auténtico problema, los alimentos

para la prole, se sacaban de donde se podía, del campo, de lavar ropa y

sobre todo de tener a alguien, algún familiar, en panaderías. O las mujeres

o algún hijo trabajaban allí y siempre algo se podía sacar a escondidas

para la familia. Para muchas de estas mujeres aunque ellas no lo perciban

así, el tener relación con una panadería era una especie de seguridad

alimentaria que aunque precaria, producía tranquilidad de cara al

sustento de los más pequeños.

Alguna de las familias de las personas que hemos entrevistado no vivieron

el hambre de la misma forma, aunque si la pérdida de la vivienda

habitual. El sistema de vida también se perdía. Es decir cuando existía una

propiedad, en ninguno de los casos que entran en nuestro estudio pudo la

mujer continuar directamente con el trabajo. Solo alguna lo pudo hacer

pero de una manera precaria y algunas veces hasta a escondidas. Si se

trataba de servir o lavar ropa para otra gente no existía ese problema

21

pero en el caso de unos artesanos, de unos zapateros, de unos

propietarios de hotel la mujer no conseguía continuidad en el trabajo.

Primero porque en el primer momento huían y segundo porque les

acusaban, les señalaban y no les dejaban hacer las cosas.

Desestructuración familiar: La pérdida del marido y padre suponía un

quiebro en la vida de estas personas. La desaparición de uno de los

miembros de la pareja siempre ha supuesto para los pequeños un

descalabro, y algunos se han empeñado en que la desestructuración

familiar, sobre todo de los hijos de madres solteras ha sido el germen al

que estaban abocados por no tener padre, la delincuencia. En nuestro

caso esto no era posible, porque los hijos salían responsables de la unidad

familiar en cuanto podían responder con su trabajo, a pesar de lo cual las

represalias no paraban en el papel que se les hacia jugar a estos jóvenes y

se les trataba como carne de cañón.

Las viudas solían cambiar de lugar de residencia, lo que suponía cambios

de colegios, si los hijos e hijas eran admitidos en los colegios de los pueblos

a los que iban a residir, porque en alguna ocasión, se dio el caso de que

se les negaba el colegio. Los argumentos, los de siempre: ser hijos de rojo.

Y, entonces, como una paradoja más de esta guerra civil, el recurso era el

colegio privado de monjas.

Cuando el nivel era de pobreza extrema, no quedaba mas remedio que

repartir a los hijos para que se pudiesen alimentar entre familiares más o

menos próximos, separando a las madres de sus hijos y a los hermanos y

hermanas entre si. En alguna de las entrevistas comentan que a los cinco

años les pusieron a trabajar algo que se hacía con el objetivo de que

pudiesen comer.

22

Pasado el primer momento, algunas familias se desplazaron a vivir a

Madrid, con la intención de buscarse la vida; pasando verdaderas

penalidades. En general, el trabajo al que podían acceder era el trabajo

doméstico. Donde la paga era mínima si es que la había, porque a veces

les enviaban a clase de costura y con ello consideraban que ya les

estaban pagando.

Generalmente, las madres adoptaron la opción de callar. El silencio mas

absoluto producto del miedo era lo que prevalecía entre estas mujeres.

Solo una de ellas es reflejada por sus familiares como una mujer que no se

calló nunca. Y muchas de las hijas, en cuanto pudieron empezar a

trabajar, tuvieron que sacar adelante a sus madres, algunas de las cuales

se encerraron y aislaron del resto de los vecinos y prácticamente de los

familiares.

A veces los familiares no eran una garantía de seguridad porque la

denuncia podía provenir de ellos, por lo que el silencio y el aislamiento era

muy grande. Otras veces, sin embargo, el falangista era quien echaba

una mano para apoyar a estas familias, incluso salvar alguna vida.

El miedo: Algo venimos avanzando acerca del miedo. Pero es necesario

hacer mucho hincapié y reforzar mucho este discurso porque si no, no

resulta creíble. Hay que escuchar a las personas a las que mataron a

algún familiar o incluso estuvieron ellas amenazadas. Cuando está en

juego la vida, y por el mero hecho de ser familiares de víctimas, se sentían

amenazadas. Lo que más caracteriza a nuestras entrevistadas es un

miedo que transmiten tan claramente que lo hacen compresible

mentalmente pero también físicamente. Durante muchos años han vivido

con el miedo de que lo que tuvieron que pasar en su momento se pudiese

reproducir y sabían que para ellas no sería posible vivir una segunda vez

aquellos hechos.

23

Esto es lo que ha hecho que sepamos tanto y tan poco a la vez de los

problemas que tuvieron, lo que tuvieron que vivir y como fue su

supervivencia.

Si nos referimos a hechos históricos se ha tardado mucho en empezar a

elaborarlos, también porque la dictadura duró mucho, pero entre lo

primero y lo segundo el desconocimiento se ha apoderado de la

sociedad española y el miedo está vigente porque no son pocos los que

se oponen a recuperar la memoria del sufrimiento y del horror que supuso

la guerra civil.

