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Melquisedec, El Gran Príncipe Y Rey

Por William Marrion Branham Enero 9, 1955. Jeffersonville, Indiana. U.S.A.

Buenos días amigos. Estoy ciertamente feliz de estar aquí en esta mañana, en esta hermosa mañana de invierno; el sol está brillando en nuestros felices corazones. Yo estaba sentado allí con el reverendo, el señor Beeler, mientras él estaba haciendo grabaciones del Espíritu

Santo cayendo sobre el edificio, y la gente regocijándose, y los niños felices. Y estamos agradecidos de estar vivos y entre aquellos que pueden venir hoy en los servicios. Ahora, estamos tan agradecidos por cada uno de Uds. 2 Y allá atrás los ujieres, cuando alguien entra, ellos toman algunas sillas

de aquí y pueden sentarse atrás del altar, y otra parte de una banca aquí también en el frente. Esto es si la gente llega poquito tarde. 3 Ahora, esta próxima semana comenzamos otro viaje mundial anual.

Comenzando el día 12, que es este viernes venidero, en Chicago en una campaña en la iglesia de Philadelphia. Entonces creo que desde allí, a partir de esta mañana, comenzando el 3 de febrero en Lubbock, Texas; en el auditorio del cazón del Algodón. Entonces de allí a Phoenix, y entonces a la exhibición entre los Angeles y South Gate en California. Y si el Señor lo permite, entonces estamos deseando ir de allí a Honolulu, 4 Ahora, yo ciertamente aprecio a toda la gente que ora. Si ellos sólo le

pidieran al Señor cada día una pequeña oración por mi salud. Ud. difícilmente sabrá de este lado de la eternidad cómo yo dependo de Ud. de sus oraciones cuando me voy. 5 Yo estaba agradecido de oír al Hno. Tommy en esta mañana, en su

testimonio, de cómo es que Dios tiene Sus brazos abiertos siempre dispuesto para recibirle. No importa lo que haya hecho, El está aún con Sus brazos abiertos para recibir cada alma arrepentida que venga a El; no importa lo que haya hecho o cuán grande sea el pecado. El siempre está dispuesto a perdonar. Dios les bendiga. Dios le bendiga, mi joven hermano. 6 Ahora, yo me estaba dando cuenta de los resultados del servicio del

domingo pasado, la gente por la que se oró. Tenemos pequeñas entrevistas privadamente para que la gente... 7 Yo le digo, Uds. vean amigos. La razón que aquí no tenemos servicios

de sanidad, Ud. entienda, que no tenemos algún lugar adecuado para

A

WILLIAM MARRION BRANHAM 2

atender la gente. Así es. Nunca fueron anunciados servicios de sanidad, aquí en el tabernáculo. Por lo tanto, oramos por los enfermos cada vez que estoy aquí. 8 Y es difícil de encontrar auditorios, y Uds. que son extraños, de

diferentes partes del país, y que vienen; no hay mucha gente del Evangelio completo aquí en la comunidad, o en los vecindarios aquí. Pero... No todos los que patrocinan los servicios o cooperan son gente del Evangelio completo, porque hay muchos que son de diferentes iglesias. Nosotros no tratamos de representar alguna cierta organización de iglesia. Sólo tratamos, con la ayuda de Dios de representar al Señor Jesucristo, y ser libre para todos. 9 Sólo noté que el domingo pasado, allí en el cuarto, había un hermano

de color que recientemente había sido salvo, unos cuantos meses atrás él y su amada esposa. Ella estaba paralítica sobre un soporte, y él tenía una horrible hernia. Mientras hablaba con él en privado, en la oficina de los diáconos. El había llamado y había hecho los arreglos. Cada domingo tenemos tantos que tenemos que atenderlos. Y al estar aquí sentado, siento, en la inspiración del Espíritu Santo... 10

Una dama, apenas había salido de allí, y estaba en muletas y que tenía... Y salió caminando sin ellas... Y este hombre, creyó definitivamente en el Señor Jesús. Se oró por él, y tenía una horrible hernia. Y yo le dije: “Ahora, salga y desde este mismo momento regrese a su lugar.” Le dije: “Ahora, así al hacerlo, verá cómo se mueve hacia atrás, y eso le dará a Ud. más fe.” 11

Vea, la fe tiene que ser basada en algo, no sólo un pensamiento místico, tiene que tener algo básicamente para tener dónde pararse. La fe lo hace. Y es la razón que creemos que la Palabra de Dios enseña sanidad Divina, liberación del alma, liberación del cuerpo. Y lo basamos sobre la eterna Palabra de Dios. 12

Yo le dije al hermano: “Ahora, para que Ud. sepa que yo le he dicho la verdad...” Porque viéndolo a él ante mí en la visión, yo dije: “Cuando Ud. vaya a casa y vaya fajado de esa hernia, tome una cuerda y mírela. Y entonces corte la cuerda, y no la toque hasta el siguiente domingo. Y antes de que Ud. venga, tome eso, tome otra cuerda y envuélvala alrededor de eso y tráigame la diferencia que hay en la cuerda.” El dijo: “Yo lo haré.” 13

Bueno, aquí está la cinta, como de una pulgada y media cortada. Y aquí está el hombre sentado, Ud. puede ver lo que sucedió. Ahora, algo pasó. Yo nunca en mi vida había visto alguna vez que Dios dijera algo por visión o revelación, que no haya exactamente sido como Dios dijo que sería. Vea, sólo exactamente. 14

El domingo por la tarde, al venir su esposa, estaba caminando sobre un soporte de una muleta o un bastón. Y yo noté hoy que ella difícilmente podía caminar; y yo le dije que el Señor la sanaría. Ella tenía un miembro

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que estaba zafado. Yo la vi caminar. Y lo puso en su hombro, y aquí está ella hoy. [Una hermana dice: “Bendito el Señor, yo soy ella”.—Editor] Hay otra dama, una de ellas que vino de... ¿Quién? Ella estaba... estaba en tal situación con tantas enfermedades el domingo pasado, y estaba inválida. Y ella vive por aquí en algún lado, alrededor de GeorgeTown. ¿Es así dama, o alguien vive allí.? Ella dijo: “Pero Hno. Branham, yo soy anciana.” 15

Yo le dije: “Pero también Abraham era un poco más viejo que Ud. cuando se le pidió algo que era imposible.” Y ella lo aceptó, y allí está. Y aquí está otra dama sentada, detrás de la dama, de la cual estaba hablando, allí mismo detrás de su esposo aquí. La dama de color, sentada aquí, y la otra dama allá atrás. 16

Aquí están las cintas como evidencia, se han quitado las muletas como evidencia. Jesucristo vive y reina, para la evidencia suprema de que El se levantó de los muertos y está hoy con nosotros. Cómo le agradecemos a El desde lo profundo de nuestro corazón que El aún viva, El no está muerto. El se levantó de los muertos y vive entre mortales hoy, siempre dispuesto, capaz para hacer en abundancia y excedentemente sobre todo lo que hagamos o pensemos. Le alabamos con todo nuestro corazón por Su regia bondad hacia nosotros. 17

Ahora, vea así... ¿Hay más bancas aquí? [El Hno. Neville dice: “Hay algunas largas aquí atrás”.—Editor] Muy bien. Ellos tienen más para que los traigan aquí y se sienten en la plataforma, si lo desean. 18

Ahora, para la lección de la escuela dominical,... He tenido mucha enseñanza, sólo un poco en la dirección de la escuela dominical. Si Dios lo permite vamos a tratar de terminar un tema que comenzamos hace unos cuantos días aquí en el tabernáculo; hace unos cuantos domingos. 19

Y ahora, el Hno. Junior quizá traería... Pero me pregunto si Ud. se sentaría aquí en la plataforma, y sólo dejar que alguna de las damas... puede traerlo aquí mismo quizá y mejorarlo de lo que sería. Tráigalo aquí al frente. Y tan pronto como la clase de escuela dominical sea despedida en ese cuarto, habrá más asientos listos. Ahora, si alguien que... quizá alguien se ha afiliado con la iglesia aquí. Para los extraños es un poquito penoso venir aquí. Pero si alguien está afiliado con la iglesia, venga y tome sus asientos, los cuales probablemente alguien más se los dé así como entren. 20

Ahora, hoy, estamos estudiando la bendita Palabra de Dios. Si recuerda el último mensaje, fue en el libro de Hebreos. ¡Es muy maravilloso estudiar la Palabra de Dios! Eso nos da vida Eterna. Jesús dijo: “Escudriñad las Escrituras, porque en ella parece que tenéis vida Eterna, y ellas son las que testifican de Mí.” Y qué amoroso es saber que El nos ha bendecido al darnos la Palabra viva. Dios está en su Palabra. 21

Ahora, todos Uds. volteen sus Biblias en Hebreos, capítulo 7.


