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Medición y análisis de los efectos de distintos tipos de cubierta forestal sobre los procesos climáticos, hidrológicos y erosivos en Veracruz, México
Reporte Técnico Final
Instituto de Ecología, A.C.
Miguel Equihua Zamora Lyssette Muñoz Villers
Gonzalo Castillo Campos Enrique Meza Pérez
Vrije Universiteit Amsterdam
L.A. (Sampurno) Bruijnzeel Friso Holwerda
Noviembre 2007
Resumen
Este estudio se realizó en la parte alta de la cuenca del río La Antigua, ubicada en la vertiente oriental del sistema montañoso Cofre de Perote-Pico de Orizaba (región central de Veracruz). El objetivo fue caracterizar y cuantificar los componentes que controlan los procesos eco-hidrológicos en el bosque mesófilo de montaña maduro y secundario (en regeneración), y en un cafetal bajo sombra (sistema agroforestal), con el propósito de proveer información científica necesaria para la evaluación y futuro desarrollo del programa actual de Pago por Servicios Ambientales. La información eco-hidrológica colectada durante dos años (2005 – 2007) consistió en variables climáticas, intercepción de la lluvia y la neblina, transpiración y caudal. Los resultados más importantes fueron que (1) la contribución por intercepción de niebla del bosque mesófilo de montaña al balance hidrológico, fue poco significativa en el sitio estudiado; (2) los cálculos de la evapotranspiración para los BMMs estudiados fueron más altos que los valores reportados para bosques de niebla montanos en otras partes, probablemente debido a la baja incidencia de niebla en los lugares de estudio. Por lo tanto, los resultados de este estudio pueden requerir que se revalúe la idea de que los bosques mesófilos de montaña de la Sierra Madre Oriental producen una mayor cantidad de agua que otros tipos de bosques, debido a contribuciones significativas por interceptación de niebla, así como por bajas tasas de evaporación; (3) las características hidrológicas de los BMM maduro y secundario investigados no fueron muy distintas, lo que indica que el comportamiento hidrológico del BMM secundario está teniendo un regreso a las condicionales prevalecientes del bosque original. Por lo tanto, para este caso en particular, y desde una perspectiva hidrológica, no es necesario hacer una distinción entre estos bosques dentro del programa de Pagos por Servicios Ambientales. Sin embargo, se necesitan otros estudios hidrológicos sobre vegetación secundaria en diversas etapas de desarrollo antes de poder generalizar este resultado, y (4) la evapotranspiración del cafetal de sombra investigado fue menor que los valores encontrados para los BMM maduro y secundario. Por lo tanto, en términos del uso de agua, los cafetales de sombra representan una cubierta de vegetación favorable en las partes bajas del cinturón del BMM. Además, la literatura señala que los sistemas agroforestales, como los cafetales de sombra, mantienen niveles de infiltración relativamente altos, reduciendo así el flujo superficial y la erosión, en comparación con los sistemas agrícolas carentes de árboles. Por lo tanto, los cafetales de sombra con un adecuado manejo proporcionan servicios hidrológicos muy comparables con los que brindan los bosques.
Resumen de los resultados de la investigación y su implicación para el
Programa de Pagos por Servicios Ambientales
Resumen de los resultados de la investigación
Áreas de estudio
Este estudio se realizó en las laderas orientales del sistema montañoso Cofre de Perote
(centro de Veracruz, México). Los tipos de vegetación que fueron estudiados son los
siguientes:
1. Un cafetal (Coffea arabica) a 1200 msnm, sombreado por árboles del género
Inga.
2. Un bosque mesófilo de montaña (BMM) maduro a 2100 m integrado tanto por
especies perennifolias como caducifolias.
3. Un bosque mesófilo de montaña (BMM) secundario (en regeneración) a 2100 m
de aproximadamente unos 19 años, dominado por Alnus sp. y otra vegetación
secundaria.
Evapotranspiración
La evapotranspiración de referencia (ET0) se calculó usando la ecuación Penman-
Monteith de la FAO (Tabla 1). La diferencia entre los valores ET0 derivados del cafetal
de sombra y de los bosques mesófilos de montaña, reflejan las diferencias en la
evaporación entre estos sitios debido a las distintas ubicaciones altitudinales. La
normalización de la evapotranspiración real (ET) con la ET0, permite una comparación
más directa entre sitios.
La ET anual fue más alta en el bosque mesófilo de montaña maduro (1430 mm) que en
el bosque mesófilo de montaña secundario (1140 mm) (Tabla 1). Esta diferencia se debe
a una mayor intercepción pluvial (Ei) por el bosque maduro (530 mm) en comparación
con la del bosque secundario (330 mm). El bosque maduro interceptó más agua de
lluvia que el bosque secundario debido a la mayor capacidad de almacenamiento de
agua de su dosel. La pérdida de agua por transpiración calculada (Et) fue similar para el
bosque mesófilo de montaña maduro (900 mm) y el secundario (810 mm).
Tabla 1: Componentes de la evapotranspiración anual (mm) para el cafetal de sombra, y los
bosques mesófilos de montaña maduro y secundario en el centro de Veracruz, México, para el
período septiembre de 2006 - agosto de 2007 (los valores se redondearon a los 10 mm más
cercanos).
Cafetal de sombra BMM maduro BMM secundario
Evapotranspiración (ET) 1110 1430 1140
Transpiración (Et) 950 900 810
Intercepción (Ei) 160 530 330
ET0 de referencia (1) 1120 780 780
ET/ET0 0.99 1.83 1.46
Et/ET0 0.85 1.15 1.04
Ei/P (2) 0.12 0.16 0.10 1) Calculado utilizando la ecuación de FAO Penman-Monteith. 2) Intercepción como una fracción de la precipitación (P).
La ET anual fue menor en el cafetal de sombra (1110 mm) que en los bosques mesófilos
de montaña (Tabla 1). Esta diferencia se debe en gran medida a que la precipitación en
la elevación del cafetal fue menor en comparación con la precipitación de la elevación
de los bosques mesófilos de montaña, lo que hace que Ei sea mucho menor en el cafetal
(160 mm) que en los BMMs (330-530 mm). Sin embargo, la fracción de precipitación
(P) interceptada por el cafetal de sombra (0.12) estuvo cerca del valor observado para el
BMM secundario (0.10). El almacenamiento de agua del dosel fue el proceso dominante
que determinó la interceptación pluvial por el cafetal de sombra y los BMMs. Cuando
se normaliza Et con ET0, la pérdida de agua del cafetal de sombra (0.85) fue menor que
la observada para los BMMs (1.04-1.15). Una posible explicación de la baja Et del
cafetal de sombra puede ser la combinación de una conductancia estomatal baja de las
plantas de café y la presencia de un número menor de grandes árboles en comparación
con los BMMs.
Interceptación de niebla
La presencia de niebla mostró un fuerte patrón estacional, y ocurrió casi exclusivamente
durante los seis meses de la época de secas (noviembre a abril) sin contribuciones
medibles durante la época de lluvias (mayo a octubre). La contribución total por
intercepción de niebla al balance hidrológico de los BMMs se calculó en cerca de 50
mm por año, equivalente a menos del 2 % de la precipitación anual.
Caudal
Las mediciones del caudal mostraron que el escurrimiento rápido producido por el
BMM maduro (8.3 % del caudal total) fue de la mitad del producido por el BMM
secundario (15.7 %) (Tabla 2). Esta diferencia se atribuye a una mayor intercepción
pluvial y a una mayor capacidad de infiltración del suelo por parte del BMM maduro.
Tabla 2: Características del caudal para los BMM maduro y secundario en el centro de
Veracruz, México, para el período marzo de 2006 a febrero de 2007.
BMM maduro BMM secundario
Precipitación (P) – Evapotranspiración (ET)
(mm)
1450 1840
Caudal annual observado (mm) 770 860
Perdidas por percolación estimada (mm) 680 980
Caudal anual/precipitación (%) 27 29
Caudal promedio en la época de lluvias (mm
mes-1)
94 116
Caudal promedio en la época de secas (mm
mes-1)
34 27
Escurrimiento rápido/caudal total (%) 8.3 15.7
Debido a una precipitación mucho más alta durante la época de lluvias, los caudales
totales producidos por los BMM maduro y secundario fueron mucho más altos en esta
temporada (94 y 116 mm mes-1, respectivamente) que durante la época de secas (34 y
27 mm mes-1, respectivamente). Durante la época de lluvias, el caudal del bosque
secundario (116 mm mes-1) fue un poco mayor que el del bosque maduro (94 mm mes-
1), mientras que durante la época de secas sucedió lo contrario (27 vs. 34 mm mes-1,
respectivamente). El caudal total anual del bosque secundario (860 mm) fue ligeramente
más alto que el del BMM maduro (770 mm). La cantidad estimada por percolación
profunda del agua también fue mayor para el BMM secundario (980 mm) que para el
BMM maduro (680 mm). Por lo tanto, el rendimiento hídrico (caudal más pérdidas por
percolación) del BMM secundario (1840 mm) fue mayor que la del BMM maduro
(1450 mm), lo que en gran parte es resultado de una menor evapotranspiración del
BMM secundario comparado con el maduro.
Implicación de los resultados para el Programa de Pagos por Servicios
Ambientales
Valoración hidrológica del bosque mesófilo de montaña
Uno de los principales resultados de este estudio fue que la contribución por
intercepción de niebla del bosque mesófilo de montaña al balance hidrológico, fue poco
significativo en el sitio de La Cortadura. Por lo tanto, la tala de estos bosques no
conducirá a una reducción en el caudal anual debido a la pérdida del componente de la
interceptación de niebla. En cambio, otros factores, como el uso de agua por la
vegetación y las características hidráulicas del suelo y de la retención del agua, son los
que determinarán los cambios en los patrones anuales y estacionales del caudal
observado en esta región después de la conversión del bosque mesófilo a otros usos de
suelo. Otro resultado importante fue que los cálculos de la evapotranspiración para los
BMMs estudiados fueron más altos que los valores reportados para bosques de niebla
montanos en otras partes, probablemente debido a la baja incidencia de niebla en los
lugares de estudio. Por lo tanto, los resultados de este estudio pueden requerir que se
revalúe la idea de que los bosques mesófilos de montaña de la Sierra Madre Oriental
producen mayor cantidad de agua que otros tipos de bosques, debido a contribuciones
significativas por interceptación de niebla, así como por bajas tasas de evaporación.
Bosque mesófilo de montaña maduro vs. secundario
Este estudio también mostró que las características hidrológicas de los BMM maduro y
secundario investigados no fueron muy distintas, lo que indica que el comportamiento
hidrológico del BMM secundario está teniendo un regreso a las condicionales
prevalecientes del bosque original. Por lo tanto, para este caso en particular, y desde una
perspectiva hidrológica, no es necesario hacer una distinción entre estos bosques dentro
del programa de Pagos por Servicios Ambientales. Sin embargo, se necesitan otros
estudios hidrológicos sobre la vegetación secundaria en diversas etapas de desarrollo
antes de poder generalizar este resultado.
Valoración hidrológica del cafetal de sombra
La evapotranspiración (normalizada) del cafetal de sombra investigado fue menor que
los valores encontrados para los BMM maduro y secundario. Por lo tanto, en términos
del uso de agua, los cafetales de sombra representan una cubierta de vegetación
favorable en las partes bajas del cinturón del BMM. Además, la literatura señala que los
sistemas agroforestales, como los cafetales de sombra, mantienen niveles de infiltración
relativamente altos, reduciendo así el flujo superficial y la erosión, en comparación con
los sistemas agrícolas carentes de árboles. Por lo tanto, los cafetales de sombra bien
manejados proporcionan servicios hidrológicos que ser comparados con aquellos
proporcionados por los bosques.
Reconocimientos
Agradecemos al H. Ayuntamiento de Coatepec y a los habitantes de la localidad de
Loma Alta, Coatepec, Ver. por su apoyo para trabajar en la Reserva Natural “La
Cortadura” y áreas circunvecinas. Así también al propietario del cafetal en La Orduña,
Ver. por el permiso otorgado para trabajar en su terreno. Extedemos un especial
agradecimiento al Sr. Ignacio Contreras, quién estuvo al frente del programa
FIDECOAGUA durante sus inicios, por su valiosa labor de gestión y cooperación
incondicional en beneficio del proyecto. Este estudio se realizó con fondos de
WOTRO (Fundación Neerlandesa para el Fomento de Estudios Tropicales) (No.
W76-252), CONACyT (No. SEP-2003-C02-43082), Instituto de Ecología, A.C. (No.
10093), Instituto Nacional de Ecología (No. INE/A1-064/2007), Vrije Universiteit
Amsterdam (The Netherlands), Iowa State University (US), Universidad Nacional
Autonóma de México y Universidad Veracruzana (Xalapa, Ver.).
Contenido 1. Balances hídrico y de energía de un cafetal de sombra en el centro de Veracruz, México 1
1.1. Materiales y métodos 1
1.1.1. Área de estudio 1 1.1.2. Instrumentos 2 1.1.3. Recolección de datos 3 1.1.4. Corrección de datos 3 1.1.5. Balance de energía 8 1.1.6. Modelo Penman-Monteith 9 1.1.7. Pérdida de lluvia por intercepción 11 1.1.8. Disponibilidad de datos 12
1.2. Resultados 13
1.2.1. Condiciones meteorológicas 13 1.2.2. Balance de energía en condiciones de dosel seco 18 1.2.3. Patrones estacionales de los flujos de calor latente y sensible en el dosel seco 21 1.2.4. Conductancia del dosel: observaciones y modelo 23 1.2.5. Transpiración modelada 25 1.2.6. Transpiración anual calculada 26 1.2.7. Pérdida de precipitación por intercepción: observaciones y modelo 27 1.2.8. Cálculo de la evapotranspiración anual 30
1.3. Resumen 31
2. Intercepción pluvial y de neblina en un bosque secundario de niebla montano en el centro de Veracruz, México 33
2.1. Materiales y métodos 33
2.1.1. Área de estudio 33 2.1.2. Flujo de agua del follaje y flujo caulinar 35 2.1.3. Precipitación 37 2.1.4. Recolección de datos meteorológicos 38 2.1.5. Intercepción pluvial y de niebla 39 2.1.6. Identificación de eventos de niebla a partir de las mediciones de la visibilidad 45 2.1.7. Disponibilidad de datos 45
2.2. Resultados 47
2.2.1. Condiciones meteorológicas 47 2.2.2. Características de la precipitación y patrones de niebla 50
2.2.3. Flujo de agua del follaje y flujo caulinar 56 2.2.4. Intercepción de precipitación y de niebla 59
2.3. Resumen 65
3. Pérdida pluvial por intercepción en un bosque de niebla maduro del centro de Veracruz, México 68
3.1. Materiales y métodos 68
3.1.1. Área de estudio 68 3.1.2. Flujo de agua del follaje 69 3.1.3. Precipitación 69 3.1.4. Recolección de datos meteorológicos 70 3.1.5. Pérdida por intercepción 71 3.1.6. Disponibilidad de datos 72
3.2. Resultados 73
3.2.1. Características de la precipitación 73 3.2.2. Flujo de agua del follaje 74 3.2.3. Intercepción pluvial 76
3.3. Resumen 79
4. Estimaciones de transpiración en bosques montanos de niebla, secundario y maduro, en el centro de Veracruz, México 82
4.1. Materiales y métodos 82
4.1.1. Área de estudio 82 4.1.2. Recolección de datos meteorológicos 82 4.1.3. Mediciones de flujo de savia 83 4.1.4. Estimación de la radiación neta 84 4.1.5. Disponibilidad de datos 86
4.2. Resultados 87
4.2.1. Validación del modelo de radiación neta 87 4.2.2. Transpiración de bosques de niebla, secundario y maduro 88
4.3. Resumen 90
5. Generación de escurrimientos y rendimientos hídricos en microcuencas de bosque mesófilo de montaña maduro y secundario (regeneración) en el centro de Veracruz, México 92
5.1. Materiales y métodos 92
5.1.1. Área de estudio 92
5.1.2. Instrumentación, medición y recolección de datos 93 5.1.2.1. Precipitación 93 5.1.2.2. Caudales 95 5.1.2.3. Separación de eventos de precipitación 96 5.1.2.4. Separación de eventos para análisis de escorrentía 96 5.1.2.5. Separación del flujo base del escurrimiento directo 97 5.1.2.6. Determinación del coeficiente de escorrentía 98 5.1.2.7. Rendimiento y balance hídrico 99
5.2. Resultados 100
5.2.1. Precipitación 100 5.2.2. Caudales 104 5.2.3. Precipitación-escurrimiento: Análisis por eventos 105 5.2.3.1. Retraso en la respuesta 109 5.2.4. Balance hídrico 110
5.3. Discusión 112
5.3.1. Características de la precipitación 112 5.3.2. Características de los caudales 112 5.3.3. Efecto del uso y manejo del suelo en la generación de escurrimiento 114 5.3.4. Distribución de caudales y rendimientos hídricos 116 5.3.5. Implicaciones hidrológicas al cambio en el uso de suelo 117
6. El comportamiento hidrodinámico de Andosoles con uso diferenciado en el municipio de Coatepec, Estado de Veracruz, México 118
6.1. Materiales y métodos 119
6.1.1. Área de Estudio 119 6.1.2. Técnicas de medición 120
6.2. Resultados 122
6.2.1. Características de los suelos forestales 122 6.2.2. Características hídricas 123 6.2.2.1. Infiltración de agua en el suelo 123 6.2.2.2. Conductividad hidráulica 125 6.2.2.3. Constantes de humedad 126 6.2.2.4. Humedad en suelo 127 6.2.2.5. Porosidad 128
6.3. Discusión 128
6.4. Conclusiones 130
7. Estructura y composición de comunidades vegetales del bosque mesófilo de montaña en el centro de Veracruz, México 131
7.1. Resultados 131
7.2. Conclusión 132
8. Citas bibliográficas 134
Anexo 1. Características morfológicas, físicas y químicas de perfiles en suelo
Anexo 2. Listado Florístico del Bosque Mesófilo de Montaña
1
1. Balances hídrico y de energía de un cafetal de sombra en el centro de
Veracruz, México
Holwerda F1, Barradas VL2, Cervantes J3, and Bruijnzeel LA1
1 Faculty of Earth and Life Sciences, Vrije Universiteit, Amsterdam, The Netherlands 2 Departamento Ecología Funcional, Universidad Nacional Autónoma de México, México DF,
México 3 Departamento de Ciencas Atmosféricas, Universidad Veracruzana, Xalapa, Veracruz, Mexico
1.1. Materiales y métodos
1.1.1. Área de Estudio
Las medidas fueron tomadas en un cafetal de sombra cerca de la ciudad de Coatepec en
el estado de Veracruz, México. El cafetal está situado en una meseta plana a una altitud
de cerca de 1210 m (19°28′ N y 96°56′ O). El área de estudio pertenece a la región
fisiográfica de la Sierra Madre Oriental, localizada al lado Este de la meseta mexicana.
El café (Coffea arabica) fue plantado a una densidad de cerca de 2000 plantas ha-1, con
una altura promedio de 2.5 m y un radio de cerca de 1 m; los árboles de sombra
(principalmente Inga jinicuil e Inga leptoloba) fueron plantados a una densidad de cerca
de 220 árboles ha-1, con una altura promedio de 14 m y un radio de cerca de 3.5 árboles
ha-1 (Locher, 2007). Utilizando la fotografía hemisférica, Locher (2007) se calculó el
índice promedio del área de hojas en cerca de 1.8 m2 m-2 y la cubierta del dosel en un
81.5 %.
Citar este trabajo como:
Holwerda, F., Barradas, V.L., Cervantes, J., and Bruijnzeel, L.A., 2007, Balances hídrico y de
energía de un cafetal de sombra en el centro de Veracruz, México. En Reporte Técnico Final del
proyecto INE/A1-064/2007. Instituto de Ecología, A.C. – Vrije Universiteit Ámsterdam –
Instituto Nacional de Ecología. Xalapa, Ver., México.
2
El área de estudio está en la región tropical, pero el clima se encuentra modificado
debido a la altitud. El clima es moderado con precipitaciones todo el año pero que se
concentran principalmente en verano. El clima se encuentra dominado por dos tipos de
masas de aire: 1) masa de aire marítimo tropical que predomina durante la época de
lluvias (may-oct); y 2) masa de aire polar continental que predomina durante la época
de secas (nov-abr). Debido a esto, se pueden distinguir dos estaciones distintas: 1) la
época de lluvias (may-oct), durante la cual el área de estudio está bajo la influencia de
los vientos alisios y de los procesos orográficos de convección, además del paso de las
ondas tropicales que causan precipitaciones frecuentes y pesadas; y 2) la época de secas
(nov-abr), durante la cual las condiciones estables y secas se alternan con períodos de
lluvia y/o llovizna y con eventos de nubes bajas (niebla) provocados por el paso de
frentes polares. El período de secas se puede subdividir más aún en un período de frío
(nov-feb) y un período de calor (mar- abr).
1.1.2. Instrumentos
Por encima del dosel, desde una torre de 16 m, se realizaron mediciones de las
condiciones meteorológicas y de la turbulencia. Las radiaciones de onda corta entrante
(Sin) y saliente (Sout) fueron medidas a 17.5 m usando un albedómetro (tipo CM7, Kipp
y Zonen, Países Bajos). Las radiaciones de onda larga entrante (Lin) y saliente (Lout)
fueron medidas a 17.5 m usando pirgeómetros (tipo PIR, Eppley Laboratory Inc.,
Estados Unidos). La temperatura (T) y la humedad relativa (RH) fueron medidas usando
dos sensores combinados de T/RH (tipo HMP35 y HMP45C, Vaisala, Finlandia) a 17.9
m. La velocidad del viento (U) fue medida a 17.8 m usando un anemómetro (tipo
A100R, Vector Instruments, Reino Unido). La dirección del viento (Udir) fue calculada
a partir de las mediciones del anemómetro sónico (ver más abajo). La precipitación (P)
fue medida usando un pluviómetro de cubeta basculante de 0.2 milímetro (tipo
ARG100, Environmental Measurements, Reino Unido). El sistema de la covarianza de
remolinos (eddy covariance, EC) fue instalado a 18.5 m y consistió en un anemómetro
sónico de investigación de tres ejes (Solent RX, Gill Instruments Ltd., Reino Unido), y
un par de termopares de cromo-constantán (tipo E) de bulbos seco y húmedo fabricados
por Vrije Universiteit Amsterdam (Países Bajos). El termopar del bulbo húmedo
consiste de un termopar de bulbo seco colocado en un fieltro de algodón, que se
mantuvo húmedo mediante un suministro constante de agua destilada proveniente de un
3
depósito. El diámetro del alambre del termopar era de 0.127 mm. Los termopares fueron
colocados ≈ 20 centímetros al noroeste del anemómetro sónico para reducir al mínimo
la distorsión por la corriente de viento diurno proveniente del sureste.
1.1.3. Recolección de datos
Las mediciones de radiación, temperatura, humedad, y velocidad del viento se tomaron
cada 30 segundos usando un registrador de datos 21X (Campbell Scientific Ltd.,
Estados Unidos). El registrador almacenó, en un módulo externo de almacenamiento
(SM716 Campbell Scientific Ltd, Estados Unidos), 5 minutos de la media de las
variables antes mencionadas y 5 minutos de los totales de las mediciones de la
precipitación.
La recolección de los datos de la covarianza de remolinos fue realizada por medio de un
registrador de datos (CR23X, Campbell Scientific Ltd., Estados Unidos). La tasa del
muestreo fue de 10 Hz. La recolección de datos fue realizada en dos maneras, una con la
modalidad baja (continua) de obtención de datos y otra con la modalidad alta
(intermitente) de obtención de datos. En el modo bajo de obtención de datos, las medias,
las desviaciones estándar, las covarianzas, y los coeficientes de correlación fueron
almacenados cada 5 minutos en un módulo de almacenamiento externo de capacidad
baja (SM716, Campbell Scientific Ltd., Estados Unidos). En la modalidad alta de
obtención de datos, los 10 Hz de datos fueron almacenados en un módulo de
almacenamiento con una capacidad mayor de memoria (SM16M, Campbell Scientific
Ltd., Estados Unidos). Los 10 Hz de datos fueron recogidos durante 23 días sin lluvia,
distribuidos uniformemente a lo largo del período de medición. En este trabajo a los
datos recolectados con las modalidades baja y alta de obtención de datos se les llama
registrador de datos y datos crudos respectivamente.
1.1.4. Corrección de datos
Datos crudos
Antes de calcular las covarianzas, los datos crudos del viento del anemómetro sónico
fueron corregidos usando las funciones de corrección dadas por Nakai et al. (2006), para
4
el ángulo de errores de ataque que resulta de la respuesta imperfecta del coseno del
anemómetro. Después, a los componentes medidos del viento se les aplicó una
corrección de rotación de dos dimensiones para dar cuenta de la desalineación del
anemómetro sónico o de la corriente del viento inducida por un terreno no horizontal.
Se calcularon los ángulos de rotación usando los promedios de 30 minutos de los
componentes del viento horizontal (u, v) y vertical (w). La primera rotación es sobre el
eje z y alinea el componente longitudinal del viento (u) en la dirección media del viento,
de manera que el componente lateral medio del viento (v) sea cero. La segunda rotación
es sobre el eje x y alinea el componente vertical (w) normal en la dirección del flujo del
viento, forzando el valor medio de w para que sea cero (Kaimal y Finnigan, 1994). Las
covarianzas se calcularon a partir de fluctuaciones turbulentas restando la media
aritmética de 30 minutos de los valores instantáneos.
El flujo de calor sensible (H, W m-2) fue derivado de la covarianza de las fluctuaciones
de la velocidad del viento vertical (w) y de la temperatura medida con el sónico (Ts) y
del bulbo seco del termopar (Td) utilizando:
'' xp TwCH ρ= (1)
donde ρ es la densidad del aire (kg m-3), Cp el calor específico del aire en una presión
constante (J kg-1 K-1), y el subíndice x denota la temperatura sónica o la temperatura de
bulbo seco. El flujo de calor latente (λE, W m-2) fue calculado usando (Dyer, 1961):
( )'''' dw TwbTwaE −= ρλλ (2)
donde Tw es la temperatura del bulbo húmedo, λ el calor latente de la vaporización (J g-
1), y a y b son las constantes durante un intervalo particular de 30 minutos calculado
como:
1000λ
pCb = (3)
y:
5
bp
a +
∆=
3.101212.6 (4)
dónde ∆ es la inclinación de la curva de saturación de la presión de vapor a la
temperatura del bulbo húmedo Tw (kPa K-1), y p la presión atmosférica (kPa). Se tomó
un valor fijo de 88 kPa para p. El examen de los coespectros de wTd y de wTw mostró
una pérdida de covarianza en frecuencias altas con respecto al coespectro de wTs, esto
debido al limitado tiempo de respuesta de los termopares y la separación del sensor
(Figura 1; Moore, 1986). Debido a que el termopar del bulbo húmedo fue ajustado con
un fieltro de algodón, tuvo una frecuencia respuesta más lenta que el termopar de bulbo
seco. La pérdida de covarianza a frecuencias altas fue por tanto más grande para '' wTw
que para '' dTw (Figura 1; Shaw y Tillman, 1980). Se usó un método coespectral de
corrección para corregir las covarianzas wTd y wTw. Figura 1 muestra que las formas de
los coespectros wTs, wTd, y wTw concuerdan con las frecuencias menores a 0.1 Hz. La
pérdida de alta frecuencia ocurrió a frecuencias mayores a 0.1 Hz para '' wTw y f > 0.4
Hz para '' dTw . Para hacer esta corrección, se asumió que los coespectros de wTd y de
wTw debían seguir al coespectro de wTs, a frecuencias más altas que los valores límite
ya mencionados; este enfoque es similar al usado por Laubach y McNaughton (1988) y
Sakai et al. (2004). Entonces, se calcularon los factores de corrección para la pérdida de
alta frecuencia usando (Sakai et al., 2004):
−+=∑∑ >>
''
)(
''
)(1
xw
wxCO
Tw
wTCOcf
fcutf
s
fcutf s (5)
donde x es la temperatura del bulbo húmedo (Tw) o la temperatura de bulbo seco (Td) y
fcut es 0.1 para '' wTw y 0.4 para '' dTw . Para las 83 series de 30 minutos, cuyos
coespectros promedio aparecen en el Figura 1, el factor medio de corrección fue 1.02
para '' dTw y 1.06 para '' wTw . En los cálculos de H y de λE, que se hicieron a partir de
los datos crudos, se utilizaron los valores medios de los factores de corrección.
6
Figura 1: Media de los coespectros wTs, wTd, y wTw medidos en el cafetal de sombra. La media
de los coespectros se calculó usando 83 períodos de 30 minutos durante los cuales la dirección
del viento fue de entre 90° y 180°, las condiciones atmosféricas fueron inestables, y la velocidad
del viento (U) fue mayor a 0.5 m s-1. Los coespectros fueron suavizados promediando los
cálculos espectrales a intervalos de frecuencia exponencial mayores. Las líneas verticales
indican las frecuencias en las cuales los coespectros de wTd y de wTw comienzan a verse
afectados por la lenta respuesta de los termopares (frecuencias límite). La pendiente -4/3 indica
la pendiente teórica de los coespectros escalares en el subrango de inercia. Véase el texto para
una mayor explicación.
Además, ya que el termopar del bulbo seco no tenía una capa reflectante, absorbió la
radiación solar, tanto la directa como la reflejada, lo que provocó que la temperatura
medida con el termopar fuera más alta que temperatura real del aire. Este error de
exceso de temperatura se reduce por medio de la corriente de viento que pasa sobre el
termopar. Debido a que el error de exceso depende de la corriente de aire,
correlacionándose así con w ', se crea una covarianza ficticia entre w ' y Td ' (Jacobs y
McNaughton, 1994). La covarianza ficticia de w ' y Td ' se calculó siguiendo a Jacobs y
McNaughton (1994). El exceso de temperatura se calculó como la diferencia entre la
temperatura del termopar y la temperatura medida con el sensor Vaisala HMP45C.
Después, se calculó el coeficiente de absorción del cable del termopar a partir de la
7
inclinación de la regresión linear entre exceso de temperatura (°C) y carga de radiación
(es decir, la radiación de la onda corta entrante más la reflejada, W m-2). El coeficiente
de absorción del termopar usado en este estudio se calculó en 0.68. Por último, la
covarianza ficticia, provocada por el error de exceso de temperatura, fue calculada
usando la Ecuación (11) de Jacobs y McNaughton (1994), con el término ''uw como el
flujo del momento tal y como fue medido con el anemómetro sónico. La covarianza
ficticia, provocada por el error de exceso de temperatura, fue en promedio ≈ 8 % de la
covarianza '' dTw corregida para la pérdida de alta frecuencia.
El flujo de calor sensible, calculado a partir de la temperatura del anemómetro sónico,
fue corregido para la contaminación del flujo de humedad siguiendo a Schotanus et al.
(1983). Después de corregir el flujo de calor sensible calculado a partir de los datos del
termopar (Htc) para la pérdida de alta frecuencia y la covarianza ficticia provocada por
el error de exceso de temperatura, y de corregir el flujo de calor de la temperatura
sónica de (Hs), la diferencia entre Htc y Hs fue, en promedio, de < 1 % (Htc = 1.02Hs –
3.37 (W m-2), r2 = 0.99, n = 344). Por lo tanto, para el análisis de los flujos del dosel
seco se decidió usar el flujo de calor sensible derivado de las mediciones del termopar.
Para las condiciones lluviosas, se usó el flujo de calor sónico (véase más abajo).
Datos del registrador de datos
Las covarianzas de 5 minutos de '' dTw y '' wTw , tal y como las calculó y registró de
manera continua el registrador de datos, fueron corregidas para las inclinaciones o
efectos del terreno usando una rotación coordinada similar a la aplicada a los datos
crudos del viento del anemómetro sónico (ver Baldocchi et al., 1988 para el algoritmo
de rotación coordinada). Después de aplicar las correcciones de inclinación, se
promediaron las covarianzas de 5 minutos a los valores de 30 minutos. A partir de
ahora, el subíndice ‘dl’ será utilizado para distinguir las covarianzas del registrador de
datos de aquellas calculadas a partir de los datos crudos. En la Tabla 1 aparece un
resumen de las correcciones aplicadas a las covarianzas '' dTw y '' wTw . Durante todo el
estudio se utilizó la relación de regresión lineal entre las covarianzas del registrador de
datos y las calculadas por medio de los datos crudos para predecir las covarianzas de
wTd y wTw. El calor sensible (H) y los flujos de calor latente (λE) fueron calculados
usando las Ecuaciones (1) y (2), respectivamente.
8
Raw data Data logger
'' dTw '' wTw dldTw ''
dlwTw ''
Averaging period (min) 30 30 5 5 Angle of attack calibration yes yes no no Tilt correction yes yes yes yes Frequency response yes yes no no Temperature excess error yes no no no
Tabla 1: Resumen de las correcciones aplicadas a las covarianzas wTd y wTw almacenadas por
el registrador de datos y calculadas usando los datos crudos.
1.1.5. Balance de energía
El balance de energía del cafetal de sombra se definió como:
EHRn λ+= (6)
donde Rn es la radiación neta (W m-2) calculada a partir de los componentes de
radiación de onda corta y larga entrantes y salientes; H y λE (W m-2) permanecen como
fueron definidos anteriormente. Se descartaron los siguientes términos de balance de
energía: 1) almacenamiento del calor sensible y latente en el aire del dosel; 2)
almacenamiento del calor de la biomasa; 3) almacenamiento de energía fotosintético; y
4) flujo del calor del suelo. Usualmente los estudios del balance de energía ignoran el
almacenamiento de energía fotosintética porque en general es insignificantemente
pequeño en comparación con Rn. El almacenamiento del calor sensible (aire y biomasa)
y del latente (aire) son términos significativos en el balance de la energía de bosques
altos y densos, pero no para el cafetal de sombra, con su altura limitada (14 m) y índice
del área foliar bajo (1.8 m2 m-2), se asumió que estos términos serían insignificantes en
relación con Rn. Además, ya que los árboles de sombra habrían reducido la carga de
radiación en aquellas partes de la superficie del suelo que no fueron cubiertas por las
plantas del café, se asumió que el flujo del calor del suelo también sería pequeño en
comparación con Rn. El final del balance de energía fue evaluado usando el cociente del
balance de energía (EBR):
9
( )
∑∑ +
=nR
EHEBR
λ (7)
Un valor EBR cercano a uno indica un buen final del balance de energía, es decir un
buen acuerdo entre los flujos superficiales de energía (H +λE) medidos por la
covarianza de remolinos y las mediciones netas de radiación. Además, en el caso de este
estudio, un valor EBR cercano a uno también puede indicar que la suposición de flujos
insignificantes de almacenamiento era válida.
1.1.6. Modelo Penman-Monteith
En los períodos en que los datos de la covarianza de remolinos no estuvieron
disponibles (debido a, por ejemplo, un sensor de bulbo húmedo que se secó), el flujo de
calor latente (λE) se calculó con el modelo del Penman-Monteith:
)/1)(( ca
apn
gg
VPDgCRE
++∆
+∆=
γ
ρλ (8)
donde VPD es el déficit de presión de vapor (kPa), γ la constante psicométrica (kPa °C),
ga la conductancia aerodinámica del dosel (m s-1), gc la conductancia del dosel (m s-1);
los demás términos quedan como fueron definidos previamente.
