mejor respuesta

6
Mejor respuesta - Elegida por la comunidad yo La Tiranía (del griego τυραννία), en el sentido que se dio al término en la Grecia antigua, era el régimen de poder absoluto, de ordinario unipersonal, que con frecuencia instauraba el tirano, aquel o aquellos que habían derrocado el gobierno de una ciudad-estado, normalmente gracias al apoyo popular, pero también mediante un golpe de estado militar o una intervención extranjera. Así, el tirano ocupaba el poder no por derecho, sino por la fuerza. Para la mentalidad moderna, la tiranía se identifica con un uso abusivo y cruel del poder político que se ha usurpado, pero entre los antiguos griegos, sin embargo, el término no estaba tan cargado de connotaciones peyorativas, y a menudo tenía mucho que ver con la demagogia y el populismo. Para los griegos incluso el término tuvo en principio una connotación positiva y muchos tiranos eran queridos y muy populares entre los ciudadanos de las polis, la metrópolis y las menores que eran administradas por éstas. Con el tiempo las tiranías se convirtieron en un sistema político muy recurrente por autoritaristas que se apoyaban en la nobleza de la ciudad para hacerse con el poder. En este momento en el mundo griego el término griego era empezado a odiarse e identificarse con la tiranía. Tiranía Saltar a: navegación , búsqueda La tiranía (del griego τυραννία), en el sentido que se dio al término en la Grecia antigua , era el régimen de poder absoluto, de ordinario unipersonal, que con frecuencia instauraba el tirano, aquel o aquellos que habían derrocado el gobierno de una ciudad-estado , normalmente gracias al apoyo popular, pero también mediante un golpe de estado militar o una intervención extranjera. Así, el tirano ocupaba el poder no por derecho , sino por la fuerza . Para la mentalidad moderna, la tiranía se identifica con un uso abusivo y cruel del poder político que se ha usurpado, pero entre los antiguos griegos, sin embargo, el término no estaba tan cargado de connotaciones peyorativas, y a menudo tenía mucho que ver con la demagogia y el populismo . Para los griegos incluso el término tuvo en principio una connotación positiva y muchos tiranos eran queridos y muy populares entre los ciudadanos de las polis, la metrópolis y las menores que eran administradas por éstas. Con el tiempo las tiranías se convirtieron en un sistema político muy recurrente por autoritaristas que se apoyaban en la nobleza de la ciudad para hacerse con el poder, momento en el cual empezó a odiarse e identificarse con la tiranía moderna. El final de los tiranos

Upload: ely-ch

Post on 24-Jul-2015

73 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Mejor respuesta

Mejor respuesta - Elegida por la comunidad

yo

La Tiranía (del griego τυραννία), en el sentido que se dio al término en la Grecia antigua, era el régimen de poder absoluto, de ordinario unipersonal, que con frecuencia instauraba el tirano, aquel o aquellos que habían derrocado el gobierno de una ciudad-estado, normalmente gracias al apoyo popular, pero también mediante un golpe de estado militar o una intervención extranjera. Así, el tirano ocupaba el poder no por derecho, sino por la fuerza. Para la mentalidad moderna, la tiranía se identifica con un uso abusivo y cruel del poder político que se ha usurpado, pero entre los antiguos griegos, sin embargo, el término no estaba tan cargado de connotaciones peyorativas, y a menudo tenía mucho que ver con la demagogia y el populismo. Para los griegos incluso el término tuvo en principio una connotación positiva y muchos tiranos eran queridos y muy populares entre los ciudadanos de las polis, la metrópolis y las menores que eran administradas por éstas. Con el tiempo las tiranías se convirtieron en un sistema político muy recurrente por autoritaristas que se apoyaban en la nobleza de la ciudad para hacerse con el poder. En este momento en el mundo griego el término griego era empezado a odiarse e identificarse con la tiranía.

Tiranía Saltar a: navegación, búsqueda

La tiranía (del griego τυραννία), en el sentido que se dio al término en la Grecia antigua, era el régimen de poder absoluto, de ordinario unipersonal, que con frecuencia instauraba el tirano, aquel o aquellos que habían derrocado el gobierno de una ciudad-estado, normalmente gracias al apoyo popular, pero también mediante un golpe de estado militar o una intervención extranjera. Así, el tirano ocupaba el poder no por derecho, sino por la fuerza. Para la mentalidad moderna, la tiranía se identifica con un uso abusivo y cruel del poder político que se ha usurpado, pero entre los antiguos griegos, sin embargo, el término no estaba tan cargado de connotaciones peyorativas, y a menudo tenía mucho que ver con la demagogia y el populismo. Para los griegos incluso el término tuvo en principio una connotación positiva y muchos tiranos eran queridos y muy populares entre los ciudadanos de las polis, la metrópolis y las menores que eran administradas por éstas. Con el tiempo las tiranías se convirtieron en un sistema político muy recurrente por autoritaristas que se apoyaban en la nobleza de la ciudad para hacerse con el poder, momento en el cual empezó a odiarse e identificarse con la tiranía moderna.