22 Y no trataremos de tomar mucho tiempo en esta mañana, sino sólo una

pequeña exaltación de Cristo por la Palabra, para que nosotros pudiéramos dejar que Ud. vea lo que El es y porqué es que estamos aquí hoy, porqué el Cristo mismo es lo que es, al hablar de la Palabra: “Y la fe viene por el oír, el oír de la Palabra de Dios.” ¡La Palabra.! 23

Ahora, podemos tomar las páginas y voltearlas, pero sólo hay Uno que puede abrir la Palabra, y Ese es Cristo. Porque Juan lo vio en la visión como: “El Cordero sacrificado desde la fundación del mundo.” Y no había ninguno en el Cielo que fuera digno para abrir el libro o pudiera soltar los Sellos. Y él vio un Cordero, que había sido inmolado desde la fundación del mundo que vino y tomó el Libro de la mano de Aquél que estaba sentado sobre el trono y abrió el Libro y soltó los sellos. 24

Ahora, El es el autor del libro. Hablémosle a El sólo un momento antes de que abramos el libro. 25

Nuestro amable Padre Celestial, con grandes corazones y amor profundo vinimos hoy a ofrecerte nuestro atributo de alabanza y a darte las gracias a Tu nombre glorioso. Has sido tan amable con nosotros: “Que siendo aún pecadores, Cristo murió en nuestro lugar, el inocente por el culpable, cargando sobre de El los pecados de todos nosotros y quitándolos.” Y El pagó el premio supremo que satisfació a Dios. “El se levantó de nuevo por nuestra justificación, sentándose en Su diestra hoy, viviendo siempre para hacer intersecciones sobre nuestra confesión.” ¡Oh, cómo te agradecemos por la esperanza sólida que tenemos! Cuando todo alrededor se está terminando, aún la misma vida mortal, nuestros corazones son puestos sobre esa esperanza Eterna bendita. 26

Muchos en esta mañana, estamos aquí necesitados, Padre; a causa de su espíritu, o sus almas. Nosotros oramos que Tú salvarás al que no es salvo. Permítelo Señor. Da un caminar más cerca para aquéllos que son indiferentes hacia Ti. Y oramos que Tú sanarás a todos los enfermos, para que pudiera ser cumplido lo que fue hablado por nuestro mismo Señor: “Las cosas que Yo hago vosotros también las haréis.” Y que El dijo que nosotros debemos “Ir por todo el mundo y predicar el Evangelio, poniendo las manos sobre los enfermos y ellos sanarán.” 27

Y al ver aquí en este pequeño edificio, en esta mañana, muchas gentes que estaban en muletas hace unos días; y hoy caminan sin ellas normalmente. Levantados y sostenidos por debajo de los brazos eternos de nuestro Señor Jesucristo, ¡Caminando! Y los que estaban muriendo con cáncer, ahora están aquí sanos. Tus siervos, los doctores, les dieron una declaración. Ellos no pudieron encontrar eso ya más, se ha ido. Te damos gracias por esas cosas. Perdona nuestras faltas, y llena nuestros corazones con amor. Háblanos por Tu Palabra, te lo pedimos en Su nombre. Amén. 28

Sólo una pequeña vista anticipada, para tomar las bases de la lección de nuestra escritura, esta mañana. Como ha sido hablado acerca de la


seguridad de la esperanza que está en nosotros, muy hermosamente dada aquí en la carta de los Hebreos. Después de leer cómo Dios lidió con Su gente, Israel en los días pasados, entonces vemos que la promesa fue extendida a nosotros. Eso nos da una gran aseguranza que así como podemos ver todo eso que sucedió allá atrás en aquellos días y que fueron ejemplo de lo que Dios está haciendo hoy por nosotros para Sus hijos creyentes. 29

Y ahora sólo vamos a hacer un pequeño repaso de la lección del domingo pasado, del capítulo 6 de Hebreos. Comenzaremos alrededor del versículo 12 o 13 aquí.

Porque prometiendo Dios a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo,

30 Estoy seguro que la clase recuerda cómo tomamos eso, para ver lo que

Dios había hecho y cómo es que El le prometió a Abraham que le daría éste pacto, y hacerlo con él y con su simiente después de él. 31

Y Dios juró por un juramento. Y cualquiera que jura por un juramento lo hace por alguien más grande de lo que ellos son. Así que Dios no teniendo uno más grande que El, El juró por Sí mismo, que El mantendría Su pacto con Abraham. Entonces, ¡Qué santos del Señor, qué fundamento tan firme.! 32

Si nos acercamos a este tema hoy, muy sensiblemente, calmadamente; nunca será excitado. La fe nunca se excita. La fe nunca se precipita por sí misma. La fe sabe lo que está hablando. 33

Ud. nunca vio a nuestro Maestro excitarse de cualquier cosa. Al estar cerca de la tumba de un hombre muerto, estaba tan calmado como lo estuvo cuando se sentó sobre el monte y miró sobre Jerusalén. 34

Cuando El estaba parado en el problema, en una embarcación en los mares turbulentos, y las olas amenazándolo, El quietamente descansaba en Dios; al grado que nunca le puso suficiente atención a eso para despertarse. Siempre estaba sin turbación. Eso es fe. 35

Ahora, vemos aquí que la razón que nosotros podemos estar sin preocupación, es porque se le fue dado a nuestro padre Abraham y a sus hijos. Y el Dios que dio la promesa, juró por un juramento de que El lo confirmaría y lo sostendría. Y eso es lo que El ha hecho. 36

Y encontramos que los hijos de Abraham no son los judíos por fuera, los cuales las tribus de... Fuera del linaje de Abraham. Pero a través de Abraham vino Isaac, a través de Isaac vino Cristo, a través de Cristo bendijo al mundo. Porque fue dicho: “A Abraham y a su simiente, el cual era Cristo.” Para que a través de eso todas las tribus de la tierra fueran traídas hacia este pacto. 37

Y el pacto se le fue dado a Abraham incondicionalmente. “No:” “Abraham, si tú haces algo, yo haré esto.” Pero: “Ya lo he hecho.” ¿Ve?


No es lo que nosotros hacemos, es lo que El ha hecho por nosotros. No es nada que nosotros mereciéramos. ¿Quiénes seremos nosotros, los injustos de aún hacer algo para merecer algo ante el Gran Dios Jehová y Su gran Santidad suprema.? La única cosa que podemos hacer es aceptar y estar agradecidos por lo que El ya ha hecho por nosotros. Oh, eso es tan simple. ¿No lo es? 38

Estoy seguro de que muchas veces en el pensamiento de la gente, ellos tratan de hacer sanidad Divina, y alguna grande cosa inalcanzable, algo de esa forma. “¡Si yo sólo pudiera alcanzarlo!” 39

¿Pudiera Ud. imaginarse a Jesús diciendo: “Ahora, déjenme examinar mi fe y ver si tengo suficiente fe para hacer esto. Ver si tendré que ayunar un poco.”? El estaba perfectamente inconsciente de la fe que El tenía. El sólo la hablaba, y sabía que eso sería así. 40

Justamente como Uds., que vienen aquí de sus casas hoy, probablemente quieren regresar a sus hogares y decirle a su esposa y a sus amados: “Regresaré en cierto tiempo, después de mediodía:” ¿Cómo sabe Ud. que lo va a hacer? Ud. no trata de pensar: “¿Tengo suficiente fe para irme a casa? ¿Tengo suficiente fe para manejar mi carro?” Ud. inconscientemente mete su llave y se aleja manejando y se va a casa. ¿Ve? Es la fe inconsciente que lo hace. 41

Así es con Cristo. Nosotros sólo inconscientemente decimos: “Esa es Su Palabra, eso la asienta. No hay más.” Y prosiguen. Así es como consiguen ayuda. Ahora, “Dios jurando por Sí mismo, no otro mayor.” 42

Nos apuraremos y llegaremos a nuestro texto hoy de Melquisedec: “Melquisedec, el gran príncipe y rey.” Ahora, el verso 14 dice:

Diciendo: De cierto te bendeciré bendiciendo, y multiplicando te multiplicaré.