La conductancia aerodinámica se calculó usando:
−
−=
HM
a
z
dz
z
dz
zukg
,0,0
2
lnln
)( (9)
donde k es la constante von Karman (0.4), u(z) la velocidad del viento (m s-1) medida a
la altura z = 17.8 m, d el desplazamiento del plano cero (m), z0, M la longitud de la
rugosidad para el momentum (m), y z0, H la longitud de la rugosidad para el calor (m).
El desplazamiento del plano cero se estimó en 0.75h, donde h es la altura del dosel (14
m). El valor z0, M fue tomado como 0.1h y z0, H se calculó como 0.14z0, M.
10
El modelo Penman-Monteith fue reconfigurado para obtener los cálculos de la
conductancia del dosel (gc) a partir del flujo del calor latente medido (λE) y las
condiciones meteorológicas por encima del dosel:
1
1)(
−
−
∆−
+∆=
γγλ
ρ
E
VPDgCRgg
apn
a
obs
c (10)
Los valores derivados de obs
cg fueron utilizados para calibrar el modelo de conductancia
del dosel de Jarvis (1976) y para examinar el patrón de conductancia del dosel durante
el período del estudio. Las variables climáticas usadas en el modelo de conductancia del
dosel fueron la radiación solar entrante (Sin, W m-2) y el déficit de presión de vapor
(VPD, kPa), de manera que la ecuación es dada por:
)()( 21maxmod
VPDfSfgg inc = (11)
donde gmax es el valor máximo de conductancia del dosel bajo condiciones óptimas y f1
y f2 son las funciones de respuesta para la radiación solar entrante y el déficit de presión
de vapor, respectivamente, cuyos valores están entre 0 y 1. El modelo funciona de la
siguiente manera. La función de respuesta para una variable climática particular tendrá
un valor de uno si esa variable no limita la conductancia del dosel; cuando hay un valor
menor a uno significa que la conductancia del dosel está limitada por esa variable. En
condiciones óptimas, todas las funciones de respuesta toman el valor de uno y la
conductancia del dosel está en el máximo. Si, por ejemplo, las funciones de respuesta
para Sin y VPD tienen valores de 0.8 y 0.5, la conductancia del dosel será 0.8 x 0.5 = 0.4
de gmax.
Las funciones de respuesta están dadas por:
+
+
=
1
11
1150
1150)(
aS
aSSf
in
in
in (12)
y:
)exp()( 22 VPDaVPDf −= (13)
11
en donde a1 y a2 son parámetros ajustados.
Los parámetros del modelo gmax, a1 y a2 fueron obtenidos usando ajustes no lineales por
mínimos cuadrados, de la siguiente manera. Primero, la conductancia del dosel se
calculó a partir del flujo del calor latente medido usando la Ecuación (10) durante 21
días sin lluvias distribuidos uniformemente a lo largo del período del estudio. Después,
se extrajeron los valores diurnos de obs
cg seleccionando solamente las observaciones
realizadas cada media hora, para lo cual Sin > 10 W m-2. Por último, los parámetros del
modelo gmax, a1 y a2 fueron obtenidos ajustando el lado derecho de la Ecuación (11), con
las funciones f1 y f2 dadas por las Ecuaciones (12-13) y usando los valores observados
de Sin y de VPD, para obs
cg .
1.1.7. Pérdida de lluvia por intercepción
El flujo de agua del follaje (TF) se medió a ca. 50 m al este de la torre, usando 20
pluviómetros manuales. Los pluviómetros tenían un orificio de 100 cm2 a ≈ 30
centímetros por encima del suelo, y se mantenían en su lugar mediante un sostén de
acero soldado a un perno de acero clavado en la tierra. Durante los períodos de lluvia
los pluviómetros se leían diariamente; durante los períodos secos, las lecturas fueron
menos frecuentes. Después de aproximadamente 10 mediciones, los pluviómetros
fueron cambiados de lugar de manera aleatoria.
La pérdida de lluvia por intercepción (I) se calculó como la diferencia entre la
precipitación (P) y el flujo de agua del follaje (TF):
TFPI −= (14)
Los valores medidos de pérdida de lluvia por intercepción fueron utilizados para
calibrar el modelo de intercepción de Merriam (1960) dado por:
PREkPSI w+−−= ))exp(1(max (15)
donde Smax es la capacidad máxima de almacenamiento de agua que tiene el bosque
(mm), k un parámetro ajustado (-), y REw el cociente constante (-) entre la
12
evaporación media del dosel mojado (mm h-1) y la tasa media de precipitación (mm h-1)
calculada durante horas con P > 0.5 mm h-1 (Gash, 1979). La primera parte del modelo
describe la cantidad de agua almacenada en el dosel, mientras que el término PREw
da la evaporación durante el evento.
La tasa de evaporación ((Ew, mm s-1) durante la precipitación fue calculada usando la
ecuación del Penman-Monteith para las condiciones del dosel mojado:
)( γλ
ρ
+∆
+∆=
apn
w
VPDgCRE (16)
Para la comparación con los valores obtenidos con la ecuación del Penman-Monteith, se
calculó también la evaporación durante la precipitación a partir de la ecuación del
balance de energía (Ecuación 6) usando las mediciones de radiación neta y el flujo de
calor sensible, tal y como fue medido con el anemómetro sónico. El uso del flujo de
calor sónico, en vez del flujo de calor proveniente de las mediciones del termopar, evita
el problema de agua en la unión del termopar de bulbo seco, haciendo que mida la
temperatura del bulbo húmedo más que la del bulbo seco (Gash et al., 1999). El flujo de
calor sónico se calculó usando la Ecuación (1). Las covarianzas wTs se calcularon
usando la relación lineal entre los valores wTs almacenados por el registrador de datos y
aquellos derivados de los datos crudos.
1.1.8. Disponibilidad de datos
Los datos presentados en este estudio son del 1 de septiembre del 2006 al 31 de agosto
del 2007. Durante este periodo estuvieron disponibles mediciones continuas de las
condiciones meteorológicas. Los datos de turbulencia estuvieron disponibles durante
aproximadamente 75 % del tiempo. Las diferencias en los datos de turbulencia se
debieron principalmente a problemas con los termopares (por ejemplo, cables dañados,
el sensor de bulbo húmedo que se secó). Los datos del flujo de agua del follaje fueron
recogidos entre el 20 de agosto y el 23 de octubre del 2007. Los cálculos de la pérdida
de lluvia por intercepción para todo el período del estudio fueron obtenidos por medio
de modelos.
13
1.2. Resultados
1.2.1. Condiciones meteorológicas
La precipitación (P) mostró un claro patrón estacional (Figura 2). La precipitación total
anual fue de 1308 mm, de los cuales 966 mm (74 %) cayeron durante los meses de la
época de lluvias (sep-oct., 2006 y may-ago, 2007), y 342 mm (26 %) cayeron en la
época de secas de 2006/2007 (nov, 2006 – abr, 2007). La precipitación en la época de
secas fue casi normal (105 %), mientras que la precipitación en la época de lluvias
estuvo muy por debajo del promedio (67 %). Los meses más secos con respecto a lo
normal fueron junio (39 %) y julio (48 %).
Figura 2: La precipitación mensual medida (círculos) y la precipitación media mensual para el
período 1971-2000 (línea punteada, Servicio Meteorológico Nacional, 2007).
14
Figura 3: Radiación diaria de onda corta entrante (línea punteada), radiación de onda corta
saliente (línea gris), radiación neta de onda larga (línea cortada), y radiación neta (línea
continua).
La radiación solar entrante (Sin) fue más baja durante los meses fríos (nov-feb) de la
época de secas (12.8 ± 5.8 MJ m-2 día-1) (Figura 3). La radiación solar entrante durante
los meses de calor (mar-abr) de la época de secas (17.8 ± 6.3 MJ m-2 día-1) fue similar a
los valores observados durante la época de lluvias (18.5 ± 5.2 MJ m-2 día-1). La
radiación solar reflejada (Sout) fue 2.2l ± 0.6 MJ m-2 día-1 para la época de lluvias (12 %
de Sin), 1.7 ± 0.8 MJ m-2 día-1 para el período frío de la época de secas (13 % de Sin) y
2.1 ± 0.7 MJ m-2 día-1 (12 % de Sin) para el período de calor de la época de secas. La
pérdida neta de radiación de onda larga fue -3.8 ± 1.3 MJ m-2 día-1 para la época de
lluvias, -3.2 ± 2.0 MJ m-2 día-1 para el período de frío de la época de secas, y -3.9 ± 1.8
MJ m-2 día-1 para el período de calor de la época de secas. La radiación neta fue 12.5 ±
3.6 MJ m-2 día-1 para la época de lluvias, 7.9 ± 3.3 MJ m-2 día-1 para los meses fríos de
la época de secas, y 11.8 ± 4.0 MJ m-2 día-1 para los meses calientes de la época de
secas.
15
Figura 4: Temperatura media diaria (T), temperatura mínima diaria (Tmin), y temperatura
máxima diaria (Tmax).
Figura 5: Presión media diaria por saturación de (es), presión real de vapor (ea), y déficit de
presión de vapor (VPD).
16
Las variables de la temperatura y la humedad también mostraron un claro patrón
estacional (Figuras 4 y 5). Durante la época de lluvias, la temperatura media diaria fue
de 20.4 ± 1.6 °C en promedio, y las temperaturas diarias mínima y máxima fueron en
promedio de 15.8 ± 1.7 °C y 25.0 ± 2.0 °C, respectivamente. Durante la época de secas,
la temperatura media diaria fue de 16.2 ± 2.6 para el período de frío (nov-feb) y de 18.4
± 2.9 °C para el período de calor (mar-abr). También se observó un período
relativamente caliente en febrero del 2007. Para los meses de nov-feb, las temperaturas
mínima y máxima diarias fueron de 12.1 ± 2.4 °C y 20.3 ± 3.7 °C, respectivamente.
Para los meses de mar-abr, las temperaturas mínima y máxima diarias fueron de 13.5 ±
2.5 °C y 23.3 ± 3.9 °C, respectivamente. La variación día a día de la temperatura fue
mayor durante la época de secas que durante la época de lluvias. El déficit medio diario
de presión de vapor también mostró una variación día a día mayor durante la estación de
secas (cuadro 5). El déficit medio diario de presión de vapor fue de 0.75 ± 0.25 kPa para
la época de lluvias, de 0.52 ± 0.35 kPa para los meses de frío (nov-feb) de la época de
secas, y de 0.78 ± 0.45 kPa para los meses de calor (mar-abr) de la época de secas. La
presión media diaria real de vapor fue de 1.75 ± 0.19 kPa para la época de lluvias, de
1.41 ± 0.24 kPa para el período frío de la época de secas, y de 1.47 ± 0.25 kPa para el
período de calor de la época de secas.
El patrón del flujo del viento no mostró ninguna variación estacional (Figuras 6 y 7).
Sin embargo, tanto la velocidad del viento como la dirección mostraron un claro patrón
diurno. Durante el día, la dirección del viento típicamente fue del SE y la velocidad
media del viento fue de 1.9 ± 0.3 m s-1. Durante la noche, los vientos vinieron del N-NE
y la velocidad del viento en promedio fue de 1.0 ± 0.3 m s-1.
17
Figura 6: Velocidad diurna del viento diaria (círculos vacíos) y nocturna (círculos llenos).
Figura 7: Dirección del viento diurna diaria (círculos vacíos) y nocturna (círculos llenos).
18
1.2.2. Balance de energía en condiciones de dosel seco
Los datos crudos de la turbulencia estuvieron disponibles para 344 períodos de media
hora. El Cuadro 8 muestra la relación entre la suma del flujo de calor sensible (H) y el
calor latente (λE) y la radiación neta (Rn). Hubo una buena correlación entre la suma de
H y λE y Rn (r2 = 0.71), con una pendiente de 0.82 y una intercepción de 42 W m-2. La
proporción del balance de energía (EBR) para los datos que aparecen en la Figura
cuadro 8 fue 0.91.
Figura 8: Suma del flujo de calor sensible (H) y del flujo de calor latente (λE) calculada usando
los datos crudos contra la radiación neta (Rn). La línea recta es la línea 1:1. La ecuación de la
regresión lineal es: y = 0.82x + 41.5 (W m-2), r2 = 0.71, n = 344. La proporción del balance de
energía EBR = ∑(H + λE)/ ∑Rn) fue 0.91.
19
La Figura 9 muestra la relación entre las covarianzas wTd y wTw calculadas usando los
datos crudos (incluyendo así todas las correcciones; ver la Tabla 1) y aquellas
almacenadas por el registrador de datos (wTddl y wTwdl). La correlación entre las
covarianzas del registrador de datos y las calculadas usando los datos crudos fue fuerte
tanto para wTd (r2 = 0.93) como para wTw (r2 = 0.90). La desviación de la ecuación de
regresión fue un poco más baja para wTw (0.75) que para wTd (0.86). Las intercepciones
de las ecuaciones de regresión fueron iguales (0.01 °C m s-1). La relación de regresión
lineal entre las covarianzas del registrador de datos y las calculadas a partir de los datos
crudos se usaron para predecir las covarianzas wTd y wTw para todo el período del
estudio, a partir de las cuales se calcularon los flujos del calor sensible (H) y del calor
latente (λE) usando las Ecuaciones (1) y (2), respectivamente.
Figura 9: (a) Diagrama de dispersión de las covarianzas wTd como se obtuvieron a partir del
registrador de datos (wTddl) contra las calculadas a partir de los datos crudos (wTd); la ecuación
de la regresión lineal es: y = 0.86x + 0.01, r2 = 0.93, n = 344; la línea es línea 1:1. (b) Diagrama
de dispersión de las covarianzas wTw como se obtuvieron a partir del registrador de datos
(wTwdl) contra las calculadas a partir de los datos crudos (wTw); la ecuación de la regresión
lineal es: y = 0.75x + 0.01, r2 = 0.90, n = 344; la línea es línea 1:1.
Para obtener el componente de transpiración (Et) del flujo de calor latente (λE),
únicamente se extrajeron de la serie de datos las observaciones diurnas (Sin > 10 W m-2)
de λE, para lo cual se asumió que el dosel estaba seco. Para distinguir entre las
condiciones mojadas y las secas del dosel, se dividió el registro de la precipitación en
eventos de lluvia. Se identificaba un evento de lluvia si en una hora la precipitación era
igual o mayor a dos veces (>= 0.4 mm) la resolución (0.2 mm) del pluviómetro. El
20
tiempo de separación entre eventos fue de tres horas. Un evento comenzó en la primera
observación de la precipitación, y duró hasta la observación que fue seguida por tres
horas consecutivas sin lluvia. Se asumió que el dosel estaría seco después de tres horas
del último evento de lluvia. Además, se asumió que las contribuciones a λE por la
evaporación del rocío durante las primeras horas de la mañana y la evaporación del
suelo eran pequeñas en comparación con Et.
La Figura 10 (panel izquierdo) muestra la relación entre la suma de los flujos del calor
sensible (H) y del calor latente (λE) calculados a partir de las covarianzas del
registrador de datos y la radiación neta (Rn) para las condiciones diurnas con el dosel
seco. Hubo una buena correlación entre la suma de H y λE y Rn (r2 = 0.86), con una
desviación de 0.90 y una intercepción de 0.3 W m-2. La proporción del balance de
energía (EBR) para los datos que aparecen en la Figura 10 fue 0.90, muy similar al EBR
observado para la serie de datos crudos (0.91, Figura 8). La Figura 10 (panel derecho)
muestra el curso anual del EBR calculado utilizando sumas diurnas de los flujos del
dosel seco de H, λE, y Rn. El EBR fue casi constante durante el período de medición y
pasó de 0.87 en diciembre y junio, a 0.95 en agosto. La media de todos los valores
diurnos de EBR fue 0.91 ± 0.08.
Figura 10: (Panel izquierdo) Relación entre la suma de los flujos de calor sensible (H) y calor
latente (λE) calculada usando el registrador de datos y la radiación neta (Rn) para condiciones
diurnas y con dosel seco. La línea recta es la línea 1:1. La ecuación de la regresión lineal es: y =
0.90x + 0.26 (W m-2), r2 = 0.86, n = 6984. La proporción del balance de energía (EBR = ∑(H +
λE)/ ∑Rn) fue 0.90. (Panel derecho) la proporción media diaria del balance de energía (EBR)
para cada mes (condiciones diurnas, dosel seco). La parte superior e inferior del área sombreada
representan los percentiles 25 y 75 de la distribución de los valores EBR, respectivamente.
21
La Figura 11 muestra el ciclo promedio diurno de cada componente del balance de
energía para las condiciones del dosel seco. Durante la noche, la radiación neta (Rn) y el
flujo de calor sensible (H) fueron negativos debido al enfriamiento. Durante el día, el
flujo de calor latente (λE) fue un poco mayor que el flujo de calor sensible (H). La
proporción de Bowen (H./λE) del mediodía (12:00 - 14:00) fue ≈ 0.8, y la fracción de
transpiración del mediodía (λE/Rn) fue de ≈ 0.5. La diferencia entre Rn y la suma de H
y λE fue mayor entre las 13:00 y las 17:00 hrs. El EBR de mediodía fue 0.89.
Figura 11: Patrones diurnos promedio de radiación neta (Rn), flujo de calor sensible (H), flujo
de calor latente (λE), flujo modelado de calor latente (λE-PM), y suma de H y λE, para
condiciones de dosel seco.
1.2.3. Patrones estacionales de los flujos de calor latente y sensible en el dosel
seco
Los flujos de calor sensible y latente fueron menores durante los meses de frío de la
época de secas (nov - feb) y mayores durante la época de lluvias, lo que es coincidente
con los cambios en la radiación (Figura 12). La correlación entre la media mensual de
λE y Rn fue fuerte (r2 = 0.97), con una desviación de 0.54 y una intercepción de 3.8 W
m-2. La Figura 13 muestra la fracción de transpiración media (Et/Rn) y la proporción de
Bowen media (H/λE) para cada mes. La fracción de transpiración varió moderadamente
22
durante el año de las mediciones. Fue mayor a comienzos de la época de secas (0.59,
noviembre) y menor a finales de la época de secas (0.50, marzo). La media de los
valores mensuales de Et/Rn fue 0.55 ± 0.02. El cambio en la proporción de Bowen
(H//λE) fue opuesto al observado para la fracción de transpiración. La proporción
Bowen mínima fue 0.59 (noviembre) y la máxima, 1.01 (marzo). La media de los
valores mensuales de H/λE fue 0.74 ± 0.11.
Figura 12: Flujos mensuales promedio de radiación neta (Rn), calor latente (λE), y calor sensible
(H) para condiciones diurnas con dosel seco. También se muestran los promedios mensuales
correspondientes de flujo de calor latente modelado con el modelo Penman-Monteith (λE-PM).
23
Figura 13: Fracción de transpiración media (Et/Rn; círculos vacíos) para cada mes, calculada
usando todas las observaciones de λE diurnas (Sin > 10 W m-2) realizadas cada media hora, para
lo cual se asumió que el dosel estaba seco. La parte inferior y superior del área sombreada
representan los percentiles 25 y 75 de la distribución Et/Rn, respectivamente. La línea punteada
es la proporción Bowen media (H/λE) para condiciones diurnas con dosel seco.
1.2.4. Conductancia del dosel: observaciones y modelo
El modelo Jarvis (1976) de conductancia del dosel fue calibrado utilizando los datos de
21 días sin lluvia distribuidos uniformemente a lo largo del período de medición. La
Tabla 2 muestra la media y el alcance de las variables meteorológicas usadas en la
calibración del modelo de conductancia del dosel.
Los valores de los parámetros gmax, a1 y a2 del modelo (Ecuaciones 11-13) obtenidos por
ajuste no lineal por mínimos cuadrados se pueden ver en la Tabla 3. La figura 14
muestra la media mensual de los ciclos diurnos de la conductancia del dosel, tanto la
observada como la modelada. También se muestran los ciclos diurnos medios de la
conductancia observada del dosel. La conductancia medida del dosel tuvo poca
variación durante el año de medición, aun cuando la precipitación mostró un claro
patrón estacional (Figura 2).
24
Variable Miniumum Maximum Mean Incoming solar radiation Sin (W m-2)
11 1119 543
Vapor pressure deficit VPD (kPa)
0.10 2.36 1.09
Observed canopy conductance (mm s-1)
-4.8 42.6 7.9
Tabla 2: Rangos y medias de las variables meteorológicas usadas en la calibración en el modelo
Jarvis (1976) de conductividad del dosel.
gmax (mm s-1) a1 (W m-2) a2 (kPa) r2 n 30.5 446 0.79 0.24 495
Tabla 3: Valores de los parámetros del modelo Jarvis (1976) incluyendo la máxima
conductancia del dosel (gmax, Ecuación 11), el parámetro para la función de la radiación (a1,
Ecuación 12), y el parámetro para la función del déficit de presión de vapor (a2, Ecuación 13).
También se muestra el coeficiente de determinación múltiple (r2) y el número de los valores
observados en la conductancia del dosel usados en la optimización (n).
La conductancia máxima diaria del dosel fue mayor (20-30 mm s-1) durante los meses
de diciembre y enero (primera mitad de la época de secas). Para los otros meses, la
conductancia máxima diaria estuvo entre 10-20 mm s-1. Además, la conductancia del
dosel observada al final de la época de secas (mar-abr) fue muy similar a la observada a
finales de la época de lluvias (sep-oct). Debido a que la distribución de la conductancia
del dosel medida estuvo fuertemente sesgada a la derecha, las medias fueron mayores
que los puntos medios. La media modelada de los ciclos diurnos de la conductancia del
dosel concordó con los ciclos medios diurnos de la conductancia observada del dosel, a
excepción de los meses de febrero y de marzo, cuando hubo una mejor concordancia
con la media de los valores. Los ciclos medios diurnos de la conductancia modelada del
dosel no se muestran ya que fueron casi idénticos a la media de las curvas.
25
Figura 14: Variación diurna de la conductancia media mensual medida (línea) y modelada
(puntos) del dosel (gc). La línea punteada es el ciclo diurno medio de la conductancia medida
del dosel.
1.2.5. Transpiración modelada
Los flujos de calor latente (λE-PM) que se calcularon usando la ecuación Penman-
Monteith (Ecuación 8) y los valores modelados de la conductancia del dosel (Ecuación
11) concordaron con los valores observados de λE. La Figura 11 muestra que habo
concordancia entre los flujos diurnos de λE medidos y los modelados. La Figura 12
muestra que durante el período del estudio hubo poca diferencia entre los flujos
medidos y los modelados de λE . La diferencia entre la media de los flujos mensuales
modelados y los medidos fue de un promedio de -2 ± 7 W m-2, lo cual es igual al -2 ± 5
% del λE medido. La diferencia máxima fue observada en enero, cuando el modelo
Penman-Monteith subestimó λE por ≈ 10 %. La Figura 15 muestra la comparación entre
la transpiración diaria medida (Et) y la modelada (Et-PM). Hubo una buena correlación
entre los totales diarios medidos y modelados (Et) (r2 = 0.88), con una pendiente de 0.93
y una intercepción de 0.2 mm día-1. El Et total medido para los datos que aparecen en la
Figura 15 fue de 705 mm y el total modelado también fue de 705 mm.
26
Figura 15. Transpiración diaria modelada (Et-PM) contra la transpiración diaria medida (Et). La
ecuación de regresión lineal es: y = 0.93x + 0.19, r2 = 0.88, n = 275.
1.2.6. Transpiración anual calculada
Para los días en que los datos de turbulencia no estuvieron disponibles o estaban
incompletas, la transpiración diaria se calculó usando la ecuación Penman-Monteith. De
los 365 días que duró el estudio, en 275 de ellos estuvieron disponibles los datos de la
covarianza de remolinos; el Et diario se calculó a partir de los flujos λE medidos. Para
los 90 días restantes, se calculó el Et diario usando el modelo Penman-Monteith. Los
cálculos mensuales de Et aparecen en la tabla 4. El Et total anual estimado fue de 950
mm, lo que equivale al 73 % de la precipitación anual medida de 1308 mm. El Et
mensual fue menor durante los meses fríos de la época de secas de nov-feb (60 ± 8 mm)
y mayor durante la época de lluvias (91 ± 10 mm), coincidiendo con los cambios de
radiación (Figuras 3 y 12). Se observaron los valores intermedios de Et para los meses
calientes de la época de secas de marzo y abril (76-88 mm). Debido al fuerte patrón
estacional de la precipitación (P), durante la época de lluvias Et fue una fracción mucho
menor de P que durante época de secas. Durante la época de secas, la pérdida mensual
de transpiración estuvo cerca de (nov-feb), o excedió a (mar-abr) las entradas de
precipitación. La comparación del Et medido con la precipitación normal en este sitio
27
sugiere que es más probable que las pérdidas mensuales de transpiración excedan las
entradas de precipitación durante la segunda mitad de la época de secas (feb-abr),
mientras que, típicamente, Et es menor al 50 % de P durante la época de lluvias. En este
sitio, el Et anual estimado fue del 54 % de la precipitación normal.
Month P
(mm) P normal
(mm) Et
(mm) I
(mm) E (Et +I)
(mm) P-E
(mm) Sep 2006 260 318 89 23 112 148 Oct 123 148 84 15 99 24 Nov 65 89 65 10 75 -10 Dec 73 67 56 10 66 7 Jan 2007 60 60 50 12 62 -2 Feb 110 53 68 11 79 31 Mar 35 55 76 5 81 -46 Apr 54 65 88 10 98 -44 May 89 112 77 10 87 2 Jun 120 303 105 14 119 1 Jul 132 276 99 16 115 17 Aug 187 219 93 23 116 71 1308 1765 950 159 1109 199
Tabla 4: Precipitación medida mensualmente (P); P normal para el período 1971-2000 (Servicio
Meteorológico Nacional, 2007), transpiración estimada (Et), pérdida de lluvia por interceptación
(I), evapotranspiración total (E), y P medida menos E.
1.2.7. Pérdida de precipitación por intercepción: observaciones y modelo
La pérdida de precipitación por interceptación (I) se calculó restando el flujo de agua
del follaje (TF) medida, de la precipitación (Ecuación 14). El flujo de agua del follaje
fue medida 28 veces, y la Figura 16 muestra la I calculada contra la precipitación (P).
Los cálculos de la variabilidad de la interceptación de la precipitación fueron altos. La
pérdida de precipitación por interceptación aumentó con una precipitación de hasta P ≈
10 mm. Para P >10 mm, no hubo una relación clara entre I y P, indicando que las tasas
de evaporación del dosel mojado (Ew) fueron bajas. La pérdida total de interceptación
medida fue de 35 mm (11 % de P). Las tasas de evaporación del dosel mojado se
calcularon usando la ecuación de Penman-Monteith (Ecuación 16) y fueron estimadas a
partir de la Ecuación del balance de energía (Ecuación 6) usando el flujo de calor
sensible tal y como fue medido con el anemómetro sónico.
28
Figura 16: Interceptación de precipitación (I) medida contra precipitación (P). Los círculos
vacíos y los círculos llenos representan las ocasiones en las cuales el tiempo entre mediciones
del flujo de agua del follaje fue de un día y de más de un día, respectivamente. La línea
representa la saturación exponencial del dosel dada por ))exp(1(max kPS −− con Smax = 1.50
mm y k = 0.18. Los parámetros del modelo Smax y k fueron derivados usando los cálculos de I
obtenidos a partir de las mediciones diarias del flujo de agua del follaje (círculos vacíos). Ver el
texto para una mayor explicación.
La Figura 17 muestra las tasas promedio de evaporación del dosel mojado calculadas
usando los dos métodos más las tasas promedio de precipitación correspondientes para
cada uno de los meses. La evaporación tal como se calculó con la Ecuación Penman-
Monteith (Ew-PM) fue ligeramente más alta que la estimada con la ecuación del
balance de energía (Ew-EC). La tasa promedio de evaporación calculada a lo largo de
todas las observaciones de media hora con P > 0.25 mm h-1 fue de 0.07 mm h-1 al usar la
ecuación Penman-Monteith, y de 0.06 mm h-1 al usar el método de balance de energía.
En el resto del análisis se utilizó la ecuación Penman-Monteith para calcular la
evaporación. La evaporación durante la precipitación mostró un claro patrón estacional.
La evaporación fue menor durante la época de secas (nov-abr, 0.04 ± 0.02 mm h-1) y
mayor durante la época de lluvias (sep-oct y may-ago, 0.10 ± 0.02 mm h-1).
29
Figura 17: Tasas promedio de precipitación (R, círculos llenos) para cada mes calculadas
usando todas las observaciones de cada media hora con P > 0.25 mm, y las correspondientes
tasas promedio de evaporación del dosel mojado calculadas usando la ecuación Penman-
Monteith (Ew-PM, círculos vacíos) y estimadas usando el método de balance de energía (Ew-EC,
cruces).
La intensidad promedio de la precipitación (R) mostró un patrón similar, con una R
menor en la época de secas (2.10 ± 0.63 mm h-1) que en la época de lluvias (5.25 ± 0.96
mm h-1). En consecuencia, la tasa relativa de evaporación ( REw , Ecuación 15) fue casi
igual para la época de lluvias que para la de secas (0.02). La baja evaporación calculada
durante la precipitación concuerda con la observación de que para P > 10 mm, no hubo
una clara relación entre I y P medidos (Figura 16).
Se utilizó el modelo de interceptación de la precipitación dado por la Ecuación 15 para
calcular la pérdida de precipitación por interceptación para todo el período de estudio.
Los parámetros del modelo que se necesitan para correr el modelo de interceptación son
la capacidad máxima de almacenamiento de agua que tiene el bosque (Smax, mm) y el
parámetro ajustado (k, sin dimensiones). En la derivación de los parámetros del modelo,
solamente se usaron las estimaciones de I basadas en las medidas diarias del flujo de
agua del follaje, esto con el fin de reducir al mínimo el problema de tener eventos
múltiples de precipitación agrupados como si se tratara de uno solo. Se realizaron 18
estimaciones de I basadas en las mediciones diarias de la precipitación directa, y a partir
30
de las cuales se determinaron los parámetros del modelo de la forma siguiente. Primero,
la evaporación durante la precipitación se calculó usando el término PRE ( Ecuación
15). Después, la evaporación calculada durante la precipitación fue restada de la
estimación de la interceptación de la precipitación. Por último, se obtuvieron los
parámetros del modelo Smax y k ajustando PREI − , que es igual a ))exp(1(max kPS −− ,
a los valores observados de la precipitación (P). La función ajustada se muestra en la
Figura 16. El valor derivado de Smax fue de 1.50 mm. La pérdida por interceptación
modelada (Im) para todos los eventos mostrados en la Figura 16 fue de 33 mm, lo que
sólo es ligeramente menor a la pérdida por interceptación observada de 35 mm.
Entonces, el modelo se aplicó al registro diario de la precipitación para calcular la
pérdida de precipitación por interceptación para todo el período del estudio. La pérdida
total de interceptación modelada fue de 159 mm, lo que es 12 % de la P total de 1308
mm.
1.2.8. Cálculo de la evapotranspiración anual
La evapotranspiración total (E) se calculó como la suma de transpiración (Et) y pérdida
de precipitación por interceptación (I). En la Tabla 4 se muestran las estimaciones de E
para cada mes. La pérdida de agua por Et (73 % de P) fue mucho mayor a la pérdida de
agua por interceptación de precipitación (12 % de P). Hubo una pérdida neta de agua
durante la época de secas, y un aumento neto de agua durante la época de lluvias. La E
total fue de 1109 mm (85 % de P). Ya que la precipitación durante el año de estudio fue
de solamente 74 % de lo normal, en los años con una precipitación normal E será una
fracción más pequeña de P. Suponiendo que durante años normales la interceptación de
la precipitación también sea de cerca de 12 % de P y Et de cerca de 950 mm según lo
medido durante el año de este estudio, entonces E, típicamente, será de cerca de 66 %
de P.
31
1.3. Resumen
Por medio del método de covarianza de torbellinos, se midieron los flujos superficiales
de energía en un cafetal de sombra en el centro de Veracruz (México). Los flujos
turbulentos del calor sensible y del latente medidos representaron en promedio 91% de
la radiación neta bajo condiciones diurnas con el dosel seco, lo que indicó un buen
balance de energía. La imposibilidad del cierre total del balance de energía pudo
haberse debido, en parte, al incumplimiento de los flujos de almacenamiento, pero hay
muchas otras razones que pudieron haber causado la discrepancia (cf. Wilson et al.,
2002). Sin embargo, el grado de cierre de balance de energía observado en este estudio
(91 %) es más alto que el promedio de 80 % encontrado por Wilson et al. (2002) en 22
sitios de covarianza de torbellinos que forman parte de la red de ‘FLUXNET '.
El clima y la precipitación mostraron un claro patrón estacional. La precipitación anual
medida en este estudio fue de 1308 mm, muy por debajo de la precipitación normal de
1765 mm. La precipitación durante la época de lluvias (may-oct) y la de secas (nov-abr)
fue de 74 % y 26 % de la precipitación anual, respectivamente. La precipitación durante
la época de secas estuvo cerca de lo normal (105 %), mientras que la precipitación en la
época de lluvias estuvo muy por debajo del promedio (67 %). La radiación solar
entrante y la temperatura fueron más bajas durante los meses fríos de la época de secas
(nov-feb). Durante la época de secas se observó una mayor variación día a día de la
temperatura y la humedad. En promedio, cerca de 12 % de la radiación solar fue
reflejada por el cafetal de sombra, esto indica un albedo promedio de 0.12, lo que está
dentro del rango reportado para los bosques (0.10-0.16). La velocidad y la dirección del
viento no tuvieron una variación estacional, sino que mostraron un claro patrón diurno.
Durante el día, la dirección del viento típicamente provino del SE y la velocidad media
del viento fue de 1.9 m s-1. Durante la noche, los vientos provinieron del N-NE y la
velocidad del viento fue de 1.0 m s-1 en promedio.
Coincidentes con los cambios de radiación, los flujos de calor sensible y latente fueron
más bajos durante los meses fríos de la época de secas y más altos durante la época de
lluvias. La fracción de transpiración varió moderadamente durante el año en que se
realizaron las mediciones. Esta fracción fue más alta a comienzos de la época de secas
(0.59, noviembre) y más baja a finales de la época de secas (0.50, marzo). La fracción
media de transpiración fue 0.55. La proporción Bowen fue menor en noviembre (0.59) y
32
mayor en marzo (1.01). La mayor proporción Bowen (1.01) se observó a finales de la
época de secas (marzo), lo que puede sugerir que el cafetal experimentó un estrés por
sequía durante ese período. Sin embargo, la pérdida por evapotranspiración siguió
siendo mayor, o casi igual, a la precipitación del mes de junio; mientras que la
proporción Bowen disminuyó a 0.62 durante este período, lo que sugiere que el cambio
en la partición de la energía no fue provocado por un estrés por sequía.
La transpiración total se estimó en 950 mm año-1, o sea 73 % de la precipitación medida
y 54 % de la precipitación normal. La pérdida por intercepción pluvial se estimó en 12
% de la precipitación, lo que sugiere que, en años normales, el cafetal de sombra usa un
total de 66 % del agua de la precipitación.