El recurso del silencio: No es fácil separar unos ítems de otros ya que todos

van un poco encadenados, pero tenemos que hacer hincapié en el

silencio que como hemos mencionado es producto del miedo y además

de la desafección política a la que somete el régimen dictatorial a la

población española.

Basta observar en los discursos cómo en la mayoría de los casos, se

manifiestan en la actualidad como de izquierdas moderadas, pero

cuando hacen referencia a la época de los asesinatos y las persecuciones

dicen que no existía motivo, que sus familiares no eran políticos, solo

visitantes de la casa de pueblo, por ejemplo.

Y en este apartado ese sentimiento de la maldad de la política, es algo

que hacen explícito los falangistas de cara a las mujeres, como hemos

visto en la arenga de Primo de Rivera a las mujeres. La política es mala y se

adopta el silencio como supervivencia.

Conclusiones

24

La información obtenida de las entrevistas históricas realizadas ha sido

especialmente valiosa a la hora de conocer y comprender la vida

cotidiana de las mujeres entrevistadas, que atravesaron las circunstancias

referidas. Los discursos resultantes de las entrevistas han conseguido mostrar

la memoria individual de estas mujeres, manifestada a partir de una

realidad cambiante, influenciada por factores históricos y externos a su

propia vida. En nuestro análisis hemos comprobado que los discursos de

estas mujeres se aproximan entre ellos, en la medida en que representan

líneas de vida compartidas. Dicha coincidencia nos han permitido analizar

sociológicamente períodos concretos de la historia de la posguerra

española, desde una perspectiva también concreta: la de las mujeres que

atravesaron situaciones de injusticia histórica.

Asimismo, desde el recuerdo, bien grabado en la memoria de las

protagonistas, hemos podido recopilar hechos y reflexiones de carácter

biográfico, a través de las entrevistas históricas descritas. Como era de

esperar, son momentos, los de referencia, difíciles de olvidar para las

entrevistadas. A partir de los mismos, ellas reconstruyen el pasado. Su

reconstrucción se sujeta a una historia que no es la suya. Es decir, hacen

constantemente referencia a la memoria histórica pero no a su propia

memoria: una memoria de mujeres víctimas de los acontecimientos vividos

en circunstancias tan injustas como las que describen.

Más allá de la historia establecida, estos discursos dan a conocer una

historia “nueva” de mujeres, oculta en general. Una historia donde se

entremezclan la rabia, el dolor, la valentía, el silencio, el miedo, la dignidad

y la censura. Esta historia complementa la historia convencional,

situándonos en circunstancias e interpretaciones hasta ahora desconocidas

y sesgadas.

25

En primer lugar hay que señalar el déficit que suponen los estudios de

historia de las mujeres, tratándose de personas que no han alcanzado

ningún tipo de relieve sobre historia de la guerra civil española. Este

desconocimiento nos impide tener una fotografía clara de lo que suponía

para los vencidos la vida cotidiana y, sobre todo, cómo se las apañaban

las mujeres para sacar adelante a sus familias, en una sociedad

concebida para que esto fuese imposible para las mujeres.

Por eso es tan importante la línea de investigación que abre Mary Nash

sobre historia de las mujeres. No sin sufrimiento académico, ya que las

profesoras de historia de las mujeres eran denominadas por sus

compañeros “historiadoras uterinas”, se va abriendo camino la vida de las

mujeres en épocas históricas en todas las áreas, no solo políticas sino

Sociológicas, Económicas, incluso de Bellas Artes y Literatura. Y por eso

queda tanto por conocer y principalmente de la vida cotidiana.

Tampoco tenemos suficientes estudios sobre la vida cotidiana en la guerra

civil, por esa ley del silencio no promulgada pero promotora de la

supervivencia de las gentes.

Las historias de vida de estas mujeres muestran que en cada caso se

produjo una situación distinta. Aunque aquí en principio nos hemos

quedado con las generalidades: los asesinatos, el hambre, la

desestructuración o desmembración familiar, el miedo y el silencio, que

dificultó y sigue dificultando el mejor conocimiento de aquella época. Por

supuesto, el periodo analizado supuso un fuerte retroceso en todos los

aspectos estudiados: desarrollo de las libertades públicas, evolución de la

sociedad, educación o cultura y en los que muchas mujeres jugaron un

papel especial como sujetos de múltiples represiones, pero, a la vez, como

impulsoras de una tenaz resistencia.

26

Cabe destacar que el miedo no puede ser el elemento vertebrador de

este país, que hay que erradicarlo y que para ello, y a pesar de

argumentos en contra, hay que seguir profundizando en el conocimiento

de la época e intentar hablar con la “mayor naturalidad” posible de

aquellas etapas para que no vuelvan a repetirse.

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