43 Porque El iba a ser multiplicado para cada nación. Y el Evangelio a

través de Cristo... Ahora, eso no lo podía hacer bajo la dispensación de la ley porque no llegaría eso muy lejos; sólo al circuncidado, y esos eran los judíos. Pero en la esfera del Espíritu Santo tenía que circuncidar cada corazón. Todas las naciones, El multiplicaría a Abraham a todas las naciones. Y así, “esperando con largura de ánimo, alcanzó la promesa”. 44

Cómo nosotros vivimos en eso, cómo: “Abraham esperando con largura de ánimo [Después que él había resistido pacientemente.—Traductor] Resistir es ver ¿Qué? Al Dios, como si fuera visible parado ante él: “Y después de su paciencia, después de que él había resistido el duro pleito, él heredó la promesa.” 45

¿No es eso extraño? Mire como Dios podía haber bajado y dado la promesa ahí mismo, y hacer la obra entonces. El podía haberlo hecho. 46

Cuando Ana estaba en el templo orando, Elí salió y pensó que ella había bebido. Y ella dijo: “No estoy ebria, estoy orando para que Dios me


quite mi reproche.” El dijo: “El Señor Dios te conceda tu petición.” 47

Ahora, Dios podía haber colocado al pequeño Samuel exactamente en los brazos de Ana. Todos sabemos eso. El es un creador de todas las cosas, sólo lo habla la existencia. El podía haberlo puesto directamente en los brazos de Ana; pero en lugar de hacer, fue el procedimiento regular de 9 meses antes de que el pequeño bebé viniera. El podía haberlo hecho instantáneamente, pero no lo hizo, El sólo le dio la promesa, y ella heredó la promesa. 48

Cuando Dios le dijo a Moisés, cuando él comenzó a salir para ir a la tierra prometida: “Todas las promesas que le di a Abraham hace años, están todas allí con los filisteos y con todos los tipos de grandes pueblos guerreros que están allí.” El dijo: “Ahora es toda de Uds..” Allí estaba el Amorita, el Libita, el Perisita, y los Jubinitas, y los filisteos, y todos los demás allí en Palestina. Dios dijo: “Se las daré a Uds., es toda suya. Ahora vayan y tómenla.” 49

Oh, yo espero que Uds. lo vean. Es algo que yo quiero que llegue a Ud., poner su fe a donde corresponde. Encuentro mucha gente que tienen fe, si tan sólo supieran cómo ponerla a trabajar. 50

Cuando Benjamín Franklin encontró primero la electricidad, él dijo: “Yo la tengo, yo la tengo.” Pero él no sabía lo que tenía. 51

Después vino Tomás Edison y dijo: “Eso trabajará para nosotros.” Y a él no le importaba cuánto tiempo tomara. El probó con 10,000 alambres, y aún así él encontró un alambre que finalmente llevaría la electricidad hacia el alambre; el sabía que había un poder, y que ese poder obraría en nuestro beneficio. 52

Y, ahora nosotros encontramos salvación, que nos salvará de nuestros pecados; que nos tomará de la mujer más vil o el hombre más borracho o la prostituta, y nos hará un hijo de Dios. Bueno, esa misma fe... ese mismo Poder que levantará a un hombre caído o a una mujer así, trabajará por nosotros en muchas formas diferentes. Sanará nuestros cuerpos, si Ud. puede sólo encontrar el acercamiento correcto. Ud. tiene que encontrar cómo hacerlo. 53

Es como si yo tuviera una hacienda, aquí en esta colina, llena de buen maíz; y eso sólo estuviera casi muerto, por falta de agua; y yo tuviera un pozo artesano de este lado de la colina. Bueno, yo no puedo hacer que este pozo traiga el agua aquí abajo, y de este lado de la colina para regarla. Pero yo tengo que examinar esa tierra y encontrar cómo esa agua tome su propia corriente y curso, y venga aquí y riegue la cosecha. Ella lo hará si yo tan sólo dejo que corra en su propio canal. 54

Y así es la misma cosa como es el Espíritu Santo y la promesa de Dios. Si nosotros tan sólo la dejamos correr en su manera; y no nos metemos en el camino, no arrojamos nuestras dudas allí. “Porque esto no es, y aquello


tampoco”. Sólo dejar que el Espíritu Santo de Dios trabaje, y que Ud. descanse sobre la promesa y ella hará exactamente lo que Dios dijo que haría. 55

Abraham era un anciano, tenía 100 años de edad cuando Dios le apareció en el Nombre del Dios Poderoso. “El Poderoso.” Eso allí viene de la palabra en hebreo de El, “El Shaddai”; el cual quiere decir: “El regazo, o el pecho de una mujer.” Ahora, él era viejo, su fuerza había terminado. Pero “El Shaddai” es el poderoso, “El dador de fuerza.” Y todo lo que él tenía que hacer era obtener esta promesa. Eso estaba allí mismo, en esa promesa. En otras palabras, como el bebé a su madre, cómo él se amamanta de la madre, y eso le da fuerza al bebé. 56

Y nosotros hacemos la misma cosa cuando venimos a Dios y vemos Su promesa. Sólo se la dejamos allí a Dios y sacamos de Su palabra la fuerza de Dios, eso es dado en su curso, no tomando nuestras propias ideas, sólo creyéndola. 57

“Después que él había resistido, (Esperando con la largura de ánimo) él obtuvo la promesa.” Oh, ¡Yo amo eso! Ahora, la misma cosa obra para salvación; la misma cosa obra para sanidad Divina. ¡Cómo Dios en Su gran amor e infinita misericordia nos lo dio a nosotros! Ahora:

Diciendo: De cierto te bendeciré bendiciendo, y multiplicando te multiplicaré. Y así, esperando con la largura de ánimo alcanzó la promesa. Versículo 16:

Porque los hombres ciertamente por el Mayor que ellos juran; y el fin de todas sus controversias es el juramento para confirmación.

58 En otras palabras, si el juramento es hecho, entonces ese es el fin de

todas las cosas. Si Ud. viene y dice: “Hno. Branham, yo como un cristiano pongo mis manos sobre la Biblia y juro que haré una cierta cosa. Si Dios me deja vivir para hacerlo, yo lo haré.” Muy bien, entonces, para mí ese es el fin de toda duda. ¿Ve? Ud. tiene que jurarme que Ud. lo hará. 59

Y Dios le juró a Abraham que El mantendría Su pacto con él y su simiente para siempre. Dios juró por El mismo hacerlo. Y al hacerlo... 60

Cuando Ud. hacía un juramento bajo la vieja ley, y mataba un animal y lo cortaba en dos. Y los dos hombres, sobre los cuales era tomado el juramento, se paraban entre el animal y ellos escribían un cierto contrato en un pedazo de papel. Y eso era roto y era dado a uno y al otro hombre. Y ellos juraban sobre este animal muerto. Y si rompían ese pacto entre ellos, serían como este animal muerto. 61

Así que Dios no teniendo por quien jurar, El juró por Sí mismo; y El tomó el juramento sobre el cuerpo del Señor Jesucristo, eso fue previsto en una sombra. Y en el pacto, cuando El llevó a Cristo al Calvario, dividió Su cuerpo y Su alma aparte, y levantó Su cuerpo para sentarlo en Su mano derecha, y envió el Espíritu Santo para estar en la iglesia, para hacer la


misma cosa aquí en la iglesia que El hizo en Cristo, cuando estuvo sobre la tierra. Y probó a través de eso, que El se levantará en los últimos días, para sentarse con El y estar con El en Su Reino. 62

Y hoy, para ver el mismo Espíritu Santo que estaba sobre Jesucristo trabajando en la Iglesia, ¡Confirmando todo lo que Dios dijo.! ¡Qué maravillosa esperanza está construida en nosotros, el pensar que somos Sus hijos, y que somos bendecidos en Su presencia.! Y ahora El está aquí con nosotros, como la prueba infalible que El es el Señor Dios, que hizo la promesa a Abraham. 63

Ahora escuche el verso 17:

Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de Su consejo, interpuso juramento para que por dos cosas inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fuertísimo consuelo, los que nos refugiamos y nacimos de la esperanza propuesta.

64 Qué maravillosa promesa: “¡Dos cosas inmutables.!” Dios no puede

mentir y ser Dios. Ahora, si Dios ha hecho una promesa en Su Biblia aquí, y creemos que la Biblia es la palabra infalible de Dios. Y si Dios ha hecho una promesa en Su Biblia, tenemos esta consolación y sabemos que es imposible que Dios mienta. Por lo tanto, cuando vemos que El lo ha prometido en la Biblia, lo creemos: cuerpo, alma y espíritu. Es imposible que El mienta. Ahora, si hay una falla, eso está en nosotros, no en Dios. Porque El está obligado a Su Palabra, porque juró por Ella. 65

Estoy seguro que cuando lo veamos en esa luz, las cosas comenzarán a formarse y a verse diferente que lo que solíamos verlas. La sanidad del cuerpo no se torna en una ficción, sino en una realidad. El bautismo del Espíritu Santo no se convierte en una sustancia emocional elaborada. Se convierte en una realidad de la presencia moradora del Señor Jesucristo para cambiar la vida. 66

Hace unas noches en un servicio de oración, me dijo un hombre: “El Espíritu Santo fue dado sólo a los 12 en el día de Pentecostés.” 67

Yo dije: “Bueno, entonces ¿Qué de los 120 que estaban allí al mismo tiempo que Lo recibieron? ¿Qué de los gentiles cuando Lo recibieron en la casa de Cornelio? Cuando Pablo, treinta y tres años más tarde les preguntó a los Bautistas si ellos habían recibido el Espíritu Santo desde que creyeron, y El puso Sus manos sobre de ellos y ellos recibieron el Espíritu Santo, poniendo a la iglesia de Corintios en orden: ‘El también puso en la iglesia apóstoles, profetas, maestros, evangelistas, dones de sanidad.’ Y todos esos dones maravillosos, años y años más allá de Pentecostés.” 68

Entonces es hoy para cada creyente. “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a cada criatura.” ¿Qué tan lejos? “A todo el mundo.” ¿A cuántos? “A toda la gente.” “El que cree y es bautizado será salvo, y el que


no creyere será condenado. Y esas señales seguirán a los que creen; en Mi nombre echarán fuera demonios, sanarán a los enfermos, y todo lo demás.” 69