La fracción media de transpiración fue 0.55, algo menor al valor de 0.64 encontrado por
Gutiérrez y Meinzer (1991) para un cafetal abierto con irrigación en Hawai. La fracción
de transpiración del cafetal de sombra también fue menor que los valores típicos
encontrados para las cosechas agrícolas y los pastizales (0.7-0.9; Kim et al., 1989;
Rosset et al., 1997). Kumagai et al. (2005) encontraron en Malasia una fracción de
transpiración de 0.69 en una selva tropical. Malhi et al. (2002) encontraron un valor
similar de 0.64 en una selva tropical amazónica. La proporción Bowen es también un
indicador de la partición de la energía. La proporción Bowen promedio del cafetal de
sombra se determinó en 0.74. Este valor es más alto que el reportado para el maíz (0.64)
y la alfalfa (0.18) en Canadá (McGinn y King, 1990). También es más alto que el valor
de 0.39 encontrado para una plantación de palma de coco en Vanuatu (Roupsard et al.,
2006). Así mismo, se han reportado proporciones Bowen menores en la selva tropical
amazónica (0.17; Da Rocha et al., 2004). Las proporciones Bowen observadas para
bosques latifoliados templados oscilan entre 0.3 y 0.8 (Droppo y Hamilton, 1973;
Verma et al., 1986; Bernhofer y Gay, 1989). Por lo tanto, la fracción de radiación neta
que el cafetal de niebla utiliza en la transpiración es baja en comparación con los
valores reportados para un gran número de otras cubiertas de la vegetación. Aunado a la
pérdida relativamente baja por intercepción pluvial de 12 %, se puede concluir que el
uso total de agua por parte del cafetal de niebla es bajo. Sin embargo, dada la
relativamente baja precipitación en el área de estudio, el uso del agua que hace el cafetal
de niebla representa, comparativamente, una considerable fracción de la precipitación
(66 %).
33
2. Intercepción pluvial y de neblina en un bosque secundario de niebla
montano en el centro de Veracruz, Mexico
Holwerda F1 and Bruijnzeel LA1
1 Faculty of Earth and Life Sciences, Vrije Universiteit, Amsterdam, The Netherlands
2.1. Materiales y métodos
2.1.1. Área de estudio
El bosque secundario de niebla montano (MCF) se localiza en La Cortadura, una
reserva ecológica de 107 hectáreas que es administrada por el municipio de Coatepec
(Veracruz, México). El área de estudio pertenece a la región fisiográfica de la Sierra
Madre Oriental, localizada en el lado este del altiplano mexicano. La reserva La
Cortadura se encuentra a una elevación de entre ≈ 2000 a 2200 m. La topografía es
montañosa y está altamente diseccionada por pronunciadas laderas (20-45 %). La
reserva incluye un remanente maduro de MCF (≈ 45 ha) con una alteración
relativamente baja, un área que anteriormente estaba cubierta de MCF maduro pero que
ahora contiene una etapa temprana de sucesión de un bosque aliso de ≈ 19 años de edad
que fue establecido después de un incendio (≈ 25 ha), y otros tipos secundarios de
cubierta vegetal en crecimiento, como una plantación de pinos pátula de siete años (≈ 1
ha), y una pequeña área de pastos (≈ 3 ha). El resto de la reserva (≈ 33 ha) está cubierta
con MCF levemente alterado que muestra una extracción doméstica ocasional de
madera.
Citar este trabajo como:
Holwerda, F. and Bruijnzeel, L.A., 2007, Intercepción pluvial y de neblina en un bosque
secundario de niebla montano en el centro de Veracruz, Mexico. En Reporte Técnico Final del
proyecto INE/A1-064/2007. Instituto de Ecología, A.C. – Vrije Universiteit Ámsterdam –
Instituto Nacional de Ecología. Xalapa, Ver., México.
34
Las mediciones del flujo de agua del follaje (TF) y del flujo caulinar (SF) se realizaron
en las 25 ha del rodal del bosque aliso (Alnus jorullensis) (Fig. 1). El rodal del aliso
representa un bosque secundario de niebla montano típico (SEC) que se regeneró
después de un significativo evento de alteración en el bosque de niebla montano más
antiguo (maduro) (MAT). En este caso en particular, el rodal del aliso se regeneró
después de un gran incendio que ocurrió hace aproximadamente 19 años, como
resultado un incontrolable fuego agrícola. Se trata de un rodal envejecido de manera
Figura 1: Mapa de localización de los instrumentos y experimentos en campo en las
microcuencas de bosque maduro y en regeneración ubicados en “La Cortadura”, Coatepec, Ver.
Fuente: Muñoz-Villers (2008).
uniforme que está situado en las laderas norte y sur de la cadena. Las mediciones de TF
y de SF se realizaron en un terreno de aproximadamente 250 m2 en la ladera sur. El
árbol dominante del dosel en el terreno es el aliso (Alnus jorullensis), con una densidad
aproximada de 870 tallos ha-1 y una altura media de ≈ 20 m. El suelo está densamente
cubierto por Miconia (≈ 700 tallos ha-1), que es un arbusto leñoso muy común en el
35
crecimiento secundario del área de estudio y alcanza alturas de hasta ≈ 5 m en el
terreno estudiado. Además, el sotobosque y el dosel medio contienen algunos
individuos de regeneración de las especies maduras del dosel encontradas en el MAT
cercano. El aliso es de especies caducifolias. La caída de las hojas comienza en enero; la
caída máxima de hojas y la aparición simultánea de éstas ocurren en febrero-abril.
Por su latitud, el área de estudio se encuentra en la región tropical, pero la altitud
modifica su clima, el cual es moderado con precipitaciones todo el año, pero con mayor
concentración durante el verano. El clima está dominado por dos tipos de masa de aire:
1) masa de aire marítimo tropical que prevalece durante la época de lluvias (may-oct); y
2) masa de aire continental polar que prevalece durante la época de secas (nov-abr). Por
esta razón, se pueden distinguir dos estaciones distintas: 1) época de lluvias (may-oct),
durante ésta el área de estudio está bajo la influencia de los vientos alisios y de los
procesos orográficos de convección, el paso de las ondas tropicales provocan
frecuentes y pesadas lluvias; y 2) la época de secas (nov-abr), durante la cual se alternan
las condiciones estables y secas con períodos de lluvia y/o llovizna y la ocurrencia de
nubes bajas (niebla) causadas por el paso de frentes polares. La época de secas se puede
subdividir aún más en un período de frío (nov-feb) y un período de calor (mar-abr). Las
mediciones del clima realizadas en este estudio son las primeras que se hacen en el área
de estudio, por lo tanto, una descripción más detallada de las condiciones
meteorológicas será presentada en la sección de resultados.
2.1.2. Flujo de agua del follaje y flujo caulinar
El flujo de agua del follaje dentro del SEC se midió utilizando tres canales de 4 m de
largo por 0.3 m de ancho en forma de V. Los canales están hechos de acero inoxidable
con afilados segmento verticales de 2 cm para reducir la pérdida por salpicadura. Los
canales fueron instalados horizontalmente con ángulos de 10-20° para facilitar el
drenaje del agua. El agua recogida fue drenada por medio de un tubo de PVC hacia
pluviómetros de balancín de gran capacidad conectadas a los registradores de datos
(ambos fabricados por Vrije Universiteit Amsterdam VUA). Los registradores de datos
registraron los movimientos del balancín al segundo más cercano. El volumen de la
cubeta era de aproximadamente 50 ml, pero este dato varió de una cubeta a otra. Con un
área horizontal proyectada de ≈ 1.16 m2 y un volumen de cubeta de ≈ 50 ml, la
36
resolución de los canales de TF fue de ≈ 0.043 mm. Se sabe que los pluviómetros de
balancín subestiman los flujos más altos debido a la cantidad de agua que se pierde
durante el movimiento del balancín. Esto es especialmente cierto cuando la resolución
de las mediciones del balancín es alta (como en este caso). Por lo tanto, para asegurar
que las mediciones de TF fueran exactas, abarcando una amplia gama de intensidades
de precipitación, los pluviómetros de balancín se calibraron usando la metodología de
Calder y Kidd (1978). El procedimiento de calibración consistió en determinar el
volumen efectivo de la cubeta (V, L) y el tiempo (t, s) que le llevaba a la cubeta pasar
de la inmovilidad a la posición en la que la división central de la cubeta estaba por
debajo del flujo de entrada del agua en cada pluviómetro, a partir de mediciones de la
tasa de oscilaciones a tasas de flujo conocidas. El parámetro V del pluviómetro fue dado
por la pendiente y el parámetro t por la intercepción de la regresión lineal entre el
tiempo medido entre oscilaciones (Ttips, s) y el recíproco de la tasa de flujo (s L-1). La
tasa de flujo corregida (Q, L s-1) se calculó usando (Calder y Kidd, 1978):
tT
VQ
tips −= (1)
Los datos TF fueron corregidos a una resolución de 1 minuto, es decir para un intervalo
particular de 1 minuto, durante el cual se registró TF; Ttips se determinó dividiendo 60 s
por el número total de oscilaciones durante ese intervalo, y Q se calculó usando Ttips y
los parámetros de la cubeta basculante obtenidos por la calibración. Las tasas de flujo
usadas durante la calibración estuvieron entre ≈ 2 y 25 ml s-1, lo que equivale a tasas de
intensidad de TF de ≈ 6 a 78 mm hr-1 para a un área horizontal proyectada de ≈ 1.16 m2.
Los tres canales fueron instalados en lugares escogidos de manera aleatoria dentro del
terreno de SEC. Dos de los tres canales fueron reubicados durante el período de estudio.
La serie de datos de los canales reubicados se extendió a los períodos anteriores y
posteriores a la reubicación usando la regresión lineal. Los vacíos se llenaron solamente
sobre la base de algún evento. Los eventos fueron definidos como períodos de lluvia
precedidos por un período seco de por lo menos 3 horas. De esta manera, las
estimaciones del evento TF fueron obtenidas en cinco diversas posiciones dentro del
diagrama del SEC. De igual forma, los vacíos de datos que ocurrieron debido al mal
37
funcionamiento de los pluviómetros de balancín o de los registradores de datos se
llenaron usando la regresión lineal.
El flujo caulinar fue medido en diez árboles alisos de varios tamaños. El tubo de PVC,
cortado longitudinalmente, fue unido al tallo de una manera espiral, a ≈ 1.0-1.5 m del
suelo. Los espacios que quedaron entre el tubo y el tallo fueron sellados con silicón. Los
pluviómetros de SF fueron conectados al mismo tipo de pluviómetro de balancín que se
usó para medir TF. Debido a la limitada disponibilidad de los pluviómetros de balancín,
SF se midió en sólo tres árboles en un momento dado. Los pluviómetros de balancín
fueron conectadas a un registrador de datos 21X (Campbell Scientific Ltd, Estados
Unidos) que registró el número de oscilaciones a intervalos de 10 minutos. Una vez que
se obtuvo una buena relación entre el evento SF y P para un árbol determinado (r2 >
0.80; regresión lineal de SF en P para SF > 0), el pluviómetro de balancín se trasladó a
otro árbol. Los pluviómetros de balancín también fueron calibradas dinámicamente,
pero en vez de calcular las tasas de flujo usando la Ecuación (1), se corrigieron las tasas
de flujo medidas (Qm, L 10-min-1) usando curvas de calibración de la forma βα mQQ = ,
donde α y β son parámetros de calibración obtenidos por optimización.
2.1.3. Precipitación
La precipitación (P) fue medida en un área de pasto adyacente al rodal del SEC (Fig. 1)
usando un pluviómetro de balancín de 0.2 mm (Casella CEL, Reino Unido; orificio de
400 cm2 y volumen de cubeta de 8 ml) conectado a un registrador de datos de la VUA.
Según el fabricante, la exactitud del pluviómetro es ≈ 1 % en una precipitación con una
intensidad de 25 mm hr-1. Se instalaros dos pluviómetros de totalización, con un orificio
de 100 cm2, a dos metros del pluviómetro de balancín. Un tercer pluviómetro de
totalización fue instalado dentro de un pequeño claro de bosque entre el pluviómetro de
balancín y el área TF dentro de SEC (Fig. 1). En cada una de las visitas al campo
(usualmente una vez por semana), se tomaron lecturas para comparar con las medidas
arrojadas por el pluviómetro de balancín. La pendiente de la regresión lineal entre la
precipitación medida por el pluviómetro de balancín (Ptb) y el promedio de los tres
pluviómetros de totalización (Ptot) fue de sólo ≈ 1 % menos que la unidad (Ptb = 0.99Ptot
- 0.16, r2 = 1.00, n = 34).
38
2.1.4. Recolección de datos meteorológicos
Se realizaron continuas mediciones climáticas en un mástil triangular de 3 m de alto
localizado a aproximadamente 600 m al S-SE del sitio de estudio del SEC (Fig. 1). La
radiación de onda corta entrante (Sin, W m-2) se midió usando un piranómetro (tipo
CM2, Kipp y Zonen, Países Bajos) colocado a 3 m por encima del suelo. La
temperatura (T, °C) y la humedad relativa (RH, %) se midieron usando dos sensores
T/RH combinados (tipo HMP45C, Vaisala, Finlandia) a 2 m. Además la temperatura y
la humedad se midieron usando un par de termopares de bulbo seco y húmedo de
crómo-constantan (tipo E) (fabricados por la VUA) a 2 m. El termopar de bulbo
húmedo consiste de un termopar de bulbo seco envuelto en un fieltro de algodón que se
mantiene húmedo por medio de un suministro constante de agua destilada proveniente
de un depósito. El alambre del termopar tenía un diámetro de 0.127 milímetro. La
velocidad del viento (U, m s-1) se midió a 2.5 m usando un anemómetro (tipo A100R,
Vector Instruments, Reino Unido), y la dirección del viento (Udir, grados) fue medida a
3 m usando un potenciómetro veleta (tipo W200P, Vector Instruments Reino Unido). A
2.5 m, se instaló un colector de niebla pasivo. El colector es una pantalla de aluminio de
cortinillas cilíndricas de 49.5 cm de altura y de 25.6 cm de diámetro (≈ 0.127 m2 del
área transversal) (Juvik y Ekern, 1978) (fabricado por la VUA) con un embudo
adicional instalado en la parte superior (Frumau et al., 2007). Nos referiremos a la
precipitación interceptada por la pantalla del colector como precipitación horizontal
(HP), y la que entra al embudo ubicado en la parte superior del colector la llamaremos
precipitación vertical (VP). La cantidad de VP recogida fue medida usando un
pluviómetro de balancín con una capacidad de ≈ 10 ml (resolución ≈ 0.2 mm por
oscilación). La cantidad de HP recogida fue medida, hasta el 20 de abril, 2007, usando
un pluviómetro de balancín con una capacidad de ≈ 50 ml (≈ 0.4 mm por oscilación).
Del 20 de abril, 2007 en adelante, la HP se midió usando un pluviómetro de balancín
con una capacidad de 3.4 ml (≈ 0.03 mm por oscilación). Los pluviómetros de balancín
fueron calibradas dinámicamente, y las tasas de flujo se corrigieron usando curvas de
calibración, tal y como se hizo con las mediciones del flujo caulinar. Del 29 de marzo,
2007 en adelante, los eventos de niebla y la densidad también se midieron usando un
sensor de tiempo presente (tipo Air Eye, Optical Sensors, Suecia). El sensor de tiempo
presente utiliza una técnica de retrodispersión óptica para medir la densidad de las
39
partículas de la niebla. La densidad de la niebla se presenta como visibilidad (VIS, m;
exactitud ± 20 %). El sensor de tiempo presente también da una estimación de la
intensidad de la precipitación (mm h-1; exactitud ± 30 %) y el diámetro medio de las
gotas de lluvia (mm; exactitud no especificada). Además, la precipitación fue medida
usando un pluviómetros de balancín de 0.2 mm (tipo ARG100, Environmental
Measurements, Reino Unido).
Las mediciones de la radiación de onda corta, de la temperatura, de la humedad, de la
velocidad del viento, y de la dirección del viento se realizaron cada 30 s por medio de
un registrador de datos 21X. El registrador almacenó en un módulo externo de
almacenamiento (SM716, Campbell Scientific Ltd., Estados Unidos) los promedios de
10 min de las variables antes mencionadas y de los totales de 10 min de la precipitación
(P) y de las mediciones de la niebla (HP y VP). Los datos del sensor de tiempo presente
fueron almacenados a intervalos de 1 min utilizando un registrador de datos GigaLog
(Controlord, Francia).
2.1.5. Intercepción pluvial y de niebla
Antes de explicar los métodos usados para calcular la intercepción pluvial y la de
niebla, se presenta una breve descripción de las formas de precipitación relevantes para
este estudio. Según la definición internacional, la niebla reduce la visibilidad (VIS) por
debajo de los 1000 m. La niebla se diferencia de las nubes únicamente en que la base de
la niebla se encuentra en la superficie de la tierra, mientras que las nubes están por
encima de la superficie. La niebla consiste en pequeñas gotas, desde 1-100 µm
(velocidad terminal de ≈ 1-2 cm s-1), lo suficientemente pequeñas como para seguir la
masa de movimientos del aire. La lluvia consiste de gotas mucho más grandes (> 500
µm), que bajan por gravedad (velocidad terminal > 200 cm s-1). La llovizna consiste de
gotas más pequeñas que las de la lluvia (200-500 µm; velocidad terminal de 70-200 cm
s-1), y es más susceptible al viento que la lluvia. La llovizna se clasifica también según
su intensidad: 1) ligera (< 0.25 mm h-1); 2) moderada (0.25-0.50 mm h-1); y 3) pesada
(0.50-1.00 mm h-1). Cuando la tasa de precipitación es > 1 mm h-1, toda o una parte de
la precipitación generalmente es lluvia.
El proceso en el que las pequeñas gotas de agua en la niebla se depositan en los doseles
del bosque para producir gotas más grandes, que luego pueden caer sobre la tierra, es
llamado deposición de neblina. El proceso de deposición de neblina puede dar lugar a
40
valores del flujo de agua del follaje que exceden las entradas por precipitación medidas.
En este estudio, se obtuvieron las estimaciones de la deposición de neblina usando una
combinación de las mediciones del colecto de niebla y del balance hídrico del dosel
mojado. La niebla a menudo está acompañada por lluvia y/o llovizna. Bajo condiciones
de mucho viento, la llovizna puede caer casi horizontalmente debido al pequeño tamaño
de las gotas. Por lo tanto, bajo tales condiciones la llovizna se mide de manera más
eficiente por medio de un colector de niebla que por un pluviómetro. Ya que es casi
imposible separar la contribución de la niebla y de la llovizna de lo que fue capturado
por el colector de niebla o el flujo de agua del follaje, las dos formas de precipitación
fueron consideradas como una sola y, a partir de aquí, haremos referencia a ella como
precipitación horizontal (HP). Nos referiremos a la cantidad de niebla y de llovizna
interceptadas por el dosel del bosque como intercepción de agua de nube (CWI).
Anteriormente, la precipitación interceptada por la pantalla del colector de niebla fue
definida como precipitación horizontal (HP), mientras que la que entra en el embudo de
la parte superior fue definida como precipitación vertical (VP). El colector de VP mide
la lluvia y la llovizna (se asumió que la deposición de niebla era insignificante), y su
medición será semejante a la medida por un pluviómetro convencional. Con excepción
de las condiciones tranquilas (0-1 m s-1), las gotas de agua caen diagonalmente, más que
verticalmente. Por lo tanto, el colector de HP mide la niebla, la llovizna, y la lluvia
inclinada. La cantidad de precipitación inclinada interceptada por la pantalla del
colector de niebla (RHP) se calculó a partir de las medidas de VP de la siguiente manera.
Primero, se derivó una función de ley de potencia que describe la relación entre el
diámetro medio de la gota de agua (Dm, mm), tal como se midió con el sensor de tiempo
presente, y las tasas de precipitación de cada hora (R, mm h-1) tal como fueron medidas
por el colector de VP:
βαRDm = (2)
donde α y β son los parámetros ajustados obtenidos por optimización. Después se
determinó la velocidad de caída terminal (v, m s-1) de las gotas de agua a partir de los
valores de Dm, tal y como fueron obtenidos con la Ecuación (2) usando (Atlas y Ulbrich,
1977):
41
67.0778.3 mDv = (3)
A partir de las mediciones de la velocidad del viento (U, m s-1) y de los valores de v
(Ecuación 3), se calculó el ángulo de inclinación de la precipitación (b, en grados de la
vertical) usando (Herwitz y Slye, 1995):
=
v
Ub arctan (4)
Por último, se calculó la lluvia interceptada por el colector de niebla (RHP, mm h-1) a
partir de las mediciones de VP (R, mm h-1) y de los ángulos calculados (b), usando:
)tan(bRRHP = (5)
La cantidad de niebla interceptada por la pantalla de niebla, más la parte de la llovizna
no detectada o subestimada por el colector de VP (HPc) fue calculada restando el
componente calculado de precipitación horizontal (RHP, Ecuación 5) a partir de la
precipitación horizontal medida (HPm). Frumau et al. (2007) encontraron que la eficacia
del tipo de colector de niebla que se usó en este estudio para recolectar la niebla y la
lluvia de intensidad baja es de casi 100 %. No se conoce la eficacia de la pantalla de
niebla en la recolección de lluvia de intensidad más alta (y por tanto, de gotas de mayor
tamaño), pero puede ser substancialmente menor a 100 % debido a las pérdidas por
salpicaduras. Sin embargo, se asumió una eficacia de 100 % en la recolección de lluvia.
En ambientes de bosque de niebla, el balance hídrico del dosel mojado es dado por:
ISFTFCWIP ++=+ (6)
donde P es la precipitación, CWI es la intercepción del agua de nube (en este estudio se
define como la intercepción de la niebla más la llovizna), TF es el flujo de agua del
follaje, SF el flujo caulinar, I la pérdida por intercepción, es decir la cantidad de
precipitación interceptada que se pierde por evaporación durante y después de un evento
de precipitación. Los datos fueron analizados sobre una base de eventos, de modo que
todos los términos en la Ecuación (6) se encuentran en el mm evento-1 (para la
42
definición de evento ver más arriba). En este estudio se midieron P, TF y SF, mientras
que CWI e I tuvieron que ser evaluados a partir de la Ecuación (6). Para sortear el
problema de tener dos términos desconocidos en la Ecuación (6), se realizó una división
entre los eventos de lluvia con y sin niebla. Los datos de visibilidad (VIS) para
determinar la presencia de niebla sólo estuvieron disponibles del 29 de marzo de 2007
en adelante. Por lo tanto, la división se hizo por medio de una combinación de los datos
de VIS y los del colector de niebla, de la siguiente manera. Primero, para el período en
que los datos de VIS estuvieron disponibles, se usó un valor umbral de 33 % (del
tiempo) para los eventos de niebla con el fin de separar los eventos de lluvia con (> 33
%) y sin (< 33 %) niebla. La presencia de niebla fue definida como VIS observada <
1000 m. Después, se calculó la proporción de precipitación horizontal medida (HPm) a
precipitación vertical (VP) para todos los eventos sin niebla en este período; y el
promedio de esta proporción, más dos veces la desviación estándar, fue utilizado como
valor umbral para separar los eventos. Durante el análisis de los datos, se hizo evidente
que la importancia relativa de HPm para la precipitación total era consistentemente
mucho más pequeña para la época de lluvias que para la de secas. Además, no hubo
ninguna indicación de alguna contribución sustancial de intercepción de agua de nube
(CWI) al TF durante la época de lluvias (ver la sección de Resultados). Por esta razón,
no se hizo ningún intento para calcular CWI a partir de la Ecuación (6) para los eventos
ocurridos durante la época de lluvias. Así, la separación entre eventos con y sin niebla
sólo se realizó para la época de secas.
Después de haber separado los eventos de lluvia en eventos con y sin niebla, se usaron
los datos P, TF, y SF de los eventos sin niebla para calibrar un modelo de intercepción
pluvial. El modelo de intercepción pluvial fue entonces usado para predecir la pérdida
por intercepción (I) para los eventos con niebla, de manera que el término de
intercepción de agua de nube (CWI) pudiera ser calculado a partir de la Ecuación (6). El
modelo de intercepción pluvial utilizado fue el modelo exponencial de Merriam (1960)
dado por:
( ) PR
EkPSI
+−−= )exp(1max (7)
43
donde Smax es la capacidad máxima de almacenamiento de agua que tiene el bosque
(mm evento-1), P la precipitación (mm evento-1), k el parámetro ajustado (-), y RE la
proporción constante (-) entre la evaporación media del dosel mojado (mm h-1) y la tasa
de precipitación media (mm h-1) calculada durante horas con P > 0.5 mm h-1 (Gash,
1979). La primera parte del modelo describe la cantidad de agua almacenada en el
dosel, mientras que el término PRE indica la evaporación durante el evento. La tasa
de evaporación (E, mm s-1) durante la precipitación se calculó usando la ecuación de
Penman:
( ) ( )γλρ +∆+∆= Hap rVPDCAE , (8)
dónde ∆ es la pendiente de la presión saturada de vapor de agua con temperatura (kPa
°C-1), A la energía disponible (W m-2), ρ la densidad del aire (kg m-3), Cp el calor
específico del aire a una presión constante (J kg-1 °C-1), VPD el déficit de presión de
vapor del aire (kPa), λ el calor latente de la vaporización (J kg-1), γ la constante
psicométrica (kPa °C-1), y ra, H la resistencia aerodinámica para el calor (s m-1). La
resistencia aerodinámica para el calor fue calculada usando:
−
−= ++
H
h
M
h
Haz
dz
z
dz
Ur
,0
2
,0
22,
)(ln
)(ln
)4.0(
1 (9)
donde el valor 0.4 es la constante von Karman, U es la velocidad del viento (m s-1), zh+2
la altura del bosque (h ≈ 20 m) más 2 m, d el desplazamiento del plano cero (m), z0, M la
longitud de rugosidad de momento (m), y z0, H la longitud de rugosidad de calor (m). El
desplazamiento del plano cero fue calculado como 0.75h. El valor de z0,M fue tomado
como 0.1h y z0, H fue calculado como 0.14z0, M.
Cuando se calculó E, se asumió que las mediciones de la temperatura y de la humedad,
realizadas en la estación climática, eran representativas de las condiciones a 2 m sobre
el dosel del bosque. La energía disponible (A) se calculó a partir de la radiación de onda
corta entrante medida (Sin) utilizando un valor fijo de 0.15 para el albedo y asumiendo
que la radiación de onda larga era de cero (Rutter et al., 1971). La velocidad del viento a
2 m por encima del bosque se calculó a partir de las medidas del viento realizadas en la
estación climática, de la siguiente manera. Primero, se calculó la velocidad del viento a
44
una altura ze = 100 m a partir de las mediciones del viento realizadas a una altura de zm
= 3 m en la estación climática, usando la ecuación logarítmica del perfil del viento para
la capa superficial neutra:
=
m
m
m
e
mez
z
z
zzUzU
,0,0
lnln)()( (10)
donde z0, M se calculó como 0.1 de la altura de la vegetación que rodea la estación
climática (h ≈ 0.5 m). Después, a partir de la velocidad del viento estimada a una altura
de ze = 100 m, se calculó la velocidad del viento a 2 m sobre el dosel del bosque (z = h
+ 2) usando la ecuación logarítmica del perfil del viento para la vegetación alta y los
efectos de stabilidad no considerados:
−
−=+ +
m
e
m
h
ez
dz
z
dzzUhU
,0,0
2 lnln)()2( (11)
Después de haber calculado la evaporación durante la precipitación (el término PRE
en la Ecuación 7) para cada evento, y restando estos valores a la pérdida por
intercepción medida, se obtuvieron los valores de los parámetros del modelo Smax y k
ajustando ( )PREI − , que es igual a ))exp(1(max kPS −− , a la precipitación P.
El modelo de intercepción pluvial fue calibrado por separado para la época de lluvias
(may-oct) y para la de secas (nov-abr). Esto se hizo así por dos razones. En primer
lugar, las dos estaciones tienen marcadas diferencias en las características de
precipitación. En la época de lluvias predominan los eventos locales de lluvia
convectiva (alta intensidad), mientras que en los eventos de la época de secas
predominan las precipitaciones estratiformes persistentes (baja intensidad). Por lo tanto,
se esperaba que la tasa relativa de evaporación, es decir la proporción RE en la
Ecuación (6), fuera más baja para la época de lluvias que para la de secas. En segundo
lugar, el aliso es una especie caduca y cambia sus hojas durante la segunda mitad de la
época de secas (feb-abr). Aunque el aliso nunca se queda completamente sin hojas,
debido a que sus hojas caen y aparecen de manera simultánea, se esperaba que el bosque
tuviera una capacidad menor máxima (Smax) de almacenamiento de agua en la época de
secas que durante la época de lluvias.
45
2.1.6. Identificación de eventos de niebla a partir de las mediciones de la
visibilidad
El análisis de la visibilidad y de los datos del colector de niebla mostró que en la
mayoría de los casos los períodos de niebla iban acompañados por la lluvia. Además,
los períodos de niebla sin lluvia generalmente tuvieron una duración demasiado corta
como para producir un goteo que pudiera ser medido por el colector de niebla. Por lo
tanto, las mediciones del colector de niebla no eran adecuadas para estudiar
detalladamente los patrones de la niebla en el sitio de estudio. En consecuencia, la
descripción de los patrones de la niebla en el sitio de estudio se limita al período durante
el cual se pudo medir la visibilidad (del 29 de marzo, 2007 en adelante). Las mediciones
de la visibilidad se continuarán hasta que se haya recogido un año de datos, y
posteriormente se presentará una descripción de los patrones de la niebla durante este
período. Como se mencionó anteriormente, la presencia de niebla se definió como una
visibilidad observada (VIS) de menos de 1000 m. Los eventos de niebla fueron
identificados a partir de la serie de observaciones de cada hora de VIS usando la
metodología de Tardif y Rasmussen (2007). Su método utiliza el concepto de
construcción positiva "M- de N" para identificar eventos de niebla en las observaciones
de cada hora de VIS. Una construcción positiva se define como una secuencia de N
observaciones con por lo menos M horas de niebla; una construcción negativa se define
como una secuencia de N observaciones con menos de M horas con niebla. Un evento
de niebla comienza con la primera observación de niebla dentro de una construcción
positiva precedida por una construcción negativa, y termina con la última observación
de niebla dentro de una construcción positiva seguida por una construcción negativa.
2.1.7. Disponibilidad de datos
Los datos para simular la intercepción de la precipitación en SEC estuvieron disponibles
del 23 de septiembre de 2006 hasta el 21 de julio de 2007, a excepción del período del
19 de junio al 3 de julio 2007 debido a que un relámpago destruyó todos los
pluviómetros de balancín. Los datos para la descripción de las condiciones
meteorológicas en el sitio de estudio estuvieron disponibles durante un año completo
46
(del 1 de septiembre de 2006 - al 31 de agosto de 2007), a excepción del período del 18
al 26 de enero de 2007 que los datos no pudieron ser recuperados de un módulo de
almacenamiento dañado. Los datos de visibilidad estuvieron disponibles del 29 de
marzo de 2007 en adelante.
47
2.2. Resultados
2.2.1. Condiciones meteorológicas
Las variables de temperatura y humedad mostraron un patrón estacional claro (Figuras 2
y 3). Durante la época de lluvias, la temperatura media diaria fue en promedio de 15.7 ±
1.7 °C, y las temperaturas mínima y máxima diarias fueron de 12.2 ± 1.6 °C y 19.2 ±
2.2 °C, respectivamente. Durante la época de secas la temperatura media diaria fue de
12.3 ± 3.7 para el periodo frío (nov-feb) y de 14.2 ± 3.5 °C para el periodo cálido (mar-
abr). En febrero de 2007, se observó un periodo relativamente caliente. En los meses de
noviembre – febrero, las temperaturas mínima y máxima diarias fueron de 8.7 ± 3.2 °C
y 16.0 ± 4.5 °C, respectivamente. En los meses de marzo – abril, las temperaturas
mínima y máxima diarias fueron de 10.1 ± 3.1 °C y 18.3 ± 4.3 °C, respectivamente. La
variación día a día de la temperatura fue mayor durante la época de secas que durante la
de lluvias. La mayor temperatura diaria y la menor temperatura diaria se observaron
durante el periodo de secas.
El déficit medio diario de presión de vapor también mostró una mayor variación día con
día durante el periodo de secas (Figura 3). El déficit de presión de vapor promedio
diario fue de 0.42 ± 0.23 kPa para la época de lluvias, 0.46 ± 0.41 kPa para los meses
fríos de (nov-feb) de la época de secas, y de 0.60 ± 0.41 kPa para los meses de calor
(mar-abr) de la época de secas. La presión de vapor real promedio diaria fue de 1.42 ±
0.20 kPa para la época de lluvias, 1.06 ± 0.22 kPa para la época fría y seca, y 1.11 ±
0.25 kPa para la época cálida y seca.
El patrón de corrientes de aire no mostró ninguna variación estacional (Figuras 4 y 5).
Sin embargo, tanto la velocidad como la dirección del viento mostraron un claro patrón
diurno. Durante el día, la dirección del viento usualmente fue de E-SE y la velocidad
promedio de los viento fue de 1.8 ± 0.4 m s-1. Durante la noche, los vientos venían
predominantemente del sector NO y la velocidad de los vientos en promedio fue de 1.1
± 0.4 m s-1. La media de la observación total por hora de la velocidad del viento fue de
1.4 ± 0.7 m s-1. Los percentiles 50, 75 y 90 de la distribución de la velocidad del viento
por hora fueron 1.2, 1.8 y 2.4 m s-1, respectivamente. La velocidad del viento calculada
a 2 m por encima del bosque secundario fue considerablemente más baja que aquella
medida en campo abierto, esto se debió a la mayor rugosidad aerodinámica del bosque
48
y, por tanto, a la mayor absorción de momentum. En promedio, la velocidad del viento
por encima del dosel fue de 0.8 ± 0.2 m s-1 durante el día, y de 0.5 ± 0.2 m s-1 durante la
noche.
Figura 2: Temperatura media diaria (T), temperatura mínima diaria (Tmin), y temperatura
máxima diaria (Tmax).
Figura 3: Presión media diaria de saturación de vapor (es), presión real de vapor (ea), y déficit de
presión de vapor (VPD).
49
Figura 4: Dirección diaria del viento, durante el día (círculos abiertos) y durante la noche
(círculos cerrados).
Figura 5: Velocidad diaria del viento tal y como fue medida en la estación climática; durante el
día (círculos abiertos) y durante la noche (círculos cerrados).
50
2.2.2. Características de la precipitación y patrones de niebla
La precipitación pluvial también mostró un claro patrón estacional (Figura 6). El total
de precipitación pluvial medida cerca del bosque secundario fue de 3303 mm, de los
cuales 2423 mm (73 %) cayeron durante los meses de la época de lluvias (sep-oct, 2006
y may-ago, 2007), y 880 mm (27 %) durante la época de secas de 2006/2007 (nov, 2006
– abr, 2007). El registro de la precipitación diaria (no se muestra) revela que la
transición de la época de lluvias a la de secas en 2006 fue abrupta, y que ocurrió a
mediados de octubre de 2006. De igual manera, el comienzo de la época de lluvias de
2007 fue abrupto, aunque un poco tardío (durante la primera mitad de junio, 2007). La
precipitación media mensual durante los meses de la época de lluvias fue de 404 ± 208
mm mes-1. La precipitación durante la época de secas fue de 147 ± 74 mm mes-1.