El final de los   tiranos Miguel Palacios F26 octubre 2011Comentarios [10]

El poder para un tirano es algo que quiere, lo tiene o lo teme perder.

Es la razón de su existencia y una obsesión que no puede controlar. Es en sí mismo su esencia de ser. Es como la droga para los adictos y el fin que se debe mantener bajo cualquier medio.

Los tiranos son individuos con características psicológicas muy especiales. Poseen un pensamiento acelerado y las ideas les fluyen en forma incontrolable sin poderlas parar. Dicen cosas inconvenientes porque no las razonan. Su pensar es expresado mediante una verborrea incontrolable. Son incoherentes y actúan de manera contraria a lo que piensan. Aquello que dicen es lo primero que les pasa por su mente. No saben callar y no respetan el pensamiento ajeno.

Mantienen rasgos paranoides evidentes. Viven bajo una suspicacia excesiva. Constantemente creen que les quieren hacer algo malo o matarlos. Su mente está llena de ideas de daño, perjuicio y persecución. Tienen obsesiones fanáticas que nublan su juicio lógico. Son obsesivos y suspicaces en extremo. Jamás confían en nadie.

Page 2: Mejor respuesta

Tienen ideas de grandeza y se sienten iluminados. La auto referencia aduladora unida a la grandiosidad autoproclamada, matizan sus discursos. Mantienen una autoestima sobrevalorada de convicción Mesiánica, que los hace verse a sí mismo como seres predestinados superiores, esperando que los demás se sometan sin cuestionamientos a su omnímoda voluntad. Conflictivos desde su nacimiento, abren frentes de pelea innecesarios debido a su conducta beligerante, pues son brutalmente agresivos.

Todos los tiranos tienen el mismo proceso de su brutal desarrollo.

Comienzan con un apoyo popular multitudinario que los respalda. Inicialmente atraen por su forma de ser y se vuelven simpáticos ante la gente, ya que la prensa los muestra llenos de carisma y simpatía.

A medida que van descubriendo el poder, comienza el abuso del mismo y van dando rienda suelta a su verdadero yo interior. Se vuelven intolerantes y llegan con facilidad al enfrentamiento verbal contra quienes ellos creen que le ofenden a su magnánima autoridad. Posteriormente la situación se agrava, ya que la violencia verbal se transforma en física y para justificarla asumen el papel de víctimas. Siempre encuentran culpables de todo lo que les pasa y los convierten en los causantes de su reacción y quienes los exoneran de la manifestación de su crueldad. Posteriormente a eso vienen los muertos. Estos son la consecuencia de decisiones impulsivas que se escapan al control del tirano que las propicia. Estas muertes fortuitas terminan en matanzas sanguinarias que ellos creen necesarias para mantener por la fuerza el poder. Estos excesos criminales hacen que todo termine en un levantamiento del pueblo que antes los idolatraba y ahora se rebelan en su contra. Consecuentemente la prensa deja de apoyarlos y los desnuda en la criminal perversidad que siempre tuvieron, pero que mantenían escondida por no tener el poder. Luego viene el inexorable final donde son asesinados con saña y extrema violencia por el mismo pueblo que antes los aclamaba.

Ese es el destino de todo tirano…comienzan alabados y terminan masacrados.

La historia de la humanidad es clara para aquellos que la saben leer.

Todos los tiranos han comenzado y terminado de la misma forma. Todos creyeron estar por encima de todo y todos acabaron muertos por debajo de su propia barbarie.

No existe tirano que se regenere, ni pacifista que se tiranice.

Con la muerte de Ghadafi, el que va por el mismo camino debería darse cuenta en que etapa de su brutal proceso se encuentra y por el bien de la patria presentar su renuncia antes de que lo maten.

En nuestro país han existido tiranos sanguinarios.

Hoy se vislumbra uno nuevo que por ser tan vanidoso, tiene proyecciones de perversidad que superan largamente a todos los tiranos anteriores.

Page 3: Mejor respuesta

Datos relevantesActualización: 6 de Junio de 2011

Page 4: Mejor respuesta

Resumen

La agitada política ecuatoriana en la década larga que puentea el cambio de siglo tuvo en Abdalá Bucaram, líder del Partido Roldosista Ecuatoriano, a su figura más polémica y turbulenta. Cuñado del fallecido presidente Jaime Roldós y antiguo alcalde de Guayaquil, Bucaram, apodado el El Loco, presidió el país sudamericano durante sólo seis meses, entre agosto de 1996 y febrero de 1997, tiempo en el cual encrespó a la nación con el incumplimiento de sus promesas electorales populistas, su nepotismo en el Gobierno y su excéntrica y contradictoria personalidad. Destituido por el Congreso por "incapacidad mental" y procesado por corrupción, marchó al exilio a Panamá. Su truncado retorno en 2005, posibilitado por la anulación politizada de sus juicios, encendió la protesta social que echó del poder al entonces presidente, Lucio Gutiérrez.