Allí está, es la promesa de Dios que juró que El haría. No importa cuantos se levanten y traten de negar o personificarlo, cuanto se levante para tratar de contradecirlo o derribarlo. Eso seguirá y seguirá por siempre, porque Dios juró por Sí mismo, que El sostendría eso. Y si yo fallara en predicarlo, y lo dejara, Dios levantará a alguien en mi lugar para ir con ello. Si Ud. falla en creerlo, habrá alguien parándose en su lugar para creerlo en lugar de Ud.; porque Dios ha prometido que lo haría. ¡Oh, qué consolación nos ha dado.! 70

Y la parte hermosa acerca de ello, mi amigo cristiano, es el pensar que ahora tenemos la evidencia de ello. La tenemos aquí en bendiciones, la tenemos en poder, la tenemos en milagros, la tenemos en señales, la tenemos en una fotografía, la tenemos en cada manera que Dios lo ha prometido; aún más de lo que El ha prometido darnos. Y es la verdad infalible; no la verdad de un hombre, no la verdad de un maestro o filósofo; sino es la verdad del Dios Todopoderoso. ¡Y qué esperanza se nos ha dado.! No me extraña que podamos cantar:

Mi esperanza no está construida en nada sino en la Sangre de Jesús, con justicia; cuando todo alrededor de mi alma se vaya, entonces El es toda mi esperanza y permanencia. Porque nos paramos en Cristo, la Roca sólida, y todos los otros terrenos son arena movediza.

71 Ya sea popularidad, o nuestra iglesia, o nuestros amigos, nuestros

asociados, o lo que pudiera ser, si fuera nuestro doctor, o nuestro sacerdote, nuestro predicador; todos los otros terrenos son arena movediza. ¡Solamente Cristo.! Y todo el que ha sido dado de alta en este gran campo de batalla y de frustraciones, han sido hombres y mujeres que se han parado solos sobre sus convicciones. Cuando todo lo demás ha fallado y ha caído a su alrededor, ellos aún permanecen. 72

El viejo Abraham Lincoln estaba convencido de que él estaba correcto. El se paró solo en sus convicciones. Pero él lo probó y salió su testimonio por su propia sangre. 73

Jesucristo se paró solo en Su día como un ejemplo de que cada hombre -sobre sus convicciones de la verdad eterna de Dios, que tomará y se parará en su posición solo, pero ¡No solo, sino con Dios.! La compañía invisible que nos sigue a través del viaje de la vida y abajo a través de la sombras, de los valles de las sombras de muerte, y hacia la Eternidad. El aún irá con nosotros, y ser Dios. 74

Entonces, ¿Cuáles son nuestras esperanzas construidas en esta mañana? Porque Dios juró que El lo haría a Abraham. No sólo juró a Abraham, sino a cada una de Sus simientes. ¿Quién es la simiente? Es el... Ud., quien ha tenido la ubicación de venir al Señor Jesucristo, la simiente


de Abraham. Ciertamente hay una gente que no es llamada. Pero es para cada uno de los que en esta mañana han sido llamados. 75

¿Por qué está aquí esta mañana? Algo le dijo que viniera. Ud. sabe que no era el enemigo haciendo lo incorrecto al venir a la iglesia. Ud. no podía hacer eso. Cuando Ud. viene a la iglesia, Ud. hace lo correcto. 76

Y Jesús dijo en Sus propias palabras que: “Nadie puede venir a Mí, si el Padre no lo trae primero. Y todo el que viene, Yo le daré vida eterna, y lo levantaré en el último día.” Piense de eso, cada persona que viene a la invitación del Señor Jesucristo, se le ha prometido vida eterna y la resurrección en los últimos días. Por el Dios Jehová Quien juró por un juramento que El lo haría; y El envió a Su Hijo y confirmó la Palabra. Y El juró que El lo haría, lo dio en un tipo a Abraham, lo cumplió en Jesucristo ¡Al levantarlo.! “Viviendo El me amó, muriendo me salvó; Siendo enterrado El quitó mis pecados, Levantándose El justificó libremente para siempre; Algún día El vendrá. ¡Oh día glorioso!” 77

Allí está, ¡Nuestra justificación.! Cada vez que Ud. escucha los terrones caer sobre el cofre diciendo: “Las cenizas a las cenizas, y el polvo al polvo, y la tierra a la tierra.” Nuestra fe mira más allá hacia otra tierra más, adonde hay una tumba vacía, de que algún día glorioso, El, quien prometió venir, vendrá. Y tan seguro como Jesús se levantó de los muertos, nosotros nos levantaremos con El en la resurrección. ¡Qué hermosa esperanza tenemos.! 78

Ahora, rápidamente aquí, nuestro tiempo se está acabando antes de que lo sepamos. Yo creo que es el verso 19.

La cual tenemos como segura el firme ancla del alma, y que entra hasta adentro del velo;

79 El ancla de nuestra alma, que entró al velo, más allá del velo, ¡Y se

ancló.! Ud. sabe, a veces un barco... los que sirven y todo lo demás saben eso. Y Ud. quien ha estado en el mar. Cuando realmente las olas vienen y mueven muy duramente ese bote, ellos lo anclan. Y él tiene una línea que baja y se agarra. Y él pudiera moverse de un lado al otro, pero esa ancla está agarrada. ¡El ancla.! Ellos no ven tierra por ningún lado, pero arrojan el ancla más allá del velo, el cual es el agua, y esa ancla baja hacia el fondo del mar, a la cima de una grande montaña, allí en algún lado. Y busca hasta que se agarra de esa montaña y se sostiene en esa cavidad allí, y todo el mar no puede moverla ya más. Está anclada, fuera de la vista. 80

Y el que ha recibido a Jesucristo como Salvador personal, ha nacido de nuevo del Espíritu Santo, se ha anclado. Si Ud. está enfermo y su esperanza está en construida en Cristo, Ud. ha arrojado su ancla. El doctor puede decir esto o aquello, pero tan seguro como su fe mira más allá. Las olas -las células enfermas- se muestran enfermedad. La fiebre se levanta y todo lo demás, pero su ancla se sostiene dentro del velo.


81 En algún lado, allá lejos en la tierra mística dicen: “¿Sobre qué están

puestas tus esperanzas? El doctor dice que se ha terminado. La medicina dice que no se puede hacer nada, el cirujano ha fallado.” Pero mi esperanza no está construida en eso. Nosotros tenemos nuestra esperanza dentro del velo. ¿Qué velo? A través de la regadura de Su Sangre que separó Su espíritu de Su cuerpo; y entre ese cuerpo allí, el ancla se ha agarrado de algo. 82

Una vez yo vi un barco siendo movido allí. Y yo pensé: “Qué es lo que está sosteniendo ese barco en ese mismo lugar.?” Yo no podía entenderlo: “¿Estando allí en el mar?” Y yo noté que las olas lo movían para atrás y para adelante, pero no se movía de ese lugar. Yo no podía ver nada, pero allí había un alambrito, una soga que bajada de la cubierta de ese barco, hacia un ancla que habían puesto hacia algo allá abajo... Adonde yo no podía verla. Más allá de las aguas. Y estaba allí agarrado. Yo dije: “¡Alabado sea Dios.!” 83

Sí, un día yo encontré un ancla. Yo la leí aquí, donde decía: “El que quiera venir, dejadle venir.” Yo lancé esa ancla más allá de algo que yo no podía ver. Algo que se agarró de un sostén. Y cuando la batalla está rugiendo, el Ancla se sostiene dentro del velo. Cuando los incrédulos surgen, y los problemas surgen, y todo alrededor mío se termina, nuestra ancla se sostiene dentro del velo. ¿Dónde está? Yo no sé, pero está más allá del velo, en algún lado, anclado en la Roca de las Edades.

Nuestra ancla es firme, y movible, y se sostiene dentro del velo. Por lo cual tenemos como segura y firme ancla del alma...

84 “Seguro y firme.” Oh, si sólo tuviéramos un poco más de tiempo para

ver lo que esa seguridad significa: “Aseguranza,” Algo que Ud. sabe, y su aseguranza. ¿Qué es una seguridad? “Dios juró por un juramento que El lo haría.” Esa es la aseguranza. 85

Un hombre vino a mí hace tiempo y me dijo: “Billy, quiero venderte una póliza de seguro.” Ahora, la aseguranza está bien, yo mismo no tengo ninguna. Creo que me fui a un extremo con eso. Una vez una compañía le dio problemas a mi pobre y viejo papá, porque él era tan ignorante para leer la póliza. Y un abogado de Philadelphia no podía leerla de todas formas. Así que él dijo... El dijo que le vendió esta póliza y él pagó por ella. Mi hermano y yo pagamos por 20 años. El vino y dijo: “Costará 5,000 dólares cuando termine.” Y a través de la depresión y cosas como esas, ¡El pobre y viejo hombre trabajando.! Y al final de eso ellos nos dijeron que habíamos leído la póliza incorrectamente: “Que costaba 7 dólares y 50 centavos.” Así que eso me amargó. Ahora, no todos ellos son así. Aquí hay gente de seguros sentados ahora mismo. 86

Muchas veces la gente viene y me dice: “Billy, quiero venderte un seguro.” Ahora, creo que eso está perfectamente bien. Yo dije: “Mire, yo tengo un seguro.”