Figura 6: Precipitación mensual medida cerca del bosque secundario (P) y cantidades mensuales
de precipitación horizontal (HPm) y vertical (VP) medidas por el colector de niebla. La línea
representa la relación de HPm y VP mensual.
51
Figura 7: Relación mensual media de eventos medidos de precipitación horizontal (HPm) y
precipitación vertical (VP) (círculos abiertos). La línea punteada representa la relación media, y
la parte superior e inferior del área sombreada representan los percentiles 25 y 75 de la
distribución HPm/VP, respectivamente.
La precipitación vertical total anual (VP) medida por el colector de niebla fue de 3156
mm, 4-5 % menos que la precipitación medida cerca del bosque secundario. La Figura 6
muestra que la importancia relativa de la precipitación horizontal (HPm) fue mucho
mayor para los meses de la época de secas que para la de la época de lluvias. La
relación HPm y la VP mensual aumentó bruscamente a principios de la época de secas
de 2006/2007, y fue más alta durante los meses de enero (0.83) y marzo (0.71) de 2007.
De igual forma, la relación de HPm y VP disminuyó rápidamente otra vez a finales de la
época de secas (abril, 2007). Los valores de la época de lluvias de la relación HPm/VP
estuvieron entre 0.23 y 0.31.
En la Figura 7 se muestran los valores mensuales medios de la relación del evento
HPm/VP. Durante la época de lluvias, la relación de HPm/VP normalmente fue de ≈ 0.2
y la distribución de las relaciones HPm/VP mostró relativamente poca variación (como
lo indican los percentiles 25 y 75). Durante la época de secas, las relaciones HPm/VP
más altas fueron observadas durante los meses de diciembre-febrero (0.8-1.2). Los
valores promedio de la relación HPm/VP fueron más bajos (0.2-0.4) a comienzos (nov) y
finales (mar-abr) de la época de secas. Sin embargo, la distribución de la relación
HPm/VP, mostró mayores variaciones en estos meses que en los meses de la época de
52
lluvias, lo que indica una mayor ocurrencia de eventos con niebla y llovizna en
comparación con la época de lluvias. El valor umbral del evento de la relación HPm/VP
que separa los eventos con y sin neblina en la época de seca fue determinado en 0.42.
La Figura 8 muestra un diagrama de la precipitación horizontal medida (HPm) versus la
cantidad estimada de precipitación inclinada interceptada por el colector de niebla
(RHP). En los eventos sin niebla (época de secas y época de lluvias), HPm fue muy
similar a RHP, lo que sugiere que HPm consistió casi por completo de precipitación
pluvial inclinada. En los eventos con niebla (época de secas), en general HPm fue mucho
más alta que RHP, lo que sugiere que HPm recibió una considerable contribución de
niebla y llovizna que el colector de niebla no recolectó o que subestimó ampliamente.
La duración de los eventos de precipitación pluvial también varió entre estaciones
(Figura 9). La duración de los eventos de precipitación durante los meses de la época de
lluvias usualmente fue de ≈ 2 h. La duración de los eventos de precipitación al principio
y al final de la época de secas (noviembre y abril) fue muy similar a los valores
observados en la época de lluvias (≈ 2 h). Las precipitaciones durante los meses de
diciembre a marzo tuvieron mayor duración (> 3 h). Más aún, el número de eventos de
precipitación identificados fue mayor en la época de lluvias que en la de secas.
En la Figura 10, se muestran las características diurnas de las precipitaciones. Los
patrones diurnos son presentados por separado: la época de lluvias (may-oct), el
comienzo y el final de la época de secas (nov, mar-abr), y a mediados de la época de
secas (dic-feb). Durante los meses de la época de lluvias, la intensidad de las
precipitaciones fue mayor en la tarde y antes de anochecer. Se observó un patrón similar
durante los meses de principios y finales de la época de secas, aunque la intensidad de
las precipitaciones fueron considerablemente más bajas y las intensidades pico
sucedieron algo más tarde (por la tarde y antes de oscurecer). A mediados de la época
de secas, la intensidad de las precipitaciones casi no mostró variaciones diurnas. El
promedio de la distribución diurna de la intensidad de las precipitaciones fue de 4.5 mm
h-1 durante la época de lluvias, de 2.3 mm h-1 en los meses de principios y finales de la
época secas, y de 1.9 mm h-1 a mediados de la época de secas.
53
Figura 8: Precipitación horizontal medida (HPm) versus la lluvia se calcula que fue interceptada
por el colector de niebla (RHP) para los eventos ocurridos durante la época de lluvias (círculos
blancos) y los eventos sin niebla (círculos grises) y aquellos con niebla (círculos negros) durante
la época de secas. Las ecuaciones de regresión linear son: 1) época de lluvias y = 0.89x + 0.22,
r2 = 0.92, n = 86; 2) época de secas, sin niebla: y = 0.90x + 0.41, r2 = 0.87, n = 46; 3) época de
secas, niebla: y = 0.70x - 1.09, r2 = 0.72, n = 48.
Figura 9: Duración media del evento precipitación (círculos). Las partes superior e inferior del
área sombreada representan los percentiles 75 y 25 de la distribución de la duración del evento
precipitación, respectivamente. La línea punteada es el número total de eventos de precipitación
identificados.
54
Figura 10: (a) Variación diurna de la intensidad media de la precipitación (calculada usando
horas con P >0.5 mm) para la época de lluvias (círculos negros), los meses de la época de secas
nov y mar-abr (círculos grises), y los meses de la época de secas dic-feb (círculos blancos). (b)
Probabilidad de precipitación, i.e. porcentaje de horas con precipitación P > 0.2 mm, para la
época de lluvias (círculos negros), los meses de la época de secas nov y mar-abr (círculos
grises), y los meses de la época de secas dic-feb (círculos blancos). (c) Distribución diurna de
precipitación para los meses de la época de lluvias (círculos negros), los meses de la época de
secas nov y mar-abr (círculos grises), y de los meses de la época de secas dic-feb (círculos
blancos).
55
El patrón de las probabilidades de precipitaciones diurnas casi no mostró variaciones
entre estaciones. Las precipitaciones ocurrieron con mayor frecuencia a finales de la
tarde y poco antes de anochecer. La ocurrencia de precipitaciones fue muy similar
durante la época de lluvias y a mediados de la de secas, mientras que las probabilidades
de precipitaciones fueron menores a principios y a finales de la época de secas. La
distribución diurna de precipitaciones fue muy similar para las distintas estaciones. La
mayoría de las precipitaciones sucedieron en la tarde y antes de que anocheciera.
Los resultados de las mediciones de visibilidad (VIS) se pueden ver en la Figura 11. El
número de eventos de niebla durante los meses de la época de lluvias (may-ago) fue de
entre 3 acontecimientos (junio) y 13 acontecimientos (mayo) por mes; y la duración
promedio de un acontecimiento fue de 3 h (junio) a 7 h (mayo). La duración máxima de
un evento estuve entre 7 h (junio) y 15 h (julio). La ocurrencia de niebla mensual
(expresada como porcentaje de tiempo) durante la época de lluvias estuvo entre 2 %
(junio) y 11 % (mayo). La ocurrencia de niebla durante abril fue de 13 % y se
identificaron un total de 8 eventos. La duración media de un evento para este mes de
abril fue de 12 h, y la duración máxima de 29 h.
Figura 11: Duración media del evento niebla (círculos). Las partes superior e inferior del área
sombreada representan los percentiles 75 y 25 de la distribución de la duración del evento de
niebla, respectivamente. Los percentiles no fueron calculados para junio debido al pequeño
número de eventos de niebla. Los números cercanos a los puntos de referencias son el número
total de eventos de niebla identificados por mes. La línea punteada representa la ocurrencia
mensual de niebla expresada como un porcentaje de tiempo.
56
Figura 12: Ciclo diurno de la ocurrencia de niebla (VIS < 1000 m, círculos abiertos) y de niebla
densa (VIS < 200 m, círculos cerrados) para los meses de abril – agosto, 2007.
La Figura 12 muestra el ciclo diurno de la neblina. La información que aparece en esta
Figura contiene todas las observaciones realizadas durante todas las horas con neblina,
por lo que se incluyen los eventos aislados de neblina (22 % de las observaciones) que
no forman parte de los eventos de neblina identificados. El evento de neblina ocurrió
principalmente durante la tarde y antes de anochecer. En general en las mañanas y las
noches no hubo neblina. Los eventos de neblina total fueron de 9 % (VIS < 1000 m), y
los de niebla densa (VIS < 200 m) ocurrieron 4 % del tiempo. El curso diurno de la
neblina coincide con el de la precipitación (Figura 10b). De todas las horas con eventos
de neblina, 49 % estuvo acompañado de precipitaciones pluviales.
2.2.3. Flujo de agua del follaje y flujo caulinar
Después de excluir estos eventos de precipitaciones, para los cuales no hubo
información de flujo de agua del follaje (TF) ni climática (incluyendo datos del colector
de niebla), quedó un total de 86 eventos en época de lluvias y 94 eventos en época de
secas para el análisis de intercepción de precipitaciones y neblina.
57
Por medio del valor umbral de 0.42 para la relación precipitación horizontal - vertical
(HPm/VP, ver más arriba), 48 de 94 eventos en época de secas se clasificaron como
eventos con neblina (51 %), y 46 fueron clasificados como eventos sin neblina (49 %).
El evento TF se calculó con la media aritmética del total de eventos de las series de
datos de las cinco mediciones de TF. Se incluyó el goteo del dosel que ocurrió después
de que cesó la precipitación extendiendo la adición de las observaciones TF hasta tres
horas posteriores al último registro de precipitación. Se siguió el mismo procedimiento
para obtener totales de eventos del volumen de flujo caulinar (ver más abajo).
Durante el periodo de estudio se midió el flujo caulinar (SF) en diez distintos árboles
Alnus spp. Debido a la escasez de balancines, el SF fue medido en sólo tres árboles en
un momento dado. La medición para un árbol dado se finalizó una vez que la relación
de regresión lineal entre precipitación y volumen (L) de SF alcanzó un coeficiente de
determinación (r2) mayor a 0.80. Debido a la relación no lineal entre precipitación y
volumen SF, se usaron funciones de ley potencial para describir la relación
precipitación – volumen SF en este análisis. En la Tabla 1 se pueden ver las relaciones
de regresión lineal entre un evento de precipitación y el volumen SF, más las funciones
de ley potencial ajustadas para los diez árboles Alnus spp. muestreados.
Tree dbh y = ax + b y = axb (cm) a b r2 n a b
1 66 2.38 -13.51 0.98 19 0.71 1.26 2 45 0.77 -6.53 0.90 49 0.06 1.56 3 75 1.49 -6.23 0.95 37 0.12 1.61 4 46 0.37 -2.48 0.94 19 0.08 1.34 5 41 0.70 -3.09 0.96 41 0.07 1.54 6 67 0.87 -4.19 0.95 21 0.35 1.19 7 70 0.09 -0.24 0.99 35 0.03 1.25 8 45 0.70 -4.22 0.90 32 0.01 1.98 9 50 0.29 -1.48 0.88 58 0.04 1.44 10 33 0.43 -2.65 0.92 48 0.05 1.50
Tabla 1. La relación de regresión linear entre un evento de precipitación P (x, mm) y el volumen
(y, L) de flujo caulinar (SF) para diez árboles Alnus spp. También se muestran los coeficientes
de las funciones de ley potencial que fueron usadas para describir la relación del volumen P-SF
en el presente análisis.
Las funciones de ley potencial se usaron para calcular el volumen (L) de SF durante
todo el periodo del estudio para cada árbol. No hubo ninguna relación entre el volumen
de SF y el diámetro de los árboles. Por tanto, se calculó el evento SF por área (mm)
58
multiplicando el volumen SF promedio por la densidad de árboles Alnus spp. estimada
en el diagrama del estudio (870 tallos ha-1).
La Tabla 2 describe los resultados de las mediciones de la precipitación pluvial, el flujo
de agua del follaje y el flujo caulinar en los distintos grupos de eventos (época de
lluvias, época de secas sin niebla, época de secas con niebla) utilizadas en el análisis de
intercepción de precipitación y neblina.
Event type wet season dry season, no fog dry season, fog
No. of events 86 46 48 Total P (mm) 932.3 410.2 433.6 Median event P (mm) 3.8 4 2 25th, 75th, and 90th percentile (mm) 1.3, 12.8, and 28.6 1.4, 12, and 21.2 0.8, 7.4, 30.2
Total VP (mm) 940.7 441.6 378.5 Total HPm (mm) 262.8 113.1 312.4 HPm/VP (%) 28 26 83
Total TF ± 1SD (mm) 784.4 ± 97.5 351.0 ± 39.1 411.5 ± 44.9 CV (%) 12 11 11 SE (mm) 43.6 17.5 20.1 TF/P (%) 84 86 95
Total SF ± 1SD (mm) 42.1 ± 38.7 17.5 ± 16.2 20.9 ± 18.7 CV (%) 92 93 89 SE (mm) 12.2 5.1 5.9 SF/P (%) 5 4 5
(TF + SF)/P (%) 89 90 100
Tabla 2. Precipitación total (P), precipitación vertical (VP), precipitación horizontal (HPm), flujo
de agua del follaje (TF) y flujo caulinar (SF) para los distintos grupos de eventos (época de
lluvias, época de secas sin neblina, época de secas con neblina) usados en el análisis de
intercepción de precipitación y niebla. También se muestran la media y los percentiles 25, 50 y
75 del evento distribuciones de precipitación; el total de la precipitación horizontal (HPm) en
porcentaje del total de precipitación vertical (VP) (como fue medida por el colector de niebla);
la desviación estándar (SD) de las mediciones TF/SF, el coeficiente de variación (CV) de las
mediciones TF/SF. El error estándar (SE) de las mediciones TF/SF, el total de TF/SF en
porcentaje del total de P; y el total de TF+SF en porcentaje del total de P.
La cantidad total de precipitación fue de 932 mm en los eventos de la época de lluvias,
410 mm en los eventos de la época de secas sin niebla, y de 434 mm en los eventos de
la época de secas con niebla. Aunque la media y los percentiles 25 y 75 de la
distribución del evento de precipitación fueron muy similares a los eventos de la época
de lluvias y los eventos de la época de secas sin niebla, el número de eventos sin neblina
59
de la época de secas que excedieron 30 mm (una) fue menor que el de las tormentas de
la época de lluvias (nueve). En general, los eventos en la época de secas fueron más
pequeñas, pero hubo seis eventos con más de 30 mm de P.
La cantidad de precipitación horizontal medida con relación a la precipitación vertical
fue muy similar en los eventos de la apoca de lluvias (28 %) y los eventos de la época
de secas sin niebla (26 %); mientras que se observó un valor mucho más alto en los
eventos de la época de secas con niebla (83 %). El total de flujo de agua del follaje fue
784 mm en los eventos de la época de lluvias, 351 mm para los eventos de la época de
secas sin niebla, y 412 mm en los eventos de la época de secas con niebla.
El coeficiente de variación (CV) de la estimación total del flujo de agua del follaje fue
casi igual a (11-12 %) para cada uno de los grupos de eventos. El flujo de agua del
follaje total en relación a la precipitación total fue similar en los eventos de la época de
lluvias (84 %) y los de la época de secas sin niebla (86 %), mientras que se observó un
valor considerablemente más alto en los eventos de la época de secas con niebla (95 %).
El total de flujo caulinar fue de 42 mm en los eventos de la época de lluvias, 18 mm en
los eventos de la época de secas sin niebla, y 21 mm en los eventos de la época de secas
con niebla. El coeficiente de variación del flujo caulinar total fue grande y casi igual en
cada uno de los grupos de eventos. (89-93 %). El flujo caulinar total en relación a la
precipitación total fue también muy parecido en cada uno de los grupos de eventos (4-5
%). Por último, la suma del flujo de agua del follaje total y el flujo caulinar total en
relación a la precipitación total fue casi igual en los eventos de la época de lluvias (89
%) y los eventos de la época de secas sin niebla (90 %), mientras que, una vez más, se
observó un valor mayor en los eventos de la época de secas con niebla (100 %).
2.2.4. Intercepción de precipitación y de niebla
La pérdida de precipitación (l) por intercepción en los eventos de las épocas de lluvias y
de secas, con y sin neblina, se calculó restando el flujo de agua del follaje medida más
el flujo caulinar de la precipitación pluvial. La pérdida total por intercepción fue de 106
mm en los eventos de la época de lluvias (11 % de P), 42 mm en los eventos de la época
de secas sin neblina (10 % de P), y 1 mm en los eventos de la época de secas con
neblina (0 % de P). En la Figura 13a se muestra la relación entre los eventos de
precipitación (P) y los valores derivados de I para la época de lluvias, y en la Figura 13b
se muestran los eventos con y sin neblina de la época de secas. La variabilidad de la
60
intercepción de lluvia calculada fue alta para todos los grupos de eventos. Los cálculos
de la pérdida de lluvia por intercepción fueron más bajos para los eventos sin niebla en
la época de secas que para los eventos en la época de lluvias. Los cálculos de I para
estos dos grupos de eventos, fueron positivos en todos los casos. Los cálculos de I para
los eventos de la época de secas con neblina en general fueron mucho más bajos que
para los eventos de la época de secas sin niebla, y el cálculo de I para 20 de los 48
eventos fue negativo, lo que indica la existencia de cantidades significativas de
intercepción de agua de las nubes (CWI). Para los eventos de la época de lluvias, la
pérdida por intercepción de lluvia aumentó, con precipitaciones con tormentas de hasta
≈ 15 mm, lo que indica la saturación gradual del dosel. En el caso de tormentas
mayores, no hubo una relación clara entre precipitación y pérdida por intercepción, lo
que indica que los índices de evaporación del dosel mojado fueron bajos. Se observó un
patrón similar en los eventos de la época de secas sin neblina, aunque la pendiente de la
relación P-I parece convertirse en cero en eventos mucho menores (≈ 5 mm), lo que
sugiere que el dosel se saturó mucho más rápido que en la época de lluvias.
Figura 13: (a) Interceptación de la precipitación medida (I) versus la precipitación (P) para
eventos de la época de lluvias. El punto de referencias marcado con una cruz fue considerado
como un valor atípico. La línea representa la saturación exponencial del dosel dada por
))exp(1(max kPS −− con Smax = 1.95 mm y k = 0.18. (b) Interceptación (I) versus precipitación
(P) para eventos sin (círculos blancos) y con niebla (círculos negros) durante la época de secas.
La línea representa la saturación exponencial del dosel para eventos sin niebla (Smax = 0.90 mm
y k = 1.00). El zoom demuestra la relación entre I y P para valores pequeños de P.
61
Los índices de evaporación del dosel mojado (E, mm h-1) fueron calculados durante las
horas en las que la precipitación fue de > 0.5 mm; en la Figura 14 se muestran los
valores medios de dos semanas. No hubo una variación estacional clara en los valores
calculados de E, aunque al parecer E fue un poco más bajo durante los meses de enero y
febrero. El valor medio de E fue 0.05 mm h-1 durante los meses de la época de lluvias y
de 0.05 mm h-1 durante los meses de la época de secas. Como se muestra anteriormente
(Figura 10a), la tasa media de precipitación (R, mm h-1) para las horas con P > 0.5 mm
muestra una clara variación estacional, donde R es mayor durante los meses de la época
de lluvia que durante los meses de seca. El valor medio de R fue 4.91 mm h-1 para la
época de lluvias y 2.64 mm h-1 para la de secas. Por tanto, la relación de la tasa de
evaporación con la tasa de precipitación ( RE ) fue mayor para la época de secas (0.02)
que para la época de lluvias (0.01).
Figura 14: Dos tasas semanales de evaporación media del dosel mojado (E, círculos blancos)
calculadas usando horas con P > 0.5 mm más las correspondientes tasas medias de precipitación
(R, círculos negros).
Sin embargo, los valores calculados para RE fueron bajos tanto para la época de
lluvias como para la de secas, lo que concuerda con las pendientes observadas de la
relación P-I en los eventos que saturaron el dosel (Figuras 13a, b).
Por las razones explicadas anteriormente, (ver la sección sobre Métodos), el modelo de
intercepción de lluvia fue calibrado de manera separada para la época de lluvias y para
62
la época de secas. Los parámetros necesarios para correr el modelo de intercepción son
la capacidad máxima de almacenamiento de agua que tiene el bosque (Smax, mm) y el
parámetro ajustado (k, sin dimensiones), los cuales fueron calculados de la siguiente
manera. Primero, para cada uno de los eventos, se calculó la evaporación durante la
precipitación, esto se hizo usando el término PRE . Posteriormente, la evaporación
calculada durante la precipitación fue restada de la pérdida por intercepción de lluvia
medida (I). Por último, los parámetros del modelo Smax y k fueron obtenidos al ajustar
PREI − , que es igual a ))exp(1(max kPS −− , a los valores observados de la
precipitación (P). Este enfoque presupone que la evaporación se determinó de manera
correcta y que durante la precipitación el índice de evaporación fue constante.
Presupone también que toda la energía disponible para la evaporación fue utilizada para
evaporar la lluvia interceptada por el dosel, i.e. no hubo transpiración por parte de un
dosel parcialmente mojado. Las funciones ajustadas aparecen en las Figuras 13 (a) y (b).
El valor derivado de Smax fue 1.95 mm para los eventos de la época de lluvias y 0.90
mm para los de la época de secas sin neblina. La capacidad de almacenamiento de agua
del bosque fue, por tanto, mayor durante la época de lluvias que durante la de secas.
El modelo de intercepción se utilizó para calcular la pérdida por intercepción de los
eventos de la época de lluvias y los eventos de la época de secas sin neblina. En ambos
grupos de eventos, la pérdida por intercepción total modelada (Im) concuerda con el
valor (I) observado. Para los eventos de la época de lluvias, la I total observada fue de
99 mm y la Im fue de 97 mm (11 % de P). Se debe notar que el valor atípico mostrado
en la Figura 13a no fue incluido en este análisis. Para los eventos de la época de secas
sin niebla, el total observado de I fue de 42 mm y para el total de Im modelada también
fue de 42 mm (10 % de P). El acuerdo entre los valores de los eventos I e Im fue mucho
menor (Figura 15). Sin embargo, la diferencia entre la I medida y la Im modelada no
dependió de la cantidad de la precipitación, y los errores parecen ser de naturaleza
aleatoria. El modelo de interceptación tiene dos componentes. La primera parte describe
la cantidad de agua almacenada en el dosel, mientras que el segundo término ( PRE )
da la evaporación durante la tormenta. El componente total de evaporación fue de 9.5
mm para los eventos de la época de lluvias (1 % de P) y de 7.3 mm para los eventos de
la época de seca (2 % de P). El componente de almacenamiento fue de 87.3 mm para los
eventos de la época de lluvias (10 % de P) y de 34.8 mm para los eventos de la época de
secas (8 % de P).
63
Figura 15: Diferencia entre la pérdida por interceptación medida y la pérdida por intercepción
del modelo para (a) los eventos de la época de lluvias y (b) los eventos de la época de secas sin
niebla.
Después de calibrar el modelo de interceptación de la precipitación usando los eventos
de la época de secas sin niebla, el modelo se utilizó para predecir la pérdida de
precipitación por interceptación para los eventos de la época de secas con niebla, de
modo que la interceptación de agua de las nube (CWI) se pudiera calcular a partir de la
ecuación del balance hídrico del dosel mojado. La solución de la ecuación del balance
hídrico del dosel mojado para CWI usando la pérdida por intercepción modelada de la
precipitación, el flujo de agua del follaje y el flujo caulinar medidos para los 48 eventos
de la época de secas con niebla, dio como resultado 44 cálculos positivos de CWI y
cuatro cálculos negativos de CWI. La suma de los cálculos positivos de interceptación
de agua de nubes fue de 42 mm, y la suma de los cálculos negativos de CWI fue de -2
mm. Los cálculos negativas de CWI fueron considerados como valores atípicos. La
Figura 16 muestra un diagrama de la interceptación estimada de agua de nubes (CWI)
contra la precipitación horizontal medida (HPm). La correlación entre CWI y HPm fue
fuerte (r2 = 0.81, n = 44). La relación de HPm-CWI tuvo una pendiente de 0.10 y una
intercepción y de 0.34 mm. Los valores de CWI calculados también fueron trazados
contra la precipitación horizontal medida corregida para la lluvia inclinada interceptada
(HPc). Hay que notar que al restar la cantidad calculada de lluvia inclinada interceptada
por el colector de niebla (RHP) de la precipitación horizontal medida (HPm) se
obtuvieron tres valores negativos para HPc, que también fueron considerados como
64
valores atípicos. La correlación entre CWI y HPc también fue buena (r2 = 0.73, n = 41).
La relación de HPc-CWI tuvo una pendiente de 0.18 y una intercepción y de 0.27 mm.
Figura 16: Interceptación estimada de agua de nubes (CWI) contra la precipitación horizontal
medida (HPm; círculos negros; ecuación de regresión linear: y = 0.10x + 0.34, r2 = 0.81, n = 44)
y CWI contra la precipitación horizontal medida corregida para la lluvia inclinada interceptada
(HPc; círculos blancos; ecuación de regresión linear: y = 0.18x + 0.27, r2 = 0.73, n = 41). El
zoom muestra la relación entre CWI y HP para los valores pequeños del HP.
Al aplicar el modelo de interceptación a todos los eventos de precipitación identificados
durante el período del estudio, se obtuvo un cálculo de la interceptación de la
precipitación de 231 mm para la época de lluvias (10 % de P) y 85 mm (10 % de P) para
la época de secas. La pérdida anual por interceptación se calculó en 10 % de P. El
cálculo de la interceptación de agua de nubes a partir de la relación de HPm-CWI dada
en la Figura 16 para todos los eventos de la época de secas con niebla, dio como
resultado 48 mm. Así, la interceptación de agua de nube se calculó en < 2% de la
precipitación anual y 5 % de la precipitación de la época de secas.
65
2.3. Resumen
Se estudió la intercepción pluvial y la de niebla por un bosque secundario de niebla en
el centro de Veracruz (México). La precipitación mostró un claro patrón estacional. La
precipitación anual fue de 3303 mm, de los cuales 73 % y 27 % cayeron durante la
época de lluvias (may-oct) y la de secas (nov-abr), respectivamente. La ocurrencia de la
niebla también mostró un claro patrón estacional. La combinación de las mediciones de
la visibilidad, del colector de niebla, y del flujo de agua del follaje mostró que la
presencia de niebla durante la época de lluvias fue muy baja (9 % del tiempo), y que no
hubo intercepción mensurable de agua de nube por el bosque secundario de niebla. Las
mediciones de la visibilidad no están disponibles (aún) para la época de secas, pero las
mediciones del colector de niebla y de la precipitación directa indicaron que el goteo de
la niebla (5 % de precipitación de la época de secas) contribuyó significativamente a el
balance hidrológico del bosque. Sobre una base anual, el ingreso de agua por la
intercepción de agua de nube fue menor al 2 % de la precipitación.
Durante la época de lluvias, la pérdida pluvial por intercepción se estimó en 11 % de la
precipitación, y el flujo de agua del follaje y el flujo caulinar fue de 84 % y 5 % de la
precipitación, respectivamente. Se obtuvieron estimaciones muy similares para la
intercepción pluvial (10 % de P) de los eventos de lluvia sin niebla durante la época de
secas. La pérdida de la precipitación por intercepción fue modelada usando el modelo
semi-empírico de intercepción de Merriam (1960). Para los eventos de lluvia de la
época de lluvias y de la época de secas sin niebla, hubo un buen acuerdo entre los
valores de intercepción observados y los modelados. El almacenamiento de agua fue el
proceso dominante en la intercepción de lluvia por el bosque secundario de niebla. Se
calculó que el máximo almacenamiento de agua para la época de lluvias fue de 1.95 mm
y para la época de secas de 0.90 mm. La capacidad de almacenamiento fue menor
durante la época de secas debido a los cambios estacionales en el índice del área foliar
relacionados con la caída de las hojas del aliso. La tasa media de evaporación del dosel
calculada no mostró un patrón estacional claro, y se estimó en 0.05 mm h-1 tanto para la
época de lluvias como para la de secas. La intensidad de la precipitación fue más baja
durante la época de secas (2.64 mm h-1) que durante la época de lluvias (4.91 mm h-1),
lo que dio como resultado una proporción más alta entre la tasa de evaporación y la de
precipitación para la época de secas (0.02) que para la época de lluvias (0.01). Sin
66
embargo, la evaporación calculada durante la precipitación fue muy baja para ambas
estaciones, lo que concordó con la observación de que no había una relación entre la
pérdida por intercepción y la precipitación para las tormentas que saturaron el dosel del
bosque.
Los valores medidos de pérdida por intercepción fueron mucho menores para los
eventos con niebla durante la época de secas que para los eventos sin niebla. Las
estimaciones de la intercepción de agua de nube fueron obtenidas a partir de las
mediciones de la precipitación, del flujo de agua del follaje, del flujo caulinar y de los
valores modelaros de la pérdida por la intercepción. Los valores estimados de la
intercepción de agua de nube estuvieron fuertemente correlacionados con las
mediciones de la precipitación horizontal tomadas por el colector de niebla. La
intercepción total de agua de nube para los eventos con neblina durante la época de
secas se estimó en 48 mm (5 % de la precipitación de la época de secas).
Los resultados de este estudio mostraron que no hay una contribución mensurable de
intercepción de agua de nube a el balance hidrológico del bosque secundario de niebla
en la época de lluvias. La presencia de niebla fue muy baja durante la época de lluvias
(9 % del tiempo). La probabilidad de niebla fue más alta al final de la tarde y al
comenzar la noche, lo que coincide con el patrón de precipitación. Esto sugiere que la
niebla se formó principalmente por el descenso temporal de la base de las nubes durante
la precipitación. Durante la época de secas, la niebla se asoció principalmente con los
frentes fríos que entraron en Golfo de México. Los patrones de niebla observados
sugieren que el área de estudio está localizada debajo del nivel medio de condensación,
o sea que no hay ninguna formación de niebla regular debido a la condensación de
humedad en el aire que asciende de la montaña. Por lo tanto, es discutible si este bosque
debe definirse como bosque montano de niebla o si tal vez una mejor definición sea
bosque montano. Sin embargo, la precipitación neta (flujo de agua del follaje más flujo
caulinar) que se midió durante este estudio fue de ≈ 90 % para los eventos sin niebla y
de ≈ 100 % para los eventos con niebla, y estas observaciones están dentro del rango
encontrado para un bosque de niebla montano (80-101 %, Bruijnzeel 2001). Tomando
más en consideración que las contribuciones de la intercepción de agua de nube a el
balance hidrológico del bosque eran solamente relevantes durante la época de secas,
quizás la definición más apropiada para este bosque sea bosque de niebla montano
estacional.
67
La pérdida pluvial por intercepción del bosque fue baja (10 % de precipitación).
Durante la época de secas, la pérdida pluvial por intercepción en parte fue compensada
por contribuciones de la intercepción de agua de nube, dando por resultado una pérdida
neta de cerca de 5 % de la precipitación. Por lo tanto, la regeneración natural de pasto
en este tipo de bosque secundario solamente dará lugar a una pérdida neta de agua
debido a una intercepción pluvial de ≈ 10 % (de la precipitación) durante la época de
lluvias y de ≈ 5 % durante la época de secas.
68
3. Pérdida pluvial por intercepción en un bosque de niebla maduro del
centro de Veracruz, Mexico
Holwerda F1 and Bruijnzeel LA1
1 Faculty of Earth and Life Sciences, Vrije Universiteit, Amsterdam, The Netherlands
3.1. Materiales y métodos
3.1.1. Área de estudio
El bosque de niebla maduro (MCF) se localiza en La Cortadura, una reserva ecológica
de 107 hectáreas que es administrada por el municipio de Coatepec (Veracruz, México).
El área de estudio pertenece a la región fisiográfica de la Sierra Madre Oriental,
localizada en el lado este del altiplano mexicano. La reserva La Cortadura se encuentra
a una elevación de entre ≈ 2000 a 2200 m. La topografía es montañosa y está altamente
diseccionada por pronunciadas laderas (20-45 %). La reserva incluye un remanente
maduro de MCF (≈ 45 ha) con una alteración relativamente baja, un área que
anteriormente estaba cubierta de MCF maduro pero que ahora contiene una etapa
temprana de sucesión de un bosque aliso de ≈ 19 años de edad que fue establecido
después de un incendio (≈ 25 ha), y otros tipos secundarios de cubierta vegetal en
crecimiento, como una plantación de pinos pátula de siete años (≈ 1 ha), y una pequeña
área de pastos (≈ 3 ha). El resto de la reserva (≈ 33 ha) está cubierta con MCF
levemente alterado que muestra una extracción doméstica ocasional de madera. Para
mayores detalles sobre el clima, ver el Capítulo 2.
Citar este trabajo como:
Holwerda, F. and Bruijnzeel, L.A., 2007, Pérdida pluvial por intercepción en un bosque de
niebla maduro del centro de Veracruz, Mexico. En Reporte Técnico Final del proyecto INE/A1-
064/2007. Instituto de Ecología, A.C. – Vrije Universiteit Ámsterdam – Instituto Nacional de
Ecología. Xalapa, Ver., México.
69
El rodal de ≈ 45 ha del antiguo MCF (de aquí en adelante MAT) representa un
remanente relativamente imperturbado de MCF, con prácticamente toda la complejidad
original de la composición y la estructura de las especies vegetales. El MAT está
dominado por especies de roble, incluyendo Quercus xalapensis, Quercus salicifolia, y
Quercus laurina. Otras especies típicas del MCF de esta región incluyen, entre otras,
Liquidambar macrophylla, Hedyosmum mexicanum, y Oreopanax xalapensis. La altura
del bosque es de entre 30 y 40 m, y para los cálculos de este análisis, se asumió una
altura media de 35 m. Las mediciones del flujo de agua del follaje (TF) se realizaron
sobre un terreno de 250 m2 en una ladera orientada hacia el sur (Figura 1).
3.1.2. Flujo de agua del follaje
El flujo de agua del follaje (TF) se midió utilizando cuatro canales de 4 m de largo por
0.3 m de ancho en forma de V. Para mayores detalles sobre el sistema de medición de
TF y los procedimientos de calibración utilizados, ver el Capítulo 2. Los cuatro canales
se colocaron en lugares elegidos de manera aleatoria dentro del terreno del MAT. Uno
de los canales fue mantenido en una posición fija durante todo el tiempo que duró el
estudio, mientras que los otros canales fueron reubicados en nuevas posiciones por lo
menos en una ocasión para explicar la variabilidad espacial. Los vacíos que se
generaron debido al mal funcionamiento de los pluviómetros de balancín o de los
registradores de datos fueron llenados usando una regresión lineal. Los vacíos
solamente se llenaron sobre la base de algún evento. Los eventos fueron definidos como
períodos de lluvia precedidos por un período seco de por lo menos 3 h. El goteo del
dosel que ocurrió después de que la lluvia había cesado, se incluyó extendiendo la suma
de las observaciones de TF hasta tres horas después del último registro de precipitación.
Se asumió que el flujo caulinar (SF) era insignificante en MAT.