87 Y él me dijo: “¿Qué tipo de seguro Ud. tiene?” Yo le dije: “¿Qué tipo

de póliza Ud. tiene?” Yo le dije: “Vida Eterna.” El dijo: “¿Vida Eterna?” Yo le dije: “Sí señor.” El dijo: “¿Quién vende esas pólizas?” Yo le dije: “El Señor Jesús.” El dijo: “¿Y Ud. tiene aseguranza?” Yo le dije: “Sí señor” Dijo: “En realidad, ¿Qué clase es ella? ¿Qué es eso Billy?” Yo le dije: “Es una Aseguranza.” El dijo: “¿Qué?” Yo dije: “¡Bendita Aseguranza, Jesús es mío! ¡Oh qué gran probada anticipada de Gloria Divina.!” 88

El puso sus brazos alrededor de mí, era un amigo de la infancia. Y estábamos parados en la calle y él dijo: “Billy, eso no te pondrá en la tumba.” Le dije: “Yo sé, pero eso me sacará. Yo no estoy preocupado de llegar allí, sino de que El me saque.” Eso es cierto. 89

Yo podía pensar de mi póliza de seguro cuando estaba enfermo, pero no me haría ningún bien. Una enfermedad que finalmente me mataría. Pero mi Ancla se sostiene dentro del Velo: “Bueno, ¿Qué ve Ud.?” Yo no sé lo que veo. Hay algo que yo sé. Eso es, Ud. sabe. No es por obras, sino por fe. Nosotros lo creemos. 90

¿Qué tipo de aseguranza tuvo Abraham del doctor, de la Asociación Médica de Ur, o de cualquier otro lado? Cuando él tenía 100 años de edad, y Sara 90, ellos iban a tener un bebé. Pero su alma se sostenía dentro del Velo, porque Dios le dio la promesa y El descansaba en ella: “Y amó las cosas que no eran, como si fueran.” Porque sabía que Dios era capaz, y aquí está. Dios podía hacer lo que El había prometido. 91

El hizo el mundo, El me hizo a mí. El hizo todo, El le hizo a Ud.. El hizo todo por Su Palabra. Y Su Palabra hará justamente lo que El dijo que El haría. 92

Ahora, ¡Qué esperanza! “La cual tenemos como segura y firme Ancla del alma, dentro del Velo.”Tenemos que apurarnos ahora, porque tenemos una gran línea de oración viniendo. 93

Ahora, note. “¡Oh vaya! Donde...” Muy bien, todos miren ahora en el verso 20, sólo mire esto:

Donde entró por nosotros como precursor, Jesús,... 94

¿El precursor de qué? El precursor de nuestra salvación, física y espiritual. “Porque mas El herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados, el castigo de nuestra paz sobre de El, y por Su yaga fuimos nosotros curados.” El precursor de nuestra salvación ya ha entrado. “La aseguranza ya entró, aún Jesús...”

“Hecho pontífice, según el orden de Melquisedec.” 95

Ahora estamos viniendo a donde quiero llegar en este texto rápidamente, y entrar a eso. Todas esas grandes promesas, y eso lo traemos a una sola cosa de que: “Jesús, nuestro precursor, Quien fue la simiente de Abraham,” El nos llamó a través del Espíritu Santo a esta esperanza


bendita que ahora tenemos: “Una Ancla del alma, firme y segura, anclada hasta dentro del Velo.” Este Jesús, siendo un precursor, que fue hecho según el orden de Melquisedec. 96

Ahora este gran hombre, Melquisedec. Vamos a hablar de El los próximos minutos. Nos apuraremos los próximos 10 o 15 minutos. Y entonces construiremos su fe ahora para la línea de oración. No deje que el diablo le robe nada. Ud. debe estar aquí en esta mañana, en este pequeño edificio, donde el Dios poderoso vendrá a esta humilde morada aquí. Ud. dice: “Se mira muy mal.” Pero El vino a un pesebre. El vendrá a cualquier corazón humilde que se abra y diga: “Si Señor, yo lo creo, Quizá no lo entienda, pero lo creo de todas formas.” 97

Esta esperanza bendita que tenemos: “Cristo, el precursor, ya ha venido.” ¿Sabe Ud. lo que es un precursor? Algo que corre antes, o que va adelante. Siendo Cristo el precursor de nuestra salvación, El vino a la tierra para ser un ejemplo de la Iglesia. De que la Iglesia continuaría sus obras, después de que El había completado Su sacrificio en el Calvario. ¿Lo ve Ud.? Note. 98

Entonces, El nació en humildad en un pesebre. Se burlaron de El, así como con nosotros, y cualquiera que Le sirva. Pero mientras El estuvo en la tierra, El: “Que no tuvo acepción de personas.” El amó a todos, sanó a todos, bendijo a todos. El hizo el bien a donde quiera que iba; dio Su vida como un sacrificio, murió, fue enterrado, se levantó, ascendió; como el precursor para nosotros. 99

Y el mismo Espíritu que estaba sobre de El, ha regresado a estar con la Iglesia, para dirigirla y guiarla. Hablando: “Un poquito y el mundo no Me verá más, pero Uds. Me verán, porque Yo...” “Yo, es un pronombre personal.” “Yo estaré con Uds., y aún en Uds. hasta el fin del mundo.” Y así como dirigimos nuestras mentes a este gran Sacrificio Supremo, así como el precursor de nuestra bendita esperanza que ahora tenemos detrás del Velo. 100

Entonces, lo creemos por fe. Nuestra Ancla sale allí, y apunta a eso en la Palabra de Dios. Se pega detrás del Velo. Y en la línea de oración nos sostiene firmes a la promesa: “No andando de aquí para allá, movidos con todo viento de doctrina; sino firmes, siempre trabados en la Gracia del Señor, porque sabemos que Sus obras en el Señor no son en vano.” ¡Qué esperanza.! 101

Ahora, este Melquisedec, sólo hablando de El aquí ahora... Pablo hablaba a los Hebreos de un tipo del Antiguo Testamento. 102

Vamos a voltear a Génesis, el capítulo 14 y leer un poco antes de que prosigamos. ¿Quién era este Melquisedec? Leemos en el capítulo 14 de Génesis, y el verso 14 comenzando. 103

Ud. sabe que Abraham había sido llamado fuera de Caldea, de... La


ciudad de Ur, más bien, de la tierra de Caldea. Y Dios le dijo: “Sal de tu gente, y ven aparte.” Déjeme poner énfasis sobre de eso. ¡Oh, si tuviéramos más tiempo hoy! Es tan limitado. 104

“Sepárate de tu gente y apártate, y Yo te bendeciré.” ¿Ve? 105

Y en orden para obtener esta misma promesa que Abraham tuvo, Ud. tiene que separarse de los contactos mundanos, todas las cosas del mundo. De sus deseos pecaminosos, de sus codicias, pasiones del mundo, y de todas esas cosas; separarse de eso. Venir aparte hacia una tierra extraña, una tierra que Ud. nunca había visto ante, para caminar, no por vista, sino por fe. 106

Porque Abraham no tenía nada. Y mire, él... Nadie había cruzado este río Eufrates, y viajado hacia esta tierra. “Pero Abraham por fe, dejó a los suyos y salió, separándose él mismo.” 107

Y así como la Sangre de Jesucristo hoy, por el Espíritu Santo, nos separa de las cosas del mundo, para caminar en una vida nueva; criticados, burlados, llamados fanáticos, malentendidos; pero eso tiene un Ancla. 108

Hebreos 11 dice: “Anduvieron de acá para allá, cubiertos de pieles de ovejas y de cabras; siendo destituidos, y de lugar en lugar, porque ellos creían que estaban buscando una ciudad cuyo constructor y hacedor era Dios.” Algo dentro del Velo les dijo: “Que había una tierra, una ciudad, cuyo constructor y hacedor era Dios. Y ellos buscaron eso, no sabiendo lo que estaban haciendo.” 109

Y así es con cada peregrino hoy. El está buscando algo donde no puede poner sus manos, pero él ve la evidencia de esa Venida alrededor de él. “¿Qué me hace hacer esto? ¿Qué hizo a esta mujer paralítica caminar? ¿Qué hace que esta hernia salga del hombre? ¿Qué hizo que ese cáncer dejara a la mujer? ¿Qué hizo que esos oídos sordos se abrieran, la otra noche, aquí a los 82 años de edad? ¿Qué lo hizo?” Son los atributos supernaturales, que el Ancla... Esa ciudad cuyo constructor y hacedor es Dios, que nosotros buscamos, Ud. no puede ver dónde está, pero hay algo que se ancla más allá: “El Ancla dentro del Velo. Nuestras esperanzas son firmes y movibles.” 110