3.1.3. Precipitación
La precipitación (P) se midió en un pequeño claro del bosque a 50-100 m al oeste del
terreno de TF (Fig. 1). Las mediciones se realizaron usando un pluviómetro de
balancín Casella CEL. Debido a problemas técnicos, no se cuenta con los datos de este
pluviómetro para los periodos del 23 al 30 de abril, 2007 y del 18 de junio al 10 de julio,
70
2007; para llenar este vacío se usaron los datos de un pluviómetro de balancín colocado
en una plantación de pinos a unos 200 m al norte del terreno de TF. (Figura 1). En
promedio, los totales diarios de precipitación medidos por el pluviómetro cercano al
terreno de TF (y) y por el instalado en la plantación de pinos (x) fueron casi idénticos (y
= 1.00x - 0.15, r2 = 0.98, n = 49) y, por lo tanto, no fue necesario hacer correcciones.
Figura 1: Mapa de localización de los instrumentos y experimentos en campo en las
microcuencas de bosque maduro y en regeneración ubicados en “La Cortadura”, Coatepec, Ver.
Fuente: Muñoz-Villers (2008).
3.1.4. Recolección de datos meteorológicos
Se realizaron continuas mediciones climáticas en un mástil triangular de 3 m de alto
localizado aproximadamente a 200-300 m al NE del sitio de estudio del MAT (Fig. 1).
Para una descripción detallada de las mediciones hechas en la estación climática, ver el
Capítulo 2.
71
3.1.5. Pérdida por intercepción
En este análisis se investigó la intercepción pluvial (I) por un bosque de niebla maduro
durante la época de lluvias. En el Capítulo 2, se mostró que la intercepción de la niebla
(CWI) fue insignificantemente pequeña durante la época de lluvias, de modo que el
balance hídrico del dosel del bosque quedó simplificado a:
ITFP += (1)
Por lo tanto, la pérdida pluvial por intercepción (I) fue evaluada como la diferencia
entre precipitación (P) y el flujo de agua del follaje (TF). Los datos fueron analizados
sobre la base de un evento, de modo que todos los términos en la Ecuación (1) están en
mm evento-1 (para la definición de evento, ver más arriba).
Los valores medidos de la pérdida por intercepción fueron utilizados para calibrar el
modelo de intercepción de Merriam (1960) dado por:
PREkPSI +−−= ))exp(1(max (2)
donde Smax es la capacidad máxima de almacenamiento de agua que tiene el bosque
(mm evento-1), k un parámetro de ajuste (-), y RE la proporción constante (-) entre la
evaporación promedio del dosel mojado (mm h-1) y la tasa promedio de precipitación
(mm h-1) calculada durante horas de P > 0.5 mm h-1 (Gash, 1979). La primera parte del
modelo describe la cantidad de agua almacenada en el dosel, mientras que el término
PRE da la evaporación durante el evento. Para los detalles sobre el cálculo de la
evaporación (E), ver el Capítulo 2. Después de haber calculando la evaporación durante
la precipitación (el término PRE en la Ecuación 2) para cada evento, y de restarle
estos valores a la pérdida por intercepción medida, se obtuvieron los valores de los
parámetros Smax y k del modelo, ajustando ( )PREI − , que es igual a
))exp(1(max kPS −− , a la precipitación P.
72
3.1.6. Disponibilidad de datos
En este análisis se investigó la intercepción pluvial por un bosque de niebla montano
maduro durante la época de lluvias de 2007 (may-oct). Los datos del flujo de agua del
follaje estuvieron disponibles de manera constante durante este período. Asimismo, los
datos meteorológicos estuvieron completos. Debido a problemas técnicos, faltaron los
datos de la precipitación recogidos cerca del terreno de TF para los períodos del 23 al 30
de abril, 2007, y del 18 de junio al 10 de julio de 2007. Se utilizaron los datos de un
pluviómetro cercano para llenar estos vacíos (ver más arriba). En promedio, los totales
diarios de precipitación medidos por los dos pluviómetros fueron casi idénticos, pero la
variación día a día fue grande. Por lo tanto, no se utilizaron estos datos para calibrar el
modelo de intercepción pluvial, sino que fueron utilizados como entradas del modelo
para calcular la pérdida por intercepción para todo el período del estudio.
73
3.2. Resultados
3.2.1. Características de la precipitación
Para una descripción detallada de las condiciones meteorológicas durante el período de
estudio, ver el Capítulo 2. En la Figura 2, se muestra la precipitación mensual durante la
época de lluvias de 2007. A excepción de los meses de transición (may y oct), la
precipitación mensual fue alta. La precipitación total de la época de lluvias fue de 2279
mm, y la promedio, para los meses de junio a septiembre, fue de 500 ± 32 mm. La
precipitación vertical (VP) total para la época de lluvias medida por el colector de niebla
fue de 2329 mm, sólo 2 % más que la medida en el bosque MAT. Como se muestra en
el Capítulo 2, la importancia relativa de la precipitación horizontal (HPm) fue baja
durante la época de lluvias. La proporción mensual de HPm a VP varió entre 0.17 y
0.26.
En total se identificaron 174 eventos de precipitación. Los valores promedio y medio
del tamaño del evento fueron 13 y 4.5 mm, respectivamente. Los percentiles 25 y 75 de
la distribución del tamaño del evento fueron 1 y 18 mm, respectivamente. La duración
media del evento fue de 2 h.
Figura 2: Precipitación mensual (P) en el bosque MAT y las cantidades mensuales de
precipitación horizontal (HPm) y vertical (VP) medidas por el colector de niebla. La línea es la
proporción mensual de HPm a VP.
74
3.2.2. Flujo de agua del follaje
Después de excluir los eventos de precipitación para los cuales no hubo datos de
precipitación cerca del terreno de flujo de agua del follaje (TF) (ver la sección de
Métodos), quedaron un total de 143 eventos de precipitación en la época de lluvias para
el análisis de intercepción pluvial. El evento TF se calculó con la media aritmética del
total de eventos de las series de datos de las cuatro mediciones de TF. Se incluyó el
goteo del dosel que ocurrió después de que cesó la precipitación extendiendo la adición
de las observaciones TF hasta tres horas posteriores al último registro de precipitación.
La Tabla 1 presenta una visión general de los resultados de las mediciones de la
precipitación y del flujo de agua del follaje usadas en el análisis de la intercepción
pluvial. La cantidad total de precipitación fue de 1807.3 mm. El tamaño mediano del
evento fue de 4.5 mm, y los percentiles 25 y 75 de la distribución del tamaño del evento
de 1.2 y 18.4 mm, respectivamente. El flujo de agua del follaje total fue de 1514.2 mm.
El coeficiente de variación (CV) de la estimación total del flujo de agua del follaje fue
10 %. El flujo de agua del follaje total en relación a la precipitación total fue 84 %.
No. of events 143 Total P (mm) 1807.3 Median event P (mm) 4.5 25th, 75th, and 90th percentile (mm) 1.2, 18.4, and 37.7
Total TF ± 1SD (mm) 1514.2 ± 156.5 CV (%) 10 SE (mm) 78.3 TF/P (%) 84
Tabla 1: Totales de la precipitación (P) y del flujo de agua del follaje (TF) para los eventos
usados en el análisis de intercepción pluvial. También se muestran la media y los percentiles 25,
50, y 75 de la distribución del evento precipitación; la desviación estándar (SD) de las
mediciones de TF; el coeficiente de variación (CV) de las mediciones de TF; el error estándar
(SE) de las mediciones de TF; y la TF total en por ciento de la P total.
75
Figura 3: Relación entre el coeficiente de variación (CV) del evento promedio de TF, calculada
por medio de los datos de cuatro canales, y la precipitaciones (P).
La Figura 3 muestra la relación entre el coeficiente de variación del evento medio TF y
la precipitación. El CV aumentó con la disminución de la precipitación por debajo de
unos 10 mm. Dentro del rango P = 0-10 mm, el CV varió entre 10-250 %. Para P > 10
mm, el CV fue casi constante a ≈ 10 %. Estos resultados indican que para los eventos
con P < 10 mm el dosel no estuvo totalmente saturado, y que las diferencias espaciales
en el almacenamiento del dosel provocaron una alta variabilidad espacial de TF. Una
vez que el dosel estuvo saturado (P > 10 mm), la variabilidad espacial de TF disminuyó.
Los valores bajos de CV para P > 10 mm también indican que las diferencias entre las
mediciones de TF hechas por los cuatro canales fueron pequeñas, probablemente porque
los efectos de la variabilidad espacial se redujeron aún más debido a la extensa área de
la superficie de los canales.
76
3.2.3. Intercepción pluvial
Mediciones
La pérdida de lluvia por intercepción (I) para los 143 eventos seleccionados se calculó
restando el flujo de agua del follaje medida de la precipitación (Ecuación 1). La pérdida
total por intercepción medida fue de 293.1 mm, o sea 16 % de P total de 1807.3 mm.
La Figura 4 muestra la relación entre el evento de precipitación (P) y los valores
derivados de I. La variabilidad de la intercepción pluvial estimada fue alta. Solamente
se obtuvieron estimaciones negativas de I en 3 de los 143 eventos. La pérdida por
intercepción aumentó con precipitaciones de hasta un tamaño de tormenta de ≈ 10 mm,
indicando la saturación gradual del dosel. En el caso de tormentas con P > 10 mm, el
dosel se saturó y no hubo una relación entre la precipitación y la pérdida por
intercepción. La falta de una relación entre P e I para P > 10 mm indica que la tasa de
evaporación del dosel mojado fue muy baja en comparación con la tasa de precipitación.
Figura 4: Intercepción de la precipitación medida (I) versus la precipitación (P) en 143 eventos
durante la época de lluvias. La línea representa la saturación exponencial del dosel dada por
))exp(1(max kPS −− , donde Smax = 2.95 mm y k = 0.28. El acercamiento muestra la relación
entre I y P para P < 10 mm.
77
El modelo
Las tasas de evaporación del dosel mojado (E, mm h-1) se calcularon usando la ecuación
de Penman-Monteith para las horas en que la precipitación fue > 0.5 mm (Capítulo 2);
los valores medios mensuales se muestran en la Figura 5. La tasa de evaporación del
dosel mojado durante la época de lluvias no mostró ningún patrón. Los valores medios
mensuales de E estuvieron entre 0.03 y 0.09 mm h-1, y el promedio para todos los meses
fue de 0.06 ± 0.02 mm h-1. Sin embargo, la tasa media de precipitación (R) equivalente
durante la época de lluvias mostró un patrón obvio. El valor R fue más alto a comienzos
de la época de lluvias (junio) y fue disminuyendo gradualmente durante los meses
siguientes. Los valores de R fueron menores durante los meses de transición (may y
oct). El promedio para todos los meses fue 4.76 ± 1.91 mm h-1. No hubo una correlación
ente la tasa de evaporación y la de precipitación, y su proporción ( RE , Ecuación 2) no
mostró ningún patrón durante la época de lluvias. Por lo tanto, se utilizó un valor único
para RE en los cálculos de la intercepción pluvial. La evaporación media y las tasas de
precipitación, calculadas usando todas las horas con P > 0.5 mm, fueron de 0.06 mm h-1
y 4.80 mm h-1, respectivamente, resultando en RE = 0.01. El valor calculado para
RE fue muy bajo, lo que concuerda con la observación de que no hubo ninguna
relación entre la precipitación y la pérdida por intercepción (Figura 4) en las tormentas
que saturaron el dosel (P > 10 mm). La capacidad máxima de almacenamiento de agua
del bosque (Smax, mm) y el parámetro ajustado (k, sin dimensiones) (Ecuación 2) se
obtuvieron de la siguiente manera. Primero, para cada uno de los eventos, se estimó la
evaporación durante la precipitación usando el término PRE (Ecuación 2).
78
Figura 5: Valores medios mensuales de la tasa de evaporación del dosel mojado (E) calculados
usando todas las horas con P > 0.5 mm. También se muestran las tasas promedio
correspondientes a la precipitación (R).
Después, la evaporación calculada durante la precipitación se restó de la pérdida por
intercepción medida (I). Por último, los parámetros Smax y k del modelo fueron
obtenidos ajustando PREI − , que es igual a ))exp(1(max kPS −− , a los valores
observados de la precipitación (P). La función ajustada se muestra en la Figura 4. Los
valores derivados de la capacidad máxima de almacenamiento de agua Smax y k fueron
2.95 mm y 0.28, respectivamente.
La pérdida total por intercepción modelada (Im) fue de 292 mm, lo que concuerda con el
valor observado de I de 293 mm. Sin embargo, el acuerdo entre los valores del evento I
e Im fue mucho más pequeño, (Figura 6), pero la diferencia entre la pérdida por
intercepción medida y la modelada no dependió de la cantidad de precipitación y, al
parecer, en la naturaleza los errores son aleatorios. El modelo de intercepción dado por
la Ecuación (2) tiene dos componentes. El primero describe la cantidad de agua
almacenada en el dosel, mientras que el segundo término ( PRE ) da la evaporación
durante la tormenta. El componente de evaporación fue de 21.4 mm (1% de P) y el
componente de almacenamiento fue de 270.6 mm (15 % de P). Estos resultados indican
que el agua almacenada fue, en gran medida, el proceso dominante en la intercepción de
la lluvia, y que la evaporación durante la precitación tuvo una importancia menor.
79
La aplicación del modelo de intercepción a los 174 eventos identificados durante la
época de lluvias, dio como resultado una estimación de intercepción pluvial de 352 mm,
que es 15 % de la precipitación total de 2279 mm.
Figura 6: Diferencia entre la precipitación medida (I) y la pérdida por intercepción modelada
(Im).
3.3. Resumen
Se estudió la intercepción pluvial por un bosque maduro de niebla en el centro de
Veracruz (México) durante la época de lluvias de 2007 (may-oct). La intercepción es la
lluvia que cae sobre la vegetación y se evapora sin alcanzar la superficie del suelo. La
evaporación del agua interceptada puede ocurrir durante la lluvia o después de que la
lluvia ha cesado. La evaporación posterior a la lluvia es igual al almacenamiento de
agua a finales del evento de la precipitación. La suma total medida de la pérdida por
intercepción fue de 293 mm (16 % de la precipitación). La pérdida por intercepción fue
modelada usando el modelo semi-empírico de Merriam (1960). La pérdida por
intercepción modelada (292 mm) concordó con el valor observado de 293 mm. Las
mediciones mostraron que la pérdida por intercepción aumentó con una precipitación
80
(P) de hasta P ≈ 10 mm, debido al almacenamiento de agua en el dosel. Para P > 10
mm, no hubo ninguna relación entre precipitación y pérdida por intercepción, indicando
que las tasas de evaporación durante la precipitación fueron muy bajas en comparación
con las tasas de precipitación.
La tasa media de evaporación calculada durante la precipitación (0.06 mm h-1) fue de
sólo ≈ 1 % del índice promedio de precipitación de 4.80 mm h-1, lo que concuerda con
las observaciones. Por lo tanto, el almacenamiento de agua fue en gran medida el
proceso dominante en la intercepción pluvial por el bosque.
La capacidad máxima del bosque para almacenar agua se determinó en 2.95 mm. Este
valor se encuentra en el extremo superior del rango reportado para el bosque templado y
tropical maduro en otras partes del mundo (1-3 mm). Sin embargo, el valor de la
capacidad de almacenamiento es muy sensible al método que se utilizó para obtenerlo.
Generalmente, la capacidad de almacenamiento se obtiene de un análisis de regresión de
los datos de la precipitación y del flujo de agua del follaje, y varios estudios, en los
cuales la capacidad de almacenamiento fue medida directamente, han mostrado que este
método puede subestimar, sistemáticamente, la capacidad de almacenamiento por un
factor doble debido a la omisión del escurrimiento del dosel antes de la saturación. Esto
se confirma por la relación entre la precipitación y la pérdida por intercepción
encontrada en este estudio.
La tasa media de evaporación calculada, 0.06 mm h-1, fue baja. Se encontraron tasas
igualmente bajas de evaporación durante la precipitación, (0.07 mm h-1), para el cafetal
de sombra a una altura de 1200 m (Capítulo 1). Por lo tanto, la tasa de evaporación
durante la precipitación varió poco a lo largo del gradiente de la elevación (1200-2100
m). En ambos sitios, el déficit de la presión de vapor fue muy bajo durante la
precipitación, lo que conjuntamente con las bajas velocidades del viento en esta región,
suprimió las tasas de evaporación.
La pérdida por intercepción por el bosque maduro de niebla (16 % de P) estuvo dentro
del rango reportado para bosques tropicales continentales (10-20 %), y por debajo de los
valores usualmente reportados para los bosques tropicales de las zonas costeras o
insulares (20-40 %). Aunque la capacidad de almacenamiento de agua del bosque era
alta, la pérdida por intercepción fue moderada debido a las bajas tasas de evaporación
del dosel mojado. El almacenamiento de agua fue el proceso dominante en la
intercepción pluvial. Ya que la capacidad de almacenamiento de agua de un bosque es
principalmente una función del índice de área foliar, no es de sorprender que la
81
intercepción pluvial por el bosque de niebla maduro (16 % de P) haya sido mayor que la
intercepción por un bosque de niebla secundario (10 % de P). Esto nos lleva a la
conclusión de que la transición de un bosque de niebla secundario a uno maduro en esta
región llevará a una pérdida neta de agua de ≈ 6 % debido a la creciente intercepción
pluvial. En el Capítulo 2 se mostró que el goteo de la niebla hizo una significativa
contribución al balance hídrico del bosque secundario sólo durante la época de secas (5
% de P). Sobre una base anual, la contribución por intercepción de la niebla fue menor a
2 %. Los datos sobre la intercepción de la niebla por el bosque de niebla maduro
durante la época de secas de 2007/2008 están siendo recolectados actualmente. Sin
embargo, no se espera que las tasas de intercepción de niebla por el bosque maduro sean
mucho más altas que las encontradas en el bosque secundario como para equilibrar la
diferencia en la pérdida por intercepción (6 % de P).
82
4. Estimaciones de transpiración en bosques montanos de niebla,
secundario y maduro, en el centro de Veracruz, México
Gomez-Cardenas M1, Holwerda F2, Asbjornsen H1, Bruijnzeel LA2
1 Department of Natural Resource Ecology & Management, Iowa State University, Ames, USA 2 Faculty of Earth and Life Sciences, Vrije Universiteit, Amsterdam, The Netherlands
4.1. Materiales y métodos
4.1.1. Área de estudio
Los bosques montanos de niebla secundario y maduro se localizan en La Cortadura, una
reserva ecológica de 107 hectáreas administrada por el municipio de Coatepec
(Veracruz, México). Para una descripción más detallada de los bosques estudiados y del
clima en el área de estudio, el lector deberá consultar los capítulos 2 y 3.
4.1.2. Recolección de datos meteorológicos
Se realizaron continuas mediciones climáticas en un mástil triangular de 3 m de alto
localizado aproximadamente a 200-300 m al NE del bosque maduro y a
aproximadamente 600 m al S-SE del bosque secundario. Para una descripción detallada
de las mediciones hechas en la estación climática, ver el Capítulo 2.
Citar este trabajo como:
Gomez-Cardenas, M., Holwerda, F., Asbjornsen, H., Bruijnzeel, L.A., 2007, Estimaciones de
transpiración en bosques montanos de niebla, secundario y maduro, en el centro de Veracruz,
México. En Reporte Técnico Final del proyecto INE/A1-064/2007. Instituto de Ecología, A.C.
– Vrije Universiteit Ámsterdam – Instituto Nacional de Ecología. Xalapa, Ver., México.
83
4.1.3. Mediciones de flujo de savia
Para calcular el uso individual de agua de los árboles, se midió el flujo de savia por
medio del método de disipación termal. Los sensores de flujo de savia fueron fabricados
por la Vrije Universiteit Amsterdam, (VUA) y consisten en dos agujas de 22 mm de
largo con un termopar de Cobre-Constantan colocado a 12 mm de la punta. La aguja de
calentamiento tiene un alambre de cobre que va firmemente torcido alrededor de los
últimos 20 mm del extremo de la aguja para el calentamiento. Un sistema de
abastecimiento fabricado por la VUA suministra energía continuamente. Los sensores
fueron colocados en un cilindro de aluminio de 20 mm de largo y con un diámetro de 2
mm, lleno del silicón conductor de calor, que fue posicionado horizontalmente en la
albura del árbol. Los sensores de calentamiento fueron instalados a ca. 5 cm de los
sensores de referencia. El tallo y los sensores se cubrieron con una cubierta reflejante
para evitar que la radiación provocara gradientes de temperatura.
El flujo de savia se midió en las especies dominantes de árboles de cada uno de los
bosques, y se asumió que la contribución de los arbustos a la transpiración total del
rodal era insignificante.
Las especies de árboles que fueron muestreadas en el bosque maduro incluyen:
Hedyosmum mexicanum, Quercus excelsa, Symplocos sp., Quercus salicifolia, Alcornea
latifolia, Clethra mexicana, y Litsea sp. Las especies medidas en el bosque secundario
incluyen: Alnus jorullensis, Alcornea latifolia, Quercus excelsa, Clethra mexicana, y
Liquidambar sp.
La velocidad del flujo de salvia en una especie específica de árbol i (Ji, kg m-2 s-1) se
calculó usando:
23.1
0 1119.0
−
∆
∆=
T
TJ i (1)
donde ∆T es la diferencia de temperatura entre el sensor de calentamiento y el de
referencia, ∆T0 es la diferencia de temperatura a un flujo de savia cero, que
generalmente se alcanza poco antes la salida del sol. La tasa media de transpiración por
especie de árbol (Et,i, mm h-1) fue estimada como el producto de la velocidad media del
flujo de savia ( iJ ) y el área total de la albura por hectárea (As,i; m2 ha-1):
84
isiit AJE ,, 36.0= (2)
donde 0.36 es un factor constante para convertir unidades de kg s-1 ha-1 a unidades de
mm h-1. El área de la albura por hectárea se estimó a partir de una relación entre el
diámetro del tallo a la altura del pecho (dbh) y el área de la albura. La transpiración total
del rodal fue estimada como la suma de la transpiración de la especie de árbol n:
∑=
=
=ni
i
itt EE1
, (3)
4.1.4. Estimación de la radiación neta
La radiación neta no fue medida y tuvo que ser estimada. La radiación de onda larga
neta saliente (RnL, W m-2) fue calculada usando:
4)2.273( +′= TfRnL σε (4)
donde f es un factor de ajuste para la cubierta de nubes, ε′ la emisividad neta entre la
atmósfera y el suelo, σ la constante Stephan-Boltzman (5.67 × 10-8 W m-2 K-4) y T la
temperatura media del aire (°C). El parámetro ε′ fue calculado usando:
ae14.034.0 −=′ε (5)
donde ea es la presión de vapor real (kPa). El factor de ajuste para la cubierta de nubes
se estimó usando:
bS
Saf in −=
0
(6)
85
donde a y b son constantes tomadas como 1 y 0, respectivamente, Sin es la radiación de
onda corta entrante medida (W m-2), y S0 es la radiación del cielo despejado (W m-2). La
radiación del cielo despejado se calculó usando:
ZS cos13600 τ= (7)
donde el valor de 1360 es la constante solar (W m-2), τ la transmitancia de la atmósfera,
y Z el ángulo del cenit solar (grados). La transmitancia (τ) de la atmósfera se calculó
usando:
6.0)2cos(2.0 += Zτ (8)
El ángulo del cenit solar se calculó usando:
)cos(coscossinsincos hZ δφδφ += (9)
donde φ es la latitud de la ubicación (grados), δ la declinación solar (grados) y h el
ángulo de la hora (grados). La declinación solar se calculó usando:
)365/)10(360cos(4.23 +−= jtδ (10)
donde tj es el número del día juliano. La hora del ángulo (h) se calculó usando:
)12(15 th −= (11)
donde t (unidades de horas decimales) es el tiempo solar local evidente, que fue
calculado de la siguiente manera:
6015)( EOTlonglongLTt smlocal +−−= (12)
86
donde LT es la hora local (horas decimales), longlocal la longitud del área de estudio
(grados), longsm es la longitud del meridiano estándar del tiempo zonal del sitio
(grados), y EOT la ecuación de la corrección de tiempo (unidades en minutos).
La ecuación de corrección de tiempo está dada por:
)]5884.324.365
4(04184.0)
24.365
2sin(0334.0[18.229 ++−= jj ttEOT
ππ (13)
Por último, la radiación neta de onda corta se calculó usando un valor fijo para el albedo
de 0.12, de modo que la radiación neta (Rn, W m-2) estuviera dada por:
nLinn RSR −−= )12.01( (14)
El modelo para calcular la radiación neta fue validado contra las mediciones realizadas
en el cafetal de sombra (ver el Capítulo 1) y, como se verá más abajo, demostró poder
predecir la radiación neta en este sitio con una exactitud razonable.
4.1.5. Disponibilidad de datos
En este análisis, se calculó la transpiración de bosques de niebla secundario y maduro
para el período del 1 de septiembre de 2006 - al 31 de agosto de 2007. Los datos
meteorológicos estuvieron disponibles continuamente durante este período. Durante este
periodo también se tomaron mediciones continuas del flujo de savia, pero debido a las
limitaciones de tiempo, sólo se pudieron preparar dos meses de datos de cada uno de los
tipos de bosque para ser usados en este análisis. Los datos del flujo de savia del bosque
maduro pertenecen al período del 1 de septiembre al 2 de noviembre de 2007, y los
datos del bosque secundario, al período del 1 de julio al 31 de agosto de 2007.
87
4.2. Resultados
4.2.1. Validación del modelo de radiación neta
El funcionamiento del modelo de radiación neta se probó contra las mediciones
realizadas en el cafetal de sombra (ver el Capítulo 1). La Figura 1 muestra los flujos
diurnos medios (Rn > 0 W m-2), tanto los medidos como los modelados, de la radiación
neta (Rn) en el cafetal de sombra. Hubo un buen acuerdo entre la radiación neta medida
y la modelada; la radiación media neta diurna medida fue de 310 W m-2, y el valor
modelado correspondiente, de 316 W m-2 fue solamente 2 % más alto.
Figura 1: Validación del modelo para el cálculo de radiación neta utilizando datos del cafetal de
sombra a 1200 m. Se muestran los flujos diurnos medios de radiación neta, medidos y
modelados, para el período del 1 de septiembre de 2006 al 31 de agosto de 2007. La ecuación de
regresión lineal entre radiación neta medida (x) y modelada (y) es y = 1.05x - 10.37 (W m-2), r2
= 1.00, n = 365.
88
4.2.2. Transpiración de bosques de niebla, secundario y maduro
En el Capítulo 2 puede encontrarse una descripción detallada de las condiciones
climáticas durante el período de estudio. El cuadro 2 muestra las estimaciones de
transpiración diarias basadas en el flujo de savia Et en los bosques secundario y maduro,
contra los totales de radiación neta modelada Rn (ambas en mm día-1). La correlación
entre las sumas diarias de Et y Rn fue un poco más alta para el bosque de niebla
secundario (r2 = 0.89) que para el maduro (r2 = 0.76). Además, el Et medido en el
bosque de niebla maduro fue una fracción un poco más alto de Rn (0.71 en promedio)
que en el caso del bosque secundario (0.64 en promedio).
Figura 2: (a) Transpiración diaria Et (mm día-1), tal y como se obtuvo a partir de las mediciones
del flujo de savia, en el bosque de niebla contra la radiación neta correspondiente Rn (mm día-1)
para el período del 1 de julio al 31 de agosto de 2007. La ecuación de regresión lineal es Et =
0.72Rn - 0.29 (mm día-1), r2 = 0.89, n = 55. (b) Et diaria del bosque de niebla maduro versus Rn
para el período del 1 de septiembre al 2 de noviembre de 2007. La ecuación de regresión lineal
es Et = 0.73Rn – 0.07 (mm día-1), r2 = 0.76, n = 58.
89
Las ecuaciones de regresión lineal entre Et y Rn se usaron para estimar la transpiración
de los bosques de niebla secundario y maduro durante el período del 1 de septiembre de
2006 - al 31 de agosto de 2007. La Figura 3 muestra las estimaciones mensuales de Et
para cada uno de los bosques. La transpiración fue menor durante la primera mitad de la
época de secas (nov-ene), lo que coincide con los cambios de radiación. El Et medio
calculado fue de 67 mm para el bosque secundario y de 75 mm para el bosque maduro.
El total anual estimado de Et fue de 809 mm para el bosque secundario y de 904 mm
para el bosque maduro. La transpiración del bosque maduro entonces fue casi 12 % más
alta que la estimada para el bosque secundario. El total anual de Et relativo a la
precipitación P fue de cerca de 25 % para el bosque secundario y de cerca de 27 % para
el bosque maduro. Debido al fuerte patrón estacional de la precipitación, la
transpiración durante la época de lluvias fue una fracción más pequeña de precipitación
que durante la de secas. Durante la época de secas, la proporción de Et a P generalmente
fue de unos 0.35 para el bosque secundario y de 0.41 para el bosque maduro. Durante la
época de lluvias, la proporción Et/P generalmente fue de unos 0.17 para el bosque de
niebla secundario y de unos 0.18 para el maduro. Debido a que marzo fue muy seco, la
transpiración excedió la aportación por precipitación durante este mes.
Figura 3: Transpiración mensual estimada para los bosques de niebla secundario y maduro
(barras). También se muestra la precipitación mensual (línea).
90
4.3. Resumen
La transpiración de los bosques de niebla secundario y maduro para el período del 1 de
septiembre de 2006 al 31 de agosto de 2007 se estimaron usando relaciones lineales
entre la transpiración y la radiación neta diarias, que se obtuvieron usando datos de flujo
de savia de dos meses de la época de lluvias en cada uno de los bosques. Al hacer esto
se asumió que la fracción de la transpiración fue constante durante todo el año que duró
el estudio. Sin embargo, debido a que tanto el bosque de niebla secundario como el
maduro contienen diversas especies caducifolias que reemplazan sus hojas durante la
época de secas, es muy probable que la fracción de transpiración haya sido un poco
menor durante esta época que en la de lluvias. Por lo tanto, los valores de la
transpiración de la época de secas, y por consiguiente el total, pudieron haber sido
sobrestimados de alguna manera. Las tendencias estacionales en la fracción de la
transpiración serán investigadas en análisis de datos posteriores. Incluso, durante la
época de secas en general la transpiración fue una fracción relativamente pequeña de la
precipitación (0.35-0.41), y por lo tanto, es poco probable que la disponibilidad de
humedad en el suelo haya limitado la transpiración.
Las fracciones de transpiración obtenidas para los bosques de niebla secundario (0.64) y
maduro (0.71) son cercanas a los valores que generalmente se encuentran en selvas
lluviosas tropicales de zonas bajas (0.64-0.69; Malhi et al. (2002) y Kumugai et al.
(2005)). La fracción de transpiración encontrada en el bosque secundario fue
ligeramente más baja que la encontrada en el bosque maduro, lo que es contradictorio a
los resultados encontrados en la literatura (Motzer et el al., 2005). Sin embargo, se debe
señalar que los errores en las estimaciones de transpiración basadas en el flujo de savia,
generalmente son grandes debido al error de medición y a problemas relacionados con
el sobre-escalamiento de las mediciones del flujo de savia de un árbol individual en la
transpiración total del dosel. Actualmente, se están realizando trabajos adicionales para
detectar posibles fuentes de error.
La transpiración total anual fue estimada en 809 mm en el bosque secundario y en 904
mm en el bosque maduro, lo que significa 25 % y 27 % de la precipitación anual,
respectivamente. La pérdida de precipitación por intercepción de los bosques de niebla
secundario y maduro se determinó en 10 % y 16 % de la precipitación, respectivamente
(Capítulos 2 y 3). Por lo tanto, la evapotranspiración total se estimó en cerca de 35 % de
91
la precipitación para el bosque secundario y en cerca de 43 % para el bosque maduro.
No existe un registro a largo plazo de la precipitación en este sitio, pero si se asume que
la precipitación medida durante este estudio (≈ 3300 mm año-1) es representativa de las
condiciones promedio, entonces se sugeriría que la evapotranspiración total es de unos
1200 mm para el bosque secundario y de unos 1500 mm para el bosque maduro (las
estimaciones se redondearon a la centena más cercana). Estos valores se encuentran
cerca del valor medio de 1265 mm reportado para el bosque ecuatorial montano con una
insignificante incidencia de niebla (Bruijnzeel, 2001). Los valores de la
evapotranspiración son generalmente mucho más bajos en bosques montanos con
incidencias de neblina de moderada (980 mm año-1) a alta (350 mm año-1) debido a las
tasas de supresión de transpiración y a aportaciones más altas por la interceptación de la
niebla. Por lo tanto, en términos del uso total de agua, los bosques no tienen las
características de un bosque montano de niebla.
92
5. Generación de escurrimientos y rendimientos hídricos en
microcuencas de bosque mesófilo de montaña maduro y secundario
(regeneración) en el centro de Veracruz, México
5.1 Materiales y métodos
5.1.1 Área de Estudio
Las microcuencas de estudio se ubican en la cuenca alta del río La Antigua (1,325 km2),
en la vertiente del golfo del sistema volcánico Cofre de Perote-Pico de Orizaba
(Veracruz-Puebla). El tipo de clima es templado-cálido húmedo divido en tres periodos:
una temporada de lluvias (mayo-octubre); una época seca-fría con influencia de
“Nortes” (noviembre-febrero), y una época de seca-cálida (marzo-abril). La
precipitación promedio en la región es de 2 500 mm y la temperatura media anual de
18° C, de acuerdo con Köppen modificado por García (1988). La microcuenca de
bosque mesófilo de montaña maduro (M-BMM) y de bosque mesófilo de montaña en
regeneración (M-BMS) se localizan en la Reserva Ecológica “La Cortadura”, Coatepec,
Ver. (97° 02’ - Longitud oeste y 19° 29’ – Latitud Norte; ~ 2 100 msnm). Las
características fisiográficas de cada microcuenca se presentan en la Tabla 1. El material
parental es andesita recubierta de cenizas volcánicas y brechas volcánicas muy
intemperizadas (Geissert et al. 1994). La corriente que se forma en ambas microcuencas
es perenne y de primer orden. Cada una de las microcuencas está cubierta en superficie
por más del 80% de los siguientes tipos de vegetación: (1) bosque caducifolio, también
denominado bosque mesófilo de montaña (Miranda 1947), caracterizado por elementos
tanto de árboles perennifolios como caducifolios en un estado de conservación estimado
de 80-100 años.
Citar este trabajo como: Muñoz-Villers, L. E., y Equihua, M., 2007, Generación de escurrimientos y rendimientos hídricos en microcuencas de bosque mesófilo de montaña maduro y secundario (regeneración), en el centro de Veracruz, México. En Reporte Técnico Final del proyecto No. INE/A1-064/2007. Instituto de Ecología, A.C. - Vrije Universiteit Amsterdam – Instituto Nacional de Ecología. Xalapa, Ver., México.
93
Las especies dominantes en el estrato arbóreo son Miconia glaberrima, Clethra
macrophylla, Parathesis melanosticta, Oreopanax xalapensis y Quercus ocoteifolia; (2)
bosque mesófilo de montaña en regeneración natural por un periodo de 19 años. Por
procesos de sucesión secundaria las especies más abundantes son Miconia glaberrima,
Alnus jorullensis, Prunus tetradenia, Quercus corrugata y Clethra macrophylla.
Tabla 1: Características fisiográficas de las microcuencas en estudio.