Y Abraham dejó la tierra, viajó y se llamó él mismo un extraño y un peregrino. Y mire, Abraham, como todos los mortales, no era un hombre inmortal, no era un hombre que no podía cometer un error; sino que constantemente cometió errores. Pero no importa cuántos errores hizo, su Ancla aún se sostenía, porque él tenía la promesa. 111

Así que tomó con él a Sara y a Lot, él tomó a su padre. Y mientras ellos estuvieran con él, Dios no podía bendecirlo. El anciano finalmente murió y lo enterraron. El fue un poquito más adelante y Lot resbaló. Y Ud. sabe lo que pasó allí. Entonces él se separó de él, y Dios apareció de nuevo y le dijo: “Ahora Abraham, mira la tierra, es toda tuya.” Cuando él hizo la


elección correcta. Eso es. Sepárate de todo. 112

Tendré que decir esto, mire. Espero que eso encuentre su lugar de reposo, porque yo nunca lo premedité. 113

Quizá esa sea la razón que alguno de nosotros no estamos mejorando. Nos estamos agarrando de las cosas que deberíamos dejar ir, en la separación. Una pequeña duda, una pequeña pregunta, un pequeño exepticismo: “Me pregunto si eso es correcto, ¿Podría hacerlo? ¿Podía hacer eso? ¿Cómo podría hacerlo?” ¡Suéltelo en esta mañana.! 114

Hebreos 12:1 dice: “Dejando a un lado todo peso de pecado que nos rodea.” “El pecado.” ¿Qué es eso? “La incredulidad que fácilmente nos rodea.” “Y corramos con paciencia la carrera que nos es propuesta, puestos los ojos en el Autor y consumador de la fe, en Cristo.” 115

Note a Abraham aquí. Entonces, él entró en problemas. Lot se fue a Sodoma y Gomorra. Ud. sabe la historia. Tendremos que apresurarnos, no podemos entrar al verso 14. 116

La primera cosa que Ud. sabe, todos los reyes gentiles vinieron allí, vinieron a Sodoma y declararon la guerra, y tomaron a Lot, el sobrino de Abraham, y se lo llevaron; y a la esposa y a los hijos de Lot, y al resto de ellos y dejaron el país. 117

Y uno de los reyes de Sodoma, cuando él comenzó a correr, fue hacia las planicies allí y cayó muerto. Y fango fue lo que hicieron de sus ladrillos y cemento, y construyeron sus ciudades con eso. 118

Sólo como una lectura anticipada de esto, Ud. léala cuando llegue a casa. Pero por el tiempo tan limitado tendremos que apurarnos. El verso 14

Y oyó Abraham, que su hermano estaba prisionero,... 119

Hermano, me gusta eso: “Su hermano.” ¡Y mire lo que Lot le había hecho.! Pero aún así, había algún tipo de atadura que los unía, si el hermano estaba resbalado. Así como el joven de hace rato, el ministro joven aquí, que había resbalado y se había alejado. Aún así, de todas formas, el Espíritu Santo llama a esa persona. Cuando él está en problemas, El está aquí con él.

...el hermano de Abraham estaba prisionero, y armó a sus criados, los criados de su casa, 318, y siguióles hasta Dan. Y derramóse sobre de ellos de noche, él y sus siervos, e hiriólos, y los fue siguiendo hasta Joba, que está a la izquierda de Damasco.

120 Abraham tomó a todos sus siervos y los armó, sólo piense de lo pobre

que había sido cuando dejó la tierra en Ur, en Caldea. Ahora tenía 318 hombres armados como siervos. ¿Dice Ud. que Dios no lo bendice? “318 hombres.” Ud. dice: “Bueno, ¿Es correcto?” Eso es lo que dice la Escritura, él tenía suficientes siervos para pelearle a un ejército. ¡Y él venció! Note: “Y él trajo...” Y él los persiguió y tomó todo lo que tenían.


Y recobró todos los bienes y también a Lot, su hermano, y su hacienda, y también las mujeres y su gente.

Y salió el rey de Sodoma a recibirlo, cuando volvía de la derrota de Quedor la Omer, y de los reyes que con él estaban al valle de Save, que es el valle del rey.

Entonces Melquisedec, rey de Salem, sacó pan y vino; el cual era el sacerdote del Dios alto.

121 Después de que todos los gentiles habían venido y tomado a su

hermano, Abraham tomó a sus siervos, los persiguió y bajó y los rescató, retornó con ellos y los trajo de regreso. (Y mató a los reyes.) 122

Note, y salió el rey de Sodoma, porque el rey de Gomorra había sido matado. Pero el rey de Sodoma vino y le trajo a él “Todo tipo de regalos que tú has tomado de esa gente, yo te los daré.” 123

Encontraremos más tarde, en este capítulo, cuando Abraham dijo: “Que desde un hilo hasta la correa de un calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: ‘Yo enriquecí a Abraham.’” Pero al pensamiento que queremos llegar está aquí mismo.

Entonces Melquisedec, rey de Salem, sacó pan y vino; el cual era el sacerdote del Dios alto. Y bendíjole, y dijo: Bendito sea Abraham del Dios alto, poseedor de los cielos y la tierra; Y bendito sea el Dios alto, que entregó tus enemigos en tu mano. Y dióle Abraham los diezmos de todo.

124 Amo eso. Note ahora, después Abraham, aquí está el cuadro espiritual.

Abraham, “su hermano,” que se había desviado. Un cuadro de la verdadera iglesia, o del genuino creyente de Dios que es bendecido, y tiene la promesa de Dios, tiene el pacto de Dios, y tiene fe en el pacto. 125

Ahora piense, si Ud. cuenta aquí, había alrededor de 10 o 15 reyes que salieron, probablemente, ¿Cuántos siervos tuvieron? Pero Abraham contó como fiel lo que él tenía, “Nacido en su propia casa.” ¡Oh vaya.! El fiel: “Nacido en su propia casa.” Eran sus siervos los que habían sido circuncidados, los que habían sido incluidos en la misma promesa en que él estaba. Y él fue detrás de su hermano caído, y persiguió a esos reyes con un pequeño puñado de hombres como de 318, y los venció, y los tomó y los degolló. Y trajo de regreso lo que estaba perdido. 126

¡Es un perfecto cuadro de Cristo! Y la Iglesia, el Espíritu Santo guiando a los fieles que han nacido en la misma casa del Espíritu Santo a donde Cristo fue nacido, persiguiendo al desviado y al caído. Y matando cada cosa mala que los venció. ¡Amén! Venciendo al pecado, haciendo a un lado todo el peso del pecado. Hablándole a la gente acerca de sus codicias y de las cosas que están haciendo; ¡Córtenlas.! Sus enfermedades y todo, predicándoles el Evangelio a ellos y trayéndolos de regreso hacia el compañerismo completo con Dios.


127 Note, y cuando él regresó, Melquisedec lo encontró. ¿Quién era este

Melquisedec? Y note, la primera cosa, Melquisedec no le ofreció a él ningún dinero. Melquisedec sólo ofreció “Pan y vino.” Melquisedec era un sacerdote del más alto, el rey de Jerusalén. 128

Entonces era llamada Salem. Aquí está el Cruden (Diccionario) Yo pensé: Si eso fuera cuestionado después, puedo probar que Jerusalén primero fue Salem. J-e-r-u-s-a-l-e-m. Vea, Salem. Jeru-salem. ¿Ve? Primero fue llamada H-i -r-u- -a- -m, Hieru-salem, eso es cierto. El cual estaba en la posesión gentil. Oh, espero que Ud. vea esto ahora. Jerusalén era primero una posesión gentil. 129

Y el rey de Jerusalén, o Salem, el cual significaba el rey de paz, el rey de justicia; encontró a Abraham, así como él regresó. Y le dio: “La comunión, pan y vino.” Cientos de años, antes de que el pan y el vino aún fueran una ordenanza en la iglesia. Y él era el rey de Jerusalén. Amén. 130

¿Quién era este gran hombre? Regresando a nuestro texto de capítulo 7 y verso 7….

Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios altísimo… El no era sólo un rey, sino un sacerdote. El cual salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo. (Las bendiciones sólo vienen de alguien más alto.) Al cual asimismo dio Abraham los diezmos de todo, primeramente él se interpreta Rey de justicia… y luego también Rey de Salem, que es rey de paz;

131 ¿Quién era este gran hombre, de hace muchos años? ¿Quién era El?

Escuche. Leamos un poquito más de El.

Sin padre, sin madre, sin… Sin principio de días, ni fin de vida… 132

Si El no tuvo padre, ni madre, ni principio de días o fin de vida, Melquisedec existe aún. ¿Es correcto? [La congregación dice “Amén”.—Editor] “Mas hecho semejante… no teniendo padre, ni madre.”

Mas hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.

133 El no puede… no tuvo principio, El no tiene fin, El no tenía padre o

madre; pero aún El era un hombre y vino de Salem. Paz, El era el Rey de paz, El era el Rey de justicia. El no era sólo un Rey, sino El era un Príncipe, y El es el príncipe de paz, El es la rosa de Sarón, el lirio de los valles, la estrella de la mañana, el Alfa, Omega; El que era, es, y El que de ha de venir; la raíz y linaje de David. El era antes que David, en David, y después de David. 134

¿Quién fue este sacerdote? Nadie sino el Señor Jesucristo encarnado en Su poder magnificente. El era el mismo, un poco más tarde después que se encontró con Abraham. Y le dio la comunión, porque era pueblo del pacto. Entonces a través del mismo pacto, tomamos… Y El estaba en una sombra


que Melquisedec, cuando se convirtió El en un hombre de carne, sería cortado en partes. Y sería dada la comunión, la fragancia de Su cuerpo partido, así como lo tomamos hoy. 135

Allí encontró Melquisedec a Abraham, y él le pagó los diezmos. Amén. Abraham, el hombre más grande de la superficie de la tierra, pagó diezmos a Melquisedec: El Rey de paz, el Rey de Salem, el Rey de justicia. Y El era un príncipe, y El era un Rey, y El era el Siervo del Altísimo; el cual fue Jesús. 136

Y unos cuantos años más tarde, -o no mucho después de eso, cuando Lot había resbalado y Sodoma había sido quemada. Y cuando Abraham fue dejado solo con Sara, allí en las tierras estériles. Entonces había… Su ganado estaba muriéndose de hambre, y parecía como que Dios le había fallado, pero él tenía una fuerte fe para creer. 137

Y un día él estaba sentado en la puerta de su tienda, bajo un gran roble. Eso aún permanece hoy como un memorial, y eso está cercado allí. Y Abraham sentado en la puerta de su carpa, vio a Melquisedec venir a él; eran tres hombres caminando. Y yo sólo imagino a Abraham decir: “Yo le he visto antes.” Y aquí viene El. Y él dijo: “Déjame… Ven, mi Señor, déjame traer un poco de agua para Tus pies.” De algún modo muy profundo en el corazón de ese hombre del pacto, sabía que El era alguien más que un hombre. 138

El dijo: “Nosotros somos extraños, venimos de un país extranjero.” Sus ropas estaban polvosas. Sí, lo estaban. Todo el camino desde la Gloria. Así que ellos caminaron allí y le dijeron a Abraham… les trajeron una cosa para lavarse. Y Abraham comenzó a mirarlos. El se metió en la carpa y dijo: “Sara, párate aquí sólo un minuto.” Y El fue entre el ganado y tomó una de los becerros más gordos que podía encontrar, y lo mató, y lo trajo. Y le dio a este Hombre algo de carne y pan y leche y mantequilla… Y comieron. 139

Ahora, cuando Melquisedec, el Rey de Salem, el sacerdote del Altísimo, el Rey de paz, que no era otro sino... parte adelantada del Señor Jesucristo. Y cuando El encontró a Abraham, le dio la comunión a comer, y lo bendijo. Y aquí está Abraham, encontrándolo en su viaje a Sodoma, y Lo alimentó con carne y pan. Oh, ¿No ve Ud. la conexión entre esos hombres? El prometió. Que nuestro pan y agua estarían seguros. Y Dios lo hará, tan cierto como estamos aquí sentados. Y cada promesa Divina tiene que ser hecha, El está obligado a ella. 140

Y cuando los dos ángeles fueron hacia Sodoma, Abraham permaneció allí. Y él miró alrededor, junto con el Hombre. El dijo: “Si Yo encuentro tantos, y tantos.” Y El se mantuvo bajándolo hasta diez. Y cuando El se fue; entonces el Angel, o el Hombre que estaba parado junto a él, desapareció y se desvaneció, por el sacrificio. Y Abraham dijo: “Yo he hablado cara a cara con el Poderoso Dios.” Melquisedec, y Cristo en los


primeros planos. 141

Ahora, en esta mañana amigos, si pudiéramos tomar este velo que está ante nuestros ojos como carne que nos ciega, y partiera ese velo de regreso así, y sólo mirar más allá de la cortina del tiempo, para preguntarse qué sería eso. Yo solía cantar un cantito: “Yo estoy enfermo del corazón y triste, quiero ver a Jesús, quiero oír las dulces campanas del puerto tocar. Sí, si yo sólo pudiera verle, y sólo mirar más allá, la cortina del tiempo, eso me daría mi… más fe, y fortalecería mi fuerza, si tan sólo pudiera mirar más allá de la cortina del tiempo”. 142

El que estaba allí en esta Jerusalén sobre la tierra entonces, “El que no tuvo principio de días, o fin de años.” Y salió y dio la comunión a Abraham, que tenía la promesa. Y la promesa es extendida a nosotros esta mañana, es para cada uno de Uds.. 143

Podíamos tener más tiempo, desearía tenerlo sobre este gran tema; quizá algún día, después de que este viaje se termine. 144

Y así como yo voy a través de las naciones ahora, a las tierras extranjeras, predicando el Evangelio. Déjenme dejarles este pensamiento, Uds. mis hijos amados, mis hermanos y compañeros en el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. No se preocupe, tome nuevo ánimo en esta mañana, levanten sus cabezas, levanten las rodillas débiles y manos que alguna vez colgaron. Mire al Autor y finalizador de nuestra fe, el Señor Jesucristo, que nos ha dado estas promesas. Esta cosa que he tratado de predicarles, a través de la Revelación que me fue dada por el Señor Jesucristo, mientras que yo soy ignorante y sin letras, sin educación. Aún así el poderoso Dios lo ha colocado ante el mundo, porque es infalible. 145

Están sentados aquí en esta mañana aquéllos que estuvieron inválidos y afligidos la semana pasada, y que ahora en esta semana están bien y normales. Están aquéllos que estuvieron sordos, hace unas cuantas noches; y están aquí ahora parados oyendo tan bien como los demás. ¿Qué es? Es el pacto incondicional que El hizo con Abraham y Su simiente. El prometió que lo haría, así que por lo tanto, creámoslo en esta mañana con todo nuestro corazón. 146

Como gente, algunos de nosotros estamos sentados aquí; viejos, algunos poniéndonos canosos. Antes de que nos volvamos a encontrar, pudiera haber alguno de nosotros pasando más allá de ese velo. Pero lo que Ud. haga, lo que la vida produzca, si ella produce enfermedad, si ella produce cualquier cosa en el mundo, mantenga su ancla dentro del velo. Manténgase mirando al Autor y finalizador más allá, al Señor Jesucristo. Llame a esas cosas que parecen ser como si fueran. 147

Hay tres elementos que un hombre sigue. Primero, es lo humano; segundo, es la revelación Divina; tercero, es una visión, es ASI DICE EL SEÑOR. Muchas veces estamos desanimados aquí, y nunca escalamos hacia esto acá. Si Ud. no está desanimado allí abajo, lance sus esperanzas


a través de ese velo aquí arriba, a ASI DICE EL SEÑOR. A pesar de que Ud. no vea la visión; a pesar de que no venga la revelación; a pesar que cuando se ore por Ud. diga: “Yo sólo deseo que pudiera creer.” Eso no hace ninguna diferencia. Eche su ancla aquí y llame eso de todas formas. Abraham no podía ver. El dijo: “¿Cómo puede ser?” 148

María no podía entender, ¿Cómo podía tener un bebé sin conocer a ningún hombre? El dijo: “Pero el Espíritu Santo te hará sombra. El lo traerá a acontecer. ”Ella dijo: “He aquí la sierva del Señor. Que sea así conmigo.” ¿Cómo iba a hacer hecho? Ella no lo sabía. Pero ella echó su ancla más allá del velo, y siguió adelante testificando que iba a tener un bebé. Antes de que sintiera vida o cualquier cosa; ella llamó esas cosas que no eran, como si fueran. 149

Cuando Abraham tenía 75 años, y Sara 65, Dios les dio la promesa, Y pasaron veinticinco años antes de que viniera: “Pero Abraham no dudó en la promesa de Dios con incredulidad; sino fue fortalecido en fe, dando honra a Dios. Y llamando a esos síntomas y cosas que eran, como si no fueran.” Y testificó sólo lo que Dios dijo que era verdad, porque él tenía la promesa. 150

Dios sea misericordioso. ¡Oh! ¿Su fe aún se asienta en esta mañana? Cuando los vientos de problemas están soplando, las noches son oscuras, y los vientos y los relámpagos alumbrando, ¿Se agarra su ancla? Construya sus esperanzas en esta mañana, sólo en la Sangre de Jesús con justicia. Yo sé que es difícil, parece difícil. Pero tómelo una vez, y llévelo a Dios en Su Palabra, y vea qué bendita esperanza es el sólo marchar en fe hacia adelante. 151

En esta gran batalla de fe, así como lo hemos tratado de pelear, yo he venido a algunos terribles obstáculos que han estado sobre caminos rudos. Eso se muestra sobre mí al tenerlos. Pero ha sido la cosa más bendecida y no la cambiaría por nada en el mundo. 152

Y aquí están mis más grandes victorias, los placeres más grandes que yo tengo son cuando vengo en contra de algo, no puedo ver sobre de ello, alrededor o debajo. Yo sólo me mantengo caminando hacia ello, creyendo esto, que Dios hará un camino cuando yo llegue allí. Nunca vine este año hasta aquí, ningún… Y a todas las distancias que he venido, yo he confiado en El, El nunca me ha fallado.