Área Altitud Pendiente dominante
Longitud de la pendiente
Orientación Tipo de suelo
(ha) (m) (%) (m)
BMM maduro 24.6 2170 20 - 45 126 NO-SE Andosol úmbrico
BMM secundario 11.9 2170 20 - 45 100 O-E Andosol úmbrico
5.1.2 Instrumentación, medición y recolección de datos
5.1.2.1 Precipitación
El periodo de registro de la precipitación se llevó a cabo del mes de julio-05 a marzo-07
(veinte meses). La precipitación fue medida con pluviómetros de balancín colocados en
áreas abiertas a una altura de 25 cm. del suelo. La red de muestreo en “La Cortadura”
estuvo conformada por cuatro pluviómetros pre-calibrados RG2-M de la marca Onset
(diámetro del colector: 154 mm; resolución: 0.2 mm por golpe; volumen del balancín:
3.7 ml) habilitados con almacenadores HOBO. Dos de estos pluviómetros se colocaron
al interior de la M-BMM y los otros dos en la M-BMS. En áreas fuera de las
microcuencas, además se colocó un pluviómetro Casella CELL (diámetro del colector:
225.6 mm; resolución: 0.2 mm por golpe; volumen del balancín: 8 ml) y un pluviómetro
ARG100 (diámetro del colector: 254 mm; resolución: 0.2 mm por golpe; volumen del
balancín: 10 ml) los dos últimos con almacenadores de datos fabricados por la Vrije
Universiteit Amsterdam (VUA). La Figura 1 muestra la ubicación del equipo de
precipitación y caudales para el seguimiento de los procesos eco-hidrológicos en las
microcuencas bajo estudio.
94
Los registros de los pluviómetros de balancín fueron verificados y respaldados con
lecturas semanales de pluviómetros estándar (totalizadores) colocados a una distancia
aproximada de 30 cm. El pluviómetro totalizador se conformó por un embudo receptor
de 100 cm2 y un recipiente cilíndrico de PVC de 12 cm. de diámetro y 25 cm. de alto.
La lectura de los volúmenes de agua de lluvia colectada fue realizada con probetas
cilíndricas graduadas de 100-1000 mL, dependiendo de la cantidad de precipitación
acumulada.
La precipitación fue calculada por eventos con base en el promedio de los volúmenes
registrados por los pluviómetros al interior de cada microcuenca. Las entradas por
precipitación consistieron únicamente de registros de lluvia (precipitación vertical),
cuyas series de tiempo fueron remuestreadas a intervalos de tiempo de 10 min. y 24 hrs.
Los ingresos adicionales de agua por neblina (precipitación horizontal) no fueron
considerados dentro de las entradas totales de agua, por ser cantidades muy bajas (50
mm; ~ 2% de la precipitación anual [Holwerda, pers. com.]), y por tanto despreciables.
Figura 1. Mapa de localización de los instrumentos y experimentos en campo en las microcuencas de bosque maduro y de bosque en regeneración en “La Cortadura”, Coatepec, Ver. (Muñoz-Villers, 2008).
95
5.1.2.2 Caudales
El periodo de monitoreo de los caudales comprendió del mes de julio05-marzo07
(veinte meses). El sistema de aforo continuo de los volúmenes de las corrientes de agua
se conformó por un vertedero triangular (en forma de V) construido a la salida de cada
microcuenca, un hidrógrafo de presión LT F15/M5 y un barómetro F5/M1.5 de la marca
Van Essen, colocados a 1.5 m. aguas arriba del vertedero y programados para registrar
lecturas cada 2 min. El barómetro fue utilizado para hacer una compensación de las
lecturas de presión registradas por el hidrógrafo.
Los criterios de construcción de los vertederos fueron determinados de acuerdo al
tamaño del cauce de la corriente, y el caudal mínimo y máximo que pudieren registrar
durante el tiempo. De esta manera, se construyó un aforador triangular con una abertura
de 90° para la M-BMM y un aforador triangular con 53.8° de abertura para el M-BMS.
Se llevaron a cabo aforos volumétricos durante la época de secas (inicios del mes de
mayo-06) para verificar las lecturas de los instrumentos y corregir los posibles desvíos
de éstos.
Los datos fueron constantemente revisados y corregidos de posibles lecturas erróneas
por parte de los instrumentos. Los sedimentos acumulados detrás de los vertederos
fueron removidos regularmente.
Cuando por condiciones climáticas no fue posible hacer la descarga de datos, la
información faltante en la serie de datos fue completada solo para aquellos días donde
no estuvo presente un evento de precipitación.
Los registros de los niveles de agua fueron convertidos a valores de caudales (m3/s)
utilizando la ecuación del vertedero triangular:
( ) ( ) 5.25.0 5.0tan2158
ee hgCQ θ= (1)
Donde,
Q = Caudal o descarga en m3/s,
Ce = Coeficiente de descarga o salida de agua de drenaje, el cual además
representa la velocidad del agua en el estanque antes del vertedero,
g = fuerza de gravedad sobre el nivel del agua antes del aforador (9.81 m/s2),
θ = ángulo o abertura del aforador,
he = Altura efectiva del nivel de agua (m).
96
Para el análisis de datos, las series de tiempo fueron remuestreadas a intervalos de
tiempo de 10 min y 24 hrs.
5.1.2.3 Separación de eventos de precipitación
Un evento de precipitación fue definido como el periodo de lluvia precedido por un
periodo sin lluvia (Smin) de al menos 3 horas (Schellekens et al. 2000, Bruijnzeel 2006,
Cuartas et al. 2007). La cantidad de precipitación mínima (Pmin) considerada como un
evento fue de 0.2 mm.
El evento de precipitación fue caracterizado por los siguientes parámetros:
Magnitud y duración del evento: P (mm) volumen de precipitación por evento, y tp (hr)
duración del evento.
Intensidad del evento en intervalos de 10 min (mm hr-1): I10 max intensidad máxima del
evento de precipitación, I10 min intensidad mínima del evento de precipitación, I10 prom
intensidad promedio del evento de precipitación, y I10med mediana de la intensidad del
evento de precipitación.
Se calculó también la cantidad de lluvia que antecedió por 24 y 72 horas (AP24 y AP72)
a cada evento de precipitación como una medida del antecedente de humedad en las
microcuencas.
5.1.2.4 Separación de eventos para análisis de escorrentía
Se analizaron todos los eventos ocurridos durante el periodo 2005 – 2007 señalado. Para
los eventos cuya P < 10 mm. se llevó a cabo un análisis evento por evento para
identificar aquellos que generaron escurrimiento y por tanto un incremento de los
caudales base de los ríos mayor a 1 L seg-1. De esta manera, se pudo determinar con
bastante aproximación la Pmin (umbral) a la cual se registró un pico de descarga en los
ríos (respuesta de la microcuenca) por tipo de cubierta vegetal.
97
5.1.2.5 Separación del flujo base del escurrimiento directo
Las variaciones de los de caudales en los ríos observados en el tiempo (L seg-1;
resolución de 10 min.) fueron convertidos a milímetros incorporando la superficie total
de la microcuenca.
El hidrograma de una corriente es la representación gráfica de las variaciones del caudal
con respecto al tiempo correspondientes a un evento de precipitación. El escurrimiento
total que pasa por el cauce en un determinado lugar (estación de aforo) está compuesto
por:
br QQQ += (2)
Donde, Q = escurrimiento o caudal total; Qr = escurrimiento rápido producido por la
precipitación, y Qb= flujo base, producido por el aporte de agua subsuperficial.
Se han sugerido varias técnicas para separar el flujo base del escurrimiento directo en un
hidrograma. El método empleado en este estudio fue el del punto de discontinuidad –
curva de recesión del flujo base (Hewlett y Hibbert 1967). El método consiste en trazar
una línea recta AB (curva de recesión del flujo base), donde A representa el punto de
inicio de la curva de ascenso del caudal en el hidrograma (Qo) y B el inicio de la curva
agotamiento determinado por el punto de discontinuidad (Qt), el cual indica el momento
en que la escorrentía directa provocada por el evento de precipitación ha transcurrido. A
partir de ese momento el agua aforada es flujo base correspondiendo a flujos
subsuperficiales y subterráneos.
Para la determinación del escurrimiento antecedente desde el inicio de la curva de
ascenso del hidrograma (Qo), se utilizó una exponencial decreciente (Ec. 3), como
método de aproximación a la curva de agota-miento después del punto de
discontinuidad (Qt), a la cual se le aplicó el logaritmo (Ec. 4) y se le ajustó un modelo
de regresión lineal (Ec. 5) con la cual se obtuvo el parámetro k, constante de recesión
del flujo base (Ec. 6).
ktt
t eQQ2
0
−
= (3)
98
ektt
QQt logloglog 00
−−= (4)
( )0ttbaY −−= (5)
bek log
= (6)
Donde, Qt = ordenada del hidrograma de descenso para el tiempo t, Qo= ordenada del
hidrograma de descenso para el tiempo to anterior a t, y k = coeficiente de descenso del
escurrimiento base que depende de la cuenca.
De esta manera, el hidrograma se descompone en tres elementos: el escurrimiento
rápido producido por la precipitación (Qr), el escurrimiento que llega retrasado a la
estación de aforo generado también por la precipitación (Qd) y el flujo antecedente o
base producido por el aporte de agua subsuperficial (Qb). La suma de estos tres genera
como resultado el caudal total observado (Q).
Dado que el volumen Qd es parte del drenaje de agua provocado por el evento de
precipitación, este valor fue sumado al de Qr, conformando el escurrimiento directo
total.
Derivado del análisis de la precipitación y escurrimiento por evento, se obtuvo también
el tiempo de retraso (tr) el cual es el intervalo comprendido entre los máximos de la
precipitación y el del hidrograma correspondiente.
5.1.2.6 Determinación del coeficiente de escorrentía (CE)
El escurrimiento generado por evento representa una fracción de la precipitación. A esa
fracción se le denomina coeficiente de escorrentía, indicador de la medida de la
infiltración y de los procesos de almacenamiento (Scherrer 1997), el cual relaciona a Qr
con P (mm), y es expresado sin unidades (Villón 2004).
PQ
CE r= (7)
99
Donde,
Qr = Escurrimiento rápido, y
P = Precipitación en mm.
5.1.2.7 Rendimiento y balance hídrico
El rendimiento hídrico de una cuenca es el caudal total medido Q en un periodo
determinado. La contribución y distribución de Q en Qr y Qb, junto con los demás
componentes que conforman el balance hídrico a escala de microcuenca fue evaluado
mensual, estacional y en un periodo anual (mar. 06 – feb. 07) por tipo de cubierta
vegetal con base en la siguiente ecuación:
)()( GóLSETPQ +−∆±−= (8)
Donde, Q = caudal o descarga de los ríos, P = precipitación, ET= evapotranspiración,
∆S = cambio en el almacenamiento de agua en el suelo, L = perdidas por infiltración
profunda, G = ganancias por afloramientos de agua (mm).
La ET, es decir, la transferencia de agua desde la vegetación y el suelo a la atmósfera se
descompone en tres flujos:
sti EEEET ++= (9)
Donde, Ei = Evaporación de la precipitación interceptada por la vegetación; Et =
transpiración o perdida de agua a través de los estomas, y Es = evaporación directa
desde la superficie del suelo, el cual es general-mente un valor muy pequeño (Jordan y
Heuveldop 1981) y por tanto despreciable.
El valor de Ei se calcula como:
FcEfPEi +−= (10)
100
Las mediciones de Ef, Ei y ET en parcelas experimentales al interior del BMM maduro
y secundario estuvieron a cargo de la Universidad Libre de Ámsterdam (VUA) y la
Universidad Estatal de Iowa.
Debido a la ausencia de una estación climática y mediciones de transpiración en el
pastizal, la estimación de ET mensual que se proporciona de esta cobertura se obtuvo
del promedio de los valores de evaporación actual ETo calculados a partir de las
mediciones de las estaciones climáticas instaladas en “La Cortadura” y La Orduña,
Coatepec, Ver.
5.2 Resultados
5.2.1 Precipitación
En los 20 meses de periodo de observación (julio05-marzo07), la cantidad de
precipitación (P) registrada en la M-BMM y M-BMS fue de 4510 y 4746 mm. La P en
un año fue de 2853 y 2954 mm, en la M-BMM y M-BMS, respectivamente, en la que se
distinguió un promedio de 265 eventos.
El patrón y distribución de la precipitación durante el año permitió distinguir una
marcada variación estacional. El aporte de la precipitación acumulada por estación a la
P anual fue del 76.7% para la época de lluvias, seguida por la época de nortes con un
15.9%, y por último la época de secas con un 7.2%.
Durante la época de lluvias, la P promedio fue de 359 ± 147 mm mes-1 con una
intensidad (I) promedio de 2.90 ± 3.6 mm hr-1 y una duración (tp) promedio de 4 ± 5 hr.
para ambos sitios (ver Tabla 2). En la época de nortes, la P promedio mensual en las
microcuencas de bosques fue de 105 ± 45 mm con intensidades de precipitación
promedio de 1.45 ± 4.3 mm hr-1 y duraciones promedio de 6.5 ± 8.3 hr. La época de
secas registró una P promedio de 97 ± 90 mes-1 con una intensidad y duración promedio
de 2.03 ± 3.4 mm hr-1 y 3.6 ± 3.9 hr., respectivamente.
101
Tabla 2: Número de eventos, precipitación total (Ptotal) y precipitación promedio (Pmedia) por eventos en mm, intensidad promedio (Imedia) en mm hr-1 y duración de la precipitación (tp) en hr. por estación y tipo de vegetación. Periodo 1/ago/2005 – 31/mar/2007.
Estación No. eventos Ptotal P mensual Pmedia Imedia tp
Lluvias 310 3395 352 ± 139 11.02 ± 15.7 2.73 ± 3.3 4.03 ± 5.0
Nortes 118 789 100 ± 42 6.61 ± 11.6 1.36 ± 3.2 6.14 ± 8.1 BMM
maduro Secas 58 383 51 ± 20 6.59 ± 12.4 1.98 ± 3.2 3.68 ± 3.7
Total 486 4510
Lluvias 299 3501 367 ± 154 11.65 ± 16.4 3.08 ± 3.9 4.10 ± 5.1
Nortes 108 865 109 ± 47 7.86 ± 13.7 1.55 ± 5.3 6.76 ± 8.4 BMM
secundario Secas 63 397 54 ± 21 6.56 ± 13.2 2.09 ± 3.5 3.45 ± 4.1
Total 470 4746
Se observó una marcada variabilidad en la precipitación entre las temporadas de lluvias
de 2005 y 2006 (ver Figura 2). Haciendo la comparación del acumulado de la
precipitación en los meses agosto-octubre de 2005 y 2006, se tiene que en 2006
precipitaron en promedio 350 mm más que en 2005 por sitio. En el periodo de lluvias de
2006, la precipitación mostró una distribución bimodal en el sitio de bosques. El primer
pico de precipitación se registró en el mes de junio y el segundo en el mes de agosto
como se observa en la Figura 2. En el caso del BMM maduro, la precipitación total
obtenida en el mes de junio y agosto fue de 461 mm y 566 mm, respectivamente. El
sitio de BMM secundario acumuló una precipitación en el mes de junio de 488 y en el
mes de agosto de 622 mm.
El registro de la precipitación mostró que el rompimiento estacional de la época de
lluvias para dar paso a la de nortes se produjo marcadamente en ambos años entre los
meses de octubre y noviembre (ver Figura 2). Este periodo de transición se caracterizó
por una notable disminución de la precitación promedio mensual en la época de lluvias
de 352 mm a menos de 100 mm, así como también por un descenso de la Pmedia por
eventos de 11.2 mm a 6.61 mm acompañado por una baja de las intensidades medias de
lluvia de 2.7 mm hr-1 a 1.3 mm hr-1 (ver Tabla 2). El cambio de estación de nortes a
secas fue menos marcado durante el periodo observado, y se caracterizó por una
disminución de la precipitación total por mes a menos de 60 mm en promedio, así como
102
por un ligero aumento de las intensidades medias de la precipitación por eventos (ver
Tabla 2).
Figura 2: Precipitación total mensual (mm) medida por los pluviómetros y estación climatológica durante el periodo 1/ago/2005 – 31/mar/2007 en las microcuencas de bosques.
Debido a que las estaciones climatológicas más cercanas instaladas por parte de la
Comisión Federal de Electricidad (CFE) se encuentran del sitio “La Cortadura” a una
distancia de 8.2 km al oeste a una altitud de 3160 msnm (Tembladeras, Ver.), no se
pudo determinar si los valores totales, mínimos y máximos de precipitación registrados,
estuvieron dentro del rango de los registros climáticos históricos.
La precipitación clasificada por intervalos a escala de eventos presenta un fuerte sesgo a
la izquierda con una mediana de 4.9 para ambos sitios de bosques (ver Figura 3). El
mayor número de eventos registrados estuvieron contenidos dentro del rango de 0.2 – 5
mm. contribuyendo con cerca del 51% del total de eventos y con un volumen de 198
mm (6.8%) a la precipitación total.
103
Figura 3: Histograma de frecuencias del número de eventos observados de precipitación por intervalos de magnitud de P (mm) durante el periodo 1/ago/2005 – 31/mar/2007 en las microcuencas de bosques.
El sesgo de los datos indicó también que grandes eventos de precipitación son escasos
pero ocasionalmente éstos ocurren cuando las “ondas del este” se presentan generando
depresiones y ciclones tropicales (huracanes). Durante el periodo de lluvias de 2005 y
2006 se observaron varios fenómenos meteorológicos (ver Tabla 3), los cuales dejaron
una precipitación promedio a los 80 mm en los sitios de estudio.
Tabla 3: Precipitación total (mm) causada por el paso de ondas tropicales y huracanes durante la época de lluvias (jul – oct. 2005 y may-oct. 2006)
P (mm) Fecha Fenómeno
Meteorológico BMM maduro BMM secundario
24 – 25/jul./05 Emilyb cat. II 61.2 63.2
22/ago./05 Joséa 88.8 96.8
03-04/oct./05 Stanb cat. I 82.6 87.2
19 – 26/jul./06 No. 17 y 18c 87.7 115.2
a Tormenta tropical; b Huracán; c Onda tropical. Clasificaciones de acuerdo al Servicio Meteorológico Nacional.
104
5.2.2 Caudales
Durante los 20 meses de periodo de observación (julio05-marzo07), el caudal total (Q)
del periodo fue para la M-BMM de 1102 mm y para la M-BMS de 1354 mm (ver Tabla
4). El Q anual fue de 773 mm (1.38 ± 0.7 mm dia-1) en el M-BMM, y de 856 mm (1.63
± 1.3 mm dia-1) en el M-BMS. Se distingue una vez más una clara variación estacional
en respuesta a la precipitación (ver Figura 4). El valor observado más alto de Qmedia
fue registrado en el mes de agosto seguido por septiembre (época de lluvias), mientras
que el pico más bajo de Qmedia se reportó en el mes de abril (época de secas). La
contribución de los caudales generados durante la época de lluvias al Q anual fue del
70% y 75% para el sitio de BMM maduro y de BMM secundario. De manera general, la
temporada de lluvias reportó los caudales mensuales promedio y los diarios mínimos y
máximos promedio (Qmin y Qmax) más altos (ver Tabla 4). En esta época, el caudal
diario pro-medio (Qmedia) con respecto al bosque maduro fue de 1.3 veces mayor en el
bosque secundario.
Los caudales durante la época seca-fría (nortes) aportaron el 24% de la Q anual en la M-
BMM, mientras que la M-BMS fue del 21%. La temporada seca-cálida (transitoria)
aportó el 5.4% del Q anual en la M-BMM, y el 3.7% en la M-BMS.
Es interesante observar como la Qmin promedio observada por temporada se reduce
entre el 40-55% de la época de lluvias a la de seca-fría (“nortes”) en ambos bosques (ver
Tabla 4); sin embargo la disminución que experimenta la Qmin de la época de “nortes”
a la seca-cálida marca una diferencia por tipo de vegetación, en el caso de la M-BMS la
reducción es en un 40%, mientras que en la M-BMM es del 30%.
En el resumen, la M-BMS mostró el Qmedia (1.63 mm) ligeramente más alto que el M-
BMM (1.38 mm) durante el periodo analizado.
105
Tabla 4: Estadísticos del caudal total, caudal diario promedio mensual, caudal diario promedio, caudal diario mínimo y máximo (mm) medido por el sistema de aforo (vertedero-hidrógrafo y barómetro) durante el periodo 1/ago/2005 – 31/mar/2007 en las microcuencas de bosques
Microcuencas Estación Qtotal Qmensual Qmedia Qmin Qmax
Época de lluvias 773.7 77.37± 43.0 2.52 ± 1.4 1.48± 0.9 5.62 ± 2.3
Época de nortes 268.8 32.84 ± 17.4 1.15 ± 0.7 0.73 ± 0.2 1.81 ± 1.1 BMM maduro
Época de secas 59.6 18.06 ± 10.0 0.49 ± 0.2 0.51 ± 0.2 0.93 ± 0.3
Total 1102.3
Época de lluvias 1014.4 101.44± 53.0 3.28 ± 2.9 1.33 ± 0.8 10.97± 6.1
Época de nortes 289.0 36.13 ± 18.2 1.16± 0.8 0.61 ± 0.3 2.81 ± 1.2 BMM secundario
Época de secas 50.3 16.76 ± 7.1 0.47± 0.2 0.36 ± 0.2 1.54 ± 0.5
Total 1353.7
Figura 4: Caudal diario promedio mensual medido por el sistema de aforo (vertedero- hidrógrafo y barómetro) durante el periodo 1/ago/2005 – 31/mar/2007 en las microcuencas de bosques.
5.2.3 Precipitación-escurrimiento: Análisis por eventos
El análisis de la precipitación-escurrimiento se llevó a cabo en la época de lluvias de
dos temporadas (2005 y 2006) para el cual se excluyeron aquellos eventos de
106
precipitación en los que no hubo registros de las variaciones de los caudales. Se obtuvo
un total de 372 eventos en la M-BMM y 368 eventos en el M-BMS.
Del número total de eventos de precipitación analizados, 146 eventos en el BMM
maduro (39%) y 132 en el BMM secundario (36%), no produjeron un escurrimiento
rápido (Qr) de acuerdo con los criterios establecidos en la Sección 5.1.2.4. El no ascenso
de las corrientes de agua de los ríos en respuesta a estos eventos de precipitación se
debió en la mayoría de los casos a que fueron eventos de precipitación muy pequeños.
Los valores promedio, así como los mínimos y máximos de estos eventos de
precipitación por microcuenca fueron: 1.31 mm para el BMM maduro (rango: 0.2 - 8.1
mm), y 1.22 mm para el BMM secundario (rango: 0.2 – 6.0 mm).
Los antecedentes de precipitación calculados (AP24 y AP72) para cada uno de los eventos
analizados mostraron condiciones muy semejantes de humedad entre los sitios. Para el
BMM maduro fue de 10.5 mm y 34.4 mm, y para el BMM secundario de 11.2 mm y
36.8 mm. Así también el número promedio de horas sin lluvia previa a los eventos de
precipitación fue para el BMM maduro de 18.9 hr. (rango: 3.1 – 134.3 hr.), y para el
BMM secundario de 19.2 hr. (3.1-134.1 hr). En todos los casos, los valores máximos de
horas sin lluvias corresponden a eventos de precipitación que se ubicaron al final de la
temporada de lluvias (finales de septiembre y octubre).
Un primer análisis descriptivo del Qr observado por eventos por tipo de vegetación,
reveló que los valores más altos en promedio correspondieron al BMM secundario (0.62
mm). Sin embargo, para realizar adecuadamente las comparaciones entre los distintos
tipos de coberturas, se utilizó el valor del coeficiente de escorrentía (CE) calculado por
evento, el cual normaliza los valores de Qr con respecto a la P observada. El estudio de
los datos de CE incluyeron todos los eventos de precipitación durante la época de
lluvias sin diferenciar si éstos ocasionaron o no un escurrimiento directo. Las medidas
estadísticas descriptivas de CE por tratamiento se muestran en la Tabla 5. El orden dado
a continuación resume los resultados de las comparaciones múltiples del coeficiente de
escorrentía:
{BMM maduro} < {BMM secundario}
107
Los diagramas de caja presentados en la Figura 5 ilustran cómo el valor de CE aumenta
en gradiente de conservación-disturbio (BMM maduro - BMM secundario). Los
coeficientes de escurrimiento de las dos microcuencas difieren ampliamente, lo cual
puede deberse a las condiciones de las microcuencas asociadas primordialmente al tipo
y uso de suelo. Algunos de los valores máximos de CE estuvieron asociados al paso de
fenómenos meteorológicos extraordinarios reportados en la Tabla 3.
Tabla 5: Medidas descriptivas del coeficiente de escorrentía (CE) por microcuenca derivado de las observaciones durante la época de lluvias (jul – oct. 2005 y may-oct. 2006)
Percentiles Tipos de vegetación
N Media DE Mínimo Máximo 25 50 (mediana) 75
BMM maduro
372 0.010 0.014 0.00 0.108 0.000 0.003 0.015
BMM secundario
368 0.018 0.028 0.00 0.143 0.000 0.004 0.030
Figura 5: Valores del coeficiente de escorrentía CE por microcuenca. La barra dentro de la caja muestra la mediana, la longitud de la caja refleja el rango intercuartil. Los valores máximos y mínimos unidos con una línea a los límites de la caja. Los casos entre 1.5 y 3 veces el rango intercuartil denominados valores fuera de rango (outliers) están representados por círculos. Los casos con valores más de tres veces la longitud de la caja por encima del límite superior o inferior aparecen señalados con asteriscos (valores extremos).
108
La Figura 6 ilustra la relación entre la P y Qr para todos los eventos analizados por
microcuenca. Dentro del rango de precipitación menor a 10 mm, el análisis por eventos
indicó que la P (mm) más pequeña que generó un Qr se ubicó en la M-BMS (4.2 mm),
muy seguida por la M-BMM (4.8 mm). Estos valores de P (mm) mínima reportadas que
dieron inicio a escurrimientos fueron claras y estables alrededor de los valores promedio
reportados. Estos valores de umbral indican que eventos de precipitación mayores al
valor reportado son necesarios para que el escurrimiento rápido en la época de lluvias
tenga lugar en cada una de las condiciones.
Figura 6: Precipitación versus el escurrimiento rápido por eventos en la época de lluvias para las tres microcuencas. (a) M-BMM, y (b) M-BMS.
109
En las temporadas de lluvias analizadas, la Qr total acumulada en la M-BMM fue de
75.5 mm equivalente al 2.3% de la P total acumulada de los eventos analizados (ver
Tabla 6). En la M-BMS, la Qr cuantificada fue de 185.2 mm lo que correspondió al
5.4% de la P total. En estos mismos periodos, los flujos base (Qb) registrados con
respecto a la P fueron del 8.2% en la M-BMM, y 9.4% en la M-BMS.
Tabla 6: Volumen de Qr por intervalos de precipitación (P) en mm derivado de las observaciones durante la época de lluvias (jul – oct. 2005 y may-oct. 2006)
BMM maduro BMM secundario
P No.
eventos Qr acum. No. eventos Qr acum.
< 10 189 2.04 190 3.02
10-20 50 9.08 46 22.52
20-30 23 11.54 24 27.14
30-40 12 9.97 17 33.78
40-50 6 8.98 4 11.57
50-60 4 9.17 3 10.81
60-70 5 15.70 4 23.02
70-80 0 0.00 2 18.59
80-90 3 9.04 1 7.92
> 90 0 0.00 2 26.88
Total 292 75.52 293 185.25
5.2.3.1 Retraso en la respuesta (tr)
El tiempo entre los máximos de la precipitación y el del hidrograma correspondiente
calculado por eventos fue en promedio de 47.5 minutos para el BMM maduro
observándose un rango mínimo y máximo de 15 a 160 minutos; y para el BMM
110
secundario fue de 38.9 minutos en promedio con un intervalo mínimo y máximo
observado de 10 a 120 minutos.
5.2.4 Balance hídrico
La contribución anual de Q dividido en Qr y Qb, así como los demás componentes que
conforman el balance hídrico por microcuenca son presentados en la Tabla 7.
El rendimiento hídrico (Q) anual observado en la M-BMM fue de 772.7 mm (2.11 mm
dia-1) equivalente al 27.1% de la P anual (2853 mm). De la Q total, el Qr contribuyó con
el 8.2% (63.9 mm) y el Qb con el 91.7% (708.7 mm). La intercepción de agua por el
follaje de los árboles (Ef; evaporación) fue de 495.3 mm igual al 17.3% de la P anual.
La estimación por transpiración fue de 907 mm (2.48 mm dia-1) equivalente al 31.7% de
la P anual. El almacenamiento de agua en el suelo en conjunto con la infiltración pro-
funda del agua (∆S + L) en la cuenca fue de 679 mm a 23.8% de la P (ver Tabla 7).
En la M-BMS, el rendimiento hídrico durante el periodo observado fue de 852.1mm
(2.33 mm dia-1) equivalente al 28.6% de la P anual. El Qr y Qb aportaron
respectivamente el 15.7% (135 mm) y 84.2% (722 mm) al Q total observado en los ríos.
El volumen de agua interceptada por el dosel de los árboles fue de 295.9 mm
equivalente a 10.0% de la precipitación. La perdida de agua por transpiración fue de 822
mm año-1 (2.25 mm dia-1) igual al 27.8% de la P. Por diferencia, el volumen por ∆S +
L fue de 980 mm a 33% de la P.
111
Tabla 7: Cuantificación en mm de los componentes del balance hídrico anual en las microcuencas de BMM maduro, BMM secundario y pastizal. (Marzo/06-Feb/07).
Anual
BMM maduro
Precipitación (P) 2853
ET
Intercepción 495
Transpiración 907
Caudal (Q) 773
Escurrimiento rápido (Qr) 64
Flujo base (Qb) 709
∆S + L 679
BMM (en regeneración)
Precipitación (P) 2954
296
ET
Intercepción
Transpiración 822
Caudal (Q) 856
Escurrimiento rápido (Qr) 135
Flujo base (Qb) 722
∆S + L 980
Los resultados del análisis de los caudales muestran que la Qr producida por el bosque
maduro (2.2% de la precipitación) fue la mitad de lo generado por el bosque secundario
(4.5%).
La reducción en los flujos base de la época de lluvias (verano) a la de seca-fría “nortes”
(invierno) fue del 38% (66 mm) y de 26% (73 mm) y 31% (192.8 m) para el bosque
maduro, bosque secundario (en regeneración), respectivamente. De la época seca-fría a
la seca-cálida (primavera), los caudales base se redujeron en un 28% (29 mm) en el
bosque maduro, y en un 45% (14 mm) en el bosque secundario.
De manera que la reducción total en los caudales base de la época de lluvias a la seca-
cálida fue de 66% en el bosque maduro, y del 71% en el bosque secundario.
112
5.3 Discusión
5.3.1 Características de la precipitación
En el periodo observado (agosto 2005 – marzo 2007) se distinguieron 486 eventos de
precipitación en la M-BMM y 470 eventos en la M-BMS en La Cortadura, Coatepec,
Ver. La precipitación registrada fue de 2853 y 2954 mm año-1 en la M-BMM y M-
BMS, respectivamente; distinguiéndose un número promedio de 265 eventos por año.
El 63% de estos eventos tuvieron lugar durante la época de lluvias contribuyendo con el
70.2% de la precipitación. El 24.5% de los eventos ocurrieron en la época seca-fría
contribuyendo con el 15.9% de la precipitación, y el 12.2% de los eventos se
presentaron durante la época seca-cálida (transitoria) conformando el 13.9% de la
precipitación.
Debido al sesgo de las distribuciones de frecuencias de los eventos de precipitación
(Fig. 3), la mediana de los valores de precipitación e intensidad promedio se ubicó en
4.5 mm y 1.60 mm hr-1 en los sitios de bosques, los cuales estuvieron marcadamente
por debajo de los valores promedio. De esta manera el 51% de los eventos de
precipitación en ambos sitios estuvieron caracterizados por lluvias ligeras (≤ 5 mm)
aportando respectivamente un volumen de 198 mm. Las intensidades de lluvia
promedio (2.73 y 3.08 mm hr-1; M-BMM y M-BMS) registradas en estos sitios durante
la época de lluvias se consideran bajas si se comparan con los valores reportados en
sitios tropicales continentales (5-10 mm hr-1 [Lloyd et al. 1988; Noguchi et al. 1996].
5.3.2 Características de los caudales
Se registró un caudal total (Q) en el periodo agosto 2005 – marzo 2007 de 1102 mm en
la M-BMM, y de 1354 mm en la M-BMS. El Q anual fue de 773 mm (1.38 ± 0.7 mm
dia-1) en el M-BMM, y de 856 mm (1.63 ± 1.3 mm dia-1) en el M-BMS. La distribución
de los caudales en respuesta a la precipitación siguió una clara variación estacional
(Tabla 4; Figura 4). La época de lluvias contribuyó con el 72% de los caudales totales;
el caudal diario promedio en la M-BMS fue de 1.3 veces mayor que en la M-BMM en
esta estación. Los meses de agosto y septiembre reportaron los caudales diario promedio
113
mensuales más altos. La M-BMS reportó el rendimiento hídrico y el caudal diario
mensual más alto (Tabla 4). En general, se observó una mayor variabilidad y respuesta
hidrológica a eventos de precipitación en las microcuencas bajo disturbio y manejo (M-
BMS). Por el contrario la microcuenca con vegetación más conservada (M-BMM)
presentó una condición de mayor estabilidad en sus flujos de agua en el río.
Mediciones continuas de la precipitación y caudal a alta resolución (1 min.) permitieron
el análisis a detalle de la generación y aportes de los escurrimientos rápidos al flujo base
en respuesta a eventos de precipitación (hidrograma). La separación del escurrimiento
rápido del base en los hidrogramas se realizó utilizando el método de separación por
línea recta – curva de recesión del flujo base (Hewlett y Hibbert 1967). Existen
diferentes técnicas de separación que han sido propuestas en la literatura (Grayson et al.
1996; Tallaksen 1995). En este caso se empleó la separación manual por ser la más
precisa, debido a que se analiza cada hidrograma por separado. De manera frecuente se
recurre a la separación automática mediante herramientas de programación cuando las
series de tiempo son muy grandes, para lo cual se requiere un valor de pendiente
(constante) basada en la inspección visual de los hidrogramas para generar la curva de
recesión del caudal observado (Merz et al. 2006).
Del total de eventos, la mayor frecuencia a generar picos de descarga y escurrimiento
rápido lo obtuvo la M-BMS (64%; 236 de 368 eventos). La M-BMM reportó el 61%;
226 de 372 eventos. Aunque en los bosques un 36-39% de los eventos no tuvieron un
efecto directo en los rendimientos hídricos por tratarse de lluvias muy pequeñas (< 1.5
mm), estos eventos al igual que la deposición de neblina en la vegetación, tienen un
papel importante en los balances hídricos manteniendo la vegetación húmeda y
reduciendo de esta forma su transpiración (Cavelier 1990).
El mayor número de eventos de escurrimiento fueron propiciados por precipitaciones
menores a los 10 mm (Tabla 6), los cuales aportaron volúmenes muy pequeños al Qr
total observado (2.7 % en el la M-BMM, y 1.6% en el M-BMS).