“Es gracia la que enseñó a mi corazón a temer. Fue gracia que alivió mis temores; Cuán preciosa gracia apareció en la hora que primero creí; Y a través de muchos peligros, afanes, y trampas que yo he ya pasado; Fue gracia la que me trajo salvo hasta aquí, Es gracia la que me llevará. Y cuando hayamos estado allí diez mil años brillando como el sol; no tendremos más días para cantar Sus alabanzas que cuando primero principiamos”

153 Cuando estemos realmente allá con Abraham, Isaac y Jacob, aquéllos


que fueron herederos de la promesa, mirando hacia nosotros para no fallar: “Porque sin nosotros ellos no pueden ser perfeccionados.” Y cómo ellos están dependiendo en esta mañana de nosotros. No fallemos. Mantengamos nuestra ancla en Cristo. 154

Si Ud. es un pecador, no tiene que venir al altar. Es una costumbre hacerlo, pero no tiene que venir. Y no hay lugar para que venga, diga: “Señor, yo hecho a un lado todas las cosas mundanas ahora mismo. Me postro ante Ti, descalzo y desnudo como estoy, yo estoy en vergüenza y desgracia. Pero puedo echar mi ancla en Ti, y creer en Ti. Yo no puedo hacer nada, sino lo que Tú has hecho por mí.” 155

Si Ud. está enfermo, y los doctores dicen que no hay forma que sea sano, que no hay nada que se pueda hacer. Sólo mire en este taber-… Este pequeño grupo de gente en esta mañana, cuando éste es un pequeño puñado, ni aún son muchos millares que han sido sanados alrededor del mundo en las semanas pasadas. 156

¡Grandes campañas! El mundo está en algo grande con campañas de sanidad Divina; hombres de fe saliendo, tomando a Dios en Su Palabra. Los días gentiles se están terminando. Esta es una señal. Mírela, no espere tanto tiempo. 157

Ellos tardaron mucho para reconocer a Elías. Aún los discípulos dijeron: “¿Por qué los escribas dicen que Elías vendrá primero?” El dijo: “El ya vino y no le conocieron.” Dijeron: “¿Quién fue?” El dijo: “Juan el bautista.” “Bueno, seguro que fue él.” Ellos dijeron eso. 158

Jesús vino y no lo conocieron. Después de que el romano lo crucificó, cuando era muy tarde para hacer cualquier cosa, él dijo: “Verdaderamente El era el Hijo de Dios.” A pesar de que El era un malhechor, a pesar de que se escupió sobre de El, de que se burlaron de El y se le persiguió; aún Dios lo vindicó con señales y maravillas. 159

No esperemos hoy tanto. Este es el fin de la dispensación gentil. Nosotros estamos terminando.

Las naciones se rompen, Israel se despierta, las señales que predijo la Biblia, los días de los gentiles numerados con cosas horrorosas “Retorna oh disperso a lo tuyo.” El día de redención está cerca, los corazones de los hombres caen de miedo; Sé lleno con el Espíritu, y enciende tu lámpara y límpiala, mira hacia arriba, ¡Tu redención está cerca.!

160 Nuestro Padre, te damos gracias esta mañana por esta esperanza

bendita. Oh, algún día glorioso cuando te pares sobre la tierra de nuevo, será dicho: “¿No estaba escrito en los cantos, ‘Su redención se acerca’?” Cuando estuviste aquí la primera vez, dijiste: “¿No fue escrito por David en los cantos estas ciertas cosas?” Y cuando pensamos de ese canto: “Habrá un encuentro en el aire,” para todos los profetas y los redimidos, y


el pequeño David, y Moisés, y todos los patriarcas; que estarán allí presentes. Entones diremos: “¿No fue escrito en los cantos que veríamos esto?” Y los redimidos de todas las edades juntos se regocijarán. 161

Padre, perdona en esta mañana, a cada hombre o mujer, muchacho o muchacha. Que este pueda ser un nuevo día en sus vidas, el tiempo que por fe aceptan al Señor Jesucristo como Salvador personal y ser sellados en el Reino de Dios por el Espíritu Santo. 162

Toma estas cuantas palabras apresuradas, Padre, y húndelas en los corazones de la gente, así como ellos tienen necesidad. 163

Sólo en unos cuantos momentos ahora, la gente vendrá aquí para ser sanada. Habrá aquéllos, Señor, quienes están ciegos, afligidos e inválidos, y enfermos, y todo tipo de enfermedades sobre de ellos. Padre, Satán hizo todo esto malo. Esa pobre gente, Señor, ellos no vendrían aquí si no creyeran que podían ser sanados. 164

Tú dijiste: “Nosotros vencimos por la Sangre del Cordero y nuestro testimonio.” Y aquí hay en la plataforma, muletas y demás cosas que han sido amontonadas; y quitadas de aquí, y sillas de ruedas y catres y camas sacadas. Y hombres y mujeres se han ido de aquí, Señor, de todo tipo de enfermedades y aflicciones que Satán había puesto sobre de ellos. No porque sea el lugar, sino es a causa de que su fe encontró Tus requerimientos aquí mismo. 165

Yo oro, Señor, que cada persona enferma aquí, que su fe sea suficiente, en esta mañana, para recordar al gran Melquisedec allá atrás, Quien no tuvo principios de días. El nunca tuvo un padre, o madre, o fin de vida; El vive aún hoy. Entonces fue encarnado y llamado Jesucristo, se convirtió en carne; murió, regresó a eso de nuevo. El es aún el Rey de paz, el Rey de justicia; prometiéndonos estas grandes cosas eternas. El quien… Había jurado por Dios a Abraham que mantendría el pacto, la promesa, a través de El, y Su simiente por siempre. Ayúdanos hoy para caminar a este plataforma ahora, con fe viva. 166

Algunos de aquí, Señor, están atados con hábitos sucios, viejos y pecaminosos hábitos de la carne. Dios, así como la Biblia dice: “Dejemos a un lado todo peso de pecado que nos rodea.” Dios, que la carne se pueda hacer a un lado, en esta mañana, y mirar a Jesús, Quien nos limpia de toda injusticia. Permítelo Padre. 167

Y al salir hoy, que vayamos con un corazón lleno de amor, y regocijándonos. Bendice esta iglesita, bendice a nuestro querido Hno. Neville, Señor. Así como él pastorea y labora diariamente y cada noche, haciendo un lugar para que la gente venga y adore, para ver al Señor Jesús en Su manifestación de amor y poder. 168

Bendice el culto esta noche, Señor, tráenos una grande bendición. Y oramos Padre, que Tú obtendrás la gloria de todo.


169 Y algún día, cuando todo de la vida se termine, el último sermón haya

sido predicado, la Biblia cerrada; cuando los golpeteos hayan sido silenciados, y los brazos hayan sido inmovilizados, y el humo de la batalla secándose a lo lejos, el sol asentado; entonces, Padre, recíbenos en Tu Reino. Que podamos venir como los viejos veteranos heridos de la guerra. Permítelo Señor, para que así podamos recibir un cuerpo nuevo, a donde ya no habrá más enfermedad, o tener un dolor de cabeza o pena. 170

Pero déjanos ser fieles en todas estas cosas, mientras estamos aquí en la tierra ahora; para creer y llamar esas cosas que no son, que son contrarias a la palabra de Dios, como si fueran. Porque te lo pedimos en el Nombre de Jesucristo. Amén. 171

Alguien aquí le gustaría sentir como decir: “Sólo me gustaría aceptar al Señor Jesucristo, yo nunca lo he hecho antes, yo sólo quiero levantar mi mano.” Diga: “Al levantar yo mi mano, lo acepto a El.” Dios le bendiga hermana, Dios le bendiga hermano… Oremos.

Melquisedec, El Gran Principe Y Rey

Este mensaje es una predicación directa del Hno. William Marrion Branham y fue grabada inicialmente en cinta con la voz del Profeta de esta Edad, y de allí traducida al español por Fondo para Alcance Misionero, lo más fiel posible a la cinta original, y apegándose lo mejor posible a nuestro idioma, y a la forma de expresarse del Mensajero. Cualquier error en la impresión no es intencional. Esta obra de traducción es sólo para ayudar a que el Mensaje de este día final sea traducido e impreso lo más posible, y llegue a la simiente predestinada.

Estos Mensajes están siendo impresos gracias a los esfuerzos de algunos creyentes de este Mensaje.

Si alguno desea reimprimir o copiar estos mensajes, por favor no quite estos datos y este logotipo, ya que somos responsables de esta traducción. Le agradeceremos nos comunique, y de ser posible le enviaremos el máster original.

Traducido y Editado en México por:

FONDO PARA ALCANCE MISIONERO TABERNÁCULO EL OLIVO Capulín Nº27 Col. El Olivo.

Tlalnepantla, Edo. De México. C.P.54110. MEXICO.

Impreso en 1998

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