En cuanto a los tiempos de retraso tr, entre los máximos de la precipitación e
hidrogramas, la M-BMM presentó los tr más grandes comparado con las otras
microcuencas. Estos resultados se asocian a factores como una mayor intercepción de
agua por el dosel y permeabilidad del suelo favorecida muy probablemente por una
114
mayor abundancia de macroporos, formados por la actividad de la fauna en la suelo,
dinámica de raíces (crecimiento y muerte), la compactación de arcillas, la acción erosiva
de los flujos subsu-perficiales o la combinación de todos los anteriores (Jones 1971,
Beven y Germann 1982, Lal 1987), los cuales son factores que determinan la respuesta
hidrológica, y en particular la de los usos forestales (Beven y Germann 1982, Bonell
1993).
5.3.3 Efecto del uso y manejo del suelo en la generación de escurrimiento
Los valores del coeficiente de escurrimiento CE mostraron una distribución de no
normalidad, y una clara diferencia en la generación de escurrimiento entre los tipos de
vegetación (Tabla 5). La distribución no gaussiana de los datos encontrada coincide con
resultados obtenidos en estudios realizados a nivel de parcela y cuenca (Descheemaker
et al. 2006; Merz et al. 2006).
La M-BMM se caracterizó por presentar los CE más bajos (1.0% ± 1.4), seguido por la
M-BMS (1.8% ± 2.8) (Tabla 5). La M-MBS presentó la mayor variabilidad en las tasas
de escurrimiento (Fig. 5), así como la acumulación más alta de Qr con respecto a Q,
explicado principalmente por una menor intercepción de agua por el dosel (1.94 mm y
1.19 mm de intercepción en el bosque maduro y secundario, respectivamente) y una
menor capacidad de infiltración de agua en el suelo en la parte superficial del bosque
secundario con respecto al maduro, lo cual promueve el escurrimiento del agua, así
como la pérdida de suelo y nutrientes. Las diferencias en la capacidad de intercepción
de los bosques depende de las características estructurales del dosel, como por ejemplo
el índice de área foliar y biomasa de epifitas, lo cual incrementa la capacidad de
intercepción y almacenamiento de agua por el dosel. De esta manera se aumenta
indirectamente la capacidad de infiltración del suelo y se mejora su estructura.
Resultados de las propiedades físicas de los suelos andosoles mostraron que el BMM
maduro y secundario presentaron muy buenas condiciones para la retención y
conductividad del agua en el suelo, asociado a valores promedio bajos de densidad
aparente (0.414 y 0.410 gr cm-3, respectivamente), altos de porosidad (0.745 y 0.797 gr
115
cm-3, respectivamente) y una alta conductividad hidráulica, ligeramente mayor en el
bosque maduro (37.8 cm hr-1) que en el secundario (30.6 cm hr-1).
Los resultados indicaron que el BMM secundario es más susceptible de generar
escurrimiento superficial que el BMM maduro. El acumulado de los valores de CE,
mostró que esta fracción en el BMM secundario fue de 2.3 (5.4%) veces más
comparadas con el BMM maduro (2.3%), respectivamente.
Si se compara el acumulado de CE (2.2% = 0.022) de BMM maduro de este estudio con
la de otros sitios de bosques tropicales de montaña, se concluye que los valores
encontrados son bajos (3-9 % [Rollenbeck y Anhuf 2007; Bruijnzeel 2006; Schellekens
2000; Leopold et al. 1995; Lesack 1993]).
Como consecuencia del disturbio y cambio en el uso de suelo, los patrones de drenaje
de agua y los mecanismos de generación del escurrimiento se modifican dependiendo
del uso y manejo de la cubierta. Las propiedades hidráulicas de los suelos,
particularmente las tasas de infiltración, son notablemente sensibles a las
modificaciones en el uso del suelo. El suelo bajo el BMM maduro desarrollado sobre
material volcánico, es muy permeable por lo que es viable que el mecanismo
responsable de la generación de escurrimientos sea el flujo subsuperficial (SSF) y,
ocasionalmente el superficial por saturación (SOF) cuando el nivel freático en las partes
bajas de las laderas o en sitios con depresiones en la microcuenca están cerca de
alcanzar la superficie, por lo que la columna de suelo está bastante saturada que al
evento de precipitación subsiguiente, el agua desborda el suelo e inicia su escurrimiento
por la superficie (Bruijnzeel 2006). En el BMM secundario el suelo es menos filtrante
por lo que la generación de escurrimientos puede estar dado por el efecto combinado de
dos tipos de flujos: SSF (subsuperficiales), SOF y ocasionalmente HOF (superficiales).
HOF ocurre cuando la intensidad de infiltración excede la capacidad de infiltración de
la superficie (Horton 1933).
116
5.3.4 Distribución de caudales y rendimientos hídricos
Desagregando el Q total en sus componentes (ver Tabla 7), se tiene que la M-BMM
registró el menor porcentaje de Qr (8.2% de Q; 64 mm) seguido por la M-BMS (15.7%;
135 mm), por lo que el Qb reportó con respecto a Q un porcentaje de 91.8% (709 mm),
y 84.2% (722 mm) en el bosque maduro y secundario, respectivamente.
En un periodo anual, se obtuvo que la contribución de Q con respecto a P fue de 27% en
el M-BMM, y de 29% en la M-BMS.
La proporción de Q con respecto a P en el bosque maduro contrasta bien con el valor
reportado por Leopold et al. (1995) en la Reserva Ducke, Brasil de 32% (P = 2209 mm),
pero se muestran bajos con los valores reportados por Rollenbeck y Anhuf (2007) en el
Amazonas, Venezuela de 38%, y por Bruijnzeel (2006) en Monteverde, Costa Rica de
39%; debido probablemente a condiciones de humedad constantes y alta precipitación
(6960 mm) como es el caso del sitio en Costa Rica.
La diferencia en las contribuciones de Q/P del M-BMM y M-BMS, se explican por una
menor capacidad de intercepción e infiltración en la capa superficial del bosque
secundario favoreciendo la generación de un mayor volumen de escurrimiento (Tabla
6).
El volumen de “pérdida” de agua estimada para esta zona a partir de la Ec. (11) osciló
entre los 670 – 900 mm año-1 (24% y 33% de la P). Esto es posible de explicar de
acuerdo con el trabajo geomorfoedafológico de Rossignol et al. (1987), el cual ubica a
las microcuencas de bosques bajo estudio en una unidad geomorfoedafológica cuyo
material dominante es la brecha volcánica mezclada con roca andesita con alto grado de
intemperización, el cual es altamente filtrante y poroso lo cual facilita la percolación del
agua hacia mantos acuíferos probablemente.
Por lo que la respuesta hidrológica de las microcuencas es dependiente de los efectos
combinados entre las variables climáticas, geológicas y del uso y manejo del suelo. En
regiones volcánicas de montaña, la condición geológica particular de las microcuencas
117
es un factor que determina su comportamiento hidrológico y ejerce un gran control en
sus flujos base y rendimientos hídricos.
5.3.5 Implicaciones hidrológicas al cambio en el uso de suelo
Dependiendo del grado de perturbación del bosque será el nivel de afectación de sus
procesos eco-hidrológicos.
El disturbio de un bosque y su pérdida de elementos arbóreos repercute de forma
inmediata en los procesos de intercepción del dosel (evaporación), ya que la pérdida de
biomasa no sólo de árboles sino también de epifitas, reduce las capacidades de
intercepción del bosque (Köhler et al. 2007), produciéndose un mayor escurrimiento
durante eventos de precipitación, y una mayor reducción estacional de los flujos base en
el corto plazo comparado con el bosque original. La regeneración de un sistema
perturbado puede comenzar a mostrar una recuperación de los regimenes hidrológicos
que solían prevalecer en el bosque original dependiendo de los procesos de sucesión
secundaria (Brown y Lugo 1990). En este estudio se observó que la respuesta
hidrológica a la precipitación y la recesión estacional de los flujos base del BMM en
regeneración por 19 años muestran aún indicios de perturbación, sin embargo los
rendimientos hídricos anuales comienzan a ser comparables y similares con los del
BMM maduro.
118
6. El comportamiento hidrodinámico de Andosoles con uso diferenciado en
el municipio de Coatepec, Estado de Veracruz, México
Los suelos de las montañas ofrecen una serie de servicios ambientales por si mismos y
varían de manera diversa entre cuando están cubiertos de bosque y cuando cambia su uso
y son acorde con las modificaciones de la vegetación, que en el caso por ejemplo del
régimen de humedad se dan después de varios miles de años de adaptación. La
deforestación descubre los suelos es cuando se desarrollan procesos de degradación no
solo edafológica, si no de las condiciones ambientales en general.
En el suelo la infiltración del agua a través del perfil que se puede reducir hasta el 93%
(Lal, 1976 cit. in. García y Mass 1990) y también como consecuencia de la menor
disponibilidad de humedad pueden derivarse alteraciones en los balances hidrológicos.
El contenido de agua en el suelo representa un balance entre los procesos de agregar
agua al suelo por medio de la infiltración de la lluvia y los procesos a través de los cuales
se pierde del suelo, debido al uso por las plantas (transpiración, evaporación y
escurrimiento y drenaje). El contenido de agua en el suelo tiene fuerte influencia sobre el
consumo de nutrientes del suelo y como afecta el crecimiento de raíces y el transporte
de nutrientes a las raíces. Además de que influye en el consumo de oxigeno para la
actividad faunística y microbiana del suelo, el lixiviado de nutrientes y agroquímicos
hacia el subsuelo y en algunos suelos arcillosos en el ciclo de hinchamiento y
deshinchamiento Hay factores que desvían e intervienen en el flujo del agua en el suelo
como la intensidad de lluvia; cantidad de lluvia; relieve superficial; textura superficial;
repeler el agua superficial; contenido de agua en la superficie (Bouma, 1990).
Citar este trabajo como:
Meza, E. y Geissert, D., 2007, El comportamiento hidrodinámico de Andosoles con uso diferenciado en el municipio de Coatepec, Estado de Veracruz, México. En Reporte Técnico Final del proyecto No. INE/A1-064/2007. Instituto de Ecología, A.C. - Vrije Universiteit Amsterdam – Instituto Nacional de Ecología. Xalapa, Ver., México.
119
Los Andosoles han mostrado alta resistencia a la erosión, hídrica de la lluvia, lo cual
reduce el escurrimiento su alta dispersión de los agregados del suelo. La rápida
infiltración esta determinada por el contenido de macroporos, permeabilidad del agua en
el perfil del suelo y el contenido de agua del mismo.
Frecuentemente los microagregados son resistentes a la dispersión porque los agregados
están fuertemente cementados por materiales no cristalinos y materia orgánica del suelo
(Shoji, et. al. 1993).
El objetivo de este trabajo es comparar los suelos, la infiltración y el contenido de
humedad, con dos cubiertas forestales.
6.1 Materiales y métodos
6.1.1 Área de Estudio
La zona de trabajo se localiza en el centro de Veracruz en el municipio de Coatepec del
Estado de Veracruz y se enfoco a dos sitios principalmente, a la microcuenca “Los
Horcones” con 39 ha se ubica en los 97° 02´ 42” (Longitud Oeste) y 19° 29´34” (Latitud
Norte), con orientación noroeste-sureste, a una elevación promedio de 2170 msnm en la
reserva natural “La Cortadura” ubicada a 12.5 km de la cabecera municipal. La corriente
fluvial es de primer orden y permanente, red subparalela muy encajonada. Pertenece a la
provincia volcánica y a la zona montañosa de las faldas altas del Cofre de Perote que se
caracteriza por vertientes de cerros alargados, muy fuerte desnivel con fuertes pendientes
(de 20° a 45°). Material litológico de andesita recubierta con ceniza volcánica en las
crestas y brecha volcánica, muy intemperizadas. Los suelos son Andosoles umbricos,
moderadamente profundos. El clima es de C(m) templado húmedo con lluvias todo el
año C(f) con temperaturas y precipitaciones medias anuales de 12°C a18°C y de 2000 a
3000 mm de acuerdo con Köppen modificado por Garcia (1988).
El tipo de vegetación es de bosque caducifolio (bosque mesófilo de montaña) con
arboles perennifolios como caducifolios en estado de conservación de 60 a 80 años.
120
La otra microcuenca “El Soltadero” tiene una extensión de 11.9 ha y se localiza en las
coordenadas 97° 02´28” (Longitud oeste y 19°29´51”(Latitud norte), con orientación
oeste-este a una altura promedio de 2170 msnm. Comparte entre la reserva natural de
“La Cortadura” y propietarios de la localidad de Loma Alta. La corriente que se forma es
de primer orden y permanente. Pertenece a la provincia volcánica y a la zona montañosa
de las faldas altas del Cofre de Perote que se caracteriza por vertientes de cerros
alargados, muy fuerte desnivel con fuertes pendientes (de 20° a 45°), configuración local
es de lomerío de crestas redondeadas, el material parental es de andesita recubierta de
cenizas volcánicas y brechas volcánicas muy intemperizadas. Los suelos son Andosoles
hídricos profundos.
La cobertura vegetal es de un bosque en regeneración natural por un periodo de 19 años,
después de haberse incendiado por prácticas de cultivo en el año 1989. Hay especies de
secesión secundaria como el Alnus jorullensis.
Otro sitio de trabajo se ubicó en los 96° 55´53” (Longitud oeste) y 19°27´59” (Latitud
norte) a una altura de 1210 msnm en la Congregación de la Orduña del mismo
municipio. Hay corrientes de una red subparalela, Pertenece a la provincia volcánica en
la zona de las faldas bajas del Cofre de Perote que son mesetas planas y ligeramente
onduladas. La que nos ocupa es una meseta ondulada alargada con pendientes cóncavo-
convexas, cuyo material parental es una brecha volcánica muy alterada recubierta con
capas delgadas de cenizas volcánicas. Los suelos son ferralíticos. El clima es C(fm)
subtropical húmedo de acuerdo con Köppen modificado por García (1988). El cultivo
agroforestal es de café (Coffea arabica) en sistemas de producción bajo sombra con
especies de Inga jinicuil, Picus pirtusa, Cedería odorata, Spondias Bombin,
Liquidambar macrophyla, Clethra macrophyla.
6.1.2 Técnicas de medición
Las técnicas utilizadas se basan en la norma oficial mexicana (NOM-021-RECNAT-
2000, que establece las especificaciones de estudios y muestreos de suelos. Se usaron las
técnicas de laboratorio recomendadas en el manual “Methods of Soil Analysis” (Klute
1986).
121
Determinaciones Químicas
El pH-H2O fue medido en relacion1:2, suelo secado al aire en tamaño de 2.0 mm. El pH-
NaF fue medido en una suspensión de 1 g de suelo en 50 ml de solución 1M NaF
después de 2 min de agitación. (Puri y Asghar 1938, Fieldes y Perrots 1966). Fósforo
intercambiable (método de Bray I). (Bray y Kurtz 1945). Nitrógeno total.
(microkjeldall).
Materia orgánica. El método de combustión húmeda de Walkley y Black, la
recuperación incompleta fue compensada por un factor de corrección de 1.3 en los
cálculos.
Los cationes intercambiables (Ca++, Mg ++, K+, Na+) se determinaron después del
lavado del suelo con el acetato de amonio a pH 7: 1 N (Chapman 1965) y medidos por
absorción atómica y fotometría de llama. La capacidad de intercambio catiónico se midió
por el método de la saturación con acetato de amonio a pH 7 1N seguida de una
destilación de NH4, (Chapman 1965, USDA 1984).
Acidez y aluminio libre. El aluminio intercambiable fue extractado del suelo con 1M Kcl
y determinado el Al en el lixiviado por AAS. Por titulación. (Mc Lean 1982)
Alófano cualitativo en campo por medio de la reacción al NaF en presencia de
fenolftaleína (Fieldes y Perrots 1966).
Determinaciones Físicas
El análisis granulométrico se hizo con el método de la pipeta (Gee, 1986), se usa el
hexametafosfato de sodio, el ultrasonido y el cambio de pH como dispersantes, los
tamaños considerados son: arcilla (<0.002 mm), limo grueso (< 0.05 mm) limo fino
(<0.02 mm), Arena gruesa (>0.250 mm) y arena fina (>0.05 mm).
Color en húmedo y en seco (Tablas Munsell, USDA1992)
Densidad aparente y la densidad real. La densidad aparente se midió en el terreno con los
cilindros de 10 cm3, según Rossignol (1988). La densidad real se midió con la ayuda de
un picnómetro después de la destrucción de materia orgánica por medio de H2O2.
La porosidad se calculó a partir de la densidad aparente y la densidad real y por medio
de la fórmula siguiente:
122
100*1m
b
σσ
ϕ −= (1)
Determinaciones Hídricas
Las constantes de humedad por medio del método de las membranas en las ollas de
presión. Punto de Marchitez Permanente (PMP) a 1500 kPa y Capacidad de Campo
(CC) a 33 kPa (Forsythe y Warren 1975).
La velocidad de infiltración del agua en el suelo se midió con infiltrómetro portátil
(Turf-Tec infiltrometer). Los resultados fueron expresados en cm/h. La humedad se
determinó por medio del peso seco en una estufa en núcleos de 100 ml tomados en
campo y en condiciones de humedad de campo.
6.2 Resultados
Los suelos del bosque mesófilo de montaña maduro y secundario (en regeneración) son
Andosoles Taptohídricos y Andosoles Umbricos (WRB, 2006) y los de uso de café bajo
sombra son ferralíticos desaturados (Rossignol, op.cit.). Por lo que sus dinámicas en
varias propiedades son diferentes, por lo mismo para la comparación solo nos
referiremos a los Andosoles. Aunque se incluyen resultados de perfiles de suelo con uso
de café de suelos vecinos (Ver anexo1).
6.2.1 Características de los suelos forestales
Son suelos profundos (>200 cm) con dos horizontes (A-C) y varios Subhorizontes de A
(A1-A5) y cada uno de ellos con diferentes espesores.
Los horizontes son predominantemente negros en húmedo (7.5YR2.5/1) o pardo muy
oscuro (10 YR 2/2) en la superficie en unos y en otros se conserva en todo el perfil y en
seco y con la profundidad cambia el color a pardo (7.5 YR 4/2) de diferentes tonalidades.
Su estructura es de bloques subangulares de tamaño mediano a grande con moderado
desarrollo y varia con la profundidad a granular y de tamaño pequeño con desarrollo
débil a fuerte. La textura al tacto varía de limosa, limo-arcillosa a limo-arenosa.
123
Son ligeros “bofos”, no plástico o solo ligeramente, no adhesivos, poco untuosos al tacto,
tixotrópicos, hay huellas de fuerte actividad animal de insectos como hormigas, termitas
y otros. Así como de lombrices localizados en la parte media del perfil. Las raíces de
tamaño pequeño a grandes son abundantes en todo el perfil.
Los suelos son muy ácidos en la superficie entre (pH 3.7 y 4.5) y son menos ácidos con
la profundidad (pH 5.5), el promedio en todo el perfil es de 4.6, es decir ácidos. El
aluminio y la acidez intercambiables son bajos de 1 cmol(+)/kg y disminuyen con la
profundidad del suelo.
El fósforo extractable es muy escaso pues tan solo se presentan trazas en el suelo. La
materia orgánica expresada en forma de carbono orgánico, es muy alta en la superficie
(10 % a 16 %) y disminuye con la profundidad drásticamente (2 % y 4 %), promedio
fluctúa alrededor de 6 %. El nitrógeno total es escaso (1.3 a 0.1 %) y disminuye con la
profundidad aunque de manera variable.
La relación C/N es alta (10-16) y se mantienen altos en todo el perfil. Lo cual nos indica
una fuerte mineralización, aunque son ligeramente diferentes en ambos perfiles.
Los cationes intercambiables varían entre los perfiles pero son escasos y algunos de ellos
como el sodio esta ausente y en el caso del potasio esta ausente en uno y en otro es muy
bajo (0.26 a 0.04 cmol/Kg) y no es constante dicha disminución. El calcio es bajo (0.78
a 0.06 cmol/Kg) en el perfil BS2 y un poco moderado en el perfil BS3 (2.57-0.34) en
ambos casos hay una ligera tendencia a la disminución con la profundidad pero no es
constante. Para el caso del magnesio tiene comportamiento similar al calcio y sus valores
son (0.49 a 0.08 cmol/Kg) en el perfil BS2 y para el perfil BS3 (1.09-0.06 cmol/Kg).
La textura determinada en laboratorio es de migajón arcillosa con predominancia de
partículas de limos con promedio de 61%, después de las arcillas con promedio ( 26 %) y
más escasas aun son las arenas con (13%).
La densidad aparente es de menos de 0.5 (Mg/m3 y la densidad real es de mas de 2
(Mg/m3) en todo el perfil. La porosidad total es de más del 80 % y se mantiene
constante en todo el perfil.
6.2.2 Características hídricas
6.2.2.1 Infiltración de agua en el suelo
La infiltración es la cantidad de agua que cae en la superficie del suelo y es introducida
en él, también se conoce como la permeabilidad del suelo. Las propiedades hídricas son
124
variables en tiempo y espacio, como se ve en la infiltración de la superficie (0-30 cm) del
suelo resultó de moderadamente rápida a moderadamente lenta (Landon, 1984 y
Betancourt, Y., P. et. al. (1998).
Los Andosoles del bosque maduro se clasifican como moderadamente rápidos y los del
bosque secundario (en regeneración) como moderadamente lentos. Los suelos
ferralíticos bajo café de sombra (sistema agroforestal) tuvieron una infiltración
moderadamente rápida (Ver Tabla 1).
Tabla 1: Infiltraciones de los suelos con uso de bosque y café. Uso del suelo Orden de suelo infiltración (promedio
cm/h)
Clasificación
Landon,(1984)
Bosque Mesófilo
primario
5 Moderadamente rápida
Bosque mesófilo
secundario
Andisol
Taptohidrico y A.
Umbricos 1 Moderadamente lenta
Cafetales Ferraliticos 5 Moderadamente rápida
Se observa, que la infiltración tiende a estabilizarse conforme aumenta el tiempo y se
distingue para cada uno de los usos del suelo analizados, donde se observa una
disminución de la velocidad entre bosque maduro y el bosque secundario (Ver Figura 1 y
Figura 2).
Figura 1: Velocidad de infiltración del Andosol en el bosque maduro
125
y = 0,7775x-0,3199
R2 = 0,995
0,00
0,50
1,00
1,50
2,00
2,50
3,00
3,50
4,00
4,50
5,00
0,00 0,05 0,10 0,15 0,20 0,25 0,30 0,35
tiempo (h)
Vel (
cm/h
)
Figura 2: Velocidad de infiltración del Andosol en el bosque secundario
y = 0,17x-0,45
R2 = 0,93
0,00
0,50
1,00
1,50
2,00
2,50
3,00
0,00 0,10 0,20 0,30 0,40 0,50
T(h)
Vinf
(cm
/h)
Figura 3: Velocidad de infiltración del Andosol en el cafetal bajo sombra.
6.2.2.2 Conductividad hidráulica
Esta es otra propiedad muy ligada a la anterior ya que es la continuación del flujo del
agua en el suelo pero ya en el interior del suelo, Es el agua que circula en el interior del
perfil de suelo, la cual depende del numero distribución de poros y agujeros o vacíos
muy grandes dejado por la actividad animal o de las raíces de las plantas, además de la
humedad del suelo, en general tiende a disminuir con la profundidad. Con dichas
velocidades los procesos se vuelven más intensos y estas velocidades son las causantes
de la lixiviación del suelo, para estos suelos y ambos usos es muy rápida (ver Tabla 2).
126
Tabla 2: Valores de conductividad hidráulica en suelos de bosque mesófilo y cafetal bajo sombra
Uso del suelo Orden de suelo Conductividad hidráulica (cm/h) prom. Clasificación Landon (1984)
Bosque Mesófilo primario 23
Bosque mesófilo secundario
Andisol Taptohidrico
y A. Umbricos 20
Cafetales Ferraliticos 21
Muy rápida
6.2.2.3 Constantes de humedad
Para los Andosoles, la capacidad de campo (30 kPa) es mayor de 100 % tanto para el uso
del suelo de bosque primario como del secundario aunque es mas elevada para el uso del
suelo de bosque secundario. Sin embargo se consideran ambos usos como moderadas
Landon (1984). Para los suelos ferralíticos, la capacidad de campo es de apenas 50%, la
cual es muy baja (ver Tabla 3).
Tabla 3: Clasificación de las capacidades de campo de los suelos bajo estudio Uso del suelo Orden de suelo Capacidad de campo (% por vol) prom. Clasificación Landon (1984)
Bosque Mesófilo primario 121
Bosque mesófilo secundario
Andosol Taptohidrico y
A. Umbricos 158
Moderada
Cafetales Ferraliticos 50 Muy baja
Para los Andosoles, el punto de marchitez permanente (15 kPa) es de más de 86 % para
el uso del suelo de bosque primario y de más de 100 % para el uso del suelo de bosque
secundario, ambos se consideran moderados. Para los suelos ferralíticos el punto de
marchitez permanente es de 38% es muy bajo (ver Tabla 4).
Tabla 4: Clasificación del punto de marchitez de los suelos bajo estudio
Uso del suelo Orden de suelo Punto de marchitez Permanente (% por vol)
prom
Clasificación Landon
(1984)
Bosque Mesófilo primario 86
Bosque mesófilo secundario
Andosol Taptohidrico y
A. Umbricos 122
Moderado
Cafetales Ferraliticos 38 Muy bajo
Para ambos órdenes de suelos con sus respectivos usos el agua aprovechable para las
plantas es de más de 30 % y 11 %, ambos se consideraron bajas (ver Tabla 5).
127
La cantidad de agua que esta disponible para las plantas en andosoles es tres veces
mayor a la de los suelos ferralíticos en 300 % para una profundidad de un m2.
Anteriormente Dubroeucq et al. (1992) reportaron para el Cofre de Perote en Andosoles
húmicos profundos 800 l/m3 y de agua disponible 200 l/m3 y cantidades similares pero
para Andosoles úmbricos profundos (Meza, 1996)(ver Tabla 6).
Tabla 5: Clasificación del agua aprovechable de los suelos Uso del suelo Orden de suelo Agua aprovechable Clasificación Landon (1984)
Bosque Mesófilo primario 34
Bosque mesófilo secundario
Andisol Taptohidrico y
A. Umbricos 36
Cafetales Ferraliticos 11
Baja
Tabla 6: Cantidad de agua disponible (l/m3) de los suelos Uso del suelo Orden de suelo Cantidad de agua (l/m3)
Bosque Mesófilo
primario
340
Bosque mesófilo
secundario
Andisol Taptohidrico y A.
Umbricos
360
Cafetales Ferraliticos 110
6.2.2.4 Humedad en suelo
Son suelos muy húmedos con un contenido de agua en la superficie de (127-200 %) BS3
y (153-220 %) BS2, conforme aumenta la profundidad, también aumenta de manera
variable.
Para los Andosoles, con ambos usos de bosques es elevada la humedad de mas de 100
(% por vol) y para los suelos ferralíticos es moderada (Tabla 7).
Tabla 7: La humedad de los suelos es mayor para los Andosoles Uso del suelo Orden de suelo Humedad total (%por vol) Clasificacion
Bosque Mesófilo primario 118
Bosque mesófilo secundario
Andisol Taptohidrico y
A. Umbricos 152
Elevada
Cafetales Ferraliticos 52 Moderada
128
6.2.2.5 Porosidad
Los Andosoles con ambos usos de bosque son altos y para los ferralíticos es moderada
(Tabla 8).
Tabla 8: Porosidad en suelos andosoles Uso del suelo Orden de suelo Porosidad total (%) Clasificacion
Bosque Mesófilo primario 82
Bosque mesófilo secundario
Andisol Taptohidrico y
A. Umbricos 83
Alta
Cafetales Ferraliticos 63 Moderada
6.3 Discusión La calidad del suelo se puede hacer sobre 4 funciones críticas del suelo: 1) entrada de
agua adecuada, 2) retención y aporte de agua a las plantas, 3) resistencia a la
degradación, y 4) sostener el crecimiento de las plantas (Karlen et. Al. 1997).
Algunos indicadores de la calidad del suelo pueden ser medidos con procesos afectados
como la materia orgánica, los ciclos de nutrientes. La infiltración, el escurrimiento y
lavado potencial, uso eficiente del agua por la planta, erosión potencial. La agregación
de la estructura del suelo, resistencia a la erosión, germinación de cultivos, pH.
Aprovechamiento de nutrientes, absorción de pesticidas y movilidad de la actividad
biológica, ciclo de nutrientes, capacidad de degradación de nutrientes y la biomasa
microbiana, aprovechamiento de los cultivos, lavado potencial, tasas de mineralización
e inmovilización. Formas de nitrógeno, densidad aparente y profundidad del suelo,
conductividad salinidad. Varias de ellas aquí fueron medidas.
En todas estas propiedades interviene directamente la abundancia de la materia orgánica
(10 % a 16 %) y por otro lado la textura migajón arcillosa con predominancia de
partículas de limos en promedio de 61%.
La geometría del espacio poral de un suelo está muy ligado a la naturaleza y al modo de
arreglo de sus constituyentes así como a su estado hídrico y a las transformaciones
mineralógicas y estructurales que se producen siendo a veces el origen de variaciones
importantes de la geometría de los poros y de su dinámica en función al estado hídrico
(Humbel 1976, Chauvel et.al. 1976, Chauvel 1977 cit. In. Braund, Braundeau y Fritsch
1990).
La cantidad de agua y el estado de energía del agua de un suelo no están sencillamente
relacionados, pues el estado energético está determinado por las condiciones de energía
129
en las interfases aire-agua y por la naturaleza de las películas superficiales más que por
la cantidad de agua existente en los poros.
Por otro lado la humedad influye poderosamente en la regeneración del bosque,
controlando la germinación de las semillas, así como la sobrevivencia y el crecimiento
de las plántulas. El movimiento capilar del agua desde las zonas más húmedas a las más
secas, en los suelos que se encuentran en estados de humedad por debajo de la capacidad
de campo, es baja y si no existe movimiento capilar hacia las raíces, la expansión del
sistema radical se frenará y causará limitaciones en el crecimiento y en la sobrevivencia.
Por otra parte, la resistencia de los árboles a ciertos ataques de insectos se reduce,
aparentemente, cuando existen condiciones de escasez de humedad. El inicio de la
floración por ejemplo, puede ser inducido algunas veces, debido a una tensión de
humedad, mientras que unas buenas condiciones de humedad en el suelo son
indispensables para lograr una buena floración a tiempo. La disponibilidad de
nutrimentos, su suministro y transporte dependen de una adecuada humedad del suelo
(De las Salas 1987).
Para los andosoles se mantienen sus características hídricas a pesar de los cambios y así
demuestran su fuerte resiliencia al impacto como el fuego que se dio en estos bosques
pues algunas propiedades hídricas de los Andosoles cambiaron como la infiltración la
cual se reduce drásticamente en cuatro unidades con el cambio de uso del suelo de
bosque y no sucede con las demás características (Tabla 9).
Tabla 9: Propiedades físicas del bosque maduro y secundario Uso del suelo Bosque maduro vs bosque secundario
infiltración (cm/h) Disminuye
Conductividad hidráulica (cm/h)
Constantes de humedad
Humedad
Porosidad
Se mantienen
La rápida infiltración esta determinada por el contenido de macroporos, permeabilidad
del agua en el perfil del suelo y el contenido de agua del mismo.
Frecuentemente los microagregados son resistentes a la dispersión porque los agregados
están fuertemente cementados por materiales no cristalinos y materia orgánica del
suelo.(Shoji, et.al. op.cit), pero cuánto cambian? y de qué depende? Aún no es muy claro
el procedimiento.
130
De agua total que cae a la cuenca mas del 30% es retenida en el suelos, la cual es la que
se expresa en parte en la humedad del suelo, en los organismos que viven en el suelo y
la que se aprovecha para el consumo humano e industrial de la partes bajas, pero una
cantidad importante que se almacena en forma de agua aprovechable.
Entonces tenemos que para el bosque maduro aproximadamente 13 millones de litros y
para el bosque secundario con una superficie menor pero con mayor cantidad de agua de
43 millones de litros.
Microcuencas Superficie (has) Cantidad de agua disponible (lt/ha)
Bosque primario 39 13,26 x104
Bosque secundario 12 43,20 x 104
6.4 Conclusiones
Las características físicas definidas anteriormente se refieren a varios aspectos de un
mismo material, altamente higroscópico, esencialmente compuesto de minerales amorfos
mezclados con materia orgánica abundante.
Los cambios mayores se ocasionaron a la infiltración la cual lo hicieron de una manera
grande en 4 unidades de magnitud. En cambio las constantes de humedad, la porosidad,
la humedad y la conductividad hidráulica no cambiaron. Lo cual se debió principalmente
a la estructura del suelo, sobretodo a la microestructura y microporosidad, que faltaría de
analizar a detalle en futuros estudios.
Aunque el incendio que indujo a la desaparición del bosque y ha permitido su
regeneración e incluso ha hecho que aumente su almacenamiento de agua no significa
que sea una practica recomendable si no que se debe a las características de los suelos
son mejores almacenadores de agua, lo cual falta analizar a nivel de sitio y de otros
análisis mas de tipo micromorfológico.
131
7. Estructura y composición de comunidades vegetales del bosque mesófilo
de montaña del centro de Veracruz
El bosque mesófilo de montaña es uno de los tipos de vegetación más biodiversos, que
concentra un alto porcentaje de endemismos y es sumamente importante por los
servicios ambientales que proporciona a los asentamientos humanos aledaños. En
México este tipo de vegetación se encuentra ubicado en la parte media de las montañas,
generalmente entre los 900 y 2500 m de altitud. La importante biodiversidad del bosque
de niebla se debe principalmente a la combinación de una alta humedad y temperaturas
templadas que han creado un ambiente favorable para la coexistencia de la flora
templada y neotropical. Así como, para la evolución y mantenimiento de la diversidad de
especies de plantas y animales, muchas de las cuales son exclusivas de este tipo de
ecosistema (Rzedowski, 1993, 1996; Challenger, 1998). El bosque mesófilo de montaña
ocupa menos del 1% de la superficie total de México. Sin embargo, se estima que
contiene un poco más de 2 500 a 3 000 especies de plantas vasculares (Rzedowski,
1996).
7.1 Resultados
Siguiendo la metodología detallada en el informe anterior, para estimar la riqueza y
diversidad vegetal de este tipo de vegetación. Se realizó un primer análisis de la
diversidad alfa en una superficie de 2000 m2, en la cual se realizó el inventario florístico,
integrando un listado de las especies de la flora vascular (Anexo 2) que contiene los
diferentes grupos de plantas (Pteridofitas, Dicotiledóneas y Monocotiledóneas).
Citar este trabajo como:
Castillo Campos, G., Vázquez, G., García Franco, J. G., Mehltreter, K., Martínez, M. L., y Madrigal Chavero, R., 2007, Estructura y composición de comunidades vegetales del bosque mesófilo de montaña del centro de Veracruz, México. En Reporte Técnico Final del proyecto No. INE/A1-064/2007. Instituto de Ecología, A.C. - Vrije Universiteit Amsterdam – Instituto Nacional de Ecología. Xalapa, Ver., México.
132
El listado contiene las 212 especies registradas de las cuales 179 están identificadas a
nivel específico y 33 a nivel genérico (apéndice 1), incluyendo 122 géneros en 69
familias. De las 212 especies se registraron 122 hierbas, 51 árboles, 30 arbustos y 9
lianas o bejucos. Así mismo, se registro una diversidad alfa variable de 31-65 especies
por 200 m² en dos microcuencas (Figura 1).
Diversidad alfa
0
10
20
30
40
50
60
70
B1 B1 B1 B1 B1 B1 B1 B1 B1 B1 B2 B2 B2 B2 B2 B2 B2 B2 B2 B2
Cuadros de 10 x 10 m2 (100m 2)
Nº d
e Es
peci
es
Figura 1: Diversidad Alfa por superficie en el Bosque Mesófilo de Montaña.
7.2 Conclusión
Concluyendo con los resultados que hasta el momento se han encontrado podemos decir
que el área del bosque mesófilo de montaña de la cortadura es por demás muy
interesante, considerando la alta riqueza de especies que se ha encontrado. Las dos
microcuencas muestreadas hasta el momento indican una alta variabilidad de la
diversidad alfa y por lo tanto un recambio de especies también muy alto. Agregándole
que el bosque se encuentra bien conservado, donde se han registrado varias de las
especies raras, algunas de las cuales se continúa monitoreando para obtener estructuras
reproductivas porque todo indica que probablemente sean especies nuevas para la
ciencia. Asimismo, del inventario realizado resultaron hallazgos importantes de interés
botánico. Se han registrado poblaciones de dos especies raras por su distribución
geográfica y endémicas de México, Greigia vanhyningii L. B. Sm. (Bromeliaceae)
(Espejo-Serna et al., 2005) y Marcgravia stonei Utley (Marcgraviaceae); esta última fue
133
conocida anteriormente a partir de dos especimenes colectados en la Cortadura del
municipio de Coatepec desde el siglo pasado en el centro del estado de Veracruz (Utley,
1984). Además destaca el hallazgo de Ponthieva brenesii Schltr. (Orchidaceae) y Piper
xanthostachyum C. DC. (Piperaceae); dos taxa que no habían sido registrados
previamente en el estado de Veracruz. Lo mejor sería conservar todo lo que queda del
bosque mesófilo de los alrededores de La Cortadura en el Municipio de Coatepec (Figura
2).
Figura 2: Mapa de localización del predio La Cortadura y las áreas de bosque mesófilo para conservación (verde claro y oscuro) ubicadas en el municipio de Coatepec, Ver
PREDIO PARA COMPRA
Superficie: 38.8
hectáreas.
Propietario: Aciano García
García.
Localidad: Tierra Grande,
Coatepec, Ver. Reserva Natural “La
Cortadura” propiedad
del Municipio de
Coatepec
Área bajo
investigación
(polígono azul)
Cuerpo de
agua
(línea azul
134
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Anexo 1
Perfil BS3 Estado Veracruz Municipio Coatepec Población Loma Alta Sitio “El Soltadero” (parcela1) Latitud 19o 29 ‘ 51 “ N Longitud 97o 02 ‘ 28 “ W Altitud 2170 msnm Fecha 2007 Litología Andesita recubierta de cenizas volcánicas y brechas volcánicas muy intemperizadas. Geoforma Parte media de la ladera norte, pendiente de 45 % o 250. Vegetación Acahual de bosque mesófilo de montaña de 17 años. Tipo de suelo Andosol Taptohídrico (WRB, 2006)
Características morfológicas del perfil Profundidad (cm) Horizontes
CARACTERÍSTICAS 0-27 A1 Color pardo muy oscuro (10 YR 2/2) en húmedo y pardo (10YR 4/3) en seco; materia orgánica
muy unida con el material mineral, abundantes raíces en la masa del horizonte de cualquiera
orientación, no desviadas, normales, sanas, de todos tamaños; huellas de actividades animales
abundante como hormigas y otros insectos. Textura al tacto limosa, estructura bloques
subangulares, tamaño grande y moderado desarrollo, muy ligero “bofo”, poco plástico y poco
adhesivo, poco untuoso al tacto, tixotropía; poros visibles abundantes, canales muy numerosos,
caóticos, atravesando el horizonte, muy poroso. Transición difusa no muy clara ondulada,
húmedo.
27-70 A2 Color pardo muy oscuro (10 YR 2/2) en húmedo y pardo (10YR 4/3) en seco, materia orgánica
muy unida con el material mineral, abundantes raíces en la masa del horizonte de orientación
vertical y horizontal, normales, sanas, de tamaños finos y medianas, intrusiones de raíces gruesas
rellenas de material negro del horizonte superior, huellas de actividades animales como lombrices
y otros insectos. Textura al tacto limo-arenosa, estructura de bloques subangulares, tamaño
mediano y moderado desarrollo, poco plástico pero algo adhesivo, untuoso al tacto, tixotropía,
pocas gravas, poros visibles y pequeños muy abundantes. Transición difusa ondulada, húmedo.
70-110 2A1 Color pardo muy oscuro (10 YR 2/2) en húmedo y pardo (10YR 4/3) en seco, se presentan
pequeños puntos blancos, materia orgánica muy unida al material mineral, poca cantidad de
raíces finas, normales y sanas, pocas huellas de actividades animales. Textura al tacto limosa,
estructura bloques subangulares, tamaño pequeño y moderado desarrollo, poco plástico y poco
adhesivo, untuoso al tacto, tixotropía, pocas gravas pequeñas, poros visibles y pequeños
abundantes. Transición difusa y ondulada, húmedo.
110-170 2A2 Color pardo muy oscuro (10 YR 2/2) en húmedo y pardo (10YR 4/3) en seco, materia orgánica,
muy unida con el material mineral, poca cantidad de raíces finas, normales y sanas, textura al
tacto limosa, estructura de bloques subangulares, tamaño mediano y fuerte desarrollo,
moderadamente plástico y adhesivo, untuoso al tacto, tixotropía, gravas de tamaño regular
posiblemente de andesita, poros pequeños, horizonte muy poroso. Transición no muy clara,
húmedo.
170-(+200) 2A3 Color pardo muy oscuro (10 YR 2/2) en humedo y pardo (10YR 4/3) en seco, materia orgánica,
muy unida con el material mineral, pocas raíces gruesas y finas y medianas, normales y sanas.
Textura al tacto limosa, estructura de bloques subangulares, tamaño grande y fuerte desarrollo,
poco plástico y poco adhesivo, untuoso al tacto, tixotropía, gravas medianas, poros pequeños,
horizonte muy poroso, es el fondo del perfil, húmedo.
Análisis Físicos Horizontes A1 A2 2A1 2A2 2A3 Profundidad (cm) 0-27 27-70 70-110 110-170 170-(+200) Arcillas 35 24.4 21 20 19.1 Limos 46.8 62.75 60.3 67.6 71.1 Arenas 18.2 12.86 18.7 12.6 10.3 Textura Migajon-arcillo-limosa Migajon-limosa Densidad real (Mg/m3) 2.4 2.3 2.4 2.37 2.37 Densidad aparente (Mg/m3) 0.49 0.38 0.36 0.43 0.43 Porosidad (%) 80 83.1 85 82 82 Humedad total (a 105 C) (%) 162.3 164.8 204.9 143.7 178.3 CC(%) 30 kPa 158.5 190.2 162.85 147.75 Sd PMP (%) 15 kPa 112.6 150.65 140.65 131.70 Sd Agua aprovechable (%) 45.90 39.55 22.20 16.05 Sd
Análisis químicos Horizonte A1 A2 2A1 2A2 2A3 Profundidad (cm) 0-27 27-70 70-110 110-170 170-(+200)
H2O 4.5 4.4 4.7 4.7 5 KCl 4.2 4.8 4.5 4.5 4.8
pH
NaF 11.8 11.8 12 11.8 11.6 Na Inter.. (cmol/Kg) 0 0 0 0 0 K interc (cmol/kg) 0.26 0.04 0.17 0.07 0 Ca interc. (cmol/Kg) 2.57 0.44 0.42 0.45 0.34 Mg interc. (cmol/Kg) 1.09 0.13 0.20 0.06 0.12 CICE (cmol/Kg) 4.99 0.73 1.14 0.68 0.56 Carbono organico (%) 10.45 3.10 6.84 4.27 3.79 Nitrogeno total (%) 0.913 0.263 0.629 0.391 0.346 C/N 11.4 11.8 10.9 10.9 11 Fosforo Extr (mg/kg) t t t t t Aluminio intercambiable (cmol(+)/kg) 0.966 0.118 0.353 0.101 0.101 Acidezintercambiable (cmol(+)/kg) 1.07 0.118 0.353 0.101 0.101
t = trazas
Perfil BS2 Estado Veracruz Municipio Coatepec Población Loma Alta Sitio “El Soltadero” (parcela1) Latitud 19o 29 ‘ 51 “ N Longitud 97o 02 ‘ 28 “ W Altitud 2170 msnm Fecha 2007 Litología Andesita recubierta de cenizas volcanicas y brechas volcanicas muy intemperizadas. Geoforma Parte media de la ladera sur, pendiente de 70 % o 35o Vegetación Acahual de bosque mesófilo de montaña de 17 años. Tipo de suelo Andosol Taptohídrico (WRB, 2006)
Características morfológicas del perfil Profundidad (cm) Horizontes
CARACTERÍSTICAS 0-46 A1 Color negro (7.5YR2.5/1) en humedo y pardo (7.5 YR 4/2) en seco, materia orgánica muy unida
con el material mineral, abundantes raíces en la masa del horizonte de cualquiera orientación, no
desviadas, normales, sanas, de todos tamaños, huellas de actividades animal abundante. Textura
al tacto limosa, estructura de bloques subangulares, tamaño mediano a grande y moderado
desarrollo, muy ligeros (bofo), no plástico ni adhesivo, poco untuoso al tacto, tixotropía, poros
visibles, canales muy numerosos, caóticos, atravesando el horizonte, muy poroso. Transición
clara e intrusiva en el siguiente, húmedo.
46-70 A2 Color pardo oscuro (7.5 YR3/4) en húmedo y pardo amarillento claro (10YR 6/4) en seco,
materia orgánica muy unida con el material mineral, abundantes raíces en las masas del
horizonte de cualquiera orientación, normales, sanas, de todos tamaños, huecos de raíces rellenas
con material del horizonte de arriba, huellas de actividades animales como lombrices y otros
insectos. Textura al tacto limosa, estructura bloques subangulares, tamaño pequeño y débil
desarrollo, poco plástico, moderado adhesivo, untuoso al tacto, tixotropía, algunas gravas, poros
visibles y pequeños, canales muy numerosos, caóticos, atravesando el horizonte. Transición
difusa, húmedo.
70-100 C Color pardo (7.5 YR 4/4) en húmedo y pardo claro (7.5 YR 6/4) en seco, materia orgánica, muy
unida con el material mineral, moderada cantidad de raíces finas, normales y sanas, huellas de
actividades animales. Textura al tacto limosa, estructura granular, tamaño pequeño y débil
desarrollo, moderadamente plástico y adhesivo, untuoso al tacto, tixotropía, pocas gravas, poros
visibles y pequeños, canales muy numerosos, caóticos, atravesando el horizonte, horizonte muy
poroso. Transición difusa, húmedo.
100-120 2A Color pardo muy oscuro 7.5 YR 2.5/3) en húmedo y pardo (7.5 YR 5/4) en seco, materia orgánica
muy unida con el material mineral, moderada cantidad de raíces finas y medianas, unas cuantas
gruesas, normales y sanas, huecos de raíces rellenas de material de los horizontes de arriba de
color negro. Textura al tacto limosa, estructura bloques de granulares a subangulares, tamaño
pequeño a mediano y de débil a moderado desarrollo, moderadamente plástico y adhesivo,
untuoso al tacto, tixotropía, gravas grandes de unas cuantas a moderada cantidad, poros
pequeños, horizonte muy poroso. Transición clara, húmedo.
120-(+170) 2C Color pardo (7.5 YR 4/4) en húmedo y pardo amarillento claro (10YR6/4) en seco, materia
orgánica con materia mineral mezclados, pocas raíces gruesas y finas y medianas, normales y
sanas. Textura al tacto limo-arcillosa, estructura de bloques subangulares, tamaño mediano y
moderado desarrollo, moderadamente plástico y adhesivo, untuoso al tacto, hay punto blancos en
todo el perfil como harina, son cenizas volcánicas, tixotropía, gravas grandes y rocas medianas en
moderada cantidad, poros pequeños, horizonte muy poroso, es el fondo del perfil, húmedo.
Análisis Físicos Horizontes A1 A2 C 2A 2C Profundidad (cm) 0-46 46-70 70-100 100-120 120-(+170) Arcillas 37 33.5 24.4 21 27.8 Limos 42 58.3 67.6 70 64.4 Arenas 21 8.2 8 8.4 7.8 Textura Migajon-arcillosa Migajon-arcillo-limosa Migaron-limosa Franco Densidad real (Mg/m3) 2.5 2.3 2.4 2.4 2.3 Densidad aparente (Mg/m3) 0.49 0.38 0.36 0.43 0.43 Porosidad (%) 80 83.3 85 82 82 Humedad total (a 105 C) (%) 127 170 200 168 195 CC(%) 30 kPa 130 142 148 169 109 PMP (%) 15 kPa 84 110 120 140 94 Agua aprovechable (%) 46 32 27 28 15
Análisis Químicos
Horizonte A1 A2 C 2A 2C Profundidad (cm) 0-46 46-70 70-100 100-120 120-(+170)
H2O 3.8 4.9 4.7 4 5 KCl 3.6 4.5 4.7 5 5
pH
NaF 10.8 11.9 11.9 11.9 11.9 Na Inter.. (cmol/Kg) 0 0 0 0 0 K interc (cmol/kg) 0 0 0 0 0 Ca Inter.. (cmol/Kg) 0.78 0.06 0.07 0.07 0.14 Mg interc. (cmol/Kg) 0.49 0.10 0.08 0.08 0.11 CICE (cmol/Kg) 8.78 0.46 0.55 0.35 0.33 Carbono organico (%) 15.70 3.58 3.23 3.52 1.57 Nitrogeno total (%) 1.270 0.304 0.256 0.216 0.137 C/N 12.4 11.8 12.6 16.3 11.5 Fosforo Extr (mg/kg) t t t T T Aluminio intercambiable (cmol(+)/kg) 6.47 0.302 0.302 0.201 0.084 Acidezintercambiable (cmol(+)/kg) 7.51 0.302 0.403 0.201 0.084
t = trazas Perfil 20
Estado Veracruz Municipio Coatepec Población Pacho Viejo Sitio Cercano a la Orduña-perfil de referencia Latitud 19°28'20" N Longitud 96°55'40" W Altitud 1205m s n m Fecha 28-03-85 Litología Cenizas volcánicas recubriendo un flujo piroclástico arenoso y pumítico Geoforma Planicie ondulada
Vegetación Café con sombra
Tipo de suelo Suelo Ferralítico desaturado. Rossignol 1987
Características morfológicas del perfil Profundidad (cm) Horizontes
CARACTERÍSTICAS 0-7 Ap1 color 10YR3/3 pardo oscuro, % de materias orgánicas media (1.8-3.5%), muy unidas con la
materia mineral, abundantes raíces penetrando los agregados, de cualquiera orientación, no desviadas, normales, sanas, huellas de actividades escasa, coprolitos, textura limo-arcilloso, estructura grumosa, 5 mm, moderada. –Suelto, ligeramente frágil, muy numerosos poros, finos, -canales numerosos, oblicuos, acabándose dentro del horizonte, horizonte muy poroso, --transición de 1 cm. Regular, seco.
7-22 Ap2 color 10YR3/4 pardo amarillento oscuro, % de materias orgánicas media (1.8-3.5%), %), muy unidas con la materia mineral, pocas raíces penetrando los agregados, de cualquiera orientación, no desviadas, normales, sanas, huellas de actividades escasa, coprolitos, textura limo arcilloso, estructura grumosa, 4 mm, moderada. –poco compacto friable, 1% de guijarros de basalto irregulares y redondeados poco alteradas orientación cualquiera, numerosos poros muy finos, -canales numerosos, oblicuos, empezando dentro del horizonte, horizonte poroso, transición de 1 cm, regular, fresco.
22-42 Am color 75YR3/4 pardo oscuro, % de materias orgánicas baja (<1.8%), -muy unidas con la materia mineral, muy pocas raíces en la masa del horizonte, oblicuas, aplastadas, sanas, textura limo arcillosa, estructura continua con bloques angulares, 40 mm moderada, muy compacto ligeramente friable, horizonte de elementos secundarios óxidos y hidróxidos, raros, finos blandos, de hierro y manganeso en módulos, 5% de gravas de basalto, irregulares y redondeados, poco alteradas, orientación cualquiera, pocos poros finos, -pocos canales verticales acabándose dentro del horizonte, -horizonte muy poco poroso, transición de 1 cm. regular, fresco.
42-60 B1 color 75YR3/3 pardo oscuro, % de materias orgánicas inexistentes (0%), sin raíces, textura arcillosa, estructura poliédrica, 4 mm, fuerte, -poco compacto, ligeramente plástico, horizonte de color 10YR3/4 pardo amarillento oscuro, -cutanes arcillosos, recubriendo de 0 a 20 %, delgados, en los agregados, de cutanes manganesíferos recubriendo de 0 a 20% delgados, en los agregados, de color 75YR2/0 negro, elementos secundarios óxidos y hidróxidos, raros, finos, blandos de hierro y manganeso, en módulos, pocos poros, muy finos, -pocos canales, verticales atravesando el horizonte, horizonte poco poroso, --transición de 2 cm. regular húmedo.
60-76 B21 color 10YR3/4 pardo amarillento oscuro, % de materias orgánicas inexistentes (0%), sin raíces, textura arcillosa, estructura poliédrica, 5 mm, fuerte, -compacto, ligeramente plástico, cutanes arcillosos, recubriendo de 20 a 50%, gruesos, en los agregados, de color 75YR3/3 pardo oscuro, cutanes manganesíferos recubriendo de 0 a 20% gruesos, en los agregados, de color 75YR2/0 negro, elementos secundarios óxidos y hidróxidos, raros, finos, blandos de hierro y manganeso, en módulos, - -pocos poros, muy finos, -pocos canales, oblicuos atravesando el horizonte, horizonte poco poroso, --transición de 2 cm. regular, húmedo.
76-93 B22 color 75YR3/4 pardo oscuro, % de materias orgánicas inexistentes (0%), sin raíces, textura arcillosa, estructura poliédrica, 5 mm, fuerte, -supra-estructura prismática, 100 mm, moderada –compacto plástico, -horizonte de -cutanes arcillosos, recubriendo de 20 a 50%, gruesos, en los agregados, de color 75YR3/3 pardo oscuro, cutanes manganesíferos recubriendo de 20 a 50% gruesos, en los agregados, de color 75YR2/0 negro, -elementos secundarios óxidos y hidróxidos, raros, finos, blandos de hierro y manganeso, en módulos, pocos poros, muy finos, -pocos canales, oblicuos atravesando el horizonte, horizonte poco poroso, --transición de 3 cm. regular, húmedo.
93-110 B23 color 10YR3/6 pardo amarillento oscuro, % de materias orgánicas inexistentes (0%), sin raíces, textura arcillosa, estructura poliédrica, 4 mm, fuerte, compacto plástico, cutanes arcillosos, recubriendo de 20 a 50%, gruesos, en los agregados, de color 10YR3/4 pardo amarillento oscuro, cutanes manganesíferos recubriendo de 0 a 20% delgados, en los agregados, de color negro, numerosos poros, muy finos, -pocos canales, oblicuos horizonte, horizonte muy poco poroso. Húmedo.
Análisis Físicos Horizontes Ap1 Ap2 Am B1 B21 B22 B23 Profundidad (cm) 0-7 7-22 22-42 42-60 60-76 76-93 93-110 Arcillas 40.4 69.6 Limos 42.3 23.3 Arenas 7.3 7 Textura Densidad real (Mg/m3) Densidad aparente (Mg/m3) Porosidad (%) Humedad total (a 105 C) (%) 5.70 5.37 6.95 10.4 12.2 11.3 11.8 CC(%) 30 kPa PMP (%) 15 kPa Agua aprovechable (%)
Análisis químicos
Horizonte Ap1 Ap2 Am B1 B21 B22 B23 Profundidad (cm) 0-7 7-22 22-42 42-60 60-76 76-93 93-110
4.0 4.0 4.8 5.45 3.35 5.73 5.71 5.81 KCl
pH
NaF 8.78 9.10 Na Inter.. (cmol/Kg) 0.46 0.56 0.64 0.75 0.68 0.64 0.63 K interc (cmol/kg) 0.14 0.16 0.18 0.37 0.34 0.40 0.53 Ca Inter.. (cmol/Kg) 1.08 0.81 2.74 3.62 3.18 2.30 2.76 Mg interc. (cmol/Kg) 0.28 0.22 0.61 0.85 0.83 0.66 0.76 CICE (cmol/Kg) 44.6 25.3 22.7 31.3 35.9 36.9 34.0 Carbono organico (%) 3.31 1.96 1.02 0.44 0.38 0.29 0.32 Nitrogeno total (%) 0.321 0.225 0.131 0.077 0.044 0.054 0.039 C/N 10.3 8.7 7.8 5.8 8.7 5.4 8.2 Fosforo Extr (mg/kg) Aluminio intercambiable (cmol(+)/kg) Saturación de bases (%) 4.4 6.9 18.4 17.9 14.0 10.8 13.8 P2O5 total (%) 26.6 4.35 * * * * *
t = trazas, * menor de 3.5 ppm
Anexo 2 Listado Florístico del Bosque Mesófilo de Montaña
LISTADO FLORISTICO
PTERIDOPHYTAS ASPLENIACEAE Asplenium harpeodes Kunze Asplenium sp. 1 (XAL) 21682 Asplenium serra Langsd. & Fisch. (XAL) 22765 Asplenium monanthes L.(XAL) 21393 Asplenium blepharophorum Bertol. Asplenium sessilifolium Desv. (XAL) 21363 Asplenium auriculatum Sw. (XAL) 22248 BLECHNACEAE Blechnum falciforme (Liebm.) C. Chr. (XAL) 22862 Blechnum fragile (Liebm.) C.V. Morton & Lellinger Blechnum stoloniferum (Mett. ex E. Fourn.) C. Chr. Blechnum wardiae Mickel & Beitel (XAL) 21795 CYATHEACEAE Alsophila firma (Baker) Cyathea fulva (Martens & Gal.) (XAL) 22866
DENNSTAEDTIACEAE Dennstaedtia cornuta (Kaulf.) Mett. Dennstaedtia sp Hypolepis blepharochlaena Mickel & Beitel Hypolepis nigrescens Hook.
DICKSONIACEAE Dicksonia sellowiana Hook. (XAL) Dicksonia sp (XAL) Lophosoria quadripinnata (J.F. Gmel.) C. Chr. (XAL) 22841
DRYOPTERIDACEAE Arachniodes denticulata (Sw.) Ching (XAL) 21362 Ctenitis cf. Hemsleyana (Baker) Copel. (XAL) Dryopteris wallichiana (Spreng.) Hyl. (XAL) Megalastrum pulverulentum (Poir.) A.R. Sm. & R.C. Moran (XAL) Polistychum sp (XAL) 21368 Polystichum fournieri A.R. Sm. (XAL) Polystichum sp. 1 (XAL)
GRAMMITIDACEAE Cochlidium linearifolium (Desv.) Maxon ex C. Chr. (XAL) Lellingeria prionodes (Mickel & Beitel) A.R. Sm. & R.C. Moran (XAL)
Melpomene leptostoma (Fée) A.R. Sm. & R.C. Moran (XAL) Terpsichore cultrata (Bory ex Willd.) A.R. Sm. (XAL) 22294
HYMENOPHYLLACEAE Hymenophyllum tegularis (Desv.) Proctor & Lourteig (XAL) Hymenophyllum polyanthos (Sw.) Sw. (XAL) Hymenophyllum sp (XAL) 21364 Trichomanes capillaceum L. (XAL) Trichomanes radicans Sw. (XAL) Trichomanes reptans Sw. (XAL) 21367 Trichomanes sp (XAL) 22268 LOMARIOPSIDACEAE Elaphoglossum lonchophyllum (Fée) T. Moore (XAL) Elaphoglossum sp. 2 (XAL) Elaphoglossum erinaceum (Fée) T. Moore (XAL) Elaphoglossum sartorii (Liebm.) Mickel (XAL) 22837 Elaphoglossum peltatum (Sw.) Urb. (XAL) MARATTIACEAE Marattia laxa Kunze (XAL) POLYPODIACEAE Campyloneurum angustifolium (Sw.) Fée Phlebodium areolatum (Humb. & Bonpl. ex Willd.) J. Sm. (XAL) Pleopeltis crassinervata (Fée) T. Moore (XAL) Pleopeltis sp.1 (XAL) Polypodium falcaria Kunze (XAL) 22838 Polypodium longepinnulatum E. Fourn. (XAL) Polypodium plebeium Schltdl. & Cham. (XAL) 21392 Polypodium plesiosorum Kunze (XAL) Polypodium polypodioides (L.) Watt (XAL) Polypodium sp. 1 (XAL) 21515 PSILOTACEAE Psilotum complanatum Swartz. (XAL) 22764 PTERIDACEAE Pteris sp (XAL) Pteris muricata Hook. (XAL) Pteris orizabae M. Martens & Galeotti (XAL) SELAGINELLACEAE Selaginella sp. (XAL) Selaginella galeottii Spring. (XAL) THELYPTERIDACEAE Thelypteris (amauropelta) resinifera (Desv.) Proctor (XAL) 22189 Thelypteris rudis (Kunze) Proctor (XAL)
WOODSIACEAE Diplazium donnell-smithii H. Christ Diplazium expansum Willd. Diplazium ternatum Liebm (XAL) 21491 Diplazium franconis Liebm.
MONOCOTILEDONEAS ARACEAE Anthurium scandens (Aubl.) Engl. (XAL) 21532 Anthurium andicola Liebm (Xal) 22871 Philodendron advena Schott (XAL) ARECACEAE Chamaedorea sp Chamaedorea klotzschiana H. Wendland. (XAL) 21366
BROMELIACEAE Catopsis sessiliflora (Ruiz & Pav.) Mez Greigia vanhyningii L.B. Sm. (XAL) 21551 Racinaea ghiesbreghtii (Baker) M.A. Spencer & L.B. Sm. Tillandsia aff. Heterophylla E. Morren Tillandsia butzii Mez (XAL) 21517 Tillandsia fasciculata Sw. Tillandsia gymnobotrya Baker (XAL) 21513 Tillandsia heterophylla E. Morren (XAL) Tillandsia imperialis E. Morren ex Roezl (XAL) 21779 Tillandsia kirchhoffiana Wittm. (XAL) Tillandsia punctulata Schltdl. & Cham. Tillandsia sp. (1) no reproductivas Tillandsia viridiflora (Beer) Baker Werauhia gladioliflora (H. Wendl) J. R. Grant. (XAL) 21493
COMMELINACEAE Gibasis schiedeana (Kunth) D. Hunt (XAL) 22776 Tradescantia zanonia (L.) Sw. (XAL) 22719 CONVALLARIACEAE Maianthemum paniculatum (M. Martens & Galeotti) LaFrankie (XAL) 22874 CYPERACEAE Rhynchospora macrochaeta Steud. ex Boeck. (XAL) 22270 Rhynchospora aristata Boeck. (XAL) 22280 Uncinia hamata (Sw.) Urb. (XAL) 22265 ORCHIDACEAE Beloglottis mexicana Garay & Hamer (XAL) 22452 Dichaea neglecta Schltr. (XAL) 21542 Isochilus unilaterale Robinsonsp. R. Br. (XAL) 22889 Pleurothallis pachyglossa Lindl. (XAL) 21531
Pleurothallis sp. R. Br. POACEAE Ichnanthus nemorosus (Sw.) Doell 21529 Ichnanthus pallens (Sw.) Munro ex Benth.(XAL) 21692 Oplismenus hirtellus (L.) Beauv. (XAL) 22165
DICOTILEDONEAS AMARANTHACEAE Iresine sp (XAL) 22277 ARALIACEAE Araliaceae (XAL) Dendropanax arboreus (L.) Decne. & Planchon (XAL) 22299 Oreopanax liebmanni Marchal. (XAL) 22755 Oreopanax sp. (XAL) Oreopanax xalapensis (H.B.& K.) Decne. & Planchon (22466) ASTERACEAE Ageratina ligustrina (DC.) R.M. King & H. Rob. (XAL) 21500 Mikania eriophora Sch. Bip. ex B.L. Rob. & Greenm. (XAL) 22296 Senecio angustifolius (Thunb.) Willd. Senecio lanicaulis Greenm. (XAL) 21406 AQUIFOLIACEAE Ilex tolucana Hemsley (XAL) 21409 ACANTHACEAE Hansteinia gracilis Lindau (XAL) 22449 CACTACEAE Nopalxochia phyllanthoides (DC.) Britton & Rose (XAL) 21481 CAMPANULACEAE Centropogon grandidentatus Zahlbr. (XAL) 22659 CAPRIFOLIACEAE Sambucus sp CELASTRACEAE Celastrus vulcanicola Donn. Sm. (XAL) 21375 Perrottetia ovata Hemsley (XAL) 21386 Quetzalia stipitata (Lundell) Lundell (XAL) 22281 CLETHRACEAE Clethra sp Clethra mexicana DC. (XAL) 22850 CHLORANTHACEAE Hedyosmum mexicanum Cordemoy (XAL) 21399
COCHLOSPERMACEAE Cochlospermum vitifolium Willd. Ex Spreng. CRASSULACEAE Echeveria sp.DC. CUCURBITACEAE Cyclanthera langaei Cogn. (XAL) 22247 Hanburia mexicana Seemann. (XAL) 21378 CUNONIACEAE Weinmannia pinnata L. EUPHORBIACEAE Alchornea latifolia Sw. (XAL) 21523 Bernardia interrupta (Schltdl.) Müll. Arg. (XAL) 22460 FABACEAE Cojoba arborea (L.) Britton & Rose (XAL) 21404 Inga flexuosa Graham (XAL) 21411 Inga hintonii Sandwith (XAL) 21513 FAGACEAE Quercus aff. Sapotaefolia L. (XAL) 21547 Quercus laurina Bonpl. Quercus xalapensis Bonpl. Quercus sp (XAL) 22130 Quercus corrugata Hook (XAL) 21539 GESNERIACEAE Moussonia deppeana (Schltdl. & Cham.) Hanst. (XAL) 22666 LAURACEAE Cinnamomum effusum (Meisn.) Kosterm (XAL) 22275 Ocotea disjuncta Lorea-Hern. (XAL) 22745 Ocotea effusa (Meisn.) Hemsl. (XAL) 22888 Persea americana Mill. (XAL) 22772 LAMIACEAE Salvia albiflora M. Martens & Galeotti (XAL) 22249 MELASTOMATACEAE Miconia oligotricha (DC.) Naudin (XAL) 21771 Miconia glaberrima (Schltdl.) Naudin (XAL) 22887 Miconia mexicana (Bonpl.) Naudin (XAL) 22262 Miconia chrysoneura Triana (XAL) 22250 MELIACEAE Trichilia minutiflora Standley (XAL) 21793
MELIOSMACEAE Meliosma alba (Schltdl.) Walp. MORACEAE Trophis mexicana (Liebm.) Bur. (XAL) 21403 MYRSINACEAE Parathesis melanosticta (Schltr.) Hemsley (XAL) MYRTACEAE Calyptranthes schlechtendaliana O. Berg. (XAL) 21398 ONAGRACEAE Fuchsia microphylla Kunth (XAL) 22662 PIPERACEAE Peperomia aff. quadrifolia (L.) Kunth Peperomia blanda (Jacq.) Kunth (XAL) 22732 Peperomia deppeana Schldl. & Cham. (XAL) 22677 Peperomia donaguiana DC. (XAL) 22730 Peperomia glabella (Sw.) A. Dietr. Peperomia obtusifolia (L.) A. Dietr. (XAL) 22253 Peperomia sp. Piper amalago (XAL) 22744 Piper hispidum Sw. (XAL) 22728 Piper nudum C. DC. (XAL) 21486 Piper sp Piper xanthostachyum C. DC. (XAL) 21359 PHYLLONOMACEAE Phyllonoma laticuspis (Turcz.) Engl. (XAL) 21521 RHAMNACEAE Rhamnus sp (XAL) 22709 ROSACEAE Rubus sp Rubus adenotrichus Schltdl. (XAL) 21497 Rubus coriifolius Liebm. (XAL) 21549
RUBIACEAE Arachnothryx bourgaei (Standl.) Borhidi (XAL) 21377 Arachnothryx capitellata (Hemsl.) Borhidi (XAL) 21480 Crusea coccinea DC. (XAL) 22282 Deppea grandiflora Schltdl. (XAL) 21397 Didymaea alsinoides (Cham. & Schltdl.) Standl. (XAL) 21769 Hoffmannia chiapensis Standl. (XAL) 22671 Hoffmannia excelsa (Kunth) K. Schum. (XAL) 21390 Psychotria sp (XAL) 21415 Psychotria galeottiana (M. Martens) C.M. Taylor & Lorence
Psychotria nervosa Sw. (XAL) 21372 Spermacoce laevis Lam. (XAL) 22078
RUTACEAE Citrus limettioides Tanaka (XAL) 21376 Naranjo (Citrus sp.) Zanthoxylum melanostictum Schltdl. & Cham (XAL) 22667 Zanthoxylum procerum Donn. Sm. (XAL) 21768 SAPOTACEAE Sideroxylum sp Sideroxylon capiri (A. DC.) Pittier SAPINDACEAE Serjania sp (XAL) 21383 SMILACACEAE Smilax sp Smilax mollis Humb. & Bonpl. ex Willd. (XAL) 21518 Smilax xalapensis Kunth (XAL) 21503 SOLANACEAE Cestrum purpureum (Lindl.) Standl. (XAL) 22292 Cestrum sp Lycianthes geminiflora (Martens & Galeotti) Bitter. (XAL) 21514 Solanum brachystachys Dunal (XAL) 21381 Solanum nigricans M. Martens & Galeotti Solanum nudum Dunal (XAL) 22260 Solanum pubigerum Dunal (XAL) 21797 Solanum rovirosanum Donn. Sm. (XAL) 21388 Solanum sp Witheringia solanacea L´Her. (XAL) 21478 STAPHYLEACEAE Turpinia occidentalis (Swartz) G. Don. (XAL) 22935 STYRACACEAE Styrax glabrescens Benth. (XAL) 21524 SYMPLOCACEAE Symplocos coccinea Bonpl. (XAL) 21502 THEACEAE Ternstroemia sylvatica Schltdl. & Cham. (XAL) 21765 THYMELAEACEAE Daphnopsis americana (Miller) J. R. Johnston. (XAL) 21526 URTICACEAE Pilea pubescens Liebm. (XAL) 21492
Pilea riparia Donn. Sm. (XAL) 22256 Urera caracasana (Jacq.) Gaudich. ex Griseb. (21482) Urera sp (XAL) 21380 VIBURNACEAE Viburnum microcarpum Schltdl. & Cham. (XAL) 21782 VITACEAE Vitis bourgaeana Planchon (XAL) 21400 VITTARIACEAE Vittaria graminifolia Kaulf. (XAL) (21533) Scoliosorus ensiformis (Hook.) T. Moore